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Tuxtla Gutiérrez, Chiapas a 18 de marzo de 2019

Diálogos Juveniles

1. Desconfianza en Instituciones

Este tema resulta peculiar, ya que el problema de la desconfianza que existe en las
Instituciones Electorales de nuestro país deriva de acontencimientos históricos y no de
la organización de los comicios actuales. Es bien sabido que, durante muchos años
nuestro sistema electoral se encontraba regulado simplemente para cumplir con
parámetros legislativos más no para cumplir su objetivo principal, velar por la Justicia
Electoral, debido a que en la realidad éste era un medio por el que el titular del ejecutivo
federal podía mantener y extender su poder un sexenio más, privilegiándose de esta
manera de un blindaje que no permitiría investigaciones de corrupción sobre su
mandato. Para ejemplificar esto, no es necesario irnos mucho tiempo atrás, sino
recordar los 70 años que el Partido Revolucionario Institucional ocupó la Presidencia de
la República, siendo uno de los escándalos más grandes el ocurrido en las elecciones de
1988 cuando hubo una supuesta caída del sistema y quien era el titular de otrora
Comisión Federal Electoral dio el Triunfo a Carlos Salinas de Gortari. Sin embargo,
gracias a las últimas reformas constitucionales que se han procurado, hoy en día, el
modelo de funcionamiento mexicano en materia electoral es reconocido en América
Latina como el mejor, ya que existe una clara separación entre sus autoridades y sus
funciones, y también se ha enfatizado la capacitación y educación electoral a la
población.

En virtud de lo anterior, a pesar de que nuestro país resulta ser ejemplo en latinoamérica
del correcto diseño institucional en cuestión de organización y coordinación de los
comicios, el porcentaje de desconfianza es muy grande, al grado que, según el informe
“La confianza en América Latina 1995-2015. 20 años de opinión pública
latinoamericana” publicado por la ONG latinobarómetro, el Instituto Nacional Electoral
alcanza un 43% de confianza en la población.
Con esto podemos observar que el problema de nuestro país radica en la corrupción
que hay en la sociedad y en la política, y por una larga historia de comicios poco
transparentes. Esto implica que no influye sólo la composición y las funciones de los
organismos, sino que hay que explorar factores de cultura político-electoral.

2. Participación política de la ciudadanía

Es necesario comprender la participación como el poder y la capacidad de actuar en el


mundo en el que vivimos. Tenemos la posibilidad y el derecho de tomar decisiones que
afectarán de manera positiva o negativa en nuestras vidas. A través de las decisiones
individuales y colectivas, el mundo ha ido evolucionando en el curso de la historia, y con
el mundo, la humanidad.

En este sentido, la participación política se refiere a las actividades de los ciudadanos


que intentan influir en las estructuras de gobierno, en la selección de autoridades o en
las políticas gubernamentales. En nuestra realidad, ya es completamente reconocido
que, en aras de una correcta funcionalidad de la democracia, cada vez que se deban
renovar los poderes de gobierno, sean estos federales o locales, es impresindible la
participación de la ciudadanía. Lo anterior, toda vez que las democracias modernas
reconocen a todos los ciudadanos el derecho a participar en la vida política de distintas
maneras: expresar sus puntos de vista, la asociación con otros individuos en
organizaciones políticas, la participación en elecciones, tratando de influir de alguna
manera en las redes políticas y, por ende, en las decisiones del sistema político. Es
decir, aparte del sufragio, que es el medio por el cual la ciudadanía influye en este
proceso para otorgar legitimidad a las autoridades, los ciudadanos tenemos otros
derechos que nos permiten participar de diversas formas en la vida política del país.

Ahora bien, un escalón más que las autoridades electorales de nuestro país han dado
con el afán de cultivar la confianza de los ciudadanos en los procesos electorales, es el
promover la participación ciudadana en la organización de las elecciones. Ejemplo de
esto son las personas encargadas de contar los votos, son ciudadanos comunes y
corrientes, que fueron seleccionados de manera aleatoria por un proceso que involucra
las letras de sus apellidos. Además, bajo la supervisión de los propios partidos políticos
3. Una propuesta para mejorar alguno de esos aspectos

Para externar alguna propuesta referente a este tema, considero importante que
entendamos que el sistema electoral se ha venido construyendo sobre la base de la
desconfianza porque nos hemos topado con una situación histórica muy complicada
donde el fraude ha sido protagonista. Por ello, las diversas reformas que se han
procurado en esta materia, están dirigidas a ganar la confianza de la gente, aunque hoy
en día todavía no se materialicen resultados.

Por tanto, considero que un propuesta adecuada consistiría en:

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