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Indice
Abstract
1. Introducción
2. Contrato de Seguro
3. Modalidades
4. Cláusulas
5. Claims made
6 Nuestra opinión
7 Conclusión
Julio Cortázar[1].
1. Introducción [arriba] -
El presente trabajo tiene por objeto el análisis de un tema muy debatido en nuestros tiempos: La
abusividad o no de las cláusulas claim made en la Responsabilidad Civil de los profesionales, sobre
todo en lo que concierne a los profesionales de la salud.
Para abordar el tema haremos un breve recorrido por ciertos tópicos, entre ellos los contratos de
seguro, sus modalidades, doctrina y jurisprudencia referida a las claim made en particular, para dejar
sentada nuestra opinión del tema en cuestión.
El Contrato de Seguros tuvo un gran desarrollo hasta la actualidad, y dio lugar a una copiosa
legislación nacional, que regula sus diferentes aspectos; y resoluciones que dicta la Superintendencia
de Seguros de la Nación, (autoridad de aplicación). También cabe destacar que hubo numerosos
pronunciamientos doctrinarios y jurisprudenciales sobre el tema, siendo tan amplio el campo que
nos limitaremos a dejar sentado en rasgos generales una noción sobre esta especie de contratación.
Siguiendo a José Alberto Garrone podríamos decir que el contrato de seguro privado, es “aquel en
que una parte, el asegurador, contra el pago de una prima, se obliga a indemnizar al asegurado,
dentro de los limites convenidos, del daño que experimente a consecuencia de un siniestro o pagarle
un capital, o una renta, al verificarse un evento atinente a la vida humana[2]”.
Por su parte la ley de Seguros, 17.418, nos da una definición en su artículo primero, al disponer que
“hay contrato de seguro cuando el asegurador se obliga, mediante una prima o cotización, a resarcir
un daño o cumplir la prestación convenida si ocurre el evento previsto”.
-El riesgo: Constituido por un hecho eventual susceptible de causar consecuencias dañosas.
-La prima: Es el precio que debe pagar el asegurado para formar parte de la comunidad de riesgo.
-El interés asegurable: Es la relación económica lícita que el asegurado tiene con respecto a un bien
determinado. Debe estar sujeto a riesgo.
-La empresa: Es la coordinación y organización de los factores, sujetos al control por parte del Estado.
Sus caracteres son: el ser consensual, bilateral, aleatorio, oneroso, de ejecución continuada, de
buena fe, de adhesión, no formal, y nominado.
El surgimiento del contrato de seguro data del Medioevo con el florecimiento de las ciudades
comerciales y marítimas de Italia. Su nacimiento se debe a la necesidad de asegurar el riesgo propio
de la actividad mercantil.
En Roma no se lo conoció como figura individual, sino que se lo tuvo como accesorio a otro contrato.
Con los años van surgiendo diferentes modalidades de acuerdo al riesgo a cubrir, (de vida, de
incendios, marítimos, de actividades profesionales).
Si bien, en materia contractual existe la autonomía de la voluntad de las partes, en virtud del artículo
1197, en los últimos años hay una tendencia a la preeminencia de la legislación imperativa
procurando el equilibrio de las mismas[4].
3. Modalidades [arriba] -
3.1 Clases.
Nos encontramos con infinidad de clasificaciones que revisten distintos grados de importancia
teórica y práctica según su actualidad y técnica.
- De daños y de Personas.
- Marítimos y Terrestres.
- Comerciales y Solidarios.
- Estatales y Privados.
- Obligatorios y Voluntarios.[5]
Lo que nos interesa a nosotros son los de daños, también conocidos como patrimoniales. Estos
tienen por objeto el resarcimiento de un perjuicio. Son los de incendio, agricultura, animales,
transporte, y Responsabilidad Civil. Éste último de particular importancia en el tema a tratar.
La garantía a la que se ve obligado el asegurador, con motivo del contrato, radica en conservar
indemne al asegurado por cuanto deba a un tercero como consecuencia de un hecho ocurrido en
cierto plazo (infra 5.1)[6]. Se trata de que el asegurado no sufra menoscabo alguno en su patrimonio
por el reclamo de un eventual damnificado (tercero de la relación de seguro) ante el cual deba
responder, sea esta responsabilidad contractual o extracontractual.
Es común que los profesionales del arte de curar en el ejercicio de sus actividades estén expuestos a
producir daños en la salud de sus pacientes, por lo que es frecuente[7] la contratación de seguros
individuales o colectivos (por ejemplo a través de colegios profesionales). En los contratos se
especifica en forma detallada las prestaciones médicas que quedan amparadas en la cobertura, es
decir que no todos los riesgos quedan cubiertos.
4. Cláusulas [arriba] -
4.1 Cláusulas de ocurrencias y claim made
En los contratos de seguros se pueden encontrar diferentes especies de cláusulas, las que mayor
interés merecen, por su conexión con el tema que nos ocupa, son las cláusulas de ocurrencia y la
cláusulas claim made[8].
Las primeras consisten en que el asegurado contrata una cobertura de responsabilidad civil generada
por un hecho acaecido durante el plazo de vigencia de la póliza, cualquiera sea la fecha en que se
formule reclamo por el tercero, siempre y cuando se encuentra dentro del plazo de prescripción.
Las segundas en cambio agregan un requisito, que además de que el hecho se produzca durante la
vigencia de la póliza, el reclamo por el mismo se realice en ese mismo periodo[9].
4.2 El por qué del surgimiento de coberturas a base de claim made en el mercado.
Con respecto a la relación médico-paciente, ésta es considerada contractual por lo que las
reclamaciones por la responsabilidad está sujeta a una prescripción decenal (art. 4023, Cód. Civil). Lo
que produce que, en el supuesto de que se contrate por un año el seguro, la obligación del
asegurador de responder por un siniestro acaecido durante ese período subsistirá durante diez años.
Independientemente de la prescripción también existe, ejerciendo su influencia en la responsabilidad
de los profesionales; el beneficio de litigar sin gastos, que hace que los juicios sean mucho más
frecuentes y conlleva la posibilidad de que el médico demandado aunque sea favorecido por la
sentencia igualmente esté obligado al pago de costas y honorarios[10].
Dadas las desventajas que producía a las empresas la prescripción de diez años (por tener que
mantener reservados los fondos, por tan extenso período, para un eventual pago de
indemnizaciones) y el beneficio de litigar sin gastos, se generalizaron los seguros en base a un nuevo
especie de cláusula: claims made.
Las primeras coberturas de este tipo aparecieron en el mercado asegurador de Londres, durante la
década de los años 60, cuando el Lloyd's comenzó a ofrecer nuevas alternativas para asegurar los
riesgos de mala praxis de hospitales y de médicos.
En Nueva York fueron aceptadas por la autoridad de aplicación a partir de 1985, por la situación
generada en los mercados de seguros, por los riegos de obligaciones long tail[11], que llevaron a la
insolvencia y liquidación de muchas empresas aseguradoras[12].
En Argentina surgen en los años noventa, entre otras cosas, como consecuencia de la disolución de
Instituto Nacional Reasegurador (INDER)[13] circunstancia que obligó a las empresas aseguradoras a
entregarse a la búsqueda de nuevos entes reaseguradores en el extranjero[14]. Estos últimos entes
eran reacios a aceptar las condiciones de nuestro ordenamiento jurídico en cuanto al plazo de
prescripción y el beneficio de litigar sin gastos. Con motivo de esto se extrapola el modelo de claims
made a nuestro derecho, para limitar así la obligación del asegurador al efectivo reclamo durante la
vigencia de la póliza (supra 4.1).
Si bien es cierto que las claims made son usadas actualmente con gran frecuencia en los contratos de
seguros, éstas no son aceptadas pacíficamente tanto en la doctrina como en la jurisprudencia. La no
aceptación tiene base en una discusión en torno a la siguiente normativa:
-Constitución Nacional
Art. 42. “Los consumidores y usuarios de bienes y servicios tienen derecho, en la relación de
consumo, a la protección de su salud, seguridad e intereses económicos; a una información adecuada
y veraz; a la libertad de elección, y a condiciones de trato equitativo y digno.
Art.1. “Objeto: La presente ley tiene por objeto la defensa de los consumidores o usuarios. Se
consideran consumidores o usuarios, las personas físicas o jurídicas que contratan a título oneroso
para su consumo final o beneficio propio o de su grupo familiar o social:
a) La adquisición o locación de cosas muebles;
b) La prestación de servicios;
c) La adquisición de inmuebles nuevos destinados a vivienda, incluso los lotes de terreno adquiridos
con el mismo fin, cuando la oferta sea pública y dirigida a persona indeterminada.”
Art. 37. “Interpretación. Sin perjuicio de la validez del contrato, se tendrán por no convenidas:
a) Las cláusulas que desnaturalicen las obligaciones o limiten la responsabilidad por daños;
b) Las cláusulas que importen renuncia o restricción de los derechos del consumidor o amplíen los
derechos de la otra parte;
c) Las cláusulas que contengan cualquier precepto que imponga la inversión de la carga de la prueba
en perjuicio del consumidor.
La interpretación del contrato se hará en el sentido más favorable para el consumidor. Cuando
existan dudas sobre los alcances de su obligación, se estará a la que sea menos gravosa.
En caso en que el oferente viole el deber de buena fe, en la etapa previa a la conclusión del contrato
o en su celebración o transgreda el deber de información o la legislación de defensa de la
competencia o de lealtad comercial, el consumidor tendrá derecho a demandar la nulidad del
contrato o la de una o más cláusulas. Cuando el juez declare la nulidad parcial, simultáneamente
integrará el contrato, si ello fuera necesario.”
Art. 109. “El asegurador se obliga a mantener indemne al asegurado por cuanto deba a un tercero en
razón de la responsabilidad prevista en el contrato, a consecuencia de un hecho acaecido en el plazo
convenido.”
Art. 158. “Además de las normas que por su letra o naturaleza son total o parcialmente
inmodificables, no se podrán variar por acuerdo de partes los artículos 5, 8, 9, 34 y 38 y sólo se
podrán modificar en favor del asegurado los artículos 6, 7, 12, 15, 18 (segundo párrafo), 19, 29, 36,
37, 46, 49, 51, 52, 82, 108, 110, 114, 116, 130, 132, 135 y 140.
Cuando las disposiciones de las pólizas se aparten de las normas legales derogables, no podrán
formar parte de las condiciones generales. No se incluyen los supuestos en que la ley prevé la
derogación por pacto en contrario”.
Lo que se discute es si las cláusulas claims made son o no abusivas y si son o no violatorias de la
normativa argentina. Al respecto existen diversas posturas que enunciaremos en los títulos
siguientes, para luego dejar sentada nuestra opinión.
5.2 Doctrinas
5.2.1 Doctrinas favorables a su validez.
Como primer paso analizaremos las doctrinas que consideran válidas en plenitud, a las cláusulas
claims made.
López Saavedra, Domingo[15]: La doctrina que sustenta que son violatorias, lo hacen sosteniendo
que son contrarias al artículo 109 de la Ley 17418 (Ley de Seguros), artículo inmodificable en virtud
del 158 de la misma normativa. En cambio, López Saavedra no ve que el artículo 109 se encuentre
incluido, ni implícita ni explícitamente, en el artículo 158. Decir lo contrario, apoyándose en que su
inclusión se debe a su naturaleza y letra, es simplemente un juicio de valor.
También afirma que el hecho que las claim made no estén mencionadas en la ley no quiere decir que
no sean abarcadas por ella.
Por otra parte expresa que la Ley de defensa al consumidor y al usuario no abarca a este tipo de
contratos. Ya que en su artículo primero, al enumerar los contratos alcanzados no menciona a los de
seguros.
Di Cataldo, Vanesa[16]: enuncia que la introducción de las cláusulas son legítimas, y que el verdadero
problema reside en asesorarse íntegramente sobre el contrato que se va a celebrar. Porque al firmar
se produce un suerte de atadura.
5.2.2 Doctrinas en contra de su validez
Al ser un tema tan debatido, como existen doctrinas a favor de su validez también las hay en su
contra, las que constituyen el sector mayoritario. Estas últimas nos ocupan en este título.
Sobrino, Waldo A. R.[17]: Los contratos sí son alcanzados por la Ley de Defensa del consumidor y el
usuario.
Además expresa que el artículo 25 de la Ley 20091, de las Aseguradoras y su control, establece la
pauta de que las condiciones de la póliza deben ser equitativas, lo que con las claim made no se
cumpliría. Violan, así mismo la buena fe contractual, si analizamos las expectativas razonables por
parte del asegurado.
Por otro lado cita que son violatorias de la moral y las buenas costumbres art 953, art.1071 y
art.1198 del Código Civil.
Stiglitz, Rubén S.[18]: sostiene que toda cláusula claim made infringe el contenido básico del artículo
109, Ley de Seguros, por lo que es ilícita, al contrariar una norma imperativa en virtud de su
naturaleza y letra (art. 158 Ley de Seguros).
También expresa que son abusivas en los términos de los artículos 37, incisos a) y b) de la ley 24.240,
ya que limita temporalmente la garantía y restringe inequitativamente los derechos del asegurado
ampliando los del asegurador. Generándose de esta manera una desnaturalización de las
obligaciones. Por lo tanto afirma que deberán tenerse por no convenidas o decretarse de pleno
derecho la nulidad parcial del contrato que las incluya, sustituyéndosela, en el caso, por el artículo
109 de Ley de Seguros.
Lorenzetti, Ricardo L.[19]: Si bien comparte la opinión de los autores antes citados de que son ilícitas
por la violación del articulo 109 de la Ley de Seguros, discrepa en que haya una desnaturalización del
objeto del contrato, que sería la de dar garantía al asegurador. Ya que justamente, si algo hace esta
cláusula es asegurar el cumplimiento de la garantía mencionada. Por consiguiente expresa que la
abusividad no proviene de una supuesta desnaturalización sino de la renuncia de derechos que se
opera. La abusividad se circunscribiría a las cláusulas claims made pura, quedando las impuras a la
espera de pronunciamiento judicial[20].
Para dejar sentada nuestra opinión creemos conveniente apartarnos de la parcialidad para hacer un
análisis detallado, tanto de las razones que justifican la inclusión de las claim made por parte de las
empresas, como del hecho de si son abusivas o inconstitucionales. Logrando así una buena técnica
metodológica.
Vamos a partir de ubicarnos en torno al ámbito de la empresa. El contrato que celebran las entidades
aseguradoras es de carácter aleatorio, este carácter no es considerado desde la concepción
tradicional, que entiende al incierto como suerte, apuesta, juego del todo o nada. El riesgo no es
absoluto, ya que es posible reducirlo sensiblemente a través de un cálculo probabilístico,
estableciendo un margen acotado. Los siniestros que puedan ocurrir tienen una frecuencia
estadística, pueden ser discriminados, controlados compensados, de modo que exista una posibilidad
cierta de ganancia[21].
Ahora bien, luego de haber enunciado minimamente el funcionamiento del sistema asegurador
tendiente a reducir el riesgo, nos encontramos en posición de afirmar que uno de los causales de la
inclusión de las claims made radica en la imposibilidad de realizar una previsión acabada en el
extenso período de diez años (supra 4.2). Recordemos que habíamos dejado sentado ya que la
relación médico-paciente es considerada contractual por lo que su plazo es decenal.
Durante este lapso se vuelven muy difícil de hacer las previsiones económicas, debido a los cambios
que se pueden producir en las variables macroeconómicas (mayor inflación, déficit), en el campo
microeconómico (variaciones en la conducta del asegurado, cambio del lugar de trabajo de éste), en
la política judicial (cambios jurisprudenciales) y en el ámbito de legislación (modificaciones de las
leyes)[22]. Todo esto constituyen el riesgo que debe soportar la empresa, y cuanto mayores sean las
omisiones en la solución de problemas mayores serán los costos. Al ser mayores los costos, la
empresa deberá aumentar las reservas y para lograr esto lógicamente debe subir los precios. Cuanto
más caros los seguros, disminuye la masa dispuesta a contratar. Tampoco hay incentivos para el
reaseguro.
La sumatoria de estos factores produce, por un lado que puedan las víctimas encontrarse con
médicos en estado de insolvencia y por otro lado una empresa con una debilidad estructural en
cuanto a su solidez. Lo que da lugar a un impacto directo en las partes del sistema.
Lo expuesto sumado a los beneficios de litigar sin gastos (supra 4.2), fueron la razón de ser de las
claims made.
Las claims made en su versión pura toman en cuenta el reclamo, éste debe efectuarse en el período
de vigencia de la póliza y por un hecho ocurrido allí (supra 4.1), de esta manera es posible disminuir
los riesgos para las empresas Aseguradoras. Podríamos manifestar de un modo gráfico de la
siguiente manera:
Un médico contrata una póliza por el período que va desde el año 1995 al año 2000. En el año 1998
se da un siniestro, y el reclamo es efectuado en al año 1999. En este caso la empresa dará la garantía
asegurativa. En caso de que el reclamo se de en el año 2002, la empresa no responde por el hecho.
Con este tipo de cláusulas, las aseguradoras realizan las previsiones necesarias para soportar los
riesgos.
En la mayoría de los casos el asegurado es una persona inexperta, que no conoce el sistema de
seguros en su totalidad. Por otro lado al tratarse de un contrato de adhesión tiene sus posibilidades
reducidas a aceptar o no las condiciones.
Por otro lado, discrepando con las opinión de López Saavedra (supra 5.2.1), consideramos que el
contrato de seguros está abarcado por la Ley 24.240 (Ley de Defensa del consumidor y el usuario) en
virtud de su art. 1 que dispone cuáles serán los contratos abarcados por la ley y entre ellos menciona
a los de prestación de servicios, donde se incluiría el de Seguros. Y esto nos abre una puerta para el
análisis a través de lo cual podemos afirmar, con el debido sustento legal del art. 37 inc. B de la ley
del consumidor, que se produce una desnaturalización del objeto del contrato al no cubrir las
expectativas del médico de ser cubierto durante la extensión de la póliza (contrariando la opinión de
Lorenzetti supra 5.2.2).
Remontándonos a un nivel jerárquico superior debemos concluir también que las claim made son
contrarias a nuestra Carta Magna, que en su art. 42 protege en general al consumidor, y en particular
al consumidor de Seguros.
Entremos ahora a un ámbito más específico, el de la ley de seguros. Su art.109 establece “El
asegurador se obliga a mantener indemne al asegurado por cuanto deba a un tercero en razón de la
responsabilidad prevista en el contrato, a consecuencia de un hecho acaecido en el plazo
convenido.”
Mantener indemne significa conservarlo libre de todo perjuicio. Si retomamos el ejemplo de párrafos
precedentes, del médico que contrata una póliza de 1995 a 2000, produciéndose un siniestro en
1999, con la concreción del reclamo del tercero en el año 2002. El galeno se vería sin cobertura
soportando así un perjuicio. Esto claramente no es mantenerlo indemne. Igualmente las empresas
alegaron que el art. 109 era modificable.
Para superar las trabas legales que se les oponen a las claim made, las empresas alegan que donde el
art.109 dice mantener indemne al asegurado por cuanto debe en virtud de un “hecho” debe leerse
“reclamo”. Lo que claramente viola la literalidad de la norma. Luego intentaron crear nuevas
opciones impuras de estas cláusulas con efectos atemperantes. Algunas de ellas: por ejemplo con
período de retroactividad[23]:
La empresa Aseguradora que ofrece la póliza de claim made con retroactividad, cubrirá los hechos
ocurridos durante el período anterior a la vigencia de la póliza, tiempo precedente a la celebración
del contrato.
El médico, no conforme con su aseguradora, puede cambiarse a otra. Ésta nueva, en caso de tener la
modalidad de retroactividad, le cubrirá los hechos que se produjeron durante la vigencia de la póliza
de la primera empresa, pero que son reclamados durante la vigencia de la cobertura de la segunda.
Pero ahora nos preguntamos qué sucede en el caso del médico que decide retirarse para jubilarse,
¿deberá pagar por diez años más un seguro ya sin ejercer su profesión? Y ello porque la última
operación que realizó antes de jubilarse tendrá un plazo que prescribirá diez años después de su
retiro.
Supongamos que se jubila a los 65 años, luego de la última intervención quirúrgica, deberá extender
el pago de su póliza hasta los 75 años de edad para cumplir con su deuda eventual.
Teniendo en cuenta que UNICEF[24] en sus informes, del año 2004, establece que la esperanza de
vida al nacer en Argentina es de 75 años. Entonces ¿vamos a permitir que se cree una especie de
unión indisoluble, similar al matrimonio con las claim made, hasta que la muerte los separe?
Para evitar lo expuesto, entre otras cosas, se crea la modalidad de período extendido de reclamo.
Cabe aclarar que es sumamente onerosa, tanto, y que a veces presenta precios prohibitivos para el
consumidor. En especial si consideramos que un asegurado que tenía una póliza para el período
1998- 1999, extiende el período de reclamo por diez años más, estará pagando durante tanto tiempo
sólo la extensión de ese año (1998-1999) ¿diez años para un año? ¿Es ese le prix de la liberté[25]?
Además existen dentro de ella innumerables variantes que crean un campo tan amplio y confuso
para el contratante que no sabe con cual opción quedarse y qué consecuencias jurídicas traen
aparejadas cada una de ellas. Nosotros consideramos con motivo de esto, que cambiar las
formulaciones y no el contenido, es decir cambiar la literatura sin sus consecuencias prácticas no
hace a la legitimidad de una cláusula. Lo que las empresas crearon fue un gatopardismo[26], algo
tiene que cambiar para que todo siga siendo igual.
En definitiva las claim made crean una situación particular al agregar nuevos requisitos para cubrir el
daño, lo que hacen es reducir las posibilidades de que el profesional quede realmente indemne ante
el reclamo del tercero. El daño se debe producir durante la vigencia de la póliza, el reclamo también,
¿que más se agregará con el tiempo?
Nos recuerda en particular la situación planteada por Julio Cortázar en Casa Tomada[27]: el par de
hermanos que se ve desplazado de su vivienda por las voces que se va apoderando de sus territorios.
Fantasmas, que sin dejarse ver, se adueñan de nuevos espacios y terminan por obligarlos a cerrar la
puerta sin volverse a mirar y tirar la llave por la alcantarilla.
¿El resultado? Médicos sin seguros, damnificados sin posibilidades de ser resarcidos.
7 Conclusión [arriba] -
¿Cómo resolver esto? ¿Admitiendo que el consumidor esté atado por siempre a su asegurador a base
de claim made? ¿Y permitiendo que de esta manera surja una clientela cautiva?
¿Llegar a la situación de que el médico ruegue al paciente que lo puede denunciar, que lo haga
dentro de la vigencia de la póliza?
Creemos que estas preguntas exigen respuestas negativas. Claramente surge que son situaciones
que nos muestran el carácter abusivo de las claims made. Pues entonces no deben aceptarse. Su
rechazo tiene que ser producto del órgano legislativo y no que sea necesario acceder a
pronunciamientos particulares de la Justicia que implican mayores gastos.
No desconocemos la situación de las empresas, por lo que la legislación debe también establecer una
prescripción especial para las relaciones profesionales, en particular la médico-paciente. De lo
contrario nos quedaríamos à mi-chemin[28].
Nuestra propuesta es abreviarlo a tres años luego de la finalización del tratamiento, siempre y
cuando, como es lógico, esté en el período de la póliza.
Tres años, porque la generalidad de los efectos de un tratamiento se concretan dentro de los dos
primeros años de finalizado[29] y además, según estadísticas, el reclamo se produce entre los
primeros dieciocho meses luego del siniestro que las motiva[30].
Varios son los legisladores que presentaron propuestas buscando plazos menores, entre ellos
Eduardo Di Cola, Domingo Vitale y María del Carmen Falbo, concientes de que logrando ésto se
evitaría una industria del juicio[31].
En la misma línea existe otro proyecto de ley, denominado “Responsabilidad Civil y Penal por el daño
causado en la atención de la salud de las personas, realizado por profesionales de la medicina, o
técnicos relacionados con el arte de curar”, que coincide en el plazo. En el artículo 4 de la ley en
tratamiento dictamina lo siguiente:
Art. 4. “La acción para ejercer el reclamo indemnizatorio del daño producido por el accionar
negligente de los profesionales o técnicos de la salud prescribirá a los dos (2) años; los cuales se
contarán desde el momento que el hecho dañoso se produjo, desde la última intervención del
profesional, o desde el momento que el damnificado tuvo conocimiento de los efectos dañosos o
nocivos del acto negligente”
También Liliana T. Negre de Alonso, presentó su proyecto de ley buscando la reducción del plazo
aunque recomendando que se trate de 4 años[32].
Los intentos son válidos, aunque todavía no se hayan conseguido los resultados esperados.
Por nuestra parte nos encontramos a la espera de una pertinente legislación, que intente conciliar las
posiciones antagonistas que esbozamos, teniendo en cuenta que las leyes deben buscar el Bien
Común de la sociedad toda y no sólo de unos pocos. Hasta entonces seguiremos denunciando la
abusividad de las claim made, a pesar del perjuicio a las empresas, a favor de un valor supremo: La
Justicia.
Bibliografía
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- Etcheverri, Raúl Aníbal. Derecho Comercial y Económico. Contratos parte especial. Buenos Aires.
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- http://www.sogiba.org.ar/demandas.htm . 15/10/2006
- http://www.revistamedicos.com.ar/newsletter/newsletter65.htm. 18/10/2006
- López Saavedra, Domingo M. Comentario del fallo: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, sala
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- Sobrino, Waldo A. R. Cláusulas “Claims made”: Protección de los “consumidores de seguros”. Nota
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Keller Sarmiento, Graciela c. G., J. A. y otros. LA LEY 13/09/2006, 5.
- Stiglitz, Rubén S. - Compiani, María Fabiana. Las cláusulas claim made, por siempre ilícitas. Buenos
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- Lorenzetti, Ricardo L. Contrato de seguro: La cláusula Claim made. Buenos Aires LA LEY 1998-C,
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- Lorenzetti, Ricardo L. Tratado de los contratos. Buenos Aires. Editorial Rubinzal - Culzoni, 1999.
- http://www.unicef.org/spanish/infobycountry/argentina_statistics.html. 15/10/2006
- Di Lampedusa, Giuseppe Tomasi. Il Gatopardo. Buenos Aires. Editorial Losada.1994. Traducción
Guillermo Piro. Segunda Edic.
- Cortázar, Julio. Casa Tomada y otros relatos. Buenos Aires. Alfaguara, S.A. de Ediciones Beazley.
1994.
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[1] Cortázar, Julio. Trabajos de oficina, en AAVV, Historia de Cronopios y Famas. Buenos Aires. Grupo
Santillana de Ediciones, S.A. Primera Edición. 1998. p.66
[2] V. Garrone, Juan Alberto. Manuel de Derecho Comercial. Contratos Comerciales y Seguros.
Buenos Aires Editorial Abeledo- Perrot. 1986. p. 393.
[3] V. Etcheverri, Raúl Aníbal. Derecho Comercial y Económico. Contratos parte especial. Buenos
Aires. Editorial Astrea. 1994. pp. 346-347.
[8] Claim made se podría traducir al español como cláusula de reclamo efectuado.
[10] En Capital Federal hasta el 50 % mientras que en el interior en un 100%. 3er Congreso
Internacional de Salud “Medicina y MERCOSUR”.
http://www.revistamedicos.com.ar/newsletter/newsletter65.htm.
18/10/2006
[11] Long tail (cola larga): son aquellas obligaciones cuyos plazos de prescripción son muy extensos.
[12] V. López Saavedra, Domingo M. La validez de las cláusulas claims made. Comentario del fallo:
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, sala C (CNCiv) (SalaC) ~ 2006/05/02 ~ Barral de Keller
Sarmiento, Graciela c. G., J. A. y otros. Buenos Aires. LA LEY.16/08/2006, 8
[13] Este ente reasegurador asumía el riesgo junto a la compañía aseguradora original.
[16] V. Di Cataldo, Vanesa. Las cláusulas claim made y de ocurrencia en las pólizas de seguros
.http://www.infocomercial.com/articulos/barticulos.php?tipo_art=unico&id_articulo=17113&cod_sit
io=6.14/10/2006
[17] V. Sobrino, Waldo A. R. Cláusulas “Claims made”: Protección de los “consumidores de seguros”.
Nota alFallo. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, sala C (CNCiv) (SalaC) ~ 2006/05/02 ~ Barral
de Keller Sarmiento, Graciela c. G., J. A. y otros. LA LEY 13/09/2006, 5.
[18] V. Stiglitz, Rubén S. - Compiani, María Fabiana. Las cláusulas claim made, por siempre ilícitas.
Buenos Aires. LA LEY 10/10/2006, 1.
[19] V. Lorenzetti, Ricardo L. “Contrato de seguro: La cláusula Claims made”. LA LEY 1998-C, 1174.
[20] Las modalidades impuras establecen por ejemplo condiciones de prolongación de plazo de
pólizas, o condiciones de retroactividad para reclamos, etc.
[21] V. Lorenzetti, Ricardo L. Tratado de los contratos. Buenos Aires. Editorial Rubinzal - Culzoni,
1999. p. 151
[22] V. Lorenzetti, Ricardo L. “Contrato de seguro: La cláusula Claims made”. LA LEY 1998-C, 1174.
[26] Passim. Exp. tomada de la novela Il Gatopardo de Giuseppe Tomasi de Lampedusa. Hace
referencia al fenómeno de aparentar un cambio, ante presiones, para conservar la situación
preexistente. N del A.
[27] Passim. Cortázar, Julio. Casa Tomada y otros relatos. Buenos Aires. Alfaguara, S.A. de Ediciones
Beazley. 1994. pp. 7-17.
[29] Entrevista a Dr. Raúl Enrique López. Médico Urólogo Jerarquizado. Matrícula 3071.Vocal de
F.A.U (Federación Argentina de Urologia). Docente de la Cátedra de Urología. Facultad de Medicina.
UNT. 14/10/2006
[30] Según un informe publicado por la Consultora Saint Pacific de Capital Federal.
http://www.sogiba.org.ar/demandas.htm. 15/10/2006
[31] Según un informe de Isalud, subió la cifra de los juicios en un 1000% los últimos años, así como
también el ejercicio de la medicina defensiva. http://www.sogiba.org.ar/demandas.htm. 15/10/06.
Provincia de Tucumán / Adhesión a la Ley Nacional N° 27.264 del Régimen de Fomento a las
Inversiones (Ley Nº 9093 - 11/04/2018)