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El Derecho Natural

Tomas de Aquino fue el primer filósofo que dividió en forma precisa al derecho en dos
ramas diferentes: el derecho natural y el derecho positivo. Estimó que una cosa puede ser
“adecuada” a una persona de dos formas, según la naturaleza misma de la cosa (como
cuando alguien da para recibir otro tanto), o por convención o acuerdo cuando la persona
se declara satisfecha de recibir algo, puede ser manifestado de dos formas: mediante una
convención o acuerdo privado (como es el caso de los contratos), o por una convención
pública (como cuando un pueblo o ciudad fijan lo que estiman “adecuado” a otro.
El derecho natural es el que nace de la naturaleza del hombre, es universal, y resulta
común a todos, y el derecho positivo el que es impuesto por el legislador (divino o
humano), es particular, y sólo se aplica a cierta sociedad.

El Derecho Natural en la Historia


No es fácil expresar un concepto único y general del derecho natural debido a que a lo
largo de la historia se ha interpretado de diferentes modos, lo que resulta complejo
reducir a uno el concepto.
Las diversas concepciones sobre el derecho natural son, por consiguiente, fruto del
pensamiento de eminentes filósofos, a lo largo del tiempo tales como Pitágoras, Heráclito,
Platón, Aristóteles, Santo Tomás, Kant, Sócrates etc.).
Cuando se hace referencia al derecho natural se mira como un derecho inherente a la
condición humana, que no es creado por normatividad alguna, ni requiere el
reconocimiento de gobernantes o gobernados, lo cual constituye un conjunto de
principios que son inmutables. Se ha dicho que el derecho natural tiene una validez
intrínseca aunque no esté reconocido por el legislador, axiológicamente superior que el
derecho positivo.

Definiciones de algunos filósofos:


Callicles, sostuvo que el derecho sólo es justo cuando sigue los dictados de la naturaleza, y
la naturaleza misma dispone que el más fuerte reciba más, la naturaleza demuestra que es
justo que el que vale más tenga más que el que vale menos, y el más fuerte más que el
débil.
Sócrates, dijo que no sólo se trataba de obrar bien, sino de tener conocimiento de ello,
porque decía “la virtud es sinónimo del conocimiento”. Él decía que aparte de obedecer a
las leyes escritas por legisladores, también debíamos obedecer las no escritas de los
dioses, validas en todos los tiempos. Lo veía como algo ético.
Platón, afirmó que es mejor padecer de la injustica que cometerla, porque atribuye al bien
un valor único (el bien es solamente uno y no importan las circunstancias), separado de lo
agradable o útil que sea.
Heráclito, dijo que el derecho natural era un devenir constante y cambiante, pero,
armónico y congruente, no sujeto al acaso, dirigido por una razón ordenadora, inmersa en
el mundo, que estaba, presente en las leyes dictadas por el hombre.
Sófocles, en su obra Antígona expuso con claridad la idea del derecho natural, cuando
Antígona desobedece la ley de Creonte de no dar sepultura a su hermano, invocando en
su defensa las leyes de los dioses que ordenaban dar sepultura a los muertos, las que
decía Antígona están por encima de las leyes de los gobernantes. Aquí criticó las leyes
impuestas por Creonte, le dice a éste que por sus leyes no va a dejar de cumplir otras
leyes, aunque no estén escritas, son divinas en inmutables.
Aristóteles, habló y se expresó sobre esto en muchas de sus obras. Para él el derecho
natural es una parte del derecho vigente, es un verdadero derecho, no meramente ideal.
Proviene de la naturaleza de las cosas, es decir, de la esencia del hombre. Dice que el
hombre es sociable por naturaleza, lo que lo impulsa a vivir en comunidad, pues sólo en
ella puede alcanzar el desenvolvimiento de sus aptitudes y la vida perfecta, para él, el
Estado no es cosa artificiosa sino propia de la naturaleza humana.
Cicerón, Decía que el derecho Natural era algo divino, afirmó que el derecho natural era
recta razón que provenía de la mente divina, que manda a hacer lo bueno y prohíbe lo
contrario. Reconoció la existencia de una ley eterna, inmutable, permanente, santa y
celestial, de la que proceden las demás leyes.

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