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La Lola

La Lola es un personaje que foma parte de la mitología de una


amplia zona geográfica, pues su leyenda se registra en
Antofagasta, Santiago, O’Higgins y Colchagua.
En la provincia de Antofagasta, en la época de los descubrimientos,
fue muy conocida una bella mujer llamada Lola. Su padre vivía para
cuidar a su hija y distanciarla de sus enamorados.
La Lola sembraba ilusiones y desengaños en los hombres, y mucha
envidia entre las mujeres. Un día conoció a un hombre del que se
enamoró, pero él amaba a otra mujer; ella, al sentirse desplazada,
se transformó en una terrible celosa. Fue así como, una noche, se
dirigió descalza y silenciosa a la habitación donde dormía el hombre
y lo mató con un puñal. Después huyó a los cerros dando gritos y
alaridos. Al tiempo regresó al poblado, víctima de la locura, solo
sabiendo reír, hasta que murió. Desde entonces la Lola y su espíritu
vengativo recorren los cerros.

La Lola
La Lola es un personaje que foma parte de la mitología de una
amplia zona geográfica, pues su leyenda se registra en
Antofagasta, Santiago, O’Higgins y Colchagua.
En la provincia de Antofagasta, en la época de los descubrimientos,
fue muy conocida una bella mujer llamada Lola. Su padre vivía para
cuidar a su hija y distanciarla de sus enamorados.
La Lola sembraba ilusiones y desengaños en los hombres, y mucha
envidia entre las mujeres. Un día conoció a un hombre del que se
enamoró, pero él amaba a otra mujer; ella, al sentirse desplazada,
se transformó en una terrible celosa. Fue así como, una noche, se
dirigió descalza y silenciosa a la habitación donde dormía el hombre
y lo mató con un puñal. Después huyó a los cerros dando gritos y
alaridos. Al tiempo regresó al poblado, víctima de la locura, solo
sabiendo reír, hasta que murió. Desde entonces la Lola y su espíritu
vengativo recorren los cerros.
La Añañuca
Es una flor típica de la zona norte de nuestro país, que
crece específicamente entre Copiapó (Región de Atacama)
y el valle de Quilimarí (Región de Coquimbo). Pocos saben
que su nombre proviene de una triste historia de amor.
Cuenta la leyenda que en tiempos previos a la
Independencia de Chile, en la localidad de Monte Patria,
vivía Añañuca, una bella joven indígena que todos los
hombres querían conquistar, pero nadie lograba.
Un día llegó al pueblo un minero que andaba en busca de
un tesoro. Al conocer a Añañuca, surgió el amor entre
ambos, por lo que decidieron casarse.
La pareja fue feliz durante un tiempo, pero una noche, el
joven tuvo un sueño donde un duende le revelaba el lugar
en donde se encontraba la mina que por tanto tiempo
buscó. A la mañana siguiente, sin avisarle a nadie, ni
siquiera a su mujer, partió a buscarla.
Añañuca, desolada, lo esperó y esperó, pero pasaban los
días, las semanas, los meses y el joven minero nunca
regresó.
Se dice que éste habría sido víctima del espejismo de la
pampa o de algún temporal, causando su desaparición y,
presuntamente, su muerte.
Añañuca pronto murió, producto de la gran pena de haber
perdido a su amado. Fue enterrada por los pobladores en
pleno valle en un día de suave lluvia. Al día siguiente, salió
el sol y todos los vecinos del pueblo pudieron ver un
sorprendente suceso. El lugar donde había sido enterrada
la joven se cubrió por una abundante capa de flores rojas.
Desde ese momento, se asegura que esta joven se
convirtió en flor, como un gesto de amor a su esposo, ya
que de esta manera permanecerían siempre juntos. Así fue
que se le dio a esta flor el nombre de Añañuca.
La Añañuca
Es una flor típica de la zona norte de nuestro país, que
crece específicamente entre Copiapó (Región de Atacama)
y el valle de Quilimarí (Región de Coquimbo). Pocos saben
que su nombre proviene de una triste historia de amor.
Cuenta la leyenda que en tiempos previos a la
Independencia de Chile, en la localidad de Monte Patria,
vivía Añañuca, una bella joven indígena que todos los
hombres querían conquistar, pero nadie lograba.
Un día llegó al pueblo un minero que andaba en busca de
un tesoro. Al conocer a Añañuca, surgió el amor entre
ambos, por lo que decidieron casarse.
La pareja fue feliz durante un tiempo, pero una noche, el
joven tuvo un sueño donde un duende le revelaba el lugar
en donde se encontraba la mina que por tanto tiempo
buscó. A la mañana siguiente, sin avisarle a nadie, ni
siquiera a su mujer, partió a buscarla.
Añañuca, desolada, lo esperó y esperó, pero pasaban los
días, las semanas, los meses y el joven minero nunca
regresó.
Se dice que éste habría sido víctima del espejismo de la
pampa o de algún temporal, causando su desaparición y,
presuntamente, su muerte.
Añañuca pronto murió, producto de la gran pena de haber
perdido a su amado. Fue enterrada por los pobladores en
pleno valle en un día de suave lluvia. Al día siguiente, salió
el sol y todos los vecinos del pueblo pudieron ver un
sorprendente suceso. El lugar donde había sido enterrada
la joven se cubrió por una abundante capa de flores rojas.
Desde ese momento, se asegura que esta joven se
convirtió en flor, como un gesto de amor a su esposo, ya
que de esta manera permanecerían siempre juntos. Así fue
que se le dio a esta flor el nombre de Añañuca.
Leyenda la Pincoya
Esta leyenda comienza hablando de Huenchula, quien era nada
más y nada menos que la consorte del rey del mar. Hay que
mencionar que algunas personas de ciertas regiones de Chile, se
refieren al monarca como Millalobo.
El caso es que Huenchula acababa de convertirse en madre y uno
de sus más grandes anhelos, era que su marido la dejara salir a
tierra firme, para que ésta pudiera llevar a su hija Pincoya, para que
la conocieran sus abuelos.
La mujer salió del mar llevando a su hija en brazos tapada con
hojas de algas marinas. Los padres de Huenchula, también tenían
muchas ganas de ver a la criatura. Sin embargo, antes de que su
madre quitara todas las hojas que cubrían a la bebé, se acordó de
que su marido le había dicho que ningún humano podía verla.
Así que la mantuvo tapada durante la visita. Cuando estaba a punto
de irse, les pidió a los abuelos que cuidaran a Pincoya un momento,
en lo que ella iba a la embarcación que la llevó a tierra, para sacar
unos obsequios que les había traído.

En el instante en el que Huenchula salió de casa de sus padres,


estos no resistieron la curiosidad y quitaron la última hoja que
cubría a su nieta.
– No creo que vaya a pasar nada, si sólo la vemos por un segundo.
Mencionó el abuelo.
Pincoya era la criatura más hermosa que habían visto en toda su
vida. Quisieron cubrirla rápidamente, pero algo les impedía que
dejaran de mirarla. En eso regresó Huenchula, quien al darse
cuenta de lo ocurrido comenzó a gritar desesperadamente.
Sin que los ancianos se dieran cuenta, poco a poco la pequeña niña
se fue transformando en agua de mar totalmente cristalina. Su
madre la tomó en sus brazos y se fue corriendo en dirección al mar.
Sin pensarlo dos veces, se zambulló y comenzó a nadar hasta
donde estaban los dominios de su esposo. En el instante en el que
llegó frente a él, su hija ya se había transformado en una
adolescente.
A partir de ese momento la Pincoya es la protectora del mar. Si por
alguna razón, un barco está en problemas, ella calma las mareas
para que los marineros puedan volver a buen puerto
No obstante, hay veces en las que no puede controlar la furia del
mar y es entonces cuando con ayuda de su hermana la sirena, se
lleva a los cuerpos sin vida a que reposen en el Caleuche. Una
embarcación mítica en la que el alma de los humanos descansa por
la eternidad.
Leyenda la Pincoya
Esta leyenda comienza hablando de Huenchula, quien era nada
más y nada menos que la consorte del rey del mar. Hay que
mencionar que algunas personas de ciertas regiones de Chile, se
refieren al monarca como Millalobo.
El caso es que Huenchula acababa de convertirse en madre y uno
de sus más grandes anhelos, era que su marido la dejara salir a
tierra firme, para que ésta pudiera llevar a su hija Pincoya, para que
la conocieran sus abuelos.
La mujer salió del mar llevando a su hija en brazos tapada con
hojas de algas marinas. Los padres de Huenchula, también tenían
muchas ganas de ver a la criatura. Sin embargo, antes de que su
madre quitara todas las hojas que cubrían a la bebé, se acordó de
que su marido le había dicho que ningún humano podía verla.
Así que la mantuvo tapada durante la visita. Cuando estaba a punto
de irse, les pidió a los abuelos que cuidaran a Pincoya un momento,
en lo que ella iba a la embarcación que la llevó a tierra, para sacar
unos obsequios que les había traído.

En el instante en el que Huenchula salió de casa de sus padres,


estos no resistieron la curiosidad y quitaron la última hoja que
cubría a su nieta.
– No creo que vaya a pasar nada, si sólo la vemos por un segundo.
Mencionó el abuelo.
Pincoya era la criatura más hermosa que habían visto en toda su
vida. Quisieron cubrirla rápidamente, pero algo les impedía que
dejaran de mirarla. En eso regresó Huenchula, quien al darse
cuenta de lo ocurrido comenzó a gritar desesperadamente.
Sin que los ancianos se dieran cuenta, poco a poco la pequeña niña
se fue transformando en agua de mar totalmente cristalina. Su
madre la tomó en sus brazos y se fue corriendo en dirección al mar.
Sin pensarlo dos veces, se zambulló y comenzó a nadar hasta
donde estaban los dominios de su esposo. En el instante en el que
llegó frente a él, su hija ya se había transformado en una
adolescente.
A partir de ese momento la Pincoya es la protectora del mar. Si por
alguna razón, un barco está en problemas, ella calma las mareas
para que los marineros puedan volver a buen puerto
No obstante, hay veces en las que no puede controlar la furia del
mar y es entonces cuando con ayuda de su hermana la sirena, se
lleva a los cuerpos sin vida a que reposen en el Caleuche. Una
embarcación mítica en la que el alma de los humanos descansa por
la eternidad.
El Camahueto
El Camahueto es una criatura mitológica de leyenda que según la
descripción de los lugareños se parecía a un ternero. Su estampa
es muy hermosa, gracias a que su pelaje es de un color verde
brillante.

Quizás, la mayor de sus particularidades es que tiene un cuerno


situado justo al medio de la frente, de la misma manera que el
unicornio. Las leyendas que se cuentan en Chiloé aseguran que
invariablemente los Camahuetos nacen en las capas subterráneas
de la tierra, a partir de los restos de uno de esos cuernos.

También se cuenta que las curanderas usaban el cuerno de estos


animales como ingrediente principal en sus brebajes. Ya fuera para
curar cosas tan simples como leves infecciones en la piel o
enfermedades degenerativas como por ejemplo el reumatismo.

Sin embargo, había que tener un especial cuidado al momento de


utilizar tan poderoso ingrediente, puesto que, si se usaba
demasiado el paciente corría el riesgo de sufrir dolores crónicos de
cabeza y en casos extremos, episodios de locura permanentes.

En la actualidad, en algunos mercados de Chiloé se ofrece a los


turistas la “raspadura de Camahueto” para aliviar cualquier tipo de
malestar. A pesar de esto, lo que verdaderamente están ofertando
es ralladura de conchas de mar.
El Camahueto
El Camahueto es una criatura mitológica de leyenda que según la
descripción de los lugareños se parecía a un ternero. Su estampa
es muy hermosa, gracias a que su pelaje es de un color verde
brillante.

Quizás, la mayor de sus particularidades es que tiene un cuerno


situado justo al medio de la frente, de la misma manera que el
unicornio. Las leyendas que se cuentan en Chiloé aseguran que
invariablemente los Camahuetos nacen en las capas subterráneas
de la tierra, a partir de los restos de uno de esos cuernos.

También se cuenta que las curanderas usaban el cuerno de estos


animales como ingrediente principal en sus brebajes. Ya fuera para
curar cosas tan simples como leves infecciones en la piel o
enfermedades degenerativas como por ejemplo el reumatismo.

Sin embargo, había que tener un especial cuidado al momento de


utilizar tan poderoso ingrediente, puesto que, si se usaba
demasiado el paciente corría el riesgo de sufrir dolores crónicos de
cabeza y en casos extremos, episodios de locura permanentes.

En la actualidad, en algunos mercados de Chiloé se ofrece a los


turistas la “raspadura de Camahueto” para aliviar cualquier tipo de
malestar. A pesar de esto, lo que verdaderamente están ofertando
es ralladura de conchas de mar.
La Lola
Tal vez esta sea una de las leyendas chilenas más afamadas no sólo de ese
país, sino de gran parte de Sudamérica. Este relato es ampliamente conocido
sobre todo por la gente que se dedica a la minería.

El mito hace referencia al espíritu de una mujer joven que aparece por las
noches, arrastrando el féretro de su esposo.

Dolores (obviamente sus familiares y amistades allegadas siempre la


llamaron Lola) era una muchacha bastante guapa, a quien todos los
muchachos del pueblo la asediaban, pues querían que ella se convirtiera en su
novia.

Por otro lado, su padre quien siempre quiso que su hija se casara con un
hombre de buena familia, la protegía demasiado, pues no deseaba que su
retoño se relacionara con alguien que no perteneciera a la clase alta.

Sin embargo, un día la chica se escapó de su casa y conoció a un mineromuy


pobre. La pareja se enamoró al instante y Lola al saber que su padre no
aprobaría esa unión, decidió huir con su amado en una fría noche.

Con el tiempo el marido de Dolores se convirtió en un hombre rico y poderoso,


gracias a que llegó a trabajar en varias minas de las que se extraían metales
preciosos tales como: oro y plata.

Pese a lo que se pudiera pensar, la pareja no era feliz, ya que el minero le era
infiel a su mujer. Según cuentan los que saben esta crónica, un día Lola decidió
esperar a su esposo en casa.

En cuanto él llegó, la mujer no pronunció ni una sola palabra y lo apuñaló


directamente en el corazón.

Luego de eso Lola se fue corriendo con dirección al cerro gritando


incoherencias. Después regresó al pueblo y les contó a los lugareños que a su
marido lo habían asesinado unos ladrones.

En la mente de Lola la mentira poco a poco se fue convirtiendo en una verdad


absoluta. A tal punto que un día tomó el cajón en donde reposaban los restos
de su esposo y salió a la calle arrastrándolo, en busca de los asesinos de su
marido.

Me contaron que, en la región norte de Chile, se puede escuchar el sonido que


produce el féretro al deslizarse sobre la tierra, sobre todo en las noches de luna
llena.
La Lola
Tal vez esta sea una de las leyendas chilenas más afamadas no sólo de ese
país, sino de gran parte de Sudamérica. Este relato es ampliamente conocido
sobre todo por la gente que se dedica a la minería.

El mito hace referencia al espíritu de una mujer joven que aparece por las
noches, arrastrando el féretro de su esposo.

Dolores (obviamente sus familiares y amistades allegadas siempre la


llamaron Lola) era una muchacha bastante guapa, a quien todos los
muchachos del pueblo la asediaban, pues querían que ella se convirtiera en su
novia.

Por otro lado, su padre quien siempre quiso que su hija se casara con un
hombre de buena familia, la protegía demasiado, pues no deseaba que su
retoño se relacionara con alguien que no perteneciera a la clase alta.

Sin embargo, un día la chica se escapó de su casa y conoció a un mineromuy


pobre. La pareja se enamoró al instante y Lola al saber que su padre no
aprobaría esa unión, decidió huir con su amado en una fría noche.

Con el tiempo el marido de Dolores se convirtió en un hombre rico y poderoso,


gracias a que llegó a trabajar en varias minas de las que se extraían metales
preciosos tales como: oro y plata.

Pese a lo que se pudiera pensar, la pareja no era feliz, ya que el minero le era
infiel a su mujer. Según cuentan los que saben esta crónica, un día Lola decidió
esperar a su esposo en casa.

En cuanto él llegó, la mujer no pronunció ni una sola palabra y lo apuñaló


directamente en el corazón.

Luego de eso Lola se fue corriendo con dirección al cerro gritando


incoherencias. Después regresó al pueblo y les contó a los lugareños que a su
marido lo habían asesinado unos ladrones.

En la mente de Lola la mentira poco a poco se fue convirtiendo en una verdad


absoluta. A tal punto que un día tomó el cajón en donde reposaban los restos
de su esposo y salió a la calle arrastrándolo, en busca de los asesinos de su
marido.

Me contaron que, en la región norte de Chile, se puede escuchar el sonido que


produce el féretro al deslizarse sobre la tierra, sobre todo en las noches de luna
llena.
La Calchona
Los chilenos dicen que la Calchona era una hechicera que vivía con su marido y dos hijos.
No obstante, éstos no sabían que en realidad la mujer era una bruja.

En el sótano de su casa, la mujer tenía varios frascos en los que


almacenaba ungüentos (o pomadas como también se les conoce en ciertas partes de
Latinoamérica), mismos que al ser puestos en un ser humano, lo transformaban en
cualquier clase de animal que ella quisiera.

También se comenta que, por las noches, lanzaba un hechizo sobre su hogar, para evitar
que tanto su esposo como sus hijos se despertaran durante la noche y así ella pudiera
salir a lanzar conjuros a diestra y siniestra, sin el peligro de ser descubierta.

Muchas veces ella misma se aplicaba una crema, que le brindaba la posibilidad de
convertirse en una oveja negra. Este disfraz lo usaba para pasear por el campo sin ser
molestada.

No obstante, una noche que estaba a punto de abandonar su domicilio, se le olvidó lanzar
el conjuro que dormía a sus hijos, por lo que éstos la vieron transformarse.

Los pequeños cogieron el frasco que había dejado su madre sobre la mesa y se lo untaron
rápidamente en el rostro. Pasados unos segundos, su cuerpo se transformó en el de unos
pequeños zorros.

Al principio los niños estuvieron muy felices, pues pensaron que sería divertido salir a
pasear “disfrazados” por el bosque. A pesar de ello, después de unos minutos comenzaron
a llorar amargamente, puesto que se habían dado cuenta de que no tenían un modo de
regresar a ser humanos.

El llanto de los infantes, provocó que su padre se despertara. El hombre se sobresaltó al


notar que en su casa sólo había un par de zorritos, mientras que su esposa e hijos habían
desaparecido sin dejar rastro.

Sin embargo, al ver tirado uno de los frascos. A los zorros, recordó las clásicas leyendas
chilenas que afirmaban que las brujas usaban pomadas para convertir a los malos en
animales.

Buscó por toda la casa, hasta que encontró oculto en el sótano el lugar en donde estaban
los ungüentos. Revisó las etiquetas y cuando encontró la que decía “antídoto” se lo aplicó
a los niños, quienes rápidamente recobraron su forma humana.

Luego de eso, el hombre tomó todos los demás tarros y vació el contenido de estos en el
río. Seguidamente, tomó a sus hijos y abandonó la casa lo más pronto posible.

Posteriormente la bruja regresó a su hogar y vio cómo su marido y sus pequeños se


habían ido. Velozmente fue hasta el sótano buscando los ungüentos, pero
desgraciadamente sólo encontró en ellos restos de las pomadas.

Se untó los sobrantes de las cremas en sus manos y en su cabeza, logrando que éstas
recuperarán la forma humana, pero dejando el resto de su cuerpo igual al de una oveja.

Por esa razón, algunas noches los campesinos afirman que se puede escuchar balar a
una oveja, quien busca a sus hijos desesperadamente. Adicionalmente, existe otra versión
en la que se dice que la gente a veces le deja afuera de sus casas un plato de comida a la
Calchona, pues se trata de una criatura mitológica completamente inofensiva, puesto que
los años que ha pasado buscando a su familia, le han servido para arrepentirse de todos
los males que provocó.
La Calchona
Los chilenos dicen que la Calchona era una hechicera que vivía con su marido y dos hijos.
No obstante, éstos no sabían que en realidad la mujer era una bruja.

En el sótano de su casa, la mujer tenía varios frascos en los que


almacenaba ungüentos (o pomadas como también se les conoce en ciertas partes de
Latinoamérica), mismos que al ser puestos en un ser humano, lo transformaban en
cualquier clase de animal que ella quisiera.

También se comenta que, por las noches, lanzaba un hechizo sobre su hogar, para evitar
que tanto su esposo como sus hijos se despertaran durante la noche y así ella pudiera
salir a lanzar conjuros a diestra y siniestra, sin el peligro de ser descubierta.

Muchas veces ella misma se aplicaba una crema, que le brindaba la posibilidad de
convertirse en una oveja negra. Este disfraz lo usaba para pasear por el campo sin ser
molestada.

No obstante, una noche que estaba a punto de abandonar su domicilio, se le olvidó lanzar
el conjuro que dormía a sus hijos, por lo que éstos la vieron transformarse.

Los pequeños cogieron el frasco que había dejado su madre sobre la mesa y se lo untaron
rápidamente en el rostro. Pasados unos segundos, su cuerpo se transformó en el de unos
pequeños zorros.

Al principio los niños estuvieron muy felices, pues pensaron que sería divertido salir a
pasear “disfrazados” por el bosque. A pesar de ello, después de unos minutos comenzaron
a llorar amargamente, puesto que se habían dado cuenta de que no tenían un modo de
regresar a ser humanos.

El llanto de los infantes, provocó que su padre se despertara. El hombre se sobresaltó al


notar que en su casa sólo había un par de zorritos, mientras que su esposa e hijos habían
desaparecido sin dejar rastro.

Sin embargo, al ver tirado uno de los frascos. A los zorros, recordó las clásicas leyendas
chilenas que afirmaban que las brujas usaban pomadas para convertir a los malos en
animales.

Buscó por toda la casa, hasta que encontró oculto en el sótano el lugar en donde estaban
los ungüentos. Revisó las etiquetas y cuando encontró la que decía “antídoto” se lo aplicó
a los niños, quienes rápidamente recobraron su forma humana.

Luego de eso, el hombre tomó todos los demás tarros y vació el contenido de estos en el
río. Seguidamente, tomó a sus hijos y abandonó la casa lo más pronto posible.

Posteriormente la bruja regresó a su hogar y vio cómo su marido y sus pequeños se


habían ido. Velozmente fue hasta el sótano buscando los ungüentos, pero
desgraciadamente sólo encontró en ellos restos de las pomadas.

Se untó los sobrantes de las cremas en sus manos y en su cabeza, logrando que éstas
recuperarán la forma humana, pero dejando el resto de su cuerpo igual al de una oveja.

Por esa razón, algunas noches los campesinos afirman que se puede escuchar balar a
una oveja, quien busca a sus hijos desesperadamente. Adicionalmente, existe otra versión
en la que se dice que la gente a veces le deja afuera de sus casas un plato de comida a la
Calchona, pues se trata de una criatura mitológica completamente inofensiva, puesto que
los años que ha pasado buscando a su familia, le han servido para arrepentirse de todos
los males que provocó.
Basilisco
Cuentan las leyendas de Chile que el Basilisco es una criatura
mágica que surgió de la combinación de un reptil y una gallina.

Elaborando una descripción un tanto más amplia, podríamos decir


que se trata de una bestia que ostenta una cabeza de gallo, el
cuello escamoso y largo idéntico al de una serpiente y las patas de
la forma y tamaño de las de una lagartija.

Los lugareños aseveran que por lo menos una vez al año, los
granjeros encuentran una docena de huevos extraños en sus
graneros.

En el momento en el que el Basilisco nace es casi igual a un


renacuajo. Por ello, las personas que lo llegan a ver, no se sienten
alarmadas. Sin embargo, se dice que la velocidad en la que esta
criatura llega a la adultez, es sorprendentemente rápida.

Por su parte, algunos individuos están convencidos de que esta


bestia tiene la capacidad de matar a cualquier persona que vea de
frente. La víctima se queda petrificada durante aproximadamente
cuatro horas.

Pasado ese lapso, le sobrevienen un sin número de dolores y


calambres, que paulatinamente hacen que se le detenga el corazón.
Como siempre, hay varios puntos de vista cuando de leyendas de
terror se trata y es que existen personas que aseveran todo lo
contrario. Es decir, que, si el individuo corre lo suficientemente
rápido luego de que ha visto al Basilisco, puede escapar de su
ataque sano y salvo.

Finalmente, otra variante de esta leyenda, que se asemeja más a


los mitos que a las historias de terror, dice que esta criatura
acostumbra entrar de noche a las casas de campo en busca de
alimento.

No obstante, en el caso de detectar cualquier tipo de movimiento


por parte de alguno de los miembros de la casa, el basilisco se
oculta en las sombras y sale de la casa sin robar nada.
Basilisco
Cuentan las leyendas de Chile que el Basilisco es una criatura
mágica que surgió de la combinación de un reptil y una gallina.

Elaborando una descripción un tanto más amplia, podríamos decir


que se trata de una bestia que ostenta una cabeza de gallo, el
cuello escamoso y largo idéntico al de una serpiente y las patas de
la forma y tamaño de las de una lagartija.

Los lugareños aseveran que por lo menos una vez al año, los
granjeros encuentran una docena de huevos extraños en sus
graneros.

En el momento en el que el Basilisco nace es casi igual a un


renacuajo. Por ello, las personas que lo llegan a ver, no se sienten
alarmadas. Sin embargo, se dice que la velocidad en la que esta
criatura llega a la adultez, es sorprendentemente rápida.

Por su parte, algunos individuos están convencidos de que esta


bestia tiene la capacidad de matar a cualquier persona que vea de
frente. La víctima se queda petrificada durante aproximadamente
cuatro horas.

Pasado ese lapso, le sobrevienen un sin número de dolores y


calambres, que paulatinamente hacen que se le detenga el corazón.
Como siempre, hay varios puntos de vista cuando de leyendas de
terror se trata y es que existen personas que aseveran todo lo
contrario. Es decir, que, si el individuo corre lo suficientemente
rápido luego de que ha visto al Basilisco, puede escapar de su
ataque sano y salvo.

Finalmente, otra variante de esta leyenda, que se asemeja más a


los mitos que a las historias de terror, dice que esta criatura
acostumbra entrar de noche a las casas de campo en busca de
alimento.

No obstante, en el caso de detectar cualquier tipo de movimiento


por parte de alguno de los miembros de la casa, el basilisco se
oculta en las sombras y sale de la casa sin robar nada.
El Cuero
El Cuero es una criatura que vive en casi cualquier lugar en donde hay agua
(no importa si esta es dulce o salada). Sin embargo, su hábitat preferido es en
pequeños riachuelos u obscuras lagunas.

Su forma es justamente la de un “cuero de vacuno”, por eso los indígenas le


dieron ese nombre. En uno de los extremos de su cuerpo, posee unas fuertes,
afiladas y largas garras.

Realmente son pocas las personas que han podido dar una descripción certera
de su cabeza, pues se dice que ésta se encuentra cubierta por una suerte de
tentáculos que desembocan en dos puntos de color rojo, los cuales se cree que
son nada más y nada menos que los ojos de dicha bestia.

Por otro lado, un elemento que es constante en cualquier versión de


esta historia es que en el centro de su cuerpo tiene una boca, misma que es
capaz de succionar la sangre de sus víctimas, a través de la piel.

Además, tiene la capacidad de nadar sobre el agua, por lo que prácticamente


ningún animal o persona está a salvo de sus ataques.

Uno de los poderes más conocidos del Cuero es el poder dominar el agua a su
antojo. Él puede hacer subir o bajar la crecida del río, con tan sólo desearlo.
También, tiene la capacidad de hipnotizar a sus víctimas, para que éstas
permanezcan inmóviles durante su ataque.

Ahora mismo se me viene a la mente el relato que habla sobre una joven mujer
que se encontraba lavando ropa a la orilla de un apacible río. La muchacha
estaba tan distraída realizando sus actividades que no se percató de que el
Cuero se iba acercando poco a poco a ella.

La bestia esperó el preciso instante en el que la joven metió una de sus manos
al agua, para jalarla y succionarle toda la sangre en cuestión de segundos.

Al día siguiente, el cuerpo sin vida de la chica fue encontrada por los
moradores de aquella región chilena.

Continuando con los aspectos mágicos de estas leyendas, no podemos dejar


de mencionar el hecho de que la única manera de estar seguros de que el
Cuero jamás te atacará es acercarte a un Machi.

Estos individuos utilizan un conjuro especial para atraer a la criatura lejos del
agua. Una vez que la bestia se encuentra en tierra firme, el hechicero le tira
unas ramas de “calafate“, un arbusto de la región andina que se caracteriza
por tener unas ramas extremadamente duras.

El engaño consiste en hacerle creer al cuero que ha atrapado a una gran


presa. Más al momento en el que éste se dispone a atacarla, las ramas llenas
de espinas, se le entierran por dentro, causándole una muerte lenta y dolorosa.
Así termina esta leyenda que se originó en el sur de Chile.
El Cuero
El Cuero es una criatura que vive en casi cualquier lugar en donde hay agua
(no importa si esta es dulce o salada). Sin embargo, su hábitat preferido es en
pequeños riachuelos u obscuras lagunas.

Su forma es justamente la de un “cuero de vacuno”, por eso los indígenas le


dieron ese nombre. En uno de los extremos de su cuerpo, posee unas fuertes,
afiladas y largas garras.

Realmente son pocas las personas que han podido dar una descripción certera
de su cabeza, pues se dice que ésta se encuentra cubierta por una suerte de
tentáculos que desembocan en dos puntos de color rojo, los cuales se cree que
son nada más y nada menos que los ojos de dicha bestia.

Por otro lado, un elemento que es constante en cualquier versión de


esta historia es que en el centro de su cuerpo tiene una boca, misma que es
capaz de succionar la sangre de sus víctimas, a través de la piel.

Además, tiene la capacidad de nadar sobre el agua, por lo que prácticamente


ningún animal o persona está a salvo de sus ataques.

Uno de los poderes más conocidos del Cuero es el poder dominar el agua a su
antojo. Él puede hacer subir o bajar la crecida del río, con tan sólo desearlo.
También, tiene la capacidad de hipnotizar a sus víctimas, para que éstas
permanezcan inmóviles durante su ataque.

Ahora mismo se me viene a la mente el relato que habla sobre una joven mujer
que se encontraba lavando ropa a la orilla de un apacible río. La muchacha
estaba tan distraída realizando sus actividades que no se percató de que el
Cuero se iba acercando poco a poco a ella.

La bestia esperó el preciso instante en el que la joven metió una de sus manos
al agua, para jalarla y succionarle toda la sangre en cuestión de segundos.

Al día siguiente, el cuerpo sin vida de la chica fue encontrada por los
moradores de aquella región chilena.

Continuando con los aspectos mágicos de estas leyendas, no podemos dejar


de mencionar el hecho de que la única manera de estar seguros de que el
Cuero jamás te atacará es acercarte a un Machi.

Estos individuos utilizan un conjuro especial para atraer a la criatura lejos del
agua. Una vez que la bestia se encuentra en tierra firme, el hechicero le tira
unas ramas de “calafate“, un arbusto de la región andina que se caracteriza
por tener unas ramas extremadamente duras.

El engaño consiste en hacerle creer al cuero que ha atrapado a una gran


presa. Más al momento en el que éste se dispone a atacarla, las ramas llenas
de espinas, se le entierran por dentro, causándole una muerte lenta y dolorosa.
Así termina esta leyenda que se originó en el sur de Chile.
El caleuche
En la primera leyenda de esta entrada, hicimos una breve referencia
al Caleuche. Sin embargo, no pudimos contar su historia completa.
Por esa razón, decidimos dejarla para el segmento final.
En las leyendas de terror, nunca puede faltar una crónica que
hable sobre una embarcación fantasma.
Dice la leyenda que el Caleuche es una nave que navega a la
deriva por los mares que pasan por Chiloé, así como por los
canales que se encuentran al suroeste.
La tripulación principal del barco está compuesta por poderosísimos
hechiceros. Durante las noches de luna llena, se puede ver un
buque de gran tamaño con las velas completamente desplegadas,
del cual emana el sonido de varios instrumentos musicales.
De vez en cuando, se oculta en una capa de densa neblina, la cual
es producida por la misma embarcación. Adicionalmente, se sabe
que el Caleuche no puede ser visto durante el día.
No obstante, si por algún motivo, alguien se trata de acercar a él.
De inmediato el barco se transforma en una tabla de madera que es
imposible de atrapar. En otras palabras, aunque tratarás de llevarte
ese tablón a la orilla, no podrías hacerlo puesto que este se
adentraría más y más en el mar.
En otras ocasiones, el barco se transforma en roca y sus tripulantes
se convierten en pájaros. Las personas mayores comentan que
quienes habitan en el barco, en realidad son personas que en algún
momento de la historia fueron hechizadas y convertidas en una
especie de “esclavos”.
Por si esto fuera poco, se dice que todos y cada uno de ellos tienen
una pierna atada a la espalda. Eso significa que, para andar,
necesitan dar saltos.
Otra peculiaridad que se menciona en los mitos que tienen que ver
con esta historia es que, ninguno de los que se encuentran abordo
recuerda su nombre, ni cómo llegó allí.
Finalmente, los habitantes de Chile le lanzan una advertencia a todo
aquel que no conozca esta leyenda. Y es que, si en algún momento
de tu vida te llegaras a encontrar con el Caleuche, no debes verlo
de frente, ya que de lo contrario se te torcerá la boca como castigo
por observar una embarcación conducida por brujos.
El caleuche
En la primera leyenda de esta entrada, hicimos una breve referencia
al Caleuche. Sin embargo, no pudimos contar su historia completa.
Por esa razón, decidimos dejarla para el segmento final.
En las leyendas de terror, nunca puede faltar una crónica que
hable sobre una embarcación fantasma.
Dice la leyenda que el Caleuche es una nave que navega a la
deriva por los mares que pasan por Chiloé, así como por los
canales que se encuentran al suroeste.
La tripulación principal del barco está compuesta por poderosísimos
hechiceros. Durante las noches de luna llena, se puede ver un
buque de gran tamaño con las velas completamente desplegadas,
del cual emana el sonido de varios instrumentos musicales.
De vez en cuando, se oculta en una capa de densa neblina, la cual
es producida por la misma embarcación. Adicionalmente, se sabe
que el Caleuche no puede ser visto durante el día.
No obstante, si por algún motivo, alguien se trata de acercar a él.
De inmediato el barco se transforma en una tabla de madera que es
imposible de atrapar. En otras palabras, aunque tratarás de llevarte
ese tablón a la orilla, no podrías hacerlo puesto que este se
adentraría más y más en el mar.
En otras ocasiones, el barco se transforma en roca y sus tripulantes
se convierten en pájaros. Las personas mayores comentan que
quienes habitan en el barco, en realidad son personas que en algún
momento de la historia fueron hechizadas y convertidas en una
especie de “esclavos”.
Por si esto fuera poco, se dice que todos y cada uno de ellos tienen
una pierna atada a la espalda. Eso significa que, para andar,
necesitan dar saltos.
Otra peculiaridad que se menciona en los mitos que tienen que ver
con esta historia es que, ninguno de los que se encuentran abordo
recuerda su nombre, ni cómo llegó allí.
Finalmente, los habitantes de Chile le lanzan una advertencia a todo
aquel que no conozca esta leyenda. Y es que, si en algún momento
de tu vida te llegaras a encontrar con el Caleuche, no debes verlo
de frente, ya que de lo contrario se te torcerá la boca como castigo
por observar una embarcación conducida por brujos.

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