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LA TIERRA
DEFINICION
Tierra permite nombrar al planeta que habitamos. Se trata del único planeta en el que, hasta el
momento, se ha comprobado la existencia de vida.
La Tierra es el tercer planeta desde el Sol y quinto en cuanto a tamaño. Gira describiendo una
órbita elíptica alrededor del Sol, a unos 150 millones de km, en, aproximadamente, un año. Al
mismo tiempo gira sobre su propio eje cada día. Es el único planeta conocido que tiene vida,
aunque algunos de los otros planetas tienen atmósferas y contienen agua.
La Tierra no es una esfera perfecta, ya que el ecuador se engrosa 21 km, el polo norte está
dilatado 10 m y el polo sur está hundido unos 31 metros.
La Tierra posee una atmósfera rica en oxígeno, temperaturas moderadas, agua abundante y una
composición química variada. El planeta se compone de rocas y metales, sólidos en el exterior,
pero fundidos en el interior.
Desde la antigüedad se han elaborado mapas pera representar la Tierra. Con la llegada de la
fotografía, los ordenadores y la astronáutica, la superficie terrestre ha sido estudiada con detalle,
aunque todavía queda mucho por descubrir.
ESTRUCTURA
La corteza del planeta Tierra está formada por placas que flotan sobre el manto, una capa de
materiales calientes y pastosos que, a veces, salen por una grieta formando volcanes.
La densidad y la presión aumentan hacia el centro de la Tierra. En el núcleo están los materiales
más pesados, los metales. El calor los mantiene en estado líquido, con fuertes movimientos. El
núcleo interno es sólido.
Las fuerzas internas de la Tierra se notan en el exterior. Los movimientos rápidos originan
terremotos. Los lentos forman plegamientos, como los que crearon las montañas.
El rápido movimiento rotatorio y el núcleo metálico generan un campo magnético que, junto a la
atmosfera, nos protege de las radiaciones nocivas del Sol y de las otras estrellas.
CAPAS DE LA TIERRA
ATMÓSFERA: Es la cubierta gaseosa que rodea el cuerpo sólido del planeta. Tiene un grosor de
más de 1.100 km, aunque la mitad de su masa se concentra en los 5,6 km más bajos.
LITOSFERA: Compuesta sobre todo por la corteza terrestre, se extiende hasta los 100 km de
profundidad. Las rocas de la litosfera tienen una densidad media de 2,7 veces la del agua y se
componen casi por completo de 11 elementos, que juntos forman el 99,5% de su masa. El más
abundante es el oxígeno, seguido por el silicio, aluminio, hierro, calcio, sodio, potasio, magnesio,
titanio, hidrógeno y fósforo. Además, aparecen otros 11 elementos en cantidades menores del
0,1: carbono, manganeso, azufre, bario, cloro, cromo, flúor, circonio, níquel, estroncio y vanadio.
Los elementos están presentes en la litosfera casi por completo en forma de compuestos más
que en su estado libre.
La litosfera comprende dos capas, la corteza y el manto superior, que se dividen en unas doce
placas tectónicas rígidas. El manto superior está separado de la corteza por una discontinuidad
sísmica, la discontinuidad de Mohorovicic, y del manto inferior por una zona débil conocida como
astenosfera. Las rocas plásticas y parcialmente fundidas de la astenosfera, de 100 km de grosor,
permiten a los continentes trasladarse por la superficie terrestre y a los océanos abrirse y
cerrarse.
MANTO: Se extiende desde la base de la corteza hasta una profundidad de unos 2.900 km.
Excepto en la zona conocida como astenosfera, es sólido y su densidad, que aumenta con la
profundidad, oscila de 3,3 a 6. El manto superior se compone de hierro y silicatos de magnesio
como el olivino y el inferior de una mezcla de óxidos de magnesio, hierro y silicio.
NÚCLEO: Tiene una capa exterior de unos 2.225 km de grosor con una densidad relativa media
de 10 Kg por metro cúbico. Esta capa es probablemente rígida, su superficie exterior tiene
depresiones y picos. Por el contrario, el núcleo interior, cuyo radio es de unos 1.275 km, es sólido.
Ambas capas del núcleo se componen de hierro con un pequeño porcentaje de níquel y de otros
elementos. Las temperaturas del núcleo interior pueden llegar a los 6.650 °C y su densidad media
es de 13. Su presión (medida en GigaPascal, GPa) es millones de veces la presión en la
superficie.
El núcleo interno irradia continuamente un calor intenso hacia afuera, a través de las diversas
capas concéntricas que forman la porción sólida del planeta. La fuente de este calor es la energí a
liberada por la desintegración del uranio y otros elementos radiactivos. Las corrientes de
convección dentro del manto trasladan la mayor parte de la energía térmica de la Tierra hasta la
superficie.
FORMA
Un ejemplo claro del pensamiento anterior, se puede encontrar en los libros escritos por Homero,
en el que concebía la tierra como un disco flotando sobre el agua en el interior de una semiesfera
transparente. Sobre el borde del disco descansaba la bóveda de los cielos y por debajo el reino
de la oscuridad y los muertos.
Hecateo de Mileto (550-476 A.C), fue un historiador griego que perfeccionó la imagen de la
tierra que se tenía según Anaximandro, aportando datos nuevos referidos a las zonas más
alejadas del centro del mundo.
Parménides de Elea (514-450 a.C.), filósofo griego al que se le atribuye como el primero en
describir la esfericidad de la tierra y la situó en el cetro del universo. Acertó con la forma, aunque
no fueron cuestiones geométricas o astronómicas las que indujeron tal afirmación, sino la cabal
preferencia por la simetría y el equilibrio. Estos conceptos eran muy gratos a los pensadores
griegos, siendo la esfera la forma más pura y perfecta del universo. Por tanto, con este
pensamiento, sólo cabía esperar que el universo mismo y la tierra toda, participaran de esta
perfección.
A partir de estos momentos, la tierra será considerada esférica y los siguientes años se
dedicarían a tratar de averiguar con precisión la longitud del radio de la tierra, de una manera
más precisa. Así el Eratóstenes de Cirene (276-194 a.C.), filósofo, astrónomo, matemático,
geógrafo y director de la biblioteca de Alejandría, midió con exactitud la longitud del meridiano
terrestre con una precisión sorprendente, equivalente a 39.500 km (no está mal teniendo en
cuenta que con los medios actuales se ha obtenido una longitud de 40.000km).
Este descubrimiento duró poco, ya que uno de sus seguidores Posidonio de Rodas, político,
astrónomo, geógrafo, filósofo e historiador (135-50 a.C.), rehízo los cálculos y disminuyó la
medida a algo más de 28.000 kilómetros, (un cuarto de superficie terrestre). Su exposición indujo
a un equívoco que duraría más de 1.500 años y en virtud del cual partió Colón hacia Occidente
con la idea de llegar a Oriente, que presumía a la vuelta de la esquina.
Fue Newton (s. XVII), físico, filósofo, teólogo, inventor, alquimista y matemático, quien da un
paso más allá y comenzó a considerar la tierra como una figura elipsoidal cuyo eje mayor se
encuentra de Este-Oeste. El razonamiento lo basó en el achatamiento de los polos como
consecuencia de las diferentes velocidades rotacionales, siendo mayor en el ecuador e igual a
cero en los polos. La tierra tiene forma de elipsoide de revolución achatada por los polos.
DIMENSIONES
La geodesia, para poder determinar las dimensiones de la Tierra, considera a esta como un
elipsoide de revolución.
Hoy se sabe que el diámetro ecuatorial es 43 kilómetros mayor que el diámetro polar, que el
radio polar norte es ligeramente mayor al radio polar sur, que el abultamiento ecuatorial es
máximo al sur del Ecuador geográfico, así mismo se ha comparado que en el hemisferio sur hay
mayor concentración de masa. Esta diferencia entre ambos diámetros se debe al achatamient o
de nuestro planeta por los polos y a su abultamiento en ecuador. Como consecuencia de lo
anterior también hay una diferencia apreciable entre las c ircunferencias de la Tierra medidas en
el ecuador y en los polos. Así, tenemos:
EL GEOIDE TERRESTRE
Se define como GEOIDE a la superficie teórica de la tierra que une todos los puntos que tienen
igual gravedad. La forma así creada supone la continuación por debajo de la superficie de los
continentes, de la superficie de los océanos en calma y sin ninguna perturbación exterior.
El geoide resulta la forma de referencia para todas las medidas a realizar en la Tierra puesto que
considera la superficie más homogénea de lo que es en realidad, medida desde el nivel del mar,
con medidas positivas o negativas según esté por encima o por debajo de este nivel tal como se
muestra en la figura.
EL ELIPSOIDE DE REVOLUCIÓN
Como la definición matemática del geoide presenta gran complejidad, así como su definición, la
superficie de la Tierra puede representarse con mucha aproximación mediante un elipsoide de
revolución, definiéndose este sistema con:
Sentidos de medida.
Latitud geográfica (φ): ángulo medido sobre el plano meridiano que contiene al punto
entre el plano ecuatorial y la normal al elipsoide en P.
Longitud geográfica (λ): ángulo medido sobre el plano ecuatorial entre el meridiano
origen y el plano meridiano que pasa por P.
El elipsoide de revolución que mejor se adapte al geoide en la zona con un punto donde ambos
coinciden o bien la normal a ambos es la solución adoptada, constituyendo el concepto de
Sistema Geodésico de Referencia. A lo largo de la historia diversos elipsoides se han utilizado
para definir el Sistema de Referencia de cada país, de tal forma que se define aquel que mejor
se ajuste al geoide.