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TÍTULO: “PERSISTENCIA DE LA ENZIMA LACTASA EN GENES LCT Y MCM6

EN ÁFRICA”

INTRODUCCIÓN

La persistencia de la lactasa en estas regiones es un hecho que nos da mucha


curiosidad, conocer qué factores son los que determinan la persistencia de esta
enzima y cuales han sido los cambios que ocurrieron evolutivamente.

ANTECEDENTES

Para conocer los antecedentes del porqué se da la persistencia de la lactasa en


todo el mundo explicaremos primero qué es la lactasa.

La lactasa es una enzima producida en el intestino delgado y que se sintetiza


durante la infancia en todos los mamíferos. Su acción es imprescindible en el
proceso de conversión de la lactosa, azúcar doble (disacárido), en sus
componentes glucosa y galactosa. La lactasa se produce en el borde de cepillo de
las células que recubren las vellosidades intestinales. Pertenece a la familia de las
disacáridasas, que son las enzimas que se encargan de romper los disacáridos en
los monosacáridos que los forman.

Esta enzima tiene antecedentes históricos de gran relevancia y comienza hace


miles de años, Hace miles de años, la única forma que tenía el ser humano de
subsistir era cazando animales y recolectando los vegetales que se encontraba a
su paso. Esta forma de alimentarse tenía una limitación importante y es que en el
momento en el que no había caza o no se encontraban frutos y vegetales
comestibles, el sustento disminuía poniendo en peligro la vida y el desarrollo de
aquellas poblaciones.

No fue hasta hace 11.000-10.000 años, durante el desarrollo de la cultura del


Neolítico en Oriente Medio, que el ser humano empezó a asentarse en pequeños
poblados iniciando la agricultura y, posiblemente, la domesticación de animales
que daban leche. A partir de ahí, el Neolítico se expandió a través de Grecia y los
Balcanes hasta llegar a Europa Central, hace unos 7.500 años. Y fue ahí, en las
planicies de la actual Hungría, según los estudios actuales, donde se produjo una
mutación en el ADN del hombre que le permitió digerir la lactosa. Las mutaciones
que permitían beber leche eran muy poco comunes antes de que empezara la
producción de derivados lácteos.

Se deduce que cuando los humanos aprendieron a pastorear, las mutaciones que
permitían beber leche se expandieron porque confirieron una enorme ventaja a
aquellos que la poseían, quizás por el aporte extra de proteínas y grasas
disponibles en la leche. Es interesante la forma en la que esta enzima tuvo
evolución y cobro existencia.

Sea como sea, hasta entonces, la leche era un tóxico para los humanos adultos.
Sin embargo, esto no era así para los niños, quienes tenían la capacidad de
producir lactasa, el enzima que digiere la lactosa. A pesar de esta limitación, a
medida que la agricultura y la ganadería evolucionaban, el hombre fue capaz de
reducir el contenido de lactosa de la leche fermentándola para producir yogurt y
queso, este hecho no sólo permitía disponer de más variedad de nutrientes, sino
conservar un alimento durante un período de tiempo más prolongado.

Los investigadores estiman que aquellas poblaciones fueron capaces de tener


descendencia un 19% más fértil, aproximadamente, lo que permitió que durante
cientos de generaciones se expandieran por Europa, siempre que dispusieran de
un suministro de leche fresca y sus derivados. Es lo que algunos investigadores
han denominado “co-evolución genético-cultural”.
Así, las personas capaces de digerir la lactosa podrían encontrar sus ancestros
en Europa Central, donde este rasgo parece estar ligado al cambio de un único
nucleótido del ADN. Concretamente, el cambio de una citosina por una timina en
una región no muy alejada del gen de la lactasa, es lo que ha permitido que este
gen permanezca activo durante la edad adulta. Sin embargo, existen otras
poblaciones en el mundo capaces de tolerar la lactosa como son las del Este de
África, Oriente Medio y Sur de Asia.

ANÁLISIS Y RELEVANCIA BIOLÓGICA

Domesticamos vacas hace aproximadamente 10,500 años en lo que hoy es Irán.


Algunas personas no podían beber su leche, podemos tomar la leche humana por
un periodo de tiempo relativamente corto y luego nuestros genes “apagan”, por así
decirlo, nuestra habilidad para digerir la leche; usualmente eso es lo que pasa,
pero algunas personas tienen una mutación en el gen lo que hace que ese gen
nunca se apague y que les permite tomar leche para toda su vida.

Pero ya cuando las madres cesan de producir leche, la suplementamos con la


leche de vaca. Esto no se extendió a todas las regiones del planeta, solo en
ciertos grupos de humanos que tenían esta adaptación genética, por ejemplo, en
el sur de Sudán, el 17% aproximadamente de la población no puede tomar leche,
la mayoría si puede, pero las personas que viven en el sur de Sudán eran
ganaderos, así que podemos decir que ellos se adaptaron por lo que las personas
que no pueden tomar leche no se nutrían lo suficiente y no podían competir con
aquellas personas que si podían beber leche. Aquellos que sí se adaptaron
pudieron sobrevivir y los que no podían morían.

Algunos ejemplos de lo anterior podrían ser que los nativos americanos no tenían
vacas domesticadas por lo que de pequeños tomaban leche y después ya no la
podían tomar, por lo que el 100% aproximadamente de los nativos americanos no
pueden procesar la lactosa; alrededor del 99% de las tribus Ebo y Yoruba de
Nigeria no pueden digerir la leche; cerca del 90% de las personas originarias del
área de lo que hoy es Japón y Tailandia no pueden procesar la leche; y en Suecia
solo el 4% aproximadamente de las personas no pueden procesar la leche.

Con los ejemplos anteriores podemos verificar cuáles eran los grupos humanos
que tenían actividad cultural ganadera de consumir leche, tan sólo con observar
los porcentajes de la intolerancia a la lactosa.

En Suiza, España y Finlandia cerca del 20% de las personas son intolerantes a la
lactosa. Para contrarrestar este hecho, en algunas partes del mundo, como los
países anteriormente mencionados, empezaron a aprender cómo hacer queso ya
que el queso está hecho mediante procesos de fermentación que descomponen
gran parte de la lactosa de la leche. Con este método, los genes eventualmente no
se “apagaron”, por lo que hoy en día algunos de nosotros somos intolerantes a la
lactosa y otros no. Estos cambios nutricionales nos permitieron adaptarnos y vivir
en otras regiones.

Conociendo los aspectos culturales de la intolerancia a la lactosa nos


enfocaremos a dar a conocer sus aspectos bioquímicos. La intolerancia a la
lactosa en los recién nacidos (deficiencia lactasa congénita) es debida a
mutaciones en el gen LCT. La intolerancia a la lactosa en la edad adulta está
causada por la disminución gradual de la expresión del gen LCT después de la
infancia. La expresión del gen LCT es controlado por una secuencia de ADN
llamado elemento regulador el cual se encuentra localizado en el gen MCM6.

El gen LCT, situado en el brazo largo del cromosoma 2 (2q21), codifica una
enzima denominada lactasa, esta enzima ayuda a digerir la lactosa.

Se han identificado al menos 9 mutaciones en el gen LCT en las personas


intolerantes a la lactosa. Las mutaciones del gen LCT cambian aminoácidos en la
enzima lactasa o dan lugar a una enzima que es anormalmente corta. Se
considera que estos cambios interfieren con la función de la enzima lactasa,
provocando que la lactosa no sea digerida en el intestino delgado y cause diarrea
intensa además de otros malestares.
El gen MCM6, situado en el brazo largo del cromosoma 2 (2q21), codifica parte del
complejo MCM, un grupo de proteínas que funciona como helicasa la cual es una
enzima vital en los seres vivos ya que participa en los procesos de duplicación y
reproducción celular de este, transcripción, recombinación y reparación del ADN, y
de biogénesis de ribosomas. Una secuencia de ADN específica en el gen MCM6
denominado elemento regulador, ayuda a controlar la expresión del gen LCT.

Al menos cuatro variaciones se han identificado en el elemento regulador, cada


una de las cuales da lugar a la codificación de la lactasa sostenida en el intestino
delgado y la capacidad de digerir la lactosa durante toda la vida. Las personas sin
estos cambios tienen una capacidad reducida para digerir la lactosa a medida que
envejecen, lo que da lugar a los signos y síntomas de la intolerancia a la lactosa.

La capacidad de digerir la lactosa en la edad adulta depende de que variaciones


en el elemento regulador ha sido heredado de sus padres. Las variaciones que
promuevan la codificación continua de lactasa se consideran autosómicas
dominantes, lo que significa que una copia del elemento regulador alterado en
cada célula es suficiente para sostener la codificación de lactasa.

Las personas que no han heredado estas variaciones de cualquiera de los padres
tendrán algún grado de intolerancia a la lactosa.

Sarah Tishkoff, bióloga e investigadora de la Universidad de Pensilvania junto con


su equipo de trabajo, encontraron posteriormente una mutación distinta que
también se relaciona con la tolerancia a la lactosa, pero en este caso, en las
poblaciones de pastores africanos, lo que propone la existencia de una evolución
convergente.

Se trata de la capacidad para digerir la leche en la vida adulta, conferida por


cambios genéticos que se produjeron hace aproximadamente 3,000 años. Fue uno
de los primeros casos de evolución humana convergente documentado al nivel
genético. La evolución convergente hace referencia a dos o más poblaciones que
adquieren un mismo rasgo de manera independiente.
Para buscar variaciones genéticas entre las poblaciones con capacidad para
digerir la leche, el equipo de Tishkoff secuenció tres regiones genómicas que
influyen en la actividad del gen LCT que codifica la lactasa en 819 africanos de 63
poblaciones diferentes y 154 no africanos de nueve poblaciones diferentes en
Europa, Oriente Medio y Asia Central y Oriental. También examinaron los
resultados de la prueba de tolerancia a la lactosa en 513 personas de 50
poblaciones en el este de África.

Se confirmó la asociación entre la persistencia de la lactasa y tres polimorfismos


conocidos de un solo nucleótido o SNPs, que son lugares en los que la secuencia
de ADN varía en sólo una "letra", también identificaron dos nuevos SNPs
asociados con el rasgo situado en regiones que se cree que regulan la expresión
del gen de la lactasa.

Detectaron la variante asociada con la persistencia de la lactasa en los europeos


T-13910; la variante G- 13915 que se encuentra con alta frecuencia en la
Península Arábiga, en el norte de Kenia y el norte de Sudán; la variante G-13907
en el extremo norte de Sudán y Kenia así como en Etiopía; y observaron otra
variante más, C-14010 en Tanzania y Kenia.

La principal mutación, encontrada entre los grupos étnicos en las regiones de


Kenia y el norte de Tanzania, se produjo cerca de 2,700 a 6,800 años atrás, esto
coincide con las pruebas arqueológicas que indican que los pueblos pastores del
norte llegaron a Kenia hace unos 4,500 años, y al sur de Kenia y a Tanzania hace
3,300 años.

Su análisis reveló una fuerte evidencia de una selección positiva reciente que
afecta a diversas variantes asociadas con la persistencia de la lactasa en
poblaciones africanas, probablemente en respuesta al desarrollo cultural del
pastoreo. Los patrones geográficos distintos en los que estas variantes estaban
presentes se correlacionaron, en muchos casos, con migraciones humanas
históricas, mezcla entre poblaciones, así como la propagación del ganado vacuno,
las ovejas y los camellos.
Las pruebas genéticas demuestran que las mutaciones permitían una enorme
ventaja selectiva a quienes las portaban, lo que les permitía dejar un número de
descendientes 10 veces superior al de la gente sin esas mutaciones. Las
mutaciones son tan ventajosas que básicamente son una de las señales más
fuertes de selección natural observadas en cualquier genoma, en cualquier estudio
y en cualquier población en el mundo realizado hasta la fecha en seres humanos.

La ventaja de supervivencia tal vez era tan fuerte, porque los que tenían las
mutaciones no sólo adquirían una energía adicional de la lactosa, sino que, en
situaciones de sequía, se beneficiaban del agua que contiene la leche.

Incluso con las variantes identificadas, todavía hay patrones que los datos
genéticos no pueden explicar, como por ejemplo, se observó que en algunos
grupos que parecían ser capaces de digerir la leche no tenían ningún signo
genético de esta habilidad; como es el caso del pueblo Hadza, tribu de Tanzania,
en el que casi la mitad tenía el rasgo de persistencia de la lactasa.

Para Tishkoff estos datos indican que existe la fuerte posibilidad de que, tal vez,
hay otras variantes en regiones del genoma que aún no se han examinado.

DISCUSIÓN

Sabemos que sólo una pequeña fracción de todas las mutaciones son ventajosas,
la mayoría son neutrales o perjudiciales. Por otra parte, si una población se adapta
más a su entorno actual, las nuevas mutaciones deberían ser menos, y menos
probable que aumente su capacidad.

El rápido crecimiento de la población se ha producido junto con grandes cambios


en la cultura y en los ecosistemas, y esto trajo consigo la creación de nuevas
oportunidades para la adaptación. En los últimos 10,000 años aproximadamente
se ha producido una rápida evolución esquelética y dental en la población humana
así como la aparición de muchas nuevas respuestas genéticas a dietas y
enfermedades.
La variación genética humana parece consistente con una aceleración reciente de
la selección positiva. Los diferentes estudios genéticos muestran una tasa
excepcionalmente rápida de la evolución adaptativa.

La capacidad de digerir la lactosa es un muy estudiado ejemplo de la evolución


adaptativa en la especie humana. La selección natural positiva o la tendencia de
los rasgos beneficiosos para aumentar la prevalencia (frecuencia) en una
población, es la fuerza impulsora de la adaptación y la evolución. Para que un
rasgo sea de selección positiva debe tener dos características. En primer lugar, la
característica debe ser beneficiosa, o lo que es semejante, debe aumentar en el
organismo la probabilidad de sobrevivir y reproducirse. En segundo lugar, el rasgo
debe ser heredable de modo que se puede pasar a la descendencia. Los rasgos
beneficiosos son extremadamente variados y pueden incluir coloración protectora,
una capacidad de utilizar una nueva fuente de alimento, como es en este caso, o
un cambio en el tamaño o la forma que pueda ser útil en un determinado medio
ambiente.

Si una característica se traduce en más descendencia que compartan el rasgo,


entonces es más probable que se convierta común en la población de un rasgo
que surge al azar. A nivel molecular, la selección se produce cuando un
determinado ADN variante se vuelve más común debido a su efecto sobre los
organismos que llevan, como fue lo que se observó en las poblaciones de Europa
y de África.

Los estudios hechos en el este de África demuestran la velocidad con la que una
mutación genética puede verse favorecida en condiciones de fuerte selección
natural, lo que respalda el potencial ritmo del cambio evolutivo en los humanos.

CONCLUSIONES

El presente trabajo fue realizado con el fin de saber acerca de la enzima de la


lactasa, saber sobre sus antecedentes y así conocer la persistencia de estas
mutaciones en los genes.
Así mismo analizar los casos en donde se han desarrollado las mutaciones, en
diferentes regiones. Podemos observar que el ambiente también fue un factor para
que se manifestara este fenómeno.

Nos pareció muy interesante de que las causas de la intolerancia pueden ser
varias, ya que en todos los casos existe una insuficiencia de la enzima lactasa en
el intestino. Se pueden distinguir principalmente tres tipos de intolerancia a la
lactasa. Por ejemplo, la deficiencia de la lactasa innata (Primaria), es la más
común. En este tipo de intolerancia hereditaria, el intestino delgado suele producir
una gran cantidad de lactasa en la infancia y con el tiempo va disminuyendo. De
este modo, hay muy poca lactasa disponible y se produce una intolerancia
alimenticia.

Seguimos con la siguiente variación: Deficiencia de lactasa adquirida


(Secundaria). La intolerancia a la lactasa adquirida, no se debe a factores
hereditarios. Los afectados lo adquieren a lo largo de su vida, un ejemplo podría
ser a causa de determinadas enfermedades.

La siguiente variación es, a causa de la lactasa congénita (Alactasia), esto se trata


de un defecto enzimático congénito, genético y es muy poco frecuente, aparece en
los lactantes e implica una deficiencia total.

Llegamos a la conclusión de que factores ambientales y culturales como la


ganadería y factores genéticos hacen prevalecer este tipo de mutaciones, sólo que
en algunos lugares persiste más esta tolerancia y varía porcentualmente.

Y podemos observar que el mayor porcentaje de intolerancia está en África,


mientras que el mayor porcentaje de tolerancia lo encontramos en Europa.

REFERENCIAS

1. https://es.wikipedia.org/wiki/Lactasa, Consultado el 18 junio 2017


2. The evolution of Lactase persistence in Europe, Michaela Leonardi, Pascale
Gerbault, Mark G. Thomas, en el International Dairy Journal, Vol.22, p.p. 88-97;
Octubre 2011

3. The milk revolution, Andrew Curry, en Scientific American pp 38-43; Julio 2015

4. Genetic signatures of strong recent positive selection at the lactase gene.


Bersaglieri Todd, in American Journal of Human Genetics; vol. 74(6): 1111-1120;
Junio 2004.

5. Lactose Tolerance in East Africa Points to Recent Evolution. Nicholas Wade, en


New York Times, Diciembre 2006

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