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Cálculo I - Artemio González López PDF
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0. Preliminares 1
1. La recta real 4
1.1. Concepto de cuerpo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
1.2. Consecuencias de los axiomas de cuerpo . . . . . . . . . . . . 5
1.2.1. Potencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
1.3. Cuerpos ordenados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
1.4. Consecuencias de los axiomas de orden . . . . . . . . . . . . . 8
1.4.1. Relaciones entre ≤ y · . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
1.4.2. Otras consecuencias de los axiomas de orden . . . . . 10
1.5. Valor absoluto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
1.5.1. Máximo y mı́nimo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
1.6. Axioma del supremo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
1.7. Consecuencias del axioma del supremo . . . . . . . . . . . . . 15
1.7.1. La propiedad arquimediana de los números reales . . . 16
1.7.2. Intervalos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
1.7.3. Existencia de raı́ces n-ésimas . . . . . . . . . . . . . . 18
1.8. Potencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
3. Lı́mites y continuidad 40
3.1. Lı́mites . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
3.1.1. Lı́mites infinitos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
3.1.2. Lı́mites laterales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
i
ÍNDICE GENERAL ii
4. Derivación 61
4.1. Definición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
4.2. Cálculo de derivadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
4.2.1. Regla de la cadena . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
4.2.2. Derivadas de orden superior . . . . . . . . . . . . . . . 71
4.2.3. Derivada de la función inversa . . . . . . . . . . . . . 72
4.3. Teoremas de Rolle y del valor medio . . . . . . . . . . . . . . 76
4.3.1. Crecimiento, decrecimiento y extremos locales . . . . . 76
4.3.2. Teorema de Rolle . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
4.3.3. Teorema del valor medio . . . . . . . . . . . . . . . . . 80
4.4. Extremos locales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
4.5. Reglas de L’Hospital . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
4.6. Convexidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86
5. Integración 95
5.1. Preliminares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
5.2. Propiedades de la integral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103
5.3. Continuidad e integrabilidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 108
5.4. El teorema fundamental del Cálculo . . . . . . . . . . . . . . 111
5.5. Cálculo de primitivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 114
5.5.1. Integración por partes . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116
5.5.2. Cambio de variable . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118
5.5.3. Integración de funciones racionales . . . . . . . . . . . 120
5.5.4. Integrales reducibles a integrales de funciones racionales122
5.6. Integrales impropias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126
5.6.1. Integrales impropias de primera especie . . . . . . . . 126
5.6.2. Integrales impropias de segunda especie . . . . . . . . 132
5.6.3. Integrales impropias de tercera especie . . . . . . . . . 134
5.7. Aplicaciones de la integral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135
5.7.1. Área limitada por la gráfica de una función . . . . . . 135
5.7.2. Longitud de un arco de curva . . . . . . . . . . . . . . 136
5.7.3. Volumen y área de un sólido de revolución . . . . . . . 138
ÍNDICE GENERAL iii
Preliminares
A ⊂ B ⇐⇒ (x ∈ A ⇒ x ∈ B).
A = B ⇐⇒ (x ∈ A ⇔ x ∈ B).
P(A) = {B : B ⊂ A} .
1
CAPÍTULO 0. PRELIMINARES 2
A ∩ B = {x : x ∈ A y x ∈ B} , A ∪ B = {x : x ∈ A ó x ∈ B} .
A − B = {x ∈ A : x ∈
/ B} = A ∩ {x : x ∈
/ B} .
ii) A ∩ B = A ⇐⇒ A ⊂ B
iii) A ∩ ∅ = ∅
iv) A ∪ B = B ∪ A, (A ∪ B) ∪ C = A ∪ (B ∪ C)
v) A ∪ B = A ⇐⇒ B ⊂ A
vi) A ∪ ∅ = A
vii) A ⊂ B =⇒ A ∩ C ⊂ B ∩ C, A ⊂ C, B ⊂ C =⇒ A ∪ B ⊂ C
La unión y la intersección verifican además las siguientes propiedades dis-
tributivas:
i) A ∩ (B ∪ C) = (A ∩ B) ∪ (A ∩ C)
ii) A ∪ (B ∩ C) = (A ∪ B) ∩ (A ∪ C)
Demostremos, por ejemplo, la primera de estas igualdades. En virtud
de la definición de igualdad de dos conjuntos, basta probar que el miembro
izquierdo está contenido en el miembro derecho y viceversa.
En primer lugar,
B, C ⊂ B ∪ C =⇒ A ∩ B ⊂ A ∩ (B ∪ C), A ∩ C ⊂ A ∩ (B ∪ C),
CAPÍTULO 0. PRELIMINARES 3
(x1 , y1 ) = (x2 , y2 ) ⇐⇒ x1 = x2 e y1 = y2 .
En particular, si A1 = A2 = · · · = An = A escribiremos
n
|A × A ×
{z· · · × A} = A .
n veces
En otras palabras,
An = (x1 , x2 , . . . , xn ) : xi ∈ A, ∀i = 1, 2, . . . , n .
Ejercicio. ¿Son iguales los conjuntos ∅, {∅}, {∅} ?
Capı́tulo 1
La recta real
v) x · y = y · x (propiedad conmutativa)
ix) x · (y + z) = x · y + x · z, ∀x, y, z ∈ F
A partir de ahora, escribiremos xy en lugar de x · y.
4
CAPÍTULO 1. LA RECTA REAL 5
1.2.1. Potencias
Dado x ∈ F, definimos x1 = x, x2 = x · x, . . . , xn = x
| · x {z
· · · · · x} (ó, si se
n veces
quiere, x1 = x y xn+1 = x · xn , recursivamente). Esto define xn para todo
n ∈ N. Además, si n, m ∈ N se tiene
xn xm = xn+m .
Obsérvese, sin embargo, que hemos evitado definir 0−n para todo n ∈ N∪{0}
(ya que 10 no está definido en un cuerpo). Por último, mencionaremos las
dos propiedades elementales pero útiles siguientes:
x y xv + yu
Si u 6= 0 y v 6= 0, + = .
u v uv
∀x ∈ F, −x = (−1)x (=⇒ (−1)2 = 1).
i) ∀x ∈ F, x ≤ x (propiedad reflexiva)
iv) Si x, y ∈ F y x ≤ y, entonces x + z ≤ y + z, ∀z ∈ F
v) Si x, y ∈ F, 0 ≤ x y 0 ≤ y =⇒ 0 ≤ xy
i) (x < y, y ≤ z) =⇒ x < z
En efecto, x ≤ z por la propiedad transitiva. Si fuera x = z entonces
x ≤ y ≤ x ⇒ x = y por el axioma ii).
ii) x ≤ y ⇐⇒ 0 ≤ y − x ⇐⇒ −y ≤ −x ⇐⇒ x − y ≤ 0
Sumar sucesivamente −x, −y y x a la primera desigualdad.
ii) x ≤ y, z ≥ 0 =⇒ xz ≤ yz
(“Se pueden multiplicar las desigualdades por números positivos”.) En
efecto, y − x ≥ 0 y z ≥ 0 implica por el axioma v) que z(y − x) ≥ 0 ⇒
xz ≤ yz.
• Nótese que x < y, z > 0 =⇒ xz < yz (ya que xz = yz ⇒ x = y al
ser z 6= 0.)
iii) x ≤ 0, y ≥ 0 =⇒ xy ≤ 0; x ≤ 0, y ≤ 0 =⇒ xy ≥ 0
Para demostrar la primera, obsérvese que −x ≥ 0, y ≥ 0 ⇒ (−x)y ≥ 0.
Como (−x)y = −xy se obtiene −xy ≥ 0, que es equivalente a xy ≤ 0.
La segunda se demuestra a partir de la primera aplicada a x y a −y.
Corolario 1.14. Si F es un cuerpo ordenado y x 6= 0 es un elemento de F,
entonces x2 > 0.
En otras palabras, ∀x ∈ F se tiene x2 ≥ 0, y x2 = 0 ⇔ x = 0.
Corolario 1.15. 1 > 0.
En efecto, 1 = 12 y 1 6= 0.
Ahora es fácil probar que no se puede introducir una relación de orden
en el cuerpo de los números complejos. En efecto, i2 = −1 > 0 ⇒ 1 < 0.
Si F es un cuerpo ordenado, hemos visto que la caracterı́stica de F es
cero, y por tanto F contiene subconjuntos equivalentes a N, Z y Q. Además,
a partir de los corolarios anteriores se prueba por inducción que el orden
inducido por F en N (y por tanto en Z y en Q) coincide con el usual:
Proposición 1.16. Si F es un cuerpo ordenado, ∀k ∈ N ⊂ F se tiene
k + 1 > k > 0.
CAPÍTULO 1. LA RECTA REAL 10
0 ≤ x ≤ y, 0 ≤ z ≤ u =⇒ xz ≤ yu
En efecto x ≤ y, 0 ≤ z ⇒ xz ≤ yz, y z ≤ u, y ≥ 0 ⇒ yz ≤ uy.
Análogamente se demuestra que
0 ≤ x < y =⇒ xn < y n , ∀n ∈ N
Basta aplicar repetidamente la segunda de las propiedades anteriores
con z = x, u = y.
|x| ≤ a ⇐⇒ −a ≤ x ≤ a.
|x| ≤ a ⇔ |−x| ≤ a ⇔ −a ≤ −x ≤ a ⇔ −a ≤ x ≤ a.
mı́n(x1 , . . . , xn ) ≤ xi ≤ máx(x1 , . . . , xn ), ∀i = 1, 2, . . . , n,
y
máx(x1 , . . . , xn ) = − mı́n(−x1 , . . . , −xn ).
a ≤ x, ∀a ∈ A
(resp. x ≤ a, ∀a ∈ A).
A cualquier número x con la propiedad anterior le llamaremos una cota
superior (resp. cota inferior) de A. Diremos que A es un conjunto aco-
tado si A es acotado a la vez superior e inferiormente. Escribiremos A ≤ x
si x es una cota superior de A, y x ≤ A si x es una cota inferior de A. Es
importante observar que una cota inferior (o superior) de A no tiene por
qué existir, ni ser única, ni pertenecer a A.
Ejemplo 1.17.
inf A = − sup(−A),
−A = {−x : x ∈ A} = {x : −x ∈ A} .
Vamos a ver que este conjunto, que obviamente no es vacı́o, está acotado su-
periormente pero no posee supremo. En primer lugar, es claro que A está aco-
tado superiormente; por ejemplo, A ≤ 2 (ya que 2 ≥ 0, y a > 2 ⇒ a2 > 4).
Intuitivamente, el hecho de que √A no tiene supremo se debe a que el su-
premo “natural” de A, que serı́a 2, no es un elemento del cuerpo (no hay
CAPÍTULO 1. LA RECTA REAL 14
sup A ≤ sup B.
x = máx A ⇐⇒ x ∈ A y a ≤ x ∀a ∈ A.
x = mı́n A ⇐⇒ x ∈ A y x ≤ a ∀a ∈ A.
1.7.2. Intervalos
Un ejemplo muy importante de subconjuntos acotados (y, por tanto, que
poseen supremo e ı́nfimo a la vez) es el de los intervalos. Por definición, dados
dos números reales a < b definimos el intervalo cerrado
[a, b] = {x ∈ R : a ≤ x ≤ b} ,
el intervalo abierto
(a, b) = {x ∈ R : a < x < b} ,
y los dos intervalos semiabiertos
[a, b) = {x ∈ R : a ≤ x < b} , (a, b] = {x ∈ R : a < x ≤ b} .
Los números a < b se llaman respectivamente extremo superior e inferior
del intervalo. Por convenio, si a = b definimos [a, a] = {a}. Es inmediato ver
que un intervalo I de cualquiera de los tipos anteriores está acotado, y que
se tiene
inf I = a, sup I = b.
A veces es también útil considerar intervalos no acotados, para los que uti-
lizamos la siguiente notación:
(−∞, b) = {x ∈ R : x < b} , (−∞, b ] = {x ∈ R : x ≤ b} ,
(a, ∞) = {x ∈ R : x > a} , [ a, ∞) = {x ∈ R : x ≥ a}
y (−∞, ∞) = R. Nótese que los sı́mbolos ±∞ se utilizan meramente por
conveniencia (no son números reales), de modo que las definiciones anteriores
se reduzcan formalmente a las de los intervalos acotados si convenimos que
x > −∞ y x < ∞ se satisface para todo número real.
Una consecuencia importante de la propiedad arquimediana es la siguien-
te
CAPÍTULO 1. LA RECTA REAL 18
A = {a ∈ R : a ≥ 0 y an ≤ x} .
a > 1 ⇒ an > 1 ≥ x), mientras que si x > 1 entonces A está acotado por x
(ya que a > x > 1 ⇒ an > xn > x). Si y = sup A, es claro que y > 0, ya que
si x ≥ 1 entonces 1 ∈ A, y si 0 < x < 1 entonces 0 < xn < x ⇒ x > 0, x ∈ A.
Veamos a continuación que efectivamente se cumple la igualdad y n = x.
En efecto, supongamos primero que fuera y n < x; entonces probaremos
que ∃a ∈ A tal que a > y, lo cual contradice el que y = sup A. Para ver esto,
sea = x − y n > 0, y sea 0 < h < 1. Por la fórmula del binomio de Newton
n n
X n X n
(y + h)n = y n + h hk−1 y n−k ≤ y n + h y n−k
k k
k=1 k=1
= y n + h [(y + 1)n − y n ] .
Tomando h = mı́n 12 , (y+1)n −yn entonces 0 < h < 1, por lo que a = y + h
cumple que a > y = sup A > 0 y an = (y + h)n ≤ y n + = x, lo cual implica
que a ∈ A y contradice la igualdad y = sup A.
Supongamos ahora que fuera y n > x; demostraremos a continuación que
hay una cota superior de A estrictamente menor que y, lo que de nuevo
contradice la definición y = sup A. En efecto, si = y n − x > 0 y 0 < h < 1
obtenemos como antes
n n
n n
X n k−1 k−1 n−k n
X n k−1 n−k
(y − h) = y − h (−1) h y ≥y −h h y
k k
k=1 k=1
n
n
X n n−k
≥y −h y = y n − h [(y + 1)n − y n ] .
k
k=1
Tomando h = mı́n y, 12 , (y+1)n −yn entonces 0 < h < 1, por lo que z = y −h
cumple que 0 ≤ z < y = sup A y z n = (y − h)n ≥ y n − = x, lo cual implica
que z es una cota superior de A y contradice la igualdad y = sup A.
Por último, para probar la unicidad basta notar que si 0 < y1 < y2
entonces y1n < y2n . Q.E.D.
en efecto,
1 1 n 1 n 1 n
xn yn = xn yn = xy.
Otra propiedad elemental es que
1 1 1
xm n = x mn ,
CAPÍTULO 1. LA RECTA REAL 20
ya que h 1 1 imn nh 1 1 in o m 1 m
xm n
= xm n
= xm = x.
También es fácil comprobar la identidad
1 1 m
(xm ) n = x n , ∀x > 0, ∀m, n ∈ N.
Sea, de nuevo, x > 0. Si n ∈ N es par (es decir, si n = 2m para algún
m ∈ N), la ecuación y n = x tiene exactamente dos soluciones:
1 1
y1 = x n > 0, y2 = −x n < 0.
En efecto, hemos visto que si y > 0 la ecuación anterior tiene una solución
única que es por definición x1/n , mientras que si y < 0 entonces poniendo
y = −z con z > 0 la ecuación se convierte en
m
(−1)n z n = (−1)2m z n = (−1)2 z n = z n = x,
1
que de nuevo tiene la solución única z = x n , lo cual implica que y = −z =
1
−x n . Por tanto
1
y n = x ⇐⇒ y = ±x n (x > 0, n par).
Si n es impar (es decir, n = 2m−1 para algún m ∈ N) y x > 0, entonces
1
la ecuación y n = x tiene la solución única y = x n . En efecto, basta tener en
cuenta que si y < 0 y n = 2m − 1 es impar entonces
2
y n = y 2m−1 = y 2(m−1) y = y m−1 y < 0.
Por tanto se cumple
1
y n = x ⇐⇒ y = x n (x > 0, n impar).
Sea ahora x < 0. Si n es par, la ecuación y n = x no tiene ninguna
solución, ya que n par implica y n ≥ 0. Por tanto, en este caso el número x
no tiene ninguna raı́z n-ésima:
x < 0, n par =⇒ @y ∈ R tal que y n = x.
Por el contrario, si n es impar entonces la ecuación y n = x tiene exactamente
una solución 1
1
y = −(−x) n = − |x| n < 0.
En efecto, al ser x < 0 ha de ser y = −z < 0. Sustituyendo en la ecuación
y n = x y teniendo en cuenta que n es impar obtenemos la ecuación z n =
√
−x > 0, lo que prueba nuestra afirmación. Definiremos en este caso n x =
x1/n = y, es decir
√ √ p
y n = x ⇐⇒ y = n x = − n −x = − n |x| (x < 0, n impar).
√
En particular, si x > 0 entonces x1/n ≡ n x > 0, mientras que si x < 0 y n
√
es impar entonces x1/n ≡ n x < 0.
CAPÍTULO 1. LA RECTA REAL 21
1.8. Potencias
Si r ∈ Q, podemos escribir r = pq con p ∈ Z, q ∈ N. Si x > 0, definimos
entonces 1 p 1
xr = x q = xp q .
Nótese que esta definición tiene sentido, ya que si m ∈ N
mp 1 mp
h 1 1 m ip 1 p
x mq = x mq = xq m = xq .
Proposición 1.29.
sup A− = inf A+ .
CAPÍTULO 1. LA RECTA REAL 22
Por definición,
ax = sup A− = inf A+ .
Con esto hemos definido ax para a > 1. Si 0 < a < 1, guiados por las pro-
piedades básicas de las potencias de exponente racional definimos definimos
1
ax = ,
(a−1 )x
ya que 1/a > 1 si a < 1. De esta forma tenemos definido ax para 0 < a 6= 1.
Finalmente, definimos
1x = 1, ∀x ∈ R
x
0 = 0, ∀x ∈ R, x > 0.
−x
1 1 1
> 1, −x > 0 =⇒ = −x = ax > 1 .
a a a
dom f ⊂ A, im f ⊂ B.
√
Ejemplo 2.1. Sea f : R → R la función definida por f (x) = x2 − 1.
24
CAPÍTULO 2. FUNCIONES REALES DE VARIABLE REAL 25
i) dom f = dom g
Por definición de función, este conjunto tiene la propiedad de que una recta
vertical x = a ó bien no lo corta (si a ∈/ dom f ) o bien lo corta en un sólo
punto (si a ∈ dom f ).
x1/2
(x, x1/2)
Equivalentemente, f es inyectiva si
En otras palabras,
f es suprayectiva ⇐⇒ im f = B.
x ≥ 0, y ≥ 0, x2 = y 2 =⇒ x = y.
IA (x) = x, ∀x ∈ A.
Cuando sea claro por el contexto (ó irrelevante) cuál es el conjunto A es-
cribiremos simplemente I en lugar de IA . Es inmediato probar el siguiente
resultado:
g = f −1 .
1/2
–1/4
El dominio de g ◦ f es el conjunto
f ◦ g = IB , g ◦ f = IA .
y monótona no decreciente si
ó
x, y ∈ dom f, x < y ⇒ f (x) ≥ f (y),
respectivamente. Finalmente, diremos que f es estrictamente monótona
si es monótona creciente ó decreciente. Es claro que una función estric-
tamente monótona es inyectiva, y por tanto será biyectiva si y sólo si es
suprayectiva.
Ejercicio. Probar que si f es estrictamente monótona e invertible entonces
f −1 es monótona del mismo tipo que f .
2.5. Logaritmos
Dado a > 0, consideremos la función fa : R → (0, ∞) definida por
fa (x) = ax para todo x ∈ R (obsérvese que ax > 0 para todo x ∈ R). Por
las propiedades de las potencias vistas en el capı́tulo anterior (ec. (1.1)),
si 0 < a < 1 fa es monótona decreciente, mientras que para a > 1 fa es
monótona creciente (f1 es la función constante 1). Por tanto, si 1 6= a > 0 la
función fa es inyectiva. Se puede ver (cf. la gráfica de estas funciones) que
para estos valores de a la función fa es también suprayectiva, y por tanto
biyectiva:
1
Pero entonces se tendrı́a ax+ n < y, y por tanto x + n1 > x ≡ sup A perte-
necerı́a a A. Análogamente, si ax > y entonces la propiedad arquimediana
m
multiplicativa implicarı́a la existencia de m ∈ N tal que y −1 ax > a, lo
1
x− m
cual es equivalente a la desigualdad a > y. Esto implica (al ser a > 1)
1
que A < x − m < x ≡ sup A, lo que de nuevo contradice la definición de
sup A. Luego ha de ser ax = y. Esto prueba la suprayectividad de fa para
a > 1. Si 0 < a < 1, la suprayectividad de fa se deduce de lo anterior
utilizando la igualdad fa (x) = f1/a (−x). Q.E.D.
ax (a<1) ax (a>1)
En particular,
loga 1 = 0, loga a = 1; ∀a > 0.
La gráfica de la función loga se puede obtener fácilmente de la de la función
fa :
CAPÍTULO 2. FUNCIONES REALES DE VARIABLE REAL 32
1 1
Por el ejercicio 2.4, loga es monótona creciente (decreciente) si a > 1 (a < 1).
Nótese también que
log1/a x = − loga x, ∀a > 0, ∀x > 0.
En efecto,
log1/a x = y ⇐⇒ (1/a)y = x ⇐⇒ a−y = x ⇐⇒ −y = loga x
Las propiedades de la función loga se deducen de propiedades análogas de
fa . Por ejemplo, de
ax+y = ax ay , ∀a > 0, ∀x, y ∈ R
se deduce que
x + y = loga (ax ay ).
Si llamamos u = ax > 0, v = ay > 0 entonces x = loga u, y = loga v y
obtenemos una de las propiedades fundamentales de la función logaritmo:
loga (uv) = loga u + loga v, ∀u > 0, v > 0.
Análogamente, de
(ay )x = axy
obtenemos
loga (v x ) = x loga v, ∀v > 0, ∀x ∈ R.
Ejercicio. Utilizar las propiedades anteriores para probar que si a, b y x son
números reales positivos entonces se tiene:
logb x = logb a · loga x.
Deducir de esto que
loga b = (logb a)−1 .
CAPÍTULO 2. FUNCIONES REALES DE VARIABLE REAL 33
–2 –1 1 2
–1
O R A
Las funciones sen, cos, sec y cosec tienen perı́odo mı́nimo 2π, mientras
que tan y cot tienen perı́odo mı́nimo π, donde π = 3,141592653 . . . es la
mitad de la circunferencia de radio unidad. Las funciones sen y cos tienen
por dominio todo R, y están relacionadas por la identidad
sen2 x + cos2 x = 1, ∀x ∈ R.
` πd ´
1
Si el ángulo se mide en grados, 1◦ = π
180
rad. Por ejemplo, sen d◦ = sen 180
.
CAPÍTULO 2. FUNCIONES REALES DE VARIABLE REAL 35
−1 ≤ sen x ≤ 1, −1 ≤ cos x ≤ 1, ∀x ∈ R.
0.5 0.5
2 4 6 8 2 4 6 8
-0.5 -0.5
-1 -1
20
15
15
10
10
5
5
2 4 6 8
2 4 6 8 -5
-5
-10
-10
-15
-15
30
20
20
10 10
2 4 6 8 2 4 6 8
-10 -10
-20
-20
-30
Se observa a simple vista que las gráficas de sen y cos están relacionadas
por una traslación. En efecto, se cumple la relación
π π
cos x − = sen x = cos −x , ∀x ∈ R.
2 2
Al ser periódicas, las funciones trigonométricas no pueden ser invertibles
en sus dominios “naturales” vistos anteriormente. Para poder invertirlas,
debemos restringirlas (al menos) a un intervalo de longitud menor que un
perı́odo. Observando las gráficas anteriores, salta a la vista que todas las
funciones trigonométricas son inyectivas en un intervalo de longitud π ade-
cuado. Qué intervalo concreto se toma es algo convencional, aunque por
supuesto la función inversa obtenida depende de la elección del intervalo.
Además, para definir las funciones trigonométricas inversas hay que restrin-
gir las funciones trigonométricas a funciones de los intervalos anteriores a sus
imágenes. Por ejemplo, para πdefinir
la función arc sen ≡ sen−1 consideramos
a sen como una función − 2 , π2 → [−1, 1], lo que convierte a sen en una
función invertible. Se obtienen ası́ las siguientes funciones trigonométricas
inversas:
arc cos = cos−1 : [−1, 1] → 0, π]
π π
arc sen = sen−1 : [−1, 1] → − ,
2 2
−1 π π
arctan = tan : R → − ,
2 2 nπo
−1
arcsec = sec : R − (−1, 1) → [0, π] −
2
−1
π π
arccsc = cosec : R − (−1, 1) → − , − {0}
2 2
arccot = cot−1 : R → (0, π)
3 1.5
2.5 1
2 0.5
1.5
-1 -0.5 0.5 1
1 -0.5
0.5 -1
Figura 2.13: gráfica de arc cos Figura 2.14: gráfica de arc sen
CAPÍTULO 2. FUNCIONES REALES DE VARIABLE REAL 37
1.5 3
1 2.5
0.5 2
1.5
-10 -5 5 10
-0.5 1
-1 0.5
-1.5 -4 -2 2 4
1.5 3
1 2.5
0.5 2
1.5
-4 -2 2 4
-0.5 1
-1 0.5
-1.5 -10 -5 5 10
f + g = g + f, (f + g) + h = f + (g + h), f (g + h) = f g + f h,
En otras palabras,
n
X
p(x) = ai xi , ∀x ∈ R.
i=0
Si an 6= 0, al número n se le denomina el grado del polinomio p. (Por
convenio, el grado del polinomio 0 no está definido.) Se puede demostrar
que dos funciones polinómicas son iguales si y sólo si tienen el mismo grado
e iguales coeficientes:
n
X m
X
an 6= 0, bm 6= 0, ai xi = bi xi , ∀x ∈ R;
i=0 i=0
⇐⇒ bi = ai ∀i = 1, 2, . . . , n = m.
Definimos las funciones racionales como cocientes R = p/q de dos funcio-
nes polinómicas, siendo el polinomio q distinto del polinomio 0. El dominio
de la función R es el conjunto
dom R = {x ∈ R : q(x) 6= 0} .
Nótese que un polinomio es un caso particular de función racional (con de-
nominador igual al polinomio constante 1). Con las funciones racionales, las
funciones potenciales (f (x) = xa para todo x > 0, siendo a ∈ R arbitrario),
las exponenciales (f (x) = ax para todo x ∈ R, con a > 0), las logarı́tmicas
(loga , a > 0) y las trigonométricas podemos construir multitud de funcio-
nes aplicando las operaciones algebraicas, la composición y la operación de
tomar la función inversa (cuando esta operación sea aplicable) un núme-
ro finito de veces. A las funciones obtenidas de esta forma les llamaremos
funciones elementales.
Ejemplo 2.10. La función f : R → R definida por
3
2
f (x) = log3 1 + arctan4 2x−x − x5 cot x
Lı́mites y continuidad
3.1. Lı́mites
Un número real x es un punto de acumulación de un conjunto A ⊂ R
si cualquier intervalo abierto que contenga a x contiene algún punto de A
distinto de x. En otras palabras, si J es un intervalo abierto y x ∈ J entonces
(J − {x}) ∩ A 6= ∅. Nótese que para esto no hace falta que x pertenezca a
A. Es inmediato probar a partir de la definición que si x es un punto de
acumulación de A entonces cualquier intervalo abierto que contenga a x
contiene infinitos puntos de A (distintos de x).
Ejemplo 3.1.
40
CAPÍTULO 3. LÍMITES Y CONTINUIDAD 41
lı́m f (x) = l,
x→a
f(x)
l+ε
l–ε
a–δ a a+δ x
lı́m x = a.
x→a
Luego
0 < |x − a| < δ =⇒ x2 − a2 < δ(δ + 2 |a|).
Debemos pues tomar δ > 0 tal que
entonces
0 < |x − a| < δ =⇒ x2 − a2 < ,
como querı́amos demostrar.
CAPÍTULO 3. LÍMITES Y CONTINUIDAD 43
0.5
-1 -0.5 0.5 1
-0.5
-1
Nota. No hace falta conseguir el valor óptimo (es decir mayor) de δ para
el cual |f (x) − l| < si 0 < |x − a| < δ y x ∈ dom√f . Por ejemplo, en este
caso el mayor δ para el que se cumple (3.1) es δ = + a2 − |a|.
Ejemplo 3.4. Veamos que no existe lı́mx→0 sen x1 . Esto significa que cual-
quiera que sea el número l ∈ R se cumple
1
lı́m sen 6= l.
x→0 x
En primer lugar, veamos que el lı́mite que estamos estudiando tiene sentido.
Para ello, basta observar que en este caso el dominio de f es R − {0}, del
cual 0 (aunque no pertenece a dom f ) es punto de acumulación. Sea ahora
l ∈ R arbitrario. En general, la afirmación
lı́m f (x) 6= l,
x→a
lı́m f (x) = l,
x→∞
Análogamente,
lı́m f (x) = l
x→−∞
En efecto, aquı́ dom f = R, que no está acotado. Hay que probar que cual-
quiera que sea > 0 existe M ∈ R tal que x > M implica |ax | = ax < . A
CAPÍTULO 3. LÍMITES Y CONTINUIDAD 45
ax < , ∀x > N.
lı́m f (x) = l,
x→a+
lı́m f (x) = l,
x→a−
Por ejemplo, ya hemos visto (Ejercicio 3.1) que no existe lı́mx→0 sig(x).
Sin embargo, es fácil ver que
Nota. Idéntico resultado es válido para lı́mites laterales ó infinitos, con una
demostración análoga.
Probemos, en primer lugar, que si f tiene lı́mite (finito) en a ∈ R en-
tonces f está acotada en las proximidades del punto a:
Demostración. Hay que probar que existen δ > 0 y M > 0 tales que
Q.E.D.
Corolario 3.14. Si existe h > 0 tal que 0 ≤ |f (x)| ≤ g(x) para todo x ∈
dom g∩(a−h, a+h) con x 6= a, y lı́mx→a g(x) = 0, entonces lı́mx→a f (x) = 0.
CAPÍTULO 3. LÍMITES Y CONTINUIDAD 49
lı́m cf (x) = c l1 .
x→a
3.2. Continuidad
3.2.1. Continuidad en un punto
Definición 3.15. Una función f : R → R es continua en a ∈ R si
Para que f sea continua en a han de cumplirse por tanto las siguientes
condiciones:
O A
Si h < 0, entonces
Por tanto
0 ≤ |sen h| < |h| , ∀h 6= 0
(para h=0, las desigualdades anteriores se convierten obviamente en igual-
dades). Empecemos por probar la continuidad de sen en 0. En efecto,
CAPÍTULO 3. LÍMITES Y CONTINUIDAD 52
x x2
0 ≤ |cos x − 1| = 2 sen2 ≤
2 2
y aplicando de nuevo el Corolario 3.14. De lo anterior se deduce la continui-
dad de sen en a ∈ R arbitrario, ya que
(tomamos también δ ≤ 1 para que (1− δ, 1+ δ) ⊂ dom loga ). Esta última de-
sigualdad es equivalente (al ser la función x 7→ ax inversa de loga monótona
creciente) a la desigualdad
1
< x < h, si h = a > 0.
h
Como a > 1 y > 0, 0 < 1/h < 1 < h; por tanto, tomando δ = mı́n h −
1, 1 − h1 > 0 obtenemos (3.7).
Para probar la continuidad de loga en un punto cualquiera x > 0, obser-
vamos que
h h
loga (x + h) = loga x 1 + = loga x + loga 1 + .
x x
Demostración. La hipótesis del teorema afirma que f (a) y f (b) son distintos
de cero y tienen signos opuestos. Podemos suponer, sin pérdida de genera-
lidad (¿por qué?), que f (a) < 0 y f (b) > 0. La idea de la demostración es
muy sencilla: si definimos el conjunto A mediante
Demostración. Hay que probar que existe M > 0 tal que |f (x)| < M para
todo x ∈ [a, b]. Para ello, consideramos el conjunto
Nota. Una vez más, basta con que haya un sólo punto de [a, b] en que f
sea discontinua para que el resultado anterior pueda ser falso. Por ejemplo,
considérese la función f : R → R dada por f (0) = 0 y f (x) = 1/x, para
todo x 6= 0, en el intervalo [−1, 1]. También es fundamental que el intervalo
en que f es continua sea compacto, es decir cerrado y acotado a la vez. Por
CAPÍTULO 3. LÍMITES Y CONTINUIDAD 57
Los siguientes teoremas son consecuencia directa del teorema de los valores
intermedios:
Teorema 3.23. Si f : R → R es continua en un intervalo J, entonces f (J)
es un intervalo.
Demostración. Si f (a) < f (b) pertenecen ambos a f (J), entonces a 6= b.
Suponiendo, por ejemplo, que a < b, se tiene que [a, b] ⊂ J al ser J un
intervalo. Como f es continua en J, lo será también en [a, b]. Aplicando el
teorema de los valores intermedios se obtiene que para todo c en el inter-
valo f (a), f (b) existe x ∈ (a, b) ⊂ J tal que c = f (x). Esto implica que
[f (a), f (b)] ⊂ f (J), y f (J) es por tanto un intervalo. Q.E.D.
f(x)
f(a+h)
f(a)+ε'
f(a)
f(a)–ε'
f(a–h)
a–h x1 a x2 a+h x
cumple entonces
Derivación
4.1. Definición
El concepto de derivada de una función f : R → R aparece de forma
natural al estudiar la tangente a la gráfica de f en un punto. La tangente
a la gráfica de f en el punto (a, f (a)) está completamente determinada por
su pendiente, que denotaremos por f 0 (a); en efecto, su ecuación es
y = f (a) + f 0 (a)(x − a).
¿Cómo se calcula f 0 (a)? Geométricamente, podemos considerar la recta tan-
gente a la gráfica de f en el punto P = (a, f (a)) como el lı́mite de las rectas
que pasan por P y un segundo punto Q 6= P sobre la gráfica cuando Q
tiende a P (fig. 4.1). Si Q = (a + h, f (a + h)), la pendiente de la recta P Q
es igual a
f (a + h) − f (a) f (a + h) − f (a)
= .
(a + h) − a h
Q
f(a+h)
f(a+h)–f(a)
P
f(a)
h
a a+h
61
CAPÍTULO 4. DERIVACIÓN 62
A la cantidad
∆f (a; h) = f (a + h) − f (a)
se le llama incremento de f en a, mientras que el cociente
f (a + h) − f (a) /h
|x|
Vemos, por tanto, que hay funciones continuas en un punto a que no son
diferenciables en dicho punto. Sin embargo, probaremos a continuación que
la derivabilidad de una función en un punto implica su continuidad. Esto es
consecuencia directa del siguiente resultado, que es importante en sı́ mismo:
f (a + h) − f (a)
g(h) = − f 0 (a), h ∈ (−δ, δ), h 6= 0
h
y (por ejemplo) g(0) = 0. Al ser f derivable en a se cumple
f (a + h) − f (a)
f 0 (a) = lı́m = lı́m l + g(h) = l + 0 = l.
h→0 h h→0
Q.E.D.
CAPÍTULO 4. DERIVACIÓN 65
(f + g)(a + h) − (f + g)(a)
(f + g)0 (a) = lı́m
h→0 h
f (a + h) + g(a + h) − f (a) − g(a)
= lı́m
h→0 h
f (a + h) − f (a) g(a + h) − g(a)
= lı́m + lı́m
h→0 h h→0 h
= f 0 (a) + g0 (a).
ii)
(f g)(a + h) − (f g)(a)
(f g)0 (a) = lı́m
h→0 h
f (a + h)g(a + h) − f (a)g(a)
= lı́m
h→0 h
f (a + h) − f (a) g(a + h) − g(a)
= lı́m g(a + h) + f (a) lı́m
h→0 h h→0 h
0 0
= g(a) · f (a) + f (a) · g (a),
al ser g continua en a.
CAPÍTULO 4. DERIVACIÓN 66
Las partes i) y ii) del Teorema 4.7 admiten una generalización obvia:
Como esta fórmula es válida cualquiera que sea el valor de (0), podemos
definir (0) = 0. Del mismo modo, por ser f derivable en g(a) se tiene
f (g(a) + k) = f g(a) + k[f 0 g(a) + η(k)], ∀k ∈ (−δ2 , δ2 ),
se cumple
f g(a + h) = f (g(a) + k) = f g(a) + k[f 0 g(a) + η(k)]
= f g(a) + h g0 (a) + (h) f 0 g(a) + η(k) .
Como
lı́m k = lı́m h g0 (a) + (h) = 0 y lı́m η(k) = 0
h→0 h→0 k→0
se tiene
f g(a + h) − f g(a)
= g0 (a) + (h) f 0 g(a) + η(k)
h
−−−→ g0 (a)f 0 g(a) .
h→0
Q.E.D.
sen0 = cos .
CAPÍTULO 4. DERIVACIÓN 69
π
Como cos x = sen − x , aplicando la regla de la cadena obtenemos
2
π
cos0 x = cos − x (−1) = − sen x, ∀x ∈ R.
2
Las derivadas de las demás funciones trigonométricas se calculan aplicando
el Teorema 4.7. Por ejemplo,
lı́m (1 + h)1/h = e.
h→0
CAPÍTULO 4. DERIVACIÓN 70
loge = log .
Por tanto,
log0 1 = 1.
(La justificación formal del cálculo del lı́mite anterior es la siguiente. Supon-
gamos que f : R → R es una función continua en l, y que lı́mx→a g(x) = l,
siendo im g ⊂ dom f . Si definimos g(a) = l (lo cual no cambia el valor de
lı́mx→a g(x)), la función g es continua en a, y por tanto
(Teorema
3.17) f ◦ g
es continua en a. En consecuencia, lı́mx→a f g(x) = f g(a) = f (l). Este
argumento se suele resumir escribiendo que si f es continua entonces
lı́m f g(x) = f lı́m g(x) .
x→a x→a
log0 x = f 0 (0).
f (0) = f.
Nótese que
Hemos visto en la sección anterior que log0 x = 1/x, para todo x >
0. De la parte iii) del Teorema 4.7 se sigue que log es infinitamente
derivable en (0, ∞). Por ejemplo,
1
log00 x = − , x > 0.
x2
Por inducción se demuestra que
(−1)n−1
log(n)
a (x) = (n − 1)! x−n , ∀x > 0, ∀a > 0.
log a
f −1 (b + k) − f −1 (b)
(f −1 )0 (b) = lı́m .
k→0 k
Al ser f invertible en [a−δ, a+δ], para cada k ∈ (−, ) existe un h ∈ (−δ, δ)
(que, obviamente, dependerá de k) tal que
b + k = f (a + h) (4.9)
f −1 (b + k) − f −1 (b) (a + h) − a h
= = .
k f (a + h) − b f (a + h) − f (a)
f(x)
d
b+ε
b+k
b=f(a)
b–ε
c
h = f −1 (b + k) − a = f −1 (b + k) − f −1 (b).
f (a + h) − f (a)
lı́m = f 0 (a) 6= 0
h→0 h
y aplicando el teorema sobre el cociente de dos lı́mites se obtiene el resultado
anunciado. Q.E.D.
CAPÍTULO 4. DERIVACIÓN 74
Por tanto,
1
arctan0 x = , ∀x ∈ R.
1 + x2
CAPÍTULO 4. DERIVACIÓN 75
f (a + h) − f (a)
≥ 0, ∀h ∈ (−δ, δ), h 6= 0.
h
Por el principio de conservación del signo, esto implica que el lı́mite del
cociente incremental cuando h → 0, es decir f 0 (a), no puede ser negativo.
Supongamos ahora que f 0 (a) > 0. De nuevo por el principio de conser-
vación del signo, existe un δ > 0 tal que
f (a + h) − f (a)
> 0, ∀h ∈ (−δ, δ), h 6= 0.
h
Esto implica nuestra afirmación, ya que si x = a − h1 , y = a + h2 con
0 < hi < δ (i = 1, 2) entonces
f (a − h1 ) − f (a)
f (a) − f (x) = h1 · > 0,
−h1
f (a + h2 ) − f (a)
f (y) − f (a) = h2 · > 0.
h2
Q.E.D.
Por tanto, los extremos de f en [0, 2] están en el conjunto {0, 1, 2}. Para
hallar los extremos de f en [0, 2] (cuya existencia está garantizada por ser f
continua en este intervalo compacto), basta evaluar f en estos tres puntos,
obteniéndose
0.5 1 1.5 2
f(x)
f(a)=f(b)
a c b x
f(b)
f(a)
a c b
Es muy importante notar que los apartados iii) y iv) son sólo recı́procos
parciales de i) y ii). En otras palabras, si f tiene (por ejemplo) un máximo
local en a y f 00 (a) existe no está garantizado que f 00 (a) sea negativa, ya que
podrı́a perfectamente anularse. Esto es lo que ocurre, por ejemplo, con la
función f : R → R dada por f (x) = −x4 .
CAPÍTULO 4. DERIVACIÓN 84
Q.E.D.
y por tanto
lı́m Q(x, d) = 1.
x→a+
f 0 (t)
t ∈ (a, d) ⇒ g(x) 6= 0, > 2M,
g0 (t)
y podemos escoger 0 < δ < d − a tal que
1
Q(x, d) > , ∀x ∈ (a, a + δ).
2
CAPÍTULO 4. DERIVACIÓN 86
4.6. Convexidad
Definición 4.24. Una función f : R → R es convexa en un intervalo J si
para todo a, b ∈ J el segmento que une los puntos (a, f (a)) y (b, f (b)) queda
por encima de la gráfica de f en (a, b). Se dice que f es cóncava en J si −f
es convexa en J.
f(b)
y(x)
f(x)
f(a)
a x b
Como
f (b) − f (a)
y(x) = f (a) + (x − a) ,
b−a
f será convexa en J si y sólo si se cumple:
f(x)
y(x)
f(a)
a x
f (a + h) − f (a)
Q(h) =
h
es una función creciente para h > 0 tal que a + h ∈ J. Esto implica que
(en efecto, Q(t) − Q(h) < 0 para 0 < t < h implica que f 0 (a) − Q(h) =
lı́mt→0+ [Q(t) − Q(h)] ≤ 0 por el principio de conservación del signo; la
monotonı́a de Q implica entonces que f 0 (a) < Q(h)). Análogamente, si a +
h2 < a + h1 < a se tiene
f (a + h1 ) − f (a + h2 ) f (a) − f (a + h2 )
< ,
h1 − h2 −h2
CAPÍTULO 4. DERIVACIÓN 88
Demostración.
=⇒) Supongamos que f es convexa en [c, d], y sea c < a < b < d. Por el
lema anterior, la derivada de f en a es menor que el cociente incremental en
a para h = b − a > 0, es decir
f (b) − f (a)
f 0 (a) < .
b−a
Análogamente, f 0 (b) ha de ser mayor que el cociente incremental en b para
h = a − b < 0, es decir
f (a) − f (b)
f 0 (b) > ,
a−b
de donde se sigue que f 0 (a) < f 0 (b). Por tanto, f 0 es creciente en (c, d).
⇐=) Supongamos ahora que f 0 sea una función creciente en (c, d), y sea
c ≤ a < b ≤ d. Hay que probar que
f (b) − f (a)
g(x) = (x − a) − f (x) + f (a) > 0, ∀a < x < b.
b−a
Por el teorema del valor medio, existe ξ ∈ (a, b) tal que
Como f 0 es creciente en (a, b) ⊂ (c, d), tenemos que g0 (x) > 0 para x ∈ (a, ξ)
y g0 (x) < 0 para x ∈ (ξ, b). Al ser g continua en [a, b], la Proposición 4.21
implica que g es creciente en [a, ξ] y decreciente en [ξ, b]. De esto se sigue
que
f(x)
a x
2
Ejemplo 4.29. Sea f : R → R definida por f (x) = xe−x ; dibujaremos
esquemáticamente la gráfica de f utilizando los resultados de este capı́tulo.
En primer lugar, es claro que f es infinitamente derivable en todo R,
2
ya que es el producto de un polinomio por la función x 7→ e−x , que es la
composición de exp con un polinomio. Además, f es claramente una función
impar. El comportamiento de f en el infinito se deduce fácilmente aplicando
la regla de L’Hospital:
2 x 1
lı́m xe−x = lı́m = lı́m = 0.
x→±∞ x→±∞ ex2 x→±∞ 2xex2
Además, f (x) > 0 para x > 0 y f (x) < 0 para x < 0. La derivada primera
de f se calcula fácilmente:
2
f 0 (x) = e−x (1 − 2x2 )
√
Los ceros de f 0 están en los puntos ±1/√ 2. El signo de f 0 es√el mismo que√ el
2 0 0
de 1−2x , es decir f (x) √ < 0 si x < −1/ 2, f (x) > 0 si −1/ 2 < x < 1/ √ 2,
y f 0 (x) < 0 si x > 1/ √2. Por tanto, f tiene un mı́nimo local en −1/ 2 y
un máximo local en 1/ 2, y estos son los únicos extremos locales de f . (En
general, si f es impar (resp. par) y a es un máximo local de f entonces −a
es un mı́nimo (resp. máximo) local de f , y viceversa.)
Con estos datos ya es posible dibujar esquemáticamente la gráfica de f .
Sin embargo, podemos obtener aún más información sobre el comportamien-
to de la función estudiando el signo de f 00 , lo cual nos permitirá determinar
las regiones en que la gráfica de f es cóncava ó convexa. Un sencillo cálculo
proporciona:
2 2
f 00 (x) = e−x −4x − 2x(1 − 2x2 ) = 2xe−x (2x2 − 3).
√ √ √ √
Por tanto, f 00 (x) =
√ √ 0 para x = 0, ± 3/ 2, f 00 (x) < 0 para x < − 3/ 2,
√ √
f 00 (x) > 0√si −√ 3/ 2 < x < 0, f 00 (x) < 0 si 0 < x < 3/ 2, y f 00√ (x) √
>0
para √ x >√ 3/ 2. Por tanto, f√es √cóncava en
√ √los intervalos (−∞, − 3/ 2]
y [0,√ 3/√ 2], y convexa en [− 3/ 2, 0] y [ 3/ 2, ∞). Además, los puntos
0, ± 3/ 2 son puntos de inflexión de la función. La gráfica de f tiene por
tanto el aspecto que muestra la fig. 4.10.
2
xe–x
√3 1
√2 √2
1 √3 x
√2 √2
2
Figura 4.10: gráfica de la función f (x) = xe−x
30
20
10
-2 -1 1 2
-10
-20
-30
f (h) − f (0)
1 0
f (0 − 0) = lı́m = lı́m f 0 (ch ) (con ch ∈ (h, 0)) = lı́mx→0− f 0 (x), por
h→0− h h→0−
el teorema del valor medio.
CAPÍTULO 4. DERIVACIÓN 93
1 1 5(2x − 3)
f 0 (x) = − 2
+ 2
= , 0 < x < 3,
(1 + x) (4 − x) (x + 1)2 (x − 4)2
1.2
1
0.8
0.6
0.4
0.2
-10 -5 5 10
Integración
5.1. Preliminares
Históricamente, el concepto de integral de una función surgió en relación
con dos problemas aparentemente distintos pero en realidad ı́ntimamente
relacionados. Por un lado, la integral definida de una función f : R → R en
un intervalo [a, b] (en el cuál f está definida y es no negativa) se define como
el área comprendida entre la gráfica de la función y el eje de abscisas en
el intervalo [a, b]. Por otro lado, la integral indefinida (ó primitiva) de f es
cualquier función derivable cuya derivada es f . El teorema fundamental del
cálculo relaciona ambos conceptos, estableciendo (bajo ciertas condiciones
técnicas que veremos más adelante) que la función cuyo valor en x es la
integral definida de f en [a, x] es una primitiva de f , y que la integral
definida de f en [a, b] se puede calcular como la diferencia entre los valores
en b y en a de cualquier primitiva de f .
Empezaremos definiendo analı́ticamente la integral definida, guiados por
la idea intuitiva de que dicha integral mide el área bajo la gráfica de la
función. Los pasos que hay que dar para ello son, en forma resumida, los
siguientes. Primero dividimos el intervalo [a, b] en un cierto número de su-
bintervalos. En cada uno de ellos, aproximamos por defecto el área bajo
la gráfica de la función por el área de un rectángulo de la misma anchura
que el subintervalo y altura igual al ı́nfimo de los valores de la función en
dicho subintervalo. Sumando las áreas de todos estos rectángulos obtendre-
mos una aproximación por defecto al área bajo la gráfica de la función en
[a, b]. Análogamente, aproximaremos por exceso el área bajo la gráfica de la
función por el área de un rectángulo con base el subintervalo y altura dada
por el supremo de los valores de f en dicho subintervalo. De nuevo, la suma
de estas áreas proporciona una aproximación al área bajo la gráfica de la
función en el intervalo [a, b], aunque ahora se trata de una aproximación por
exceso (cf. fig. 5.1).
95
CAPÍTULO 5. INTEGRACIÓN 96
f(x)
a b x
Rb
Figura 5.1: definición de a f
Si, al hacer la partición del intervalo [a, b] cada vez más fina (es decir,
con más puntos, que por tanto estarán cada vez menos espaciados) la apro-
ximación por exceso y la aproximación por defecto tienden al mismo valor,
dicho lı́mite común se definirá como la integral de f en [a, b].
Definición 5.1. Una partición P del intervalo [a, b] es cualquier subcon-
junto finito P ⊂ [a, b] que contiene a los extremos a y b del intervalo. Una
partición P 0 es más fina que la partición P si P ⊂ P 0 .
Si P es una partición de [a, b] entonces P = {x0 , x1 , . . . , xn }, donde
siempre supondremos (sin pérdida de generalidad) que los elementos de P
han sido numerados de menor a mayor:
a = x0 < x1 < . . . < xn−1 < xn = b.
Obsérvese que el menor elemento de la partición (a) lleva el subı́ndice 0,
de forma que el subı́ndice correspondiente al último elemento (b) es igual al
número de subintervalos en que la partición divide al intervalo [a, b]. Nótese
también que no exigimos que las longitudes xi − xi−1 de los subintervalos
de la partición sean todas iguales.
Definamos a continuación en forma precisa las dos aproximaciones (por
defecto y por exceso) al área bajo la gráfica de f en [a, b] que mencionábamos
al principio de esta sección:
Definición 5.2. Sea f : R → R una función acotada en [a, b], y sea [a, b] ⊂
dom f . Si P = {x0 , x1 , . . . , xn } es una partición de [a, b], para i = 1, 2, . . . , n
definimos
mi = inf {f (x) : x ∈ [xi−1 , xi ]} , Mi = sup {f (x) : x ∈ [xi−1 , xi ]} .
La suma inferior de f asociada a la partición P es el número L(f, P )
definido por
n
X
L(f, P ) = mi (xi − xi−1 ).
i=1
CAPÍTULO 5. INTEGRACIÓN 97
Demostración.
i) Supongamos, para empezar, que Q = P ∪ {t}, con t ∈ / P (en otras
palabras, Q contiene exactamente un punto más que P ). Sea, por ejemplo,
t ∈ (xk−1 , xk ), y llamemos
Entonces se tiene
y por tanto
Q.E.D.
donde hemos denotado por P[a, b] al conjunto de todas las particiones del in-
tervalo [a, b]. Pero esta última desigualdad implica que sup {L(f, P ) : P ∈ P[a, b]}
es una cota inferior del conjunto de todas las sumas superiores de f en [a, b],
donde se deduce que
entonces se ha de cumplir
Z b
f = sup {L(f, P ) : P ∈ P[a, b]} ≤ s
a
Z b
≤ inf {U (f, P ) : P ∈ P[a, b]} = f,
a
es decir
Z b Z b
f ≤s≤ f. (5.1)
a a
y por tanto
Z b Z b
f =0< f = b − a.
a a
CAPÍTULO 5. INTEGRACIÓN 100
Z b
Al valor común de ambas integrales lo denotaremos por f , y lo denomi-
a
naremos integral de f en [a, b].
Rb
Otra notación equivalente para a f que es muy útil en la práctica es
Rb
a f (x) dx. Obsérvese que en esta notación x es una variable muda, es
decir
Z b Z b Z b Z b
f (x) dx = f (t) dt = f (s) ds = · · · ≡ f.
a a a a
Los prerequisitos para que f sea integrable en [a, b] son que dom f ⊃
[a, b], y que f esté acotada en dicho intervalo.
Rb
Nótese que de momento no está definido el sı́mbolo a f si a ≥ b;
veremos más adelante cómo generalizar la definición de integral en
este caso.
Q.E.D.
CAPÍTULO 5. INTEGRACIÓN 101
ya que no hemos calculado L(f, P ) y U (f, P ) más que para un cierto tipo
de particiones P de [a, b]1 .
Demostración.
=⇒) Supongamos que f es integrable en [a, b], y sea > 0 dado. Por defi-
nición de supremo, existe una partición P1 de [a, b] tal que
Z b Z b
f − < L(f, P1 ) ≤ f.
a 2 a
Q.E.D.
se sigue que
Z b
1 2 2
1
(b − a ) −
2 f ≤ U (f, Pn ) − L(f, Pn ) = (b − a)2 , ∀n ∈ N,
a n
Rb Rb
ii) a (cf ) =c a f.
Se tiene entonces
y por tanto
para toda partición Q de [a, b]. Dado > 0, existen dos particiones P1 y P2
de [a, b] tales que
U (f, P1 ) − L(f, P1 ) < , U (g, P2 ) − L(g, P2 ) < .
2 2
Si P = P1 ∪ P2 se cumple entonces
y
Z b Z b
L(f, P ) + L(g, P ) ≤ f+ g ≤ U (f, P ) + U (g, P ).
a a
CAPÍTULO 5. INTEGRACIÓN 105
Por tanto,
Z b Z b Z b
(f + g) − f − g
a a a
≤ U (f, P ) + U (g, P ) − L(f, P ) − L(g, P ) < + = .
2 2
Esto demuestra que
Z b Z b Z b
(f + g) = f+ g.
a a a
La demostración de la segunda afirmación es análoga y se deja como ejercicio
para el lector. Q.E.D.
y Z Z
b a
f =− f si a > b,
a b
entonces no es difı́cil comprobar que la propiedad de subdivisión es cierta
para tres números arbitrarios a, b, c ∈ R. Por ejemplo, si a < b < c entonces
Z c Z b Z c Z b Z c Z c Z c Z b
f= f+ f =⇒ f= f− f= f+ f,
a a b a a b a c
como antes.
Otra propiedad importante de la integral es la siguiente propiedad de
mayoración:
Sea ahora a < b, f integrable en [a, b] y |f (x)| ≤ M para todo x ∈ [a, b].
Entonces −M ≤ f (x) ≤ M para todo x ∈ [a, b] implica
Z b
−M (b − a) ≤ f ≤ M (b − a)
a
y por tanto Z b
f ≤ M |b − a| . (5.4)
a
Si a = b, esta desigualdad se cumple trivialmente. Y si a > b entonces
Z a Z b
f ≤ M |a − b| =⇒
f ≤ M |b − a| .
b a
Entonces se verifica:
Lema 5.15. Si f : R → R es -buena en [a, c] y [c, b] y es continua en c,
entonces f es -buena en [a, b].
En efecto, por hipótesis existen dos números positivos δ1 y δ2 tales que
y
x, y ∈ [c, b], |x − y| < δ2 =⇒ |f (x) − f (y)| < . (5.6)
Además, al ser f continua en c existe δ3 > 0 tal que
x ∈ (c − δ3 , c + δ3 ) =⇒ |f (x) − f (c)| < .
2
y por tanto
x, y ∈ (c − δ3 , c + δ3 ) =⇒ |f (x) − f (y)|
≤ |f (x) − f (c)| + |f (y) − f (c)| < + = . (5.7)
2 2
Sea δ = mı́n(δ1 , δ2 , δ3 ), y supongamos que x < y son dos puntos de [a, b] tales
que |x − y| = y − x < δ. Si x, y ∈ [a, c] ó x, y ∈ [c, b] entonces |f (x) − f (y)| <
por (5.5) ó (5.6), respectivamente. Y si x ≤ c ≤ y entonces y − x < δ ≤ δ3
implica que tanto x como y pertenecen a (c − δ3 , c + δ3 ),2 y |f (x) − f (y)| <
por (5.7).
Teorema 5.16. Si f : R → R es continua en [a, b] entonces f es unifor-
memente continua en [a, b].
Demostración. Dado > 0, definimos el conjunto A ⊂ [a, b] mediante
y por tanto
δ
x, y ∈ a, a + =⇒ |f (x) − f (y)|
2
≤ |f (x) − f (a)| + |f (y) − f (a)| < + = ,
2 2
por lo que a + δ2 ∈ A.
Veamos a continuación que z = b. En efecto, si fuera a < z < b entonces
f serı́a continua en z, y por tanto existirı́a δ > 0 tal que f es -buena
en (z − δ, z + δ) ⊂ [a, b]. Por otra parte, por definición de supremo existe
t ∈ (z − δ, z] ∩ A. Al ser
t ∈ A, f es -buena en [a, t]. Como f es continua
en t y es -buena en t, z + 2δ ⊂ (z − δ, z + δ), entonces f es -buena en
a, z + δ2 . Pero esto significa que z + 2δ ∈ A, lo cual contradice la definición
de z como el supremo de A.
Resta sólo por ver que b ∈ A, es decir que f es -buena en [a, b]. Al ser f
continua en b, existe δ > 0 tal que f es -buena en (b−δ, b]. Por ser b = sup A,
existe t ∈ (b − δ, b] ∩ A. Si t = b, ya hemos terminado. Si t ∈ (b − δ, b), de lo
anterior se deduce igual que antes que f es -buena en [a, b]. Como esto es
válido para todo > 0, f es uniformemente continua en [a, b]. Q.E.D.
Estamos ya en condiciones de probar el principal resultado de esta sec-
ción:
Teorema 5.17. Si f es continua en [a, b] entonces f es integrable en [a, b].
Demostración. Sea > 0. Como f es uniformemente continua en [a, b], existe
δ > 0 tal que
x, y ∈ [a, b], |x − y| < δ =⇒ |f (x) − f (y)| < . (5.8)
b−a
Sea P = {x0 , . . . , xn } una partición de [a, b] tal que xi − xi−1 < δ para todo
i = 1, . . . , n. Como f es continua en cada intervalo [xi−1 , xi ], f alcanzará sus
valores mı́nimo y máximo en [xi−1 , xi ] en dos puntos yi , zi ∈ [xi−1 , xi ], es
decir
mi = f (yi ) ≤ f (x) ≤ Mi = f (zi ), ∀x ∈ [xi−1 , xi ], i = 1, . . . , n.
Como |yi − zi | ≤ xi − xi−1 < δ, aplicando (5.8) se obtiene
|f (yi ) − f (zi )| = Mi − mi < , ∀i = 1, . . . , n.
b−a
Entonces
n n
X X
U (f, P ) − L(f, P ) = (Mi − mi )(xi − xi−1 ) < (xi − xi−1 )
b−a
i=1 i=1
n
X
= (xi − xi−1 ) = · (b − a) = .
b−a b−a
i=1
Por la Proposición 5.9, f es integrable en [a, b]. Q.E.D.
CAPÍTULO 5. INTEGRACIÓN 111
Proposición
Rx 5.18. Si f es integrable en [a, b] y F : R → R se define por
F (x) = a f , para todo x ∈ [a, b], entonces F es continua en [a, b].
Q.E.D.
CAPÍTULO 5. INTEGRACIÓN 112
Rx
Veamos, a continuación, que si f es continua en [a, b] entonces a f es
derivable en [a, b], y su derivada es igual a f :
siendo (
sup {|f (x) − f (c)| : x ∈ [c, c + h]} , h>0
Mh =
sup {|f (x) − f (c)| : x ∈ [c + h, c]} , h < 0.
(El supremo existe, ya que al ser f integrable en [a, b] es acotada en [a, b] y
por tanto en [c, c+h] ó [c+h, c], y lo mismo ocurre obviamente con f −f (c).)
Como f es continua en c por hipótesis, lı́mh→0 Mh = 0. Por tanto
F (c + h) − F (c)
− f (c) ≤ Mh −−−→ 0,
h h→0
ó equivalentemente
F (c + h) − F (c)
F 0 (c) = lı́m = f (c).
h→0 h
Q.E.D.
Rb
Corolario 5.19. Si f es continua en [a, b] y g0 = f en [a, b] entonces a f =
g(b) − g(a).
Q.E.D.
Como
se tiene
Al ser esto cierto para cualquier partición P de [a, b], y ser f integrable en
[a, b], (5.9) se sigue de la Proposición 5.7. Q.E.D.
(xp+1 )0 = (p + 1)xp
es válida para todo x > 0, siendo el miembro derecho una función continua
en (0, ∞). Por tanto, si p 6= −1 y 0 < a < b dividiendo por p + 1 se obtiene
Z b
x=b
p xp+1 bp+1 − ap+1
x dx = = .
a p + 1 x=a p+1
CAPÍTULO 5. INTEGRACIÓN 115
g0 = f.
R
g0 = f es conocida, entonces ya sabemos que f = g. Por ejemplo,
Z
xp+1
xp dx = , p 6= −1
p+1
Z
dx
= log |x|
x
Z
ex dx = ex
Z
sen x dx = − cos x
Z
cos x dx = sen x
Z
sec2 x dx = tan x
Z
cosec2 x dx = − cot x
Z
dx
= arctan x
1 + x2
Z
dx
√ = arc sen x
1 − x2
Análogamente, de la igualdad entre derivadas
En particular,
Z b Z b
0
f (x)g (x) dx = f (x)g(x)|ba − f 0 (x)g(x) dx.
a a
Ejemplo 5.20. La regla de integración por partes nos permite calcular las
primitivas de algunas funciones elementales importantes. Por ejemplo,
Z Z Z
1
log x dx = (x)0 log x dx = x log x − x · dx = x(log x − 1).
x
Análogamente,
Z Z Z
0 x
arctan x dx = (x) arctan x dx = x arctan x − dx
1 + x2
1
= x arctan x − log(1 + x2 ).
2
Ejemplo 5.21. La primitiva de un polinomio es otro polinomio, que se
calcula fácilmente utilizando la fórmula para la primitiva de xn con n ∈
N∪{0}. Si P es un polinomio y f es una función (por ejemplo) infinitamente
diferenciable con una primitiva g conocida, la regla de Leibniz proporciona
Z Z Z
P (x)f (x) dx = P (x)g0 (x) dx = P (x)g(x) − P 0 (x)g(x) dx,
lo que implica Z
1 x
ex cos x dx = e (sen x + cos x)
2
y Z Z
1
ex sen x dx = ex cos x dx − ex cos x = ex (sen x − cos x).
2
En particular,
Z b Z g(b)
0
f (g(x))g (x) dx = f (u) du. (5.11)
a g(a)
porque cos x ≥ 0 en el intervalo − π2 , π2 . Esta última integral se calcula
fácilmente utilizando la identidad trigonométrica cos2 x = (1 + cos 2x)/2:
Z Z
2 1 1 1 1
cos x dx = (1 + cos 2x) dx = x + sen 2x = (x + sen x cos x).
2 2 2 2
Por tanto
Z p
2
1 p
1 − u du x + sen x 1 − sen2 x
=
u=sen x 2
Z p
1 p
⇐⇒ 1 − u2 du = arc sen u + u 1 − u2
2
(ya que u = sen x si y sólo si x = arc sen u si x ∈ − π2 , π2 ). En particular, el
área del cı́rculo de radio unidad está dada por
Z 1p p 1 π
4 1 − u2 du = 2 (arc sen u + u 1 − u2 ) = 2 + 0 − 0 − 0 = π.
0 0 2
P (x)
f (x) = S(x) + ,
Q(x)
En consecuencia
2n − 1 1 u
In+1 (u) = In (u) + , ∀n ∈ N,
2n 2n (u + 1)n
2
ii) La integral Z
R(sen x, cos x) dx,
Ejemplo:
Z Z Z
1 + u2 2du 1 1
sec x dx = = + du
1 − u2 1 + u 2 1−u 1+u
1 + tan x2
= log |1 + u| − log |1 − u| = log
= log tan x + π .
1 − tan x2 2 4
CAPÍTULO 5. INTEGRACIÓN 123
Como
2
1 + tan x2 1 + tan x2 1 + tan2 x
2 2 tan x2
= = + = sec x + tan x,
1 − tan x2 1 − tan2 x2 1 − tan2 x
2 1 − tan2 x
2
∆ = ad − bc 6= 0,
Ejemplo:
Z r Z Z
1−x u2 du
dx = −4 2 2
du = −4 arctan u + 4
1+x (1 + u ) (1 + u2 )2
1 1 u
= −4 arctan u + 4 arctan u +
2 2 1 + u2
r r
2u 1−x 1−x
= −2 arctan u + 2
= −2 arctan + (1 + x)
1+u 1+x 1+x
r
p 1−x
= 1 − x2 − 2 arctan ,
1+x
p
donde hemos utilizado que (1 − x)/(1 + x) está definido si y sólo si x ∈
(−1, 1]. Nótese que en este ejemplo
1−x 2 2 4 u du
u2 = = −1 + =⇒ 1 + x = 2
=⇒ dx = − .
1+x 1+x 1+u (1 + u2 )2
ó más precisamente
√
Z log + u 2 − 1 , u≥1
du u
√ = √
u2 − 1 − log u − u2 − 1 , u ≤ −1.
Sin embargo,
p 1
− log u − u2 − 1 = log √
u − u2 − 1
√
u + u2 − 1
p
= log 2 2
= log u + u − 1 ,
|u − (u2 − 1)|
Ejemplo:
Z Z Z
du
√ = cos t sec2 t dt = sec t dt
1 + u2
p
= log |sec t + tan t| = log(u + 1 + u2 ),
√
ya que u + 1 + u2 > 0 para todo u ∈ R.
Nota. Las integrales de los tipos iv.b) y iv.c) se pueden también reducir a
integrales de funciones racionales mediante los cambios u = ch t y u = sh t,
respectivamente.
Ejemplo 5.24.
Z p Z
1 + x2 dx = sec3 t dt (x = tan t)
Z Z
= sec t(tan t)0 dt = sec t tan t − tan t · sec t tan t dt
Z
= sec t tan t − sec t(sec2 t − 1) dt,
de donde
Z p
1 p 2 p
x2 − 1 dx = x x − 1 − log x + x2 − 1 .
2
Definición 5.26. Sea f : R →RR una función integrable en [a, b] para todo
∞
b > a. Diremos que la integral a f es convergente si existe el lı́mite
Z x
lı́m f.
x→∞ a
R∞
Si a f es convergente, definimos el valor de dicha integral por
Z ∞ Z x
f = lı́m f.
a x→∞ a
R∞
Ejemplo 5.28. La integral impropia 0 cos x dx es divergente (es decir, no
es convergente). En efecto,
Z x
cos t dt = sen x
0
R∞
no tiene lı́mite cuando x → ∞. Lo mismo ocurre con la integral 0 sen x dx.
R∞
Ejemplo 5.29. La integral 0 e−ax dx es convergente siRy sólo si a > 0, y
∞
su valor en tal caso es 1/a. En efecto, si a = 0 la integral 0 dx claramente
diverge. Si a 6= 0,
Z x t=x
−at e−at 1 1
e dt = − = (1 − e−ax ) −−−→ , a > 0.
0 a t=0 a x→∞ a
Demostración.
R∞ Claramente ii) es consecuencia de i). En cuanto a i), nótese
que si a g es convergente entonces, al ser g no negativa en [c, ∞) se tendrá
Z x Z ∞
g≤ g, ∀x ≥ c
c c
R∞ Rx
(ya que c g es el supremo de G(x) = c g en [c, ∞) por la proposición
anterior). Al ser Z x Z x Z ∞
f≤ g≤ g
c c c
Rx
c f Restá acotada para x ≥ c, lo Rcual implica (al ser f no negativa en [c, ∞))
∞ ∞
que c f , y por tanto también a f , es convergente. Q.E.D.
CAPÍTULO 5. INTEGRACIÓN 130
Rb
y en tal caso definiremos a f como el lı́mite anterior.
En otras palabras,
Z b Z ∞
1 1
f= f b− dy,
a 1/(b−a) y2 y
(Nótese que para p ≥ 0 esta es una integral ordinaria, ya que en tal caso xp
es continua en cero.)
R 1/2
Ejemplo 5.38. Consideremos la integral 0 |log x|p dx, donde p es un
número real cualquiera. Si p ≤ 0 la integral es convergente (ya que en tal
caso |log x|p tiene lı́mite cuando x → 0+, y por tanto es continua por la
CAPÍTULO 5. INTEGRACIÓN 134
Ejemplo 5.39. Z ∞
dx
=π
−∞ 1 + x2
Ejemplo 5.40. Z ∞
x dx
−∞ 1 + x2
Z t
x dx
es divergente, aunque lı́m = 0.
t→∞ −t 1 + x2
CAPÍTULO 5. INTEGRACIÓN 135
Ejemplo 5.41. Z ∞
dx
−∞ x3 + 1
Z ∞
dx 2π
es divergente, aunque es convergente (su valor es √ ).
0 x3+1 3 3
Ejemplo 5.42. Z ∞
xp dx
0
es divergente para todo p ∈ R.
R1
Ejemplo 5.43. Consideremos la integral −1 dx x . Como el integrando no
está acotado en x = 0, la integral anterior es impropia en cero. Por definición,
dicha
R 0 dxintegral
R 1 dx convergerá si y sólo si convergen por separado las dos integrales
−1 x y 0 x , y su valor en tal caso será igual a la suma de dichas integrales.
Como la segunda integral no es convergente (véase el Ejemplo 5.38; tampoco
la primera integral es convergente), la integral dada es divergente. Nótese
que esta integral no se define como
Z − Z 1
dx dx
lı́m + ,
→0+ −1 x x
que obviamente existe y vale cero (el lı́mite anterior es el valor principal de
Cauchy de la integral divergente dada).
–f
a b
f
Rb
Figura 5.2: Interpretación de a f si f ≤ 0
Rb
En general, si a < b la integral a f es igual al área algebraica bajo la
gráfica de f en [a, b] (pues las regiones en que f ≤ 0 contribuyen negativa-
Rb
mente a la integral). Por ejemplo, en la fig. 5.3 a f = A1 − A2 + A3 .
A1
A3
a A2 b
Rb
Figura 5.3: Interpretación de a f como área algebraica
x = x(t), y = y(t), t0 ≤ t ≤ t1 ,
y (x(t0),y(t0))
(x(t),y(t))
(x(t+h),y(t+h))
(x(t1),y(t1))
x
y f
a b x
o bien
L(πf 2 , P ) ≤ V ≤ U (πf 2 , P ).
Como f 2 es continua en [a, b] (al serlo f ), es integrable en dicho intervalo;
por tanto
Z b
V =π f (x)2 dx.
a
Para calcular el área S de la superficie lateral del sólido anterior se utiliza
la fórmula Z b p
S = 2π f (x) 1 + f 0 (x)2 dx
a
y
Z Rp
R
A = 2 · 2π R 2 − x2 · √ dx = 4πR2 .
0 R 2 − x2
Capı́tulo 6
El teorema de Taylor
140
CAPÍTULO 6. EL TEOREMA DE TAYLOR 141
Demostración. Si
n−1
f (n) (a) X f (k)(a)
Q(x) = Pn−1,a,f (x) = Pn,a,f (x) − (x − a)n = (x − a)k ,
n! k!
k=0
f (x) − g(x)
lı́m = 0.
x→a (x − a)n
Q.E.D.
f (n+1) (t1 )
i) Rn,a,f (x) = (x − t1 )n (x − a) (resto de Cauchy)
n!
f (n+1) (t2 )
ii) Rn,a,f (x) = (x − a)n+1 (resto de Lagrange)
(n + 1)!
Demostración. Supongamos, para fijar ideas, que x > a. Si t ∈ [a, x], defi-
nimos
n
X f (k) (t)
S(t) = Rn,t,f (x) = f (x) − (x − t)k ;
k!
k=0
obsérvese que x es un número real fijo, mientras que t es una variable real
que recorre el intervalo [a, x]. Por definición, S(x) = 0, y S(a) = Rn,a,f (x)
es el número que queremos estimar. Por las hipótesis sobre f , S es derivable
en [a, x], y se cumple:
n n
X f (k+1) (t) X f (k) (t) f (n+1) (t)
S 0 (t) = − (x−t)k + (x−t)k−1 = − (x−t)n .
k! (k − 1)! n!
k=0 k=1
f (n+1) (t1 )
S(x) − S(a) = −Rn,a,f (x) = S 0 (t1 )(x − a) = − (x − t1 )n (x − a)
n!
para algún t1 ∈ (a, x). Finalmente, aplicando el teorema del valor medio
de Cauchy a las funciones S(t) y g(t) = (x − t)n+1 en el intervalo [a, x]
obtenemos
S(x) − S(a) Rn,a,f (x) S 0 (t2 )
= =
0 − (x − a)n+1 (x − a)n+1 −(n + 1)(x − t2 )n
−f (n+1) (t2 )(x − t2 )n /n! f (n+1) (t2 )
= =
−(n + 1)(x − t2 )n (n + 1)!
para algún t2 ∈ (a, x), lo que conduce a la forma de Lagrange del resto.
Q.E.D.
|x|n+1
|Rn,0,cos (x)| ≤ , (6.1a)
(n + 1)!
|x|n+1
|Rn,0,sen (x)| ≤ (6.1b)
(n + 1)!
|x|n+1
ex
, x>0
(n + 1)!
|Rn,0,exp (x)| ≤ (6.1c)
|x|n+1
, x<0
(n + 1)!
|x − 1|n+1
|Rn,1,log (x)| ≤ , x ≥ 1. (6.1d)
n+1
Si 0 < x ≤ 1, puede probarse que
|x − 1|n+1
|Rn,1,log (x)| ≤ ; (6.2)
x(n + 1)
véase el ejercicio al final de este capı́tulo.
Estas estimaciones permiten calcular el valor de las funciones elementales
anteriores en un punto x con la aproximación que se desee si |Rn,f,a (x)| → 0
cuando n → ∞ (a = 0 ó 1 en este caso).
En primer lugar, obsérvese que si m ∈ N y t > 0 entonces
tm
lı́m = 0.
m→∞ m!
tm t t t tN t tN
= · ··· · ≤ · ,
m! m m−1 N + 1 N! m N!
donde el último término es constante (no depende de m) y el primero tiende
a cero cuando m tiende a infinito. Por tanto, cualquiera que sea x ∈ R para
f = cos, sen, exp se cumple que |Rn,0,f (x)| tiende a cero cuando n tiende a
infinito. Para la función logaritmo, sólo se puede asegurar esto si |x − 1| ≤ 1,
es decir si 0 < x ≤ 2 (ya que la estimación del resto que hemos utilizado sólo
vale si x > 0), pues sólo entonces |x − 1|n+1 está acotado cuando n → ∞.
Por ejemplo, supongamos que queremos calcular sen(1/2) (es decir, el
seno de un ángulo de 90/π ' 28,65 grados) con un error menor que 10−12 .
Teniendo en cuenta que P2n+1,0,sen = P2n+2,0,sen y utilizando la fórmula de
Cauchy para el resto de orden 2n + 2 obtenemos
|x|2n+3
|sen x − P2n+1,0,sen (x)| ≤
(2n + 3)!
CAPÍTULO 6. EL TEOREMA DE TAYLOR 145
Tomando x = 1/2 en esta fórmula se deduce que basta con que 22n+3 (2n +
3)! > 1012 . Teniendo en cuenta la tabla siguiente de valores de 22n+3 (2n+3)!:
n 22n+3 (2n + 3)!
0 48
1 3840
2 645120
3 185794560
4 81749606400
5 51011754393600
se ve que basta tomar n = 5, lo que proporciona el valor
1 1 1 1 1 1
− + − + −
2 8 · 6 32 · 120 128 · 5040 512 · 362880 2048 · 39916800
39192849079
= ' 0,479425538604183,
81749606400
a comparar con el valor exacto con 15 decimales sen(1/2) = 0,479425538604203.
Nota. Obsérvese, sin embargo, que para calcular log 2 con la misma precisión
que antes ¡necesitarı́amos utilizar un polinomio de Taylor de orden 1012 !
Ejercicio. Calcular el polinomio de Taylor de orden m de arctan en 0, y
estimar el error cometido reemplazando arctan(x) por Pm,0,arctan (x).
Solución. En primer lugar, nótese que para todo x ∈ R podemos escribir
Z x
dt
arctan x = 2
.
0 1+t
proporciona la identidad
n 2n+2
1 X
k 2k n+1 t
= (−1) t + (−1) .
1 + t2 1 + t2
k=0
Integrando esta igualdad entre cero y x (las funciones del miembro derecho
son claramente continuas en todo R) se obtiene
n
X x2k+1
arctan x = (−1)k + Q2n+1 (x),
2k + 1
k=0
siendo Z x
n+1 t2n+2
Q2n+1 (x) = (−1) dt.
0 1 + t2
CAPÍTULO 6. EL TEOREMA DE TAYLOR 146
Q2n+1 (x)
lı́m = 0,
x→0 x2n+2
se verifica
P2n+2,0,arctan (x) = P2n+1,0,arctan (x),
y por tanto
arctan(2k) (0) = 0, ∀k ∈ N ∪ {0} ,
lo cuál era de esperar al ser arctan una función impar.
y dedúzcase (6.2).
Capı́tulo 7
Sucesiones y series
n ≥ N =⇒ |an − l| < .
147
CAPÍTULO 7. SUCESIONES Y SERIES 148
A = {an : n ∈ N}
está por definición acotado superiormente, y por tanto (axioma del supremo)
existe a = sup A. Veamos entonces que lı́mn→∞ an = a. En efecto, por
definición de supremo para todo > 0 el conjunto A ∩ (a − , a] es no vacı́o.
Por tanto, existe N ∈ N tal que a − < aN ≤ a. Por ser la sucesión no
decreciente, y ser a = sup A, se cumplirá
n ≥ N =⇒ a − < aN ≤ an ≤ a,
y, en particular,
n ≥ N =⇒ |a − an | < .
Esto implica nuestra afirmación. Q.E.D.
Nota. Es muy fácil probar que una sucesión monótona no decreciente (resp. no
creciente) no acotada superiormente (resp. inferiormente) diverge a infinito
(resp. menos infinito).
ya que
i i
1− <1− , i = 1, . . . , n − 1.
n n+1
Esto también demuestra que an > 2 para todo entero n ≥ 2. Por otra parte,
al ser 1/k! ≤ 1/2k−1 para todo k ∈ N se verifica
n n−1
X 1 X 1 1 − 21n 1
an ≤ 2 + k−1
= 1 + k
= 1 + 1 = 3 − n−1 .
2 2 1− 2 2
k=2 k=0
2 < lı́m an ≡ e ≤ 3.
n→∞
Lema 7.12. Toda sucesión contiene una subsucesión que es ó bien no cre-
ciente ó bien no decreciente.
Demostración. Sea {an }∞ n=1 una sucesión acotada. Por el lema anterior, esta
sucesión admite una subsucesión {ank }∞ k=1 no creciente ó no decreciente.
Como esta subsucesión es acotada tanto superior como inferiormente (al
serlo la sucesión {an }∞ ∞
n=1 ), de la Proposición 7.10 se sigue que {ank }k=1 es
convergente. Q.E.D.
CAPÍTULO 7. SUCESIONES Y SERIES 152
n, m ≥ N =⇒ |an − am | < .
m, n ≥ N ⇒ |am − an | < 1.
En particular,
Entonces {an : n ∈ N} está acotado por máx(1 + |aN | , |a1 | , . . . , |aN −1 |).
Por el teorema de Bolzano–Weierstrass, toda sucesión de Cauchy {an }∞ n=1
posee una subsucesión convergente {ank }∞
k=1 . Veamos, para finalizar la de-
mostración, que esto implica que {an }∞
n=1 es convergente. En efecto, para
todo > 0 existe M ∈ N tal que
m, n ≥ M =⇒ |am − an | < .
2
CAPÍTULO 7. SUCESIONES Y SERIES 153
es decir
∞
X n
X
ak = lı́m ak .
n→∞
k=1 k=1
De las propiedades elementales de las sucesiones se deducen propiedades
análogas para las series. En primer lugar,
P∞ si una serie P es convergente su
∞
suma es única. En segundo lugar, si a
k=1 k = s y
1 P k=1 bk = s2 son
∞
dos series convergentes y λ, µ ∈ R, entonces la serie k=1 (λ ak + µ bk ) es
convergente, y se tiene
∞
X
(λ ak + µ bk ) = λ s1 + µ s2 .
k=1
P P∞
El producto de dos series ∞ k=1 ak y k=1 bk es, sin embargo, una operación
mucho
P∞ más delicada, ya que, en principio, dicho producto es una serie doble
a
n,m=1 n mb que puede ser escrita como serie ordinaria de infinitas formas
distintas y en general no equivalentes. (Véase Spivak, p. 663.)
El criterio de Cauchy para sucesiones proporciona el siguiente criterio
de Cauchy para series:
CAPÍTULO 7. SUCESIONES Y SERIES 154
P∞
Proposición 7.15. La serie k=1 ak es convergente si y sólo si para todo
> 0 existe N ∈ N tal que
m
X
m > n ≥ N =⇒ ak < .
k=n+1
Corolario
P∞ 7.19.P Si bn ≤ an ≤ cn para todo númeroPnatural n ≥ M , y las
series k=1 bk y k=1 ck son convergentes, entonces ∞
∞
k=1 ak es convergen-
te.
0 ≤ an − bn ≤ cn − bn .
P∞
Por el criterio de comparación,
P∞ k=1 (ak − bk ) es convergente, de donde se
deduce la tesis al ser k=1 bk convergente. Q.E.D.
P P∞
Si ∞ k=1 ak es una serie
Parbitraria, k=1 |ak | es una serie de términos
∞
no
P∞ negativos. Se dice que
P∞ k=1 k a es condicionalmente convergente si
k=1 ak converge pero
P k=1 |ak | diverge, y absolutamente convergente
si ∞ |a
k=1 k | es convergente. Como indica la notación, no es difı́cil ver que
una serie absolutamente convergente es automáticamente convergente:
P P∞
Proposición 7.20. Si ∞ k=1 |ak | es convergente entonces k=1 ak es tam-
bién convergente.
− |an | ≤ an ≤ |an | .
Q.E.D.
P∞ ck k!
Ejercicio. Estudiar la convergencia de la serie k=1 , siendo c un núme-
kk
ro real.
Solución. Si c = 0, la serie converge trivialmente (su sucesión de sumas
parciales es constante). Si c 6= 0, aplicando el criterio del cociente se obtiene
n
|an+1 | |c|n+1 (n + 1)!/(n + 1)n+1 n |c| |c|
= = |c| = −−−→ .
1 n n→∞ e
|an | |c|n n!/nn n+1 1+ n
Por tanto, la serie dada es absolutamente convergente para |c| < e, y di-
vergente para |c| > e. Para c = ±e, el criterio del cociente no decide. Sin
embargo (véase Spivak, problema 21-13), al ser
en n!
> e, ∀n ∈ N, n > 1,
nn
P
el término general de las series ∞ k k
k=1 (±e) k!/k no tiende a cero cuando
k → ∞, por lo que dichas series son divergentes.
P 1
Ejemplo 7.24. La serie ∞ n=1 p converge si y sólo si p > 1. En efecto, si
n
p ≤ 0 la serie es divergente porque su término general no tiende a cero, y si
p > 0 basta aplicar el criterio de la integral (con f (x) = x−p ).
Obviamente (ya que las series son un caso particular de las sucesiones) de-
finiciones análogas son válidas para una serie de funciones.
CAPÍTULO 7. SUCESIONES Y SERIES 160
|x|n+1
|ex − Pn,0,exp (x)| = |Rn,0,exp (x)| ≤ máx(1, ex ) −−−→ 0.
(n + 1)! n→∞
En otras palabras, hemos probado que
∞
X xn
ex = , ∀x ∈ R.
n!
k=0
1.5
1.25
0.75
0.5
0.25
-2 -1 1 2
fn (x) = arctan(x2n ), ∀n ∈ N.
f+ε
f
fn
f–ε
y
lı́m lı́m fn (x) = lı́m lı́m fn (x) .
x→c n→∞ n→∞ x→c
|f (x) − f (c)| ≤ |f (x) − fN (x)| + |fN (x) − fN (c)| + |fN (c) − f (c)|
< + + = .
3 3 3
Q.E.D.
Si {fn }∞
n=1 converge uniformemente a f en (a, b), y las funciones fn son
derivables en (a, b) para todo n ∈ N, no siempre es cierto que el lı́mite f sea
derivable en (a, b), o que si f es derivable f 0 coincida con lı́mn→∞ fn0 (para
√
convencerse de esto último tómese, por ejemplo, fn (x) = sen(nx)/ n). Sin
embargo, se verifica el siguiente resultado más débil:
1
Si admitimos sin demostración que f es integrable en [a, b], entonces dado > 0 existe
N ∈ N tal que
n ≥ N =⇒ |f (x) − fn (x)| < , ∀x ∈ [a, b] .
2(b − a)
Por tanto,
˛Z b Z b
˛ ˛Z b ˛ Z b
˛ ˛ ˛ ˛
˛ f− fn ˛˛ = ˛˛ (f − fn )˛˛ ≤ |f − fn | ≤ · (b − a) < .
˛
a a a a 2(b − a)
CAPÍTULO 7. SUCESIONES Y SERIES 164
i) {fn }∞
n=1 es uniformemente convergente a una función f en (a, b)
P
Supongamos que ∞ k=1 fk es una serie de funciones uniformemente con-
vergente a una función f en un intervalo [a, b]. En primer lugar, si las fun-
ciones fk son integrables en [a, b] para todo k ∈ N lo mismo ocurre con la
función f , y se cumple
Z b X∞ Z b
f= fk ,
a k=1 a
es decir
∞
Z bX ∞ Z
X b
fk = fk .
a k=1 k=1 a
Si las funciones fk son además continuas en c ∈ [a, b] para todo k ∈ N
entonces f es continua en c, y por tanto
∞
X ∞
X
lı́m fk (x) = lı́m fk (x).
x→c x→c
k=1 k=1
Finalmente,
P∞ si fn cumple las hipótesis del Teorema 7.30 para todo n ∈ N,
P∞
f converge en algún c ∈ (a, b) y 0
k=1 k k=1 fk es uniformemente conver-
gente en (a, b) entonces
∞
!0 ∞
X X
fk = fk0 en (a, b) .
k=1 k=1
Escribiremos simbólicamente
∞
X f (k) (c)
f (x) ∼ (x − c)k (7.3)
k!
k=0
f (k) (c)
fk (x) = (x − c)k .
k!
En general, una serie de funciones de la forma
∞
X
ak (x − c)k
k=0
f (k) (0) = 0, ∀k = 0, 1, . . . .
Por ejemplo, por lo visto anteriormente las funciones cos x, sen x, log(1+
x) y arctan x son analı́ticas en 0, mientras que la función del ejemplo anterior
no lo es. P
La convergencia de ∞ k=0 f
(k) (c)(x − c)k /k! a f (x) significa que
n
X f (k) (c)
f (x) = lı́m (x − c)k = lı́m Pn,c,f (x),
n→∞ k! n→∞
k=0
o, equivalentemente,
lı́m Rn,c,f (x) = 0. (7.4)
n→∞
Proposición 7.32. Sea f ∈ C ∞ (a, b), y supongamos que existe M > 0 tal
que para todo k = 0, 1, . . . se cumple
(k)
f (x) ≤ M k , ∀x ∈ (a, b).
Q.E.D.
para |x| > R (si la serie converge para todo x ∈ R, por definición se toma
R = ∞). En efecto, si la serie no converge
P∞ en todo R (en cuyo caso R = ∞)
por el teorema anterior R = sup |x| : k=1 ak xk es convergente . Nótese
que R puede ser cero, lo cual significa que la serie sólo Pconverge para x = 0;
∞ k
por ejemplo, veremos a continuación que la serie k=0 k! x tiene radio
de convergencia
P 0. Para calcular el radio de convergencia de una serie de
potencias ∞ a
k=0 k xk , podemos utilizar el criterio del cociente ó el de la raı́z
P∞ k
aplicado a la serie de valores absolutos k=0 |ak | |x| . Por ejemplo, para
aplicar el criterio del cociente hay que calcular
|an+1 | |x|n+1 an+1
r = lı́m = |x| lı́m
n→∞ |an | |x|n n→∞ an