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La ilusión de realidad

Coaching ontológico en la educación

Lic. Coach Edgardo Martínez Zimarioff


CIECC Programa Universidad Abierta
coaching@coaching.com.uy

Uno de los elementos en juego que muchas veces atenta en cuanto


a “hacer lo que es necesario hacer”, para obtener determinados
resultados, pasa por la “ilusión de realidad” en la que todas las
personas, y para el caso los alumnos, están sumergidos.
Muchas veces escuchamos aquello de “ver para creer” y parece ser
un paradigma que muchos aceptan, cuando la realidad es la de
“creer para ver”.
La percepción o interpretación subjetiva de la realidad, es un
fenómeno constante en la mente de las personas. Una de las claves
es que la percepción es selectiva y por lo tanto enfocamos nuestra
atención en determinados “fragmentos de la realidad”, a los cuales
damos un sentido o interpretación que es único y personal.
Si bien dos personas pueden “ver” lo mismo, las interpretaciones de
eso que identifican como “la realidad”, nunca es exactamente igual.
Sin duda hay modelos de pensamiento, criterios de interpretación
del grupo de pertenencia, referencias culturales similares, pero
estas son apenas algunas de las cosas que le dar fuerza a la
“ilusión de realidad”, en las que estamos inmersos y sobre la base
de la cual actuamos.
Como nos movemos sobre la base de “fragmentos de la realidad”,
lo que nuestra mente hace es “completar” la información o
interpretación faltante, con lo que se “cree que va” (principio del
completamiento de las leyes de la gestáltica),
Nuestras emociones, nuestros sentimientos y los estados de ánimo,
también sesgan la interpretación. Asimismo, nuestras experiencias,
únicas a intransferibles, ponen un sesgo a la interpretación.
En igual medida actúan los conocimientos o el poder distinguir algo
que el otro no puede en igual medida (lo que en coaching educativo
denominamos “las distinciones”).
Juegan asimismo en la interpretación de la realidad, las creencias
que vamos construyendo y rediseñando a lo largo de la vida, así
como los llamados “guiones de vida”, o pautas o reglas para
conducirnos e interpretar el mundo, que nos han inculcado nuestros
mayores en los primeros años de vida.
Una labor fundamental del “docente coach”, es intervenir, a través
de la pregunta, que lleva a la introspección y la visión alternativa,
para lograr que los alumnos sean capaces de ver aristas de las
cosas, que no habían considerado, o que su visión, nublada por la
“ilusión de la realidad”, no les permitía vislumbrar.
Un Coach educacional, es un facilitador del potencial humano, que
cree en las posibilidades de las personas y en su plena capacidad
para lograr sus metas y objetivos, en un contexto de satisfacción y
felicidad.
El ayudar al alumno a transformarse en un “nuevo observador” más
cercano a la realidad, es una de las claves del nuevo modelo
educativo.

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