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El Instituto de Estudios para el

Desarrollo y la Paz –Indepaz–


presenta su X Informe de
seguimiento a la presencia de los
grupos narcoparamilitares, actividad
que viene realizando desde 2006.
Por: Unidad investigativa de Indepaz1

1 Camilo González Posso, Leonardo González. Colaboración de Angi Morales, Pedro Juan
Mounar, Juan Carlos Jiménez, Carlos Espitia, Benedict Weiss
X INFORME SOBRE NARCOPARAMILITARES

TEORIA DEL RELOJ DE ARENA, EXPLICA


PARAMILITARISMO
TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE BOGOTÁ SALA DE JUSTICIA Y PAZ Magistrada
Ponente: ALEXANDRA VALENCIA MOLINA Bogotá D.C., treinta y uno (31) de octubre de dos
mil catorce (2014). Radicación: 11001600253200680008 N.I. 1821 Postulado: SALVATORE
MANCUSO GÓMEZ, JOSÉ BERNARDO LOZADA ARTUZ, JORGE IVÁN LAVERDE ZAPATA, ISAÍAS
MONTES HERNÁNDEZ, JUAN RAMÓN DE LAS AGUAS OSPINO, JIMMY VILORIA VELÁSQUEZ
y LENIN GEOVANNY PALMA BERMÚDEZ.

560. Según la Real Academia de la Lengua Española, un reloj de arena es un “Artificio


que se compone de dos ampollas unidas por el cuello, y sirve para medir el tiempo
por medio de la arena que va cayendo de una a otra.”403 (Resaltado de la Sala) Y la
definición de ampolla corresponde a una “Vasija de vidrio o de cristal, de cuello largo y
estrecho, y de cuerpo ancho y redondo en la parte inferior” 404 (Resaltado de la Sala)
561. El fenómeno del paramilitarismo no se limitó a la conformación de una organización
militar organizada de forma jerárquica y piramidal; pues en aquel fenómeno estuvieron
inmersos diferentes actores tales como sus fundadores, patrocinadores, auspiciadores,
financiadores, facilitadores, etc., quienes lamentablemente aún no han sido develados en
las investigaciones, bien de la justicia ordinaria o bien dentro de los procesos adelantados
conforme la ley 975 de 2005, aunque se ha avanzado al respecto.

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562. El paramilitarismo debe representarse como un reloj de arena para entender su
funcionamiento general y la atribución de responsabilidad de quienes aunque no pueden
identificarse como miembros del grupo armado ilegal, si cumplieron determinadas funciones
dentro de aquel fenómeno macrocriminal que podría materializarse en la responsabilidad penal
de los auspiciadores, patrocinadores, ideadores o fundadores del paramilitarismo. Lo anterior,
porque en muchas ocasiones estos auspiciadores, patrocinadores o fundadores estuvieron
dentro de la legalidad e incluso pertenecieron a la institucionalidad del Estado colombiano y
favorecieron las circunstancias para el surgimiento, consolidación y expansión de los grupos
paramilitares y de autodefensa, mediante la omisión consiente y voluntaria del cumplimiento de
su deber como representantes de las instituciones, o mediante la implementación de acciones
destinadas a cumplir otros objetivos diferentes a la protección de la población civil; o con la
garantía del aseguramiento de la impunidad también mediante la generación de situaciones
de inacción por parte de la administración de justicia, etc.
563. Estos hombres de atrás, quienes manejaron los hilos del poder y tuvieron a los grupos
paramilitares considerados en su ala militar a su servicio, quienes también podrían encontrarse
dentro de los máximos responsables, estarían ubicados en la parte alta del reloj de arena (ampolla
superior), tales como políticos, miembros de la fuerza pública o de entidades de seguridad
del Estado, gremios económicos, etc., pues mediante la ejecución de sus funciones dotaron,
nutrieron, alimentaron y soportaron las acciones criminales cometidas por los miembros del
aparato militar del grupo paramilitar que se encuentran en la parte baja del reloj de arena
(ampolla inferior), en la cual se encuentra la organización ilegal, que a su vez, se encuentra
organizada de forma jerárquica, es decir, en esa ampolla inferior se encuentra organizado el
grupo armado ilegal en su forma piramidal; primero los comandantes generales de Bloque,
militares, financieros y políticos; luego los respectivos mandos medios como comandantes de
frente, comandantes de escuadra, de urbanos, etc., y finalmente los miembros rasos de la
organización, patrulleros o gatilleros.
564. Es de aclarar, que como sucede con el reloj de arena, las partes superior e inferior del
mismo no obedecen a superioridad o inferioridad, ni a dominio o poder de mando alguno,
pues si a aquel se le invierte en su posición, sigue funcionando igual, es decir, continúa el paso
de la ampolla superior a la ampolla inferior de la arena.
565. En este sentido, el paso de la arena de la base superior a la base inferior representa ese
favorecimiento, patrocinio, mantenimiento, financiación y garantía de la impunidad no solo
de los hechos criminales ejecutados sino del establecimiento, consolidación y expansión del
grupo armado ilegal en su parte militar, financiera y política considerada estrictamente o
limitadamente ilegal.
566. En este punto, lo que interesa es la identificación de quienes podrán eventualmente
ser investigados y judicializados como autores mediatos de las conductas ejecutadas por
los miembros del Bloque Catatumbo. En ese sentido, interesan desde los comandantes en
sus diferentes rangos del grupo armado ilegal, como aquellos miembros de los gremios
económicos, fuerza pública, fuerzas de seguridad etc., que pertenecieron a ese aparato
organizado de poder, red criminal o estructura armada ilegal.

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X INFORME SOBRE NARCOPARAMILITARES

Introducción
El décimo informe de seguimiento a la presencia de los grupos narcoparamilitares
presentado por El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) se da con una
importante coyuntura de fondo: la negociación de paz que se adelanta entre el Gobierno
y las Farc en La Habana (Cuba), la cual parece estar en un punto de no retorno.
El pasado 23 se septiembre, cuando las delegaciones anunciaron el acuerdo en materia
de justicia, con la presencia del presidente Juan Manuel Santos y el máximo jefe de las
Farc¸ Rodrigo Londoño Echeverri “Timochenko”, este último advirtió que están dispuestos
a dejar las armas y convertirse en una organización legal, pero que es necesario que el
Estado erradique el fenómeno del paramilitarismo.
Si bien para el Gobierno y las Fuerzas Militares las organizaciones paramilitares no existen
y lo que se presenta en el país es un fenómeno de Bandas Criminales (Bacrim), y las Farc,
por su parte, sostienen que no hubo una real desmovilización y que se mantienen estas
organizaciones. Más allá de este debate, Indepaz presenta en este informe de presencia
de grupos narcoparamilitares que retoman características de sus predecesores y acentúan
su papel como un complejo mafioso, parapolítico y narcoparamilitar con alianzas con el
clientelismo, la contratación corrupta y los negocios relacionados con violencia.
Es por eso, este informe se convierte en un insumo importante para identificar la magnitud
del fenómeno del narcoparamilitarismo. De acuerdo con la investigación, entre 2014
-2015, estas organizaciones han hecho presencia en 338 municipios, en especial en la
Costa Caribe y Cesar, Pacifico y en la Orinoquía.
De estos municipios, hay 298 en los que estas estructuras armadas hacen presencia desde
hace más de seis años. En los 40 municipios restantes la presencia de estos grupos no ha
tenido el mismo arraigo territorial.
El informe además identifica 17 diferentes organizaciones narcoparamilitares que operan
en el país. Los Urabeños en algunas fuentes nombrados como Clan Úsuga o Autodefensas
Gaitanistas, Rastrojos, Buenaventureños o Los Machos, Las Fuerzas Armadas Irregulares
de Colombi, El Bloque Meta, La Oficina de Envigado, Libertadores del Vichada, , Cordillera,
Los Botalones, Llaneros, La Empresa, Renacer, Los Soto, Autodefensas Campesinas del
Tolima, Los Policarpa, los Buenaventuras y Los Elegidos. Siendo Los Urabeños o Clan Úsuga
(270) y Los Rastrojos (111) los que mayor presencia tienen en municipios del país.

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Metodología
La investigación toma varias fuentes, las cuales se van ampliando y complementando.
En primer lugar, una revisión de prensa que comprende medios de comunicación de
circulación nacional y regional de todo tipo (periódicos, revistas, portales web, emisoras
radiales, noticieros de televisión).

Segundo, información ofrecida por entidades oficiales que de una u otra manera se acercan
al tema, como la Policía Nacional, el Ministerio de defensa con sus distintas divisiones
(Ejército, Armada y Naval); La Defensoría del Pueblo, La Fiscalía General de la Nación,
La Consejería Presidencial para los derechos Humanos y el Observatorio de Procesos de
Desarme, Desmovilización y Reintegración de la Universidad Nacional (ODDR);
Tercero, Informes de organismos Internacionales como la Mapp/OEA y Naciones Unidas.
Cuarto, informes y documentos de ONG, como el Centro de Investigación y Educación
Popular (Cinep), el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), Observatorio
de Paz Integral (OPI), La Misión de Observación Electoral (MOE), el Observatorio Nacional
de Paz (ONP), La Pastoral Social, justicia y Paz, y la Organización Nacional Indígena de
Colombia (ONIC).
En quinto lugar, organizaciones de base amigas en las regiones; y por último, trabajo de
campo propio de Indepaz.
La información se analiza y ordena en matrices de comparación, lo que evita la doble
contabilidad de las acciones, los municipios y las fechas. Se tienen presentes los siguientes
hechos: amenazas, asesinatos, capturas, confinamiento a la población, confrontaciones,
desaparición forzada, desplazamiento, extorsión, incautación de armamento y explosivos,
laboratorios de producción de drogas de uso ilícito, masacres, movilidad y reclutamiento.
Cada suceso se contrasta con otras fuentes para corroborarlo.
En este informe no se han incluido aún datos de Alertas Tempranas de la Defensoría del
Pueblo, Fiscalia General de la Nación o Policia Nacional. En el informe anual de 2014, que
se hace en publicación aparte se incluyen estas fuentes y otras de organizaciones locales.
Indepaz agradece a las organizaciones y personas que hacen posible la realización del
informe y aclara que los resultados y análisis no comprometen en algún modo a las fuentes.

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X INFORME SOBRE NARCOPARAMILITARES

Presencia en el Territorio 2014 - 2015


El informe 2014-2015 arroja datos semejantes a los del 2013; especialmente en el número
de municipios y zonas donde operan estos grupos narcoparamilitares; se confirma el modus
operandi, sus formas de financiación, los vínculos con miembros de la fuerza pública y la
apropiación de poderes locales y rentas del estado.
Se consolida en gran parte del territorio (más de 250 municipios) la presencia de los
Urabeños en alianza de respeto territorial con un nuevo grupo denominado “Clan de los
Usuga” y Libertadores del Vichada. Así mismo se reitera la presencia de Los Rastrojos, las
Águilas Negras, Oficina de Envigado, el Bloque Meta, el grupo Cordillera y otros menores.
Es importante destacar la creación de una nueva estructura narcoparamilitar desde el
segundo semestre del 2014, denominada Fuerzas Armadas Irregulares de Colombia
(FIAC), la cual tiene presencia en la orinoquía, especialmente los departamentos del Meta,
Vichada y Guaviare y con proyección hacia Arauca y Casanare. Se conoce que han reclutado
jóvenes de la comuna 3 de Ibagué y tienen como objetivo el control territorial de la
orinoquía colombiana teniendo como sus principales enemigos al grupo narcoparamiliatar
Libertadores del Vichada, el cual es apoyado por los Urabeños.
Dicho grupo está conformado por hombres que trabaja­ron para alias «Cuchillo» durante
la época del Ejército Revolucionario Popular Anticomunista de Colombia (Erpac), y que en
el 2011 se desmovilizaron y sometieron a la justicia 500 de sus hombres; pero siguieron
delinquiendo y conformaron nuevos grupos, entre ellos Libertadores del Vichada y el
Bloque Meta.
Posteriormente el bloque Meta se habría dividido geográficamente en tres grupos a saber:
Uno sería el FIAC, otro las ‘Autodefensas Gaitanistas de Colombia’ o Águilas Negras (los
cuales se anexaron a los Urabeños), que delinquen en el Ariari, y la otra ‘el Bloque Meta’,
que concentra su espacio en el municipio de San Martín.
Según informes de la fiscalía, las FIAC se dividen en escuadras de 25 hombres cada una,
compañías de 50 sujetos y bloques de entre 200 y 250 combatientes arma­dos.

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El Informe en Números
El informe nos indica la presencia de mínimo 14 estructuras narcoparamilitares en 338
municipios del país, desde enero de 2014 a septiembre de 2015.
Cuadro 1: PRESENCIA DE GRUPOS NARCOPARAMILITARES ENERO 2014 – SEPT 2105

# de
Grupo narcoparamilitar Municipios
Urabeños (incluye también los
que aparecen como Clan Úsuga y
Autodefensas Gaitanistas) 274
Rastrojos 111

Aguilas Negras 50
FIAC 26
Bloque Meta 8
Oficina de envigado 7
Libertadores del Vichada 7
Cordillera 3
Los botalones 2
Llaneros 2
La empresa 4
Renacer 1
Los Soto 1
Autodefensas campesinas del
Tolima, Comando Niche AUC 2
Los de policarpa 1
Los del ejido 1
Total de municipios con uno o
varios de estos grupos 338

De los 31 departamentos donde hacen presencia, en 338 municipios que corresponden al


el 30,1% de municipios del país.
En la lista de departamentos se observa que hay ocho en los cuales más del 60% de
sus municipios ha registrado alguna presencia de narcoparamilitares armados en el
periodo 2014 y hasta septiembre de 2015. En nueve departamentos la presencia de
narcoparamilitares armados, en el mismo periodo, se registró entre el 30% y el 59% de
sus municipios. Las situaciones más críticas se observan en la Costa Caribe y Cesar, andén
Pacifico y en la Orinoquía.

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X INFORME SOBRE NARCOPARAMILITARES

Cuadro 2: PORCENTAJE POR DEPARTAMENTO DE PRESENCIA DE GRUPOS


NARCOPARAMILITARES
Porcentaje del total
municipios por departamento
Departamentos Municipios (%)
Amazonas 1 50,0
Antioquia 70 55,6
Arauca 1 12,5
Atlántico 6 26,1
Bogotá 1 100,0
Bolívar 22 48,9
Boyacá 3 2,4
Caldas 1 3,8
Caquetá 3 18,8
Cauca 11 27,5
Casanare 9 47,4
Cesar 20 80,0
Chocó 17 77,3
Córdoba 28 100,0
Cundinamarca 1 0,9
Guaviare 3 75,0
Huila 3 8,1
La Guajira 8 61,5
Magdalena 18 78,3
Meta 12 41,4
Nariño 15 24,2
Norte de Santander 7 17,5
Putumayo 5 38,5
Quindío 6 50,0
Risaralda 6 42,9
San Andrés 1 50,0
Santander 14 16,1
Sucre 22 91,7
Tolima 4 8,5
Valle del Cauca 16 38,1
Vichada 4 100,0
Total 338 31,5

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Caracterización De Los Grupos Narcoparamiliates
En los análisis desde entidades del gobierno o la Fuerza Pública se afirma que estos
grupos son simples “bandas criminales” (Bacrim) y que no hacen parte de reductos de
paramilitares. Serían grupos que no hicieron parte del proceso de desmovilización y
aparecen o se reagrupan para la extorsión y el tráfico de estupefacientes. (Informes policía
nacional)
Esa caracterización de Bacrim desconoce que los narcoparamilitares post desmovilización
de las grandes estructuras paramilitares en 2005- 2006 retoman características de sus
predecesores y por otro lado acentúan su papel como un complejo mafioso, parapolítico
y narcoparamilitar que tiene alianzas y conexiones con el clientelismo, la contratación
corrupta desde el Estado y los negocios con violencia.
El objetivo del narcoparamilitarismo es el lucro impuesto por la fuerza, basado en el
narcotráfico y otros negocios ilegales, en especial de apropiación de recursos públicos con
la complicidad y concertación con políticos. Para poder actuar, controlar territorios y rutas
los narcoparamilitares actúan en connivencia con miembros de la fuerza pública y otros
agentes del Estado. En esas alianzas ofrecen sus servicios como aliados en contrainsurgencia
y violencia contra opositores o comunidades cuyos derechos territoriales y sociales chocan
con los poderes mafiosos y parapolíticos.
Queda en evidencia que los grupos narcoparamilitares tienen tres ejes y finalidades
específicas que van más allá del simple control territorial. La primera es su configuración
como estructura armada. La segunda, se trata de los vínculos con dirigentes políticos de
la región para tratar de capturar las rentas del Estado y en tercer lugar la denominada
paraeconomía que se refiere a los negocios ilícitos que manejan y requieren control
territorial como las rutas de narcotráfico, microtráfico y extorción.
De acuerdo con las acciones de las autoridades contra estos grupos narcoparamilitares
la tipificación delictiva se basa en capturas de sus integrantes, extorción y amenazas,
incautaciones, negocios relacionados con minería ilegal, contrabando, madera y tierras;
vinculación con políticos y miembros de la Fuerza Pública, asesinatos, desplazamiento y
enfrentamientos por territorios o rutas.
Los territorios del complejo narcoparamilitar en la etapa post desmovilizaciones de las
AUC y BCB, siguen siendo aquellos propicios para el narcotráfico, el lavado de activos,
el contrabando, tráfico de armas, la minería ilegal, la apropiación de tierras y zonas con
potencial extractivo, la extorsión o servicios de seguridad y de control territorial para
algunos macroproyectos extractivos o de agroindustria.
En algunas regiones se presentan coincidencias territoriales entre frentes de las guerrillas
y unidades narcoparamilitares. La situación combina disputas territoriales o relación con
eslabones de la cadena del narcotráfico en tanto las guerrillas (Farc, Eln, Epl) establecen
vínculos con campesinos cultivadores de plantas de uso ilícito a quienes les cobran gramaje,

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X INFORME SOBRE NARCOPARAMILITARES

pero también han percibido rentas en laboratorios y rutas que cobran a narcotraficantes o
a sus agentes. (ver sentencias de justicia y paz e informes de verdad abierta)
La relación de estos grupos con los territorios de las anteriores estructuras paramilitares
(Bloque Catatumbo, AUC, Bloque Central Bolívar, cacique Pipintá, Bloque Nutibara, Martín
Llanos, etc) es directa teniendo en cuenta el papel cumplido por mandos medios que no
se desmovilizaron hace 10 años y de otros que reincidieron. Las fallas en las políticas de
reintegración y en la aplicación de las leyes de justicia facilitan la recomposición de esos
grupos en nuevos escenarios. (Defensoría del pueblo)
El seguimiento durante ocho años (2008 - 2015) realizado por Indepaz arroja que los grupos
narcoparamilitares en todo ese periodo han tenido alguna presencia en aproximadamente
630 municipios del país. El dato revelador es la presencia permanente de actividades en
los últimos de 3 años en 298 de estos municipios.
Anexo 1. Mapas presencia de Farc, ELN, coca, riesgo electoral
Anexo 2. Tablas en excel por departamento y municipio (narcoparamilitares)

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X INFORME SOBRE NARCOPARAMILITARES

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The Institute for the Study of
Development and Peace (Indepaz is
the Spanish acronym.) Presents its
10th Report Monitoring the Presence
of Narcoparamilitary Groups, an
Activity That Has Been Going On
Since 2006
(Translated by Eunice Gibson, CSN Volunteer Translator, Edited by John Laun)

By: Indepaz Investigative Unit


X INFORME SOBRE NARCOPARAMILITARES

Introduction
The tenth report on the monitoring of the presence of narcoparamilitary groups, presen-
ted by the Institute for the Study of Development and Peace (Indepaz) takes place in a
very important setting: the peace negotiations between the government and the FARC in
Havana (Cuba), negotiations that appear to be at a point of no return.

Last September 23 when the delegations announced the agreement on the topic of jus-
tice, in the presence of President Juan Manuel Santos and the FARC’s top leader, Rodrigo
Londoño Echeverri “Timochenko”, the latter stated that they were disposed to lay down
their arms and to become a legal organization, but that it is necessary that the government
eradicate the phenomenon of paramilitarism.

Although it’s true that, for the government and for the Armed Forces, the paramilitary
organizations do not exist, and what the country is experiencing is a phenomenon of Cri-
minal Gangs (Bacrim, bandas criminales, is the Spanish term.), the FARC, for their part,
insist that there never was a real demobilization and that the organizations continue to
be maintained. Beyond that debate, Indepaz demonstrates in this report that there is a
presence of narcoparamilitary groups that have taken on the characteristics of their prede-
cessors and emphasize their role as a mafia, para-political, and narcoparamilitary complex,
with alliances with political patronage, corruption in contracting, and the businesses that
are connected to the violence.

That is why this report can become an important tool for identifying the magnitude of the
phenomenon of narcoparamilitarism. According to the investigation, between 2014 and
2015, these organizations were present in 338 municipalities, especially on the Caribbean
coast and in Cesar Province, the Pacific region, and in the Orinoquia region.

Of these municipalities, there are 298 in which these armed organizations have been pre-
sent for more than six years. In the remaining 40 municipalities the groups are not as
deeply rooted.

In addition, the report identifies 17 different narcoparamilitary organizations that operate


in the country: The Urabeños are also known as Clan Usuga or Gaitanista Self-Defense
Forces; the Rastrojos; the Buenaventureños or The Machos; The Irregular Armed Forces of
Colombia; The Meta Bloc; the Envigado Office; The Vichada Liberators; Cordillera; Los Bo-
talones; The Plainsmen; The Company; Renacer; Los Soto; Campesino Self-Defense Forces
of Tolima; Los Policarpa; Los Buenaventuras; and The Chosen Ones. The Urabeños or the
Usuga Clan (270) and Los Rastrojos (111) are the most numerous in the municipalities of
this country.

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Methodology
The investigation used various sources, which will be broadened and expanded.

In the first place, a review of news media, including every kind of news media with natio-
nal and regional circulation (newspapers, magazines, web sites, radio stations, and televi-
sion news).

Second, information provided by official entities that touch on the subject in one way or
another, such as the National Police, the Defense Ministry with its different divisions (Army
and Navy); The Public Defender’s Office, the Attorney General’s Office, the President’s
Human Rights Office and the National University Observatory for Disarmament, Demobili-
zation and Reintegration Processes (ODDR is the Spanish acronym.).

Third, reports by international organizations such as Mapp/OAS and the United Nations.

Fourth, reports and documents from NGO’s, such as the Center for Investigation and Pu-
blic Education (Cinep), the Center of Resources for the Analysis of Conflicts (Cerac) the Ob-
servatory for Comprehensive Peace (OPI), The Mission for Electoral Observation (MOE), The
National Peace Observatory (ONP), Pastoral Social (the official Catholic Church charity), Jus-
tice and Peace (Justicia y Paz), and the National Indigenous Organization of Colombia (ONIC).

In fifth place, sympathetic grass-roots organizations in the regions; and finally, work done
in the field by Indepaz.

The information is analyzed and organized in comparative formats, which avoids dou-
ble counting of events, municipalities, and dates. The following actions will be included:
threats, murders, taking of prisoners, restraint or confining of a population, confronta-
tions, forced disappearances, extortion, seizure of armaments and explosives, laboratories
for production of illicit drugs, massacres, transportation and recruitment. Every event is
corroborated with other sources.

In this report data from Early Alerts by the Public Defender’s Office, the Attorney General’s
Office or the National Police are not yet included. In the 2014 annual report, published
separately, these sources and other sources from local organizations are included.

Indepaz thanks the organizations and people who have made this report possible and
clarifies that the results and analysis are not the responsibility of the sources in any way.

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X INFORME SOBRE NARCOPARAMILITARES

Presence in the Territory in 2014-2015


The 2014-2015 report provides data that are similar to those from 2013, especially in the
number of municipalities and zones where these narcoparamilitary groups operate. It
confirms their modus operandi, their methods of financing, their connections with mem-
bers of the Armed Forces and their appropriation of local powers and of income belonging
to the government.

The Urabeños presence is consolidated in a large part of the territory (more than 250
municipalities) in an alliance of territorial respect with a new group known as “The Usuga
Clan” and The Liberators of Vichada. We also find present The Rastrojos, The Black Eagles,
The Envigado Office, The Meta Bloc, the Cordillera Group and other smaller groups.

It is important to point out the creation of a new narcoparamilitary structure beginning in


the second half of 2014, known as The Irregular Armed Forces of Colombia (FIAC). They
are present in the Orinoquia region, especially in the provinces of Meta, Vichada and Gua-
viare, and they are projecting toward Arauca and Casanare. They are known to have re-
cruited young people from the third ward (comuna 13) of Ibagué and they seek territorial
control the Colombian Orinoquia region. Their main enemies are the narcoparamilitary
Liberators of Vichada, a group that is supported by The Urabeños.

This group is made up of men who worked for alias “Cuchillo” (“The Knife”) during the
time of the People’s Revolutionary Anticommunist Army of Colombia (Erpac), that demo-
bilized in 2011 and turned 500 of their men over to the legal system. But they kept on
committing crimes and formed new groups, among them The Liberators of Vichada and
The Meta Bloc.
Later on The Meta Bloc appears to have divided geographically into three groups as fo-
llows: one would be the FIAC, another would be the “Gaitanista Self-Defense Forces of
Colombia” or Black Eagles (who joined with The Urabeños) who committed crimes in the
Ariari, and the third would be “The Meta Bloc”, concentrated in the municipality of San
Martín.

According to reports from the Attorney General’s Office, the FIAC are divided into squa-
drons of 25 men, companies of 50, and blocs numbering between 200 and 250 armed
combatants.

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The report in numbers
The report indicates the presence of at least 14 narcoparamilitary organizations in 338
municipalities in the country, between January 2014 and September 2015.

Table 1: PRESENCE OF NARCOPARAMILITARY GROUPS JANUARY 2014-SEPTEMBER 2015

Narcoparamilitary Group # of Municipalities

Urabeños (also including Clan Usuga and


Gaitanista Self-Defense Forces 274
Rastrojos 111
Black Eagles 50
FIAC 26
Meta Bloc 8
Envigado Office 7
Liberators of Vichada 7
Cordillera 3
Los Botalones 2
The Plainsmen 2
The Company 4
Renacer 1
Los Soto 1
Campesino Self-Defense Forces of Tolima,
Comando Niche AUC 2
Los de Policarpa 1
Los del Ejido 1
Total of municipalities with one or more of these groups 338
They are present in 31 provinces and in 338 municipalities, constituting 30.1% of the mu-
nicipalities in the country.

In the list of provinces, we see that there are eight in which more than 60% of the muni-
cipalities have registered some presence of armed narcoparamilitaries in the period cove-
ring 2014 and ending in September 2015. In nine provinces there was an armed narco-
paramilitary presence in between 30% and 59% of municipalities in the same period. The
most critical situationes are seen on the Caribbean Coast and in Cesar Province, area in the
Pacific and the Orinoquia regions.

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X INFORME SOBRE NARCOPARAMILITARES

Table 2: PRESENCE OF NARCOPARAMILITARY GROUPS BY PROVINCE

Province Municipalities with Percent of all municipalities


Narcoparamilitary Presence

Amazonas 1 50.0
Antioquia 70 55.6
Arauca 1 12.5
Atlántico 6 26.1
Bogotá 1 100.0
Bolivar 22 48.9
Boyacá 3 2.4
Caldas 1 3.8
Caquetá 3 18.8
Cauca 11 27.5
Casanare 9 47.4
Cesar 20 80.0
Chocó 17 77.3
Córdoba 28 100.0
Cundinamarca 1 0.9
Guaviare 3 75.0
Huila 3 8.1
La Guajira 8 61.5
Magdalena 18 78.3
Meta 12 41.4
Nariño 15 24.2
Norte de Santander 7 17.5
Putumayo 5 38.5
Quindío 6 50.0
Risaralda 6 42.9
San Andrés 1 50.0
Santander 14 16.1
Sucre 22 91.7
Tolima 4 8.5
Valle del Cauca 16 38.1
Vichada 1 100.0
Total 338 31.5

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Characteristics of Narcoparamilitary groups
Government and Armed Forces entities insist that these groups are just “criminal gangs”
(Bacrim) and that they are not part of any remaining paramilitaries. They would be groups
that did not take part in the demobilization process and that are appearing or regrouping
for extortion and drug trafficking. (See National Police reports.)

That characterization, Bacrim, fails to recognize that the narcoparamilitaries after the de-
mobilization of the large paramilitary organizations in 2005 and 2006 retake the charac-
teristics of their predecessors and in fact emphasize their role as a mafioso, parapolitical
and narcoparamilitary complex that is allied with and connected to political patronage,
corruption in government contracting and businesses that engage in violence.

The objective of narcoparamilitarism is profit gained through force, based on drug traffic-
king and other illegal businesses, and especially the appropriation of public resources with
the complicity and cooperation of politicians. In order for them to act as they do, to con-
trol territories and routes, the narcoparamilitaries act in connivance with members of the
Armed Forces and other government officials. In these alliances they offer their services
as allies in counterinsurgency and violence against any opposition or against communities
whose social and territorial rights clash with the powerful mafias and parapoliticians.

It is evident that the narcoparamilitary groups have three specific determinants and goals
that go beyond mere control of territory. The first is their make-up as a structured orga-
nization of armed men. The second has to do with their connections to political leaders
in the region in order to get hold of government income, and the third is what is known
as the “para-economy”, which refers to the illegal businesses that they carry on and that
require territorial control, such as drug trafficking routes, micro-trafficking, and extortion.

Based on the actions taken by the authorities against these groups of narcoparamilitaries,
the identification of the types of crime involved is based upon capture of their members,
extortion and threats, seizing of their drugs and weapons, businesses related to illegal mi-
ning, smuggling, lumber and land; links to politicians and members of the Armed Forces,
murders, displacement and confrontations for land or for routes.
The territories of the narcoparamilitary complex, in the period after the demobilization of
the AUC and the BCB, continue to be those propitious for drug trafficking, for money laun-
dering, for smuggling, for weapons trafficking, for illegal mining, for land grabs and taking
of areas with mining potential, for extortion or security services and control of territory for
some megaprojects for mining or agro-industry purposes.

In some regions there is geographic congruence between guerrilla fronts and narcopara-
military units. This situation combines territorial disputes or disputes related to links in

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X INFORME SOBRE NARCOPARAMILITARES

the drug trafficking chain where the guerrillas (FARC, ELN, EPL) establish relationships with
campesinos who grow the illegal crops and charge them a percentage for protection. But
there is also income through laboratories and for routes that they charge to drug traffic-
kers or their agents. (See justice and peace court decisions and reports by verdadabierta.)

The relation between these groups with the territories of the previous paramilitary struc-
tures (Catatumbo Bloc, AUC, Central Bolívar Bloc, Chief Pipintá, Nutibara Bloc, Martín Lla-
nos, etc.) is direct, keeping in mind the role played by middle command paramilitaries
who never demobilized ten years ago and of others who demobilized and reappeared as
paramilitaries. The mistakes in the policies of reintegration and the application of the laws
of justice facilitate the re-composition of those groups in new settings. (Public Defender’s
Office)

Eight years (2008 – 2015) of monitoring by Indepaz show that the narcoparamilitary
groups throughout that period have been present in approximately 630 municipalities in
the country. The most revealing data item is the permanent presence of their activities
during the last three years in 298 of those municipalities.

Attachment 1. Maps showing the presence of the FARC, ELN, coca, and electoral risk

Attachment 2. Tables in Excel by province and municipality (narcoparamilitaries)

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