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Ecológica

m cLA\rE*,rrELEcruAL
Primera edición: enero de 2012

Título original: Écologica

Traducción: Pablo Betesh

o Éditions Galilée, 2008

O Capital lntelectual S. A., Buenos Aires, 2011


www.editorialcaPin.com'ar
@ de esta edición: Clave Intelectual,S.L.,2011
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Ilustración de cubierta: Hernán Haedo
Composición: Versal CD, S. L.
Impresión: SclaY Print, S.A.
Impreso en España. Printed in Spain
l¡rrRoouccróru

LA EGOLOGíN POIíNCA, UNA ÉNCI DE tA LIBERACIÓN

Desde la aparición de la nozsela autobiogrdfica El taidor, prologada


por Sartre, hasta la ecología política, ¿cutíles han sido los encuentros
y las influencins importantes para usted?

¿Cuáles han sido en mi vida los grandes encuentros e influen-


cias? Está Sartre, por supuestq cuya obra, apartir de1943,me
resultó formadora a lo largo de veinte años. Está Illich quien, a
partir de1971, me llevó a reflexionar durante cinco años. Pero
las influencias más importantes no son necesariamente las de

Entrevista realizada por Marc Roberg publicada en EcoRez, no 21, "Figwas delaeco-
logía polltica", otoño-inviemo 2005.
EC0LÓGIcA I 1I
10 I ANDRÉ GORZ

Pero desde 1947hastahoy, la influencia más importante


las personas importantes. |ean-Marie Vincentl, Que publicó
y la más coristante ha sido la de "Dorine, sin la cual nada sería
relativamente poco, me inició a partir de 1,959 en el Marx de
posible", mi compañera, que me demostró que no era i*po-
la Grundissi. Vincent hi zo queme enconhara con ciertos teó-
sible ama¡, ser amado, senti{, vivir y adquirir confianza en mí
ricos italianos que me llevaron a conocer a otros. En los años
mismo. Hemos crecido y evolucionado uno a través del otro,
noventa, con su revista Futur Antérieuru,rneconvenció de que
uno para el otro. Sin ella probablemente yo no habría logrado
debía revisar algunas de mis ideas. Hace dos años,luego de
aceptarme. Sin Sartre, probablemente no habría encontrado
una entrevista sobre L'immatériel para un diario alemán, conocí
los instrumentos para pensar y superar lo que mi familia y Ia
atnhacker, Stefen Meretzn, cofundador de Oekonux, qlJe
historiahabíanhecho de mí. Apartir delmomentoenque des-
explora con una honestidad admirable la dificrrltad que existe
s,tbúEl Ser y laNada, tuve la impresión de que Io que Sartre
para salir del capitalismo por lapráctica,la manera de vivit,
decía de la condición ontológica del hombre correspondía a
de deseat de pensar.
mi experiencia. Desde mi infanci4 habíatenido la experien-
cia de todos los "existencialistas": la angusti4 el hastíg la cer-
teza de no estar aquí por nada, de no corresponder a 1o que
1 ¡ean-Marie Vincenf (1934-2004) investigador rmiversitario (fundador y director los demás esperan de mí, de que ellos no puedan entenderme.
del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de París-\TII) direc-
La experiencia, en surna, de la contingenci4 de la injustifica-
tor de la revist a Futur Antériezr fundada junto con Toni Negri, publicó obras
importantes, entre las cuales están: Eetichisme et société, An+htopos,1973lFeti- bilidad, de la soledad de todo sujeto.
chismo y sociedad,México,Era,1977l; LaThéorie uitique de l'école de Erancfort,
Galilée, 1976lPensar en tiempos de barbarie: Ia teoría uíticn de Ia escuela de Frank-
furt,lJníversidad Arcis, Santiago, 20021; Les Mensonges de t'État, Le Sycomore,
1979;Critique dutraoail. Lefaire etl'agir,PW,1987;MaxWebu ouladbnocratieinache-
¿Puede decirnos algo mds sobre estos aínculos entre existencialismo
aée, Le F élim, 7998; Un autre Marx. Aprés les marxismes, P age Deux, 2001 -
2 Escrito entre EI manifesto comunista (1M8) y elprimer volumen de El ctrpital (1868),
y ecología, entre mora| ética y ecología?
Grundisse der Kritik der politischen Ókonomie (1857-1868) lContribución a la crí-
tica de la eanomnpolítica,Méttco, Siglo X)O, 1980] constituye la oporturridad para
Tianto para mícomo para Sartre,la cuestión del zujeto siguió
Marx de desarrollar los fundamentos de su crltica de la economía política. Véase
<http: / /www.marxistes.org/archive/marx/works/ 1857/Srundisse> siendo centraL bajo esta perspectiva: nacemos para nosotros
3 La revista Fa tur Antñeur fue fundada en 1990 por iniciativa de ]ean-Marie Mncent, mismos como sujetos, es deci4, como seres irreductibles a lo
Denis Berger y Toni Negri. Su objetivo era el de alentar una renovación en la inves-
tigación conceptual, creando las condiciones necesarias para un debate crítico y que los demás y la sociedad nos piden y nos permiten ser.
estratégico. Sobre la base de una diniámica intelechral francoitaliana privilegió tres La educación, la socialización, la instrucción y la integración
ejes de elaboración teórica: la polltic4 la sociología y la filosofía. Se disolvió en 1998.
Véase <http: / /multitudes.samizdat.net/rubrique.php3?id-rubrique : 117> nos enseñarán a ser Otros entre los Otros, a renegar de esa
4 Linux) que
Stefen Meretz, cofundador de Oeko nux (contracaón de Ókonomie y de parte no socializable que constiflrye la experiencia de ser zujetq
estudia los medios que permitirlan extender los principios delos softwares
a canalizat nuestras vidas y nuestros deseos por caminos seña-
libres a la economía.
12 I ANDRÉ GORZ EcolóctcA r 13

lizados, a confundirnos con los papeles y las funciones que la estemos dominados en nuestras necesidades y deseos, nues-
megamáquina social nos ordena cumplir. tros pensamientos y la imagen que tenemos de nosotros mis-
Esos papeles y esas funciones son los que definen nues- mos. Este tema ya aparcce en El traiü ,y lo vuelvo a desarrollar
tra identidad en tanto que Otro. Exceden 1o que cada uno de en casi todos mis textos posteriores. Es por este tema, por la
nosotros puede ser por símismo. Nos dispensan o incluso nos crítica al modelo de consumo opulento, que me convertí de
prohÍben existir por nosotros mismos, plantearnos Pregun- manera anticipada en un ecologista. Mi punto de partida fue
tas acerca del sentido de nuestros actos y asumirlos. Quien un artÍculo que apareció en un semanario norteamericano,
actúa no es"yo", sino la lógica automatizada de las disposi- hacia 1954. Allí explicaba que la valorización de las capacida-
ciones sociales que actúa a través de míentanto que Oho, que des de producción norteamericanas exigía que el consumo cre-
me obliga a contribuir a la producción y a la reproducción de ciera por menos sn50% en los siguientes odro años, pero
1o

la megamáquina social. Ella es el verdadero sujeto. Su domi- que la gente no podía de ningún modo definir de qué estarían
nación se ejerce sobre los miembros de las capas dominantes hechos sus50% de consumo adicional. Alos expertos en publi-
tanto como sobre los dominados. Los dominantes sólo domi- cidad y enmarketingles correspondía generar nuevas necesi-
n¿u:ten la medida en que sirven a ella como funcionarios lea- dades, deseos y fantasías en 1os consumidores, y cargar las
les. Só1o en sus intersticios, en sus fallas y en sus márgenes sur- mercancías, hasta las más triviales, con símbolos que harían
gen sujetos autónomos a través de los cuales puede plantearse aumentar la demanda. El capitalismo necesitaba que la gente
la cuestión moral. Originariamente, siempre existe ese acto tuüera necesidades mayores. Mejor todavía: debía poder mol-
fundador del sujeto que consiste en la rebelión contra lo que dear y desarrollar esas necesidades del modo más rentable
la sociedad le obliga a hacer o a padecer. Touraine, que estu- para é1, incorporando un m¿íximo de superfluo en 1o necesario,
dió a Sartre en su juvenfud, formuló muy bien este punto: "El acelerando la obsolescencia de los productos, reduciendo su
sujeto siempre es un mal sujeto, un rebelde contra el poder y
laregla, contra Ia sociedad como aparato total". La cuesüón
del sujeto, por 1o tanto, es 1o mismo que la cuestión moral. Se
5 Uno de sus libros más importantes. Entre las obras de André Gorz, cabe citar en
encuentra en el fundamento tanto de la éüca como de la polí- particular en las ediciones de Seuil: Le Traitre (1958) lEl traidor , Barcelona, Mon-
tica. Pues necesariamente pone en cuestión todas las formas y tesinos, 19901; La Morale de l'histoire (1959) lHistoria y enajenación, México, Fondo
de Cultura Económica, 1964); Le Socialisme dfficile (1967); Reforme et réoolution
todos los medios de dominación, es decil todo 1o que les impide
(1969) y en las ediciones Galilée Écologie et politique (1975) fEcología y política,BN-
a los hombres manejarse como sujetos y continuar con la libre celon4 Ed. Viejo Topo 19801; Écologie et liberté (1977); Adieux au prolétariat (1980)
expansión de sus individualidades en tanto fin común. lAdiós alproletariado,Bsenos Aires, Ed. Imago Mundi, 19891; Métamorphoses du
traoail, quéte du sens (1988) lMetamorfosis del trabajo, Madri{ Ed. Sistema 19971;
El hecho de que estemos dominados en nuestro trabajo es Misires duprésent,richesse dupossible(1997)fMiserias delpresente, riqueza deloposfule,
una evidencia desde hace ciento setenta años. Pero no el que Buenos Aires, Ed. Paidós, 1999); L'immatériel (2003).
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durabilidad, obligando a satisfacer las más pequeñas necesi- miento de Illich, que había titulado Retooling Society un pri-
dades con el mayor consurno posible, eliminando los consumos mer esbozo de La conoiaencialidadu .Illich distinguía dos tipos
y servicios colectivos (tranvías y trenes, por ejemplo) para sus- de técnicas: las que llamaba "convivenciales", que acrecien-
tituirlos por consumos individuales. Para poder seguir some- tan el campo de la autonomía, y las "heterónomas", que 1o
tido a los intereses del capitaf es necesario que el consumo esté restringen o suprimen. Yo las llamé "tecnologías abiertas" y
indiüduali zado y sea privado. "tecnologÍas cerrojo". Abiertas son aquéllas que favorecen
Por 1o tanto, partiendo de la crítica del capitalismo, inevi- la comunicacióry la cooperación,lainteracción, como el telé-
tablemente se llega a Ia ecología política que, con su crítica fono o, en la actualidad, las redes y los softwares libres. Las
indispensable de las necesidades, 11ev4 asJvez, a profundi- "tecnologías cerrojo" son las que esclavizanalusuario, pro-
zat y aradicalizar una vez más la crítica del capitalismo. Por graman sus operaciones y monopolizan la oferta de un pro-
ende, no diría que hay una moral de la ecología sino más bien ducto o de un servicio.
que la exigencia ética de emancipación del sujeto implica la Entre las "tecnologías ceffojo",las peores son desde luego
crítica teórica y práctica del capitalismo, de la cual la ecologia lasmegatecnolog¡as,monumentos a la dominación de lanafu-
política es una dimensión esencial. En cambio, si partes del raleza, que despojan a los hombres de su medio de vida y los
imperativo ecológrco puedes llegar de igual manera a un anti- someten a su dominación. Además de todos los otros defec-
capitalismo radical como aunpetainismoverde, a un ecofascismo tos de Ia energía nudea, durante diez años hice campaña con-
o a un comunitarismo naturalista. La ecologra sólo adquiere tra la radiación totalitaria -secretos, mentiras, violencia-
su carga crítica y ética si las devastaciones de la Tierra y la que propaga lo nuclear en la sociedad.
destrucción de las bases naturales de la vida se comprenden
como consecuencias de un modo de produccióru el cual exige
la maximización de la rentabilidady recurre a técrricas que üo- En esta crítica radical del capitalismo, estd el paso por el comunismo
lan los equilibrios biológicos. Por ende, sostengo que la crítica y su posterior abandono.
de las técnicas en las que se encarna la dominación sobre los
hombres y sobre la naturaleza es una de las dimensiones esen- Emlagíay libutad, *terte de epflogo de Ealogíay política, comen-
ciales de una ética de Ia liberación. zaba con esta afirmación: "El socialismo no vale más que el
Mi interés por la tecnocrítica debe mucho a la lectura, capitalismo si no cambia de herramientas". El libro siguiente,
en1960, dela Crítica de la razón dialéctica de Sartre; a diez
días que pasé en Alemania del Este, en esa misma época,
visitando fábricas, en la vana búsqueda de gérmenes de 6 Ivan Illiclu La Conaiualité, reeditado en (Eur¡res Complétes, Fayard, vol. I, 2004
poder obrero; luego, a partir de 1971. o 1972, al descubri- lLa conoiaencialidad, Barcelona, Barral Editores, 1974].
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Adiós alproletariado, iba más lejos en el mismo sentido. Soste- todos, es la eliminación del trabajo bajo la forma social e his-
nía que los medios de producción del capitalismo son medios tóricamente específica que tiene en el capitalismo, es deci4, el
de dominación por la división, la orgarización y la jerarqui- trabajo-empleo, el trabajo-mercancía . Con Adiós al proletariado,
zaciónde las tareas que exigen o permiten. Así como los sol- me concenhaba en la crítica al trabajo. Ese libro también induía
dados no pueden apropiarse del ejército, a menos que cambien algunas tonterías groseras (como la idea de una "esfera de la
su modo de organización y sus reglas de principio a fin, del autonomía") pero no se reducía a eso. La crítica al trabajo sigue
mismo modo la clase obrera no puede apropiarse de los siendo central en Miserias del presente. Riqueza de lo posible.
medios de producción por los cuales está estructurada, fun-
cionalmente dividida y dominada. Si se apoderara de ellos
sin cambiarlos radicalmente, acaba rta pot reproducir (como La crítica a la dfuisión del trabajo entra en crisis con la irnportancia
ocurrió en los países sovietizados) el mismo sistema de domi- cada rsez mayor que adoptan los saberes, la cooperación en la ueación

nación. Aprovecho para señalar que todo esto está mencionado de riqueza y el trabajo airtuoso. Lo inmateri aL su última obra, trata
al pasar en las Grundissd . de pensar esas mutaciones.

Adiósno tenía nada de una crítica al comunismo, todo 1o

contrario. Criticaba a los maoístas, su culto primitivista de Lo inmsterial es el subproducto de un informe sobre una
un proletariado mítico, su pretensión de practicar en un país conferencia internacional acerca de la así llamada "sociedad
industriatiz adoy urbanzado la estrategia de expropiación de de conocimiento", vista desde la izquierda. Lo que en prin-
tierra inventada por Mao para los campesinos chinos. Tam- cipio me interesó de ello es que el conocimiento y la infor-
biénhacía una crítica acerba contra la social-democratización mación son por esencia bienes comunes que pertenecen a
del capitalismo a la que se reducía el marxismo vulgar, y todos y que, por lo tanto, sólo pueden volverse propiedad pri-
contra la glorificación del trabajo asalariado. "Más allá del socia- vada y comercializarse si se los mutila en su utilidad. Ahora
lismo" -tal era el subftulo del libro-, está el comunismo que biery si lafuerzaproductiva decisiva (la de la inteligenci4 la
es su culminacióny, en caso contrario, el desaske que tenemos. del conocimiento) no se presta para convertirse en una mer-
Pero el comunismo no es ni el pleno empleo ni el salario para cancía,las categorías tradicionales de la economÍa política
entran en crisis: el trabajo el valor y el capital.
El valor de los conocimientos, en el sentido de la econo-
7 Véase KarI M arx, Grundisse der l?itik der politischen Ókonomie, Berlíry Dietz Ver-
mía capitalista, es indecidible. Es imposible medir el trabajo
lag 1953, p . 596. ElIo ha sido explicado en la obra magistral del historiador Moishe que se invirtió a escala de la sociedad para producirlos.
Postone, Time, Labour and Social Domination. Aneut interpretation of Marx'critical
Pues son producidos de manera difusa allí donde los hom-
thmry,CambidgeUniversity Press, 1993, p.363 [Tiempo, trabajoy dominaciónsocial,
Marcial Pons Ediciones ]urídicas y Sociales, S'A., Madrid, 20061' bres interactúary experimentary aprendery sueñan. No son
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homogéneos, descomponibles en unidades de producto. No entre los que producen y los que conciben los medios de pro-
hay un patrón de medida que les sea aplicable. Sostengo ducir. Los productores ya no se encuentran dominados por
que poseen un valor intrÍnseco específico, diferente del de las el capital a través de los medios de trabajo. Se fusionan pro-
mercancías, comparable al de las obras de arte que tampoco ducción de conocimientos y producción de riquezas mate-
pueden ser intercambiables según un patrón común. Su riales o inmateriales. El capital fljo ya no posee existencia
precio carece de fundamento objetivo y se mantiene fluchrante. separada; está subsumido, interiorizado por hombres y múe-
Sea cual fuere el costoinicial de un conocimiento, su valor res que tienen la experiencia práctica concreta de que la prin-

de intercambio tiende a cero cuando es de libre acceso, apto apalfuerzaproductiva no es ni el capital máquina ni el capi-
para ser transcripto al lenguaje informático y replicable inde- tal dinero, sino la pasión üviente con la que imaginan, inventan
finidamente por un costo insignificante. Para tener un valor y acrecientan sus propias capacidades cognitivas, así como
de cambio, un precio, es necesario que se vuelva raro, inac- su producción de conocimientos y de riqueza. La produc-
cesible para todos, pnvaizado en manos de una emPresa que ción de uno mismo es aquÍ producción de riqueza y vice-
reivindica su monopolio y extrae de él una renta. versa; la base de la producción de riquezaes la producción
Por 1o tanto, la economía del conocimiento tiene una apti- de uno mismo. Potencialmente, el trabajo -en el sentido que
tud para ser una economía de la puesta en común y de la gra- adquiere en la economía política- se suprime : "El trabqo ya
tuidad, es deci{, 1o contrario de una economía. En el ámbito no aparece como trabajo sino como pleno desarrollo de la
cientÍfico, adopta espontiíneamente esta forma de comunismo. actividad [personal] mismat".
El"valoÍ" de un conocirniento no se mide en dinero, sino por La figura emblemática de esta apropiación/supresión del
el beneficio que suscita, la difusión que recibe. En el funda- trabajo es eLhacker. Con é1, las fuerzas productivas huma-
mento de la economía capitalista del conocimiento, por lo nas, vueltas sujeto, se declaran en rebelión contra su capta-
tanto, encontramos una antieconomía en la que la mercancí4 ción por el capital y redirigen los recursos de la informática
los intercambios mercantiles, el interés por hacer dinero no en su contra.Elhacker es quien inventó esa antieconomía que
tienen circulación. El valor de cambio no es la medida de la son Linux y el copyleft --ese opuesto del copyright- e hizo sur-
iquezani el tiempo de trabajo. gir el movimiento de los softrnares libres. Através de é1 apare-
cen nuevas formas de comunicación y de regulación; una
Este protocomunismo encuentra sus figuras emblemá- admirable ética anarcocomunist a, La ética hacker, a la v ez
ticas en la informática. Difiere de la ciencia en esta especifi- arte de vivi4, práctica de otras relaciones individuales y socia-
cidad: es a la vez conocimiento, técnica de producción de
conocimiento y medio de fabricación, regulacióru invención
y coordinación. En ella se halla suprimida la división social 8 Ka¡l Marx, Grundísse dcr Kritik der politischen ókonomie, op. cit., p.23L.
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les, búsqueda de caminos para salir del capitalismo y Para


liberar de su influencia, con ese fin, nuestras maneras de pen- LA SALIDA DEt CAPITALISMO YA EMPEZÓ
sa4, de sentir y de desear.

Loshackersno son una elite intelectual ni una clase aparte.


Forman parte de la nebulosa de "disidentes del capitalismo
numéricá", como 1o llamaba Peter Glotz'. Esos disidentes, sur-
gidos de la revolución informática, representan en Estados
unidos aproximadamente un tercio de la población activa.
Comprenden informáticos de alto nivel que rechazan la ser-
vidumbre voluntaria; graduados que se niegan a sacrificarlo
todo por su carrera; autoemprendedores que rehúsan la com-
petencia feroz de "siempre mág siempre más rápido"; jobbers
y downshifters qtleprefieren ganar Poco y tener mucho más
tiempo para ellos'
"Cuanto más extienda el capitalismo digital su influen-
cia sobre nuestras vidas, mayor será la cantidad de descla-
sados voluntarios", escribe Peter Glotz' "De ellos surgirá una Nunca fue tan actual la cuestión de la salida del capitalismo.
nueva concepción del mundo. La lucha que opondrá el Se plantea con una urgencia y en términos radicalmente nue-

proletariado de 1o digital a su elite... tendrá por desafío esen- vos. Por su propio desarrollo, el capitalismo alcanzó un límite
.iul do, concepciones fundamentales y apasionadas de la tanto intemo como externo que es incapaz de superar y que
vida. Toda la ética social del capitalismo modemo es puesta lo convierte en un sistema que sobrevive mediante subterfu-
en cuestión." gios a la crisis de sus categorías fundamentales: el trabajo el
valor y el capital.
La crisis del sistema se manifiesta tanto en un nivel macro-
económico como en un nivel microeconómico. Se explica prin-
9 Peter Glotz, jefe de redacción de la revista teórica de1 Partido Socialdemócrata cipalmente por una perturbación tecrocientÍfica que introduce
alemián (Spó), autor de numerosos librot entre los que cabe cltar: Le traoai-
"t
lleur cognitif lDer wissensarbeiteri y La société accélérée fDie beschleunigte Gesells-
chaftj.ircie*or de la Universidad de Erfurt y di¡ector del Instituto de investi-
guáiárr robr" -"dios de comunicación de la Universidad de Saint-Gall; falleció
Publicado en EcoRa¿,, n" 28, otoio de2007.
en el otoño de 2005.
22 I ANDRÉ GORZ
ECoLócrcA r 23

una ruptffa en el desarrollo del capitalismo e invalida, por sus inversión productiva de las empresas del CAC 40 ni siquiera
repercusiones, la base de su poder y su capacidad de repro- aumenta cuando sus beneficios estallan.
ducirse.Intentaré analizar esta crisis, primero, desde la Puesto que la producción ya no es capaz de valorizar el
perspectiva macroeconómica (1); luego, en sus efectos sobre conjunto de capitales acumulados, una parte creciente de éstos
el funcionamiento y la administración de las empresas (2). conserva la forma de capital financiero. Se conformaunaindus-
triafinancieraque no deja de afinar el arte de hacer dinero com-
1. La informatización y la robotización permitieron prando y vendiendo ninguna otra cosa que no sean diversas
producir cantidades crecientes de mercancías con cantidades formas de dinero. El dinero mismo es la única mercancía que
decrecientes de trabajo. El costo del trabajo por unidad de la industria financiera produce mediante operaciones cada
producto no deja de disminuir y el precio de los productos vez más azarosas y cada vez {renos manejables en los mer-
tiende abajar. Ahorabiery cuanto más disminuye la canti- cados financieros. La masa de capital que la industria finan-
dad de trabajo para una producción dada, más debe aurnen- ciera drena y administra supera por mucho la masa de capi-
tar el valor producido por un trabajador -su productividad- tal que valoriza la economía real (el total de los activos
para que la masa de beneficio realizado no disminuya. Por financieros representa 160 billones de dólares, o sea, de tres
1otanto, se obtiene la siguiente paradoja aparente: cuanto más a cuatro veces el PIB mundial). El"valo{'de ese capital es
aumenta la productividad, es necesario que aumente toda- puramente ficticio; en gran parte, descansa en el endeuda-
vía más para evitar que disminuya el volumen del beneficio. miento y el good will, es deci4, en las anticipaciones: la Bolsa
La carrera de la productividad tiende así a acelerarse; los efec- capitalízael crecimiento futuro,las ganancias futuras de las
tivos empleados tienden a reducirse; la presión sobre el empresas, el alzafutura de los precios inmobiliarios, las ganan-
personal, a endurecerse; y el nivel y la masa de los salarios, cias que podrán desprenderse de las reestrucfuraciones, fusio-
a disminuir. El sistema evoluciona hacia un límite intemo en neg concentraciones, etc. Las cotizaciones de la Bolsa se inflan
que Ia producción y la inversión en la producción dejan de con capitales y con sus plusvalías futuras, y los bancos inci-
ser suficientemente rentables. tan a los hogares a comprar (entre otros) acciones y bonos de
En China, Filipinas o Sudán las cifras confirman que ese inversión inmobiliaria, a acelerar así eL alza de las cotiza-
lÍmite ya se ha alcanzado. La acumulación productiva de capi- ciones, a pedir a sus bancos sumas crecientes de préstamos,
tal productivo no deja de retroceder. En Estados Unidos, las a medida que aumenta su capital bursátil ficticio.
quinientas empresas delíndice Standard & Poors disponen Lacapltalización de las anticipaciones de ganancia y de
de 631" mil millones de reservas líquidas; la mitad de los bene- crecimiento mantiene el creciente endeudamiento, alimenta
ficios de las empresas norteamericanas provienen de opera- la economía con una liquidez que surge del reciclaje bancario
ciones realizadas en los mercados financieros. En Francia, la de plusvalías ficticias, y permite a Estados Unidos un "creci-
ECoLócrcA I 25
24 I ANDRÉ GORZ

el calentamiento climático a 2o C como máximo. Más allá de


mientoeconómico"que,fundadoenelendeudamientointemo
2" I las consecuencias serán irreversibles e inmanejables.
y extemo, constituye de leios el motor principal del crecimiento
El decrecimientq por 1o tanto, es un imperativo de super-
mundial (incluido elcrecimiento chino). La economía real se
vivencia. Pero supone otra economí4 otro estilo de vid4 otra
convierte en un apéndice de las burbuias especulativas sos-
civilizacióru otras relaciones sociales. En su ausencia, el des-
tenidas por laindustria financiera. Hasta que llega elmomentq
plome sólo podría evitarse afuerza de restricciones, racio-
inevitable, en que las burbuias estallan, acarreando quiebras
del namientos y subsidios autoritarios de recursos característicos
en cadena de los bancos, amenazando con el desplome
y pro- de una economía de guerra. La salida del capitalismo, por lo tanto,
sistema mundial de crédito y con una depresión severa
ocurrird de una u otra manera, civilizada obárbara. La pregunta
longada de la economía real (la depresión japonesa ya lleva
se plantea justamente sobre la forma que adoptaúylacaden-
casi quince años).
cia a la que se producirá esta salida.
setiendeaacusaralaespeculaciórualosparaísosfiscales,
La forma bárbara ya nos es familiar. Prevé masacres y trá-
a la opacidad y a la falta de control de la industria
financiera -en
y hasta
ficos de seres humanos, sobre un trasfondo de hambre en
prrmrfry abs hedge founds- dela amenazade depresiór¡
numerosas regiones de África dominadas por jefes de gue-
áe desplome que pesa sobre la economía mundial no se debe'
del rra y por el asalto a las ruinas de la modemidad. Los tres Mad
sin embargo a la falta de controf se debe a la incapacidad
ni funciona Max eranrelatos de anticipación.
capitalismo para reproducirse, que no se perpetúa
Pretender Ala forma cltltzadade salida del capitalismq por el con-
si no es sobre bases ficticias cadavezmás precarias'
trario, sólo se la considera muy de vez en cuando. La mención
redistribuir las plusvalías ficticias de las burbujas por el camino
financiera de la amenaza de la cat¡ísfoofe climática conduce generalmente
de la imposición precipitaría aquello que la industria
de acti- a considerar la necesidad de un "cambio de mentalidad" ,pero
pretende evitar: Ia desvalorización de gigantescas masas
la nafuraleza de ese cambio, sus condiciones de posibilidad y
vos financieros y la quiebra del sistemabancario'
los obstáculos para superar parecen desafiar la imaginación.
Vislumbrar otra economía, otras relaciones sociales, otros
La "reestrucfuración ecológScd'no hace más que agravat
modos y medios de producción,y modos de vida pasa por
la crisis del sistema. Es imposible eütar una catástrofe climá-
"iruealista" , como si la sociedad de la mercancí4 del salario y
tica si no se romPe radicalmente con los métodos y la lógica
del dinero fuera insuperable. En realidad, una gran canti-
económica que desde hace ciento cincuenta años llevan a
eso'
dad de indicios convergentes sugiere que esa superación yaha
si la tendencia achral se prolong4 eI PIB mundial se multipli-
según comenzado y que las posibilidades de una salida civilizada
cará por tres o cuatro de aquÍ al año 2050' Ahorabien'
dependen, ante todo, de nuestra capacidad para distinguir las
el informe del Consejo sobre el clima de la ONU,las emisiones
limitar tendencias y las prácticas que anuncian su posibilidad.
de CO, deberán disminuir un B}%hastaesa fecha para
26 I ANDRE GORZ
ECoLÓGICA I 27

2. El capitalismo debe su expansión y su dominación al


ductos un estafus comparable al de las obras de arte: estas tie-
poder que tomó a lo largo de un siglo sobre la producción y nenurtaalor intrínseco, no hay ningúnpatrón que permita esta-
el consumo a lavez.Al despojar enunprimer momento a los
blecer entre ellas rnarelación de equiaalencin o "preao justo".
obreros de los medios de trabajo y de sus productos, se fue
No sory por tantq verdaderas mercancías. Su precio depende
1o
progresivamente asegurando el monopolio de los medios de
de 1o escasas que sean, de la reputación del creado4 del deseo
producción y la posibilidad de subsumir el trabajo. A1 espe- del evenfual comprador. Las cualidades inmateriales incom-
cializar, dividir y mecanizar en grandes instalaciones, con-
parables proporcionan a la empresa productora el equivalente
virtió a los trabajadores en apéndices de las megamáquinas de un monopolio y la posibilidad de asegurarse unbeneficio
del capital. Toda apropiación de los medios de producción por la novedad, larareza,la exclusividad. Esta renta enmas-
por los productores se volvió imposible. AI eliminar de ellos cara/ compensa y/ a menudo, sobrecompensa la disminu-
el poder sobre la nafuralezay el destino de los productos, ase-
ción del valol, en el sentido económico, que la baja de los cos-
guró al capital el cuasi monopolio de la oferta ypor 1o tanto, tos de producción acarrea en los productos, en tanto
el poder de favorecer en todos los ámbitos las producciones
mercancías que son enesencia intercambiables entre ellas dada
y los consumos más rentables, así como el poder de moldear su relación de equivalencia. Desde el prlnto de üsta económicg
los gustos y los deseos de los consumidores y la manera en la innovación no crea valor; es eI medio de sacar de la escasez
que éstos iban a satisfacer sus necesidades. ]ustamente, la revo-
una fuente de beneficios, y obtener un sobrreprecio en detrimento
lución informacional empieza a resquebrajar ese poder.
de los productos competitivos. La parte del beneficio en el
En r.rn primer momento, la informatización fuvo por objeto
precio de unamercancía puede ser diez, veinte o cincuenta veces
reducir los costos de producción. Para evitar que esta reduc- miís grande que su costo de producción, yellono sólovalepara
ción de los costos provocara una baja correspondiente en los los arfculos de lujo; tambiéry para artículos de uso corriente,
precios de las mercancías, era necesario, a toda costa, sustraer
como zapatillas, camisetas, teléfonos móviles, discos, jeans, etc.
a estas últimas de las leyes del mercado. Esta sustracción con-
Ahora biery la renta no posee la misma nah;rralezaque el
siste en conferir a las mercancías cualidades inannparables, gra-
beneficio: no corresponde a la creación de un acrecentamiento
cias a las cuales surgensin equiaalentey, en consecuencia dejan
del valo4, de una plusúalía. La renta redistribuye la masa total
de aparecer como simples mercancías.
del valor en provecho de las empresas rentistas y en detri-
El valor comercial (el precio) de los productos, por 1o tantg
mento de las demás; no aumenta esa masa'.
debía depender más de sus cualidades inmateriales inmensu-
rables que de su utilidad (valor de uso) sustancial. Esas cua-
lidades inmateriales --el estilo, la novedad, el prestigio de la
I El valor foabajo es una idea deAdam Smitfu que veía en eltrabajo la sustancia común
marc4 lararezao la "exdusividad"- debían conferir a los pro- de todas las mercancías y pensaba que se intercambiaban en proporción de la
23 I ANDRÉ GORZ ECoLóctcA I 29

Cuando el aumento de Ia renta se convierte en la meta En este sistema, todo se opone a la autonomía de los indi-
determinante de la política de las emPresas -más importante viduos, a su capacidad de reflexionar en conjunto acerca de
que el beneficio que, Por su parte, se topa con ellímite intemo sus fines comunes y sus necesidades comunes; a concentrarse

indicado más arriba-,la competencia entre las empresas en la mejor manera de eliminar los derroches, economizar los

depende ante todo de su capacidad y rupidez de innova- recursos/ elaborar en conjunto, en tanto que productores y
ción. De esta capacidad depende antes que nada la medida consumidores/ una norma común de lo suficiente, de una
de su renta. Por lo tanto, ellas buscan suPerarse en el lan- "abundanciafntgal", tal como lo llamabaJacques Delors. Evi-
zamiento de nuevos productos o modelos o estilos, mediante dentemente,la ruptura conla tendencia a "producirmiásy con-
la originalidad del design, mediante la creatividad de sus sumir más'' y la redefinición de un modelo de üda que apunte
campañas de marketing o 1a "personalizaciótt" de los pro- ahacer mds y mejor an menos suponen la rupfura con una civi-

ductos. La aceleración de la obsolescenci4 que va pareja con lización en la que no se produce nada de 1o que se consume y
la disminución de la durabilidad de los productos y la posi- no se consume nada de 1o que se produce; en la que produc-
bilidad de repararlos, se convierte el medio decisivo para tores y corsumidores est¿in separados y en la que cada uno se
aumentar el volumen de las ventas. Obliga a las empresas opone a sí mismo en cuanto que siempre es uno y el otro al
a inventar continuamente necesidades y deseos nuevos/ a mismo tiempo; en la que todas las necesidades y todos los
conferir a las mercancías un valor simbólico, sociaf erótico, deseos se rebajan a la necesidad de ganar dinero y al deseo de

a difundir una "cultura del consumo" que apunta a la indi- ganar más dinero; en la que la posibilidad de autoproducción
vidualizaci ón, la síngttlarizacióru la rivalidad, los celos, en para el autoconsumo parece fuera de todo alcance y ridícula-
una palabr4 1o que en otro lugar he denominado la "socia- mente atcaica, sin razón.
lización antisocial". Y, sin embargo la "dictadura sobre las necesidades" pierde
fuerza. La influencia que las empresas ejercen sobre los con-
sumidores se vuelve más frágil a pesar de la explosión de
cantidad trabajo que contenían. El aalor trabaio no tiene nada que ver con lo que se los gastos para el marketingy la publicidad. La tendencia a la
entiende por ello án la actualidad y que (en Dominique Méd4 entre otros) debeía autoproducción vuelve a ganar terreno debido al peso cre-
ser designado c omo trabajo oalor (valor moral, sociaf ideológico etc')'
lvtarx afioo y volvió a trabajar la teoría de Adam smith. De manera extremada-
ciente que poseen los contenidos inmateriales en la natura-
mente simplificada, podríamos resumir Ia nocióneconómica devalol diciendo: lezade las mercancías. Poco a poco, el monopolio de la oferta
una empresa c/¿a oalor enlamedida en que produce una mercancía vendible con
escapa al capital.
trabajo para la remuneración del cual pone en circulación (crea distribuye) poder
adquisitivo. Si su actividad no aumenta la cantidad de dinero en circulacióO no
está creando valor. Si su actividad destruye empleos, está destruyendo valor. Cuando los conocimientos, ideas y conceptos empleados
La renta de monopolio consume valor creado en otra parte y se lo apropia. Los
servicios personales no crean valo1, sino que 1o redistribuyen' en la producción y en la concepción de mercancías se defi-
ECoLócrcA I 3t
30 I ANDRÉ GORZ

nían en función de máquinas y de artículos a los que se incor- prohibidos porque aún siguen siendo posihler, porque lo acechan
poraban para un uso especÍfico, no resultaba difícil pnvaizar las "copias 7líctfas",las "imitaciones", los usos prohibidos. El
y monopolizar contenidos inmateriales. Máquinas y artículos mismo supuesto propietario no puede venderlos, es decir,
podían patentarse y se protegía la posición de monopolio. La transferir la propiedad privada a otro, como 1o haría con
propiedad privada de conocimientos y de conceptos era posi- una verdadera mercancía; no puede vender más que un dere-
ble por el hecho de que éstos eran inseparables de los objetos dro de acceso o de uso "bajo licencia".
que los materializaban. Eran un componente del capital fijo. Así la economía del conocimiento tiene por base una
Pero todo cambia cuando los contenidos inmateriales ya riqueza que propende a ser unbien comúrL y que no hacen
no soninseparables de los productos que los contienenni tam- cambiar las patentes y copyrights que estiín parapivaüzarlo: el
poco de las personas que los poseen; cuando acceden a una dominio de la gratuidad se extiende irresistiblemente. La infor-
existencia independiente de toda utilización particular y que, mática e hrtemet socav¿u:tlas bases del reino de Ia mercancía.
traducidos ensoftznares, son capaces de reproducirse en canti- Todo 1o que es traducible enlenguaje numérico y reproducible
dades ilimitadas por un costo ínfimo. Pueden, entonces, con- comunicable sin gastos, inexorablemente tiende a volverse
vertirse en un bien abundante que, por su disponibilidad ili- un bien comúry y hasta un bien común universal cuando es
mitada pierde su valor de cambio y cae en el dominio público accesible a todos y utilizable por todos. Con su computador4
comounbien cnmún gratuito; a menos que se consiga impedirlq hoy cualquiera puede reproducir contenidos inmateriales, tales
prohibiendo el acceso y el uso ilimitados a los que se presta. como eldesign,los planos de construcción o montaje, las fór-
El problema con el que tropieza "la economía del cono- mulas y ecuaciones químicas; inventar sus propios estilos y
cimiento" proviene del hecho de que la dimensión inmaterial formas; imprimir textos, grabar discos o reproducir cuadros.
de la que depende la rentabilidad de las mercancías, en la era M¿ís de doscientos millones de referencias son acfualmente acce-

de la informática, no es de la misma naturalezaque estas últi- sibles bajo licencia " cymtirJe cnmm.ons" . En Brasif en que la indus-

mas: no eslapropiedadprioada ni de las empresas ni de sus tria del disco comersñzaquince nuevosD por año, los jóve-
colaboradores; no 1o es en cuanto a su naturaLezaprivattza- nes de las favelas graban veinticuatro por sunanaylos difunden

ble, yno puede, en corsecuenci4 volverse una verdaderamer- en la calle. Tres cuartas partes de las computadoras producidas

cancía. Sólo se la puede dísfrazar como propiedad privada y en2004 eran autoproducidas enlas favelas conlos componen-
mercancía reservando suuso exclusiao mediante artificios jurí- tes de materiales de desecho. El gobierno apoya a las coope-
dicos o técrricos (códigos de acceso secretos). Sin embargo este rativas y alas agrupaciones informales de autoproducciónpara
disfraz nada cambia de la realidad de bien común propia el auto-aprovisionamiento. Claudio Prado, director del depar-
del bien que se ha disfrazado de ese modo: se mantiene como tamento de cultura digital del Ministerio de Cultura de Brasil,
una no-mercancía no vendible, q.ryo acceso y uso libres están decía hace poco: "El empleo es una especie en vías de extin-
32 t ANDRÉ GORZ
ECoLÓGICA I 33

ción... Nuestra intención es saltar esta fase de mierda del siglo


cer la unidad entre el sujeto de la producción y el sujeto del
XX para pasar directamente del XIX al XXI". La autoproduc-
consumo !, por 1o tanto, recuperar la autonomía en Ia defi-
ción de computadoras, por ejemplq fue apoyada oficialmente:
nición de nuestras necesidades y de sus modos de satisfa-
"laapropiación de las teorologías por parte
se trata de favorecer
cerlas. El obstáculo insuperable que el capitalismo había eri-
de los usuarios con un fin de transformación social" .Lapró-
gido en este camino era la natttalezamisma de los medios
xima etapa será lógicamente la autoproducción de medios de
de producción que había empleado: constituían una mega-
producción. Volveré a ello más adelante.
máquina de la que todos éramos sus servidores y que nos
dictaba los fines a seguir y Ia vida que debíamos llevar. Este
Lo que por el momento importa es que la principal fuerza
período toca a su fin. Los medios de autoprodtcciónhigh-tech
productiva y la principal.fuerza de rentas caen progresiva-
vuelven a la megamáquina industrial virtualmente obso-
mente en el dominio público y tienden hacia la gratuidad;
leta. Claudio Prado menciona "la apropiación de las tecnolo-
que la propiedad privada de los medios de producción y, por
gías" porque la clave común a todas -la informática- es apro-
1o tanto, el monopolio de Ia oferta se vuelven progresiva-
piable por todos. Porque, como 1o pedía Ivrán Illidu "cada uno
mente imposibles; que, en consecuenci4 la influencia del capi-
puede utiliz¿¡|¿ sin dificultad tan a menudo o tan escasamente
tal sobre el consumo cede y que este último puede tender a
como lo desee [...] sin que el uso que Ie dé invada Ia libertad
emanciparse de la oferta comercial. Se trata, en este caso, de
del prójimo de hacer otro tanto"; y porque este uso (se trata
una ruptura que mina las bases del capitalismo. La lucha que
de la definición illichiana de las herramientas conviviales)
entablan los "softrnares propietarios" y los "softwares libres"
"estimula larealtzación personal" y amplíala autonomía de
(libre "free", es también el equivalente inglés de "gratis") ha
todos. Está muy cerca de la definición que Pekka Himanen da
sido el punto de partida del conflicto central de la época. Se
delaÉticahacü:unmod.o de vida que pone enprimer plano
extiende y se prolonga en la lucha contra la mercantilización
"las alegrías de la amistad, del amo4, de la libre cooperación
de las riquezas primas:la tierra,las semillas, el genoma,los
y de la creatividad personal".
bienes culfurales, los saberes y competencias comunes/ cons-
Las herramientashigh-tech existentes o que est¿ín desarro-
tifutivos de la cultura cotidiana y que son las condiciones pre-
llándose, generalmente comparables a periféricos de compu-
vias de la existencia de una sociedad. Del cariz que adopte
tadora, apuntan hacia un fufuro en que prácticamente todo
esa lucha depende Ia forma civilizada o bárbara que tomará
la salida del capitalismo.
Esta salida implica necesariamente que nos emancipemos
de Ia influencia que ejerce el capital sobre el consumo y de su 2 Pekka Him anen, L'Éthique hacker et l'esprit de l'ére de l'information, trad. fr.: C.
monopolio de los medios de producción. Significa restable- Leblanc, París, Exils, 2001 lLa ética del hacku y eI espíritu de la era de Ia información,
Destino, Barcelona, 2002].
34 I ANDRÉ GORZ

1onecesario y 1o deseable podrá producirse en talleres coo-


perativos o comunales; en que las actiüdades de producción LA ECOTOGíN POIíT¡CA ENTRE EXPERTOCRACIA
podrrán combinarse con el aprendizaje y la enseñanza con la Y AUTOTIMITACIÓN
experimentación y la investigación, con la creación de nuevos
gustos, perfumes y materiales, con la irn ención de nuevas for-
mas y técnicas de agricultura de construccióry de medicina,
etc. Los talleres comunales de autoproducción estarán inter-
conectados a escala global, podrán intercambiar o compartir
experiencias, invenciones, ideas, descubrimientos. El trabajo
será productor de cultura y de autoproduccióry un modo de
realización personal.
Dos circurstancias hablan a favor de este tipo de desarrollo.
La primera es que existen muchas más competencias, talentos
y creatividad de los que puede sbhzarlaeconomía capitalista.
Este excedente de recursos humanos no puede volverse pro-
ductivo más que enuna economía en que la creación de rique-
zasttoesté sometida a los criterios de rentabilidad. La segunda ADickHoward
es que "el empleo es una especie envías de extinción".
No estoy diciendo que estas transformaciones radicales según sea cientÍfica o polític4 ra ecorogía invorucra dos enfo-
ques distintos aunque interconectados. En un primer momentg
tendriínlugar. Digo solamente que, por primeraYez, podemos
querer que se realicen. Existen los medios, así como las perso- pondré el acento en la diferencia más que en la interconetón
nas que se emplean en ello metódicamente. Es probable que los
de su objeto. Pues hay que evitar presentar el punto de vista

primeros en recrear los talleres de autoproducción de su favela político como el resultado que se impone con una ,,necesidad
o de su township de origen sean sudameric¿ulos o sudafricanos
absoluta" alah;a del "análisis científico,,. Tampoco hay que
reeditaÚ, bajo una nueva form4 er tipo de dogmatismo cienti-
de suburbios desheredados de las ciudades europeas.
ficista y antipolítico que, en su versión ,,diamat,',pretendió

Publicado en A ctuel Marx, n" 12, "L écologie ce matérialisme his


1 torique,, ,pw, 1992.
Diamat: abrer¡iación de z ateríalismo iialécúrco.
[N. del T.]
36 I ANDRÉ GORZ EcolócrcA r 37

elevar, al rango de necesidades científicamente demostradas, minación ecológicamente soportables, es deci4, las condicio-
prácticas y concepciones políticas cuyo carácter específica- nes y los límites dentro de los cuales el desarrollo de la tec-
mente político, por ello mismo, se encontraba negado. noesfera industrial puede continuar sin comprometer las capa-
La ecología en tanto que ciencia, pone de manifiesto a la cidades autogeneradoras de la ecosfera. Esta aproximación
civilización en su interacción con el ecosistema terrestre, es no rompe de modo fundamental con el industrialismo y su
decir, con 1o que constituye la base natural, el contexto no hegemonía de la razóninstrumental. Reconoce la necesidad
(re)producible de la actividadhumana. Adiferencia de los sis- de limitar la depredación de los recursos naturales y de sus-
temas industriales, elecosistema natural posee una capaci- tifuirla por una gestión racional alargo plazo del aire, el agua
dad autogeneradoray autorreorgatizadoraque, debido a su los suelos, los bosques y los océanos, lo que implica políticas
extrema diversidad y complejidad, le permite autorregularse de limitación de residuos, de reciclaje y de desarrollo de téc-
y evolucionar en el sentido de la complejidad y la diversidad nicas no destructivas del medio natural.
crecientes. Esta capacidad de autogeneración y autorreorga- Las políticas de "preservación del medio ambiente,, (lo
rizaciónse ve perjudicada por técnicas que tienden a racio- que en inglés se llama enaironmen; el término francés ,,envi-
nalrzar y a dominar la naturaleza, avolvetla previsible y cal- ronnement" es un anglicismo), entonces, a diferencia de la
culable. "Nuestros estallidos tecnológicos -escribe Edgar ecología polític4 no tienden en lo más mÍnimo hacia una paci-
Morin- no sólo perturban los ciclos biológicos, sino los lazos ficación de las relaciones con la naturalezao a la "reconcilia-
quÍmicos primarios. Como respuesta a ello, se desarrollan tec- ción" con ella; tienden a cuidarla (en el doble sentido de cui-
nologías de control que destacan los efectos de esos males al dado y de administración') tomando en cuenta lanecesidad.
tiempo que desarrollan las de preservar al menos sus capacidades más fundamentales
"au"u"'." de autorregeneración. De estanecesidad se deduciránlas medi-
das que se imponen en beneficio de toda la humanidad, y los
Expertocracia Estados deber¿án obligar a los responsables económicos y a los
consumidores individuales a respetarlas.
Apartir de aquí, son posibles dos aproximaciones. La primer4 La debida consideración de las obligaciones ecológicas por
que se basa en el estudio científico del ecosistema, busca deter- parte de los Estados se traducirá entonces en prohibiciones,
minar científicamente las técnicas y los umbrales de conta- reglamentaciones administrativas, aranceles, subvenciones y

2 EdgarMorin,LaViedelaaie,LeSeuil, 198Qpp.94-g\lLaoidadelaztida,Madrid, 3 ]uego de palabras entre ménager, ménagement y management, sin equivalente en
Cátedra,1983l. castellano. [N. del T..]
38 I ANDRÉ GORZ ECoLócrcA r 39

penalidades. Tendrá por efecto, entonces, un refuerzo de la general y de los medios parasometer a los individuos. Lo uni-
ieterorregulación de1funcionamiento de la sociedad. Este fun- versal queda separado de lo particulal, el interés superior
cionamiento deberá volverse más o menos "ecocompatible" de la humanidad queda separado de la libertad y de la
independientemente delapropia intención de los actores socia- capacidad de juicio autónomo de los individuos. Ahora biery
les. Ciertos "medios reguladores", tales como el poder admi- como lo ha mostrado Dick Howardn, lo político se define
nistrativo y el sistema de precios, se encargan de canalizar originariamente por su estrucfura bipolar: debe ser y no puede
los comportamientos de los consumidores y las decisiones ser otra cosa más que la mediación pública que sin cesar se
de los inversionistas hacia una meta que no tendrián necesidad vuelve a inicia4, entre los derechos del individuo, fundados
de aprobarni de comprender para realizarla. La llevatánatét- en su autonomia, y el interés de la sociedad en su conjunto,
mino porque la administración habrá sabido hacer funciona- que a la vez funda y condiciona esos derechos. Toda gestión
les las moüvaciones y los intereses indiüduales enüsta de
un que tienda a suprimir la tensión entre esos dos polos es una
resultado que les sigue siendo ajeno. según sus partidarios,la negación de 1o políticoy, alavez, de la modernidad; y ello
heterorregulación fiscal y monetaria tiene la ventaja de con- vale en particulaq, como resulta evidente, para las experto-
ducir a la meta de la ecocompatibilidad sin que las mentali- cracias que niegan a los indiüduos la capacidad deltzgar y
dades, el sistema d.e valores, las motivaciones y los intereses los someten a un poder "esclarecido", invocando el interés
económicos de los actores sociales deban cambiar. Por el con- superior de una causa que supera su entendimiento.
trario, contando con esas motivaciones y esos intereses, mien- De allíproviene la ambigüedad del imperativo ecológico:
tras se los manipula, es como se alcanzará la meta' Su prosecu- a partir del momento en que los aparatos de poder se hacen
ción implic ará asíuna extensión de 1o que Habermas ha cargo de é1, éste sirve para reforzar su dominación sobre la
llamado la"colorización del mundo vivido", es deciq' la uti- vida cotidiana y el medio sociaf y entra en conflicto con las
hzación,por parte de los gerentes del sistema de motivacio- aspiraciones originarias del propio movimiento ecológico en
nes individuales existentes para que produzcan resultados
que tanto que movimiento político-cultural. La divergencia irrtema
no se cofrespondan con ninguna intención de los individuos. de ese movimiento entre un ala tecnocrática y un ala radi-
En el marco del industrialismo y de la lógica del mercado' cal-democrática encuentra aquí st razónprofunda.
la debida consideración de las obligaciones ecológicas se
traduce así en una extensión del poder teoroburocrático. Ahora
bien, esta aproximación responde a una concepción Premo- 4 Sobre todo en el prefacio a la segunda edición d e From Mmx to Klnf, Londres, Mac-

dema lpicamente antipolítica. Revoca Ia autonomía de 1o polí- millan Press, 1992 y Nueva Yorlg St Martin, 192. Del mismo autoq, véase también el
excelenteTht MarxianLegacy,Londres, Macmillan press, 1988. En el úlümo capí-
tico a favor de Ia expertocracia, erigiendo al Estado y a los tr.rlo y en eI epflo go de Adieux au prolétarint, Le Sail, l9B1 lAdiós at proletariado, Bte-
expertos de Estado en jueces de los contenidos del interés nos Aires, Ed. Imago Mundi, 1989], he dado una definición parecida de lo político.
ECoLóctcA I 4t
40 I ANDRÉ GORZ

miento. La masa de saberes que se destina a la produccióry


El sentido originario del movimiento
la administración, los intercambios, el derecho, supera por
mucho las capacidades de un individuo o de un grupo. Cada
El movimiento ecológico nació mucho antes que el dete-
uno de ellos no detenta más que un saber parciaf especiali-
rioro del medio y de la calidad de vida plantease una cues-
zado, que los aparatos, esos procedimientos organizacionales
tión de supervivencia a lahumanidad. Nació originariamente
establecidos, van a coordinar y orgatizx en vista de un resul-
de una protesta espontiánea contra la destrucción de la cultura
tado que supera lo que los individuos son capaces de querer.
de lo cotidiano por los aparatos de poder económico y admi-
La sociedad compleja se asemeja así a una gran maquinaria:
nistrativo. Y por "culfura de 1o cotidiano" comprendo el con-
al ser social, esunsistema cuyo funcionamiento exige indivi-
junto de saberes intuitivos, de aptitudes y destrezas verná-
duosfuncionalmente especializados, a la manera de los órganos
culas (en el sentido que Iván Illich da a ese término), de
de un flrerpo o de una máquina. Por muy complejos y doc-
costurnbres, norrnas y conductas propias, gracias a los cuales
tos que sean, los saberes especializados en función de la
los individuos pueden interpretal, comprender y asumir su
exigencia sistemática del todo social ya no contienen recur-
inserción en el mundo que los rodea.
sos culturales suficientes como para permitir a los individuos
La"naltalezd' queel movimiento exige que se proteja no
orientarse en el mundo, dar sentido a 1o que hacen o com-
es la Naturalezadelos naturalistas ni la de la ecología cientí-
prender el sentido de aquello en 1o que participan. El sistema
fica: es fundamentalmente el medio que parece "r'a!tnal"
invade y margina el mundo vivido, es deciq, el mundo acce-
porque sus estrucfuras y su funcionamiento son accesibles a
sible a la comprensión intuitiva y a la asimilación práctico-
una comprensión infuitiva; Porque corresponde a la necesidad
sensorial. A los individuos les quita la posibilidad de tener
de expansión de las facultades sensoriales y motrices; porque
un mundo y de tenerlo en común. Contra las diferentes for-
su conformación familiar permite a los individuos orientarse
mas de esta expropiacióry progresivamente se ha ido orga-
en ella, interacfua, comunicarse "espontáneamente" en virhrd
nizando una resistencia.
de aptifudes que ru;nca fue necesario enseñar formalmente.
Las primeras manifestaciones de lo que iba a convertirse
Por consiguiente, la "defensa de la naturaleza" debe com-
en el movimiento ecológico'estaban dirigidas, enAmérica del
prenderse originariamente como defens a de un mundo afuida, el
Norte y luego en Europa, contra las megatecnologías que
cual se define antes que nada por el hecho de que el resultado
de las actiüdades corresponde a las intenciones que las mue-
ven o, didro en ohos Érminos, que los individuos sociales allí veru 5 Evidentemente, esta no es la única forma de protesta contra Ia destrucción del
comprendeny dominanel cumplimiento de sus actos. mundo vivido. Chauvinismo, racismo, xenofobia y antisemitismo son otros
Ahora bier; cuanto más compleja se vuelve una socie- tantos modos de rechazar la incomprensible y amenazante complejidad de un
mundo cambiante. Éstos explican la desaparición de su organización familiar por
dad, menos intuitivamente inteligible resulta su funciona-
42 I ANDRÉ GORZ
ECoLóctcA I 43

las industrias privadas y/o las administraciones públicasbene- ción reforzada del aparato del Estadou. El mismo tipo de tute-
ficiaban despojando a los ciudadanos de su medio vital. Dicho laje se opera de manera más difusa en todos los ámbitos en
medio estaba alterado, tecnificado, pavimentado, colonizado los que la profesionalización-la formalizaciónjuídica y la
para corresponder a las exigencias de la megamáquina indus- especialización que entraña- desacredita los saberes vemácu-
trial. Ésta enajenaba lo poco que les quedaba del medio "flafrl los y destruye la capacidad de los individuos de hacerse cargo
ral" a los habitantes, los agredía con contaminación ambien- de ellos mismos. Se trata de las "profesiones inhabilitantes"
tal y, fundamentalmente, confiscaba el ámbito público en (disabting professions) derttnciadas por Ivan Illich'.
provecho de aparatos técnicos que simboli zaban Ia aiolación La resistencia a esta destrucción de la capacidad dehacerse
por parte del capital y del Estado del derecho de los indit¡iduos a cargo, dicho de otro modo, de la autonomía existencial de
determinar por ellos mismos Ia manera de üvir en conjunto, los individuos y de los grupos o comunidades, se encuentra
de producir y de consumir. en el origen de los componentes específicos del movimiento
Esta violación ha sido particularmente flagrante en el caso ecológico: redes de ayuda mufua de enfermos, movimien-
de la energía electronuclear: el programa de construcción de tos en favor de medicinas alternativas, movimiento por el
centrales se basaba en decisiones político-económicas dis- derecho al aborto, movimiento por el derecho a morir "dig-
frazadas como decisiones técnicamente racionales y social- namente", movimiento en defensa de las lenguas, culfuras
mente necesarias. Preveía un muy fuerte crecimiento de las y "regiones", etc. La motivación profunda siempre es la de
necesidades de energía, privilegiaba las mayores concentra- defender el "mundo vivido" contra el reino de los expertos,
ciones de las tecnologias más pesadas para hacer frente a esas contra la cuantificación y la evaluación monetaria, contra la
necesidades, creaba flrerpos de técnicos sometidos al secreto sustitución de relaciones mercantiles, de clientela, de depen-
profesional y a una disciplina cuasi militar; en una paLabra, dencia a la capacidad de autonomía y de autodeterminación
hacía de la evaluación de las necesidades y de la manera de de los individuos
satisfacerlas elámbito reservado a una casta de expertos que
se escudaba tras un saber superio4 pretendidamente inacce-
sible para la población. Esta última quedaba bajo tutel4 en
En La Prophétie antinucléaire (Le Seuil 1980), Alain Toluaine et al. demostraron
beneficio de las industrias más capitalistas y de la domina- que, aI poner el acento en el peligro de las centrales, lo que motivaba al movi-
miento no era el miedo, sino el deseo de cuestionar la omnisciencia en la que se
escudaban los expertos, corriendo el riesgo de desviar el debate hacia disputas
téoricas en detrimento de su trasfondo político.
la conspiración de fuerzas maléficas aIógenas y la comrpción de los sectores di¡i- YéaseNémésis médicale (LeSet;ul,1975)lNémesis médica,Mér.rco,Joaquir Mortiz,
gentes. Dicho en otros términos, explican rma realidad que se volvió irraccesible '1.9761,
Le Traaail fantóme (Le Seuil, 1981) lObras Reunidas Il. El trabajo fantasma,
para la comprensión intuitiva a través de causas que, por su parte, son intuiti- Fondo de Cultura Económica,2009)y Le Chomáge uéateur (LeSeutl,1997)lEner-
vamente accesibles. gía y equitad. Desempleo umdor, Méxicq ]oaquÍn }ldofiz I Editorial Posad a, 79781.
ECoLócrcA | 45
44 I ANDRE GORZ

Al menos en aparienci4 el movimiento era puramente "cul- crática de unrefuerzo de las obligacionesy de las manipulacio-
nes ejercidas por el subsistema administrativo. Resulta imposi-
hrtay' .En la medida en que los partidos políticos se preocupaban
ble fundarla políticaenunanecesidad o enuna ciencia sinnegarle
ante todo por el poder de administrar el sistema *gÚnel interés de
al mismo tiempo su autonomía específica y sin establecer una
s;¡s clientelaselectorales, el movimiento ecológico debía de pare-
"necesaria" dictadura "cienfifica" , tan totalitaria cuando invoca
cerles antipolítico: este quería "cambiar la vida", sustraerla al sis-
las exigencias del ecosistema como cuando apela (como lohacía
tema y a los gerentes del sistema mientras buscaba ganar sobre
ellos espacios de autonomía y de experiencia de sociabilidad.
el"üarr.La(' ) a las "leyes del materialismo dialéctico".
Ahorabiery a partir de1972, esas demandas de apariencia Por lo tanto, el problema que se plantea a la ecología polí-
tica es el de las modalidades prácticas que permitan que indi-
cultural recibieron un fundamento objetivo gracias al informe
de un grupo de científicos brikánicos, BluErint for Surciaal y, poco
viduos autónomos, persiguiendo su propio fin en el seno de su
después, por el informe financiado por el Club de Roma Limits
mundo vivido, tengan en cuenta las exigencias del ecosis-
tema por medio de su juicio personal. Es el problema del aco-
toGrowth.l_aimposibilidad de continuar en la vía del crrecimiento
de las economías industriales,la destructividad del modelo capi-
plamiento retroactivo entre necesidad y normatividad q si se
talista de desarrollo y de consumo, la ruptura del vÍnculo ente prefiere, de la traducción de necesidades objetivas en conduc-
tas normativas coffespondientes a exigencias vividas, alaluz
"Íflás" y "mejot" hacían necesario un cambio radical de las
de las cuales se forman a su vez las necesidades objetivas. Lo
téolicas y de las firnlidades de la producción y, por 1o tantg del
que es ni más ni menos que el problema de la democracia.
modo de vida. Los redamos "culturales" del movimiento eco-
lógico encontraban de este modo objetivamente fundamen-
se
tados por la urgente necesidad, cienfficamente demostrable, de
La autolimitación
romper con el industrialismo dominante y su religión del cre-
cimiento. Por ende, el ecologismo podía volver*tm movimiento
En Mar>; este problema parecía soluble en la medida en que
político, puesto que la defensa del mundo vivido no era sim-
plemente una aspiración sectorial y local desprovista de alcance el industrialismo debía engendrar las condiciones objetivas y
general, sino que aparecía conforme con el interés general de la
la capacidad subjetiva de la autogestión generalizada. Debía
humanidad y del mundo üüente ensu conjunto. desembocar en una sociedad (comunista) en que
Pero lo inverso no es cierto: tomar en cuenta los intereses eco-
...el hombre socializado, los productores asociados, regulen de
lógicos de la humanidad no adquiere necesariamenfe -como 1o
manera racional sus intercambios con la naturaleza, los sometan
hemos üsto- la form4 deseable desde el punto de vista de los
al control colectivo en vez de dejarse dominar ciegamente por
individuos, de una defensa o, mejor aún, de una reconquista del
ellos, y lo lleven a cabo con el menor esfuerzo posible y en las
mundo üvido. Por el contrario, puede adoptar la forma tecno-
EcoLóGrcA | 47
46 I ANDRÉ GORZ

de satisfacción buscado y, aiceaersa, el nivel de satisfacción y el


condiciones más dignas y adecuadas a su naturaleza humana'
esfuerzo que se acepta haceq, es la norma delo suficiente.
Pero también estará allí presente la necesidad. (...) El verdadero
Ahorabien, el establecimiento de urra norma de lo suficiente
reino de la libertad (...) sólo puede florecer sobre la base del reino
es incompatible -debido a la autolimitación de las necesidades
de la necesidadu.
y del esfuerzo admitido que ella implica- con la búsqueda de
la renta m¡íxima que constifuye la esencia de Ia racionalidad y
La necesidad, dicho en otros términos, es asumida por los
de la racionalización económicas. De hecho, la racionalidad eco-
productores asociados según la doble exigencia normativa del
nómica nuncapudo expresarse de acuerdo consu esenciaenlas
menor esfuerzo y de la mayor satisfacción en el trabajo, Por
sociedades precapitalistas. Allí siempre estuvo refrenada y tra-
un lado, y de la gesüón racional, inteligible para todos y cada
bada(embedded, según la expresión de Karl Polanyi) por acuer-
uno/ de los "intercambios con la nahualeza", por el otro. La
dos entre productores y comerciantes que impedían lalibre com-
racionalidad de la gestión consistirá a la vezenelcuidado del
petencia en mercados libres. Dicha racionalidad nunca logró
ecosistema y en el empleo de medios de producción que los
imponerse mientras los productores eran los dueños de los
productores asociados puedan maneja6, es decil, autogestio-
medios de producción y, en consecuenci4 tenían la libertad de
narse en lugar de ser dominados Por el gigantismo y la
determinar por ellos mismos la intensidad, la duracióny los hora-
complejidad de los medios.
rios de su trabajo. El retroceso de la autoproducción y la expari-
En el marco de la autogestión, la libertad se basará en la
sión de la producción para el mercado no cambiaron nada de
facultad de los "productores asociados" de arbitrar enfrela can-
ello:las corporaciones o las guildas dictaban a los comerciantes
tidad y la calidad de kabajo que requieren diferentes medios y
precios uniformes para cada calidad, que ellas mismas definían,
métodos deproducciónporunidad de producto; pero también
y prohibían severamente toda forma de competencia. Las rela-
entrela extutsión delas necesidades o delos deseos que anhelan satis-
ciones entre productores y comerciantes er¿rn inmutablemente
faery laimportanciadel esfuum que jtugan acEtnble desplegar.Este contracfuales, y los propios comerciantes se beneficiaban por el
arblaaje,fundado sobre normas viüdas y comuneq conducirá
hecho de que se enconfoaban protegidos contra la competencia
por ejempto, atrabajar de manera más distendiday gratificante
en el mercado libre. La norma de lo sufciente -ganNruasuficierrte
(más "acorde con la naturalezahumana") a costa de una pro-
para el artesano, beneficio suficiente para el comerciante- estaba
ductividad menor conducirá así alimitar las necesidades y los
tanbien arraigada en el modo de vida tradicional que era impo-
deseos par a poder limitm el afuerza a realimr. En la práctic4 la norma
sible obtener de los obreros un trabajo más intenso o más pro-
según la cual se regula el nivel del esfuerzo en función del nivel
longado con la promesa de una ganancia más elevada. Según
Max Webe¡, el obrero "no se preguntaba:'¿cuánto puedo ganar
por día si proporciono la mayor cantidad de trabajo posible?',
8 KarI Marx, El capital, ljIrlro I1l, sección 7, cap. 48 -
48 I ANDRE GORZ ECOLÓGICA I 49

sino: '¿cómo debo trabajar para ganar los 2,5 marcos que recibía dad del obrero, reducida a una pura abstracción, está determi-
hasta ahoray que cubrenmis necesidades corrientes?"". nada y regulada desde todo punto de üsta por el movimiento de
En el primer libro de El Capital, Marx cita una vasta lite- la maquinaria [...]. La ciencia que obliga a los componentes inani-
ratura que da pruebas de la extrema dificultad que tuvieron mados de la máquina a funciona¡, a través de su construccióry
que afrontar los patrones de las manufacturas y de las pri- como un autómata que cumple su misión, no existe en la con-
meras "ffurtcasautomáticas" para obtener de su mano de obra ciencia del obrerq pero actúa sobre él como una potencia extran-
un trabajo regula¡, a tiempo completo, día tras día y semana jera, como la potencia de la máquina. La apropiación del trabajo
tras semana. Para obligarlos a ello, no alcanzaba -como 1o vivo a través del trabajo materializado [...], inherente al concepto
habíanhecho los manufactureros- con despojarlos de Lapro- de capital, se asienta en la producción que se funda en la maqui-
piedad de los medios de producción; también hacía falta, tras naria como un aspecto del proceso mismo de producción'o.
haber arnrinado al artesanado, reducir la remuneración de los
obreros por unidad de producto, con el objeto de obligarlos a El trabajador individual no es "más que un accesorio üvo
trabajar más para obtener lo suficiente.Paraello, era necesa- de esta maquinaria", srt"capacidad de trabajar desaparece
rio despojarlos del daminio de los medios de producción, con por ser infinitamente pequeñ4 del mismo modo que desapa-
el objeto de poder imponerles una organizaciónyuna división rece efl el producto toda relación con la necesidad inmediata del
del trabajo que Ies dictarÍanla naturaTeza,lacantidad y la inten- productor y, por lo tanto, con el valor de uso inmedi ato",, .
sidad del trabajo a reahzar como si fueran obligaciones impre- No se podrÍa decir mejor: el instrumento de trabajo se vol-
sas en la propia materia. vró asíinapropiableparael trabajador; y esta separación del tra-
Para alcanzar este resultado, el medio por excelencia bajador con el producto y del trabajador con el trabajo mismo,
era la mecanización: susütuía los medios de producción ope- en lo sucesivo, existe exterior a él como la exigencia muda,
rados y manejados por los obreros por máquinas vertida en la organízactónmaterial, de tareas cuantificadas,
predeterminadas y rigurosamente programadas, que exigen
...operadas por un autómata que se maneja a sí mismo [...] La que se cumplan".
máquina deja de presentarse bajo aquella relación que Ia volvía
instrumento de trabajo del trabajador individual [...]. La acüvi-
10 Karl Marx, Grundisse der Kritik du politischen ókonomie,
op. cit., pp. Sg},bg9.
fl lbid.,loc.cit.
12 En otra parte he mostrado que la maquinaria y la
ciencia que se materialüa en
ella tampoco son apropiables por el "trabajador colectivo productivo,, (Gesam-
e MaxWebet, L'Éthiqueprotestanteetl'espritducapitalisme,PlorvlgSl,p.6lfLaética tarbeiter), el cual engloba una multiplicidad de colectivos separados y disper-
protestantey el espíritu del capitalism4 México, Fondo de Cultura Económica,l977 sos, funcionalmente especializados, lo que vuelve prácticamente imposibles la
(varias ediciones).1 concertación entre los colectivos y su control sobre el producto final. Ese control
50 I ANDRÉ GORZ
ECoLóctcA I 51

Só1o sobre la base de este triple desposeimiento es posi- consecuenci4 la industriñzaciónno habría desembocado en
ble que la producción se emancipe del arbitraje de los pro- concentraciones cuya dimensión y complejidad se sustraían del
ductores directos, es deci(, que llegue a ser independiente poder de arbitraje de los productores. El ,,desarrollo econó-
de la relación entre las necesidades y los deseos que experi- mico" no habría podido superar cierto umbraf la competencia
mentan,la importancia del esfuerzo que están dispuestos a habría estado contenida y la norma de lo suficiente habrÍa
proporcionar para satisfacerlo+ y la intensidad, la duración y seguido regulando los "intercambios con lanahxaleza,'.
la calidad de ese esfuerzo. Aleliminar el poder de los productores directos eny sobre
IJna vez más, este triple desposeimiento permitió la exis- Ia producción, el capital pudo finalmente emancipar la pro-
tencia de especializaciones funcionales cada v ez más especí- ducción respecto de las necesidades experimentadas y selec-
ficas,la acumulacióny la combinación, enunmismo Proceso cionar o crear necesidades, asÍ como la manera de satisfacerlas,
de producción, de una masa de saberes tecnocienfficos pro- en función del criterio de la mayor rentabilidad. Asi la pro-
venientes de disciplinas heterogéneas, incapaces de comu- ducción se volvió, ante todo, unmedio del capital p¿ua crecer;
nicarse y de coordinarse entre ellas, y cuya organizaciónpro- está al servicio de las "necesidades" del capital, y sólo en la
ductiva requería un estado mayor y una estructura piramidal medida en que el capital necesita consumidores para sus pro-
cuasi militar. ductos la producción está también al servicio de las necesida-
Sólo sobre esta base fue posible la industrializacióru es deci¡, des humanas. Esas necesidades, no obstante, ya no son nece-
la acumulación de capital. Só1o al separar los productores direc- sidades o deseos "nafuraled', experimentados espontiáneamente;
tos de los medios de producción y del resultado de la produc- son necesidades o deseos producidos en función de las necesi-
ción fue posible que produjeran excedentes más allá de sus dades de rentabilidad del capital. El capital se sirve de las nece-
necesidades y que utllizaranesos "excedentes económicos" sidades a las que obedece conmiras a su propio crecimiento que
para multiplicar los medios de producción y aumentar su poder. demanda a cambig el oecimiento delasnecesidades. Elmodelo
En efecto, suponiendo que los medios de producción indus- de consumo del capitalismo desarrollado es asíresultado de
triales hubiesen sido desarrollados originariamente por los pro- la exigencia propia del capital de crear la mayor cantidad posi-
pios productores asociadoq las empresashabrían seguido siendo ble de necesidadesy de satisfacerlas por medio del mayorflujo
manejables por ellos, nohabrían dejado de autolimitar tanto stts posible de mercancías. La búsqueda de la eficacia máxima en
necesidades comolanafrxaleza y la intersidad de su trabajo. En la valoración del capital exige asíIa ineficacia máxima en la
coberfura de las necesidades: el máximo derroche.
Esta autonomización de la producción habría sido mucho
exigiía una organüación y estados mayores que, como en los combinats deTa an$r más difícil si los trabajadores hubiesen podido adecuar su jor-
gua RDA, reproduzcanla separaciónyel desposeimientomencionados m¿ís arriba.
nada de trabajo al ingreso que estimaban necesario. A medida
52 I ANDRÉ GORZ ECoLÓGICA I 53

que la productividad y los salarios se elevaban, una fracción capital: el tiempo del no-trabajo debía permanecer como el
creciente de Ia población activa habría elegido, o podido ele- tiempo de la existencíaprhtada, de la diversióru del descansq
gSr, trabajar menos y autolimitar el aumento de su consumo' de la vacación. Ante la demanda de reducir la duración del
Esta tendencia de hedro, se reafirmó durante el apogeo del trabajo,la patronal siempre opuso la más áspera de las resis-
anarcosindicalismobajo la forma de trabajo intermitente o de tencias. Prefirió acordar licencias pagas más largas. pues las
la semana de tres a cuatro días practicada en la metalurgia vacaciones sory por excelencia, una interrupción programada
parisina, entre otros, por los "sublimes simples" y los "ver- de la vida activa, tiempo de puro consumo, que no se integra
daderos sublimes" de los que habla Poulot". Contra esta rea- en la üda de todos los días, no la enriquece con nuevas dimen-
parición de una autolimitación según la norma de 1o suficiente, siones, no le confiere una autonomía acrecentada ni otro con-
una reglamentación estricta de las condiciones de contrata- tenido que eI del rol profesional.
ción se introdujo en Inglaterra en 1910: reservaba los contra-
tos a hombres y mujeres que se comprometier¿ul a trabaiar a
jornada completa. Al hacer de la jomada completa la condi- [a autolimitacién como proyecto socaal
ción del empleo, el capital no sólo se aseguraba la dominación
sobre la mano de obra la previsión de la rentabilidad y del En las sociedades industriales complejas, es imposible obte-
costo del trabajo;además extendía su dominio sobre el modo ner una reestructuración eco-compatible de la producción y
de vida de los trabajadores. No dejaba espacio, en sus vida» del consumo simplemente otorgándoles a los trabajadores
más que para el trabajo funcional y remunerado al servicio el derecho a autolimitar su esfuerzo. Dic-ho en otros términos,
del capital, por un lado, y para el consumo al servicio del capi- la posibilidad de elegir su tiempo de trabajo, el derecho aI
taf por el otro. El individuo social debía definirse como tra- "tiempo elegido". Ninguna conelación eoidente extste, en efecto,
bajador-consumidol, como "cliente" del capitaf en tanto que entre el volumen de la producción y el tiempo de trabajo. En
dependía alavezdel salario percibido y de las mercancías la medida en que la automatización suprimió esta correlación
adquiridas. No debía producir nada de lo que consumía, ni al permitir producir cadavezmásriquezas con cada vez menos
consumir nada de 1o que producí4 ni debía tener algrrna exis- trabajo, "eltrabqo deja de ser la medida de la riqueza y el
tencia social o pública fuera de la que estaba mediada por el tiempo de trabajo la medida del trabajo" (Marx). Además, la
disminución del volumen de trabajo necesario no beneficia al
conjunto de la población activa potencial ni aporta una em¿u1-
13 véase Denis PouTot, Le Sublime, ou le traoailleur mmme il est m 1870 et ce qu'il peut cipación o una esperanza de autonomía creciente ni a los
étre,LaDécottverte, París, 1980. Véase también el excelente estudio de Christian trabajadores activos ni a los desocupados. Finalmente, no existe
,,Invention du chomage et politiques sociales au début du siécle", L¿s
Topalov,
Temps modunes, n' 496'497 , ¡oviembre - diciembrc de 1987 ' ninguna norma comúnmente aceptada de 1o suficiente que
ECOLÓGICA I 55
54 I ANDRÉ GORZ

bre y para cada mujer. Se trata, en otras palabras, de garanti-


pudiera servir como referencia para la autolimitación. Y sin
zar institucionalmente a los individuos que una reducción
embargo, esta sigue siendo Ia única vía no autoritaria demo-
general de la jornada de trabajo les ofrecerá todas las venta-
cráfica,hacia una civilización industrial ecocompatible.
jas de que se podía gozar antiguamente: una üda más libre,
La diticultad que encontramos aquíno es, sinembatgq abso
más distendida y más rica. La autolimitación se desplaza así
lutamente insuperable. Significa esencialmente que el capita-
lismoha abolido todolo que, enlakadicióru enelmodo de vidE del terreno de la elección individual al terreno del proyecto
enla civilizacióncotidiana, podía servir de andajeparauna norrna
social. A falta de anclaje tradicional, la norma de lo sufi-
suficierrte; y que al mismo tiempo ha abolido la pers-
ciente tiene que ser definida pokticamente.
común de 1o

pectiva que la altemativa de trabajar y consumir menos puede


Sin entrar aquí en el detalle de cuestiones que he dis-
dar acceso aunaüdamejory más libre. Lo queha sido abolidg
sin embargo no es imposible de reestablecer. Só1o que este res-
cutido en otra parte, quiero solamente recordar que Ia polí-
tablecimiento no puede fundarse enuna tradiciónni en correla-
tica ecosocial consiste principalmente en garanti zar :ut\
pre ingreso suficiente, independiente de la jornada de trabajo
ciones existentes: debe instituirse; incumbe a lo políticq miís
(la cual no puede sino decrecer) y eventualmente del tra-
cisamente a lo ecopolítico y al proyecto ecosocial.
El sentido fundamental de urn política ecosociaf tal como
bajo mismo; en distribuir el trabajo socialmente necesario,
ale*rnes" y de manera que todo el mundo pueda trabqar, y fiabajar a
ha sido largamente debatida por los Verdes
"r.o- lavez mejor y menos; en crear espacios de autonomía en los
peos durante los años ochenta y tal como emerge hoy en la
que los individuos puedan emplear el tiempo libre de tra-
lcología política francesa'u, es restablecer políticamente la corre-
lación entre menos trabajo y menos consttttto, por unaparte, mds
bajo en actividades de su eleccióry entre las que se han de
autonomía y mtís seguridnd existmciales, por la otra, para cada hom-
incluir autoproducciones de bienes y servicios que reduci-
rán su dependencia del mercado y de las prestaciones
profesionales o administrativas, y que permitirán recons-
truir un tejido de solidaridades y de sociabilidad vividas,
14 Sólo citafé aquí cuatro trabajos que contienen una bibliografía extensa: Michael hecho a partir de redes de ayuda mutua, de intercambios
Opielka (dir.), Die Ókosoziale Erage, Francfort del Meno, Fischer Altemativ 1985;
de servicios, de cooperativas informales. La liberación del
|oseph Hubel Die Regenbogen Gesetlschaft. Ókologfu und Socinlpolitik,Flsdtet Alter-
nativ 1985; Michael Opielka, Georg Vobruba (dfu.), Das garantíerte Grundeinkom- tiempo, la liberación del trabajo heterónomo, funcional-
men,Fisdter Alternativ 1986; Michael Opielka, Llona Ostner (dir.), Umbau des mente especializado, deben concebirse como una política
Sozialstaats, Es*n, Klartext, 1987.
Ú VéaseespecialmenteL¿sV¿rtsetl'économie,Centilly, 1992(documentodelosVer- de conjunto que también exige volver a pensar la arqui-
des) así como el peníücn Transoersales Science Culture y las obras de Guy Aznar: tectura y el urbanismo, los equipamientos y los servicios
Non aux loisirs non d la retraite, Galilée, 1978; Tous it mi-temps, ou le sunario bleu,
Le Seuil, 1981; Lekaaail, c'est fini. Aptein toute laoie,Belfond, 1990.
públicos, las relaciones ciudad-campo, de manera de des-
T

56 I ANDRÉ GORZ
ECoLóctcA I 57

trabar las esferas de vida y de actividad, para favorecer no se le prescribe ningún fin, elige los fines para los que dis-
los intercambios autoorganizados". pone de medios m¿ís eficaces: tomará como meta el crecimiento
La ecología polÍtica hace así cambios ecológicamente nece- de la esfera en la que su racionalidad puede desplegarse y
sarios enla manera de producir y consumir para incentivar tenderá a someterle todas las demás esferas, incluidas la vida
cambios normativamente deseabl¿s en el modo de vida y las y las bases naturales de la vida.
relaciones sociales. La defensa del medio de uida en sentido Esta dominación de Ia racionalidad económica sobre todas
ecológico y la reconstitución de un mundo aioido se condicio- las demás formas de racionalidad es la esencia del capitalismo.
nan y se sostienen uno al otro. Uno y otro exigen que la vida Librado a sí mismo, acabaría en la extinción de la vida y, por 1o
y el medio de vida se sustraigan a la dominación de 1o eco- tantq de símismo. Si debe tener algún sentido, no puede ser
nómico, que crezcan las esferas de actividad en las que la sino el de crear las condiciones de su propia supresión.
racionalidad económica no se aplica. Esta exigenci4 en verdad,
es tan antigua como la civilización. Desde el ricardiano anó-
nimo, cuyo panfleto fechado en 1821 le gustaba citar a Mar>;
hasta Keynes y Leontieff los grandes teóricos de la economÍa
modema han hecho det tiempo disponible (del disposable time)
para las actividades "que valen por ellas mismas como su
propio hn" (die sich als Selbstzrnetck gilt, segÚnla expresión de
Marx en las Grundisse) "la verdadera medida delariqteza" -
Lo que equivale a decir: la actividad económica no tiene sen-
tido más que cuando está al servicio de otra cosa que no es
ella misma. Es que la economía es por excelencia una forma
de la " tazóttcognitiva-instrumental", es deci4 una ciencia del
cálculo y de la eficacia de los medios y de la elección de los
medios más para obrar en miras a un fin. Es inaplicable a los
fines que no son distintos de los medios empleados y no
puede por ella misma determinar los fines area:lizar. Cuando

16 Véase al respecto Nordal Akermao "Can Sweden be Shrunk?", Deoelopment


Dialogue, n" 2,1979.
3

LA IDEOLOcíR socIRL DEL cOcHE

El vicio profundo de los coches es que con ellos sucede lo


mismo que con los castillos o con los chalets en la playa: son
bienes de lujo inventados para el placer exdusivo de la minoría
de los más ricos; y nada, ni en su concepción ni en su natu-
raleza, estaba destinado para el pueblo. A diferencia de la aspi-
radora, el aparato de teléfono o la bicicleta, que siguen con-
servando su valor de uso cuando todo el mundo dispone ya
de ellos, el coche, al igual que el chalet en la playa sólo es de
interés y ofrece ventajas cuando la masa no dispone de ellos.
Y ello se debe a 9ue, tanto por su concepción como por su des-

Publicado en E cologíe et politique, Gatilée, 1975.


?
60 I ANDRÉ GORZ ECoLóGrcA | 6l

tino original, el auto es un bien de lujo. Y el lujo, por definicióru un coche, y que el "Estado" debe actuar para que cada cual
no se puede democratizar: si todo el mundo accede a un lujo pueda estacionar o conducir a su antojo en la ciudad, o bien irse
entonces ya nadie saca provecho; por el contrario: todo eI los fines de semana o en vacaciones a 150 kilómetros por hora
mundo arrolla, frustra y despoja a los demás, al tiempo que por las rtftas al mismo tiempo que todos los demás.
es arrollado, frustrado y despojado por ellos. La monstruosidad de esta demagogia salta a la üsta y, sin
La cuestión se admite conbastante facilidad cuando se trata embargo, a la izquierda le complace recurrir a ella. ¿Por qué
de los chalets en la playa: hasta ahora, ningún demagogo se se sigue considerando el coche como una vaca sagrada? ¿Por
atrevió a decir que democratizar el derecho a las vacaciones qué, a diferencia de otros bienes "privativos", no se 1o reco-
consiste en aplicar el principio: un chalet con playa prioada para noce como un lujo antisocial? La respuesta ha de buscarse en
cadnfamiliafrancesa.Paratodos resulta evidente que si cada una los siguientes dos aspectos del automovilismo:
de los 13 o 14 millones de familias existentes en Francia debiera
disponer aunque fuera nada más que de 10 metros de costa, 1. El automovilismo de masas materializa un triun{o abso-
para que todo el mundo quedara satisfecho, ¡se necesitarían luto de la ideología burguesa en el campo de la práctica coti-
140.000 kilómetros de playa!Atribuirle a cada persona su diana: fundamentay cultivaen cada cualla creenciailusoria de
porción equivale a parcelar las playas en franjas tan diminutas que cada individuo puede prevalecer y sacar ventaj a a expensas
--o a estrechar tanto los chalets entre sí- que su valor de uso se de todas las demds. El egoísmo agresivo y auel del conductor que,
vuelve nulo y desaparecen sus posibles ventajas frente a un a cada instante, asesina simbólicamente "a los otros", a los
complejo hotelenc. En una palabr4 la democratización del acceso que sólo percibe como molestias materiales y obstáculos para
alaplayano admite más que una solución: la solución colec- su propia velocidad, este egoísmo agresivo y competitivo repre-
tivista. Y esta solución pasa forzosamente por la guerra con- senta eladvenimiento, gracias aI automovilismo cotidiano, de
tra ese lujo que conforman las playas privadas, un privilegio un comportamiento uniaersalmente burgués (" Con gente así, nunca
que una pequeña minoría se affoga a expensas de todos. sepodrd construir el socialismo" , me decía un amigo de Alemania
Ahora biery ¿por qué no se admite con la misma faciháad del Este, constemado ante el espectáculo del tr¿ínsito parisino).
respecto de los transportes Io que resulta perfectamente evi-
dente para las playas? ¿Acaso un auto no ocupa un espacio que 2. El automóvil presenta el ejemplo contradictorio de un
escasea como el de un chalet con playa? ¿No expolia a los demás o§eto de lujo quehaquedado desvalorizado por su propia difu-
usuarios de las calles (peatones, ciclistas, usuarios del tranvía sión. Pero esta devaluación práctica no ha acarreado todavía su
o del autobús)? ¿No pierde todo su valor de uso cuando todo devaluación ideológica: el mito del placer y de la ventaja del
el mundo sttlizael suyo? Y sin embargo abundan los dema- coche persiste incluso cuando se demuestre la aplastante supe-
gogos que afirmanque cadafamiliaüene derecho aporlo menos rioridad de los transportes públicos, si se generalizaran. La per-
l
62 I ANDRÉ GORZ
ECoLócrcA I 63

sistencia de este mito se explica con facilidad: la generalización miradas. Pues también había otro aspecto, que pesó fuerte-
del automovilismo individual ha suplantado los transportes mente en el mito del automóvil: por primera vez, hombres
colectivos, ha modificado el urbanismo y el hábitat y ha trans- cabalgaban vehículos indiüduales, cuyos mecanismos de fun-
ferido al auto las funciones que su propia difusión volvieron cionamiento les eran totalmente desconocidos y cuyo mante-
necesarias. Se necesitará una revolución ideológica ("culfural') nimiento y hasta alimentación debían confiar a especialistas.
para romper este cÍrculo ücioso. Evidentemente, no cabe espe- Paradoja del coche automóvil: en apariencia, confería a
rarla de la clase dominante (de derecha o de "izquierda"). sus propietarios una independencia ilimitad4 que les permi-
tía desplazarse a cualquier hora y por itinerarios elegidos a su
Veamos ahora estos dos puntos más de cerca. antojo, a una velocidad igual o superior a la del tren. Pero, en
Cuando inventó el coche tenía la finalidad de proflrrar
se
realidad, esta aparente autonomía tiene como reverso una
a unos cuantos burgueses muy ricos un privilegio por completo
dependencia radical: a diferencia del caballerg del carretero
inédito: el de circular mucho más rápido que todos los demás. o del cidist4 el automovilista iba a depende4 tanto para la ali-
Hasta entonces, nadie había soñado aún con algo asi fuera uno mentación energética como para reparar Ia más mínima
rico o pobre, la velocidad de las diligencias era üsiblemente la avería, de comerciantes y especialistas en carburacióry lubri-
misma; la calesa del señor no iba mucho más rápido que la caciór¡ instalación eléctrica y en eI recambio de piezas estiín-
carreta del campesino, y los trenes llevaban a todo el mundo a dares. A diferencia de todos los anteriores propietarios de
la misma velocidad (empezaron a adoptar velocidades dife- medios de locomocióry el automovilista iba a establecer una
renciadas a partir de la competencia con el auto y el avión). Por relación de usuaria y mnsumidor -y no de poseedor y amo- con el
1o tanto, hasta el cambio del último siglo, no existía una velo-
vehículo del que era formalmente propietario. Este vehículo,
cidad de desplazamiento para la elite y otra para el pueblo. El dicho en otros términos, iba a obligarlo a consumir y a utili-
automóvil iba a cambiar eso: por primerave4 extendía las dife- zar rtfla gran cantidad de servicios mercantiles y de produc-
rencias de clase a la velocidad y al medio de transporte. tos industriales que sólo podrían proporcionarle terceras per-
En un principio, este medio de transporte era a tal punto sonas. La aparente autonomía del propietario de un automóvil
diferente de los medios ordinarios que pareció algo inaccesi- encubría su radical dependencia.
ble para las masas, No existía nada en común entre el auto- Los magnates del petróleo fueron los primeros en perca-
móvil y el resto: la carreta, el tren, la bicicleta o el ómnibus a tarse del provecho que podía sacarse de una difusión del auto-
tracción animal. Seres excepcionales se paseaban a bordo de móvil a gran escala: si el pueblo era inducido a andar en un
un vehículo autotraccionadg que pesaba más de una tonelada automóvil a moto4 le podrían vender la energía necesaria para
y cuyos órganos meciínicog de una complicación extrema, eran su propulsión. Por primera vez en la histori4 los hombres se
tanto más misteriosos cuanto que permanecían ocultos a las volverían dependientes de una fuente de energra mercantili-
r
64 I ANDRÉ GORZ ECoLócrcA r 65

zada para moverse. Los dientes de la industria petrolífera serían a traccióryy que la velocidad media en carreteras de salida
tantos como los automovilistas; además, como habría tantos durante los fines de semana es inferior a la de un ciclista.
automovilistas como familias, el pueblo entero se volvería Y no hay nada que hacer: se probaron todos los remedios
diente de los magnates del petróleo. La sifuación con que sueña y, afin de cuentas, todos terminan agravando el mal. por
todo capitalista iba a hacerse realidad: todas las personas iban mucho que se multipliquen las vías radiales o las circunvala-
a depende4 para sus necesidades cotidianas, de una mercan- ciones, las transversales aéreas, las autopistas de dieciséis carri-
cía cuyo monopolio detendría una sola induskia. les y con peaje el resultado es siempre el mismo: cuantas más
Só1o quedaba incitar al pueblo a andar en auto. En gene- vías de servicio se crean, más autos afluyen a ellos y más para-
ral, suele creerse que éste no se hizo rogar: bastaba con bajar lizante se toma la congestión de la circulación urbana. Mien-
1o suficiente el precio de los autos mediante la fabricación en tras siga habiendo ciudades, el problema quedará sin solu-
serie y el montaje en cadena; la gente se lanzaría a comPrar- ción: por muy ancha y rápidaque sea una vía de ingreso, la
los. Desde luego que se lanzó, y sin darse cuenta de que la velocidad a Ia que los vehículos la dejan para entrar en la ciu-
estaban manejando como a un títere. En efecto, ¿qué le pro- dad no puede ser superior a la velocidad a la que circulan en el
metía la industria automotriz? Puray simplemente esto: "De interior de la red urbana. Mientras la velocidad media en parís
ahora en mtís, usted también tendrd el priailegio de andar, como siga siendo de 10 a 20 kilómetros por hor4 según las horas,
los señores y los burgueses, mds rdpido que los demds. En la socie- no será posible dejar las circunvalaciones y autopistas que
dad del automóail, el prhtilegio de la elite estd a su alcance" . comunican con la ciudad a más de 10 o 20 kilómetros por hora.
La gente se precipitó hacia los autos, y hasta los mismos E incluso se saldrá de ellas a velocidades aún menores toda
obreros fuvieron acceso momento en que los automo-
a ellos, vez que se encuentren safurados los accesos, y esa disminu_
vilistas comprendieron que les habían tomado eI pelo. Se les ción de la velocidad se prolongaráporvaias decenas de kiló-
había prometido un privilegio de burgués; se habían endeu- metros si hay safuración en la ruta de acceso.
dado con tal de acceder a él y he aquí que advertían que todo Lo mismo vale para toda la ciudad. Es imposible circu-
elmundo accedía a dichoprivilegio almismo tiempo que ellos. lar a más de 20 kilómetros por hora en promedio en el labe-
¿Pero qué privilegio es aquel al que todo el mundo accede?
rinto de calles, avenidas ybulevares entrecruzados que, hasta
Es un fraude gigantesco. O peor todaví4 es uno contra todos. ahora, eran 1o característico de las ciudades. Toda inyección
Es la parálisis general debido a una agarrada general. Puesto de vehículos más rápidos perhrrba la circulación urbana, pro-
que cuando todo el mundo pretende andar a la velocidad pri- vocando obstrucciones y, finalmente, la parálisis.
vilegiada de los burgueses, el resultado es que ya rlaüe avarua, Si el auto tiene que prevalecer a toda costa, queda una
que la velocidad de circulación urbana --en Boston como en solución: suprimir las ciudades, es decir, extenderlas a lo
París, en Roma o Londres- cae por debajo de la del ómnibus largo de cientos de kilómetros, al borde de carreteras monu-
7
66 I ANDRÉ GORZ ECoLóctcA I 67

mentales, de suburbios de autopista. Es 1o que se hizo en ¿Larazón? Pero acabamos de verla hace un instante: las
Estados Unidos. Iván Illich' resume los resultados de esto aglomeraciones humanas estallaron en interminables subur-
con cifras impactantes: bios de autopist4 pues era el único medio para evitar la con-
gestión de los centros habitacionales. pero esta solución tiene
Elnorteamericano tipo dedicamás de mil quinientashoras al año un reverso evidente: al final la gente só10 puede circular a
(o sea, treinta horas a la semana, o incluso cuatro horas al dÍa, gusto a condición de estar lejos de todo. para darle lugar al
domingos inclusive) a su coche; esto incluye las horas que Pasa auto se multiplicaron las distancias: se vive lejos del lugar de
al volante, en marcha o parado; las horas de trabajo necesarias tuabajo,Iejos de la escuela,lejos del supermercado; esto último
para pagar la gasolina, las ruedas, los peajes, el seguro, las mul- exigirá un segundo coche para que,,el ama de casa,, pueda
tas y los impuestos... Este americano precisa mil quinientas horas hacer las compras y llevar a los niños a la escuera.
¿salidas?
para recorrer (al año) 10.000 km. Seis kilómetros le llevan una Están fuera de cuestión. ¿Amigos? Est¿án los vecinos... y con
hora. En los países desprovistos de industria del transporte, la suerte. Afin de cuentas, el auto acaba haciendo perder más
gente se desplaza a la misma velocidad yendo a pie, con Ia ven- tiempo del que ahorra y crea más distancias de las que per_
taja suplementaria de que pueden trasladarse a donde les da la mite vencer. Naturalmente, existe la posibitidad de que vayas
g¿ma y no sólo a lo largo de vÍas asfaltadas. al trabajo a 100 kilómetros porhora; pero es porque vives a 50
kilómetros de distancia detu job y aceptas perder media hora
Según [lich, industrializados
es cierto que en los Países no para cubrir los 10 últimos kilómetros. Balance: ,,La gente tra_
los transportes sólo absorben entre el 3% y eI8% del tiempo baja una buena parte de la jornada para pagar los desplazamientos
social (1o que seguramente corresPonde a un Promedio de 2 a que necesita realizar para ir al trabajo,,(Ivan Illich).
6 horas por semana). Illich sugiere la siguiente conclusión: el Puede que tú repliques: ,,De este modo, al menos nos esca_
hombre a pie recorre igual cantidad de kilómetros en una hora pamos del infierno de la ciudad, una uez terminada la jornada
dedicada al transporte como el hombre a motof, pero inüerte laboral" . A eso hemos llegado, he aquí la confesión .,,La ci:u_
en sus desplazamientos entre cinco y diez veces menos tiempo dad" es sentida como "el infiemo,,,y sólo se piensa en esca_
que este último. Moraleja: cuanto más difunde una sociedad parse de ella o en irse a vivir a la provincia, mientras que, por
verhículos rápidos, m¡ás üemPo -superado cierto umbral- emplea generaciones,la gran ciudad, objeto de asombro, era el único
y pierde la gente para desplazarse. Es matemático. lugar en el que valía la pena üvir. ¿A qué se debió este cam_
bio? Auna solaraz(tn:el auto volvió inhabitable la gran ciu_
dad. La volvió hediond4 ruidos4 asfixiante, polvorient4 atas-

1VéaselviínIl/ndr,Énergieetéquité,LeSeuiT,lgS5lObrasReunidasl,FondodeCtl]-
cada, al punto que la gente ya no tiene ningún interés en salir
tura Económica,20061. de noche. Entonces, como los coches mataron a la ciudad, se
r
68 I ANDRÉ GORZ EcoLóGtcA I 6e

necesitan coches más rápidos para huir de elIa a través de las visible incómodo de los vehículos: por muy extravagante
e

autopistas hacia suburbios cada v ez más lejanos. Impecable que sea la hora en que elegiste sali4, nunca sabes cuándo los
circularidad: dennos más autos para huir de los estragos que embotellamientos te permiürán llegar. Estás clavado a la ruta
ocasionan los autos. (a la autopista) tan inexorablemente como el tren
a sus rafles.
De objeto de luio y de fuente de privilegios, el codre ha Al igual que el viajero de un trery no puedes detenerte de
pasado a convertirse en objeto de una necesidad vital: para pronto, y como en un trery debes avarrzar a una velocidad
evadirse del infierno de la ciudad hay que tener un auto' determinada por otros. En sum4 el coche reúne todas las des-
Entonces,la industria capitalista ganó la jugada: 1o superfluo ventajas del tren -aparte de las que le son propias: vibracio-
se ha vuelto necesario. Ni siquiera es preciso persuadir a la nes, contracfuras musculares, riesgos de colisióry necesidad
gente para que desee tener un auto: su necesidad está inscrita de conducir el vehícule y ninguna de sus ventajas.
en las cosas. Aunque es verdad que pueden aParecer ciertas Y sin embargo, me dírás,la gente no toma el tren.
¿y
dudas cuando se considera eléxodo motorizado que se pro- cómo quieres que 1o tome? ¿ya intentaste ir de Boston a
duce en determinados momentos: entre las 8 y las 9:30 de la Nueva York en tren? ¿O de Garches a Fontainebleau?
¿O de
mañana, entre las 5:30 y las 7 de la tarde, y durante los fines Colombes a ulsle-Adam? ¿Has intentado en verano, los sába-
de semana,los medios del éxodo se extienden enverdaderas dos o los domingos? Hazlo,
¡ánimo! Constatarás que el capi_
procesiones, parachoques contra parachoques, a la velocidad talismo automoüIístico 1o previó todo: en el preciso rrro.rr"r,to
(en el mejor de los casos) de un ciclista y en medio de una gran en que el coche iba a matar al coche, hizo desaparecer las
nube de gasolina con plomo. ¿Qué queda de las ventajas del soluciones de recambio, como para volver al auto obligato_
auto? ¿Qué ocurre cuando, inevitablemente, la velocidad rio. Así el Estado capitalista, primero, dejó que se degra_
máxima en carretera se establece en relación con la que el daran y, después, que se suprimieran los enlaces ferrovia_
vehículo mtis lento está en condiciones de alcanzat? rios entre las ciudades, sus suburbios y sus cinturones verdes.
Justa vuelta de tuerca: después de haber matado a
la ciu- sólo se salvaron las conexiones interurbanas a gran veloci-
dad, el coche mata al coche. Tras haberle prometido a todo dad que disputan su clientela burguesa a los transportes
el mundo que iría más rápido,la industria del automóvil aéreos. El aerotreo que hubiera podido poner las playas
nor_
desemboca en el resultado rigurosamente previsible de que mandas o los lagos de Morvan al alcance de los parisinos
todo el mundo va tan despacio como el más lento de todos, a que van de picnic los domingos, servirá, en cambio, para
una velocidad determinada por las leyes simples de la diná- ganar quince minutos entre parís y pontoise y paratraer a
mica de fluidos. Peor aún: inventado para permitir que su Pro- las terminales a más viajeros safurados de velocidad, que
no
pietario fuera adonde quisiera, eligiendo la velocidad y la podrán ser recibidos por los transportes urbanos. a eso le
¡y
hora, el auto se convierte en eI más servil, aleatorio, impre- dicen "progteso"t
70 I ANDRÉ GORZ ECoLÓGICA I 71

La verdad es que nadie tiene realmente alternativa: uno gún sitio, de pasar por ahí sólo para ir a trabajar o, por el con-
no es libre de tener o no un auto porque el universo subur- trariq para retirarse y dormir.
bano --e induso, cadavezmáq el universo urbano- está orga- Según Illich, "los usuarios romperdn las cadenas del trans-
rizado en función del auto. Es por ello que la solución revo- porte todopoderoso cuando empiecen a querer camo un teruitorio la
lucionaria ideal; que consistiría en suprimir los coches en manzana por la que circulan y a temer alejarse de ella demasiado a
provecho de la bicicleta del tranvía, del autobús y del taxi menltdo". Pero para poder amar su "tetifotio',, será necesa-
sin chofer ya no es aplicable en las ciudades de autopistas rio que sevuelvahabitabley no circulable;que el barrio o el dis-
como Los Ángeles, Detroit, Houston, Trappes o hasta Bru- trito vuelva a ser el microcosmos modelado por y para todas
selas, modeladas por y Parael automóvil. Estiánvacías, des- Ias actividades humanas, en el que la gente trabaje, viva, se
perdigadas, diseminadas a 1o largo de calles completamente distiend4 se instruya, se comunique y gestione en conjunto
deshabitadas en las que se alinean pabellones iguales unos el medio de su vida en común. En una oportunidad en que le
a otros y en las que el paisaje (el desierto) urbano significa: preguntaron qué iba a hacer la gente de su tiempo, después
Estas calles estdn pensadas para circular tan rdpido como seaposi- de la revoluciórL una vez suprimido el derroche capitalist4
ble, desde el lugar de trabajo al domicilio y aiceaersa. Son calles Marcuse respondió: "Vamos a destruir las grandes ciudades y a
parapasart no para estar. lLna aez concluido su trabajo, las per- construir nueoas. Eso ya nos lleoartí unbuen tiempo,, .

sonas no tienen mds que quedarse en su casa, y cualquiera que se imaginar que estas nuevas ciudades ser¿án fede-
Es factible
encuentre de noche por la calle debe ser considerado sospechoso de raciones de comunidades (o de barrios), rodeadas de cinfu-
que juegue una malapasada. En ciertas ciudades americanas, rones verdes, en las que los ciudadanos -y sobre todo los ,,esco-
por lo demás, se considera un delito al hecho de vagar a pie lares"- pasarán varias horas por semana cultivando 1os
por la calle de noche. productos frescos necesarios para su subsistencia. para sus
Entoncet ¿se perdió la partida? No: pero la altemativa al desplazamientos cotidianos, dispondrán de una gama com-
auto sólo puede ser global. Pues, para que lagentepueda renun- pleta de medios de transporte adaptados a las característi-
ciar a su auto, no basta para nada con ofrecerle transportes cas de una ciudad de tamaño medio: bicicletas municipales,
colectivos más cómodos: espreciso quepuednprescindir por coffi- tranvÍas o trolebuses, taxis eléctricos sin chofer. para despla-
pleto det transporte, porque se sentirán como en casa cuando zamientos de mayor importancia, por ejemplo, para ir al
estén en su barrio, en su distrito, en su ciudad a escala human4 campo, al igual que para el transporte de huéspedes, se dis-
y le dard gusto ir a pie desde su trabajo hasta su domicilio; a pie o, pondrá de un pool de automóviles comunales en los estacio-
llegado el caso, en bicicleta. Ningún medio de transporte namientos del barrio. El auto habrá dejado de ser necesario.
rápido y de salida comPensaráiamásla desgracia de vivir en Y es que todo habrá cambiado: el mundo, la vid4 Ia gente.
una ciudad inhabitable de no sentirse como en casa en nin- Esto no llegará a ocurrir por sí solo.
72 I ANDRÉ GORZ

4
Entre tanto , ¿qr;ié puede hacerse para
llegar a eso? Antes
que nada, no plantear nunca de manera aislada el problema CREGIMIENTO DESTRUCTIVO Y
del transporte; siempre hay que vincularlo con el problema de DEGRECIMIENTO PRODUCTIVO
la ciudad, de la división social del trabajo y de la comparti-
mentación que ésta ha introducido en Ias diversas dimen-
siones de la existencia: un lugar paratrabaial, otro para habi-
ta1, un tercero para aprovisionarse/ un cuarto para instruirse,
un quinto para diverürse. La orgarttzacióndel espacio conti-
núa la desintegración del hombre iniciada con la división del
trabajo en la fábrica. Corta en pedacitos al individuo, corta su
tiempo y su üda en parcelas bien separadas, para que, en cada
una de ellas, tú seas un consumidor pasivo indefenso ante los
comerciantes/ para que nunca se te ocurra que trabajo, cul-
tura, comunicacióry placer y vida personal pueden y deben
ser una sola y misma cosa: la unidad de una vida sostenida
Apartir de comienzos de los años sesent4 el conjunto de los
por el tejido social de la comunidad.
arbitrajes sociales y económicos favoreció los procesos y los
consumos con fuerte contenido energético; en la construccióry
se reemplazaron la piedra y el ladrillo por el hormigón, el acero
y el aluminio;las materias plásticas reemplazaron al cuero;
los envases descartables a los envases de vidrio retornables;
las fibras sintéticas a las fibras naturales;los transportes indi-
üduales a los transportes colectivos; la aglomeración de subur-
bios inmensos en torno a las grandes ciudades a las ciudades
medianas; el abono sintético al abono biológico, etc.
Al mismo tiempo la üda útil de los productos se redujo
artificialmente. El nylon, sobre todq sufre un tratamiento que

Publicado en A dieux au prolétariat, Galilée, 1980.


I
74 I ANDRÉ GORZ ECoLóctcA I 75

lo frag;liza; estudian los llamados "bienes durables" para


se
que no duren más que un promedio de siete años; se conci-
ben muchos aparatos de rnanera que no puedan ser repara- Tejido sintético 5,9
dos;la mayoría de las chapas no recibe tratamiento contra la Papel de aluminio 58
corrosióno 1o recibe insuficientemente; los refrigeradores est¿ín
Aluminio 1"fusión 5,1
mal aislados y consumen dos veces más corriente que hace
Aluminio reciclado 0,18
quince años; las lavadoras consumen tres veces más energía
Poliestireno c'/
que la necesaria y gastan la ropa más rápido de 1o que per-
mitiría una puesta a punto racional'. Otros plásticos 1.,7 -2,'L

Estos derroches han permitido aI capitalismo rentabilizar Amianto - cemento 1,4


capitales cadavezmás importantes haciendo aumentar el Amoníaco 0,96
volumen del consumo (y de la producción) en proporciones Vidrio 0,6
fantásticas. Para el consumido4, este aumento del volumen de
Acero 0,5 -0,7
los bienes a menudo ha sido un engaño gigantesco; se ve obli-
PapeI 0,46-0,49
gado aadquirir un mayor volumen de bienes para disponer
Cemento 0,116
de un mismo valor de uso.
Esta evolución se refleja en las cifras: Para provocar un Ladrillos 0,075
aumento dell% del PIB, a partir de L965 fue necesario utili- Yeso 0,056
zar dosveces más energía que quince años antes.

En su conjr.rnto, los niveles presentes de consumo de ener-


Algunos costos energéticos gía no reflejan, por lo tanto, necesidades específicas incom-
presibles, sino la elección de un cierto tipo de desarrollo
Para obtenerunatonelada delos productos de lalista siguientg propio del capitalismo "opulento": consiste en crear la mayor
se requiere gastar unacantidad de energía que, exPresada en cantidad posible de necesidades y en satisfacerlas de manera
toneladas de equivalente-petróleo (tep) representa entre el10 precaria por la mayor cantidad posible de mercancías. Con-
y eL580% del peso del producto: reemplazr aparatos y herramientas simples por nove-
siste en
dades complejas y superpotentes; en inventaq, a partir del
momento en que toda la gente accedió a unequipamiento, un
1 Véase Adrel, Traoailler deux heures par jour,Le Seutl, 1979. equipo nuevo que consuma más energía que los que lo pre-
r
76 | ANDRE GORZ
EcoLóc¡cA I 77

cedieron. Cuanto más alto se está en la escala de ingresos, más La preüsión oficial supone siempre una prolongación de
fuerte es la incitación a satisfacer las g¿tnas mediante consu- esas tendencias al derroche: nos dice que el consumo de elec-
pos energéticos que podrían satisfacerse por otros medios: el tricidad de los hogares seguirá aumentando un7% anual, el
¡ivel de energía se convirtió, de manera consciente o no, en consumo de botellas un9 %, el de materias plásticas un
trn tema de "standing!' . 17%, el de cemento un 5,5%, etc. ¿En veinte años -+egún dicen-

La cuestión resulta patente para los transportes: la poten- consumiremos entre dos y medio a tres veces más de energí4
cia del auto es símbolo de riqueza; en un único viaje de ida y de mercancías y de servicios?
vuelta París-Washhgtotu el pasajero del. Concor de consume ¿Necesitamos esos consumos? ¿Los deseamos? ¿Nos per-
ígual de energía que el promedio de los franceses en un año. miten el esparcimiento, Ia comunicacióry una vida más dis-
5i bien no es tan evidente, sigue siendo una verdad tam- tendid4 relaciones más fraternales? La previsión económica
bién p ar a los equipamientos domésticos : las cocina s eléctr i- no tiene nada que hacer con esas preguntas: toma registro de
cas, los congeladores, los aparatos de aire acondicionado, los las tendencias en curso y las prolonga hacia el futuro como si
lavaplatos, los calentadores eléctricos, etc., todos son aPara- se tratara de datos inmutables. Para hacemos consumir tres
tos caros, derrochadores de energía desde su misma con- veces más, confía en los productores de bienes y servicios.
cepción, que reemplazatotla aparatos o instalaciones menos Ellos nos fabricarán las necesidades correspondientes. Nos
onerosas/ menos sofisticadas y de un valor de uso cuanto inventar¿ín nuevas penurias y nuevas carencias, nuevos lujos
rnenos igual. y nuevas pobrezas. Nos las fabricar¿ín deliberada y sistemá-
ticamente, conforme a sus necesidades de rentabilidad y de
Hace muchísimo tiempo que ya no se compra rop4 sino moda crecimiento. Disponen de estrategias de promoción de ven-
o respetabilidad. El público no adquiere más productos, sino tas orientadas a manipular nuestros más secretos resortes para
satisfacciones, significaciones... En este nuevo contexto, lo que imponer sus productos a través de los símbolos con los que
importa es crear diferencia y no equivalencia, es inventar el nuevo cargaron a estos productos.
servicio que se impone por su atractivo, por las significaciones Hace veinte años, uno de esos estrategas se fue de la
con que está cargado: potencia, consideraciór¡ seguridad" buen lengua con total candidez: su nombre es Stanley Reso4 presi-
gusto, felicidad'. dente de Ia ]. Walter Thompsory la agencia de pubticidad más
grande de Estados Unidos. Afirmó:

Cuando los ingresos aumentan, lo más importante es la creación


de nuevas necesidades. Cuando se pregunta a la gente: " ¿Sabe
2 Marcel Boiteux, director general de EDF (Electricidad de Francia) ante Ia Aca-
demia de Ciencias Comerciales, el20 de marzo de1972. usted que su nivel de üda aumenfaÉun1l% en diez años?", no

78 I ANDRÉ GORZ ECoLÓGICA I 79

tienen idea, ni por asomo, de 1o que eso quiere decir... Amenos dades, de debatir con los demás sobre los mejores medios de
que se les llame con irsistencia la atención al respecto, no se reco- satisfacerlas y de definir soberanamente las opciones colec-
nocen en la necesidad de un segundo auto. Esta necesidad tivas correspondientes.
debe ser creada en sus mentes, hay que hacerles darse cuenta de Por consiguiente, la previsión económica no es neutra.
la ventaja que les brindará el segundo auto. A veces, hasta son Refleja la elecciónpolítica tiícita de perpetuarel sistemavigente.
hostiles a esa ideá. Considero que la publicidad es la fuerza de Esa elección no tiene nada que ver con la obietividad ni con
educación y de activación capaz de provocar los cambios en la el rigor científico. La sociedad actual no es la única posible,
demanda que nos son necesarios. Inculcar a mucha gente r-rn nivel y su modo de funcionamiento no tiene nada de una necesi-
de üda más elevadq hace aumentar el consumo al nivel que jus- dad objetiva.
tifican nuestra productividad y nuestros ,""or.or'. Tenemos derecho arechazar las previsiones oficiales y
las necesidades que se desprenden de ellas. Pero debemos
Ahora sabemos'a qué atenernos: el consumidor está al ser conscientes de que ese rechazo es un rechazo del.orden
servicio de la producción; debe garantizarle los mercados que social existente, de que se trata de un rechazo político. La
requiere; debe sentir las necesidades exigidas para que crez- idea de que producción y consumo pueden decidirse apar-
can las ventas más provechosas. Nos generarán esas necesi- tir de las necesidades es políticamente subversiva. En efecto,
dades; y así tiene que se4 si la sociedad debe perpetuarse, si supone que productores y consumidores puedan reunirse,
sus desigualdades deben reproducirse, si sus mecanismos de reflexionar y decidir soberanamente. Supone una sociedad
dominación deben seguir vigentes. en la que se suprima el poder de decisión del capital y/o det
Las previsiones de consumo que orientan la actividad Estado en materia de inversión y de produccióry de innova-
económica se fundan siempre en esta hipótesis: la sociedad ción y de política comercial. Por último, supone una gestión
no cambiará profundamente la manera de produci4 de con- económica cuya meta sea satisfacer la mayor cantidad posible
sumir ni de vivir; siempre habrá pobres y ricos, gente que de necesidades con la menor cantidad posible de trabajo, capi-
obedece y gente que manda, metros atestados y Concordes tal y recursos físicos.
semivacíos. Seguiremos estando apurados, sin tiempo ni Dicha meta representa la negación radical de la lógica
ganas de hacer actividades autónomas. No tendremos ni el capitalista. Implica la voluntad de procurarse el máximo de
deseo ni el poder de reflexionar acerca de nuestras necesi- satisfacción con el mínimo de producción, Semejante bús-
queda de la eficacia máxima y, por ende, de la economía
máxima, resulta tan completamente ajena a la lógica capita-
3 lista que la teorÍa macroeconómica no es siquiera capaz de
Citado en A . Gorz, La Morale de l'histoire, Le Seuil, 1959 (Historia y enajenación,
México, Fondo deCultura Económica 1964). calcular los ahorros oue implicaría. Mientras que, para el sen-
80 I ANDRÉ GORZ
EcolóctcA I 81

tido comúry el ahorro es consumo y producción que hemos ¿Cómo se reempla za ut:. sistema económico fundado
eaitado !, por ende, tiempo y esfuerzo ganados gracias a en la búsqueda del máximo derroche posible por un sistema
una gestión más eficaz; en los cuadros de la contabilidad económico fundado en la búsqueda del mínimo derroche
nacional, ese ahorro aparecerá como pérdida, como una baja posible? La pregunta ya lleva más de un siglo; es la pregunta
del PNB, una baja del volumen de bienes y servicios del que misma del reemplazo delcapitalismo por el socialismo. pues
dispone la población. únicamente el socialismo -es deci4, únicamente una manera
Aquí queda al descubierto cu¿án tergiversados están los de producir desprendida del imperativo del máximo bene_
métodos oficiales de previsión y de cálculo. Cuentan como ficio, administrada para el interés de todos y por todos aque_
enriquecimiento nacional cualquier aumento de la produc- llos que convergen en ella-, únicamente el socialismo puede
ción y de las compras, incluida la producción creciente de darse el lujo de buscar la mayor satisfacción posible con el
envases perdidos, de aparatos y de metales arrojados a los menor costo posible. únicamente él puede romper con la
desagües, de papeles incinerados junto con la basur4 de irre- lógica del máximo beneficio, del máximo derroche, de la
parables utensilios rotos, de prótesis y asistencia para muti- máxima producción y del máximo consluno, y reemplazarla
lados por el trabajo y los accidentes viales. Las destruccio- por la sensatez económica: la máxima satisfacción con el
nes aparecen así como fuentes deriqueza, pues todo 1o que mínimo gasto. Únicamente el socialismo puede invertir
está roto, arrojado como desperdicio, perdido, deberá reem- hoy con miras a ahorrar mañan4 es deci4 con miras a ven_
pLazarsey dará lugar a producciones, a ventas de mercancías, der un volumen menor de productos más durables sobre los
a flujos de dinero, a beneficios. Cuanto más rápido las cosas cuales los beneficios, tal como son concebidos en la acfuali-
se romparL se gastery se pasen de moda y se tirery más impor- dad, también ser¿ín menores.
tante será eI PIB y más ricos seremos, según la opinión de La utilización del término ,,socialismo,, es aquípor lo
los contadores de la Nación. Hasta las heridas corporales y las demás impropia. De lo que habría que hablar más bien es
enfermedades se cuentan como fuentes de riquez4 en la medida de comunismo: es deci4, un estadio donde el ,,pleno desarro_
en que hacen crecer el consumo de medicamentos y la asis- llo de las fuerzas productivas" ya está cumplido, donde la
tencia médica. tarea principal no es más la producción máxima ni el trabajo
Pero que se produzca la inversa: si la buena salud nos para todos sino una organización diferente de la economía,
eütalos gastosmédicos; silas cosas que compratnosnos duran donde el pleno empleo ya no es la condición de pleno ingreso
la mitad de una vida, no pasan de moda ni se deterioran, se o, si se prefiere, donde la satisfacción de las necesidades de
reparan y hasta se transforman fácilmente, entonces, Por las personas está garantizada a cambio de una cantidad de
supuesto, el PIB bajará: trabajaremos menos horas, consu- trabajo social que ocupa sólo una pequeña parte del tiempo
miremos menos, tendremos menos necesidades. de cada persona.
82 I ANDRE GORZ
ECoLóctcA | 83

Hemos alcanzadovirtualmente ese estadio. La satisfac- es la única que permite, de ahora en más, una expansión
ción integral de todas las necesidades a cambio de una pres- de la esfera de la autonomía, o sea, de la libertad.
tación de habajo reducida no depende de un desarrollo insu-
ficiente de las fuerzas o de los medios de producción sino, ¡Basta ya! según una encuesta
rearizadaenlgT5 por el Instituto
por el contrario, de su sobredesarrollo. El sistema sólo pudo gubemamental alimenta¡io de Norueg4 el76% delosnoruegos
crecer y reproducirse acelerando la destrucción al mismo insatisfechos: precisamente, consideran que el nivel de üda
est¿ín

tiempo que la producción de mercancías; planteando nue- de su país es "demasiado elevado,,. La gran mayoría de las
vas escaseces a medida que crecía la masa de riquezas; personas interrogadas habría preferido,,una vida simple y calma
desvalorizándolas cuando se corría el riesgo de que se vol- con apenas los objetos necesarios,,. A¡rhelaban ,,los
que ingresos
vieran accesibles para todos; perpetuando así lapobteza al y la ambición estuüeran limitados,,'.
mismo tiempo que los privilegios,la frustración al mismo
tiempo que la opulencia. De allíla importancia de ,,la experimentación social,, de
Dicho en otros términos, el desarrollo de las fuerzas pro- nuevas maneras de üvir en comunidad, consumiri producir
ductivas en el capitalismo jamás conducirá a las puertas del y distribuir. De allí también la importancia de las tecnolo-
comunismo, pues la naturaleza de los productos, las técni- gías alternativas que permiten hacer más y mejor con menos,
cas y las relaciones de producción exduyery al mismo tiempo y de que esas tecnologras sean desarrolladas por comunida_
que la satisfacción duradera y equitativa de las necesidades, des de base, municipalidades o incluso por ra iniciativa
púbrica
la estabilización de la producción social a un nivel común- -dentro de límites necesariamente estrechos, en la medida en
mente aceptado como suficiente. La idea misma de que un que se continúe en el marco del sistema actual_.
día pueda haber Lo suficiente para todos y para cada uno y
que/ por ende, la búsqueda de lo "más" y "meio{' pueda
ceder ante labúsqueda de valores extraeconómicos y no mer- Hacer mejor...
cantiles, esa idea es ajena a la sociedad capitalista. En cam-
bio, ella resulta esencial para el comunismo. Éste sólo podrá Los mejores productos son los que otorgan saüsfacción durante
plasmarse como negación positiva del sistema dominante si el mayor tiempo posible y los que hacen que uno sienta apego
las ideas de autolimitacióru estabilización, equidad, grahli- por ellos, debido a sus cualidades estéticas.
dad reciben una ilustración práctica; es deci{, si se demues-
tra en la práctica que no sólo es posible vivir mejor traba-
jando y consumiendo menos y de otros modos, sino que esta 4 Extraído de Roger-Gérard schwartzenberg, socialisme potitiqze, Montchrestiery
limitación voluntaria y colectiva de la esfera de la necesidad 1977,3" ed.,p.392.
84 I ANDRE GORZ ECoLóctcA I 85

Los mejores productos son: El Estadq como también el capital, es perfectamente capaz
de promover desde ahora ciertas tecnologías alternativas y
. los más duraderos;
ciertas formas de ahorro de la energía y de los recursos. El sen_
. los más fáciles de reparar y mantener;
tido de las iniciativas públicas en este iímbito es eüdentemente
. los más fáciles de desmontar al final de su vida útil Para recu-
muy distinto, en las condiciones actuales, al de,,laexperi-
perar sus piezas; mentación social": tienen por función facilitar por otro ladola
. los que, por el mismo servicio, consumen menos energía'
expansión de tecnologías pesadas y de nuevas formas de domi-
nación y de control social.
Estímulos:
El carácter subalterno de ciertas iniciativas públicas no
. reducción del IVA a los productos duraderos; debe, sin embargo, conducir a una simple condena ni a la
. indicación de la vida útil junto al precio; creencia de que la rupfura con el sistema acfual se consumará
. manual de instrucciones que describa las reparaciones más gracias a una desaparición completa del Estado.
corrientes, su vida útil, su tartfa; Las iniciativas actuales en materia de tecnologías alter-
. indicación del consumo de energía en todos los aparatos. nativas merecery por el contrario, una crítica de lo que reve_
lan y a lavez de 1o que esconden. Revelan alternativas posi-
bles al modelo de desarrollo actual, mientras se empeñan en
... con menos enmascararlas. Por ejemplo, los programas públicos france_
ses en materia de energía solar revelan al mismo tiempo la
El uso común permite obtener equipamientos que superan
factibilidad técnica y económica de una producción de ener-
los medios de un solo hogar. También permitiría realizar un
gía descentralizada a escala del barrio, la comuna o la fami-
ahorro muy importante tanto para los individuos como
ltEylanegativa del Estado a sacar provecho de esas técnicas.
para la colecüvidad.
El hecho de que estas técnicas sean desarrolladas princi-
Los equipamientos que deben Preverse en todo inmue-
palmente por grupos militantes, en tanto que herramientas
ble nuevo y en cada llrranzaT'La de los barrios antiguos:
indispensables para una alternativa de sociedad, no significa
. unlavadero; que esta alternativa pueda prevalecer en ausencia de todo
. un sector de secado de ropa alimentado por la circulación relevo político. Si bien el tiempo que pasan los indiüduos para
de agua caliente; producir lo que necesitan debe reducirse a su exponente
. un taller de reparaciones; mínimo, al igual que su dependencia a las incertidumbres y
. un local de juegos para niños (y adultos); las circunstancias de orden locaf la socialización de la pro-
. una sala de televisión, de proyección y de música. ducción de lo necesario y la regulación central de la distri-
5

86 I ANDRÉ GORZ ECoLóc¡cA r 87

bución y de los intercambios siguen siendo indispensables. de El Capital. Por esta misma ruzón,la expansión de la esfera
La esfera de la necesidady,por 1o tanto, del tiempo de trabajo de la libertad supone que la esfera de la necesidad esté deli-
socialmente necesario, no puede reducirse al mínimo si no es mitada connitidez. La única función de un Estado comtmista
mediante una coordinacióny una regulación tan eficaces como es la de administrar la esfera de la necesidad (que también es

sea posible de los flujos y los stocks: es decir, mediante una la de las necesidades socializadas) de modo que ésta no deje
planificación desarrollad a (articolata). El ingreso social vitali- de achicarse y de posibilitar espacios de autonomía cadavez
cio, garanttzado a cada persona a cambio de veinte mil horas más grandes.
de trabajo socialmente útil que todo ciudadano tendría
derecho a repartir en tantas fracciones como 1o desee, de
manera continua o discontinua/ en un único o en una multi-
plicidad de iámbitos de actividades, todo ello no es posible sin
la presencia de un órgano central de regulación y de compen-
sación, es deciq, de un Estado.
La respuesta al sistema capitalist4 por ende, no consiste
ni en el retomo a la economía doméstica y a la autarquía aldea-
na ni enla socializaciónintegraly planificada de todas las acti-
vidades: por el contrario, se trata de socializar la sola esfera
de la necesidad con el objeto dereducir al mtnimo, en la vida
de cada person4 1o que es necesario hacer más dláde que nos
guste o no, y de ampliar al mdximo Ia esfera de la libertad" inte-
grada por actividades autónomas, colectivas o individuales,
que poseen su proPia meta.
Asimismo, hay que rechazar que el Estado se haga cargo
de los individuos en su integralidad" y que cada individuo
asuma las necesidades del funcionamiento de la sociedad
en su conjunto. La identificación del individuo con el Estado
y de las exigencias del Estado con la felicidad individual son
las dos caras del totalitarismo.
La esfera de la necesidad y la esfera de la libertad no se
superponen. El propio Marx ratificó esto al final del libro III
5

GRISIS MUNDIAL, DEGRECIMIENTO


Y SALIDA DEI CAPITALISMO

Alean-Marie Vncent
Inmemoriam

EI decrecimiento es una buena idea: indica la dirección hacia


la que hay que ir e invita a imaginar cómo üvir mejor corlsu-
miendo y trabajando menos y de otras maneras. Pero esta buena
idea no puede qrcontrar una traducción política: ningún gobiemo
se atrevería a ponerla enpráctic4 ninguno de los actores eco-
nómicos la aceptaría;a menos que su aplicación se fragmentara
en medidas subaltemas, se escalonara en uno o varios decenios
y vaciara asíde su potencial de radicalidad para volverse com-
se

patible con Ia perpetuación del sistema económico dominante.

Publicado en Ertropia, no 2, "Décroissance et havail", Parangor¡ primavera de 2007.


90 I ANDRÉ GORZ ECoLóctcA I 9r

En efecto, 1o que debe decrecer es la producción de mer- Su remuneración proviene de ingresos surgidos de tm trabajo
cancías que ya es demasiado reducida y ahorrativa en trabajo productivo: se trata de un ingreso secundario. La población
humano como para permitir que se valorice la sobreabun- directamente "productiva de capital" representa probable-
dancia de capitales. El decrecimiento provocaría una depresión mente menos del10% de la población activa de 1os denomi-
económica severa y hasta el desmoronamiento del sistema ban- nados "paisesdesarrollados"'. Ignacio Ramonet cita una cifra
cario mundial. Su escalonamiento en una o varias décadas que dice mucho al respecto: más del 25% de la actividad
supondría que el sistema económico dominante tiene garan- económica mundial es impulsada por doscientas multina-
ttzada su peffnanencia. Ese no es el caso/ Por varias razones. cionales que empleanel),7\% de la población mundial.
El capitalismo se hunde desde hace veinte años en una Cuanto más aumenta la productividad del trabqo,más se
crisis sin salida. Se acerca (volveré sobre ello) a su límite intemo, reduce la cantidad de activos de que depende lavalorizaciónde
a su extinción. Las causas de esta crisis son la revolución infor- un volumen dado de capitales. Para impedir que baje el volu-
mátic4 la desmateriahzacióndel trabajo y del capital, la cre- men del beneficiq serÍa necesario que la producüvidad de un
ciente imposibilidad que se deduce al medir el "vakor" de uno, número cadavezmás reducido de activos aumente cad.avez
del otro y de las mercancÍas. más nápido'. El capitalismo choca contrasu límiteintemo cuando
Las estadísticas del empleo no deben engañar acerca el númen¡ de activos pncductivos de capital se r,rrelve tan pequerlo

del hecho de que la productividad del trabajo sigue aumen-


tando rápidamente y el volumen del "trabajo productivo" --en
el sentido que adquiere este término en la economÍa capita- En ks At¡entures de la mmchandise. Pour une tnuaelle uitique de ln aaleur (Denoel, 2003,
pp. 159155) Anselrnjappe muestra que wra parte cada vez rnás pequeña de las acti_
lista- sigue disminuyendo dramáticamente. Sólo es "Pro- vidades quese desarrollanenelmundo "creapltrsvalíaytodavía sigue alimentando
ductivo" et trabajo que "valoriza" (es decil, que aumenta) un al capitalismo". Por encima, por debajo y junto al ,,verdadero proceso produc-
capital, porque quien 1o proporciona no consume la totalidad tivo",la actividad productiva necesita apoyarce en trabajos improductivos cada vez
más numerosos "y que a menudo obedecen a la ley del valo1,. ,,para que un trabajo
del"valor" que tiene 1o que ha producido. Desde este punto sea productivo, hace falta que sus productos retomen al proceso de acumulación
de üst4 los servicios a las personas son particularmente impro- del capital y que su consumo alimente la reproducción ampliada del capital al ser
consumidos por trabajadores productivos o al convertirse enbienes de inversión...,,
ductivos. En Estados Unidos -a menudo citado como modelo- véase Moishe Postone, Time, Labor and social Domination. Anew interpretation of
representan un55% de la población activa que trabaja como Marx'criticaltheory, op. cít,pp.308-31,4lTiempo, trabajoy dominación social. Llnarein-
terpretación fu la teoría críüca de Marx, Mad¡i4 Marcial pons, 20061. Esta obra maes-
camarerof a, vendedor f a, amay amo de casa, empleado/a
tra de Postone ha jugado u,. rol importante en la crÍüca del trabajo y del valor y,
doméstico/ a, pofiero f a de edificio, niñer4 etc. La mitad de en particular, en la distinción entre valor y riqueza en la escuela de Robert
ellos tiene varios empleos precarios, y una cuarta parte son Kurz. En francés sólo se puede encontrar Marx est-il deoenu muet?, conptlaaón
de dos arúculos traducidos y protogados por olivier Galtier y Luc Mercie4 édi-
workingpoors.Esos empleos no hacen aumentar la cantidad tions de l'Aube, 2003. El prefacio es un una excelente prcsentación de la obra de
de medios de pago puestos en circulación: no crean "valor". Postone (en castellano se han pubhcado:La uisis delEstadoNación. Antisemitismo-
ir

92 I ANDRÉ GORZ ECoLócrcA r 93

que el capitalya no tiene posibilidades de reproducirse y elbene- dinero con dinero, dinero sin sustanci4 comprando y vendiendo
ficio se desploma'. Este lÍmite ha sido virtualmente alcNuado; activos financieros inflando burbujas especulativas. Éstas se
e
del mismo modo que su lÍmite extemo, vale deci¡, la imposibili- desarrollan gracias a la adquisición especulativa de activos tales
dad de encontrar salidas rentables para un volumen de mer- como acciones, participaciones de sociedades inmobiliarias e
cancías que debería crecer por la mutos tan rápido como la pro- hipotecarias, fondos que especulan con la cotización de meta-
ductividad. Todas las empresas buscan para sí mismas hacer les o de monedas, etc. Las adquisiciones hacen subir el precio
retroceder uno y otro lÍmite, librando una guerra de destrucción de losbonos y desencadenanunmovimiento especulativo que
de la competenci4 tratando de despedazarlaparaapropiarse de acelera su alza.Elalzacontinua del prccio de los ftulos permite
sus activos convertibles en moneda y de su participación en el a sus poseedores recibir préstamos de los bancos en sumas
mercado. Cada vez hay más perdedores y cada vez menos gana- crecientes que, utilizadas para otras colocaciones especulativas
dores. Las utilidades récords que alcanzan los ganadores enmas- o para la adquisición de bienes, dan la impresión de que la eco-
caran el hecho de que, en términos globales, la masa de benefi- nomÍa goza deunamuy abundante liquidez. En realidad, esto
cios disminuye. Una parte importante de las utilidades récords se debe a un crecimiento vertiginoso de deudas de toda clase,
no sereinüerte en la producción: ésta no es 1o suficientemente any a gmanúason las cotizaciones sobrevaloradas de ltulos que
rentable. Las 500 empresas de la lista Standard & Poor's dispo- participan en la burbuja. La última hasta la fecha la burbuja
nen de 631.000 millones de dólares enreservas. Unestudio de la inmobiliari4 calificadapor The Economist como "la mayor
corsultora McKinsey estima que elvolumen de capitales enbusca burbuja especulativa de todos los tiempos",Iizo aumentar el
de colocaciónasciende a B00billones de dólares. Miás delamitad "va7or" del mercado inmobiliario de los países industrializados
de las utilidades de las empresas norteamericanas proüene de de 20 a 60 billones de dólares en tres años.
operaciones financieras. Para reproducirse y aumenta4, el capi- Cada burbuja acaba tarde o temprano por estallar y por con-
tal recurre cada vez menos a la producción de mercancías y cada vertir en deuda los activos financieros sin base real que figu-
vezmás a la "industria financiera" que no produce nada: "crea" ran en los balances de los bancos. A menos que sea sustifuida
por el inflado de una nueva burbuja aún más grande, el esta-
llido de la burbuja normalmente conlleva quiebras en cadena;
Racismo-Xenofobl¿ Alikornio Ediciones, Barcel ona, 2OO1; Marx Reloaded. Repensar y puede llegar hasta el desplome del sistema bancario mundiaf .
la teoría crítica del capitalismo,2007; ¿Y si el Marx que conocemos fuera en realidad
Proudhon? , 2CfJ,8; Dtptico infurmativo del se¡ninario "Moishe Postone. Marx, más allá
del marxismo": Sesión 4: Moishe Postone,2008; Sesión 4: Moishe Postone (ll),2008,
todos editados por Proyecto Editorial Traficantes de Sueños, Madrid).
3 Para un aniálisis acfualizado y completq véase al respecto RobertKttrz,DasWelt- 4 Acerca del papel cenhal de las burbujas financieras para la supervivencia aparente
kapital. Globalisierung und inners Schranken des modernen waren produzierenden del sistema, véase R. Kurz, DasWeltkapital, op. cit., pp.228-26[ y Robert Brennel,
Sy stems, Berlin, Tiamat, 2005. "New Boom or new bubble?", en Ne¿o W Reaiew, n" 25, enero-febrero de 2C04.
$l

94 I ANDRÉ GORZ
ECoLócrcA I 95

LavaToización del capital descansa cadavezmás en arti- Hay que ser muy claro: tendremos siempre tanto trabajo
ficios y cadavez menos en la producción y venta de mercan- como queramos/ pero ya no adoptará Ia forma del trabajo_
cías. La riquezaproducida tiene cada vez menos la forma de empleo, trabajo-mercancía. No es sólo el pleno empleo,
valol,la forma de mercancía; cadavezes menos mesurable en sino que es el empleo mismo lo que el posfordismo empezó
términos de valor de cambio, en términos de PIB. \ários fac- a suprimir. Mediante esta supresión, el capitalismo trabaja
tores ponen al descubierto la fragilidad del sistem4 su crisis, en su propia extinción y ofrece posibilidades como nunca
y apuntan hacia una economía fundamentalmente diferente antes de pasar a una economía eximida de la dominación del
que ya no esté regida por la necesidad de que el capital aumente capital sobre el modo de vida, las necesidades y la manera
ni por la preocupación general de "hacer" y "ganar" dinero, de satisfacerlas.
sino por el interés en expandirlasfuerzas vivas y la creacióry Esta dominación sigue siendo el obstáculo infranqueable
es deci4 las fuentes de verdaderanquezaque no se deja expre- para limitar la producción y el consumo. Lleva a que no pro-
sar ni medir en términos de valor monetario'. duzcamos nada de 1o que consumimos y no consumamos
El decrecimiento dela economía fundada sobre elvalor de nada de lo que producimos. Todas nuestras necesidades y
cambio ya tiene lugar y no hará sino acentuarse. La cuestión con- deseos son necesidades y deseos de mercancías y, por lo tantq
siste únicamente en saber si va a adoptar la forma de una cri- necesidades de dinero. Producimos riqueza en dinero que,
sis cataskóficapadecida o la deuna altemativa de sociedad auto- por definición, es abstracto e ilimitado; por ende, el deseo tam-
organzada, fundando urn economía y una civilización que estén bién es ilimitado. La idea delo suficiente -Laidea de un límite
más allá del salario y de las relaciones mercantiles, cuyos gér- más allá del cual produciríamos o compraríamos demasiado,
menes habrán sido sembrados y sus herramientas forjadas es deci¡, más de 1o que nos haría falta- no pertenece a la eco-
por experimentaciones sociales convincentes. nomía ni a la imaginación económica.
Somos incapaces de decidir y hasta de preguntarnos de
qué tenemos necesidad en cantidad y en calidad. Nuestros
5 G¡acias sobre todo al informe del PNLID de 1ts$ al Iibro de Dominique Méda, Qu'est- deseos y necesidades estiín amputados, formateados y empo-
ce quelarirhesse ?,Aubiet199P,y al de PatrickViveret,Reconsiderer lariche-ss¿, éditions

de l'Aube,2003, ya es ur-ra evidencia ampliamente compartida que eI crecimiento


brecidos por la omnipresencia de las propagandas comer-
de lasintercambiosmercantiles, es deci¡, delPIB, deningúnmodo llevaporslmismo ciales y la sobreabundancia de mercancías. Nosotros mismos
a un crecimiento de la riquez4 pero sí puede sigrrificar rm empobrecimiento y un
somos mercancías en tanto que, de aquí en más, tenemos que
deterioro de las relaciones sociales. Menos compartida es Ia eüdencia de que la rup
tura conuna economía que mide la riqueza en términos monetarios supone unarup- "vendernos" a nosotros mismos para poder vender nuestro
tura con las tres formas del "valo1': el dinero, el trabajo-empleo y la mercancía. Só1o trabajo, tras haber interiorizado la lógica misma del capita-
una economía eximida de la ley del valor puede permitir una producción al servi-
cio del desarrollohumanq enlugar de poner aloshombrcs al servicio de laproduc- lismo: lo que se produce importa sólo en cuanto a los benefi-
ción de mercancías. Alrespectg véase.A.Gotz,L'lmmaterid,Gñlée,2ffi3, pp.81-88. cios que trae; para nosotros, en tanto que vendedores de nues-
96 I ANDRE GORZ ECoLóctcA I 97

tro trabajo lo que se produce importa sólo en cuanto que crea la industria y un bajo consumo de recursos naturales. Me
empleo y distribuye salario. Una complicidad estructural liga refiero aquí a los aparatos utilizados en la actualidad en la
al trabajador con el capital: para ambos, la meta determinante industria para el rapidprototyping (fabricación de prototipos
es"gat:rar dinero", la mayor cantidad de dinero posible. Ambos o de modelos): los digitalfabricators también denominados
consideran al "crecimiento" como un recurso indispensable "factories in abox", "fabbers" o "personalfabricators,,. Se los
de alcanzar. Ambos están sometidos al apremio inmanente puede instalar en un gara;'e o en un taller y transportar en un
del "siempremás" , "siempre rnás rápido" . coche familiar. utilizan polvos finos de resina o de metales
Para poder autodeterminar nuestras necesidades, para como materia prima, y su puesta en funcionamiento sólo
consensuar los medios y la manera de satisfacerlas, es exige como trabajo la creación de softwares que dirijan l afabri-
pues indispensable que recobremos el mando de los medios cación por medio de un láser. A las poblaciones excluidas,
de trabajo y de las alternativas de producción. Ahora bieru volcadas a la inactividad y aI subempleo por el ,,desarro_
en una economía industrializada este mando es imposible; llo" del capitalismo, le permitiría agruparse en talleres comu-
está prohibido dada la propia concepción de los medios de nales para producir todo 1o que ellas y su comuna necesitanu.
producción. Éstos requieren una especialización, una sub-
división y una jerarquización de las tareas; no son técnicas
neutras sino medios de dominación del capital sobre el tra- 6 Hastadondesé,losdigitatfabricatorsofabberssonlosmediosmásavanzadosde
bajo. El hecho de que las relaciones de dominación sean inhe- los que dispone la industria en ra actualidad. Hay decenas de páginas que
des-
rentes al modo de producción industrial --e1 cual sigue siendo criben su funcionamiento, su evolución, sus aplicaciones actuales y potenciales
en dos sitios principales: <http: / / www.fabbers.com> y <http:
estructuralmente capitalista, aun cuando la industria se / / www.ennex.com /
-fabbers/>. una presentación que pone er acento en el arcance porítico-econó-
"colectiviza"- es 1o que explica la persistencia de utopías mico se encuentra en un artículo de stefen Merten y stefen Meretz, hrndadores
de Oekonux, titulado "Freb Software und preie Gesellschaff,,, <hrP: www.open_
nostálgicas que vinculan decrecimiento, desindustrializa- II
theory.org/ox-osjahrbuch-2005/>. Los autores presentan a ros/abb¿rs como una
ción, retorno a las economías aldeanas, comunitari as y I o máquina que no somete a los hombres a sus exigencias, por ende ya no es un
familiares, ampliamente autárquicas, cuya producción es medio de dominacióry y como un robot que no se limita a automatizar un
determinado proceso de trabajo; puede programarse prácticamente cualquier
esencialmente artesanal. proceso en un mismo aparato. Éste prefigura la posibilidad de una "sociedad
de
Ahora bieru es posible esbozar actualmente una salida la información" en la que toda la energía humana pueda dedicarse a actividades
creativas, "para la expansión sin límites de las facultades humanas,,. Una pre_
del industrialismo y del capitalismo totalmente diferente. El sentación que pone eI acento en las potencialidades prácticas de rospersonalfibri-
propio capitalismo colabora, sin querel, con su propia extin- cators, se encuentra en el capítulo IV de la obra de Frithjof Bergmanry
Nezrr
work, Nno Culture, q17e sólo está disponibre en aremáry Neue Arbeil, neue Kurtur,
ción al desarrollar herramientas de una suerte de artesanado
Arbor verlag, Freiam! 2004. véase también <wwwnewworknewkultur.net>-
high-tech. Éstas permiten fabricar casi cualquier objeto de tres Bergmannbusca desdehace r.mos veinte años transformar ra desocupaciónmasiv4
dimensiones con una productividad muy superior a Ia de cuya experiencia vivió en Detroit, en una oporfunidad: la de ,,liberar al trabajo
98 I ANDRÉ GORZ
ECOLÓGICA I 99

Ofrecen la posibilidad de interconectar los talleres comuna- aquello que hacemos, porque realmente deseamos hacerlo y
les a través del mundo entero; de considerar -como 1o hace hallamos nuestra realiz¿gifn gn |a actiüdad misma tanto como
el moümiento de sofrtaares libres- a los softwares como un bien en su resultado. La gran pregunta es:
¿qué deseamos hacer en
común de la humanidad; de reemplazar aI mercado y a las y de nuestra vida? Una pregunta que la cultura economista
relaciones mercantiles por eI consenso acerca de lo que con- del "más vale más" impide plantear y que un tercio del libro
viene producil, cómo y para qué fin; de fabricar localmente de Frithjof Bergmann intenta mostrarnos cómo abord.ar' .
todo 1o necesario; y hasta dereahzar grandes y complejas ins- Estamos de acuerdo en que se trata de una utopía; pero
talaciones mediante la cooperación de varias decenas de talle- de una utopía concreta. Se sitúa en la prolongación del movi-
res locales. Se eliminarían transporte, almacenamiento/ comer- miento delos softwareslibres, entendida como una forma ger-
ciaTtzacióny montaje en fábrica que representan dos terceras minal de economía de la gratuidad y de la puesta en comúry
partes de los costos actuales. Se anuncia como posible una es deci1, de un comunismo. Se sitúa en la perspectiva de una
economía más allá del trabajo-empleq del dinero y de la mer- eliminación cadavez más completa del trabajo-empleo, de
cancía, fundada en la puesta en común de los resultados de una automattzacióncadavez más profunda que hará (y que
una actividad que, de entrada, es entendida como común: ya está haciendo) de la concepción de softwares la actividad
una economía de la gratuidad. productiva de lejos más importante; productiva de riqueza,
¿Es el fin del trabajo? Al contrario: es el fin de la tiranía pero no de "valor" .
que ejercen las relaciones mercantiles sobre el trabajo enten- El denominado "mundo subdesarrollado,, o ,,envías de
dido en un sentido antropológico. Éste puede liberarse de las desarrollo" no salvará al capitalismo ni se salvará a símismo
"necesidades exteriores" (Marx), recuperar su autonomía, conuna industria creadora de pleno empleo. La misma lógica
orientarse hacia la realizaciónde todo lo que no tiene precio, que condujo al mundo industrializado a volver inútil su mano
1o que no puede ser comprado ni vendido; convertirnos en

7 La economía de la grafuidad es una antieconomía: una economía muy amplia_


de la tiranía del empleo". Dicho en otros términos: en lugar de tener que vender
mente desmonetartzada, qre ya no está regida por los criterios de rentabilidad
su trabajo, poder producir y trabajar según sus necesidades, de la manera más
de Ia economía empresariaf sino por el criterio de la ,,utilidad,, y la deseabi_
satisfactoria posible. En un principio, esto suponía que los productos correspon-
lidad de las producciones, y por la consideración de las extemalidades nega-
dientes a las necesidades más comunes fuesen redefinidos de manera que pue-
tivas y positivas, imposibles de evaluar en términos de costos monetarios. Eite
dan fabricarse conherramientas y competencias al alcance de todos.LaHigh-tech
combate contra el economicismo se encuentra en los escritos de serge Latou-
self-prooiding (HTSP) debía permitir a los africanos de Botsuana tanto como a
che, en el movimiento delos softwares libres y, muy recientemente, en el tra_
los desocupados de Mchigan cubrir sus necesidades por sus propios medios. Los
bajo extraordinariamente rico de Laurence Baranski y |acques R obtr¡ L'lJrgence
digital fabricators, cuyos inventores pareciera que Bergmann había ganado para
de la métamoryhose, Des Idées et des Hommes, 2006, pp. gS-92, cap.,,Art de vivre
su proyecto, ofrecían una solución ideal.
et gratuité".
lOO I ANDRÉ GORZ
ECOLÓGICA I 1O]

de obr4 a reemplazarla por robots cadavez más competen- que pierda centralidad --en la conciencia, el pensamiento y
tes, esa misma lógica se impone o se impondrá en los deno- la imaginación de todos- ese "trabajo" que el capitalismo
minados "paÍses emergentes" qr.:Le, para volverse y seguir suprime masivamente, mientras exige a cada persona que
siendo competitivos y proporcionarse las infraestructuras se pelee contra todas las demás y a cualquier precio para obte-
necesarias, deberán igualar en productividad las econo- nerlo. Hará ver que el trabajo no es algo que uno tiene enla
mías más avanzadas. El pleno empleo de tipo fordista no es medida en que selo dan; sino que el trabajo es algo que uno
reproducible por el posfordismo inform atrzado. hace, siempre que se tengan los medios, y que esos medios,
No es casual que la obra profética de Robert Krxz, Der que son también los medios de la reapropiación del trabajo,
Kollaps der Modernisierung', se haya convertido en una suerte ahora estián disponibles.
debest-seller en Brasil. Ni que en Sudáfrica la introducción de
"fabbers", proyectada por Bergmann, haya sido acogida con
interés por eI CNA'.
Claro está que la utopía que comparto desde hace mucho
tiempo con Bergmann, la de la autoproducción comunal coo-
perativa, no puede realizarse de inmediato a gran escala. Pero
a partir de su aplicación en algún punto del globq tendrá eI
valor de una experimentación social ejemplar: nos propondrá
una met4 ya no partiendo de miserables parches realizables
enlo inmediato, sino partiendo de la posibilidad de un mundo
radicalmente diferente, y ya disponemos de los medios para
quererlo realmente. Contribuirá a cambiar nuestra mirada
sobre lo que es al ilustrar aquello que puede ser; ayudará a

Robert Kurz, D er Kollaps der Modernisierung. Vom Zusammenbruch dm Kasernenso-


zinlismus zur Krise der Weltiikanomie,Leipzig,Reclam,1994. Véase en particular
pp.310-314, donde aborda la necesaria desmonetarización, la imposibilidad de
que la reproducción individual dependa de la ocupación de unempleo sometido
a los imperativos abstractos de la economía empresarial, las cooperativas
comunales de autoproducción y la (auto)organización internacional de flujos
de recursos alejados de la lógica del dinero y la mercancía.
ANC, por sus siglas en inglés: Congreso Nacional Af¡icano. [N. del T.]
6

RIQUEZA SIN VALOR, VALOR SIN RIQUEZA

Al igual que muchas ottos países, Brasil sufre en extremo el problerna


de la desocupación. Una de las soluciones mds difundidas y defen-
didas por los gobiernos, políticos y economistas es retomar el creci-
miento. Ahorabien, usted dice que eso es insuficiente. ¿For qué?

En primer lugaf, debemos preguntamos: ¿qué crecimiento nece-


sitamos? ¿Qué es 1o que nos falta y que el crecimiento debería
proporcionarnos? Pero esas preguntas rurnca se plantean.
Los economistas, los gobiernos, los hombres de negocios
reclaman el crecimienfo en sÍ mismo, sin definir jamás su
finalidad. El contenido del crecimiento no interesa a los que

Entrevista realizada por Sonia Montaño y publicad,ae¡Cadernos IHV ldeias, n" 31,
San Pablo, Unisinos, 2005.
IO4 I ANDRE GORZ
ECoLóctcA I 105

deciden. Lo que les interesa es el aumento del PIB, es decir, el propietarios expulsan a 100.000 familias de sus tierras y hacen
aumento de la cantidad de dinero intercarnbiado, de la canti- que esas tierras produzcan cultivos comerciales destinados a
dad de mercancías compradas y vendidas en el curso de un la exportación, eI PIB aumenta con el monto de esas exporta-
año, sean cuales fueren esas mercancías. Nada garantiza ciones y con los salarios miserables pagados a los agricultores.
que el crecimiento del PIB aumente Ia disponibilidad de los El PIB no conoce ni mide las riquezas, excepto que ten-
productos que necesita la población. En los hechos, ese cre- gan forma de mercancías. Só1o reconoce como trabajo pro-
cimiento responde, enprimer lugar, a una necesidad del capi- ductivo el trabajo vendido a una empresa que saca un bene-
taf no a las necesidades de la población. Muchas veces, crea ficio de éf o, dicho de otra manera, que puede revender con
más pobres y más pobreza, trae con frecuencia beneficios a beneficio el producto de ese trabajo. Só1o es productivo, desde
una minoría en detrimento de la mayoría yt er.vez de mejo- el punto de vista del capital, el trabajo que produce un exce-
rar la calidad de vida y del medio ambiente, la deteriora. dente -un "sobrevalof"- capaz de aumentar el capital.
¿Cuáes son las riquezas y los recursos que faltan con más En los países en que la gran mayoría de la población es
frecuencia a la población? En primerlugar, una alimentación pobre, son pocas las personas a las que se les puede vender
sana y equilibrada; aryapotable debuena calidad; aire puro, conbeneficio. El desarrollo de una economía de mercado, crea-
luz y espacio; una vivienda salubre y agradable. Pero la evo- dora de empleos, sólo puede iniciarse donde existe un poder
lución del PIB no mide nada de eso. Tomemos un ejemplo: político capaz de inscribir sus iniciativas y promociones públi-
una aldea hace un pozo y toda la gente puede extraer agua de cas en una estrategia de exportaciones y de desarrollo. Ese
allí. El agua es unbien comúry y elpozo, el producto de un poder existía sobre todo en Japón y en Corea del Sur. Pero hay
trabajo común. Es la fuente de una mayor riqrczade la comu- que recordar también que el desarrollo del capitalismo indus-
nidad. Pero no aumenta el PIB, pues no da lugar a intercam- trial de estos países tuvo lugar antes de la mundialización neo-
bios de dinero:no se compra nada ni se vende nada. Pero si liberal, antes de la revolución microinformática, en una época
un emprendedor privado cava el pozo y se lo apropia, para marcada por el crecimiento sostenido de las economías del
exigirle a cada aldeano que pague el agua que extrae, eI PIB Norte. Los mercados de los países ricos se encontraban en
aumentará con los recibos cobrados por el propietario. expansióry sus economías importaban mano de obra extran-
Tomemos de nuevo el ejemplo de los campesinos sin tie- jera, y primero las industrias japonesas, luego las coreanas,
rra. Si se distribuyeran tierras improductivas a 100.000 fami- podían hacerse un lugar sin grandes dificultades en los mer-
lias, en las que produjeran 1o necesario para su subsistencia, el cados europeos y norteamericanos, con la condición de esco-
PIB no cambiaría. Thmpoco cambia si esas familias reparten ger bien su estrategia de industrialización.
sus tareas de interés general, intercambian productos y servi- Ahorabieru a partir de fines de los años setenta,las condi-
cios sobre una base mutualista y cooperativa. En cambig si 100 ciones cambiaron profundamente. Las exportaciones a los paí-
106 I ANDRÉ GORZ ECoLÓGICA I 107

ses ricos ya no podían ser el principal motor de crecimiento de Si examinamos el "milagro chino", constataremos que
las economías del Su¡, debido a una serie de razones. En primer China no es una excepción alrespecto. La infraestructura
lugaÍ, los mercados del Norte ya no están en una etapa de fuerte logística y los servicios están atrasados en relación con las
expansión. Luego la mundialización neoliberal ya no permite necesidades de la industria. Cuellos de botella en materia de
que los llamados "países emergentes" protejan sus industrias agu4 energía y espacio, en particula¡, frenan o bloquean el
domésticas y su agriculfura frente a la competencia de los paí- crecimiento; el desempleo aumenta de manera dramática,
ses del Norte. Al abrirse a éstos para atraer inversiones extran- pues la industrialización arruinó los talleres rurales de pro-
jeras, cayeron en una temible trampa. Las importaciones pro- ducciór¡ que hacían vivir a más de 100 millones de obreros,
venientes delNorte fueronla ruinapara millones de pequeñas y la concentración agraria empuja a más de otros 100 millo-
empresas semiartesanales y crearon industrias que proporcio- nes al exilio. La tasa de desempleo en las ciudades es esti-
naron relativamente pocos empleos e impusieron al país costos mada por la OIT en torno al20% y tiende a aumentar rápi-
muy pesados, supuestamente de modemizactón. En efecto, la damente. En efecto, las producciones chinas sólo pueden
era de las industrias de mano de obra llega a su fin. Los bajos igualar en calidad a las producciones del Norte si el recurso
salarios de los países del Sur ya no bastan para asegurarles par- a una mano de obra abundante y barata cede más lugar a la
tes del mercado. Prácticamente toda producción industrial ahora informatización 7r ala automatizacióry más baratos en tra-
exige una fuerte intensidad de capital, por 1o tantg fuertes inver- bajo y en energía, pero con una mayor intensidad de capital.
siones: y la amort,zacióru la remuneración y la continua nivela- En China, como en India y Occidente, el modelo de creci-
ción de capital técnico fijo pesan mucho más en los precios de miento posfordista eruiquece a cerca del20% de la población,
fábnca que en los costos de mano de obra. Esta mano de obra pero engendra, alrededor de los enclaves postindustriales
relativamente poco importante debe tener un nivel de produc- hipermodernos, vastas zonas de miseria y de abandono,
tiüdad muy elevado, puesto que del sobrevalor que produce donde se desarrollan la criminalidad organizada y las gue-
depende la rentabilidad de la inversión. Por últimg la compe- rras entre sectas y religiones.
titividad de las industrias depende, mucho más fuertemente El "crecimiento" no permite salir de la trampa de la
que en el pasadq de una infraestructura logística muy onerosa: modemizaciónneoliberal, amenos que se defina, a partir de
vías de comunicacióru redes de transporte, energía y telecomu- parámetros fundamentalmente diferentes, lo que debe crecex,
nicacióru administraciones y servicios públicos eficaces, centros o se4 a menos que se defina una economía totalmente dife-
de investigación y de formación; en surna de 1o que Marx 11a- rente. El informe del PNUD sobre el "desarrollo humano"
maba (en francés) "lesfauxfrais" (los costos falsos) de la econo- esbozó una redefinición de ese tipo enl996.Al agregar a los
mía. "Costos falsos", cuyo financiamiento debe provenir de "indicadores" habituales de riquez4 el estado de salud de la
retenciones al sobrevalor producido por la industria. población, su esperanza de vida, su tasa de aLfabeízación,la
108 I ANDRÉ GORZ ECoLÓGICA I 109

calidad del medio ambiente y el grado de cohesión social, uno Por consiguiente, para el capitalismo, el crecimiento es
de los Estados más pobres del planet4 por su PIB, el de Kerala una necesidad sistémica totalmente independiente de, e indi-
en la lndia, reveló ser uno de los más ricos. ferente 4la realidad material de 1o que crece. Responde a una
Voy a intentar resumir brevemente las razones de esta necesidad del capital. Conduce a ese desarrollo paradojal que
paradoja. En una economía en que las empresas intentan per- hace que, en los países de PIB más elevado, se viva cadavez
manentemente quitarse unas a otras partes del mercadq cada peol, consumiendo cada vez más mercancÍas.
una intenta bajar sus costos reduciendo la cantidad de trabajo
que emplea:busca aumentar su productiüdad. Supongamos
que, enunmomento dado,laproductividad se duplica. Hace Sobre labase de un contexto histórico (uns relectura "arendtiana"
falta, entonces, la mitad de trabajo para producir el mismo del "trabajo" entre los griegos), usted llega a distinguir las catego-
volumen de mercancías. Pero elaalor de este mismo volumen rías de "empleo" y "trabajo". ¿Cudl es la importancia de esta dis-
tenderá también a disminuir a la mitad, y -a tasas de explo- tinción y cudles son sus consecuencias?
tación constante- el volumen del beneficio tenderá a bajar en
la misma proporción. Pues sólo el trabajo vivo es capaz de El trabajO tal como nosotros lo entendemos, no es una cate-
crear valor; y sobre todo, solamente la fuerzadel trabajo vivo goría antropológica. Es un concepto inventado a fines del siglo
es capaz de crear un valor mayor que el suyo propio, o sea/ XUII. HarurahArendt recuerda gue, en Grecia antigua, el tra-
rm sobrevalor'. Ésta es la fuente delbeneficio. Para que el volu- bajo designaba las actividades necesarias para la vida. Esas
men del beneficio no disminuya, será preciso o bien que la actividades carecían de dignidad o de nobleza: eran necesi-
empresa, a producción constante, haya duplicado las tasas de dades. Trabajar era someterse a la necesidad, y ese someti-
explotacióry o bien que haya conseguido, a una tasa de explo- miento volvía al individuo indigno de participar como ciuda-
tación constante, duplicar su producción. En la práctica, busca dano en la vida pública. El trabajo estaba reservado a los
combinaq, según la coyuntura la intensificación de la explo- esclavos y a las mu;'eres. Era considerado como lo contrario de
tación y el aumento de la producción. la libertad. Estaba confinado a la esfera privad4 doméstica.
En el siglo XVIII comienza a tomar cuerpo una concep-
ción diferente. Se empieza a comprender el trabajo como una
actividad que transforma y domina la naturaleza, Íro como
1 El sobrevalor (llamado otrora "plusvalía", contracción del inglés surplus oalue) es
eI valor de Ia producción que un foabajador realiza por añadidura de sus propias
una actividad que se somete solamente a e1la. Por lo demás,
necesidades y de las de su familia. Es un excedente económico (economic sur- la eliminación progresiva de las industrias domésticas -en
plus, *gúnlaterminología de Paul Baran). La proporción de sobrevalor en el total
particula4, de los tejedores- por las manufacfuras, muestra al
del valor producido por un trabajador es la tasa de sobrevalor (tasa de plusva-
lía) que mide la tasa de explotación. trabajo como una actividad social, socialmente determinada
I1O I ANDRE GORZ ECoLócrcA r 11i

y dividida. El capitalismo manufacturero exige una mano de que taf como formando parte de su vida; es más bien el sacrificio

obra que le proporcione trabajo sin calificación ni calidad, tra- de esa vida. Es r¡na mercanda que adjudica a un tercero. Es por eso

bajo simple, repetitivo, que cualquiera debe poder hace6, inclu- que el producto de su actividad no es la meta de esa actiüdad.

yendo a los niños. Así nace esa clase social sin calidad, el pro-
letariado, que proporciona "trabaio sin más", "trabajo sin La primera meta de esta actividad es la de "gananse la vida',,
añadidos". Cada proletario se caracteríza Por ser intercam- ganar un salario. Por el salario que1o remuner4 el trabajo se ins-

biable por cualquier otro. El trabajo proletario Pasa por ser cribe como actit¡idad social eneltejido de intercambios sociales
totalmente impersonal e indiferenciado. Adam Smith ve en de mercancías que estructuran a Ia sociedad, y el trabajador es
eIlo Ia sustancia común a todas las mercancías, una sustancia reconocido como trabajador social perteneciente a esa sociedad.
cuantificable y mensurable, cuya calidad cristalizada en eI Pero el aspecto más importante, desde el punto de vista
producto determina ss oslor. de la sociedad, el que justifica que se hable de sociedad capi-
Poco tiempo después, Hegel da al trabajo en sí un sentido talist4 sigue estando en otro lugar: el trabajo tratado como
más amplio: no es el simple gasto de enetgía, sino la activi- una mercancía, el empleo, vuelve al trabajo estructuralmente
dad por la cual los hombres inscriben su espíritu en la mate- homogéneo al capital.De la misma forma que la meta determi-
riay, alprincipio sin saberlo, transforman y producen el nante del capitalismo no es el producto que la empresa pone
mundo. Entre el trabajo que, en un sentido económico, es una en el mercado sino el beneficio que su venta permitirá reali-
mercancía como cualquier otra cristalizada en las mercancías, zar,lameta determinante del asalariado no es lo que produce
y el trabajo en sentido filosófico, que es exteriorizacióny obje- sino el salario que su actividad productiva le proporciona.Tra-
tivación de sí la contradicción acaba por volverse evidente. bajo y capital son fundamentalmente úmplices por su antagonismo,
El trabajo tal como 1o comprende el capitalismo, es la nega- en cuanto que " ganar dinero" es la meta determinante para ambos.

ción del trabajo tal como 1o comprende la filosofía su alie- Alos ojos del capitaf la naturaleza de la producción importa
nación: el capitalismo determina el trabajo como algo extran- menos que su rentabilidad; a los ojos del trabajado¡, importa
jero (alienus), que no puede ser para y por sí mismo. menos que los empleos que genera y los salarios que distri-
Marx formulaba esto de la siguiente manera (kabaio, sala- buye. Para ambos,lo que se produce importa poco, siempre
rio y capital,1849): por r-rn lado, "el trabajo es la actividad vital que rinda. Ambos estáry conscientemente o no, al servicio de
propia del trabajadol, la expresión personal de su vida". la v alorización del capital.
Es por eso que el movimiento obrero y el sindicalismo son
Pero vende est a actiuidnd vitala un tercero Para asegutarse los medios anticapitalistas sólo si cuestionan, no sólo el nivel de los sala-
necesariwparasu existencia, demodo tal que su actiüdad ütal sea ape- rios y las condiciones de trabajo sino las finalidades de la pro-
nas el único rued¡o de subsistencia... No considera al habajo en tanto duccióny la forma mercancía del trabajo que la realua.
112 I ANDRE GORZ ECoLócrcA I 113

ras y de las mutualidades, de los círculos de cultura obrera,


¿De qué rnanera el trabajo se sitúa en labase de la crisis ecológica?
de la unidad y la pertenencia de clase.
El trabajo asalariado no es únicamente el medio que tiene el Las luchas obreras, en ese estadio, conducidas principal-
capital para crecer; por sus modalidades y su otgarización, mente en nombre del derecho a la üd4 exigen un s alaio sufi-
es también un medio para dominar al trabajador. Éste está ciente para cubrir las necesidades de los trabajadores y de sus

despojado de sus medios de trabajo de la meta y del producto familias. Esta norma delo suficienfe tiene tanta pregnancia que
de su trabajo, de la posibilidad de determinar su naturaleza, los obreros especializados dejan de trabajar una vez que gana-
su jomada laboral, su ritmo. La única meta a su alcance es el ronbastante como para vivir según sus costumbres, y que
dinero del salario y 1o que puede comPrar. El trabajo-mer- los obreros que cobran por rendimiento no pueden ser obli-
cancía engendra al puro consumidor de mercancías. El tra- gados a trabajar diez o doce horas al día si no es disminuyendo
bajador dominado engendra al consumidor dominado que su salario hora.
no produce nada de 1o que necesita. El obrero productor es Pero a partir de 1920 en Estados Unidos y de 1948 en
sustituido por el trabajador consumidor. Obligado a vender Europa occidentaf las necesidades primarias ofrecen al capi-
todo su tiempo, a vender su üd4 percibe al dinero como aque- talismo un mercado demasiado pequeño como para absorber
11o con 1o que puede comPrar todo de manera simbólica. Si el volumen de mercancías que éste es capaz de producir. La
a ello le agregamos que la duración del trabajo las condicio- economía no puede seguir creciendo, los capitales acumula-
nes habitacionales y el ambiente urbano son otros tantos obs- dos no pueden valorizarse y los beneficios no pueden rein-
táculos para Ia expansión de las facultades individuales y de vertirse, a menos que la producción de lo superfluo supere,
las relaciones sociales o para la posibilidad de disfrutar del cadavez más,la producción de lo necesario. El capitalismo
tiempo de no-trabajo, se comPrende que el trabajadoq, redu- necesita de consumidores cuyas compras estén cada vez menos

cido a una mercancía no sueñe sino con mercancías. motivadas por las necesidndes comunes a todos y, cadavezmás,
La dominación que el capital ejerce sobre los trabajado- por los deseos indizsiduales diferenciados. El capitalismo precisa
reg al obligarlos a comprar todo 1o que necesitan, choca en un producirunnuevo tipo de consumido4, unnuevo tipo deindi-
primer momento con su resistencia. Sus compras se dirigen viduo: un individuo gue, por sus consumos, por sus adquisi-
esencialmente a productos de primera necesidad, sus con- ciones, quiera destacarse de la norma comúry distinguirse de
sumos están dirigidos por sus necesidades vitales, sus sala- los demás y afirmarse como "fluerade 1o común".
rios les aseguran apenas Ia supervivencia. Só1o pueden resis- El interés económico de los capitalistas coincide maraü-
tir a su explotación por acciones e iniciativas colectivas y si se llosamente con su interés político. La individualizaciónyla
unen en la lucha a parür delas necesidades queles son comunes. diferenciación de los consumidores permiten, al mismo tiempo,
Es la épocaheroica del sindicalismo, de las cooperativas obre- ampliar los mercados de la industria y minar la cohesión y
114 I ANDRÉ GORZ ECoLócrcA r 1rs

la conciencia de clase de los trabajadores. Deben inducir en minuye elbeneficio en lo inmediato. La expansión continua
ellos comportamientosy aspiraciones cercanos alos de la "dase de la producción industrial conlleva, por ende, una depreda-
media". Uno de los primeros en haber buscado metódica- ción acelerada de los recursos nafurales. Por la necesidad de
mente esa transformación de la clase obrera fue Henry Ford. expansión ilimitada del capital, se busca abolir la naturaleza
En sus fábicas,las cadenas de montaje exigían un trabajo y los recursos naturales para reemplazarlos por productos
repetitivo, embrutecedol, sin dignidad, pero los obreros no fabricados, vendidos con beneficio. Un ejemplo elocuente al
calificados recibían salarios envidiables. Lo que perdían en el respecto son las semillas genéticamente modificadas que
plano de la dignidad profesional, se suponía que 1o ganaban empresas gigantes se esfuerzan por imponer en el mundo
en el plano del consumo. El consumo por necesidad era sus- entero. Apuntan a suprimir tanto la reproducción nafural de
tifuido, al menos en parte, por el "consumo compensador". ciertas especies vegetales como esas mismas especies, la agn-
El período llamado "fordistd', que duró, con altibajos, de cultura y los cultivos alimenticios, en una palabr4 la posibi-
1948 a1973,logró combinar la progresión de los salarios, de lidad de que los hombres produzcan ellos mismos sus ali-
las prestaciones sociales, del gasto público y, sobre todo, de la mentos. Los trabajadores y sus organizaciones, es deci4 el
producción y del empleo. El cuasi pleno empleo se basaba en "fiabqo-metcancía", son corresponsables de esta depreda-
un crecimiento de la producción más elevado que el aumento ción y destrucción en la medida en que defiendan el empleo
de la productiüdad del trabajo es deci¡, superior al4% anual. a cualquier precio en el contexto existente y combatary con
En Ia medida en que aportaba la seguridad del empleo y la este firy todo lo que disminuye de inmediato el crecimiento
seguridad social, la expansión de la economía formaba económico y la rentabilidad financiera de las inversiones.
parte del interés inmediato de la clase obrera. Con excep- Lo que Marx escribía hace 140 años en el primer libro de
ción de una izquierda sindical minoritaria, el movimiento El capital es de sorprendente actualidad:
obrero no criticaba la naturaleza y la orientacién de esta expan-
sióry sino que más bien reclamaba su aceleración. En la agricultura modema, tanto como en la industria de las ciu-

Ahora bien,la expansión sostenida de la producción dade¿ el crecimiento de la productiüdad y el rendimiento supe-

implic4 enun régimen capitalist4 una aceleración de la rota- rior del trabajo se adquieren al precio de la destrucción y del
ción y de la acumulación del capital. El capital fijo (invertido estancamiento de la fuerza de trabajo. Por lo demás, cada pro-
en las instalaciones materiales) debe ser rápidamente rentabi- greso de la agricultura capitalista es un progreso no solamente

lizadoy amortizado, a fin de que los beneficios puedan ser en el arte de explotar al tuabajado¡, sino también en el arte de des-

reinvertidos en la ampliación de los medios de producción. pojar los suelos; cada progreso en el arte de aumentar su fertili-
Desde un punto de vista ecológico, la aceleración de la dad por un tiempo determinado es un progreso en la ruina de

rotación del capital conduce a la exclusión de todo 1o que dis- sus fuentes durables de fertilidad. Cuanto más se desarrolla tm
116 I ANDRE GORZ ECOLÓGICA I i17

país en base a la gran industria, como por ejemplo los Estados el principal costo de producción. La composición orgiínica del
Unidos de América del Nortg más rápidamente se cumple ese capital (es decif, la relación enke capital fijo y capital circulante)
proceso de destrucción. La producción capitalista, por lo tanto, aumentó rápidamente. El capital se convirtió en el factor de pro-
sólo desarrolla la técnica y la combinación del proceso de pro- ducción preponderante. La remuneración, la reproducción y la
ducción social agotando al mismo tiempo las dos fuentes de innovación técnica continua del capital fijo material requerían
donde surge toda riqueza: la tierra y el trabajador. medios financieros muy superiores al costo del trabajo. En la
actualidad, este último suele ser inferior all1% del costo total.
El reparto entre capital y trabajo del "valor" producido por las
Usted demostró que, en nuestra sociedad, el granprobleffia actual empresas se inclina cadavez más fuertemente en favor del pri-
ya no es el de la producción sino el de la distribución. ¿De dÓnde pro- mero. Éste es cadavezmenos propenso a ceder a las exigencias
aiene este cambio y cudles son sus propuestas para hacer frente a este de las organizaciones obreras o a negociar acuerdos con ellas. Su
nueao desffi? ¿La independencia entre el trabajo y la remunera- primera preocupación es que su preponderancia en el seno del
ción ldea que usted defiende-podría encontrarse en ese cambio? proceso de producción le permita imponer su ley. En una pala-
br4 busca el medio de liberarse de las legislaciones sociales y de
La respuesta es bastante simple: cuando la sociedad produce los convenios colectivos, considerados como suplicios insopor-
cadavez más riqueza con menos trabajo, ¿cómo hacer que tables en un contexto en que el primer imperativo es la "com-
la remuneración de cada persona dependa de la cantidad de petitividad" en los mercados mundiales. La globñzación neo-
trabajo que presta? Esta cuestión se volvió cadavez más pun- Iiberal exige que las leyes sociales, que las sociedades se habían
zante tras el pasaje al posfordismo. La "revolución informa- concedido, sean abolidas por las leyes del mercadg de las que
cional" que/ en un primer momento se llamó "revolución nadie puede ser considerado responsable. Además, he aquíel
microelectr óflica", permitió ahorros gigantescos de jornadas objetivo tácito por el que se promoviólaglobalización. Debía
laborales en la producción material, la gestiórL las comunica- permitir al capital romper el peso supuestamente excesivo que
ciones, el comercio mayorista y el conjunto de las actividades habían adquirido las organizaciones obreras durante el período
administrativas. En un primer momento (de1975 a 1985), las fordista. Los asalariados estaban obligados a elegir entre el dete-
izquierdas sindical y política intentaron imponer políticas de rioro de sus condiciones de trabajo y la desocupación.
redistribución del trabajo y de las remuneraciones según la En realidad,la globalización provocó la desocupación y
diüsa: "Trabajalr menos para que trabajentodos, y üvir mejor". el deterioro de las condiciones de trabajo al mismo tiempo. El
Fracasaron, y es necesario comprender la razón. empleo estable, de jornada y salario completos, se volvió un
Con la informatización y la automatización, el trabajo dejó privilegio, reservado, en las cien empresas norteamericanas
de ser la principal fuerza productiva y los salarios dejaron de ser más grandes, alL0% del personal. El trabajo precario, dis-
118 I ANDRÉ GORZ ECoLócrcA r 119

continuo, de media jornada y en horarios "flexibles" tiende a cribe en una estrategia de dominación: hay que incitar a los
convertirse en la regla. trabajadores a pelearse por los muy escasos empleos, a
De este modo,la "sociedad salarial" entró en crisis. El aceptarlos a cualquier condición, a considerarlos como intrÍn-
empleo tenía en ella múltiples funciones. Era el principal medio secamente deseables. Y hay que impedir que trabajadores y
de distribución de lariqrcza socialmente producida; daba desocupados se un¿Ln para exigir otro reparto del trabajo y de
acceso a la ciudadanía social, es decil a las diversas presta- lariqueza socialmente producida. Por todas partes, se invo-
ciones del Estado de bienestar, financiadas por la redistribu- can las virfudes del neoliberalismo norteamericano que, pro-
ción parcial de las remuneraciones del trabajo y las del capi- longando la duración del trabajo, disminuyendo los salarios,
tal.Garanizaba cierto tipo de integracióny de pertenencia a reduciendo los impuestos de los ricos y de las empresas, pri-
una sociedad fundada sobre el trabajo y la mercancía; debía vatizando los servicios públicos y amputando drásticamente
se{, por principio, accesible a todos. El "derecho altrabajo" las indemnizaciones de los desempleados, obfuvo un creci-
había sido inscrito en Ia mayoría de las Constituciones como miento económico más fuerte que el de la mayoría de las
un derecho político, de ciudadanía. Por 1o tanto, toda la socie- demás naciones delNorte y consiguió ffearunmayornúmero
dad se desintegra con la precarización y la "flexíbilización" de empleos. ¿Acaso esa era la prueba de que la contracción
del empleo, con el desmantelamiento del Estado de bienestax, del volumen de los salarios distribuidos, el empobrecimiento
sin que todavía ninguna otra sociedad ni ninguna otra pers- de la gran masa de los ciudadanos, el enriquecimiento espec-
pectiva ocupe el lugar del orden que se desmorona. tacular de los más ricos'no obstaculizabanel crecimiento de
Por el contrario, los representantes del capital, con cruel la economí4 sino todo lo contrario?
hipocresía, siguen elogiando las virtudes de ese empleo que Pues bien, no. El secreto del crecimiento que conoció la
ellos mismos suprimen masivamente, acusando a los traba- economÍa de Estados Unidos en el transcurso de los años
jadores de costar demasiado caro y a los desocupados de ser noventa, marcados por un cuasi estancamiento de la econo-
unos perezosos y unos incapaces, responsables de su propio mía europea, reside en una política que ningún otro país
desempleo. La patronal exige un aumento de la duración puede permitirse y que, tarde o temprano, tendrá temibles
semanal y anual del trabajo, pretendiendo que "para ven- consecuencias. Como en los demás países del Norte, la
cer la desocupación hay que trabajar rr.ás", ganar menos y economía norteamericana sufre de insuficiencia de la demanda
retrasar la edad de la jubilación. Pero, al mismo üempo gran-
des empresas despiden a asalariados con 50 o más años de
2 Eneltranscursodelperíodoquevade1979a7994,e180%delosasalariadossufrió,
edad, a fin de "rejuvenecer al personal".
en Estados Unidos, redu.cciones en sus salarios, mientras que el 70lo del aumento
El elogio de las virhrdes y de la ética del trabajo en un con- de la riqueza producida gracias al crecimiento fue monopolizadg durante ese
texto de desempleo creciente y de precarización laboral se ins- mismo período, por el5/o de los norteamericanos más ricos.
120 I ANDRÉ GORZ ECoLócrcA r 121

solvente. Pero es la única capaz de paliar esta insuficiencia, baje en relación con las demás monedas. Cuando Wall Street
dejando que se acumulenlas deudas, es deci{, prácticamente, empiece a bajar de manera continua y el dólar se debilite, el
creando moneda. Para impedir que la demanda solvente dis- carácter ficticio de los créditos en dólares se hará manifiesto
minuya y que la economía no entre en recesión, el Banco y el sistema bancario mundial arnenazará con desmoro-
Central alienta a los hogares a endeudarse con sus bancos y narse como un castillo de naipes. EI capitalismo "camina al
a consumir lo que esperan ganar en el fufuro. El endeuda- borde del precipicio"'.
miento creciente de los hogares de "clase media" ha sido y Producir más y más no es pues un problema. El problema
sigue siendo el principal motor del crecimiento. A fines de es vender lo que
se produce a compradores capaces de pagarlo.
los años noventa, cada familia debía, en promedio, tanto El problema es la distribución de una producción realizada
dinero como 1o que esperaba ganar enlos quince meses siguien- cadavez más con menos trabajo y que distribuye cadavez
tes. Las familias gastabary en1999,350.000 millones de dóla- menos medios de pago, de manera irregular y no igualita-
res más de lo que ganaban; y este consumo, que no estaba ria. El problema es la creciente distancia entre la capacidad de
ligado a ningún trabajo productivo, se reflejaba en el balance producir y la capacidad de vender conbeneficiq entelariqueza
contable con un déficit de 100.000 y más tarde, en 2005, de producible y la forma mercancí4 la forma aalor qrrclanqueza
600.000 millones de dólares por año. Todo ocurría como si debe obligatoriamente revestir para poder ser producida en
Estados Unidos hubiera pedido prestado al exterior lo que el marco del sistema económico vigente.
el país prestaba en el interior: estaba financiando una deuda
con otras deudas.
Comprando en el extranjero por 500.000 millones más de 3 Véase Robert Bren¡er, "New Boom or New B:ubble?" , art. cit. Robert Kurz,
lo que vendían, Estados Unidos irngó el mundo con liquidez. probablemente el mejor teórico crítico de las transformaciones del capitalismo
Prácticamente todos los países rivalizaban por el interés de y de su crisis presente, consagra una parte importante de su último libro -Das
Weltkapital,Berlír¡ Tiamat, 2005- a la función vital que cumplen actualmente las
vender a los norteamericanos más de 1o que les compraban burbujas financieras. Éstas se forman por el inflado especulativo de activos finan-
por el "privilegio" de fiabajar pata los consumidores norte- cieros. El alza de sus cotizaciones permite a los bancos otorgar créditos cre-
cientes a los prestatarios y, por ende, sostener la economía. Según la expresión
americanos. Lejos de siquiera soñar con reclamar a Estados
de Kurz, la burbuja financiera es "una maravillosa máquina para crear moneda".
Unidos la liquidación de sus deudas, sus acreedores hacían Cadaburbuja acaba tarde o tempranopor explotar y provocar quiebras en cadena,
a menos que se infle una burbuja nueva y más grande que la anterior. A la bur-
lo contrario: devolvían a los Estados Unidos los dólares que
buja bursátil le siguió la burbuja Intemet y, con el estallido de esta última, la
éstos perdíary comprando bonos del Tesoro norteamericano acfual burbuja inmobiliaria, "Ia más grande de todos los tiempos", segúnThe
y acciones en Wall Street. Economist. En tres años, hizo aumentar el valor bursátil del sector inmobiliario
de20 a60 trillone-s de dólares. Lo que sigue, nadie puede predecirlo. Cuanto más
Esta sorprendente situación sólo puede durar mientras grande es una burbuja, mayor es la amenaza de producir un desplome del sis-
la Bolsa de Wall Street siga subiendo y mientras el dólar no tema bancario y monetario.
I22 I ANDRÉ GORZ
ECoLóctcA r 123

La solución al problema no se encuentra ni en la simple les tiene empleos precarios de bajo salario, más de urr cLrarto es
creación de medios de pago adicionales ni en la creación de zoorking poors flrya remuneración es inferior a la línea de p obrez4
una cantidad de empleos suficiente que ocupe y remunere a incluso cuando tienen dos o tres empleos".
toda la población deseosa de "trabajal' ; o sea, a escala mundiaf
cerca de un tercera parte de la población potencialmente activa Todo ocurre como si el20% de los más ricos pusier a a tra-
del planeta. bajar a su servicio a dos o tres pobres. Ahora bien, esos empleos
Erseguida mostraré que la solución consistente en aumen- no hacen aumentar la cantidad de medios de pago en circu-
tar el poder adquisitivo de la población creando medios de lación: no crean valo{, consumen valor creado en otra parte.
pagos adicionales, repartidos entre todos, no es aplicable en Su remuneración proviene de la remuneración que sus clien-
el marco del sistema achral. Pero, previamente, hace falta mos- tes exkajeron del trabajo productivq esunaremttneración secun-
trar que la creación de empleos adicionales en cantidad cuasi darin,unaredistribución secundaria de una parte de las remu-
ilimitada, tal como se hace en Estados Unidos, en particula¡, neraciones primarias. Este carácter no creador de valor de
prácticamente no crea riqueza adicional a nivel de una socie- los servicios a terceros -sólo hablo de su valor en sentido eco-
dad, aunque genere un retorno, por 1o general débil e irre- nómico, no de su valor de uso o de satisfacción- quedó per-
galar, a un gran número de activos. fectamente resumido por un importante patrón norteameri-
En efecto, cualquier empleo no es "productivo" en el sen- cano. Al término de una discusión sobre la tesis de algunos
tido que adopta ese término enuna economía capitalista. Sólo neoliberales que pretendían que el crecimiento se mantendría
es "productivo'' un trabajo que valoriza -es deciu que aumenta- si se obligaba a los desocupados a ganarse la vida vendiendo
un capitaf porque quien lo proporciona no consume la tota- flores en las esquinas de las calles, lustrando los zapatos a los
lidad del valor que tiene lo que produce. Ahora bieru los famo- transeúntes o vendiendo hamburguesas, conduyó: "No se hace
sos "yacimientos de empleos", gracias a los cuales los gobier- andaruna economía vendiéndose harnburguesas unos a otros,,.
nos esperan poder suprimir la desocupación, son en su mayoría Casi siempre, los empleos de servicio no hacen más que
empleos improductivos, en el sentido que acabo de indicar. Es transformar en prestaciones remuneradas servicios que la
el caso, en particulaq, de los servicios a terceros, que realizan gente podría intercambiar sin pagar o actividades que ella
el55% de la población activa de Estados Unidos. Según Edward misma podría asumir. La transformación en empleos de esas
Luttwak, ese actividades, en efecto, no ahorra tiempo de trabajO no hace

.-55/o delapoblación activa trabaja como vendedores/at cama-


reros/as, amas y amos de casa, empleados/as domésticos/as, 4 Edward Luttw ak, Turbo Capitallsrz. Nueva York, Harper Collins publishers, 1999
jardineros, niñeras y porteros/as de edificios, la mitad de los cua- fTurbocapitalismo, Barcelona, Críti.ca 2000].
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ganar tiempo a escala social sólo rediskibuye tiempo. El carác- Esas riquezas intírnsecas sory por ejemplo,la calidad del
ter improductivo de los servicios comprados y vendidos se medio de vida,la calidad de la educación,los lazos de soli-
refleja en este plano. daridad,las redes de ayuda y de asistencia mutua,la exten-
No hay prácticamente límite para la extensión de ese tipo sión de los saberes comunes y de los conocirnientos prácticos,
de intercambios mercantile s. En World Philosophie (París, 2000» la cultura que se refleja y se desarrolla en las interacciones de
Pierre Lévy apunta a transformar en business todos los inter- la vida cotidiana; todas estas cuestiones no pueden adquirir
carnbios sociales y todas las relaciones interpersonales: "sexua- forma de mercancía, no son intercambiables contra ningún
lidad, casamiento, procreación, salud, bellez1 identidad, cono- otro biery no tienen precio, pero cada una tiene un valor intrÍn-
cimientos, relaciones, ideas, etc., estaríamos constantemente seco. De ellas depende la calidad y el sentido de la vid4 la cali-
ocupados en hacer toda clase debusiness... La persona se con- dad de una sociedad y de una civilización. No pueden pro-
vierte en una empresa. Ya no hay familia ni nación que se sos- ducirse por encargo. No pueden producirse más que por el
tenga" . Entonceg los indiüduos se pasan el tiempo vendién- movimiento mismo de Ia vida y de las relaciones cotidianas.
dos¿ unos a otros. No sólo son todos comerciantes, sino Su producción exige tiempo no medido.
también mercancías enbusca de compradores. Se reivindica el ingreso social incondicional a fin de per-
Es necesario volver a situar la reivindicación de un ingreso mitir todas esas actividades libres no prescritas, de las que
de existencia en este contexto. Su objetivo no es Perpetuar la depende el desarrollo de las facultades y de las relaciones
sociedad del dinero y la mercancía, niel modelo de consumo humanas. La educacióry la cultura, la práctica de las artes,los
dominante de los llamados "países desarrollados". Por el con- deporteg los juegos, las relaciones afectivas, no üenen que ser-
trario, su objetivo es eximir a los desocupados y trabajadores air para algo. Son actiüdades por las cuales los hombres se pre-
precarios de la obligación de venders¿: de "liberar la activi- sentan como plenamente humanos y plantean su humanidad
dad de la dictadura del ernpleo" (" t0 liberate work form the como el sentido y la meta absoluta de su existencia. Es sólo
tqranny of the job"), según la fórmula de Frithjof Bergmann. por encima del mercndo' que dichas actiüdades también aumen-
Como se afirma en un texto de una de las agrupaciones de tan la productividad del trabajo: le permiten volverse cada
desocupados más influyentes en Francia, el ingreso de exis- vez más inteligente, inventivo, eficaz, dueño de su organi-
tencia debe "damos los medios para desarrollar actividades zacíón colectiva y de sus consecuencias externas y, por
infinitamente más enriquecedoras que las que se nos quiere tanto, austero en tiempo y recursos. El ingreso social tendrá
obligar a hacer" actividades de rcalización para los indivi-
duos, que también generan riquezas intrínsecas, imposibles
de fabricar por una empresa imposibles de comprar con sala- 5 Enfuancés, "par-dessus le marchd', expresiónfamiliar que indica "por añadidura",
rio, y cuyo valor ninguna moneda puede medir. aquíutilizada en sentido tanto literal como figurado. [N. del T.]
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este resultado con la condición de no estar previamente some- sólo puede disponer de esta fuerza a condición de no some-
tido a un encadenamiento de tareas predeterminadas, de no terla. El derecho de los hombres de existir independientemente de
ser elmedioparaaTcanzar el aumento de la productiüdad. Por ese " trabtjo" cada oez menos necesario para la economía es ahora la
el contrario,la actividad productiva debe ser uno de los medios condición de la que depende el desarrollo de la denominada "ecotxo-
de la realización humana, y no la inversa. De este modo, se mía del conocimiento" (knowledge economy) que de hecho com-
convertirá en la actividad más ahorrativa en recursos, ener- bate los fundamentos de la economía política capitalista.
gí.a y tiempo. La reivindicación de un ingreso de existencia desvincu-
Esta concepción es evidentemente contraria a la concep- lado del tiempo de trabajo y del propio trabajo no es, por con-
ción dominante de la racionalidad económica. Los rePresen- siguiente, una utopía. Por el contrario, toma en consideración
tantes del capital la combaten con intensidad. Según ellos, los eI hecho de que el"trabajo", tal como se 1o entiende desde
hombres son ante todo medios de produccióru y su educa- hace dos siglos, ya no es lafuerzaproductiva principaf y que
cióry su formacióry su cultura deben ser útiles para su función lafueruaproductiva principal el saberüvq no puede medirse
productiva. La enseñanzay la cultura deben serair para algo, con los patrones habituales de la economía, ni remunerarse
proporcionar a la economía fuerzas de trabajo adaptadas a según la cantidad de horas durante las cuales cada persona
tareas predeterminadas. 1o pone en práctica.

Los dirigentes de empresas de avanzada saben perfec- Dicho esto, no pienso que el ingreso de existencia pueda
tamente que esta concepción instrumental de la culfura se vol- introducirse gradual y pacíficamente por una reforma deci-
vió indefendible y a veces lo reconocery diciendo que 1o que dida "desde arriba" . Como lo escribía Antonnella Corsani,
cuenta en el personal que necesitan es la creatividad, la ima- "...sobre todo, no debe inscribirse enuna lógica redistributiva
ginacióry Ia inteligencia,la capacidad de desarrollar conti- sino en una lógica subversiva de superación radical de la
nuamente sus conocimientos. El tiempo pasado en el trabajo riqueza, fundada sobre el capital y eltrabajo" .La sola idea del
ya no mide su contribución a la producción. Este tiempo es ingreso de existencia marca una rupfura. Obliga a ver las cosas
muchas veces menor al tiempo que pasan fuera de su trabajo de otra manera y, ante todo, a ver la importancia de las rique-
alimentando sus capacidades cognitivas o imaginativas con zas que no pueden adquirir la forma valo4, o se4 la forma del
actividades que "no sirven para trada" , qtTe sonlarealtzación dinero y de la mercanda.
humana y que la producen plenamente a condición de no estar El ingreso de existenci4 cuando se introduzca, será una
sometidas a imperativos extraños. moneda diferente de la que hoy usamos. No tendrá las mis-
Thl es la contradicción que atraviesa hoy un capitalismo mas funciones. No podrá servir a fines de dominacióry de
que reconoce en "el conocimiento" y ettel desarrollo de las poder. Esta moneda será creada "desde abajo" y sostenida
capacidades humanas lafiierzaproductiva decisiva, y que por un mar de fondo, al mismo tiempo que por redes de
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cooperativas comunales de autoproducción (de "high-tech versal para evaluarlo. Su componente inmaterial reviste una
self-proaiding" , segúnlafórmula de Bergmann) en respuesta importancia mayor que el gasto de energia física.
a una conjunción de diferentes formas de crisis que están Lo mismo ocurre con el valor mercantil de los productos.
creciendo: crisis climática, crisis ecológic4 crisis de energía, Su sustancia material exige cada vez menos trabajo, su costo
crisis monetaria tras el desplome del sistema de crédito. es pobre y su precio tiende, por 1o tanto, abajar. Para oponerse
Todos somos argentinos en potencia. Los pasos a seguir a esa tendencia a labaja,las empresas transforman los pro-
dependen ampliamente de los grupos y de los movimien- ductos materiales en vectores de contenidos inmateriales, sim-
tos, cuyas prácticas esbozan las posibilidades de otro mundo bólicos, afectivo+ estéticos. Ya no es su utilidad práctica lo que
y 1o van preparando. cuent4 sino la deseabilidad subjetiva que estos productos con-
fieren a su propietario proporcionándole identidad, prestigio
y personalidad, o la calidad de los conocimientos de los que,
En su último libro (I- Immatériel), usted aborda el tema de la eco- se supone, son el resultado. Tenemos, entonces, una industria
nomía delo inmaterial. Según su opinión, significala crisis del capi- muy importante, la delmarketingy de la publicidad, que sólo
talismo. ¿Por qué? produce símbolos, imágenes, mensajes, estilos, modas, es decil
Si nos dirigimos hacia una "economía del conocimiento", las dimensiones inmateriales que hariín vender las mercancías
¿cómo es posible que ciertos bienes materiales sigan teniendo tantn materiales a un precio elevado y que no dejarán de innovar
importancia, como es el caso,por ejemplo, delpetróleo? ¿Y qué ocu- para que 1o que existe pase de moda y, así,lanzar novedades.
rre con la agriculturn, mds específicamente en lo que concierne a Esta también es una manera de combatir la abundancia que
los subsidios? hace bajar los precios y de producir rareza-al principio, 1o
nuevo siempre es rarG- que los hará subir. Hasta los produc-
Las expresiones "economía del conocimiento", "sociedad tos de uso cotidianoy los alimentos se comercializan segúneste
del conocirniento" Q«towledge society) circulan desde hace treinta método: por ejemplq los productos lácteos o los de limpieza.
y cinco años en la literatura anglosajona. Significan, por una El logotipo de las diferentes empresas está destinado a confe-
parte, como ya lo destaqué, que el fiabajo, prácticamente todo rir a sus productos una especificidad que los vuelve incompa-
trabajo en todos los tipos de produccióry exige del trabajador rables, no intercarnbiables por otros. Así como la importancia
capacidades imaginativas, comunicacionales, cognitivas, etc., de su componente inmaterial volvía al trabajo inmensurable
en resumery la contribución de un saber vivo que debe extraer según un patrón universal, la importancia del componente
de sí mismo. El trabajo ya no se mide solamente por el tiempo inmaterial en las mercancías las sustrae, temporalmente por 1o
que se pasa en é1. La implicación personal que exige hace menos, de la competencia dotiíndolas de cualidades simbóli-
que prácticamente ya no haya más patrón de medida uni- cas que escapan a la comparación y a la medición.
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Si examinamos las producciones que más se desarrolla- capitalizar y v alorizar los conocimientos, la empresa capita-
ron en los últimos veinte o treinta años, también allí consta- lista debe privatizarlos, hacer escaso, apropiarse y patentar
taremos el predominio de las mercancías inmateriales: en espe- lo que es potencialmente abundante y grafuito. Y tanto esta
cial, la músic4 la imagen (fotografía üdeociámar4 televisores, prívaizaciÓri como este enrarecimiento tienen un costo muy
vidmgrabadoras, luego DVD) la comunicación (telefonía móüL elevado, pues hace falta proteger el monopolio temporario
úrtemet). Lo material no es más que el vector de 1o inmateriaf que adquiere la empresa contra conocimientos equivalen-
sólo tiene valor de uso gracias a este último. Es principalmente tes y nuevos, contra las imitaciones y reinvenciones, blo-
el consumo inmaterial lo que permitió a Ia economía capita- queando el mercado contra eventuales competidores
lista seguir funcionando y crecer. mediante campañas de marketing y con innovaciones que
Tenemos, por 1o tanto, una situación en Ia que las tres ganan de mano a los evenfuales competidores.
categorías fundamentales de la economía política: el trabajo, Los conocimientos no son mercancías como las demás,
el valor y el capital, ya no son mensurables según un patrón y su valor comercial, monetario, es siempre una construc-
común. Hace unos treinta años, el capitalismo quiso suPerar ción artificial. Tratarlos como "capltalinmaterial" y cotrzar-
la crisis del régimen fordista lanz¿índose a una economía del los en Bolsa, implica siempre asignar un valor ficticio a lo
conocimiento, es deciq, capitalizando el conocirniento y el que no tiene valor mensurable. ¿Cuánto vale, por ejemplo,
saber vivo. Al hacer esto, se crearon nuevos problemas que el capital de Coca Col4 de Nike o de McDonald's, es deciq,
no tienen solución en el marco de dicho sistema. Pues empresas que no poseen capital material sino sólo unknow
transformar el saber üvo en "capital humano" no es un asunto horn,unaotgatización comercial y un nombre de marca afa-
sencillo. Las empresas son incapaces de producir y de acu- mado? ¿Curínto vale induso Microsoft? La respuesta depende
mular "capitalhumano" e incapaces también de garantizar esencialmente de la estimaciónbursátil de las rentas de mono-
duraderamente su control. La inteligencia viva, convertida polio que esas empresas esperan obtener. Se dice que el des-
enfuerza productiva principal, amenaza siempre con esca- plome del Nasdaq en 200L empobreció al mundo en unos
par a su influencia. Los conocimientos formalizados y for- 4 billones de dólares. Pero éstos no tuvieron más que una
malizables, por otra parte, traducibles en softraares, pueden existencia ficticia. Si el desplome de los "valores inmateria-
reproducirse en cantidades ilimitadas por un costo despre- les" demostró algo, es esencialmente la dificultad intrÍnseca
ciable. Por lo tanto, son bienes potencialmente abundantes y que surge de querer que el capital inmaterial funcione como
cuya abundancia hará que el valor de cambio tienda a cero. un capital, y que la economía del conocimiento funcione
Una verdadera economía del conocimiento sería, entonces, como un capitalismo.
una economía de la grafuidad y del reparto que trataría los La ausencia de un patrón de medida comúnpara el cono-
conocimientos como unbien común de la humanidad. Para cimiento, el trabajo inmaterial y el capitaf la caída del valor
132 I ANDRÉ GORZ

de los productos materiales y el aumento artificial del valor


írurcr
de cambio de lo inmaterial vuelven obsoletos los instrumen-
tos de medida macroeconómicos. La creación deriquezaya
no se deja medir en términos monetarios. Los fundamentos
de la economía política se desploman. En este sentido, la eco-
nomía del conocimiento es Ia crisis del capitalismo. No es
casual que desdehace algunos años vengan apareciendo obras
filosóficas y económicas que insisten en la necesidad de rede-
finir la riqueza. En el corazón del capitalismo, se esboza otra
economí4 que inüerte la relación entre producción de rique-
zas mercantiles y producción de nquezahumana.
Introducción
La ecología polític4 una ética de la liberación

t.
La salida del capitalismo ya empezó 2'1.

2.
La ecología política entre expertocracia y autolimitación 35

3.
La ideología social del coche 59

4.
Crecimiento destructivo y decrecimiento productivo 73

5.
Crisis mundiaf decrecimiento y salida del capitalismo 89

6.
Riqueza sin valo1, valor sin riqueza L03
zF
cc 0-fr
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EI
co::
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u^U;
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