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COLOMBIANA 30
1996-10-23
GESTIÓN AMBIENTAL.
SUELOS. GUÍA PARA EL MONITOREO DE AGUAS
SUBTERRÁNEAS
CORRESPONDENCIA:
I.C.S.: 13.060.10
ICONTEC es una entidad de carácter privado, sin ánimo de lucro, cuya Misión es fundamental
para brindar soporte y desarrollo al productor y protección al consumidor. Colabora con el
sector gubernamental y apoya al sector privado del país, para lograr ventajas competitivas en
los mercados interno y externo.
Esta guía está sujeta a ser actualizada permanentemente con el objeto de que responda en
todo momento a las necesidades y exigencias actuales.
A continuación se relacionan las empresas que colaboraron en el estudio de esta guía a través
de su participación en el Comité Técnico.
ICONTEC cuenta con un Centro de Información que pone a disposición de los interesados
normas internacionales, regionales y nacionales.
DIRECCIÓN DE NORMALIZACIÓN
GUÍA TÉCNICA COLOMBIANA GTC 30
GESTIÓN AMBIENTAL.
SUELOS. GUÍA PARA EL MONITOREO
DE AGUAS SUBTERRÁNEAS
0. INTRODUCCIÓN
En general, el impacto ambiental sobre las aguas subterráneas y, por ende, su importancia como
recurso valioso, estratégico y vital, se puede considerar desconocido, sobre todo en países en
vías en desarrollo donde la mayor parte del abastecimiento de agua proviene de cuerpos de agua
superficiales y, además, porque fenómenos tales como el flujo y el transporte de contaminantes
no pueden observarse ni medirse fácilmente. Por tanto, existe dificultad para percibir la
contaminación y, en consecuencia, la protección del agua subterránea no ha recibido la atención
que merece.
A nivel mundial, un 94 % del agua disponible se encuentra en los mares y océanos; del
porcentaje restante (6 %), el agua subterránea representa un 70 %. En lo que respecta a
agua utilizable, con excepción del agua de las capas polares y glaciales, este recurso
representa el 95 %, en contraste con el 3,5 % de ríos, lagos y pantanos y el 1,5 % por
contenido de humedad en los suelos. Las aguas subterráneas son la única fuente de suministro
de agua potable de numerosos pueblos y ciudades de Europa, USA, Canadá y América Latina.
En áreas rurales es un recurso muy valioso por su calidad, economía y abastecimiento en épocas
de escasez de aguas superficiales .
Lo anterior significa que el control sobre la calidad del agua subterránea es fundamental e
imprescindible y sólo se logra a través de un diagnóstico de calidad, mediante la ejecución de un
programa de monitoreo de aguas subterráneas.
1. OBJETO
Nota 1. Por aguas subterráneas se entienden las contenidas en un acuífero libre o confinado, susceptible de ser
afectado como resultado de actividades domésticas, industriales o de otro tipo que, por su naturaleza, involucren la
presencia de sustancias contaminantes que puedan llegar al suelo y/o a las aguas subterráneas.
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Esta guía establece criterios para la realización de programas de monitoreo como método de
evaluación para el diagnóstico de calidad de las aguas subterráneas. El objetivo final en un
programa de monitoreo es conocer el régimen de flujo de aguas subterráneas, determinar su
caracterización físico-química, microbiológica y establecer la línea base o de referencia con
respecto a la legislación ambiental existente.
3. DEFINICIONES
Para efectos de esta guía, se deben consultar las definiciones de las NTC 3948 y
NTC-ISO 5667-11.
4. PROGRAMA DE MONITOREO
La protección de las aguas subterráneas es una tarea que tiene como fin determinar la presencia
de contaminantes. Esto lleva implícitos dos aspectos: el primero, referido al riesgo de
contaminación de un área y el segundo, referido a la evaluación de la contaminación ya
existente. En cualquiera de los dos casos se lleva a cabo un diagnóstico de contaminación
ejecutado mediante un programa de monitoreo que al final, dependiendo de los resultados
obtenidos, debe resultar en una estrategia o programa de recuperación o descontaminación.
La ejecución del programa de monitoreo se realiza de acuerdo con la ejecución de una fase
inicial de perforación de pozos de monitoreo. Esta fase incluye la localización estratégica e
instalación de piezómetros que sirven de pozos de monitoreo, así como una primera campaña de
monitoreo químico con protocolo de muestreo y análisis que debe seguir pautas precisas y
estandarizadas, para lograr una buena calidad en el análisis de resultados y justificar la
realización de una segunda fase.
De acuerdo con los resultados, se puede orientar el desarrollo de las siguientes fases en cuanto
a la expansión de la red de monitoreo o el control y recuperación, de acuerdo con el tipo de
contaminante. Durante esta fase se define la ubicación e instalación de piezómetros, siguiendo
las especificaciones contenidas en la NTC 3948.
Esta técnica conocida también como Detección de Vapores en el Subsuelo (Soil Vapor Survey) o
ensayo de presencia de vapores, en el subsuelo, ayuda a determinar la profundidad y extensión
de un área contaminada, detectando vapores orgánicos o volátiles, que dependen del tipo y
concentración, mediante el uso de un analizador de vapores orgánicos (OVA, en inglés). Así
mismo, permite tener una primera aproximación de las características del suelo en la zona no
saturada porque permite conocer el tipo de terreno (véase la Figura 1). Las lecturas del OVA se
realizan mediante sondeos efectuados con un equipo portátil de taladros que resulta especial
para este tipo de perforaciones superficiales (generalmente < 1 m). Esta técnica se recomienda
para el monitoreo de aguas subterráneas en estaciones de gasolina, puesto que ayuda a detectar
fugas o filtraciones en tanques de almacenamiento de combustible y se puede aplicar en toda
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Dependiendo del tipo de industria, del manejo de los productos y de los procesos, se identifican
áreas potenciales de contaminación. Si existen antecedentes con base en los resultados de la
detección de vapores (si se realizó) y un reconocimiento geológico preliminar del área, se define
la distribución, localización y diseño preliminar de pozos de monitoreo.
Para la ubicación sobre el terreno se debe tener conocimiento de zonas de derrames (antiguos o
recientes), sitios para disposición de desechos (tanto sólidos como lodos), áreas de
almacenamiento (tanques enterrados y superficiales, bodegas de productos químicos, piscinas
de tratamiento, etc.) y en general, toda instalación susceptible de generar contaminación, así
como la existencia de procesos operativos que puedan contaminar el suelo y agua del área que
está evaluándose.
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Como soporte para el diseño de los pozos de monitoreo, se recopila la información referente a
fuentes de agua tales como: cauces de agua superficial (ríos, quebradas, caños, etc.), pozos y
aljibes construidos en sectores aledaños al área de estudio. Con base en el análisis de esta
información se puede conocer el tipo de acuífero por estudiar y se optimiza la ubicación y
profundidad en el diseño de los pozos por construir.
De acuerdo con las especificaciones técnicas de los pozos de monitoreo ya mencionadas (véase
la NTC 3948), se recomienda el barreno helicoidal (Auger) de eje sólido o hueco (véase la Figura 2)
como el método de perforación más adecuado, especialmente para acuíferos superficiales poco
consolidados y poco profundos. La profundidad final y la colocación de filtros en cada pozo de
monitoreo depende de los niveles de agua encontrados durante la perforación. Cada uno de los
pozos de monitoreo se debe referenciar topográficamente para estudiar las variaciones de nivel
del agua, la geometría del acuífero y la dispersión de contaminantes.
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Esta actividad es indispensable para conocer el comportamiento del agua subterránea. Se debe
medir el nivel del agua por lo menos una vez al mes en cada uno de los pozos de monitoreo,
durante los cinco (5) primeros días de cada mes. Para este fin existen sondas de medición del
nivel de agua (pueden ser de doble función en el caso de que se quiera detectar la presencia de
hidrocarburos y su espesor).
Nota 2. Existen programas de computador especializados, que simulan el régimen de flujo del agua subterránea y el
transporte de contaminantes, y permiten desarrollar una herramienta de trabajo para evaluar, controlar, calibrar y hacer
seguimiento o monitoreo constante de la calidad del agua subterránea, presente bajo las instalaciones, de manera que se
identifiquen posibles áreas y fuentes de contaminación así como la magnitud de las mismas para adoptar medidas
preventivas o correctivas, a través de tecnologías de recuperación o tratamiento de aguas y suelos en las áreas afectadas.
Una vez que se conocen y analizan los resultados de la fase inicial, se puede decidir la
necesidad de ampliar el programa exploratorio y obtener así un diagnóstico de la contaminación.
Se procede entonces al diseño y ubicación de una segunda fase de perforación y a una segunda
campaña de monitoreo de carácter confirmatorio o de verificación para aquellas áreas en las que
se han detectado evidencias de contaminación. Esta segunda fase contribuye a definir la
existencia y comportamiento de fuentes de contaminación y permite decidir sobre el siguiente
paso respecto a planes de acción de recuperación por ejecutar.
5. APÉNDICE
Las siguientes normas contienen disposiciones que, mediante la referencia dentro de este
texto, constituyen la integridad del mismo. En el momento de su publicación eran válidas las
ediciones indicadas. Todas las normas están sujetas a actualización; los participantes,
mediante acuerdos basados en esta norma, deben investigar la posibilidad de aplicar la última
versión de las normas mencionadas a continuación.
NTC-ISO 5667-11:1996, Gestión ambiental. Calidad de agua. Muestreo. Guía para el muestreo
de aguas subterráneas.
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Anexo A
A.1 OBJETO
A.2 GENERALIDADES
Se deben utilizar recipientes nuevos, los cuales deben ser sometidos a un riguroso procedimiento
de lavado, tal como se describe a continuación:
- Luego, se lavan una vez con ácido crómico (35 ml de Na2Cr2O7 / L H2SO4
concentrado).
Periódicamente se toma uno de los recipientes lavados, se llena con agua destilada y se le mide
el pH, para confirmar la ausencia de trazas de la solución ácida que puedan afectar el análisis de
muestras.
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De acuerdo con las especificaciones para este tipo de muestreos y con el fin de tomar muestras
representativas, en primer lugar se purga el pozo de monitoreo mediante la extracción de agua
con un muestreador inerte tipo "bailer" (en teflón) durante al menos media hora, antes de tomar la
muestra para ser enviada al laboratorio. Una vez utilizado el "bailer" se lava con agua y solución
ácida, siguiendo el procedimiento de lavado anteriormente descrito, y luego se procede a la
purga del siguiente piezómetro.
Una vez finaliza la purga se inicia la toma de muestras con un muestreador tipo "bailer" o tubo de
material inerte (generalmente teflón), provisto de una válvula que permite el ingreso de la muestra
de agua al sumergirlo; en algunos casos se usan bombas de succión o sumergibles. Dicho
muestreador se debe lavar con los mismos cuidados que los envases plásticos y de vidrio, cada
vez que vaya a ser utilizado.
Por las características climáticas del medio y el tipo de industria, se recomienda al menos dos
muestreos por año: uno en época de lluvias y otro en tiempo seco.
A.5.2.1 Análisis hidroquímico. Los tipos de aguas subterráneas se pueden determinar desde el
punto de vista de las concentraciones de iones básicos que las caracterizan. Las
concentraciones dependen del tiempo de residencia del agua, su origen, las condiciones
geológicas y el clima. La clasificación del agua subterránea según su tipo facilita el
establecimiento de correlaciones entre muestras tomadas en diferentes pozos de monitoreo.
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La hidroquímica del agua se puede deducir por el diagrama de Durov (en éste se grafican los valores
de las concentraciones de los iones mayores, presentes en el agua subterránea, expresados como
porcentaje relativo de la suma de miliequivalentes por litro de aniones o cationes).
Nota A.1. El diagrama de Durov consiste en una serie de triángulos equiláteros situados en la parte superior y hacia la
izquierda, divididos en 10 intervalos, para poder graficar los porcentajes relativos mencionados. Los vértices
representan el 100 % en concentración relativa de los iones de interés. La intersección de líneas perpendiculares,
trazadas desde los lados de los triángulos para cada una de las muestras, se realiza sobre alguna de nueve casillas
centrales. Cada una de estas casillas representa un tipo diferente de agua desde el punto de vista de su hidroquímica;
así, por ejemplo, aguas de recarga reciente ("jóvenes") son típicamente del tipo calcio-bicarbonato (casilla superior
izquierda en el diagrama). A medida que estas aguas se ven sometidas a procesos de intercambio iónico, su carácter
puede cambiar hacia un tipo diferente (por ejemplo, sodio-bicarbonato). Por lo general, las aguas de más edad o tiempo
de residencia son del tipo sodio-cloruro (casilla inferior derecha en el diagrama).
Con el fin de mejorar la correlación entre muestras, se incluyen también los valores del total de sólidos disueltos (TDS).
El diagrama cuenta hacia su derecha con un rectángulo en el que se extrapolan los puntos graficados en la parte
central, teniendo en cuenta los valores de TDS. De este modo se puede apreciar de manera más clara la similitud o
diferencia entre las muestras para su correlación.
A5.2.2.1 Cloruros. Estos compuestos son un importante indicador o trazador porque ayudan a
determinar el flujo del agua subterránea y la correlación entre diferentes muestras, ya que no
están sujetos, como otros iones, a procesos de intercambio iónico, precipitación o
descomposición biológica.
Nota A.2. Usualmente, las aguas subterráneas dulces presentan concentraciones de cloruros entre 1 mg/L y 1 000 mg/L
(estudio FAO, 1981). La concentración de cloruros típica de las aguas marinas está alrededor de los 20 000 mg/L. Las
concentraciones de cloruros para agua potable en Colombia son de 250 mg/L (Decreto 1594 Minsalud). Esta norma es
similar a la vigente en otros países como USA y Francia.
Nota A.3. La concentración de sulfatos en agua para consumo humano en Colombia es de 400 mg/L, muy por encima
de la reglamentada por la Organización Mundial de la Salud o la establecida en Francia (250 mg/L).
Las altas concentraciones de sulfatos pueden causar trastornos gastrointestinales en los seres
humanos. Adicionalmente estas aguas atacan el hormigón y aceleran la corrosión del hierro.
A.5.2.2.3 Nitratos y nitritos. El nitrógeno en las aguas subterráneas se oxida de manera que se
puede transformar en amoníaco, en nitrito y posteriormente, en nitrato. Los nitritos se encuentran
en las aguas subterráneas en niveles generalmente bajos, debido a una oxidación incompleta del
amoníaco o a una reducción de los nitratos por alguna causa. Los nitratos, por su parte,
presentan una gran movilidad en sistemas de suelos y aguas subterráneas y en muchos casos
se pueden comportar como un trazador, presentando en aguas subterráneas, normalmente,
niveles de hasta 10 mg/L (Estudio FAO, 1981). Las altas concentraciones de nitratos en las
aguas subterráneas pueden estar relacionadas con el uso de abonos químicos o con actividades
de disposición de aguas residuales, entre otras.
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Nota A.4. La concentración de nitritos aceptada en Colombia para consumo humano es de 1,0 mg/L y se pueden
considerar como baja o moderadamente baja. Por otra parte, la legislación colombiana establece un tope de 10 mg/L
para nitratos en el agua destinada a consumo humano.
Las aguas potables para consumo humano contienen de 100 mg/L a 140 mg/L de calcio. Las
aguas que sobrepasan los niveles de 200 mg/L de calcio presentan serios inconvenientes para
uso doméstico y para la alimentación de calderas.
Los análisis orgánicos por determinar comprenden: contenido total de hidrocarburos (grasas y
aceites), fenoles y BTX (benceno, tolueno y xileno). En este último caso, dependiendo de la
técnica establecida, se puede determinar etileno.
A.5.3.1 BTX (Benceno, tolueno y xileno). A pesar de que la contaminación por hidrocarburos por
lo general se presenta en la zona no saturada o directamente sobre la tabla de agua, muchos de
los componentes del crudo o la gasolina son lo suficientemente solubles en el agua como para
formar frentes de contaminación en los acuíferos. Aún después de producirse el proceso de
remoción de hidrocarburos flotantes del agua, los componentes solubles de la fracción
remanente continúan contaminando el recurso.
Entre los compuestos con mayor solubilidad anteriormente mencionados, se destacan los
hidrocarburos monoaromáticos, en particular, el benceno, el tolueno y los tres isómeros del xileno
(llamados en conjunto BTX), los cuales presentan gran movilidad en los acuíferos y son de
reconocida toxicidad y carcinogenicidad, sobre todo en el caso del benceno. El monitoreo de
estos componentes es recomendable para hacer investigaciones hidrogeológicas en sitios en
donde se manejen gasolinas u otros hidrocarburos.
Nota A.5. Las concentraciones exigidas para la calidad de aguas subterráneas en USA, por ejemplo, para el estado de
Nueva York son: benceno: no detectable, tolueno: 50 mg/L y xilenos: 50 mg/L.
A.5.3.2 Fenoles. Los fenoles son una serie de derivados hidroxilados del benceno. Es común su
presencia en aguas residuales provenientes de la industria petroquímica. También aparecen por
degradación de pesticidas, fungicidas o herbicidas. Los fenoles son tóxicos por ingestión,
inhalación y adsorción a través de la piel. El fenol es carcinogénico; una vez inhalado afecta al
hígado y los pulmones y causa desordenes en el metabolismo humano.
Nota A.6. Las normas europeas y de E.E.U.U. establecen que los contenidos de fenoles en las aguas no deben pasar
de 0,001 mg/L. La norma colombiana establece un límite de 0,002 mg/L.
Los metales analizados en este caso se seleccionan de acuerdo con las actividades
características de la industria. Se deben tener en cuenta los límites de todos ellos para saber cuál
es el que está afectando o contaminando.
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Nota A.7. Por ejemplo, para el vanadio se recomienda que su concentración límite no sobrepase el nivel de 0,01 mg/L
en aguas potables. En cuanto al cobre, la dosis límite recomendada para agua potable según la reglamentación
colombiana es de 1 mg/L, plomo y el cromo (+6) se considera un valor limite de 0,05 mg/L y mercurio un valor limite de
0,002 mg/L. En otros países se consideran no detectables.
Los métodos analíticos utilizados están básicamente de acuerdo con los procedimientos descritos en
las Normas Técnicas Colombianas y en el Standard Methods (AWWA/APHA/WPCF).
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Por lo general los TDS medidos deben ser mayores a los sólidos totales disueltos (TDS)
calculados. El cociente TDS med/TDS calculado debe estar entre 1 y 1,2.
Este cociente debe estar entre 0,55 y 0,7 o cercano a estos valores. Esta relación se utiliza para
la evaluación de la calidad de los análisis químicos de laboratorio.
Es el chequeo de mayor importancia entre los mencionados. Un balance iónico aceptable debe
oscilar entre 0,9 y 1,1. Este método analiza la calidad del procedimiento utilizado para analizar los
datos representativos de la muestra (balance químico), iones en las muestras.
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Anexo B (Informativo)
Referencias bibliográficas
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Shallow Sand Aquifer. Groundwater Monitoring Review, Vol. 7 No 1. 1987. pp 64-71.
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(7) MINISTERIO DE SALUD PÚBLICA DE COLOMBIA. Decreto No 1594, Uso del Agua y
Residuos Líquidos. Bogotá, Junio 1984.
(8) Nielsen, David M., Practical Handbook of Groundwater Monitoring, Chelsea, Michigan
Lewis Publishers Inc., 1991.
(10) Rodier, J., Análisis de las aguas naturales, residuales y de mar. Omega, Barcelona, 1978.
(11) Straub, Conrad P., Practical Handbook of Environmental Control. CRC Boca Ratón, 1989.
(12) Greenberg A. E, Clesceri L.S, Eaton A.D, Standard Methods for the Examination of Water
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