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Pontificia Universidad Católica de Chile

Facultad de Ciencias Sociales


Instituto de Sociología
Taller de Titulación I SOL200S-1
Profesora guía: Andrea López

Inmigrantes de Estación Central: ¿cómo es su proceso de integración en el


mercado laboral?

Sofía Cuevas
Josefina Rivas
Julio, 2017

1
Índice

I. Introducción. ................................................................................................................... 4
II. Revisión Bibliográfica..................................................................................................... 6
I. Migración .................................................................................................................... 6
II. Teorías y conceptos sobre la inmigración ................................................................... 8
Teoría de la Asimilación. ................................................................................................ 8
Teoría del Transnacionalismo ....................................................................................... 11
El concepto de Integración ............................................................................................ 12
III. La inmigración en Chile: historia. ............................................................................ 16
Primera Etapa: La búsqueda selectiva de inmigrantes .................................................. 17
Segunda Etapa: Control restrictivo por la seguridad nacional ...................................... 19
Tercera Etapa: La vuelta de la democracia con un discurso de apertura ...................... 21
Gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000) ..................................................... 23
Gobierno de Ricardo Lagos Escobar (2000-2006) ........................................................ 24
Gobierno de Michelle Bachelet Jeria (2006-2010) ....................................................... 25
Gobierno de Sebastián Piñera Echeñique (2010-2014)................................................. 26
Gobierno de Michelle Bachelet Jeria (2014-1018) ....................................................... 27
Consideraciones Finales ................................................................................................ 27
IV. ¿Por qué migrar a Chile? ....................................................................................... 27
Económicas ................................................................................................................... 28
Cierre de puertas EEUU y Europa ................................................................................ 29
Reunificación Familiar .................................................................................................. 29
Feminización de la inmigración .................................................................................... 30
Estabilidad Política........................................................................................................ 30
V. Caracterización de la población inmigrante en Chile. ............................................... 31
VI. Inmigración y mercado laboral en Chile ................................................................ 32
Legislación .................................................................................................................... 33
Condiciones Laborales .................................................................................................. 34
Capital Cultural ............................................................................................................. 34
Redes ............................................................................................................................. 35
2
Nacionalidad.................................................................................................................. 35
III. Pregunta de Investigación, Objetivos y Preguntas Directrices. ................................. 36
IV. Metodología ............................................................................................................. 38
Aspectos éticos .............................................................................................................. 41
Limitaciones del estudio................................................................................................ 41
V. Resultados ..................................................................................................................... 42
I. Razones para emigrar. ................................................................................................... 43
II. Proceso de integración laboral ..................................................................................... 46
Facilitadores y Obstaculizadores ................................................................................... 46
Condiciones Laborales .................................................................................................. 52
III. Percepción de la Integración Laboral ......................................................................... 57
Percepción negativa de la integración laboral ............................................................... 58
Percepción de una integración laboral parcial............................................................... 61
Percepción positiva de la integración laboral ................................................................ 63
VI. Conclusiones.............................................................................................................. 66
VII. Bibliografía ................................................................................................................ 69
VIII. Anexo ........................................................................................................................ 74

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I. Introducción

La problemática de la migración no es algo novedoso, sino que ha acompañado a la


Modernidad desde un principio. Sin embargo, en las últimas décadas ha tomado gran
relevancia debido a las medidas que se han tomado en relación a este fenómeno; son
distintos los países que generan políticas cada vez más restrictivas al respecto, pero las olas
de inmigrantes no cesan su crecimiento (Bauman, 2016).

La Organización Mundial de la Inmigración (OIM) estima que para el año 2010 había
alrededor de 214 millones de migrantes en el mundo, lo que representa un 3,1% de la
población mundial para dicho año. Esto quiere decir que una de cada 33 personas para el
año 2010 era inmigrante. Esta misma organización sostiene que las razones para migrar
generalmente se relacionan con la búsqueda de una mejor calidad de vida y de trabajo, lo
que genera un enorme desafío para el país anfitrión. Por lo tanto, el desarrollo económico
tanto del país receptor como el de origen, las crisis macroeconómicas, políticas e
institucionales y los desequilibrios en el mercado laboral son todos causas para explicar
este proceso migratorio (Bellolio, Franco, & Ramirez, 2012).

Particularmente en el caso de Chile, ha habido un aumento de inmigrantes en los últimos


años (Silva, Palacios & Tessada, 2014). En el año 1982 la población inmigrante
representaba un 0,7% de la población total del país (Correa, 2016), cifra que aumenta a
2,7% en el año 2015 según la Encuesta Casen (Subsecretaría de Evaluación Social, 2016).

En relación a esto, una de las temáticas que ha cobrado relevancia en Chile tiene que ver
con la integración laboral de los inmigrantes. Siendo esto de suma importancia, ya que
entre las razones principales para migrar a Chile está la búsqueda de un empleo y mejorar
las condiciones de vida (Azócar, 2016) y a su vez los inmigrantes necesitan de un empleo
para poder regularizar su situación migratoria (Servicio Jesuita a Migrantes, 2016).
Distintos autores resaltan las dificultades que tiene este grupo en particular al momento de
insertarse en el mercado laboral, como la discriminación que deben enfrentar (Stefoni,
2011), la frustración de sus expectativas (Correa, 2016), la inserción en trabajos más
precarios (Madero & Mora del Valle, 2011), entre otras problemáticas.

En este contexto, la presente investigación busca caracterizar el proceso de integración


laboral de los inmigrantes de Estación Central, desde la perspectiva de los propios actores,
con el fin de profundizar en esta problemática y obtener información acerca de cómo los
inmigrantes perciben su integración en el trabajo, los principales obstáculos y facilitadores
a los que se enfrentan, sus expectativas, entre otros aspectos.

Es importante recalcar que Estación Central es una de las comunas con más población
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inmigrante en la Región Metropolitana, representando un 13% del total de inmigrantes de
esa región (Margarit & Bijit Abde en Azocar, 2016). Particularmente, se estima que hay
6000 inmigrantes, lo que corresponde a un 4,1% de la población de la comuna (PAC
LTDA, 2016).

En cuanto a las nacionalidades de estos inmigrantes, un 57% son peruanos, un 12%


corresponde a inmigrantes provenientes de América Central (Haití, República Dominicana,
Cuba, Guatemala, Puerto Rico, Jamaica, Honduras y Salvador) y un 8% corresponden a
colombianos. Argentina, Ecuador y otros países de América Latina representan un 5% cada
uno, Europa y Asia representan un 3% y 4% respectivamente; por último solamente un 1%
son los inmigrantes provenientes de América del Norte (PAC LTDA, 2006). La
importancia de esta distribución de nacionalidades reside en que son justamente los
inmigrantes provenientes de América Latina quienes sufren de mayor discriminación en el
mercado laboral en Chile (Silva, Palacios & Tessada, 2014).

En base a esto, los principales hallazgos de esta investigación son: en primer lugar, las
razones económicas son las que priman al momento de emigrar, lo cual no quiere decir que
los inmigrantes vengan solo en busca de un trabajo, ya que esperan poder desarrollarse en
más aspectos; en segundo lugar, respecto al proceso de integración laboral, se evidencia
que los inmigrantes perciben más obstáculos que facilitadores al momento de buscar trabajo
tales como, la tramitación de la visa, la convalidación de estudios (para los profesionales),
la discriminación y el idioma para los haitianos. Además, se enfrentan a adversas
condiciones laborales, sobre todo respecto al cumplimiento de sus derechos laborales; dado
que muchos trabajan sin contrato, los empleadores no les pagan las imposiciones, reciben
un salario menor del que les corresponde y no les respetan los horarios. Todo esto incide en
las trayectorias laborales debido a que estas problemáticas generan que los inmigrantes no
encuentren trabajo, que se inserten en trabajos precarios o no acordes a sus expectativas o
que accedan al trabajo deseado pero con dificultades. Por otro lado, si bien los entrevistados
enfrentan las mismas problemáticas mencionadas por lo que tienen un proceso de
integración similar, tienen distintas percepciones respecto a su integración laboral dado que
algunos han superado estos obstáculos y cumplido sus expectativas, mientras otros no.

La estructura de este estudio es la siguiente: en un primer apartado se expone una amplia


revisión bibliográfica de los antecedentes importantes sobre esta problemática, la cual se
divide en distintos puntos: primero, se explica cómo actualmente este fenómeno se entiende
bajo el contexto de la globalización y los distintos tipos de legislaciones existentes para
afrontar esta realidad; segundo, se exponen las distintas teorías y conceptos que se han
desarrollado para poder analizar cómo los inmigrantes se insertan en la sociedad de destino;
tercero, se describen las tres fases de la inmigración en Chile, considerando el cambio de
patrones en la inmigración y los cambios en la legislación; cuarto, se explican las cinco
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razones principales por las cuales los inmigrantes deciden venir a Chile; quinto, se hace una
breve caracterización de la actual población inmigrante; y por último, se plantean las
distintas problemáticas relacionadas con la integración al mercado laboral.

En el siguiente apartado se indica el enfoque de esta investigación en base a la pregunta de


investigación, objetivos y preguntas directrices. Posteriormente, se explica la metodología
que se utiliza, las limitaciones del estudio y los aspectos éticos que se toman en cuenta. Por
último, se presentan los resultados y las conclusiones.

II. Revisión Bibliográfica

I. Migración

Las migraciones siempre han existido a lo largo de la historia, pero actualmente varios
autores sitúan las migraciones en un contexto de globalización (Bauman, 2016; Stefoni,
2000: Stefoni, 2003).

En esta línea, Stefoni (2003) explica tres razones por las cuales se puede entender la
migración dentro del contexto de globalización: primero, las desigualdades económicas
entre los países generan estímulos para emigrar y buscar mejores oportunidades. En este
sentido, se ha planteado que migrar no puede ser entendido como un acto enteramente
voluntario o autónomo, sino que se da en un contexto de dependencia entre los países
(Bauman, 2016; Stefoni, 2000). Como explica Zúñiga: “Los flujos migratorios procedentes
de los países menos desarrollados emergen como consecuencia de la dependencia
económica, política, comercial, tecnológica e incluso cultural respecto de los países más
desarrollados” (2005, pág. 7).

En segundo lugar, el avance en las comunicaciones y tecnologías hace más real la


posibilidad de emigrar, ya que abarata los costos de viaje y a la vez, hace más patente las
desigualdades económicas entre países. En este sentido, la autora explica: “Los medios de
comunicación, el cine, televisión e internet transitan por el mundo cargados de imágenes
que hablan sobre lugares donde la pobreza pareciera dejar de ser la realidad cotidiana […]
la promesa de un “mundo feliz” es una invitación consciente o inconsciente hecha por los
países modernos al mundo menos desarrollado” (2003, pág. 17).

En tercer lugar, es importante considerar que las migraciones no pueden ser vistas solo
como una consecuencia de la globalización, sino que también son parte del motor de
desarrollo de este proceso, dado que gracias a los movimientos migratorios los países se

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acercan entre sí: “Las comunidades de inmigrantes en los países receptores intentan recrear
el mundo que quedó atrás, su cultura y tradiciones, enseñando a las sociedades la diversidad
cultural y social que existe” (Stefoni, 2003, pág. 18).

Pero enfrentar este fenómeno no ha sido fácil y no hay una sola visión al respecto. En este
sentido, los países receptores adoptan distintos tipos de legislaciones en torno a la
inmigración. Según Bellolio et al. (2012) estas se pueden clasificar en: inmigración libre o
frontera abierta, inmigración selectiva e inmigración restrictiva. La inmigración libre
sostiene que si un individuo encuentra que en su país no están las condiciones óptimas para
el desarrollo de su plan de vida es legítimo que busque un nuevo lugar donde desarrollarse.
A su vez señala que el hecho de que los individuos estén adscritos a cierta frontera no es
lógico, por lo que mientras el inmigrante respete las leyes, cumpla sus deberes y tenga una
voluntad de superación este fenómeno debe ser visto como algo a impulsar.

Por otro lado, la inmigración selectiva permite la inmigración, pero agrega algunas
restricciones y especificaciones, para así seleccionar a quienes pueden entrar a su territorio,
lo que implica desafíos éticos, por ejemplo: “[…] el Estado podría establecer controles para
prevenir la entrada de personas con problemas de salud, establecer límites de edad, rechazar
a aquellos inmigrantes que tienen antecedentes penales y solo permitir la entrada a personas
que van a potenciar áreas específicas de la economía o sociedad” (Caplan, 2012 en Bellolio
et al. 2012, pág. 9). Y por último, la inmigración restrictiva se justifica bajo el punto de
vista de la protección de la integridad y seguridad nacional de un país a la hora de integrar
tanto personas, valores y costumbres no originarias de él. A su vez plantea la carga que
puede significar un amplio grupo de inmigrantes para el estado anfitrión, así ve a los
inmigrantes como potenciales arrebatadores de trabajo, ayuda social, educación, entre otros.
Esto genera conflictos generalmente ligados con el racismo y la xenofobia.

En este escenario, Bauman (2016) plantea que lo que hace llamativo a este fenómeno hoy
en día, no es la migración como tal, sino las distintas medidas que se han tomado contra
ella. De esta manera, son distintos los países europeos que han asociado este fenómeno al
terrorismo o han cerrado sus puertas en “pro a los suyos” justificándolo por la seguridad
nacional y personal. Sin embargo, este autor sostiene que la política de separación, la
construcción de muros solo abre el camino hacia más desconfianza y distanciamiento entre
nosotros. La inmigración solo se detendrá cuando la desigualdad entre países desarrollados
y en vías de desarrollos cesen, mientras solo tenderá aumentar sin importar cuán alto sean
las muros o estrechos los pasillos.

En esta misma línea, la OIM en un informe que realizó sobre Chile, “Las migraciones
internacionales: análisis y perspectivas para una política migratoria” del año 2003, explica
las ventajas de una política restrictiva y de puertas abiertas. En el caso de la política
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restrictiva, señala, en concordancia con Bauman (2016), que esta no logra reducir la
inmigración y provoca la irregularidad de los inmigrantes. Además va en contra de los
intentos de integración entre los países de la Región Latinoamericana, lo que puede generar
reacciones negativas hacia el país con políticas restrictivas, limitando el comercio.

Por otro lado, las políticas de puertas abiertas, según la OIM, tendrían más ventajas ya que
favorece la integración y los mercados laborales. Además explica: “Si bien existen
diferentes matices entre ambos extremos, es claro que la opción que presenta mayores
ventajas es la política de puertas abiertas. No obstante, dicha política no debe entenderse
como una desregulación total del fenómeno migratorio. Por el contrario, es justamente, en
este ámbito en el cual el Estado entra a ser garante, a través de la política pública, tanto de
los derechos de la sociedad nacional, como de los derechos de los migrantes. En este
marco, la política migratoria pública operando a través de sus diferentes instituciones, entra
a regular y a conducir los flujos migratorios, reconociendo la potencialidad del mismo
como generador de desarrollo” (2003, pág. 8).

II. Teorías y conceptos sobre la inmigración

Se han generado distintas teorías y conceptos para poder aproximarse al fenómeno


migratorio. Las teorías presentadas a continuación refieren a explicaciones respecto a cómo
los inmigrantes se insertan en la sociedad de destino.

Teoría de la Asimilación.
La teoría de la asimilación es una de las primeras teorías que surge para explicar la
integración de los inmigrantes en la sociedad de llegada. Alba y Nee (1997) distinguen tres
variantes de la teoría de la asimilación que forman parte del canon clásico de la teoría: el
trabajo de Park y E.W Burgess, el modelo de Milton Gordon y la “The Straight Line
asimilation”. En este apartado se explicarán estos tres modelos, las principales críticas que
se le han realizado y, además, se expondrá una variante a esta teoría que no forma parte del
canon clásico pero que, según varios autores, ha solucionado varias de las críticas
realizadas a la teoría clásica y ha sido especialmente útil para estudiar los factores que
afectan la movilidad e integración de las segundas generaciones de inmigrantes (Waters,
Tran, Kasinitz, Mollenkopf, 2010; Zhou, 2014; Haller, Portes & Lynch, 2011).

La teoría de la asimilación tiene su origen en la Universidad de Chicago, a principios del


siglo XX. Una de las primeras definiciones de este concepto fue dada por Park y E.W
Burgess, que explicaron que la asimilación consistía en: “Un proceso de interpenetración y
fusión en el cual las personas y grupos adquieren las memorias, sentimientos y actitudes de
las otras personas y grupos y, al compartir su experiencia e historia, son incorporados con

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ellos a la vida cultural común” (Alba & Nee, 1997, pág. 828 Traducción propia). En este
sentido, la asimilación puede entenderse como un proceso en el cual el inmigrante se
adecúa a la sociedad de acogida, en la medida en que adquiera la cultura, costumbres y
modos de vida de esta (Retortillo et al. 2006). Por esto es que una de las grandes críticas a
este modelo, refiere a la tendencia etnocentrista detrás de la teoría, dado que implica una
visión unilateral de adaptación, en la que la minoría étnica se adapta al país de acogida, y
este no sufre mayores cambios (Alba & Nee, 1997).

Otro aspecto de la teoría que se asocia con el legado de Park, es la idea de un “ciclo de las
relaciones raciales”, en que se propone una serie de etapas en la relación entre grupos:
contacto, competencia, acomodación y finalmente asimilación. El contacto refiere a que
gracias a la inmigración, personas que no se conocían entran en contacto. Luego de ese
contacto, entran en una competencia por los puestos de trabajo, que llevaría a una
acomodación, es decir, a una estabilización de las inequidades entre grupos. Pero esto
finalmente, de manera progresiva e irreversible, se transforma en una asimilación, dado que
las relaciones interpersonales entre los distintos grupos étnicos son más fuertes que la
competencia entre ellos (Alba & Nee, 1997; Bajo, 2007). Este ciclo se ha criticado ya que
propone la asimilación como un estado final y empíricamente se ha demostrado que ciertos
grupos de inmigrantes no llegan a asimilarse, sino que conservan sus costumbres, lengua y
cultura (Haller, Portes & Lynch, 2011; Bajo, 2007).

Posteriormente, la teoría de la asimilación, se modifica a través de la teoría de Milton


Gordon, que ofrece una formulación más amplia del concepto, a partir de siete
dimensiones. Según Alba y Nee (1997) la distinción crítica en este esquema es entre la
aculturación y la asimilación estructural. La aculturación es la adopción por parte de los
grupos minoritarios de los patrones culturales de la sociedad de acogida, que según Gordon
es un proceso inevitable y unidireccional. Por otro lado, la asimilación estructural refiere a
la “Entrada a gran escala en camarillas, clubes e instituciones de la sociedad de acogida, a
nivel de grupo primario” (Bajo, 2007, pág. 826 Traducción propia). Según Alba y Nee, la
asimilación estructural se traduce en que “(…) los prejuicios y discriminación declinarán (si
es que no desaparecen), el matrimonio mixto se volverá común y la identidad separada de
las minorías se desvanecerá” (1997, pág. 830 Traducción propia). Por último, la asimilación
estructural no es inevitable, pero cuando ocurre permite y estimula otras formas de
asimilación, a diferencia de la aculturación, en donde eso no ocurre necesariamente.

Al modelo de Gordon se le ha criticado por ser un modelo estático y homogéneo, ya que se


asume que la sociedad receptora es homogénea, siendo que la cultura varía según la
localidad y las clases sociales (Alba & Nee, 1997; Retortillo, 2016). Además es ambigua en
relación a si su teoría refiere a individuos o grupos y, por último, concibe la asimilación
entre dos grupos, cuando en las sociedades pueden haber una variedad de grupos culturales
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(Alba & Nee, 1997).

Por último, la tercera variante del canon clásico es la “Straight-Line Assimilation”, la cual
le otorga un carácter dinámico a la teoría, dado que plantea que cada generación representa
un nuevo estado de ajuste hacia la asimilación. Pero se ha criticado este enfoque porque
asume que este cambio es endógeno (se produce en las dinámicas internas del grupo) y por
lo tanto, no considera el efecto de los cambios históricos (Alba & Nee, 1997).

En este escenario en que la teoría de la asimilación ha sido bastante criticada


ideológicamente (por su etnocentrismo) y empíricamente (dado que lo que propone no se
evidenció en la realidad) (Haller, Portes & Lynch, 2011), Portes y otros colaboradores en la
década de los noventa proponen la teoría de la asimilación segmentada como una
alternativa a la teoría de la asimilación. En términos generales, lo que esta teoría propone es
que no hay un solo resultado en el proceso de asimilación, sino que la segunda generación
de inmigrantes puede seguir distintos caminos (en esta teoría se proponen tres), que
dependen de diferentes factores que interactúan entre sí (Waters, Tran, Kasinitz,
Mollenkopf, 2010; Zhou, 2014; Moncusí, 2007). En este sentido, un aspecto importante de
esta teoría que se diferencia de los enfoques anteriores, es que no ve la sociedad de llegada
como homogénea, sino que plantea que la asimilación se producirá en relación a algún
segmento de la sociedad de llegada (Portes, Fernández-Kelly & Haller, 2005).

El modelo propone tres posibles rutas: la aculturación disonante, la aculturación consonante


y la aculturación selectiva. En estas tres rutas inciden factores contextuales: el capital
humano, que refiere a la educación de los padres y el ingreso; los modos de incorporación,
que refieren a las políticas estatales y reacciones culturales hacia los inmigrantes; y la
estructura familiar, que no solo considera las diferencias entre familias biparentales y
monoparentales, sino que también si son solo nucleares o multigeneracionales. Además,
hay barreras que interactúan con estos factores contextuales llevando a distintos resultados.
Estas son: la discriminación racial; los mercados de trabajos polarizados, divididos en
ocupaciones profesionales bien pagadas y trabajos manuales mal pagados; y por último, las
subculturas urbanas, que refieren a la existencia de pandillas como camino alternativo a la
educación (Haller, Portes & Lynch, 2011; Waters, Tran, Kasinitz, Mollenkopf, 2010;
Moncusí, 2007). En el caso de la primera ruta, la aculturación disonante, se caracteriza
porque los hijos de inmigrantes aprenden más rápido que sus padres la lengua y modos de
ser de la sociedad de llegada (Waters, Tran, Kasinitz, Mollenkopf, 2010) y, además, por un
rechazo de la cultura de origen por parte de la segunda generación (Haller, Portes & Lynch,
2011). En esta ruta los individuos carecen de capital humano suficiente, el modo de
incorporación se caracteriza por la hostilidad y hay una desestructuración familiar. Esto
lleva a que los individuos no cuenten con apoyo familiar o comunitario para enfrentar la
discriminación y el mercado laboral segmentado. Esto genera que adopten
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comportamientos y actitudes que no son valorados socialmente o mal vistos (por ejemplo,
la delincuencia), y por lo tanto, tengan asimilaciones descendentes (Moncusí, 2007).

La segunda ruta es la aculturación consonante, que se caracteriza porque los padres


inmigrantes y sus hijos, los dos al mismo tiempo, aprenden la cultura de la sociedad de
llegada y abandonan ciertos elementos de su cultura de origen (Waters, Tran, Kasinitz,
Mollenkopf, 2010). En esta ruta los individuos tienen un capital humano alto, el modo de
incorporación es neutral o favorable y cuentan con apoyo familiar, lo que permite enfrentar
la discriminación y que no se produzcan estilos de vida conflictivos. Esto tiene como
resultado una asimilación ascendente, pero que se puede ver obstaculizada por la
discriminación (Moncusí, 2007).

Por último, la tercera ruta, es la aculturación selectiva, en la cual tanto padres inmigrantes
como hijos preservan los elementos importantes de la cultura de origen, pero además
adquieren los modos de ser de la sociedad de llegada (Waters, Tran, Kasinitz, Mollenkopf,
2010; Haller, Portes & Lynch, 2011). Esta ruta se diferencia de la segunda en que en este
caso la comunidad étnica tiene mucha más relevancia y protagonismo y, por lo tanto, los
individuos cuentan con mayor apoyo, lo que les permite alcanzar el éxito. Esto tiene como
resultado una asimilación ascendente que se acompaña de un biculturalismo. Según
Moncusí: “La aculturación selectiva es la forma más favorable de las tres, según los
autores, ya que permite afianzar los lazos sociales familiares y étnicos, sin cortar la
incorporación de otros nuevos” (2007, pág. 496).

En síntesis, la teoría de la asimilación segmentada se posiciona como modelo alternativo a


la teoría clásica de la asimilación, ya que supera la visión homogénea de la sociedad de
llegada, y además propone diferentes resultados de asimilación, lo que ha sido de gran
utilidad para estudiar a los inmigrantes de segundas generaciones (Zhou, 2014; Haller,
Portes & Lynch, 2011).

Teoría del Transnacionalismo


La teoría del transnacionalismo propone, a diferencia de la teoría canónica de la
asimilación, la consolidación de vínculos transnacionales entre los inmigrantes. Esto quiere
decir que los inmigrantes no abandonan sus modos de ser al llegar al país de acogida, sino
que logran negociar los aspectos de las dos sociedades (Valdéz -Gardea & Balslev Clausen,
2007). Como explica Dinneen: “Al mismo tiempo que se integran en su sociedad adoptada,
participan en actividades sociales, políticas y culturales que fortalecen sus conexiones con
su país de origen” (2015, pág. 57). Además, esta presencia en los dos países la utilizan para
maximizar sus oportunidades económicas y políticas (Dineen, 2015).

La primera definición del transnacionalismo fue dado por Basch, Glick Schiller y Szanton

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Blanc, que lo entienden como: “el conjunto de procesos por los cuales los inmigrantes
crean y mantienen relaciones sociales multidimensionales que vinculan las sociedades de
origen con las de destino. Llamamos a estos procesos transnacionales para enfatizar que
hoy en día muchos migrantes construyen campos sociales que cruzan fronteras geográficas,
culturales y políticas” (Basch et al., 1994: 7 en Cloquell & Lacomba, 2016, pág. 230).

Posteriormente esta definición fue acotada por Portes y sus colaboradores, quienes definen
el transnacionalismo como “ocupaciones y actividades que requieren para su implantación
contactos sociales periódicos y sostenidos a lo largo del tiempo y a través de fronteras
nacionales” (Portes, Guarnizo y Landolt, 1999 en Pardo Montaño, 2015, pág. 44). En ese
sentido, los migrantes transnacionales se definen como: “aquellas personas bilingües que se
mueven con facilidad entre diferentes culturas, frecuentemente mantienen hogares en dos
países y persiguen intereses económicos, políticos y culturales que requieren su presencia
en ambos” (Portes, 1996 en Blanco F. de Valderrama, 2007, pág. 19). Esta definición busca
resaltar que no todos los inmigrantes son inmigrantes transnacionales, sino que se requieren
relaciones permanentes y regularidad en estas actividades. Además según un estudio sobre
inmigrantes latinoamericanos en Estados Unidos, se revela que los inmigrantes
transnacionales son una minoría y que tienen características específicas: generalmente
llevan más tiempo en el país de destino y, por lo tanto, ya han logrado establecerse (Portes
& Dewind, 2004).

Respecto a las actividades transnacionales, Portes (2002) las clasifica en cuatro tipos: las
actividades económicas, que consisten principalmente en remesas enviadas al país de
origen, actividades empresariales e inversiones; las actividades políticas, que refieren, por
ejemplo, a movilizaciones para apoyar causas en el país de origen o el derecho a voto en el
país de origen; las actividades religiosas, como por ejemplo, que las iglesias del país de
origen se organicen para atender a los inmigrantes o que los inmigrantes hagan donaciones
a las parroquias de su país de origen; y por último, las actividades culturales, como la
celebración por parte de los inmigrantes de festividades de su país de origen.

Por último, Portes (2002) plantea que lo útil de esta posición teórica radica en que al ser
amplia permite abarcar una variedad de fenómenos a ser estudiados pero al mismo tiempo
es concreta, lo que permite que se le realicen modificaciones a medida que se va
estudiando.

El concepto de Integración
Las investigaciones actuales sobre inmigración también han utilizado el concepto de
integración. No obstante, hay una ambigüedad acerca de lo que significa (Herrera, 1994),
como plantea Cachón: “Hay tantas definiciones y conceptos de integración como personas
escriben sobre el tema” (2008, pág. 209). Además, como explica Remennick (2003), en
12
algunas ocasiones el término integración se utiliza como sinónimo de asimilación o
aculturación, lo que aumenta la confusión sobre el significado de este.

A pesar de esto, en base a ciertas investigaciones, se pueden enumerar algunos elementos


que el concepto de integración implica: primero la integración debe entenderse como un
proceso y no como un resultado (a diferencia de la asimilación) (Shubin & Dickey, 2013;
Pennix & Martiniello, 2006 en Cachón, 2008; Bosswick & Heckmann, 2006; Solé et al.
2002; Blanco, 2001); este proceso es bidireccional, es decir, afecta a los inmigrantes como
a la sociedad de acogida, por lo que requiere la adaptación de los dos y en ese sentido se
entiende como un ajuste mutuo (Bosswick & Heckmann, 2006; Shubin & Dickey, 2013;
Solé et al. 2002; Blanco, 2001); y por último, es un proceso dinámico, lo que quiere decir
que las trayectorias pueden ser impredecibles, es decir, puede ocurrir que la integración de
los inmigrantes no sea total y que se integren en un área y no en otra, o pueden integrarse
en grupos de la sociedad de acogida que son marginalizados (Bosswick & Heckmann,
2006; Shubin & Dickey, 2013; Solé et al. 2002; Blanco, 2001).

Respecto a definiciones concretas del concepto, el antropólogo Manuel Delgado (1998)


considera la integración como el resultado de respetar el derecho de diferencia y el derecho
de igualdad de los inmigrantes. Entendiendo la diferencia referida a las tradiciones
culturales y la igualdad referido a las estructuras sociales de destino. A su vez señala que
este proceso debe darse en conjunto con aceptar distintas normas que permitan la
convivencia (Manuel Delgado, 1998 en Solé et al. 2002).

Bosswick y Heckmann profundizan en mayor medida en el concepto de integración social.


La integración social la definen como: “(...) la inclusión y aceptación de los inmigrantes en
las principales instituciones, relaciones y posiciones de la sociedad” (2006, pág. 15
traducción propia). No obstante, explican que la integración social de los inmigrantes es un
proceso que encuentra barreras, como la discriminación, y que por lo tanto, se da bajo
ciertas condiciones. En este sentido, se requiere de un compromiso por parte de la sociedad
de destino para que se dé un proceso mutuo de integración que logre superar esas barreras.
Por eso la integración debe entenderse como un proceso interactivo, que afecta tanto a la
sociedad de destino como a los inmigrantes: “Para los inmigrantes, la integración significa
el proceso de aprender una nueva cultura, adquirir derechos y obligaciones, ganar acceso a
posiciones y estatus social, construir relaciones personales con miembros de la sociedad de
acogida y formar un sentimiento de pertenencia e identificación con esa sociedad. Para la
sociedad de acogida, la integración significa la apertura de las instituciones y garantizar
igualdad de oportunidades a los inmigrantes” (2006, pág. 11 traducción propia).

En la misma línea, Blanco (1993) ve la integración como uno de los posibles resultados del
encuentro entre inmigrantes y la sociedad de destino, que produce una reestructuración de

13
la sociedad. Esta reestructuración está dada por dos procesos: la inserción igualitaria de los
inmigrantes en la estructura socioeconómica de la población autóctona y el desarrollo de
una identidad colectiva, por medio de un sentimiento de grupo que cohesiona a la sociedad,
lo que permite que los grupos se reconozcan entre sí como parte de la comunidad (Blanco,
1993 en Solé et al. 2002).

Esta misma autora en otro estudio, ahonda en este concepto y lo define como: “un proceso
de incorporación de los inmigrantes a una sociedad dada que tenga como resultado una
estratificación social no basada en el origen, raza, etnia o religión de las poblaciones
integrantes, culminando el proceso con el desarrollo de un sentimiento de pertenencia a la
comunidad de que se trate” (2001, pág. 223). Como se explicó anteriormente, la integración
según esta autora es uno de los posibles resultados, ya que puede ocurrir que no se genere
una aceptación mutua entre los inmigrantes y la sociedad de acogida. Ese fenómeno, ella lo
define como “separación”, que se produce cuando no se logra la incorporación igualitaria
de los inmigrantes.

Además tanto en el estudio de Bosswick y Heckmann (2006) como en el de Blanco (2001)


dividen la integración de los inmigrantes en cuatro dimensiones: la estructural, cultural,
interactiva o social e identitaria o identificativa.

En el caso de Bosswick y Heckman, la integración estructural refiere a “la adquisición de


derechos y el acceso a posiciones y estatus en las principales instituciones de la sociedad de
acogida” (2006, pág. 9 traducción propia). Esta dimensión de la integración se refiere al
acceso al mercado laboral, la educación, ciudadanía, entre otras instituciones que
determinan el estatus socioeconómico y, por ende, las oportunidades de los individuos. Por
último, los autores explican que para poder integrarse estructuralmente, los inmigrantes
deben adquirir competencias (cognitivas, culturales y sociales) requeridas.

En cambio, en el caso de Blanco (2001), la integración estructural refiere prioritariamente


al trabajo, debido al rol que cumple la integración laboral en la obtención de estatus social y
en las oportunidades de movilidad. En esta integración además se consideran aspectos
como la educación y la renta, en tanto estos tres elementos definen la posición de clase.

Por otro lado, esta autora ahonda en las variables que deben considerarse parte de la
integración estructural. Primero se consideran variables relacionadas con la situación
laboral: el sector de la actividad, el tipo de ocupación, entre otras. En esta subdimensión se
puede estudiar: la movilidad económica, es decir, comparar la situación actual con la
situación en el país de origen o con el momento de llegada; la concentración de los
inmigrantes en ciertas ocupaciones o ramas económicas; la satisfacción del inmigrante con

14
su situación laboral; y por último, el cumplimiento de las expectativas que tenían cuando
llegaron.

La segunda subdimensión, refiere a la educación y la renta. En esta sección se puede


estudiar la movilidad y situación comparativa en los distintos momentos del tiempo en
relación a esos aspectos. Por otro lado, la tercera subdimensión refiere a la relación entre
educación y renta con ocupación, que sirve para estudiar la discriminación hacia los
inmigrantes. Y por último, la cuarta subdimensión refiere a la relación entre conocimiento
de la lengua y la ocupación, que permite estudiar la necesidad de aprender una lengua para
conseguir un trabajo.

La integración cultural, en el caso de Bosswick y Heckmann (2006) se refiere a un cambio


cognitivo y de comportamiento, pero refiere a un proceso mutuo entre la sociedad de
destino y los inmigrantes. Lo importante de este concepto es que no significa que los
inmigrantes deban abandonar su cultura de origen, sino que la integración cultural se
conceptualiza como la adquisición de competencias biculturales. El problema de esta
integración es que para los inmigrantes de menor nivel educativo se les hace más difícil
lograr este biculturalismo.

Blanco, por su parte, también critica la teoría del asimilacionismo cultural que plantea que
el inmigrante debe despojarse de su cultura originaria, ya que la integración no requiere el
abandono de la cultura de origen. Pero en su caso resalta el aprendizaje de la lengua del
país de acogida como un aspecto fundamental de la integración: “La lengua es uno de los
elementos objetivos culturales más importantes que sustentan la identidad colectiva:
permite al individuo integrarse en la interacción simbólica con otros y, de este modo,
seguirles para la adquisición de valores y metas que caracterizan a la comunidad de
adopción” (2001, pág. 234). De este modo, el aprendizaje de la lengua permite evitar el
aislamiento étnico.

La integración interactiva, según Bosswick y Heckmann, se entiende como “(...) la


aceptación e inclusión de los inmigrantes en las relaciones primarias y redes sociales de la
sociedad de acogida” (2006, pág. 10 traducción propia). Este tipo de integración requiere
como precondición elementos de la integración cultural (como la adquisición de
competencias lingüísticas).

Blanco (2001), también la entiende de manera parecida pero profundiza en esta dimensión.
Para esta autora, esta integración revela el nivel de interpenetración de los inmigrantes con
la sociedad de destino. Plantea que esta dimensión refiere a un acercamiento real y no a una
mera convivencia. El acercamiento real ayudaría a aumentar la familiaridad, lo que permite
superar los estereotipos, el rechazo, y disminuir el estrés y desconcierto ante el otro. No
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obstante, plantea que esta integración depende de la clase social de las personas y los
modos de vida, ya que es más fácil establecer un contacto con otra persona cercana a
nuestra clase y con modos de vida parecidos. Además distingue cuatro ámbitos de esta
integración: familiar, residencial, cívico y político. Donde se puede analizar por un lado la
existencia de relación y la naturaleza de estas (si hay una concentración étnica o
intergrupal).

Por último, la integración identificativa, según Boswick y Heckmann (2006), se refiere al


elemento subjetivo de la integración, en tanto sentimiento de pertenencia. No obstante, los
autores plantean que es posible para los inmigrantes participar en las principales
instituciones de la sociedad de acogida sin identificarse con ellas.

Blanco (2001), que a esta integración la llama integración de identidad colectiva, refiere
también al proceso de identificación y sentimiento de pertenencia con la comunidad. Y
plantea cuatro resultados posibles: La asimilación, donde el inmigrante se identifica con la
sociedad de destino y no con la sociedad de origen; la disociación, donde se identifica con
el grupo de origen y no con la sociedad de destino; la aculturación, donde la identificación
es con ambos grupos; y la marginalidad, en la cual el inmigrante no se identifica con
ningún grupo.

De todas las teorías y conceptos expuestos, en esta investigación se usará el concepto de


integración social para estudiar a los inmigrantes. En este sentido, se entiende la integración
como un proceso que es bidireccional y dinámico (Bosswick & Heckmann, 2006; Shubin &
Dickey, 2012; Solé et al.; Blanco, 2001). Además, en términos concretos, nos guiaremos
por la conceptualización tanto de Blanco (2001) como de Bosswick y Heckmann (2006)
para estudiar la integración de los inmigrantes, específicamente la integración en el
mercado laboral.

III. La inmigración en Chile: historia.

Como Chile no ha quedado excluido del fenómeno de las migraciones, desde la


independencia hasta la fecha distintos grupos de inmigrantes han llegado al país; en este
apartado se analizará la historia de la inmigración en Chile, describiendo los distintos
patrones migratorios y los cambios en las legislaciones. Para esto se dividirá la historia de
la inmigración en tres fases. La primera va desde el año 1824 hasta el año 1973, la cual se
caracteriza por la llegada de inmigrantes europeos y por el intento por parte del Estado de
promover selectivamente el asentamiento de estos inmigrantes. La segunda fase que va
desde 1973 a 1990, que consiste en el periodo que duró la Dictadura Militar, se caracteriza
por una disminución de la inmigración y por una política migratoria basada en la seguridad
nacional. Por último, el tercer periodo, que empieza con la vuelta a la democracia (1990)

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hasta la actualidad, se caracteriza por la preponderancia de inmigrantes latinoamericanos y
en cuanto a la legislación se ve un cambio por parte del Estado en intentar promover los
derechos de las personas inmigrantes, pero se han realizado numerosas críticas debido a que
se sigue rigiendo por los decretos dictados durante la Dictadura, lo que implica que se
carece de una legislación adecuada al contexto actual (Lara, 2014; Correa, 2016; Cano,
Contrucci & Martinez, 2009).

Primera Etapa: La búsqueda selectiva de inmigrantes


En esta etapa, que empieza desde 1824 hasta 1973, se caracteriza por un esfuerzo por parte
del Estado de atraer inmigrantes, sobre todo europeos, para cumplir con tres propósitos,
relacionados entre sí:

a) Colonizar territorios aislados: luego de la independencia de Chile, se requerían


poblar territorios inhabitados para establecer soberanía, como en la Araucanía. Pero
dado que esta tarea no era posible contando solo con los nacionales, se recurre a los
inmigrantes, ya que se consideraba que ellos podían generar progreso en la zona
(Cano, Contrucci & Martinez, 2009; Lara, 2014; Correa, 2016).

b) Fomentar el desarrollo económico: Chile quería adaptarse al modelo económico


internacional y para esa tarea incentivó la llegada de inmigrantes europeos para
activar la economía, tanto agrícola como industrial (Correa, 2016), dado que estos
inmigrantes eran vistos como “[…] portadores del progreso y desarrollo social”
(Lara, 2014, pág. 63).

c) Civilizar: en este período hay un intento por “mejorar la raza chilena” a través de la
promoción de la inmigración europea, que era considerada una raza superior
(Stefoni, 2011; Correa, 2016; Lara, 2014). Se creía que el inmigrante europeo era
un aporte para fomentar las características deseables en los chilenos (Lara, 2014).
En las distintas políticas establecidas hay un sesgo biológico, que marca un tipo de
inmigrante deseable y otro no deseable (Lara, 2014; Stefoni, 2011).

Una de las primeras leyes se creó en 1824, la cual concedía privilegios a los inmigrantes,
tales como terrenos, liberación de cargas militares, entre otros, con tal de que instalaran
fábricas de distinto tipo (Lara, 2014; Cano, Contrucci & Martinez, 2009). Pero como
destacan distintos estudios, la primera política migratoria explicita se creó en 1845 en el
gobierno de Manuel Bulnes, llamada la Ley de Colonización (Lara, 2014; Stefoni, 2011;
Cano, Contrucci & Martinez, 2009). Esta ley tiene como objetivo promover que
inmigrantes europeos se establezcan en el país, con el fin de poblar tierras deshabitadas y
además mejorar la raza (Lara, 2014; Correa, 2016). Para lograr esto se facultaba al

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Presidente para establecer colonias en terrenos baldíos para que los inmigrantes se
asentaran y desarrollaran algún tipo de industria útil (Lara, 2014).

A partir de esta ley se crean, en los años posteriores, diversas regulaciones, comisiones y
leyes, para promover este tipo de inmigración en base a los objetivos expuestos
anteriormente. Para nombrar algunas, destacan: en 1864 se creó una comisión, a cargo de
Benjamín Vicuña Mackenna, que jerarquiza las nacionalidades que son más convenientes
para Chile, concluyendo que estas eran principalmente la alemana, italiana, suiza, vasca,
belga, irlandesa, escocesa, inglesa, francesa y española. Para el caso de los alemanes,
Benjamín Vicuña explica que “por su carácter, sus hábitos, su propensión natural a la
sociabilidad y a la asimilación de las razas, era la más adecuada para entremezclarse con la
nuestra y contribuir a su regeneración por este medio y por los ejemplos saludables de la
vida práctica” (Benjamín Vicuña, Bases del Informe presentado al Supremo Gobierno sobre
la Inmigración Extranjera por la Comisión Especial nombrada con ese objeto, pág. 25 en
Lara, 2014). En 1872 se crea la Oficina General de Inmigración, que se preocupa de regular
las entradas y salidas de los inmigrantes, además de estar a cargo de instalarlos en el país
(Cano, Contrucci & Martinez, 2009). En 1882 se crea el cargo de Agente de Colonización
que operaba en Europa, el cual se encargaba de incentivar la venida de inmigrantes (Cano,
Contrucci & Martinez, 2009).

Se ha expuesto en la literatura que estas medidas no fueron del todo efectivas (Correa,
2016; Lara, 2014; Stefoni, 2011). Primero, la inmigración en este período nunca fue muy
alta; alcanzó su máximo en 1907, con un 4,1% de inmigrantes respecto de la población
total. Como plantean Cano et al. esta es una cifra: “[…] muy inferior en comparación con la
Argentina, donde la inmigración registró en 1914, en su momento de máxima expresión, un
30,3% de la población total” (2009, pág. 14). Sin embargo, a pesar de que en magnitud la
inmigración fue pequeña, sí realizaron un aporte económico al país, dado que aumentó la
capacidad empresarial y trajo personas calificadas (Cano, Contrucci & Martinez, 2009).

No obstante, la inmigración que llegaba a Chile no solo era europea como se había
planeado, sino que había una inmigración espontánea de latinoamericanos, árabes y
asiáticos (Correa, 2016; Cano, Contrucci & Martinez, 2009). Respecto a los inmigrantes
latinoamericanos, a fines de 1800 representaban el 67% del total de inmigrantes. Esto
puede explicarse por dos factores: el término de la Guerra del Pacífico en 1883, en donde
Chile enfrentó a Perú y Bolivia, lo cual produjo la anexión de las provincias de Tarapacá y
Antofagasta, que pertenecen respectivamente a esos dos países. Por otro lado, la cercanía
geográfica permitía a los peruanos y bolivianos venir a Chile y trabajar en las salitreras del
norte (Cano, Contrucci & Martinez, 2009). Correa (2016) relata cómo estos inmigrantes
sufrieron problemas de discriminación, hostigamiento y violencia física sobre todo en
manos de la Liga Patriótica, que era una liga que se formó para conmemorar las acciones de
18
la Guerra del Pacífico, pero que realizaban acciones violentas contra los peruanos y
bolivianos.

En el caso de los árabes, estos llegaron en el Siglo XX en la década de los treinta, y se


dedicaron principalmente a la actividad comercial, pero junto con los asiáticos estaban en el
escalón más bajo de la jerarquía de inmigrantes que Chile deseaba (Cano, Contrucci &
Martinez, 2009). Los chilenos no consideraban que el comercio realizado por los árabes
generara utilidades para el país y encontraban reprochable la venta de productos en la calle
(Rebolledo, 1994 en Correa, 2016). En cuanto a los inmigrantes asiáticos, se asentaron en la
Provincia de Tarapacá, en donde se dedicaron a trabajar en las guaneras y además se
promovió la llegada de estas personas para que trabajaran en las salitreras, debido a la falta
de mano de obra (Lara, 2014). No obstante esta promoción, este grupo no contaba con las
ofertas otorgadas a los europeos (Cano, Contrucci & Martinez, 2009) y de hecho, sufrieron
de explotación laboral y discriminación, especialmente quienes trabajaron en la industria
del guano (Guerrero, 1997 en Correa, 2016).

Considerando esta inmigración espontánea, en 1947 se comenzó a implementar una política


de inmigración libre: “[…] que consistía en permitir la llegada de inmigrantes motivados
por situaciones coyunturales, tales como la explotación del salitre y el cobre, el tráfico
naval, el comercio o la invitación de parientes […]” (Cano, Contrucci & Martinez, 2009,
pág. 49). No obstante se continuó de manera paralela utilizando criterios selectivos, y en
1953 se dictó una nueva ley, el Decreto con Fuerza de Ley N° 69, que seguía inspirado por
un principio racial (promoviendo la llegada de españoles, italianos y alemanes) y define al
inmigrante como un extranjero que viene a Chile con el objetivo de trabajar (Cano,
Contrucci & Martinez, 2009; Stefoni, 2011; Correa, 2016). Este decreto sigue vigente
actualmente, aunque la definición que da de inmigrante está en desuso (Cano, Contrucci &
Martinez, 2009).

Por último, en 1959 se modifica nuevamente la admisión de los inmigrantes, ya que se


suprime la visa de turismo y se permite la libre entrada. No obstante, tanto Cano et al.
(2009) como Correa (2016), exponen que esta ley fue contrariada por otros convenios en
donde se promovía la llegada de europeos, y que por lo tanto, en Chile nunca se favoreció
una inmigración masiva y libre, sino que selectiva.

Segunda Etapa: Control restrictivo por la seguridad nacional


Esta etapa comprende desde el año 1973, cuando estalló el Golpe de Estado y comenzó la
Dictadura Militar, hasta 1990, cuando se le pone término. Este período se caracteriza por un
autoritarismo político en donde la política de inmigración pasa a centrarse en la defensa
nacional, lo que provoca una disminución drástica de la inmigración (Correa, 2016; Lara,
2014). Si bien en la segunda mitad del siglo XX la inmigración ya comenzaba a descender;
19
en 1952 los inmigrantes representaban el 1,8% de la población total, lo que disminuye a
1,4% y 1% en los años 1960 y 1970 respectivamente, en el año 1982 esta cifra desciende a
0,7% (Lara, 2014).

Dado que la comunidad internacional juzgaba este régimen por las violaciones a los
derechos humanos en las que incurría de manera sistemática, se generó una relación de
enemistad con los otros países y en consecuencia, una necesidad de controlar las fronteras y
el orden interno (Correa, 2016; Cano, Contrucci & Martinez, 2009). En el año 1975 se crea
la Ley de Extranjería (Decreto Ley 1094 del Ministerio del Interior), el cual sigue vigente
actualmente (aunque se le han realizado modificaciones). Entre sus características iniciales
se encuentran las siguientes:

a) Se pasa de la noción de “inmigrante” a “extranjero”. Como explica Stefoni (2011),


en este período ya no hay referencia a algún inmigrante deseado, sino que todos
estaban bajo sospecha, y por eso se establecen fuertes mecanismos de control. El
extranjero se entendía como un peligro, una amenaza al orden, como explica Lara:
“[…] se observa un marcado sesgo en la política de seguridad nacional con la idea
del enemigo externo que asociaba lo extranjero con las corrientes políticas
contrarias a la ideología del gobierno” (2014, pág. 90).

b) El Ministerio del Interior cuenta con discrecionalidad para “[…] conceder visas,
prórrogas y permanencias definitivas, ya que se debe considerar especialmente la
conveniencia o utilidad para el país y la reciprocidad internacional” (Lara, 2014,
pág. 82). Este aspecto ha sido muy criticado, y se relaciona con el próximo punto en
que se explican las causales para rechazar estas solicitudes (Lara, 2014).

c) Dado que el inmigrante se entiende como una potencial amenaza, se establecen


fuertes restricciones de ingreso, lo que se explicita en este fragmento del artículo N°
15: “Se prohíbe el ingreso al país de los siguientes extranjeros: 1.- Los que
propaguen o fomenten de palabra o por escrito o por cualquier otro medio, doctrinas
que tiendan a destruir o alterar por la violencia, el orden social del país o su sistema
de gobierno, los que estén sindicados o tengan reputación de ser agitadores o
activistas de tales doctrinas y, en general, los que ejecuten hechos que las leyes
chilenas califiquen de delito contra la seguridad exterior, la soberanía nacional, la
seguridad interior o el orden público del país y los que realicen actos contrarios a
los intereses de Chile o constituyan un peligro para el Estado; 2.- Los que se
dediquen al comercio o tráfico ilícito de drogas o armas, al contrabando, a la trata
de blancas y, en general, los que ejecuten actos contrarios a la moral o a las buenas
costumbres; 3.- Los condenados o actualmente procesados por delitos comunes que
la ley chilena califique de crímenes y los prófugos de la justicia por delitos no
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políticos; 4.- Los que no tengan o no puedan ejercer profesión u oficio o carezcan de
recursos que les permitan vivir en Chile sin constituir carga social […]” (Lara,
2014, pág. 82).

d) Otro aspecto importante, relacionado con el punto anterior, es que se definieron


cinco tipos de visas: sujeto a contrato, estudiante, temporario, con asilo político o
refugiado (Correa, 2016). Según Correa (2016) estas categorías delimitan las
funciones que puede cumplir el inmigrante en el país. A modo de ejemplo, los
inmigrantes que quieran trabajar, deben establecer una relación contractual con un
empleador (no pueden trabajar como independientes) y además al quedar sin trabajo
se les concede un plazo de 15 días para conseguir un nuevo contrato, si no lo
consiguen, deben irse del país.

e) También se establecieron restricciones para salir del país y volver a ingresar (lo cual
ya había sido establecido en el reglamento de extranjería de 1959). Para salir del
país era necesario un salvoconducto otorgado por el Servicio de Investigaciones y
para el reingreso era necesario solicitar una autorización (Lara, 2014).

f) Por último, se establece un control al inmigrante una vez que ingresa al país, como
explica Lara: “Es así como deben inscribirse en los registros especiales del Servicio
de Investigaciones y deben informar cualquier cambio de sus antecedentes en
determinados plazos, incluyendo a quienes tienen permanencia definitiva.
Asimismo prohíbe dar ocupación a quienes no acrediten su estadía legal y establece
obligaciones para los empleadores, para los dueños de la propiedad en que residan y
para los servicios y organismos del Estado o municipales que atienden a personas
extranjeras dirigidas principalmente a conocer la situación de regularidad en el país
[…]” (2014, pág. 82).

Otro decreto importante de este periodo y que también sigue vigente actualmente, es el
Decreto Supremo N° 597 del año 1984, que mantiene las disposiciones generales de
Decreto con Fuerza de Ley N° 69 (Lara, 2014).

En conclusión en este período vemos un cambio en torno a la legislación migratoria, donde


ya no se busca selectivamente inmigrantes para colonizar o propiciar el desarrollo
económico del país, sino que debido al contexto político se entiende al inmigrante como
una potencial amenaza y por ende, se restringe su ingreso.

Tercera Etapa: La vuelta de la democracia con un discurso de apertura


Con la vuelta a la democracia en 1990, se inicia una nueva fase en relación a la

21
inmigración. Por un lado, si bien la legislación migratoria se sigue rigiendo bajo la Ley de
Extranjería creada en la dictadura, se le realizan una serie de modificaciones y se firman
convenios internacionales, lo que refleja que en este periodo hay avances en el
entendimiento del inmigrante como un sujeto de derechos, pero aun así han surgido críticas
de diversas investigaciones que plantean lo anacrónica que es nuestra política migratoria y
que no se ajusta al contexto actual (Lara, 2014; Stefoni, 2011; Azócar, 2016; Correa, 2016).

Por otro lado, el patrón migratorio también cambia debido a un aumento de la inmigración
intraregional en Chile, especialmente de países limítrofes (Perú, Bolivia y Argentina)
(Stefoni, 2011; Tijoux & Retamales, 2015; Silva, Palacios & Tessada, 2014). Este patrón se
ha prolongado hasta principios del siglo XXI, llegando a su vez inmigrantes de otros países
de Latinoamérica que no son limítrofes (Contreras, Ruiz-Tagle & Sepúlveda, 2013).

Para entender la actual política migratoria se presentaran algunos de los principales


cambios que se han hecho en cada gobierno hasta la actualidad. Los primeros cuatro
gobiernos corresponden a la coalición de la Concertación, que corresponden a partidos de
centro e izquierda moderada, el quinto gobierno, de Sebastián Piñera, que corresponde a un
gobierno de derecha (Correa, 2016), y el gobierno actual, de Michelle Bachelet, que
representó a la Coalición “La Nueva Mayoría”.

Gobierno de Patricio Aylwin Azócar (1990 -1994)

En este gobierno se refleja un cambio de perspectiva en torno a la inmigración pero en


términos legales no se lograron grandes avances. En términos concretos, se realizaron
ciertos cambios que permitieron facilitar la movilidad de entrada y salida al país, como la
resolución N° 323 del Ministerio del Interior (extendió a las comunas de Palena y
Futaleufú, las dos fronterizas, el régimen especial de viajes, que permite a algunas personas
entrar y salir del país bajo ciertas condiciones) y la ley N° 19273 (con la cual los
inmigrantes ya no necesitan del requisito de salvoconducto para poder salir de Chile) (Lara,
2014).

En 1993 se suscribió al “Convenio Internacional sobre la protección de los derechos de


todos los trabajadores migratorios y de sus familiares” adoptada en 1990 por la ONU, pero
esto no fue aprobado por el congreso. Lara plantea respecto a esto: “[…] si bien no había
sido aprobada por el legislativo, es un reflejo del cambio de perspectiva con que trata el
tema, una intencionalidad de ocuparse del ámbito migratorio desde una mirada de
protección de derechos en un momento en que aún no se presentaba como un fenómeno
altamente visible a nivel interno” (2014, pág. 92).

Por último, en 1993 se envió un proyecto de ley, la “Ley de Migración”, que consistía en
una política migratoria que se centraba en la persona, pero fue rechazada (Lara, 2014).
22
En base a esto, se evidencia que en este gobierno no se logró avanzar en gran medida en
este tema, pero se refleja un cambio de perspectiva.

Gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000)


Algunos de los avances en este gobierno son: en 1995 en base al decreto N° 651 del
Ministerio de Educación se aprueban los procedimientos para reconocer los estudios de
enseñanza escolar de un país extranjero y se establece un proceso para poder validar los
estudios (Lara, 2014).

En 1996 se modificaron algunos aspectos de la Ley de Extranjería, con el Decreto Supremo


N° 3553 del Ministerio del Interior; por ejemplo, con esta modificación ya no es necesario,
para solicitar residencia definitiva, presentar un certificado del Servicio de Impuestos
Internos. Además se amplía el plazo para poder pedir residencia en el país (Correa, 2016).

Este mismo año, respecto a los refugiados, se reconoce el principio de no devolución y se


descriminaliza a quienes ingresen de manera irregular al país pidiendo refugio o asilo (Lara,
2014).

En 1998 a través de la Ley N° 19.581 se les posibilita a los habitantes de zonas fronterizas
transitar entre países con mayor facilidad mediante la “tarjeta vecinal fronteriza” (Correa,
2016).

Por último, en 1998 se lleva a cabo un proceso de regularización, que permitió la


regularización de 40.000 inmigrantes, entre los cuales 20.000 obtuvieron el permiso de
residencia definitiva (Jensen, 2008 en Correa, 2016). Respecto a esto Stefoni (2011) llama
la atención en que este proceso atendió sólo a los síntomas del problema y no a las causas,
dado que si bien logró regularizar la situación de muchos inmigrantes, no generó cambios
en las condiciones que provocan la pérdida del permiso de residencia, ya que para
transformar la visa de turista en visa de residencia temporal y luego definitiva, se les exige
como requisito estar trabajando dos años con el mismo empleador, y como explica esta
autora, eso los lleva a caer en la irregularidad porque muchos no logran cumplir con ese
plazo.

Además, en la prensa se presentó este proceso como una “amnistía”, lo que significa que se
entendía que por medio de esta regularización se estaba perdonando a los inmigrantes,
respecto a esto Stefoni plantea que: “Presentar esta medida como un beneficio que resuelve
una serie de carencias (no tener salud, previsión, carné de identidad, etc.) sitúa al
inmigrante como un sujeto excluido por su condición de inmigrante, sin explicar que las
verdaderas causas son administrativas y políticas, pues hay una ausencia de programas que
promuevan la integración social y una ley que dificulta la regularización” (2011, pág. 98).

23
Gobierno de Ricardo Lagos Escobar (2000-2006)
En este gobierno se buscó modernizar la gestión y se propuso la explicitación de una
política migratoria, pero finalmente no se puso en práctica (Correa, 2016).

No obstante lo anterior, hay dos aspectos importantes a resaltar de este gobierno. Primero,
se tomaron medidas para proteger a las mujeres inmigrantes embarazas y a los niños y
niñas, avanzando en materias de salud y educación. En el año 2005 con el oficio ordinario
N° 7/1008 del Ministerio de Educación, se entregó a las autoridades educacionales, un
Instructivo sobre el ingreso, permanencia y ejercicio de los derechos de los alumnos(as)
inmigrantes en los establecimientos educacionales reconocidos oficialmente.

Este oficio se emite en un contexto en que a los niños inmigrantes se les imponía una serie
de requisitos muy exigentes para poder matricularse en algún establecimiento educacional
(tener carné de identidad, visa y certificado de estudios del país de origen, el cual debía
contar con el sello del Ministerio de Educación, el de Relaciones Exteriores y el Consulado
Chileno del país de origen). Stefoni (2011) explica que estos procedimientos podían
demorarse y que mientras se ejecutaban, los niños debían permanecer fuera del sistema
escolar. Además, el mayor problema ocurría cuando los padres no tenían visa y, por ende,
los niños tampoco, lo que implicaba que no había posibilidad de matricularse.

En base a esto, el oficio emitido permite que los niños puedan matricularse en los
establecimientos educacionales de básica y media sin tener como requisito la regularización
de la situación migratoria, dado que solo necesitan una autorización del Departamento
Provincial de Educación correspondiente y documentos que permitan acreditar la edad,
identidad y el último curso aprobado (para el cual ya no se requieren los distintos sellos).
Se establece también que estos niños, a los cuales se les otorga una matrícula provisoria,
tienen los mismos derechos que los estudiantes con matrícula definitiva (Stefoni, 2011).

No obstante este avance, Stefoni (2011) plantea que si bien este instructivo permite que los
niños accedan a la educación en igualdad de derechos, no se avanza en permitir y facilitar
que estos niños consigan una visa, ya que esta depende de la situación migratoria de los
padres, por lo que acceden a la educación pero no residen legalmente en el país.

En cuanto a la salud vemos que en el año 2003 se emite el oficio circular N° 1.179 que
otorga una visa temporaria a las mujeres inmigrantes en situación de irregularidad que
queden embarazadas (Lara, 2014), lo que les permite acceder a atención médica (Stefoni,
2011). Según Stefoni (2011) este oficio tiene el problema de que si bien a este grupo de
mujeres les permite acceder a una visa temporaria, no se basa en un principio de derecho a
la residencia, ya que es solo temporal y para obtener una residencia definitiva deben
presentar un contrato por dos años.

24
Aparte de las medidas para proteger a los niños y niñas y mujeres embarazas, otro aspecto
importante de este gobierno, fue que en este periodo entraron en vigencia tres compromisos
internacionales en el año 2005: la promulgación del Convención internacional sobre la
protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares, y dos
protocolos para luchar contra la delincuencia organizada transnacional, los cuales son, el
protocolo contra el tráfico ilícito de migrantes por tierra, mar y aire, y el protocolo para
prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños (Cano,
Contrucci & Martinez, 2009).

Gobierno de Michelle Bachelet Jeria (2006-2010)


Lo más importante a resaltar de este gobierno es que fue el primero en instalar la temática
de la migración en el programa de gobierno y en los objetivos estratégicos del Ministerio
del Interior (Correa, 2016; Cano, Contrucci & Martinez, 2009).

En este periodo se pueden ver cuatro aspectos relevantes: se establecieron medidas para
proteger a ciertos grupos de inmigrantes vulnerables; se emitió un Instructivo Presidencial
sobre el tema migratorio; se estableció un acuerdo entre países para otorgar visas; y, por
último, se realizó el segundo proceso regulatorio.

Respecto a las medidas para proteger a ciertos grupos de inmigrantes vulnerables se puede
ver que en el caso de los refugiados, el año 2007 se facilitó la obtención del documento de
identidad para que pudieran acceder a los servicios de salud (Lara, 2014). En cuanto a los
niños y niñas, el mismo año, se facilitó su entrada a la educación parvularia y la
regularización de su situación migratoria (Lara, 2014). Por último, se realizó un Convenio
entre el Ministerio de Salud y Ministerio del Interior para permitir que inmigrantes menores
de 18 años accedan a los servicios de salud, en igualdad de condiciones que los chilenos.
Además, esto permite que los menores de edad se inscriban en los establecimientos
públicos de atención primaria y de esta manera, soliciten un permiso de residencia temporal
(Stefoni, 2011; Lara, 2014).

En cuanto al Instructivo Presidencial que se emitió el año 2008, plantea cuatro ejes
orientadores, en base a los cuales el Estado debe posicionarse frente al tema migratorio:
primero, se define a Chile como un país de acogida, es decir, “[…] un país adecuadamente
abierto a las migraciones, buscando la recepción no discriminatoria de los migrantes […]”
(Gobierno Transparente, 2008, pág. 2); segundo, se debe buscar la integración de los
migrantes, en base al respeto de su especificidad cultural y la incorporación de estos a las
distintas estructuras de la sociedad (política, social y económica); tercero, debe haber un
tratamiento internacional de la temática migratoria, en el sentido de generar acuerdos entre
los países; y cuarto, desarrollar un marco jurídico sobre inmigración, es decir, que el Estado
tenga una capacidad de regulación y administración (Gobierno Transparente, 2008).
25
Además para llevar estos principios a cabo se explicitó, en el Instructivo, la creación de una
Política Migratoria, pero esta no se pudo llevar a cabo (Correa, 2016).

Por otro lado, en este gobierno, se realizó un acuerdo en el que se determinaba que a los
inmigrantes que provinieran de Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay, se les
otorgaba una visa de residente temporario (Lara, 2014).

Por último, se realizó el segundo proceso regulatorio en el año 2007, en el cual se otorgaron
50.000 visas de residencia (las cuales tienen la duración de un año); para este trámite solo
se necesitaba no tener antecedentes penales. Por otro lado, para obtener la visa de
residencia definitiva se modificó el requisito del plazo de dos años con el mismo empleador
a un año (Correa, 2016).

Gobierno de Sebastián Piñera Echeñique (2010-2014)


En este gobierno se publica un marco normativo sobre la protección de los refugiados (ley
20.430), permitiendo una numerosa llegada de este grupo vulnerable (Lara, 2014). Sin
embargo, Lara plantea que: “[…] se han presentado dificultades prácticas para su
aplicación en los derechos asociados a esta condición tales como el derecho al trabajo, a la
educación, a la salud y el acceso a otras prestaciones básicas por ausencia de
documentación de identidad, y en el mismo acceso a la condición de refugiado […]” (2014,
pág. 99). También se publicó la Ley 20.507 que entrega una tipificación de los delitos de
tráfico ilícito de migrantes y trata de personas (Correa, 2016).

En el año 2012, mediante la ley N° 20.603 se modificó la ley N° 18.216, en las que se
establecen penas sustitutivas a las penas privativas como la expulsión del extranjero “[…]
que no resida legalmente y que hubiera sido condenado a una pena igual o inferior a cinco
años de presidio o reclusión menor en su grado máximo” (Lara, 2014, pág. 100). En
relación a esta ley, Lara (2014) plantea que funciona como una medida aislada dirigida a la
exclusión.

Por último, otro aspecto importante de este gobierno es que en el año 2013 se envió un
proyecto de ley migratoria, que sigue actualmente en el Congreso 1. Respecto a este
proyecto Lara (2014) plantea que se ve de manera utilitarista al inmigrante. Además “[…]
plantea como principio la regularidad migratoria dificultando la estancia a quienes se
encuentren en condición irregular, planteando entre sus principios que las expulsiones sean
más expeditas y que la regularización debe ser en el país de origen […]” (Lara, 2014, pág.
101). Por otro lado, en este proyecto de ley se sigue observando una perspectiva de
seguridad nacional (Lara, 2014).

1
http://gobierno.udd.cl/estudio-rrii/noticias/2017/02/18/migraciones-y-politicas-publicas-en-chile/
26
Gobierno de Michelle Bachelet Jeria (2014-1018)
En este segundo gobierno de Michelle Bachelet, el año 2015 se emitió otro Instructivo
Presidencial (N° 5). Los principales ejes que se plantean en este instructivo son: “[…] el
enfoque transversal de derechos humanos y de género, los principios de no discriminación
y de consideración de grupos vulnerables, el acceso a la justicia en condiciones de igualdad,
la interculturalidad, la regularidad migratoria, el empleo como mecanismo de inserción
social, la facilitación para la movilidad de las personas, la integralidad de la política y
gestión migratoria, la vinculación y asociatividad para con los nacionales residentes en el
exterior, la responsabilidad compartida entre los Estados, la participación en las políticas
públicas migratorias, la visión de Chile como un país de asilo y refugio, la migración
segura y el registro e información como soporte de la política migratoria” (Servicio Jesuita
a Migrantes, 2016, pág. 33). En este instructivo además se proponía un nuevo Proyecto de
Ley de Migraciones, que todavía no se ha ingresado2.

Consideraciones Finales
Actualmente, las leyes que funcionan como base rectora para el tema de la migración son el
Decreto con Fuerza de Ley N° 69 (del Departamento de Relaciones Exteriores) del año
1953, la Ley de Extranjería del año 1975 y el Decreto Supremo N° 597 (del Ministerio del
Interior) del año 1984 en el cual se aprueba el Reglamento de Extranjería (Correa, 2016).

Se ve que desde que volvió la democracia hay un cambio de perspectivas, en torno a


proteger los derechos de los inmigrantes. No obstante, se sigue operando bajo la Ley de
Extranjería creada en 1975, una ley sobre la que hay un consenso de que es anacrónica y
que no se ajusta al contexto actual (Lara, 2014; Correa, 2016; Azócar, 2016). En ese
sentido, Chile carece de una legislación adecuada, y la actual regulación se encuentra
dispersa en distintos cuerpos legales (Lara, 2014). Esto es relevante ya que el Estado tiene
el deber de garantizar el derecho de las personas, y para eso se requiere un marco
normativo adecuado (Lara, 2014). Por último, cómo se verá más adelante, la legislación
actual dificulta en parte la integración de los inmigrantes al mercado laboral (Correa, 2016).

IV. ¿Por qué migrar a Chile?

En la actualidad, Chile se ha transformado en un foco de la inmigración. En el siguiente


apartado se mencionaran cinco factores por los cuales se puede explicar.

Cabe mencionar que la opción por Chile se puede relacionar con la imagen que se proyecta
del país hacia afuera, donde se muestra principalmente la robustez tanto política como

2
http://radio.uchile.cl/2017/05/16/los-300-que-le-quedan-a-bachelet-para-aprobar-una-ley-migrante/
27
económica debido a la estabilidad institucional. Esto ayuda a establecer a Chile como una
opción para las migraciones regionales dentro de Latinoamérica (Polloni A & Matus M,
2011).

Económicas
Dentro de los primeros factores está la aspiración a un aumento o mejora en la calidad de
vida personal y de las familias. Así, en el estudio Somos Migrantes: Experiencias de
integración a la ciudad de Santiago, se señala que un 59,8% migra en busca de mejores
oportunidades económicas. En este mismo estudio sostiene que un 72% migra debido
ausencia de trabajo y dificultades económicas. Para este autor estos datos reflejan que la
migración hacia Chile tiene un carácter económico principalmente (Polloni A & Matus M,
2011).

En esta misma línea, las crisis económicas, niveles de pobreza e informalidad de los países
de origen influyen en la decisión de emigrar (OIM, 2011 en Azócar, 2016; AMUCH, 2016).
Se ha planteado que la situación económica y política deteriorada de algunos países de
América Latina ha convertido a Chile en una atracción para migrar dado que su robustez
económica supera al de estos países (OCDE, 2011, p. 224 en Bellolio et al. 2012). Se puede
señalar que el Fondo Monetario Internacional indica que Chile encabeza en la lista del PIB
per cápita en América Latina para el año 2015 con 23.564 dólares, en comparación a países
cercanos como Perú y Venezuela donde el PIB per cápita alcanza los 12.077 dólares y
15.892 dólares, respectivamente3.

Un ejemplo de esto es la inmigración peruana a Chile, que se debe en parte al aumento de


la desigualdad debido a los cambios en la economía peruana, que llevaron a aumentar la
pobreza (Torres & Hidalgo, 2009). En esta misma línea, en un estudio llevado a cabo por
Stefoni (2000), una de las entrevistadas explica: “La decisión de venir fue mía porque la
situación económica en Perú estaba muy mal, totalmente mal y ese fue el motivo en que me
vi obligada a salir del Perú” (Elizabeth, trabaja como asesora del hogar, pág. 12).

Así, una de las causas de migración, sobre todo en países limítrofes, es la búsqueda de
mejores condiciones para el desarrollo humano, que se ve plasmado en la aspiración a
mejorar la situación económica. Por lo que el empeoramiento de las economías de países
vecinos y la cercanía geográfica de estos mismos, hacen más fácil este proceso. Además el
tema del endeudamiento y las remesas, genera la venida a trabajar en Chile para juntar
dinero y luego mandarlo a su familia en el país de origen (Polloni A & Matus M, 2011).
3
El Economista, (2015). Chile lidera el PIB per cápita de América Latina. [online] Disponible
en: http://www.eleconomistaamerica.cl/empresas-eAm-chile/noticias/7067999/10/15/Chile-lidera-el-PIB-per-
capita-de-America-Latina.html [Recuperado 12 Abril 2017].
28
Por otro lado, las razones económicas no pueden ser reducidas solo a una búsqueda del
empleo o salario mejor; Stefoni (2001) plantea que tiene que ser vista de dos maneras: en el
corto plazo y a largo plazo. El corto plazo, suele tener como meta el envío de dinero a las
familias en un lapsus de tiempo próximo. En cambio la visión de largo plazo, busca
establecerse o construir una vida en el país de destino, un futuro tanto personal como
familiar (Stefoni, 2001 en Cano, Contrucci & Martínez, 2009).

Cierre de puertas EEUU y Europa


Se ha planteado que los países que tradicionalmente eran focos de atención, como Estados
Unidos, han puesto más restricciones y controles a la inmigración (Stefoni, 2002; OIM,
2011 en Azócar, 2016).

Continuamente vemos esto en distintos países desarrollados; por ejemplo, en Francia


después del atentado de París, se han tomado medidas más estrictas en las fronteras,
especialmente con la población musulmana (Bauman, 2016). Por otro lado, está el caso de
Estados Unidos, donde en los años cincuenta la entrada de inmigrantes era menos
restrictiva dejando así entrar a medio millón de inmigrantes mexicanos al año, dentro de los
cuales se dividían entre visado temporal y de residente permanentes. Luego del cambio de
la política migratoria, realizada en pos de los derechos civiles de los estadounidenses
disminuyeron las posibilidades de entrada legal, eliminando el visado temporal y pusieron
limite al visado de residencia a 20.000 por años (Massey & Pren, 2013) Por otro lado, está
el caso más actual de Estados Unidos, donde el nuevo presidente Donald Trump tiene una
postura muy restrictiva sobre la inmigración, siendo una de sus promesas de campaña el
construir un muro para frenar el paso por tierra en la frontera con México. Por último, se
puede mencionar el caso de Inglaterra que puso como límite recibir a 3.000 refugiados al
año, lo que equivale a la cantidad que sale en una barcaza (Bauman, 2016).

Reunificación Familiar
El tercer factor es la “reunificación familiar” que es una razón que toma mucho peso ya que
son muy pocos los núcleos familiares que migran al mismo tiempo (Polloni A & Matus M,
2011). Por lo tanto, este motivo estaría presente en las segundas o terceras fases migratorias
dentro de una familia.

En el estudio de Somos Migrantes: Experiencias de integración en la ciudad de Santiago,


se señala que un 28% lo hace por este motivo, y este porcentaje es más alto cuando se trata
del tramo etario que cubre hasta los 17 años, siendo de un 69,2%. Dentro de esta misma
línea cabe mencionar que solo un 20% vive con todos sus hijos en Chile. De esta forma si
los hijos no son “traídos” con sus padres, la opción de emigrar se traduce en una obligación

29
con ellos (Polloni A & Matus M, 2011).

En síntesis, la razón para emigrar estará afectada por las redes familiares que se posean, así
los contactos en el país de destino y la información que estos den sobre las alternativas para
asentarse o de trabajo, serán un factor influyente a la hora de decidir el lugar de destino
(Stefoni 2001 en Cano, Contrucci & Martínez, 2009).

Feminización de la inmigración
En cuarto lugar, se plantean razones particulares por las cuales las mujeres migran. Según
Stefoni: “De ser un fenómeno (la migración) vinculado preferentemente a hombres jóvenes,
hoy en día son cada vez más las mujeres que emigran en busca de mejores condiciones de
vida, oportunidades laborales y recursos económicos” (2002, pág. 120). En esta misma
línea la OIT (2016) plantea que las mujeres ya no migran como familiares acompañantes de
sus pares varones, sino que son una migración autónoma que participan en la fuerza laboral
del país de destino.

Se ha explicado este fenómeno bajo el término el “rol de madre”; este factor junto con la
búsqueda de mejores condiciones de vida y generar nuevas oportunidades laborales, se
enmarca dentro de la recuperación del rol materno. Esto está relacionado con que la mujer
tome la jefatura de su núcleo familiar, que suele darse cuando no hay cónyuge. Así, dos
pueden ser las razones del viaje; el acompañar a sus hijos o ir en búsqueda de mejoras
económicas para así poder aportar a sus núcleos familiares desde Chile, tanto como al
financiamiento de los estudios de los hijos o a la mantención de las familias frente a
necesidades básicas (Polloni A & Matus M, 2011). Así el perfil de la mujer migrante que es
jefa de hogar se identifica por asumir las obligaciones culturalmente asociadas al género
masculino, de dar provisiones a sus familias pero a su vez junto a su rol materno de madre
presente, en los casos que acompaña a los hijos (Polloni & Matus, 2011).

Por otro lado, esta creciente feminización de la inmigración no se asocia solamente con
motivos económicos, sino que las mujeres también migran por las posibilidades de
emancipación y libertad personal (Stefoni, 2002) (Correa, 2016).

Estabilidad Política.
Por último se puede mencionar el factor “político”, debido a que por la estabilidad política
de nuestro país, este se convierte en un foco atractivo. Así son mucho migrantes los que se
ven obligados a irse de sus localidades por razones de protección o seguridad para sus
familias y sus propias vidas. Este caso se ve muy patente en los migrantes provenientes de
Colombia ya que esta inmigración se caracteriza por envolver a las personas en situaciones
violentas, tanto por parte de guerrillas o paramilitares como por amenazas del Estado
(Polloni A & Matus M, 2011).
30
En esta misma línea, este motivo se ve muy presente también en la migración desde Haití,
donde la ingobernabilidad, la desconfianza y la inseguridad, han generado distintas olas de
migración. En suma a esto, se encuentra la crisis humanitaria causada por el terremoto del
2010, la cual generó un movimiento importante de personas, que han decidido venir a Chile
en búsqueda de seguridad y estabilidad (Rojas Pedemonte, Amode & Vásquez Rencoret,
2015).

V. Caracterización de la población inmigrante en Chile.

Según los datos de la Casen, el porcentaje de inmigrantes4 respecto a la población total en


Chile ha aumentado en los últimos años. En el año 2006, los inmigrantes representaban el
1% de la población total del país. En cambio, en el año 2015 el porcentaje de inmigrantes
sube a 2,7% (Subsecretaría de Evaluación Social, 2016).

En relación a la nacionalidad de los inmigrantes o zona de procedencia, según la Casen


2015 la mayoría proviene de América Latina, lo que confirma el nuevo patrón migratorio
explicado anteriormente: un 30% de los inmigrantes provienen de Perú, un 13,6% proviene
de Colombia, un 11,9% de Argentina, un 10,1% de Bolivia, un 6,5% de Ecuador y un
16,7% proviene del resto de América Latina y el Caribe. El resto de los inmigrantes
proviene de Europa (6,2%), Norteamérica sin México (2,4%), Asia (1,7%), Oceanía (0,6%)
y África (0,2%)5.

Respecto a la distribución de los inmigrantes según región de residencia en Chile, un 69,1%


de los inmigrantes reside en la Región Metropolitana, un 6,6% reside en Tarapacá y en
Antofagasta y un 5,5% en la región de Valparaíso. El 18,8% restante de los inmigrantes se
distribuye en las otras regiones del país, pero en ninguna alcanza el 3%. En cuanto a la
distribución dentro de la Región Metropolitana, para el año 2014 las comunas con mayor
población migrante son: Santiago (54,4%), Recoleta (14,2%), Estación Central (13,1%),
Independencia (9,6%) y Quinta Normal (8,7%) (Margarit & Bijit Abde en Azócar, 2016).

Otro aspecto importante es la distribución según sexo de los inmigrantes. En el año 2013,
un 55,1% de los inmigrantes eran mujeres y en el año 2015 este porcentaje baja a 51,9%
(Subsecretaría de Evaluación Social, 2016). La importancia de esta distribución es que
varios estudios han resaltado la creciente feminización de la inmigración (Stefoni, 2002;
Stefoni, 2003; OIT, 2016). La OIT evidencia que las mujeres, en promedio, representan
más de la mitad del total de las personas migrantes identificadas en los países de destino de
América del Norte y América del Sur. En el año 2013, para el caso de América Latina, un

4
Según la Casen la condición de inmigrante: “se determina por la residencia de la madre de cada integrante
del hogar al momento de su nacimiento”.
5
El 0,1% restante no contestó esta pregunta.
31
52,8% de los migrantes corresponde a mujeres. En América Central y el Caribe representan
el 50% y el 49% respectivamente (OIT, 2016). Por lo que se ve que en el caso de Chile, si
bien este porcentaje ha bajado, sigue siendo mayor que el porcentaje de hombres
inmigrantes.

En cuanto a la edad de los inmigrantes, según el Departamento de Extranjería y Migración


(DEM) (2016) el 73,5% de los migrantes tiene entre 20 y 65 años, lo que justamente
corresponde al tramo etario de las personas en edad laboral activa (Azócar, 2016).

También se observa, según la Casen 2015, que el nivel educacional de los inmigrantes es
mayor, en promedio, al nivel educacional de los chilenos6. En el caso de los inmigrantes el
promedio de años de estudio es de 12,6 años y el de la población chilena es de 11 años.
Sobre este fenómeno, Silva et al. (2014) plantea que como actualmente muchos de los
inmigrantes que llegan cuentan con títulos profesionales, esto es un recurso humano
fundamental para el desarrollo económico y social.

En relación a la tasa de ocupación de los inmigrantes, un 72,4% de los inmigrantes se


encuentra ocupado, lo que contrasta con la población chilena, en la cual este porcentaje baja
a 53,4% (Subsecretaría de Evaluación Social, 2016)7.

Por último, respecto al porcentaje de inmigrantes en situación de pobreza, según la Casen


2015 un 9,7% de los inmigrantes se encuentra en situación de pobreza por ingresos, lo que
es un porcentaje menor al de los chilenos (11,7%). Pero en cuanto a la pobreza
multidimensional, un 23% de los inmigrantes se encuentra en esa situación en comparación
con un 20,8% de los chilenos.

En síntesis, se puede concluir que la inmigración en Chile ha aumentado a lo largo de los


años, la mayoría de los inmigrantes provienen de América Latina con una presencia
mayoritaria de peruanos y la mayoría se concentra en la Región Metropolitana. Por otro
lado, se puede ver que el porcentaje de mujeres es mayor que el de los hombres, aunque ha
disminuido en el tiempo. También vemos que los inmigrantes, se concentran en la edad
laboral activa, tienen un nivel educacional y una tasa de ocupación mayor a la de los
chilenos. Por último, en relación a la situación de pobreza, hay un mayor porcentaje de
inmigrantes en situación de pobreza multidimensional que los chilenos pero un menor
porcentaje en situación de pobreza por ingreso.

VI. Inmigración y mercado laboral en Chile

En lo que respecta a la integración de los inmigrantes al mercado laboral, en Chile se dan

6
El promedio de años de estudio refiere a las personas de 18 años o más.
7
La tasa de ocupación refiere a las personas de 15 años o más.
32
una serie de problemáticas y desafíos. Es importante abordar este problema, debido a dos
razones: en primer lugar, entre los motivos que tienen los inmigrantes para dejar su país de
origen, destaca la búsqueda de mejorar sus condiciones precarias de vida y encontrar
trabajo (Azócar, 2016). En este sentido, la dimensión laboral es fundamental para la
integración del inmigrante en el país de destino (Jensen & Valdebenito, 2010). En segundo
lugar, la inserción laboral tiene un impacto importante en las posibilidades de
regularización migratoria de las personas, ya que al conseguir un trabajo pueden acceder a
ciertas visas (como la visa sujeta a contrato o la visa temporal), lo que les permite quedarse
en Chile (Servicio Jesuita a Migrantes, 2016).

En la literatura se han expuesto diversas problemáticas que enfrentan los inmigrantes en su


integración al mercado laboral:

Legislación
Primero, es importante considerar que el ejercicio de los derechos laborales de los
inmigrantes está determinado por la Ley de Extranjería que existe en el país. Como se
planteó anteriormente, hay un consenso en la literatura sobre lo anacrónica que es esta ley
(Lara, 2014; Correa, 2016; Azócar, 2016), siendo la más antigua de Sudamérica (Azócar,
2016). Actualmente, según esta ley, hay seis tipos de visa: visa de turista, visa sujeta a
contrato, visa de estudiante, visa temporaria (acrediten vínculos familiares o intereses en el
país y cuya residencia se estime útil y conveniente), visa para oficiales y visa por asilo y
refugio (Correa, 2016).

Según Correa (2016), si bien existe un discurso de apertura en Chile, analizando los
requisitos impuestos por las visas se observa que se acepta a los inmigrantes bajo
condiciones muy restrictivas. Como explica la autora, en el caso de la visa sujeta a
contrato, aquellos que deseen trabajar en Chile, deben conseguir un contrato con un
empleador, es decir, no hay una visa que les permita trabajar de forma independiente.
Además del requisito del contrato, esta visa tiene una cláusula en donde el empleador debe
comprometerse a pagar el pasaje de retorno del trabajador y su familia en caso de poner fin
a la relación contractual. Según Stefoni (2011) esta cláusula desincentiva la contratación de
inmigrantes y los deja en desventaja en comparación con los trabajadores chilenos. Por
último, el problema de esta visa es que es muy corta, ya que al momento de finalizar la
relación contractual, la persona tiene treinta días para presentar una solicitud de residencia,
su finiquito y un nuevo contrato.

En el caso de la visa de turista, el inmigrante sólo tiene noventa días para asentarse en
Chile y conseguir trabajo, lo que según Correa (2016) es muy poco tiempo. En cuanto a la
visa de residencia definitiva, esta podrá solicitarse cuando el inmigrante con visa sujeta a
contrato haya cumplido dos años trabajando con el mismo empleador.
33
Todas estas condiciones incentivan a los inmigrantes a tolerar situaciones de abuso y
explotación laboral, por ejemplo, para cumplir el requisito de dos años con el mismo
empleador. También la urgencia por encontrar trabajo y no caer en irregularidad genera
que trabajen en empleos que no están acordes con su nivel de calificación o expectativas
(Correa, 2016).

Al percibir esta situación, el Departamento de Extranjería y Migración (DEM) en el año


2015 creó una nueva visa: temporaria por motivos laborales, la que permite solucionar
varios problemas de la visa sujeta a contrato, como la eliminación de la cláusula de viaje,
poder solicitar una visa definitiva solo después de un año de trabajo, entre otros (Correa,
2016).

Pero Correa (2016) plantea que el problema de esta visa es que no ha sido explicitada
dentro de la ley migratoria, lo que hace dudar de su perdurabilidad y oficialidad, ya que
parece más una “[…] acción volátil y circunstancial” (2016, pág. 304). Esto se relaciona
con críticas que otros autores han realizado respecto a las excesivas facultades
discrecionales del DEM y la necesidad de explicitar una política migratoria (Azócar, 2016;
Silva, Palacios & Tessada, 2014; Stefoni, 2011).

Condiciones Laborales
En segundo lugar, cabe mencionar que dentro de las problemáticas que deben enfrentar los
inmigrantes en su inserción al mercado laboral se encuentra el no respeto a ciertos aspectos
del código del trabajo, lo que se puede ver en las distintas denuncias que realizan los
inmigrantes. Según el estudio del Servicio Jesuita a Migrantes (2016) las principales
denuncias a la Dirección del Trabajo en el año 2015 refieren a discriminación,
informalidad, precariedad laboral, incumplimiento previsional y trabajo forzado.

Capital Cultural
En tercer lugar, se ha planteado que la inclusión laboral de los inmigrantes no está siempre
vinculada a su capital cultural. Las áreas donde participan tienden a ser más inestables, de
menores ingresos y donde se exige un nivel de calificación menor (OIM 2011 en Azócar,
2016). En el estudio de Madero y Mora del Valle (2011) se plantea que la inmigración de
peruanos calificados a Chile, va acompañada de un “descenso laboral”, ya sea por las
variaciones en el tipo, estatus o condiciones de la actividad laboral que desempeñan en Perú
y Chile. Lo mismo se propone en el estudio de Stefoni (2002), donde se explica que la
distribución ocupacional que los inmigrantes peruanos tenían en su país de origen, no se
mantiene al momento de llegar a Chile. Esto en particular dificulta que las personas
capacitadas accedan a trabajos acorde con su preparación. Según este estudio, si bien no
existen encuestas de empleo para los inmigrantes, de acuerdo a las investigaciones

34
realizadas en Chile las inmigrantes peruanas en general tienden a trabajar en el servicio
doméstico y los hombres tienden a trabajar en la construcción y en el comercio informal.

Otro aspecto importante en esta línea es la dificultad que enfrentan los inmigrantes para
convalidar sus estudios, a excepción de inmigrantes provenientes de Ecuador, Cuba y
Brasil, que poseen convenios de convalidación (Stefoni 2011 en Azócar, 2016). El estudio
de Madero y Mora del Valle (2011) explica que esta dificultad incide en que los
inmigrantes peruanos en un comienzo no consigan trabajos acorde a su capital cultural.
Silva, Palacios y Tessada (2014) en su investigación sobre inmigrantes profesionales de
diversas zonas de procedencia también plantean que el proceso de convalidación es
engorroso y costoso, pero concluyen que no es la traba más importante, ya que la mayoría
de sus entrevistados no necesitó realizar este trámite para conseguir trabajos calificados.

Redes
En cuarto lugar, y en concordancia con lo dicho anteriormente, se ha expuesto que el tipo
de inclusión laboral está condicionado por las redes que tenga el inmigrante. Eduardo
Thayer en su estudio “Trabajo y Género: La condición social de inmigrantes como
referente para la definición de la identidad” del año 2011 sostiene la relevancia que tienen
las redes a la hora de llegar a un país, señalando que tiene dos consecuencias principales: en
primer lugar que la red facilita la inserción en el mercado laboral y, en segundo término,
que la misma red define los límites de la movilidad ocupacional: “ En este sentido, las
redes migratorias cumplirían una función manifiesta de apertura de las primeras
oportunidades de trabajo, y una función latente de ampliación de la oferta hasta límites bien
definidos por la extensión misma de la red” (2011, pág. 11). Por ejemplo, el estudio de
Torres e Hidalgo (2009) afirma la relevancia de redes en los inmigrantes peruanos, ya que
se señala que el 46% de los encuestados en su estudio consiguió su empleo mediante un
contacto o red.

Por otro lado, la relevancia de las redes no siempre es algo positivo; según el estudio de
Silvia, Palacios y Tessada (2014), que se centra en los inmigrantes profesionales de Chile,
plantea que a estos les resulta molesto el funcionamiento de las redes en Chile, ya que las
entienden como una barrera, que está altamente diferenciada entre clases sociales.

Nacionalidad
En quinto lugar, la literatura también ha planteado que la nacionalidad del inmigrante juega
un rol importante al momento de insertarse al mercado laboral; esto puede funcionar como
un facilitador u obstaculizador dependiendo del país de origen (Silva, Palacios & Tessada,
2014). Como plantea Tijoux y Retamales: “No todos los extranjeros son recibidos del
mismo modo, ni tampoco significan lo mismo para la construcción de la identidad nacional

35
(…)” (2015, pág. 138). Varios estudios evidencian que para los inmigrantes
latinoamericanos la nacionalidad resulta ser un obstaculizador, ya que sufren de
discriminación, por lo que suelen integrarse en sectores más vulnerables y en empleos de
mayor precariedad, a excepción de los argentinos que se distribuyen a lo largo de las
distintas ocupaciones (OIM, 2011 en Azócar, 2016; Stefoni, 2011). En el caso de los
ecuatorianos, Azócar (2016) plantea que se insertan principalmente en sectores vulnerables,
en cambio Stefoni (2011), sostiene que presentan un patrón polarizado en la inserción, ya
que hay una alta concentración en trabajos de baja calificación, pero al mismo tiempo una
alta concentración en trabajos profesionales y directivos.

Tijoux y Retamales (2015) realizaron un estudio sobre los inmigrantes peruanos con
trayectorias laborales exitosas (ascendentes), en el cual proponen que hay una exclusión
hacia estos debido a que su presencia es amenazante, en tanto re-introduciría lo indígena en
una nación que ha intentado dejar eso atrás. Por esto es que a pesar de que los inmigrantes
peruanos asciendan, esto solo implica una inserción parcial, ya que deben esforzarse
constantemente en demostrar que su presencia no es una amenaza y que son buenos
trabajadores. En este sentido, sus trayectorias ascendentes no evitan que se siga
sospechando de ellos por su origen.

En este mismo sentido, según Correa (2016) a los inmigrantes latinoamericanos se les
entiende como “inmigrantes laborales”, ya que como no cumplen con el objetivo de
“mejorar la raza chilena”, se les acepta en tanto cumplan con el objetivo de fomentar el
desarrollo económico: “Mediante el trabajo se busca controlar, ordenar y orientar el flujo de
una ‘inmigración no deseada’ hacía una ola productiva, cuyas trayectorias se basan en un
venir, trabajar, ahorrar y enviar remesas” (pág. 271).

Por todo lo expuesto anteriormente, se observa que en el proceso de integración de los


inmigrantes en Chile se presentan una serie de dificultades, tales como la integración
segmentada según nacionalidad, la frustración de expectativas y una serie de
obstaculizadores (como la legislación actual, la convalidación de estudios, la falta de redes,
entre otros), lo que lleva a dificultar la integración. En base a esto se busca hacer un estudio
que investigue el proceso de integración laboral de los inmigrantes, desde la perspectiva de
los propios actores.

III. Pregunta de Investigación, Objetivos y Preguntas Directrices.

Esta investigación tiene como objetivo general caracterizar el proceso de integración


laboral de los inmigrantes de Estación Central, desde la perspectiva de los propios actores.
La pregunta de investigación es: ¿Cómo es el proceso de integración laboral de los
inmigrantes de Estación Central, desde la perspectiva de los propios actores?

36
La investigación, además, cuenta con los siguientes objetivos específicos:

- Describir las razones para emigrar.


- Describir las trayectorias laborales de los inmigrantes de Estación Central.
- Comprender los principales obstáculos y facilitadores que perciben los inmigrantes
de Estación Central en sus trayectorias laborales.
- Comprender los deseos/expectativas de los inmigrantes de Estación Central en
relación a su integración en el mercado laboral.

Esta investigación cuenta además con las siguientes preguntas directrices que guiarán la
investigación:

Objetivo 1:

¿Cuáles son las razones para emigrar?

Objetivo 2:

¿Cómo son las trayectorias laborales de los inmigrantes de Estación Central?

¿La trayectoria laboral del país de origen se diferencia de la desarrollada en Chile?

¿Sus trayectorias se corresponden con sus niveles educacionales?

¿Están satisfechos con su trayectoria laboral?

Objetivo 3:

¿Cuáles son los principales obstáculos y facilitadores que perciben los inmigrantes en su
integración al mercado laboral?

¿En qué sentido estos son gravitantes al momento de explicar su trayectoria laboral?

Objetivo 4:

¿Cuáles son las expectativas de los inmigrantes en relación a su integración en el mercado


laboral?

¿Cómo han cambiado estas expectativas en el tiempo?

¿Cuánto distan estos deseos de lo que han logrado efectivamente en Chile?

37
IV. Metodología

En función de la pregunta de investigación y los distintos objetivos planteados en la sección


anterior, se realiza un estudio cualitativo. Esto se debe a que el interés no está en cuantificar
un fenómeno, sino en caracterizar un proceso desde la perspectiva de los propios actores.
Lo cualitativo es fundamental si se quiere tomar en consideración la perspectiva subjetiva
de las personas y si se quiere obtener información acerca de fenómenos sobre los cuales se
tiene poco conocimiento (Krause, 1995).

Esta investigación se focaliza en los inmigrantes provenientes de América Latina que viven
en Estación Central (pero que no necesariamente trabajan ahí) mayores de 18 años. Esto
debido a que en primer lugar, según lo revisado en la literatura, los inmigrantes
latinoamericanos son los que más obstáculos enfrentan al momento de insertarse
laboralmente. Y por último, se eligen solo personas mayores de 18 años, ya que aunque la
población activa (población con edad para trabajar) sea desde los 15 años, se requiere un
permiso de los padres para que las personas menores de 18 años puedan participar de la
investigación, lo que complejiza el estudio innecesariamente.

Por otro lado, la técnica que se utiliza es la de entrevistas individuales semi-estructuradas,


ya que esta herramienta metodológica permite apreciar distintos puntos de vista dentro de
un determinado contexto, para así profundizar y detectar las diferentes características u
opiniones. De esta forma, los entrevistados pueden contestar de manera libre, pero siempre
dentro del marco de preguntas anteriormente establecido (López & Sandoval, 2005, p. 12),
para lo cual se utilizó un guión temático8. Por último, se realizan veinte entrevistas las
cuales se graban para permitir el posterior análisis de estas.

Respecto a la selección de la muestra, se lleva a cabo un muestreo intencional, que consiste


en que: “cada unidad- o conjunto de unidades- es cuidadosa e intencionalmente
seleccionada por sus posibilidades de ofrecer información profunda y detallada sobre el
asunto de interés para la investigación […] el interés fundamental no es aquí la medición,
sino la comprensión de los fenómenos y los procesos sociales en toda su complejidad”
(Martínez, 2011, pág. 614). Por lo tanto, la ventaja de este muestreo es que permite
estudiar en profundidad la pregunta de investigación dado que se eligen casos ricos en
información (Patton, 2002, en Martínez, 2011). Además, para la selección de casos se usa
el criterio de “variación máxima” que busca integrar algunos casos haciendo hincapié de
que sean lo más diferentes posibles, para así tener amplitud y variación dentro del campo de
estudio (Flick, 2004). De esta forma se busca encontrar mayor heterogeneidad dentro de la
población inmigrante de Estación Central, intencionando la muestra a partir de tres

8
El guión temático se encuentra en el Anexo.
38
criterios: sexo, nivel educacional y tiempo de estadía en Chile. Respecto al sexo, se buscó
seleccionar casos de los dos sexos debido a que como se puede inferir de la revisión
bibliográfica, el mercado laboral de los inmigrantes se segmenta según sexo. Por ejemplo,
en el caso de los inmigrantes peruanos, las mujeres trabajan en mayor medida en el servicio
doméstico y los hombres en la construcción y el comercio informal (Stefoni, 2002). Por lo
que se puede suponer que se enfrentan a distintas situaciones en su inserción al mercado
laboral.

En cuanto al nivel educacional se busca diversidad en este sentido dado que, como se vio
anteriormente, las personas con niveles educacionales más altos se enfrentan a distintos
problemas: las dificultades en convalidar los estudios y en encontrar trabajos según su
profesión (Azócar, 2016) (Madero Cabib & Mora del Valle, 2011). Por lo tanto, es
interesante comparar las posibles diferencias de expectativas entre personas con niveles
educacionales altos y personas con niveles educacionales más bajos.

Por último, en cuanto al tiempo de estadía, se busca que en la muestra se consideraran


personas heterogéneas en este sentido, ya que como la integración se entiende como un
proceso es importante observar si el tiempo es un factor relevante al momento de
integrarse.

La siguiente tabla resume las características de los entrevistados:

Entrevistado Sexo Edad País de Nivel Año y mes


Origen Educativo de llegada a
Chile 9
Entrevistado/a 1 Mujer 31 años Perú Escolar Julio, 2015
Incompleta
Entrevistado/a 2 Mujer 40 años Haití Escolar Octubre,
Incompleta 2015
Entrevistado/a 3 Hombre 59 años Haití Escolar Junio, 2016
Completa
Entrevistado/a 4 Hombre 60 años Venezuela Superior Abril, 2017
Técnica
Entrevistado/a 5 Hombre 36 años Haití Superior Septiembre,
Técnica 2010
Entrevistado/a 6 Mujer 69 años Perú Escolar 2002
Incompleta
Entrevistado/a 7 Mujer 29 años Bolivia Escolar 2013
Incompleta

9
No se pudo obtener la información de algunos entrevistados respecto al mes de llegada, dado que no lo
recordaban.
39
Entrevistado/a 8 Hombre 59 años Argentina Superior 1999
Técnica
Entrevistado/a 9 Mujer 21 años Haití Escolar Marzo, 2015
Incompleta
Entrevistado/a 10 Hombre 28 años Haití Licenciado Mayo, 2017
Entrevistado/a 11 Hombre 39 años Colombia Profesional y 2006
Post-Grado
Entrevistado/a 12 Mujer 33 años Perú Escolar 2013
Incompleta
Entrevistado/a 13 Mujer 31 años Colombia Educación Junio, 2016
Superior
Entrevistado/a 14 Mujer 63 años Colombia Escolar Febrero,
Completa 2016
Entrevistado/a 15 Hombre 30 años Venezuela Superior Noviembre,
Técnica 2016
Entrevistado/a 16 Hombre 29 años Haití Escolar Diciembre,
Incompleta 2016
Entrevistado/a 17 Mujer 32 años Perú Escolar 2008
Incompleta
Entrevistado/a 18 Mujer 21 años República Escolar Noviembre,
Dominicana Completa 2015
Entrevistado/a 19 Hombre 23 años República Escolar Octubre,
Dominicana Completa 2016
Entrevistado/a 20 Hombre 47 años Perú Escolar 2012
Completa

Para acceder a los casos de estudios se cuenta con dos vías. La primera vía, fue el Centro
Ideactiva de la Municipalidad de Estación Central que depende de la Dirección de
Desarrollo Comunitario. Este centro está encargado del desarrollo económico local; entre
sus acciones están: fortalecer el emprendimiento, realizar intermediación laboral y
capacitaciones. La segunda vía fue el Centro de Desarrollo Cultural de la Municipalidad de
Estación Central, que funciona como un servicio de atención a las personas inmigrantes.

Una vez que se contactan a los primeros casos por medio de estos centros se realiza un
muestreo no probabilístico llamado bola de nieve. Este se utiliza cuando los sujetos que se
busca investigar son difíciles de encontrar, resultando ser como una especie de cadena,
pues, al encontrar el primer sujeto de estudio, se le pide a él ayuda para identificar a otras
personas que tengan las características de interés parecidas (Sandoval Casilimas, 1996).

Respecto al plan de análisis, se usó una rejilla construida en base a los objetivos de la
investigación. La rejilla es una técnica de análisis que se basa en conceptos construidos
antes de la aplicación del instrumento y que permite analizar las entrevistas en base a

40
criterios comunes.

Aspectos éticos
En primer lugar, con el propósito de respetar la dignidad y los derechos de las personas, se
mantiene la confidencialidad sobre los nombres de los participantes, por lo que se omite
cualquier dato que permita identificarlos. Debido a esta misma razón, se incluye solo
personas que accedan libremente y voluntariamente a participar dentro del estudio. Para
explicitar estos aspectos se realiza un consentimiento informado donde se les explica los
fines de la investigación y el manejo de la información obtenida en esta. Esto es
particularmente relevante en esta investigación debido a que los inmigrantes a entrevistar se
pueden encontrar en una situación de irregularidad, por lo que es fundamental ser claros
respecto a que no van a ser denunciados y que no somos parte de ninguna institución
gubernamental.

En segundo lugar, al realizar el estudio se considera que entre el entrevistador y el


entrevistado sí existe una relación social y, como plantea Bourdieu (1999b), es una relación
que genera efectos en los resultados obtenidos. En particular, se toma en cuenta la violencia
simbólica, que consiste, según este autor (1999a), en una relación de dominación, que no es
percibida por los actores involucrados en esta y que está definida por un acuerdo implícito
entre ellos, debido a los acuerdos sociales tácitos. En el caso particular de esta
investigación, al haber diferencias de nacionalidad entre los investigadores y los
entrevistados se puede generar una relación de asimetría. Debido a esto, se hace necesario
buscar mecanismos para lograr la confianza de los entrevistados; por esto se utiliza un
lenguaje adecuado que no haga sentir en ningún caso inferior, extraño o diferente al
entrevistado. Por último, en la estructura de la entrevista se cuenta con un apartado inicial
en el cual se hicieron preguntas para generar confianza con el entrevistado, para luego ir al
tema de interés.

Limitaciones del estudio


En primer lugar dentro de las personas que se entrevistaron se encuentran haitianos, donde
el lenguaje fue una barrera para comunicarse de manera directa con algunos de ellos que no
sabían español, por lo que se contó con la ayuda de un traductor, para que de esta manera
no se produjeran malentendidos y no se perdiera información.

En segundo lugar, la herramienta de investigación (entrevista semi-estructurada) se ve


fuertemente influenciada por las características personales del entrevistador (Vargas, 2012),
por lo que se buscó no influenciar de ninguna manera a los entrevistados haciendo que las
preguntas no tengan dirección (Flick, 2007); por otro lado el entrevistador nunca trató de
influenciar en la respuesta o juzgarla.
41
V. Resultados

10

PROCESO DE INTEGRACION LABORAL

RAZONES PARA BÚSQUEDA DE PERCEPCIÓN DE


EMIGRAR TRABAJO EN EL TRABAJO INTEGRACIÓN
LABORAL

Condiciones Grado de
Facilitadores Laborales Cumplimiento de
Expectativas

Derechos
Calidad de Vida
Obstaculizadores
Clima Laboral

Percepción de su
situación laboral
actual

Percepción Negativa
de Integración

Percepción de
Integración Parcial

Percepción Positiva
de Integración

Primero, antes de analizar el proceso de integración laboral, se explican las razones por las
cuales los entrevistados deciden emigrar de sus países y venir a Chile. Esto funciona como
un antecedente a tomar en cuenta para comprender el proceso a estudiar.

10
Fuente: Elaboración propia.
42
Posteriormente, se analiza el proceso de integración laboral de los entrevistados. Como se
explicó en la revisión de la literatura, la integración se entiende como un proceso y no
como un resultado (Blanco, 2001; Bosswick & Heckmann, 2006); en ese sentido, es
importante observar las diferentes problemáticas que surgen en los distintos aspectos que
componen la integración, por esto se dividió el proceso de integración laboral en tres partes.
Primero, se presentan los principales facilitadores y obstaculizadores para poder conseguir
un trabajo y las consecuencias que tienen en las trayectorias laborales de los entrevistados.
En segundo lugar, se presentan las condiciones laborales (derechos laborales y clima
laboral) a las que se ven enfrentados los inmigrantes. Esto se debe a que la integración no
significa solo estar empleado sino que los inmigrantes se inserten en un mercado laboral en
igualdad de condiciones que los autóctonos y que no se produzca una estratificación en
base a la etnia (Blanco, 2001). Por último, en el tercer apartado se analizan las distintas
percepciones que tienen los inmigrantes sobre la integración laboral, las cuales se
dividieron en “percepción positiva de la integración laboral”, “percepción de una
integración laboral parcial” y “percepción negativa de la integración laboral”.

Para analizar estas percepciones se tomó como guía la conceptualización que Blanco (2001)
realiza sobre la integración laboral. Dado que se estudia la percepción de la integración, se
consideran los aspectos subjetivos de esta, como el grado de cumplimiento de las
expectativas y la percepción sobre la situación laboral actual. Además se toma en cuenta la
percepción de la calidad de vida, dado que esto se relaciona íntimamente con la percepción
sobre la situación laboral y la percepción que tienen sobre su decisión de emigrar. En base
a esto se observan tres tipos de percepciones: una percepción positiva, una negativa y otra
que hace referencia a una integración parcial.

Es importante mencionar que tanto el primer apartado (facilitadores y obstaculizadores)


como el segundo (condiciones laborales) del proceso de integración laboral hacen
referencia a todos los entrevistados de manera conjunta, dado que en general en esos dos
aspectos los entrevistados viven las mismas problemáticas. En cambio, en cuanto al tercer
apartado (percepción de la integración laboral), los entrevistados se agrupan en las tres
distintas percepciones, porque a pesar de que se enfrenten a las mismas barreras o
problemáticas, los entrevistados no perciben este proceso de la misma manera, en gran
medida porque algunos han logrado cumplir sus expectativas y establecerse en Chile
mientras que otros están en una situación peor que en la del país de origen.

I. Razones para emigrar.

En primer lugar, se puede decir que se presentan diversas razones para emigrar a Chile, las
cuales concuerdan con lo expuesto en la literatura; entre los entrevistados se observan
razones económicas, cierre de puertas de los otros países, reunificación familiar, rol de la

43
madre y búsqueda de la libertad en el caso de las mujeres y razones sociopolíticas (Polloni
A & Matus M, 2011; Stefoni, 2002). Es importante mencionar que en general en los
entrevistados no se presenta solo una razón para emigrar, sino varias.

Cuando la razón económica es la que prima, esto se debe principalmente por la situación en
el país de origen, que se caracteriza porque hay salarios bajos, no hay demanda por trabajo
y no hay oportunidades en general para poder prosperar. Esto se puede ver en las siguientes
citas:

“Quiero un trabajo mejor, quiero progresar, por eso salí de mi país po”
(Rosa, Perú, 33 años)

“Nosotros los jóvenes no tenemos futuro allá en Haití”


(Carlos, Haití, 29 años)

En este sentido, estos entrevistados eligen Chile por la imagen de estabilidad que proyecta,
ya que creen que ofrece oportunidades, que hay más posibilidades de trabajo y que los
salarios son más altos:

“Bueno me decían que por el dinero estaba muy bueno”


(Rosa, Perú, 33 años)

“Lo que más me llamaba la atención es que es un país con oportunidades, donde uno
puede trabajar, hay formas de salir adelante y el país nos abre como puertas”
(Juan, Haití, 28 años)

Relacionado con esto, algunos entrevistados eligen emigrar a Chile después de haber
intentado emigrar a otros países que también tienen una imagen de estabilidad, como
Estados Unidos o países de Europa, pero que no pudieron lograrlo debido a las restricciones
de ingreso que imponen, por lo que Chile aparece como una opción más viable.

Otra razón para emigrar a Chile, que es muy común entre los entrevistados, es la
reunificación familiar. Como se planteó en la literatura, los núcleos familiares generalmente
no emigran juntos (Polloni A & Matus M, 2011), lo que se observa en los entrevistados que
representaban segundas o terceras fases migratorias en sus familias y que vienen a Chile,
principalmente, para reencontrarse con sus seres queridos. No obstante, a pesar de que en
estos entrevistados prime una reunificación familiar, la decisión de emigrar también se ve
afectada por factores económicos, ya sea porque ellos también buscan trabajar aquí o
porque sus familiares emigraron antes por razones económicas, como se observa en esta
44
cita:

“Mi madre vivía aquí hace casi seis años, yo vine más por ella, ella vino por un mejor
futuro para mí”
(Javiera, República Dominicana, 21 años)

También se observan razones particulares por las cuales las mujeres migran. Como se
explicó en la literatura, las mujeres pueden emigrar para cumplir un rol de madre
haciéndose cargo de mantener a su familia enviando remesas (Polloni A & Matus M, 2011)
o para poder obtener libertad y emanciparse de sus familiares (Stefoni, 2002; Correa, 2016).
El rol de madre se puede ver en una entrevistada que luego de haberse separado de su
marido, debe hacerse cargo de sus hijos y para eso decide emigrar porque en su país no
habían oportunidades. La búsqueda de emancipación se puede ver en el caso de otra
entrevistada que busca emigrar para poder ser más libre y preocuparse de ella, ya que
siempre se preocupó de su familia:

“[…] yo ya eduqué a mis hijos, ya 35 años que nunca les dejé, ahora voy a pensar en mí”
(Antonia, Colombia, 63 años)

Por otro lado, también se manifestaron razones sociopolíticas, ya que algunos entrevistados
enfrentaban situaciones de inseguridad en su país de origen, como manifiesta un
entrevistado respecto a la situación política y social de Venezuela:

“pero todo cambió, en la medida que pasaba el tiempo fue creciendo su agresividad [del
Ex Presidente Hugo Chávez] […] ganó él y fui director de cultura de unos estados, y en
pocos meses me di cuenta que era muy corrupto y no tenía nada que ver con mis valores.
El régimen se estableció, me apartaron porque no compartía los mismo ideales […] me
maltrataron, mandaban grupos para que me agredieran [...] ‘No quiero estar más acá,
porque me van a matar’, le dije a mi familia”
(Romero, Venezuela, 60 años)

Además de las razones expuestas en la literatura, también entre los entrevistados


aparecieron otras razones tales como el anhelo de conocer otras culturas y viajar, o
entrevistados que vinieron a Chile por una temporada (ya sea por trabajo o para ayudar a un
familiar) y que estando en el país decidieron quedarse.

También se observa que la decisión de emigrar no puede entenderse en todos los


45
entrevistados como una decisión autónoma o voluntaria, sino que en sus países de origen no
encuentran las condiciones para poder desarrollarse y tener oportunidades para progresar,
como plantea un entrevistado:

“Para progresar obligatoriamente hay que salir de mi país”


(Carlos, Haití, 29 años)

Esto coincide con lo planteado por Bauman (2016) y Stefoni (2000), donde se entiende que
la inmigración se da en un contexto de dependencia o desigualdad entre los países. De esta
manera, los inmigrantes se ven atraídos por Chile, debido a una imagen de estabilidad tanto
política como económica que proyecta.

En base a lo expuesto se observa que los inmigrantes llegan a Chile con carencias de
distinta naturaleza y con metas que desean cumplir. Entre las razones que los lleva a
emigrar, la razón económica se torna fundamental para la mayoría de los entrevistados, ya
sea porque esta fue la principal razón por la que emigraron o porque la razón económica se
relacionaba con otra razón que los llevó emigrar. Así en quienes emigran por seguridad, por
reunificación familiar u otras razones, los motivos económicos se hacen presentes. Esto se
transforma en un antecedente muy importante a la hora de estudiar la integración laboral de
los inmigrantes, ya que estos buscan desarrollarse laboralmente en Chile y tienen
expectativas en torno a ese ámbito. No obstante, es importante resaltar que los inmigrantes
también tienen otras metas relacionadas con tener una vida mejor, desarrollarse como
personas, conocer otras culturas, por lo que si bien una constante son los motivos
económicos, la emigración a Chile es un fenómeno más complejo:

“A veces cuando uno sale de un lugar, sale con muchos sueños. Por ejemplo, uno... no salí
de allá de Haití y venirme a Chile solamente a trabajar, es como se dice uno trabaja para
vivir no vive para trabajar, uno no viene sólo a eso; yo vengo a desarrollarme como
persona [...]”
(Traductor de Carla, Haití, 40 años)

II. Proceso de integración laboral

Facilitadores y Obstaculizadores
En este apartado se explican los facilitadores y obstaculizadores que los entrevistados
perciben en su proceso de integración laboral, en específico, en lo que refiere a buscar un
empleo. Los facilitadores se entienden como las herramientas que los entrevistados utilizan
de manera efectiva para poder conseguir trabajos. Respecto a esto, el único facilitador que
perciben los entrevistados son las redes, ya sea las que tenían previamente a su llegada o las
46
que formaron en Chile.

En cambio, los obstaculizadores se entienden como las barreras que se les presentan al
momento de buscar trabajo. Los obstaculizadores encontrados son el requisito de la visa, la
discriminación, la convalidación de estudios y el idioma.

Además se analiza cómo estos facilitadores y obstaculizadores ayudan a explicar las


trayectorias laborales de los inmigrantes, en el sentido de que estos, en cierta medida,
determinan si los entrevistados logran encontrar trabajo o no, y en qué tipos de trabajos se
insertan.

En relación a este tema, cabe mencionar que en general los entrevistados hacen alusión a
los obstaculizadores de manera repetitiva a lo largo de la entrevista, en cambio, respecto a
los facilitadores, solo los mencionaron cuando se les preguntó y, aun así, fue difícil obtener
una respuesta amplia y descriptiva.

Facilitadores
Respecto a los facilitadores, todos pudieron conseguir trabajo gracias a los contactos
previos que tenían o los que hicieron al llegar a Chile:

“Claro como ya conozco gente, ya tengo tres, cuatro años aquí, ya conozco gente, ya
saben, ya he trabajado, ya saben cómo trabajo y me llaman”
(Rosa, Perú, 33 años)

“Te conté que tenía un amigo, que lo conocía de Perú y él trabajaba con alguien más que
le contrató entonces ahí me decían para ir a ser limpieza”
(Catalina, Perú, 31 años)

Además las redes se presentan como un mecanismo para conseguir trabajo que tiene
diversas implicancias. Primero, a ciertos entrevistados que estaban irregulares o tramitando
su visa, el hecho de contar con contactos les permitía acceder a un trabajo que de otra
manera no hubiesen podido dada su condición irregular. No obstante, estos trabajos en
general eran esporádicos y sin contrato. Segundo, las redes familiares se presentan como un
facilitador para las segundas fases migratorias no solo para conseguir un trabajo, sino para
establecerse en Chile y para que el periodo de búsqueda de un trabajo no sea estresante
dado que cuentan con el apoyo económico de estos.

Tercero, para los entrevistados con estudios superiores se produce un caso especial en este
tema, dado que para acceder a un trabajo acorde a sus estudios perciben que requieren de
redes específicas, por lo que para los entrevistados que contaban con estas redes, estas eran

47
percibidas como facilitadores, pero para los entrevistados que no contaban con este tipo de
contactos, la ausencia de redes se entendía como un obstaculizador, debido a que las
perciben como la única forma de acceder a esos trabajos. Cuando se le preguntó a una
entrevistada con estudios superiores sobre su percepción de las causas de por qué no
consigue un trabajo acorde a su profesión, respondió:

“Yo creo que como en todas las partes y no solo aquí, sino en cualquier país yo creo que si
usted no tiene una persona, nosotros les decimos en Colombia ‘palancas’, que son como
personas que están adentro ya y que te pueden ayudar […] podemos estar las dos acá y
vamos a competir por un puesto y de repente tienes a una persona allá conocida, te van a
dar el puesto, a mí no porque puedo tener muchas habilidades pero usted tiene esa persona
[…]no es lo mismo un currículum recomendado”
(Romina, Colombia, 31 años)

Esto coincide con lo planteado por Thayer (2011) que explica que para los inmigrantes las
redes facilitan la integración laboral dado que permiten acceder a trabajos, pero que estas
redes tienen límites. Así los entrevistados profesionales que no conocían a personas en su
rubro, no podían acceder a trabajos de ese tipo, pero sí conseguían otro tipo de trabajos.

En síntesis, se observa que si bien se da un caso especial cuando se trata de los


entrevistados profesionales, en general se observa que los contactos que tienen los
inmigrantes son un facilitador para poder integrarse al mercado laboral y que todos los
entrevistados consiguieron algún trabajo gracias a estas redes. Por último es importante
resaltar que las redes son el único facilitador que perciben los entrevistados al momento de
buscar trabajo.

Obstaculizadores
El principal obstaculizador que apareció en la mayoría de los entrevistados fue la dificultad
para obtener los documentos necesarios para poder regularizar su situación migratoria, lo
que a varios les impidió poder conseguir un trabajo. En relación a este tema los
entrevistados plantean que la información disponible es confusa, poco clara y de difícil
acceso. Además se observa que se genera un círculo vicioso entre la visa y el trabajo, ya
que para obtener la visa se requiere un contrato o promesa de contrato, y para obtener
trabajo les piden la visa. En ese sentido, los entrevistados desempleados plantean que no
logran conseguir trabajo porque no tienen visa o la están tramitando, lo que puede generar
que estén meses desocupados.

Pero el problema no se acaba una vez que logran conseguir la visa temporaria, ya que se les
presentan otras barreras dado que los empleadores piden otros requisitos, como la visa
definitiva o el carnet. En relación a esto, a todos los entrevistados que le pidieron estos
48
requisitos, lo cuentan con molestia. Dos entrevistados lo plantean como una práctica
intencional para complicar la situación de los inmigrantes o como una práctica
discriminatoria, dado que sí cuentan con los requisitos que la ley plantea para poder trabajar
en Chile:

“Siempre me piden un requisito que no tengo”


(Mario, Venezolano, 30 años)

“Cuando tú tienes el permiso te pide la visa, cuando tienes la visa te pide el carnet, hay
muchos sitios que cuando tú tienes el carnet te pide la definitiva. Pero todo eso no te puede
llegar junto […] es para no dar empleo, te están complicando la cosa”
(Carlos, Haití, 29 años)

“[…] me dijeron que no me podían contratar porque no tenía la definitiva […] me


comentaban señores: ¡Eso es discriminación! porque primero la gente dice que porque no
tiene un rut que lo acredite como persona legal acá y ahora lo tienes y te dicen que no te
pueden contratar porque no tiene definitiva, pero igual ella tiene un documento para que la
puedan contratar”
(Romina, Colombia, 31 años)

En este sentido, a algunos entrevistados les ocurrió que no pudieron acceder a ciertos
trabajos que deseaban, por no tener la visa definitiva y debían conformarse con los trabajos
que solo pedían visa temporaria. Esto se refleja en las citas a continuación, donde las
entrevistadas querían otro tipo de trabajo (en vez de ser aseadoras querían, en la primera
cita, ser vendedora en tiendas y en la segunda cita, trabajar como ingeniera en sistemas) y
no pudieron conseguirlo:

“Primeramente el carné y piden el carné definitiva, y yo tengo la temporaria es por eso


que yo no he conseguido los trabajos [de vendedora]. La visa… yo tengo la temporaria la
que todos tienen, pero piden la definitiva, la para vivir […] eso es lo que me ha costado a
mí bastante en mis papeles.”
(Catalina, Perú, 31 años)

“Sí pero siempre piden la definitiva, entonces resulta complicado [...] y de repente a uno le
consiguen trabajos con la temporaria, pero como te digo, haciendo aseo [...]”
(Romina, Colombia, 31 años)

En base a lo expuesto, se puede decir que si bien en la literatura se planteó que hubo una
mejora en relación a la visa, ya que la visa temporaria permitió arreglar ciertos aspectos de
49
la visa sujeta a contrato (como la eliminación de la cláusula de viaje, la disminución de dos
años a un año para solicitar la definitiva y el hecho de que la visa temporaria no está sujeta
a un contrato particular) (Correa, 2016), el tema de la visa sigue siendo un obstáculo para
los inmigrantes, ya sea porque al no tener este requisito no pueden conseguir trabajo o
porque los empleadores se han vuelto más exigentes, pidiéndoles la visa definitiva o el
carnet, lo que hace que no accedan a ciertos tipos de trabajos.

Otro obstáculo para poder conseguir un trabajo, que se presentó en algunos casos
solamente, es la discriminación que deben enfrentar por el hecho de no ser chilenos. Como
explica el siguiente entrevistado:

“Fui a pedir trabajo, el jefe me decía “Aquí no quieren extranjeros”, y yo me siento mal”
(Carlos, Haití, 29 años)

Por otro lado, hay obstáculos que se le presentan a ciertos entrevistados, como la
convalidación de estudios a los inmigrantes profesionales y la barrera del idioma a los
haitianos.

En relación a lo primero, los entrevistados con estudios superiores en sus países de origen
deben realizar un proceso de convalidación para que sus títulos sean reconocidos en Chile.
El problema que se genera con esto es que realizar este trámite es muy costoso, por lo que
deben ahorrar para poder llevarlo a cabo. Esto tiene como consecuencia que en un
comienzo se ven obligados a aceptar trabajos que no están acorde a sus capacidades, lo que
puede generar sentimientos de frustración. Además, los entrevistados plantean que los
empleadores no solo les piden la convalidación de estudios, sino que para que los contraten
es necesario que realicen estudios aquí en Chile.

“Claro, me decían pero como que digamos que, yo estudié diseño, todas esas cosas, ¿me
entiendes?, y es como que tú estudiaste y es como decir que tú estudio no sirve de nada [...]
acá en Chile para que tú puedas ejercer lo que a ti te gusta, debes estudiarlo aquí mismo,
porque si tú traes la profesión de tu país, no te sirve [...]”
(Rosa, Perú, 2013)

“Sí, lo afecta a uno psicológicamente, porque uno siente que puede hacer otra cosa y que
por el hecho de un papel no lo puede hacer”
(Romina, Colombia, 31 años)

“Para nosotros, lo más fácil, aunque tengamos profesión, es buscar en otra cosa; en
venta”
(Juan, Haití, 28 años)
50
Por último, en el caso de los haitianos, el idioma es una gran barrera que dificulta su
inserción en el mercado laboral, dado que les dificulta la consecución de un trabajo y no se
sienten seguros para realizar sus trámites solos. Es importante mencionar que entre los
haitianos que presentaban este problema, llevaban alrededor de un año en Chile y todavía
no lograban aprender español, y en el caso de los haitianos que sí sabían el idioma esto se
debía a que habían emigrado antes a otros países de habla hispana.

“[...] el aprender el idioma, si sabes hablar se va poder buscar solo, hacer todas sus cosas
sin necesidad de otra persona eso es lo más necesario para él”
(Traductor de Tomás, Haití, 59 años)

En base a lo expuesto, se puede ver que los inmigrantes perciben más obstaculizadores que
facilitadores al momento de integrarse al mercado laboral. Respecto a los obstaculizadores,
se evidencia que se les presentan por el hecho de ser inmigrantes, es decir, son problemas
que no tienen los chilenos al momento de buscar trabajo y tienen como resultado el retraso
del proceso de integración laboral, dado que pueden generar que estén meses
desempleados, que se inserten en trabajos precarios o no acorde a sus capacidades.

Es importante mencionar que los obstaculizadores encontrados coinciden con lo expuesto


en la literatura, en donde resaltan los problemas que genera la visa (Azócar, 2016; Correa,
2016; Stefoni, 2011; Silva, Palacios & Tessada, 2014), la convalidación de estudios
(Azócar, 2016) y la discriminación (Stefoni, 2011 en Azócar, 2016). No obstante, surgen
nuevos obstáculos no señalados en la literatura sobre Chile: primero, si bien se planteó el
problema que genera la visa, este problema refería en general a las deficiencias de la visa
sujeta a contrato y de la visa temporaria, pero en los entrevistados aparece otro problema
que tiene que ver con que ya no basta con tener la visa temporaria o la sujeta a contrato sino
que les piden la definitiva para acceder a trabajos. Por otro lado, en los haitianos se
evidencia el problema del idioma, lo que coincide con lo planteado por Blanco (2001) y
Bosswick y Heackmann (2006) que propone que la integración estructural se ve afectada
también por la integración cultural, dado que los inmigrantes deben adquirir competencias
culturales y sociales para integrarse laboralmente.

Por último, se puede decir que tanto los facilitadores como los obstaculizadores determinan
en cierta medida las trayectorias laborales de los inmigrantes no solo en el sentido de estar
empleado o desempleado, sino también en el tipo de trabajo al que finalmente acceden, que
no necesariamente coincide con sus expectativas o con sus niveles educacionales.

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Condiciones Laborales
Como se explicó anteriormente, el proceso de integración laboral no se acaba al momento
de conseguir un trabajo, ya que estar empleado no significa estar plenamente integrado. En
ese sentido, los entrevistados plantean diversos problemas que surgen dentro de sus
trabajos, tanto en lo que respecta a los derechos laborales, que refieren a problemáticas en
relación al contrato, el pago de las imposiciones, el salario y los horarios de trabajo, como
al clima laboral, que refiere a la existencia de discriminación, acoso o al contrario, un buen
trato laboral.

Derechos Laborales

Contrato
En las trayectorias laborales de los entrevistados, uno de los grandes problemas que surgen
luego de conseguir un empleo, tiene que ver con el hecho de que trabajen sin contrato.
Respecto a las causas de esto se identificaron dos situaciones. La primera refiere a la
resistencia de los empleadores para hacer un contrato, lo que puede tener como
consecuencia que algunos entrevistados quedaran irregulares. Esta situación se refleja en
las tres siguientes citas; en la primera, una entrevistada cuenta que tuvo que luchar para que
le hicieran el contrato, pero una vez que logró que el empleador accediera, la visa se le
había vencido por lo que tuvo que pagar una multa; en la segunda cita, la entrevistada
explica que una persona le insistió para que no aceptará otro trabajo para que pudiera
emplearse con ella, pero finalmente nunca le hizo un contrato y la despidió al poco tiempo;
y en la tercera cita, se refleja la situación de vulnerabilidad en la que están los inmigrantes
respecto al empleo, debido a que, como la entrevistada plantea, los empleadores saben que
hay mucha oferta de trabajo por parte de los inmigrantes, por lo que prefieren ponerlos a
prueba por un plazo corto y luego despedirlos, para no hacerles contrato.

“Me costó porque [...] yo ahí hablándole, luchándole, luchándole pero cuando se animó yo
había pasado ya mi tiempo porque cuanto te dan tu visa es por tres meses después de los
tres meses tú tienes que pagar tu multa ¿ya? y él cuando se animó ya eran como siete
meses, ocho meses íbamos”
(Rosa, Perú, 33 años)

“Nunca me hizo el contrato de trabajo y me sacó antes del mes, pero tenía derecho [al
contrato] después de cinco días, me dijeron allá en la Inspección de Trabajo. La llamé
‘Usted me hizo renunciar a un contrato de trabajo que yo tenía, ahorita estoy aguantando
hambre, no tengo qué comer y usted reída’”
(Antonia, Colombia, 63 años)

“[...] como hay tanta gente con tanta necesidad ahora, van a conseguir, pueden tener esos
52
20 días a una persona y después otra [...] siempre me decían ‘no si te vamos a contratar,
sí, sí’ pero era mentiras mientras estaban consiguiendo a otra persona para mi reemplazo”
(Romina, Colombia, 31 años)

La segunda situación se da porque los entrevistados todavía están tramitando sus


documentos, por lo que se arriesgan a ser multados si es que trabajan, pero dado que deben
hacerlo para subsistir, lo realizan sin contrato. Esto genera que los inmigrantes se inserten
en trabajos que no están acordes con sus expectativas o en empleos más precarios,
arriesgándose a abusos laborales. Se puede observar esta situación en las siguientes citas;
en la primera, el entrevistado está esperando que se tramiten sus papeles por lo que aceptó
un trabajo que no se condice con su oficio, y la segunda y tercera cita refieren a
entrevistados que dejan entrever la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran los
inmigrantes en el periodo de espera de sus documentos, dado que deben aceptar cualquier
tipo de trabajo y en malas condiciones, o que por el hecho de no tener documentos son más
susceptibles a ser despedidos.

“Por ahora se queda [en el trabajo] porque está tramitando sus papeles, él dice que tiene
su profesión, lo que sabe hacer y le gusta, esperando que salga los documentos si
encuentra otro trabajo se va por lo que él sabe, podría ganar más”
(Traductor de Tomás, Haití, 59 años)

“[...] que haces en todo ese tiempo, trabajar en lo que haya, ser explotado”
(Francisco, Colombia, 39 años)

“Hubo una persona que se accidentó y no tenía contrato, entonces tuvieron que pagarle y
toda esa cosa, entonces para evitar ese problema decidieron que a todos los que no tenían
papeles, los sacaron a todos”
(Romina, Colombia, 31 años)

Pago de imposiciones
Otro aspecto importante de los derechos laborales es el pago de imposiciones por parte del
empleador. Esto adquiere mayor relevancia para el caso de los inmigrantes ya que para
poder adquirir la visa definitiva deben mostrar el comprobante de pago de las seis últimas
cotizaciones.

En las historias de los entrevistados, se observa que los empleadores se pueden negar a
pagar las imposiciones, lo que lleva a que los inmigrantes deban retirarse de esos trabajos,
dado que no pudieron tramitar sus documentos. Los entrevistados perciben esto como un
53
abuso por parte de los empleadores:

“Ya habían pasado seis meses y no pagaban mi imposición [...] opté por retirarme porque
estaban incumpliendo el acuerdo que teníamos”
(Magdalena, Perú, 32 años)

“[...] dudo mucho que ella no supiera que como empleadora era su obligación [...]
Para mí fue como un robo el que ella me hizo”
(Ignacia, Bolivia, 29 años)

También el hecho de que los empleadores se nieguen a pagar las imposiciones puede hacer
que los mismos inmigrantes se hagan cargo de este pago. En la siguiente cita, la
entrevistada explica que debido al desconocimiento de sus derechos, aceptó la condición
que el empleador le ofreció de que ella se pagara sus propias imposiciones, ya que prefiere
tener un contrato y pagar ella sus imposiciones, que quedar irregular:

“Como yo no me informaba mucho, cuando la persona me dijo, yo acepté, total papel


es papel, para no estar irregular y acepté”
(Magdalena, Perú, 32 años)

Además, respecto a esta situación ninguno de los entrevistados denunció a la Inspección del
Trabajo. Una entrevistada explica que los costos de denunciar son más grandes que los
beneficios, dado que si uno denuncia al empleador, no va a obtener una recomendación de
él para conseguir otro trabajo:

“Pero tú sabes que ese es un problema tremendo, obviamente te ayuda bastante pero es
un problema, si voy a querer una recomendación ellos no me la van a dar, entonces
estaría cerrando una puerta para otras pegas, yo prefiero pagar y que la puerta siga
abierta”
(Magdalena, Perú, 32 años)

Salario
El incumplimiento en el pago del salario es otra de las problemáticas que deben enfrentar
los inmigrantes. Respecto a esto hay tres relatos distintos: el primer relato se relaciona con
entrevistados que llevaban alrededor de diez años en Chile, que si bien actualmente no
aceptan trabajos que les paguen menos de lo que corresponde, en sus primeros trabajos
adoptaron una actitud más sumisa, aceptando que les pagaran menos:

“[...] yo soy novata acá en Chile, no sé sus gustos ni costumbres nada, con qué cara voy a
pedir un buen sueldo, me pagaban 110 lucas”
(Laura, Perú, 69 años)
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“Parece que me dejé engañar mucho”
(Magdalena, Perú, 32 años)

El segundo relato se relaciona con una percepción más crítica, en donde los entrevistados
están conscientes de que están en una situación de desventaja por el hecho de ser
inmigrantes, dado que aceptarán un trabajo aunque reciban un menor salario porque lo
necesitan para permanecer en Chile:

“Para nosotros los haitianos cada vez más se nos está complicando la cosa, pagan menos
[...] un trabajo que por ejemplo, puede valer 450, 500 y a los haitianos le están pagando
350 400 y cuesta más [...] como nosotros los extranjeros no se puede ir a otro lado, tiene
que trabajar obligado”
(Carlos, Haití, 29 años)

El tercer relato es de una entrevistada que también presenta una percepción más crítica
respecto a esto, pero se diferencia del segundo relato en que califica esta situación como
una discriminación. En la cita a continuación, es el caso de esta entrevistada donde le
pagaban menos sueldo con la excusa de que si bien tenía sus documentos al día no contaba
con la visa definitiva:

“No tiene nada que ver porque yo cumplo el horario completo […] yo digo que fue un
hecho de discriminación más que todo… Yo… aparte de eso, cuando yo empecé ahí casi la
mayoría de las personas eran chilenas y yo era la única extranjera, yo lo vi de esa manera
porque yo pienso que porque le iban a pagar a ellas lo justo y a mí por qué me iban a
pagar menos si yo estaba haciendo el mismo trabajo”
(Romina, Colombiana, 31 años)

Horarios
El último aspecto de los derechos laborales que apareció en las entrevistas fue el no respeto
a los horarios de trabajo acordados. En específico, una entrevistada explica que esto suele
ocurrir en los trabajos de empleada doméstica, y que en el caso de los otros trabajos se
presenta como algo positivo el tener compañeros de trabajo que sean chilenos, ya que esto
ayuda a que te respeten los horarios. Esto último refleja que esta entrevistada percibe que
los chilenos reciben un trato mejor en relación al cumplimiento del horario, dado que a
estos sí les respetan esta condición laboral y a los inmigrantes solo les respetan este aspecto
si es que trabajan con chilenos.

“Bueno, una vez cuando estaba hacía rato ya cuando aceptaban con pasaporte había una
empresa que no, como que no respetaban los horarios, pero ahora sí, ahora sí. Ahora
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este… es que lo mismo cuando tú trabajas con un chileno como que ellos saben bien sus
horarios, me entiendes? Y se van no más, y ya todos, ya empieza uno a irse y el resto se
empieza a ir eso es lo bueno ahora si ahora cambió bastante yo lo que cuando no se
respetan los horarios es cuando más trabajas en casa porque entras por ocho horas y no
son ocho horas po, trabajas hasta que se vayan a dormir la gente, y no son… las horas que
uno tiene ahí como acordado, mejor dicho”
(Rosa, Perú, 33 años)

A partir de lo expuesto se observan diversas problemáticas en torno a los derechos laborales


de las personas inmigrantes, como el hecho de que no les hagan contrato, no les paguen las
imposiciones y/o reciban un menor salario. Respecto a esto se puede concluir que los
inmigrantes perciben que están en una situación de desventaja respecto a los empleadores,
ya que prefieren aceptar estas condiciones que caer en la irregularidad o también porque el
hecho de estar desempleados es más difícil para ellos (en comparación a los chilenos) dado
que muchos emigran solos por lo que no cuentan con el apoyo económicos de sus familias
para poder subsistir en periodos de desempleo.

Además, cabe mencionar que la visa juega un rol fundamental, ya que definen en cierta
medida las condiciones laborales, esto se debe a que el hecho de estar tramitando la visa o
para mantener en vigencia una, los inmigrantes se ven obligados a aceptar condiciones
laborales adversas, como trabajar sin contrato o pagarse sus propias imposiciones.

En ese sentido, se evidencia la existencia de un mercado laboral segmentado para


inmigrantes y para chilenos, en donde los primeros deben enfrentar problemáticas que estos
últimos no enfrentar. Esto refleja que si bien los inmigrantes que acceden a un trabajo se
integran en este aspecto al mercado laboral, su integración se da de manera particular, dado
que no son tratados de la misma manera que todos los trabajadores.

Clima Laboral
Otro aspecto de las condiciones laborales refiere al clima laboral en el cual se ven insertos
los entrevistados. En relación a esto se puede decir que hay diversas vivencias en torno a la
percepción del clima laboral, ya que se presentan casos de discriminación o acoso laboral,
como también casos en los cuales el clima laboral se percibe como agradable.

Respecto a la percepción de un clima laboral adverso, vemos serios casos de discriminación


o acoso por el hecho de ser inmigrantes, por parte del empleador como de compañeros de
trabajo, en donde los insultan o realizan acciones que dificultan la permanencia en sus
trabajos:

“[...] me insultaba feo, “cabra de mierda” [...] hasta la comida me negaba, prefería que se
pudriera la fruta antes que yo me la comiera”
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(Laura, Perú, 69 años)

“Me botaban la comida al basurero […] me sentí discriminada por esos dos compañeros
de trabajo […] me faltaban el respeto como mujeres y como extranjera”
(Ignacia, Bolivia, 29 años)

“Igual no lo veo siempre pero cuando él está ahí trata de hacerme la vida un poco difícil,
mis compañeros me dicen que no le preste atención, que él ha sido así con los extranjeros,
que no es un caso aparte yo, sino que cada vez que llega un extranjero él trata de que se
vaya rápido, le hace la vida imposible para que el extranjero salga de aquí y meter a las
personas que él considera [...] Es un poco tedioso, pero uno respira profundo, tengo a mi
familia [...]”
(Mario, Venezuela, 30 años)

Por otro lado, como se dijo anteriormente, también se presentan casos de clima laboral
positivos, donde los entrevistados se sienten incluidos y cómodos en el trabajo:

“Ninguno, al contrario me tratan todos bien desde el principio y mira que son puros
hombres todos. Yo soy la única mujer que trabaja ahí y la única peruana (risas) porque
todos son chilenos y un venezolano”
(Catalina, Perú, 31 años)

“[...] las personas con las que estoy trabajando, son personas muy educadas, y que lo
tratan a uno bien, rico compartir con esas personas, entonces sí me gusta”
(Romina, Colombia, 31 años)

Como se observó en las citas expuestas, no existe una visión única acerca del clima laboral,
sino que algunos entrevistados se enfrentar a climas laborales adversos mientras otros han
tenido buenas experiencias en relación a este tema.

Por último, el clima laboral también incide en las trayectorias laborales dado que las
personas que enfrentan un clima laboral hostil ven su permanencia en el trabajo dificultada
porque esto los incentiva a renunciar. En cambio los entrevistados que se insertan en un
clima laboral positivo, esto hace que sea más llevadero el trabajo lo que provoca que
acepten irregularidades en relación a los derechos laborales o trabajos no acorde a sus
expectativas.

57
III. Percepción de la Integración Laboral

En este apartado se explican las distintas percepciones que tienen los entrevistados sobre la
integración laboral. En relación a esto se observan tres tipos de percepciones (una positiva,
una negativa y otra que hace referencia a una integración parcial), las cuales consideran
distintos aspectos, como el cumplimiento de sus expectativas, la percepción sobre su
situación laboral actual, la percepción sobre la calidad de vida y si es que consideran que
aquí tienen más oportunidades que en el país de origen.

Percepción negativa de la integración laboral


Los entrevistados que tienen una percepción negativa de la integración laboral en Chile
tienen en común el tener una mala calidad de vida o una calidad de vida peor que en la de
su país de origen; no han cumplido sus expectativas laborales y se arrepienten de haber
tomado la decisión de emigrar.

En estos entrevistados se puede observar un discurso pesimista en relación a su proceso de


integración laboral. Algunos de ellos plantean que su historia laboral ha sido una lucha,
llena de momentos de decepción, en donde han tenido que aceptar estas condiciones debido
a la situación de desventaja en que están por el hecho de ser inmigrantes, ya que al no estar
en su país se sienten desprotegidos y no cuentan con los mismos recursos que sí tienen en
sus respectivos países (como apoyo familiar, una vivienda, etc.).

“[...] cuando usted está en un país ajeno hay que aprender todo, aprender a humillar,
aprender a pasar hambre, todo lo que llega hay que aceptarlo”
(Carlos, Haití, 29 años)

“[...] ha sido momentos de mucha lucha, momentos que me sentí cansada, muy cansada y
muy decepcionada […]”
(Romina, Colombia, 31 años)

“[...] y como nosotros lo necesitamos, no vemos si lo queremos hacer o no lo queremos


hacer sino que necesitamos el dinero porque sin dinero y sin comodidad de tener un pago
como tal no podemos seguir acá tendríamos que volver a nuestro país, mientras que las
personas que viven acá de repente viven con su papá, con su mamá, con algún familiar,
van a tener su casa, van a tener su comida, van a trabajar porque de repente van a
necesitar para vestirse, pero no por una necesidad como a uno que tiene que salir todos los
días a trabajar para conseguirlo”
(Romina, Colombia, 31 años)

Este discurso pesimista, tiene relación con la mala calidad de vida que tienen los
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entrevistados en Chile, o al menos, una calidad de vida inferior a la de su país de origen.
Los entrevistados plantean que el trabajo no les permite “vivir bien”, y principalmente
critican los problemas de vivienda que hay en Chile, dado que estos entrevistados deben
vivir (o alguna vez vivieron) arrendando habitaciones que no cumplen con el equipamiento
básico, como baño privado, cocina, agua caliente, entre otros aspectos.

“En Colombia se puede vivir mejor hasta con el sueldo mínimo”


(Romina, Colombia, 31 años)

“[...] allá tenía mi zona de confort: casa, trabajo, familia no se puede comparar [Chile con
Argentina]”
(César, Argentina, 59 años)

Además, se presenta un caso más crítico, que es el de Carlos, que lleva meses desempleado
y ya no le quedan ahorros para subsistir, y no puede conseguir trabajo porque cuenta con el
permiso de trabajo, pero los empleadores le piden visa. En relación a esto, él plantea que en
Haití (su país de origen), la subsistencia no está supeditada a estar empleado o
desempleado, a diferencia de aquí en Chile, lo que se relaciona con lo dicho anteriormente,
de que en el país de origen las personas cuentan con más recursos y que el hecho de
emigrar implica tener una menor protección, como se puede ver en las siguientes citas:

“no puedo conseguir ni para pagar la casa, imagínate para comer o para otra cosa, ni
para mandar 5 lucas a mi familia”
(Carlos, Haití, 29 años)

“Por ejemplo, allá en mi casa, en mi país, con dinero o sin dinero yo como”
(Carlos, Haití, 29 años)

Por otro lado, se observa que estos entrevistados no han logrado cumplir las metas con las
que llegaron a Chile, ya sea porque tenían como meta encontrar trabajo y actualmente están
desempleados o porque no han conseguido un trabajo acorde a su profesión. Es importante
mencionar que, si bien en general estos entrevistados no han perdido las esperanzas
respecto al cumplimiento de estas metas, consideran que ya ha pasado un tiempo excesivo,
lo que ha generado deterioros en su calidad de vida y un cierto desconcierto sobre el futuro.

“Yo esperaba otra cosa; llegar, conseguir un buen trabajo como todos decían acá,
trabajar, tener una vida mejor”
(Alejandra, Haití, 21 años)

“Pensaba que yo iba a tener un futuro mejor, y mi familia también pensaba que yo iba a
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tener un futuro mejor. En este momento que estoy hablando contigo, yo no puedo decirte
que yo no voy a tener un futuro mejor, pero no veo dónde viene todavía”
(Carlos, Haití, 29 años)

“Yo no le echo la culpa a Chile, es mi responsabilidad, yo hoy día tendría que tener un
buen negocio [acorde con su profesión]”
(César, Argentina, 59 años)

En relación a esto, vemos que el no cumplimiento de expectativas sumado a una mala


calidad de vida, lleva a los entrevistados a un sentimiento de frustración y a una mirada
negativa que se extiende más allá de la percepción hacia la integración laboral, dado que
evalúan su estadía en Chile como adversa y por eso se arrepienten de haber emigrado dado
que consideran que estarían mejor en su país de origen:

“Sabiendo lo que ya he vivido acá me hubiera quedado en República Dominicana porque


no he conseguido trabajo no estoy trabajando, y aquí todo es plata, los arriendos son
mucho caro”
(Alejandra, Haití, 21 años)

“[...] si tuviera la oportunidad de decidir si volvería a Chile… sobre todo lo pensaría


mucho en el ámbito habitacional porque resulta muy difícil, es muy difícil porque cuando
usted viene de una parte donde tienes muchas comodidades llega acá a reducirse a una
habitación es muy duro”
(Romina, Colombiana, 31 años)

Si bien estos entrevistados se arrepienten de haber venido a Chile, ninguno ha regresado a


su país de origen, lo que se debe a distintas razones, como seguir teniendo la esperanza de
que eventualmente puedan lograr lo que quieren o porque desean mantener lazos familiares
que se han generado en Chile. No obstante, nuevamente Charles se presenta como un caso
más crítico, ya que la única razón por la que sigue en Chile es porque no tiene posibilidad
de volver a su país por razones económicas:

“Yo tuve que llamar a mi familia, yo les dijo que yo iba a regresar a mi país y ellos me
dicen ‘no po cómo vas a regresar tanta plata gastaste para llegar’”.
(Carlos, Haití, 29 años)

En base a lo expuesto, se puede decir que los entrevistados que perciben la integración
laboral negativamente, son personas que han descendido laboralmente respecto a su
situación en el país de origen (ya sea en términos de si están desocupados u ocupados, en
términos de salario o en el tipo de ocupación para los entrevistados profesionales), se han
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enfrentado a condiciones laborales adversas y han sufrido un deterioro en su calidad de
vida.

Además, en estos entrevistados se observa que hay un discurso que va más allá de la
evaluación de su situación actual y de su historia personal, dado que entienden que para los
inmigrantes la manera de integrarse laboralmente en Chile es aceptando los abusos y las
irregularidades, porque se encuentran en una situación de desventaja y vulnerabilidad.

Percepción de una integración laboral parcial


En los casos en que se tiene una percepción de una integración laboral parcial, se observa
que los entrevistados están en una situación negativa, ya que no han cumplido sus
expectativas, pero entienden este estado como algo transitorio, lo que se refleja en que
creen firmemente que podrán cumplir sus metas en Chile, dado que consideran que es un
país con más oportunidades para progresar. Además, es importante destacar que si bien no
tienen una buena calidad de vida, esta percepción no afecta ni la imagen que tienen sobre
Chile ni la visión optimista sobre su futuro laboral.

Respecto a la visión transitoria de la situación laboral actual, se puede decir que los
entrevistados creen que, a pesar de que no han logrado lo que se habían propuesto (ya sea
poder trabajar o conseguir su trabajo deseado), entienden que esto se debe a requisitos
puntuales, como regularizar su situación migratoria, obtener la visa definitiva, aprender
español o acumular capital para poder emprender. Por lo tanto, el futuro no se les presenta
como incierto sino que, como se dijo anteriormente, creen firmemente que podrán cumplir
sus objetivos:

“No me he sentido mal ni nada pero solamente no sé yo creo que como que la suerte no
está de mi lado nada más. Pero después la gente no siempre tirando para arriba y eso es lo
bueno [...] salí con un propósito, yo sé que lo voy a lograr”
(Rosa, Perú, 33 años)

“Lo que él siente que aquí sí hay un futuro, le falta las dos herramientas que son el
documento y el idioma”
(Traductor de Tomás, Haití, 59 años)

Además, la visión optimista que estos entrevistados tienen se relaciona con la imagen que
poseen de Chile, dado que creen que es un país donde hay más oportunidades laborales y en
general que en los diferentes aspectos están mejor que en el país de origen. En las
siguientes citas se puede observar esto:

“Sí [volvería a tomar la decisión de venir a Chile], porque igual en Perú no estaba bien
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las cosas. Porque también tengo hermanos ahí, así que no, no, tengo hermanos allá e igual
ellos quisieran venirse [...]”
(Rosa, Perú, 33 años)

“Si volvería porque allá hay que tener lo que se llama pituto acá para trabajar, y también
volvería porque en el tema de seguridad aquí se siente más seguro porque allá las noticias
lo que uno vive también, se siente más seguro acá. Lo que él siente es que aquí hay futuro”
(Traductor de Tomás, Haití, 59 años)

“[...] porque por lo menos aquí hay mejor vida. Como te digo, tienes una meta que quieres
alcanzar [...] y la puedes alcanzar administrándote”
(Alberto, República Dominicana, 23 años)

“[,..] Uno puede quedarse cesante una semana en Chile y a la siguiente ya estar
trabajando en otra parte, eso es lo bueno de Chile”
(Mario, Venezuela, 30 años)

Es importante mencionar que en general estos entrevistados no gozan de una buena calidad
de vida, dado que tienen problemas en relación a la vivienda (viven en piezas pequeñas sin
equipamiento básico) o en salud (en el caso de los entrevistados que no tienen visa por lo
que deben atenderse de manera privada y no tienen los recursos para hacerlo). Pero esto
tampoco afecta la visión que tienen sobre la integración laboral, lo que vuelve a reafirmar
que creen que su situación actual es temporal y que pueden seguir avanzando.

“Pero uno llega acá y no tiene opción que arrendar una pieza y vivir dentro y cocinar y
hacer de todo ahí, porque es como si estuvieras en prisión no queda otra. Y además
también lo que uno gana no te da para alquiler ni departamento, que cuesta por ejemplo
350-400 mil pesos y uno gana 280-300”
(Traductor de Carla, Haití, 40 años)

Por último, dentro de esta percepción se presentan casos que se diferencian del resto en que
no ven la situación actual como negativa, a pesar de que no han cumplido sus expectativas
ni se han insertado al mercado laboral. Esto se debe a que como llegaron hace poco tiempo
a Chile (menos de tres meses) tienen un discurso muy optimista ya que creen que en Chile
lograran una buena integración laboral y además, en el poco tiempo que llevan, ya han
alcanzado una mejor calidad de vida en comparación a su país de origen. En las siguientes
citas se refleja esta percepción: la primera y segunda cita, refieren al mismo entrevistado
que si bien es haitiano, vivió durante su infancia en República Dominicana y emigró a Perú
antes de venir a Chile, y la tercera cita refiere a un entrevistado que si bien vive en el Hogar

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de Cristo percibe que su situación es mejor que en su país de origen.

“[...]sin tener trabajo acá [Chile] yo veo que para mí va a ser como mejor aquí que en
Perú, porque hay más oportunidades laborales y también acá el sueldo está más
[...]porque Chile abre puertas para inmigrantes, uno tenemos más derechos acá, podemos
tener negocio, patente… sin tener como tantas restricciones”
(Juan, Haití, 28 años)

“Jamás volvería a República Dominicana, iría a visitar a mi familia pero a vivir nunca.
Mi sueño es acá, conseguir el trabajo y quedarme a vivir, crear mi empresa y buscar la
manera de salir adelante en el país, si el país me abre la puerta tengo que usarla.”
(Juan, Haití, 28 años)

“Yo pienso que aquí hay abundancia, allá no ves eso. No hay mucha comida y es costosa.
Aquí comen demasiado, 4 veces al día [refiriéndose al Hogar de Cristo]. También hay
abundancia de trabajo, hay posibilidades, en mi país eso ya no existe”
(Romero, Venezuela, 60 años)

En síntesis, se puede decir que en general estos entrevistados tienen una imagen muy
positiva de Chile, por lo que no se desaniman por su situación actual (tanto en el ámbito
laboral como en relación a la calidad de vida). Además, como se mencionó anteriormente,
los entrevistados plantean su situación actual como temporal debido a que entienden los
obstáculos anteriormente mencionados (no tener visa, no saber el idioma) como requisitos
puntuales que con el tiempo lograrán. Esto no significa que crean que estos obstáculos son
fáciles de superar, pero sí perciben esta superación como algo posible.

Percepción positiva de la integración laboral


La percepción positiva de la integración laboral refiere a los entrevistados que sí han
cumplido sus expectativas en Chile, tienen una calidad de vida que es superior a la anterior
y creen que su situación actual es mejor que la que podrían tener en el país de origen.
Además, dado que han alcanzado cierta estabilidad en Chile, esto les permite plantearse
nuevas metas y de esta manera seguir avanzando en su movilidad. No obstante, alcanzar
este estado no ha sido fácil, por lo que en algunos casos, en ciertos momentos de sus
trayectorias laborales tuvieron una integración parcial o negativa, ya que como se vio
anteriormente la trayectoria de todos los entrevistados se caracteriza por obstáculos
comunes para conseguir trabajo y condiciones laborales precarias.

Los entrevistados que tienen una percepción positiva se caracterizan por haber cumplido
sus metas en Chile, las cuales pueden ser muy diversas entre sí: hay entrevistados que solo
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buscaban trabajar en Chile, como entrevistados que buscaban un mejor trabajo, ya sea en
términos de salario, tipo de ocupación o con mejores condiciones laborales. Debido a esto,
los entrevistados tienen una imagen positiva de Chile y creen que no podrían haber
conseguido sus metas en el país de origen:

“Chile tiene posibilidad […] de emprender tranquilo, de establecerse como familia, se


puede surgir”
(José, Haití, 36 años)

“Ahora para mi estoy bien, mi sueldo está bien, el trato...mi trabajo me gusta, no hay un
día que no me den ganas de no venir a trabajar, nos llevamos bien si hago algo mal me lo
dicen, no me gritan. Todos los compañeros son iguales… pero no hay pelea”
(Ignacia, Bolivia, 29 años)

“Aquí me dieron esa libertad, cosa que allá no la tuve, allá sentía más discriminación que
acá y eso que estuve en mi país, con mi gente [...] duele más la gente que te humilla que es
tu propia gente, los que tienen plata, los que se creen, y tratan de que cuando uno trata de
crecer, te detienen [...] acá no, igual se siente eso, pero no te detiene, si uno lo quiere, lo
lucha, lo consigue”
(Magdalena, Perú, 32 años)

Además, los entrevistados han podido mejorar su calidad de vida, no solo en términos
económicos, sino que también han podido desarrollarse como personas, establecerse con
sus familias, y en general construir un “segundo hogar” en Chile.

“En Bolivia se gana menos pero se gasta menos, acá se gana más y se gasta más pero
también hay más opciones para ganar más, hay más opciones a ganar y a tener una mejor
calidad de vida”
(Ignacia, Bolivia, 29 años)

“Sí, porque mejoró mucho mi familia, porque en Bolivia estaba destruida, se destruyó por
el tema que cuando estás en tu país con tu gente como que no te importa, no valoras la
familia… como a mi esposo no le importaban los hijos, le importaba nada, nos separamos
porque él mucho tomaba [...] acá él cambió mucho [dejó de tomar]”
(Ignacia, Bolivia, 29 años)

“Considero que acá es mi segundo hogar [...] esa idea que tenía de que los chilenos eran
malos, se me ha ido borrando”
(Magdalena, Perú, 32 años)

64
Los dos aspectos anteriores (el cumplimiento de expectativas y la mejora en la calidad de
vida), permiten que los entrevistados continúen planteándose metas, lo que refleja que
sienten que están en un contexto propicio para poder seguir progresando:

“Desde que llegué siempre tuve la oportunidad de enviarle para todos los gastos [remesas
a su familia], y ahora tenemos un ahorro de vivienda para postular a casa [...] ahora
quiero encontrar vivienda [...] y poder quedarme, quedarme más tiempo, más años”
(Ignacia, Bolivia, 29 años)

“Hay más opciones para superarme a mí misma, cosa que allá no lo conseguis [...] Por el
momento estoy bien así pero tengo metas, quiero tener mi local [...] lo que pasa es que me
gusta confeccionar, quiero confeccionar y estampar productos especializados, esa es mi
meta”
(Magdalena, Perú, 32 años)

No obstante, es importante considerar que en general estos entrevistados no siempre


tuvieron una percepción positiva de la integración laboral, sino que pasaron por trabajos
precarios, malas condiciones laborales y periodos de desempleo:

“A veces sí [se sentía explotado] eso pasa más en los distribuidores, en lo valledor o
cuando fui bodeguero, donde tenían que haber 3 sólo estaba yo […] A veces hasta uno ni
un pan podía comer”
(José, Haití, 36 años)

“Tuve una mala experiencia, pero de eso se aprende”


(Magdalena, Perú, 32 años)

Cabe decir que dentro de esta percepción positiva se presenta una variante, que es el caso
de un entrevistado que no emigró por razones económicas y no tenía expectativas en
relación al ámbito laboral, sino que buscaba conocer otras culturas y aprender. En ese
sentido, no se puede hablar en el caso de este entrevistado, de cumplimiento de sus metas
laborales, pero sí tiene una percepción positiva de la integración laboral dado que se
encuentra empleado y le gusta su trabajo. Además, tiene una buena calidad de vida y se ha
logrado establecer en Chile, continuando sus estudios y formando una familia aquí. Por otro
lado, al igual que los demás entrevistados, el proceso de integración laboral no fue fácil, por
lo que tuvo que insertarse en trabajos precarios en un comienzo.

En suma, estos entrevistados tienen una percepción positiva de su integración laboral,


fundamentalmente, porque han cumplido sus expectativas laborales, lo que implica que su

65
situación actual es satisfactoria y han mejorado en su calidad de vida. No obstante, es
importante resaltar nuevamente que el proceso de integración no fue fácil para estos
entrevistados, ya que también tuvieron que superar los obstáculos mencionados
anteriormente, como soportar abusos, discriminaciones, irregularidades, malos pagos, entre
otros aspectos.

Finalmente, considerando las tres percepciones expuestas, se puede decir que si bien todos
los entrevistados pasan por un proceso de integración laboral similar, dado que se enfrentan
a los mismos obstáculos para conseguir un trabajo y a las mismas problemáticas en relación
a las condiciones laborales, se presentan diferentes percepciones en torno a la integración.
Esto se debe a que algunos han visto frustradas sus metas lo que lleva a que se arrepientan
de haber emigrado dado que estarían mejor en su país de origen, otros si bien no han
cumplido sus expectativas ven esta situación actual negativa como algo temporal dado que
confían en que en Chile tienen más oportunidades que en su país de origen y, por último,
hay otros entrevistados que han logrado cumplir sus expectativas y establecerse en Chile
mejorando su calidad de vida, por lo que tienen una percepción positiva.

VI. Conclusiones

En esta investigación se buscó contestar la pregunta: ¿Cómo es el proceso de integración


laboral de los inmigrantes de Estación Central, desde la perspectiva de los propios actores?

Antes de estudiar el proceso de integración laboral, se estudiaron las razones por las cuales
emigraron, donde se evidenció que la mayoría de los entrevistados viene a Chile
principalmente por motivos económicos. Sin embargo, también emigran para poder
desarrollarse en distintos aspectos. Por lo tanto, esto funciona como un antecedente
importante al momento de investigar la integración laboral, ya que no solo buscan
conseguir un empleo, sino que integrarse plenamente en el ámbito estructural para poder
cumplir otras metas, como mejorar su calidad de vida, formar una familia, continuar sus
estudios, etc.

Respecto al proceso de integración, este se dividió en tres aspectos: los obstaculizadores y


facilitadores al momento de buscar un trabajo, las condiciones laborales a las que se ven
insertos y la percepción que tienen sobre su situación actual. En base a los resultados se
puede decir que, tanto en lo que respecta a los obstaculizadores, a los facilitadores y a las
condiciones laborales, los entrevistados viven un proceso similar de integración. Las
problemáticas presentadas en torno a estos aspectos reflejan que el proceso de integración
laboral se caracteriza, principalmente, porque genera una trayectoria laboral específica para
los inmigrantes, que se diferencia de las que viven los chilenos. Esto se debe
fundamentalmente a:
66
En primer lugar, respecto a los obstáculos y los facilitadores vemos que los entrevistados
perciben solo un facilitador y muchos obstáculos. En cuanto a estos últimos es importante
señalar que se les presentan por el hecho de ser inmigrantes, dado que son barreras que los
chilenos no deben enfrentar: el tema de la visa, la convalidación de estudios, la
discriminación por la nacionalidad y el idioma. Como se explicó anteriormente, esto incide
en las trayectorias laborales, dado que ciertos entrevistados no pueden conseguir trabajos
por estos obstáculos, estuvieron meses desempleados, terminaron aceptando trabajos no
acorde con sus expectativas o lograron conseguir el trabajo deseado pero los obstáculos
retrasaron el proceso de integración.

En segundo lugar, en cuanto a las condiciones laborales principalmente, se observa que el


ser inmigrante sitúa a este en una posición de desventaja en relación al empleador en torno
a los derechos laborales. Esto se debe a que el requisito de la visa (ya sea tener visa o estar
tramitando la visa definitiva) genera que los entrevistados acepten irregularidades y abusos
por parte de los empleadores para no quedar irregulares o para obtener la visa definitiva,
como el hecho de que no les hagan contrato, no les paguen las imposiciones, reciban un
menor salario y no respeten sus horarios.

Es importante recalcar que los dos puntos señalados anteriormente reflejan que la visa se
hace presente durante todo el proceso de integración laboral, condicionando las trayectorias
de manera negativa, lo que se refleja en que los entrevistados plantean que este es el mayor
obstáculo y son críticos respecto a la legislación actual.

Si bien los entrevistados comparten un proceso de integración laboral similar en los dos
aspectos mencionados, tienen distintas percepciones en torno a su situación laboral actual,
debido a sus diferencias en el grado de cumplimiento de expectativas laborales, calidad de
vida y percepción de mejora respecto al país de origen. Esto hace referencia a que la
integración laboral es un proceso y que no tiene un único resultado (Blanco, 2001;
Bosswick & Heckmann, 2006), de esta manera vemos entrevistados que perciben que se
han podido integrar mientras otros que todavía no lo logran.

Cabe mencionar, que el tiempo de permanencia en Chile no resultó ser gravitante al


momento de explicar las trayectorias laborales de los inmigrantes, dado que entre los
entrevistados hay personas que han vivido más de una década en Chile y otros unos pocos
meses y no hay una diferencia clara en cuanto a sus percepciones de integración laboral.

Considerando todo lo dicho anteriormente, se puede decir que para los inmigrantes el
proceso de integración laboral es difícil, lo que se explica en gran medida por la poca
apertura de la sociedad chilena en torno a este tema. Como se explicó anteriormente, la
67
integración es un proceso dinámico e interactivo, el cual no solo depende del inmigrante
sino también de la sociedad de llegada, para la cual la integración implica “[…] la apertura
de las instituciones y garantizar igualdad de oportunidades a los inmigrantes” (Bosswick &
Heckmann, 2006, pág. 11 traducción propia). En ese sentido, se observa que la
discriminación, la legislación actual, los abusos por parte de los empleadores marcan el
proceso de integración, por lo que se requiere el compromiso de la sociedad de llegada para
mejorar este proceso y asegurar la igualdad de condiciones, para que no se produzca una
integración laboral para inmigrantes y otra distinta para chilenos.

Por lo tanto, para futuras investigaciones se podría profundizar en los distintos obstáculos
planteados en la investigación y cómo la sociedad chilena podría trabajar para mejorarlos
con el fin de ayudar a la integración de las personas inmigrantes.

68
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73
VIII. Anexo

Pontificia Universidad Católica de Chile.


Facultad de Ciencias Sociales.
Instituto de Sociología.
Taller de Titulación.
SOL200s-1.

Pauta de Entrevista Semi-Estructurada.

Buenos días/buenas tardes, mi nombre es ____________ y soy estudiante de quinto año de


Sociología de la Pontificia Universidad Católica de Chile. En el marco de nuestro taller de
titulación, estamos realizando un estudio sobre los inmigrantes de Estación Central, para
conocer y profundizar en su trayectoria laboral en Chile. Contar con su participación es
muy importante, ya que la percepción de los inmigrantes respecto a sus propias
experiencias permite recabar información relevante sobre este proceso.

Antes de empezar con la entrevista, queríamos pedirle autorización para poder grabarla en
audio. Ahora bien, todas sus respuestas son confidenciales y se usarán solo para los fines de
esta investigación; nosotros protegeremos su anonimato, es decir, su nombre no aparecerá
en los resultados. Dicho esto, le agradeceríamos responder con la mayor profundidad y
sinceridad posible.

Primero comenzaremos con un set de preguntas para saber más de usted y luego haremos la
entrevista.

Encuesta de Caracterización.

Nombre: _________________________________________

Sexo: ___________________________________________
74
Edad: ___________________________________________

Nacionalidad: _____________________________________

Nivel educacional: _________________________________

Año y mes en que llegó a Chile: ____________________________

Entrevista Semi-Estructurada.

I. Razones para migrar


- Indagar en las razones que lo motivaron a emigrar.
¿Qué motivos lo llevaron a mudarse a otro país? ¿Los motivos económicos jugaron
un papel?
¿Este cambio fue un proceso planificado o más bien espontáneo?
¿La falta de trabajo, estabilidad económica o bienestar material era un problema en
el país de origen?

- Indagar por qué eligió a Chile como destino


Además de Chile, ¿ha vivido y/o trabajado en otro país que no sea el suyo?
¿Cuáles?
¿Chile fue su primera opción? ¿Por qué?
¿Conoce a otras personas que vivan aquí?
¿Vino solo o acompañado?
*Si vino solo, preguntar: En el corto o mediano plazo, ¿tiene planificado traer a su
familia?
¿Qué percepción tenía de Chile antes de llegar?
¿Qué le ha parecido Chile?

II. Trayectoria Laboral

- Indagar en la situación laboral en la que se encontraba en su país de origen


¿Se encontraba trabajando en _______ (país de origen)? ¿Es difícil encontrar
trabajo allá?
*En caso de desempleo: ¿hace cuánto tiempo no tenía un trabajo estable?
* En caso de empleo: ¿En qué consistía su trabajo? ¿le gustaba su trabajo? ¿Por
qué?
¿El trabajo que tenía le permitía tener una buena calidad de vida? (Seguridad
económica, bienestar material, entre otros).
En términos generales, ¿le gustaba la vida que llevaba en _______(país de origen)?
¿Por qué?

- Indagar cuáles fueron sus expectativas laborales al llegar a Chile


75
¿Tenía deseos de trabajar en algo en particular?
¿Tenía deseos de encontrar un trabajo relacionado con su profesión u ocupación?

- Indagar en su historia laboral en Chile


Desde su llegada a Chile, ¿ha trabajado?
* En caso de haber trabajado: ¿cuánto tiempo se demoró en conseguir trabajo?
¿Cuántos trabajos ha tenido desde que llegó a Chile? ¿Podría describir cada uno de
ellos?
Indagar en: formalidad del trabajo, horarios de trabajo, calificación del trabajo,
duración de los trabajos, periodos de desempleo entre trabajos.
Dentro de su trabajo, ¿ha sido víctima de discriminación, abusos o irregularidades?
¿Cuáles?
¿Las condiciones laborales han afectado su permanencia en algún trabajo?

Actualmente, ¿está trabajando? ¿En qué consiste su trabajo actual?


¿Está satisfecho/a con su trabajo actual? ¿Por qué?
¿Considera el trabajo actual como algo permanente o transitorio? ¿Por qué?

*En caso de no haber trabajo: ¿Nos podría contar cuáles cree Ud. que son las
razones por las cuales no ha encontrado trabajo?

- Indagar en los factores que le permitieron conseguir un empleo o qué factores


hacen más fácil la búsqueda de uno (en caso de que no tenga empleo actualmente).
¿Cuáles han sido sus estrategias para conseguir trabajo?
*En caso de haber trabajado alguna vez en Chile: ¿Cuál de ellas ha sido más
efectiva?
En términos generales, ¿cree que es más fácil conseguir trabajo en Chile o en
_______ (país de origen)?
*En esta sección indagar en el papel que jugaron las redes, capital cultural y la
nacionalidad.

- Indagar qué factores han dificultado la búsqueda de un empleo o la permanencia en


este.
¿Ha habido factores que le han dificultado conseguir un trabajo en general?
¿Cuáles?
¿Ha habido factores que le han dificultado conseguir el trabajo que Ud. desea?
¿Cuáles?
¿Ha habido factores que le han dificultado la permanencia en un trabajo en
particular? ¿Cuáles?
Desde su experiencia, si tuviera que identificar qué ha sido lo más difícil de buscar
trabajo en Chile, ¿qué sería? ¿Por qué?
Hasta ahora, ¿ha habido algo en particular que no le haya permitido encontrar el
trabajo que desea?
*En esta sección indagar: el papel que jugaron las redes, la nacionalidad, la
situación migratoria y las visas, la convalidación de estudios.
76
- Indagar sobre la relación de los inmigrantes con la Municipalidad de Estación
Central
¿Se ha acercado a la municipalidad o la oficina de inmigrantes? ¿Por qué? ¿Cómo?
En caso de haberse acercado ¿Fue útil para lo que buscaba cuando fue?

- Indagar en la percepción del entrevistado en relación a cómo juzga o valora su


historia laboral
¿Cree que está en una mejor, peor o igual condición que en su país de origen? ¿Por
qué?
¿Es diferente el clima laboral en Chile, en comparación con _______ (país de
origen)? ¿Por qué?

III. Expectativas

- Indagar si sus expectativas han cambiado desde que llegó a Chile y si es que es así,
a qué se debe este cambio.
Respecto a las expectativas iniciales que tenías cuando llegaste a Chile, ¿Estas han
cambiado a lo largo del tiempo? ¿Cómo han cambiado? ¿Por qué?
¿En qué le gustaría trabajar?
¿Emprender es considerado como una opción? ¿Por qué? ¿Cuáles son las
herramientas que necesitaría para llevar eso acabo?

IV. Preguntas de cierre.

Considerando toda la experiencia de vivir en Chile, ¿ha sido lo que esperaba? ¿Por
qué?
Si tuviera que tomar otra vez la decisión de venir a trabajar a Chile, ¿se vendría a
trabajar a Chile, se iría a otra parte o se quedaría en _______ (país de origen)? ¿Por
qué?
De todo lo que hemos hablado, ¿Le gustaría agregar algo más?

77

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