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A

Abrigo termométrico: Caseta de madera de color blanco colocada sobre soportes a una altura de 1,20
metros del suelo con las paredes de persiana para facilitar la ventilación. En su interior se colocan los
instrumentos meteorológicos de forma que, al estar a la sombra, la lectura de los resultados no se vea
afectada por la exposición directa del Sol y de los vientos.

Actividad Convectiva: Movimiento ascendente del aire provocado principalmente por el calentamiento
de la radiación solar en la superficie terrestre. Este fenómeno origina la formación de nubes de tipo
cúmulos, las que se pueden convertir en cumulunimbos si la convección es muy fuerte. Dan lugar a
nubes de desarrollo vertical, causantes de todas las tormentas.

Advección: Movimiento horizontal de una masa de aire producido por el campo de velocidades de la
atmósfera. Por lo general este término es referido al transporte de propiedades de la masa de aire
como temperatura, presión y humedad.

Aerosfera: Término con el que se designa a toda la envoltura gaseosa que rodea a la Tierra
comprendiendo tanto la troposfera como la estratosfera. Se empleó este término debido a que algunos
autores utilizaban la palabra atmósfera únicamente para indicar la capa inferior de la envoltura
gaseosa si bien este último término es el más aceptado corrientemente para designar a todo el
conjunto.

Aguanieve: Tipo de precipitación en la que el agua alterna dos estados, teniéndose una mezcla de
agua congelada y agua líquida.

Aire: Mezcla de diversos gases, en ausencia de polvo y de vapor de agua, cuya proporción se mantiene
constante hasta una altura aproximada de 20 Km. Los principales componentes son el nitrógeno y el
oxígeno con una proporción del 78 y el 21 %, respectivamente; en el 1% restante se incluyen gases
como: ozono, vapor de agua, anhídrido carbonizo (CO2) y algunos gases nobles (argón, radón, etc.).

Aire Contaminado: Aire que contiene partículas de suspensión de polvo, humo, microorganismos, o en
concentraciones relativamente elevadas.

Aire Húmedo: Se denomina al aire que contiene una humedad relativa por encima del 80%.

Aire Saturado: Es la masa de aire que contiene la cantidad máxima de vapor de agua posible para una
temperatura y una presión dadas, es el 100% de humedad.

Alisios: Son vientos relativamente constantes en dirección y velocidad que soplan en ambos
hemisferios, desde los 30° de latitud hacia el ecuador con dirección noreste en el hemisferio norte y
sudeste en el hemisferio sur, desviados lógicamente por la fuerza de Coriolis.

Alta Presión: Distribución del campo de presión atmosférica en donde el centro presenta una presión
mayor que la que existe a su alrededor y a la misma altura; también denominada como Anticiclón. En
un mapa isobárico, se observa como un sistema de isobaras cerradas, de forma aproximadamente
circular, los vientos giran en el sentido de las agujas del reloj. Este fenómeno provoca subsidencia en
la zona donde se posa, por lo que favorece tiempo estable. Destacan los anticiclones térmicos por aire
pesado, que hace que se configuren auténticos “desiertos” meteorológicos.

Altitud: Es la distancia vertical, dada principal en metros o pies entre un punto situado en la
superficie terrestre o en la atmósfera y el nivel medio del mar.

Altura: Es la distancia vertical entre dos puntos situados a altitudes diferentes.


Análisis Sinóptico: Estudio atmosférico utilizando para ello la información meteorológica generada en
una determinada región y aplicando conceptos de masas de aire, frentes, ciclones, etc.

Anemómetro: Instrumento meteorológico destinado para cuantificar la velocidad o fuerza del viento
en superficie.

Amplitud térmica anual: diferencia entre la media del mes más cálido y la del mes más frio.´

Amplitud térmica diaria: Oscilación o diferencia entre las temperaturas máxima y mínima diarias.

Arcoiris: Fotometeoro que se produce por la refracción de los rayos solares en las gotas de agua
suspendidas en la atmósfera, y esta compuesto por siete colores.

Atmósfera Terrestre: Es la capa gaseosa que envuelve a la tierra, esta formado por la combinación de
muchos gases como el vapor de agua, ozono, anhídrido carbonizo. La atmósfera se divide en varios
estratos:

Aurora Boreal: Se produce en las capas altas de la atmósfera en las latitudes polares. Se produce por
el choque de partículas cargadas eléctricamente emitidas por el sol contra el campo magnético de la
tierra. Cuando se presenta en el hemisferio norte se le llama Aurora Boreal, en el hemisferio sur se le
llama Aurora Austral.

Azimut: Angulo medido horizontalmente respecto al norte geográfico.

Baja Presión: Es un conjunto de isobaras cerradas en el cuál la presión mínima se localiza en el


centro. La circulación es en sentido contrario a las agujas del reloj. Este fenómeno provoca la
ascensión del aire, por lo tanto provoca mecanismos de convección, por tanto da lugar a gran
nubosidad y precipitaciones. En definitiva tiempo inestable.

Barómetro: Instrumento meteorológico utilizado para medir la presión atmosférica. Encontramos


barómetros aneroides, a modo de cápsulas, o barómetros tradicionales, el de Torricelli.

Borrasca: Las borrascas se asocian normalmente con vientos fuertes y elevación atmosférica. Esta
elevación suele producir cielo cubierto, debido al gradiente térmico cuando el aire se satura.

Brisa de Mar: Viento local, que tiene lugar en las proximidades de las costas, desde el mar hacia
tierra, con velocidades máximas de 20 km/h. La causa de este este viento es la diferencia del
calentamiento entre la superficie del mar y de la tierra, por la radiación solar.

Brisa de Montaña: Viento local que sopla desde la montaña hacia el valle durante la noche. Se genera
debido al enfriamiento nocturno por radiación terrestre, que actúa más rápidamente sobre la montaña
que sobre el valle, pues las laderas tienden a perder el calor del día más rápidamente.

Brisa del Valle: Es el viento local que sopla desde el valle hacia la montaña durante el día. Se genera
debido al mayor calentamiento de la montaña respecto del valle, pues la radiación solar es mucho
mayor en las laderas por su mayor inclinación.

Bruma: Suspensión de partículas de polvo muy pequeñas en la atmósfera, lo suficientemente


numerosas para dar al aire un aspecto opaco. También conocida como calima.

Burbuja cálida: Denominación que a veces reciben las 'gotas' de aire cálido en altura aisladas en
latitudes relativamente altas.
Burbuja fria: Denominación que a veces reciben las “gotas” de aire frio en altura aisladas en latitudes
relativamente bajas.

Calma: Es el resultado de vientos prácticamente imperceptibles, por debajo de los dos nudos marinos.

Canícula: son los días de la temporada del año en que es más fuerte el calor, tanto en el hemisferio
Sur como en el Norte. Coincide con el solsticio de verano, el 21 de junio, cuando al amanecer, el sol
nace por un punto situado en la eclíptica / ecuador celeste, con el mayor alejamiento de un punto
central. Indicando el momento en que se halla más lejos del ecuador terrestre.

Ciclogénesis: Proceso atmosférico por el cual se desarrolla una intensa tempestad tropical en una
fuente de calor tropical (o 'núcleo caliente') sobre el océano. Se forma una tremenda perturbación
vertical indicada por un remolino de cúmulos turriformes.

Ciclón: Circulación del aire alrededor de un área central de bajas presiones habitualmente asociada
con tiempo inestable. En latitudes tropicales puede referirse a una tormenta de grandes dimensiones
que no alcanza, sin embargo la condición de huracán.

Circulación Anticiclónica: Circulación atmosférica sistemática asociada a un sistema de alta presión.


Los vientos descendentes en los anticiclones viajan hacia las bajas presiones donde son elevados,
continuando así el ciclo.
Circulación Ciclónica: Circulación atmosférica asociada con un sistema de baja presión. Los vientos
que llegan del anticiclón ascienden hacia capas altas de la atmósfera.

Circulación General Atmosférica: Conjunto de las corrientes de la atmósfera sobre todo el globo
terrestre, que dan lugar a vientos predominantes en un sector debido al posicionamiento de los
cinturones de altas y bajas presiones sobre el planeta, y que se ven condicionadas por la fuerza de
Coriolis.

Clima: Determinación media de todas las variables climáticas sobre un territorio, en un periodo
mínimo de 30 años.

Climatología: Ciencia dedicada al estudio de los climas.

Climograma: Diagrama en el que se representan como abcisas y ordenadas los datos de dos elementos
climáticos en un lugar determinado y se ponen en relación. La forma y posición del gráfico resultante
proporcionan un índice de las características climáticas en aquel lugar. También se usa este término
para relacionar y representar las condiciones climáticas en relación con el bienestar fisiológico
humano.

Collado: Configuración isobárica constituida por isobaras no cerradas en una típica forma de silla de
montar producto de la disposición en cruz de dos anticiclones y dos borrascas.

Convección: Desplazamiento del calor a las capas altas de la atmósfera en. El calor, debido al
enfriamiento adiabático se condesará y dará lugar a precipitaciones.

Corriente en Chorro: Vientos normalmente fuertes concentrados en una estrecha zona situada, como
término medio a unos 300 hPa (6500 m). Causada por la rotación terrestre.
Chaparrón: Precipitación de gotas de agua que caen desde una nube tipo cumulonimbo y que se
caracteriza porque las precipitaciones empieza y termina repentinamente.
Crepúsculo: Claridad de la luz del Sol desde las primeras luces del alba hasta por la mañana, y desde
el ocaso hasta la oscuridad total, al anochecer. Se produce por la reflexión y difusión de la luz del Sol
en la atmósfera. Su duración depende del ángulo de la trayectoria solar con el horizonte, es decir, de
la fecha y de la latitud.

Dirección del viento: Es la dirección desde la cual sopla el viento, se expresa en grados a partir del
norte geográfico.

Dorsal: Configuración isobárica constituida por isobaras no cerradas a modo de prolongación de un


anticiclón y con forma de U invertida más o menos inclinada.

Eclíptica: Plano donde la Tierra describe su trayectoria elíptica alrededor del sol.

Efecto de Coriolis: Efecto que surge debido al movimiento rotacional de la tierra. Afecta a toda
particula en movimiento, pues lo desvía de la trayectoria que en principio debería ser recta. En el
hemisferio norte la desviación ocurre hacia la derecha de la dirección de la partícula, mientras que en
el hemisferio sur la desviación es hacia la izquierda.

Efecto Föehn: se produce en relieves montañosos cuando una masa de aire cálido y húmedo debe
ascender para salvar ese obstáculo. Esto hace que el vapor de agua se enfríe y sufra un proceso de
condensación por enfriamiento adiabático, y hace que acabe precipitando en las laderas de
barlovento. Cuando esto ocurre existe un fuerte contraste climático entre dichas laderas, con una gran
humedad y lluvias en las de barlovento, y las de sotavento en las que el tiempo está despejado y la
temperatura aumenta por el proceso de compresión adiabática.

Efecto Invernadero: Efecto de calentamiento mundial que se produce porque la atmósfera es más
permeable a la radiación solar de onda corta entrante, que a la radiación de onda larga procedente de
la Tierra. Se produce por la acumulación, en la atmósfera, de gases que permiten el paso de la
radiación de onda corta del sol, durante el día y que bloquean la propagación de la radiación de onda
larga de la tierra durante la noche, evitando así el enfriamiento de la superficie terrestre. A
consecuencia de este efecto, la tierra conserva una temperatura media de 15ºC. Los principales gases
de invernadero son: el dióxido de carbono (CO2), el Ozono (O3) y el vapor de agua (H2O).

Electrometeoro: Es la manifestación visible o audible de la electricidad en la atmósfera. Los


principales son los relámpagos, truenos y la aurora boreal.

Estratosfera: Capa superior de la atmósfera, que se encuentra entre la troposfera y la mesosfera, a


una altura de 25 a 50 km respecto a la superficie terrestre.

Escala de Beaufort: Escala para medir la intensidad del viento realizada por Beaufort en 1805 y
modificada en 1926. Pone en relación los efectos del viento y su velocidad calculada a 10 metros del
suelo..

Escarcha: Capa de hielo que se forma sobre superficies que se han enfriado lo para provocar la
congelación del rocío depositado en ellas o del vapor de agua contenido en el aire y que se deposita
sobre las superficies expuestas.

Estabilidad Atmosférica: La atmósfera se halla estable.

Evaporación: Paso mediante pérdida de calor, del agua de un estado líquido a gaseoso.
Evaporimetro: Instrumento meteorológico que se utiliza para medir la evaporación del agua en la
atmósfera, el más utilizado es el evaporímetro de Piche.

Evapotranspiración: Pérdida de humedad que va a la atmósfera de la superficie terrestre, ya sea


mediante la evaporación de agua sobre la superficie terrestre, unido a la pérdida de humedad de
vegetación y animales.

Frente: Zona de transición entre dos masas de aire de diferentes propiedades. Podemos encontrar
frente frio, frente cálido y frente ocluido.

Frente Calido: Límite de masa de aire relativamente cálido que avanza desplazando a una masa de
aire frío. Se pueden desarrollar los géneros de nubes de estratos y cirros. Dan lugar principalmente a
lluvias de baja intensidad, pero muy constantes.

Frente Estacionario: Es aquel frente que no presenta ningún desplazamiento.

Frente Frío: El frente frío es una franja de mal tiempo que ocurre cuando una masa de aire frío se
acerca a una masa de aire caliente. El aire frío, siendo más denso, genera una "cuña" y se mete por
debajo del aire cálido y menos denso.. Al paso de este sistema, se observan nubes de desarrollo
vertical las que podrían provocar lluvias de alta intensidad.

Frente Ocluido: Un frente ocluido se forma donde un frente caliente móvil más lento es seguido por
un frente frío, con desplazamiento más rápido. El frente frío ya con forma de cuña alcanza al frente
caliente y lo empuja hacia arriba. Los dos frentes continúan moviéndose uno detrás del otro, y la línea
entre ellos es la que forma el frente ocluido.

Frontogénesis: Proceso de formación o intensificación de un frente.

Frontolisis: Proceso de debilitamiento de un frente.

Globo sonda: Globo lleno de hidrógeno que se suelta en la atmósfera provisto de aparatos
meteorológicos registradores. De esta forma pueden obtenerse datos a gran altura. El globo asciende
dilatándose a medida que se eleva y finalmente estalla. Los restos del globo y los instrumentos,
protegidos cuidadosamente, son devueltos a la superficie mediante un paracaidas. De las medidas
registradas se obtienen indicaciones de los cambios de temperaturas y presiones con la altura.

Gota fría o DANA (depresión aislada en altura): Se produce cuando una burbuja de aire fría en capas
altas de la atmósfera se “descuelga” hacia latitudes bajas. Si se encuentra con un mar muy cálido y
que aporte mucha humedad, a principios de otoño, como el Mediterráneo, el choque de masas es
brutal, y se producen lluvias torrenciales, agravadas por los vientos de levante.

Gradiente de Presión. Diferencia de presión barométrica entre dos puntos. A mayor gradiente de
presión, mayor intensidad de los vientos.

Gradiente de Temperatura: Se denomina gradiente térmico al número de metros que se tiene que
ascender para que la temperatura disminuya un grado. Puede variar según sea la zona geotérmica
donde nos encontremos, y según sea la orientación de las laderas o vertientes. La media son 6,5ºC
cada 1000 m., o sea 0,65ºC cada 100 m.
Granizo: Es un tipo de precipitación que consiste en partículas irregulares de hielo. El granizo se
produce en tormentas intensas en las que se producen gotas de agua sobreenfriadas, es decir, aún
líquidas pero a temperaturas por debajo de su punto normal de congelación (0 °C), y ocurre tanto en
verano como en invierno, aunque el caso se da más cuando está presente la canícula, días del año en
los que es más fuerte el calor.

Halo: Un halo es un efecto óptico causado por partículas de hielo en suspensión en la Troposfera que
refractan la luz haciendo un espectro de colores alrededor de la luna o el sol.

Helada: Fenómeno meteorológico que se aparece cuando la temperatura desciende por debajo de los
0°C. Da lugar a formación de capas de hielo. Existen varios tipos de heladas:

Heladas por Advección: Tienen lugar cuando una masa de aire frío se posa sobre una zona. No
importan que los cielos esten cubiertos y que el viento sea superior a 20 km/h.

Heladas por Radiación: Se deben al descenso de la temperatura de las capas de aire que están en
contacto con el suelo debido al enfriamiento nocturno de la superficie terrestre. Requieren que el
cielo este totalmente despejado y a la práctica ausencia de viento. Son las más comunes.

Hielo glaseado: El hielo glaseado es una cubierta delgada, transparente y homogénea de hielo que se
deposita en la superficie cuando precipita lluvia congelada en el suelo. Ésta ocurre cuando las gotitas
de llovizna o lluvia son sobreenfriadas y se congelan posteriormente sobre objetos cuya temperatura
es de alrededor de los 0°C.

Higrómetro: Es el instrumento utilizado para medir la humedad del aire.

Humedad: Es el contenido de vapor de agua del aire; puede ser expresado como humedad absoluta,
específica o relativa.
Humedad Absoluta: Peso en gramos del vapor de agua contenido en un metro cúbico de aire

Humedad Específica: Es la masa de vapor de agua, contenida en una unidad de masa de aire húmedo.
Se expresa en gramos de vapor por Kg de aire húmedo.

Humedad Relativa: Relación entre la cantidad de humedad del aire y la cantidad que el aire
contendría a la misma temperatura y presión si estuviese saturado; se expresa en %.

Huracán: Dícese de un ciclón tropical, con vientos muy fuertes superior al centenar de kilómetros por
hora.

Índice de circulación: Grado del mayor o menor establecimiento zonal, de oeste a este, de las
isohipsas y la corriente en chorro polar.

Insolación: Radiación solar recibida en la superficie de la Tierra.

Inestabilidad Atmosférica: Cuando la atmósfera está inquieta, en ella se producen fenómenos


meteorológicos.

Inversión Térmica: Capa de la atmósfera donde la temperatura se incrementa con la altitud, en


oposición a la tendencia normal de disminución de la temperatura con la altitud. El aire caliente se
posiciona sobre el aire frio y este no puede escapar, por lo que generalmente es en las zonas bajas de
valle, donde se da con mayor frecuencia. Es una situación muy peligrosa para la salud humana, pues
en esta capa se quedan todas las poluciones, metales pesados…
Isobara: Línea que une dos lugares con igual presión atmosférica o barométrica.

Llovizna: Precipitación uniforme constituida por gotas de escasos milímetros, y muy próximas unas de
otras. La llovizna cae de una capa densa de estratos.

Lluvia: Precipitación de gotas de agua líquida de diámetro mayor de 0.5 mm, o bien más pequeñas,
pero muy dispersas.

Lluvia Ácida: Precipitaciones que presentan valores de PH menores de 5.6, y que esto indica la
presencia de ácidos fuertes como el sulfúrico y el nítrico.

Lluvia congelada: es un tipo de precipitación que comienza a caer desde las nubes a la superficie en
forma de nieve, a grandes alturas, se derrite completamente mientras cae cuando atraviesa una capa
de aire sobre la temperatura de congelación (0 °C), y luego encuentra una segunda capa inferior a más
bajos niveles de temperatura que la primera, sobrefusionándose.

Mapa isobárico de superficie: Mapa que muestra la sinopsis de la situación meteorológica a nivel de
superficie.

Masa de Aire: Volumen de gases de la atmósfera, en la que las características meteorológicas


(temperatura, presión, humedad…) se mantienen homogeneas a lo largo y ancho de estos volúmenes.

Mesoescala: Sus dimensiones horizontales generalmente oscilan de cerca de 9 km a varios centenares


de km. Ejemplos de sistemas de mesoescala meteorológica son las brisas de mar, complejos
mesoescalas convectivos, etc.

Meteoro: Fenómeno meteorológico observado en la atmósfera o en la superficie del globo terrestre.

Meteorología: Ciencia que estudia la atmósfera, comprende el estudio del tiempo y el clima y se
ocupa del estudio físico, dinámico y químico de la atmósfera terrestre.

Meteorología Sinóptica: Estudia los fenómenos meteorológicos en tiempo real, basándose en las
observaciones sinópticas.

Microclima: Clima de los alrededores inmediatos de algún fenómeno de la superficie terrestre y en


particular alrededor de las plantas o grupos de plantas. Las dimensiones del espacio considerado
varían según las dimensiones de los citados fenómenos. Es un espacio mayor si estudiamos un bosque
que el de una pradera. También se dedica mucha atención a los 'climas urbanos' por su efecto sobre la
temperatura y la polución ambiental. De este término se deriva 'microclimatología'. Comparar con
micrometeorología y clima local. Opuesto a macroclima.

Milibar: Es la unidad de presión que mide la fuerza ejercida por la atmósfera, igual a 1000 Dinas/cm2.

Milla Nautica: Unidad de distancia equivalente a 1’85 kilómetros, o sea a la longitud de un minuto de
arco a lo largo de un gran círculo.

Monzón: Vientos de dirección persistente, que en verano soplan de sur a norte cargados de muchisima
humedad, dejando intensas precipitaciones en el sur asiático.
N

Neblina: Suspensión en la atmósfera de gotas microscópicas de agua que reduce la visibilidad en


superficie.

Niebla: Es un fenómeno meteorológico consistente en numerosas microgotas de agua lo


suficientemente pequeñas para mantenerse suspendidas en el aire indefinidamente. Reduce la
visibilidad a menos de 1 Km.

Niebla de Advección: Se forma en la parte inferior de una masa de aire húmedo que se desplaza sobre
una superficie más fría.

Niebla Frontal: Se forma por la interacción de dos masas de aire, por el descenso de la base de las
nubes o por la saturación del aire con lluvias continuas.

Niebla de Radiación: Se forma por la noche debido al enfriamiento de las capas de aire que están en
contacto con el suelo frío, hasta que alcanzan la condensación.

Nube: Acumulación de gotitas de agua en estado líquido, sobreenfriada o congelada, suspendidas en el


aire. Se pueden establecer varios géneros de nubes.

Nubes de Desarrollo Vertical: También llamadas Cumulonimbos, que son nubes densas, de mucho
desarrollo vertical que son las causantes de las tormentas.

Nudo: Milla náutica por hora. Unidad de medida de la velocidad del viento.

Observatorio Meteorológico: Lugar donde se miden todos los elementos climáticos del tiempo

Ojo: Zona central de un huracán tropical o tifón; un área más o menos circular de vientos
relativamente ligeros y tiempo agradable.

Ola de Calor: Calentamiento importante del aire o invasión de aire muy caliente en altura sobre una
zona.

Paleoclima: Clima de cualquier etapa geológica del pasado. Los climas han variado considerablemente
a través del tiempo sucediéndose grandes fases glaciares, secas y lluviosas.

Pantano barométrico: Configuración isobárica caracterizada por presentar un gradiente muy bajo de
modo que apenas aparecen isobaras o, si lo hacen, tienen unas formas poco definidas y, a veces,
formando pequeños núcleos con valores muy próximos a los normales.

Persistencia: Tendencia de las condiciones meteorológicas a perdurar por un tiempo mayor del que se
considera como normal.

Pluviómetro: Aparato que se emplea para medir la cantidad de la lluvia y que consiste en un embudo
colocado sobre un recipiente colector que se vacía periódicamente en una probeta. El pluviómetro
debe situarse con sumo cuidado de forma que el embudo esté a 30 centímetros del suelo y, si es
posible, el edificio más cercano esté a una distancia que sea el doble de su altura. En muchas
estaciones meteorológicas se usan pluviómetros registradores.
Pluviógrafo: Pluviómetro que escribe, que registra intensidades.

Precipitación: Partículas de agua líquidas o sólidas que caen desde la atmósfera hacia la superficie
terrestre.

Precipitación Continua: Cuando su intensidad aumenta o disminuye gradualmente.

Precipitación Intermitente: Cuando se interrumpe y recomienza cuando menos una vez en el lapso de
una hora y su intensidad disminuye o aumenta gradualmente.

Presión Atmosférica o barométrica: Es la presión que ejerce la atmósfera en un punto específico


como consecuencia de la acción de la fuerza de gravedad sobre la columna de aire que se encuentra
encima de este punto. A mayor altitud menor presiòn atmosférica.

Procesos de Convección: Movimiento ascendente del aire provocado principalmente por el efecto de
calentamiento que ocasiona la radiación solar en la superficie terrestre.

Pronostico Numérico: Utilización de modelos matemáticos para obtener pronósticos meteorológicos.

Punto de rocío: Temperatura a la que se encontraría una masa de aire, si manteniendo todas sus
características (presión y contenido de humedad constantes), se saturara.

Radar Meteorológico: Es un radar utilizado para detectar precipitaciones. Según su grado de


reflectividad las precipitaciones serán mas intensas o menos.

Radiación: Proceso por el cual la energía procedente del sol se propaga. Modo de transportar el calor,
como la conducción y la convección.

Radiación ultravioleta: Se denomina radiación ultravioleta o radiación UV a la radiación


electromagnética cuya longitud de onda está comprendida aproximadamente entre los 400 nm y los 15
nm . Su nombre proviene de que su rango empieza desde longitudes de onda más cortas de lo que los
humanos identificamos como el color violeta.

Radiosonda: Es un instrumento transportado por los globos meteorológicos para hacer medidas
simultáneas y transmitir los datos meteorológicos.

Radiosondeo: La exploración que se hace de la atmósfera por medio de los globos sonda o
radiosondas.

Ráfaga: Es un aumento brusco del viento con respecto a su velocidad media tomada en un cierto
intervalo de tiempo. Su duración es menor de 20 segundos y una variación de cuando menos 15 Km/h,
que va seguida de una disminución en la intensidad del viento.

Red Meteorológica: Conjunto de sistemas de observación de las variables meteorológicas.

Relámpago: Descargas eléctricas, que tienen lugar durante las tormentas.

Satélite Meteorológico: Es un satélite diseñado exclusivamente para recepción y transmisión de


información meteorológica. Existen dos clases de ellos, los geoestacionarios y los heliosincrónicos
Sequia: Situación climatológica temporal y extraordinaria que se da por el menor porcentaje de
precipitación con restpecto a la media en una zona durante un período de tiempo prolongado.

Sobreenfriamiento: Enfriamiento de un líquido por debajo de su punto de congelación sin


transformarse en sólido.

Sobresaturación: Condición del aire cuando su humedad relativa supera el 100 %.

Sublimación: Conversión de un cuerpo sólido en vapor o viceversa sin pasar por el estado líquido.

Subsidencia: Movimiento descendente de una capa de aire sobre una extensa zona, este fenómeno
provoca estabilidad en la atmósfera.

Superficie Isobárica: Superficie que presenta un mismo valor de presión en todos sus puntos.

Temperatura Ambiente: Es la temperatura del aire registrada en el momento.

Temperatura Máxima: Es la temperatura más alta que se da a lo largo de en un día.

Temperatura Mínima: Es la temperatura más baja que se da a lo largo de un día.

Termómetro: Instrumento que se utiliza para medir la temperatura, consiste en un tubo de cristal
graduado, en cuyo interior se encuentra mercurio, el cual se dilata o comprime según la temperatura.

Tornado: Es un fenómeno meteorológico, en forma de remolino que se forma a partir de una nube
cumulonimbo. Con un enorme desarrollo, provoca un intenso descenso de la presión en el centro del
fenómeno y fuertes vientos que circulan en el sentido contrario a las agujas del reloj.

Tromba: Es un fenómeno similar a un tornado, sólo que éste se forma en la zona costera o en el mar.

Tropopausa: Límite entre la troposfera y estratosfera; normalmente marcada por el cambio de las
temperaturas, pues a partir de ahí empiezan a ascender con la altitud.

Tsunami: Ola gigante marina producida debajo del agua por un movimiento sísmico, se propaga en
todas las direcciones a partir de su punto de origen y al llegar a las costas puede provocar marejadas y
olas de gran altura.

Turbulencia: Es un cambio brusco de la velocidad y dirección de los vientos, provocada por bloqueos
naturales o artificiales al paso de aire o por excesivo calentamiento de la superficie terrestre.

Vaguada: Es una configuración isobárica en la que a partir del centro de una baja presión las isobaras
se deforman alejándose más del centro de un lado, que en cualquier otra dirección. Este fenómeno
siempre produce mal tiempo.

Vapor de Agua: La cantidad de vapor de agua en la atmósfera es variable, siendo mayor en la regiones
marítimas. Depende de la evaporación y la evapotranspiración que se produce en la superficie de la
tierra.

Veleta: Instrumento de medición meteorológica que indica la dirección desde donde sopla el viento.
Velocidad del Viento: Distancia que recorre el viento por unidad de tiempo.

Viento: Aire en movimiento paralelo a la superficie de la tierra.

Viento Anabatico: Es el viento húmedo y fresco que se eleva por una ladera y que a su paso se
condensa provocando la formación de nubes de tipo lenticular en la cima. Ver Efecto Föehn

Viento Catabatico: Es el aire cálido y seco que desciende a sotavento de la montaña, después de
haberse condensado toda la humedad de lado de barlovento. Ver Efecto Föehn

Viento Geostrofico: Viento horizontal obtenido de las diferencias de presión atmosférica y la fuerza
de Coriolis. Sopla paralelamente a las isobaras.

Visibilidad: Distancia horizontal máxima a la que un observador puede distinguir claramente algunos
objetos de referencia en el horizonte.

Vórtice: Generalmente es un núcleo interior o centro de una borrasca.

Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT): es el eje a lo largo del cual los vientos alisios del nordeste
del hemisferio norte encuentran a los vientos alisios del sudeste del hemisferio sur. Forma el llamado
cinturón anticiclónico tropical.
A (8 términos)
ALBEDO
Denominación que, derivada del verbo latino albeo (estar blanco), recibe el tanto por uno o
porcentaje reflejado de la radiación luminosa incidente. El albedo depende, primordialmente, de
la naturaleza de la superficie receptora, ángulo de incidencia de los rayos solares y longitud de
onda de éstos.
ALISIO
Su etimología procede del vocablo griego alx (mar), de manera que viento alisio significa,
literalmente, viento marítimo; dicha condición se halla implícita en otras denominaciones, tales
como la inglesa trade-winds, es decir, vientos del comercio, ya que eran los que impulsaban la
navegación a vela hasta las costas americanas, y la alemana de passatwinde, o sea, vientos de
la travesía, con el lusitanismo passata incorporado. Los alisios integran el gran flujo del este, que,
por término medio, afecta una banda de 25º de latitud en cada hemisferio, más amplia durante el
verano y menos en invierno.
ALTAS POLARES MÓVILES
Apófisis desgajadas de las Altas Presiones Polares, a modo de “icebergs de un inlandsis”, que
se desplazan en la zona de circulación general del oeste.
ALTAS PRESIONES POLARES
Las altas presiones polares son centros de acción permanentes de raigambre térmica, formados
sobre los casquetes polares a favor de la presencia de aire muy frío.
ALTAS PRESIONES SUBTROPICALES
Las altas presiones subtropicales son piezas maestras de la circulación atmosférica general dada
su condición de centros de acción dinámicos de carácter permanente. En el esquema planetario
de balance energético los anticiclones subtropicales forman parte del sector a mayor latitud de la
célula de Hadley que desempeña papel decisivo en el proceso de transferencia de calor de
Ecuador a Polo. Se ubican en un sector de subsidencia intensa que impone sequía, cielos
despejados y altas temperatruras en las latitudes señaladas. Además delimitan las grandes zonas
de circulación atmosférica general, es decir, marcan la frontera entre la circulación atmosférica
de rasgos tropicales y las latitudes medias y altas dominadas por los vientos del oeste.
ALTURA DEL SOL
Viene dada por el ángulo de incidencia de los rayos solares con la horizontal. La altura del sol
varía con la latitud, época del año y hora del día. Tras esas modificaciones se hallan el geoide, la
inclinación del eje terrestre sobre el plano de la eclíptica y los movimientos de traslación y
rotación, ya que estos dos últimos determinan respectivamente la sucesión de estaciones y el
ciclo diario. El sol, que alcanza su cénit sobre el ecuador en los equinoccios y para cada trópico
en el solsticio de verano correspondiente, tan sólo se levanta, por entonces, 23º 27´ en los polos,
con noche invernal de seis meses.
ANTICICLÓN
(Vid. Mapa de Tiempo)
ATMÓSFERA
Término compuesto de las raíces griegas atmoV (vapor, humo) y sjaira (esfera) con el que se
designa la envoltura gaseosa que rodea un planeta. La terrestre se organiza en capas, más o
menos homogéneas, según comportamiento térmico, composición química y estructura
electromagnética. Es una mezcla de gases, no una combinación, puesto que aquéllos no
reaccionan químicamente entre sí.

B (11 términos)
BAJA OROGRAFICA
Se conoce también como depresión de sotavento, porque aparece en dicha vertiente respecto
del flujo en cuyo seno nace a causa del efecto hidrodinámico del obstáculo. Según Paul Queney,
dicho proceso se desarrolla cuando el flujo enfrenta un relieve de anchura no inferior a 100 km. y
siempre que aquél no conduzca aire tan inestable como para dispararse en la vertical.
BAJA PRESION
(Vid. Mapa de Tiempo)
BAJA POLAR
Se trata de una pequeña depresión, con frecuencia muy activa, que se produce preferentemente
en invierno, con un gradiente térmico mar-tierra muy acentuado. La advección, con procedencia
continental, de aire ártico o polar, y de ahí el nombre, sobre una superficie marina sensiblemente
menos fría, ocasiona una fuerte inestabilización de dicho flujo, tanto por calentamiento basal
como a causa del caudal de energía latente que supone la transferencia al mismo de importantes
cantidades de vapor de agua. La exageración del gradiente térmico estático en la vertical propicia
el desarrollo de cumulonimbos, con aguaceros de gran intensidad, nevadas, granizadas y, en
ocasiones, vientos a gran velocidad, que excepcionalmente superan los 200 km/h.
BAJA SUBPOLAR
Depresión de origen primordialmente dinámico ubicada en latitudes subpolares y atribuida al
efecto hidrodinámico del obstáculo ejercido, a gran escala, sobre el flujo general del oeste por un
relieve sinóptico. Así, pues, se trata de depresiones de sotavento de gigantescas dimensiones.
BAJA TÉRMICA
El calificativo alude al mecanismo, consistente en un caldeamiento intenso, que dilata el aire,
reduce su densidad y provoca el ascenso; dado que la capacidad de evacuación de la divergencia
que corona la depresión supera la de alimentación por la convergencia de superficie, frenada por
intenso rozamiento, se produce en la vertical un vacío relativo, con descenso de presión. Estas
depresiones, carentes de estructura frontal, se forman, preferentemente, durante el verano, en
penínsulas e islas.
BAJAS PRESIONES ECUATORIALES
Resulta preferible el calificativo de intertropicales, ya que dichas áreas no tienen siempre por eje
la línea equinoccial; ésta cumple ese papel en enero, pero queda atrás en el verano boreal, con
máximo desplazamiento en julio, cuando las bajas presiones migran hacia el norte una decena
de grados y, a veces, más. Conocidos internacionalmente como doldrums, no se trata de espacios
de calma estricta, conocen una circulación horizontal muy débil, con gradientes horizontales de
presión prácticamente despreciables.
BALANCE ENERGÉTICO PLANETARIO
Sistema de entradas y salidas de energía calorífica, para el conjunto del planeta y en promedio
anual, que resulta de la diferencia entre emisiones de radiación electromagnética de onda corta
procedentes del sol y de onda larga emitida por la superficie y la atmósfera terrestre, medida en
el borde exterior de la atmósfera o capa límite.
BLIZZARD
Expresión originaria de los estados centrales de Estados Unidos, con la que se denomina a los
temporales de viento violento y muy frío, procedente del norte o noroeste, que transportan nieve,
en ocasiones levantada de un suelo previamente nevado.
BORA
Viento frío y violento que afecta, sobre todo, las costas de Istria y Dalmacia, desde el Golfo de
Trieste al de Medovani. Se deja sentir también en Nueva Zembla o en la costa noroccidental del
Mar Negro, en Novorossiysk. Sopla en invierno con gran violencia al amanecer; son frecuentes
velocidades de 60-70 km/h, si bien se registran, a veces, otras superiores a 150 Km/h.
BRISAS
Las brisas son vientos de carácter horario que soplan en relación con factores térmicos que
modifican los campos de presión. Se habla de brisa de mar y tierra (marinada o virazón y terral)
cuando el fenómeno se producen en zonas costeras o islas, y de brisa de valle y montaña si el
soplo de estos viento se produce en áreas montañosas.
BUYS-BALLOT, LEY de
Desde la consideración de que el viento sopla de los sectores de más presión a los de menos y
teniendo asimismo en cuenta el teorema sobre la composición de las aceleraciones de un móvil
en un instante dado formulado en 1843 por el matemático francés Gustave Gaspard Coriolis: “De
espaldas al viento, la presión más baja queda a la izquierda y la más alta a la derecha”; tal sucede
en nuestro hemisferio y a la inversa en el austral. Conforme a la regla de Buys-Ballot, el viento
se mueve en los máximos del hemisferio norte al igual que las manecillas del reloj y al contrario
en los mínimos, circulando con giros inversos a los anteriores en el hemisferio austral.

C (26 términos)
CALIMA
La calima, calina o calisma es el meteoro óptico causado por la presencia de particulas en
suspensión en el aire en cantidad suficiente para provocar turbidez. Hay que distinguir entre la
calima sensu stricto, que resulta de una advección de polvo procedente de zonas áridas, y las
situaciones atmosféricas que generan ambiente más o menos enfoscado por acumulación de
partículas en suspensión, de procedencia diversa, en condiciones de subsidencia anticiclónica.
CALOR ESPECIFICO
Viene dado por la cantidad de calorías requeridas para elevar 1º C la temperatura de un gramo
de determinada sustancia. Por la propia definición de caloría como el calor necesario para
incrementar 1º C la temperatura de un gramo de agua, el calor específico de ésta es 1.
CAMBIO CLIMÁTICO
El clima es, por propia naturaleza, cambiante. Desde la formación de la Tierra hasta la actualidad
los rasgos del sistema climático planetario, manifestado en unos mecanismos de circulación
atmosférica que imprimen su impronta en los elementos climáticos, ha experimentado
alteraciones debidas a causas naturales. La energía solar que alcanza a la atmósfera terrestre
experimenta variaciones debidas a factores astronómicos, aunque las erupciones volcánicas y
otros factores geográficos son también capaces de influir decisivamente. Los cambios en la
inclinación del eje de rotación terrestre respecto del plano de la eclíptica, con ciclos de 41.000
años, señalados por el astrónomo serbio Milankovitch, la excentricidad de la órbita terrestre, que
oscila cada 100.000 años, y la precesión o giro en peonza del eje terrestre respecto a la eclíptica
o al resto de las estrellas, con períodos de 23.000 años, causan variaciones en la radiación solar
incidente del hemisferio sur. En la actualidad con la expresión cambio climático se alude a la
hipótesis actual de alteración del clima terrestre que defiende el origen antropogénico del
incremento térmico observado a partir del decenio de los años setenta.
CÉLULA DE HADLEY
En 1941 el meteorólogo sueco Carl-Gustav Rossby, miembro de la Escuela de Bergen afincado
en Estados Unidos, expuso su célebre modelo tricelular de la circulación atmosférica general,
conocido así por concebir aquélla, en el plano vertical, estructurada, para cada hemisferio, en las
células polar, de Ferrel y de Hadley, justificando con referencia a ella el rumbo de los alisios. La
célula de Hadley abarca, por término medio, el ámbito entre ecuador y máximos subtropicales,
desempeñando, en opinión de muchos tratadistas, papel de primer orden en la transferencia de
energía calorífica a latitudes superiores, mostrándose particularmente desarrollada y activa sobre
el hemisferio en invierno. Dicha célula aparece configurada por el flujo de los alisios en superficie
y del contraalisio en altitud.
CENCEÑADA
Con la denominación general de cenceñada o, en algunos sectores de la Meseta septentrional
subfundidas, sobre los objetos envueltos por la niebla helada. Si éstos son verticales, resulta
habitual la formación de láminas de hielo duro, a modo de banderas, que crecen, a veces varios
decímetros, en dirección contraria y cara al viento que empuja hacia ellos la niebla helada. Se
trata de un fenómeno frecuente en la alta montaña; con excelentes ejemplos, para el territorio
español, en Pirineos, Sierra Nevada y Teide; la cenceñada sobre los retamares de este último
compone una imagen de singular belleza.
CENTROS DE ACCIÓN
Configuraciones de presión que tienen carácter de centro rector de la circulación atmosférica en
los diferentes ámbitos terrestres. En puridad esta categoría queda reservada a aquellas
formaciones de presión que, por su grado de permanencia y calidad de manantiales de masas
de aire son, realmente, piezas básicas de la circulación atmosférica general (anticiclones
subtropicales, mínimos subpolares, altas polares y bajas ecuatoriales). No obstante con esta
denominación se designa a cualquier configuración isobárica con presencia más o menos
prolongada en una región que determina los rasgos estacionales del tiempo.
CICLOGÉNESIS
Se denomina así al proceso por el que se desarrollan depresiones o ciclones (de kuklow,
arremolinarse) a favor de determinadas condiciones de temperatura (gradiente térmico vertical)
y presión atmosférica (campos de presión). La ciclogénesis tiene fundamento teórico en la “teoría
del desarrollo” elaborada por el meteorólogo británico R.C. Sutcliffe, en 1947, según la cual en la
troposfera media (600-500 hPa) existe un nivel de “no divergencia”, por encima o por debajo del
cual se producen divergencias de distinto signo.
CICLON EXTRATROPICAL
Tras relacionar, con evidente acierto, parámetros climáticos básicos y sistemas nubosos, Jacob
Bjerknes identificó las superficies de discontinuidad denominadas sucesivamente líneas de
turbonada, de convergencia, rumbo y, definitivamente, frentes. Concibió, así, una depresión o
borrasca estructurada en torno a dos superficies de discontinuidad o frentes, uno anterior cálido
y otro posterior frío, acompañados de sistemas nubosos característicos y precipitaciones, y
animado todo el conjunto de giro ciclónico. En suma, en su fase de madurez, el ciclón
extratropical, llamado también en honor a su descubridor, ciclón noruego, fue representado, en
cuanto prototipo, como una depresión más o menos circular, en cuyo centro queda el vértice o
punto de unión de ambos frentes. Los contrastes de temperatura y densidad, a los cuales se
concedió importancia primordial, nacían del pinzamiento de un sector cálido central entre dos
fríos, uno anterior y otro posterior.
CICLON TROPICAL
Un ciclón tropical es una estructura ciclónica móvil formada en el ámbito intertropical en la que se
ponen en juego enormes cantidades de energía. Algunos tratadistas señalan que la energía
puesta en marcha por un ciclón tropical es capaz de exportar los excedentes energéticos
acumulados en latitudes tropicales y equilibrar así el balance energético en dicho ámbito. Afectan,
con calendario distinto, una amplia faja de tierras y mares del ámbito intertropical.
CIRCULACION ATMOSFERICA GENERAL
Los dos grandes motores de la circulación atmosférica general son la rotación terrestre y la
radiación solar. A ellas, junto con la distribución de tierras y manres, se debe la organización de
los grandes flujos planterarios, al igual que la presencia de los centros de acción permanentes,
cuasipermanente, semipermanentes o estacionales.
CLASIFICACIONES CLIMÁTICAS
La climatología regional maneja sistemas de referencia en el estudio de la diversidad de climas
terrestres. Las clasificaciones climáticas difieren según criterio y escala de trabajo. Se establecen
umbrales numéricos que suelen coincidir con límites de desarrollo biológico de plantas,
formaciones vegetales en su conjunto o cultivos o, bien, son frecuencias estadísticas de
ocurrencia de circulaciones atmosféricas características. Las propuestas elaboradas consideran
el conjunto planetario como escala de trabajo, sin olvidar que la bondad de una clasificación
climática depende de la versatilidad que ofrezca para adaptarse a ámbitos menores. A tenor del
enfoque escogido se diferencias dos grandes grupos de clasificaciones climáticas: a) las
fisionómicas que combinan parámetros climáticos, obedecen a criterios biogeográficos u optan
por un enfoque de síntesis geográfica y b) las genéticas que consideran las matizaciones que
imponen los hechos geográficas en la circulación atmosférica general.
CLIMA
La etimología del vocablo es griega (klima) y dice relación con el verbo klinw (inclinar), aludiendo
a la inclinación de los rayos solares y, con ello, a la duración del día, ya que prístinamente dicha
voz posee una acepción horaria. Desde entonces acá el concepto amplió su campo semántico y
evolucionó hasta dar cabida a los distintos mecanismos, procesos y fenómenos atmosféricos.
Alcanzó la resonancia y difusión la propuesta por el meteorólogo austríaco Julius von Hann (1839-
1921), quien, en su Manual de Climatología (1883), conceptuó el clima como el conjunto de
fenómenos que caracterizan el estado medio de la atmósfera en un punto determinado de la
superficie terrestre.
CLIMA ECUATORIAL
Denominada, asimismo, hipertropical, tropical siempre lluvioso o clima guineano, en la
clasificación geográfica de Viers, es la variedad climática propia de tierras situadas en las des de
la línea equinoccial, con influencia del desplazamiento de la Convergencia Intertropical, que las
atraviesa dos veces al año y de las masas de aire ecuatoriales que se generan en los dominios
selváticos ecuatoriales y en los mares muy cálidos.
CLIMAS TROPICALES
La denominación tropical alude al significativo cambio (del griego, troph, cambio, alteración) que
sufren, en esta variedad climática, las condiciones atmosféricas a lo largo del año, y que permiten
distinguir entre una estación seca y otra lluviosa. Esta modificación estacional se vincula al
balanceo de la Zona de Convergencia Intertropical que organiza el ritmo pluviométrico de los
climas tropicales.
CLIMAS TEMPLADOS
Son aquellos que conocen la sucesión de rasgos meteorológicos propios de las distintas
estaciones del año. La denominación de templados, alusiva a la bondad térmica, no resulta del
todo idónea, puesto que esta templanza sólo conviene a los climas de influencia marítima. En
latitudes medias se reparte gran variedad de climas desde los de invierno rigurosamente frío del
dominio siberiano o yakuto a los mediterráneos de inviernos suaves y veranos muy cálidos. La
clasificación algebráica de Köppen matiza entre climas templados sensu stricto, en los que
ninguna media mensual baja de -3º C y climas templado fríos en los que algún mes desciende
de dicho umbral.
CLIMA MEDITERRÁNEO
Clima templado, representado en los paises ribereños del mar Mediterráneo, de donde toma su
nombre, caracterizado por la sequía estival, parquedad general de precipitaciones anuales y
benignidad térmica. El mediterráneo, por ubicación, es un clima de transición entre el ámbito
subtropical-desértico y el dominio de climas templados donde, con matizaciones, estas se
presentan con abundancia y regularidad. Es un ámbito de teórico equilibrio calorífico y,
justamente por ello, es acreedor de constantes transferencias energéticas entre trópico y latitudes
polares, que se plasman en el juego alternativo de dominio de la subsidencia subtropical y de
advecciones de masas de aire polares o árticas, en el seno de la circulación general del oeste.
Pluviométricamente el clima mediterráneo es un dominio de contrastes en el que, bajo el común
denominador de la escasez, se presentan sectores realmente semiáridos con totales anuales que
no alcanzan 150 mm. y áreas imbríferas que, a favor de la altitud y disposición de los relieves,
regiatran máximos de cuantía próxima a la de climas oceánicos de tipo noruego (casi 5 m. en el
observatorio montenegrino de Boka Kotorska).
CLIMAS DE LATITUDES POLARES
Las tierras insertas o próximas a los círculos polares disfrutan de unos rasgos climáticos
caracterizados por la ausencia de verano meteorológica y la existencia más o menos prolongada
de nieve y hielo a lo largo del año. La delimitación de los climas polares resulta problemática
puesto que la isoterma de 10º C para el mes más cálido propuesta por Köppen no deja de ser
una umbral biogeográfico de transición entre la taiga y la tundra, si bien bajo ese límite se
encierran regiones con temperaturas medias anuales superiores a las de muchos observatorios
de clima templado frío que cuentan entre sus promedios mensuales con, al menos, uno superior
a 10º C. A fin de evitar esta contradicción Trewartha propuso que la media anual, en todos ellos,
no excediese de 0º C, lo que según este autor vendría a coincidir con la existencia de suelo
helado (permafrost), cuestión, sin embargo, no exenta de matizaciones.
CLIMAS DESÉRTICOS
Con esta denominación se identifican una variedad de climas caracterizados paisajísticamente
por la aridez. Son los climas secos, caracterizados en la notación de Köppen, por la mayúscula
B que se acompaña de las letras S ó W en función de la mayor escasez de precipitaciones. Estas
condiciones se vinculan a la existencia de condiciones atmosféricas de subsidencia, de origen
diverso. Por su desarrollo territorial, la más destacada es la subsidencia de origen dinámico
relacionada con la presencia de altas presiones subtropicales, responsables de la formación del
rosario de desiertos que rodea cada hemisferio hacia los 30º de latitud. A este mecanismo se
vinculan los climas saharianos, senegaleses y sirios o de transición al dominio mediterráneo. Las
subsidencias de origen térmico se vinculan al contacto de aire con masas de agua frías por la
existencia de corrientes marinas frías y dan lugar a la formación de los desiertos brumosos
costeros chileno-peruano y de Namib.
CLIMA URBANO
El clima urbano es un clima local caracterizado por las diferencias que se registran en los valores
de las variables atmosféricas en el interior de la ciudad, que supone contrastes significativos entre
aquélla y el área rural periférica. El rasgo más característico de la influencia de la ciudad en el
clima es la formación de “islas térmicas” cuyo exponente más representativo es la “isla de calor”,
termino acuñado, en 1958, por Gordon Manley para designar al área urbana con temperaturas
nocturnas elevadas respecto a su entorno a causa del aumento de calor artificial de origen
antropogénico.
CLIMATOLOGÍA
Conoce distintas definiciones. La más sencilla y posiblemente menos cuestionable sea la
conceptuación de la misma como ciencia que estudia los climas en sus vertientes básica y
aplicada. Una primera gran subdivisión, que en décadas pasadas ha sido contraposición, se
establece entre Climatología analítica y Climatología sintética. La primera, motejada por sus
detractores de “tradicional”, “separativa” o de las “medias”, disocia, para su examen, los
elementos climáticos que en la atmósfera son interactivos o interdependientes, para luego
combinar los resultados del análisis. La Climatología adjetivada sintética, procura la visión
integradora y conjunta de los diversos mecanismos y elementos climáticos.
COLLADO
(Vid. Mapa de Tiempo)
CONJUNTO CONVECTIVO DE MESOSCALA
Un conjunto convectivo de mesoscala es una formación nubosa de grandes dimensiones
(trascienden el estado de cúmulo) que se origina en condiciones atmosféricas de intensa
baroclinia, con alto grado de organización interna, dentro de la mesoscala, que les hace
evolucionar con ciclo de vida propio, pudiendo, incluso, interaccionar con el entorno sinóptico y
modificarlo. La superación del estado de "cúmulo" aislado y la adquisición de dimensiones de
mesoscala se consigue por la coalescencia sucesiva de núcleos convectivos de menor tamaño
que convergen en un conjunto mayor a favor de determinadas condiciones sinópticas. El
resultado final, identificable en las imágenes infrarrojas del Meteosat, es la aparición de áreas de
ingente condensación, de tonalidad muy oscura, debido a la intensa liberación de calor latente en
el marco de activas condiciones atmosféricas nubígenas. La enrome energía acumulada
convierte a estos conjuntos nubosos de mesoscala en una de las mayores fuentes generadoras
de rayos del sistema atmosférico planetario.
CORIOLIS, FUERZA DE
(llamada también fuerza geostrófica o fuerza desviadora de la Tierra): no se trata de un fuerza
real, sino ficticia o aparente, que se introduce para justificar las consecuencias del torbellino
absoluto, cuya existencia evidenciaría, unos años después, en 1851, León Foucault, con su
célebre experimento, basado en la invariabilidad del plano de oscilación del péndulo.
Coloquialmente se dice que la Fuerza de Coriolis desvía los móviles hacia la derecha en el
hemisferio norte y hacia la izquierda en el hemisferio sur. Dicha oposición no es sino
consecuencia del torbellino absoluto, cuyo sentido de giro es contrario al de las manecillas del
reloj en el hemisferio septentrional y conforme con él en el meridional. Todo lo relativo a la
superficie terrestre se ve solidariamente afectado por dicho giro, sean coordenadas geográficas
o isolíneas climáticas. Viene dada por la fórmula AC=2V v sen a, siendo V la velocidad el móvil,
v la velocidad angular de la Tierra y a la latitud considerada. El torbellino absoluto y, con él, la
Aceleración y Fuerza de Coriolis son inexistentes, con valor cero, en el ecuador. Por el contrario,
la velocidad del torbellino absoluto es máxima en los polos, donde coincide con la angular del
planeta; en función de ello, y a igualdad de otras condiciones, la Aceleración y Fuerza de Coriolis
resultan asimismo máximas a 90º de latitud.
CORRIENTE EN CHORRO
Las corrientes en chorro son piezas básicas de la circulación atmosférica planetaria, en particular,
de latitudes medias y altas. La Organización Meteorológica Mundial las define como “una
corriente fuerte y estrecha, concentrada a lo largo de un eje cuasihorizontal en la alta troposfera
o en la estratosfera, caracterizada por fuertes gradientes verticales y laterales en la velocidad del
viento y uno o más máximos de velocidad”. Una corriente en chorro tiene una longitud de varios
miles de kilómetros, una anchura de cientos de kilómetros y un espesor de varios kilómetros. El
gradiente vertical en la velocidad del viento es del orden de 5-10 m/s. por kilómetro y el lateral de
5 m/s por 100 km. La corriente en chorro se presenta centrada sobre una línea de máxima
velocidad de viento, al menos 100 km/h en su eje, que supera, con frecuencia, los 300 Km/h.z
CORRIENTES MARINAS
Circuitos de flujo oceánico que transportan masa, energía y sustancias químicas y nutritivas a
gran distancia. Su origen se relaciona con la existencia de dos tipos de fuerzas, las primarias,
que impulsan las aguas vinculadas a los sistemas de presión y vientos y el juego combinado de
temperaturas y salinidad, y las secundarias, que modifican la velocidad y dirección del
movimientos de las corrientes, entre las que sobresale la fuerza desviadora de Coriolis.
CURVA DE ESTADO
Para el conocimiento de las condiciones de estabilidad o inestabilidad atmosféricas resultan
indispensables los datos térmicos que, aportados por el radiosondeo, permiten trazar la
denominada curva de estado; ésta evidencia los gradientes térmicos estáticos en la vertical o
gradientes reales existentes, de capital interés para valorar aquéllas. Las curvas de estado
presentan, como anomalías primordiales, inversiones térmicas y exageraciones de gradiente real;
las primeras favorecen la estabilidad mientras las segundas propician la inestabilidad.

D (2 términos)
DEPRESIÓN
(Vid. Mapa de Tiempo)
DORSAL
(Vid. Mapa de Tiempo)

E (8 términos)
EFECTO FOEHN
Se llama así al fenómeno que provoca aumento de temperatura y disminución de la humedad
relativa en el viento que atraviesa accidentes montañosos de entidad. Este proceso causa
acusadas disimetrías pluviométricas entre las laderas de barlovento y sotavento.
EFECTO INVERNADERO
En el análisis del balance energético planetario ( vid ) se ha señalado la importacia que tiene el
flujo de energía en forma de onda larga que recibe la superficie terrestre procedente de la
troposfera por efecto de la radiación efectuada por las nubes que, a dichos efectos, actúan como
cuerpos negros y por gases absorbentes como el vapor de agua y dióxido de carbono, entre
otros. De no existir las nubes y estos gases de efecto invernadero la temperatura efectiva a la
que el sistema Tierra-atmósfera se encuentra en equilibrio de radiación sería de -18º C en vez de
los +15º C actuales. Esta diferencia es el denominado “efecto invernadero natural”, que hace
habitable nuestro planeta a semejanza del confort térmico que registran las plantas en un
invernadero. Cuestión distinta es el aumento de este efecto invernadero natural por efecto de la
emisión antropógena de determinados gases, proceso en el que se apoya la hipótesis actual de
cambio climático.
ENSO
Las siglas ENSO, hacen referencia al fenómeno que tiene lugar por conjunción, algunos años,
del episodio marítimo de “El Niño” y una fase negativa de la Oscilación Sur (Southern Oscillation)
en el Pacifico Meridional. Es necesario precisar que “El Niño”, como suceso marítimo, es un hecho
que ocurre, cada año, frente a las costas pacíficas de Perú, conocido desde hace siglos por los
pescadores de dicho ámbito que lo identifican con la aparición, en fechas navideñas (de ahí el
nombre de “El Niño”, en honor al Niño Dios), de aguas cálidas mar adentro en un sector recorrido
por la corriente fría de Humboldt o del Perú, rica en nutrientes que alimentan el fitoplancton y
favorece la presencia de ricas pesquerías de anchoveta. La llegada de estas aguas cálidas en
Navidad empobrece el contenido de nutrientes causando la caída de la actividad pesquera. Este
calentamiento no trasciende el norte de Perú y hacia marzo-abril (Semana Santa, siguiendo el
calendario religioso) vuelven las aguas frías a ocupar la superficie marina. No obstante, algunos
años “El Niño” viene con intensidad redoblada rebasando los límites espacio-temporales
señalados, de manera que las aguas cálidas ocupan un amplio sector del Pacífico Ecuatorial y
permanecen en ese estado un año o más. Entonces se registran temperaturas superiores a las
habituales, lluvias intensas e inundaciones, es decir, un acusado cambio ambiental, con
repercusiones muy negativas para la cadena trófica generada a expensas de la corriente de
Humboldt, al originar ingente mortandad de plancton, graves perjuicios a las pesquerías y gran
mortandad de aves acuáticas.
ESCARCHA
Cuando el rocío se produce a temperaturas inferiores a 0º C se hiela, dando lugar a la escarcha,
rosada o helada blanca, tan llamativa sobre las plantas, donde acaba por helarse su propia
transpiración. Con registros térmicos por bajo de –10º C la helada blanca se produce por la
transformación directa del vapor de agua en hielo, mediante la denominada, impropiamente en
este caso, sublimación, sin que medie el proceso de condensación.
ESTABILIDAD ATMOSFÉRICA
La situaciones de estabilidad atmosférica obedecen a factores dinámicos o condicionamientos
térmicos, que pueden actuar asimismo conjuntamente. La subsidencia, que se traduce en
estabilidad atmosférica, puede tener causas dinámicas o térmicas.
ETESIOS
El etesio o eteciano es un viento fresco y seco del norte que sopla en el Mediterráneo oriental,
especialmente en el mar Egeo, durante el verano, entre mayo y septiembre. Rasgos principales
de estos vientos son su dirección constante y velocidad persistente; su soplo está en relación con
la presencia cuasipermanente de bajas presiones en el norte de Africa, debido al intenso
caldeamiento en esta época del año.
EVAPORACIÓN
Vaporización de un líquido sin ebullición. Este proceso reviste singular trascendencia climática
sobre los océanos, transfiriendo a la atmósfera cantidades ingentes de vapor de agua, es decir,
el agua y la energía latente sustraída al líquido evaporante. A favor de la evaporación juegan aire
seco a elevada temperatura, agua más cálida que aquél, viento y presión atmosférica baja.
EVAPOTRANSPIRACIÓN
Transferencia de vapor de agua a la atmósfera por una superficie con vegetación, como resultado
de la acción conjunta de evaporación directa y transpiración de las plantas.

F (3 términos)
FOEHN
El foehn o föhn, es un viento de componente meridional que afecta los Alpes suizos y austríacos,
y que, al trasponerlos, se convierte en un viento catabático que desciende más seco y cálido que
comenzó el ascenso. Adquiere su nombre de la localidad austríaca situada en la vertiente
septentrional de los Alpes de Seetaler y proviene del vocablo latino favonius (ligero y tibio).
FRENTE
La aportación más señera y valiosa de la Escuela de Bergen a la ciencia meteorológica es la
descripción y representación de la imagen del ciclón extratropical o noruego, realizada por Jacob
Bjerknes en 1919. Tras relacionar, certeramente, parámetros climáticos básicos y sistemas
nubosos, dicho investigador llegó a la conclusión de que dos superficies de discontinuidad, es
decir, un frente cálido anterior y un frente frío posterior estructuraban la borrasca. En efecto, las
referidas superficies de discontinuidad llamadas, sucesivamente, líneas de turbonada, de
convergencia o rumbo, acabaron por recibir la denominación de frentes, como resonancia y
recuerdo de la guerra de trincheras que había caracterizado el primer conflicto mundial.
FRENTE POLAR
Concepto enunciado por Jacob Bjerknes y Halvor Solberg en 1920, surgido en la búsqueda del
origen y evolución de la borrasca hasta alcanzar su fase de madurez, así como los estadios
posteriores. Los meteorólogos noruegos observaron la aparición de una nueva borrasca sobre el
frente frío de la precedente, y ello les sugirió la idea del Frente Polar, al suponer que los frentes
cálido y frío del ciclón extratropical no eran sino segmentos de una discontinuidad principal, entre
el aire polar y tropical, el denominado Frente Polar, cuya inestabilidad, a través de sucesivas
ondulaciones, daría nacimiento a las familias de borrascas.

G (2 términos)
GOTA FRIA (kaltluftropfen)
Depresión marcada, inexistente en superficie y sólo perceptible en los niveles superiores. Los
rasgos esenciales de una “gota fría” son los siguientes: 1.Existencia, al menos, de una isohipsa
cerrada en la topografía absoluta de 500 hPa. 2. El aire a menos temperatura viene a coincidir
con el núcleo de la depresión en altitud. 3. No es requisito que el análisis en superficie muestre
una situación anticiclónica, y tampoco ha de considerarse excepcional que, en el suelo, acabe
apareciendo una baja, reflejo de la existente en los niveles superiores; en cambio, sí ha de
suceder que la depresión en superficie resulte poco profunda y la circulación ciclónica débil. 4.
Hay quien, como Llasat, exige la presencia de una isohipsa relativa cerrada en el espesor de
500/1.000 hPa. La aparición de la “gota fría” resulta del reemplazo de la circulación zonal por una
más o menos meridiana, con clara tendencia a desembocar en situaciones de fragmentación o
bloqueo, que responden a dos tipos: “el de ondulación o en omega”, que resulta de la
coalescencia de crestas anticiclónicas por un proceso repetido de estrangulamiento de vaguadas,
que acaba por generar una gran construcción anticiclónica, reflejada en superficie por la
presencia de un gran anticiclón de bloqueo que dificulta la circulación del oeste; la otra modalidad
de bloqueo, con aparición de “gota fría” o baja desprendida en altitud es la denominada “en
rombo” , dipolo o con bifurcación de la corriente en chorro.
GRADIENTE
Se entiende por gradiente la diferencia entre los registros de un elemento climático a la distancia
espacial establecida. Sin que falten otros, los gradientes climáticos más usuales y difundidos
atañen a presión atmosférica y temperatura. El gradiente horizontal de presión viene dado como
la diferencia de presión por grado de meridiano o segmento de sesenta millas marinas, distancia
medida sobre la perpendicular a las porciones infinitesimales de dos isobaras consecutivas, que,
a dicho efecto, se consideran rectilíneas; se expresa, habitualmente, en mb. o hPa./111 Km.
Existe también el llamado gradiente barométrico de altura, que mide los metros de ascenso hasta
que la presión atmosférica se reduce 1 mm. Hg, es decir, 1,3 mb. o hPa. El gradiente horizontal
de temperatura, particularmente importante para evaluar el desfase de aquélla entre tierras y
mares, por la inercia térmica de las aguas marinas. Para el plano o vertical se manejan los
conceptos de gradiente de estado medio, gradiente real, gradiente adiabático y gradiente
pseudoadiabático.

H (2 términos)
HELADA
Situación atmosférica que provoca descenso de temperaturas a valores próximos o inferiores al
punto de congelación del agua. Las heladas se producen, a favor de continentalización, en
jornadas de frío nocturno a favor de una intensa pérdida de calor por irradiación, en días
invernales con potente anticiclón con génesis de escarcha. Se manifiesta por la génesis de
escarcha.
HUMEDAD ATMOSFÉRICA
El vapor de agua es incoloro y su densidad 5,8 veces superior a la del aire. Incorporado a la masa
atmosférica por los procesos de evaporación y transpiración, el vapor de agua forma parte de la
masa atmosférica con porcentajes superiores a 0 e inferiores a 5. Su presencia posee singular
trascendencia meteorológica, y no solo porque a sus expensas se generan los distintos
hidrometeoros, sino debido también a su excepcional protagonismo como regulador térmico, a
causa de su extraordinaria capacidad tanto para absorber la radiación solar como para retener la
reenviada por la superficie terrestre. Dicha función reducida al mínimo, por su ínfima presencia,
en determinados desiertos subtropicales (Sahara, Arizona, entre otros), ocasiona temperaturas
elevadísimas durante el día e intensos enfriamientos nocturnos, con brutales oscilaciones
térmicas diarias, que exceden el medio centenar de grados centígrados. Por todo ello, la medida
y estudio del vapor de agua reviste el mayor interés. Para dicho objetivo se emplean una serie de
instrumentos (higrómetros, higrógrafos, termohigrógrafos, evaporímetros, psicrómetros) y
manejan un conjunto de conceptos, tales como humedad absoluta, humedad específica, relación
o proporción de mezcla, presión de vapor, humedad relativa, curva de saturación y punto de rocío.

I (5 términos)
INESTABILIDAD ATMOSFÉRICA
Situaciones originadas por mecanismos dinámicos o condicionamientos térmicos, en ocasiones
combinados.
INSOLACIÓN
A despecho de las elevadísimas temperaturas que reinan en el interior de la Tierra, la contribución
geotérmica a la temperatura del aire, dado que el roquedo es un pésimo conductor, resulta
desdeñable. La gran fuente de energía calorífica es el sol. Y en relación con ello se maneja el
concepto, a todas luces impropio, de constante solar, considerando como tal la radiación solar
recibida en el límite de la atmósfera terrestre, a la distancia media entre el sol y la tierra, por una
superficie perpendicular a los rayos solares (capa límite), cifrando aquélla en 2 Ly/min., es decir,
2 cal/cm2/min. Ni que decir tiene que la constante solar es inexistente, por cuanto la radiación
solar antes de penetrar la atmósfera terrestre queda supeditada a la propia actividad solar y a la
propia excentricidad de la órbita terrestre en torno al sol. Teóricamente, todos los puntos de la
superficie terrestre cuentan con igual número de horas de sol (4.380 horas anuales), tanto en el
ecuador (365 * 12) como en los polos (365/2 * 24). La realidad es bien distinta, con el
condicionante de la nubosidad en primer término. A la hora de explicar los fuertes contrastes en
las aportaciones de energía calorífica han de tenerse muy en cuenta, la cantidad de radiación por
unidad de superficie y las pérdidas registradas al atravesar la masa atmosférica.
INUNDACIÓN
Desbordamiento de un curso fluvial motivado por el desarrollo de precipitaciones intensas, fusión
rápida de nieve o rotura de embalses, por causa diversa. Las inundaciones de origen natural
deben su génesis a lluvias abundantes originadas por ciclones tropicales, precipitaciones
monzónicas o tormentas convectivas en el ámbito intertropical y a temporales de lluvia, de origen
diverso, en latitudes medias.
INVERSIÓN TÉRMICA
Implica una alteración de la curva de estado, consistente en que aparece aire a más temperatura
que el infrayacente, invirtiendo la secuencia normal de ésta con el ascenso. Son varias las
modalidades y causas de las inversiones térmicas.
ISOLINEAS
La cartografía de elementos meteorológicos y climáticos se sirve, como instrumento básico, de
distintas isolíneas, construidas todas ellas a intervalos fijos. La más antigua es la isoterma.

L (1 término)
LLUVIA DE BARRO
Conocidas también como lluvia “de fango”, lluvias “de polvo” (“dust rain”, en inglés) o lluvias “de
sangre”, es un hidrometeoro peculiar formado por gotas de aguas condensadas en arenas y limos
que actúan de núcleo de condensación del vapor de agua; evaporada el agua de las gotas, los
núcleos de arena o limo tapiza las superficies con una fina capa de tonalidad ocre o rojiza, muy
llamativa en los parabrisas de los automóviles de color oscuro.

M (8 términos)
MAESTRAL
Denominado asimismo mestral, mistral, minstral o maestro (del latín, magistralis), se trata del
viento del noroeste, frío y seco, que sopla, preferentemente en invierno, con cielo despejado, y
afecta, sobre todo, el Golfo de León y el área septentrional del archipiélago balear. Con frecuencia
alcanza velocidades de 80-100 km/h. y , en ocasiones, las duplica generando mar arbolada o de
gravísimo peligro. Dichas velocidades resultan desproporcionadas a los gradientes horizontales
de presión imperantes, y son posibles por la intervención de otros mecanismos. Procede de la
acumulación de aire frío y denso en las cuencas de los Alpes o montes Cevennes o de la
presencia de altas presiones en el noroeste de Europa.
MAPA DE TIEMPO
Fuente de trabajo básica para la climatología y, en particular, de su rama sinóptica es la
cartografía de los sistemas de presión a diferente altitud. El término sinóptico, del griego
sun~oyiV, significa "visión general o comprensiva"; y, en efecto, los mapas de tiempo ofrecen una
visión global de los aspectos meteorológicos que caracterizan el tiempo atmosférico en un
territorio. Las primeras cartografías meteorológicas se elaboraron en los primeros decenios siglo
XIX por Brandes (1820), Redfield (1825), Henry (1849) y Le Verrier (1854), pero será en la
segunda mitad de dicho siglo cuando la edición regular de mapas del tiempo (boletines diarios)
alcance difusión merced a la publicación de boletines a cargo de las instituciones meteorológicas
nacionales y su inclusión en algunos períodicos de prestigio. En Francia el Boletín meteorológico
internacional del Observatorio de París incluiría, desde 1863, la edición de una carta de isobaras
en Europa. A esta iniciativa se sumaron otros países, entre ellos España en 1893.
Los mapas de tiempo mejoraron su confección considerablemente gracias a los descubrimientos
meteorológicos de la Escuela meteorológica noruega de Bergen, con sus aportaciones sobre los
frentes y la caracterización de las masas de aire. A ello se unirá la regularidad en la observaciones
meteorológicas de altitud a partir, sobre todo, del segundo conflicto bélico mundial y, desde los
años cincuenta, la consolidación de redes mundiales de radiosondeo.
Los boletines meteorológicos diarios incluyen, junto a tablas con datos analíticos de los
observatorios principales de cada país, análisis de superficie, topografías de la troposfera media
y superior, y, en algunos casos, mapas climáticos (temperaturas y precipitación) y curvas de
estado con datos de radiosondeo. La cartografía meteorológica actual resulta muy variada en
virtud de la simbología manejada, de la escala de trabajo y de las superficies de representación
que integran un boletín diario.
Un boletín meteorológico diario se compone de mapas de superficie, mapas de altitud y mapas
de altura. Los primeros son representaciones cartográficas que contiene la disposición de los
campos de presión a nivel de mar (es decir, a 0 metros). La configuraciones de presión viene
dibujadas por una líneas (isobaras) que unen los puntos geográficos con idéntica presión
atmosférica (medida en mb o hPa.). Un mapa de altitud es una mapa topográfico de superficies
de igual presión atmosférica en el que se plasman las figuras topográficas que derivan de la
presencia de una u otra masa de aire en una superficie isobárica concreta. Estas figuras
topográficas vienen diseñadas por el trazado de líneas de igual altitud (isohipsas). Se elaboran
topografías de 850, 700, 500, 300, 200 y 100 hPa. Un mapa de altura es aquél cuyas líneas unen
los puntos de igual espesor entre dos superficies isobáricas a distinto nivel. La líneas de
representación son, en este caso, líneas de espesores que unen los puntos en que el espesor
del estrato comprendido entre dos superficies isobáricas es el mismo. Se denominan también
"topografías relativas" puesto que las líneas con las que se trazan son también líneas isohipsas
(puntos de igual altura), pero en este caso el nivel de base no es el nivel del mar (0 metros) sino
la altitud a la que se sitúe la isohipsa de la superficie isobárica más próxima al suelo. Estos mapas
de altura o espesor son muy útiles para la predicción meteorológica al delimitar sectores con
idéntico "viento térmico", viento ficticio (no se puede medir con un anemómetro) obtenido
matemáticamente que surge, cuando es distinta la densidad media en columnas de aire
yuxtapuestas, justamente para tratar de igualar las temperaturas medias de las mismas. Los
mapas de altura que se incluyen con más frecuencia en los boletines meteorológicos son los
espesores de 500/1000 hPa y de 500/850 hPa. El interés climático de estos mapas radica en que
en ellos se aprecia de forma clara los rasgos térmicos de la masa de aire que afecta a un
determinado ámbito geográfico. La simbología empleada para determinar esta categoría son las
letras F (frío) y C (caliente) ó, en inglés, C (cold, frío) y W (warm, caliente). Conviene no confundir
los conceptos altitud y altura en el comentario de mapa de tiempo. Resulta un olvido frecuente
emplear la expresión "mapa de altura" para referirse a los mapas de 500 ó 300 hPa que se
incluyen en los boletines meteorológicos cuando lo correcto es denominarlos "mapas de altitud"
puesto que están elaborados teniendo como punto de referencia el nivel de base 0 metros (nivel
de mar).
En los mapas de tiempo, de superficie y altitud, isobaras e isohipsas aparecen asociadas
dibujando configuraciones características. Así, en las topografías absolutas y relativas la
existencia de índices de circulación zonal altos o bajos debidos a mecanismo de reajuste
energético planetario se perciben en las representaciones de un mapa de tiempo. Así, una
situación de alto índice de circulación zonal se refleja en los mapas de altitud con la existencia de
isohipsas que recorren la escena sinóptica dispuestas de oeste a este. Es lo que se conoce como
circulacion zonal (alto índice zonal) o circulaciones del oeste. En estos casos, la corriente en
chorro circula en el sentido de los paralelos geográficos sin manifestar, apenas, sinuosidades.
Por contra, una situación de bajo índice zonal se manifiesta en los mapas de altitud por la
existencia de isohipsas que han perdido su recorrido zonal y presentan sinuosidades, de mayor
o menor grado, que convierten los flujos en meridianos (es decir, isohipsas y corriente en chorro
circula en sentido de los meridianos, norte-sur o sur-norte). Es lo que se llama circulacion azonal
o meridiana. Este segundo tipo circulatorio condiciona la aparición de las siguientes figuras
topográficas en relación con la masa de aire existente en su seno;
-Vaguada o valle planetario; Configuración topográfica no cerrada que determina en nuestro
hemisferio circulaciones meridianas de masas de aire de sentido norte-sur. Las masas de aire
cuyas expansiones generan vaguadas son las masas de aire polares y árticas. Al tratarse de
masas de aire frías, las configuraciones topográficas de vaguada son campos de baja presión
que vienen representados en las topografías absolutas con la letra B y en los mapas de espesor
con la letra F (frío) o C (cold). El eje de las vaguadas puede adoptar sentido diverso en virtud del
valor del indice de circulación zonal, de forma que resulta meridiano (N-S) con índice bajo,
adquiriendo disposición cuasi-paralela (NE-SW) cuando la velocidad de circulación de la corriente
en chorro cae por debajo de 70 Km/h, es decir, con índice zonal muy bajo. En este último caso,
las ondas de circulación planetaria experimentan retrogresión, es decir, se mueven hacia el oeste,
en lugar de hacia el este siguiendo las pautas de circulación atmosférica normales de las latitudes
medias (zona de circulación del oeste).
-Gotas frias, bajas desprendidas en altitud, depresiones frías en altitud, o embolsamientos de aire
frío desarollados en el seno de una vaguada por seclusión de una o más isohipsas ( vid. gota
fría ).
-Crestas y dorsales o áreas topográficas no cerradas de alta presión formadas por expansiones
de masas de aire cálidas hacia latitudes superiores. Las masas de aire que entran en juego para
generar estas configuraciones son la tropical marítima y la tropical continental. Estas figuras
suponen trayectoria meridiana de flujos en sentido SUR-NORTE.
Configuraciones de presión cerradas, en superficie o altitud, son los anticiclones y las bajas
presiones. Se habla de altas presiones, máximos o anticiclones para designar una configuración
de isolíneas tal que los valores más elevados se sitúan en el centro, y por tanto disminuyen hacia
la periferia. La presencia de esta unidad isobárica cerrada se indica colocando en el centro el
signo + o letras (A, H). En cambio, se habla de centro ciclonal, área ciclonal cerrada, depresión o
baja presión, cuando la presión crece hacia la periferia y decrece hacia el centro. Se coloca en el
centro el signo - o las iniciales D, L, T ó B.
Los análisis en superficie ofrecen, además, una serie de unidades isobáricas abiertas, tanto de
alta como de baja presión. Las de alta presión son las dorsales o crestas, que a veces, más
afiladas, se denominan cuñas. Las dorsales pueden aparecer como tal unidad abierta de alta
presión sin más o como prolongación de un máximo. Configuraciones isobáricas abiertas de baja
presión son los talwegs, con eje de posición variable y formación vinculada a calentamientos muy
intensos de la superficie terrestre con pérdida de densidad del aire y, por tanto, descenso de
presión.
Término procedente también de la topografía es el de collado, que sirve para designar la
configuración isobárica constituida por isobaras no cerradas y una típica forma de silla de montar,
producto de una disposición en cruz de dos anticiclones y dos borrascas. Si el eje que une los
anticiclones es dominante se habla de puente anticiclónico, y, si lo es el que une las borrascas,
de desfiladero de bajas presiones.
Se habla de pantano barométrico o marasmo, para referirse a una situación caracterizada por la
presencia de isobaras muy distanciadas, con valores próximos al de la presión normal. Se trata
de un área de calma, prácticamente sin vientos; de ahí que también, de manera inexacta, se
emplee para pantano barométrico el término de calmaría, que alude precisamente a esta
circunstancia de calma atmosférica, empleándose el nombre de calmería cuando la falta de viento
se produce sobre una superficie marina. Es una configuración que se manifiesta con mucha
frecuencia sobre el Mediterráneo Occidental y la Península Ibérica durante el verano. Su
presencia se vincula con la implantación del régimen de brisas.
Se denomina isobaras paralelas al haz largo y bien establecido de isobaras dispuestas una junto
a otra en el sentido de los paralelos. Es la configuración de superficie propia de jornadas con
circulación zonal intensa en las capas altas de la troposfera. La mayor proximidad de las isobaras
supone aumento del gradiente horizontal de presión y, por ende, velocidades mayores de vientos.
En los mapas de superficie hemisféricos del boletín meteorológico europeo puede efectuarse el
seguimiento de fenómenos atmosféricos de latitudes intertropicales que vienen representados
con simbología específica. En este sentido, destacan los siguientes: Ciclón tropical: Configuración
isobárica cerrada de muy baja presión propia del ámbito intertropical.que vienen representada
por un punto negro (punto blanco, sino ha alcanzado el grado de madurez) con dos aspas
orientadas en el sentido de giro del vórtice ciclónico. Junto a este símbolo se añade el nombre
que recibe cada ciclón tropical según el sistema de denominación seguido en cada región
oceánica y Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT) o franja de enfrentamiento de los vientos
alisios de posición variable a lo largo del año y a la que se asocia una banda nubosa. Se
representa por dos líneas paralelas unidas entre si, a modo de escalera dispuesta en sentido de
los paralelos.
En España, el primer boletín meteorológico data del 1 de marzo de 1893, editado, entonces, por
el Instituto Central Meteorológico, antecedente del actual Instituto Nacional de Meteorología. El
Boletín meteorológico que edita, actualmente, dicho Instituto, incluye tres análisis de campos
isobáricos en superficie (a 12 h. y 18 h, T. M.G. del día anterior y a 6 h. T.M.G. del día en curso),
y diversos cortes topográficos de la troposfera, a 12 h. (T.M.G.), que incorporan isotermas a
intervalos de 4 º C: topografías de 850, 700, 500 hPa y 300 hPa, en ésta última se dibuja la
corriente en chorro con trazo negro intenso. El boletín se completa con la hoja de datos analíticos
que incluye valores de los registros térmicos (máxima y mínima), precipitaciones acumuladas y
horas de sol de las estaciones de primer orden tuteladas por el Instituto Nacional de Meteorología.
La proyección de representación cartográfica es la estereográfica polar con mapas a escala 1:
40.000.000.
MARASMO
(Vid. Mapa de Tiempo)
MASAS DE AIRE
Expresión acuñada en los años veinte en el seno de la Escuela de Meteorología de Bergen para
designar a una porción o volumen de aire que ocupa un territorio extenso, con gran
homogeneidad en sus rasgos térmicos e higrométricos en origen y capacidad para modificar los
caracteres del tiempo atmosférico de las regiones que interesa.
METEOROLOGÍA
En su acepción más sencilla e inmediata, Meteorología es la ciencia que trata de los meteoros,
vocablo éste de etimología griega (metewroV) que significa, literalmente, alto o elevado en el aire.
METEOROS ELÉCTRICOS y ÓPTICOS
En la atmósfera tienen lugar una serie de fenómenos vinculados a la energía eléctrica, de signo
distinto, que se genera entre tierra y nubes de desarrollo o en el interior de éstas; y, asimismo,
producidos por fenómenos de reflexión, refracción y difracción debidos a la interposición de
partículas, de naturaleza diversa, en la trayectoria de los rayos solares. Entre los meteoros
eléctricos el más destacado es el rayo (del lat. radius, rayo de luz) o chispa eléctrica producida
por la descarga que tiene lugar entre dos nubes o entre nube y Tierra. El trueno o ruido del rayo.
Dado que la velocidad de propagación del sonido es de 340 m/s, frente a la de la luz, 300.000
Km/s, el trueno se percibe con posterioridad al destello luminoso del relámpago. Entre los
fenómenos ópticos sobresale el arco iris o arco de San Martín, consistente en la aparición de un
semicírculo luminoso, de grandes dimensiones, en el que están representados todos los colores
del espectro visible. El nombre hace alusión a Iris, mensajera de los dioses en la mitología griega,
que se representaba vestida con un chal de siete colores. El fenómeno se observa cuando llueve
en la parte del cielo opuesta al Sol, frente al observador, cumpliéndose siempre que el centro del
arco, el ojo del observador y el Sol se encuentran alineados. El halo (del. gr. hlioV, sol. HlioV,
dios del Sol) es un círculo luminoso que rodea al Sol o la Luna, por lo general blanquecino, debido
a la refracción de los rayos de luz a través de los cristalitos de hielo de cirros y cirrostratos.
Fenómeno óptico es el espejismo (del lat. speculum, espejo) o ilusión debida a la refracción de
los rayos luminosos en la atmósfera.
MODELOS DE CIRCULACIÓN
No es posible aludir aquí a los numerosos modelos de circulación formulados desde que, más de
trescientos años atrás, el famoso astrónomo inglés Edmond Halley publicara, en 1688, su célebre
mapa de vientos a escala mundial, acompañado de una serie de consideraciones acerca de las
calmas ecuatoriales, monzones y chimenea ecuatorial. Así, pues, nos referiremos a los más
difundidos. En 1735, George Hadley incluía en su Philosophical Transactions un esquema de
circulación atmosférica general, a tenor del cual los vientos circulaban de norte a sur en el
hemisferio septentrional, haciéndolo para el austral en sentido contrario; la desviación hacia el
oeste de los alisios sería debida a la diferencia latitudinal de velocidad líneal de la rotación
terrestre, máxima en el ecuador, de manera que los vientos dirigidos hacia el mismo quedarían
retrasados, originando un flujo de sentido contrario al de aquélla. Un siglo después, en 1836,
Heinrich Dove cuestiona el modelo de Hadley y propone otro alternativo, cuya justificación radica
en un mecanismo de constrastes térmicos entre polos y ecuador, de esta naturaleza sería
asimismo la periodicidad estacional de los monzones, concebido como un gigantesco sistema de
brisas. Similares son las conclusiones a que llega, en su Physical Geography of the sea and its
Meteorology (1855), el marino y oceanógrafo estadounidense Matthew Maury. De ambos
discrepa William Ferrel, quien, el año 1856, enuncia su divulgada ley de que, a causa de la
rotación terrestre, cualquier cuerpo que se mueva libremente es desplazado hacia la derecha en
el hemisferio norte y a la izquierda en el austral; sería, por tanto, la fuerza desviadora de la Tierra
la que marcaría los rumbos de ambos alisios.
Los considerables progresos de la meteorología dinámica en el último cuarto de la centuria
precedente y la actual se traducen en la elaboración de nuevos modelos. Así, el de Guldeberg-
Mohn (1875) busca la explicación de la circulación atmosférica general en un planteamiento que
suma leyes mecánicas al motor termoconvectivo. Más innovador resulta el debido al catedrático
de Física en la universidad de Berlín Hermann von Helmholtz, quien estableció el principio de
conservación de la energía y las leyes de los torbellinos en los fluidos. Ya en el siglo actual, Jacob
Bjerknes, miembro destacadísimo de la Escuela de Bergen, que en 1919 describió y representó
el ciclón extratropical o noruego, propuso un esquema de circulación general que, además, de
incluir el Frente polar, concepto acuñado por el mismo y Halvor Solberg, prefigura algunos rasgos
del célebre modelo tricelular de Carl-Gustav Rossby (1941). Este posee el indudable mérito de
constituir una síntesis conjunta de las circulaciones zonales y meridianas, diferenciando en cada
hemisferio las células de Hadley, Ferrel y Polar. El eje de dicho modelo radica en la interacción
continua entre flujos y centros de acción, supeditada a factores térmicos y dinámicos; unos años
después sería revisado por el propio Rossby, quien, junto con sus discípulos de la Escuela de
Chicago hizo una notable contribución al estudio del jet-stream, cuya existencia fue verificada con
motivo de la II Guerra Mundial. Elaborado tras la detección de los jets templado y subtropical, el
modelo de Palmen (1951) incluye ambos, haciéndolos coincidir con sendas roturas de la
tropopausa. Tres lustros después, y a partir de los esquemas de Scherhag, Mintz y Dean y de los
cortes verticales de Riehl, Pédelaborde traza una modelo de circulación atmosférica general a 5
km. de altitud, que tiene en cuenta tanto la configuración del campo de presiones resultante de la
distribución de temperaturas como las leyes del torbellino absoluto y el principio de conservación
del momento de rotación en torno al eje de los polos. Su esquema muestra, como rasgos básicos,
la gran zona de circulación general del oeste, limitada por el jet subtropical, y una circulación
celular en el ámbito subtropical. Gran semejanza con éste guarda el debido a su discípulo Pierre
Pagney, que destaca l papel de los máximos subtropicales como piezas maestras de la
circulación atmosférica general. Los avances registrados este último cuarto de siglo en el
conocimiento de la circulación atmosférica general, con la importante aportación que representan
las imágenes de los satélites meteorológicos polares y geoestacionarios, han sido recogidos en
los esquemas actuales. Así, Meehl (1987), que añade a los jets del oeste polar y subtropical, uno
ecuatorial des este sobre el hemisferio norte durante el verano boreal, subraya el papel de la
célula de Hadley en la transmisión de energía hacia latitudes superiores, haciendo notar su
hipertrofia durante el invierno correspondiente.
MONZONES
Monzón, significa en árabe (mausim) “estación”, y con este término los navegantes del Indico
aludían a la gigantesca inversión de vientos que, con carácter estacional, tiene lugar en dicho
océano, base para la navegación entre las costas de Africa y la India: en verano rumbo hacia el
noreste (monzón de verano o monzón de las lluvias) y en invierno hacia el suroeste (monzón de
invierno o monzón seco). El trabajo clásico de Chromow sobre el monzón (1950), identificaba
como áreas monzónicas aquellas en las que la dirección del viento en superficie experimenta un
cambio de rumbo de, al menos, 120º en el transcurso de las estaciones del año. Así, se habla de
circulaciones monzónicas para el sur y sudeste de Asia, sur del archipielago nipón, entorno del
Golfo de Guinea y norte de Australia.
La causa última de la estacionalidad monzónica, radica, según Webster, en los procesos de
reajuste de energía calorífica que se producen a lo largo del año entre Océano Indico y continente
asiático.

N (4 términos)
NIEBLA
Hidrometeoro en superficie o a escasa altura que, integrado por multitud de gotillas de ínfimo
tamaño, reduce la visibilidad a un kilómetro. Con este denominador común, los bancos de niebla
ofrecen, no obstante, diversidad de espesor, intensidad y persistencia, así como en sus causas.
Una clasificación sumaria de éstas diferencia nieblas de radiación, advección y frontales.
NIEVE
Precipitación sólida, formada por cristales de simetría hexagonal. Premisa indispensable de la
misma es que las gotillas sobrefundidas, merced a la presencia de abundantes núcleos de
congelación, entren en fase de hielo y que los isoceros queden muy bajos, para que la nieve no
funda en su caída; si la temperatura es superior a 0º C, la nieve no cuaja en el suelo.
NORTE
El norte o norther es un viento regional frío que sopla, durante el invierno, en el Golfo de México,
cuando tienen lugar invasiones de aire polar continental procedente de las tierras septentrionales
de Estados Unidos y Canadá.
NUBES
La aparición de nubes supone la transformación en agua o hielo de vapor de agua; hay, en efecto,
nubes de agua líquida, de hielo y también de carácter mixto. Esta diversidad de estados se
corresponde con la de sus procesos causantes, es decir, condensación, sublimación y
congelación.
El método taxonómico que se utiliza es la propuesta de Ralph Abercromby y H. Hildebrand
Hildebrandsson, adoptada en 1896 por la Organización Meteorológica Internacional. Se
identifican cuatro tipos morfológicos y seis combinaciones entre ellos; en total, diez, agrupados,
atendida la altitud basal de las nubes, en cuatro familias. Los cuatro tipos morfológicos básicos
son: Cirrus (nubes deshilachadas, filamentosas, fibrosas, blanquÍsimas, sin sombra); Stratus
(nubes sin formas diferenciadas, en estrato, capa o velo); Cumulus (nubes de cimas redondeadas
y globulares, bien recortadas, con sombras) y Nimbus (nubes sombrías y amorfas, con
precipitaciones). Mediante la adscripción a familias, se diferencian cuatro grupos, es decir, nubes
altas, nubes medias, nubes bajas y nubes de desarrollo vertical. Formas, dimensiones y
configuración general permiten distinguir especies; así, en el caso del género Cumulus, se
diferencian Cumulus humilis, Cumulus mediocris, Cumulus congestus, Cumulus calvus, Cumulus
capillatus, etc. Aspectos más detallados de formas, apéndices o modos en que interceptan o
permiten el paso de la radiación luminosa, permiten establecer las variedades. Especial mención
ha de hacerse de nubes asociadas a accidentes orográficos, denominadas banderas,
capuchones, monteras o tocas, en cuyo desarrollo colaboran eficazmente las brisas de valle
diurnas, que las adosa a dichos relieves, mientras las separan o disocian de los mismos las
descendentes, en especial las que soplan al amanecer.

O (8 términos)
OLA DE CALOR
Tipo de tiempo caracterizado por la súbita elevación de los registros térmicos, que tornan
extremos en las máximas. Aunque la expresión ha hecho fortuna entre el gran público, resulta
más apropiado el término advecciones de aire cálido, o golpes de calor, alusivas a la causa
genética que las origina y la corta duración que suelen tener. Golpes de calor tienen por causa la
llegada de aire tropical y, en puridad, de la masa de aire tropical continental a latitudes superiores
a las de su manantial y aunque se desarrollan, preferentemente en verano, estación en la que los
valores de temperatura máxima se disparan, en latitudes medias, por encima de los 30º, alcanzan
e, incluso, rebasan los 40º C, advecciones de aire tropical pueden causar elevación súbita de
registros térmicos en cualquier época del año.
OLA DE FRIO
Tipo de tiempo caracterizado por el ambiente helador, con registros térmicos exiguos que puede
acompañarse, en ocasiones, de nevadas copiosas. Con mayor precisión debe hablarse de
advecciones de masas de aire frías o muy frías, puesto que este es el mecanismo meteorológico
que las genera. En el hemisferio norte, las olas de frío tienen su época principal de riesgo entre
mediados de los meses de noviembre y marzo, con ápice en enero-febrero, intervalo en el que
masas polares y árticas alcanzan valores térmicos mínimos en sus manantiales que mantienen,
en gran medida, en su desplazamiento hacia latitudes templadas. Las advecciones frías, afectan
a un amplio territorio, el que queda bajo los efecto de las vaguadas instaladas en las capas altas
de la troposfera y ocasionan graves daños en la actividad agraria al provocar las bajísimas
temperaturas destrozos en cultivos de temporada por congelación.
ONDAS DE ROSSBY
A finales de los años treinta del siglo veinte, el meteorólogo sueco, afincado en los Estados
Unidos, Carl-Gustaf Rossby señaló la existencia de unos patrones de movimiento en la
circulación atmosférica de altitud en la zona de circulación del oeste, que denominó “ondas largas”
u “ondas de Rossby”, confirmadas, con posterioridad, por las observaciones aerológicas y los
experimentos hidrodinámicos realizados con un disco giratorio calentado en sus bordes por Fultz,
en 1949. Se trata de un patrón de comportamiento de la circulación del oeste, cuyo
funcionamiento depende del valor del índice zonal (o número de Rossby) de dichas corrientes. El
comportamiento de las ondas de Rossby es decisivo para la circulación de altitud en latitudes
medias y altas; y lo que es más importante, hoy se sabe que la localización y amplitud de
determinadas configuraciones de superficie, en latitudes medias y altas, están regidas por las
ondas de Rossby.
ONDAS DEL ESTE
En el seno del flujo de los alisios se desarrollan, en determinadas condiciones atmosféricas,
perturbaciones que, apenas perceptibles en los análisis de superficie, adoptan la forma de
vaguadas abiertas al ecuador, de escasa amplitud, y se acompañan de tiempo lluvioso. Se trata
de ondas formadas sobre las superficies oceánicas (Atlántico, Pacífico e Indico) que se desplazan
de este a oeste (de ahí su nombre), con velocidad media de 20 Km/h. y unas dimensiones de
hasta 500 Km de longitud. Su origen se relaciona con modificaciones momentáneas de velocidad
y dirección que tienen lugar en el seno de los vientos alisios que circulan por el sector a menor
latitud (10-15º) de las altas subtropicales, donde la intensidad de la subsidencia es menor.
ONDAS DEL OESTE
Las ondas del oeste (westerly-waves) son perturbaciones atmosféricas que afectan el ámbito
intertropical y provocan mal tiempo con aguaceros copiosos. Se originan por instalación de una
vaguada de aire frío en niveles superiores, que se propagan de oeste a este, de ahí su nombre;
ello origina fuerte inestabilidad atmosférica, acusada exageración de gradiente térmico estático
en la vertical y la presencia adicional de un mecanismo de divergencia por difluencia en altitud.
ORGANIZACIÓN METEOROLOGICA MUNDIAL
Organismo intergubernamental que, en el seno de la ONU, está encargado de potenciar y difundir
la investigación y conocimientos del estado y comportamiento de la atmósfera y el clima terrestre.
OZONO
Variedad alotrópica del oxígeno, de fórmula O3, que forma parte del aire. En cantidad suficiente,
poseé color azul, fuerte olor, poder oxidante muy superior al del oxígeno y una gran capacidad
de absorción de la radiación ultravioleta.
OZONÓSFERA
Subcapa de la estratosfera, extendida entre 15 y 40 Km. de altitud, que encierra el 90% del ozono
atmosférico, con concentración máxima hacia 30-40 kilómetros. Merced a la capacidad del ozono
para absorber la radiación ultravioleta, la ozonosfera constituye un filtro protector de la vida sobre
la Tierra, que de otro modo no sería posible por la enorme potencia actínica de dichos rayos.

P (4 términos)
PANTANO BAROMÉTRICO
(Vid. Mapa de Tiempo)
PRECIPITACIÓN
La precipitación (de latín praecipito, precipitar, hacer caer) es el hidrometeoro formado por
partículas de agua, en estado líquido o sólido, que, cristalizadas, caen desde una formación
nubosa y alcanzan el suelo. Suele establecerse una distinción entre precipitación vertical y
precipitación oculta, impropiamente denominada, horizontal constituida por el agua condensada
en nieblas, neblinas, rocíos o escarchas que se deposita sobre una superficie sin que medie caída
desde una nube. El ejemplo prototípico son las precipitaciones ocultas aportadas por los
cocimbos, camanchacas y cacimbos vinculados a la presencia de las corrientes marinas frías de
Humboldt y Benguela.
PREDICCION METEOROLÓGICA
Sin desconocer precedentes sumamante valiosos e indispensables, el nacimiento y organización
de la predicción meteorológica son referibles a la segunda mitad del siglo XIX. En apretada
síntesis, hitos muy notorios son los siguientes: la tempestad de 11 de noviembre de 1854, que,
al desbaratar una flota combinada anglo-franco-turca y piamontesa que operaba contra los rusos
en la Guerra de Crimea, llevó al Estado Mayor Conjunto a plantear a Le Verrier si, con los
conocimientos meteorológicos existentes, aquéllas podría haber sido prevista y el desastre
evitado; quedaba así bien patente el singular interés estratégico de la predicción meteorológica.
En estrecha relación con ello se presupone, en 1859, con ocasión de la reunión de la Royal
Meteorological Society celebrada en Aberdeen, bajo la presidencia del príncipe consorte Alberto
de Sajonia-Coburgo, el uso del telégrafo para la transmisión de datos meteorológicos. A este
período corresponden, además de la creación de sociedades meteorológicas nacionales, la
organización de servicios meteorológicos entre 1855 y 1890, la publicación de boletines diarios y
la fundación, en 1873, de la Organización Meteorológica Internacional. El análisis comparado de
los artículos de François Arago “Sur la prédiction du temps” (1858) y de León Teisserenc de Bort
“Sur la prévision du temps” (1886) ilustra sobre los progresos de la meteorología predictiva y la
climatología sinóptica en esta segunda mitad del siglo XIX; mientras el primero estima imposible
predecir el tiempo con veinticuatro horas de antelación, el segundo, rebosante de esperanza,
proclama el espléndido futuro de la predicción meteorológica a medida que mejoren los
instrumentos de observación y el conocimiento de la dinámica atmosférica. Entre un gran número
de aportaciones del mayor interés, destaquemos los mapas de nubes de Fitzroy, el esquema de
ciclón extratropical elaborado por Ralph Abercromby (1896) y la instalación, ese mismo año, bajo
la dirección de Teisserenc de Bort, del Observatorio de Meteorología Dinámica de Trappes; antes,
en 1882, Van Bebber había reconocido las trayectorias habituales de penetración de las
corrientes perturbadas en Europa. El primer tercio de la centuria actual, por lo que hace a la
predicción meteorológica, ofrece como hechos particularmente relevantes la descripción y
representación del ciclón extratropical de estructura frontal o noruego por Jacob Bjerknes (1919),
la acuñación del concepto de Frente Polar por el propio Jacob y Halvor Solberg (1920) y la
clasificación de masas de aire por Tor Bergeron (1928). Es de notar que la aportación de la
Escuela de Bergen constituirá el fundamento básico de la meteorología predictiva hasta nuestros
días. A este primer tercio de siglo corresponde también la invención y práctica del primer
radiosondeo por el francés Bureau (1929). Al desarrollo de la aviación suscitada por la II Guerra
Mundial se debe la detección de las corrientes en chorro templada; finalizado ya el conflicto, se
producirían los descubrimientos del jet subtropical y, luego, del ecuatorial. No es preciso
encarecer la importancia que revisten para la predicción meteorológica las imágenes de satélite
a partir de la puesta en órbita del Tiros I (1960) y, sobre todo, del SMS-GOES (1974), primero de
los satélites geoestacionarios, que, en sucesivas generaciones, constituyen las piezas básicas
del Programa de vigilancia Meteorológica Mundial; una de los cuales es, precisamente, el
METEOSAT. Añadamos asimismo, entre el instrumental de observación más sofisticado, el
empleo de radares Doppler. Son diversos los programas que desarrolla la Organización
Meteorológica Mundial además del ya citado de vigilancia Meteorológica Mundial, como por
ejemplo, sobre los ciclones tropicales y la hipótesis de cambio climático. Mencionemos también
la singular importancia del Simposio Internacional sobre “The life cycles of extratropical cyclones”
(1994), convocado por la Universidad de Bergen para conmemorar el LXXV Aniversario de la
descripción del ciclón extratropical o noruego por Jacob Bjerknes. Constituye la descripción de
éste y de sus frentes asociados la gran aportación de la Escuela noruega a la meteorología
contemporánea, mientras se descarta la existencia de Frente Polar concebido por ella.
La predicción meteorológica cuenta hoy con potentes sistemas informáticos que procesan
registros de múltiples estaciones atmosféricas en tierra, datos aerológicos, imágenes de satélite
y radar para, con empleo de programas cada vez más sofisticados, ofrecer pronósticos a corto
(12-24 h.) y medio plazo (hasta tres días). En España, el Instituto Nacional de Meteorología
maneja, como herramientas básicas: el modelo de predicción numérica HIRLAM-INM que ofrece
pronósticos, cuatro veces al día, con una resolución espacial de 17 * 40 kilómetros; productos de
otros modelos numéricos extranjeros y del Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo, así
como distintas técnicas de predicciones estadísticas. Complemento para la predicción a muy
corto plazo son los datos suministrados por la red de 14 radares meteorológicos, de tipo Doppler,
la red de detección de rayos, las imágenes en alta resolución de satélites meteorológicos y la red
de estaciones automáticas y convencionales. Piezas básicas son los Grupos de Predicción y
Vigilancia (G.P.V.), situados en La Coruña, Santander, Valladolid, Zaragoza, Barcelona, Valencia,
Madrid, Sevilla, Málaga, Palma de Mallorca, y Las Palmas de Gran Canaria, que elaboran
pronósticos en su ámbito de influencia, base para la predicción estatal que proporciona el Centro
Nacional de Predicción.
PRESION ATMOSFÉRICA
Peso de la columna atmosférica existente sobre el lugar de observación. La que ejerce sobre
cada uno de nosotros equivale a unas 17,5 Tm., aproximadamente el peso de un cubo de plomo
de 1,20 m. de arista

R (9 términos)
RADIACION ELECTROMAGNÉTICA
Energía compuesta por un espectro de ondas electromagnéticas de amplia gama de longitudes
que se propaga a 300.000 km/s. a través del vacío y en línea recta.
La radiación electromagnética está organizada en bandas espectrales de distintas longitudes de
onda y frecuencia, es el denominado espectro electromagnético completo o “arco iris de Maxwell”,
que abarca desde las longitudes muy cortas (rayos gamma y rayos X) a las largas de las ondas
de televisión y radio
RADIACIÓN SOLAR
El Sol es una esfera de gas incandescente situada a una distancia media de la Tierra de 150
millones de kilómetros y con una temperatura en superficie de 5.800º K (5.527º C). El calor emitido
por el Sol es la fuente principal de energía que recibe la atmósfera terrestre; éste radia
continuamente parte de su masa al espacio en forma de energía electromagnética y de partículas
a gran velocidad. La enorme energía radiante del Sol tiene su origen en las reacciones nucleares
que transforman núcleos de hidrógeno en helio, a favor de las altas temperatura y fuerte presión.
En estas condiciones se desprende una enorme cantidad de energía.
RADIOSONDEO
La caracterización del tiempo atmosférico, a efectos de pronostico meteorológico, precisa del
conocimiento de las condiciones existentes en superficie y en las capas superiores de la
atmósfera. Una radiosonda es una pequeña estación meteorológica (meteorógrafo) lanzada a la
atmósfera por medio de un globo cautivo y equipada con un equipo de transmisión que envía
datos de temperatura, presión y humedad. El meteorógrafo con los sensores de los tres
elementos señalados está encerrado en una cápsula, que protege de la humedad y de la
radiación, a la vez que canaliza una corriente de aire para ventilarlos. Un mecanismo giratorio
enlaza sucesivamente los instrumentos con la emisora, que transmite las señales a la estación
meteorológica en tierra. Durante su ascenso el transmisor envía señales de radio con las
modificaciones que van experimentando los elementos climáticos en los diversos niveles. El hilo
de suspensión sirve de antena. Las radiosondas llegan a alcanzar grandes altitudes antes que el
globo de neopreno o polietileno estalle y desciendan a tierra en paracaídas. El empleo reciente
de Sistemas de Posición Global (GPS) ha permitido medir con gran exactitud la posición y
velocidad de las radiosondas. Con los datos de los radiosondeos se elabora el diagrama de
radiosondas que describe el curso de la temperatura, presión y humedad del aire a diferentes
altitudes. Asimismo, los datos procesados se transmiten a las sedes de los servicios
meteorológicos nacionales para la elaboración de las cartas sinópticas.
REAJUSTE ENERGETICO PLANETARIO, PROCESOS DE
La diferente distribución del balance energético planetario en las distintas franjas o bandas de
latitud hace necesario el desarrollo de mecanismos de reajuste energético que favorezcan el
mantenimiento de dicho balance. Existe un acusado gradiente meridiano de temperatura entre
latitudes ecuatoriales y polares causado por las alteraciones que registra el balance energético
debido a la propia latitud, incidencia de la nubosidad, el relieve, el albedo, la duración del día y la
presencia de masas oceánicas. Si el sistema energético tierra-atmósfera no tuviese procesos de
transferencia horizontal de calor, la temperatura disminuiría progresivamente en las latitudes
polares y aumentaría en la próximas al ecuador, fenómeno que no se desprende de la lectura de
registros intrumentales. Los mecanismos de transporte de energía que ayudan a reestablecer el
balance energético planetario se denominan “procesos de transferencia horizontal o meridiana”
y tienen lugar, constantemente, en el propio seno de las latitudes intertropicales y de las latitudes
medias y altas, y entre ambos ámbitos climáticos.
El transporte de calor hacia los polos se realiza por medio de la atmósfera y los océanos,
correspondiendo a la circulación atmosférica el 80% de las transferencias de calor hacia latitudes
superiores y el resto a las corrientes marinas. El transporte horizontal tiene lugar en forma de
calor latente y calor sensible, y varía en intensidad según la latitud y época del año. El coeficiente
de transferencia máximo corresponde a la faja situada entre los 35º N y 45º S.
El transporte horizontal de calor latente se produce, casi en su totalidad, en los dos o tres primeros
kilómetros de la troposfera, y es consecuencia de la existencia de los cinturones hemisféricos de
vientos en la gran zona de circulación general del oeste. Por su parte, la transmisión de calor
sensible en sentido meridiano está motivada por el desplazamiento de las masas de aire y tiene
dos máximos, en superficie y en 200 hPa. El transporte de calor en altitud es particularmente
importante en la zona subtropical (célula de Hadley), mientras que el mayor porcentaje del calor
transportado en superficie, en forma de calor sensible, está vinculado al movimiento de los
ciclones extratropicales. La intensidad del flujo de energía transferida hacia los polos está en
función del gradiente meridiano de temperatura; en invierno, este gradiente es máximo, y, en
relación con ellos, los procesos de transferencia energética en cada hemisferio. Son dos,
básicamente, los mecanismos de la circulación atmosférica que participan en el intercambio
horizontal o meridiano de energía calorífica entre distintas latitudes planetarias. En el ámbito
intertropical la célula de Hadley es la encargada de distribuir el excedente calorífico ecuatorial
hacia latitudes subtropicales. Este proceso incluye: absorción de calor por los vientos alisios de
superficie que circulan hacia la zona intertropical de convergencia; ascenso y liberación de calor
por condensación en la banda nubosa ecuatorial; enfriamiento radiativo en la cima de dicha banda
nubosa; divergencia en las capas altas sobre latitudes equinocciales y subsidencia, hacia
latitudes subtropicales, en la banda de altas presiones. Por su lado, en latitudes medias y altas,
el régimen de ondas de Rossby permite el desplazamiento de masas hacia latitudes distintas a
sus hogares o fuentes. En efecto, las circulaciones de alto índice, con corrientes en chorro a
velocidades superiores a 150 km/h, no favorecen los intercambios energéticos entre latitudes
subtropicales y polares, provocando incremento del gradiente meridiano de temperatura entre
ambos sectores. En estos casos, la atmósfera alcanza un punto crítico y precisa reajuste
calorífico; éste se consigue en las circulaciones de bajo índice, caracterizadas por la existencia
de corrientes en chorro a menor velocidad y aparición de ondulaciones en la circulaciones del
oeste, que, de zonal, pasa a ser meridiana, con presencia de dorsales de bloqueo y valles
planetarios. Las primeras desplazan masas de aire subtropical hacia latitudes superiores y, al
mismo tiempo, las vaguadas movilizan masas de aire frío (polares y árticas) hacia los trópicos.
Se consigue, así, disminuir los gradientes meridianos de temperatura y restablecer,
momentáneamente, el balance energético planetario.
RELENTE
El término relente, derivado del verbo latino relentesco (entibiarse, enfriarse), alude a la
precipitación de gotillas de ínfimo tamaño, fruto de la condensación originada por enfriamiento
nocturno en situaciones de calma atmosférica y cielos despejados, que se produce sin formación
de nubes. Del vocablo latino serenum (despejado, sin nubes) deriva la denominación sereno para
el relente que cae desde medianoche al amanecer.
RIESGOS CLIMÁTICOS
El riesgo climático es la plasmación territorial de una actuación humana que desatiende la
existencia de unos fenómenos meteorológicos extraordinarios, propios de los rasgos climáticos
de un ámbito geográfico. Suele establecerse una sinonimia impropia entre los conceptos de
"riesgo" y "catástrofe"; el primero deviene del segundo. La "catástrofe" es un hecho natural
extraordinario que supone graves daños para las actividades económicas de una sociedad e,
incluso, pérdidas humanas. Un grado superior en la valoración de la catástrofe sería el "desastre"
que viene definido como la interrupción seria de las funciones de una sociedad que causa
pérdidas humanas, materiales o ambientales extensas que exceden la capacidad de la sociedad
afectada para resurgir, usando sólo sus propios recursos. El "riesgo"
es la contingencia de un daño provocada por una actuación humana poco acorde con su medio
natural. Los episodios naturales de tipo extraordinario son eventos que forman parte de los
caracteres físicos de los espacios geográficos afectados. Son por tanto "fenómenos extremos"
que adquieren categoría de "riesgo" cuando el hombre modifica para su provecho el medio natural
en donde desenvuelve su labor alterando, así, los efectos derivados del desarrollo de estos
episodios naturales. El riesgo natural es, pues, producto de dos factores de índole humana, la
amenaza y la vulnerabilidad y su mayor o menor grado viene dado por el cálculo de pérdidas
ocurridas en una región determinada durante un período de referencia para un peligro dado.
ROCIO
Condensación en virtud del principio de la pared fría sobre superficies que, enfriadas por
irradiación nocturna en situaciones de calma atmosférica y cielos despejados, experimentan un
descenso de temperatura suficiente para que el aire en contacto con ellas alcance el punto de
rocío. En formaciones vegetales, el vapor de agua que cambia de estado puede proceder de la
propia transpiración de las plantas.
ROSA NÁUTICA
Objeto de artísticos diseños en los portulanos, demás cartografía histórica del Mediterráneo
Occidental y hasta en las primitivas brújulas, la rosa naútica es conocida también como rosa de
los vientos, por indicar los rumbos de los ocho principales, a saber: tramontana (N), gregal o
griego (NE), levante (E), siroco o jaloque (SE), mediodía, áfrico o austro (S), lebeche o garbino
(SW), poniente (W) y maestral, maestro, mestral o mistral (NW). En las costas argelinas se
conoce como carpintero mallorqín al viento duro del norte que azota este espacio procedente de
Baleares.
ROTACION TERRESTRE
Aunque Aristarco de Samos, en el siglo II a.J.C., equiparó la Tierra a una bola que daba vueltas
sobre sí misma , la idea de que era plana y en torno a ella giraban diariamente el sol y las
restantes estrellas perduró hasta los grandes descubrimientos geográficos. Con anterioridad
diversos autores griegos habían señalado que la Tierra era una esfera. Así, Pitágoras y sus
discípulos defendieron (s. VI-s.IV a J.C.) la esfericidad de la Tierra; Aristóteles, en el s.IV a J.C.,
en su obra De Caelo, apuntó, como prueba de la forma esférica de la Tierra, que “si la Tierra no
fuera esférica los eclipses de Luna no exhibirían las secciones que se les conocen”. Estrabón,
por su parte, señaló, en el s. I a.J.C., que “la curvatura del mar oculta a los navegantes las luces
más distantes que están a nivel de su vista”. La circunnavegación de Juan Sebastián Elcano
evidenció la redondez de la tierra, pero no su rotación. Una demostración palmaria de ésta no se
produjo hasta 1851, merced al célebre experimento del péndulo de Foucault, que hizo patente la
existencia del torbellino absoluto y, con ella, de la rotación terrestre. Ésta consiste en el giro
completo de la Tierra en torno a su eje polar en un día sidéreo, cuya duración, de 86.164
segundos, resulta 3 minutos y 56 segundos inferior a la de un día solar medio. A pesar de que
Gustave Coriolis había formulado su célebre teorema en 1843 y Leon Foucault realizado dicho
experimento en 1851, transcurriría todavía un siglo hasta que se generalizase el reconocimiento
del protagonismo de la rotación terrestre en la circulación atmosférica general. Es cierto que no
faltan precedentes, en especial el de Ferrel, que atribuyó, en 1856, a la fuerza de Coriolis la
incurvación del alisio hacia el oeste; pero, en toda su amplitud, la incidencia de la rotación
terrestre en aquélla, con valoración, no exenta de controversia, de una serie de una serie de
principios inherentes a aquélla (conservación del torbellino absoluto, conservación del momento
de rotación del torbellino absoluto, conservación del momento de rotación en torno al eje de los
polos), no se producirá sino en la segunda mitad del siglo veinte. Baste reparar en los años de
publicaciones de Pierrre Pédelaborde, tan significativos en dicho sentido, como “Le tourbillon”
(1958) y “Les données de la climatologie” (1966).

S (6 términos)
SATÉLITES METEOROLÓGICOS
El lanzamiento, el 1 de abril de 1960, del satélite TIROS-1 inauguraba la extensa relación de
satélites de finalidad meteorológica que han contribuido al perfeccionamiento de la predicción
atmosférica y a la mejora del conocimiento de los tiempos y climas mundiales. A pesar de algunos
intentos previos (Vanguard 2, Explorer 6 y 7), el TIROS-1 fue el primer satélite enteramente
concebido por la NASA para la observación del tiempo atmosférico. Comenzaba así la carrera
espacial de los satélites meteorológicos que tendría continuidad en los años siguientes, por su
menor coste de lanzamiento, con una serie de unidades de órbita polar gestionados por la
administración estadounidense y, después, por soviéticos (Meteor), rusos (Meteor) y chinos
(Feng-Yun). Un hecho crucial para los programas de observación remota de la atmósfera fue la
aprobación por la Organización Meteorológica Mundial del Programa de Vigilancia Meteorológica
Mundial, en 1963, dentro del cual la observación meteorológica desde satélites meteorológicos
constituye una pieza básica. La vigilancia ininterrumpida del tiempo atmosférico exigía, sin
embargo, un tipo diferente de satélite, cuya velocidad orbital estuviese exactamente sincronizada
con la rotación de la Tierra, de manera que pudiera mantenerse constantemente en la vertical de
un determinado punto de la superficie terrestre. Esta condición se consiguió con la construcción
y puesta en órbita de los satélites de órbita geoestacionaria. Los primeros satélites con esta órbita
fueron lanzados en 1966 y 1967 (serie ATS, Applications Technollogy Satellite) y proporcionaron
las bases tecnológicas para la puesta en marcha de la serie SMS (1974 y 1975) y GOES
(Geoestationay Operational Environmental Satellite), cuyo primer prototipo fue lanzado el 17 de
mayo de 1974. En 1978 dos nuevos satélites geoestacionarios se pondrían en órbita: el primero,
el satélite GMS japones, conocido con el significativo nombre de “Himawari” o “Tornasol”, en julio
de 1977; el segundo, el 23 de noviembre de 1977, el METEOSAT, gestionado por la Agencia
Europea de Espacio (ESA). A ellos seguirían los satélites geoestacionarios de la Unión Soviética
(GOMS), India y los más recientes de Rusia (Elektro) y China (FY-2).
Por su órbita se distinguen: a) satélites geoestacionarios, que se sitúan en órbita sobre el Ecuador
(0º latitud) a distancia de 35.800 Km., fuera de la atmósfera, en el denominado "anillo de Clark";
a dicha altitud resulta, prácticamente, despreciable la atracción gravitatoria terrestre. Estos
satélites poseen un movimiento de rotación uniforme en torno a su eje principal, orientado
paralelamente al de rotación de la Tierra; de esta manera, completan su órbita en 24 horas, lo
que les permite permanecer sobre el mismo punto del ecuador (de ahí su denominación, geo-
estacionarios o geosíncronos). Por tanto, la velocidad angular de rotación del satélite coincide
con la de la Tierra, es decir, 360º/24 h., y su sentido de rotación, como el de la Tierra, es de oeste
a este. En consecuencia, los satélites meteorológicos geoestacionarios suministran imágenes de
una misma área planetaria, al encontrarse siempre sobre el mismo punto con respecto a la Tierra.
Este hecho permite que los satélites geoestacionarios capten y remitan muchas imágenes del
área que cubren, es decir, que tienen una alta resolución temporal. Por contra, dada su distancia
orbital, la resolución espacial es forzosamente baja y empeora conforme se aleja del nadir, o
punto subsatélite en el Ecuador. Una desventaja de estos satélites es que observan la tierra como
un disco y hacia los bordes esta visión resulta muy oblicua, perdiéndose mucho detalle en
latitudes superiores a los 50º N y S; y b) satélites de órbita polar y helio-síncronos, que tienen una
distancia orbital mucho menor, de ahí que fuesen los primeros en órbita a comienzos de los años
sesenta, por razones técnicas y debido a los menores costes de lanzamiento. Se sitúan a una
altitud entre 800-900 Km. de la Tierra y el calificativo de "polar" viene dado porque el satélite gira
en un plano orbital que contiene los polos norte y sur. Algunos de ellos son, además, "helio-
síncronos", a causa de que su plano orbital sigue el movimiento aparente del Sol, por lo que
recorren todos los puntos de un mismo paralelo a una hora solar similar, sin importar las
estaciones del año. Su período orbital, es decir, el tiempo empleado en dar una órbita completa
dura, aproximadamente, 100 minutos. Los satélites de órbita polar tienen gran resolución espacial
por la menor distancia de su órbita respecto a la superficie terrestre.
En la actualidad, la red de vigilancia meteorológica mundial está integrada por las unidades
siguientes: a)satélites de órbita geoestacionaria: Meteosat 6 y 7 (EUMETSAT), GOES-E (8 y 10),
GOES-W (9) (Estados Unidos), GMS-5 (Japón), Insat II-B (India), GOMS-N1 “Elektro” (Rusia) y
FY-2 (Rep. Popular China); b) de órbita polar: NOAA 12 y 14 (Estados Unidos), Meteor 2-21 y 3-
5 (Rusia) y FY-1C (Rep. Popular China). Y junto a ellos la serie de satélites de finalidad
meteorológica incluidos en el programa militar del ejercito estadounidense (satélites DMSP).
Existen otros satélites cuya información resulta valiosa para los estudios atmosféricos; entre ellos,
los de la serie NIMBUS, iniciada en 1964 y que, a partir del NIMBUS 7 (1978), transportan los
radiómetros CZCS (Coastal Zone Colour Scaner), diseñado para el estudio de la superficie del
mar y un espectrómetro para la medición de la capa de ozono y el TOMS (Total Ozone Mapping
Spectrometer). Gran importancia revisten asimismo los satélites de finalidad climática ERBS
(1984), equipado con radiómetros capaces de evaluar el balance de radiación y la cantidad de
aerosoles y gases presentes en la estratosfera y TOPEX/POSEIDON (1992) americano con el
objetivo de la exploración oceánica, entre otros incluidos en el programa multiestatal “Misión de
la Tierra”
Los productos facilitados por un satélite meteorológico se presentan en soporte magnético (cintas
o disquetes con información digital) o sobre papel (producto fotográfico). Los satélites
meteorológicos llevan instalados radiómetros que actúan en las longitudes de onda visible e
infrarroja del espectro electromagnético. Los satélites geoestacionarios operativos en la
actualidad reciben información de 3 bandas de radiación electromagnética (visible, infrarrojo
medio e infrarrojo térmico), mientras que los satélites meteorológicos de órbita polar suelen
manejar 5 bandas o canales de radiación (dos canales en el visible, dos en el infrarrojo térmico y
uno en el infrarrojo cercano). Cada uno de ellos con posibilidades diferentes para la investigación
climática. En las imágenes visibles (0,5-0,9 um en el espectro electromagnético) lo que aparece
blanco o claro tiene ese tono en la realidad, siendo, por tanto, nubes, nieblas, superficies nevadas
o sectores desérticos muy claros. Su inconveniente es que ofrecen sólo información durante el
día, puesto que durante la noche resultan totalmente oscuras. Las imágenes infrarrojas (entre
10,5 y 12,5 um o infrarrojo térmico) son mapas térmicos o de contrastes de temperatura de los
cuerpos observados. En ellas los tonos oscuros corresponden a superficies calientes y los tonos
claros a superficies frías. Son imágenes particularmente idóneas para detectar niveles nubosos,
dado que captan perfectamente las diferencias térmicas que corresponden a distintas altitudes,
resultando muy apropiadas para el estudio de nubes convectivas. Por último, las imágenes del
infrarrojo medio, conocidas como imágenes de “vapor de agua” (5,7 a 7,1 um) puesto que esta
banda espectral se ve fuertemente absorbida por el vapor de agua, son representativas de la
humedad en la capa troposférica comprendida entre 500 y 300 hPa.
Las actuales unidades de satélite geoestacionario METEOSAT-5 y GMS-5 permiten obtener
nuevos productos de gran interés para los estudios climáticos, entre ellos imágenes de alta
resolución con indicación de dirección de viento en superficie mediante el tratamiento de
imágenes originales infrarrojas y visibles (High Resolution Visible Wind product).
Las imágenes proporcionadas por los satélites meteorológicos son fuentes ”dinámicas” de la
climatología y meteorología, dada la inmediatez de su disposición para el investigador del tiempo
y clima. Los satélites meteorológicos de próxima generación mejorarán la resolución espacial y
temporal, incluyendo nuevos canales de información que contribuirán a la mejora de los estudios
atmosféricos. El futuro de los programas de satélites meteorológicos se ofrece en el cuadro
adjunto.
SEQUÍA
Ausencia o escasez de lluvias en un período de tiempo prolongado (del lat. siccus, seco, árido,
sin lluvia) que causa deshidratación en suelo y especies vegetales. La sequía supone una
alteración del ritmo normal de aquéllas, por causas atmosféricas, y la magnitud de sus efectos se
asocia al grado de ocupación humana, transformación agraria, desarrollo urbano y eficacia de la
planificación hidráulica del área afectada. Suelen manejarse sequía y aridez como expresiones
análogas, cuando la primera alude a un estado temporal provocado por mecanismos de
circulación atmosférica y el segundo es condición condigna, por condicionamientos geográficos,
a las condiciones climáticas de una región.
SHEAR-LINE
Línea de cizalladura que se origina en el flujo de los alisios, causando a veces aguaceros
intensos. La shear-line es una discontinuidad que resulta de la convergencia superficial que
provocan vientos con direcciones opuestas y velocidades más o menos contrastadas.
SOLANA
Vertiente orientada al sur en latitudes templadas y subtropicales del hemisferio septentrional y al
norte en el austral. En cuanto a insolación, solana se contrapone a umbría, ya que, a igualdad de
otras condiciones, aventaja a ésta en horas de sol y cantidad de radiación solar recibida por
unidad de superficie.
SUBSIDENCIA SUBTROPICAL
La convergencia entre coladas polares y aire procedente de bajas latitudes, que conoce asimismo
una proceso de confluencia interna al penetrar paralelos de radio cada vez menor (r = R * cos a),
se traduce en un fenómeno de subsidencia muy activa hacia latitudes subtropicales. Dicho
movimiento priva ampliamente sobre la circulación horizontal, a cuya escasa entidad aluden las
denominaciones de Pferdebreiten y horse latitudes, alusivas a que desde los veleros,
inmovilizados en el seno de estas calmas, se arrojaban por la borda los caballos para ahorrar
provisiones de agua dulce. La subsidencia origina cielos despejados, sequía e incremento de
presión. Resultado de la subsidencia es la configuración de los máximos subtropicales
(anticiclones de las Azores, California, Sonora y Hawai, en el hemisferio norte; Santa Elena,
Sureste del Pacífico o de Pascua y sur del Indico, en el meridional), que constituyen auténticas
piezas maestras, como centros de acción dinámicos y permanentes o cuasipermanentes, de la
circulación atmosférica general, ya que por su condición de hogares de masas de aire tropical
marítimo, de sus fachadas a menos latitud parten los alisios y las opuestas animan la circulación
de los westerlies.
SURGE-LINE
Discontinuidad de carácter cinématico, que origina mal tiempo y precipitaciones en latitudes
intertropicales. La denominación francesa de esta perturbación alude al mecanismo generador
de la misma ("poussées", empujes), puesto que una surge-line se desarrolla cuando tiene lugar
contraste de velocidad en los vientos alisios con incremento de velocidad en el flujo posterior;
este hecho anima un proceso de convergencia superficial y ascenso de aire, con génesis de
nubes de desarrollo vertical, de mayor o menor entidad en virtud de la entidad de la inversión
térmica del alisio.

T (7 términos)
TEMPERATURA
Magnitud física, referida a la escala termométrica de elección, que expresa, el grado objetivo y
sensible de calor o frío existente en la atmósfera. Así, pues, se trata de un dato obtenido de
manera objetiva, merced al empleo de un termómetro o radiómetro, medidores que no cuentan
la energía latente hasta que se libera y traduzca en calor. Noción diferente a la temperatura,
usualmente manejada en climatología y meteorología, es el de temperatura sensible, de gran
interés para la climatología y meteorología médicas, cuyo medidor no es el termómetro ni el
radiómetro, sino el propio cuerpo humano. En consecuencia, no se trata de un dato objetivo , sino
subjetivo, estrechamente relacionado con la idea de confort térmico, dependiente conjuntamente
de temperatura, humedad relativa y viento. Baste señalar, como ejemplo, que, con viento de 50
km/h., una temperatura de 2º C es padecida por el organismo humano como equivalente a –15º
C.
TEMPORAL DE VIENTO
Situación atmosférica caracterizada por el soplo de vientos a gran velocidad. Se consideran
tempestuosas las velocidades que rebasan la fuerza 10 en la escala de Beaufort o los 85 Km/h.
Los temporales de viento se vinculan a situaciones atmosféricas diversas.
TIEMPO
Constituye la manifestación del estado de la atmósfera, que el hombre percibe y recuerda. En
opinión del climatólogo francés Pédelaborde el tiempo atmosférico sería “lo percibido y vivido por
el hombre” cuyas causas merecen explicación precisa.
TIPO DE TIEMPO
Patrón de comportamiento atmosférico que, en función de su frecuencia de aparición, caracteriza
los rasgos del clima de una región. El tipo de tiempo es el objeto de estudio principal de la
climatología sinóptica, que describe los rasgos del clima de una región a partir del análisis de las
masas de aire y los tipos de tiempo derivados de sus desplazamientos.
TORBELLINO, LEYES DEL
A pesar de que Aristarco de Samos en el siglo II aJ.C. comparó a nuestro planeta con una bola
que daba vueltas sobre sí misma, durante siglos se creyó que la Tierra era plana y que, cada día,
giraban en torno a ella el sol y las demás estrellas. La sistematización de las nuevas ideas acerca
de los movimientos de la Tierra, en particular de traslación, contenida en De revolutionibus orbium
coelestium (1543) de Copérnico tropezó con serias dificultades para abrirse camino, y buena
muestra de ello es la forzada abjuración, en 1632, de Galileo Galilei.
El experimento que evidenció la rotación terrestre es muy tardío; teóricamente, con los
descubrimientos de Newton podría haberse planteado, pero en la práctica resultaba imposible.
No sería sino en 1851 cuando el físico francés Leon Foucault, a partir de la ley física de la
invariabilidad del plano de oscilación del péndulo, pusiese de manifiesto la existencia del
torbellino absoluto y, con él, de la rotación terrestre. Sin embargo, aun cuando Gustave Gaspard
Coriolis había formulado su célebre teorema de 1843 y Foucault realizado el susodicho
experimento ocho años después, hubo de transcurrir todavía un siglo para que algunos tratadistas
iniciasen la valoración de la incidencia en la circulación atmosférica general de varios principios
vinculados a la rotación terrestre; se trata de los principios de conservación del torbellino absoluto,
momento de rotación del torbellino absoluto y conservación del momento de rotación en torno al
eje de los polos.
El torbellino absoluto es el giro de un cuerpo o de la propia superficie terrestre en torno a la
vertical; su velocidad viene dada por la fórmula w * sen a , siendo w la velocidad angular de la
Tierra y a la latitud del punto considerado. A tenor de dicha expresión, la velocidad del torbellino
absoluto, coincidente con la angular de la Tierra, resulta máxima en los polos, y nula en el
ecuador. Por convención, se indica con signo positivo el torbellino de giro contrario a las
manecillas del reloj, que es el del hemisferio norte, y se asigna el negativo al acorde con ellas,
imperante en el hemisferio sur.
Las denominadas leyes del torbellino rigen la circulación atmosférica en latitudes altas y medias,
mientras privaría el principio de conservación del momento de rotación en torno al eje de los polos
en el ámbito intertropical. En la zona de circulación general del oeste, las columnas atmosféricas
que guardan sus dimensiones, mantienen, en virtud del principio de inercia, la velocidad del
torbellino adquirida en su hogar. Por ello, un flujo que pierda latitud, integrado por columnas
atmosféricas en dichas condiciones, dado que estas poseen respecto de la superficie un torbellino
relativo ciclónico, el flujo en cuestión adquiere una curvatura general ciclónica, incurvándose
hacia el este; rumbo que también seguiría un flujo que, compuesto por columnas de las
expresadas características, ganara latitud, recibiendo curvatura anticiclónica. En suma, el
principio de conservación del torbellino absoluto determinaría la preponderancia de la circulación
general del oeste en latitudes altas y medias.
Situación diferente se plantea con modificación en las dimensiones de las columnas; si bien éstas,
por el propio efecto de la gravedad, mantienen la perpendicularidad a la superficie terrestre y la
simetría de giro en torno a su eje, con movimiento uniforme, de manera que resulta de aplicación
el momento de rotación (v * r =v´ * r´). A tenor de ello, la columna que incrementa su radio de
giro, reduce paralela y proporcionalmente la velocidad de éste, y viceversa. Se justifica así la
aparente contradicción que supone la rotación anticiclónica de masas de aire que pierden latitud.
El efecto hidrodinámico del obstáculo, con su sucesión de curvatura anticiclónica y ciclónica,
constituye una manifestación específica del principio de conservación del momento de rotación
del torbellino absoluto.
A diferencia de la velocidad angular, idéntica para todos los puntos del planeta, la lineal varía con
la latitud, es máxima en el ecuador (465 m/s) y nula en los polos. Asimismo ha de considerarse
que la masa gaseosa que constituye la atmósfera carece de la consistencia y rigidez de una
superficie sólida; y, en consecuencia, los contrastes latitudinales de velocidad propician la
fragmentación y los desplazamientos meridianos. El movimiento de rotación terrestre en torno al
eje de los polos obedece asimismo al principio de conservación del momento de rotación; en
virtud de mismo, el flujo que, en el ámbito de vigencia del principio de conservación del momento
de rotación en torno al eje de los polos, pierde latitud, aumenta su radio de giro, al penetrar
paralelos de mayor diámetro, reduciendo, por tanto, su velocidad lineal, y quedando retrasado
respecto de la rotación W®E. La evolución resulta inversa para el flujo que gana latitud y alcanza
círculos de radio cada vez menor (r = R * cos a), acrecentando, en consecuencia, su velocidad
lineal de rotación, que, al exceder, la del punto de llegada, motiva una corriente del oeste, en el
sentido de la rotación terrestre. Algunos tratadistas encuentran en este mecanismo la justificación
del flujo del este, que priva, a los diferentes niveles, en el ámbito intertropical.
TORMENTA DE GRANIZO
Las tormentas de granizo son episodios meteorológicos caracterizados por la precipitación sólida
y caracterizados por su carácter local o, aún, puntual, frecuencia de aparición estival y daños en
la actividad agraria al coincidir con la época de desarrollo de frutales, cereales y hortalizas.
TORNADO
El vocablo tornado, procedente del verbo español tornar, girar, alude al fenómeno meteorológico
caracterizado por la enorme velocidad de giro del viento que se produce en el embudo o trompa
que desciende desde una nube convectiva. Si el fenómeno se produce en superficies marinas
recibe la denominación de tromba, trompa, bomba o manga.
El viento alcanza velocidades casi imposibles de medir por los anemómetros (entre 160 y 450
km/h). El diámetro del embudo tiene un centenar de metros pero el gradiente horizontal de presión
es brutal. Es frecuente que el contraste en un radio tan pequeño resulte de 25 ó 30 mb, pero en
ocasiones el descenso de presión puede rebasar 100-150 e incluso 200 mb. Los tornados son
fenómenos atmosféricos que se desencadenan, principalmente, en latitudes medias. El origen de
los tornados se vincula a la formación de una “supercélula”, es decir, una nube de tormenta de
gran magnitud y violencia desarrollado en un entorno hidrostáticamente inestable. Su formación
exige aporte continuo de aire cálido y húmedo en los niveles bajos, que viene animado por el
desarrollo de una corriente en chorro de bajos niveles, aparición de elevada vorticidad térmica en
la columna atmosférica por presencia de una vaguada en altitud, en ocasiones acompañada de
una corriente en chorro o ramales de la misma y aparición de un fuerte torbellino persistente que,
desde un punto central, se transmite a la totalidad de la tormenta. En el interior de las supercélulas
formadas en estas condiciones de inestabilidad atmosférica se origina un mesociclón, es decir,
una región de 1,5 a 5 kilómetros de radio que, desde 5.000 metros de altitud, comienza a girar
ciclónicamente hacia la base de la nube con una velocidad de 65 km/h. En el borde suroeste del
mesociclón se forman embudos de rapidísima velocidad de rotación que alcanzan el suelo y
arrastra todo lo que encuentran en su recorrido.

U (2 términos)
UMBRÍA
Vertiente orientada al norte en latitudes templadas y subtropicales del hemisterio septentrional y
al sur en el austral. ( vid. solana ).
UNIDADES DE MEDIDA
Para medir cada uno de los elementos climáticos existen las unidades correspondientes. Así,
antes de que concluyera el siglo XVIII habían sido elaboradas las escalas termométricas más
difundidas, es decir, las de Celsius, Fahrenheit, centígrada y Reamur. La sinonimia usual de
escala Celsius o centígrada, que asimila ambas, es improcedente y errónea. Una y otra manejan
como puntos fijos los de fusión del hielo y ebullición del agua, y tienen el intervalo entre ambas
divididos en cien partes iguales o grados, pero con la diferencia de que la escala Celsius atribuye
100º al primero de dichos puntos fijos y 0º al segundo, mientras la escala más extendida, es decir,
la centígrada, ideada en 1743 por Pierre Christin, y de modo coincidente y prácticamente
simultáneo por Carl von Linné, lo hace a la inversa, o sea, 0º para el punto de fusión del hielo y
100º para el de ebullición del agua. Amplia implantación en el ámbito anglosajón posee la escala
debida al prusiano Gabriel Daniel Fahrenheit, donde los puntos fijos indicados corresponden,
respectivamente, a 32º y 212º F, mediando entre ambos 180º F. El 0º F equivale a –17,8º C,
mientras los 100º C, que su creador pretendió que coincidiesen con la temperatura del cuerpo
humano, exceden la de éste y suben a 37,7º C. Escala caída en desuso es la propuesta por
Reaumur que numera los expresados puntos fijos con 0º y 80º R. Por último, durante , durante el
siglo XIX, para evitar valores negativos en investigaciones termodinámicas y observaciones
termométricas se propusieron las escalas absolutas de Kelvin y Rankine, denominadas así
porque su 0º es el cero absoluto, temperatura a la que los cuerpos han perdido todo resto de
calor; la escala Kelvin resulta de añadir 273,15º, abreviadamente 273º, a la escala centígrada, y
la Rankine de sumar 459,6º a la Fahrenheit. El 0º K equivale a –273º C y el 0º Rank a –459,6º F.
En cuanto al contenido de vapor de agua en el aire, conceptos básicos son los de humedad
absoluta, la relación o proporción de mezcla, humedad específica, tensión o presión de vapor y
humedad relativa. La humedad absoluta expresa el peso, en gramos o submúltiplos de este, por
m3 de aire. Se trata, no obstante, de un dato problemático, por cuanto el aire es comprimible y
su densidad variable, de modo que 1 m3 de aire puede suponer masas bien diferentes. Para
obviar este inconveniente, se acuñaron los conceptos de relación o proporción de mezcla y
humedad específica, donde los pesos del vapor de agua se refieren, respectivamente, al Kg. de
aire seco, o simplemente, al Kg. de aire, sin sustraer el vapor de agua. Por su parte, la tensión
de vapor indica la presión que ejercería éste aislado del resto de la masa atmosférica, y lo hace
en milímetros de mercurio normales ( mm. Hg), milibares (mb.) o hectopascales (hPa). Por último,
la humedad relativa, grado higrométrico del aire o fracción de saturación se expresa en tanto por
uno y, habitualmente, en porcentaje.
La escala tradicional para referirse a la nubosidad total era de once grados, de forma que se
hacía corresponder 0 con el cielo despejado y 10 con el enteramente cubierto. Actualmente, para
evitar dos dígitos, se utiliza una escala de nueve grados: 0 identifica al cielo limpio, raso o tendido
y las restantes porciones, octas u octavos, a la parte de la bóveda celeste cubierta de nubes,
hasta un máximo de 8 para el cielo cubierto o entoldado.
Para medir las precipitaciones, se considera que todas están fundidas y se hace abstracción de
la evaporación, infiltración y escorrentía. La precipitación se indica en mm. de altura o l/m2,
expresiones equivalentes. La intensidad de la precipitación se mide en mm./minuto o se calcula
en mm./hora.
Hasta fechas relativamente recientes la presión atmosférica se medía en milímetros, centímetros
o pulgadas. La inconveniencia del dato no consistía sólo en expresar una fuerza por unidad de
superficie mediante longitud, es decir, no se trataba de una mera incorrección formal; el problema
esencial radicaba en que una columna de mercurio de igual altura e idéntico volumen puede
significar una fuerza y, por tanto, una presión diversa, en función de las variables de densidad del
mercurio, supeditada a la temperatura, y de la aceleración de la gravedad, distinta en diferentes
puntos del planeta. Para obviar esta dificultad, el Convenio Barométrico Internacional definió el
llamado milímetro de mercurio normal, mm. Hg el Torr, empleado como referencias la densidad
del mercurio a 0º (13,59 gr./cm3) y una aceleración de la gravedad de 980,665 cm/s2. Así, pues,
la presión considerada normal es de 760 mm. Hg. Pero la presión atmosférica cuanta también
con otras unidades de medida, tales como la Pieza (Pz) en el sistema MTS, la atmósfera física
(atm.), el Kilopondio o Kg. fuerza/cm2 y, sobre todo, el milibar (mb.) y el hectopascal (hPa.). La
unidad de presión en el sistema cegesimal es la baria (dina/cm2), pero, en su lugar, por resultar
demasiado pequeña, se emplea el milibar (mb), que equivale a 1.000 barias (1.000 dinas/cm2).
La presión normal resulta de 1.013 mb., de manera que el milibar corresponde,
aproximadamente, a ¾ del mm. Hg o Torr. Difusión creciente posee el hectopascal (hPa), múltiplo
del Pascal (Newton/m2), que es la unidad de presión en el sistema Giorgi o MKS, si bien, por
razones asimismo de funcionalidad, se utiliza aquél, es decir, el hPa., equivalente al milibar.
Por tanto, la presión atmosférica normal a nivel de mar responde a las igualdades siguientes: 760
mm. Hg o Torr = 1.013 mb = 1.013 hPa = 101,3 Pz = 1 atm = 1,033 Kilopondios o atmósferas
técnicas.
El gradiente horizontal de presión se calcula en unidad de presión (mm. Hg, mb, hPa,...)/grado
de meridiano, segmento de 60 millas marinas o 111,1 Km. Por su parte, el gradiente barométrico
de altura viene dado en metros/mm.Hg, metros /mb. ó hPa.
Del viento interesan, sobre todo, rumbo y velocidad. El primero se indica mediante la rosa de los
vientos, grados sexagesimales o centesimales a partir del N. y en el sentido de giro de las
manecillas del reloj, también por cuadrantes, siendo primero el comprendido entre norte y este y
numerándose los tres restantes con el sentido de giro antedicho. Por último, la velocidad del
viento se da en m/s., Km/hora, millas terrestres/hora y, con frecuencia, también en millas
marinas/hora o nudos (Kn); el nudo supone 0,51 m/s o 1,852 Km/h.

V (6 términos)
VIENTO
Aire en movimiento, a causa de los contrastes de presión atmosférica; sus datos básicos son los
de dirección y velocidad o, para los marinos, con referencia a la escala de Beaufort o a alguna de
sus variantes, fuerza. Las velocidades varían desde las rayanas con la calma (5 km/h.) a las
huracanadas que exceden los 115 km/h. , para alcanzar los máximos girando, excepcionalmente,
a más de 400 km/h. en los tornados.
VIENTO DE GRADIENTE
Viento cuyo rumbos es paralelo al vector de gradiente y perpendicular a las isobaras. El viento
de gradiente tiende a vaciar los máximos o anticiclones y a rellenar las depresiones o mínimos,
destruyendo unos y otros.
VIENTO GEOSTROFICO
Viento libre de rozamiento, paralelo a las isobaras y perpendicular al vector de gradiente. El viento
geostrófico radica en la troposfera libre y, sobre la superficie terrestre, en los océanos, donde el
rozamiento resulta prácticamente despreciable. La presencia de un viento geostrófico o
cuasigeostrófico resulta de capital importancia para la perduración de los centros de acción, ya
que el paralelismo o cuasiparalelismo del viento a las isobaras evita su destrucción.
VIENTOS DEL OESTE (WESTERLIES)
Son, junto a los alisios, los vientos de escala planetaria. La zona de circulación general del oeste
se extiende, en cada hemisferio, entre el polo y la subsidencia subtropical. Los westerlies,
animados por los máximos subtropicales y hasta por las bajas subpolares, son primordialmente
impulsados y gobernados por las leyes del torbellino absoluto, en particular por el principio de
conservación del torbellino absoluto.
VIENTOS REGIONALES Y LOCALES
La importancia de las circulaciones regionales y locales de los vientos ha sido destacaba desde
la antigüedad. Los vientos regionales y locales imprimen rasgos particulares a las condiciones
climáticas de un territorio, convirtiéndose, en ocasiones, en el elemento climático más significativo
de las mismas. La relación de vientos regionales o locales que soplan, a favor de unas u otras
condiciones atmosféricas, en diversas partes del planeta, es amplisima en relación con
condicionamientos geográficos específicos, la tradición popular ha dado nombre a los distintos
vientos, que ha permanecido hasta la actualidad.
Vientos de rasgos térmicos fríos, son, entre otros, el buran o purga, viento extremadamente frío
y violento procedente de Siberia que afecta al sur de Rusia, peligroso por las abundantes nevadas
que origina; el crivetz, que sopla en las tierras del bajo Danubio procedente del interior de Rusia;
el koshava de los países de la antigua Yugoslavia que es un viento frío del noreste, procedentes
de Rusia; en Alemania, recibe el nombre de steppendwind el viento frío del noreste procedente
de las estepas rusas. El vardarac es un viento polar, muy frío, que sopla en invierno sobre el norte
del mar Egeo.
En la costas chinas, el viento frío del norte recibe el nombre de leung. El narai es un viento frío
que azota, en la estación invernal, el archipiélago japonés procedente de las regiones polares del
continente asiático. El pampero es un viento frío que sopla en Argentina y Uruguay procedente
del sur y suroeste; su soplo se produce con el paso de un frente frío y va acompañado de
turbonadas, chubascos tormentosos y brusco descenso de temperaturas; Buenos Aires recibe,
por término medio, una docena de pamperos al año, generalmente, en primavera y verano. En el
altiplano andino peruano reciben el nombre de surazos los vientos fríos del sur que se acompañan
de bajas temperaturas y cielos limpios. Con el nombre de sno se denominan las corrientes de
aire frío que soplan en los valles noruegos, en invierno, procedentes de las tierra altas (highlands)
y que alcanzan elevada velocidad en los fiordos.
Vientos local muy cálido es el chergui que afecta a Marruecos procedente del desierto del Sahara;
viento sahariano es, asimismo, el ghibli que sopla en Tripoli. El kahmsim o chamsin es un viento
cálido, polvoriento y seco, de componente sur que sopla, generalmente en primavera, sobre
Egipto y el mar Rojo; se produce delante de las depresiones que se desplazan hacia el este a
través de Africa septentrional o el Mediterráneo suroriental. El shamal es un viento cálido del
noroeste que sopla sobre Irak y el Golfo Pérsico en verano. Similares características presenta el
brickfielder o brickfelder que sopla en el sur de Australia procedente de los desiertos del interior
acompañado de tormentas de polvo. El karaburan es un viento violento del este o noreste que
afecta, en primavera y verano, a las regiones proximas al desierto de Gobi; el soplo de este viento
se acompaña de remolinos y tormentas de arena que dificultan enormemente la visibilidad, de
ahí que, asimismo, reciba la denominación de "tormenta negra". El sonora es un viento cálido que
atraviesa Arizona procedente de México y California.
No faltan denominaciones regionales o locales de vientos asociados a situaciones atmosféricas
inestables con desarrollo de tormentas. Es el caso del bayomo, viento fuerte y racheado
generalmente vinculado con tormentas generadas en la ladera de barlovento de la cordillera de
Sierra Maestra en el sur de la isla de Cuba; de la churada, turbonada furiosa acompañada de
lluvias que se origina en las islas Marianas durante los meses de enero, febrero y marzo; del
cordonazo, viento violento del sur que sopla en el oeste de México procedentes del sector oriental
de tormentas tropicales situadas frente a la costas. El marin es una viento cálido, de tipo siroco,
que se acompaña de tormentas intensas en las áreas costeras del Golfo de León en el sur de
Francia. La sudestada o suestado es un viento fuerte del sureste que sopla, en ocasiones, en
invierno a lo largo de la costas de Argentina, Uruguay y el sur de Brasil y que provoca mar bravía,
acompañado de abundante nubosidad y lluvias. En el Golfo Pérsico el suhaili es el viento del
suroeste que se asocia con nubosidad y precipitaciones.
En otros casos, la aparición de un viento local se vincula al cese de las lluvias, como ocurre con
el viento elefanta que sopla en la costa Malabar, en el extremo suroeste de la India, en septiembre
y octubre, señalando el final de la estación de lluvias monzónicas y el inicio de la estación seca.
No faltan, por su parte, denominaciones locales de las brisas; así, en Sudáfrica, las brisas frescas
reciben el nombre de doctor y en Shangai de feh. En Hawaii, las brisas reciben diversas
denominaciones kapalilua, kohilo. En algunas regiones agrícolas de Japón se conocen como
matsukazee. En Portugal, la marinada recibe el nombre de vento de baixo. El coromell es una
brisa nocturna que sopla en el área de la Paz, al sur de la península de Baja California, entre
noviembre y mayo; es esta ocasión, el contraste térmico se establece entre unas aguas marinas
cálidas y una superficie continental que, en esta épica del año, se enfría rápidamente durante la
noche. En ocasiones el soplo de la brisa marina acerca a la línea de costa formaciones de nubes
bajas (estratos). Es el caso del cacimbo sopla del suroeste a lo largo de la costa de Puerto Lobito,
en Angola. Se trata de una brisa fresca que adquiere este rasgo al circular sobre la corriente fría
de Benguela que circula frente a las costas occidentales del sur de Africa. El nombre de cacimbo
se emplea, asimismo, para denominar a la capa de nieblas de irradiación-advección que se gesta
en este ámbito por la presencia de la mencionada corriente marina fría y que es arrastada hacia
la costa por el viento.
VOLCANES Y CLIMA
Aunque volcanes y clima son realidades geográficas distintas sin aparente relación una serie de
hechos han ido manifestando las estrechas conexiones que existen entre ambos puesto que las
manifestaciones violentas de los primeros se saldan con alteraciones, de mayor o menor entidad,
en los elementos del clima. Las erupciones volcánicas han permitido, además, indagar la
existencia de mecanismos de circulación comprobados, con posterioridad, merced a la mejora en
los métodos de observación atmosférica de altitud. Los efectos más señalados de las erupciones
volcánicas se vinculan con las modificaciones que imponen los registros térmicos, a escala
hemisférica o global. Las erupciones volcánicas de tipo explosivo provocan variaciones en el
balance energético planetario debido a la permanencia, durante varios meses, de cenizas y gases
volcánicos en las capas bajas de la estratosfera. El polvo volcánico crea un finísimo velo que
disminuye la transparencia atmosférica, impide la llegada de radiación solar a la superficie
terrestre y genera fenómenos ópticos entre los que sobresalen efectos crepusculares, aparición
de coronas, neblinas, soles y lunas coloreadas. Budyko ha señalado que las alteraciones en la
transparencia atmosférica causada por las grandes erupciones volcánicas son responsables de
un enfriamiento de 0,3º C entre 1883 y 1984. Si es evidente el descenso térmico que, en los
meses o años siguientes, provocan las erupciones volcánicas más enérgicas, menos clara resulta
la relación con las precipitaciones puesto que a la opinión generalizada de un posible incremento,
otros tratadistas han puesto de manifiesto la relación, para la Península Ibérica, entre erupciones
volcánicas importantes (Tambora, Agung, Chichon o Pinatubo) y desarrollo de períodos secos.
Ello demuestra la necesidad de efectuar análisis individualizados de las erupciones volcánicas y
sus efectos en los elementos del clima a escala regional.
El papel desenpeñado por las erupciones volcánicas en las variaciones del sistema climático
terrestre merece importancia diversa a los distintos autores, desde los que les conceden un
protagonismo destacado para la explicación de la variabilidad climática de los últimos siglos a los
que sólo les atribuyen, cierta incidencia en el enfriamiento de los años posteriores a una erupción
importante. La incidencia de las erupciones volcánicas en el ritmo térmico planetario es una de
las incógnitas de difícil respuesta en la hipótesis actual de cambio climático, al provocar el efecto
térmico contrario al de la acumulación de gases de efecto invernadero en la troposfera.

Z (2 términos)
ZONAS DE CIRCULACION ATMOSFERICA
Las dos grandes zonas de circulación atmosférica en cada hemisferio se corresponden con los
dos flujos de rango planetario, es decir, westerlies y alisios, que caracterizan, respectivamente,
la zona de circulación general del oeste y banda del alisio; entre ambas se sitúan las altas
presiones subtropicales o latitudes de los caballos (Pferdebreiten, horse latitudes). Todo el
conjunto se halla sometida al mecanismo cósmico de las estaciones, que durante el invierno
amplía la primera de las zonas, en detrimento de la banda del alisio, con descenso latitudinal de
los máximos subtropicales; y a la inversa sucede en el verano correspondiente. Las isotermas
muestran, a cinco kilómetros de altitud, desde latitudes subtropicales, una reducción progresiva
de valores hasta las regiones polares, con idéntica evolución de la presión atmosférica media.
Dado que en este ámbito el torbellino absoluto posee velocidad considerable, creciente hacia el
polo, donde resulta máxima y coincidente con la angular de la Teirra, el viento circula en sentido
W ® E , con arreglo a la ley de Buys-Ballot, dejando las altas presiones a su derecha. En este
flujo de los niveles superiores sobresalen, como auténticos sistemas directivos, las corrientes en
chorro o jet-streams polar y subtropical, que, vinculados a la rotación terrestre, se benefician,
además, de la transformación de energía térmica en cinética. La preponderancia del flujo del
oeste en superficie se ve interferida y disminuida por la distribución de tierras y mares, que
condicionan los campos de presión, especialmente con la presencia de extensos anticiclones
térmicos invernales, como el canadiense o el máximo siberiano. Carácter permanente, aunque
reducido espesor, poseen las altas presiones polares, mientras lo revisten semipermanente las
baja subpolares, como el centro ciclonal de Islandia o el mínimo de las Aleutianas en el hemisferio
norte y las áreas depresionarias de los mares de Wedell y Ross en el austral. Con diferencia, las
perturbaciones más importantes, sin que falten otras de diverso origen, son los ciclones
extratropicales o noruegos, en cuya génesis desempeñan papel de primer orden las corrientes
en chorro. En el transcurso del año la variación de altura del sol es importante, marcándose con
nitidez las estaciones térmicas; de resaltar es asimismo el juego de masas de aire térmicamente
contrastadas. Condición de piezas maestras de la circulación atmosférica general se reconoce a
los máximos subtropicales, de raigambre primordialmente dinámica, vinculados al activo proceso
de subsidencia subtropical, que revisten carácter de centros de acción permanentes o
cuasipermanentes. Ellos marcan la divisoria entre la zona de circulación general del oeste y la
banda del alisio, constituyen hogar del aire tropical marítimo y de sus caras opuestas emanan,
respectivamente, alisios y vientos del oeste de latitudes medias. Incluyen amplios sectores de
calma, de ahí el apelativo de “latitudes de los caballos”; este fenómeno obedece a que la
subsidencia priva ampliamente sobre el giro horizontal en estructuras anticiclónicas con débil
gradiente horizontal de presión. Por otra parte, la subsidencia impone los cielos despejados y la
sequía, dando origen a un cinturón, en uno y otro hemisferio, de desiertos subtropicales. Desde
los máximos subtropicales soplan hacia el ecuador los alisios, literalmente vientos marítimos, ya
que carecen de fuentes continentales (vid. Alisios). A diferencia de la zona de circulación general
del oeste, en la banda del alisios, caracterizada por la homogeneidad térmica, las estaciones se
difuminan hasta desaparecer, y las referencias son, en todo caso, pluviométricas, sobre todo
donde imperan los climas tropicales, llegándose a llamar “hivernage” en Africa Occidental y, como
indica Humboldt, “invierno” en la cuenca del Orinoco, al verano, la estación lluviosa, mientras los
españoles denominaron “veranillo” al invierno, la estación seca. Más uniforme, hasta
aproximarlos pluviométricamente a los hipertropicales, es la distribución de precipitaciones en los
llamados climas del alisio. La presencia de inversión térmica en la estructura vertical de este
viento marca una clara diferencia entre los sectores orientales y occidentales de la zona oceánica
donde soplan, con precipitaciones reducidas en los primeros y abundantes en los segundos,
merced a que la inversión gana altitud y pierde entidad, hasta desaparecer, con la pérdida de
latitud, permitiendo potentes ascensos de un aire cálido, muy húmedo, provisto de extraordinario
caudal de energía, fruto de una evaporación muy activa sobre mares cálidos y sumamente
inestables. De recordar es asimismo que, no de manera única y exclusiva, pero sí primordial, es
este ámbito se sitúan loa áreas monzónicas; la combinación del monzón de verano con el factor
orográfico proporciona algunos de los registros pluviométricos, en torno a 12 m. de media anual,
más elevados del planeta, en observatorios como el de Tcherrapundji y Mawsynram en las
montañas de Assam (NE de la India). Junto a perturbaciones cinemáticas menores (Surge-line,
Shear-line) aparecen otras de más entidad como las ondas del este y las del oeste, y una,
particularmente violenta, con una manifestación ingente de energía, terrible por sus secuelas
catastróficas, como los ciclones tropicales. Precipitaciones estivales más regulares y continuas
depara la zona de convergencia intertropical (Z.C.I.T.).
La aproximación de los alisios de ambos hemisferios dista de ser homogenea, con matices y
variantes que difícilmente pueden ser reducidos a esquema. En la banda de bajas presiones
intertropicales o ecuatoriales, áreas de calma (doldrums), con lluvias muy abundantes (pot-ou-
noir), los alisios se difuminan en estos espacios de escasa circulación horizontal, dominados por
potentes ascensos del aire. Por último, la denominación de Frente Intertropical o Frente del
Monzón se aplica al contacto del alisio meridional que, transpuesto el ecuador y convertido en
viento del suroeste, entra en contacto con aire tropical continental, muy cálido y seco; situaciones
de este tipo se producirían en relación con el mínimo estival del noroeste de la indica y las bajas
presiones saharianas.
ZONA DE CONVERGENCIA INTERTROPICAL
Franja de encuentro de los vientos alisios de ambos hemisferios, de ubicación variable a lo largo
del año en relación con la intensidad y desplazamiento latitudinal de los máximos subtropicales,
origen de aquéllos.

BIBLIOGRAFIA
CHURCH, C, BURGESS, D, DOSWELL, C. AND DAVIES-JONES, R. (edits.) (1993): The tornado: its
structure, dynamics, prediction, and hazards, Geophysical Monograph 79, American Geophysical Union,
Washington DC. USA, 637 pp.

GIL OLCINA, A. y OLCINA CANTOS, J. (1998): Diccionario de climatología. Acento Editorial. Madrid, 92
pp.

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