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Iglesia. Los mandamientos y los preceptos son la síntesis concreta de todo lo que
el hombre debe hacer o evitar para adquirirla las virtudes, conquistar la verdadera
libertad y alcanzar el Sumo Bien.
Cada mandamiento o precepto contiene una parte positiva (las "ordenes" que se
deben cumplir) para realizar el bien, y una parte negativa (las "prohibiciones" que
se deben observar) para evitar el mal.
Jesucristo, que es "el camino, la verdad y la vida", es el maestro que nos enseña
cómo deben ser observados de modo perfecto los mandamientos y los preceptos.
- Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus
fuerzas.
- Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
144. ¿Dónde está sintetizada toda la ley divina, tanto la natural como la
revelada?
Ley Natural
Distinta a la ley revelada, la ley natural es lo que los seres humanos podemos conocer, por medio
de la razón. Es lo que está al alcance de la razón sin recurso a la fe. La ley natural es "La
participación de la criatura racional en la ley eterna" -Sto. Tomás de Aquino; Summa Theologica,
1a, 2ae, quest. 91, art.2.
Ver también: Descubrir la ley natural -Benedicto XVI La ley natural como fundamento de la
democracia -Benedicto XVI La ley natural, antídoto del relativismo ético -Benedicto XVI
La ley moral natural, según santo Tomás de Aquino, "no es otra cosa que la luz de la inteligencia
infundida en nosotros por Dios. Gracias a ella conocemos lo que se debe hacer y lo que se debe
evitar. Dios ha donado esta luz y esta ley en la creación" (Veritatis Splendor, n. 40; cf. también
Catecismo de la Iglesia católica, nn. 1954-1955).
Se le llama ley natural porque todo ser humano está sujeto a ella ya que contiene sólo los deberes
que son derivados de la misma naturaleza humana y porque su esencia puede ser captada por la
luz de la razón sin ayuda sobrenatural.
Sabemos, por ejemplo, por la ley natural, que el adulterio, el aborto y el robo son males porque
podemos razonar que violan derechos humanos fundamentales.
Marco Tulio (Cicerón) +46A.C., político y orador romano, en su libro La República, escribe respecto
a la Ley Natural: “Ciertamente existe una ley verdadera, de acuerdo con la naturaleza, conocida
por todos, constante y sempiterna... A esta ley no es lícito agregarle ni derogarle nada, ni tampoco
eliminarla por completo. No podemos disolverla por medio del Senado o del pueblo. Tampoco hay
que buscar otro comentador o intérprete de ella. No existe una ley en Roma y otra en Atenas, una
ahora y otra en el porvenir; sino una misma ley, eterna e inmutable, sujeta a toda la humanidad en
todo tiempo...”. (Cap. 3)
San Pablo reconoce la existencia de la ley natural cuando describe las responsabilidades morales
de aquellos que no tenían el beneficio de conocer la ley mosáica (ley revelada).
"En efecto, cuando los gentiles, que no tienen ley, cumplen naturalmente las prescripciones de la
ley, sin tener ley, para sí mismos son ley; como quienes muestran tener la realidad de esa ley
escrita en su corazón, atestiguándolo su conciencia, y los juicios contrapuestos de condenación o
alabanza... " Romanos 2,14
La ley civil del Occidente se ha fundamentado en gran parte en el principio de la ley natural.
Lamentablemente, se ha ido apartando de ella en las últimas décadas, como se hace evidente, por
ejemplo, en la legislación favorable al aborto.
LA LEY DE CRISTO
La Ley de Cristo no es una nueva ley traída por el Hijo de Dios distinta a la Ley
que fue dada a Moisés, sino más bien la consecuencia en la persona del
cumplimiento espiritual de aquella. Sabemos que no hay nadie que pueda cumplir
los 613 mandamientos y ordenanzas de que consta, y que fue Jesucristo, Dios con
nosotros, quien la cumplió, llevando a la Cruz los pecados de todos, en aquél
cuerpo de carne que adoptó para su obra redentora.
Si bien estamos obligados como miembros del cuerpo de Cristo a servirnos los
unos a los otros, también sabemos que Dios es amor, pero no el amor humano,
sino el Espiritual de Cristo, el cual ama de manera sobrehumana, con propósito y
permaneciendo siempre fiel. Sirvámonos pues los unos a los otros, y
sobrellevemos las cargas de los hermanos, porque si nos amamos los unos a los
otros conocerán todos que somos discípulos de Cristo.
Esta enseñanza de nuestro Maestro de dejar nuestras cargas lleva de la mano otra,
que es tomar nuestra cruz, para recibir las cargas que el Señor nos dé. Esto lo
tratamos en el apartado 3.
Hay tres tipos de cargas con las que nuestra alma puede lidiar. Una es la de
nuestras propias preocupaciones, nuestra familia, nuestra Iglesia, nuestro trabajo,
salud, etc. nuestros propios proyectos, tanto del mundo como espirituales.
Otra es la carga que nosotros queremos llevar por la que ofrecemos nuestras
almas al Señor como sacerdotes en la intercesión, por los hermanos y amigos en
Cristo que nosotros queremos, para un modelo de Iglesia, convivencia y
hermandad que nosotros queremos.
La última carga que podemos llevar, es la que Cristo está esperando que Su
Iglesia le pida. La cruz que nos dice que llevemos para seguirle a Él. Esta cruz la
diseña Dios para nosotros y Él nos la concede cuando le dejamos a Él que nos la
dé.
El hombre tiene que dejar las cargas de sus propias preocupaciones, sus propios
proyectos, y añadir a sus oraciones y sacerdocio el aceptar la cruz que el Señor
nos ponga, las cargas que Él quiere que llevemos, las personas con las que
compartir, aquellas a las que predicar, aquellos hermanos con los que Él quiere
que estemos, quizá a los que no conocemos pero el Señor sí conoce. Las
preocupaciones, acciones y oraciones que Él disponga para que las llevemos. No
solo las de nuestra voluntad sino las que son de la voluntad y propósito del Señor,
mas bien del Padre que es quien diseña una cruz para cada uno de nosotros a
nuestra medida, igual que preparó la Cruz de su Hijo, por eso el Maestro de
nuestra cruz es Cristo, el carpintero, el experto en la madera o madero de
tormento. Esta es la cruz que Cristo nos pide que tomemos. ¡Toma tu cruz y
sígueme!, no con tu propia cruz de tu creación, sino con la que el Padre te ha
preparado.
No podemos pensar que llevar solo la carga que nosotros queremos es del agrado
de Cristo, sino que nuestra disposición ha de pasar por ofrecernos a Él para llevar
la que el Señor quiere que llevemos, entonces somos aceptados por el Señor en
Su Yugo, del cual tiramos, cual bueyes, de una carga que es la de Cristo.
Las cargas que nosotros queremos llevar también están en el "carro" del que tira
Cristo pues somos su pueblo, tenemos Su Espíritu, y nos esforzamos por lo
Espiritual, haciendo Él el reparto de la carga que cada uno puede llevar. En el
yugo hay dos bueyes, uno simboliza a Nuestro Señor, es el Sacerdote de la
derecha, el guía, y el otro buey somos nosotros que vamos con Él. Sin Él no
podemos tirar de ninguna carga espiritual, en el tiempo de Dios, de la forma que
Dios quiere y con frutos que Él quiere darnos. Podremos tirar de muchas cargas
que nosotros mismos nos imponemos, bien por hermanos, por personas que
nosotros queremos que se conviertan a Cristo, por proyectos que nosotros
queremos, por la Iglesia que nosotros queremos, etc, pero entones no somos
sacerdotes útiles, porque estorbamos el reparto de la carga, el ritmo y la fuerza de
tiro del yugo.
Aprender cual es nuestra carga y aceptarla comienza por nuestra disposición ante
el Señor de tomar nuestra cruz preparada por Él. Es en lo que hemos de
concentrar nuestra oración para que el Señor nos muestre ...las obras que Él
preparó de antemano para que anduviésemos en ellas... Efesios 2:10. La Ley de
Cristo nos enseña pues que el fruto de nuestro esfuerzo por amor a nuestros
hermanos y a Cristo comienza por ponernos a Su disposición.
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Mejor respuesta: Las leyes civiles son las que regulan al derecho privado...osea q legalizan
conflictos entre personas de caracter patrimonial, familiar, sucesorio(testamental) y sobre la
persona ( osea su personalidad, el nacimiento, dechos, capacidad etc)....Existe el código Civil y de
procedimientos civiles.
La materia civil es la columna vertebral del derecho. En Cuanto a procedimiento en jucio, por
ejemplo las pruebas son reguladas por este derecho.
Fuente(s):Constesta mi encuesta si quieres. http://mx.answers.yahoo.com/question/ind...
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Hola puede tener varias ascepciones por ejemplo se puede diferenciar del derecho agrario y del
derecho civil, se puede identificar del fuero militar y del derecho civil, pero en estricto sentido las
leyes civiles son aquellas que se encargan de regular las relaciones entre particulares.
2. Confesar los pecados mortales al menos una vez al año; antes de comulgar y
cuando haya peligro de muerte.
4. Hacer penitencia todos los viernes, y ayuno y abstinencia cuando los indica la
iglesia.
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Mejor respuesta: Leyes morales son aquellas que no se encuentran escritas pero que forman
parte de las reglas de convivencia social, por ejemplo, el darle el asiento a una dama o a una
embarazada o a un anciano.
Leyes civiles son aquellas leyes que toman en carácter de jurídicas por el hecho de haberse
creado con el fin de resolver los conflictos en la sociedad, por ejemplo, si rompes algo lo tienes que
pagar, si te prestan dinero y no pagas te obliga la ley a hacerlo etc.