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MINUTA DE ALEGATO

Recursos: Casación Forma y Fondo, Penal y Civil.


Parte: Estado de Chile, sostenedor de la acción penal, y Fisco de Chile, demandado en la
acción civil.
Juicio criminal seguido contra Juan Manuel Contreras y otros;
Ingreso CS 517-2004;
2ª Sala de la Excma. Corte Suprema.
Abogado: Juan Sebastián Reyes.

RESOLUCIÓN RECURRIDA:
Sentencia definitiva de segunda instancia de fecha 05.01.2004, dictada por la Iltma. Corte de
Apelaciones de Santiago, la que, en la parte penal, confirmó la sentencia condenatoria de
primera instancia, rebajando penas a algunos de los condenados, y en la parte civil, revocó la
sentencia de primera instancia (en cuanto a sus fundamentos) y declaró la incompetencia del
Tribunal para conocer y fallar la acción de indemnización de perjuicios.

EXPLICACION PREVIA DE LOS ROLES JURIDICOS QUE JUEGA EL CDE


EN ESTE PROCESO.
Diferenciación de índole ontológica entre los conceptos Estado y Fisco en cuanto personas
jurídica de Derecho Público. Y sobre la base del Derecho Positivo nuestro, el Código Civil, que
en su artículo 547 señala como personas jurídicas de Derecho Público independientes entre si,
a la Nación, es decir, al Estado; y al Fisco, en forma separadas.
A. ESTADO es ese ente jurídico de Derecho Público, que representa a la nación toda en
cuanto sujeto propio del Derecho Internacional Público; que dentro del país, reconoce y
ampara a los grupos intermedios a través de los cuales se organiza y estructura la
sociedad; que está al servicio de la persona humana y su finalidad es promover el bien
común; que debe contribuir a crear las condiciones sociales que permitan a todos y a
cada uno de los integrantes de la comunidad nacional su mayor realización espiritual y
material posible, con pleno respeto a los derechos y garantías que establece la
Constitución. Y dentro de cuyos deberes se encuentran, además, el de resguardar la
seguridad nacional, dar protección a la población y a la familia, promover la integración
armónica de todos los sectores de la Nación y asegurar el derecho de las personas a
participar con igualdad de oportunidades en la vida nacional.
B. FISCO, es aquella persona jurídica o Corporación de Derecho Público Interno que
constituye el patrimonio del Estado, que tiene una función instrumental respecto de
éste y que es el soporte y garante económico en el cual descansa aquel, para el
cumplimiento de sus fines últimos y constitucionales.
Caso concreto: El proceso comprende tanto la acción penal cuanto la civil e
intervenimos en él, en razón del artículo 50 letra e) de nuestra Ley Orgánica.
1. Participamos en este proceso como acusadores por razones superiores de Estado.
2. Se desprende lo anterior de lo dispuesto en la propia norma citada que permite nuestra
actividad procesal en aquellos casos en que se trate de otros crímenes o simples
delitos que importen hechos que puedan originar grave daño social o \"cuando sea
conveniente para los intereses del Estado o de la sociedad\". Nuestro patrocinado es,
pues, el Estado, en cuanto titular del deber de bien común que justifica y legitima su
propia existencia.
3. En ese proceso penal nuestro deber como Consejo es intentar acreditar la verdad
histórica del hecho; calificarlo jurídicamente; y hacer efectiva la responsabilidad penal
que afectare a quiénes en él participaron.
4. Si quiénes participaron fueron agentes del Estado; y se demanda civilmente al Estado
o al Fisco por los perjuicios que aquellos causaron, nuestro deber es defender al Fisco,
que siempre será -de entre aquellos dos- el único obligado al pago; pero con las
limitaciones que exige la ética que nos impide sostener defensas o alegaciones
contradictorias.
5. Si con ocasión de nuestra función acusadora por el Estado sostuvimos la existencia de
un determinado hecho punible, durante la defensa civil del Fisco debemos igualmente
aceptarlo. Jamás negarlo. Pero sí podemos discutir las consecuencias que en materia
civil pudieran desprenderse de ese hecho. Por ejemplo: que de él no derivaron
perjuicios patrimoniales o extra patrimoniales; o que si así ocurrió, dichos perjuicios no
fueron probados; que si lo fueron, éstos no son de responsabilidad del Fisco; que para
el caso de serlo, dicha responsabilidad se encuentra extinguida por la prescripción; o,
por último, si la acción no está prescrita, nos es lícito discutir los montos demandados.
6. De esa manera hay congruencia lógica en nuestro comportamiento ante la jurisdicción
civil y penal.
7. No parece perjudicarnos el artículo 232 del Código Penal, cuando señala lo siguiente:
\"el abogado que teniendo la defensa actual de un pleito, patrocinare a la vez a la parte
contraria en el mismo negocio, sufrirá las penas de inhabilitación especial perpetua
para el ejercicio de la profesión y multa de once a veinte unidades tributarias
mensuales\".
8. Lo anterior, por cuanto dicho artículo apunta a la inconveniencia ética y social de que
un mismo abogado sostenga defensa contradictorias en una misma causa:
defendiendo y atacando al mismo tiempo, a una misma parte. La protección de la
probidad profesional de los abogados obligaba a la existencia de una norma
semejante.
9. Pero lo anterior no se da en el caso del Consejo de Defensa del Estado:
Primero: Por cuanto acusamos penalmente en representación del Estado.
Segundo: Por cuanto en representación del Fisco demandado, defendemos la caja
fiscal.
Tercero: Por cuanto ambas defensas son armónicamente compatibles y no
contradictorias, al admitir el hecho básico el cual descansan las respectivas acciones
penal y civil.
Cuarto: Por cuanto cada acción se bifurca en diferentes sentidos desde la ocurrencia
del hecho, encontrándose cada una de ellas, sometidas a reglas sustantivas y adjetivas
diferentes y perteneciendo la legitimación activa, en un caso al Estado; y la legitimación
pasiva, en el otro, al Fisco.
Quinto: De este modo una supuesta contradicción en la actitud procesal del Consejo
de Defensa del Estado es sólo aparente desde el momento en que está obligado a
representar conjuntamente a ambas Corporaciones de Derecho Público, cada cual de
acuerdo con su posición particular dentro proceso penal.

EL RECURSO DE CASACION.
En nuestro procedimiento el Recurso de Casación se incorpora con la dictación del C. de P.C.
En la discusión parlamentaria con fecha 27.08.1874 el Diputado Tocornal sostuvo “La Corte
de Casación no es una jerarquía del poder judicial, porque jamás juzga ni debe juzgar
cuestiones entre partes. Su objeto es más elevado; tiene la misión de conservar la uniformidad
de la lei en todo el país, para que no haya una jurisprudencia en una Corte diversa en otra i que
las cuestiones se resuelvan en tal o cual sentido, según el tribunal donde se llevan….. I con
efecto, la casación es un remedio de interés jeneral i de orden público. Su objeto como dice un
notable jurisconsulto español es contener a todos los tribunales y jueces en la estricta
observancia de la lei e impedir toda falsa aplicación de ésta i su errónea interpretación, a la vez
que uniformar la jurisprudencia; así es que ha sido introducida más bien por interés de la
sociedad que en beneficio de los litigantes” (Rec. De Cas. Y Queja Raúl Tavolari, Ed. Jur. Cono
Sur, 1996, pág. 33)
El Recurso de Casación que se introduce en nuestro Código, es una copia de aquel que se
estableció en la legislación francesa después de la revolución. Sin embargo, el Código Chileno,
se alejó en parte de su símil francés, y siguió el modelo español, en cuanto a que además del
fallo de casación la Excma. Corte Suprema, si acoge el recurso, debe resolver el asunto en un
fallo de reemplazo.
El instituto de la casación, tal como hoy se le conoce, es la unión de dos institutos que
recíprocamente se compenetran e integran: La Corte de Casación, y el Recurso de
Casación.
El nacimiento de la casación moderna aparece formalmente en Francia fijado en un Decreto
de la Asamblea revolucionaria, pero sus orígenes se remontan más atrás, pues no se puede
pensar que tan complejo instituto nació de la nada, en un pueblo que se caracterizaba por la
defensa de la primacía de la ley por sobre la voluntad del monarca.
En Roma, ya se contemplaba la restitutio in íntegrum por la que el Pretor remueve los efectos
lesivos de un fallo por ser contraria a la equidad de alguna parte de un negocio jurídico.
Existían además acciones para impugnar la validez del procedimiento y otras para declarar la
inexistencia del fallo.
Cicerón en una de sus oraciones afirma que el punto sobre el cual el juez puede ser inducido a
parcialidad es el punto de hecho, que pertenece a su arbitrio, no el punto de derecho que
depende de la ley (Pro A Caecina, Cáp. 25, párrafo 72 citado por P. Calamandrei, La Casación
Civil, Tomo I Historia y Legislaciones, Vol. I, Bibliográfica Omeba, Pág. 61.)
También en Francia, el poder real se arrogó la competencia para anular decisiones judiciales
que contradijeran las ordenanzas. El poder central trató por este medio de imponer su ley única
a los poderes locales. Así nació el Consejo de Partes que asesoraba al Rey en estas
materias. Si bien en Francia se estableció la impugnabilidad de la sentencia, mientras en Roma
se atacaba la inexistencia de la misma, ambos recursos son antecedentes del actual Recurso
de Casación, y ambos tenían por objeto el respeto uniforme de la Ley.
El Consejo de Partes, era un órgano separado de la administración de justicia al que el
soberano dotaba de funciones jurisdiccionales, por ser éstas inseparables de la soberanía que
él ejercía. Dentro de estas facultades estaba la de resolver las demandas de casación,
destinadas a reprimir decisiones rebeldes de parlamentos locales. Posteriormente este Consejo
se dividió en el Consejo de Estado y el Consejo de Partes, éste último antecesor de la actual
Corte de Casación.
Esta Excma. Corte Suprema, como Corte de Casación, es heredera de las tradiciones
jurídicas de la antigua Roma, del derecho feudal francés, y de la transformación revolucionaria
francesa, para velar por la correcta aplicación de la Ley, omitiendo cualquier revalorización de
los hechos.
CONCEPTOS JURISPRUDENCIALES DEL RECURSO DE CASACIÓN SEGÚN ESTA
EXCMA. CORTE SUPREMA.
La casación, junto con ser un verdadero homenaje a la ley, es una institución de carácter
técnico, de interés general, de orden público y de derecho estricto.
Su objeto es mantener a todos los tribunales en la estricta observancia de los preceptos
legales, impidiendo las apreciaciones falsas o las interpretaciones erróneas.
La casación jamás constituye una tercera instancia, puesto que su objeto exclusivo es
conocer de la conformidad de las sentencias con las leyes siendo por tanto el derecho y el fallo,
el que cae bajo su imperio, y no así los hechos y el juicio.
El recurso de casación no está destinado a reparar errores de hecho en que hayan incurrido
los jueces sentenciadores, sino que se ejercita cuando se acusa una violación de derecho.
El recurso de casación no tiene otra finalidad que examinar errores de derecho contenidos
en la sentencia, sobre la base de los hechos establecidos y considerados por los
sentenciadores.
El recurso de casación es de derecho estricto y no puede entrar a examinar el proceso ni
revisar la sustanciación del juicio o la apreciación de la prueba. No puede alterar el
planteamiento de hecho y de derecho formulado en el juicio.
Las causales de un recurso de casación deben ser precisas y determinadas. No pueden
invocarse causales hipotéticas, dubitativas, inciertas ni subsidiarias. Tampoco pueden
invocarse causales contradictorias entre sí.
La competencia del recurso de casación se encuentra limitada por la causal o causales
invocadas como fundamento del recurso.
EL RECURSO DE CASACIÓN EN MATERIA PENAL
Tradicionalmente esta Excma. Corte Suprema tuvo una posición irreducible en lo que respecta
a la impugnación de los hechos establecidos en la sentencia criminal, en relación con el
recurso de casación en el fondo, dirigido contra esta última.
En el proceso penal el ámbito o receptáculo probatorio es, podría decirse, enorme; a
diferencia de lo que sucede en el proceso civil, en que el principio es el opuesto. Todo cabe en
el perímetro probatorio penal; todo está restringido y limitado en el propio del proceso civil.
En el primero, sabemos, ello se debe al tan desacreditado concepto de “búsqueda de la
verdad material”; y en el segundo, al conformismo del juez con la verdad formal o aparente
que le ofrecen las partes. Pero del modo que sea, el proceso penal reclama un contenido
probatorio independiente, por último, de la voluntad de los intervinientes.
En el proceso penal todo antecedente probatorio, aun ínfimo, es útil a su finalidad. Todo puede
servir de base indiciaria; y, además, con un precepto extraño por completo al espacio procesal
civil: cualesquiera sean la cantidad y bondad probatoria e incriminatoria aportada o producida
en la causa penal, el juez igualmente puede absolver si no logró la íntima convicción de que
realmente se cometió un hecho punible o que al encausado correspondió participación culpable
y penada por la ley.
De allí la necesidad sentida por el legislador de normar la prueba, de contemplarla
expresamente, de regularla. Así ocurrió desde antiguo y lo prescribió nuestro Código de
Procedimiento Penal de 1906 (entró en vigencia el 1º de marzo del año 1907) refiriéndose a
ella en el Libro II en dos oportunidades, con ocasión del sumario en la primera parte y en la
segunda parte, a propósito del plenario, adecuando las disposiciones respectivas a la
naturaleza de cada una de estas etapas, tan diferentes entre sí.
Es este el momento de recordar el gran abismo existente entre casación sustantiva civil y
penal. La primera es abierta: cualquiera infracción de ley que influya sustancialmente en lo
dispositivo de la sentencia; la segunda, cerrada: sólo la infracción de ley contenida como
causal expresa de invalidación material.
Por ello en el proceso civil no hubo problemas respecto de alegaciones de nulidad a propósito
de violación de leyes reguladoras de la prueba. Pero sí los hubo en el proceso penal: sólo con
ocasión de la “primera gran reforma” del Código ocurrida en el año 1944 fue posible denunciar
infracciones de leyes reguladoras de la prueba ocurridas en el pronunciamiento de una
sentencia definitiva, pues dicha reforma introdujo al sistema de nulidad la causal 7ª del artículo
546 de nuestro Código de Procedimiento Penal, que es la que lo permite.
CONCEPTO JURISPRUDENCIAL DE INFRACCION A LA LEY REGULADORA DE LA
PRUEBA
Hay infracción de Ley reguladora de la prueba, si los sentenciadores invirtieron el peso de la
misma; o si rechazaron las pruebas que la ley admite; o si aceptan las que ley rechaza; o si
desconoce el valor probatorio de las que se produjeron en el proceso.
En todo caso, la ponderación de la prueba pertenece soberanamente a los jueces de la
instancia en uso de sus atribuciones privativas que no son del control de la Corte Suprema al
conocer de un recurso de casación en el fondo.
La propia Corte Suprema se encargó de decir -en múltiples oportunidades- “que las sentencias
deben extenderse conforme al mérito del proceso, haciéndose cargo los falladores de todas las
probanzas que sean pertinentes con el fin de establecer los hechos que de ellas se deriven y
que interese asentar para la decisión que acuerden los jueces de la instancia, establecimiento
necesario, a su vez, para el fallo del Tribunal de Casación, que debe aceptarlos aunque le
merezcan una calificación jurídica distinta, a menos que se aduzcan y comprueben infracciones
de leyes reguladoras de la prueba que le permitan, analizándolas de nuevo, asentar hechos
diversos”. Revista de Derecho y Jurisprudencia, Tomo LXXXIII, Segunda Parte, Sección 1ª,
pagina 41, Redacción de don Osvaldo Erbetta Vaccaro.
“Se ha sostenido repetidamente por este Tribunal de Casación, cabe tener por infringidas las
normas reguladoras de las probanzas, si los sentenciadores invirtieron el peso de la misma, o
si rechazan las pruebas que la ley admite o si aceptan las que la ley rechaza, o si se
desconoce el valor probatorio de las que se produjeron en el proceso; pero que, en todo caso,
la ponderación de la prueba pertenece soberanamente a los jueces de la instancia en uso de
sus atribuciones privativas, que no son del control de la Corte Suprema al conocer de un
recuso de casación en el fondo”. Revista de Derecho y Jurisprudencia, Tomo LXXXIII, Segunda
Parte, Sección 4ª, pagina 137, Redacción de don Víctor Manuel Rivas del Canto.
También ha dicho nuestra Corte Suprema “que las leyes reguladoras de la prueba constituyen
normas básicas del juzgamiento criminal y estatuyen limitaciones o prohibiciones impuestas a
los jueces por el legislador para asegurar una correcta decisión” (Doctrina del Repertorio del C.
de P.P. artículo 546 Nº 7, Pág. 418)
“Las leyes reguladoras de la prueba son aquellos principios básicos que señalan los medios de
que el tribunal o las partes pueden hacer uso para establecer la verdad de los hechos, y no las
normas de procedimiento para apreciarlos, de lo que surge la consecuencia de que solo se
pueden violentarlas leyes reguladoras cuando una sentencia, entre otros casos, crea medios
de prueba no establecidos por la ley, o niega valor probatorio a los medios aceptados por la
ley, o invierte la obligación de la prueba.”

HECHOS ESTABLECIDOS EN LA SENTENCIA:

La sentencia configura los hechos como delito permanente o continuo en los considerandos:

Considerando 18º “Que de estas declaraciones, así como la prestada por la hermana y por la
cónyuge, se concluye que se ignora desde el día que dejó su casa el paradero de Miguel Ángel
Sandoval Rodríguez luego de haber sido privado ilegítimamente de su libertad, sin mediar
orden alguna que así lo justificara”

Considerando 19º “Que desde las fechas señaladas precedentemente, Miguel Ángel
Sandoval no ha tomado contacto alguno con sus familiares, o cualquiera otra persona, como
tampoco ha realizado gestión ante autoridades, oficinas u organismos de ningún tipo y, por otra
parte, no registra salidas ni entradas al país, y no consta tampoco su defunción.”

Considerando 24º “Que, de las declaraciones de los testigos que han depuesto en estos
autos, se encuentra acreditado, asimismo, que Villa Grimaldi estaba a cargo de Oficiales de
Ejército y de Carabineros, con mando sobre agrupaciones operativas, las Brigadas, y
respondían las órdenes del Oficial que ejercía el cargo de Director de la Dirección de
Inteligencia Nacional, DINA;”

Considerando 25º “Que todos los antecedentes antes reseñados constituidos por
documentos y testimonios que además, configuran presunciones o indicios judiciales permiten
dar por establecido que Miguel Ángel Sandoval Rodríguez luego de salir de su casa el día 7 de
enero de 1975, permaneció privado de libertad en un centro clandestino de detención llamado
Villa Grimaldi, entre los días 7 y 21 d enero de 1975 aproximadamente, sin mediar orden
alguna para ello, emanada de la autoridad legítima y competente, lugar donde fue sometido a
tortura, ignorándose desde ese entonces su paradero, así como la suerte que ha corrido en su
salud física, síquica e integridad personal;”

Considerando 28º “Que teniendo en consideración que en estos autos se estableció el hecho
del secuestro y que este se prolongó por más de 90 días, pues de hecho aún no se tienen
noticias ciertas del paradero de Miguel Ángel Sandoval Rodríguez, ello es suficiente
antecedente para calificar el secuestro investigado en este proceso.”
Considerando 29º “que el delito antes señalado es permanente o continuo por cuanto la
acción que lo consuma creó un estado delictuoso que se prolongó en el tiempo subsistiendo la
lesión del bien jurídico afectado; en él han persistido la acción y el resultado;”

LOS RECURSOS DE CASACIÓN DE LOS CONDENADOS:

RECURSOS DE CASACION INTERPUESTOS EN MATERIA PENAL:

1.- Recurso de casación de Miguel Krassnoff Martchenko, fs 1922:

1.1 Casación forma: Infracción:

A) Haber extendido la sentencia ilegalmente.

Norma que autoriza el recurso: Art. 541 Nº 9 del CP.

Normas infringidas: Art. 500 Nos. 6 y 7 del CPP

Forma en que se producen las infracciones:

El fallo se sustenta en Tratados internacionales no integrados a la legislación chilena,


dándosele una jerarquía de la que constitucionalmente carecen;

B) La sentencia ha sido dada ultrapetita.

Norma que autoriza el recurso: Art. 541 Nº 10 del CP;

Normas infringidas: Art. 19 Nº 3 de la CPE.

Forma en que se producen las infracciones:

Se encuadran los hechos en un delito no existente en Chile a la época de ocurrencia de los


hechos. Delito de lesa humanidad establecido en Convención aún no ratificada en Chile;

Condena en forma ajena a la acusación;

Perjuicios sobre la libertad

Preparación del recurso: Innecesaria por cometerse la infracción en la dictación del fallo.

1.2 Casación en el Fondo:

A) Infracción a las normas reguladoras de la prueba.

Fallo sostenido en presunciones que no cumplen con requisitos legales.

Norma que autoriza el recurso: Art. 546 Nº 7 del CP.


Normas infringidas: Art. 451 a 488 del CPP, 3 del CPC, y 43 y 488 del CPP

Forma en que se producen las infracciones:

Completa inocencia;

Absoluta ausencia de prueba acerca de la participación en el secuestro y detención;

Improcedencia de presunciones por ausencia de indicios reales y probados;

Ausencia total de participación personal;

Declaraciones de testigos no lo vinculan con los hechos;

Presunciones no se fundan en hechos reales y probados;

A la época de los hechos el recurrente era un teniente, y las declaraciones se refieren a un


capitán Miguel;

B) Infracción a las normas de extinción de responsabilidad penal: amnistía y prescripción.

Norma que autoriza el recurso: Art. 546 Nº 5 del CP.

Normas infringidas: DL 2191 y Art. 93 y siguientes del CP.

Forma en que se producen las infracciones:

El delito de secuestro se encuentra comprendido dentro de la Ley de amnistía del DL 2191;

El delito se habría cometido durante el plazo que la ley estableció;

A la fecha de dictación del DL no había procesamiento;

La imprescriptibilidad de la acción penal no puede aplicarse al delito de secuestro;

Contradicción entre prescripción de acción civil e imprescriptibilidad de acción penal;

C) Calificación equivocada del delito:

delito de secuestro establecido en Convención internacional;

Convención no aprobada por el Congreso Nacional;

Fallo cita al estatuto Penal Internacional como fuente del derecho en circunstancias de que
éste fue reparado por el Tribunal Constitucional;
El delito corresponde al de “detención ilegítima”, pues el autor era funcionario público. Art. 148
CP;

Perjuicios: legítima libertad.

MIGUEL KRASNOFF MARTCHENKO

CASACIÓN DE FORMA Y FONDO

CASACIÓN DE FORMA:

1ª CAUSAL: 541 Nº 9 Código de Procedimiento Penal en relación con el artículo 500 Nº 5


del mismo Código.

“La sentencia no habría sido extendida en conformidad a la ley, al no contener las razones
legales o doctrinales para calificar el delito, sus circunstancias modificatorias, atenuantes y
agravantes...etc.”

Defecto de formalización o planteamiento:

1.- El fallo contiene las razones legales o doctrinales que motivaron su decisión, tanto las
propias del Código Penal, cuanto las de Derecho Internacional a mayor abundamiento.

La circunstancia que el recurrente no comparta la motivación jurídica del fallo que lo condujo a
lo decisorio, no constituye la causal de casación de forma que se invoca.

La fundamentación que el sentenciador pueda hacer, en forma adicional a la aplicación de la


ley, no constituye un vicio formal.

2.-Invoca infracción de normas constitucionales ajenas a un recurso de casación en la forma,


para mencionar que la causal de nulidad de ultra petita afecta al fallo.

Explica el recurrente que no formaron parte de la acusación las normas de derecho


internacional que aplicó el fallo, por lo que al razonar sobre aquellas, para rechazar la defensa
del condenado, se incurrió en ultra petita.

La argumentación anterior es ajena al concepto penal de “ultra petita”

El Considerando 33º “ Que el delito de secuestro que afecta hasta el presente, a Miguel
Ángel Sandoval Rodríguez, y que se enmarca en el artículo 141 del Código Penal,
corresponde, ADEMÁS, al delito descrito en el artículo II de la Convención Interamericana
sobre Desaparición Forzada de Personas, ....”

CASACIÓN EN EL FONDO:(página 32 del recurso)

Primera Causal invocada: 546 Nº 7 C.P.P. es decir, infracción de las leyes reguladoras de la
prueba.

Normas sobre la prueba dadas por infringidas:

“Artículos 451 a 488 del Código de Procedimiento Penal, artículos contenidos en el Libro II,
juicio ordinario de mayor cuantía del Código de Procedimiento Civil, por aplicación de los
artículos 3º del Código de Procedimiento Civil y 43 del Código de Procedimiento Penal; y de
modo especial y particular el artículo 488 del Código de Procedimiento Penal”.
Defectos del Recurso que lo hacen improcedente:

Cuando cita artículos 451 a 488 del Código de Procedimiento Penal, no desarrolla el modo en
que específicamente, cada artículo, fue violado.

De todos los artículos mencionados, sólo el 488 del C.P.P. es norma reguladora de la prueba
en cuanto establece que los indicios deben ser múltiples y descansar en hechos reales y
probados.

El recurso fundamenta la violación del artículo 488 del C de P.P. señalando que las
presunciones no son “graves, precisas, directas ni concordantes”, materia ajena a una casación
de fondo por importar una cuestión de hecho y no de derecho que pertenece a la apreciación
de la prueba de exclusivo dominio del Tribunal de Mérito o del Fondo. (Página 36 del Recurso).

El recurso de casación solo puede fundarse en este aspecto en la no concurrencia de los


requisitos previstos en los Nos. 1 y 2 del Art. 488 del CPP, es decir, que no se funden en
hechos reales y probados, y que no sean múltiples y graves. Todo lo demás depende de
circunstancias de hecho que escapan al tribunal de Casación.

Según el recurrente, las presunciones no emanan de declaraciones de testigos, olvidando


todas aquellas que se resumen en ambas sentencias, tanto de primera como de segunda
instancia.

Afirma que la participación en el delito de autoría de o complicidad (-encubrimiento-) sólo


puede acreditarse mediante la confesión y no por otros medios de prueba. (Página 35 del
Recurso)

Lo anterior resulta falso, porque el Juez del Fondo debe adquirir la convicción de la
existencia del hecho punible y la participación, en algún grado del querellado, por cualquiera de
los medios de prueba establecidos en la ley. No existe una limitación legal a tal efecto.

Agrega que en subsidio se aplica la prueba del Código de Procedimiento Civil.

Segunda causal de casación en el fondo invocada: Art. 546 Nº 5 C.P.P. es decir, “en que
aceptados como verdaderos los hechos que se declaran probados, se incurre en error de
derecho al rechazar al amnistía o la prescripción”

El recurso razona erróneamente, pues se establecieron como verdaderos, hechos que,


justamente, conducen a rechazar tanto la amnistía cuanto la prescripción.

La infracción a las leyes reguladoras de la prueba denunciada en el recurso solo se refiere a la


participación del recurrente, sin impugnar las consideraciones que establecen como hecho de
la causa que el delito trata de un secuestro permanente.

Tercera y Cuarta causales de casación de fondo invocadas:

Causal Nº 2 del artículo 546 del C.P.P.: esto es, “en que la sentencia haciendo una
calificación equivocada del delito, aplique la pena en conformidad a esa calificación”.

El recurso sostiene que no estamos en presencia de un secuestro calificado de carácter


permanente – artículo 141 del Código Penal, si el encierro o detenciones se prolongaba por
más de 90 días o si de ellos resultare un daño grave en la persona o intereses del encerrado o
detenido - ; sino en presencia del delito tipificado en el artículo 148 del Código Penal relativa al
funcionario público que procede a la detención ilegítima de una persona; delito que tiene una
penalidad inferior a la del artículo 141 del Código Penal.
En esta parte el recurso razona sobre la base de hechos que no fueron establecidos de ese
modo por la sentencia, por lo que debe ser rechazado, sin perjuicio de la consideración
siguiente.

Causal Nº 3 del artículo 546 del Código de Procedimiento Penal

“En la que la sentencia califique como delito un hecho que la ley penal no considera como tal”

Tradicionalmente la Corte Suprema ha rechazado el recurso de casación en el fondo cuando


se invoca la causal anterior, del Nº 2 del artículo 546 del CPP, conjuntamente con la del Nº 3
pues ambas causales son contradictorias.

La del Nº 2, razona sobre la base de la existencia de un delito.

La del Nº 3, sobre la base de un comportamiento lícito, donde no se divisa delito.

Además de mal enunciadas las causales son incompatibles entre sí.

El recurso de casación no puede prosperar, puesto que las causales del artículo 546 del CPP,
son todas contradictorias unas con otras, salvo la del número 7º, que debe necesariamente
citarse en relación de algunas de las anteriores.

2.- Recurso de casación de Fernando Lauriani Maturana, fs 1956:

2.1 Casación en el Fondo: Infracción a las normas de extinción de responsabilidad penal:


amnistía.

Fallo rechaza excepción de previo y especial pronunciamiento.

Norma que autoriza el recurso: Art. 546 Nº 5 del CP.

Normas infringidas: Art. 433 Nº 6 del CPP, DL 2191, Art. 5, 6, 19 Nº 2 y Nº 3 de la CPE en


relac. al Art. 18 del CP, 434 del CPP y 93 Nº 3 del CP.

Forma en que se producen las infracciones:

Da por establecido existencia del delito de secuestro y autoría;

No aplica ley de amnistía;

No da por extinguida responsabilidad penal;

Carácter objetivo de la Ley de amnistía no aplicado;

No existe correspondencia entre la prueba y la participación establecida;

Se trata de un delito consumado, no de un delito permanente;

Fue traslado a Arica en 1975, por lo que no pudo participar en un delito permanente hasta hoy;

Error en la interpretación del Derecho Internacional;

Convención de Ginebra no es aplicable porque no se trata de conflicto entre Estados;


Personas detenidas no cumplían con requisitos establecidos en la Convención;

Derecho internacional no tiene supremacía sobre derecho interno;

A la época de los hechos no existían normas internacionales aprobadas por Chile que
calificaran el delito como de lesa humanidad e imprescriptible;

El delito de lesa humanidad no tiene sanción;

La Convención sobre desaparición forzada de personas no ha sido ratificada por Chile;

Infracción al principio de la tipicidad.

FERNANDO LAUREANI MATURANA

RECURSO DE CASACIÓN EN EL FONDO

CAUSAL INVOCADA: Art. 546 Nº 5 CPP en relación con el artículo 93 Nº 3 del Código Penal
relativo a la amnistía del Decreto Ley 2191 de 1978.

Esta causal, al igual que en casos anteriores, razona sobre la base de que han sido
aceptados como verdaderos los hechos que se declaran probados, esto es, los contemplados
en los considerandos 18, 19, 24 y 25 de la sentencia recurrida, ya vistos.

Como no se menciona que se hayan establecido con infracción a las leyes reguladoras de la
prueba, debe darse por bien sentados los hechos; de donde se desprende que la conclusión
sustantiva lógica, es de que se ha tratado de un secuestro permanente -artículo 141 inciso 4º
del C.P. y por consiguiente estando aún pendiente su ejecución, no puede aplicarse el D.L.
2191 sobre amnistía.

3.- Recurso de casación de Juan Manuel Contreras, fs 1972:

3.1 Casación en el Fondo: Infracción a las normas reguladoras de la prueba.

Norma que autoriza el recurso: Art. 546 Nº 5 del CP.

Normas infringidas: Ley de amnistía DL 2191, Art. 93 Nº3 del CP en relación a los arts. 434 del
CPP, arts. 5, 6, 19 Nº 2 y Nº 3 de la CPE;

Forma en que se producen las infracciones:

Infracción a la Ley de amnistía por errónea interpretación;

Error al no dar por extinguida responsabilidad penal;

Error al considerar el secuestro como delito de carácter permanente y no aplicar la amnistía;

Falta de correspondencia con la prueba que no establece que a la fecha persista la actividad
delictiva (10 años preso);

No existen antecedentes que aún se mantenga el secuestro;

El delito se consumó durante la vigencia de la Ley de amnistía;


Error en la aplicación del Derecho Internacional;

Convención de Ginebra, vigente a la época de los hechos, no es aplicable;

Demás Convenciones posteriores no pueden tener efecto retroactivo en materia penal;

Convención sobre Desaparición Forzada de Personas aún no es ratificada por el Congreso


Nacional;

Convención de Viena ratificada en 1981;

Doble tipicidad aplicada por Convención en trámite que califica el secuestro de crimen de lesa
humanidad no tienen pena para el delito;

Ficción de comisión del delito porque el recurrente estuvo 10 años preso;

Falta de aplicación de Ley vigente:

Ley de amnistía no aplicada;

Amnistía es una ley de aplicación general;

No existe prueba directa acerca de comisión del delito;

El delito fue consumado después de los 90 días de la detención;

DINA cesó sus operaciones en agosto de 1977.

Influencia: Se condenó debiendo absolverse.

JUAN MANUEL CONTRERAS:

Casación en el Fondo:

Causal: 546, Nº 5 CPP

Aplicación errónea de la ley penal consistente en que, aceptados como verdaderos los hechos
que se declaran probados, se halla incurrido en error de derecho al abstenerse de absolver en
virtud de amnistía y prescripción de la acción penal invocada.

Defecto de la causal:

1.- Los hechos que se declararon probados en el fallo, establecidos en los considerandos 18,
19, 24 y 25, no conducen a declarar la amnistía ni la prescripción de la acción penal, sino lo
contrario. La sentencia razona sobre la base de encontrarse “actualmente” secuestrado y en
consumación permanente el delito de secuestro.

Considerando 18º “ Que de estas declaraciones, así como la prestada por la hermana y por
la cónyuge, se concluye que se ignora desde el día que dejó su casa el paradero de Miguel
Ángel Sandoval Rodríguez luego de haber sido privado ilegítimamente de su libertad, sin
mediar orden alguna que así lo justificara”
Considerando 19º “Que desde las fechas señaladas precedentemente, Miguel Ángel Sandoval
no ha tomado contacto alguno con sus familiares, o cualquiera otra persona, como tampoco ha
realizado gestión ante autoridades, oficinas u organismos de ningún tipo y, por otra parte, no
registra salidas ni entradas al país, y no consta tampoco su defunción.”

Considerando 24º “Que, de las declaraciones de los testigos que han depuesto en estos
autos, se encuentra acreditado, asimismo, que Villa Grimaldi estaba a cargo de Oficiales de
Ejército y de Carabineros, con mando sobre agrupaciones operativas, las Brigadas, y
respondían las órdenes del Oficial que ejercía el cargo de Director de la Dirección de
Inteligencia Nacional, DINA;”

Considerando 25º “Que todos los antecedentes antes reseñados constituidos por
documentos y testimonios que además, configuran presunciones o indicios judiciales permiten
dar por establecido que Miguel Ángel Sandoval Rodríguez luego de salir de su casa el día 7 de
enero de 1975, permaneció privado de libertad en un centro clandestino de detención llamado
Villa Grimaldi, entre los días 7 y 21 d enero de 1975 aproximadamente, sin mediar orden
alguna para ello, emanada de la autoridad legítima y competente, lugar donde fue sometido a
tortura, ignorándose desde ese entonces su paradero, así como la suerte que ha corrido en su
salud física, síquica e integridad personal;”

2.- El segundo defecto de la causal invocada es la omisión de impugnar el establecimiento de


los hechos por la causal 7ª del artículo 546 del Código de Procedimiento Penal, por lo que,
aquellos establecidos son inamovibles para la Corte de Casación y que condujeron a rechazar
amnistía y prescripción.

La sentencia configura los hechos como delito permanente o continuo en los considerandos
28º y 29º:

Considerando 28º “Que teniendo en consideración que en estos autos se estableció el hecho
del secuestro y que este se prolongó por más de 90 días, pues de hecho aún no se tienen
noticias ciertas del paradero de Miguel Ángel Sandoval Rodríguez, ello es suficiente
antecedente para calificar el secuestro investigado en este proceso.”

Considerando 29º “que el delito antes señalado es permanente o continuo por cuanto la
acción que lo consuma creó un estado delictuoso que se prolongó en el tiempo subsistiendo la
lesión del bien jurídico afectado; en él han persistido la acción y el resultado;”

4.- Recurso de casación de Gerardo Godoy García, fs 1193:

4.1 Casación en la Forma: Sentencia no extendida en forma señalada por la Ley.

Norma que autoriza el recurso: Art. 541 Nº 9 del CPP.

Normas infringidas: Art. 500 Nº 4 CPP.

Forma en que se producen las infracciones:

Sentencia debe contener consideraciones que den por probados hechos imputados a los
procesados;

Sentencia no señala que antecedentes establecen la complicidad, basándose solamente es ser


agente operativo de la DINA;

Condena vulnera el debido proceso.


4.2 Casación en el Fondo: Aplicación errónea de la ley penal.

Norma que autoriza el recurso: Art. 546 Nº 2, 5 y 7 del CPP.

Normas infringidas: Art. 141 CP, DL 521, art. 488 CPP.

Forma en que se producen las infracciones:

El art. 141 del CP castiga al que detiene sin derecho y la DINA estaba facultada para detener,
allanar, etc., por el DL 521.

No existe prueba de que el secuestro se mantenga por 29 años;

No existe delito permanente por 29 años;

La condena se basa en presunciones que no cumplen con los requisitos del Art. 488 del CPP.

GERARDO ERNESTO GODOY GARCÍA

RECURSOS DE CASACIÓN DE FORMA Y FONDO DE

CASACIÓN DE FORMA:

CAUSAL INVOCADA: Art. 541 Nº 9 CPP Sentencia Mal Extendida

FUNDAMENTO: Omisión de consideraciones acerca de participación del recurrente en


los hechos.

La sentencia de 1ª instancia contiene consideraciones sobre la participación del recurrente.


Considerando 17º establece su calidad de agente operativo de la DINA, considera el hecho que
un detenido lo reconoció con el apodo de “teniente Marcos”, y que a él lo carearon con Miguel
Ángel Sandoval Rodríguez, otra detenida lo señala con el apodo de “cachete chico” declarando
que era subordinado de Krassnoff, y otro que participaba en operaciones de detención.

De esta sentencia de primera instancia el recurrente no recurrió de casación por el motivo que
ahora lo hace, por lo que no se preparó este recurso, yéndose de casación contra la
sentencia de 1º instancia.

Además, también el recurso está mal fundado porque la sentencia de 2º instancia, según el
propio recurso, contiene considerandos en que se alude a prueba indiciaria de su participación.

En los considerandos 68º, letras a), b) c) d) y e) del fallo de segunda instancia, establecen
declaraciones de testigos que de una u otra forma señalan la participación del recurrente. En el
considerando 69º del fallo señalado se establece “Que, de acuerdo a lo descrito, se encuentra
acreditada la participación de Gerardo Ernesto Godoy García, como cómplice del delito ....”

En consecuencia, en ambos fallos existe consideración acerca de su participación como


cómplice del delito señalado, por lo que el recurso de casación formal no puede prosperar por
no encontrarse fundamento a su causal.

CASACIÓN DE FONDO:
CAUSALES INVOCADAS: ART. 546 Nos. 2, 5 y 7 C.P.P.

SON INCOMPATIBLES

La primera, ART. 546 nº 2 C.P.P., razona “en una equivocada calificación del delito y pena
aplicada erróneamente”. Es decir, que es procedente una pena inferior.

La segunda, ART. 546 Nº 5 C.P.P., razona en una amnistía, o en una prescripción de la


acción penal, es decir, en la improcedencia de pena.

No desarrolla la causal del Art. 546 Nº 7ª del C. de P.P., relativa a violación de las leyes
reguladoras de la prueba.

El recurso no puede prosperar, pues reiteramos que esta Excma. Corte ha manifestado
reiteradamente que la causal de las leyes reguladoras de la prueba sólo pueden invocarse en
conjunto con una de las demás que establece el Art. 546 del C.P.P., pero no con dos, porque al
ser incompatibles unas y otras las causales se anulan, y el recurso no puede acogerse.

5.- Recurso de casación de Marcelo Moren Brito, fs 2007:

5.1 Casación en el Fondo: Prescripción y amnistía.

Norma que autoriza el recurso: Art. 546 Nº 5 del CPP.

Normas infringidas: Ley de amnistía DL 2191, Art. 93 N3 del CP en relación a los arts. 434 del
CPP, Art. 5, 6, 19 Nº 2 y Nº 3 de la CPE;

Forma en que se producen las infracciones:

Prescripción y amnistía extinguen responsabilidad penal;

Errónea aplicación del Art. 141 CP;

Omisión en la aplicación de los Art. 93, Nº 6, 94 y 95 del CP y 93 Nº 3 del C.P. en relación con
el DL 2191;

Aplicación retroactiva de la Ley Penal vulnera los Art. 18 del CP y 19 Nº 3 de la CPE;

No se aplica la prescripción de la acción penal ni los Art. 94 y 95 del CP;

Se vulnera el límite máximo de la aplicación de la ley penal de 15 años;

Errónea aplicación de Derecho Internacional, aplicándose una Convención del año 1989, en
circunstancias de que la Ley de Amnistía data desde 1978.

Error: No aplicación de extinción de responsabilidad penal por falsa aplicación de legislación


internacional.

MARCELO MOREN BRITO

RECURSO DE CASACIÓN EN EL FONDO

CAUSAL INVOCADA: Art. 546 Nº 5 CPP, en relación con los números 6 y 7 del artículo 433
y al inciso 2º del artículo 434, del Código de Procedimiento Penal.
“En que aceptados como verdaderos los hechos que se declaran probados, se haya incurrido
en error de derecho ..... al rechazar en la sentencia definitiva la amnistía y la prescripción de
la acción penal”

Respecto de este recurso, para rechazarlo, debemos repetir lo dicho anteriormente.

No se ha invocado la causal 7ª del artículo 546 del Código de Procedimiento Penal –infracción
de la ley reguladora de la prueba– de manera tal que los hechos establecidos son inamovibles
para la Corte de Casación.

Y los hechos establecidos son aquellos que aparecen de los considerandos 18, 19, 24 y 25,
relativos al cuerpo del delito, antes leídos.

Los hechos inamovibles dan cuenta de un secuestro permanente y continuado hasta el día
de hoy, lo que excluye tanto la amnistía del D.L. 2191, cuanto la prescripción de la acción
penal.

Recurso interpuesto EN MATERIA CIVIL:

6.- Recurso de casación de Pabla Segura, fs 2014:

La querellante y demandante civil denuncia error de derecho en la parte civil de la sentencia


de segunda instancia que desechó la demanda civil deducida por su parte, al acoger la
excepción de incompetencia del Tribunal fundado en la excepción del artículo 10 del C.P.P.

Norma que autoriza el recurso: 767 del C de P.C., en relación al Art. 546 del C. de P.P.

Norma infringida: 10 del C.P.P., 428, 429 y 430 C.P.P. y 73 de la CPE y 10 del C.O.T.

Forma en que se produce la infracción: Sentenciador eludió fallar la demanda Civil.

RECURRENTE: DEMANDANTE CIVIL PABLA DEL CARMEN SEGURA

CASACIÓN FONDO MATERIA CIVIL

FUNDAMENTO: Error de Derecho en la aplicación que hizo la sentencia del artículo 10


del C.P.P.

La sentencia recurrida, acogiendo una adhesión a la apelación civil que hizo el Fisco, acoge la
excepción de incompetencia del tribunal, y revoca aquella parte de la sentencia de primera
instancia en su decisión civil que rechazaba la demanda por estimar que el daño causado a la
demandante ya había sido reparado por acogerse ella a las disposiciones de la ley 19.123.

DISPOSICIÓN LEGAL DENUNCIADA COMO INFRINGIDA:

El artículo 10 del CPP no es una disposición decisoria litis, sino ordenatoria litis, así que la
denuncia de su infracción, ni aunque fuese efectiva, podría hacer prosperar el recurso, ya que
no se han dado por infringida todas las demás disposiciones legales que refieren a la
responsabilidad extracontractual, sin que el Tribunal de Casación pueda subsanar el defecto de
formalización del recurso.

La infracción de normas sobre competencia no pueden invocarse en este recurso:


Esta Excma. Corte así lo ha manifestado en sentencias de casación publicadas en la Rev. De
Dererecho y Jur. Año 1937, T34, sec. 1ª, Pág. 363; año 1938, T35, secc. 1, Pág. 461; año
1941, T39, sec1ª, Pág. 386; año 1944, T42, secc. 1ª, Pág. 175.

Al respecto cito la doctrina emanada de los últimos fallos mencionados:

Las infracciones de los artículos…… no son suficientes para fundar en ellos un recurso de
casación en el fondo, porque no son disposiciones legales que sirvan para decidir en un
sentido o en otro una contienda judicial, sino reglas para el orden del procedimiento y la
competencia, cuestiones que solo pueden servir para fundar una casación diversa de la del
fondo.”

“La contravención de las normas legales relativas a la competencia no puede servir de base a
un recurso de casación en el fondo, lo que se corrobora con solo tener presente que la única
decisión que pudiera dictarse en reemplazo de la reclamada tendría por objeto, anular todo lo
obrado, finalidad propia del recurso de casación en la forma y no en el fondo.”

NO HAY ERROR DE DERECHO EN LA INCOMPETENCIA ABSOLUTA FALLADA POR EL


TRIBUNAL.

La competencia para conocer de la acción civil que ha sido intentada en estos autos
corresponde, privativamente, a los Tribunales con jurisdicción civil, según las
fundamentaciones que se pasan a exponer:

Ello aparece del texto de la ley y de la historia de su establecimiento.

En efecto. La última gran reforma que afectó a nuestro Código de Procedimiento Penal fue la
originada en la Ley Nº18.857, de diciembre de 1989. Y en ella se tocó a la acción civil a
deducir dentro del proceso penal, limitándosela, en cuanto a la amplitud y extensión que tuvo
con anterioridad a dicha ley.

Ha sido tema discutido por los procesalistas la bondad de introducir dentro del proceso penal
elementos distorsionadores de la función primordial del juez, que es la de establecer el hecho
punible y la participación en él, de quiénes lo causaron o aprovecharon.

Fue de ese modo que el actual Código Procesal Penal, en su artículo 59, que rige en lo
procesal en las jurisdicciones en que entró en vigencia el Ministerio Público, estableció la
facultad de la víctima de intentar en ese procedimiento penal la acción “que tuviere por objeto
perseguir las responsabilidades civiles derivadas del hecho punible”, pero sólo respecto del
imputado, excluyendo la intervención de terceros civilmente perjudicados y de terceros
civilmente responsables, todos quiénes deberán discutir sus pretensiones civiles ante el
tribunal de idéntica naturaleza que correspondiere.

Igual criterio sigue el actual Código de Justicia Militar y su procedimiento de tiempo de paz,
que sólo autoriza, en los artículos 178 y 179, intentar la acción civil destinada a obtener la
restitución de la cosa que “hubiere sido objeto de un delito” o “su valor”, si ésta hubiere
desaparecido o perdido. Y en su artículo 133 inciso segundo, en cuanto permite que “las
personas perjudicadas con el delito, sus ascendientes, descendientes, cónyuge o hermanos,
podrán, no obstante, impetrar las medidas de protección que sean procedentes, especialmente
las relativas a asegurar el resultado de las acciones civiles que nazcan del delito, pero sin
entorpecer en manera alguna las diligencias del sumario”.

Dentro de este pensamiento mayoritario de los procesalistas, existente desde largos años
atrás, surgió la modificación de la ley Nº18.857, a que hacíamos referencia. Y dicha ley dijo lo
siguiente al respecto:

Art. 10. Se concede acción penal para impetrar la averiguación de todo hecho punible y
sancionar, en su caso, el delito que resulte probado.
En el proceso penal podrán deducirse también, con arreglo a las prescripciones de este
Código, las acciones civiles que tengan por objeto reparar los efectos civiles del hecho punible,
como son, entre otras, las persigan la restitución de la cosa o su valor, o la indemnización de
los perjuicios causados.

En consecuencia, podrán intentarse ante el juez que conozca del proceso penal las acciones
civiles que persigan la reparación de los efectos patrimoniales que las conductas de los
procesados por sí mismas hayan causado o que puedan atribuírseles como consecuencias
próximas o directas, de modo que el fundamento de la respectiva acción civil obligue a
juzgar las mismas conductas que constituyen el hecho punible objeto del proceso
penal”.

De allí que podamos decir que las condiciones en que debe desenvolverse la acción civil
deducida dentro del proceso penal para que sea de competencia del juez del crimen, han de
ser las siguientes:

a) La acción civil debe fundarse en los perjuicios patrimoniales causados directa e


inmediatamente por las propias conductas de los procesados o que sean consecuencias
próximas o directas de aquellas.

b) El juzgamiento de la pretensión civil del actor no puede extenderse a extremos ajenos “a


las conductas que constituyen el hecho punible”.

c) El hecho punible es la visión procesal penal o adjetiva de la tipicidad penal.

d) La tipicidad penal es la causada por los agentes delictuales.

En síntesis, el juez del crimen se encuentra inhabilitado por falta de competencia para
conocer de acciones civiles indemnizatorias o reparatorias que proceden de hechos distintos
de los propios que causaron la tipicidad.

Como puede notarse de dichas normas y de algunos párrafos de la demanda pretende


arrastrarse al Estado a este proceso, sobre la base de un sistema de responsabilidad objetiva,
donde “no interesa la presencia del dolo o la culpa en el accionar dañoso del Estado” (ver
párrafo 12 de la demanda civil, fs. 992)

El Estado y sus órganos pueden causar el perjuicio mediante “la falta de servicio público”, la
que es de carácter autónoma en relación con la teoría civilista de la responsabilidad
extracontractual, y cuyo sustento no se hace consistir sólo en los elementos del dolo y la culpa,
sino que emerge en diferentes situaciones que la doctrina acepta como constitutivas de falta,
por ejemplo, cuando el servicio funciona mal; o si el servicio no ha funcionado o cuando ha
funcionado tardíamente.

De las frases que hemos destacado aparece que los fundamentos de la acción civil se los
hace descansar en los siguientes principios jurídicos:

1)La acción Interpuesta es una acción Constitucional destinada a reclamar contra la


Administración del Estado.

2) Se ha producido una falta de servicio público.

3) El Servicio funcionó mal; o no funcionó; o lo hizo tardíamente.

4) Los perjuicios de las víctimas son imputables a la propia administración por el


funcionamiento normal o anormal de sus servicios públicos.

5) Se trata de una responsabilidad directa del Estado.


De ello aparece que para resolver la procedencia de acoger o rechazar la acción civil deducida
en este proceso en contra del Fisco no deberá por tanto el Tribunal de US. decidir en base al
juzgamiento de “las mismas conductas que constituyen el hecho punible objeto del proceso
penal”.

La supuesta responsabilidad deberá buscarse en hechos extraños al comportamiento de


autores o cómplices, por lo que el enjuiciamiento debería extender a extremos distintos a los
propios de la norma citada, artículo 10 del Código de Procedimiento Penal, excediéndose de la
limitación impuesta por el legislador.

En estas circunstancias no se dan los supuestos necesarios previstos en el artículo 10 del


Código de Procedimiento Penal para que en este proceso se pueda imputar responsabilidad
civil a la administración o al Fisco, y que US. pueda resolver al respecto, puesto que se
pretende el enjuiciamiento de una responsabilidad civil, externa al comportamiento de los
encausados, obligaría a juzgar causas de pedir de la acción, ajenas a las conductas de
aquellos, lo que impide el claro texto de la disposición procesal penal citado.

De lo expuesto surge con claridad indiscutible que los fundamentos de la acción civil
intentada han de ser expuestos en sede civil, exclusivamente. De otro modo se extendería el
ámbito de competencia fuera de los límites trazados por el legislador; desde el momento que
debería el juez del crimen pronunciarse sobre hechos ajenos a los perjuicios patrimoniales
causados directa e inmediatamente por las propias conductas de los procesados o que fueron
consecuencias próximas o directas de aquellas. El juzgamiento de la pretensión civil del actor
se extendería a extremos ajenos “a las conductas que constituyen el hecho punible”.

POSICION JURIDICA DEL CDE RESPECTO DE LA APLICACIÓN DE LA AMNISTIA


CONTENIDA EN EL DL 2191 de 1978:

La amnistía corresponde a un elemento de política criminal de un Estado, tales como pueden


ser la penalidad asignada a los delitos, o los cumplimientos alternativos de condenas, por lo
que su dictación, vigencia y aplicación se encuadran dentro de la realidad de cada Estado.

Por lo tanto, la aplicación de la ley de amnistía está dentro de la política criminal del Estado
de Chile, y en plena concordancia con los tratados internacionales que ha suscrito Chile, que lo
obligan a investigar y determinar responsables, pero esos tratados no señalan penalidades ni
condenas al efecto, dejando a cada Estado el desarrollo de su política criminal en forma
independiente y de acuerdo a sus realidades.

Para el CDE la amnistía, contemplada en el DL 2191, está plenamente vigente y debe


aplicarse por los Tribunales de Justicia de conformidad a su naturaleza.

Por ser una amnistía de aquellas que la doctrina clasifica como “Amnistía impropia”, que no
borra el delito sino exime de pena a los que participaron en éste, corresponde técnicamente a
una excusa legal absolutoria, y debe ser aplicada en la misma sentencia que determina el
delito cometido y la participación del condenado.

Para que la amnistía pueda ser aplicada por el Juez debe determinarse en la sentencia que
los hechos se encuadran dentro de alguno de los delitos que cubre la ley de amnistía, y no de
aquellos que están expresamente exceptuados, que se hayan cometido en el territorio
nacional, y en el período que cubre la ley, y lo más importante, que a los inculpados se les
atribuya en el fallo la calidad de autor, cómplice o encubridor, luego de cumplidos todos estos
requisitos, y analizados en el fallo, solo entonces el Juez podrá aplicar la amnistía.

La interpretación armónica de las disposiciones del DL 2191 de 1978 que extiende el


beneficio a “autores, cómplices y encubridores”, sumado al tenor literal del Art. 93 Nº 3º del
C.P. que señala: “La responsabilidad penal se extingue: 3º Por amnistía, la cual extingue por
completo la pena y todos sus efectos”;
Ambas disposiciones, la del D.L. 2191 y la del Art. 93 del C.P., exigen conocer y determinar a
los responsables en calidad de autores, cómplices o encubridores para extinguirles la
responsabilidad penal (Epígrafe del Título V del Libro I del CP)

La amnistía del DL 2191 no puede calificarse de “autoamnistía” porque la disposición es de


carácter general, porque está limitada a una época particular de nuestra historia, y porque la
aplican los Tribunales de Justicia, Poder independiente de aquel que la dictó.

DOCTRINA NACIONAL EN TORNO A LA AMNISTÍA:

PROFESOR SERGIO POLITOFF LIFSCHITZ

Así como las condiciones objetivas de punibilidad son causas para prescindir de la pena,
aunque todos los elementos de tipicidad, injusto y culpabilidad estén presentes, si falta tal
elemento objetivo (p.e., la muerte del suicida en el auxilio al suicidio), así las llamadas excusas
absolutorias son causales para prescindir de la pena, aunque el delito esté íntegro en sus
ingredientes de tipicidad, injusto y culpabilidad, si está presente una determinada característica
personal del actor (la que, por supuesto, sólo favorece a este y no a los demás partícipes).
Tanto las condiciones objetivas de punibilidad como las excusas absolutorias (1) tienen un
fundamento puramente utilitario de política criminal.”

(Derecho Penal, Tomo I, Editorial Jurídica ConoSur, 1997. Pág. 671)

PROFESOR JOSÉ LUIS GUZMÁN DALBORA

Naturaleza jurídica. Por su historia y orientación la amnistía posee una naturaleza bifronte, de
derecho político y derecho penal (cfr. Pesina, 686-687), puesto que si el eje de sus efectos
corresponde al segundo, hunde su fundamento en el primero, y de ahí que una parte
significativa de la s normas que la regulan queda en las Constituciones Políticas (los artículos
60, 16 y 62 de la CPR disponen que las amnistías y los indultos generales son materias de
leyes de quórum calificado, quórum que se eleva en los delitos “terroristas” (más detalles, en
Pfeffer, 18-19), y que la norma debe tener origen en el senado). Pero la jerarquía formal de su
fuente no debe mover a equívocos. Está muy difundida ala tesis de que la amnistía importa
”una derogación parcial y transitoria de las leyes respecto de determinados delitos” (Silvela,
349) y, por la amplitud de sus consecuencias, un “un perdón u olvido total del delito”(Rodríguez
Devesa, 673; cfr., también, Labatut I, 302, y Vargas, 31). Más la “inexacta, aunque cómoda y
manoseada imagen que la amnistía ‘borra el delito’” (Vivanco, 4), la toma por una novación
legislativa ausente y refleja ficciones, ya que ni los ilícitos a que alude son expelidos del
ordenamiento ni han cambiado las apreciaciones que los desvaloran, y, de otra aparte, una
cosa es el interés del Estado de que con la amnistía la generación que presenció el delito lo
olvide – un hecho psicológico que tanto puede ocurrir como no- , y otra, el efecto jurídico que l
es peculiar, la completa extinción de la acción penal y la pena, “la supresión total de la
responsabilidad penal que nació del hecho delictivo” (Novoa II, 475; ídem, Garrido I, 364).
Asimismo, y sobre ala base de que se trata de una norma de orden público, han resuelto que el
beneficiado con la amnistía no puede renunciar a ella .....”

Sus caracteres, clases y efectos. A) Caracteres. La circunstancia de que la amnistía tiene


origen en la ley, y sólo en ella, es reveladora de sus propiedades distintivas: debe ser “dada
con carácter objetivo y general, no en forma personal o individual” (Novoa II, 476; también Cury
II, 422, y Vargas, 32), ....

Sin embargo, también hemos manifestado que lo que la amnistía cancela no son los delitos
que señala, sino las responsabilidades correspondientes, y éstas “siempre suponen personas,
aunque sean determinadas” (Garrido I, 3463). Lo que tiene una repercusión procesal,
concerniente a las obligaciones del tribunal que compruebe o ante quien se aleguen los
presupuestos de aplicación del instituto.
B) Clasificación. Habida cuenta de que “es procedente en cualquier momento a partir de la
comisión del delito” (Labatut I, 303), se pueden distinguir dos clases de amnistía. La propia
tiene lugar antes de que se pronuncie sentencia firme, y es causa de extinción de la acción
penal; la impropia, a su turno, interviene pasada esa fase, y extingue la pena. Que ambas, no
sólo la segunda, están recogidas por el ordenamiento chileno, es un punto némine discrepante
en la doctrina actual (cfr. Garrido II, 362) y una inveterada jurisprudencia (cfr. Vargas, 41); es
más, desde Novoa ... se ha venido consolidando la opinión de que podría decretarse después
del cumplimiento de la condena, porque al penado, en todo caso, le asistirá el interés de no
figurar en el número de los reincidentes.

C) Efectos. En cuanto a sus efectos, la amnistía propia extingue la acción penal; debe
sobreseerse la causa y no cabe imponer pena alguna al sujeto. La amnistía impropia extingue
la pena principal, las accesorias – incluso la de inhabilitación para derechos políticos, sin
necesidad del acuerdo especial que los artículos 42 del CP y 17 de la CPR asignan al Senado.
...... y todas las inhabilidades e incapacidades dictaminadas por la condena, la cual tampoco
podrá ser considerada como fundamento de ninguna especie de reincidencia.

Qué se entiende por cumplimiento. La ley se sirve de la expresión cumplimiento de la


condena, no de la pena. El cese de la pretensión punitiva del Estado tiene lugar, ante todo,
mediante la aplicación efectiva de la p, en su cabal entidad y – cuando de penas temporales se
trate- duración. Pero hay una serie de situaciones en las que la condena queda cumplida y que,
en consecuencia, suprimen el ius puniendi, a pesar de que la pena no llegó a aplicarse en
absoluto o a cumplirse íntegramente. Esto se presenta en la condena de ejecución condicional,
la reclusión nocturna, la libertad vigilada y, durante la fase de individualización administrativa,
la libertad condicional. Hicimos constar supra, en el Comentario preliminar, que la ley penal
chilena no contempla estos institutos como causas de extinción de la responsabilidad penal, y,
sin embargo, el cumplimiento satisfactorio de sus respectivos requisitos por parte del
condenado o liberado condicionalmente, determina, asimismo, que ala pena se entienda
cumplida y, con ella, la condena. También un indulto podría provocar la conmutación o la
reducción de la pena impuesta en la sentencia, lo que ha de tomarse en consideración para
establecer cuándo estará cumplida en ese supuesto particular ....El cumplimiento que aquí
interesa se contrae al contenido penal del fallo; quedan excluidas, pues, las obligaciones de
naturaleza procesal (el pago de las costas del juicio) y civil declaradas por éste ....”

( Texto y comentario del Código Penal chileno, obra dirigida por Sergio Politoff L. y Luis Ortíz
Q. Tomo I, Editorial Jurídica de Chile, 2002. Págs. 446 y siguientes. Nombre del Capítulo: De la
extinción de la responsabilidad penal. Artículo 93 a 105 del Código Penal)

PROFESOR ENRIQUE CURY ÚRZUA

“El perdón o gracia, en general, consiste en la renuncia de la pretensión punitiva de parte de


quien tiene la facultad de ejercitarla o hacerla efectiva.”

La facultad de gracia ha sido usualmente mal mirada por los juristas, en especial a partir del
entronizamiento de las ideas liberales y el imperio consiguiente de separación de poderes del
Estado.

Esta actitud es comprensible desde el punto de vista histórico, pero me parece que hoy no
puede ser compartida legítimamente, porque está basad en la idea equivocada de que la ley
puede hacerse cargo de todas las situaciones posibles y ofrecer una solución satisfactoria para
cualquiera de ellas. La realidad demuestra, en cambio, que esto dista de ser así. La legislación
sólo contiene normas generales que muchas veces son incapaces de plegarse adecuadamente
a las intrincadas particularidades de los casos concretos o de la coyuntura social (política,
económica, religiosa, etc.) sobre la cual le toca regir. En estas hipótesis, la gracia es una de las
más valiosas herramientas político-criminales de que se puede disponer para efectuar los
ajustes necesarios; y aunque naturalmente introduce un cierto grado de indeterminación en el
derecho vigente, pudiendo prestarse incluso para abusos, es dudoso que renunciando a ella
se consigan mejores resultados.
Como se deduce del concepto ofrecido, el perdón o gracia no siempre extingue una
responsabilidad penal ya declarada y, por consiguiente, existente. En varios casos, constituye
ya un abandono de la pretensión punitiva que impide, por lo tanto, el establecimiento de dicha
responsabilidad.

De conformidad con el artículo 93, Nº 3 del CP, la amnistía “extingue por completo la pena y
todos sus efectos”

a) la naturaleza jurídica de la amnistía ha sido objeto de discusiones.

Algunos autores vieron en ella una verdadera derogación de la ley que incriminaba el hecho
punible respectivo. Este punto de vista es, sin embargo, inexacto, ya que, aparte de las
situaciones alcanzadas por la amnistía, esa ley prosigue surtiendo efectos de manera regular,
incluso respecto de hechos que se ejecutaron simultáneamente con los amnistiados. Se
trataría, pues, sólo de una derogación parcial y ficticia, difícil de concebir.

Novoa, por su parte, habla de una supresión total de la responsabilidad penal, pero sin
explicar la causa de que ocurra.

En mi opinión, como se ha destacado previamente, la amnistía importa una revaloración de


los hechos a los cuales se refiere, en virtud de la cual , por consideraciones prácticas de índole
político-criminal, se les concede una excusa absolutoria que determina su completa impunidad
e, incluso, la imposibilidad de examinar la responsabilidad penal de aquellos a quienes se
imputan cuando aún no ha sido declarada. Como la reevaluación lo es de los hechos, en
principio la amnistía debe basarse en un criterio objetivo y tener un carácter general.

Es necesario aclarar que el D.L. Nº 2.191, de 1978, no se refiere a hechos, sino a personas, al
indicar en su artículo 1º “Concédese amnistía a todas las personas que, en calidad de autores,
cómplices o encubridores hayan incurrido en hechos delictuosos, ......”. Esta disposición exige
la determinación de una calidad procesal de las personas, esto es: que sean sujetos culpables
de un ilícito penal en calidad de autores, cómplices o encubridores. El grado de participación de
un sujeto en un delito solo puede determinarse una vez agotado un proceso penal, en virtud de
una sentencia ejecutoriada.

El D.L. Nº 2.191, se refiere a los hechos de una manera especial. Se extiende en general a
los hechos delictuosos, de tal manera que no puede entenderse que se haya pretendido por
esta vía revalorizar todos los hechos que cubre. Por otra parte, refuerza esta idea, la
circunstancia que contiene una referencia específica a determinados hechos delictuosos sólo
en el sentido de excluirlos de la aplicación de la amnistía.

(Derecho Penal, Parte General, Tomo II, Editorial Jurídica de Chile, 1985. Págs. 420 y 421)

PROFESOR MARIO GARRIDO MONTT

Respecto de la amnistía señala, “ Es una forma, junto con el indulto (art. 93 Nº4º), de perdón
para el responsable de un delito, establecida en el Art. 93 Nº3. Según esta disposición, se
extinguen la pena y todos sus efectos siempre e indudablemente que se haya pronunciado
sentencia definitiva. Sin embrago, la amnistía no tiene limitación en el tiempo para dictarse:
puede otorgarse antes de que se inicie el proceso criminal, durante su tramitación y aún
después de la sentencia o cumplida la condena.

Se sostiene que la amnistía no considera a personas sino hechos y que tiene carácter
objetivo; pero se olvida que el Código Penal al consagrar y reglar estas causales alude a
“responsabilidades”, y éstas siempre suponen personas, aunque sean determinadas.

Los efectos de la amnistía están señalados por el Código Penal en el Art. 93 al expresar que
extingue por completo la pena y todos sus efectos, entendiendo que comprende las penas
accesorias, y también la pérdida de los derechos políticos. Pero los alcances que a veces se
atribuye a esta forma de perdón pueden inducir a equívocos. Debe recordarse que ala
amnistía está ubicada en el Título V del Libro I, “De la extinción de la responsabilidad penal”;
por consiguiente, sus consecuencias – como se señaló con anterioridad - dicen relación con la
responsabilidad exclusivamente, y no con el delito mismo, de manera que no anula el carácter
delictuoso del hecho, tampoco borra el delito, y no importa una revalorización de los hechos. El
legislador no puede sobrepasar los límites que le fija la naturaleza misma de las cosas. El
delito se cometió y es una realidad; distintas son sus consecuencias jurídicas, que sí pueden
ser suprimidas: la amnistía pone término a la responsabilidad penal antes de que se inicie el
proceso y aún después de cumplida la pena y, por lo tanto, el beneficiado que da liberado de
todos los efectos penales del delito en que participó o por el cual se le condenó (entre otros, de
la reincidencia). La antijuridicidad del hecho no desaparece, y tan es así que la unanimidad de
la doctrina concuerda en que puede dar origen a reparaciones civiles aunque se haya
amnistiado.

(Derecho Penal, Parte General, Tomo I, Editorial Jurídica de Chile, 1997. Págs. 362, 362 y
364)

El mismo profesor Garrido Montt , en su obra Derecho Penal, Parte General, Tomo II,
Nociones fundamentales de la teoría del delito, Editorial Jurídica de Chile, 2001, Pág. 26,
señala “Por excusa legal absolutoria se entienden determinadas circunstancias o condiciones
de índole personal, comprendidas en la descripción de la figura penal, que no forman parte de
la acción y, por lo tanto, del tipo, pero que si concurren excluyen la aplicación de la pena de un
hecho típico, antijurídico y culpable.”

APLICACIÓN QUE LA EXCMA. CORTE HA DADO A LA AMNISTÍA:

En el fallo de casación en el fondo de fecha 05.12.1995 caratulado “Emilia Mañil Painequeo”


Ingreso CS 30.749, la Excma. Corte al pronunciarse sobre un recurso de casación en el fondo,
y desecharlo, expuso como doctrina que la amnistía no está vinculada a la circunstancia de que
la ley penal no considere como delito al hecho de que se trata, sino que únicamente con
razones de excepción que conducen a que el hecho delictuoso no podrá ser objeto de sanción.

Considerando 7º “Que en la especie el recurso de casación no cumple con dicha exigencia,


porque se le fundamentó en la causal 3ª que dice relación con que la sentencia califique como
delito un hecho que la ley penal no considera como tal, en circunstancias que la decisión de no
hacer aplicación de la norma de amnistía es un eventual presupuesto de nulidad previsto en la
causal 5ª del artículo 546 que se viene citando, al referirse ésta al error de derecho que puede
resultar de la falta de reconocimiento de la norma en cuestión que debió ser alegada, como
excepción de previo y especial pronunciamiento renovada para la sentencia definitiva, toda vez
que los efectos de la ley de amnistía no están vinculados a la circunstancia de que la ley penal
no considera como delito al hecho de que se trata como es el supuesto de la causal 3ª, sino
que únicamente con razones de excepción que conducen a que el hecho delictuoso no podrá
ser objeto de sanción.”

Se acompaña anexo con XXI fallos de la Excma. Corte Suprema, posteriores al anterior, que
en resumen, expresan la doctrina que en forma previa a la aplicación de la ley de amnistía
debe concluirse la investigación del hecho punible y de la participación de los inculpados.

CONCLUSIONES:

Los recursos de casación, forma y fondo, en materia penal y civil, deben ser desechados, por
inadmisibles los primeros al no existir error de derecho que habilite la anulación de la
sentencia, y al no existir error en la aplicación de la ley penal que influya sustancialmente en lo
dispositivo del fallo; y en materia civil, debe también desecharse el recurso intentado al no
existir error de derecho en la aplicación de las leyes denunciadas por tratarse de normas
ordenatoria litis, y por no haberse denunciado como infringidos los demás preceptos legales
que necesariamente – de acogerse la causal – habrían sido vulnerados por la sentencia
recurrida.
ANEXO COMPLEMENTARIO ALEGATO CAUSA VILLA GRIMALDI EPISODIO \"MIGUEL
ANGEL SANDOVAL RODRIGUEZ\"

El alegato de la parte del CDE (Estado y Fisco de Chile) presentado en forma verbal ante
la Excma. Corte Suprema, se estructuró con una duración de 60 minutos, tiempo en el
que se desarrollaron tres capítulos principales.

El primer capítulo del alegato, de una duración aproximada de 10 minutos, versó sobre el doble
rol del CDE en cuanto a sostenedor de la acción penal como Estado de Chile y a defensor de la
caja fiscal como Fisco de Chile, aludiendo que ambas tareas no son incompatibles por tratarse
de personas jurídicas diferentes, y por tratarse del cumplimiento de una obligación que el
legislador nos impuso en nuestra ley orgánica.
Además, se hizo un resumen histórico de la institución de la casación, comprendiendo tanto el
origen de la Corte de Casación como el Recurso de Casación, desde la antigua Roma hasta
nuestra legislación.
También se incluyó un resumen de la jurisprudencia emanada de la Excma. Corte Suprema
respecto de los principios que dicho Tribunal ha exigido invariablemente en materia de
admisibilidad en recursos de casación, a la especialidad del recurso de casación en materia
penal, y respecto de la causal de infracción a las leyes reguladoras de la prueba.

El segundo capítulo del alegato, de una duración de 40 minutos aproximadamente, se


dedicó al análisis de los recursos de casación de los condenados, en los que se analizó
recurso por recurso y causal por causal, por separado cada uno de ellos, concluyendo
en cada uno de ellos que el recurso no podía ser admitido, porque por ejemplo tenía
causales contradictorias o porque no había invocado la infracción a las leyes
reguladoras de la prueba, o porque invocada dicha infracción no se desarrollaba
adecuadamente el modo de infracción ni se señalaban los preceptos infringidos. En el
resumen final, se dijo que los recursos debían ser desechados porque para la Corte de
Casación eran inamovibles los hechos que fundamentaban la condena que razonaban y
establecían el hecho de un secuestro permanente hasta el día de hoy, por lo que éstos
debían ser declarados inadmisibles y en definitiva quedaban afirme las condenas que
pesaban sobre los querellados en sus calidades de autores y cómplices del delito de
secuestro permanente en perjuicio de Miguel Angel Sandoval Rodríguez.

Por último, en el tercer capítulo del alegato de una duración de 10 minutos, atendido que
los querellados habían manifestado alegaciones respecto de la vigencia y aplicación de
la Ley de amnistía y de la prescripción de la acción penal, se sostuvo que atendido que -
resultando inaplicable en estos autos por todos los antecedentes alegados que llevaban
a desechar los recursos - como el recurso de casación contiene dos sentencias, una la
de casación propiamente tal que es de interés público y mira a una interpretación
uniforme de la ley, y otra, la de reemplazo, que mira al interés individual de las partes, el
CDE había elegido esta máxima instancia para dar a conocer un acuerdo tomado
respecto de la vigencia y aplicación que estimaba debía darse a la ley de amnistía en
todos los demás procesos que se investigan hechos similares al de autos, acuerdo que
consistía en manifestar la vigencia de la ley de amnistía, y la necesidad de que los
procesos orientaran sus investigaciones hacia la determinación del cuerpo del delito, el
homicidio de las personas desaparecidas, al que el Juez podía llegar a tener el
convencimiento por todos los medios de prueba que establece la ley, no necesariamente
y en forma exclusiva, con la aparición del cadáver o los restos. Se advirtió que dichas
alegaciones no resultaban incompatibles con los tratados internacionales que ha
suscrito el Estado de Chile puesto que la ley de amnistía, es una amnistía impropia, que
debe aplicarse en la sentencia que determina hecho punible, participación,
responsabilidad y pena, la que luego deja sin aplicación en virtud de la ley de amnistía.
Se citaron diversos profesores de Derecho Penal que están acordes con la existencia de
la amnistía impropia, y 22 fallos de la Excma. Corte Suprema que da aplicación a la ley
de amnistía en ese sentido. No se hizo solicitud alguna de que la ley de amnistía se
aplicara en el caso alegado, sino que fue una referencia a los otros procesos abiertos
por estos mismos delitos. Es más se concluyó - reiterando lo sostenido anteriormente -
que en el caso objeto de los recursos no podía aplicarse la ley de amnistía porque el
fallo razonaba sobre un hecho - inamovible para la Corte de Casación - que es que
Miguel Angel Sandoval Rodríguez se encuentra secuestrado desde 1974 hasta la fecha,
por lo que el ilícito traspasa el límite temporal de la ley de amnistía (1978).

Juan Sebastian Reyes Pérez


Abogado
Consejo de Defensa del Estado.

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