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1. Derecho Civil.

a) Origen y evolución: En Roma, de acuerdo con el carácter de la raza y de la


cultura el derecho positivo asumió una forma muy clara y concreta, y
tomó el nombre de derecho civil (jus civile), es decir, derecho de la
ciudad (civitas), o mejor dicho, de los ciudadanos (civiles). Esto equivalía
a lo que ahora llamaríamos derecho nacional, pues el concepto de ciudad
correspondía allí al de nación y Estado. El derecho civil (jus civile), por su
carácter práctico y coercitivo se oponía al derecho de gentes (jus gentium)
y al derecho natural (jus naturale). Comprendía, no solamente lo que hoy
apellidamos derecho civil, sino también el público, el penal, el mercantil,
etc., o sea, todo el conjunto del derecho positivo. Los romanos
distinguieron dos categorías en el derecho civil: el público (publicum) y el
privado (privatum), pero esto no motivó la formación de dos ramas
diferentes, tanto público como privado, el derecho civil era todo uno. En la
Edad Media, la expresión jus civile ya no significó el derecho de una
ciudad, de un pueblo, sino que significó, nada más y estrictamente, derecho
romano o, mejor dicho, el derecho común de cada pueblo (contemplándose
siempre lo público y lo privado). En la Edad Moderna, el derecho civil dejó
de comprender lo público y lo privado, en sentido unitario, separándose
paulatinamente, las ramas que en fechas más o menos recientes
constituyeron el derecho público, hasta quedar el derecho civil como
derecho esencialmente privado.

b) Definición y ubicación: El derecho civil es el conjunto de normas e


instituciones destinadas a la protección y defensa de la persona, de la
familia y de la propiedad, de las cosas o bienes, y de los fines que son
propios de éstas, así como del régimen de las sucesiones y de las
obligaciones y contratos, además de cierto número de nociones generales
y comunes a todas esas instituciones especiales. Consta de las siguientes
grandes ramas: 1) Derecho de la persona: capacidad, estados civiles,
derechos de la personalidad, nacimiento, muerte y domicilio, entre otras
materias. 2) Derecho de familia: matrimonio, unión de hecho, parentesco,
filiación, adopción, patria potestad, alimentos entre parientes, tutela,
patrimonio familiar, Registro Civil. 3) Derechos reales: bienes, propiedad,
posesión, usucapión, usufructo, uso, habitación, servidumbres, hipoteca,
prenda, Registro de la Propiedad. 4) Derecho de sucesiones: testamento,
herencia, legados, sucesión intestada. 5) Derecho de obligaciones y
contratos: teoría general de las obligaciones y de los contratos, contratos
en particular (promesa, opción, mandato, sociedad civil, compraventa,
permuta, donación entre vivos, arrendamiento, mutuo, comodato,
depósito, obra o empresa, servicios profesionales, fianza, renta vitalicia,
loterías y rifas, apuestas y juegos, transacción, compromiso). Por

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consiguiente, al derecho civil lo podemos ubicar dentro la sistemática
jurídica como perteneciente al Derecho Privado.

c) Códigos Civiles de 1877, 1933 y 1963: El derecho civil de Guatemala se ha


inspirado fundamentalmente en las ideas del plan romano - francés,
contenidas en su mayoría en el Código de Napoleón (24-03-1804), con
determinadas variantes. El Código Civil de 1877 estaba dividido así: Libro I
(De las personas), que se quiso sustituir el 30-06-1926 mediante el decreto
número 921, lo cual no ocurrió; Libro II (De las cosas, del modo de
adquirirlas y de los derechos que las personas tienen sobre ellas); y, Libro
III (De las obligaciones y contratos). El Código Civil de 1933 estaba dividido
así: Libro I (Personas); Libro II (Los bienes); Libro III (Modos de adquirir la
propiedad); y, Libro IV (De las obligaciones y contratos), que no era más
que el Libro III del Código de 1877 que quedó íntegramente vigente. El
Código Civil de 1963, que actualmente nos rige, está dividido así: Libro I
(De las personas y de la familia); Libro II (De los bienes, de la propiedad y
demás derechos reales); Libro III (De la sucesión hereditaria); Libro IV (Del
Registro de la Propiedad); y, Libro V (Del derecho de obligaciones –de las
obligaciones en general y de los contratos en particular–).

2. Persona.

a) Definición: Se dice que la palabra persona (latín: per = mucho, y sono =


sonar) originalmente significaba máscara, representación, investidura,
relacionada siempre con las representaciones teatrales. La mayoría de
autores coinciden en atribuirle origen romano. En suma, persona es el
reconocimiento que las normas jurídicas hacen del ser humano o de los
entes resultantes de su asociación, otorgándoles capacidad para el goce y
ejercicio de sus derechos y obligaciones.

b) Clasificación: Desde el punto de vista jurídico existen dos clases de


personas: 1) La persona jurídica individual (natural o física); y, 2) La
persona jurídica colectiva (sociales, morales, colectivas o abstractas). La
primera consiste en el conjunto de deberes jurídicos y de derechos
subjetivos atribuidos o imputados a un determinado sujeto humano. La
segunda la veremos más adelante (punto 9 del presente trabajo).

3. Personalidad.

a) Definición: Es la investidura jurídica que surge por el nacimiento de una


persona, o aun antes (ciertos efectos de la concepción), y otorgada por el
derecho objetivo, al darse los requisitos para su existencia como tal.

b) Teorías para determinar cuándo principia la personalidad: 1) Teoría de la


concepción: que se basa en el principio de que la personalidad se inicia

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desde el momento de la concepción, es decir, desde el momento en que
se da existencia a un nuevo ser humano por medio de la fecundación. 2)
Teoría del nacimiento: que expone que en el momento en que la criatura
nace, es el momento en que principia la personalidad (esta teoría estaba
consagrada en el artículo 1° del Proyecto de Código Civil presentado por el
Lic. Federico Ojeda Salazar). 3) Teoría de la viabilidad: agrega esta teoría,
al hecho físico del nacimiento, el requisito de que el nacido tenga
condiciones de viabilidad, de que sea viable, es decir, que haya nacido con
aptitud fisiológica para seguir viviendo fuera del vientre materno, por sí
solo. 4) Teoría ecléctica: que trata de conjugar las teorías anteriores. En
su expresión más generalizada, fija el inicio de la personalidad en el
momento del nacimiento, reconociendo, desde la concepción, derecho al
ser aún no nacido, bajo la condición de que nazca vivo. Otra tendencia,
dicho con distintas palabras, otra modalidad de esta teoría exige, además
del nacimiento, las condiciones de viabilidad, que el ser sea viable, apto
para seguir viviendo.

c) Teoría que adopta nuestro Código Civil: El artículo 1° del Código Civil
expone que: “La personalidad civil comienza con el nacimiento y termina
con la muerte; sin embargo, al que está por nacer se le considera nacido
para todo lo que le favorece, siempre que nazca en condiciones de
viabilidad”. Podría decirse que nuestro código acepta una teoría ecléctica,
puesto que expone la teoría del nacimiento al decir que la “personalidad...
comienza con el nacimiento”; a su vez, la de la concepción al señalar que
“al que está por nacer se le considera nacido para todo lo que le
favorece”; y, por último, la de la viabilidad el resaltar que al ser que está
por nacer y le favorece un derecho será investido con personalidad jurídica
siempre y cuando “nazca en condiciones de viabilidad”. Es menester hacer
notar que la redacción en el Proyecto era mucho más clara y acertada al
aceptar la teoría del nacimiento, que en la actualidad tiende a predominar.

d) Conacencia: La ley parte del supuesto general de que nazca un solo ser
humano, varón o mujer, después del proceso de la gestación. Empero, en
realidad no es nada raro que nazcan dos o más personas de un mismo
parto (doble o múltiple), y tengan vida propia cada una, lo cual sucede
aun en el caso del nacimiento de siameses. En especial para efectos
hereditarios, es importante determinar si existe o no, legalmente,
procedencia en cada uno de esos nacimientos. Sin embargo, como bien lo
apunta el Lic. Ojeda Salazar, “desaparecida la institución del mayorazgo
en las legislaciones contemporáneas, carece de mayor importancia
determinar la prioridad del nacimiento, pues no se reconocen derechos
superiores ni privilegios al hijo mayor o primogénito; todos gozan de los
mismos derechos”. Es por ello que nuestro Código Civil, en su artículo 2°,
expone que: “Si dos o más nacen de un mismo parto, se consideran iguales
en los derechos civiles que dependen de la edad”.

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e) Comorencia: Así como el nacimiento ocurrido en un mismo parto puede ser
de dos o más personas (conacencia), puede ocurrir, por hecho accidental o
premeditadamente provocado que dos o más personas fallezcan en y por
causa del mismo (comorencia). Así, pues, nuestro Código Civil, artículo 3°,
establece que: “Si dos o más personas hubiesen fallecido de modo que no
se pueda probar cuál de ellas murió primero, se presume que fallecieron
todas al mismo tiempo, sin que se pueda alegar transmisión alguna de
derechos entre ellas”.

f) Regulación legal: Todo lo relativo a la personalidad civil o jurídica está


regulado en los artículos 1°, 2°, 3°, 399 y 400 del Código Civil vigente,
contenido en el Decreto – Ley Número 106 del Jefe del Gobierno de la
República.

4. Capacidad e incapacidad civil de las personas individuales.

Capacidad

a) Definición: Es la aptitud para ser titular de facultades y deberes.

b) Clasificación: La capacidad jurídica puede ser de dos clases: 1) Capacidad


de goce o de derecho: es la facultad que las normas jurídicas reconocen a
la persona jurídica individual para poder adquirir deberes y derechos.
Capacidad que vista aisladamente constituye una parte de la capacidad
total, ya que está limitada al goce y no al ejercicio directo. La capacidad
de goce se adquiere desde el momento de la concepción del nuevo ser y se
mantiene, generalmente, como única hasta que se cumpla la mayoría de
edad (véase el artículo 8° del Código Civil). 2) Capacidad de ejercicio, de
hecho o de obrar: es el reconocimiento legal para el ejercicio directo de
los deberes y facultades, que generalmente se adquiere con la mayoría de
edad, la cual es común obtenerla entre los 18 y 21 años –para nuestra
legislación es a los 18 años– (véase el artículo citado anteriormente).

c) Causas modificativas de la capacidad: Son circunstancias determinantes de


la capacidad: el sexo (ahora, por la evolución de las instituciones jurídicas,
sin mayor relevancia, salvo los casos de capacidades relativas, en que a
la mujer se le habilita a más temprana edad para contraer matrimonio, por
ejemplo); la edad (que es determinante para fijar la mayoría de edad
y autorizar a los menores para la celebración de ciertos actos); la
nacionalidad (también ahora sin mayor importancia para los efectos civiles,
a no ser en ciertos casos de excepción: los extranjeros no pueden ser
propietarios o poseedores de los bienes inmuebles a que se refiere el
artículo 123 de la Constitución Política de la República de Guatemala,
obligada publicidad del matrimonio que desean contraer en el

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país según el artículo 96 del Código Civil); el domicilio (uno de cuyos
efectos principales es el de precisar el lugar o lugares en que se han de
cumplir las obligaciones); el parentesco (que generalmente da lugar a
ciertas prohibiciones: marido y mujer no pueden celebrar contratos de
compraventa entre sí, o determina el orden de la prestación de alimentos
o de la sucesión intestada, por ejemplo); y, enfermedades físicas y
mentales (estas últimas, en especial, pueden tener relevancia cuando
alcanzan a constituir causa de incapacitación).

Incapacidad

a) Definición: Es el defecto o falta total de capacidad, de aptitud legal para


ejercer derechos y contraer obligaciones.

b) Clasificación: Al igual que la capacidad, la incapacidad puede ser: 1)


Incapacidad de goce: que no es más que la prohibición legal o la ineptitud
personal que priva de poder ser titular de determinado derecho. Así, la
indignidad constituye incapacidad para gozar de la sucesión. 2) Incapacidad
de ejercicio: es la imposibilidad jurídica de ejercer directamente el
derecho del cual se es titular, que requiere para su efectividad un
representante legal o la asistencia de determinada persona.

c) Declaración judicial del estado de interdicción: Es el estado de una persona


a quien judicialmente se ha declarado incapaz, privándola de ciertos
derechos, bien por razón de enfermedad mental, congénita o adquirida, que
la despoja de discernimiento o por abuso de bebidas alcohólicas o de
estupefacientes, si la persona se expone ella misma o expone a su
familia a graves perjuicios económicos. Esta declaración se tramita a
través del proceso judicial especial, en jurisdicción voluntaria, denominado
“declaratoria de incapacidad”, de conformidad con lo establecido en los
artículos 406 al 410 del Código Procesal Civil y Mercantil.

d) Regulación legal: Todo lo relativo a la capacidad o a la incapacidad se


encuentra regulado en los artículos 8° al 14, 81, 94, 218, 259, 303 y 1619
del Código Civil; 150 del Código de Trabajo; y, 143, 406 al 410 del Código
Procesal Civil y Mercantil.

5. Estado civil.

a) Definición: Es la situación en que se encuentra la persona, dentro de la


sociedad, en relación con los diferentes derechos o facultades y

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obligaciones o deberes que le atañen. Toda persona jurídica individual
tiene un estado civil, comprendiendo como tal a la relación que guarda ésta
con la familia (soltero, casado, padre, hijo, abuelo, etc.), con el Estado
(nacional o extranjero) y consigo misma (capaz o incapaz).

b) Características: 1) Significado personal: incluso cuando se deriva de


instituciones con propios principios (por ejemplo: matrimonio, filiación,
nacionalidad), pues afecta a la capacidad de obrar. Cada persona ha de
ser encajada en alguna de las casillas que contienen los distintos tipos de
estado, para saber el trato jurídico que le corresponde. 2) Su regulación se
considera de orden público: se hace mediante disposiciones imperativas,
que excluyen fundamentalmente la autonomía de la voluntad. 3) Ha de
tener eficacia general: la que se procura ordenando y facilitando la
inscripción de todos los hechos concernientes al estado civil de las personas
y haciendo posible su conocimiento a cualquier interesado.

c) Medios de comprobación: De conformidad con lo regulado en el primer


párrafo del artículo 371 del Código Civil las “certificaciones de las actas
del Registro Civil prueban el estado civil de las personas”.

d) Posesión notoria de estado: La posesión de estado no es más que el conjunto


de circunstancias de hecho que poseen valor de derecho en relación con el
estado civil de las personas. Así, pues, nuestro Código Civil, artículo
223, establece que: “Para que haya posesión notoria de estado se
requiere que el presunto hijo haya sido tratado como tal por sus padres o
los familiares de éstos y que, además, concurra cualquiera de las
circunstancias siguientes: 1° Que hayan proveído a su subsistencia y
educación; 2° Que el hijo haya usado, constante y públicamente, el apellido
del padre; y, 3° Que el hijo haya sido presentado como tal en las relaciones
sociales de la familia”.
e) Acciones del estado civil: La expresión acciones de estado debería, en
realidad, referirse a la facultad de toda persona para exigir el
reconocimiento de cualesquiera de los estados que conforme a la ley pueda
tener (por ejemplo: estado de nacionalidad, estado de libertad). No
obstante, se acepta en el derecho civil restringiéndola a ciertos aspectos
del estado de familia, denominándolas generalmente acciones del estado
civil. En ese orden de ideas, la acción de estado no es más que la acción
procesal típica del derecho de las personas y de familia y que sirve para
dilucidar el estado de las personas. Las acciones del estado civil son las
que tienen por objeto las cuestiones relativas al nacimiento, defunción,
matrimonio o nulidad de éste, unión de hecho, filiación, reconocimiento de
preñez, tutela, adopción, divorcio y separación, patrimonio familiar y
ausencia; en segundo lugar para modificar, rectificar o anular los actos del
Registro Civil; y, en tercero para garantizar, impedir o restituir en el goce
a los poseedores de un estado.

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6. Identificación de la persona:

a) El nombre: La identificación de la persona (aparte de los rasgos naturales


que la caracterizan), se obtiene mediante el nombre, que es el medio de
individualizarla en las relaciones familiares y sociales, así como en las
jurídicas. En ese orden de ideas, el artículo 4° del Código Civil, reformado
por el artículo 1 del Decreto Número 38-95 del Congreso de la República,
en la parte conducente de su primer párrafo expresa que: “La persona
individual se identifica con el nombre con que se inscriba su nacimiento
en el Registro Civil,...”. Sin embargo, es menester aclarar que el nombre,
por sí solo, no cumple su objeto fundamental: identificar, sin lugar a
dudas, a la persona, dado, por ejemplo, que pueden existir varias personas
con los mismos nombres propios y apellidos (homónimos). Es por ello que
se han ideado sistemas complementarios de identificación, utilizándose,
aislada o conjuntamente, huellas digitales y fotografías, y en algunas
oportunidades, números. En Guatemala, la cédula de vecindad y el
pasaporte son documentos que la ley acepta como medios para identificar
a una persona, y se ha generalizado la práctica de aceptar con ese objeto
la licencia de conducir. La ley también permite como sistema
complementario de identificación de una persona, dos testigos conocidos
por el notario y, por ende, de la persona que interviene en el instrumento
público (véase el artículo 29, numeral 9, del Código de Notariado; así
como la Ley de Cédula de Vecindad y su reglamento).

b) Origen y definición: En épocas remotas, el nombre constaba de una sola


palabra (por ejemplo: Noé, Abraham, Ciro, Nabucodonosor), y no era
transmisible ni significaba nexo familiar alguno. Los romanos idearon y
regularon un sistema completo (quizá el más completo) del nombre, que
consistía en integrarlo de la siguiente manera: prenombre (nombre propio
o de pila), nombre (especie de apellido común) y conombre (segundo
nombre), utilizado por la escasez de prenombres masculinos.
Posteriormente, al desaparecer el imperio romano, volvió a utilizarse el
sistema de un solo nombre. En la época moderna, el nombre propio y los
apellidos constituyen la esencia de cada sistema. Los nombres propios
(Juan, María, José, Inés, por ejemplo) surgieron como denominaciones
aisladas. Los apellidos, en cambio, surgieron como derivaciones de nombres
propios (Rodríguez, de Rodrigo; López, de Lope), por referencia a ciudades
o regiones (Madrid, Valencia, Galicia), a colores (Blanco, Moreno), a
minerales (Mármol), a plantas (Olivares, Olmo), a características personales
(Calvo, Izquierdo, Lerdo) o por otra clase de referencias (Cuevas, Bosque,
Peña, León), sin que sean escasos los apellidos de cuya derivación se
desconoce el origen. Ahora bien, diremos que nombre, en sentido amplio,
engloba el nombre propio y los apellidos, está constituido por el conjunto
de palabras con las que, en el plano jurídico y con carácter oficial, se
identifica y designa a cada persona. En

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sentido estricto —conocido también como nombre propio— individualiza a
la persona, distinguiéndola en su caso de los restantes hijos de los mismos
padres. El nombre de la persona es el que se otorgue al nacido, el que se
imponga en el momento de la inscripción de nacimiento. La elección se
deja al libre arbitrio de las personas con potestad para imponerlo, siempre
que no dificulte la identificación de la persona. De modo excepcional, se
puede instar el cambio de nombre propio, requiriéndose para ello una
causa justificada y que no provoque perjuicio a terceros. Así, pues, el
Código Civil en su artículo 4°, reformado por el artículo 1 del Decreto
Número 38-95 del Congreso de la República, nos explica que el nombre “se
compone del nombre propio y del apellido de sus padres casado o del de
sus padres no casados que lo hubieren reconocido. Los hijos de madre
soltera serán inscritos con los apellidos de ésta. Los hijos de padres
desconocidos serán inscritos con el nombre que les dé la persona o
institución que los inscriba”. Lo interesante de la reforma es que,
erradicando todo tipo de discriminación y en concordancia con el principio
constitucional de igualdad, ahora permite a la madre soltera inscribir a su
hijo menor de edad con sus dos apellidos, evitando así lo molesto que
resulta decir la famosa frase “de único apellido”.

c) El sobrenombre y seudónimo: El sobrenombre, alias o apodo, se caracteriza,


a diferencia del seudónimo como veremos más adelante, en que por regla
general es impuesto a determinada persona por otra u otras, en expresión
que se generaliza, casi siempre con el objeto de poner de manifiesto una
característica personal o cierta actividad a la cual se dedica quien recibe
el sobrenombre (por ejemplo: el manco, el cojo, el chato). Por su parte,
el seudónimo (etimológicamente, falso nombre) es una autodenominación
distinta del nombre verdadero, del nombre legal; es un nombre especial
creado y popularizado por impulso propio. No siempre consiste el
seudónimo en uno o varios nombre y apellidos; puede consistir en simples
iniciales o en designación especial que viene a ser en realidad un
sobrenombre autoimpuesto. Generalmente, el seudónimo es utilizado por
los hombres de letras y los artistas, y en menor grado por deportistas y
políticos (por ejemplo: Salomé Jil cuyo verdadero nombre era José Milla
y Vidaurre, o Charlie Sheen cuyo verdadero nombre es Carlos Irwin
Estévez).

d) Escuelas que explican la naturaleza jurídica del nombre: 1) Institución de


policía civil: es el criterio de Planiol, quien pone énfasis en la
obligatoriedad del nombre. Esta designación oficial es una medida que se
toma tanto en interés de la persona como en interés de la sociedad a que
pertenece. La ley lo establece, más que en interés de la persona, en
interés general, y es para ella una institución de policía, la forma obligatoria
de la designación de las personas. Por supuesto, la palabra policía ha de
entenderse, no en el sentido corriente, sino como poder que tiene el Estado
para utilizar medios que le permitan un adecuado control

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del estado civil de las personas que nacen en su territorio, y en ciertos
casos fuera de él. 2) Derecho de propiedad: en virtud que el nombre
pertenece a la persona a quien se le ha asignado (nombre propio) o por la
ley le corresponde (apellido); no obstante que otra u otras tengan el
mismo nombre, que también les pertenece, es lógico que sea considerado
como un derecho de propiedad, exclusivo e inviolable. Las expresiones mi
nombre, su nombre, parecen afianzar esta opinión. 3) Atributo de la
persona: así es considerado por quienes opinan que la persona no es un
concepto creado por el derecho, sino preexistente a éste, que no hace
más que admitirlo, y reconocer sus cualidades características. 4) Derecho
de familia: esta opinión adhiere el nombre a la familia que lo usa, no
importando, o, dicho en otra forma, sin tener relevancia la repetición del
mismo en otra u otras familias, porque la filiación es determinante para su
uso exclusivo, por lo cual viene a ser el signo interior distintivo del elemento
del estado de las personas que resulta de la filiación.

e) Características: 1) Oponible erga omnes: su oponibilidad contra todos, o,


en otras palabras, ser exclusivo de la persona que lo usa para identificarse
(sin perjuicio, como antes quedó expuesto, de la posibilidad de homónimos,
que a su vez pueden ejercitar el mismo derecho en lo que a ellos
concierne). 2) No tiene estimación pecuniaria: es decir, su inestimabilidad
en dinero. 3) Expresa una relación familiar: aunque excepcionalmente
puede no suceder así, como en el caso de cambio de nombre y de los
expósitos a quienes se les da un apellido distinto al que les corresponde.
4) Su obligatoriedad: si no determinante en cuanto al uso del mismo, dados
los casos de uso público de nombre distinto al inscrito en el registro, sí en
lo concerniente a la obligación de registrar el nombre asignado. 5) Su
inmutabilidad: en cuanto a su objeto. 6) Imprescriptible: es decir, que no
se puede prescribir. 7) Intransmisible: por acto entre vivos, ha de
entenderse.

f) Cambio de nombre e identificación de persona: Expresa nuestro Código Civil


en su artículo 6° que: “Las personas no pueden cambiar sus nombres sino
con autorización judicial. La persona a quien perjudique un cambio de
nombre, puede oponerse a la pretensión del solicitante en la forma que
dispone el Código Procesal Civil y Mercantil”. Para el trámite del cambio
de nombre deberá seguirse en jurisdicción voluntaria judicial o notarial
(véanse los artículos 401 al 405, 438 y 439 del Código Procesal Civil y
Mercantil; y, 1 al 7, 18 al 20 de la Ley Reguladora de la Tramitación Notarial
de Asuntos de Jurisdicción Voluntaria); sin embargo, si el trámite se hace
en la vía judicial la solicitud se deberá presentar ante un Juez de Primera
Instancia del Ramo Civil, de conformidad con el artículo 24 del CPCYM.
Ahora bien, sigue expresado el Código Civil, artículo 5°, modificado por el
artículo 1° del Decreto-Ley Número 72-84, que: “El que constante y
públicamente use nombre propio o apellido distinto del que consta en su
partida de nacimiento, o use incompleto su nombre, u omita

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alguno de los apellidos que le corresponden, puede establecer su
identificación por medio de declaración jurada hecha en escritura
pública, por la misma persona si fuere mayor de edad o por sus padres
que ejercieren la patria potestad. También podrá hacerse por cualquiera
que tenga interés en la identificación conforme el procedimiento
establecido por el Código Procesal Civil y Mercantil”. La norma transcrita
es clara, ya que si la identificación es realizada por la misma persona o
sus representantes legales –si fuere menor de edad–, ésta deberá constar
mediante declaración jurada hecha escritura pública ante notario hábil;
empero, si la identificación es hecha por cualquier persona que tenga
interés en la misma, ésta se hará a través del proceso especial de
jurisdicción voluntaria, ya sea en la vía judicial o en la vía notarial (véanse
los artículos 24, 401 al 405, 440 al 442 del CPCYM). El primer caso
se conoce en la práctica como Identificación de la propia persona o,
simplemente, Identificación de persona, y el segundo caso se conoce
también en la práctica como Identificación de un tercero o, llanamente,
Identificación de tercero.

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ORIGEN Y ESENCIA DEL ESTADO Y EL DERECHO:

Definición:
Derecho proviene del término latino directum, que significa “lo que está
conforme a la regla”. El derecho se inspira en postulados de justicia y constituye
el orden normativo e institucional que regula la conducta humana en sociedad.
La base del derecho son las relaciones sociales, las cuales determinan su
contenido y carácter. Dicho de otra forma, el derecho es un conjunto de normas
que permiten resolver los conflictos en el seno de una sociedad

 DIVERSAS CONCEPCIONES SOBRE EL ORIGEN DEL DERECHO

La Concepción Idealista del Derecho


El idealismo es la familia de teoría Filosóficas que afirman la primicia de las
ideas o incluso su existencia independiente.
Un sinónimo es el inmaterialismo.
Del idealismo existen dos variantes principales: El Objetivo y El Subjetivo.

Idealismo Objetivo:
Sostiene que las ideas existen por sí mismas y que solo podemos aprenderlas o
descubrirlas, representantes del idealismo objetivo son: Platón (realismo
idealista o platónico), Leibniz, Hegel, Balzano, Dilthey y Frege.

La concepción idealista se divide de la siguiente manera: Origen Divino, voluntad


del pueblo, encarnación de la idea eterna de justicia, vivencias psicológicas
expresión de conducta de los gobernantes en sus acciones administrativas y
judiciales. La idea en general de los idealistas es proteger el régimen de la
propiedad privada y favorecer a la explotación y la concentración de la riqueza
en pocas manos.

Para la concepción idealista lo que determina todo es el espíritu y pone en


segundo lugar la materia.

a) Características:
Se atiende creencias, carácter espiritual, todo es creación de Dios.
Ideas, dogmas, en un ser divino, Ejemplo: Los diez mandamientos, lo
determinante es el espíritu.
Ocultan la esencia de clase del Estado y del Derecho.
b) Critica:
Se ignoran condiciones económicas de la sociedad.

No consideran la existencia de estas clases antagónicas y la lucha entre clases.


El idealismo se basa en la existencia de Dios sobre todas las cosas, ley divina, ley
natural, derecho externo, universal, Divino Inmutable (No cambia).

Derecho Natural:

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El derecho natural posee como principio primario la conservación de la vida, y
como secundarios el derecho de alimentarse, el derecho a defenderse.
Como critica a este derecho otras escuelas defienden que este derecho está
alejado de los aspectos políticos y económicos.
La expresión Derecho Natural hace referencia a una corriente de pensamiento
jurídico presente por más de 25 siglos. Su idea fundamental es la existencia de
un Derecho anterior a cualquier norma jurídica positiva, es decir, de origen
humano, denominado precisamente Derecho Natural.

El Derecho Natural, no requiere ser producto de un determinado procedimiento


previamente establecido para la creación de normas jurídicas. El Derecho Natural
es esencial a la naturaleza humana, y no creación del hombre.

Sto. Tomas de Aquino dice: Es ley eterna: Universo como creación de Dios. Ley
Natural: Acercamiento del hombre. Ley Natural a la Ley Eterna o Ley Divina: Los
designios de Dios (Mandamientos).

Tenemos que tener claro que lo seguidores de la corriente idealista ignoran o no


le dan importancia a elementos igual de importantes como lo son:

a) las condiciones económicas de la sociedad.


b) la existencia de las clases antagónicas y la lucha entre éstas.

Concepción Idealista: Modernamente se le llama METAFISICA, esta corriente se


funda de carácter espiritual. El origen del Estado y el Derecho es de carácter
Divino.
Idealismo Subjetivo:

Sostiene que las ideas solo existen en la mente del sujeto: que no existe un
mundo externo autónomo. Representantes del idealismo subjetivo son: Descartes
(en ocasiones), Berkeley, Kant, Fichte, Mach, Cassirer y Collingwood.

La principal característica del idealismo subjetivo es que todo gira alrededor del
sujeto cognoscente (ser pensante que realiza el acto del conocimiento). Y
existen, a su vez, dos variantes. La versión radical sostiene que el sujeto
construye el mundo: no existen cosas por sí mismas sino que sólo existen cosas
para nosotros (constructivismo). Según esta concepción, la naturaleza no tiene
existencia independiente, lo cual entra en desacuerdo con todo lo que sabemos
sobre el mundo antes de la aparición de los seres humanos. En cambio, la versión
moderada «afirma que las cosas son del color del cristal con que se miran». La
ciencia y la tecnología no aprueban ninguna versión del idealismo, pues ambas
suponen el mundo externo y por eso lo exploran y lo modifican. Cuidado: el
simple aserto de que las ideas son importantes no lo califica de idealista. Casi
todo los materialistas y realistas admiten la existencia e importancia de las
ideas, solamente niegan su autoexistencia.

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Origen del Estado y el Derecho corriente materialista
El materialismo es una corriente filosófica que en oposición al idealismo,
resuelve el problema cardinal o fundamental de la filosofía acerca de la relación
entre el pensar y el ser, entre el espíritu y la naturaleza, postulando que, la
materia es lo primario y la conciencia y el pensamiento, son consecuencia de
ésta, a partir de un estado altamente organizado.
Asimismo esta concepción resuelve otro aspecto acerca de la relación del
pensamiento humano y el mundo que lo rodea y la cognosibilidad de ese mundo.
Según esta concepción, el mundo es material y existe objetivamente,
independientemente de la conciencia. La conciencia y el pensamiento se
desarrollan a partir de un nivel superior de organización de la materia, en un
proceso de reflejo de la realidad objetiva.
Sostiene, además, que la materia no ha sido creada de la nada, que existe en la
eternidad y que el mundo y sus regularidades son cognoscibles por el hombre, ya
que es posible demostrar la exactitud de ese modo de concebir un proceso
natural, reproduciéndolo nosotros mismos, creándolo como resultado de sus
mismas condiciones y además poniéndolo al servicio de nuestros propios fines,
dando al traste con la "cosa en sí, inasequible".
La oposición entre el enfoque materialista y el enfoque idealista es una de las
polémicas filosóficas más antiguas y persistentes. En el siglo XVII el término
«materialismo» se solía usar principalmente en el sentido de representaciones
físicas acerca de la materia. En ese sentido las ciencias naturales modernas
tienen un enfoque completamente materialista.
Desde comienzos del siglo XIX, por influencia del materialismo histórico, el
término pasa a usarse también en contexto de las ciencias sociales. En ese
sentido el materialismo se refiere a varios marcos teóricos que buscan las causas
de los procesos históricos y el cambio cultural en causas materiales. Para este
materialismo de tipo histórico las causas últimas de los fenómenos sociales están
determinadas por factores materiales y rechaza explícitamente las explicaciones
en las que intervienen factores sobrenaturales, tomando como un hecho la
irrelevancia científica de Dios, de espíritus y de una supuesta inteligencia del
mundo en el devenir histórico. De acuerdo con el materialismo, las causas
últimas deben buscarse en factores medibles o aprehendibles empíricamente.
Aunque históricamente el materialismo histórico se popularizó en el seno del
marxismo, donde sigue siendo un tema principal, se encuentran antecedentes
anteriores a Marx. Actualmente está presente en antropología, teoría de la
historia o sociología, haciendo que el materialismo histórico englobe a toda una
serie de elaboraciones teóricas no necesariamente marxistas. Fuera del campo
del marxismo, el materialismo de tipo histórico es la hipótesis de que los rasgos
definitorios de las sociedades humanas y la evolución histórica de las mismas ha
estado determinada por factores materiales (tecnología disponible, sistema de
producción, características geográficas y climáticas). Debido al intento de
establecer las ideas del materialismo histórico de modo independiente a la
versión marxista del mismo, se han acuñado términos nuevos como: materialismo
cultural, funcionalismo ecológico, determinismo geográfico, determinismo
económico, y otros, que pueden ser considerados como concepciones materiales

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de la Historia. Diversos autores académicos como Jared Diamond o Marvin Harris
han tratado en detalle la evolución histórica de extensas áreas geográficas, y
tratando de explicar rasgos definitorios de la sociedad a partir de factores
materiales, señalando que este tipo de factores son los preponderantes cuando
se trata de entender la evolución de las sociedades y las civilizaciones.
EL Derecho es producto del desarrollo de la sociedad, de su cultura. No hay mas
Derecho, que el derecho escrito (del Hombre) defiende el Derecho del Hombre.
Formación económica social: es el vínculo establecido entre uno o más modos de
producción y su correspondiente supraestructura.
Relaciones Sociales: Políticas, De Producción, Jurídicas, Distribución. Ideas:
Filosofía, Intercambio, Cultura, Consumo, Educación, Religioso.

Superestructura
Conjunto de elementos de la vida social dependientes de la infraestructura. En
este conjunto se incluyen la religión, la moral, la ciencia, la filosofía, el arte, el
derecho y las instituciones políticas y jurídicas.

La tesis básica del materialismo histórico es que la superestructura depende


de las condiciones económicas en las que vive cada sociedad, de los medios y
fuerzas productivas (infraestructura). La superestructura no tiene una historia
propia, independiente, sino que está en función de los intereses de clase de los
grupos que la han creado. Los cambios en la superestructura son consecuencia de
los cambios en la infraestructura. Esta teoría tiene importantes consecuencias:
· por una lado, la completa comprensión de cada uno de los elementos de la
superestructura sólo se puede realizar con la comprensión de la estructura y
cambios económicos que se encuentran a su base;
· por otro, la idea de que no es posible la independencia de la mente
humana, del pensamiento, respecto del mundo económico en el que están
inmersas las personas, lo que puede fomentar un cierto relativismo.
En el caso de la filosofía, ello quiere decir que la historia de la filosofía no
puede ser una historia interna del pensamiento (algo así como la historia de
cómo unos sistemas filosóficos dan lugar a otros); es preciso apelar a algo
externo a ella misma, como es la economía, para comprender la propia filosofía.
Las teorías filosóficas son consecuencia de las circunstancias económicas y de la
lucha de clases en la que está inmersa la sociedad en la que vive cada filósofo.

El hombre la sociedad y el derecho

El hombre es un ser social, como dijo aristóteles " El hombre es un animal social,
solo puede desarrollar su esencia humana viviendo en sociedad, para vivir aislado
tendrá que ser algo menos o algo más, un Dios”.
El animal en un ecosistema en equilibrio, se comporta siempre de la misma

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manera pues actúa de acuerdo a su programación genética: Leyes naturales.
(Esfera del ser )
El ser humano, en su esfera socio cultural, se rige por las normas sociales de
conducta (esfera del deber ser ).

COSTUMBRE
Costumbre es un hábito o tendencia adquirido por la práctica frecuente de un
acto. Las costumbres de la vida cotidiana son distintas en cada grupo social,
conformando su idiosincrasia distintiva, que, en el caso de grupos definidos
localmente, conforman un determinado carácter nacional, regional o comercial.
Las costumbres son formas de comportamiento particular que asume toda una
comunidad y que la distinguen de otras comunidades; como sus danzas, fiestas,
comidas, idioma o artesanía.

DERECHO CONSUETUDINARIO
También llamado usos o costumbres, es una fuente del Derecho. Son normas
jurídicas que no están establecidas en ninguna ley pero se cumple porque en el
tiempo se ha hecho costumbre cumplirla; es decir, en el tiempo se ha hecho uso
de esta costumbre que se desprende de hechos que se han producido
repetidamente, en el tiempo, en un territorio concreto. Tiene fuerza y se
recurre a él cuando no existe ley (o norma jurídica escrita) aplicable a un hecho.
Conceptualmente es un término opuesto al de Derecho escrito.

 DIVERSAS CONCEPCIONES SOBRE LA ESENCIA DEL DERECHO

Derecho como justicia

Los doctrinarios aparentemente se han puesto de acuerdo al concebir como fines


del derecho a la justicia, el bien común y la seguridad jurídica. Sin embargo, hay
autores como Gustav Radbruch, que estiman a la justicia como uno de los valores
supremos de toda sociedad.

Hans Kelsen sostiene que el derecho persigue esencialmente la realización de la


justicia, como fin-valor primordial que subsume a los demás fines-valores
derivados de éste; como lo son la libertad, la igualdad, la vida, el interés y el
amor por la nación, la seguridad económica y la seguridad o certeza jurídica.

Se tiene que dejar claro que el derecho y la justicia no siempre tienen que ir de
la mano, no siempre se encuentran juntos, ni son sinónimos. Más bien la justicia
es el fin primario del derecho y no necesariamente coincidirán siempre.

Derecho como sistema normativo o sistema jurídico

UnknownEl derecho se expresa a través de normas, pero no se debe confundir

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con el sistema normativo ni con el orden que de ellas emana. Las normas
jurídicas junto con las morales, las religiosas y los convencionalismos sociales
forman un complejo normativo que regula la actividad humana. Las normas son
reglas de comportamiento o conducta, porque imponen deberes y confieren
derechos. De este modo, la obligatoriedad es algo inherente a toda norma, y no
solamente a las jurídicas. El derecho no es solo este conjunto de normas, sino
que el las engloba.

Las normas jurídicas son además bilaterales, externas, heterónomas y coercibles.


Sus características permiten diferenciarlas de otras normas. Las normas jurídicas,
al mismo tiempo que imponen deberes jurídicos u obligaciones, confieren
derechos subjetivos o facultades; tratan de mandar de un determinado modo la
conducta externa del hombre; se aplican a toda la sociedad independientemente
de su voluntad, e implican la posibilidad de exigir su cumplimiento incluso de
manera no espontánea al hacer uso de la fuerza pública.

Hay que recalcar que el derecho es más que solo un sistema normativo, tiene un
alcance más amplio y no debe limitarse a solo un sistema normativo. El sistema
normativo si es parte importante del derecho pero no es el todo.

Derecho como orden social u orden jurídico

El derecho se refiere indudablemente a la vida humana en sociedad: es un


fenómeno social, y como tal un producto cultural. Por tanto, al derecho se le ha
identificado con el orden social o cultural imperante. La esencia del hombre
como ser social presupone forzosamente la existencia de la sociedad, y el
derecho es un elemento indispensable para coordinar y regular la coexistencia y
convivencia de los hombres en sociedad al imponer un cierto orden. En este
sentido, Julièn Bonnecase destaca “que la vida social no se concibe sin el
derecho, que es una condición de su existencia, porque la vida social exige
orden, y el derecho, por definición, representa el orden”.

Es necesario referirnos a la situación de que algunos autores identifican al


sistema jurídico con el orden jurídico.

Hay tres grandes corrientes que En explican el derecho y son: el iusnaturalismo,


el iusformalismo y el iusrealismo. Cada una de estas escuelas tiene su propia
conceptualización del derecho. En este sentido, nos limitamos a reconocer las
diferentes metodologías empleadas por ellas y a ubicar los elementos que cada
una resalta: valor, norma y hecho, respectivamente.

No es necesario juzgar las anteriores corrientes ni estar del lado de alguna


porque al final de cuentas no ayudan al estudio de diferentes posturas para
entender el concepto de derecho y podemos observar que cada una tiene su
particular concepción y conceptualización del derecho. Lo verdaderamente
trascendental es percibir no sólo la existencia de varias corrientes sino también

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las diversas metodologías utilizadas. Cada una de estas escuelas analiza al
derecho desde una óptica que apunta a una perspectiva diferente del mismo
fenómeno. Al iusnaturalismo le interesan los “valores”, al iusformalismo las
“normas”, y al iusrealismo los “hechos”. En este sentido, resulta inobjetable que
cada una de estas perspectivas tiene sus aciertos y sus errores al considerar
distintos aspectos del mismo fenómeno.

Resultaría imposible intentar realizar la unificación de estas tres teorías para la


realización de un solo concepto de derecho, ya que cada una lo analiza desde un
punto de vista diferente por lo cual podríamos caer en una confusión.

Normalmente los juristas tratan de explicar una definición de derecho en lugar


de llegar a la realización de una. Pero es necesario mencionar y advertir el error
de proseguir con la utilización de la palabra `derecho’ para referirse a distintas y
muy variadas facetas del fenómeno jurídico: como ciencia del derecho o ciencia
jurídica; como derecho subjetivo o deber jurídico; como norma o ley; como
justicia; como sistema normativo o sistema jurídico; y como orden social u orden
jurídico.

Explicar la concepción del derecho según las distintas metodologías empleadas


por las tres principales corrientes de la filosofía jurídica: No obstante, cada una
da prioridad a un elemento: el iusnaturalismo al valor natural o justo, el
iusformalismo a la norma vigente o formal, y el iusrealismo al hecho eficaz o
real.

Reconocer los aciertos y desaciertos de cada concepción, y considerar que no se


excluyen, ni se implican. Por lo cual, deben concurrir en un mismo objeto de
estudio, en la idea de un derecho ideal que está formado por un derecho natural
o intrínsecamente justo, por un derecho vigente o formalmente válido, y por un
derecho eficaz o realmente aplicado, cumplido u observado en la sociedad.

La filosofía del derecho se ocupa o busca estudiar que es el derecho y que vale el
derecho, para esto es importante señalar las principales corrientes de la filosofía
y de la ciencia jurídica, pues de la visión de lo jurídico buscaremos dar distintas
definiciones de derecho.

El derecho como hecho es ante todo un producto de la sociedad; un conjunto de


convenciones que los seres humanos crean y a las que les otorgan obligatoriedad
con el principal fin de hacer posible la convivencia entre ellos. Los hechos
sociales condicionan el contenido y sentido de las normas jurídicas, pero también
éstas, al ser acatadas o no, contribuyen a modificar el ambiente social. Esta
dimensión social del derecho se refiere tanto a la conducta de los individuos,
como a la propia organización de la sociedad. La sociedad va variando, esto
depende de diversos factores, ya sea la época etc, por lo cual las normas se
tienen que ir adaptando a estos hechos sociales que pueden ser contextos muy
diferentes.

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Pero el derecho no es solo hecho social y norma, ya que las acciones que los
individuos consideramos como jurídicas, así como los enunciados normativos que
las regulan, implican también una dimensión valorativa; la cual está compuesta
por una serie de creencias y convenciones que en un momento histórico
determinado los individuos compartimos acerca de lo válido o no válido, lo
adecuado o lo inadecuado, lo aceptable o lo inaceptable. Parafraseando a
Manuel Atienza, podemos decir que los valores son los predicados con los cuales
calificamos a ciertas cosas, conductas o situaciones; así, de una acción decimos
que es justa o injusta, parcial o imparcial, legítima o ilegítima. Las normas
jurídicas se construyen para tutelar o fomentar las conductas deseables y, en
cambio, desmotivar la comisión de las indeseables. Por ello se dice que en toda
norma subyace un valor ético. Pero como ya lo he mencionado anteriormente, la
definición de validez tiende a la subjetividad por lo que es difícil llegar a la
unificación de lo que es válido. Es por esto que la valoración normativa es un
buen tema a tratar ya que forma parte fundamental del derecho, la forma de
calificar los diferentes elementos puede ir variando. Si las normas jurídicas se
hacen para fomentar las buenas conductas y castigar las malas, no hay una
respuesta exacta para lo que todos digan que es bueno y que es malo, por
ejemplo para alguien puede ser bueno algo pero eso no significa que lo tenga que
ser para todos por igual.

Reuniendo los tres elementos tenemos la siguiente definición: Derecho es “el


hecho u obra humana, que contiene la forma de una normatividad coercitiva, y
que intencionalmente pretende la realización o puesta en práctica de las
exigencias de unos valores específicos”.

De éste modo, si consideramos al derecho como una realidad compleja


compuesta por múltiples facetas, resulta claro que debe ser estudiado desde
diferentes disciplinas, las que hacen uso de métodos propios para poder abordar
los diversos aspectos que comporta el derecho en tanto objeto de estudio, ya
que por otra parte el derecho es un tema muy amplio y resultaría difícil
estudiarlo y entenderlo por completo usando un solo método. Otra cuestión
importante es la forma en que se enseña el derecho, resulta difícil decir que en
las escuelas de derecho aprender todo, o logras abarcarlo por completo,
normalmente solo se enseña el derecho positivo y a interpretar las leyes pero el
derecho en sí comprende mucho más que solo eso.

El derecho debe de concebirse de diferentes maneras, porque cada persona


piensa diferente, lo cual da una pluralidad de ideas y eso también ayuda a
ampliar el estudio del derecho, lo cual logra hacerlo más interesante, y el
derecho puede adoptarse de la manera que cada quien crea más pertinente o
que se adecúe a su forma de pensamiento. Eso es algo en lo que podemos hacer
énfasis, que el derecho resulta sumamente interesante por la gran diversidad de
formas de verlo y nosotros creemos que es válida cada teoría que se dé sobre
este, siempre y cuando se tenga fundamentos para poder mencionar cada una de

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las posturas que se decidan tomar.

 FUENTES DE DERECHO

CONCEPTO DE FUENTES

Las fuentes del Derecho, son todo tipo de norma, escrita o no, que determina
que tan vinculado se encuentra el comportamiento de los ciudadanos y de los
poderes de un Estado o comunidad, estableciendo reglas para la organización
social y particular y las prescripciones para la resolución de conflictos. En
general, cuando se habla de fuentes del derecho, se refiere a todas aquellas
reglas que integran el marco normativo, que imponen conductas positivas o
negativas (de hacer o no hacer) a los habitantes de un Estado.

El conjunto de las fuentes del Derecho es muy heterogéneo. La jerarquía de las


fuentes hace que en la llamada pirámide normativa, la cúspide de nuestro
Derecho se encuentre ocupada por la Constitución, como norma de normas. Bajo
ella, rigen las normas que cuentan con carácter de ley formal, mientras que en la
base de dicha pirámide hallamos los reglamentos.

Por ley se entiende la norma escrita de carácter general emanada de un


Parlamento; la costumbre es la reiteración de conductas aceptadas por la
sociedad por gozar de obligatoriedad jurídica; y los principios generales del
Derecho son las reglas comunes, muchas veces no escritas, que una comunidad
entiende que rigen toda la realidad jurídica y que informan y dan valor a todo el
ordenamiento (como la irretroactividad de normas sancionadoras, la defensa de
los derechos humanos, la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos
o la presunción de inocencia). En nuestro sistema jurídico no es fuente del
Derecho la jurisprudencia o doctrina emanada de la reiteración de decisiones
judiciales en un mismo sentido.

Por otra parte, las distintas ramas del Derecho (civil, penal, administrativo,
internacional…) cuentan con un sistema propio de fuentes. Destaca el caso del
Derecho penal, donde no existe la costumbre y sólo se aplica la constitución y la
norma penal con rango de ley orgánica, con el fin de establecer las garantías
necesarias de protección de los ciudadanos. En Derecho administrativo, la
costumbre juega un reducidísimo papel, limitado a la organización de la sociedad
y bienes de comunidades rurales (uso por los vecinos de tierras y montes
comunales), a la vez que prima la ley ordinaria, desarrollada por innumerables
reglamentos.

Además, las fuentes del Derecho pueden emanar de la distinta organización


territorial. Cada uno de ellos cuenta con su propio sistema de fuentes y juega

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con el resto de los ordenamientos de un modo diferente.

Decimos entonces que "fuentes del Derecho" son los hechos, actos, doctrinas o
ideologías que resultan determinantes para la creación, modificación o
sustitución del Derecho, tanto desde su perspectiva histórica, como de los
mecanismos necesarios para la producción de nuevas disposiciones jurídicas que
se adecuen a los jueces, los legisladores, los funcionarios administrativos.
Inclinando su voluntad en un sentido determinado en el acto de crear normas
jurídicas.

 CLASES DE FUENTES

Clasificación de las fuentes del Derecho


Son muchas las clasificaciones que se ofrecen de las fuentes del Derecho, entre
ellas se tiene:

Fuentes Materiales y Reales.

Fuentes escritas y no escritas.

Fuentes Históricas y Vigentes.

Fuentes Formales.

Fuentes Materiales y Reales.

Son los problemas que surgen de la realidad histórica de cada pueblo y que son
regulados por el Derecho, es decir, son los factores y elementos que determinan
el contenido de las normas jurídicas como aquellos factores políticos, sociales, y
económicos que contribuyen a la formación del derecho y que deben ser tomados
en cuenta por los legisladores para crear normas jurídicas.

Por ejemplo en Venezuela, la aparición de la riqueza petrolera a principios del


siglo XIX fue la "fuente material o real "de las leyes de hidrocarburos que fue
dictada en 1910 (ya derogada).

Fuentes escritas y no escritas.

Las fuentes del Derecho pueden ser también: escritas y no escritas. Entre las
primeras están los escritos de diversa índole, que se conservan en archivos y
bibliotecas. Las segundas corresponden a las fuentes arqueológicas y la
costumbre. En general:

Las fuentes escritas, también se conocen como fuentes directas, y se dan de esta
manera cuando encierran en sí las normas jurídicas aplicables (ley, costumbre).

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Se refiere a las fuentes jurídicas según que estas contengan la norma en sí
mismas. Serán directas las que contienen: la Constitución, la ley, los
reglamentos, las ordenanzas, etc.

Las fuentes no escritas, también conocidas como racionales o indirectas, se


presentan cuando, sin contener en sí mismas las normas jurídicas, ayudan a
interpretarlas, aplicarlas, producirlas, coadyuvan a su explicación y sirven para
su conocimiento. Tales por ejemplo: jurisprudencia, doctrina, principios
generales del Derecho, analogía y equidad.

Fuentes Históricas:

Son documentos históricos que hablan o se refieren al Derecho. En la antigüedad


estos documentos eran muy diversos (papiros, pergaminos, tablillas de arcilla en
las que algunos pueblos estampaban sus leyes y contratos). Se refiere a las
fuentes jurídicas según su aplicación en el tiempo. Serán vigentes las fuentes
positivas actuales que no han sido derogados por otra ley o el reglamento que no
ha sido substituido por otro.

Serán históricas las fuentes que han perdido su vigencia y se sitúan en la historia
del Derecho Positivo. Es el caso de la recordada Ley de Hidrocarburosde 1945.
También del Hábeas Iuris Civile, compilación Justinianea de la cual arrancan
importantes instituciones jurídicas que han tomado desarrollo a través de los
siglos.

Fuentes Formales:

Se definen por ser "aquellos hechos o actos a los cuales se les atribuye una
específica aptitud para crear normas jurídicas. Se considera que la fuentes
formales son las mismas directas. Pero, se les dá esta denominación
pretendiendo aludir a dos aspectos:

A la fuerza o poder creador, por ejemplo: El Poder Legislativo.

A la forma misma de la creación de ese poder, en el ejemplo: La ley. Para


algunos tratadistas solamente la ley es fuente formal del Derecho (Aguilar
Gorrondona. Derecho Civil, Personas, 4ta.Edición, Universidad Católica Andrés
Bello).

Para otros, las fuentes formales son únicamente: La ley y la costumbre. Este
sector doctrinal ha logrado imponer dicha opinión, no obstante, que de acuerdo
con la definición, serian también formales: La doctrina y la jurisprudencia. La
primera, que es la obra de los estudiosos y la segunda, que es el producto del
trabajo en los tribunales.

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 HISTORICAS

Fuentes históricas son aquellos documentos, inscripciones, papiros, libros, etc,


que encierran el texto de una ley o conjunto de leyes.

Son documentos que contienen la información del derecho vigente en otra época,
en base en los cuáles nos inspiramos para crear una determinada ley o institución
jurídica, por ejemplo: las leyes de indias, el código de Hamurabi, la declaración
de los derechos del hombre y el ciudadano de 1789, etc.

En un principio, con fuente histórica del derecho se hacia referencia a la ley y


aquellos compendios de normas que tuvieron vigencia en un momento
determinado. Sin embargo, con el tiempo, distintas corrientes del derecho
incluirían dentro de las fuentes directas a la costumbre, las sentencias judiciales
y la doctrina jurídica.
Podemos establecer la siguiente clasificación de las fuentes históricas del
derecho:

Por su relación con el Historiador


Directas:
El historiador es autor de lo que escribe
Si fue testigo de lo que afirma
Si fue contemporáneo de ese hecho
Indirectas:
Emanan de estudios hechos generalmente con base en fuentes directas
Por su inmediatez:
Permiten conocer de primera mano el dato histórico-jurídico que se investiga.

Por su naturaleza:
En su tiempos fueron fuentes formales del Derecho, es decir; Ley, costumbre,
jurisprudencia

En razon de su presentación
Gráficas
No gráficas

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 REALES

Se denominan fuentes reales o materiales a todos los fenómenos naturales y


sociales que dan origen a la norma jurídica, y que determinan el contenido de la
misma; tales fenómenos son: el medio geográfico, el clima, las riquezas
naturales, las ideas políticas, morales, religiosas y jurídicas del pueblo, etc. Es
mediante las fuentes reales, que puede apreciarse la forma en que derecho tiene
su origen y analizar los factores que son tomados en cuenta para redactar el
contenido de las normas, es decir, son los eventos que hacen necesarios la
creación de las disposiciones de derecho. Las fuentes reales son aquellas
situaciones que forjan el funcionamiento de cada sociedad y que se ven
reflejados en normas jurídicas, por lo que son estas situaciones las que
determinan su contenido y alcance.

En un sentido material son fuentes del derecho aquellas instituciones con


facultad para crear normas jurídicas, tales como: el poder legislativo, a través de
las Cortes Generales y de los Parlamentos o Asambleas Legislativas de las
Comunidades Autónomas.

El autor García Máynez señala que las fuentes reales deben ajustarse a las
fuentes formales, ya que éstas son “el cauce por donde corren y se manifiestan
las primeras”. En otras palabras, en el supuesto de que una sentencia judicial o
costumbre no se ajuste al marco jurídico aplicable necesario para tener validez
jurídica, no serán reconocidas por el derecho, o en su caso no surtirán efectos.

Un ejemplo de fuente real del derecho es la revolución mexicana que tubo como
consecuencia la redacción de los artículos 27 Constitucional donde se consagran
la propiedad y repartición de tierras y articulo 123 Constitucional donde se
plasman los derechos básicos del trabajador.

Las fuentes reales tienen un origen principalmente sociológico, y pesar de


constituirse por fenómenos complejos es posible clarificarlo de la siguiente
forma:
Factores de significación ideal: Consiste en ideas de carácter político, moral,
religioso, económico, etc.
Factores de significación real: Son aquellos fenómenos y acontecimientos de
carácter heterogéneo –políticos como pueden ser las revoluciones, guerras o
terrorismos, o de caracter social como puede ser una crisis migratoria, o el indice
de criminalidad, tambien lo son los acontecimientos económicos como una crisis
energética o la inflación, al igual que alteraciones en el clima, o desastres
ecológicos, siempre y cuando influyan, de forma directa en el contenido de las
normas jurídicas.

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