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Bol. Mus. Nac. HUt. Nat. Chile, 17: 87 - 101.

(19M)

RELACIONES FLORISTICAS ENTRE LAS COMUNIDADES


RELICTUALES DEL NORTE CHICO Y LA ZONA CENTRAL
CON EL BOSQUE DEL SUR DE CHILE

Carolina V illagrAn * J uan J. Armesto *.

RESUMEN
En la costa de Chile central y el Norte Chico existen bosques distribuidos
discontinuamente y con claras afinidades florísticas con el bosque valdiviano. Ge­
neralmente, estos bosques han sido considerados producto de migraciones de pro­
cedencia austral, ocurridas durante las glaciaciones pleistocénicas.
En este trabajo se determinó la similitud floristica entre bosques de U loca­
lidades distribuidas entre la IV y X Región (30-40? S), correspondiendo 4 de ellas
al norte, 3 al centro y 4 al sur. Los valores de .similitud se correlacionaron con la
distancia geográfica entre localidades.
La mayor afinidad floristica se observó entre bosques de una misma área geo­
gráfica (03-0.77), así como entre los del norte y el centro (0.35-0.56). Los bosques
del norte y el centro presentan aproximadamente la misma afinidad floristica con
el sur (0.07-028, N-S; 0.15-0J27, C-S), a pesar de la diferencia en distancia geográfica.
Los tipos de bosque sureño comparados tampoco difieren entre sí en su similitud
floristica con ios relictos del norte Chico y Chile central. La similitud entre los
bosques aislados del extremo norte (Fray Jorge y Talinay) y las localidades más
australes (Pérez Rosales) es mayor que la esperada de acuerdo con la distancia que
las separa. Así también, la isla Mocha muestra mayor afinidad floristica con
Pérez Rosales, que con la localidad continental más cercana (Lebu). Estos resulta­
dos sugieren que las localidades continentedes extremas en el área estudiada, tal
como la isla Mocha, serian floristicamente las más conservativas.
Las evidencias presentadas no apoyan la hipótesis que propone un origen aus­
tral glacial o postglacial para los bosques relictos, sino más bien, sugieren la exis­
tencia de una comunidad más antigua distribuida a través de las tres áreas geo-
l ^ i c a s comparadas.

ABSTRACT
Discontinuously distributed forests occurring along the coasts of centr^ C^ile
and Norte Chico (northern Chile) present marked floristic affmities with the Val-
divian rainforest of southern ChUe. Those forests have been generaJly considered
as TeUcts of northward pleistocene extensions of the southern rmnforest.
In the present paper we determine the floristic similarity of forwts from 11
localities between the IV and X Regions in Chile (3040? S lat.), 4 of them from
the north, 3 from the centre and 4 from the south. The similarity coefficients are
correlated with geograpUc distances between sites.
As expected, forests localized within each of the 3 geograptac a r ^ showed
the highest floristic similarity (05A.77). The similarity values for northern and

* Depaitamento de Biologia, Facultad de Ciencia», Unlveraldad do Chile. Carilla *53, Santia(o, Chile.
88 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

central forests were intermediate (035-0.54). Lower similarities were found be^
ween northern, central and southern localities. Notwithstanding the differences in
geographic distances, northern and central forests present simflar values of floris-
tic relationship (0.07-0.28, N-S; 0.15-0.27. C-S) with the south. The various types of
southern forest compared do not differ among themselves in their relation with
northern and central ones. When comparing the floristic affinities of both c e n tm
and northern localities with the southern rainforests, higher similarities were ob­
served between the isolated island-like northernmost forests (Fray Jorge and Ta-
linay) and the southernmost forests (Pérez Rosetles). Likewise, Mocha island (Isla
Mocha) showed a higher floristic similarity with the Perez Rosales forests than
w ith the nearestneighbor continental forest considered (Lebu). These results suggest
that the northernmost and southernmost localities studied and Isla Mocha are
floristically conservative.
Our results do not support the hypothesis of a glacial or postglacial austral
origin for the relict forests of the Norte Chico. Alternatively, the possible existence
of a more ancient forest commimity, originally distributed throughout the 3 areas
studied, is suggested.

INTRODUCCION la base de este smálisis concluyen que la hi­


pótesis de S c h m i t h u s e n (1956) sería par­
En las costas de Chile central y el Norte cialmente correcta.
Chico existe una vegetación boscosa, de dis­ El objetivo del presente estudio es cuanti-
tribución discontinua, que presenta claras ficar las relaciones florísticas existentes en­
afinidades florísticas con el bosque valdivia­ tre los relictos del N orte Chico y las asocia­
no del sur de Chile, las que fueron destaca­ ciones de bosques del sur de Chile, incluyen­
das por prim era vez por P h i l i p p i en 1884. do tam bién en el análisis a las comunidades
Desde el trabajo de P h ilip p i, numerosos au­ boscosas costeras de la zona central. Con es­
tores han intentado explicar dicha sim ilitud te propósito determ inarem os las sim ilitudes
planteando diversas hipótesis. La más di­ florísticas entre locaUdades representativas
fundida en la literatura interpreta la presen­ de las tres áreas geográficas mencionadas.
cia de las comunidades relictuales del norte Si la hipótesis que propone un ojigen aus­
como el producto de migraciones del bosque tral reciente, para las com unidades relictua­
del su r de Chile durante las glaciaciones cua­ les fuese correcta, esperaríam os que los bos­
ternarias ( S k o tts b e r g 1948, L o o ser 1935, ques del sur de Chile fuesen m ás similares
M u ñ o z y P is a n o 1947, W o l f f h u g e l 1949). a los de Chile central que a los del Norte
Sin embargo, no se menciona en estos traba­ Chico, debido a su cercanía geográfica y a
jos con cuál tipo de bosque austral existiría su relativa continuidad vegetacional.
la m ayor relación floristica, ni tampoco se
analiza suficientemente el rol que debería
haber desempeñado el bosque de Chile cen­ METODOLOGIA
tral, el cual habría sido necesariamente el
área de paso de las migraciones proceden­ El estudio abarca 11 localidades distribui­
tes del sur. das entre 30 y 41? S, entre la IV y X Región
Posteriorm ente, S c h m i t h u s e n (1956), (Fig. 1; Apéndice 1). Las localidades del nor­
propuso ima hipótesis alternativa para ex­ te (Fray Jorge, Talinay, Huentelauquén y
plicar el origen del bosque de Fray Jorge, el Pichidangui) incluyen todos los bosques re­
m ás boreal de los relictos, enfatizando la lictos aislados conocidos hasta la fecha. Las
im portancia del elemento neotropical en la localidades de Chile central (Zapallar, Cór­
composición floristica de dicha com unidad doba y El Roble) constituyen comunidades
y sugiriendo una edad terciaria para ella. En boscosas mixtas, relativam ente poco interve­
1961, K u m m e ro w , M a t t e y S c h l e g e l descri­ nidas, distribuidas en quebradas de la fran­
bieron una nueva com unidad de tipo relic- ja costera intergradadas en sus bordes con
tual en los alrededores de Pichidangui (32? m atorral esclerófilo. Las localidades del sur
05’ S) y realizaron un análisis floristico com­ (Villarrica, Valdivia, y Pérez Rosales, PR y
parativo de esta com unidad con los bosques PR’) corresponden a aquellos lugares en que
relictos ya descritos en la literatura. Sobre se han descrito las asociaciones florísticas
C. V il u g r An y J. J. Ar m est o / Relaciones florísticas 89
90 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

incluidas en el bosque valdiviano (O berdör­ de especies de la comimidad A y fe es el nú­


f e r 1960) y se ubican principalm ente en el m ero total de especies de la comtmidad B.
valle longitudinal y precordillera de los An­ Los valores de este índice varían 1.0 (to d ^
des. Las listas de especies de los bosques las especies comtmes) y O (ninguna especie
fueron extraídas de M u ñ o z y P is a n o (1947), com ún).
en el caso de Fray Jorge y Talinay, de datos P ara el análisis geográfico se determ inó
no publicados de los autores en el caso de la distancia lineal entre localidades (Apén­
las restantes comunidades del Norte Chico dice 3) sobre un m apa carretero, escala 1:2,
y Chile central, y de los trabajos de O berdör ­ 670,000. Las distancias, m edidas en kilóme­
f e r (1960) para Villarrica y Valdivia y Vi­ tros, fueron correlacionadas con los valores
llagrän (1980) p ara el Parque Vicente Pé­ del índice de sim ilitud floi^stica entre las
rez Rosales. En la confección de las listas comtmidades. Las pendientes de las líneas
se descartaron únicam ente aquellas especies de regresión, calculadas según el m étodo de
representadas sólo en una com unidad y que, los mínimos cuadrados, se com pararon por
al mismo tiempo, no estaban claram ente re­ medio de un análisis de covarianza (SnedEt
lacionadas con la flora de los bosques estu­ cx)R y C o c h r a n 1967).
diados. Basándose en dichas listas de espe­ Paralelam ente, se realizó una com para­
cies se establecieron 5 bloques de elementos ción entre la flora de la isla Mocha y la del
florísticos: (i) elementos exclusivos de cada continente frente a la isla (Lebu), basándo­
una de las áreas geográficas definidas, (ii) nos en las listas florísticas proporcionadas
elementos comunes de las tres zonas, (iii) por R e i c h e (1903) para am bas localidades
elementos comimes sólo entre el norte y el (Apéndice 2). El propósito de este análisis
centro, (iv) elementos comtmes sólo entre fue constrastar la situación de una verdade­
el centro y el sur, y (v) elementos comtmes ra isla con la de los relictos aislados del
sólo entre el norte y el sur. De estos cinco Norte Chico.
bloques se consideró particularm ente inte­
resante al (v), que incluye aquellas espe­ RESULTADOS
cies con distribución disyimta.
Un total de 183 especies fueron conside­
La sim ilitud entre comtmidades fue calcu­ radas en el análisis (Apéndice 1). En el Cua­
lada en base al índice de So r e n s e n {cf. dro 1 se presenta el núm ero de especies com-
G reig -Sm i t h 1964): }rendidas en cada tmo de los cinco bloques
lorísticos definidos. Es interesante el he­
2 c cho que no existen diferencias notables en­
S = tre los núm eros de especies totales de cada
a -t-b una de las tres áreas geográficas. El bosque
del sur de Chile m uestra el m ayor núm ero
donde c es el núm ero de especies comunes a de éspecies exclusivas (59). Como es de es­
las localidades A y B, a es el núm ero total perar, p or su cercanía geográfica, el norte

CUADRO 1
RELACIONES FLORISTICAS ENTRE BOSQUES DEL NORTE, CENTRO Y SUR DE CHILE
Especies
Especies Especies Comunes con Comunes
Exclusivas Norte Centro Sur N-CS TOTAL
NORTE : N? especies 22 ___ 43 9* 19 93
H 23.7 — 462 9.7 20.4 100
CENTRO: N? especies 21 43 — 10 19 93
% 22.6 46.2 — 10.8 20.4 100
SUR : N? especies 59 9* 10 ___ 19 97
% 60.8 9J 103 — 19.6 100
TOTAL DE ESPECIES CONSIDERADO EN EL ANAUSIS: lU
* Especie* con distribución d iiy u n tt.
C. V i l u c r An y J. J. Arm esto / Relaciones floristicas 91

Fig. 2. Porcentajes de similitud entre comunidades de bosques del Norte Chico (N), Chile central
(C) y Sur (S). Ver el texto para su discusión.

(N) y el centro (C) com parten im mayor con los del sur difiere de lo esperado, de
número de especies entre sí que con el sur acuerdo con las distancias geográficas. En
(S). Un número de especies notoriamente efecto, la similitud florística entre C-S no di­
menor son comunes entre C-S y N-S (10 y 9 fiere sustancialmente de la que se encuentra
especies respectivam ente). Por otro lado, las entre N-S (Fig. 2).
tres áreas geográficas com parten un apre- Entre los tipos de asociaciones del sur de
ciable número de especies, que equivale Chile con los cuales se hizo la comparación
aproximadamente al 20% de la flora propia (Fig. 2), el más similar a la flora relictual
de cada región. De estos resultados se des­ es el Nathofago-Perseetum O berd . et Sc h -
prende que las relaciones enfatizadas en la MITH., bosque de roble y lingue de la locali­
literatura entre los relictos nortinos con el dad de Villarrica. Las asociaciongs Lapage-
bosque del sur de Chile se presentan en la rio-Aextoxiconetum O berd ., bosque de olivi-
misma magnitud con los bosques de Chile 11o de las localidades de Valdivia y P. Rosa­
central. les (PR), y el Eucryphietum Sc h m i t h .,bos­
El análisis de los valores de similitud flo­ que de ulmo de P. Rosales (PR’) presentan
ristica entre las localidades estudiadas (Fig. la misma simihtud florística con las comu­
2, Apéndice 4) revela que la afinidad floris­ nidades relictuales, aunque menor que la
tica es mayor éntre los bosques de ima mis­ exhibida por el Nothofago-Perseetum.
ma área geográfica. Se aprecia también una Al comparar las regresiones lineales entre
mayor similitud floristica entre los bosques similitud y distancia entre localidades (Fig.
de Chile central y norte, que entre cualquie­
ra de ellos con los del sur. Es interesante 3-5) se observa que la afinidad florística dis­
destacar que, entre los bosques de Chile cen­ minuye gradual e inversamente con la dis­
tral, los más semejantes a los relictos del tancia geográfica. En el caso de los bosques
rtOrte son los de las localidades extremas, de Chile central (El Roble y Córdoba), la
Zapallar y El Roble (cf. Apéndice 4). La si­ tendencia se mantiene con igual pendiente
militud entre los bosques del norte y centro en todo el rango de distancias geográficas
92 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

Fig. 3. Relación e n tre sim ilitud floristica y distan­


cia geográfica p a ra la com paración de los bosques
d e Chile centrM (El Roble y C órdoba), con el
to de las localidades. Las ecuaciones d e regresión
son Y = 0.73 — 0.0008 X (circulas llenos) y
V = 0.59 — 0.0005 X (círculos ab ierto s).

(Fig. 3). E n cambio, las comunidades m ás (Fi,5i = 2L85; p <0.(X)1). El sector con ma­
boreales (Fray Jorge y Talinay) presentan yor pendiente agrupa las sim ilitudes entre
una tendencia hasta el centro del país (Cór­ localidades de una m ism a área geográfica y
doba) y o tra hacía el su r (Fig. 4). Las pen­ las que existen entre N-C; el sector con pen­
dientes de ambos sectores de la recta son diente menos m arcada agrupa las sim ilitu­
significativamente diferentes (Fi-u = 38.97; des entre N-S y (D-S. Si se excluyen las locali­
p <0.(X)5). Nótese nuevamente que la locali­ dades m ás boreales (Fray Jorge y Talinay)
dad más central, Córdoba, presenta la m e­ de este últim o sector de la curva, la pendien­
nor sim ilitud con los relictos del Norte. te aum enta significativam ente (Fi,44 = 4.99;
Al analizar la relación entre distancias p < 0.01; cf. Fig. 5).
geográficas y valores de sim ilitud florística Una interesante situación paralela se apre­
entre todas las localidades (Fig. .5), vemos cia si com param os la flora de la isla M odia
que tam bién se presenta un quiebre de la (situada a 34 km de distancia de Lebu) con
curva, y las pendientes de las regresiones de la de las localidades analizadas (Fig. 6). La
am bos sectores difieren significativamente com paración de ésta con el sector su r mués-
c. V ilu m » X n y J. J. A h m e s to / Relaciones florísticas
93

Fig. 4. Relación entre similitud florística y distan­


cia geográfica para la comparación de las comuni-
dades relictuales aisladas de Fray Jorge (círculos)
y Talmay (cuadrados) con el resto de las localida­
des. Nótese el quiebre de la curva en Chile central
de modo que existen dos pendientes. La ecuación
puntos llenos es Y = 0.76 —
í' y los puntos abiertos es Y = 0.56 —
0.0003 X. Véase el texto para una discusión.

Fig. 5. Relación entre similitud florfstica y distancia geográfica, indu-


yoído los valores para todas las localidacies. Cada punto corresponde
al valor de simüitud floristica entre dos localidades cuyas inici^es se
incluyen junto a los puntos (para la clave de las iniciales ver Apéndice
1) y la distancia gec^iráfica entre ellas. Los puntos llenos constituyen
comparaciones entre localidades de una misma área geográfica (N-N,
S-S, C-C) y los puntos abiertos entre localidades de dos áreas geográ­
ficas; los triángulos representan comparaciones entre N-S, los circuios
entre C-N y los cuadrados entre C-S. La regresión que incluye los pun­
tos hasta la distancia SxKP Km es Y = 0.68 — 0.0008 X: la
ecuación para todos los puntos correspondientes a las
distancias mayores a 5xl03 Km es Y = 0J2 — 0.0001 X;
si se excluyen de este último sector de la regresión los
puntos correspondientes a la comparación entre las lo­
calidades extremas del N-S (encerrados en línea corta­
da) la nueva ecuación de regresión es Y = 0.46 —
0,0003 X.
94 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

Fig. 6. Relación entre similitud florfsÓc« y dis­


tancia geográfica para la comparación: de la
isla Mocha con los bosques del sur de? Chile,
zona central y Norte Chico (para identificar las
iniciales de cada localidad comparada ver Apénr
dice 1). Nótese, en la comparación con, el. sur
(lado izquierdo del gráfico), que la lo c ^ d a d
más alejada (PR’) es florísticamente m is’ Simi­
lar a Isla Mocha que su localidad continental
más cercana (L). La similitud con los restantes
bosques de Chile central y N orte Chico (lado
derecho del gr^ico) no cambia significativa­
mente con la distancia ^ográfica. Ver el texto
para uná discusión.

tra que, paradojalm ente, existe una m enor tampoco difieren m arcadam ente, a pesar de
afinidad floristica entre la isla Mocha y Le- la diferente distancia geográfica a cada ima
bii, el bosque más cercano en el continente, de ellas. Este hecho restaría apoyo a la hi­
y esta sim ilitud aum enta con el incremento pótesis que postula ym. origen austral para
de la distancia geográfica. Asi, la máxima re­ las comunidades relictujdes estudiadas, ya
lación floristica se da con el bosque de ulmo que los bosqi^s dé Chile central, que han
Je P. Rosales (PRO. En cambio, si el bosque m antenido su conexión cpn la vegetación del
de la isla Mocha se com para con los relictos sur, deberían p resentai m ás especies comu­
de Chile central y norte, los valores de simi­ nes con feste últim o sector y, por lo-tanto,
litud no cambian significativamente con la m ayor similitud;
distancia geográfica.. Por otro lado, las tres asociaciones florís­
ticas estudiadas del bosque valdiviaino, pre-
■Sentan valores de sim ilitud semejSuntes al
DISCUSION ^ i. ser com paradas con las comimidades relic-
tuales de Chile norte y central. Esto ocurre
Del análisis de las relaciones florísticas en­ a pesar de que las asociaciones del bosque
tre las 3 áreas geográficas estudiadas, se valdiviano difieren entre sí, tanto en su es­
desprende que el norte y el sur com parten tructura floristica como en su distribución
aproxim adam ente el mismo núm ero de es­ latitudinal y altitudinal. Este resultado su­
pecies que el centro con el sur. Por otro la­ giere que las relaciones florísticas que aún
do, los valores de sim ilitud floristica entre perduran entre el bosque valdiviano y Chile
el ,sector su r y lás otras dos áreas trá ta d a sr céhfrál-horte se.remóñ,tán á una época ante­
C. ViLLAGR.<N y J. J, Armesto / Relaciones florísticas 95

rior a la diversificación de las actuales aso­ tes de la diversificación de las actuales aso­
ciaciones del bosque sureño. ciaciones del bosque valdiviano. De acuerdo
Al com parar la similitud florística de Fray a nuestros resultados, el Eucryphyetum de
Jorge y Talinay con el resto de los bosques, P. Rosales (PR’) , aunque más lejano geo­
la tendencia esperada de disminución cons­ gráficamente, es el bosque más similar flo­
tante de la similitud florística con el incre­ risticamente a la comunidad de isla Mocha.
mento de la distancia geográfica se ve que­ Esta evidencia sustenta la suposición de que
brada en Chile central. En esta zona el de­ la flora de Pérez Rosales es la más conserva­
crecimiento de la similitud con la distancia tiva entre los bosques del sur de Chile ana­
es mucho mayor que el que se observa hacia lizados.
el sur. Más aún, la localidad más central, En conclusión, las evidencias presentadas
Córdoba, es justam ente la que exhibe la me­ permiten establecer que los bosques de Fray
nor similitud con los relictos boreales. Este Jorge y Talinay mantienen una comunidad,
resultado apunta hacia la distinción de Chile cuyos elementos florísticos están estrecha­
central como un área de discontinuidad flo­ mente vinculados a los de Chile central y
rística acentuada. Ello coincide con la exis­ del bosque valdiviano. Sin embargo, como
tencia de un grupo de especies con distribu­ ha sido mostrado, esta similitud no sería el
ción norte-sur y disyunción en la zona cen­ producto de migraciones recientes de proce­
tral. dencia austral. Alternativamente, la presen­
La comparación de las localidades extre­ cia de estos elementos comunes podría ser
mas del norte y el sur revela valores de si­ explicada postulando la existencia de una
m ilitud florísticas mayores que los de las antigua comunidad de amplio rango geográ­
restantes localidades intermedias. Este re­ fico, cuyos remanentes se conservarían con
sultado sugiere que dichas localidades extre­ menor modificación en los bosques aislados
mas serían más conservativas que el resto. del Norte Chico (c/. Sc h m i t h u s e n 1956).
Con respecto a los bosques de Fray Jorge y Las causas del desmembramiento de esta
Talinay, su carácter conservativo se debería comunidad están seguramente relacionadas
probablemente a las condiciones de aisla­ con el acontecimiento glacial y postglacial
miento y m arcada influencia de neblinas Cuaternario y con los cambios climáticos
(Ku m m e r o w 1966) que han permitido la per­ ocurridos en Chile central desde fínes del
sistencia de una comunidad relativamente Terciario. En efecto, los bosques del sur de
poco modificada. En lo referente a Pérez Ro­ Chile sufrieron profundas transformaciones
sales, el carácter conservativo de su flora en su estructura comunitaria durante las gla­
obedecería a factores relativamente recien­ ciaciones (Heusser 1974, 1976), por lo que
tes y diferentes al aislamiento. Durante la difícilmente puede esperarse encontrar ac­
época glacial y postglacial muchos elemen­ tualmente alguna comunidad similar a las
tos florísticos se desplazaron hacia el este existentes en períodos preglaciales. La alta
encontrando condiciones de refugio en algu­ afinidad florística encontrada entre Pérez
nos sectores situados al pie de los Andes Rosales y los relictos del Norte Chico, no
(Villagr An 1980). Estps elementos se ha­ implica que la comunidad postulada haya
brían m antenido en Pérez Rosales, como tenido una distribución tan austral, pero sí
jarte de las comunidades ya existentes, de­ necesariamente que ella debió existir en Chi­
bido a las actuales condiciones climáticas fa­ le central.
vorables que se reflejan en la mayor pluvio- Aunque Chile central no fue afectado tan
sidad registrada en esta zona a esa latitud drásticamente por las glaciaciones, en esta
(Va n H u s s e n 1967). zona se ha evidenciado un paulatino incre­
Una situación paralela se observó al com­ mento de la aridez a partir de fines del Ter­
p arar la flora de una verdadera isla (Mocha) ciario (Pa s k o f f 1967, 1970). Correlacionado
con los bosque del sur de Chile. La comuni­ con este cambio se ha producido la diversifi­
dad hoy existente en esta isla debería ser cación del elemento esclerófilo (Ra vb n
también conservativa como consecuencia de 1973). La mezcla de la comunidad postula­
su condición insular (Carlouist 1965), y su da con este nuevo elemento habría provoca­
flora representaría un remanente de aque­ do la desorganización de la misma, la pérdi­
lla existente en la costa de Concepción an­ da de sus elementos más frágiles y la dismi­
96 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

nución areal de este tipo vegetacional en L ooser, G.


Chile central. Esto explicaría, por un lado, 1935 Argumentos botánicos a favor de tm cambio
las actuales disyunciones norte-sur de un de clima en Chile central en tiempos ^ l ó ­
cierto núm ero de las especies analizadas y, gicos recientes. Rev. Universitaria, Chüe 20
por otro lado, la discontinuidad florística (6-7); 844-857.
detectada en Chile central, expresada más M u ñoz , C. y E. P isan o
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1961 Zum Problem der Nebelwälder an der zen­ W o lfh u g e l , K.
tralchilenischen Küste. Bericht. Dtsch. B o t
Ges. 74: 135-145. 1949 Rätsel der Notohylaea. Rev. Sudam. Bot. 9
C. V illagr An y J. J. Arm esto / Relaciones florísticas 97

APENDICE 1
LISTA DE LOCALIDADES Y ESPECIES CONSIDERADAS EN EL ANALISIS

F = Altos de Talinay, Fray Jorge (IV Región), ** Observada también en la Cordillera de la Cos­
30? 30’—30? 42’ S, 450—630 m.s.m. Lista ex­ ta de Chile central.
traída de M uñoz y P isano (1947). -f Especie muy escasa en la localidad (1 ó un par
de ejemplares observados).
T = Altos de Talinay, Cerro de Talinay (IV Re­
gión) , 30? 52’ S, 510-700 m.sjn. U sta ex­ P = Arboles o Arbustos (Fanerófitos)
traída de MuSoz y F issano (1947) y datos
no pub. de los autores. CH = Camefitos
H = Cerro Talinay, Huentelauquén (IV Re­ HP = Hierbas perennes (Hemicriptofitos y Geo-
gión) 31» 29’ S, 530-650 m.s.m. Datos no pu­ fitos)
blicados de los autores.
HA = Hierbas anuales (Terofítos)
P = Cerro La Silla del Gobernador, Pichidan-
gui (IV Región), 32? 05' S, 5 0 0 ^ m.sjn. L = Lianas
Lista extraída de K u m m er o w , M atte y
S c h leg el (1961) y datos no publicados de E = Epífitas
los autores.
Pa = Parásitas
Z = 2^pallar, Quebradas El T iñe, La Magda­
lena, Los Manantiales y Cadillos (V Re­
gión), 32? 30’-32? 28’ S , 250-500 m.sjn. Lis­ Elemento Norte - Centro • Sur
ta extraída de V illagrXn y S erey , datos
no publicados. P Aextóxicon punctatum R. et Pav. F, T,
P, Z, C, R, Vi, V, PR, PR’
C = Quebrada de Córdoba, El Tabo (V Re­ HP Bíechnum hastatum K aulf . F, T , H, P ,
gión), 33? 25’ S, 40-90 m.s.m. Lista confec­ Z, C, R, Vi, V, PR, PR’
cionada en base a datos no publicados de p Aristotelia chilensis (M ol.) S t u n z T ,
los autores. P, Z, C, R, Vi, V, PR, PR’
P Rhaphithamnus spinosus (A. Juss.)
R = Quebrada El Roble, 5 km norte de Pichi- Mold. F, T, P, Z, C, Vi, V, PR, PR'
lemu (VI Región), 34? 20’ S, 20-210 m.s.m. HP Adiantum poiretii W ik st r . var. hirsu-
Lista en base a datos no publicados de tum Hook. et G rev. F, T , H, P, Z, C , R,
los autores. Vi, V, PR, PR’.
Vi = Alrededores del Lago Villarrica (IX Re- HP (E) Polypodium feuülei B ertbro F, T. P, Z,
pón) 39? 07' S , 120-400 m.s.m. Nothofago- R, Vi, V, PR, PR'
Perseetum typicum O berd. et S c h m i t h . HP Uncinia phleoides (Cav.) P ers. F, T, H,
1958. Lista confeccionada según censos P, Z, C, R, Vi, V
127, 221, 237, 238, 90, 247 de O berdörfer HA ReWunium hypocarpium (L.) Hbmsu
(1960, pp. 86^7). F, T, P, Z, C, Vi, V, PR, PR'
p Ribes punctatum R. et Pav. F, T, H, P,
V = Alrededores de Valdivia (X Región), 39? Z, R, Vi
35’ S, 20-280 m j.m . LapagerioAextoxicone- HP Alstroemeria spec. col F, T, H, P, Z, C,
tum O berd. 1960. Lista confeccionada se­ R, PR’
gún censos 129, 129a, 149, 153 de O berdör­ p Drimys winteri F(»SI. F, T, C, Vi, V,
fer (1960, p p . 9W5). PR’
p Peumus boldus M ol. F*, P, Z, C , R, Vi
PR = Parque Nacional Vicente Pérez Rosales, p Villaresia mucronata R. et Pav. F, T ,
Punta Huano e Isla Margarita (X Región),
40 * 45’—41? 20* S , 186-350 m.s.m. Aextoxico- P, C, R, V
netum S c h m i t h . 1960. Lista extraída de P (L) Muehlenbeckia hastulata (J. SMO
V illa g rA n (1980). S tandl. ex M acbr. sens. latu. F, H, P,
Z R PR
PR' = Parque Nac. Vicente Pérez Rosales, lade­ HA (L) Vicia vicina C los F, T, Z, R, Vi, PR
ras U ago Todos los Santos (X Región), HP Oxalis rosea J aco. F, H, P, Z, Vi, V
200400 m.s.m. Eucryphietum S c h m i t h . P Cryptocarya alba (M ol.) L ooser P, Z,
1960. Lista extraída de V illagrAn (1980).
CH Gunnera chilensis Lam. F, C, R, PR’
Símbolos y abreviaturas: ha Stellaria cuspidata W illd . F, H, Z, R,
* Observada también en el sur de Chile. V
98 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

Elemento con Disyunción Norte • Sur Escallonia pulvertüenta (R et Pav.)


Pers. H, P, Z, C, R
HP (E) Asplénium dareoides Desv. F, T, H, P, P Azara celastrina D. Don H, P, Z, C, R
VI, V, PR, PR’ P Solanum nigrum L. F, T, H, P, C
HP Dysopsis elechomoides (Rich.) Müll. P Baccharis concava Pers. F, T, H, P, R
F T P Vi P Senecio planiflorus Kunze F, T, H, P,
CH C'tenitis spectabilis (Kaulf.) K unkbl Z
F, T, V, PR, PR’ P Chusquea cumingii Nees F+, H, Z, C, R
P Àzara microphylla Hook. F, T, VI HP Orchtdaceae spec. col. F, H, P, Z, R
CH (E) Sarmienta repens R. et Pav. F, T, Vi, V HP Urtica magellanica PoiR. F, T, H, Z, C
HP (E) Nertera granadensis (M uns ex L. f.) HP Alonsoa incisifolia R. et Pav. F, T, H,
Drude F, T, Vi, PR, PR' Z, R
CH Acaena ovatifolia R. et Pav. F, T, PR’ HP Stachys grandidentata Lindu F, T, H,
P (E) Mitraria coccinea Cav. F, Vi, V, PR, PR’ P, R
P Lomatia dentata (R. et Pav.) R. Br.*» Lobelia spec. col. F, H, P, Z, C
P, Vi, V (Pa) Phrygilanthus tetrandus (R. et Pav.)
E ichl. F, Z, C, R
Elemento Norte P Fuchsia lyctoides Andr. F, T, H, Z
P (L) Diplolepis menziesii R. et 8. F+, H, C, R
HP (E) Peperomia femandeziana Mio.* F, T, HA Galium aparine L. F, T, H, Z
H, P HP Pasithea coerulea (R. et Pav.) D. Don.
P (L) Griselinia scandens (R. et Pav.) Taub.* F, H, Z, R
F, T, H CH Verbena spec. col. F, T, H, R
HP Loasa sclareifolia Juss. F, H, P HA Triptilion cordifolium Lac. F, T, P, Z
P Calceolaria viscosissima Lindl. F, T, H P Senecio yegua (Colla) Cabr. P, Z, C, R
P Bahia ambrosioides Lag. F, T, H P Lithraea caustica (Mol.) H. et Arn. P,
HP Tecophilaea violaeflora Beri, ex Colla. Z, C, R
F, H, P CH Hypolepis rugosula (Labill.) J. S m ith
CH Margyricarpus pinnatus (Lam.) OK. F, var. Poeppigii (Kunze) C, Chr.* F, T, Z
T, P P Maytenus boaria Mol. T+, P, Z
HP Valeriana bridgesii Hook, et Arn. F, HA Bowlesia sp. F, T, R
H, P P Lepechinia salviae (Lindu) Epl. F, H, Z
CH Rumohra adiantiformis (F<»st.) HP Geranium berterianum Colla F, T, Z
Ching* F, H HP (L) Tropaeolum tricolor Sweet F, Z, R
HP (E) H ym m opl^llum peltatum (Pont) HP Chiropetalum tricuspidatum (Lam.) A.
Juss. H, Z, R
HP (E) Peperomia eoquimbensis Skottsb. F, T Escallonia revoluta (R. et Pav.) Pers.
HP Loasa tricolor Km-G. F, T P, Z, C
p Solanum pinnatum Cav. F, H Podanthus ovaJifolius Lag. P, C, R
HP Fortunatia biflora (R. et Pav.) Macbr. HP (L) Dioscorea humifusa Poepp. F, C
F, T HP Oxalis articulata Savi F, Z
HP Sisyrinchium graminifolium Lindl. F, HA Viola asterias Hook, et Arn. F, C
P P Myrceugenia ferruginea (Hook. et
CH Chorizanthe spec. col. F, T Arn.) Reiche H, C
CH Astragalus limariensis C. Muñoz F, T P (L) Passiflora pinnatistipula Cav. P, Z
P Cassia eoquimbensis Vogel. F, T HP Adiantum excisum Kunze T, R
HP Oxalis carnosa Mou F, H P Kageneckia oblonga R. et Pav. F, R
HA Clarkia tenella (Cav.) Lew. et Lew. F,
T
HP Senecio comingii Hook, et Arn. F, P Elemento Centro
HP Loasa urmenetae P h il. F
P Schinus latifolius (Giix.) Encleb H*,
Z, C, R
Elemento Norte • Centro HP Libertia sessiliflora (Poepp.) Skottsb.
Z C R
Myrceugenia correaefolia (Hook, et CH P’teris chilensis Desv. Z, C, R
Arn.) Berg F, T, H, P, Z, C, R P (L) Lardizabala bitem ata Dcne, Z, R
Berberis actinacantha M art. M ar tiu s HP (L) Dioscorea bryonaefolia Poepp. Z, R
F T H P Z C R P Myrceugenella chequen (Mol.) Kaus.
Àdenopeltis colliguaya Beri. F, T, H, Z, C
P, Z, C, R HA Loasa triloba Domb. ex Juss. Z, R
Eupatorium glechonophyllum Less. F, CH Thelypteris argentina (Hieron.) Abbui­
T, H, P. Z, C, R ti Z, C
Eupatorium salvia Colla F, T, H, P, P Sophora macrocarpa Sm. C, R
Z C R P Escallonia rosea Griseb. C, R
(L) p ’roùstia spec. col. F, T, H, P, Z, C, R P Beilschmiedia miersii (Gay) Kostbim.
Cassia stipulacea Ali. T, H, P, Z, C, R Z
C. V i l u g r An y J . J . A r m es t o / R e l a c io n e s f l o r í s t i c a s 99

HA Geranium robertianum L. Z Nothofagus dombeyi (M irb .) O ekst. Vi,


HP Osmorrhiza depauperata P h i l . Z PR, PR’
P Myrceugenia narmophylla (B urket) P Amomyrtus luma (M ol.) L egr. et K aus.
K ausel C P Embothrium coccineum F orst. Vi, PR,
Myrceugenia lanceolata (Juss. ex PR’
D u h a m ) K aus . C P Lomatia ferruginea (Cav.) R. B r. V,
P Escallonia illinita P resl. C PR, PR'
P Dasyphyllum excelsum (DC.) G reene R HP (E) Hymenophyllum caudiculatum M abt.
P Sphacele campanulata B b n t h . R V, PR, PR’
P Azara integrifolia R. et PAV. R HP (E) Hymenophyllum bibraianum S tu rm .
P Myoschilos oblonga R. et P ay. * C V, PR, PR’
P Berberis darwinii H ook . V, PR, PR’
Elemento Centro - Sur P Laurelia sempervirens (R. et Pav.)
T ul . Vi, Va
P (L) Cissus striata R. et Pav. Z, C, R, Vi, P (L) Lapageria rosea R . et P av. Vi, V
V, P P Lomatia hirsuta (L am .) D ie l s ** Vi,
PR'
HP Sanicula liberta Cham. et Schldl. Z, Pseudopanax vatdiviensis (G ay) S ee­
C, R, Vi, V m a n n Vi, V
P Myrceugenella apiculata (DC.) K aus . R,
Vi, V, PR, PR' HP Hydrocotyle poeppigii DC. Vi, V
P Fuchsia magellanica Lam. R, V, PR, PR' P Rhamnus dißusus C los Vi, V
HP Francoa appendiculata Cav. C, R, Vi, V P (L) Elytropus chilensis M u e u - Arg. Vi, PR’
HP (L) Bomarea salsilla (L.) H erb. Z, C, R, Vi P Ugni molinae T urcz . V, PR’
HP Equisetum bogotense H.B.K. Z, C, R, P Luzuriaga erecta K u n t h . Vi, V
PR CH (E) Weinmannia trichosperma Cav. V, PR’
P Myrceugenia exsucca (DC.) B erg. Z, P Dasyphyllum diacanthoides (L ess .)
Cabr. V, P R ’
C, PR
CH Blechnum chilense (Kaulf.) Mbtt. C, CH Greigia sphacelata (R. et P av.) R egel
R, PR' Vi, V
P Nothofagus obliqua (Mirb.) O erst . R, P Senecio cymosus R e m y Vi, V
Vi, V P Pseudopanax laetevirens (G ay) S ee­
m ann PR, PR ’
HP (E) Hymenophyllum pectinatum Cav. V,
Elemento Sur PR'
P (L) Campsidium valdivianum (P h i l .)
P Persea lingue Nebs ** Vi, V, PR, PR’ S kottsb . V, PR’
P Gevuina avellana Mol. Vi, V, PR, PR’ Azara lanceolata H ook . f. PR, PR*
P Eucryphia cordifolia CAV. Vi, V, PR, CH (Pa) Myzodendron punctulatum B . et S.
PR' PR, PR’
P Myrceugenia planipes (H ook , et Awi.) HP Adiantum chilense K A in j. P R , P R ’
B erg. Vi, V, PR, PR’ P Sophora tetraptera A rr. Vi
P Caldcluvia paniciùata (Cav.) D. Don HP Polystichum setiferum (F.) M oore Vi
Vi, V, PR, PR’ P Podocarpus saligna D. D on Vi
P Laureila philippiana Loosep Vi, V, PR, CH Viola reichei S kottsb . Vi
PR’ P Berberis buxifolia L am . Vi
P (L) Boquila trifoliolata DC. Vi, V, PR, PR’ P Azara serrata R. et P av. Vi
HP Blechnum blechnoides K eyserl . Vi, V, P Myzodendron linearifoUum DC. Vi
PR, PR’ P Azara dentata R . et P av. Vi
CH (E) Luzuriaga radicans R. et Pav. Vi, V, HP (E) Hymenoglossum cruentum (Cav.) P resl
PR, PR'
P Chusquea quila (Mou) K u n t h Vi, V, HP (E) Fascicularia bicolor (R. et P av.) M e z V
PR. PR' P Amomyrtus meli (P h i l .) L egr. et K aus .
HP Ormorrhiza chilensis H ook , et Akn. Vi, PR’
V, PR, PR' Gaultheria phyllareifolia (P brs.)
P (L) Hydrangea integerrima (Hook.'et Axn.) S l e u m . PR’
E n c l e r * Vi, V, PR, PR’ P Podocarpus nubigena L in dl . PR’
HP (E) Hymenophyllum plicatum Kaulf. V, V, P Saxegothaea conspicua L in d l . PR’
PR, PR’ HP (E) Hymenophyllum ^ tortuosum HoOK. et
p Lophosoria quadripinnata (Gml.) C. G rev. V
Chr. Vi, V, PR, PR’ P (E) Asteranthera ovata (C av.) H anst . PR
HP (E) Hymenophyllum dentatum Cav. Vi, P (E) Philesia magellanica G m el . PR’
PR, PR’ Griselinia ruscifolia (C los) T aub. PR
100 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL

A P E N D I C E 2

LISTA DE LAS ESPECIES DE LA ISLA MOCHA Y DE LEBU CONSIDERADAS EN EL ANAUSIS


(según REICHE, 1903; nombres cientíñcos actualizados).

MOCHALEBU Hymenophyllum fuciforme S w .


Hymenophyllum plicatum K a u lf .
Aextoxicon punctatum R . et P av. Hymenophyllum seselifolium P r e s l
Amomyrtus luma (M ol.) L egr. e t K aus . Laurelia philippiana L o o ser
Aristotelia chilensis (M ol.) S t u n t z Loasa triloba Do m b ex J u s s .
Azara lanceolata H ook . f. Lobelia spp.
Blechnum blechnoides K bysbbi. Lophosoria quadripinrmta (C m e l .) , C. C h i .
Cassia stipulacea Air. Mitraria coccínea CkV.
Chusquea quila (M o u ) K u n t h Myrceugenella apiculata (DC.) K au sel
Cissus striata R . e t P av. Nertera granadensis ( M u n s ex L i.) D sinm
Eucriphya cordifolia Cav. Osmorrhiza depauperata P h i u
Francoa appendiculata Cav. Ovidia pUlopülo (G ay ) M e is s n .
Gevuina avellana M ol. Oxalis rosea J acq.
Hydrangea integerrima (H ook , e t ì4b n .) E ngleb Persea lingue N ees
Hymenophyllum caudiculatum M akt. Peumus boidus M ol.
Luzuriaga radicans R . e t P av. Phytolacca australis P h u .
Myrceugenia planipes (H ook , e t Akn.) B e>g Polypodium feullei B ebteso
Pilea elegans R i c h . Polystichum chilense (C h k is t .) D m s
Pseudopanax vaidiviensis (G ay ) S e e m a n n Pseudopanax laetevirens (G ay ) S e e m a n n
Rhaphithamnus spinosus (A. J u s s .) M olo.
MOCHA Rhamnus diffusus C los
Solanum berteroaman R e m y
Adiantum chüense K aulf . Solanum furcatum DuN.
Blechnum chilense (KAtnj>.) M ett . Ugni molinae Tintcz.
Blechnum hastatum K aulf . Uncinia phleoides (Ck\.) P ebs .
Buddteja globosa L am . Urtica magellanica PonL
Caldcluvia paniculata (C av.) D . D on Vestia lycioides W ild .
Chrysosplenium valdivicum H ook .
Ctenitis spectabilis (K aulf .) K u n k e l LEBU
Dasyphyllum diacanthoides (L ess .) C abs.
Dysopsis glechomoides (R i c h .) MU ll . Cryptocarya alba (M ol.) L ooses
Drimys winteri F obst. Greigia sphacelata (R . et P.) R egel
Fuchsia magellanica L am . Lapageria rosea R . et P.
Griselinia ruscifolia (C los) T at« . Podanthus ovalifolius L ag.
Gunnera chilensis L am . Ruhmora adiantiformis (F obst) C h in g
Hymenoglossum cruentum (CAv.) P se sl Sarmienta repens R. et P.
Hymenophyllum dicranotrichum (P besl ) S adeb. Villaresia mucronata R. et P.
C . V i l u g r Xn y J . J . A r m e s t o / R e l a c io n e s f l o r í s t i c a s 101

A P E N D I C E 3

DISTANCIAS (km) ENTRE LAS LOCALIDADES ANALIZADAS


(Para identificar las localidades ver Apéndice 1)

H Vi PR PR'

F - 26.1 99.8 168.9 214.9 302.4 403.7 928.7 985.5 1145.1 1145.1
T — 73.7 142.8 188.8 276.3 377.6 902.6 959.4 1119.0 1119.0
H — 69.1 115.1 202.6 303.9 828.9 885.7 10453 10453
P — 46.0 133.5 234.9 759.8 816.6 976J 9763
Z — 102.9 188.8 713.8 770.6 930.2 930.2
c — 86.0 610.9 667.7 827.4 827.4
R — 525.0 581.8 741.4 741.4
Vi — 56.8 216.4 216.4
V — 159.6 159.6
PR — —

PR' —

A P E N D I C E 4

VALORES DE SIMILITUD ENTRE LAS LOCALIDADES ANALIZADAS


(Para identificar las localidades ver Apéndice 1)

F T H P Z c R Vi V PR PR’

F — 0.77 0.66 0.55 OJl 0.38 0.45 0.25 0.24 0.15 0.20
T — 0J3 053 0.45 035 0.41 0.27 0.25 0.17 0.23
H — 0.58 0.54 0.42 0.49 0.13 0.13 0.07 0.08
P — 0.56 0.50 030 0.28 0.21 0.16 0.13
Z — 0.63 0.68 0.25 0.20 0.17 0.15
c — 0.65 0.24 0.21 0.15 0.18
R — 0.27 0.25 0.17 0.20
Vi — 0.68 034 032
V — 0.61 0.63
PR — 0.76
PR'

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