CIECC Programa Universidad Abierta coaching@coaching.com.uy
Uno de los elementos en juego que muchas veces atenta en cuanto
a “hacer lo que es necesario hacer”, para obtener determinados resultados, pasa por la “ilusión de realidad” en la que todas las personas, y para el caso los alumnos, están sumergidos. Muchas veces escuchamos aquello de “ver para creer” y parece ser un paradigma que muchos aceptan, cuando la realidad es la de “creer para ver”. La percepción o interpretación subjetiva de la realidad, es un fenómeno constante en la mente de las personas. Una de las claves es que la percepción es selectiva y por lo tanto enfocamos nuestra atención en determinados “fragmentos de la realidad”, a los cuales damos un sentido o interpretación que es único y personal. Si bien dos personas pueden “ver” lo mismo, las interpretaciones de eso que identifican como “la realidad”, nunca es exactamente igual. Sin duda hay modelos de pensamiento, criterios de interpretación del grupo de pertenencia, referencias culturales similares, pero estas son apenas algunas de las cosas que le dar fuerza a la “ilusión de realidad”, en las que estamos inmersos y sobre la base de la cual actuamos. Como nos movemos sobre la base de “fragmentos de la realidad”, lo que nuestra mente hace es “completar” la información o interpretación faltante, con lo que se “cree que va” (principio del completamiento de las leyes de la gestáltica), Nuestras emociones, nuestros sentimientos y los estados de ánimo, también sesgan la interpretación. Asimismo, nuestras experiencias, únicas a intransferibles, ponen un sesgo a la interpretación. En igual medida actúan los conocimientos o el poder distinguir algo que el otro no puede en igual medida (lo que en coaching educativo denominamos “las distinciones”). Juegan asimismo en la interpretación de la realidad, las creencias que vamos construyendo y rediseñando a lo largo de la vida, así como los llamados “guiones de vida”, o pautas o reglas para conducirnos e interpretar el mundo, que nos han inculcado nuestros mayores en los primeros años de vida. Una labor fundamental del “docente coach”, es intervenir, a través de la pregunta, que lleva a la introspección y la visión alternativa, para lograr que los alumnos sean capaces de ver aristas de las cosas, que no habían considerado, o que su visión, nublada por la “ilusión de la realidad”, no les permitía vislumbrar. Un Coach educacional, es un facilitador del potencial humano, que cree en las posibilidades de las personas y en su plena capacidad para lograr sus metas y objetivos, en un contexto de satisfacción y felicidad. El ayudar al alumno a transformarse en un “nuevo observador” más cercano a la realidad, es una de las claves del nuevo modelo educativo.