Espacio sagrado,
territorialidad e identidad
en la tradici6n cultural indigena*
José Velasco Toro
sobre América Latina: Local y Regional, y en la V Reunién del
Grupo de Trabajo de Estudios Regionales celebradas ambas en
Varsovia en 1991 y 1992, respectivamente, se sometieron a discusién los
resultados de dos estudios elaborados a partir del conocimiento empirico
derivado del trabajo de campo en las regiones interétnicas de Uxpanapa,
Veracruz, y el territorio Yaqui, Sonora. En el primero se abordé el proble-
ma de la relocalizacién involuntaria de los chinantecos evaluando el
proyecto modernizador al que estuvieron sometidos. En el segundo se
analiza la multidimensionalidad del espacio y del territorio ocupado por
los yaquis. En un tercer trabajo sobre los zoques de Chiapas, se estudian
las caracteristicas de la reorganizacién del espacio a lo largo de su histo-
ria (Velasco, 199 1a; 1991b; 1992).
Al comparar los elementos de la constitucién étnica de zoques, yaquis
y chinantecos, al igual que los procesos de resistencia y referentes de
identidad de otras etnias, se observan premisas comunes que reflejan:
1) Una concepeién del mundo y de la vida en la que preexiste el valor
sagrado del espacio.
2) La imagen territorial y sus limites como expresi6n exterior de ese
espacio sagrado cuyo plexo es multidimensional
3) Una dindmica de reconstitucién étnica que tiene su base en la orga-
nizaci6n familiar.
4) Una memoria hist6rica cuya dimensi6n mitica constituye un acervo
de nociones reconocidas, més 0 menos conscientes.
FE: el II Simposium Internacional de la Universidad de Varsovia
* VI Reunién del Grupo de Trabajo de Estudios Regionales, Consejo Europeo de
Investigaciones Sociales de América Latina-Universidad de Aarhus, Sandbjerg, Dinamarca,
abril de 1993,
395) Y la soberania comunitaria en la que reside la responsabilidad del
territorio cedido por los dioses al hombre, por lo que en el espacio te-
rrestre estd obligado a renovar periédicamente el vinculo deidades-hom-
bres.
En esta ocasi6n intentaremos proseguir el estudio de la concepcién
sagrada del espacio y la territorialidad, en tanto componentes de la
unidad y conflictualidad étnica, a partir del andlisis comparativo de las
referencias de espacio y territorio en yaquis y zoques, asi como de otras
etnias de México. El objetivo es aproximarnos a la construccién de una
hipétesis que permita una comprensién histérica y vivencial, social y cul
tural de la conformacién, fragmentaci6n 0 reconstitucién simbélica y real
del espacio y el territorio en la tradicion de los pueblos indios mexicanos.
Espacio multiple y sagrado
El espacio en la tradicién cultural de los pueblos indios de México, rela-
ciona lugares cualitativamente diferentes: 1) Los sagrados que son
fuertes y significativos localizandose en el interior de la vivienda, el ba-
rrio, la comunidad aldeana, la parcela, cerros, montaiias, cuevas, rios y
templos, 2) Los profanos 0 cotidianos constituidos por la extensién uni-
forme que los rodea.
En el escenario del espacio y el tiempo sagrado, los pueblos indios
renuevan su presente y visién del mundo. La historia divina es la histo-
ria humana, elemento consubstancial de la identidad étnica y la cohesién
social. El espacio en la tradicién india se presenta dinamico y plastico,
revelando una dimensién de miltiples relaciones jerarquicas que se ma-
nifiestan fisica, social y simbélicamente al interior de la comunidad y
establecen hacia el exterior una posicién que busca ser de iguales,
exigiendo respeto y autonom{a. El sentimiento de independencia comuni-
taria dificilmente se puede separar del lugar que simboliza seguridad,
porque en 61 se encuentran los parientes vivos, los antepasados, pero
sobre todo las deidades protectoras ligadas al altar doméstico y a los ci-
clos vital y productivo. El lugar se muestra como objeto natural del sentir
cotidiano, del existir social inmediato (Dembicz, 1991: 11). Pero el lugar,
también es componente del espacio que esta articulado a un tiempo, a un
mito por demés sagrado y constituye el lugar elegido por los dioses para
morada del hombre.
El espacio sagrado en la tradicién etnocultural de zoques, yaquis y
otras etnias de mesoamérica, se concibe relacionado con un ser, 0 seres
supremos. Si bien las experiencias y el proceso histérico de cada etnia,
40asi como la dindmica interna del conjunto social, responden a circunstan-
cias y relaciones no sélo externas sino también distintas en funcién de
diversos factores materiales e ideolégicos que en conjunto le permiten a
la etnia generar su propia continuidad, se observa un valor gnosolégico y
etnocéntrico comin: el cardcter sagrado, cosmolégico y multidimensional
del espacio.
Los simbolos integran un sistema cognitivo no explicitado que en su
contexto emic refieren a un dispositivo conceptual que, como sefiala
Sperber (1988: 19), participa en la constitucién del saber y en el fun-
cionamiento de la memoria, expresdndose sistematicamente sin desarro-
llar el argumento que lo fundamenta. La memoria simbélica relaciona
pasado, presente y futuro, formando un todo de dificil disgregacién. Ast,
espacio y tiempo sagrado constituyen nociones que no corresponden a
una realidad fisica y profana, sino a una hierofania en la que el espacio
no es homogéneo ni continuo y el tiempo es reversible porque el hombre
no s6lo repite su experiencia pasada, sino la reconstruye al reactualizarla
periédicamente mediante diversos ritos, y al hacerla presente, reintegra
el tiempo original afirmando su historicidad.
Lo sagrado familiar. En el espacio familiar se distingue, grosso modo,
dos lugares donde se desarrolla la vida cotidiana y social, constituyendo
un universo donde esta representado lo natural y lo social: el exterior de
la vivienda ligado a las actividades doméstico-productivas e interaccién
social con vecinos y, por tanto, con una funcién de transicién entre el
mundo familiar y el comunitario; el interior en el que se desenvuelve la
intimidad familiar y donde existen dreas para el descanso diario, las aso-
ciadas a la actividad femenina que, como el fog6n, también representan
la seguridad del hogar y el altar doméstico. El altar es un espacio sagra-
do (el que también puede estar en el exterior de la casa), simbolo espiri-
tual de la vivienda, representacién del linaje familiar, elemento inte-
grador de la unidad doméstica para con la comunidad inmediata que es el
paraje o el barrio. En el altar del hogar, lugar significativo, generalmente
los iconos centrales corresponden a la santa o santo patrono del grupo
doméstico, del paraje o del barrio y del pueblo. A ellos, a los “santitos”, se
articula un complejo sistema de cargos ceremoniales que integran una
red social que abarca hasta los Ifmites espaciales y sociales marcados por
la propia filiacién etnosocial.
Ast, entre los zoques, los iconos que se encuentran en el altar domésti-
co corresponden al santo o santa venerada por la familia, considerada la
deidad protectora del grupo doméstico, imagen que también esta en la
ermita referente en un nicho de la iglesia. Su disposicién se relaciona
jera4rquicamente en funcién de la importancia del espacio al que
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