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Com 2019 047
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La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) expresa su preocupación por el impacto en
los derechos de niñas y niños, y sus familias, que puede generar el recorte presupuestal de casi 50%
al “Programa de Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras y Padres Solos”, pues podría
restringir su derecho a la educación y estimulación temprana, a vivir en condiciones de bienestar, y a
un sano desarrollo integral.
El recorte presupuestal anunciado por más de dos mil millones de pesos, puede propiciar que las
madres y padres afectados busquen otras opciones para el cuidado de sus hijas e hijos durante su
jornada laboral, derivando en un gasto familiar imprevisto que impacte en sus medios de subsistencia,
o bien, ante la falta de redes de apoyo familiar, es probable que las madres y padres trabajadores se
vean forzados a dejar a sus hijas e hijos al cuidado de personas sin preparación para el desempeño de
labores de cuidado, lo cual constituye un riesgo para su integridad y seguridad.
El recorte también puede representar una medida que ahonde las brechas de desigualdad de género
en el país, pues las mujeres trabajadoras podrían verse obligadas a renunciar a su empleo para asumir
el cuidado de niñas y niños, en detrimento de sus derechos a la igualdad sustantiva, acceso al empleo,
y a la independencia económica.
Este Organismo Nacional enfatiza la necesidad que las autoridades ponderen si las transferencias
económicas directas a las familias resultan pertinentes y viables para garantizar los derechos de niñas
y niños en primera infancia, considerando que dados los altos índices de pobreza y vulnerabilidad social
es probable que los apoyos económicos que eventualmente se entreguen, sean destinados a cubrir
otras necesidades básicas y no a garantizar los derechos de la niñez.
Así lo expresó el Ombudsperson nacional, Luis Raúl González Pérez, mediante un documento dirigido
al Diputado Porfirio Muñoz Ledo, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados; al
Secretario de Hacienda y Crédito Público, Carlos Manuel Urzúa Macías, y a la Secretaria de Bienestar,
María Luisa Albores González, a quienes respetuosamente exhortó a observar los mandatos
constitucionales, la Convención sobre los Derechos del Niño, la Recomendación General
Les solicitó impulsar la asignación de recursos presupuestales necesarios para la operación del
Programa de Estancias Infantiles conforme a la demanda social, privilegiando los derechos de la niñez
y la perspectiva de género; analizar el impacto de las medidas adoptadas en las condiciones de vida
de niñas y niños, y establecer los mecanismos administrativos e institucionales para el adecuado
control, fiscalización y auditoria de los recursos que se transfieren a los proveedores públicos y
privados de cuidado y atención integral infantil, para garantizar su aplicación al objetivo destinado,
evitando afectaciones a los derechos de las personas menores de edad.
El Comité de los Derechos del Niño ha señalado que la inversión en el desarrollo en la primera infancia
tiene un efecto positivo en su capacidad para ejercer sus derechos, rompe los ciclos de pobreza y
genera una elevada rentabilidad económica, y advierte que la falta de inversión suficiente puede ser
perjudicial para su desarrollo cognitivo, y puede reforzar las privaciones, las desigualdades y la pobreza
intergeneracional existentes.
La CNDH recordó a las autoridades federales que, en 2020, el Estado mexicano deberá rendir ante el
Comité de los Derechos del Niño, su sexto informe periódico sobre el cumplimiento de la Convención,
donde el recorte presupuestal al Programa de Estancias Infantiles, podría derivar en un señalamiento
por parte de ese organismo internacional.
La CNDH recibió escrito de queja por los recortes presupuestales anunciados al programa de Estancias
Infantiles, al que se dará el debido trámite.
Para la CNDH es incuestionable que el Estado tiene obligaciones que cumplir para hacer vigentes los
derechos de las niñas y niños, así como de las madres y padres trabajadores. El hecho de que se
aleguen presuntos actos de corrupción, así como irregularidades o problemas administrativos no puede
eximir a las autoridades de cumplir con sus obligaciones, ni justifica el que se deje de lado el respeto
de los derechos humanos. Si en el pasado se cometió algún ilícito, los mismos deben investigarse y
sancionarse a los responsables. Si el marco normativo dificulta la operación administrativa de
programas o instituciones, debe actuarse con responsabilidad, promover las adecuaciones
conducentes, sin dejar de cumplir con las obligaciones contraídas.