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Problemáticas Interétnicas

“En tercer lugar, la identificación nacional y lo que se cree que significa implícitamente
puede cambiar y desplazarse con el tiempo, incluso en el transcurso de períodos
bastante breves.”

Cuando usamos el término nación lo hacemos para nombrar aquello de lo que formamos
parte, que siempre estuvo ahí y que permite remontarnos en la historia hasta pueblos milenarios
como los americanos o europeos de los que somos continuadores especulares. Hayamos allí un
modo de identificarnos constante y de características homogéneas, compartiendo un mismo idioma,
usando las mismas ropas, con las mismas costumbres y habitando los mismos hogares. Pero basta
con salir a caminar por cualquier metrópoli o adentrarse en la geografía de la nación para corroborar
que esta idea, esta comunidad imaginada (Anderson,1993), carece de la homogeneidad pretendida y
que por el contrario subsume bajo un sujeto ideal a colectivos diversos y no siempre aceptados.
Si hacemos un abordaje de carácter histórico y revisamos el Himno Nacional Argentino en
su versión de 1813, se verá como en sus estrofas se prefigura al sujeto nacional como aquel que se
reconoce en la gesta Revolucionaria, que además pertenece a Buenos Aires, que tiene como
enemigo tanto a España como a Artigas, que reconoce como antepasado glorioso al Inca.
Hacia 1910 en los actos del primer centenario de la Revolución de Mayo se escucha
también por primera vez una versión menos extensa del Himno Nacional, que la hace más
abarcativo, ya no tiene entre sus estrofas aquellas que enunciaban las particularidades del argentino,
en su lugar quedan los versos que celebran la libertad, la gloria y la muerte por un ideal superior y
común. Entre los festejos del primer centenario se realizó la Primera exposición de Arte
Internacional donde se exhibió el óleo “El Himno Nacional en la sala de María Sánchez de
Thompson” del pintor chileno Pedro Subercaseaux Errázuriz , una pintura alegórica a la primera
interpretación que López y Planes realizó en 1813. Este cuadro, encargado especialmente para el
evento, da cuenta de aquello ahora está ausente en la letra de la canción patria, ya que en la escena
representada podemos observar como “la aristocracia, el clero y militares de alto rango escuchan la
canción patria por primera vez” (Cardoso N., Paiva V. 2015). A cien años de la emancipación de
España el himno cambia para reflejar un cambio en la concepción de quienes pertenecen a la
Nación, antes con límites poco claros en cuanto a los grupos sociales que abarca, ahora aparecen
identificados con mucha más claridad, la élite eclesiástica, los aristócratas y los militares, dejando
fuera a otros sectores sociales.
Hobsbawm dice al respecto que si nos atenemos a la descripción de la nación y quienes la
conforman solo unos pocos individuos responderían a los criterios establecidos y se pregunta
“¿cómo podría ser de otro modo, dado que lo que tratamos de hacer es encajar unas entidades
nuevas, nacientes, cambiantes, que, incluso hoy día, distan de ser universales, en una estructura de
permanencia y universalidad?.”(Hobsbawm, 1991)
Al ser cambiantes los criterios objetivos que se utilizan para definir la nacionalidad es que solo
algunos miembros de las entidades pueden articularse dentro de esas identificaciones, resultando
que algunos sujetos será considerados más nacionales que otros.
Dice Hobsbawm, también, que “las naciones no construyen estados y nacionalismos, sino
que ocurre al revés.” (Hobsbawm, 1991). Retomando el texto de Cardoso y Paiva, podemos ver
como se construye el estado y la nación a partir del nacionalismo cuando se refieren a la
interpretación del himno en actos escolares durante la dictadura militar de 1976 a 1983, también
llamada el “Proceso de Reorganización Nacional”. En estos años la vigilancia de los docentes y
directivos durante los actos escolares se dirigía tanto sobre las formas corporales a adoptar, como
sobre el fervor al momento de cantar y la prolijidad de la vestimenta. Los desfiles para fechas
patrias eran también el espacio donde se disponían las formas del ser nacional, las canchas de fútbol
del mundial 78 también lo fueron bajo el lema “los argentino somos derechos y humanos”, esos
eran los argentinos y no el otro.
La cita del inicio se refería al carácter cambiante de la identificación nacional, en un breve recorrido
por la vida del Himno, cambios en la letra, en los modos de cantar, en los modos de teatralizar el
sentimiento nacional, quienes son considerados parte del colectivo nación a sido fluctuante, la
comunidad imaginada (Anderson, 1993) varió a lo largo del tiempo, y lo continuó haciendo durante
la recuperación democrática y en el período 2005-2015.

Bibliografía
• Benedict, A. (1993). Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la difusión del
nacionalismo. Comunidades imaginadas: Reflexiones sobre el origen y la difusión del
nacionalismo.
• Hobsbawm, E. J., & Beltrán, J. (1991). Naciones y nacionalismo desde 1780. Barcelona:
Crítica.
• Cardoso, N., Paiva, V. (2015). Letra y música de una nación imaginada.

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