Autoridades presentes, queridos padres de familia, muy estimados estudiantes del
programa Lectio 21 y público que nos acompaña tengan ustedes muy buenos días. Permítanme ante todo agradecer a Dios, dador de vida, por brindarnos la oportunidad de estar aquí y de dirigirme a ustedes en un día muy especial. Sé que esto no se trata de mí pero les pido déjenme compartir con ustedes brevemente mi experiencia con los libros. Esta viene de allá cuando era niña, donde aún no estaban los celulares, ni las laptops ni los dichosos objetos electrónicos que hoy existen, años en los que veía a mi madre rodeada de libros afanada en su labor de maestra por un lado y mamá por el otro, a un estante de madera que por cierto aún conservamos en un rincón de nuestra casa, que guardaba apilados en su interior al soldadito de plomo, blanca nieves, Tairon en apuros, algunos libros de historia y geografía del Perú y por supuesto a Coquito del que estoy segura muchos aquí del siglo pasado deben recordar entrañablemente. También recuerdo a mi padre traer un día un bolso lleno de libros de segunda mano que había conseguido en el mercado de Piura, mostrándome con entusiasmo todo lo que tenía por leer. Tiempos que indudablemente perdurarán en mi memoria como muestra de un tesoro y una huella invaluable que me enseñaron mis padres. Y es que los libros no se quedaron en mi infancia siguieron acompañándome hasta que un día uno de ellos por arte de magia me atrapó, de pronto me vi envuelta en la historia de un niño mago llamado Harry Potter que eligió luchar por el bien aun cuando toda su historia de vida había sido lamentable desde su nacimiento. A partir de ahí decidí que me esperaban horas eternas en ese mágico mundo, como un personaje más de la historia y por qué no, escribir quizá la mía. Y es que Harry Potter me enseñó que son nuestras elecciones las que muestran lo que somos y no nuestras habilidades. En mi recorrido por la vida también me encontré con libros que me hicieron reflexionar aún más sobre el sentido de esta y entonces estaba leyendo la vida de santos y personajes ilustres, que sin lugar a dudas te tocan con su ejemplo magnífico de humanidad, fe, amor y valentía por los caminos que se trazaron. Se peguntarán por qué les cuento esto, pues la lectura me hizo crecer mucho, trasformó mis pensamientos, me acompañó en los días grises, me hizo soñar y creer en el maravilloso mundo que puedo crear y vivir. Es justamente por esto último que estoy parada aquí, junto a María y Ana con quienes comparto las mismas convicciones y deseos de crecer, además de dejar huella en la educación de sus hijos y aportar con nuestro pequeño grano de arena a nuestra sociedad, a nuestros pequeños que son el motivo por el que queremos hacer un mundo mejor. Así nace lectio 21, como un concepto innovador e inspirador de lectura en pleno siglo 21 como su mismo nombre lo indica. Que locura no! Totalmente arriesgado en la era de la tecnología; pero como diría Sirius Black ¿qué es la vida sin un poco de riesgo? Así que con ese temor sin imaginar lo que lograríamos luego, después de un año ideas, aventuras, anécdotas, contratiempos y miles de razones para no echarnos atrás se hace realidad, horas donde mezclamos el gusto por la lectura, un mundo que como decía Mario Vargas Llosa de alguna manera completa y extiende la realidad permitiéndonos soñar, reír, llorar y hasta cambiar vidas, a la vez que ayuda a sus hijos a mejorar y demostrar sus habilidades comunicativas. Sé que ha sido poco el tiempo que hemos estado con ustedes queridos estudiantes, seguro recuerdan cuando llegaron algo temerosos a las clases, desde la primera dinámica que realizamos, las películas que compartimos, los mensajes y reflexiones que extrajimos después de cada lectura, las manualidades que hicimos, los libros que leyeron, la videoconferencia que tuvieron con Jaime Homar y muchas cosas más, hicieron que ustedes ahora ya no sean los mismos, y eso nos alegra inmensamente a nosotras que con tanta ilusión y esfuerzo nos dedicamos desde el 7 de enero hasta hoy a enseñarles un poquito de lo que tenemos. Estamos convencidas de que los padres podrán notar la diferencia a partir de ahora. Recuerden que ustedes son el ejemplo intangible de la vida de sus hijos. Camino que ya han empezado hace algún tiempo y que hoy como muestra de su gran ánimo por verlos ser mejores se refleja en esta clausura. Esperamos pues que el día de hoy disfruten del show que junto a sus hijos hemos preparado con tanto cariño, propuestas que no solo han sido de las profesoras sino también de ellos mismos. Sin más preámbulos iniciemos con las actividades. GRACIAS