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historia universal en el que se enfrentaron los países que conformaban las Potencias
Aliadas y las Potencias del Eje, entre 1939 y 1945. Tras seis años de dura lucha, el 14
de agosto de 1945, se declara el final de la guerra con la victoria de los Aliados
ocurrida tras la caída de los regímenes de Adolf Hitler en Alemania y Hideki Tojo en
el Imperio del Japón. Cifras conservadoras establecen que la guerra causó la muerte
de alrededor de 60 millones de personas[1], siendo la Unión
Soviética, China y Alemania, las naciones que más víctimas tuvieron.
Sumario
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1 Datos generales
2 Causas
o 2.1 Causas en Europa
2.1.1 Resentimiento alemán
2.1.2 Situación italiana
2.1.3 Ideologías anticomunistas: el Fascismo y el Nazismo
2.1.4 Rearme alemán
2.1.5 Debilidad de la Sociedad de las Naciones
2.1.6 La Guerra Civil Española (1936-1939)
2.1.7 El Pacto de Acero
2.1.8 El Pacto tripartito
2.1.9 Pacto germano-soviético
o 2.2 Causas en Asia
2.2.1 Expansionismo japonés
3 Transcurso de la guerra
o 3.1 Teatro europeo
3.1.1 Invasión a Polonia
3.1.2 Invasión a Finlandia
3.1.3 Campaña del Norte o de Noruega
3.1.4 Batalla de Francia
3.1.5 Bombardeos a Inglaterra
3.1.6 Campaña de los Balcanes (1941)
3.1.7 Gran Guerra Patria
3.1.8 Apertura de los frentes europeos
3.1.8.1 Frente del Mediterráneo
3.1.8.2 Reapertura del Frente Occidental
3.1.9 Batalla de Berlín
4 Consecuencias históricas
5 El juicio de Nuremberg
o 5.1 Antecedentes
o 5.2 ¿Por qué Nuremberg?
o 5.3 Los cargos de la acusación
o 5.4 Sentencia
o 5.5 Ejecución
6 Referencias
7 Fuentes bibliográficas
8 Enlaces externos
9 Fuentes
Datos generales
En la Segunda Guerra Mundial tomaron parte 72 Estados,[2] los efectivos de todos los
ejércitos participantes fueron 110 millones de hombres, de los cuales murieron 34
millones (31 % del total), 28 millones de hombres quedaron mutilados (25 % del total
de los efectivos), las bajas en la población civil sobrepasaron los 24,8 millones de
personas, desaparecieron más de 5 millones de personas y los gastos se calculan en
más de 935 000 millones de dólares.[2] Como consecuencia de la agresión nazi
fascista la Unión Soviética perdió el 50 % de su potencial económico, entre ello la vital
industria pesada de la Cuenca del Donez y los centros agrícolas
de Ucrania y Bielorrusia. Lo cual se explica porque hasta mediados de 1944, un 95 %
del potencial de guerra alemán estaba en el frente oriental. Alrededor de 20 millones
de ciudadanos de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas perdieron su vida y
25 millones sus casas, pues quedaron destruidas por aquella guerra.
Uno de los crímenes más horrendos cometidos por el fascismo alemán durante la
Segunda Guerra Mundial, fue el llamado holocausto donde millones de personas,
entre ellos judíos, islámistas, homosexuales y comunistas, fueron exterminados en
cerca de 20 campos de concentración y exterminio humanos creados para asesinar a
seres humanos. Aún no se ha determinado con exactitud, el total de personas que
perdieron sus vidas en esos campos de la muerte, aunque cifras conservadoras
estiman las víctimas en 20 millones de personas en su gran mayoría civiles, mujeres,
niños, ancianos, minusválidos y discapacitados.
Causas
Causas en Europa
Resentimiento alemán
El 9 de noviembre de 1919, el Imperio Alemán, uno de los promotores e impulsores de
la Primera Guerra Mundialhabía caído tras la abdicación del kaiser Guillermo II y la
posterior proclamación de la República alemana o República de Weimar. El nuevo
gobierno, dividido entre socialistas y conservadores tuvo que encarar las
consecuencias de la aplicación de los acuerdos del Tratado de Versalles[3], el cual
establecía en algunas de sus clausulas las siguientes medidas:
Pago de indemnizaciones por parte de Alemania a los Aliados por las perdidas
económicas sufridas por los mismos a causa de la guerra.
Reducción del ejército alemán a la cantidad de 100 mil hombres, sin el derecho de
poseer ninguna arma moderna de combate (tanques, aviación y submarinos).
Reducción de la Flota Alemana a buques menores a las 10 mil toneladas.
Pérdida de importantes y estratégicos territorios alemanes como Alsacia y
Lorena, Sarre, Schleswig-Holstein, gran parte de la región de Prusia Occidental y
la mayoría de las colonias alemanas en África y Oceanía.
Tales medidas condicionaron la formación de un resentimiento hacia la pérdida de
territorio nacional así como por el robo de la soberanía de Alemania y su gobierno, los
cuales pasaron a ser controlados por entes externos como los gobiernos
de Francia y Reino Unido asi como la Sociedad de Naciones. Dentro de ese contexto,
se comienza a formar el llamado movimiento "nacionalsocialista" el cual en sus inicios
estuvo dirigido por el Partido Obrero Alemán hasta que el 24 de febrero de 1920 el
partido cambiara de nombre para convertirse en Partido Nacionalsocialista Obrero
Alemán cuya figura principal era Adolf Hitler.
Situación italiana
Italia, una de las vencedoras de la Guerra, no recibió suficientes concesiones
territoriales para compensar el costo de la guerra ni para ver cumplidas sus
ambiciones, por ello no había quedado con la repartición de territorios en virtud
del Tratado de Versalles, en la cual Francia, Reino Unido y Bélgica habían sacado los
mayores resultados. Por otra parte, la dura situación en los campos así como la
carestía en las ciudades, hicieron crecer el descontento popular hacia el gobierno
socialista encabezado por el Partido Socialista Italiano y con ello el ascenso al poder
del Partido Nacional Fascista de Benito Mussolini.
La concepción fascista del estado es totalmente incluyente; fuera del mismo no puede existir
ningún valor humano o espiritual, mucho menos tener valor. Comprendido esto, el fascismo es
totalitario, y el estado fascista - síntesis y unidad que incluye todos los valores - interpreta,
desarrolla y potencia toda la vida de un pueblo.
(...)El fascismo es una concepción religiosa, en la que un hombre es visto bajo la perspectiva
de su relación inmanente con una ley superior y con una Voluntad objetiva, que trasciende al
individuo particular y le eleva a la pertenencia consciente a una sociedad espiritual. Cualquiera
que no haya visto en las políticas religiosas del régimen fascista nada más que mero
oportunismo, no ha entendido que el fascismo, aparte de ser un sistema de gobierno, es
también, y sobre todo, un sistema de pensamiento
Nazismo: Adolf Hitler postulaba que según las leyes naturales, los más fuertes debían
imponerse a los más débiles. También consideraba que existía una tendencia natural
hacia la duración de las razas, idea en la que se basó para luchar por la pureza de la
raza aria, tronco étnico de lo germanos.
Según Hitler, los arios eran una raza privilegiada "forjadora de cultura".[7] Los judíos,
en cambio, representaban para él un pueblo destructor de esa cultura. Hitler veía en el
antisemitismo un fundamento de su misión histórica. Esto le llevó a desencadenar una
implacable persecución, que comenzó por despojar a los judíos de sus bienes,
continuó con su discriminación en todos los aspectos y culminó con cinco millones de
víctimas en los campos de concentración. Nacionalismos que se transforman en
imperialismos.
Rearme alemán
Contrario a lo que se piensa, el rearme alemán no comenzó con el ascenso de Hitler
sino que inició una vez acabada la Primera Guerra Mundial , durante la
llamada República de Weimar. Es en esa etapa que el canciller (jefe de
gobierno) Hermann Müller aprueba decretos gubernamentales que fomentan varias
políticas secretas de rearme las cuales violan los condicionamientos del Tratado de
Versalles. Varias investigaciones posteriores demostraron la hipótesis de que las
grandes potencias (Reino Unido y Francia) conocían de los planes de rearme desde el
inicio aunque no tomaron acciones para detener la carrera por considerar inofensivas
las posiciones de los gobiernos durante la Primera República.
Una vez que el NSAP (Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán) llega al poder, el
rearme se convirtió en una prioridad de gobierno, sobre todo fundamentada en el
apasionado y nacionalista discurso nazi que consideraba como un asunto de
seguridad nacional la tarea de recuperar los territorios usurpados durante la Primera
Guerra Mundial a Alemania. Es por ello que a partir de 1933, Hitler inició la mayor
expansión de producción industrial nunca vista en Alemania.
La tarea de hacer renacer en Alemania al llamado complejo militar-industrial fue toda
una estrategia bien pensada y costosa. Dos hombres con grandes conocimientos en
política y economía (Wilhelm Frick [9]y Hjalmar Schacht) fueron los designados por
Hitler para dirigir los ambiciosos planes de rearme. Entre las políticas aprobadas
estuvieron la creación de una serie de empresas"fachadalas" cuales actuaban no solo
como recaudadoras de dinero para apoyar a la naciente industria sino también
entidades que formaban bajo el más estricto secreto a pilotos, conductores y
miembros de milicias.
La Sociedad de las Naciones (dominada por Gran Bretaña) no pudo evitar el estallido
de nuevos conflictos internacionales ni cumplir la misión pacificadora para la que
supuestamente había sido concebida. No pudo imponer el cese al fuego cuando
Japón, Italia y Alemania empezaron las agresiones. A pesar de que aplicó sanciones
económicas y diplomáticas, los países culpables optaron por salirse de la
organización en lugar de acatarlas.
El Pacto tripartito
Artículo Principal: Eje Berlín-Roma-Tokio
Para la fecha de firma del pacto, Italia y Alemania ya habían iniciado campañas
militares contra los Aliados. Mientras Japón había ocupado pacíficamente a la
Indochina francesa, luego de presionar a las autoridades francesas coloniales que no
podían contar con ayuda alguna de la metrópoli (invadida por la Wehrmacht desde el
mes de junio). Hasta entonces, la potencia colonial de Asia, el Reino Unido, había
destinado unidades militares en pequeño número para la protección de sus colonias,
en parte porque la mayoría de sus tropas ya estaban muy ocupadas luchando contra
Alemania. Solamente los Estados Unidos habían estado preparándose para hacer
frente a la amenaza militar nipona, pero no estaban preparados para afrontar una
guerra en dos frentes, es decir contra Alemania y Japón de modo simultáneo.
El Pacto Tripartito reconocía las esferas de influencia de los tres miembros originales,
y promovía la cooperación entre sus miembros para establecer un nuevo orden
mundial, y para promover la prosperidad y bienestar de sus pueblos. También
ordenaba a sus miembros apoyar, por todos los medios posibles, a un miembro que
fuera atacado por una potencia externa, exceptuando a las que ya estaban en guerra,
en este caso Francia y el Reino Unido. Con esta última condición, Japón no estaba
obligado a atacar a las colonias asiáticas del Reino Unido, aunque eventualmente lo
hizo en diciembre de 1941. Por una solicitud específica de Japón, la Unión
Soviética no fue incluida en la lista de las potencias atacantes, por lo que cuando
Alemania invadió este país, Japón no tuvo obligación formal de unirse a la agresión
alemana. De esta manera, la principal potencia afectada en la práctica por el Pacto
Tripartito eran los Estados Unidos, ya que si entraba en guerra con Japón, debería
prepararse para luchar en Europa y Asia al mismo tiempo.
Los gobiernos de Japón, Alemania e Italia consideran como prerrequisito para una paz
duradera que toda nación del mundo reciba el espacio sobre el que tiene derecho. Por lo
tanto, estas naciones han decidido respaldar y cooperar una con otra en sus esfuerzos en
Europa y la Gran Asia Oriental respectivamente. El principal propósito de esto es establecer y
mantener un nuevo orden de las cosas, planeado para promover la prosperidad mutua y el
bienestar de los pueblos involucrados. Además, es el deseo de los tres gobiernos de extender
la cooperación a naciones en otras esferas de influencia que estén inclinadas a dirigir sus
esfuerzos a través de vías similares a las suyas con el propósito de realizar su último objetivo,
la paz mundial. Entonces, los gobiernos de Japón, Alemania e Italia han acordado:
ARTÍCULO 3: Japón, Alemania e Italia están de acuerdo en cooperar en sus esfuerzos en las
líneas discutidas. Ellas se asistirán mutuamente con todos los medios políticos, económicos y
militares si uno de las naciones firmantes es atacado por una potencia que actualmente no
esté involucrada en el conflicto europeo o en el conflicto sino-japonés.
ARTÍCULO 4: Con miras a aplicar el Pacto, comisiones técnicas, designadas por los
respectivos gobiernos de Japón, Alemania e Italia, deben reunirse sin demora.
ARTÍCULO 5: Japón, Alemania e Italia afirman que los acuerdos no afectan en ninguna
manera el status político actual entre cada una de las potencias firmantes y la Rusia soviética.
Existen dos puntos de vista principales sobre la motivación de las acciones soviéticas
de los días siguientes. Historiadores han declarado que luego de la Conferencia de
Múnich, Stalin creyó ver un plan occidental para empujar a Hitler hacia Rusia. Incluso
después de que el Reino Unido y Francia reaseguraron sus garantías hacia Polonia,
Stalin consideró que las mismas no eran sinceras, y que las democracias occidentales
harían luchar a la Unión Soviética y Alemania en la primera etapa de la guerra,
mientras ellas se fortalecían. De esta manera, las dos principales amenazas del
Occidente, el bolchevismo y el nazismo, se aniquilarían entre sí. Sin embargo, otros
historiadores han argumentado que la declaración británica sobre la seguridad polaca
dio a Stalin la oportunidad de condicionar su participación en la guerra, y que la
supuesta conspiración occidental fue un pretexto para justificar las negociaciones
paralelas con Alemania. Además, culpan a Stalin por el fracaso de las negociaciones,
ya que éste solicitó la ocupación militar de los Estados bálticos, a cambio de ofrecer
su ayuda, propuesta inaceptable para los británicos y los franceses.
Sin embargo, aunque sus últimas acciones lo contradecían, Hitler deseaba evitar la
guerra con el Occidente. Además de neutralizar momentáneamente al gigante
soviético, Hitler creía que el Pacto Molotov-Ribbentrop obligaría al Reino Unido y
Francia a renunciar a su compromiso con Polonia. Hasta el último momento el
dictador alemán creyó que esas naciones no irían a la guerra si atacaba a los polacos.
Sin embargo, este no fue el caso.
Causas en Asia
Expansionismo japonés
Tras la Gran Depresión, el Imperio del Japón, comenzó un gran acercamiento hacia el
modelo fascista, utilizando una campaña en la cual se presentaron como un imperio
moderno y expansionista con grandes intereses de llevar a Asia hacia el camino de la
modernización. Sin embargo, a diferencia de Adolf Hitler y de Víctor Manuel III, Japón
tenía dos objetivos económicos para desarrollar un imperio.
El primero, al igual que sus homólogos europeos, nace una industria militar doméstica
estrechamente controlada, la cual fue golpeada drásticamente por la crisis mundial de
finales de la década del 20 e inicios del 30. En ese sentido, la falta de recursos en las
islas de Japón, para poder mantener a un creciente sector industrial, las materias
primas como el hierro, petróleo y el carbón debían ser importadas en su mayoría
desde Estados Unidos, convertido en el principal socio comercial japonés. Así, por el
esquema de desarrollo militar industrial y el crecimiento industrial, las teorías
mercantilistas prevalentes, hacían imprescindibles el control de varias colonias en el
área del sureste y centro asiático, principalmente en enclaves estratégicos
de China, Rusia e Indochina.
Transcurso de la guerra
Teatro europeo
Invasión a Polonia
Niña llora ante el cadáver de una de las víctimas civiles de los bombardeos nazis
sobre Varsovia el 13 de septiembre de 1939.
Hitler en Paris (al fondo la Torre Eiffel) acompañado de otros jefes militares comprobando
el éxito de los resultados en Francia y dando al mundo la imagen del control nazi sobre
dicho territorio.
Bombardeos a Inglaterra
Bomberos británicos luchando contra el fuego entre edificios en ruinas tras la ola de
bombardeos ocurridos durante la Segunda Guerra Mundial
Para realizar un ataque sorpresa, los ejércitos alemanes debían atravesar Macedonia,
parte de Yugoslavia, por lo que se presionó al regente Pablo para uniera su país al
Pacto Tripartito. Dos días después de ocurrir esto, el Regente fue derrocado, y
aunque los nuevos gobernantes de Yugoslavia decidieron unirse al bando alemán de
todas maneras, esto no calmó a Hitler, que ordenó el inicio de la invasión el 6 de abril.
Después de 11 días de combates, Yugoslavia fue ocupada completamente. Al mismo
tiempo, los ejércitos de Bulgaria, Italia y Alemania habían iniciado la invasión de
Grecia, cuyos defensores no pudieron contener la avalancha enemiga, a pesar de
contar con unidades británicas entre sus fuerzas.
La Gran Guerra Patria es el término dado por los soviéticos para enmarcar el período
entre el 22 de junio de 1941 y el 9 de mayo de 1945, aunque para Occidente, se
conoce como Frente Oriental. Durante dicho proceso, la URSSperdería
aproximadamente 27 millones de personas en una confrontación que inició con la
invasión nazi de la Unión Soviética el 22 de junio de 1941, y culminó con la caída de
Berlín el 3 de mayo de 1945 a manos del Ejército Rojo.
Después de perder varios días en la línea defensiva de Santo Stefano, los dos
ejércitos aliados iniciaron una carrera a Mesina. Varios intentos aliados por realizar
desembarcos anfibios en los flancos enemigos fracasaron, pero al final la resistencia
fue rota y Patton llegó primero a Mesina el 17 de agosto. Sin embargo, para aquel
momento, la mayoría de las fuerzas enemigas ya habían escapado de Sicilia. El
propio Kesselring se había logrado escapar con suerte un día antes de la llegada de
Patton.
Por el lado americano, la ofensiva continuó, pero después de seis semanas sufriendo
16 mil bajas, el V Ejército Estadounidenses sólo había logrado avanzar menos de 10
kilómetros, superando la línea Bernhardt. Para el 15 de enero de 1944, los aliados
habían logrado expulsar a los alemanes bajo el mando de Heinrich von Vietinghoff del
Monte Trocchio, si bien esto no podía considerarse como una victoria, ya que las
expectativas aliadas habían sido mayores.
Como se consideraba que la manera más rápida de llegar a Roma era cruzando el
valle del Liri, en el frente occidental italiano, se realizaron planes para desbordar las
líneas defensivas alemanas rápidamente a través de un desembarco anfibio en la
retaguardia de la línea Gustav, al mismo tiempo que se llevarían a cabo dos ataques a
los flancos de la misma por el valle del Liri. Sin embargo, tanto el desembarco (Batalla
de Anzio) como los ataques por el valle del Liri (Batalla de Montecassino) no arrojaron
los resultados deseados, ya que tropas alemanas de relevo recién llegadas aislaron a
los aliados en Anzio, y un puesto de observación en Montecassino proporcionó a la
artillería alemana de la ventaja para neutralizar cualquier intento aliado de entrar al
valle.
No fue hasta el 18 de mayo de 1944 que un regimiento polaco conquistó la cima del
Montecassino. Después los ejércitos aliados se dirigieron a la línea Adolf Hitler,
desbordándola en una semana. Con los alemanes en retirada hacia el norte de Italia,
las fuerzas aisladas en Anzio lanzaron una taque para liberarse, formándose una
oportunidad única para cortar la retirada a las fuerzas alemanas que venían desde el
sur. Pero el generla Mark Wayne Clark dejó escapar a los alemanes, ya que prefirió
dirigirse directamente a Roma para tener el honor de liberarla antes que los británicos.
Bradley al sur, tomó Colonia el 6 de marzo y luego Bonn. Un comando del Primer
Ejército estadounidense se acercó a Remagen para contener a las fuerzas alemanas
mientras el Tercer Ejército que venía del sur enlazaba con ellos. Para su sorpresa,
este comando encontró un puente sobre el Rin intacto, que inmediatamente fue
tomado. Este fue el primer paso que los aliados consiguieron, y si bien permitió el
paso de material y soldados a la otra orilla, se desplomó el 17 de marzo, ya que había
sido dañado durante su captura.
Lo que se vio después fue una lucha entre los generales aliados por ver quien
avanzaba más allá del Rin. Para el 28 de marzo, Montgomery poseía una cabeza de
puente firme y, como se había discutido antes, empezó a preparar la toma de Berlín.
Para su sorpresa, Eisenhower cambió de plan al último minuto, y ordenó que los
ejércitos de Bradley ahora se moverían hacia Dresde, con la finalidad de dividir
Alemania en dos. Montgomery por su parte, debería cortar el paso a Dinamarca
al ejército Rojo. Una fuerza menor se dirigiría a Austria, donde corrían los rumores de
que los fanáticos nazis estaban atrincherándose en una serie de inexpugnables
fortalezas en los Alpes.
Como habían predicho los generales de Hitler, las fuerzas aliadas rodearon al Grupo
de Ejércitos B alemán de Walther Model, quien había quedado aislado en la bolsa del
Ruhr. Después de resistir hasta mediados de abril, la bolsa fue dividida en dos por los
aliados, siendo capturada una mitad rápidamente. Al caer las peticiones de Model en
oídos sordos en Berlín, éste decidió dar libertad de conciencia a sus soldados,
permitiendo que aquel que quisiera entregarse lo hiciera, mientras que aquel que
quisiera seguir luchando podría hacerlo. Model se suicidó cerca de Duisburgo poco
después, alegando que un general no podía rendirse, si bien algunos historiadores
aseguran que tenía miedo de ser juzgado y ejecutado. De los 430 mil soldados
atrapados, unos 325 mil fueron capturados con vida.
Para mayo de 1945, toda defensa organizada había desaparecido, debido a las
rendiciones masivas, la Wehrmachthabía procedido a reclutar niños y ancianos en los
batallones Volkssturm, que no lograron un cambio significativo. El 11 de abril fue
liberado el campo de concentración de Buchenwald, y luego, el 29 de abril, el campo
de concentración de Dachau. Los generales aliados ya había sido alertados respecto
a la naturaleza de estos campos, en parte por la información que habían dado 16
sobrevivientes del campo de concentración de Struthof-Natzweiler en la frontera
francesa con Alemania, liberado el 23 de noviembre del año pasado.
El 24 de abril, las fuerzas estadounidenses hicieron el primer contacto con las fuerzas
soviéticas en Torgau, sobre el Elba. El 5 de mayo los aliados entraron a Austria.
Habiendo caído todas las ciudades importantes alemanas, excepto Berlín, los aliados
se preocuparon por ocupar todos los rincones de Alemania posibles, dejando la
capital del Reich a los soviéticos.
Batalla de Berlín
Para abril, todos los frentes soviéticos estaban listos para iniciar el avance final sobre
Alemania, juntando 2 millones y medio de hombres, 6.250 tanques, 7.500 aviones,
41.600 piezas de artillería, 3.255 lanzacohetes Katyusha, y casi cien mil vehículos de
transporte, la mayoría prestados por los Estados Unidos.
Aquellos civiles que se negaban a luchar eran ejecutados inmediatamente por los
alemanes, mientras que los que luchaban eran ejecutados por los soviéticos, la
cantidad de prisioneros fue baja comparada con los conseguidas en otras batallas.
Hitler todo el tiempo se negó a abandonar la capital para ir al Berchtesgaden, por lo
que los altos oficiales de la Wehrmacht rehusaron rendirse, ya que todos habían
tomado un juramento de lealtad al Fuhrer.
El 30 de abril, Adolf Hitler, se suicidó junto con su nueva esposa Eva Braun. Varios
personajes importantes del gobierno de Alemania hicieron lo mismo,
incluyendo Joseph Goebbels y su esposa, que antes envenenaron a sus seis hijos. El
secretario de Hitler, Martin Bormann desapareció en la batalla, si bien varios personas
aseguran que lo vieron muerto con dos tiros en la espalda en una estación de metro
de Berlín. Weidling rindió la ciudad a lus rusos el 2 de mayo. El Feldmarschall Wilhelm
Keitel fue capturado y luego participó en la firma del documento de rendición. En la
batalla murieron 360 mil soldados soviéticos, las cifras alemanas son dudosas, pero
se estima que fueron mucho menores, ya que solo habían 90.000 defensores
alemanes. [[Archivo:Keitel-9-mayo-1945.jpeg|thumb|Momento en que el mariscal
alemán Wilhelm Keitel firma en nombre de la Alemania nazi la capitulación el 9 de
mayo de 1945.]] El almirante Karl Dönitz fue nombrado Canciller por Hitler antes de
morir, y este dió permiso al general Alfred Jodl de firmar la rendición incondicional con
la Unión Soviética el 7 de mayo, haciéndose efectiva al día siguiente. Los otrora
hombres de confianza de Hitler, Hermann Goering y Heinrich Himmler habían caído
en desgracia al intentar hacer la paz por separado con los aliados. Ambos se
suicidaron después de ser capturados por los estadounidenses.
Consecuencias históricas
Víctimas mortales a partir de septiembre de 1939
Hungría 750.000
Grecia 520.000
Checoslovaquia 400.000
Finlandia 84.000
Las pérdidas para Estados Unidos fueron, en comparación con el resto de los
Aliados, muy inferiores en número porque en su territorio no se desarrolló la
guerra y las pérdidas sólo fueron militares.
Ésta, en efecto, consagró el fin de su poderío colonial. Por consiguiente, las Islas
Británicas conocieron una crisis sin precedentes, que requirió la reconstrucción y
reestructuración de su economía.
Se estima que alrededor de 6 millones de judíos, junto con otros grupos étnicos,
fueron asesinados por los nazis, principalmente mediante la deportación a campos de
concentración, algunos tan conocidos como Auschwitz, Treblinka y Majdanek. La
expresión hebrea Shoah (catástrofe) —también conocida como Holocausto— designa
la exterminación en masa de los judíos perpetrada durante esta sangrienta guerra. Al
final del conflicto la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reemplazó a la
Sociedad de Naciones (SDN), fundada en 1919, y se otorgó a sí misma la misión de
resolver los conflictos, en general bélicos, de carácter internacional.
El juicio de Nuremberg
Artículo principal: Juicio de Nuremberg.
Antecedentes
En la historia no existían precedentes de la celebración de un juicio internacional
contra los dirigentes de una nación soberana después de perder una guerra contra
otras naciones. La inexistencia de un derecho internacional reconocido por todas las
naciones constituía un gran obstáculo para imputar delitos a los políticos desde
instancias ajenas a la soberanía de su estado. Sus acciones estaban solo sometidas
al ordenamiento jurídico de su país y el político era únicamente responsable ante los
tribunales de este. Los políticos nazis, pues, solo podrían ser juzgados por los
tribunales alemanes.
Las noticias de las atrocidades que estaban cometiendo los alemanes durante la
guerra y la convicción de que el gobierno nazi había provocado deliberadamente la
contienda favorecieron desde principios de 1941 el desarrollo de la idea de someter a
un juicio internacional a los dirigentes del nazismo. Wiston Churchill fue quien primero
habló de crímenes de guerra y de la necesidad de que "el castigo por estos crímenes
debiera tener lugar cuando se produjera el desenlace definitivo de la contienda".
En 1942 se creó una comisión con el fin de ir elaborando una lista de responsables
que debían ser juzgados cuando terminase el conflicto. En 1945, en la conferencia de
Yalta, Stalin, Churchill y Roosevelt trataron también este tema, analizaron un amplio
documento elaborado en Estados Unidos y establecieron las bases para llegar a un
convenio entre los aliados sobre la forma en que el juicio debería celebrarse.
Nuremberg ofrecía además, un aliciente añadido: había sido la sede de las grandes
manifestaciones; allí habían desplegado todos sus símbolos y banderas aclamadas
por multitudes, y allí se había aprobado las leyes más racistas del III Reich. El
ingrediente simbólico también era importante.