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Hardy Neumann

Óscar Cubo
Agemir Bavaresco
(Comps. / Orgs.)

Hegel y el proyecto de una


Enciclopedia Filosófica
Comunicaciones del
II Congreso Germano-Latinoamericano
sobre la Filosofía de Hegel

Hegel e o projeto de uma

Enciclopédia Filosofica
Comunicações do
II Congresso Germano-Latino-Americano
sobre a Filosofia de Hegel

φ
Direção editorial: Agemir Bavaresco
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Série Filosofia e Interdisciplinaridade - 89

Dados Internacionais de Catalogação na Publicação (CIP)


NEUMANN, Hardy; CUBO, Óscar; BAVARESCO, Agemir (Orgs.).

Hegel y el proyecto de una Enciclopedia Filosófica: Comunicaciones del II Congreso


Germano-Latinoamericano sobre la Filosofía de Hegel. [recurso eletrônico] / Hardy
Neumann; Óscar Cubo; Agemir Bavaresco (Orgs.) -- Porto Alegre, RS: Editora Fi, 2017.

934 p.

ISBN - 978-85-5696-276-8

Disponível em: http://www.editorafi.org

1. Filosofia. 2. Dialética. 3. Metafísica. 4. Hegel. 5. Lógica. 6. Enciclopédia. I. Título.


II Série.

CDD-100
Índices para catálogo sistemático:
1.Filosofia Alemã 193
Los fundamentos subjetivos de la
normatividad jurídica: una interpretación de
la articulación entre espíritu subjetivo y
espíritu objetivo en la obra de Hegel

Esteban Mizrahi 1

1. Introducción

La articulación entre espíritu subjetivo y espíritu objetivo en la


obra de Hegel, no sólo está destinada a satisfacer exigencias
propias de un pensamiento sistemático sino que resulta
insoslayable para entender los resortes subjetivos que posibilitan la
constitución de un Estado según un corpus de derecho positivo. La
vigencia formal y material de las normas está requerida del
despliegue de una subjetividad, que habilite la conformación de un
corpus jurídico con significado intersubjetivo donde el reino del
derecho alcance realidad efectiva.
A diferencia de toda la tradición iusfilosófica precedente, Hegel no
fundamenta las instituciones jurídicas a partir de alguna situación
natural o histórica, o bien a partir de algún tipo de contrato social
sino que las deduce de las exigencias propias de una estructura
volitiva racional. La tesis de este trabajo, cuya plausibilidad ha de
ser demostrada, es que la inteligencia (Inteligenz) y el recuerdo
(Erinnerung) son dos capacidades subjetivas centrales para que un
ordenamiento jurídico adquiera plena vigencia como derecho
positivo. Ambas determinaciones posibilitan que las normas surjan

1
Universidad Nacional de La Matanza (Argentina)
920 | Hegel y el proyecto de una Enciclopedia Filosófica

de la íntima convicción (Gesinnung) de los sujetos de derecho y no


meramente de un acto arbitrario de poder. Sólo así la persona,
entendida como una figura universal que articula derechos y
obligaciones individuales, obtiene validez y reconocimiento general
en un mundo ético.

2. Desarrollo

a. El derecho positivo2

En el §3 de la Filosofía del derecho (Rph), Hegel sostiene que el


derecho es, en general, positivo tanto por su forma cuanto por su
contenido. Lo es por su forma, cuando tiene validez en un Estado.
La autoridad legal constituye un principio formal que sirve de guía
para su conocimiento. Pero éste no es ni el único criterio ni el más
importante. Por el contrario, Hegel enfatiza de inmediato que en
virtud de su contenido este derecho recibe un elemento positivo.
Por contenido, Hegel entiende aquí tres aspectos:

α. El carácter nacional de un pueblo determinado, incluido


el nivel de su desarrollo histórico y el plexo de todas sus
relaciones constitutivas;
β. Las determinaciones requeridas para que en un sistema
legal sea posible la aplicación del concepto general a casos
particulares;
γ. Las determinaciones últimas exigidas para la toma de
decisiones en la realidad (Rph §3).

En la observación al §1 de las Lecciones de Filosofía del


derecho de Heidelberg (VRph 17/18), Hegel explica que, en lo que
concierne a su forma, el derecho deviene positivo cuando tienen
2
Me ocupé de un modo más exhaustivo del derecho positivo hegeliano en: “La concepción hegeliana
del derecho positivo” (Mizrahi 2002)
Hardy Neumann; Óscar Cubo; Agemir Bavaresco (Orgs.) | 921

validez en un Estado y es reconocido como autoridad. El


reconocimiento de los ciudadanos es pues lo que le confiere
positividad formal a un corpus jurídico. Sin embargo, dicho
reconocimiento, puede obedecer a múltiples razones. Las leyes
pueden ser aceptadas por mero temor (Furcht) a la coacción
(Zwang), o bien gracias a la fe (Glauben) y la confianza (Zutrauen),
o incluso pueden ser sostenidas como normas de conducta válidas
desde una perspectiva racional. Desde un punto de vista formal es
irrelevante las causas por las que una comunidad jurídicamente
organizada en un Estado acepta la validez de un determinado
corpus normativo (VRph 17/18 §1A). Esencial es, sin embargo, que
en términos generales lo haga. De lo contrario, no hay Estado ni
derecho positivo alguno.
En lo que respecta a su contenido, Hegel sostiene que un
corpus jurídico se presenta por lo general como una mezcla de
sentencias y determinaciones que son en parte racionales y en
parte accidentales y arbitrarias. No obstante, ello responde a una
necesidad pues para que al derecho en sí (o derecho racional)
llegue a ser derecho vigente (o derecho positivo) debe recibir una
realidad exterior. Y en esta exterioridad es donde juegan un papel
decisivo los condicionamientos propios de la existencia particular
de cada pueblo en cuyo contexto de acción el derecho racional debe
ser aplicado (VRph 17/18 §1A y VRph 18/19 §2).3
Dado que el derecho positivo involucra tanto forma como
contenido, Hegel anticipa en la “Introducción” a la Filosofía del
derecho que, siguiendo su habitual método expositivo, su
tratamiento tendrá lugar en la tercera parte de la obra, es decir, en

3
En lo que concierne a este carácter bifronte que asume el derecho positivo en el tratamiento
hegeliano, C. G. Homeyer apunta lo siguiente: “la razón esboza un ideal de Estado, de constitución
estatal, que difiere mucho de la configuración en la realidad efectiva (Wirklichkeit). Lo universal
pertenece al carácter de lo racional. Pero lo racional es, sin embargo, todavía incompleto en tanto la
idea no se introduce en la realidad. El derecho positivo tiene que interpretar los casos que surgen en
el campo de lo empírico y subsumirlos bajo un principio (Grundsatz) universal, por ejemplo, la
propiedad con sus tipos y modificaciones” (VRph 18/19 §2H).
922 | Hegel y el proyecto de una Enciclopedia Filosófica

la esfera de la eticidad. En esta sección es donde el derecho


abstracto, derecho natural o derecho en sí, deviene derecho
positivo (Rph §3A). De esta manera, recién en el §211 es posible
encontrar su primera definición: “Lo que es derecho en sí es puesto
en su existencia objetiva, esto es, determinado mediante el
pensamiento para la conciencia y conocido como lo que es derecho
y vale, la ley; y el derecho es, mediante esta determinación,
derecho positivo en general” (Rph §211: 361).4
Hegel entiende, entonces, por derecho positivo la existencia
de leyes que los miembros de una comunidad jurídica reconocen
públicamente como válidas. El problema radica ahora en saber qué
modalidad asume este reconocimiento. Ciertamente, no basta con
una mera aceptación racional que no conduzca al ejercicio de
prácticas normadas en conformidad con las leyes. Se precisa de un
pensamiento, que surja como resultado de una actividad subjetiva
llevada a cabo por los miembros de una comunidad jurídica, en el
que se establezca la conciencia de la validez y autoridad de la ley.
Por esto mismo, tampoco consiste en la mera aceptación irracional
de cualquier corpus normativo sino sólo de aquella configuración
jurídica que presente una articulación consecuente de las
determinaciones afirmadas de manera abstracta por el derecho
racional, es decir, de aquellas determinaciones que resultan del
despliegue del concepto de persona.

b. La persona y su realización5

4
“Was an sich Recht ist, ist in seinem objektiven Dasein gesetzt, d. i. durch den Gedanken für das
Bewußtsein bestimmt und als das, was Recht ist und gilt, bekannt, das Gesetz; und das Recht ist
durch diese Bestimmung positives Recht überhaupt” (Rph §211). Una definición similar ya había
sido presentada en sus Lecciones de Berlín: “Was an sich Recht ist, muß zuerst für das Bewußtsein
vorhanden und bekannt gemacht werden, -das Gesetz, das ebenso als an und für sich Gültiges
vorausgesetzt ist, als es nur gilt, insofern es als solches, welches allgemeine Macht hat, zur
öffentlichen Kenntnis gebracht ist” (VRph 18/19 §104).
5
He trabajado el concepto hegeliano de persona con mayor profundidad en: “Persona, propiedad y
reconocimiento intersubjetivo. Un interpretación de los fundamentos normativos del Estado
hegeliano” (Mizrahi 1996).
Hardy Neumann; Óscar Cubo; Agemir Bavaresco (Orgs.) | 923

El concepto de persona es abordado por Hegel de manera


exhaustiva en la primera parte de la Filosofía del derecho, obra que
presenta la exposición sistemática de las categorías jurídicas
centrales que configuran el ámbito del espíritu objetivo. En este
sentido, el reino de la objetividad es para Hegel el terreno propio
del derecho:

"El suelo del derecho es lo espiritual y su sitio más próximo y punto de


partida, es la voluntad, la cual es libre; de modo que la libertad
constituye su sustancia y determinación; y el sistema del derecho
(Rechtssystem) es el reino de la libertad realizada, el mundo del
espíritu producido a partir de sí mismo como una segunda naturaleza"
(Rph §4).6

Sin embargo, lo que en este contexto discursivo se presenta


como un comienzo, desde la perspectiva enciclopédica no es sino el
resultado de un movimiento anterior, a saber, del desarrollo del
espíritu subjetivo que concluye con la afirmación del “espíritu
libre”. Este último, aun cuando sea el remate de los tres estadios en
que el espíritu subjetivo se ha desplegado progresivamente
(primero como alma en la antropología, después como conciencia
en la fenomenología y finalmente como razón en la psicología),
constituye sólo una figura de tránsito hacia la objetividad. Si el
“espíritu libre” es una figura necesaria para la realización del
espíritu subjetivo, no menos necesaria resulta su superación,
precisamente por el hecho de ser tan sólo una realización subjetiva
del concepto de espíritu.7 En tal sentido, su figura es meramente
formal y con esta formalidad comienza el desarrollo del espíritu

6
“Der Boden des Rechts ist überhaupt das Geistige und seine nähere Stelle und Ausgangspunkt der
Wille, welcher frei ist, so daß die Freiheit seine Substanz und Bestimmung ausmacht und das
Rechtssystem das Reich der verwirklichten Freiheit, die Welt des Geistes aus ihm selbst
hervorgebracht, als eine zweite Natur, ist” (Rph §34).
7
Al respecto Héctor Ferreriro observa que “el espíritu libre es, pues, la subjetividad que se conoce
como forma universal y al mismo tiempo –lo que al sentido común puede parecerle contradictorio-
como determinada, es decir, como un sujeto singular y libre” (Ferreiro 2009: 357)
924 | Hegel y el proyecto de una Enciclopedia Filosófica

objetivo, a saber, con la voluntad de un sujeto individual que se


refiere a sí mismo:

“En su concepto abstracto, la voluntad libre en y para sí está en la


determinación de la inmediatez. De acuerdo con ella es la realidad
efectiva que se comporta de modo negativo frente a lo real y que se
refiere a sí misma de manera sólo abstracta, es la voluntad en sí misma
individual de un sujeto” (Rph §34).8

La formalidad del espíritu libre resulta de la unidad del


espíritu teórico y del espíritu práctico que supera la escisión entre
pensamiento y voluntad (Enz §481).9 Para Hegel, la voluntad y el
pensamiento no son actividades distintas sino más bien una misma
actividad que opera en ámbitos diversos. En el agregado §468
aclara que esta identificación no está disponible para el sentido
común que se representa más bien lo contrario: al pensar y a la
voluntad como facultades diferentes. Sin embargo, tal

8
“Der an und für sich freie Wille, wie er in seinem abstrakten Begriffe ist, ist in der Bestimmtheit
der Unmittelbarkeit. Nach dieser ist er seine gegen die Realität negative, nur sich abstrakt auf sich
beziehende Wirklichkeit in sich einzelner Wille eines Subjekts” (Rph §34). Como también puede
leerse en las Lecciones sobre Filosofía del derecho de Berlín (VRph 18/19): "Der freie Wille, wie er
zuerst in seinem abstrakten Begriff ist, ist in der Bestimmtheit der Unmittelbarkeit oder des
unmittelbaren Daseins. Nach dieser ist der Wille teils –als die gegen die Realität negative, nur sich
auf sich beziehende Wirklichkeit– einzelner und abstrakt-freier Wille eines Individuums; teils ist er
auch nach seinem weiteren Inhalt besonderer Wille; teils ha er –als ausschließend- diesen Inhalt als
eine äußere, unmittelbar vorgefundene Welt sich gegenüber” (VRph 18/19 §17).
9
Según Michael Quante en los parágrafos introductorios a la Filosofía del derecho, Hegel aborda la
estructura de la voluntad en tres niveles distintos e interconectados. El primero sería el de su
“naturaleza conceptual”, es decir, el nivel de la voluntad entendida como un universal. El segundo
nivel estaría constituido por la autoconciencia del individuo y su saber acerca de la libertad. Esta
autoconciencia proporciona los momentos conceptuales de la voluntad en cuanto representación
(§4). Por último, el tercer nivel del análisis hegeliano, sería aquel en el que las instituciones éticas,
sociales y políticas son concebidas como configuración (§32) de la voluntad libre. Por otra parte,
Quante señala también que en tanto este tratamiento es el resultado del desarrollo del espíritu
subjetivo se dan por presupuestas dos cosas: primero, que con la voluntad (o el comportamiento
intencional en general) se ha sorteado ya la pura causalidad y nos movemos en el ámbito de la
teleología que expone la verdad de la causalidad; y segundo, que el análisis se ciñe a la
autoconciencia o voluntad pensante y no a formas más rudimentarias de comportamiento
intencional (Quante 2011: 313-314). Para un tratamiento detallado y sistemático del concepto de
voluntad en toda la obra de Hegel ver: Ferreiro 2009.
Hardy Neumann; Óscar Cubo; Agemir Bavaresco (Orgs.) | 925

representación escapa a la verdad en la medida en que hasta el


menos formado de los hombres tiene voluntad sólo en la medida
en que piensa; cosa que ningún animal está en condiciones de
hacer, razón por la cual los animales tampoco disponen de
voluntad.10
De ahí que Hegel considere que "la diferencia entre
pensamiento y voluntad es sólo la que hay entre el
comportamiento teórico y el práctico, pero no son dos capacidades,
sino que la voluntad es un modo particular de pensamiento: el
pensamiento en tanto se traduce en la existencia, como impulso de
darse existencia" (Rph §4Z).11 En virtud de este impulso, la
voluntad libre alcanza su primera determinación y es persona.
Pero la persona sólo encuentra su plena realización en el marco de
la eticidad, pues sólo “por medio de lo ético el hombre tiene
derechos en la medida en que tiene deberes y deberes en la medida
en que tiene derechos” (Rph §155). Así, la vida ética es concebida
como la organización de un plexo de relaciones de reconocimiento
intersubjetivo cristalizado en leyes. Las leyes expresan en su
racionalidad la dimensión universal de la persona.12

10
“Das Denken das sich selbst zum Willen Bestimmende und bleibt das erstere die Substanz des
letzteren, so daß ohne Denken kein Wille sein kann und auch der ungebildetste Mensch nur insofern
Wille ist, als er gedacht hat, das Tier dagegen, weil es nicht denkt, auch keinen Willen zu haben
vermag” (Enz §468Z).
11
“Der Unterschied zwischen Denken und Willen ist nur der zwischen dem theoretischen und
praktischen Verhalten, aber es sind nicht etwa zwei Vermögen, sondern der Wille ist eine besondere
Weise des Denkens: das Denken als sich übersetzend ins Dasein, als Trieb, sich Dasein zu geben”
(Rph. §4Z).
12
Respecto de la relación entre eticidad y positividad jurídica, John Russon explica con acierto que
“solo el compromiso previo con nuestra responsabilidad mutua es lo que hará que el principio de
obediencia a las leyes sea en sí mismo algo a lo que nos consideremos obligados. Dicho de otro
modo, la adhesión a la legislación no puede lograrse a través de la legislación. Las leyes postuladas se
basan en leyes no postuladas como fundamento. Vivir según la ley es participar en un mundo donde
la acción tiene sentido. Las acciones regidas por la ley esencialmente hablan, porque son
promulgaciones del sistema de valores - sistemas de significados- que los participantes de la
comunidad regida por la ley tienen en común” (Russon 2016: 213-214).
926 | Hegel y el proyecto de una Enciclopedia Filosófica

En el §514 de la Enciclopedia, se encuentra condensado en


un solo párrafo la posición de Hegel respecto de la vida ética
productora de y producida por personas:

“La sustancia que se sabe libre, en la que el deber absoluto es


igualmente ser, tiene realidad efectiva como espíritu de un pueblo. La
separación abstracta de este espíritu es la singularización en personas,
de cuya autosuficiencia él es su poder interior y necesidad. Sin
embargo, la persona, en cuanto inteligencia pensante, sabe de aquella
substancia como su propia esencia, en esta convicción deja de ser un
accidente de la misma, la intuye como fin absoluto en la realidad
efectiva, tanto como un más acá alcanzado como también en cuanto
algo que la persona misma produce con su actividad, pero que más
bien simplemente es; de este modo, la persona cumple con su deber sin
la reflexión electiva, como lo suyo y como algo efectivamente existente,
y en esta necesidad se posee a sí misma y a su libertad efectiva” (Enz
§514).13

En sus momentos abstractos, ya sea jurídico como moral, la


persona vive su individuación como un hecho natural y sus
deberes como materia de deliberación. La pertenencia a la
comunidad es tenida por el sujeto individual como un hecho
contingente que depende inmediatamente de su querer. Sin
embargo, a diferencia del iusnaturalismo hobbesiano que distingue
personas naturales y personas artificiales, Hegel sostiene que las
personas no son como tales unidades naturales sino que surgen
como el resultado de un ejercicio de abstracción a partir del
espíritu de un pueblo. El recorrido es, por tanto, inverso al del
contractualismo moderno: se trata de una comunidad ética que se
13
“Die frei sich wissende Substanz, in welcher das absolute Sollen ebenso sehr Sein ist, hat als Geist
eines Volkes Wirklichkeit. Die abstrakte Diremtion dieses Geistes ist die Vereinzelung in Personen,
von deren Selbständigkeit er die innere Macht und Notwendigkeit ist. Die Person aber weiß als
denkende Intelligenz jene Substanz als ihr eigenes Wesen, hört in dieser Gesinnung auf, Akzidens
derselben zu sein, schaut sie als ihren absoluten Endzweck in der Wirklichkeit sowohl als erreichtes
Diesseits an, als sie denselben durch ihre Tätigkeit hervorbringt, aber als etwas, das vielmehr
schlechthin ist ; so vollbringt sie ohne die wählende Reflexion ihre Pflicht als das Ihrige und als
Seiendes und hat in dieser Notwendigkeit sich selbst und ihre wirkliche Freiheit” (Enz §514).
Hardy Neumann; Óscar Cubo; Agemir Bavaresco (Orgs.) | 927

singulariza en personas y no de personas que convienen unirse en


sociedad. Por esta razón, las personas intuyen a su comunidad no
como algo a construir bajo la forma de un deber ser sino como un
fin alcanzado, que es y sigue siendo gracias a la actividad de las
personas mismas.14
Pero además -y esto es central para el tema que nos ocupa-
las personas saben que ellas no son un mero agregado, esto es, un
mero accidente de la sustancia ética; tienen la convicción de que la
vida ética constituye su fin absoluto. En la eticidad el derecho
abstracto deviene positivo dado que el saber de la ley como
determinación válida tiene lugar en la conciencia jurídica de la
comunidad singularizada en personas: “Lo racional como tal, la ley
puede ser denominado concepto; pero sólo tiene existencia en el
sujeto individual, en la inteligencia del sujeto individual” (VRph
17/18 §69 A).15
Por tanto, sólo la existencia de una conciencia jurídica
general posibilita la vigencia de un estado de derecho, pues ella
expresa la íntima convicción de que las leyes no son algo distinto
de aquello que constituye a cada individuo como persona, sino más
bien la condición de la personalidad misma en su carácter

14
En tal sentido, este parágrafo de la Enciclopedia permite abonar la tesis de Quante contra la
interpretación de Tugendhat acerca de que “Hegel no se preocupa primordialmente por demostrar
que las pretensiones de validez de la eticidad deberían dominar a las pretensiones de validez de la
moralidad, sino ante todo por mostrar que cualquier argumentación moral tiene ya que apoyarse en
premisas éticas presupuestas” (Quante 2011: 287). Según Quante, Hegel rechaza el punto de vista
moral en la medida en que bajo este rótulo se entiende la pretensión filosófica de esgrimir una
justificación externa, enfrentada a una eticidad viviente, como condición necesaria para que una
praxis social que funciona y muestra a diario su eficacia pueda valer como bien fundamentada”
(Quante 2011: 297). En la misma dirección, Robert Pippin interpreta que Hegel “niega las nociones
kantianas e incluso egoísta-racionales de razón práctica misma e intenta mostrar que aquello que
uno tiene por una razón justificada para actuar no puede realizarse sin prestar atención a las formas
de vida institucional que determinan concretamente lo que son tanto una autocomprensión
adecuada como una justificación exitosa” (Pippin 2001: 19). Por ello, Pippin señala que Hegel
denomina ‘fuerzas motivacionales’ (bewegende Kraft) no al producto de una razón pura práctica
aislada sino únicamente a los componentes de un ‘ser ético’ real (§ 142; an dem sittlichen Sein)”
(Pippin 2001: 8).
15
“Das Vernünftige als solches, das Gesetz kann der Begriff genannt werden; aber es hat in dem
einzelnen Subjekt, in der Intelligenz der einzelnen sein Dasein” (VRph. 17/18 69 A).
928 | Hegel y el proyecto de una Enciclopedia Filosófica

universal. Tal convicción, entonces, no es el resultado de un acto


irreflexivo de adscripción emotiva sino que surge en las personas
porque ellas son, precisamente, inteligencias pensantes.

c. La inteligencia y el recuerdo

¿Qué significa en términos hegelianos ser una “inteligencia


pensante”? ¿Cuál es el rol específico que juega la inteligencia en la
constitución de la subjetividad? El tratamiento sistemático de la
inteligencia tiene lugar entre los parágrafos §440 y §468 de la
Enciclopedia, es decir, en aquellos parágrafos dedicados al “espíritu
teórico” en el marco de su psicología racional.16 La inteligencia
tiene un desarrollo que parte de la intuición, continúa con los
momentos de la representación (recuerdo – imaginación –
fantasía) y culmina con el pensamiento conceptual en dónde se
produce el pasaje al “espíritu práctico”. Hegel define allí a la
voluntad como la “inteligencia que se sabe a sí misma como
determinante del contenido, que es suyo y que también está
determinado como lo que está siendo” (Enz §468).17 Teniendo
presente la identificación entre pensamiento y voluntad con la que
culmina el tratamiento de la inteligencia vale la pena revisar

16
Respecto de los desarrollos de la psicología racional hegeliana.-y de la inteligencia, en particular-
sigo en gran medida la interpretación de Ferreiro. Para Ferreiro, Hegel no piensa su epistemología
en términos de una dialéctica entre receptividad y espontaneidad, es decir, entre mundo externo y
espíritu humano, sino como un tránsito continuo que va desde la mera indiferenciación a la
diferenciación y determinación completas; o bien desde la inmediatez indeterminada a la mediación
determinada. En tal sentido, Ferreiro considera inadecuadas a las interpretaciones que postulan un
dualismo en Hegel entre word y mind. Tal dualismo, incluso en la versión atenuada de John
McDowell, no permite establecer de manera plausible una correlación entre psicología y lógica
(Ferreriro 2015: 74-73).
17
“Die Intelligenz, sich wissend als das Bestimmende des Inhalts, der ebenso der ihrige, als er als
seiend bestimmt ist, ist Wille” (Enz §468). Esta definición de voluntad tiene puntos de contacto con
la definición kantiana de arbitrio como la facultad de desear según conceptos unida a la conciencia de
ser capaz de producir el objeto mediante la acción: “Sofern es [das Begehrungsvermögen nach
Begriffen] mit dem Bewußtsein des Vermögen seiner Handlung zur Hervorbringung des Objekts
verbunden ist, heißt es Willkür” (MS Ein. I).
Hardy Neumann; Óscar Cubo; Agemir Bavaresco (Orgs.) | 929

aquellos puntos nodales del recorrido para detectar los pilares


subjetivos sobre los cuales se asienta la vigencia de una
normatividad jurídica.
Para empezar, la inteligencia pensante sólo puede conocer
una cosa en su nombre: “Es en los nombres, dónde pensamos”
(Enz §462A)18 afirma Hegel, dado que con el acceso al reino del
lenguaje,19 la inteligencia logra independizar a la representación de
la imagen: “La intuición es una imagen que ha recibido en sí como
alma una representación autosuficiente de la inteligencia, a saber,
su significado. Esta intuición es signo” (Enz §458).20 En efecto, la
intuición es signo cuando la imagen recibe su significado a través
algo totalmente distinto de lo que ella es en tanto intuida:21 “Con el
nombre ‘león’ no necesitamos de la intuición de tal animal ni
siquiera de su imagen, sino que el nombre, en tanto lo entendemos,
es la representación simple sin imagen” (Enz §462A).22
Además, el lenguaje presupone no sólo esta independencia
de los nombres respecto de las imágenes sino también el accionar
del “yo” como una suerte de encadenamiento vacío que consolida
series de ellos y los mantiene en un sólido orden dentro de sí en

18
“Es ist in Namen, daß wir denken” (Enz §462A).
19
En primer lugar, con la memoria productora (Enz §458). a través de la invención de signos y luego
con su uso mediante la memoria reproductora (Enz §462).
20
“Sie [die Anschauung] ist ein Bild, das eine selbständige Vorstellung der Intelligenz als Seele in
sich empfangen hat, seine Bedeutung. Diese Anschauung ist das Zeichen” (Enz §458).
21
Ferreiro explica el proceso de simbolización de la siguiente manera: “el contenido singular mismo,
sin embargo, hasta ese momento concreto y sensible, perdura ante el espíritu asimilado y
homogeneizado ahora a su idealidad constitutiva como el contenido no sensible de la representación
de un significado. En el acto de simbolización y designación, el espíritu humano suprime, pues, la
primigenia correlación de la determinación lógica de la singularidad con las formas teóricas de la
intuición y la imagen” (Ferreiro 2010: 26)
22
“Bei dem Namen Löwe bedürfen wir weder der Anschauung eines solches Tieres noch auch selbst
des Bildes, sondern der Name, indem wir ihn verstehen, ist die bildlose einfache Vorstellung” (Enz
§462A).
930 | Hegel y el proyecto de una Enciclopedia Filosófica

cuanto subjetividad.23 En este punto, Hegel retoma y resignifica la


posición kantiana respecto de la apercepción transcendental como
yo pienso que ha de poder acompañar todas mis representaciones.
No obstante, lo central aquí es retener que la producción de signos
tiene como condición de posibilidad la disponibilidad de imágenes.
En tal sentido, la inteligencia es ante todo la fuerza que subsume
una intuición singular bajo la imagen ya internalizada, es decir, el
accionar del yo que mediante el recuerdo universaliza imágenes.
El recuerdo es la primera etapa del desarrollo de la
representación donde la inteligencia está bajo la determineidad de
su ser en sí abstracto. Al recordar, la inteligencia ubica en su
interioridad al contenido del sentimiento, es decir, lo coloca al
material intuido como imagen en su propio tiempo y espacio,
disociándolo de su contexto.24 La segunda etapa es la imaginación.
Con cierto vuelo poético, Hegel explica en el agregado al §455 de la
Enciclopedia que la inteligencia logra separar aquí “el tesoro de sus
imágenes” de las “tinieblas nocturnas que lo envuelven”,
ahuyentándolas con la “luminosa claridad del presente”. Las
imágenes internalizadas con el recuerdo yacen en el pozo nocturno
del pasado. Se trata de imágenes sensoriales, no figurativas, pre-
conceptuales, sin significado, material sensitivo en estado puro,
imágenes que permanecen dormidas hasta que la imaginación las
expone a la luz del presente. De esta manera, la inteligencia sólo
puede representarse imágenes que ella misma conserva de un
modo inconsciente:25 “nadie sabe la cantidad infinita de imágenes

23
“Ich, welches dies abstrakte Sein ist, ist als Subjektivität zugleich die Macht der verschiedenen
Namen, das leere Band, welches Reihen derselben in sich befestigt und in fester Ordnung behält”
(Enz §463).
24
“Als die Anschauung zunächst erinnernd, setzt die Intelligenz den Inhalt des Gefühls in ihre
Innerlichkeit, in ihren eigenen Raum und ihre eigene Zeit. So ist er αα) Bild, von seiner ersten
Unmittelbarkeit und abstrakten Einzelheit gegen anderes befreit, als in die Allgemeinheit des Ich
überhaupt aufgenommen” (Enz § 452).
25
Respecto del carácter inconsciente tantos de las imágenes internalizadas como de otros aspectos de
la estructura subjetiva en la psicología racional hegeliana, Richard Windfiels presenta una
interesante argumentación en contra de la reducción de la mente a conciencia y de la equiparación
Hardy Neumann; Óscar Cubo; Agemir Bavaresco (Orgs.) | 931

del pasado que duermen en él” (Enz §453Z), sentencia Hegel. Sin
embargo, de ellas depende en última instancia aquello que se ha de
pensar, pues la inteligencia llega a saberse a sí misma como
determinante de su contenido, esto es, como voluntad, ejerciendo
el poder de exteriorizar sus imágenes y, finalmente, pensarlas.
En efecto, como dijimos más arriba, la figura del espíritu
libre culmina con la conciencia del espíritu de saberse libre en su
singularidad como sujeto individual. El despliegue de la idea de
libertad personal da lugar a la objetivación del espíritu en un
mundo de instituciones políticas y sociales. Pero el movimiento
para hacer manifiesto un orden de derechos y deberes en el que las
personas se reconozcan como libres implica algo más que enunciar
el principio universal del derecho como acción “cuya máxima
permite a la libertad del arbitrio de cada uno coexistir con la
libertad de todos según una ley universal” (MS Ein. §C).26
Para que tenga lugar la realización efectiva de un mundo
jurídico con significado intersubjetivo es menester que, además de
este principio formal, haya otro material, a saber: la existencia de
imágenes internalizadas por los individuos que puedan ser
evocadas significativamente para la vida en común. Estas imágenes
dormidas, inconscientes, infinitas, son en definitiva las que otorgan
materialidad al tejido ético, cuya forma viene dada por las
determinaciones propias del despliegue de la libertad personal. En
el §485 de la Enciclopedia, Hegel sintetiza su posición al respecto:
“El contenido es la ley, en la medida en que está puesto para la
conciencia de la inteligencia con la determinación de ser un poder
vigente – contenido liberado de la impureza y contingencia que

de la conciencia con las capacidades discursivas y lingüísticas. La mayoría de los argumentos de


Winfield apuntan a mostrar cómo para Hegel muchos aspectos de la subjetividad no pueden
involucrar conceptos o lenguaje (ver especialmente los capítulos cuatro, cinco y seis de Hegel and
Mind) (Winfield 2010).
26
“Eine jede Handlung ist recht, die oder nach deren Maxime die Freiheit der Willkür eines jeden
mit jedermanns Freiheit nach einem allgemeinen Gesetze zusammen bestehen kann etc.” (MS Ein.
§C).
932 | Hegel y el proyecto de una Enciclopedia Filosófica

tiene en el sentimiento práctico y en el impulso, y ya no


configurado según sus formas sino en su universalidad para la
voluntad subjetiva como hábito, como modo de sentir y como
carácter, el contenido es costumbre ética“ (Enz § 485).27

3. Conclusión

A modo de conclusión sólo queda puntualizar que para Hegel


es el operar subjetivo de la inteligencia aquello que habilita una
comprensión de las leyes constitutivas del derecho positivo no
meramente como limitaciones recíprocas de libertades y derechos
individuales sino también como fin último y obra universal que al
mismo tiempo son “sustancia del querer libre de los individuos y
de su convicción” (Enz §538).
Un corpus de derecho positivo organizado en torno a la
vigencia de la universalidad de la persona, como figura jurídica que
articula derechos y obligaciones individuales, está requerido de un
operar subjetivo que habilite la compresión de las leyes no
meramente como mandatos a ser obedecidos sino como normas de
convivencia que responden a la íntima convicción de aquellos cuya
conducta se propone regular. En tal sentido, el recuerdo y la
inteligencia cumplen un rol insoslayable para la producción y
reproducción de imágenes compartidas que hacen posible la vida
en común.

27
“In dieser für das Bewußtsein der Intelligenz gesetzt mit der Bestimmung als geltende Macht, ist
er [der Inhalt] das Gesetz - befreit von der Unreinheit und Zufälligkeit, die er im praktischen
Gefühle und in dem Triebe hat, und gleichfalls nicht mehr in deren Form, sondern in seiner
Allgemeinheit dem subjektiven Willen eingebildet, als dessen Gewohnheit, Sinnesart und Charakter,
ist er als Sitte” (Enz §485).
Hardy Neumann; Óscar Cubo; Agemir Bavaresco (Orgs.) | 933

4. Bibliografía

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