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GUÍA TÉCNICA GTC

COLOMBIANA 30

1996-10-23

GESTIÓN AMBIENTAL.
SUELOS. GUÍA PARA EL MONITOREO DE AGUAS
SUBTERRÁNEAS

E: ENVIRONMENTAL MANAGEMENT. SOIL. GUIDE FOR


MONITORING OF GROUND WATER

CORRESPONDENCIA:

DESCRIPTORES: agua subterránea; contaminación;


medio ambiente; calidad de agua.

I.C.S.: 13.060.10

Editada por el Instituto Colombiano de Normas Técnicas y Certificación (ICONTEC)


Apartado 14237 Bogotá, D.C. - Tel. 6078888 - Fax 2221435

Prohibida su reproducción Editada 2001-08-11


PRÓLOGO

El Instituto Colombiano de Normas Técnicas y Certificación, ICONTEC, es el organismo


nacional de normalización, según el Decreto 2269 de 1993.

ICONTEC es una entidad de carácter privado, sin ánimo de lucro, cuya Misión es fundamental
para brindar soporte y desarrollo al productor y protección al consumidor. Colabora con el
sector gubernamental y apoya al sector privado del país, para lograr ventajas competitivas en
los mercados interno y externo.

La representación de todos los sectores involucrados en el proceso de Normalización Técnica


está garantizada por los Comités Técnicos y el período de Consulta Pública, este último
caracterizado por la participación del público en general.

La GTC 30 fue ratificada por el Consejo Directivo de 1996-10-23.

Esta guía está sujeta a ser actualizada permanentemente con el objeto de que responda en
todo momento a las necesidades y exigencias actuales.

A continuación se relacionan las empresas que colaboraron en el estudio de esta guía a través
de su participación en el Comité Técnico.

ACIPET INEXTRA S.A.


CARVAJAL S.A. ISAGEN S.A.
COLINAGRO S.A. MINISTERIO DEL MEDIO AMBIENTE

Además de las anteriores, en Consulta Pública el Proyecto se puso a consideración de las


siguientes empresas:

BAVARIA S.A. INGENIERÍA DE AGUAS Y DESECHOS


CAR INGEOMINAS
CERVUNIÓN S.A. INSTITUTO AGUSTÍN CODAZZI
ECOPETROL - ICP MINISTERIO DE DESARROLLO
EMPRESA DE ACUEDUCTO Y PROPAL S.A.
ALCANTARILLADO DE BOGOTÁ SECRETARÍA DEL MEDIO AMBIENTE
HIDROGEOCOL UNIVERSIDAD JORGE TADEO LOZANO
INCOLBESTOS UNIVERSIDAD NACIONAL

ICONTEC cuenta con un Centro de Información que pone a disposición de los interesados
normas internacionales, regionales y nacionales.

DIRECCIÓN DE NORMALIZACIÓN
GUÍA TÉCNICA COLOMBIANA GTC 30

GESTIÓN AMBIENTAL.
SUELOS. GUÍA PARA EL MONITOREO
DE AGUAS SUBTERRÁNEAS

0. INTRODUCCIÓN

En general, el impacto ambiental sobre las aguas subterráneas y, por ende, su importancia como
recurso valioso, estratégico y vital, se puede considerar desconocido, sobre todo en países en
vías en desarrollo donde la mayor parte del abastecimiento de agua proviene de cuerpos de agua
superficiales y, además, porque fenómenos tales como el flujo y el transporte de contaminantes
no pueden observarse ni medirse fácilmente. Por tanto, existe dificultad para percibir la
contaminación y, en consecuencia, la protección del agua subterránea no ha recibido la atención
que merece.

A nivel mundial, un 94 % del agua disponible se encuentra en los mares y océanos; del
porcentaje restante (6 %), el agua subterránea representa un 70 %. En lo que respecta a
agua utilizable, con excepción del agua de las capas polares y glaciales, este recurso
representa el 95 %, en contraste con el 3,5 % de ríos, lagos y pantanos y el 1,5 % por
contenido de humedad en los suelos. Las aguas subterráneas son la única fuente de suministro
de agua potable de numerosos pueblos y ciudades de Europa, USA, Canadá y América Latina.
En áreas rurales es un recurso muy valioso por su calidad, economía y abastecimiento en épocas
de escasez de aguas superficiales .

Lo anterior significa que el control sobre la calidad del agua subterránea es fundamental e
imprescindible y sólo se logra a través de un diagnóstico de calidad, mediante la ejecución de un
programa de monitoreo de aguas subterráneas.

1. OBJETO

Esta guía describe el procedimiento de evaluación de calidad y protección de aguas


subterráneas.

Nota 1. Por aguas subterráneas se entienden las contenidas en un acuífero libre o confinado, susceptible de ser
afectado como resultado de actividades domésticas, industriales o de otro tipo que, por su naturaleza, involucren la
presencia de sustancias contaminantes que puedan llegar al suelo y/o a las aguas subterráneas.

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2. ALCANCE Y CAMPO DE APLICACIÓN

Esta guía establece criterios para la realización de programas de monitoreo como método de
evaluación para el diagnóstico de calidad de las aguas subterráneas. El objetivo final en un
programa de monitoreo es conocer el régimen de flujo de aguas subterráneas, determinar su
caracterización físico-química, microbiológica y establecer la línea base o de referencia con
respecto a la legislación ambiental existente.

3. DEFINICIONES

Para efectos de esta guía, se deben consultar las definiciones de las NTC 3948 y
NTC-ISO 5667-11.

4. PROGRAMA DE MONITOREO

La protección de las aguas subterráneas es una tarea que tiene como fin determinar la presencia
de contaminantes. Esto lleva implícitos dos aspectos: el primero, referido al riesgo de
contaminación de un área y el segundo, referido a la evaluación de la contaminación ya
existente. En cualquiera de los dos casos se lleva a cabo un diagnóstico de contaminación
ejecutado mediante un programa de monitoreo que al final, dependiendo de los resultados
obtenidos, debe resultar en una estrategia o programa de recuperación o descontaminación.

4.1 FASE EXPLORATORIA

La ejecución del programa de monitoreo se realiza de acuerdo con la ejecución de una fase
inicial de perforación de pozos de monitoreo. Esta fase incluye la localización estratégica e
instalación de piezómetros que sirven de pozos de monitoreo, así como una primera campaña de
monitoreo químico con protocolo de muestreo y análisis que debe seguir pautas precisas y
estandarizadas, para lograr una buena calidad en el análisis de resultados y justificar la
realización de una segunda fase.

De acuerdo con los resultados, se puede orientar el desarrollo de las siguientes fases en cuanto
a la expansión de la red de monitoreo o el control y recuperación, de acuerdo con el tipo de
contaminante. Durante esta fase se define la ubicación e instalación de piezómetros, siguiendo
las especificaciones contenidas en la NTC 3948.

4.1.1 Sondeo de vapores orgánicos

Esta actividad preliminar se recomienda en áreas con antecedentes de contaminación superficial


por hidrocarburos, ya que además de detectar su presencia contribuye a optimizar el programa
de perforación, el diseño de piezómetros y permite obtener la primera evaluación de la magnitud
de la contaminación existente en suelos y aguas subterráneas.

Esta técnica conocida también como Detección de Vapores en el Subsuelo (Soil Vapor Survey) o
ensayo de presencia de vapores, en el subsuelo, ayuda a determinar la profundidad y extensión
de un área contaminada, detectando vapores orgánicos o volátiles, que dependen del tipo y
concentración, mediante el uso de un analizador de vapores orgánicos (OVA, en inglés). Así
mismo, permite tener una primera aproximación de las características del suelo en la zona no
saturada porque permite conocer el tipo de terreno (véase la Figura 1). Las lecturas del OVA se
realizan mediante sondeos efectuados con un equipo portátil de taladros que resulta especial
para este tipo de perforaciones superficiales (generalmente < 1 m). Esta técnica se recomienda
para el monitoreo de aguas subterráneas en estaciones de gasolina, puesto que ayuda a detectar
fugas o filtraciones en tanques de almacenamiento de combustible y se puede aplicar en toda
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instalación donde el manejo de hidrocarburos genere derrames o pérdidas que contaminen el


suelo y penetren hasta las aguas subterráneas.

Figura 1. Caracterización de las zonas del suelo

4.1.2 Ubicación de pozos de monitoreo

Dependiendo del tipo de industria, del manejo de los productos y de los procesos, se identifican
áreas potenciales de contaminación. Si existen antecedentes con base en los resultados de la
detección de vapores (si se realizó) y un reconocimiento geológico preliminar del área, se define
la distribución, localización y diseño preliminar de pozos de monitoreo.

Para la ubicación sobre el terreno se debe tener conocimiento de zonas de derrames (antiguos o
recientes), sitios para disposición de desechos (tanto sólidos como lodos), áreas de
almacenamiento (tanques enterrados y superficiales, bodegas de productos químicos, piscinas
de tratamiento, etc.) y en general, toda instalación susceptible de generar contaminación, así
como la existencia de procesos operativos que puedan contaminar el suelo y agua del área que
está evaluándose.

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4.1.3 Balance hídrico e inventario de fuentes de agua subterránea

Como soporte para el diseño de los pozos de monitoreo, se recopila la información referente a
fuentes de agua tales como: cauces de agua superficial (ríos, quebradas, caños, etc.), pozos y
aljibes construidos en sectores aledaños al área de estudio. Con base en el análisis de esta
información se puede conocer el tipo de acuífero por estudiar y se optimiza la ubicación y
profundidad en el diseño de los pozos por construir.

4.1.4 Diseño e instalación de piezómetros

De acuerdo con las especificaciones técnicas de los pozos de monitoreo ya mencionadas (véase
la NTC 3948), se recomienda el barreno helicoidal (Auger) de eje sólido o hueco (véase la Figura 2)
como el método de perforación más adecuado, especialmente para acuíferos superficiales poco
consolidados y poco profundos. La profundidad final y la colocación de filtros en cada pozo de
monitoreo depende de los niveles de agua encontrados durante la perforación. Cada uno de los
pozos de monitoreo se debe referenciar topográficamente para estudiar las variaciones de nivel
del agua, la geometría del acuífero y la dispersión de contaminantes.

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Figura 2. Sistema de barreno auger

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4.1.5 Medición de niveles de agua

Esta actividad es indispensable para conocer el comportamiento del agua subterránea. Se debe
medir el nivel del agua por lo menos una vez al mes en cada uno de los pozos de monitoreo,
durante los cinco (5) primeros días de cada mes. Para este fin existen sondas de medición del
nivel de agua (pueden ser de doble función en el caso de que se quiera detectar la presencia de
hidrocarburos y su espesor).

4.1.6 Muestreo fisicoquímico

La evaluación de calidad del agua subterránea se logra mediante la cuidadosa planificación de


campañas de muestreo fisicoquímico, que se desarrollan de acuerdo con evidencias de
contaminación y teniendo en cuenta la elaboración y cumplimiento de un protocolo de muestreo y
análisis, con cuidados especiales para obtener datos representativos (Anexo 1).

4.1.7 Régimen de flujo y transporte de contaminantes

Con base en el análisis hidrogeológico de la fase de perforación y el muestreo fisicoquímico, se


inicia la tarea de simulación en computador y para ello se debe concebir previamente un modelo
conceptual que represente las características hidrogeológicas del área. Como datos de entrada se
utilizan el procesamiento de los resultados de las campañas de monitoreo (análisis fisicoquímico),
lecturas de niveles de agua, así como la nivelación topográfica (alturas s.n.m.) de los mismos.

Nota 2. Existen programas de computador especializados, que simulan el régimen de flujo del agua subterránea y el
transporte de contaminantes, y permiten desarrollar una herramienta de trabajo para evaluar, controlar, calibrar y hacer
seguimiento o monitoreo constante de la calidad del agua subterránea, presente bajo las instalaciones, de manera que se
identifiquen posibles áreas y fuentes de contaminación así como la magnitud de las mismas para adoptar medidas
preventivas o correctivas, a través de tecnologías de recuperación o tratamiento de aguas y suelos en las áreas afectadas.

4.2 FASE II O DE EXTENSIÓN

Una vez que se conocen y analizan los resultados de la fase inicial, se puede decidir la
necesidad de ampliar el programa exploratorio y obtener así un diagnóstico de la contaminación.
Se procede entonces al diseño y ubicación de una segunda fase de perforación y a una segunda
campaña de monitoreo de carácter confirmatorio o de verificación para aquellas áreas en las que
se han detectado evidencias de contaminación. Esta segunda fase contribuye a definir la
existencia y comportamiento de fuentes de contaminación y permite decidir sobre el siguiente
paso respecto a planes de acción de recuperación por ejecutar.

5. APÉNDICE

NORMAS QUE SE DEBEN CONSULTAR

Las siguientes normas contienen disposiciones que, mediante la referencia dentro de este
texto, constituyen la integridad del mismo. En el momento de su publicación eran válidas las
ediciones indicadas. Todas las normas están sujetas a actualización; los participantes,
mediante acuerdos basados en esta norma, deben investigar la posibilidad de aplicar la última
versión de las normas mencionadas a continuación.

NTC 3948:1996, Gestión ambiental. Suelo. Especificaciones Técnicas para la construcción de


pozos de monitoreo.

NTC-ISO 5667-11:1996, Gestión ambiental. Calidad de agua. Muestreo. Guía para el muestreo
de aguas subterráneas.

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Anexo A

Monitoreo fisicoquímico de aguas subterráneas

A.1 OBJETO

Evaluar la calidad físico-química de referencia y determinar la posible presencia de


contaminantes específicos asociados con las actividades industriales en superficie.

A.2 GENERALIDADES

Una vez finalizada la construcción de pozos de monitoreo, se inicia el muestreo o campaña de


monitoreo fisicoquímico. La toma de muestras se realiza con la ayuda de un "bailer" o tubo de
material químicamente inerte (generalmente teflón), que provisto de una válvula permite el
ingreso de agua al sumergirlo; en algunos casos se usan bombas de succión o sumergibles. Una
vez extraída la muestra de agua, ésta se envasa en recipientes de vidrio o plástico (depende del
parámetro químico por evaluar) cuidadosamente lavados y preparados para la preservación y
transporte (véase la NTC 5667-11). De acuerdo con cada situación y las características
climáticas del medio y tipo de instalación, se sugiere realizar dos muestreos al año: uno en época
de lluvia y otro en época seca.

Para la realización de estos análisis se debe contar con un protocolo de procedimientos


analíticos y balances químicos, que se recomiendan a nivel internacional. Dentro de este
contexto juegan un papel muy importante tanto la toma de réplicas y duplicados como la
selección de un laboratorio con experiencia en la materia.

A.3 PREPARACIÓN DE RECIPIENTES

Se deben utilizar recipientes nuevos, los cuales deben ser sometidos a un riguroso procedimiento
de lavado, tal como se describe a continuación:

- En primer lugar, se lavan tres veces con agua potable.

- Luego, se lavan una vez con ácido crómico (35 ml de Na2Cr2O7 / L H2SO4
concentrado).

- De nuevo se lavan tres veces con agua potable.

- Por último, se lavan cuatro veces con agua destilada.

Periódicamente se toma uno de los recipientes lavados, se llena con agua destilada y se le mide
el pH, para confirmar la ausencia de trazas de la solución ácida que puedan afectar el análisis de
muestras.

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A.3 PURGA DE PIEZÓMETROS

De acuerdo con las especificaciones para este tipo de muestreos y con el fin de tomar muestras
representativas, en primer lugar se purga el pozo de monitoreo mediante la extracción de agua
con un muestreador inerte tipo "bailer" (en teflón) durante al menos media hora, antes de tomar la
muestra para ser enviada al laboratorio. Una vez utilizado el "bailer" se lava con agua y solución
ácida, siguiendo el procedimiento de lavado anteriormente descrito, y luego se procede a la
purga del siguiente piezómetro.

A.4 TOMA DE MUESTRAS

Una vez finaliza la purga se inicia la toma de muestras con un muestreador tipo "bailer" o tubo de
material inerte (generalmente teflón), provisto de una válvula que permite el ingreso de la muestra
de agua al sumergirlo; en algunos casos se usan bombas de succión o sumergibles. Dicho
muestreador se debe lavar con los mismos cuidados que los envases plásticos y de vidrio, cada
vez que vaya a ser utilizado.

Luego de tomada la muestra, se envasa y rotula en un recipiente nuevo de vidrio o plástico,


previamente lavado y preparado para la preservación y el transporte. El volumen de muestra
depende del tipo de análisis. Para grasas y aceites, se pueden tomar 500 ml, para metales
(cationes) 500 ml y para determinación de aniones 1 000 ml.

Por las características climáticas del medio y el tipo de industria, se recomienda al menos dos
muestreos por año: uno en época de lluvias y otro en tiempo seco.

A.5 PARÁMETROS POR ANALIZAR

Se determinan parámetros "in-situ", elementos inorgánicos y contaminantes de tipo orgánico. Las


muestras por analizar incluyen duplicados y muestras blanco. A continuación se describen los
tipos de análisis químicos básicos requeridos:

A.5.1 Parámetros In-Situ

Los determinados en campo son: pH, temperatura, conductividad y turbiedad. Previamente al


proceso de purga y a la toma de la muestra, se determina el nivel de agua subterránea y la
presencia o ausencia a simple vista de sustancias contaminantes.

A.5.2 Parámetros inorgánicos

Los parámetros inorgánicos analizados incluyen: aniones y cationes principales y algunos


metales pesados de interés sanitario. La determinación de los principales iones sirve para
establecer los tipos de agua.

A.5.2.1 Análisis hidroquímico. Los tipos de aguas subterráneas se pueden determinar desde el
punto de vista de las concentraciones de iones básicos que las caracterizan. Las
concentraciones dependen del tiempo de residencia del agua, su origen, las condiciones
geológicas y el clima. La clasificación del agua subterránea según su tipo facilita el
establecimiento de correlaciones entre muestras tomadas en diferentes pozos de monitoreo.

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La hidroquímica del agua se puede deducir por el diagrama de Durov (en éste se grafican los valores
de las concentraciones de los iones mayores, presentes en el agua subterránea, expresados como
porcentaje relativo de la suma de miliequivalentes por litro de aniones o cationes).

Nota A.1. El diagrama de Durov consiste en una serie de triángulos equiláteros situados en la parte superior y hacia la
izquierda, divididos en 10 intervalos, para poder graficar los porcentajes relativos mencionados. Los vértices
representan el 100 % en concentración relativa de los iones de interés. La intersección de líneas perpendiculares,
trazadas desde los lados de los triángulos para cada una de las muestras, se realiza sobre alguna de nueve casillas
centrales. Cada una de estas casillas representa un tipo diferente de agua desde el punto de vista de su hidroquímica;
así, por ejemplo, aguas de recarga reciente ("jóvenes") son típicamente del tipo calcio-bicarbonato (casilla superior
izquierda en el diagrama). A medida que estas aguas se ven sometidas a procesos de intercambio iónico, su carácter
puede cambiar hacia un tipo diferente (por ejemplo, sodio-bicarbonato). Por lo general, las aguas de más edad o tiempo
de residencia son del tipo sodio-cloruro (casilla inferior derecha en el diagrama).

Con el fin de mejorar la correlación entre muestras, se incluyen también los valores del total de sólidos disueltos (TDS).
El diagrama cuenta hacia su derecha con un rectángulo en el que se extrapolan los puntos graficados en la parte
central, teniendo en cuenta los valores de TDS. De este modo se puede apreciar de manera más clara la similitud o
diferencia entre las muestras para su correlación.

A.5.2.2 Análisis de iones principales. A continuación, se incluyen observaciones con respecto a


algunos iones inorgánicos más comunes, que sirven como indicadores de las características de
las aguas subterráneas.

A5.2.2.1 Cloruros. Estos compuestos son un importante indicador o trazador porque ayudan a
determinar el flujo del agua subterránea y la correlación entre diferentes muestras, ya que no
están sujetos, como otros iones, a procesos de intercambio iónico, precipitación o
descomposición biológica.

Nota A.2. Usualmente, las aguas subterráneas dulces presentan concentraciones de cloruros entre 1 mg/L y 1 000 mg/L
(estudio FAO, 1981). La concentración de cloruros típica de las aguas marinas está alrededor de los 20 000 mg/L. Las
concentraciones de cloruros para agua potable en Colombia son de 250 mg/L (Decreto 1594 Minsalud). Esta norma es
similar a la vigente en otros países como USA y Francia.

A.5.2.2.2 Sulfatos. Las aguas subterráneas continentales no contaminadas presentan niveles de


concentración de sulfatos variables que pueden ir de 0 mg/l a 1 000 mg/L (Estudio FAO, 1981).
La concentración normal de sulfatos en el agua de mar es de 3 000 mg/L.

Nota A.3. La concentración de sulfatos en agua para consumo humano en Colombia es de 400 mg/L, muy por encima
de la reglamentada por la Organización Mundial de la Salud o la establecida en Francia (250 mg/L).

Las altas concentraciones de sulfatos pueden causar trastornos gastrointestinales en los seres
humanos. Adicionalmente estas aguas atacan el hormigón y aceleran la corrosión del hierro.

A.5.2.2.3 Nitratos y nitritos. El nitrógeno en las aguas subterráneas se oxida de manera que se
puede transformar en amoníaco, en nitrito y posteriormente, en nitrato. Los nitritos se encuentran
en las aguas subterráneas en niveles generalmente bajos, debido a una oxidación incompleta del
amoníaco o a una reducción de los nitratos por alguna causa. Los nitratos, por su parte,
presentan una gran movilidad en sistemas de suelos y aguas subterráneas y en muchos casos
se pueden comportar como un trazador, presentando en aguas subterráneas, normalmente,
niveles de hasta 10 mg/L (Estudio FAO, 1981). Las altas concentraciones de nitratos en las
aguas subterráneas pueden estar relacionadas con el uso de abonos químicos o con actividades
de disposición de aguas residuales, entre otras.

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Nota A.4. La concentración de nitritos aceptada en Colombia para consumo humano es de 1,0 mg/L y se pueden
considerar como baja o moderadamente baja. Por otra parte, la legislación colombiana establece un tope de 10 mg/L
para nitratos en el agua destinada a consumo humano.

A.5.2.2.4 Calcio. El calcio es el catión preponderante en la mayoría de aguas subterráneas con


niveles que normalmente no sobrepasan los 1 000 mg/L. En aguas marinas típicas los niveles de
calcio están en el orden de los 400 mg/L.

Las aguas potables para consumo humano contienen de 100 mg/L a 140 mg/L de calcio. Las
aguas que sobrepasan los niveles de 200 mg/L de calcio presentan serios inconvenientes para
uso doméstico y para la alimentación de calderas.

A.5.3 Parámetros orgánicos

Los análisis orgánicos por determinar comprenden: contenido total de hidrocarburos (grasas y
aceites), fenoles y BTX (benceno, tolueno y xileno). En este último caso, dependiendo de la
técnica establecida, se puede determinar etileno.

A.5.3.1 BTX (Benceno, tolueno y xileno). A pesar de que la contaminación por hidrocarburos por
lo general se presenta en la zona no saturada o directamente sobre la tabla de agua, muchos de
los componentes del crudo o la gasolina son lo suficientemente solubles en el agua como para
formar frentes de contaminación en los acuíferos. Aún después de producirse el proceso de
remoción de hidrocarburos flotantes del agua, los componentes solubles de la fracción
remanente continúan contaminando el recurso.

Entre los compuestos con mayor solubilidad anteriormente mencionados, se destacan los
hidrocarburos monoaromáticos, en particular, el benceno, el tolueno y los tres isómeros del xileno
(llamados en conjunto BTX), los cuales presentan gran movilidad en los acuíferos y son de
reconocida toxicidad y carcinogenicidad, sobre todo en el caso del benceno. El monitoreo de
estos componentes es recomendable para hacer investigaciones hidrogeológicas en sitios en
donde se manejen gasolinas u otros hidrocarburos.

Nota A.5. Las concentraciones exigidas para la calidad de aguas subterráneas en USA, por ejemplo, para el estado de
Nueva York son: benceno: no detectable, tolueno: 50 mg/L y xilenos: 50 mg/L.

A.5.3.2 Fenoles. Los fenoles son una serie de derivados hidroxilados del benceno. Es común su
presencia en aguas residuales provenientes de la industria petroquímica. También aparecen por
degradación de pesticidas, fungicidas o herbicidas. Los fenoles son tóxicos por ingestión,
inhalación y adsorción a través de la piel. El fenol es carcinogénico; una vez inhalado afecta al
hígado y los pulmones y causa desordenes en el metabolismo humano.

Nota A.6. Las normas europeas y de E.E.U.U. establecen que los contenidos de fenoles en las aguas no deben pasar
de 0,001 mg/L. La norma colombiana establece un límite de 0,002 mg/L.

A.5.4 Análisis de metales pesados

Los metales analizados en este caso se seleccionan de acuerdo con las actividades
características de la industria. Se deben tener en cuenta los límites de todos ellos para saber cuál
es el que está afectando o contaminando.

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Nota A.7. Por ejemplo, para el vanadio se recomienda que su concentración límite no sobrepase el nivel de 0,01 mg/L
en aguas potables. En cuanto al cobre, la dosis límite recomendada para agua potable según la reglamentación
colombiana es de 1 mg/L, plomo y el cromo (+6) se considera un valor limite de 0,05 mg/L y mercurio un valor limite de
0,002 mg/L. En otros países se consideran no detectables.

A.6 MÉTODOS ANALÍTICOS

Los métodos analíticos utilizados están básicamente de acuerdo con los procedimientos descritos en
las Normas Técnicas Colombianas y en el Standard Methods (AWWA/APHA/WPCF).

A.7 CONTROL DE CALIDAD

Para asegurar la toma de muestras representativas, además del almacenamiento y transporte, se


tienen en cuenta los siguientes aspectos en el análisis:

- Filtración: para el cálculo de concentraciones de iones en solución, las muestras


se filtran con una membrana milipore de 0,45 micras.

- Preservación: se utilizan ácidos de grado reactivo y refrigeración. Para


compuestos orgánicos totales en grasas y aceites, la preservación se hace con
ácido sulfúrico y refrigeración hasta conseguir pH < 2, para metales con ácido
nítrico y refrigeración y para aniones, sólo refrigeración. El óxido de lantano puede
ser utilizado en la preservación de algunos cationes, eliminando interferencias
producidas durante la determinación por absorción atómica.

- Análisis de hierro: los envases utilizados para la toma de muestra destinada a


este análisis se llenan a ras y se filtra rápidamente antes de acidificar. Esto debido
a que el hierro ferroso de las aguas subterráneas tiende a oxidarse rápidamente al
entrar en contacto con el aire y se precipita fuera de la solución en estado férrico.

- Análisis de carbonatos y bicarbonatos: se deben realizar lo más pronto posible,


luego de tomada la muestra, antes y después de la filtración.

- Duplicados: para la realización de análisis por duplicado, se toma suficiente


cantidad de muestra (1 000 mL), dependiendo de la conductividad del acuífero.

- Contramuestras: se toma la misma cantidad que para los duplicados y se envían


a otros laboratorios con homologación de procedimientos analíticos.

- Réplicas: forman parte del procedimiento normal de muestreo y consisten en


tomar una muestra en un mismo piezómetro a intervalos de tiempo.

- Blancos envase: envases prelavados, se llenan con agua ultrapura destilada y se


preservan igual que las muestras de análisis.

- Blancos muestreador: igual que los anteriores, a los muestreadores (bailer),


previamente lavados, se les lava una vez más con agua ultrapura destilada.

- Blancos filtros: con el mismo procedimiento anterior se ensayan los filtros.

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A.8 VALIDEZ DE LOS RESULTADOS

Para el análisis de resultados es importante evaluar su confiabilidad. En el caso de los análisis


iónicos principales, existen unos métodos que evalúan la validez de los resultados. A
continuación se describen los criterios que se utilizan:

A.8.1 Relación de sólidos totales disueltos (TDS) medidos y calculados

Por lo general los TDS medidos deben ser mayores a los sólidos totales disueltos (TDS)
calculados. El cociente TDS med/TDS calculado debe estar entre 1 y 1,2.

A.8.2 Relación TDS calculados / conductividad

Este cociente debe estar entre 0,55 y 0,7 o cercano a estos valores. Esta relación se utiliza para
la evaluación de la calidad de los análisis químicos de laboratorio.

A.8.3 Balance iónico

Es el chequeo de mayor importancia entre los mencionados. Un balance iónico aceptable debe
oscilar entre 0,9 y 1,1. Este método analiza la calidad del procedimiento utilizado para analizar los
datos representativos de la muestra (balance químico), iones en las muestras.

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Anexo B (Informativo)

Referencias bibliográficas

(1) Baker, J., Patrick, G., Mayor, D. Natural Attenuation of Aromatic Hydrocarbons in a
Shallow Sand Aquifer. Groundwater Monitoring Review, Vol. 7 No 1. 1987. pp 64-71.

(2) Barcelona, Contamination of Groundwater: Prevention , Assesment, Restoration.

Noyes data Corporation, 1990.

(3) CHEMEX LABS. ALBERTA INC. Groundwater Sampling, Analysis and Quality Control.
Memorias Seminario para ECOPETROL, Julio 1991, Barrancabermeja, Colombia.

(4) EPA, Groundwater and Contamination. Handbook EPA/625/6-90/016a, Groundwater


Volume I, September 1990, Office of Research and Development, Washington DC 20460.
Center for Environmental Research information, Cincinnati, OH 45268.

(5) EPA, Methodology. Handbook EPA/625/6-90/016b, Groundwater Volume II, Julio 1991,
Office of Research and Development, Washington DC 20460. Center for Environmental
Research Information, Cincinnati, OH 45268.

(6) Freeze, Allan R., Cherry, John A., Groundwater, New Jersey, Englewood Cliff, Prentice
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(7) MINISTERIO DE SALUD PÚBLICA DE COLOMBIA. Decreto No 1594, Uso del Agua y
Residuos Líquidos. Bogotá, Junio 1984.

(8) Nielsen, David M., Practical Handbook of Groundwater Monitoring, Chelsea, Michigan
Lewis Publishers Inc., 1991.

(9) FAO, Contaminación de Aguas Subterráneas: Tecnología, Economía y Gestión. Roma,


1981.

(10) Rodier, J., Análisis de las aguas naturales, residuales y de mar. Omega, Barcelona, 1978.

(11) Straub, Conrad P., Practical Handbook of Environmental Control. CRC Boca Ratón, 1989.

(12) Greenberg A. E, Clesceri L.S, Eaton A.D, Standard Methods for the Examination of Water
and Wastewater, American Public Health Association- APHA, 18th Ed, Washington, 1992

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