Título y autor de la obra: Edward Sapir- El Lenguaje
Relación entre lenguaje, pensamiento y cultura.
El lenguaje es un método exclusivamente humano, no instintivo de comunicar ideas, emociones y deseos, por medio de un sistema de símbolos producidos de manera deliberada. Los símbolos son sobre todo auditivos, que se producen por el órgano del habla (Sapir, 14). Para que se de el hecho lingüístico no sólo es realizar la palabra articuladamente, sensaciones, la escritura; sino cuando las experiencias combinadas se asociación con la imagen de casa y se adquieren como símbolo. Es decir que la palabra debe denotar la imagen, debe tener un paralelo en segundo plano al que podemos recurrir cada vez que se desee. Para que la comunicación se lleve a cabo los elementos del lenguaje deben asociarse con clases bien definidas de la experiencia; y que al final se adquirirá mayor experiencia de una palabra por medio de la experiencia y comunicación simplificada en un solo concepto ( Ibidem: 17-20). Para una comunicación más amplia no sólo se debe conformar con la experiencia que se tiene sobre alguna palabra, las personas analizan las partes semejantes a alguna palabra para que se permitan clasificarlas dentro del símbolo de la palabra (Ibidem: 20). Al exigir el pensamiento un simbolismo se produce el habla. Al realizar una frase no quiero dar a entender los conceptos separados de cada parte de ella; sino una idea; no sólo se dice el contenido de cada palabra, sino que abarca el estado mental de las imágenes particulares hasta el único enfoque de abstracción o lo que se llama razonamiento. Así lo único constante en el lenguaje es su forma externa, ya que su significado varía (Ibidem: 20). El pensamiento “es el más elevado de los contenidos latentes y potenciales del habla, el contenido al que llegamos cuando nos esforzamos por transcribir a cada uno de los elementos del caudal lingüístico su valor conceptual” (Ibidem: 22). El pensamiento y el lenguaje no son coexistentes, el lenguaje es la faceta exterior del pensamiento. El lenguaje es una función prerracional; se eleva hasta el pensamiento en donde ya hay clasificaciones, conceptos y experiencia de los conceptos. No se puede pensar sin la necesidad de palabras. Es diferente el lenguaje que el habla, cuando pensamos muchas veces tenemos la sensación del habla (la parte auditiva), por que el lenguaje no sólo son las imágenes auditivas. El simbolismo del habla no depende de un grado alto del pensamiento. No se puede imaginar que los sistemas de símbolos se hayan desarrollado antes a la creación de conceptos y a la utilización de éstos; más bien, el pensamiento entró en juego, casi en los comienzos de la expresión lingüística, estimulando el desarrollo del lenguaje. Si una palabra queda lista, también el concepto para emplearlo según su significado; para obtener el objeto mismo del lenguaje que es la comunicación ( Ibidem: 24-25). Cuando una clase de elementos semejantes de forma convencional se adquieren para formar un concepto, se puede llevar a cabo la comunicación entre personas. La concordancia entre imágenes y sonidos abre pauta para el intercambio de ideas (Ibidem: 25). Es aquí donde entra en juego la interacción social, en donde parte del simbolismo que se manifiesta de forma diferente, por medio de prácticas sociales que involucran al lenguaje como una forma de participación, comunicación, simbolismo, experiencia, conocimiento y comunicación; todo lo que involucra el molde de una cultura.
Bibliografía Sapir, E. (1994). El lenguaje. México: Fondo de cultura Económica.