Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Presidente General Jorge Ubico 1931
Presidente General Jorge Ubico 1931
Gobierno
Una vez en la presidencia, Ubico asumió poderes autoritarios. Mantuvo
una asamblea legislativa fiel a sus órdenes. Uno de sus principales objetivos
fue lograr una reorganización de la Administración Pública, para lo cual
nombró a varios allegados, los llamados ubiquistas, en posiciones clave del
gobierno, entre ellos el coronel Roderico Anzueto, que ocupó el cargo de jefe
de la Policía.
El régimen de Ubico se caracterizó por los intentos de estabilizar las finanzas del Estado, para
lo cual redujo el gasto público. También fue significativo su impulso a la construcción de obra
pública, especialmente carreteras, en beneficio de la actividad cafetalera, dominada por
inmigrantes alemanes en la Verapaz.
Para la construcción de carreteras empleó trabajo forzado de indígenas, que eran vigilados
por el departamento militar de diseño y construcción de carreteras y reclutados a la fuerza
mediante la Ley de Vagancia.
Símbolos patrios
El régimen del general Ubico declaró la ciudad de Antigua Guatemala como
monumento nacional en marzo de 1944 y decretó a la “monja blanca” como
flor nacional del país. En 1933, Leticia M. de Southerland, presidenta de la
exposición internacional de flores celebrada en Miami Beach (Florida), envió
una sugerencia al gobierno de Guatemala de que el ejemplar expuesto de
Licaste Skinneri Alba fuese designado como flor nacional.
Esta sugerencia fue consultada por el presidente de la República con varios especialistas,
entre ellos Ulises Rojas y Mariano Pacheco H. y entidades como la Biblioteca Nacional de
Guatemala y la Sociedad de Geografía e Historia. Los expertos tomaron en cuenta la
hermosura y rareza de esta flor y estuvieron de acuerdo con la sugerencia, por lo que el 11 de
febrero de 1934 la presidencia de la República emitió un decreto dando a la “monja blanca” la
denominación de flor nacional.
Acusó a Santa Cruz de una falta menor, y ordenó que lo castigaran, una vez
preso, detuvieron al resto de conspiradores. A todos los trasladaron a prisión y
les aplicaron terribles torturas. Santa Cruz, presa de tremendos dolores, terminó
delatando a sus compañeros de conjura.
Carrillo fue apresado en su casa de habitación el 24 de diciembre de 1940 y
conducido a la Penitenciaría Central, donde otros confabulados lo vieron en
estado deplorable por las torturas que había padecido. Por su parte, Ortiz
Rivas estaba enfermo y recluido en un hospital, hasta allí llegó la policía a apresarlo el 24 de
diciembre a las 8 de la mañana. Fue conducido a prisión y allí lo dejaron encerrado hasta
después de la renuncia del general Ubico el 2 de julio de 1944.
En total, doce de los conjurados fueron brutalmente torturados, juzgados en corte marcial y
fusilados el 28 de diciembre de 1940 en el fuerte de Matamoros.
Obras
Ubico se interesó en diversos proyectos de índole gubernamental y la dotación de servicios de
comunicación. La construcción de oficinas gubernamentales en toda la República fue parte del
esfuerzo para reorganizar y forzar el aparato administrativo para la llegada de servicios para
mejor funcionalidad del Estado, así como el embellecimiento de la capital y de las principales
ciudades, concentró en la ciudad de Guatemala los despachos ministeriales y las direcciones
generales.
Renuncia
El 1 de junio de 1944, Ubico incrementó el salario de los
empleados públicos en un 15%, pero solo para aquellos que
ganaban menos de 15 quetzales mensuales. Esto dejaba
fuera a los maestros, que reaccionaron con una serie
de protestas pacíficas con el fin de ser beneficiados con ese
aumento.
Por su parte, los estudiantes universitarios iniciaron marchas pacíficas para exigir la
destitución de sus decanos, ya que, durante el gobierno de Ubico, la Universidad de San
Carlos era dependencia del Ministerio de Instrucción Pública y las autoridades eran
nombradas directamente por el presidente de la República. Ubico accedió a cambiar a los
decanos, pero los sustitutos, nombrados por el presidente, no fueron del agrado de los
estudiantes, quienes en consecuencia redoblaron sus protestas.
La Carta de los 311, llamada así porque contó con el aval de 311 firmas,
principalmente de jóvenes universitarios, fue un documento enviado a
Ubico tras la supresión de las garantías constitucionales que este ordenó
luego de las protestas de los estudiantes universitarios. Ubico no
respondió favorablemente a esa carta, como se desprende de la
segunda misiva que se le dirigiera pocos días después, en la cual se le
exigia su renuncia.
Ante las anteriores misivas, y a causa del descontento popular
generalizado, Ubico decidió renunciar el 1 de julio de 1944.
Ubico Castañeda se había exiliado en Nueva Orleans (Luisiana) a finales de octubre de 1944,
donde murió de cáncer de pulmón el 14 de junio de 1946.