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Distintivos de la espiritualidad pentecostal latina

José Raúl Febus-Paris*

Papel presentado en la 4ta Cumbre Latina del Centro para Estudios Latinos del Seminario
Teológico Pentecostal
Cleveland, TN, 3-5 de octubre de 2016

Introducción
El movimiento pentecostal tiene un poco más de 100 años de existencia e inclusión en el
cristianismo global. El pentecostalismo vino a rescatar los carismas del Espíritu que por diferentes
razones se habían apagado en la historia de la iglesia. De igual manera, el pentecostalismo trajo un
dinamismo misionero que lo caracterizó en su crecimiento y alcance evangelístico.1 Al
pentecostalismo ser un movimiento restauracionista, escatológico, de despertamiento espiritual y que
buscaba restablecer la fe apostólica del primer siglo, ha sido estudiado desde sus inicios.2 De hecho,
algunos estudiosos se han dado la difícil tarea de no sólo definir el movimiento pentecostal, sino
analizarlo y construir su teología.3 En términos generales, el pentecostalismo es un movimiento
religioso complejo y multifacético donde la glossolalia, o dicho de otra manera, hablar en otras

* José Raúl Febus-Paris (MDiv, Pentecostal Theological Seminary) es candidato PhD, Protestant Theological University,

Los Países Bajos. Es obispo ordenado de la Iglesia de Dios (Cleveland). Sirve como director de Educación & Misiones
EEUU en la Iglesia de Dios Región Este Central Hispana. También, como profesor adjunto de teología del Centro para
Estudios Latinos del Seminario Teológico Pentecostal. Junto a su esposa Abigail, y tres niñas (Gabriela, Paola y
Alondra), sirven como pastores de la Iglesia de Dios Encuentro en Chattanooga, TN.
1 Allan Anderson, “The Origins of Pentecostalism and Its Global Spread in the Early Twentieth Century”

(Lecture for the Oxford Centre for Mission Studies, Oxford, UK, 2004).
2 Steven J. Land, La espiritualidad pentecostal: Una pasión por el reino, trans. Daniel Oliva, Spanish (Quito, Ecuador:

Editorial SEMISUD, 2009), 14.


3 Walter J. Hollenweger, Pentecostalism: Origins and Developments Worldwide (Peabody, MA: Hendrickson Publishers,

1997); Donald W. Dayton, Raíces teológicas del pentecostalismo (Buenos Aires; Grand Rapids: Nueva Creación; W.B.
Eerdmans Pub., 1991); Daniel Chiquete, Juan Sepúlveda, and Luís Orellana, eds., Voces del pentecostalismo latinoamericano:
Identidad, teología e historia, vol. 1 (Concepción: Red Latinoamericana de Estudios Pentecostales (RELEP), 2003); Kenneth
J. Archer, “A Global Pentecostal Theological Methodology: Worship, Witness, and Work” (III International Seminar on
Pentecostals, Theology and the Sciences of Religion at the Methodist University of Sao Paulo (UMESP), Sao Paulo,
Brasil, 2016),
https://www.academia.edu/28435219/A_Global_Pentecostal_Theological_Methodology_Worship_Witness_and_Work
; Steven J. Land, Pentecostal Spirituality: A Passion for the Kingdom (Cleveland, TN: CPT Press, 2010); Kenneth J. Archer, “A
Pentecostal Way of Doing Theology: Method and Manner,” International Journal of Systematic Theology 9, no. 3 (July 2007):
301–14; Christoper A. Stephenson, “Pentecostal Theology According to the Theologians: An Introduction to the
Theological Methods of Pentecostal Systematic Theologians” (PhD Dissertation, Marquette University, 2009).

1
lenguas, distingue al movimiento pentecostal sin embargo no es su esencia.4 Bien es cierto que la
práctica de hablar en lenguas es muy vinculada con los pentecostales. Aunque se ha hecho un
esfuerzo en estudiar los aspectos teológicos del pentecostalismo, la concentración en la glossolalia ha
reducido en cierta medida su análisis teológico.5
Por otro lado, el entendimiento cristológico, conocido como el evangelio quíntuple6 a saber,
Jesús como salvador, santificador, sanador, bautizador y rey que viene, se ha convertido en la
narrativa teológica del pentecostalismo.7 Asimismo, el pentecostalismo, también, busca transformar
la realidad social reconociendo las necesidades de las comunidades marginadas.8 De la misma forma,
el impacto del pentecostalismo dentro de las comunidades pobres del mundo ha levantado las voces
de aquellos y aquellas que experimentan diferentes tipos de opresión. El teólogo y pastor Darío
López Rodríguez lo dibuja muy bien en su obra: Pentecostalismo y misión integral: Teología del Espíritu,
teología de la vida, donde sostiene que la función del pentecostalismo conlleva una misión integral.
Según el teólogo López en la misión integral del pentecostalismo no hay espacio para separar el
compromiso social y la espiritualidad.9 Dicho de otro modo, la espiritualidad pentecostal tiene que
apuntar no sólo a la comunidad de creyentes, sino a la comunidad fuera del espacio eclesiástico
donde pertenece y está incrustada.
Dentro del marco de la comunidad pentecostal latina en los Estados Unidos, esta
presentación busca analizar primeramente la importancia de la espiritualidad y adoración a Dios en
tierra extraña. Asimismo, observar la espiritualidad pentecostal de los latinoamericanos en la
diáspora estadounidense como un elemento de integración a través del culto de adoración
pentecostal. Por último, la adoración y la espiritualidad del latino llevan en sí mismo una particular
expresión de liberación causada por el Espíritu. Con el fin de ver sus implicaciones e identificar
distintivos de la espiritualidad pentecostal hispana, consideraremos algunas propuestas de
importantes teólogos pentecostales hispanos que servirán como termómetro del entendimiento


Eldin Villafañe, Introducción al pentecostalismo: Manda fuego Señor (Austin, TX; Nashville, TN: AETH; Abingdon
4

Press, 2012), 19–20.


5 Dayton, Raíces teológicas del pentecostalismo, 4.
6 Kenneth J. Archer, “The Fivefold Gospel and the Mission of the Church: Ecclesiastical Implications and

Opportunities,” in Toward a Pentecostal Ecclesiology: The Church and the Fivefold Gospel, ed. John Christopher Thomas
(Cleveland, TN: CPT Press, 2010).
7 Kenneth J. Archer, The Gospel Revisited: Towards a Pentecostal Theology of Worship and Witness (Eugene, Or: Wipf &

Stock Pub, 2011), xix.


8 See Donald E. Miller and Tetsunao Yamamori, Global Pentecostalism: The New Face of Christian Social Engagement

(Berkeley: University of California Press, 2007), 2. Traducción del autor.


9 Darío López Rodríguez, Pentecostalismo y misión integral: Teología del Espíritu, teología de la vida, Kindle (Lima, Perú:

Ediciones Puma, 2014).

2
acerca de la agencia del Espíritu en la comunidad pentecostal hispana. Esto con el fin de
proyectarnos en la reconstrucción de una neumatología pentecostal hispana vivida en la comunidad
del Espíritu.

Adoración y espiritualidad pentecostal hispana


La iglesia hispana evangélica, en sus diferentes expresiones de fe, ha aprendido a adorar a Dios en
tierra extraña. Si bien es cierto que la espiritualidad es evidente en el cristianismo evangélico, los
pentecostales han jugado un rol particular por su espiritualidad. En efecto, la adoración pentecostal
hispana es una experiencia liberadora. Esta adoración busca crear un diálogo entre el Dios
trascendente y su creación. Aunque, de acuerdo al célebre teólogo-historiador Justo González, es
difícil decir que existe una adoración netamente hispana.10 Porque para González existen tres
distinciones que informan la adoración hispana. Éstas son, (1) la diferencia cultural y lugar de
procedencia, (2) contraste generacional en la comunidad hispana y (3) la comunidad hispana está
dividida por diferentes creencias denominacionales. Estos factores, aunque colaboran en la
formación de una identidad hispana, por otro lado, sirven como una base donde la adoración
hispana cobra un sentido integrador. En otras palabras, la adoración pentecostal hispana es el
resultado del mestizaje11 ocurrido dentro de la comunidad latina. Por otro lado, algunos
componentes de la adoración pentecostal hispana son: la apasionada y espontánea adoración de la
comunidad, las oraciones y peticiones, la lectura intercambiable del Antiguo y Nuevo Testamento,
los coritos, los testimonios, la predicación, y el llamado al altar.12 Nuestra identidad como pueblo,
como hispanos, latinas y latinos en un país extraño, se hace posible, y aún más, por el poder
transformador y liberador de la obra del Espíritu Santo.
Las palabras del teólogo Steven Land con relación a la espiritualidad son muy atinadas
cuando sostiene lo siguiente: “la espiritualidad se define como la integración de las creencias y las
prácticas en los afectos que son evocados y expresados por esas mismas creencias y prácticas”.13

10 Justo L. González, “Hispanic Worship: An Introduction,” in ¡Alabadle!: Hispanic Christian Worship, ed. Justo L.

González (Nashville, TN: Abingdon Press, 1996), 9. Traducción del autor.


11 Virgilio P. Elizondo, Mestizaje: The Dialectic of Cultural Birth and the Gospel, a Study in the Intercultural Dimension of

Evangelization (San Antonio, TX: Mexican American Cultural Center, 1978); Néstor Medina, Mestizaje: (Re)mapping Race,
Culture, and Faith in Latina/o Catholicism, Studies in Latino/a Catholicism (Maryknoll, N.Y: Orbis Books, 2009); Daniel
Orlando Álvarez, “Towards a Pneumatological Hibridez: An Exploration of Mestizaje through the Experience of
Undocumented Immigration” (PhD Dissertation, Regent University, 2014),
http://gradworks.umi.com/35/80/3580159.html.
12 Samuel Solivan, “Hispanic Pentecostal Worship,” in ¡Alabadle! Hispanic Christian Worship, ed. Justo L.

González (Nashville, TN: Abingdon Press, 1996).


13 Land, La espiritualidad pentecostal, 13.

3
Partiendo de la premisa anterior, lo que establece Land está relacionado con las creencias y prácticas
particulares de los pentecostales hispanos en el culto de adoración a Dios. Por otro lado, las
prácticas pentecostales como las peticiones de oración y las presentaciones de visitas son
oportunidades de apertura y atención del culto pentecostal latinoamericano.14
De la misma forma, la espiritualidad del pentecostalismo hispano está muy vinculada con la
obra de la tercera persona de la Trinidad. Es decir, la agencia del Espíritu ha estado presente en la
manifestación de Dios hacia el hombre. Por ejemplo, el teólogo evangélico Clark Pinnock, establece
lo que él llama la “teología del Espíritu”, una teología que aborda el tema de la espiritualidad de
forma global. Sin embargo Pinnock identifica al Espíritu “como persona divina en la trinidad
social”.15 De acuerdo a Pinnock, “Dios se relaciona amorosamente, porque está enraizado en una
comunión divina amorosa.”16 Ciertamente el proceso integrador en la divinidad es un espejo para la
comunidad pentecostal hispana.

El culto como lugar de teología


El pentecostalismo hispano se ha caracterizado por su celebración alegre y espontánea en el culto de
adoración a Dios. De hecho vale la pena recalcar las palabras del teólogo Orlando Costas cuando
señala que “el culto pentecostal es espontáneo, creativo e intensamente participativo”.17 Sin
embargo, el pentecostalismo latino no solo se ha caracterizado por su celebración alegre y
espontánea en el culto de adoración a Dios, sino por su espacio de inclusión al oprimido, al cansado
y desesperanzado del camino. Así pues, el culto pentecostal hispano se convierte en un espacio
especial donde se puede percibir y experimentar la esperanza del hispano. Es en este escenario
cultico donde el Espíritu se identifica y relaciona con el individuo.
Según el teólogo Eldin Villafañe, el culto es el locus theologicus, en otras palabras el culto es la
teología y la teología el culto.18 Además, las expresiones de la espiritualidad del hispano pentecostal,
de acuerdo a Villafañe, “son expresadas en el culto (servicio de adoración) del pentecostalismo


14 Wilmer Estrada-Carrasquillo, “Taking the Risk: The Openness and Attentiveness of Latin American

Pentecostal Worship,” in Toward a Pentecostal Theology of Worship, ed. Lee Roy Martin (Cleveland, TN: CPT Press, 2016).
Traducción del autor.
15 Clark H. Pinnock, Flame of Love: A Theology of the Holy Spirit (Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 1999),

22. Traducción del autor.


16 Ibid., 23. Traducción del autor.
17 Orlando E. Costas, El protestantismo en América Latina hoy: Ensayos del camino (1972-1974) (San José, Costa Rica:

Publicaciones INDEF, 1975), 48–49.


18 Villafañe, Introducción al pentecostalismo, 122.

4
criollo, que es una fiesta (celebración) altamente participativa”.19 Mas contundentemente el culto “es
una adoración o dialogo entre Dios y la humanidad, quienes se comunican verbalmente y no
verbalmente por medio de las numerosas señales, símbolos (y ayes) intercambiados en la comunidad
del Espíritu, la iglesia, aunque no se limita solo a ella. Así el culto es teología, y la teología es culto.”20
El culto pentecostal hispano propicia una espiritualidad comunitaria y oral “cuya declaración de
credo no se encuentra escrita y leída en el culto, sino que se da verbalmente en ‘testimonios’[…] y en
el sermón; ambas son, en esencia, auténticos credos de confesiones teológicas de fe”.21
El culto pentecostal hispano es el espacio donde se crea esa esperanza escatológica de
experimentar el cielo aquí en la tierra. Como resultado, en la mayoría de los casos, el hispano
pentecostal de a pie, el teólogo que florece en la comunidad de fe, no puede explicar teológicamente
su experiencia. De manera que lo que realmente importa para él es la presencia del Espíritu como
elemento esperanzador. En palabras de Mark Cartledge “la Trinidad como vehículo de encuentro
entre la divinidad y el ser humano, es la experiencia inicial subsecuente a la conversión que brinda
comunión con Dios y otros [la comunidad], la cual se extiende más allá de los símbolos tales como la
glossolalia y la sanidad”.22

Orthopathos
El teólogo pentecostal Samuel Solivan en su obra: Espíritu, pathos y liberación: Hacia una teología
pentecostal hispana (The Spirit, Pathos and Liberation: Towards an Hispanic Pentecostal Theology), analiza los
asuntos del sufrimiento divino y sus implicaciones para aquellos que experimentan sufrimiento y
opresión, como la comunidad pentecostal hispana.23 Solivan propone el concepto orthopathos como
un elemento reconcilador entre la orthodoxy (creencia correcto) y la orthopraxis (acción correcta).24 En
su tarea teológica analiza los factores sociales y religiosos que informan la fe del pentecostalismo
hispanoamericano. Para Solivan, el concepto ortopathos sirve como interlocutor entre la comunidad
pentecostal hispana, que por un lado es una iglesia en sufrimiento y opresión limitada socialmente,
sin embargo, llena del Espíritu. De hecho el entendimiento neumatológico hispanoamericano “la


Ibid., 103.
19

Ibid., 122.
20
21 Ibid., 103.
22 Mark J. Cartledge, Testimony in the Spirit: Rescripting Ordinary Pentecostal Theology (Burlington, Vt.: Ashgate, 2010),

99–100. Traducción del autor.


23 Samuel Solivan, Spirit, Pathos and Liberation: Toward an Hispanic Pentecostal Theology, Journal of Pentecostal

Theology Supplement Series 14 (Sheffield, England: Sheffield Academic Press, 1998), 10. Traducción del autor.
24 Ibid., 11. Traducción del autor.

5
personalización del Espíritu Santo juega un papel importante para la afirmación y la autoestima de
nuestro pueblo, así como para la potenciación de la iglesia para hacer frente al reto de la diversidad
como base de la unidad cristiana”.25
El orthopatos sugerido por Solivan busca entender el issue que existe por el sufrimiento de la
comunidad pentecostal hispana. Solivan plantea el concepto orthopathos “como un tipo de crítica,
teológica y de primera mano comprometida con la realidad bíblica, teológica y social del sufrimiento
de las comunidades marginadas”.26 Además aunque Solivan no critica la ortopatia sugerida por Land,
si argumenta que la ortopatia y el orthopathos, juntos comprenden un entendimiento más integrador
de la espiritualidad pentecostal en su contexto social y neumático.27 Desde una perspectiva
pentecostal hispana, el orthopathos – sufrimiento transformativo – no es posible sin la obra eficaz del
Espíritu Santo en la vida del creyente y su comunidad. El concepto orthopathos se emplea como
punto de coyuntura y vía de liberación para una comunidad que caminan en un contexto diferente.
En otras palabras, una comunidad pentecostal hispana que ha sido desplazada a una nueva realidad
de vida a través del Espíritu encuentra una esperanza liberadora.

Divino Compañero: El Cristo neumático


En medio de una jornada de celebración, por un lado, y de opresión, por otro lado, la comunidad
pentecostal hispana ha encontrado un Divino Compañero que les acompaña en sus luchas
cotidianas. El teólogo y pastor pentecostal Sammy Alfaro propone una cristología pentecostal
hispana en su obra Divino Compañero: Hacia una cristología pentecostal hispana.28 De acuerdo a Alfaro, la
espiritualidad del pentecostalismo se ha caracterizado por una adoración y experiencia
cristocéntrica.29 Como mencionamos anteriormente, la normatividad del pentecostalismo descansa
en su entendimiento particular de Jesús concretamente evidenciado en el evangelio quíntuple. Sin
embargo, para Alfaro esta cristología experimentada por la comunidad pentecostal hispana se vive,
respira y camina en la presencia de Jesús en el poder del Espíritu.30


25 Samuel Solivan, “The Holy Spirit – Personalization and the Affirmation of Diversity: A Pentecostal Hispanic

Perspective,” in Teología En Conjunto: A Collaborative Hispanic Protestant Theology, ed. José David Rodriguez and Loida I.
Martell-Otero (Louisville, KY: Westminster John Knox Press, 1997), 63. Traducción del autor.
26 Solivan, Spirit, Pathos and Liberation, 11. Traducción del autor.
27 Ibid., 13.
28 Ver Sammy Alfaro, Divino Compañero: Toward a Hispanic Pentecostal Christology, Princeton Theological

Monograph Series 147 (Eugene, OR: Pickwick Publications, 2010).


29 Ibid., 4.
30 Ibid., 4–5.

6
Conjuntamente, esta cristología del Espíritu proporciona un modelo cristológico que no sólo
es útil para usar la comprensión de la persona y obra de Jesús, sino también es un instrumento para
templar algunos de los excesos que se han traducido en el cristianismo pentecostal y carismático
cuando un énfasis en el Espíritu exagerado se hace hincapié en contraste con temas cristológicos.
No obstante, Alfaro propone una cristología del Espíritu para establecer un paradigma en la teología
hispana y lo hace con un fuerte énfasis en la cristología vivida por el pentecostalismo. En efecto,
Alfaro no separa del todo la neumatología de la cristología, porque la cristología del Espíritu está
orientada en una reflexión teológica sobre el rol del Espíritu Santo para una cristología enraizada en
la espiritualidad de la comunidad pentecostal hispana.

Conclusión
Esta presentación abordó algunos distintivos de la espiritualidad pentecostal hispana. La
espiritualidad pentecostal hispana, en su forma de hacer teología, es un espacio de reflexión y vida de
la comunidad de creyentes. Ahora bien, la teología hispana, en general, se focaliza en el sufrimiento,
opresión y búsqueda de liberación social de la comunidad hispana. Ordinariamente, la teología
hispana atiende a un contexto social más que teológico, porque el hispano está en desventaja social
con el resto de la sociedad americana. En la espiritualidad pentecostal hispana el tema
neumatológico es atendido como paradigma ético social. En otras palabras, atiende más la
problemática de liberación en la sociedad. Dicho de otra manera, el Espíritu Santo es interpretado
como el agente liberador. Hemos visto el culto como lugar de teología, como espacio de
reconciliación y dialogo con el Dios verdadero. Aunque Solivan, teológicamente, basa la
neumatología hispana en el concepto del orthopathos (sufrimiento), a mi entender, está vinculado con
Villafañe por medio de la comunidad hispana marginada. Por otro lado, Alfaro, presenta una
Cristología del Espíritu que no abandona la persona del Espíritu Santo.
Desde mi lectura, los teólogos pentecostales analizados han mostrado mayor interés en lo
social que lo teológico. Desde la realidad de la comunidad hispana, no se puede descuidar lo social ni
lo teológico porque Dios habita en sociedad. Los dos puntos convergen. Sin embargo, los distintivos
de la espiritualidad pentecostal hispana deben descansar en la actividad libre del Espíritu Santo. En
otras palabras, la iglesia pentecostal hispana, aunque no puede obviar estar inmersa en un contexto
diaspórico, debe basar su neumatología en el rol del Espíritu más que desde un contexto social.
Además, los tres teólogos no solo concurren en la necesidad de una teología de justicia, sino en una
neumatología liberadora que produce en el creyente una espiritualidad dinámica, viva y arraigada en

7
la obra del Espíritu. No obstante, el desafío de vivir la fe y practicar la espiritualidad pentecostal en
un contexto en específico, provee nuevas formas de identificar distintivos que sirvan en la
construcción y narrativa teológica del pentecostalismo hispano. ¡Que el Espíritu continúe soplando!

Bibliografía
Alfaro, Sammy. Divino Compañero: Toward a Hispanic Pentecostal Christology. Princeton Theological
Monograph Series 147. Eugene, OR: Pickwick Publications, 2010.

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8
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