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OBJETIVO
Vivir con los jóvenes una experiencia de amor y misericordia con Jesucristo, a
través de la acción del Espíritu Santo en esta Vigilia. Donde recibamos los dones
que Él tiene para nosotros y cada joven le pueda ofrecer la práctica de las obras
de misericordia, como muestra de su fe y de su compromiso eclesial.
PREPARATIVOS
Se deben tener preparadas 7 cajas tamaño regular, las cuales irán forradas
y decoradas como un regalo. Sobre cada caja se pondrá el nombre de cada
uno de los dones del Espíritu Santo.
DESARROLLO DE LA VIGILIA
BIENVENIDA Y SALUDO
Se inicia la vigilia en el lugar acordado. Una vez reunidos los jóvenes iniciamos el
encuentro con un rato de animación musical.
Comentario inicial:
El Espíritu Santo lleva a que nuestras acciones estén dirigidas a la práctica de las
Obras de Misericordia Corporales y espirituales, por eso queremos invitarte a que
esta noche te dejes cautivar por el amor de Dios y abras la puerta de tu corazón
para que la presencia viva del Resucitado pueda posar en ti por medio de su
Espíritu Santo. Vivamos con fe este encuentro de fe.
Lectura Bíblica:
CONSEJO: Permite que el alma intuya rectamente lo que debe de hacer en una
circunstancia determinada. Nos ayuda a ser buenos consejeros de los demás,
guiándolos por el camino del bien. Es Dios mismo con su Espíritu, quien ilumina
nuestro corazón, de tal forma que nos hace comprender el modo justo de hablar,
de comportarse y el camino a seguir. En el momento en el que lo acogemos y lo
albergamos en nuestro corazón, el Espíritu Santo comienza inmediatamente a
hacernos sensibles a su voz y a orientar nuestros pensamientos, nuestros
sentimientos y nuestras intenciones según el corazón de Dios.
FORTALEZA: Fortalece al alma para practicar toda clase de virtudes heroicas con
invencible confianza en superar los mayores peligros o dificultades que puedan
surgir. Nos ayuda a no caer en las tentaciones que nos ponga el demonio. Libera
el terreno de nuestro corazón de la tibieza, de las incertidumbres y de todos los
temores que pueden frenarlo, de modo que la Palabra del Señor se ponga en
práctica de manera auténtica y gozosa. Nos da fuerza y nos libera también de
muchos impedimentos.
PIEDAD: Es un regalo que le da Dios al alma para ayudarle a amar a Dios como
Padre y a los hombres como hermanos, ayudándolos y respetándolos. Es un
vínculo que viene desde dentro. Se trata de una relación vivida con el corazón: es
nuestra amistad con Dios que nos dona Jesús, una amistad que cambia nuestra
vida y nos llena de entusiasmo, de alegría. Por ello, ante todo, el don de piedad
suscita en nosotros la gratitud y la alabanza. Es esto en efecto, el motivo y
el sentido más auténtico de nuestro culto y de nuestra adoración. Piedad es
sinónimo de auténtico espíritu religioso, de confianza filial con Dios, de esa
capacidad de dirigirnos a Él con amor y sencillez, que es propia de las personas
humildes de corazón.
TEMOR DE DIOS: Le da al alma la docilidad para apartarse del pecado por temor
a disgustar a Dios que es su supremo bien. Nos ayuda a respetar a Dios, a darle
su lugar como la persona más importante y buena del mundo, a nunca decir nada
contra Él. No significa tener miedo de Dios: sabemos bien que Dios es Padre que
nos ama y quiere nuestra salvación por eso nos perdona.
Una vez presentados todos los dones, siete jóvenes ingresarán portando un cirio o
vela encendida. Aún permanecen las luces apagadas. Mientras tanto se canta una
canción de acción de gracias.
Jóvenes, hemos visto hasta el momento como Dios nos muestra su amor y nos
otorga sus dones para poder ser fieles a su voluntad y al llamado que Él mismo no
hace. Ahora te invitamos a descubrir el gran regalo del Padre, su hijo Jesucristo,
quien a su vez nos prometió por medio de sus apóstoles el don de su Espíritu
Santo. Abandónate en las manos de Dios y deja que él te transforme.
Se inicia la apertura del gran regalo, mientras tanto se tiene música de fondo o se
puede cantar alguna canción eucarística. Una vez se descubra el Santísimo
sacramento cantamos un canto de adoración:
VISITAR LOS ENFERMOS: Es una de las obras de caridad que más debemos
practicar. Ser conscientes de la realidad humana nos hace pensar en nuestra
condición frágil. Si bien muchas veces no podemos hacer nada por calmar el dolor
de los enfermos, nuestra presencia los alentará a seguir adelante en su
ofrecimiento a Dios del dolor y verán en nosotros el rostro de Dios que no los
abandona.
DAR BUEN CONSEJO: Esta obra de caridad, nos hace tomar la condición de
personas que poseen el don de la sabiduría o del consejo. Muchos pueden venir a
nosotros a encontrar respuesta a alguna inquietud o dificultad de sus vidas y
esperan de nuestros labios la palabra oportuna para saber actuar. Daremos buen
consejo cuando seamos el reflejo de Dios en cada uno de nuestros días.
VESTIR AL DESNUDO: No solo está desnudo quien carece del vestido para su
cuerpo. Esta desnudo quien no posee dignidad, quien no posee razones para vivir.
Vestiremos al desnudo cuando compartamos lo nuestro con los demás, cuando
devolvamos la fama y dignidad aquellos que por cualquier circunstancia lo han
perdido. Vestiremos al desnudo cuando veamos en el otro el rostro de Cristo
clavado en la cruz implorando misericordia.
Cantos mosaico.
Comentario final:
Jóvenes, en esta noche hemos descubierto los regalos que Dios nos da con
frecuencia y con ellos queda nuestro compromiso de devolver algo de los que el
mismo Dios nos da a diario. Practicar la misericordia no es cuento que sea moda o
solo para personas mayores o desocupadas. La misericordia es algo que a diario
debemos practicar. En la medida que seamos misericordiosos, con nosotros
también tendrán misericordia. Gracias por haber participado en esta vigilia y que
Dios los bendiga siempre.