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Es una fría mañana de invierno en las oficinas centrales de uno de los bancos más
importante del país cuando una noticia shock llega a Recursos Humanos. Leonardo “El León”
Barrantes, el ejecutivo de cuentas claves más exitoso en la historia del banco, ha renunciado
a la edad temprana de 43 años. Ha decidido dedicarse a escribir libros de autoayuda financiera
a tiempo completo, ya que anteriormente había publicado exitosamente algunos títulos
polémicos como “Estudia donde quieras: La mentira sobre los ranking de universidades y
los MBA” y “Las personas que escriben libros de autoayuda son más exitosos que quienes
leen libros de autoayuda”.
El equipo gerencial del banco ahora enfrenta el difícil reto de reemplazar a quien
pensaban irremplazable, ya que incluso una de sus cuentas de inversión exclusivas1 fue
llamada “Barrantes-ONE”, en honor a su estrella. Dos candidatos son preseleccionados por
RRHH. El primero es Roberto Pérez García, Argentino de 43 años egresado de Economía y
Finanzas de la Universidad Sudamericana de Crecimiento2, quien ha manejado cuentas
similares los últimos 15 años y tiene como hobbies el jugar ajedrez, la historia y el fútbol. La
segunda Vanessa Romero Brescia, Peruana de 28 años graduada de Gestión y Administración
de la Universidad del Nuevo Mundo3, además de un reciente MBA en Harvard (lo cual
consistentemente menciona) pero con únicamente dos años de experiencia en cuentas de
inversión. Ella tiene como hobbies el tenis, jugar golf y viajar.
1
Éstas cuentas están destinadas únicamente a clientes que puedan invertir más de S/1,000,000
2
Considerada en el puesto 473 del ranking de América Economía, obteniendo 1042 puntos
3
Considerada una de las mejores 50 universidades latinoamericanas del ranking de América Economía,
obteniendo 1355 puntos
1
Facultad de Gestión y Alta Dirección
GES 204 – MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN CUANTITATIVA
lo cual es esencial en un ejecutivo de cuentas clave. También, él hace resaltar que Vanessa
está ligada a dos de las familias más influyentes del país.
Por otro lado, Leonardo, al ser la estrella de la compañía, fue también consultado por
su opinión para su reemplazo. Nacido en el seno de una familia de clase media baja, no tuvo
la oportunidad de estudiar en una universidad cara ni maestrías. Sin embargo, su rendimiento
permitió que fuera escalando posiciones en diferentes bancos, ganando cada vez más clientes
y cuentas, lo que representó para él jugosos bonos y comisiones. Su posición a favor de
Roberto es muy clara y muchos del equipo gerencial la comparten:
“Por mi experiencia te puedo decir que tener una maestría no marca la diferencia.
Incluso, la universidad donde estudias no importa, la edad tampoco. Las maestrías de las
escuelas top son solo una forma de quitarle más dinero a los profesionales. Deberían
contratar a una persona con más experiencia sin dejarse impresionar por donde haya
estudiado, qué cartones acumule o su apellido, y yo soy el mejor ejemplo de ello”
Es una decisión tan importante que todo el mundo tiene una opinión propia sobre el
tema, así que deciden preguntar la tuya, debido a que eres analista de selección de personal.
En este momento recuerdas que en tu trabajo anterior se dio una situación similar y, tras
recolectar algo de datos, utilizaron un modelo econométrico para resolver la situación en base
a quien, en teoría, tenía mejor rendimiento en su cartera.
Tras algunos minutos de buscar entre tus correos antiguos (¡felizmente guardaste la
data de tu trabajo anterior y de tu curso de metodología cuantitativa!), llegas a encontrar el
reporte enviado a tu exjefe junto con la base de datos. La cual presenta las siguientes
variables:
2
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