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Los Cinco Grandes Factores – Sánchez:

Las teorías o los modelos psicológicos son como metáforas que intentan describir o explicar algo
difícilmente descriptible y casi inexplicable: la personalidad humana.
Empédocles postuló la teoría de las cuatro raíces, a las que Aristóteles más tarde llamó elementos: el aire,
el fuego, la tierra, y el agua, cada uno con sus respectivas características. Según Empédocles, los
elementos se combinan de forma distinta en los diferentes entes del mundo. El hombre es concebido como
una suerte de cosmos en miniatura un mundo microscópico que por tanto contiene los mismos elementos
que el resto del universo.
Las diferencias entre los elementos servían para explicar las diferencias individuales entre personas
nacidas en la misma cultura, alimentadas de la misma manera, y que habían recibido la misma educación.
Los cuatro elementos debían estar en armonía para garantizar una buena salud, ya que la preponderancia
de uno de ellos por sobre los demás daba lugar a la patología.
Hipócrates amplió la teoría de Empédocles, tomando la doctrina de los cuatro elementos y asimilándolos a
los cuatro humores (o líquidos) que recorren el cuerpo humano. Postuló que los cuatro humores se
corresponden con los cuatro elementos: sangre, bilis amarilla, bilis negra, y flema. La salud dependía del
equilibrio de los humores en el cuerpo y las enfermedades procedían de un exceso o un desequilibro entre
los mismos, vale decir, de la preponderancia de uno sobre los otros.
A él se debe la teoría del comportamiento humano de los humores, que relaciona la personalidad con el
organismo, ya que la preponderancia de un humor dará lugar a un tipo particular de temperamento. Así
queda establecida la relación entre la personalidad y sus bases biológicas, aporte fundamental al momento
de analizar el modelo que nos ocupa. El mérito de Hipócrates fue el de atribuir un origen físico, en el
propio cuerpo, a las enfermedades, abandonando la idea de un origen divino o mágico.
La tipología básica, consolidada por Hipócrates, alcanza al mundo romano a través de Galeno,
profundizando en la relación entre los humores y los temperamentos, con el objetivo de explicar las
diferencias de individuales de personalidad entre las personas y para desarrollar tratamientos adecuados
para los distintos temperamentos. Según Galeno, cada tipo humoral concreto se caracterizará por el
predominio de un rasgo temperamental determinado, estableciendo cuatro personalidades básicas:
- Personalidad sanguínea: la sangre, cálida y húmeda, da lugar a un temperamento alegre (persona
optimista, sociable y animada)
- Personalidad colérica: la bilis amarilla, cálida y seca, da lugar a un temperamento irascible (persona
amargada, impulsiva e irritable)
- Personalidad melancólica: la bilis negra, fría y seca, da lugar a un temperamento depresivo (persona
pesimista, triste y reservada)
- Personalidad flemática: la flema, fría y húmeda, da lugar a un temperamento apagado (persona
impasible, apática y controlada)
En las descripciones de Galeno podemos encontrar los orígenes prehistóricos de lo que luego serían los
trastornos de la personalidad.
Juan Huarte de San Juan afirma que es la naturaleza la que determina las diferencias de ingenio o
habilidad que se ven en las personas. El temperamento propio del organismo de cada ser humano, es el
que determinará las diferencias que se observan entre las personas.
La doctrina clásica atribuía a los humores del cuerpo las peculiaridades del temperamento. Es el
temperamento, la base biológica de la personalidad y de las diferencias individuales, el fundamento de
esta milenaria doctrina.
Se sabe ahora que ciertas sustancias químicas, en especial las hormonas, afectan la actividad del sistema
nervioso en una forma que los antiguos griegos sólo presintieron oscuramente.
El rasgo probablemente sea el concepto que más investigación ha generado en psicología de la
personalidad. La evolución de la disciplina lo ubica hoy en un lugar preponderante y determinante al
momento de entender la personalidad. Describir la historia de la psicología de la personalidad, es, en
parte, describir los avatares de los rasgos.
Allport define a los rasgos como predisposiciones a responder, de manera igual o similar, a diferentes tipos
de estímulos, como formas congruentes y duraderas de reaccionar al ambiente. Las características
principales de los rasgos son las siguientes:
1. Tienen existencia real.
2. Determinan o causan el comportamiento. Nos motivan a buscar los estímulos apropiados.
3. Pueden demostrarse empíricamente.
4. Están interrelacionados; pueden superponerse aun cuando representen características diferentes.
5. Varían con la situación.
Los rasgos representan disposiciones estables del comportamiento, tendencias a actuar de manera
relativamente consistente, y son permanentes a lo largo de la vida.
Cuando se habla de “rasgos” se está haciendo referencia a dos líneas de trabajo surgidas a partir del
mismo marco común. Por un lado, existen las versiones más débiles que entienden a los rasgos como
categorías construidas que no implican necesariamente estructuras subyacentes en las personas. Los
rasgos se consideran como disposiciones que se expresan en patrones de comportamiento relativamente
estables y consistentes. Así, los rasgos permitirían describir la personalidad y la conducta. Por otro lado,
existen versiones más fuertes para las cuales los rasgos tienen existencia real endógena y genotípica. Por
tanto, los rasgos tendrían un origen biológico que permitiría una explicación de la personalidad y de la
conducta.
Eysenck fue un psicólogo experimental. Los psicólogos experimentales despreciaban las diferencias entre
organismos al estudiar los efectos de las situaciones sobre las respuestas, ignorando que las
características personales del sujeto determinarían las diversas y variadas formas en que serían
percibidos los mismos estímulos, provocándose entonces diferentes reacciones. Encontrar las leyes de
acuerdo a las cuales funcionan estas diferencias y aislar las principales dimensiones que nos permitan
clasificar a la gente, se convirtió para Eysenck en una tarea fundamental de la Psicología. Postulaba dos
amplias dimensiones, de base biológica, definidas como combinaciones de rasgos o factores. Esta suerte
de “superfactores” eran extraversión (y su opuesto introversión) y neuroticismo (y su opuesto estabilidad
emocional).
Posteriormente Eysenck presentaría un modelo de tres factores, el que sería su aporte más sustantivo a la
psicología de la personalidad. La composición del modelo de tres factores, conocido como PEN:
Neuroticismo, Extraversión y Psicoticismo.
Los actuales modelos de rasgos se basan en la interacción de dos líneas de investigación, la basada en lo
que se ha conocido como hipótesis léxica, y en la tradición factorial. La hipótesis léxica sostiene que las
diferencias individuales más importantes y de mayor relevancia social han de estar codificadas en el
lenguaje. Por tanto, el modelo considera al lenguaje como una fuente confiable de datos referidos a las
características que pueden definir y construir la personalidad humana. Cuanto más importante resulte un
rasgo, más lenguas tendrán un término para él y más personas lo usarán o lo reconocerán como
importante al momento de calificar su personalidad o la de otra persona.
Según la hipótesis léxica, entonces, el vocabulario de la personalidad contenido en los diccionarios de una
lengua natural proporciona un extenso, si bien finito, sistema de las cualidades que la gente que hablaba
esa lengua ha encontrado importantes y útil en sus interacciones diarias.
La tradición factorial arriba a factores de personalidad mediante el análisis de datos, tomados del lenguaje,
realizado con la herramienta metodológica estadística del análisis factorial. Este análisis se realiza,
preferentemente, a partir de frases descriptivas contenidas en cuestionarios de personalidad. Así, una
versión del modelo parte de los datos para llegar a la estructura de la personalidad, mientras que otra
versión parte de criterios teóricos bien desarrollados que indican las dimensiones subyacentes que se
desea medir. Ya en las décadas del 20 y del 30 del pasado siglo XX diversos autores habían intentado
aislar los rasgos básicos de la personalidad a partir de características expresadas como adjetivos en los
diccionarios. Estos autores ya sostienen la existencia de una estructura de la personalidad de cinco
factores. El tema resurgiría con los trabajos de Allport y Oldbert de 1936. Los autores condujeron un
estudio léxico de los términos de personalidad relevantes, incluyendo todos los términos que aparecían en
un diccionario del idioma inglés y que podían utilizarse para distinguir el comportamiento de un ser
humano de otro. La lista se acercaba a 18.000 términos. Trabajos posteriores reducirían la lista a 4.500
términos. Cattell logra aislar una serie de categorías que luego de más de dos décadas de investigación se
convertirían en 16 rasgos conocidos como los 16 Factores de Personalidad.
En los años 60’ existió una fuerte línea de investigación en esa dirección que puso de manifiesto que el
análisis factorial arrojaba cinco grandes factores de personalidad. Pero las críticas lograron que esa línea
quedara en el olvido.
A comienzos de la década de los 80, Goldberg encuentra resultados coincidentes con estudios de los años
60’ e incluso anteriores y sostiene que cualquier modelo para estructurar las diferencias individuales tendrá
que basarse en esas “Cinco Grandes” dimensiones. Cada una de las dimensiones engloba cierto número
de rasgos más específicos.
No sería hasta la irrupción de los trabajos de Robert McCrae y Paul Costa que el modelo se unifica bajo un
paradigma dominante conocido como los “Cinco Grandes Factores de la Personalidad”.
Tras la crisis, hacia fines de los años 80’ y comienzos de los 90’, se observa un resurgimiento de la
psicología de la personalidad centrado en el desarrollo del modelo de los rasgos y en el creciente interés
en el estudio factorial de la personalidad, a partir del uso de términos del lenguaje, en particular adjetivos
descriptivos, considerados como descriptores de los rasgos y de las características individuales de la
personalidad.
Cualquier diferencia individual debe de estar representada en el lenguaje. Es el propio desarrollo de la
lengua, a lo largo de los siglos, el que ha permitido incluir en forma de adjetivo los diferentes rasgos de
personalidad que pueden resultar de utilidad para describir a una persona.
El “Modelo de los Cinco Grandes Factores de la Personalidad” se ha establecido de manera
preponderante, al punto de parecer casi ubicuo en la literatura actual. Este movimiento teórico encuentra
en la actualidad su máxima expresión en los desarrollos llevados a cabo por Costa y McCrae junto a un
importante número de investigadores.
Las determinaciones de los cinco factores fueron las siguiente:
I. Extraversión o Surgencia (extraversion o surgency)
II. Amabilidad (agreeableness)
III. Responsabilidad (conscientiousness)
IV. Estabilidad emocional (emocional stability)
V. Cultura (culture)
La estructura de cinco rasgos no determina que las diferencias de personalidad puedan reducirse a ella.
Más bien esas cinco dimensiones representan la personalidad en el nivel más amplio de la abstracción, y
cada dimensión “grande” resume una gran cantidad de características distintas, más específicas, de la
personalidad.
En sus trabajos originales McCrae y Costa evaluaron la personalidad con cuestionarios construidos por
frases y no por adjetivos, partiendo del 16PF, cuestionario para evaluar la personalidad desde el modelo
de Cattell. Postulan una versión fuerte del modelo, que sostiene la existencia real, biológica, de los rasgos
de personalidad donde la herencia genética tiene un peso considerable.
Los rasgos de personalidad, como los temperamentos, son disposiciones endógenas que siguen patrones
intrínsecos de desarrollo esencialmente independientes de las influencias ambientales, lo que no puede
menos que recordarnos los postulados de la tradición griega.
El MCF no resulta meramente un modelo descriptivo sino que pretende explicar la naturaleza de los
rasgos.
Los autores demostraron que utilizando diferentes instrumentos y realizando análisis factoriales sobre los
resultados, aparecen soluciones consistentes con un modelo de cinco factores.
El concepto de rasgo tal como lo entienden las teorías factorialistas no se corresponde con lo que sostenía
Allport, impulsor del concepto de rasgo quien mantenía una concepción distinta. Para Allport, los rasgos
que más interesan a la psicología de la personalidad deberían analizarse en cada individuo, a través de
estudios idiográficos; rechazó las iniciativas que se limitaban a buscar rasgos comunes a todos los
individuos y a compararlos en términos cuantitativos.
Allport desarrolla la denominada “psicología de la individualidad” justamente porque se interesa en la
particularidad de cada uno más que por la personalidad del tipo medio. Su interés no era estudiar grandes
grupos de personas, ni establecer leyes generales de la conducta sino determinar cómo se comporta un
individuo particular.
El modelo de los Cinco Grandes se fundamenta en la consideración de que cinco amplias dimensiones de
personalidad pueden abarcar la mayor parte de los rasgos de personalidad existentes. Para McCrae y
Costa la mayoría de los rasgos pueden entenderse en términos de cinco dimensiones básicas. Esto
resulta tanto independiente de la cultura cuanto del lenguaje de las personas, y los rasgos se mantienen
relativamente estables a lo largo de la vida. Así, desde el nacimiento, cada persona tendría una
“orientación genética” de lo que va a ser, o lo que puede llegar a ser su personalidad, por lo que desde el
inicio ya existiría una tabula no muy rasa relacionada con aquello que será nuestra personalidad. Debe
señalarse que las cinco dimensiones no son un a priori de los investigadores, sino que surgen de diversos
análisis realizados sobre los datos existentes.
Los Cinco Grandes representarían la estructura común de la personalidad humana, que trascendería las
diferencias culturales. El modelo de los Cinco Grandes comprende los siguientes factores:
E. Extraversión (I).
m. Amabilidad (o cordialidad) (II)
R. Responsabilidad (o escrupulosidad) (III)
N. Neuroticismo (IV)
Ap. Apertura a la experiencia (V)
Los más replicados son el de Extraversión y el de Neuroticismo, y el menos replicado es el de Apertura a
la experiencia.
El MCF de Costa y McCrae incluye factores de segundo orden, llamados facetas, que son englobados
dentro de cada factor “grande”. Cabe señalarse que la investigación genética no ha prestado tanta
atención a las facetas como la dedicada a los rasgos más globales.
Amabilidad (o Cordialidad, opuesto a Antagonismo): evalúa la capacidad para establecer vínculos
psicosociales y la disposición a preocuparse por los demás. En casos extremos, el polo negativo se asocia
a la psicopatía. Esta dimensión no aparece en todos los modelos factoriales de personalidad, tal vez por
su marcado carácter valorativo.
- Confianza: tendencia a atribuir buenas intenciones a los demás
- Franqueza: persona franca, sincera y algo ingenua
- Altruismo: preocupación activa por los otros, generosidad
- Actitud conciliadora: evitación de conflictos, cooperatividad, perdonar ofensas
- Modestia: modestia sin desvalorización o inseguridad, tendencia a pasar desapercibido
- Sensibilidad social: preocupación por los demás, sentimientos de piedad y solidaridad
Responsabilidad (o Escrupulosidad, opuesto a Irresponsabilidad o Negligencia): evalúa la capacidad para
actuar de acuerdo propósitos o metas claras, para poder organizar y llevar adelante proyectos e ideas. El
polo negativo es propio de personas que andan sin rumbo u objetivo, o resultan indolentes. Esta
dimensión, también ausente en otros modelos, incluye el control de impulsos tanto como una clara
disposición a ser escrupuloso y obediente
- Competencia: sentimiento de creerse capaz, efectivo y resolutivo para tratar con los aspectos de la
vida.
- Orden: propio de personas ordenadas y bien organizadas.
- Sentido del deber: tendencia a adherirse estrictamente a sus principios éticos y cumplir con las
obligaciones.
- Necesidad de logro: propio de personas con altos niveles de aspiración y tendencia trabajar duro
para conseguir sus objetivos.
- Autodisciplina: habilidad para empezar tareas y llevarlas a cabo a pesar del aburrimiento o de
cualquier tipo de distracción.
- Reflexión: tendencia a pensar cuidadosamente antes de actuar.
Extraversión (opuesto a Introversión): Llamada Surgencia en algunos modelos. Evalúa la sociabilidad,
como la facilidad para comunicarse con los demás, la asertividad y la facilidad para iniciar y mantener
conversaciones. El polo negativo es propio de personas con tendencia al aislamiento o el retraimiento.
- Cordialidad: capacidad para establecer relaciones cordiales con otros con otros
- Gregarismo: preferencia para estar en compañía de otros.
- Asertividad: tendencia a estar seguro con uno mismo, facilidad para verbalizar lo que se piensa,
aunque se esté en desacuerdo.
- Actividad: necesidad de estar siempre haciendo algo. Se caracteriza por conductas motoras
vigorosas.
- Búsqueda de emociones: tendencia a acercarse a las fuentes de estimulación, capacidad para
disfrutar lo novedoso.
- Emociones positivas: tendencia a experimentar con frecuencia emociones de alegría, felicidad,
entusiasmo y optimismo
Neuroticismo (opuesto a Estabilidad Emocional): Incluye aspectos ligados al bienestar o malestar
psicológico, al afecto y las emociones negativas. Evalúa inestabilidad emocional, la tendencia a
experimentar emociones negativas como miedo, sentimiento de culpa, tristeza o enojo. No necesariamente
implica patología sino la tendencia a sufrir trastornos antiguamente conocidos como “neuróticos”.
- Ansiedad: propensión a la tensión y al nerviosismo, tendencia a preocuparse y a experimentar
miedo.
- Hostilidad: tendencia a experimentar enfado, irritación.
- Depresión: presencia de sentimientos de culpa, tristeza, soledad y desesperanza.
- Timidez (ansiedad social): presencia de sentimientos de vergüenza, sensibilidad al ridículo e
incomodidad en situaciones sociales.
- Impulsividad: dificultad en el control de impulsos y necesidades, falta de autocontrol y baja
tolerancia a la frustración.
- Vulnerabilidad (al estrés): dificultad para controlar situaciones de estrés, tendencia a la
dependencia en situaciones interpretadas como de emergencia.
Apertura a la experiencia (opuesto a Convencional o Cerrado a la experiencia): Evalúa la presencia de una
imaginación activa, sensibilidad estética, capacidad de introspección y curiosidad intelectual. El polo
opuesto se relaciona con el convencionalismo, el dogmatismo y el apego a lo tradicional.
- Fantasía: capacidad de imaginar o crear.
- Estética: capacidad para apreciar el arte y la belleza.
- Sentimientos: receptividad a los propios sentimientos y emociones, que se valoran como cosas
importantes de la vida.
- Acciones: interés por diferentes actividades, por ir a sitios nuevos, rechazo de lo rutinario y
convencional.
- Ideas: apertura de mente a cosas nuevas, a las ideas poco convencionales, interés por los
argumentos intelectuales.
- Valores: tendencia a reexaminar los valores sociales, religiosos, políticos, rechazo del dogmatismo.
Distinguen seis elementos que engloban a su vez un gran número de constructos propuestos por otros
teóricos de la personalidad: tendencias básicas, adaptaciones características, biografía objetiva,
autoconcepto, influencias externas, y procesos dinámicos.
La FFT destaca la distinción entre las tendencias básicas, de base biológica, y las adaptaciones,
características condicionadas culturalmente. Las tendencias básicas abarcan los potenciales y las
disposiciones innatas mientras que las adaptaciones características incluyen lo adquirido: las habilidades,
los hábitos, las creencias, los papeles y las relaciones. Como se advierte, todos los rasgos de
personalidad se comprenden como tendencias básicas endógenas. En otras palabras, la personalidad
emerge del temperamento.
La TCF sostiene explícitamente que los rasgos de personalidad son tendencias endógenas, en nada
influenciadas por el ambiente.
Tendencias básicas: Las primeras serían la materia prima con la que se construye la personalidad.
Básicamente, son heredadas, resultantes de experiencias tempranas, susceptibles de ser modificadas por
enfermedades o por intervención psicológica, y son más inferidas que observadas. De acuerdo a la teoría,
las tendencias básicas son dimensiones, rasgos de personalidad, en particular, los “cinco grandes” con sus
respectivas facetas. Las adaptaciones características son la manera específica de adaptarse al medio,
habilidades, hábitos, actitudes y relaciones interpersonales adquiridas que resultan de la interacción del
individuo con su medio; son la expresión concreta de las tendencias básicas.
En síntesis, la TCF postula desarrollos en dos vías distintas: por un lado, las tendencias básicas siguen un
patrón de maduración intrínseca; por el otro, las adaptaciones características responden a las
oportunidades y los incentivos del ambiente social. En la medida en que la teoría es correcta, los
psicólogos, los educadores y los padres tendrán un impacto relativamente pequeño en el desarrollo a largo
plazo de los rasgos de personalidad, pero pueden influir sobre las adaptaciones características.
Los factores han sido confirmados por una variedad de técnicas de evaluación, entre ellas
autocalificaciones, pruebas objetivas, e informes de observadores. Los ítems de los cuestionarios de
personalidad indagan sobre adaptaciones características, es decir, hábitos, actitudes, preferencias
conductuales, para desde allí inferir las tendencias básicas.
Costa y McCrae han creado un inventario específico para evaluar las dimensiones del modelo. Esta
prueba es el Inventario de Personalidad NEO-PI-R. Este instrumento evalúa tanto los cinco factores cuanto
las seis facetas correspondiente a cada uno y consta de 240 ítems (8 ítems por faceta) del estilo de
preguntas sobre comportamientos y sentimientos cotidianos. Las iniciales corresponden a Neuroticism,
Extraversión y Openness to experience.
Con el NEO-PI-R se han realizado estudios sobre la estabilidad longitudinal, sobre las relaciones entre
trastornos de personalidad y los cinco factores, sobre la capacidad predictiva en el ámbito laboral de los
factores, entre otros, lo que ha impulsado la generalización del modelo factorial en Psicología.
Existe una versión abreviada del NEO-PI-R, el Inventario de Cinco Factores NEO [NEOFFI], también de
Costa y McCrae. Es un instrumento breve para la investigación y la práctica profesional que midiera los
cinco factores. Esta versión consta de sólo 60 ítems y resulta fácil y rápido de puntuar e interpretar.
Existe una amplia serie de instrumentos que operacionalizan los constructos de los cinco grandes. Entre
ellos cabe citar el Big Five Inventory [BFI].
Para cuando se tienen limitaciones de tiempo o se quiere evaluar a un gran número de personas a veces
resulta necesario un instrumento aún más breve. Para esos efectos se creó el Ten Item Personality
Inventory [TIPI] que consta de diez ítems, con dos descriptores cada uno.
Otros autores han desarrollado otro tipo de instrumentos compuestos simplemente por un listado de
adjetivos, y la persona que responde al listado debe indicar cuanto lo describe cada adjetivo.
La versión de 100 adjetivos del instrumento conocido como “Trait Descriptive Adjectives” es la más usada
en tareas de investigación, y estudios factoriales realizados por el autor dieron como resultado que el TDA
brinda una representación óptima del modelo de los cinco grandes.
El MCF ha servido para impulsar el estudio de la psicología de la personalidad al unificar diversas líneas
de trabajo que se hallaban dispersas, facilitando la comunicación entre investigadores de distintos
enfoques. Los Cinco Grandes permiten una descripción de la estructura de la personalidad y ha quedado
demostrada su generalización a otras culturas y el valor universal de sus factores.
Pero el crecimiento del MCF no ha estado exento de críticas. Las críticas más sustanciales se dirigen al
propio concepto de rasgo. Pervin postula que se ha sobredimensionado la influencia genética sobre los
rasgos, su estabilidad a lo largo del tiempo y su capacidad predictiva; además, en contra de lo que
proponen Costa y McCrae, no existe acuerdo sobre la estructura de cinco factores, y las diferencias entre
culturas hacen dudar de la universalidad del esquema de los Cinco Grandes. Pervin va más allá y subraya
las debilidades conceptuales de la teoría e investigación sobre los rasgos. En primer lugar, bajo la
apariencia de acuerdo, no está claro qué es lo central en la definición de los rasgos; algunos autores
parecen referirse a conductas abiertas, pero otros incluyen pensamientos, sentimientos y motivos.
Tampoco hay acuerdo sobre si los rasgos son descripciones o explicaciones; muchos autores utilizan el
término “rasgo” pero parecen hacerlo en sentidos muy distintos. Finalmente, la teoría de rasgos se centra
en las diferencias individuales, pero no en los individuos, no capta la dinámica intraindividual de la
personalidad; se centra en estructuras estáticas, pero no atiende al funcionamiento. Por todo esto, Pervin
cuestiona que los rasgos puedan considerarse como el núcleo de la psicología de la personalidad y que su
estudio haya de basarse en ellos. Esta crítica es el argumento fundamental de la opción teórica a los
modelos factorialistas.
El desacuerdo también surge entre los mismos investigadores de los rasgos al momento de denominar los
factores, lo que se agudiza al momento de traducir los nombres de los factores a otros idiomas.
Los desacuerdos son mayores en el caso de responsabilidad y apertura ya que algunos modelos no
consideran la existencia de estos factores.
Eysenck siempre defendió la existencia de “los tres aún más grandes”. Su modelo trifactorial, sostenía,
explica más parsimoniosamente los datos empíricos. Amabilidad y responsabilidad serían como facetas de
otro factor de orden superior, el psicoticismo, mientras que apertura no sería un factor de la personalidad
sino un constructo que pertenecería al ámbito de las aptitudes.
Otra de las críticas se dirige a la intención de Costa y McCrae de sostener la existencia de mecanismos
biológicos, estructuras neuropsíquicas, que sostienen el funcionamiento de las tendencias básicas. Tales
estructuras no han sido postuladas ya que los propios autores reconocen que es difícil, en el estado actual
de conocimiento del cerebro, encontrar alguna estructura que pueda fundamentar una tendencia abstraída
de patrones de conducta y experiencias, y que pueden depender de los efectos emergentes y diferenciales
de centenares de estructuras cerebrales.
Otros autores han criticado el mero énfasis descriptivo del modelo que sólo busca describir la estructura de
la personalidad, sin adentrarse en aspectos explicativos, vale decir en propuestas teóricas que lleven a la
comprensión del funcionamiento de la personalidad.
Habría un 75% de la personalidad que no puede ser explicada a partir de influencias genéticas. Esto cae
en el centro mismo de la disputa biológico – ambiental que intenta dirimir la cuestión de los fundamentos
de la personalidad.
La estructura pentafactorial no es aceptada por todos y entre quienes la aceptan no hay acuerdo respecto
a cuáles serían los factores.
Historia clínica – Zamponi:
La construcción de historias clínicas por parte de los profesionales de la salud es condición sine qua non
para realizar un trabajo efectivo.
La construcción de historias clínicas es la base del trabajo científico en las ciencias de la conducta. Es el
registro de todo lo sucedido entre el profesional de la salud y el cliente. El cliente o paciente puede ser una
persona sola, una pareja, una familia, una institución, etc.
Un registro completo de lo que sucede en el proceso no significa un acopio monumental de datos, sino un
registro de los elementos que fueron construyendo la historia del trabajo en común.
Un informe es un breve resumen de toda la historia clínica, a los fines de quien lo necesite para alguna
intervención con nuestro cliente. Se construyen de acuerdo a quien lo solicita y para qué. Cada informe es
particular.
Debemos saber de donde surge la necesidad de hacer un informe técnico y qué utilidad tiene el informe
para quien lo solicita.
Si no se define claramente el motivo o la finalidad, el informe es en vano. Debe haber una devolución de
información que contenga algo al respecto al grado de utilidad del informe.
Si no se cuenta con una historia clínica completa, organizada, con datos específicos del cliente, no se
puede hacer un buen informe psicológico.
Esquema para la construcción de la historia clínica:
1) Datos de identificación: aclarar que tipo de paciente es.
Grupo familiar conviviente.
Grupo familiar extenso: sólo es necesario si la familia extensa interviene en la trama del motivo de
consulta.
Si es una institución debemos conocer la organización y estructura, las funciones de los miembros,
etc.
Derivante: estos pueden ser honestos (conocen sus limitaciones técnicas y personales);
omnipotentes (frustrados); empáticos (pacientes).
2) Motivo de consulta: primer definición clara del problema. Registramos una breve historia del
motivo de consulta.
3) Tecnicas utilizadas para la evaluación y el tratamiento: se describirán las intervenciones,
resultado de las mismas y disposición de los pacientes en los distintos momentos.
4) Nivel descriptivo:
a. Presentación: aspecto físico, vestimenta, aseo, etc. Si es una institución, el orden, la
claridad de la comunicación, etc.
b. Descripción del ambiente del que proviene el cliente: contexto social, contextos de
pertenencia. Si es una institución describiremos las características específicas de la misma.
5) Nivel dinámico:
a. Capacidad intelectual: CI, tipo de pensamiento, tipo de memoria, tipo de atención, nivel de
eficiencia, etc.
b. Estilo relacional predominante: extrovertido, introvertido, etc.
c. Ansiedades predominantes: depresivas, persecutorias, etc.
d. Mecanismos defensivos predominantes: represión, regresión, etc.
e. Escala de mecanismos de defensa o estrategias de afrontamiento:
i. Nivel adaptativo elevado: implica óptimo manejo de los acontecimientos estresantes.
ii. Nivel de inhibiciones mentales: permite que ideas, sentimientos o temores peligrosos
se mantengan fuera de la conciencia del individuo.
iii. Nivel menor de distorsión de las imágenes: distorsión de las imágenes de uno
mismo o los demás que pueden ser utilizadas para regular la autoestima.
iv. Nivel de encubrimiento: permite mantener fuera de la conciencia situaciones de
estrés, impulsos, ideas, afectos o responsabilidades desagradables sin ser
atribuidos a causas erróneamente externas.
v. Nivel mayor de distorsión de las imágenes: enorme distorsión de las imágenes de
uno mismo o de los demás.
vi. Nivel de acción: se caracteriza por defensas que se enfrentan a amenazas de origen
interno o externo mediante una acción o una retirada.
vii. Nivel de desequilibrio defensivo: se caracteriza por el fracaso de la regulación de la
defensa para contener las reacciones del individuo frente a las amenazas, lo que
conduce a una marcada ruptura con la realidad objetiva.
f. Etapa lograda en la evolución psicosexual: puntos de fijación, predominio de principio de
placer o de realidad, etc.
g. Fortaleza yoica: interesa saber los recursos personales del sujeto, nivel de tolerancia a la
frustración, nivel de satisfacción o insatisfacción, capacidad de control, etc.
6) Diagnóstico clínico:
a. Diagnóstico diferencial: normalidad, neurosis, psicosis, perversiones, psicopatías,
depresiones, etc.
b. Diagnóstico específico: poder diferencias la forma que presenta el problema o episodio
actual de la estructura que le dio origen.
7) Diagnóstico de parejas y familias: buscamos generar el significado, el sentido del síntoma dentro
del funcionamiento de la pareja y de la historia familiar. Si es una pareja debemos lograr una
descripción clara de que es lo que genera en ellos como pareja, el clima, la emoción, etc. Lo mismo
para las familias. Partimos del Modelo Circumplejo de Olson que genera 16 tipo de estilos
familiares que presentan características peculiares.
Otro esquema es el McMaster de Epstein.
Interesa saber si se trata de una crisis o de un problema crónico o de un problema que se reitera
periódicamente.
8) Indicaciones:
a. Derivación: el cliente debe saber por qué se lo deriva.
b. Estudios complementarios: el paciente debe saber que estudios se solicitan y para qué.
c. Interconsulta: para que se realiza, que aporta al proceso.
d. Cuando el cliente es una pareja o familia considerar la posibilidad de consulta psiquiátrica,
de realizar sesiones por separado o por terapeutas distintos.
e. Cuando el cliente es una institución y se detectan posibles trastornos en algunas de las
personas se debe solicitar una consulta para esa persona.
f. Terapia: registrar el tipo de terapia que propusimos, las alternativas que fuimos pensando y
hablando con el paciente. Registramos el tipo de terapeuta que consideramos más
adecuado.
9) Pronóstico: se puede hacer desde el inicio de la evaluación. Si son necesarios se sugieren
requerimientos de cambios externos.
La historia clínica debe resumir las dificultades e interferencias en el vivir que presenta un individuo, una
familia, una institución, las potencialidades propias y de su contexto. Se deben destacar tanto los
problemas como los aspectos buenos. Deben ser expresados como una descripción que incluye la historia
previa. Debe hacerse con un lenguaje entendible, sin rótulos psiquiátricos.
Cuando las historias clínicas no se registran dentro de las 24 horas pierden confiabilidad.
TEORÍA BIFACTORIAL DE LA INTELIGENCIA DE CHARLES SPEARMAN:
Describe las doctrinas Monárquica, Oligárquica y Anárquica entorno al concepto de inteligencia.
Describe su propia doctrina, que denomina Ecléctica.
Conceptos importantes:
Correlación: Relación entre dos variables. El valor de cada una varía en relación con el de la otra, de
modo directo o inverso.
Análisis Factorial: Técnica estadística de reducción de datos. A través de ella se analiza la covarianza
entre distintas variables, explicándose a través de variables abstractas llamadas FACTORES.
Factor (en Análisis Factorial): Es una abstracción teórica, una variable abstracta que se supone a partir
de la correlación entre distintas variables observables, como explicación de esa correlación.
Doctrina monárquica:
Universalmente aceptada en el uso popular y plasmada en el lenguaje.
Juicios en función de esta concepción abundan en la vida cotidiana, las instituciones educativas y
laborales.
Introducidas en la ciencia por los biólogos evolucionistas.
Spencer: “La vida consiste en el ajuste continuo de las relaciones internas a las relaciones externas”.
Dicho ajuste depende de a “inteligencia”.
El concepto ganó reputación en el dominio de los test mentales.
Críticas:
¿Qué significa el termino inteligencia? ¿memoria, atención, imaginación, juicio, lenguaje, habilidad motriz,
sensaciones?
Dificultar para encontrar una definición que dé cuenta de su naturaleza y a partir de cual pueda decirse
que constituye una función individual (unidad conductual).
Doctrina oligárquica:
Ampliamente extendida también.
Incluye a la doctrina de las facultades y a la de los “tipos”.
La doctrina de las facultades establece que existen unos pocos “poderes” o habilidades que constituyen
funciones individuales (unidades conductuales) y a partir de las cuales pueden conformarse “perfiles” de
los individuos.
Las facultades más repetidas en la literatura son 7: Percepción sensorial, Intelecto, Memoria, Imaginación,
Atención, Lenguaje y Control Motriz.
La doctrina de los “tipos” cognitivos, de acuerdo con la cual las habilidades están gobernadas por grandes
tendencias: subjetivos vs objetivos, introvertidos vs extrovertidos, analíticos vs sintéticos, teóricos vs
prácticos, etc.
Críticas:
Cada facultad agrupa un conjunto de procesos, pero estos procesos no han demostrado constituir una
función unificada o unidad conductual (ej. Memoria o atención selectivas).
Lo mismo ocurre con los “tipos”. Agrupan un conjunto de tendencias o procesos mentales, pero
¿correlacionan estas tendencias entre sí, justificando la existencia de la clase?; ¿Las personas se
diferencian entre ellas en función de estos tipos?; ¿Constituyen realmente una unidad que puede
describirse en un valor único?
“Cualquier ciencia genuina de las diferencias interindividuales necesita determinar qué correlaciones
existen de hecho”. Spearman, 1927.
Doctrina anárquica:
Frente a la falta de evidencia de que los procesos que constituyen la “inteligencia”, las “facultades” o los
“tipos” representen realmente una unidad (correlación), surgió una tendencia a evaluar procesos cada vez
más básicos.
En su primera exposición, esta doctrina corresponde a la idea de que las cada operación mental básica es
independientes de las demás. La habilidad está subdividida en innumerables partes independientes.
“La mente está conformada por una serie de facultades altamente particularizadas e independientes”.
Thorndike.
El perfeccionamiento de las técnicas de análisis correlacional modificó esta creencia en la independencia
aún entre sus primeros defensores.
Críticas:
En función de la teoría de la correlación, el procedimiento de evaluación consistió en tomar al azar
numerosos test diferentes entre sí y promediar los puntajes de todos ellos para ponderar el nivel general
de inteligencia, CI, edad mental, etc.
Se violan postulados necesarios para realizar un promedio: dominios inequívocos, casos comparables, no
repetición y no omisión.
Además, esta doctrina falló en darle un significado a esa correlación, en el descubrimiento de algún
aspecto a partir del cual esta interrelación resultara inteligible.
Las correlaciones podrían deberse a que las habilidades comparten procesos básicos o elementales
(dependen de esos procesos comunes).
¿Cómo comprobarlo? Análisis Factorial
Doctrina Ecléctica:
Los sucesivos estudios utilizando análisis factorial han demostrado que cada medida individual de una
habilidad puede dividirse en dos partes independientes:
1) Una ha sido llamada “factor general” o “g”.
Se denomina de este modo porque es el mismo, en cada individuo, en todas las habilidades mentales
correlacionadas. Es decir, es un factor que está presente en todas las habilidades del individuo. Sin
embargo, varía interindividualmente.
2) La otra ha sido llamada “factor específico” o “e”.
Es específico a cada habilidad. No sólo varía interindividualmente, sino también en cada individuo, de
habilidad en habilidad.
Aunque, en cada habilidad, los dos factores están presentes, pueden tener una influencia diferente. Es
decir, g puede ser más influyente en algunas habilidades que en otras.
El factor g no es ninguna cosa concreta. Es una abstracción que representa a el/las función/es o proceso/s
que es/son comunes a todas las habilidades mentales.
Para Spearman, podría concebirse como “energía psíquica”.
Los factores específicos (e) de dos habilidades cualquiera sólo pueden ser independientes unos de los
otros cuando las actividades son diferentes entre sí.
Cuando dos actividades son muy similares, sus respectivos factores específicos necesariamente estarán
relacionados.
Esta relación condujo a agregar un tercer tipo de factores en el esquema de Spearman, los “factores de
grupo”.
Los factores de grupo pueden definirse como aquellos que ocurren en más de una actividad, pero no en
todas. Indican un parentesco entre las habilidades.
¿Por qué Spearman la denominó teoría ecléctica de la inteligencia?
La visión monárquica está justificada por “g”
La visión anárquica está justificada por “e”
La visión oligárquica está justificada por los “factores de grupo”
Leyes Neogenéticas (SPEARMAN)
Constituyen leyes generales de toda nueva cognición (cognición que no constituya mera reproducción).
Son aquellos procesos o funciones que son comunes a todas las habilidades mentales:
1. Aprehensión de la propia experiencia
La capacidad de observarnos a nosotros mismos: No sólo sentimos, sino que sabemos que sentimos, no
sólo conocemos, sino que sabemos que conocemos.
2. La educción de relaciones
Cuando una persona tiene en mente dos o más ideas (ítem o contenido mental de cualquier tipo), tiene la
capacidad de establecer la relación esencial entre ellas.
3. La educción de correlatos
Cuando una persona tiene en mente una idea (ítem o contenido) y una relación, tiene la capacidad de
establecer la idea (ítem o contenido) correlativa.
Aplicación de la teoría: La evaluación del factor G
A partir de esta teoría se han construido instrumentos que, en lugar de pretender evaluar una serie de
habilidades consideradas significativas para el concepto de “inteligencia”, y brindar un promedio del
desempeño del individuo en las mismas, buscan evaluar el factor “g”.
Evaluar la magnitud de “g” nos dice casi todo de algunas habilidades mentales (las que más saturan de g)
y muy poco de otras.
En general se trata de test NO VERBALES de completamiento de figuras y abstracción de relaciones a
través razonamiento inductivo.
Ventajas:
Test válidos interculturalmente.
El desempeño en los mismos es menos dependientes de la instrucción que otros test de inteligencia.
Test que evalúan el Factor G
Test de Matices Progresivas de Raven
Test de Dominó de Anstey
OBJETIVO: Evaluación de la inteligencia o capacidad intelectual del sujeto, a través de la evaluación del
factor “g”.
CARACTERÍSTICAS: Son útiles en la evaluación individual y colectiva, en las áreas de la psicología
educacional, orientación vocacional y selección de personal.
Test de Dominó de Anstey
Este test se fundamenta en la teoría bifactorial de Spearman, y evalúa en factor “g” mediante la evaluación
de habilidades numéricas.
Incluye 48 problemas de completamiento de series numéricas, presentados en figuras de fichas de
dominó. El grado de dificultad va en aumento.
Su administración requiere que los sujetos conozcan los números y las operaciones básicas de aritmética.
APLICACIÓN. De 10 a 65 años. Individual y colectiva.
TIEMPO DE APLICACIÓN. De 30 a 45 minutos.
Test de Matices Progresivas de Raven (1938)
Este test se fundamenta en la teoría bifactorial de Spearman, y evalúa el factor “g” mediante la evaluación
de la capacidad eductiva.
Escala coloreada:
Incluye 3 series de problemas. Cada serie incluye a su vez 12 ejercicios (Total: 36 ejercicios). El grado de
dificultad va en aumento.
Aplicable a niños de entre: 5 y 11 años.
Individual y colectiva.
Escala general:
Incluye 5 series de problemas. Cada serie incluye a su vez 12 ejercicios (Total: 60 ejercicios). El grado de
dificultad va en aumento.
Aplicable: 12 a 65 años.
Individual y colectiva.
Escala avanzada
Cada problema se conforma de un patrón organizado de acuerdo a 1 o varias reglas con una parte
faltante. El examinado debe inducir las reglas organizativas para seleccionar la respuesta correcta.
En las escalas General y Coloreada la primera serie presenta problemas simples de tipo
perceptuales (viso-espaciales).
Las series sucesivas requieren razonamiento inductivo para reconocer las reglas implícitas
(conceptual-analógico).
Test Desiderativo:
Antecedentes:
Test para niños “Los tres deseos”.
“Las tres bolsas de oro” de Kanner.
“Test del Bestiario” de Zazzo.
“Test Desiderativo” de Pigem y Córdoba.
“Cuestionario Desiderativo” de Bernstein.
Es un test verbal, proyectivo que detecta defensas, fortaleza yoica y tipo de relaciones objetales.
Se fundamenta en la teoría psicoanalítica y la teoría de las relaciones objetales.
Se puede administrar desde los 3 a los 100 años.
Se puede aplicar en el ámbito forense, clínico, educacional, laboral, etc.
Es un test económico en tiempo.
Es aplicable en todas las culturas y a personas con discapacidades diversas, no se requiere de destrezas
especiales.
Activa procesos psicológicos de disociación, identificación proyectiva, racionalización y todos los
mecanismos de defensa.
Las respuestas verbales nos muestran el esfuerzo defensivo para recuperarse del impacto que la consigna
produjo, vivido como un ataque al yo.
Los símbolos y sus racionalizaciones nos muestran el historial de sus relaciones objetales significativas.
Las catexias positivas indican qué siente que le falta y necesita para afrontar adecuadamente las
situaciones de la vida diaria.
Las negativas nos indican qué teme que ocurra si le fallan los recursos, las defensas.
En las catexias positivas se plasma aquello que siente que logra cuando las defensas funcionan
adecuadamente.
En las catexias negativas se plasma aquello que siente que sucedió y sucederá si las defensas le fallan.
Teoría de las relaciones objetales:
Autores:
Fairbairn – “Estudio Psicoanalítico de la Personalidad”.
Klein – “Envidia y Gratitud” “Psicología del niño” “Amor, culpa y reparación” “Duelo y depresión”.
“La libido no es primariamente búsqueda de placer sino búsqueda de objetos” – Fairbairn.
“El desarrollo de su teoría empieza en el centro de la personalidad, el yo, y describe sus tentativas y sus
dificultades en su intento de alcanzar un objeto en el que pueda encontrar apoyo” – Jones.
“Según mi modo de pensar, todos, sin excepción, deben ser considerados como esquizoides” – Fairbairn.
“El termino esquizoide tiene la ventaja inestimable de que, a diferencia del termino introvertido, no es
simplemente descriptivo, sino que es explicativo en sentido psicogenético”.
“Pruebas de que somos esquizoides son el sueño y las funciones del superyó”.
“Los procesos esquizoides se aproximan a procesos disociativos”.
“En comparación con las relaciones de objeto, las actitudes libidinales son relativamente de poca
importancia”.
“El propósito final de la pulsión libidinosa lo constituye el objeto y no la gratificación”.
“La represión es dirigida primariamente hacia los objetos malos”.
“El verdadero fin libidinoso es establecer relaciones satisfactorias con objetos”.
“La forma que asume el acercamiento libidinoso está determinada por la naturaleza del objeto”. Cómo el
objeto se presenta para el sujeto.
“Como la necesidad libidinosa es necesidad de objeto, el simple alivio de la tensión implica alguna falla en
las relaciones objetales. El simple alivio de las tensiones es realmente un proceso de válvula de seguridad.
No es un medio de lograr fines libidinosos sino un medio de mitigar el fracaso de estos fines”.
“El yo realiza además funciones integradoras: en la integración de las percepciones de la realidad y en la
integración de la conducta”.
La evaluación de la personalidad:
Tradición:
Ideográfica: Cada persona es singular, única. “La organización dinámica de los sistemas psicofísicos que
determina los ajustes del individuo al medio circundante.” (Allport, 1937).
Estudia: De modo intensivo un solo sujeto (caso único). Causas del funcionamiento psicológico de una
persona particular.
Correlacional: Las personas difieren entre sí de modo sistemático en algunas dimensiones psicológicas.
Estudia: Muchos sujetos, con el propósito de establecer regularidades e identificar estructuras de la
organización comportamental.
Experimental: Las diferencias interindividuales dependen de la organización de procesos psicológicos
básicos y generales.
Estudia: Los factores y microprocesos de los que dependen las diferencias interindividuales en la
personalidad y en la conducta.
Tipos de técnicas de evaluación:
Según el tipo o fuente de la información:
Observaciones comportamentales: Estrategias informales. La confiabilidad de los resultados es baja y
depende del juicio personal y la experiencia clínica de quien observa.
Exámenes somáticos: Se sustenta en la investigación fisiológica para tratar de hallar características
psicológicas correspondientes a determinadas características físicas (fines del Siglo XIX).
Exámenes verbales: Dominaron el campo de la evaluación de la personalidad desde el siglo XX. Se
dividen tradicionalmente en técnicas proyectivas y técnicas objetivas.
Ezechia Marco Lombroso (1835-1909) Representante del positivismo criminológico.
Un aspecto particularmente difundido de la obra de Lombroso es la concepción del delito como resultado
de tendencias innatas, de orden genético, observables en ciertos rasgos físicos o fisonómicos de los
delincuentes habituales (asimetrías craneales, determinadas formas de mandíbula, orejas, arcos
superciliares, etc.).
Los exámenes verbales:
Técnicas proyectivas: Se caracterizan por la naturaleza poco estructurada de sus estímulos y sus opciones
de respuesta.
Técnicas objetivas: Se caracterizan por presentar un conjunto limitado de opciones de respuestas
estructuradas, a un estímulo que también lo es.
Evaluación objetiva: Los inventarios Autodescriptivos de la personalidad:
Procedimientos para formular, reunir, seleccionar y agrupar reactivos (ítems)…
Procedimientos relacionados con el contenido.
Método de clave empírica de criterio.
Métodos racionales: la teoría de la personalidad en el desarrollo de las pruebas.
Método de análisis factorial.
Procedimientos relacionados con el contenido:
Prototipo: Hoja de Datos Personales de Woodworth (Primera Guerra Mundial).
Estandarización de una entrevista psiquiátrica y adaptación para su utilización masiva.
¿De dónde surgen los reactivos?
Bibliografía psiquiátrica
Conversaciones con especialistas
Ejemplo actual:
Lista de Verificación de 90 Síntomas (SCL-90-R, Derogatis, 1994).
Su ventaja es la simplicidad y lo directo del método.
Su desventaja es su transparencia, que permite a los examinados hacer esfuerzos consientes para
manipular los resultados (sin estrategias para prevenir o detectar el sesgo).
Método de clave empírica de criterio:
Clave de puntuación en función de un criterio empírico
Método de grupos contrastados: Se seleccionan los ítems de acuerdo a su capacidad para discriminar
entre grupos de personas que difieren en el criterio del que se trate.
Las aproximaciones relacionadas con el contenido confían en la interpretación literal o verídica de los
reactivos del cuestionario (auto clasificación). En cambio, en el método de clave empírica de criterio las
respuestas se consideran diagnósticas o sintomáticas del criterio conductual con el que se encontraron
asociadas.
Ejemplo más destacado…
Inventario Multifásico de la Personalidad de Minnesota (MMPI) (Hathaway y McKinley, 1942)
Evaluación de la personalidad mórbida.
Los ítems fueron enunciados en base a:
Las preguntas que se hacen para elaborar historias clínicas neurológicas, psiquiátricas y de medicina
general.
Otras escalas de evaluación de la personalidad publicadas en esa época.
Escalas utilizadas en orientación vocacional.
La lista original de ítems era de 1200 frases y se redujo a 504 en base procedimiento: “clave empírica de
criterio”.
Se utilizaron grupos de pacientes psiquiátricos previamente diagnosticados.
El criterio para seleccionar los ítems: Considerar la frecuencia con que los pacientes de determinado grupo
psiquiátrico (por ejemplo, con diagnóstico de Hipocondría) respondían a distintas frases en comparación
con el grupo de “normales”.
Se conservaron los ítems cuya prevalencia era significativamente mayor en el grupo con determinado
diagnóstico que en el grupo de contraste (“normales”).
La selección del conjunto inicial de ítems se basó en las categorías psicopatológicas existentes en
ese momento (categorización de Krapelin), dando lugar a 8 escalas clínicas:
Hipocondriasis
Depresión
Histeria
Desviación Psicopática
Paranoia
Psicastenia
Esquizofrenia
Hipomanía
Luego se agregaron 2 escalas clínicas más (alcanzando los 540 ítems):
Introversión social
Masculinidad-Feminidad
A esto se suman 3 escalas de VALIDEZ que buscan controlar las distorsiones que el estilo y la
actitud del sujeto pueden generar sobre el autoinforme, es decir, la tendencia a subestimar o
exagerar la propia conducta para hacerla más aceptable socialmente.
Su uso se extendió más allá del campo de la psiquiatría clínica.
Comenzaron a surgir críticas vinculadas a:
El avance del campo de la psicopatología y la teoría de la personalidad y las técnicas de elaboración de
las pruebas.
Normas anticuadas e insuficientes.
Se realizó una revisión de la que surgieron dos versiones: MMPI-2 y MMPI para adolescentes.
Método racional
¿De dónde surgen los reactivos?
Los ítems se eligen y agrupan en función de la teoría que sustenta el autor (nociones teóricas
preconcebidas respecto de qué contenidos son relevantes).
Las escalas no tiene base empírica si no que constituyen una operacionalización de la teoría de la
personalidad a la cual responden.
Ejemplo más destacado…
Inventario Millon de Estilos de Personalidad (MIPS)
 Compuesto por 180 ítems (verdadero/falso).
 Su objetivo es medir la personalidad de sujetos adultos que funcionan normalmente.
 Consta de 24 escalas agrupadas en 12 pares y tres escalas de validez.
 Los 12 pares se distribuyen en tres grandes áreas:
 Metas Motivacionales: a. Orientación a obtener refuerzo del medio: positivo/negativo; b.
Disposición a modificar el mundo o acomodarse a él; c. Metas relacionadas con él (individualismo)
o con los demás (protección).
 Modos Cognitivos: Estilos de recolección y análisis de la información.
 Conductas Interpersonales: Estilo de relación con los demás.
 Para Millon la personalidad y sus trastornos constituyen el resultado de un continuo proceso de
relación entre fuerzas organísmicas y ambientales generadoras de una configuración única.
 La normalidad y la anormalidad constituyen extremos de un continuo, siendo las patologías
extensiones desadaptativas de los estilos de personalidad normal.

Método de análisis factorial


¿Qué es análisis factorial?
El Análisis factorial es una técnica estadística de reducción de datos en la que se explican las
correlaciones entre las variables observadas en términos de un número menor de variables no observadas
llamadas factores.
Factor
Abstracción teórica a partir de la cual explicamos la varianza común de diversas muestras de conducta.
Procedimiento básico
A partir de un amplio número de ítems se realiza análisis factorial para analizar las correlaciones entre los
mismos, obteniendo una serie de dimensiones abstractas denominadas factores.
¿De dónde surgen los reactivos?
Enfoque léxico:
El modo en que las personas diferimos unas de otras está codificado en el lenguaje en diferentes términos.
Puede partirse de él para estudiar esas diferencias.
 El análisis factorial se ha utilizado para identificar los Rasgos básicos de la personalidad.
 Un rasgo es una diferencia individual temporalmente estable y constante en diversas
situaciones.
 A partir de los modelos surgidos del análisis factorial, la personalidad puede representarse como
una estructura jerárquica con los factores en la cima y debajo de ellos las facetas, que son medidas
por los ítems específicos.
 Existe cierto acuerdo en la literatura de la personalidad acerca de la cantidad y características de
los factores de orden superior pero no existe tal consenso en relación con las facetas.
El Cuestionario de factores de la personalidad de Cattell (16PF)
 Para construirlo Cattell (1970) partió de todos los términos que describen rasgos de personalidad
en inglés, el denominado “léxico de rasgos” de Allport y Odbert (1936).
 Los factores constituyen rasgos bipolares (por ej.: estable vs inestable emocionalmente).
 En la construcción de este instrumento se hallaron 16 factores primarios.
 Realizando análisis factorial de segundo orden se han encontrado 5 dimensiones subyacentes
(Richaud, 2001).
El NEO-PI-R (Costa y Mc Crae, 1991)
 En el NEO-PI-R existen 5 factores y 30 facetas.
 El enfoque más popular actualmente entre los psicólogos para el estudio de los rasgos de
personalidad es el modelo de los 5 factores que propone este instrumento.
 Los cinco factores fueron derivados del análisis factorial realizado sobre grandes muestras de
personas, de distintas edades y sexo, en diferentes culturas, a partir de un extenso número de
adjetivos descriptivos de la personalidad e ítems de cuestionarios.
 Los 5 Factores son:
 Neuroticismo (inestabilidad vs estabilidad emocional).
 Extraversión (reserva vs animación).
 Apertura (imaginativo vs concreto).
 Amabilidad (hostil vs empático).
 Responsabilidad (bien organizado vs impulsivo).

El modelo de personalidad de los 5 factores:


¿Cuáles son las dimensiones básicas de la personalidad, los modos más importantes en que los
individuos difieren en sus estilos emocionales, interpersonales, actitudinales y motivacionales?
La tradición correlacional tiene sus orígenes en la antigua Grecia:
 Empédocles de Agrigento (495-435 a.c. aprox)
 Hipócrates (460-336 a.c.)
Modelos actuales de rasgos se basan en la interacción de dos líneas de investigación:
Tradición Factorial
Hipótesis Léxica
El modelo que refleja el inventario de personalidad NEO-PI-R se construyó en base a esta interacción.
Propone que existen 5 factores o rasgos básicos de la personalidad:
 Openness: Apertura
 Conscientiousness: Escrupulosidad
 Extraversion: Extroversión
 Agreeableness: Acuerdo
 Neuroticism: Neuroticismo
(OCEAN)
Método de análisis factorial
¿Qué es análisis factorial?
El Análisis factorial es una técnica estadística de reducción de datos en la que se explican las
correlaciones entre las variables observadas en términos de un número menor de variables no observadas
llamadas factores.
Factor
Abstracción teórica a partir de la cual explicamos la varianza común de diversas muestras de conducta.
Tradicionalmente han existido dos modos de elaboración de instrumentos basados en el análisis factorial:
1. Tradición léxica.
2. 2. Análisis de los instrumentos de evaluación de la personalidad.
El enfoque léxico
El modelo de los 5 factores se originó en el estudio de los términos del lenguaje natural que nombraban
rasgos de personalidad (John, Angleitner, & Ostendorf, 1988).
 Allport y Odbert (1936) extrajeron términos (adjetivos) de un diccionario.
 Cattell (1946) conformó con ellos grupos de sinónimos y luego conformó escalas de clasificación
contrastando grupos de adjetivos.
 Tupes y Christal (1961) obtuvieron puntuaciones de esas escalas y las factorizaron.
 Norman utilizó en su estudio las 20 escalas que mejor desempeño tuvieron en el estudio de Tupes
y Christal (1961) y esta selección de escalas fueron utilizadas en muchos estudios posteriores.
Los números y nombres de factores que eligió Norman fueron: I. Extraversión o Surgencia, II. Acuerdo,
III. Escrupulosidad, IV. Estabilidad Emocional y, V. Cultura.
¿Por qué comenzar la búsqueda de dimensiones de personalidad en el lenguaje natural?
 Si los psicólogos deben confiar en los autoinformes para obtener sus datos deben “hablar el
lenguaje de la gente”.
 Allport y Odbert (1936) encontraron alrededor de 18000 términos que referían a rasgos de
personalidad en inglés (trabajos posteriores la redujeron la lista a unos 4.500):
 Este importante número podría reflejar la importancia social de esos rasgos.
 De modo convergente, los rasgos de personalidad que tienen importancia social van a estar
reflejados en el lenguaje natural.
La hipótesis léxica
Las diferencias interindividuales importantes han sido codificadas en los leguajes naturales, en términos
que refieren a rasgos. Analizando esos términos, por lo tanto, podemos descubrir la estructura básica de la
personalidad.
Algunas controversias del enfoque léxico…
Si asumimos que existe una estructura universal la personalidad, deberíamos ser capaces de
extraer los mismos factores básicos del análisis de cualquier lenguaje natural.
Cuando las escalas de Norman se tradujeron al alemán (Borkenau & Ostendorf, 1990), al japonés (Bond
et al., 1975), y al chino (Yang & Bond, 1990), se encontró una estructura factorial similar.
Comenzando el proceso desde el comienzo (el diccionario) en diferentes lenguas…
 Desde el chino surgieron también 5 factores, pero estos factores no se corresponden linealmente
con los factores que surgen del análisis de los adjetivos del inglés (Yang & Bond, 1990).
 Desde el alemán, se llegó a una replicación casi perfecta de los estudios realizados desde el
inglés (Ostendorf, 1990).
Por otro lado, el análisis partiendo de sustantivos o verbos podría dar lugar a factores diferentes.
Cuestionarios de Personalidad
En la historia de la investigación en el área de la personalidad, el enfoque léxico ha tenido un rol menor.
La mayoría de los instrumentos de evaluación de la personalidad se han basado en cuestionarios con
escalas diseñadas para aplicaciones prácticas específicas o construidas en base a una teoría de la
personalidad.
Aunque existen teorías muy diversas respecto a la personalidad, puede observarse cierta redundancia en
lo que los inventarios de personalidad han evaluado a lo largo del tiempo.
 Eysenck identificó a la Extraversión (E) y al Neuroticismo (N) como los componentes más
importantes de los test psicológicos de evaluación de la personalidad.
 En 1974 Tellegen y Atkinson propusieron que había una tercera dimensión generalmente evaluada
en los inventarios de personalidad que llamaron "Openness to Absorbing and Self-Altering
Experience”.
 Costa & McCrae (1976) propusieron una dimensión similar: Openness to Experience o Apertura a
la experiencia.
Controversias del enfoque basado en cuestionarios…
El análisis de las dimensiones de la personalidad basado en el análisis de los instrumentos de evaluación
existentes podría no reflejar su estructura básica, si no el tipo de rasgos o actitudes que los psicólogos
están más interesados en evaluar.
La solución de las limitaciones propias de cada método se buscó en la combinación de ambos:
 Los estudios léxicos son ideales para la exploración de la estructura de la personalidad, poniendo
en evidencia las distinciones que son fundamentales para la interacción social diaria.
 El modelo al que conduce este análisis puede ser luego confirmado, ampliado o clarificado a través
del estudio de los cuestionarios de evaluación de la personalidad basados en distintos modelos
teóricos.
Los 5 factores básicos de la personalidad…
 Son el resultados de la combinación de estos modos de análisis (Digman, 1979; Hogan, 1983;
McCrae & Costa, 1985). Constituyen dimensiones fundamentales de la personalidad halladas en
auto reportes, en el lenguaje natural y en los cuestionarios de personalidad basados en teorías
psicológicas.
 Estas dimensiones han sido estudiadas en niños, estudiantes universitarios, adultos mayores,
varones y mujeres, en diferentes países (John, 1990).
 Han mostrado también ser estables a lo largo del tiempo en las personas (McCrae & Costa, 1990).
Se ha criticado al modelo de los 5 factores por no constituir una teoría completa de la personalidad.
Sin embargo…
1. Se trata en realidad de un modelo transteórico:
 El enfoque léxico se basa en una serie de asunciones teóricas (existen dimensiones básicas que
han sido codificadas en el lenguaje por su importancia social).
 Se sustenta también en el análisis de importantes cuestionarios que operacionalizan diversas
teorías de la personalidad.
Constituye más que empirismo puro o una creación estadística.
2. Constituye un fenómeno replicable muy importante al que los teóricos de la personalidad deben dar
explicación.
Los creadores del test NEO-PI, Costa y McCrae, proponen una teoría de la personalidad de cinco factores
(McCrae y Costa, 1996).
Distinguen entre tendencias básicas, de base biológica, y adaptaciones características, condicionadas
culturalmente.
Las tendencias básicas, los rasgos, son el núcleo básico de la personalidad, pero en rigor son meras
potencialidades que sólo se expresan al concretarse en las adaptaciones características.
TENDENCIAS BÁSICAS
 Son endógenas (básicamente heredadas).
 Siguen un patrón de maduración intrínseca.
 Tendrían un sustrato neurobiológico.
ADAPTACIONES CARACTERÍSTICAS
 Son habilidades, hábitos actitudes y relaciones adquiridos en la interacción con el medio.
 Responden a las oportunidades e incentivos sociales.
También han surgido otras críticas en torno a:
1. Concepto de rasgo.
2. Denominación de los factores.
3. Número de factores.
Sin embargo, constituye el modelo de rasgos con mayor apoyo en la actualidad

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