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PRODUCCIÓN LIMPIA

Introducción

El concepto de Producción Limpia (PL) o prevención de la contaminación surgió en la


década de los '80 en los países desarrollados, como una respuesta a los crecientes
costos de los tratamientos de residuos que tienen las tecnologías de abatimiento o
control. De esta forma surge como un nuevo paradigma, constituyéndose hoy en día
en un principio fundamental para el desarrollo de la actividad industrial en el contexto
de una sustentabilidad económica y ambiental. La producción limpia es un concepto
amplio que comprende términos tales como prevención de la contaminación,
minimización de residuos o eco-eficiencia, poniendo énfasis en cómo los bienes y
servicios pueden producirse con el menor impacto ambiental teniendo en cuenta las
limitantes económicas y tecnológicas.

En principio, la producción limpia podría entenderse como aquella que no genera


residuos ni emisiones. Pero en la realidad esto no es así. Primero, porque en el estado
actual de desarrollo son escasas las tecnologías económicamente viables que logren
cero emisión. Segundo, porque si bien toda emisión puede generar una externalidad
negativa - o pérdida de bienestar social sin compensación -, el nivel óptimo de
contaminación no es igual a cero, sino aquel en que los beneficios sociales marginales
de minimizar residuos sean equivalentes a los costos sociales marginales de lograr
tales reducciones.

Sin embargo, a partir de los ’90, comienza a desarrollarse el concepto de “cero


emisión”, basado en el principio de que los desechos resultantes del proceso
productivo constituyen materias primas para nuevos productos, logrando así la
minimización total de residuos o emisión cero. Paralelamente, se extiende el concepto
de “eco-producto”, que corresponde a la búsqueda del modelo de interacciones de un
producto en todo su recorrido en el medio ambiente: producción y colocación en el
mercado, consumo o utilización, eliminación, tratamiento y valorización según
desechos resultantes.

De ahí que la Producción Limpia es una estrategia de gestión ambiental y empresarial


preventiva aplicada a procesos, productos y organización del trabajo. Tiene como
objetivo la utilización eficiente de las materias primas, la reducción de emisiones y
descargas en la fuente misma, la reducción de riesgos para la salud humana y el
medio ambiente, elevando simultáneamente la eficiencia y la rentabilidad de las
empresas y, por lo tanto, su competitividad. Por ello, producir limpio se traduce en
sustentabilidad, eficiencia y competitividad de la empresa.

Alcanzar la meta de la Producción Limpia implica poner en práctica ciertas acciones


mediante la aplicación de conocimientos, mejoramiento de la tecnología y cambio en
las actitudes. Por lo tanto:

La producción limpia

en los procesos se orienta a: la conservación y ahorro de materias primas, insumos, agua y energía;
reducción y minimización de la cantidad y toxicidad de emisiones y residuos y eliminación de materias
primas tóxicas; el reciclaje de la máxima proporción de residuos en la planta o bien fuera de ella.

en los productos se orienta a: reducción de los impactos negativos que acompañan el ciclo de vida del
producto, desde la extracción de las materias primas hasta su disposición final.
en los servicios se orienta a: la incorporación de la dimensión ambiental, tanto en el diseño como en la
prestación de los mismos.

Las ventajas de producir limpiamente van desde reducir costos a lo largo de la cadena
productiva hasta mejorar la imagen comercial y pública de la empresa. También
permite cumplir con los estándares ambientales internacionales y nacionales, evitando
problemas con la fiscalización. Toda empresa productiva está en condiciones de aplicar
a sus procesos esta moderna estrategia de gestión ambiental preventiva, considerando
que requerirá apoyo de políticas y acciones públicas que la fomenten y respaldo de
investigación para el desarrollo (I+D).

Fuentes:
- http://www.cnpl.cl/conceptos.html
- http://www.pl.cl/que_es_pl/objetivos.asp
- http://www.pl.cl/que_es_pl/beneficios.asp
- http://www.zeri.org/Factsheets/spanish.htm
- Capra, Fritjof, “Las conexiones ocultas”. Implicaciones sociales, medioambientales,
económicas y biológicas de una nueva visión del mundo. Traducción de David Sempau.
Editorial Anagrama, Barcelona, 2003. Segunda Parte: Los retos del siglo XXI, pp. 133-
328.
- Ecoproduit, Concepts et méthodologies, sous la direction de Jacques Vigneron et
Claude Burstein. Cergy Pontoise Programme Environnement, 1993. Deuxieme partie:
“Emergence d’une culture environnementale”, pp.13 – 28. Troisieme partie: “Bases
scientifiques des écoproduits” , pp. 29 – 76.
- Silent Revolution. Dutch Industry and the Dutch Government are working together
for a better environment. Ministry of Housing, Spatial Planning and Environment
(VROM). The Neetherlands. pp. 40 – 50.
- Revista Ambiente y Desarrollo. Vol. XVIII Nº 1, Marzo 2002. pp. 3-4 y pp. 70-72.

El negocio de prevenir la contaminación y producir limpio

En 1998, una de las recomendaciones más importantes a la Organización Económica


para la Cooperación y Desarrollo (OECD) fue que, así como en su momento hizo
énfasis en la productividad del trabajo con excelentes resultados, era esencial ahora
concentrarse en la productividad de los recursos, que es la base de la eco-eficiencia.
Esto permitiría revertir las tendencias que ignoran y hasta estimulan el desperdicio de
los recursos básicos. Para ello, hay que evaluar los costos ambientales reales del uso
y abuso del ecosistema. Se estima que el valor de los servicios provistos por los
sistemas ecológicos varía entre 16 y 54 billones de dólares por año. Como se sabe,
prácticamente todos los valores de los ecosistemas se encuentran fuera del mercado. Y
mientras estén fuera de él, pasará como con la economía informal: no se pueden
manejar.

Reconocer este fenómeno es importante porque marca la diferencia entre continuar aspirando simplemente
a un desarrollo económico sostenido, como el que se ha tenido hasta ahora (pero no siempre), y un
desarrollo que sea verdaderamente sostenible. La diferencia radica en tener la capacidad de sostener en el
futuro los recursos naturales sobre los que descansa toda la actividad humana. Y para ello, hay que
establecer su valor específico manteniendo además el capital humano y el capital social.

Hasta el momento, la parte humana y social del desarrollo ha recibido poca atención.
En general, cuando se habla de desarrollo sostenible se tiende a dar mayor peso al
componente ambiental del concepto y a olvidar la parte humana y social. Esto es un
error muy grave, puesto que la fuente generadora de riqueza no son las máquinas ni
los recursos materiales sino la gente. Y la fuente generadora de contaminación, de
degradación ambiental, de desechos, de emisiones tóxicas, también es la gente. Aquí
la empresa privada tiene un papel muy serio que desempeñar, asumiendo la
responsabilidad que le corresponde: aplicar programas de capacitación y formación de
recursos humanos dentro de las empresas que incorporen los conceptos de desarrollo
sostenible como forma de vida y abrir sus puertas para prácticas profesionales y de
aprendizaje, que son elementos clave para la empresa.

El objetivo esencial de una industria es transformar la materia prima en un producto


comerciable. La generación de residuos y emisiones durante el proceso productivo
puede ser considerada como una pérdida del proceso y un mal aprovechamiento de la
materia prima empleada, por lo tanto, representa un costo adicional del proceso
productivo. A su vez, la generación de residuos origina impactos económicos
importantes asociados a los costos de tratamiento y disposición final de éstos. La
producción limpia invierte o reorienta la jerarquía de gestión de los contaminantes,
considerando las oportunidades de prevención de la contaminación a través de:

- reducción de los residuos en el origen;


- reutilización y reciclado;
- tratamiento o control de la contaminación;
- disposición final

Hay diversas acciones para reducir la contaminación que, en su mayoría, son prácticas
nuevas que obligan a las empresas a tomar decisiones generalmente con escasa
información. Todo ello ocurre en un ambiente de intensificación de la competencia y de
cambio tecnológico acelerado que genera en la mayoría de las empresas - PYMEs y
microempresas especialmente - problemas de competitividad y de gestión operacional.
Adicionalmente, el marco regulatorio no está completo ya que el conjunto de normas
de emisión aún no finaliza y el sistema de fiscalización todavía no puede cubrir todo el
universo de empresas. Dado este contexto y considerando la información disponible
sobre casos, pueden coexistir varios tipos de prácticas empresariales en materia
ambiental dentro de una sola empresa, ya que las emisiones y/o descargas son
diferenciadas (sólidas, líquidas, gaseosas).

Prácticas empresariales

· De postergación del esfuerzo ambiental: facilitada por dificultades de fiscalización o


inexistencia de normas, por lo que la empresa opta por dilatar en el tiempo el ajuste que debería
realizar

· De tratamiento de la contaminación vía enfoque de tecnologías de abatimiento: los


esfuerzos de la empresa se orientan a controlar el impacto ambiental, en forma exógena al proceso
productivo, poniendo filtros a las chimeneas para controlar las emisiones atmosféricas o instalando
plantas de tratamiento para los efluentes líquidos

· De prevención de la contaminación ambiental vía enfoque de producción limpia: las


tecnologías de producción limpia suponen acciones de pre-tratamiento de insumos, y sobre todo,
adecuaciones en las tecnologías de producto, de proceso y de gestión orientadas a la minimización
de residuos, lo que implica un cambio de enfoque destinado a optimizar el uso de recursos.

En Chile, hasta hace dos o tres años, las formas predominantes de comportamiento
ambiental de las empresas eran las dos primeras, debido a que estaban en una fase
inicial de incorporación de tecnologías de producción limpia. Sin embargo, ahora se
multiplican las experiencias con el impulso de la Política Nacional de Producción Limpia
del gobierno a través de instrumentos de apoyo, tales como los Acuerdos Voluntarios
de Producción Limpia (APL) y los Fondos de Desarrollo Innovativo (FDI). Estos, junto
con la firma y puesta en marcha de tratados internacionales y acuerdos bilaterales -
con Canadá, Unión Europea, EFTA, Estados Unidos, Corea del Sur, Singapur - han
potenciado los esfuerzos para cumplir las estrictas exigencias internacionales en
materia ambiental y laboral.

Obligados por las circunstancias para competir exitosamente en los mercados externos
y presionados por la creciente demanda de los consumidores internos cada vez más
globalizados, día a día se suman nuevas empresas a aquella desafiante propuesta del
gobierno de fines de los noventa. Progresivamente, han superado resistencias y
olvidado "malas" prácticas tradicionales, van más allá de las tecnologías de
abatimiento y desarrollan nuevas prácticas de producción limpia. Hoy ya es posible
comprobar, a través de múltiples casos exitosos, que prevenir la contaminación genera
beneficios económicos, ambientales y sociales, aumentando así la rentabilidad y
eficiencia de la empresa, lo cual incide en mejores índices de competitividad.

Prevenir la contaminación y producir limpio es hoy no un costo sino una inversión rentable en el mediano y
largo plazo y, en ciertos casos, en el corto plazo. Asimismo, ello es apreciado hoy como un elemento clave
de la responsabilidad social de la empresa, incidiendo así en una mejor imagen corporativa tanto entre sus
competidores como en su mercado de consumo.

Las tecnologías limpias están orientadas tanto a reducir como a evitar la


contaminación, modificando el proceso y/o el producto. La incorporación de cambios en
los procesos productivos puede generar una serie de beneficios económicos a las
empresas tales como:

· utilización más eficiente de los recursos


· reducción de los costos de recolección
· transporte
· tratamiento
· disposición final

Una tecnología de producción limpia puede identificarse de varias maneras, cuando:

· permite la reducción de emisiones y/o descargas de un contaminante


· permite reducir el consumo de energía eléctrica y/o agua, sin provocar incremento de otros
contaminantes
· logra un balance medioambiental más limpio, aún cuando la contaminación cambia de un elemento
a otro, lo que supone evaluar la nueva tecnología sobre la base de las normas y estándares fijados
por la legislación medioambiental

Fuentes:
- Manual de Auditoría en Producción Limpia. Secretaría Ejecutiva de Producción Limpia.
Ministerio de Economía. Chile. 1998.
- Política de Fomento a la Producción Limpia. Versión final aprobada por el Comité
interministerial de Desarrollo Productivo. 30 de septiembre de 1997.
- Capra, Fritjof, “Las conexiones ocultas”. Implicaciones sociales, medioambioentales,
económicas y biológicas de una nueva visión del mundo. Traducción de David Sempau.
Editorial Anagrama, Barcelona, 2003. Segunda Parte: Los retos del siglo XXI, pp. 133-
328.
- Ecoproduit, Concepts et méthodologies, sous la direction de Jacques Vigneron et
Claude Burstein. Cergy Pontoise Programme Environnement, 1993. Deuxieme partie:
“Emergence d’une culture environnementale”, pp.13 – 28. Troisieme partie: “Bases
scientifiques des écoproduits” , pp. 29 – 76.
- “Foro de ecoeficiencia: estudios de caso. Competitividad empresarial para el
desarrollo sostenible”. Organizado por: LA-BELL (Latin America Business vironment
Learning & Leadership del World Resources Institute (WRI) y PLEDS (Programa de
liderazgo Empresarial para el Desarrollo Sostenible del INCAE). Monterrey, México, 27
marzo 1998. WRI 1998. pp. 11-64.
http://www.pl.cl/familia.asp?cod_fam=8
http://www.pl.cl/familia.asp?cod_fam=6
http://www.cnpl.cl/Beneficios.html
http://www.pl.cl/index2.html
http://www.zeri.org/Factsheets/spanish.htm

La Política Nacional de Producción Limpia

Cuando a fines de 1997 el gobierno presentó a las empresas el desafío de fomentar en


el país una política nacional de producción limpia, sólo las grandes internacionales o
aquellas filiales o pertenecientes a grandes holdings conocían por experiencia propia su
significado. El resto, observó con escepticismo y respondió con quejas por los costos
que involucraría la introducción del concepto en el proceso productivo, traducidos en
inversiones de capital y tecnología que, según entendían, implicaría una reingeniería
de procesos y de gestión. Entonces no estaba claro que prevenir paga en el mediano y
largo plazo.

Porque cuando la empresa aplica una política de producción limpia obtiene no sólo beneficios económicos,
sino también beneficios sociales y, muy especialmente, beneficios ambientales internos y en su entorno
inmediato que se irradian hacia la comunidad local. Tales beneficios marcan la diferencia entre la que puede
ser una empresa más en el país, y aquella que se distingue por su responsabilidad ambiental y social frente
al mercado y a la comunidad.

En 1998,se creó el Centro de Producción Más Limpia (CP+L) de INTEC, instancia


técnica encargada desde entonces de sensibilizar y masificar la implementación de la
producción limpia en las empresas de bienes y servicios. La creación y desarrollo del
CP+L, sumado a los incentivos de la política gubernamental para esta área, ha
facilitado el desempeño ambiental de las empresas y el avance a mejores posiciones
para crecer y competir en el ámbito nacional e internacional.

En junio de 2000 se creó el Comité Nacional de Fomento de la Producción Limpia bajo


la forma de un comité CORFO, definido como un espacio de diálogo y acción conjunta
entre los sectores público y privado, con la misión de articular, perfeccionar y
promover iniciativas que faciliten el desarrollo e impacto de la producción limpia en el
sector productivo chileno. Al año siguiente, el Comité aprobó la Política Nacional de
Fomento a la Producción Limpia y, meses más tarde, el Primer Congreso Nacional de
Producción Más Limpia culminó con la firma del Decreto Supremo Nº 414
http://www.pl.cl/documentos.asp?cod_doc=7, que establece un conjunto de iniciativas
que validan y fortalecen la incorporación masiva de esta estrategia productiva a nivel
nacional.
Desde entonces, la política de gobierno ha sido poner a disposición de los sectores
productivos instrumentos de fomento (APL y FDI) para la implementación de
producción más limpia, por considerársela una estrategia productiva con múltiples
beneficios para las empresas, principalmente para aquellas que no están en
condiciones de efectuar grandes inversiones para su mejoramiento ambiental.

Como señala el texto, la Política de Producción Limpia 2001-2005 aprobada por el


Consejo Nacional de Producción Limpia http://www.pl.cl/documentos.asp?cod_doc=4
(07/07/2001) establecida en el DS Nº 414 del Ministerio de Economía, tiene por objeto
"generar y consolidar una masa crítica de actores públicos y privados que produzcan
en forma limpia y promuevan el uso de esta estrategia, con el fin de minimizar la
contaminación y aumentar la competitividad de las empresas". La implementación,
coordinación, evaluación y promoción de dicha Política, corresponde al Consejo
Nacional de Producción Limpia, comité CORFO que elaboró y aprobó sus términos
luego de un proceso participativo en que colaboraron cerca de 40 expertos de los
sectores público, empresarial, académico y laboral.

Dimensiones de la Política Nacional de Producción Limpia

· Impulsar la Cooperación Público-Privada para el Fomento de la Producción Limpia, lo cual apunta a


desarrollar y fortalecer las "iniciativas voluntarias" en producción limpia, como son los Acuerdos de
Producción Limpia (APL)

· Perfeccionar y simplificar del marco regulatorio, teniendo como objetivo incentivar y facilitar la
prevención de la contaminación

· Desarrollar instrumentos de incentivo a la Producción Limpia

· Desarrollar capacidades en Producción Limpia, tanto en materia de transferencia e innovación


tecnológica en producción limpia como en desarrollar programas de formación de recursos humanos
y de capacidades a escala regional

· Consolidar iniciativas de fortalecimiento de la cooperación técnica y financiera mediante la Acción


Internacional

· Desarrollar una cultura de la producción limpia a través de propuestas en materia de política


comunicacional, utilización de tecnologías de información y comunicación, promoción de la
participación a través de canales formales y difusión de iniciativas exitosas

· Hacer el seguimiento, evaluación y control de la política, a través del Sistema Nacional de


Producción Limpia con el fin de monitorear, evaluar y controlar las acciones comprometidas desde el
2001 al 2005

Fuentes:
http://www.pl.cl/index2.html
http://www.pl.cl/documentos.asp?cod_doc=7
http://www.pl.cl/documentos.asp?cod_doc=4
Silent Revolution. Dutch Industry and the Dutch Government are working together for
a better environment. Ministry of Housing, Spatial Planning and Environment (VROM).
The Neetherlands. pp. 40 – 50.

Cooperación Público-Privada. Los Acuerdos de Producción Limpia (APL)

Un Acuerdo de Producción Limpia es un instrumento de gestión que permite mejorar las condiciones
productivas, ambientales, de higiene y seguridad laboral de un sector empresarial y de las empresas que lo
suscriben, generando sinergias y economías de escala en el logro de los objetivos acordados con la autoridad
competente en las materias del convenio

Un APL lo suscriben representantes de los sectores público y privado en forma


voluntaria, quienes en una mesa de negociación establecen los objetivos, metas y
acciones del Acuerdo. Las empresas no están obligadas a suscribir un APL, pero una
vez que lo han firmado, los compromisos que adquieren deben cumplirse. Para
garantizar esto, cada APL cuenta con un sistema de monitoreo y control del avance en
el cumplimiento de las metas y objetivos establecidos en él.

Por parte del sector público, participan organismos reguladores, fiscalizadores y de fomento.
Por el sector privado, participa un sector empresarial representado por su Asociación Gremial. Las empresas
del rubro participan adhiriendo al Acuerdo y desarrollando en sus instalaciones las medidas que aquel
establece.

Prioridades en la gestión productiva y ambiental

La negociación por sector o ramas de la actividad productiva, responde a la convicción


de que este es un desafío en el cual el éxito individual se logra sólo en la medida que
la mayoría de un sector productivo y el sector público, se suman a las mismas
prácticas y conductas de producción limpia.

· prevenir la contaminación
· minimizar la contaminación
· aplicar un tratamiento apropiado
· implementar la disposición final

La adopción de APL permite fomentar el cumplimiento de las normas, ir más allá de las
normas vigentes, simplificar regulaciones y trámites, y establecer mecanismos de
apoyo para el cumplimiento de los objetivos planteados.

La certificación de acuerdos es compatible con los sistemas de certificación de sistemas


de gestión ambiental que estén siendo implementados por las empresas (ISO 14001)
constituyéndose en un instrumento complementario y que no significa para ellas costos
sustantivos adicionales. Es el caso de la industria del salmón donde se está
desarrollando un tipo de certificación que le permita acreditar no sólo el cumplimiento
de las normas y regulaciones vigentes para el sector y con los compromisos que
voluntariamente asumieron al firmar un APL en diciembre de 2002, sino también con
los máximos estándares internacionales existentes en materia de calidad (ISO 9000),
medio ambiente (ISO 14000) y seguridad laboral (OHSAS 18000). Hasta enero de
2003 se habían suscrito 10 Acuerdos de Producción Limpia que involucran un total de
1.200 empresas de los siguientes sectores:

Químico-Envases Aserraderos
Químico Riles Fundiciones
Construcción Productores de Salmones
Productores de Cerdos Productores de Ostiones
Celulosa Hortofrutícola

Fuente:
- http://www.pl.cl/index2.html
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