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Opinión

Una flecha en la diana.


La evaluación
como aprendizaje

Miguel Ángel Santos Guerra


Catedrático de Didáctica y Organización Escolar
Universidad de Málaga

Se habrá preguntado el lector tas esenciales de la evaluación son aprender y mejorar. Y son reproba-
por el título del artículo que tiene en éstas: ¿qué beneficios persigue?, a bles aquellas evaluaciones de las
sus manos, aunque el subtítulo le qué personas ayuda?, ¿a qué valo- que se derivan comparaciones in-
ha puesto en la pista de la contes- res sirve? (Santos Guerra, 1998a). justas, clasificaciones insensatas,
tación. La evaluación puede conce- No tiene mucho sentido evaluar por descalificaciones agraviantes o ex-
birse y utilizarse como un fenómeno evaluar. Tiene menos lógica y nin- clusiones perversas. Son admira-
destinado al aprendizaje y no sólo a guna ética evaluar para jerarquizar, bles los usos didácticos, éticos y po-
la comprobación de la adquisición atemorizar, perseguir y castigar. líticos de la evaluación. Son inadmi-
del mismo. Como un instrumento sibles los abusos (Santos Guerra,
de mejora y no sólo como un ejer- Las evaluaciones que se cierran 1995).
cicio de medición del logro. Como sobre sí mismas, que no tienen más
un camino que conduce a la trans- finalidad que decir que se han he- Una de las finalidades que ha
formación de la práctica y no sólo cho no tienen razón de ser. Aquellas de perseguir la evaluación es el
como un movimiento que se cierra que tienen fines pedagógicamente aprendizaje. El aprendizaje de los
sobre sí mismo. La evaluación no es pobres tienen poco significado para patrocinadores, de los evaluadores,
el momento final de un proceso y,
aún cuando así fuera, debería con-
vertirse en el comienzo de un nuevo
proceso más rico y fundamentado.

La pregunta "para qué" es fun-


“Las actitudes que hacen posible el
damental a la hora de enjuiciar y de
realizar evaluaciones. ¿Cuál es su
aprendizaje tienen que ver con la
finalidad?, ¿qué pretende?, ¿qué apertura, con la humildad y
consigue? Responder a estas cues-
tiones resulta más importante que con la responsabilidad”
poner en marcha evaluaciones que
pueden resultar no sólo estériles si-
no contraproducentes. Las pregun-

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de los evaluados y de los testigos de vidad. De ella deducirá el lector, sin El ejercicio puede tener muchas
la evaluación.. Aprendizajes que se necesidad de muchas explicacio - variantes. Por ejemplo le doy va-
pueden derivar del proceso y tam- nes, lo que quiero decir cuando ha - rias vueltas sobre sí mismo al
bién del contenido o resultado de la blo de la evaluación como aprendi- que va a realizar el lanzamiento,
evaluación. Para que el aprendizaje zaje. de manera que acabe casi marea-
se produzca hacen falta unas con- do. Ejemplifico así el caso de los
diciones en la dinámica de la eva- Pido, en la clase, que un volun- evaluadores que disfrutan haciendo
luación y unas actitudes en los pro- tario se acerque al encerado. Una difícil la tarea a los evaluados. Otra
tagonistas. Las condiciones se refie- vez allí le vendo los ojos con un pa- variante es hacer la evaluación del
ren a la transparencia, al rigor, a la ñuelo. Dibujo en el encerado una lanzamiento, anotarla en el cuader-
difusión. Las actitudes que hacen gran diana, con su blanco en el no de calificaciones, pero no infor-
posible el aprendizaje tienen que centro y cuatro o cinco anillos alre- mar al lanzador del resultado.
ver con la apertura, con la humil- dedor. Seguidamente coloco al inte- Pedirle que lo siga intentando sin
dad y con la responsabilidad. resado frente a la diana y le pido comunicarle nunca el resultado.
Quien no quiere aprender no que lance hacia el centro un trozo
aprenderá. de tiza que previamente le ha dado. Esta forma de hacer la evalua-
Cuando hace impacto el proyectil ción permitiría clasificar a varios
Obsérvese que la evaluación hago una "evaluación" sobre una lanzadores (1º, 2º, 3º...) sin que
tiene dos componentes esenciales. escala de cinco grados (muy mal - ellos supieran exactamente por qué
En uno de ellos se ha hecho tradi- mal- regular-bien-muy bien) y co- ocupaban un determinado lugar.
cionalmente mucho hincapié. Me munico al interesado el resultado De la misma forma podría hacerse
refiero a la comprobación. La eva- sin explicarle las características de una selección de los mejores o una
luación permite saber (con mayor o
menor rigor) si se han alcanzado
los fines que se perseguían. Pero tie-
ne otro componente en el que no se
ha reparado. O, si se ha hecho, ha
sido de forma interesada y arbitra-
“La evaluación no sólo dice si se han
ria. Me refiero a la explicación o alcanzado los fines sino por qué no (o sí)
atribución. En efecto, la evaluación
no sólo dice si se han alcanzado los se han conseguido”
fines sino por qué no (o sí) se han
conseguido. En el caso de la eva-
luación de los alumnos se ve con
claridad que cuando éstos no han
conseguido realizar los aprendiza- su desviación. Seguidamente le in- eliminación de los peores. En nin-
jes exigidos (componente de com- vito a repetir el lanzamiento y le guno de estos casos permite el pro-
probación) es por algún defecto su- vuelvo a comunicar el resultado de ceso aprender nada nuevo a los
yo (componente de explicación). Es la evaluación. Después de hacerlo evaluados.
decir o son torpes o son vagos o no tres o cuatro veces, hago una pre-
estaban suficientemente prepara- gunta cuya respuesta es obvia y Puede también hacer el evalua-
dos (Santos Guerra, 1998b). Desde contundente por parte de los inte- dor algún comentario después de
esta suposición, el aprendizaje de grantes del grupo: realizar el primer lanzamiento (o,
los docentes resulta imposible. Si el incluso antes, como sucede en las
fracaso se explica de forma tan po- - ¿Aprenderá de este modo a profecías de autocumplimiento). Por
co rigurosa y exigente, es imposible hacerlo bien?, ¿mejorará de esta ejemplo:
poner en cuestión las prácticas pro- manera el resultado de su lanza-
fesionales. miento? - Nunca he visto lanzar tal mal a
una diana, nunca he observado tan
Explicaré a continuación el por La respuesta es tajante: No. escaso interés y tan poco acierto.
qué del título que encabeza estas lí-
neas. Me gusta realizar con mis Obsérvese que el lanzador no O, lo que es peor:
alumnos y alumnas un ejercicio que puede hacer su autoevaluación, ya
refleja nítidamente el trasfondo de que ni sabe dónde está ni sabe a - Tú no sirves para esta tarea, jamás
estas páginas. Contaré esquemáti- dónde tiene que disparar ni conoce la harás con perfección.
camente cómo se desarrolla la acti- el resultado de su esfuerzo. Seguidamente le pido al inte-

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resado que se quite el pañuelo A B
que le impide ver. Le sitúo frente Me estoy refiriendo a la eva-
Medir Aprender
a la diana y le pido que lance. Él luación que se hace de los alum-
mismo ve dónde ha impactado Calificar Dialogar nos (de forma casi inexorable) y a
la tiza. Le señalo el punto y, tras Comparar Diagnosticar la que se hace de los profesiona-
pedirle tranquilidad y aconsejar- les, de las instituciones y de los
Clasificar Diagnosticar
le que varíe la posición si lo con- programas. Me preocupa sobre
sidera necesario, le invito a re- Seleccionar Comprender todo, entender la evaluación como
petir. De forma casi inexorable Jerarquizar Comprobar
un camino para el aprendizaje.
va haciendo mejor la tarea y Un camino que, al ser recorrido de
consiguiendo un resultado más Atemorizar Explicar forma inteligente y responsable,
positivo. Sancionar Mejorar nos ayuda a entender lo que suce-
de y por qué, nos facilita la rectifi-
Acreditar Reorientar
Un ejercicio tan cargado de ob- cación del rumbo, el reconoci-
viedad permite reflexionar sobre al- Juzgar Motivar miento de los errores y la mejora
gunos problemas que tiene la eva- Exigir Rectificar de la práctica. La evaluación nos
luación educativa: cargar de dificul- permite también conocer si esta-
tad la tarea, no devolver la infor- Promocionar Contrastar mos perjudicando o favoreciendo
mación, no explicar el proceso, no Acreditar Reflexionar con ellos a unas determinadas
hacer autoevaluación, tener en personas y a unos determinados
cuenta sólo el resultado... valores. No se debe (en realidad,
Si se pregunta a cualquier per- no se puede) despojar a la eva-
En alguna ocasión me he per- sona qué finalidades son las más luación de sus dimensiones éticas,
mitido, después de realizar el ejer- importantes, las más ricas, las más políticas y sociales.
cicio que acabo de narrar, hacer deseables, muchas dirán que son
una broma no exenta de significa- las de la columna B. Sin embargo, En las escuelas se evalúa mu-
do. si se pregunta cuáles son las finali- cho y se cambia poco. Luego, algo
dades más presentes en el sistema falla. Porque si la evaluación sirvie-
- Ahora voy a realizar yo el ejerci- educativo, probablemente dirán se para aprender, evitaría la repeti-
cio para que aprendáis cómo se que las de la columna A. ¿Por qué ción de los errores y favorecería la
dispara al blanco de una diana. esta significativa discrepancia? mejora de las práctica. Si sólo sirve
Prestad atención. Creo que es importante potenciar para medir, clasificar, seleccionar...
las más positivas y reducir el peso repetiremos de forma inexorable
He borrado la diana, he lanza- que tienen las negativas o las in- los fallos.
do yo mismo una tiza y en el pun- trascendentes.
to exacto del impacto, he colocado Espero que estas aportaciones
el punto central de la diana. Es difícil desembarazarse com- sirvan para reflexionar críticamente
pletamente de algunas funciones sobre un proceso que lo impregna
- Así no se falla nunca. de la evaluación arraigadas en el y condiciona todo. Espero que ten-
sistema. ¿Es posible, por ejemplo, gan como resultado la mejora de
He querido contar esta expe- prescindir de las calificaciones, de las prácticas profesionales que rea-
riencia para hacer hincapié en la las comparaciones, de las clasifi- lizamos en la educación. Si habla-
evaluación como un medio de caciones? Probablemente, no. Es mos de evaluación educativa debe-
aprendizaje. No sólo para los eva- necesario saber a qué nos estamos ría ser no sólo porque estamos eva-
luados. También para los evalua - refiriendo cuando hablamos de luando fenómenos educativos sino
dores. La evaluación puede servir evaluación. Y saber qué es lo que porque educa cuando se hace, tan-
para muchas finalidades simultá- pretendemos cuando la ponemos to a los evaluadores como a los
neas: en práctica. evaluados.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ÁLVAREZ MÉNDEZ, J.M. (2001): Evaluar para conocer, examinar para excluir. Ed. Morata. Madrid.
SANTOS GUERRA, M.A. (1995): Los abusos de la evaluación. En SANTOS GUERRA, M. A.: La evaluación, un proceso de diálogo, com-
prensión y mejora. Ed. Aljibe. Archidona.
SANTOS GUERRA, M.A. (1998) Evaluaciones sin ton ni son. Necesidad de la metaevaluación educativa. Actas del V Congreso
Interuniversitario de Organización de Instituciones Educativas. Madrid.
SANTOS GUERRA, M.A. (1998): La evaluación de los alumnos, un proceso de aprendizaje para el profesorado. En SANTOS GUERRA:
Evaluar es comprender. Ed. Magisterio del Río de la Plata. Buenos Aires.
TRILLO ALONSO, F. (Coord) (2002): Evaluación. Ed. Praxis. Barcelona.

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