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Domingo Arcomano - Perón. Guerra y Política. Las Fuentes Militares de Conducción PDF
Domingo Arcomano - Perón. Guerra y Política. Las Fuentes Militares de Conducción PDF
(Fragmento)
“Reflexiones Militares”
del Mariscal de Campo Vizconde de Puerto
Tomo X, pág. V Turín, 1727
Walter Benjamin
“Das Passagen-Werk”, N.I.I.
T.S. Eliot
“Qué es un clásico”
“Imaginó las venas de los hombres como redes de los dioses donde nos
atrapan como a fieras. Intentó romperlas. Era agrio y sus amigos eran
pocos; y, un día, le despedazaron unos perros.”
Yorgos Seferis
“Eurípides, Ateniense”
1
INTRODUCCION
Nos proponemos presentar en este libro el estudio de un aspecto que nos parece
central en la biografía intelectual de Juan Domingo Perón (1895-1974): las fuentes militares
de “Conducción política”.
Determinadas por la proyección histórica del personaje –la máxima figura política
del siglo XX argentino- las pasiones en torno suyo relegaron voluntaria, y a veces
maliciosamente, toda consideración racional de su formación intelectual. Fueron relegadas
prácticamente a la inexistencia el estudio de sus lecturas formativas, la instrumentación de
las mismas y, en el camino, la consideración de las inevitables modificaciones de los
aspectos dogmáticos de teorías y conceptos por parte de quien, ostensiblemente, guardaba
con ellos una relación marcadamente instrumental.
2
de presentar en panorama y criticar aquellas generalizaciones sin fundamento que, debiendo
estar superadas por la investigación histórica, aún se hallan prestigiadas como criterios de
verdad de conocimientos que no acaban de constituirse.
En 1951 tuvieron lugar una serie de clases de Juan Domingo Perón, las que,
recopiladas dieron origen a la obra “Conducción Política”. No obstante su origen docente
– actividad para la que estaba particularmente entrenado su autor- devino en un pequeño
tratado sobre la acción política, desde la perspectiva de la conducción política, entendida
ésta por el propio autor como “capacitación para la conducción”.
Este camino nos ha llevado a establecer una correlación entre el rastreo de fuentes
(enfoque histórico-genético) considerando el pensamiento de Perón en torno a la
conducción como un pensamiento en desarrollo, y el análisis interno del pensamiento
(enfoque sistemático) a través de su despliegue, atendiendo a su perceptible unidad latente
o manifiesta.
3
pensadores tales como Ortega y Gasset y Gustave Le Bon, muy difundidos en el mundo de
habla hispana de entreguerras (Ia. y IIa. Guerra Mundial);
Creemos que ésta es la primera identificación del tema dentro de los límites
señalados, aunque reconoce su incentivo, entre otros, en los abordajes de las concepciones
políticas de Perón, –tales como los de José Luis Romero y Tulio Halperín Donghi- que
aparecen sesgados por un manifiesto encono hacia el objeto de estudio, inscripto
4
canónicamente en la “doctrina de Estado Mayor” (a la que se le atribuye en forma directa o
indirecta, y sin fundamento teórico ni empírico, una factura nazi-fascista).
NOTA
1) Para la recepción del positivismo en la Argentina, su proceso, crítica y la reacción contra el mismo, ver:
Farré, Luis: “Cincuenta años de Filosofía en Argentina”, Buenos Aires, Ed. Peuser, 1958, 362 págs.; Ricaurte
Soler: “El Positivismo Argentino”, Panamá, Imp. Nacional, 1959, 305 págs.; y Biagini Hugo E. (Comp.): “El
Movimiento Positivista Argentino”, Buenos Aires, Ed. de Belgrano, 1985, 590 págs.
(*) La cita de Walter Benjamin está tomada de “Antígonas”de George Steiner, Barcelona,
Gedisa, 2000; los versos de “Eurípides, ateniense” de “Mithistórima y otros poemas” de
Yorgos Seferis, Madrid, Ed. Orbis, 1983; y la cita de T.S. Eliot de su conferencia ‘¿Qué es
un clásico?’, incluída en el volumen “Sobre la poesía y los poetas”, Buenos Aires, Sur,
1959.
5
El problema del Estado Mayor – Definición.
Pero ¿qué es el Estado Mayor? Su definición lejos de ser una construcción que
opere en el vacío está íntimamente vinculada al desarrollo histórico de la institución, la que
ha sufrido distintos avatares en su conformación consolidándose en el período post-
napoleónico y con el desarrollo de los Estados Nacionales.
“Núcleo asesor del mando en las Grandes Unidades, a diferencia de las pequeñas
unidades, dotadas de plana mayor, y personal subalterno y elementos con que cumple su
función // El mando superior de las fuerzas armadas // Generalato de una nación...” (1)
“...una vez que el jefe ha resuelto lo que debe hacerse, se necesita para llevar a
cumplimiento tal decisión, dar órdenes a los ejecutantes, para que cada cual sepa su misión,
y la de los otros cuando le convenga conocerla (...) por tanto, se requiere colocar, junto al
jefe de toda Gran Unidad, otra persona que, auxiliada por oficiales competentes, colabore
con el mando facilitándole datos para fundamentar sus decisiones y que se encargue de
desarrollar tales medidas traduciéndolas en órdenes para cada una de las unidades
ejecutantes subordinadas...”(2)
Vemos aparecer, bajo otra forma, una nueva trinidad constituida por el jefe, la
oficialidad intermedia auxiliar directa del jefe - que ejecutan las órdenes- y la masa
6
“...arrancando de los GRIEGOS, traeríamos al ESTRATEGO, al TAXIARCA, al
POLEMARCA; de los ROMANOS tomaríamos al magister equitum, al Magister
militiae...al METATOR; en la edad media ..(al) CONDE y DUQUE de los godos, EMIR y
ADALID de moros y cristianos. Más adelante, desde el RENACIMIENTO, pueden ser
tomados por JEFES Y SUBJEFES de ESTADO MAYOR el MAESTRE DE CAMPO
GENERAL, el CUARTEL MAESTRE, el SARGENTO GENERAL DE BATALLA y por
verdaderos oficiales, los llamados GENTILES HOMBRES Y ENTRETENIDOS.” (4)
“Si los ayudantes de campo son los agentes más próximos a la persona del
general, a cuyas ordenes sirven, el estado mayor es el grupo de oficiales más cercanos al
mando, del cual es su más importante auxiliar: unas veces es el transmisor del pensamiento
del general; en otras ocasiones sirve de conductor para que lleguen a noticia de éste las
necesidades de las tropas; y siempre es el foco donde concurren todos los datos y
antecedentes, y de donde irradian todas las disposiciones”. (7)
En tiempos de paz
7
exacta idea de las fuerzas materiales y morales de los posibles adversarios; sacar del estudio
crítico de la historia militar las enseñanzas necesarias para la formación de una doctrina de
guerra; seguir atentamente la orientación política interna e internacional del propio país y
de las naciones extranjeras y ejercer la alta dirección de todo lo que atañe a la preparación
para la guerra. (8)
y durante la guerra
“...es misión del Estado Mayor General preparar, mediante sus trabajos y
reconocimientos, las decisiones del Comandante en Jefe, en lo que concierne a las
operaciones, al empleo de las tropas y de los materiales, a la organización de los
transportes, de los reaprovisionamientos y de las evacuaciones; redactar las órdenes
destinadas a poner en acción a las fuerzas y a los servicios; hacer ejecutar dichas órdenes y
asegurar los enlaces entre el Comando y las tropas.”(9)
Romero da por sentado, sin explicitar, cuales son los principios del Estado
Mayor y los vincula sin transición con Clausewitz, Von der Goltz y Goerlitz.
8
prusiano, según el capricho, la religión, la raza, la susceptibilidad o la ideología de cada
uno”. (11)
9
“La guerra total no apunta, pues solamente a las fuerzas armadas, sino también a
los pueblos (...) Por su misma esencia, la guerra total no podrá ser realizada sino cuando la
existencia misma del pueblo entero se vea amenazada y el pueblo se decida a asumir la
responsabilidad”. (18)
“Al igual que desde Clausewitz, en que el carácter de la guerra, después de más
de un siglo, se ha modificado, así se ha modificado la correspondencia entre la política y la
guerra. La política misma, como consecuencia, tendrá que cambiar (...) A Clausewitz no le
preocupaba ni por un instante que pudiera existir otra “política”. Según él, la política
exterior era mucho más importante que la guerra y, aunque concedía algún interés al Estado
Mayor, es decir, al General en Jefe, la guerra y la estrategia militar, a sus ojos, dependían
estrechamente de la política exterior...”(19)
De este modo, omitía Ludendorff, un hombre de cortas miras a largo plazo, que
la política general de un estado es siempre política exterior.
10
que hubo a lo sumo en la prima época del absolutismo, volviendo a aparecer de este modo
antiguas modalidades históricas”(23)
Como se percibe, son demasiados los matices distintivos entre estas figuras
como para englobarlas bajo un denominador común que contenga sus ideas principales.
Por su parte, Colmar Von der Goltz quien desarrolló su principal tarea durante
la era de Moltke al frente del Estado Mayor (período 1857 a 1888) es conocido en la
literatura militar y política por su obra “Das Volk in Wassen” (24). No es la única obra
militar de su autoría útil a nuestro propósito. En forma practicamente simultánea a la
primera tradución castellana de la obra mencionada circuló en español un opúsculo no
sufientemente considerado, que ofrece, en compendio ideas similares a “La Nación en
Armas”. (25)
“La guerra no pertenece al dominio de las artes ni al de las ciencias, sino que es
uno de los problemas de la vida social. Es un conflicto de grandes intereses, que se resuelve
de un modo sangriento, y solamente en esto se diferencia de los demás. Mejor que con las
artes puede compararse con el Comercio, que es también un conflicto de humanos intereses
y actividades, y muy cerca se halla igualmente de la Política, que a su vez puede mirarse
como una especie de Comercio a gran escala. La Política es, además, el vástago que en la
guerra se desarrolla; en esta se delinean las cualidades que antes permanecían ocultas;
como en el ser viviente las que existian en su gérmen o semilla (Clausewitz-De la Guerra-
Libro 2do, Cap, 3ero)” (26)
Las consideraciones que von der Goltz expone sobre los rasgos del
Comandante en Jefe, elaborando una suerte de tipo-ideal, en lo esencial son una ampliación
de las expuestas por Clausewitz de “De la Guerra” sobre el “genio guerrero” (27). A su vez,
estos rasgos, parcialmente habián sido expuestos por Von der Goltz al referirse a la
oficialidad (28), y se encuentran mayormente implícitos en “La Dirección...”.
11
supuesto denominador común que consistiría en la libre disponibilidad de fuerzas
materiales para la guerra.
“Si pudieramos enumerar todas las condiciones necesarias para obtener el éxito
en la guerra, haríamos con ello al arte <de la guerra> el mejor de todos los servicios. Mas
desgraciadamente, esta enumeración nunca podrá ser completa. Sólo algunas de las más
importantes nos será dable exponer. La primera, de ordinario muy antipática al soldado, es
la política”. (29)
“...las leyes fundamentales del arte de la guerra deben buscarse en las grandes
guerras nacionales. Si para ventilar un asunto recurren a las armas dos potencias europeas
de primer orden, la masa total de sus fuerzas organizadas entran desde luego en juego(...)
Las causas de la guerra son siempre de naturaleza política; ya hemos dicho que actualmente
las guerras no son posibles si no median grandes intereses políticos contrarios (...) Nos
aproximamos en cierto modo a un estado primitivo de naturaleza, mediante el cual
únicamente el odio recíproco puede ser orígen de guerras entre pueblos vecinos.Mas existe
una diferencia: este odio no es ya instintivo, sino producido por la colisión de intereses
ideales, entre los cuales descuellan en primer término el poder y la preponderancia. Ambos
son elementos políticos.”(32)
“ ‘Sin una buena política no es probable que una guerra llegue a buen
término’ (subrayado en el original) ”
12
La guerra está al servicio de la política pero esta tiene carácter nacional, y
nacionales también serán los aspectos militares de organización y ejecución en tiempos de
paz y de guerra:
“...una buena organización militar lleva el sello del carácter nacional. Lo mismo
puede afirmarse con respecto a la acción del general en jefe y a la tropa. El que escribe de
estrategia y de táctica no debería perder de vista que lo que importa es la estrategia y la
táctica nacionales (subrayado en el original); solo esta enseñanza puede aprovechar a un
pueblo” (33)
Este carácter nacional se extiende a los esfuerzos del general en jefe de dirigir
a las tropas colocándolas en el sentido de las circunstancias más favorables al sitema
nacional de combate (doctrina de guerra), no exigiéndole combatir en forma
desacostumbrada y contra obstáculos desconocidos. (34)
La conferencia de La Plata.
“Dinero, dinero y más dinero” es la cita que hace Perón de Von der Goltz, en su
conocida conferencia del 10 de junio de 1944 en la inauguración de la Cátedra de Defensa.
Nacional de la Universidad Nacional de La Plata. (36).
Es precisamente con base en esta conferencia que José Luis Romero fundará su
aserto relativo a la “concepción de estado Mayor” de Perón.
Una lectura atenta de la mencionada conferencia nos hará notar en seguida que
la noción de “guerra total” según las categorías de Ludendorff está totalmente ausente en
Perón, y sí presentes algunas de las utilizadas por von der Goltz en la “La Nación en
Armas”; lo que nos hace suponer - por parte de José Luis Romero- o una cita genérica
13
sacada de contexto, y por ello maliciosa, o bien, lisa y llanamente un conocimiento de oídas
tanto de la obra de Ludendorff, como la de Colmar von der Goltz.
Así, Romero hablará de “por una parte un planteo genérico adaptado a los
principios de Estado Mayor, que a su vez se inspiraba en los teóricos alemanes, desde von
der Golzt y von Clausewitz, hasta Goerlitz...” (39)
Romero realiza una lectura selectiva del texto de la conferencia puesto que si
bien la industrialización es expuesta por Perón desde la perspectiva de la “Defensa
Nacional” (de eso en definitiva trataba el curso de la Cátedra), éste no deja de percibir el
peso en la economía de los términos desiguales de intercambio entre las sociedades
industriales y las sociedades agro-exportadores. En dicha conferencia se hallan, “in nuce”,
todos los elementos de un programa industrialista de sustitución de importaciones y el
intento de generación de la “industria pesada”.
“Han existido en el mundo pensadores, que sin temor califico de utopistas, que en
todos los tiempos y piases han expresado que la guerra podía ser evitada y siempre, a corto
plazo, una nueva conflagración ha venido a imponer el mentís más rotundo a esta teoría”
(44)
14
La recepción de la conferencia tuvo resultados paradojales. Mientras en
Washington hubo un “estallido de indignación” (45) en Argentina era bien recibido aún por
los opositores al gobierno militar:
15
NOTAS
7) SALINAS y ANGULO, Ignacio (Cnel. del Ej. Tte., Cnel. de E.M.): "Exposición de las
funciones del estado Mayor en paz y en guerra”, Madrid, Imprenta y Litografía del
Depósito de Guerra, Dirección de los Ejércitos, 2 Vols. (Vol. I , 376 págs., Vol. II 535
págs.), 1883;Vol .II, pag. 8
8) “Monografía Histórica del Estado Mayor del Ejército Argentino” cit. pág 31
9) “Monografía Histórica del Estado Mayor del Ejército Argentino” cit. ibid.
10) GOERLITZ, Walter: “El Estado Mayor alemán”, Editorial AHR, Barcelona, 502 págs.;
pág. 7;
16
15) LUDENDORFF, Erik von (Gral.): “La Guerra Total”, Trad. del fra. de J.D. Iglesias
Brikles,Buenos Aires, Pleamar, 172 págs.
17) LUDENDORFF, Erik von (Gral.): Op.cit. pág 14; Ver sobre este punto: JUNGER,
Ernst: ‘La movilización total’y ‘Fuego y movimiento’, en: “Sobre el Dolor”, Trad. del
alemán por Andrés Sánchez Pascual,Tusquets Editores, Barcelona, 1995, 142 págs.
24) GOLTZ, Colmar Baron von der (Mcal.):”La Nación en Armas. Un libro sobre
organización de ejércitos y conducción de guerra en nuestros tiempos. ‘Sexta edición de la
obra antigua y simultáneamente primera edición de la nueva redacción, en base a las
experiencias de la guerra mundial’ por Federico Barón Von der Goltz ,Buenos Aires, Trad.
de la ‘Biblioteca del Oficial’, Buenos Aires, 1927-1930, 2 Vols (Vol. I, 303 págs. Vol. II,
323 págs).Efectivamente la obra es una ampliación de la originalmente publicada en 1883,
utilizando su vieja estructura y con notables ampliaciones a la luz de la experiencia alemana
de la derrota en la Guerra Mundial I y de las consecuencias de las mismas. El tono
militarista de la crítica, obviamente no se encontraba en el original. Respecto de ésta
utilizamos la que puede considerarse la versión definitiva: GOLTZ, Colmar von der: “La
Nación en Armas.Libro que trata de la organización de los ejércitos y de la guerra de
nuestro tiempo”, Trad. de la tercera edición alemana, s/t, Impr. y Libr. De la Viuda e Hijos
de Juan Pelaez, Toledo, 1895, 466 págs.; citamos por ésta edición;
27) GOLTZ, Colmar Von der:“La Nación...” cit. ‘Cap.II-Dirección de los ejércitos’, págs
57/132 .Para Clausewitz ver: Op. cit. (ed. cit. de 1922) págs.67/92
17
28) GOLTZ, Colmar Von der: “La Nación...” cit. ‘Cap.I-Los ejércitos de de la actualidad-
5-Oficialidad-; ‘págs. 46/55
29) GOLTZ, Colmar Von der: “La Nación...”, cit. ‘Cap. III-Condiciones de éxito en la
guerra’, pág.133;
30) Luego hará varias citas expresas del mismo: “La Nación...” cit. pág. 135, y remitirá al
Libro 8vo. Cap. VI de “De la Guerra” (se corresponde con las págs. 167/181: A) ‘ La
influencia del objetivo político sobre el objetivo militar’ y B)‘La guerra es un instrumento
de la política’, del Tomo IV cit. de “De la Guerra” correspondiente a la edición del Círculo
Militar).
32) GOLTZ, Colmar Von der: “La Nación...” cit. págs. 67 y 136
33) GOLTZ, Colmar Von der: “La Nación...”, cit. pág 139, y “La Dirección...”, cit.pág.
18/19, 31, 39 y 251/252
34) GOLTZ, Colmar Von der:“La Nación...”, cit. pág. 140/141.Este carácter nacional,
sumado a la idea de aniquilamiento total, y la presencia sofocante del Jefe son los
elementos básicos de la teoría de Ludendorff, cuya aplicación extrema (en la Guerra
Mundial II), condujeron al desastre alemán.
35) GOLTZ, Colmar Von der: “La Nación...”, cit. pág. 144
36) “Conferencia del Sr. Ministro de Guerra, Coronel Juan D. Perón, sobre el tema:
‘Significado de la Defensa Nacional desde el punto de vista militar’ ”, in: “Inauguración de
la Cátedra de Defensa Nacional”, La Plata, Universidad Nacional de La Plata, 1944, 61
págs.
38) Romero, José Luis: “Las ideas políticas en la Argentina”cit. pág. 250
39) Romero, José Luis: Op. cit. pág. 250. Apuntamos, más allá de la inversión cronológica
de autores, que Clausewitz no se ocupó de una teoría del Estado Mayor, ni tampoco
Goerlitz, que se limitó –como historiador - a estudiar y exponer su desarrollo en Alemania
41) Perón, Juan D. (Cnel.): “Conferencia...” cit. pág.25.en sus propias palabras: “En efecto,
alguien tendría que demostrar inobjetablemente que Estados Unidos de Norte América,
Inglaterra, Rusia y China, en el caso de que las naciones unidas ganen la guerra, y lo mismo
18
que Alemania y Japón en el caso inverso, no tendrán jamás en el futuro intereses
encontrados que los lleven a iniciar un nuevo conflicto entre sí, y aun que los vencedores
no pretenderán establecer en el mundo un imperialismo odioso, que obligue a la rebelión de
los oprimidos, para recién creer que la palabra guerra queda definitivamente descartada de
todos los léxicos” (Op.cit. págs. 25/26)
45) Page, Joseph A.: “Perón...”, cit. pág 92.Sobre este aspecto, ver: Potash.Robert A.:”El
ejército y la política en la Argentina 1928-1945” pág. 353.Para el contexto internacional
ver: Rapoport, Mario: “Gran Bretaña, Estados Unidos y las clases dirigentes argentinas:
1940-1945” Buenos Aires, Editorial de Belgrano, Col. ‘Conflictos y armonías en la Historia
argentina’ 313 págs. esp. Págs. 203/209.Igualmente para el contexto internacional y para la
recepción de la conferencia, en particular en Estados Unidos, ver: Escude Carlos: “Gran
Bretaña, Estados Unidos y la declinación Argentina.l942-1949” , Buenos Aires, Editorial
de Belgrano, Col. Conflictos y armonías en la Historia argentina’, 399 págs. esp. págs.
141/142.
46) Rouquié, Alain: “Poder militar..., cit. pag. 53; Id.: Potash, Robert A.: Op.cit. pág 354
48) Para otra interpretación que naufraga en el dato confuso, la afirmación errónea y la
repetición canónica de los lugares comunes en torno a Clausewitz, Von del Goltz y la
conferencia de Perón de 1944 que estamos considerando, ver: Puiggrós, Adriana (dir.):
“Peronismo: Cultura política y educación (1945-1955)”, Bs. As. Ed. Galerna, 1993, 361
págs., Cap.: “De la guerra a la pedagogía (1943-1949)”. Un producto anodino de la Beca
John Simon Guggenheim.
49) El título completo de lo que en realidad constituye un informe político- militar, es:
“Algunos apuntes en borrador sobre: Lo que yo vi , de la preparación y realización de la
revolución del 6 de seteimbre de 1930.Contribución personal a la historia de la Revolución
(son sólo apuntes, falta redacción) CAP. PERON”, publicado por primera vez como
‘Apéndice único’ en: Sarobe, José María (Gral. de Brigada): “Memorias sobre la revolución
del 6 de sptiembre de 1930”, Buenos Aires, Ediciones Gure, S.R.L., 324 págs.; págs.
281/310.
19
LAS MEDIACIONES - II
Fechado en “Buenos Aires, Enero de 1931”, a escasos cuatro meses del golpe
militar que derrocara a Hipólito Yrigoyen, y de su ingreso a la Escuela Superior de Guerra
como profesor de Historia Militar, Perón elabora un informe sobre los actos preparatorios
del mismo, cuya secuencia revela el alto grado de improvisación que precedió a la primera
ruptura constitucional en la Argentina del s. XX.
“Yo hice presente, que pensaba como indispensable que se viera y hablara a los
Jefes más capacitados y conocidos por sus ideas, a fin de reunir a los elementos sanos y
prestigiosos (...) nuestra tarea inicial era reunir bajo una misma tendencia y en una misma
orientación a todos los que como nosotros pensaban. Hecho esto era el momento de
comenzar el trabajo definitivo de la organización y preparación del movimiento. Se me
contesto que no podía por el momento hacerse ello, debido a que existían otras
agrupaciones ya formadas con distintas ideas y otras orientaciones y que si bien tendían
como nosotros a derrocar el gobierno, tenían otras ideas sobre las finalidades ulteriores (...)
Desde ese momento se me presentó el espectro de la divergencia de esfuerzos” (1).
20
“...desde ese momento traté de convertirme, dentro de esta agrupación, en el
encargado de unirlo con las otras que pudieran existir y tratar por todos los medios de
evitar, que por intereses personales o divergencia en la elección de los medios, se apartara
la revolución del “principio de la masa” tan elementalmente indispensable si se quería
llevar a ella a buen término.”(2)
Tema :
Idea general sobre la forma en que Usted cree se puede llevar a la práctica el
movimiento.
Aclaraciones:
1) Conviene como medida previa, efectuar una concentración de las fuerzas adheridas,
de la Capital y Campo de Mayo? Ventajas y desventajas de un tal procedimiento.
2) Cuales son los objetivos tácticos que según su juicio prometen mayor éxito al
movimiento?
Breves fundamentos.
Para el desarrollo de este tema se me daba 20 horas de plazo.
Lo desarrollé sin duda, por qué (sic) me había comprometido, pero su desarrollo
podía tener la natural eficacia que me daban los conocimientos que yo tenía sobre las
fuerzas adheridas, medios, etc....Este tema me dio la pauta, sobre la capacidad de la
parte directiva.En que manos habíamos caído?” (4)
“...me senté y escribí un segundo trabajo que agrego como anexo 2, sobre la forma
en que yo creía que debía trabajarse para dar forma orgánica al caos en que viv1iamos y
trabajar sin descanso para orientar en forma racional nuestro trabajo, que hasta ese
momento se había reducido a reuniones tipo soviet (...). Este Estado Mayor estaba
irremisiblemente perdido... (subrayados en el original) (6)
"El 15 de julio aproximadamente, se me citó para una reunión a la que asistirían con
el General Uriburu y los Jefes más allegados a él, para tratar diversos asuntos relacionados
21
con el reclutamiento del personal. El Estado Mayor no tenía nada que ver con esta
reunión... (7)
En esa reunión
“No había ninguna idea. La incertidumbre más espantosa rodeaba a este grupo de
hombres, que se debatía entre numerosos pensamientos sin atinar a asirse a uno que lo
llevara a buen puerto. Pero por lo menos se había llegado a la conclusión de formar el
estado Mayor (...) En los días subsiguientes se organizó el estado Mayor (...) pero los que se
atribuyeron las jefaturas de las secciones, mantenían al resto alejado y en la ignorancia más
completa de los asuntos” (9)
“Esta preparación fue memorable porque por primera vez, en todo el transcurso de
la preparación, me di el placer de hablar claramente y de llegar a la conclusión que no sólo
no estábamos preparados, sino que estábamos desorganizados y no contábamos aún con
nada concreto” (11)
22
La lucha interna de facciones , el “Estado Mayor” por un lado y “los hombres
que estaban como consejeros inmediatos del General <Uriburu>”, por el otro, culminó con
la disolución del “Estado Mayor” original (12) y sustituido por un grupo al que Perón se
empecina todavía en considerar “Estado Mayor”, aunque solo apto para el desastre:
“Nunca en mi vida veré una cosa más desorganizada, peor dirigida ni un caos
tan espantoso como el que había producido entre su propia gente, el comando
revolucionario en los últimos días del mes de agosto de 1930.”(14)
“En general, la plana mayor viene a ser en las pequeñas unidades lo mismo que
el Estado Mayor en las Grandes Unidades.Por esa razón, aunque en desuso hoy, se ha
conocido como Estado Mayor particular.” (16)
23
hubiera sido demasiado costosa sinó (sic) imposible. Por eso pienso hoy con profunda
satisfacción que nuestro pueblo, no ha perdido aún el ‘fuego sagrado’que lo hizo grande en
120 años de historia (subrayados en el original)” (19)
24
NOTAS
1) Perón, Juan Domingo (Cap.): “Algunos apuntes en borrador...”, cit. pág. 282
2) Perón, Juan Domingo (Cap.): Op. cit. pág. 283. El “principio de la masa”coincide con el
principio de “economía de fuerzas” .Ver: Perón, Juan Domingo (Mayor): “Apuntes...”cit.
pág 294.
15) Perón, Juan Domingo (Cap.): Op. cit. pág. 300. “P.M.” se refiere a “Plana Mayor” .
20) González, Horacio: Op. cit. pág. 345. Para la consideración de las distintas perpectivas
de quienes participaron activamente en el golpe, ver; Fraga, Rosendo: “Perón, el
yrigoyenismo y la revolución de 1930”, en Revista “Todo es Historia”, Buenos Aires, Ago.
1999, nro. 385, págs. 24/32 (cartas de Perón a Sarobe).
25
¿Por qué Clausewitz?
“La lectura de la voluminosa obra (el original alemán, por ejemplo, comprende
unas 800 páginas) requiere mucho esfuerzo. Quien deba recurrir con tal fin a la traducción
española, editada por la Biblioteca del Oficial (3), tendrá que hacerlo con mucho cuidado,
porque contiene algunas omisiones y varios errores. Asi, por ejemplo, en el prólogo del
autor aparece intercalado en el texto una nota que, en realidad debe ir al pie de página, por
lo cual queda interrumpida la unidad de exposición. Más adelante los traductores cometen
varios errores y, sobre todo, confunden los términos de “fin” con “objetivo”, que
Clausewitz emplea siempre en sentido distinto; el primero, en el orden político y el
segundo, en el orden militar” (4)
“...algo debe haber en esa obra cuando hombres de mentalidades tan dispares
como Moltke y Engels, Hitler y Lenin han tratado de deducir de ella los principios de su
acción de lucha. Engels, el compañero de Carlos Marx, hizo un extenso comentario de la
misma y Lenin, según cuenta Trotzky, la consideraba como su obra preferida y la tenía
marcada con muchas notas marginales.”(6).
“...es curiosa la evolución que hubo en los últimos años respecto a la valoración
de esta obra. Los franceses supieron apreciarla desde un principio.”(7)
Como veremos más adelante, esta es una afirmación errónea pero que no
invalida las líneas siguientes:
26
Una afirmación similar a esta podemos hacer en relación a los “Apuntes de
Historia Militar” de Juan Domingo Perón, Mayor del Ejército, a la fecha de su redacción.
Foch se encuentra en buena parte de esta obra; por tramos, de manera literal.
27
NOTAS
1) Clausewitz, Carlos von (Gral.): “De la Guerra”, versión directa de la 5ta. edición
alemana por Abilio Barbero y Juan Seguí; Buenos Aires, Círculo Militar, Biblioteca del
oficial, Vol XLII ,1922, 288 págs. Esta edición será utilizada en este tramo del trabajo
como fuente principal sin dejar de señalar otras traducciones de la obra, como indicaremos
más adelante, por estimar que fue la utilizada por Perón. Las nuevas traducciones al
castellano comienzan a circular a partir de la década del ’60, aunque existe una edición, en
1952, de los Libros I-IV de la obra por parte del Estado Mayor Naval del Uruguay, sin
indicación de traductor, pero cuyos primeros tres Libros constituyen una revisión de la
traducción de Barbero y Seguí, a la que se agregarob el Prólogo a la primera edición
alemana, de la esposa de Clausewitz, y una nota de este.
6) Rattenbach, Benjamín (Gral. de Div.): Op. cit. pág. 27. Si bien la fuente de esta última
afirmación es el libro “Técnica del golpe de Estado” de Curzio Malaparte, un autor no
siempre confiable, se encuentra no obstante corroborada en: V.V.A.A.: “Clausewitz en el
pensamiento marxista”, México, Ediciones Pasado y Presente, 1979, 208 págs. (en
particular “La Obra de Clausewitz ‘De la Guerra’.Extractos y acotaciones” por Vladimir I.
Lenin, pp. 49/98). Sobre el vínculo positivo de Engels con Clausewitz, ver: Engels,
Federico: “Temas militares.Selección de Trabajos (1848-1895)”, Buenos Aires, Ediciones
Estudio 1966, 324 págs. (en particular “De la introducción al folleto de Borkheim ‘En
memoria de los furibundos patriotas de 1806-1807’ ” págs. 258/260).En contra: Stalin, J.:
ibid. “Respuesta del Mariscal Stalin <al Coronel E. Razin>” págs. 103/106
8) Rattenbach, Benjamin (Gral. de Div.): Op. cit. loc. cit. A ello debemos agregar, como
indicaremos más adelante, la presencia de Colmar von del Goltz en la obra de Foch; autores
ambos fundamentales, en materia de fuentes, en lo que hace al objeto de este estudio
28
Clausewitz – Los grandes temas.
En palabras de Clausewitz:
En Clausewitz,
“El argumento dialéctico avanza de tesis a antítesis, pero sin perseguir una
síntesis; más bien, se comparan la teoría y la realidad, y se mezclan solo hasta donde
permite la realidad (...) <Clausewitz> combinó la explicación teórica del hecho evidente de
que la guerra no consiste en un solo estallido o en un grupo de acciones simultáneas
29
(... ) con discusiones (...) destinadas a exponer todo lo claramente posible la modificación
que el concepto de la guerra verdadera, absoluta, sufre en la realidad (...) El poder analítico
generado por esta relación dialéctica entre lo absoluto y lo real, entre la filosofía y la
historia, era enorme.”(6)
“No porque modifique algo su naturaleza en cada caso concreto podemos ver
en la guerra simplemente un camaleón, sino que, según el conjunto de sus manifestaciones,
y en relación con las tendencias dominantes, constituye una maravillosa trinidad,
compuesta del poder primordial de sus elementos, del odio y la enemistad que pueden
mirarse como un ciego impulso de la naturaleza, de la caprichosa influencia de la
probabilidad y el azar, que la convierten en una libre actividad del alma, y de la secundaria
naturaleza de un instrumento político, por la que recae puramente en el campo del
raciocinio” (9)
Esquemáticamente, tendremos:
“El primero de estos aspectos es mas bien propio de los pueblos, el segundo de
los generales y sus ejércitos, y el tercero de los gobiernos.” (10)
“Estas tres tendencias que aparecen como otras tantas constituciones distintas se
basan en la íntima naturaleza de los asuntos y son de variable magnitud. La teoría que
descuidara una de ellas o que las quisiera ligar por arbitrarias relaciones, se pondría
instantáneamente en tal oposición con la realidad, que tal causa bastaría para anularla. El
problema consiste en mantener estas tres tendencias como entre focos de atracción.”(11)
“De los tres elementos que para él formaban una guerra, relaciona ‘las fuerzas
naturales ciegas’de la violencia, ante todo con la sociedad en su conjunto, con la gente, con
el individuo. El ‘margen de que gozarán el juego y el valor en el reino de la probabilidad y
la casualidad’ lo relaciona sobre todo con las fuerzas armadas. El elemento político de la
guerra, el área que considera más sujeta al razonamiento deliberado, pertenece al
gobierno.”(12)
30
Fernández Vega sistematiza la “extraña trinidad” en relación a las facultades del
conocimiento de la siguiente forma:
GUERRA
Facultades del
Elementos Sujetos sociales
conocimiento
Impulsos naturales.
Odio, enemistad, violencia
Pueblo Pasión intuitiva
primitiva, pasiones:
intenciones hostiles
Virtudes morales y cálculo
Azar y probabilidades, valor, Imaginación reflexiva y
El jefe y su ejército
fuerzas morales, juicio del entendimiento
genio militar
Inteligencia pura
Política, causa original: El estado y su gabinete Razón
intereses hostiles
Sin embargo cabe matizar este esquema con las puntualizaciones de Paret al
respecto:
Con esta matización, cobra un sentido menos esquemático la labor mediadora del
jefe militar:
31
Tambien encontraremos formulaciones tripartitas en la enunciación de las
acciones recíprocas, las que sintéticamente pueden formularse así:
1) La guerra fuera un acto aislado que naciera de repente y sin relación alguna
con la vida anterior del Estado.
2) Cuando consistiera en una resolución o serie simultánea de resoluciones.
3) Cuando llevara en si la resolución definitiva y no influyera en esta, mediante
el calculo, la consecuente acción política.” (17)
Pero aún nos movemos en el campo de lo abstracto. Como señala el mismo Clausewitz:
Una atención especial merecen los párrafos de Clausewitz sobre la teoría y el arte
de la guerra, ya que articulan sus fundamentos gnoseologicos.
32
Juzgado críticamente por Paret:
Sin embargo, no debe perderse de vista que esa supuesta limitación, en realidad
es una remisión a un ámbito – el de la decisión- en un tipo particular de realidad –la guerra-
donde la teoría, en palabras del propio Clausewitz - “es una antítesis de la realidad” (21), y
donde las particularidades –dada su naturaleza- deberán ser resueltas en forma excepcional,
por el sujeto de excepción: el genio guerrero.
“...entendemos por genio las excepcionales facultades del espíritu para ciertas
actividades (...) debemos fijarnos principalmente en toda orientación común de las
facultades del alma hacia la actividad guerrera, orientación que entonces podemos mirar
como esencia del genio guerrero (subrayados en el original)”. (22)
33
Instintos calificados como primitivos, presentes en cualquier guerra (una
actividad arraigada en la vida social, en suma) no son la condición necesaria para el génesis
del talento militar: este es un producto de la alta cultura:
“...han coincidido siempre con las épocas de mayor cultura. Esto ya nos deja
adivinar cuan grande es la participación que las fuerzas intelectuales tienen en la magnitud
del genio guerrero”. (24)
La guerra, comarca del peligro, requiere del valor como la primera y más
importante propiedad del guerrero. Pero también la guerra es la comarca de la
incertidumbre y del azar:
“...la cosa ya no marcha de por sí como una máquina engrasada sino que
empieza a ofrecer resistencias que toca vencer a la fuerza de voluntad del general(...) Al
34
compás que se extinguen las energías individuales, a las que ya no incita ni arrastra la
propia voluntad, la inercia de la masa toda va haciéndose sentir poco a poco sobre la
voluntad del general; en el entusiasmo de su pecho y en la luz de su inteligencia deben
encenderse de nuevo la intención decidida y con ella el faro de la esperanza de todos los
demás; mientras posea tal capacidad podrá contar con las masas y mantener su dominio
sobre ellas; mas tan pronto como esto cese y el propio valor no tenga la fuerza suficiente
para reanimar el valor colectivo, se sentirá atraído por las masas a la baja región de la
naturaleza animal, que retrocede ante el peligro y desconoce la vergüenza.”(28)
“...esto no constituye, ni con mucho, la carga más pesada, pues al fin sólo
tiene que luchar consigo mismo.”(29)
Conviene que retengamos esta definición porque, modificada, y con el mismo eco
de confrontación y de medida lo volveremos a encontrar en el Perón de “Conducción
Política”.
-“La idea estricta del arte de la Guerra será (...) el arte de servirse en la lucha de los
medios dados, y podemos designarla mejor con el nombre de Arte de la Dirección.”(32)
-“Es, pues, según nuestra división: Táctica, la enseñanza del empleo de tropas en
el combate; y Estrategia, la enseñanza del uso de los combates para el fin de la guerra
(subrayado en el original).” (33)
35
Clausewitz se percibía como el auténtico teórico de la guerra, lo que provocó las
previsibles reacciones entre sus contemporáneos (a los que no ahorró criticas mordaces)
(35) reacciones que con distintos tonos, algunos virulentos, se desparramaron también entre
quienes le sucedieron.
“No se le puede negar al general de Clausewitz una gran instrucción y una pluma
ágil, pero esta pluma, que a veces divaga un poco, es en principio demasiado pretenciosa
para una discusión didáctica, cuyo primer mérito debe ser la simplicidad y la claridad. Por
otra parte el autor se muestra demasiado escéptico en cuanto a la ciencia militar, y su
primer volumen no es sino una diatriba contra toda la teoría de la guerra, mientras que los
dos volúmenes siguientes, plagados de máximas teóricas, prueban que el autor cree en la
eficacia de su doctrina, aunque no en las de las ajenas...”(36)
“...discípulos en casi todas las naciones, e incluso en cada una de las clases
sociales, y continuadores suyos aparecen a derecha e izquierda, aún en nuestra época: Mc
Arthur y Mao Tse-Tung”. (37)
En el Capítulo II del libro II, formula un repaso de las teorías objeto de su crítica,
para concluir ferozmente:
“Todo lo que no pudo ser abarcado por tan mezquino saber quedó fuera del
cercado científico, era el campo del genio al cual se elevó sobre las reglas (subrayado en
el original).”(39)
36
epistemológico: La imposibilidad de la enseñanza positiva de la guerra del que se deriva un
principio subordinado “la teoría es una antítesis de la realidad”. (40)
La primera vía alude a las personas y a las cosas. En relación a las personas, la
actividad de la guerra no debe entenderse de la misma manera para los distintos puestos de
los combatientes:
“El valor de la abnegación personal se pone más a prueba en los inferiores, pero las
dificultades de concepción y juicio son infinitamente más escasas, el campo de lo
imprevisto es más ceñido, fines y medios son en número más limitado; los datos más
determinados; muchas veces se tienen de manera palapable. Pero cuando más ascendemos,
tanto más crecen las dificultades hasta que alcanzan su grado más alto en el mando
supremo, de tal modo que en él casi todo debe abandonarse al genio”. (42)
“Existe una gran distancia entre un general en jefe, esto es, el general al que esté
encomendada la dirección de toda una guerra o de las operaciones en uno de sus teatros y la
jerarquía inferior bajo su mando, por la sencilla razón de que quien desempeñe este cargo
está sometido a una dirección y vigilancia mucho más próxima, quedando para su actividad
espiritual un círculo mucho menor.” (43)
Considerando la cuestión desde la división de las cosas, tampoco son iguales las
dificultades:
“...sino que disminuyen a medida que las acciones se realizan más decididamente
en el mundo material, y aumentan en tanto que las acciones pasan a ser de orden moral, y se
convierten en motivos que determinan la voluntad. Por eso es más fácil determinar por
reglas teóricas el orden interior, la disposición y dirección de un combate que el uso del
mismo (...) En una palabra, la táctica ofrecerá muchas menos dificultades para una teoría
que la Estrategia”. (44)
37
entre teoría y realidad, la apropiación subjetiva (en forma creciente) de la teoría hace que
esta vaya
“Desde este punto de vista es posible dar una teoría de la dirección de la guerra
que sea satisfactoria, esto es, últil y que nunca esté en contradicción con la realidad, y
dependerá solo de su manejo inteligente (46) el ligarla íntimamente con el obrar, de tal
modo, que la ilógica diferencia entre la teoría y la practica desaparezca por completo...”
(47)
38
“Donde la lógica marca el límite, donde terminan las premisas, que son el
resultado del conocimiento donde comienza el juicio, allí comienza el arte. Pero no solo
esto: la comprensión por la inteligencia es ya un juicio, y, por consiguiente, arte, y,
finalmente también lo es el conocimiento por los sentidos.” <TESIS> (51)
“En una palabra, si hacemos pensar un ser humano con la capacidad de conocer
únicamente, sin juicio, y al contrario con este y sin aquella, aun no podríamos separar con
completa claridad la ciencia del arte.” <ANTITESIS> (52)
“Diremos, pues, que la guerra no pertenece al campo de las ciencias y las artes,
sino al de la vida social. Es un conflicto de grandes intereses que tiene sangrienta
resolución, y en esto se diferencia de los otros.”(54)
Al decir de Aron:
“Así como la ciencia difiere del arte por su finalidad propia (el conocimiento),
la guerra difiere de la política por su medio específico, la violencia. La especificidad del
medio – la violencia- y la indeterminación de los fines –solo fijados por la política-
explican la dificultad de una teoría de la conducción de la guerra. Esta teoría, en efecto, se
detiene en el fin (55) que resulta de la especificidad del medio y que permanece
lógicamente subordinado al fin último, de orden político, impuesto al estratega e
indeterminado en múltiples aspectos.”(56)
39
(57) o al menos de comprensión histórica, encontraremos claves en afirmaciones de este
tipo:
40
NOTAS
1) CLAUSEWITZ, (Gral.) Carlos von: Op. cit pág. 21/22.En 1968 se reeditó el volumen,
completándose la obra conforme el siguiente plan: Libros IV-V, el el volumen II (Trad. del
Tte. Cnel. Julio Roulier, 1968,390 págs.a partir de la edición francesa de 1886: “Théorie de
la Grande Guerre”, Trad. du Lt.-Cnel. De Vatry, París, que no comprende los dos primeros
libros “trop essentiellment philosophiques” ni los dos últimos de la obra original, por
hallarse en estado de esbozo); Libro VI, en el volumen III (Trad. del Cnel. J.T. Goyret,
1969, 391 págs., a partir de la edición francesa de 1955 “De la Guerre”, Trad. de Denise
Naville, Editions de Minuit, París, 1955); Libros VII-VIII cartografía y notas del trad.en el
volumen IV (Trad. del Cnel. J.T. Goyret, 1970, 270 págs., de la misma edición francesa).
3) Fernández Vega, José: “Carl von Clausewitz.Guerra, política, filosofía”, Buenos Aires,
Ed. Almagesto, 1993, 118 págs., p.25/26. Sobre el método filosófico de Clausewitz ver
págs 24-28 y 47-51; y especialmente, PARET, Peter: “Clausewitz y el Estado”, Trad. de
Ma. José Triviño Seoane, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1979, 630 págs;
pags. 481-515.
4) Clausewitz, (Gral.) Carl von: Op. cit. <ed. del Círculo Militar> pág. 21
5) Fernández Vega, J.: Op. cit. pág. 61.Sobre los vínculos de Clausewitz con la filosofía de
la época, en particular con la “dialéctica” de Kant y de Hegel, ver: Aron, Raymond: “Pensar
la guerra, Clausewitz. –I La era Europea”, Trad. de Carlos Gardini, Buenos Aires, Instituto
de Publicaciones Navales, 1987 (Cap.IX: ‘De la teoría a la doctrina...4. La dialéctica de los
conceptos: Kant y Hegel’-págs. 272-281).
41
12) Paret, Peter: Op. cit. pág. 498
15) Fernández Vega, J: Op. cit pág . 71 y Clausewitz, Carlos von (Gral. ): Op. cit. pág. 89.
26) Para una exposición moderna del concepto de fricción, ver: Watts, Barry D.:
“Clausewitzian Friction and Future War”, Washington, INSS, McNair Papers 52, Oct.
1996, 133 págs.
42
35) En la “Nota” al “Prologo”, dice: “Quizá no sea imposible escribir una teoría de la
guerra sistemática, sólida y razonada; pero las actuales están muy distantes de tal cosa.
Su espíritu anticientífico, por completo inconsecuente, en su ansia de conseguir el enlace
y conjunto del sistema, la llena de vulgaridades lugares comunes y palabrería de toda clase
(el subrayado es nuestro)” <op. cit. pág. 16>. A continuación no se priva, citando a
Lichtemberg, de plantar una temible ridiculización de la palabrería y las soluciones
abstractas.
37) Naville, Pierre: “Introducción. Karl von Clausewitz y la teoría de la guerra”, in: Karl
Von Clausewitz: De la guerra”, op. cit. pág. 9 de la ed. barcelonesa.Recordemos que esta
introducción es traducción de la francesa, del mismo autor, correspondiente a la Edición
des Minuits de la obra principal (1955).
46) Aquí aparece otra vez la presencia del “genio”, pero no como figura solitaria sino
vinculado al manejo (inteligente = modalidad que le está reservada) de la teoría. Así lo
corroboran los párrafos XXXIX y XL del Libro II. Esta aparente circularidad del vínculo
“genio guerrero”/teoría pareciera derivarse del sentido de la “fricción”, que estaría
reservada a los escalones más bajos de la conducción y del escenario de la guerra.
43
52) Clausewitz, Carl von (Gral.): Op. cit. loc. cit.
55) Aquí, siguiendo a Rattenbach, debiera interpretarse “fin” (Zweck) como sinónimo de
objetivo (Ziel), y dentro del ámbito de la guerra.
56) Para una intepretación que constituye una “filosofía de la filosofía”, en particular de los
dos primeros libros de “De la Guerra”, hemos consultado: Glucksmann, André: “El
discurso de la guerra”, Trad. M. Martí Pol, Barcelona, Anagrama, 412 págs. especialmente
págs. 11-72
44
EL METODO EXPOSITIVO DE PERÓN
Una nota distintiva del método de conocimiento (de “comprensión” dirá Perón)
que propone en las obras que consideraremos, es el carácter “compositivo”, donde laten
oscuras reminiscencias kantianas. (1)
En los “Apuntes de Historia Militar” (4) hará hincapié – (en las ‘Advertencias’de
la segunda edición, del año 1934)- en las cuestiones metodológicas, con lejano pero
análogo eco en relación a las condiciones de posibilidad del conocimiento:
“El estudio de la estrategia, como toda disciplina científica, está sujeta al método,
y por ello no puede ser ni absolutamente idealista ni exclusivamente empírico. Debe
captarse también que el verdadero y único método para llegar a la verdad no puede ser
tampoco ni la observación, ni la comparación, ni la inducción aisladas, sino que es la
reunión de todas estas operaciones, ayudadas por los principios de la razón.”(5)
“La aplicación ordenada (en relación de medio a fin) de todas nuestras fuentes y
facultades intelectuales a la presencia de lo cognoscible constituye la ley objetivo-subjetiva
del método correspondiente a la naturaleza del conocimiento como obra ideal-real.” (6)
“Según esta ley, no es el método simple esfuerzo del sujeto activo, sino que
consiste en la aplicación, de parte de él, de las leyes de la inteligencia y de las categorías a
la presencia de lo cognoscible.Pone así el sujeto en acción los medios que en sí encuentra y
los aplica (no los crea), aunque en conformidad con lo que exige el fin, o, en otros
términos, el método es subjetivo-objetivo.” (7)
45
“...es necesario recordar que la filosofía y la lógica (subrayados en el original)
indican que el método es uno y total en relación al fin de conocer la realidad y de poner en
ejercicio las leyes de cumplirlo, y ellas no pueden ser olvidadas sin desmedro.”(8)
“...No puede haber método sin ser sintético-analítico; su ley general consiste en
experimentar, razonar y verificar los resultados de la razón especulativa.
Con ambos medios perseguimos idéntico fin: afirmar la unidad del método, probar
los hechos por las ideas y las ideas por los hechos y conocer la realidad.”(9)
46
Mientras que las matizaciones de Ortiz Pereyra (“...los distintos puntos del
espacio y del tiempo en que el observador pueda colocarse con respecto al objeto, las
diversas posiciones de ese objeto con respecto a aquel”.) (15) son los presupuestos de su
relativismo gnoseológico, en Perón serán las clasificaciones didácticas del método las que
en definitiva determinarán un resultado similar:
“...<el joven oficial> En posesión <de las verdades generales> deberá ir a los casos
concretos que la historia de la guerra le presentará, y en ellos analizará causas y efectos y
llegará a las conclusiones que su criterio pueda fijar” (el subrayado es nuestro) (19)
47
En los “Apuntes...” serán los “Principios de la Guerra” del Mariscal Foch (20) la
guía -seguida casi al pie de la letra- para introducir ese objeto –la Historia Militar-, letra
que se proyectará en forma inesperada dos décadas después, en “Conducción Política”.
Como una caja china, a su vez el estudio de la Historia Militar tendrá un objeto:
La conducción de la guerra, y apunta la definición de Balk:
Así como se negaba a practicar “el sistema de enseñar por el error” porque
“Yo recuerdo que cuando era alumno de esto, habían importado aquí, al país, un
método que era el de trabajar sobre el error. Nos ponían un tema, por ejemplo, “Plan de
operaciones, análisis de tal operación, juicio crítico” (...) Es lo mismo que si a uno que
aprende música, el director le dijera: ‘Siéntese; toque el Himno Nacional, que yo voy a
corregir’.” (23)
48
Nos encontramos todavía en el campo estrictamente militar: la organización
sirve a la estrategia y a la táctica, las que sirven a su vez a una mejor conducción.
La referencia a los “grandes conductores” (de los que la Historia Militar extrae
las virtudes “que es necesario desarrollar e imitar para preparar a los generales del futuro”)
(28) no queda confinada en el argumento de autoridad, sino que es la clave que se articula
naturalmente, con lo que Foch denomina “los factores morales”, y que será un tema
recurrente y leit-motiv en “Conducción Política”de Perón.
49
NOTAS
50
1904’ (Vid.: Rivarola, Rodolfo: “Escritos Filosóficos”, Facultad de Filosofía y Letras,
Instituto de Filosofía, UBA, 1945, pág.33).
14) De Roberty: “Les Concepts de la raison et les lois de l´universe en: Ortíz Pereyra, M.:
op. cit. pág. 3.
20) Foch, (Mariscal) F.: “Los principios de la Guerra”, Buenos Aires, Circulo Militar,
Biblioteca del oficial, Vol. 300, trad. Del Tte.Cnel. Eneas Colombo, 1943, 453 pp.
Utilizamos esta edición –al parecer la primera edición argentina-, que solo registra
pequeñas e insignificantes variantes de traducción en relación a las citas que de ella hace
Perón en los “Apuntes...”. Existe una traducción anterior, en un volumen con idéntico titulo
aparecida en Chile, en 1919, según consigna el “Catálogo de la Sección Materias Militares-
Indice alfabético por materias y autores-”, Buenos Aires, Circulo Militar, Biblioteca
Nacional Militar, 1940, 208 pp. Pág. 55.
21) Perón (Mayor) Juan Domingo: “Apuntes de historia militar” pág. 19. En este punto es
manifiesta la distancia teórica con Clausewitz, en relación al valor de los ejemplos. Por otra
parte, el ámbito y objetivo académicos del curso clausuraban la posibilidad de realizar
indagaciones en busca de conclusiones teóricas más matizadas. Aquella valoración, sin
embargo, será abandonada en forma terminante en “Conducción Política”.
23) Perón, Juan Domingo: Conducción Política, Buenos Aires, Escuela Superior peronista,
1951, 287pp., pág 13.
51
28) Perón, (Mayor) Juan Domingo; Op. cit. pág.21.
52
DE LOS “PRINCIPIOS DE LA GUERRA” DE FOCH A LOS “APUNTES DE
HISTORIA MILITAR” DE PERON.
Ferdinand Foch
“...pensó con veinte años de anticipación lo que debía hacer, ilustrando en su vida
ese extraño poder del pensamiento profundo que es el de profetizarse a sí mismo (...) Lo
que es notable en el camino que sigue el espíritu de Foch es la facultad de abarcar los
grandes conjuntos y elegir sus puntos de aplicación en función de los mismos, considerados
en grande, tanto en el espacio como, sobre todo, en el tiempo...” (1)
53
(...) El lector encuentra incluso en este libro, no sin asombro, ideas sobre “psicología de los
pueblos” que circulan de siglo en siglo por la literatura militar.”(5)
Este militar de brillante trayectoria –Jefe de Estado Mayor General del Ejército
en 1917, presidente del Comité Militar Ejecutivo de Versalles en 1918 y Comandante en
jefe de los ejércitos aliados que emergían de la Guerra Mundial I- era suficientemente
conocido en nuestro medio en los años 20 y los años 30, circulando algunas de sus obras en
castellano.(7)
Al igual que Foch, Perón pretendía ejercitar a sus alumnos en la solución de los
problemas siempre variados de la guerra “mediante una gimnasia intelectual, basada en el
estudio de la historia” (8) destacando las condiciones morales- determinadas por el carácter
nacional de las masas involucradas - en particular a partir de las guerras napoleónicas.
El tema moral, que poco tiene que ver con una concepción humanitaria de la
guerra, contra la que el propio Foch advierte, se vincula sin embargo a un tema
reiteradamente mal interpretado cual es el tema del aniquilamiento que no tiene como
finalidad la supresión individual (aunque esta opere como medio y resultado inmediato en
la mayoría de los casos) sino a la invasión del mundo moral del oponente:
54
“ ‘La desmoralización, dice el General Cardot, es finalmente la causa y la
explicación verdadera del éxito...La victoria decisiva, la victoria verdadera, es la victoria
moral.’ Von de Goltz continúa: ‘No se trata de aniquilar a los combatientes enemigos
como de aniquilar su coraje...’. Y, además, se reduce al enemigo no por aniquilamiento
individual y completo, sino destruyendo sus esperanzas de victoria.”(10)
55
Este carácter relativo es destacado doblemente en Foch a partir de la
enunciación genérica de los mismos (y de su condicionamiento por la aplicación concreta,
que no descarta):
“...podemos establecer con razón que: el arte de la guerra, como todas las
otras artes, tiene su teoría, sus principios, o bien no sería un arte (subrayado en el
original)”. (14)
“...más allá del saber, ella tiende al poder; por sobre el conocimiento de los
principios, prosigue su aplicación constante, única capaz de desarrollar el juicio, el carácter,
la facultad de obrar racionalmente (...) Para poder es necesario saber, esto es
indiscutible... (subrayado en el original)”.(15)
56
Sin embargo “la destrucción de las fuerzas organizadas del enemigo” a través de
la batalla “único argumento de la guerra” (18), encuentran su matización en una concreta
definición del concepto de aniquilamiento, como objetivo de la guerra. (19)
Foch en Perón:
57
Este segmento teórico-metodólogico de los “Apuntes...”, estructurado con
reiteración de citas, constituye no obstante el entramado de ideas básicas, que
convenientemente adaptadas a su objeto volveremos a encontrar en “Conducción Política”.
El abismo, por otra parte, existente entre teoría y práctica entre “la concepción
científica del arte de mandar” (26) y la puesta en práctica de esa verdad solo se logra
mediante la aplicación de esa verdad a casos particulares.
El azar y la fricción clausewitzianos vuelven a aparecer bajo otra faz, esta vez
bajo el anhelo de aprehender lo variable:
58
casos concretos, el trabajo se hace en cierto modo inconsciente, instintiva y
automáticamente, y esto en razón del desarrollo dado en ese sentido a los reflejos
cerebrales”. (28)
El caso concreto, particular, será la piedra de toque que catalize –en medio del
peligro- el sedimento de la enseñanza y las condiciones del conductor.
59
El tan debatido tema del aniquilamiento es presentado por Perón dentro de sus
límites en este temprano trabajo de 1932, sin grandes pretensiones teóricas y al hilo de las
disquisiciones de Clausewitz sobre fin y medios de la guerra. El carácter ficcional del
duelo en Clausewitz no se le escapa: la imposición de nuestra voluntad al adversario a
través de la figura del “duelo” es vista por Perón como una “comparación” y no como una
construcción acabada en si misma. (34)
El tema del aniquilamiento –la destrucción del poder del adversario-, concepto
de contenido variable en el tiempo, se halla establecido según Perón en forma definitiva:
Lo “orgánico”:
60
Se establece de esta manera, en forma abstracta y sin mayores complejidades el
principio que debe regir la organización de las fuerzas: deben ser en sus condiciones
generales, adecuadas a las necesidades, tanto en su aspectos cuantitativos como en la
calidad.
1) Organización:
Comandos.
Tropas.
Servicios.
2) Doctrina:
Leyes.
Reglamentos.
3) Instrucción:
Oficiales.
Tropas.
Servicios. (39)
“...la unidad de preparación como la unidad de ejecución (...) Nada puede ser
más importante para la condución acertada de un ejército que el empleo de las diferentes
partes de éste sea hecho con la más absoluta unidad de concepción y acción.” (subrayados
en el original). (41)
Su propio corolario es que: “...la ejecución de un plan debe ser hecha por el
mismo que lo ha combinado, nadie podrá hacerlo en su lugar en forma de que las
operaciones salgan ganando”. (42)
61
Sin embargo, todas estas previsiones tienen un límite objetivo e inapresable: el
azar. Tomadas precisamente para acotar su ámbito de influencia no logran dominarlo. Esta
conciencia es la que le hace decir a Perón:
El conductor:
62
Un elemento relevante a destacar es el tratamiento marcadamente
reticente del tema del Estado Mayor. Si bien remite a otros de sus escritos (46), nada
encontramos allí sobre una consideración específica del concepto de Estado Mayor,
limitándose esta parte de los “Apuntes...” a ser una transcripción, a veces resúmen, de
secciones del libro mencionado. ¿Crisis en Perón de la importancia del Estado Mayor?
Nos inclinamos a considerar que sí. Es de notar que los “Apuntes...”,
cronológicamente, son posteriores al informe dirigido a Sarobe en 1931.
“<el ejército es> el ‘instrumento’ que, accionado por su voluntad <la del
conductor>, debe realizar un esfuerzo determinado, que el conductor conoce o debe
conocer; es entonces el único capaz o por lo menos el mejor capacitado para elegir el
verdadero temple del ‘instrumento’ (...) Una verdadera conducción estratégica comienza
por transmitir al ejército la idea del Comando. El conductor dirá: Esta es mi concepción.
Ella se transforma en hecho. Desde ese momento la tarea principal del Comando
consistirá en conseguir que mi solo pensamiento domine a todo el ejército. Ese
pensamiento será el del Comandante en Jefe.” (47)
Los caracteres morales de los que deberá estar revestido aquel conductor político
no diferirán en lo esencial de los del conductor militar, quien deberá tener capacidad para
“soportar virilmente los golpes del destino” (Schlieffen), enfrentando las limitaciones con
la mayor libertad posible en la elección de los medios y un esencial optimismo de cara al
azar. Cualidades cuya sumatoria, junto con otras, constituye una síntesis de las enumeradas
por Clausewitz y Von del Goltz. (48)
“En esto reside especialmente el arte del conductor: Asignar a cada objetivo
principal los medios necesarios. Asegurar al objetivo principal los medios principales
y tratar a los objetivos secundarios con medios secundarios. (subrayado en el
original).”(49)
63
NOTAS
1) Guitton, Jean:”El pensamiento y la guerra”, trad. del fra. José María Cohen, Buenos
Aires, Centro de Publicaciones Navales, 150, págs. pág.50.
4) En contra, Guitton, J.: Op. cit. págs. 24 y 72, sobre las posibles fuentes filosóficas de
Foch.
6) Además de las ya indicadas cabe agregar otra obra, de título “napoleónico”: Recouly,
Raymond: “El Memorial de Foch.Mis platicas con el Mariscal”, Trad. de J. Miguel
Ferreyra, Barcelona, Ed. Publicaciones Españolas, 1930, 320 págs.
9) Foch, Ferdinand (Mcal.): Op. cit. pág.76/77. Las referencias a las variables morales
también en págs. 23-24, 57 y 62.
16) Foch, Ferdinand (Mcal.): Op. cit. págs. 52,55, 57, 62, 71, 73, 103
17) Foch, Ferdinand (Mcal.): Op. cit págs. 363/364 (Cap. X: ‘La Batalla: Ataque decisivo’)
64
18) Foch, Ferdinand (Mcal.): Op. cit. págs. 358/359.
20) Perón Juan Domingo (Mayor): “Apuntes de Historia Militar”, cit. págs. 22/27
21) Perón, Juan Domingo (Mayor): Op. cit. pág. 27.Toda ésta página es una glosa de las
páginas 27 y 28 de “Los principios...”.
22) Cernadas, Juan Lucio (Tte. Cnel.): “Táctica Integral. La conducción y sus principios en
el combate”, Buenos Aires, Círculo Militar, Biblioteca del Oficial, 1928, 288 págs. (la cita
de Perón corresponde a las págs. 52/53 de esta obra).
23) La noción de “genio”que manejan estos autores es equivalente a la del sujeto portador
de originalidad, es decir no al imitador de modelos sino un modelo ellos mismos. En este
sentido es una concepción que hunde sus raíces en el iluminismo del s. XVIII. Sin embargo
es acompañada de un criterio eficientista: si el “deber de vencer” es que que se le exige a
todo conductor, su fracaso es lo único que no se le tolera:“Para el general en jefe, solamente
hay un crimen que la historia nunca le perdona, el de ser derrotado (subrayado en el
original)” (Von de Goltz, Colmar: “La Nación...”cit. págs. 76/77).Para aquella noción y en
particular las ideas de Alexander Gerard (‘An Essay on Genius’-1774-) ver :Ferrater Mora,
José: “Diccionario de Filosofía”, Madrid, Alianza Editorial, 2da. ed., 1980. T. 2,
págs.1339/1340.
24) Las citas de Peucker y Dragomirow, corresponden a las págs. 28/30 de Foch, reiteradas
en las págs. 27 y 29 de los “Apuntes...”
25) En la pág. 236 de los “Apuntes...” luego de una defensa ‘gremial’ de la idoneidad en los
ascensos, introduce una expresión de Schlieffen “...un conductor de ejército no se hace por
decreto, sino que nace y es destinado con anterioridad...” donde parece inclinar el concepto
hacia el caso paradigmático. Sin embargo poco más adelante, citando al Cnel. Fasola
Castaño destacará el peso de la preparación de los “grandes jefes” en tiempos de paz
27) Perón, Juan Domingo (Mayor): Op. cit. pág. 33, corresponde a Foch: “Los
Principios...” cit. pág. 34.
28) Perón, Juan Domingo (Mayor): Op. cit. pág. 36, corresponde a Foch: op. cit. pág. 37
65
31) “ Negar la posibilidad de formar conductores sería caer en la escuela decadente de los
fatalistas del siglo XVIII, que afirmaban que si el conductor no se “hace” sino que “nace”,
es inútil buscar en el perfeccionamiento y en el método lo que ha negado la naturaleza (...)
en contraposición con la inmortal verdad moltkeana: ‘el genio es trabajo’” , la frase está en
los “ Apuntes...” cit. pág. 39 y constituyen una glosa de “Los principios...” de Foch (pág.
43).
36) Ver el Capítulo “El problema del ‘Estado Mayor’. Definición”, última parte.
37) En ese sentido: Feinmann, José Pablo: op. cit. pág. 41 quien sostiene que Perón
siguiendo a los teóricos prusianos consideraba a la Nación como un cuerpo vivo, orgánico.
En un sentido más abstracto y de mayor elaboración filosófica, aunque en la misma
dirección González, Horacio: op. cit. pág 347.
41) Perón, Juan Domingo (Mayor): Op. cit pags. 170 y 172.
42) Perón, Juan Domingo (Mayor): Op. cit. págs. 188.En el mismo sentido, involucrando a
la personalidad del conductor, págs. 241/242 y 247.
43) Perón, Juan Domingo (Mayor): Op.cit. pág. 181 y 183. Detrás de estas afirmaciones,
como resulta perceptible, están Clausewitz y Von der Goltz.
46) Perón, Juan Domingo (Capitán): “El Frente Oriental de la Guerra Mundial en 1914”,
Buenos Aires, Talleres Gráficos del Instituto Geográfico Militar, Círculo Militar, Biblioteca
del Oficial, 1931, 381 págs. + 22 gráficos fuera de texto, “Capítulo E”, págs, 215/248.
66
Si bien la edición es cronológicamente anterior a los “Apuntes…”, éstos aparecen como un
esquema general, mientras que “El Frente Oriental…” se manifiesta como una aplicación
particular; lo que nos hace presumir una redacción contemporánea de ambas cosas.
67
"CONDUCCION POLITICA"
Para Waldmann, quien recoge la influencia de Von der Goltz en Perón, las
medidas de gobierno adoptadas por éste son una derivación de la aplicación de modelos
militares.Perón habría adoptado conceptos militares en boga acerca de la superioridad de
los estados autoritarios sobre los democráticos, comenzando la reforma del sistema político
de acuerdo con el modelo militar.
Más allá de las teorías en boga en ciertos círculos acerca de esa supuesta
superioridad, Waldmann omite considerar adecuadamente en su balance, el peso del
contexto interno (la creciente modernización) y el del internacional (en definitiva habían
triunfado en la Guerra Mundial II los estados "democráticos", con una movilización de la
población para la guerra que superó a la de los estados "totalitarios") y el significativo peso
de las condiciones de postguerra en la política interna de la Argentina .(2)
68
Creemos, en todo caso, que el trasvasamiento de conceptos del lenguaje militar a
la terminología política operan en Perón con un sentido estructural más definido que en el
resto del espectro político argentino.
Waldmann pone en una perspectiva que nos parece adecuada la imbricación de los
motivos militares y civiles en Perón:
"Sería un error pretender buscar el origen de todas las medidas políticas de Perón
en motivos y principios militares (...) Igualmente erróneo sería, sin embargo, permitir que el
'político' Perón nos hiciera olvidar al Perón 'estratega', cosa que ocurre con la mayoría de
los autores que han tratado el tema."(4)
Joseph Page, por su parte, articulando el discurso de Perón del 9 de abril de 1949
(clausura del 1er. Congreso Nacional de Filosofía, en Mendoza) -conocido posteriormente
como "La Comunidad Organizada"- con la obra "Conducción Política", destaca:
"Conducción Política (...) ofrece una perspectiva singular del proceso mental y
los valores que guiaron a Perón durante su carrera política. De la plétora de material
bibliográfico que él mismo produjo, o que apareció con su nombre, esta colección es sin
lugar a dudas la más valiosa y la más demostrativa de hasta que punto recurrió al uso de los
conceptos militares para su enfoque del liderazgo civil." (5)
Acierta sin embargo, cuando apunta una definición sintética del concepto de
conducción en Perón, que aparece a primera vista ajustada al esquema general de su
pensamiento: "coordinación y dirección hacia una meta común.” (6)
69
masculina", postulaba en su Reglamento (que llevaba las firmas de Eva Perón y Alberto
Tessaire) la enseñanza metódica de :
El discurso inaugural de Perón, incluía "in nuce" los puntos a desarrollar en sus
clases (11):
-Las doctrinas, las teorías y su cumplimiento;
-Unidad de concepción y unidad de acción;
-Desarrollar y mantener al día la doctrina;
-Unificar e inculcar la doctrina en las masas;
-Formación de los cuadros justicialistas;
70
-La escuela debe capacitar la conducción;
-La conducción política es un arte;
-No hay recetas para conducir pueblos;
-Las mujeres capacitadas pueden llegar a grandes destinos;
-Hacer trabajar el criterio propio;
-Trataremos de formar hombres de acción
-Elevar la cultura cívica y social de la Nación;
-Hombres capaces de decir y hombres capaces de hacer;
-El sentido heroico de la vida.
A) La doctrina
Para Perón
Las doctrinas aparecen así con carácter de afirmación general, como hipótesis
enunciativas de problemas, enunciados que constituyen fundamento de otros, en su recto
sentido.
"Una doctrina sin teoría resulta incompleta; pero una doctrina y una teoría sin las
formas de realizarla, resultan inútiles, de manera que uno no ha cumplido el ciclo real e
integral mientras no haya conformado una doctrina, enseñado una teoría y establecido las
formas de cumplir una y otra."(13)
Probablemente esta concepción de Perón, que quedó en germen, sea uno de los
aspectos de mayor originalidad en la obra, ya que en relación a sus antecedentes en la
terminología militar, se produce una contracción impuesta por la naturaleza de la acción
política.
71
Conforme los "Apuntes...", la doctrina no puede salir sino del plan de operaciones
y cristalizarse en un cuerpo de doctrina sintetizado en las directivas, instrucciones y
reglamentos (estos solo pueden adaptarse de otros preexistentes o deben crearse conforme
las necesidades). Para confeccionar el plan de guerra es imprescindible determinar
previamente la hipótesis de guerra y el objetivo político que es su finalidad. La doctrina
estratégica, en cada país, es (debe ser) nacional y está determinada por condicionantes
históricas, etnográficas geográficas, políticas, económicas y morales. (15)
"Las doctrinas no son eternas sino en sus grandes principios, pero es necesario ir
adaptándolas a los tiempos, al progreso y a las necesidades. Y ello influye en la propia
doctrina, porque una verdad que hoy nos parece incontrovertible, quizá dentro de pocos
años resulte una cosa totalmente fuera de lugar, fuera de tiempo y fuera de
circunstancias."(16)
"Es un estudio filosófico de los hechos que cristalizan reglas, que en la mayor
parte de los casos han dado buen resultado y han sido aparentes para la conducción. A eso
llamamos principios". (17)
Esta formulación la volveremos a encontrar cuando Perón trata "el elemento vital
del arte" (el conductor), agregando que
"...la experiencia propia, es en política, maestra de los tontos; hay que tratar de
aprender de los errores que cometen los demás."(19)
72
La búsqueda de la creciente uniformización del consenso en torno a la doctrina
es uno de los objetivos a obtener en forma progresiva y por la vía del acuerdo:
Aquí reaparece el tránsito clausewitziano, recogido por Foch, del saber al poder.
(23)
73
La doctrina (momento sintético) conlleva elementos racionales e irracionales,
constituyéndose como una "creencia racional" que permitiría a la vez inculcarse y
enseñarse. Allí encuentran su lugar los principios -que son eternos- y posibilidad de
respuesta a los problemas enunciados por la doctrina, respuesta a la que se arriba por vía
analítica. El proceso, inescindible, se corona en la dimensión práctica:
Esta teoría de la acción, que parecería estar anclada en uno de sus extremos - el
momento sintético-, tiene la suficiente flexibilidad impuesta por el carácter evolutivo de la
doctrina, de modo de poder arribarse a "...una doctrina más sintética que la nuestra, más
completa que la nuestra" (26). El contexto parecería referirse a una mayor profundidad
("desarrollo hasta el último detalle"). A éste carácter móvil, esencialmente abierto y
dinámico, contribuirán, en el plano de la aplicación, los "principios".
B) Los principios
Los principios, la parte eterna de las doctrinas, han surgido del estudio filosófico
de los hechos. La relatividad de la enunciación de los principios asedia a la política como
antes había asediado a la teoría de la guerra:
"Nadie puede decir cuáles son los principios del arte de la conducción, ni
tampoco nadie se ha animado a decirlo. Unos han dicho mucho y otros poco. Que existen
principios, es indiscutible, porque si no existieran, la conducción no sería un arte. Y es arte
y tiene principios porque de lo contrario no sería arte." (27)
En materia militar
En materia política
"Los principios de la teoría del arte han surgido de las grandes obras maestras de
la conducción política.De manera que siendo principios empíricos, no los podremos
fabricar nosotros, sino que surgen de los hechos.Por eso la conducción no es una técnica,
sino un arte, y de allí que el conductor no es un técnico, sino un artista." (30)
74
A partir del estudio de las "obras maestras de la conducción". (31)
"El artista que debe crear tiene ante sí un caso concreto; le encargan la obra,
tiene lo necesario. El debe darle vida; esa es la solución que buscará si es escultor o
pintor."(34)
75
hegeliana tesis-antítesis-síntesis hara uso de otra constituída por síntesis-análisis-nueva
síntesis:
"Hay que asimilar los principios, discernirlos y digerirlos. Van más bien
dirigidos, en un conductor, casi a la subconsciencia; él debe asimilarlos de manera tal, que
los aplique sin necesidad de mencionarlos, sin necesidad hasta de recordarlos (...) Hay algo
así en todo esto de la conducción; algo verdaderamente inexplicable, como inexplicable son
algunos de los fenómenos que radican en la conciencia y en la subconciencia del
hombre."(38)
76
El principio de la economía de fuerzas será el fundamental, al cual los demás se
le subordinan, así como la "teoría del centro de gravedad". La economía de fuerzas
No obstante resultar la política, al igual que la guerra, "un arte simple todo de
ejecución" la explicación y la ubicación de los principios en el esquema teórico resulta más
dificultosa que en aquella:
77
En su discurso inaugural del 1ero. de marzo de 1951 Perón proponía como
una de las funciones de la Escuela Superior "inculcar la doctrina en la masa", hasta llevarla
a extremos místicos. Esta difusión, en extensión y profundidad, buscando la creciente
uniformización del consenso, validaba a las doctrinas como tales:
Doctrina y Teoría
78
decantación de la enseñanza de los "grandes conductores" (políticos, religiosos o militares).
(48)
Perón privilegia en todo momento la acción por sobre la concepción, por perfecta
que ésta sea (descalificándola en tanto no se materialice en acción).
Como concepción
Doctrina: Principios Teoría
Conformando un método de acción
79
La enumeración responde a su vez a una gradación que va de aquellos
principios con orígen en el lenguaje militar, a otros donde coexisten algunos de la misma
extracción con los definidamente originados en la acción política; concluyendo con
principios cuyo génesis aparece como evidente en la propia acción política.
Estos tres principios, que Perón considera autoevidentes, traen a su núcleo para
explicarse un elemento que ya hemos visto visto como constitutivo de la teoría de la guerra,
de Clausewitz, en uno de sus momentos: el duelo.
La información será la base de toda conducción racional ("se procede tan bien
como bien informado se esté") y una de sus variables será el conocimiento y la vivencia de
lo que denomina genéricamente "la situación" ("hay que dar a la epidermis esa sensibilidad
que sólo se obtiene mediante la acción, la vida permanente dentro de la situación"). (52)
El tema del duelo (el conflicto reducido a su versión simplificada, como lucha de
voluntades contrapuestas) aparece en conducción política en reiteradas oportunidades:
"La lucha política es lo mismo que la lucha militar, económica, etc. Las luchas
son iguales. Varian los medios y las formas, pero la lucha es siempre la misma. Son dos
voluntades contrapuestas a las que corresponden dos acciones contrapuestas. Las leyes que
rigen la lucha son todas iguales porque las voluntades son iguales y las masas que luchan
son siempre iguales. Siempre se trata de una voluntad que vence a otra, una voluntad que ha
puesto en movimiento a una masa contra otra." (53), y
80
Mientras en la guerra la búsqueda de la decisión mediante la batalla tendía a
destruir el poder del enemigo (a privarlo de su voluntad de seguir luchando), -el
"aniquilamiento"- , en la política la decisión cambia cualitativamente de sentido.
"...si son voluntades contrapuestas, lo que hay que hacer es poner siempre delante
de la voluntad adversaria un telón, para que no conozca nuestra voluntad, para que no sepa
por dónde vamos, cómo vamos y hacia dónde vamos". (56)
81
La organización de las masas, requisito esencial para ejercer la conducción (otra
vez: "no se conduce lo inorgánico") se logra a partir de "...llevar un cierto grado de cultura
cívica, social y general a la masa."(62)
Ese grado de cultura es reputado a la vez como sentido y como sentimiento, con
la intención de saturar el grado de comprensión por parte de la masa, persiguiendo la
creciente uniformización del consenso:
"No se prepara la Nación unilateralmente para un trabajo o para otro (...) se educa,
se prepara, se forma, se organiza y se conduce en conjunto. Yo no entiendo la conducción
de la Nación en compartimentos estancos por distintas materias. El hombre no vive por
partes, sino integralmente. La Nación no vive por sectores, sino universalmente..." (67)
82
asegurar al objetivo principal los medios principales, y tratar los objetivos secundarios con
medios secundarios.
Lo orgánico y lo inorgánico.
Etapas Objetivos
"Es inútil dar a una masa inorgánica y anárquica un conductor. Lo van a colgar
(...) No se conduce ni lo inorgánico ni lo anárquico" (71), dice Perón.
83
perfección humana ("...la perfección humana no se alcanza nunca en la imperfección
orgánica."). (73)
Estado Objetivo
Periferia Centro
Inorgánico Orgánico
Perfección orgánica Perfección humana
"Ganar la elección es para nosotros un medio para servir al país. Para servirlo
tenemos que organizarlo, porque si no no podríamos hacerlo. El primer acto es
cuantitativo."(75)
84
La masa
Junto con los conductores y los cuadros, la masa conforma la "trinidad" de los
elementos de la conducción.
Para ello es necesario cumplir con "los principios de toda organización" que operan
como principios de segundo grado en relación a los princpios generales de la conducción
política:
De nada sirven los tratados sobre psicología colectiva ("No hay teorías aplicables
para todos los casos"). El destinatario de la crítica no es otro que José Ingenieros, quien es
aludido expresamente:
85
"Hay tratados de psicología colectiva. Ingenieros escribió un ensayo muy
interesante, pero puramente teórico. Es el pensamientro de un hombre pero no la vida de las
masas (...) Con el libro de Ingenieros no hacemos nada." (80)
Así como en la guerra no hay casos generales, así también en la política; aunque
el argumento es llevado a un particularismo extremado:
"No hay teorías aplicables para todos los casos. Cada caso tiene su propia teoría.
Si no la conducción sería muy fácil y no necesitaríamos nada para ser conductores."(81)
"Siendo él el exitante natural de eso <la acción y la reacción>, ocurre como con
el músculo: no vale el músculo, sino el centro cerebral que hace producir la reacción
cerebral. Sin la exitación de la corriente eléctrica que acciona el nervio hacia el músculo, de
nada vale éste por potente y fuerte que sea." (84)
Este planteo fisiologista tiene un marcado carácter ficcional ("ocurre como con
el músculo"), y presupone una reaccíon con un cierto automatismo, desmentida en la
realidad, ya que la propia acción de la masa no siempre sigue los designios del conductor
(85); es decir, su campo de libertad excede el encuadramiento de un grupo militar.
86
No desemboca la profundización de ese planteo -no obstante el positivismo
difuso del mismo- en la concepción de Foch quien llegaba a comparar el equivalente
militar de la masa- el grueso del ejército- con un cuerpo, con ojos, brazos, órganos y
movimiento. (86)
"A estudir las masas, a estudiarlas con sentido social, con sentido psicológico y
con sentido sociológico; a penetrarlas, a aprender a conocer los designios de la masa, de la
masa misma, porque somos encargado de servirla y debemos primero interpretarla para
poder servirla. (...) La conducción es una cuestíon más inductiva que de erudición." (87)
Con vistas a las elecciones generales de 1952, Perón explica, con lenguaje militar,
la tarea de relevamiento de información, para determinar con precisión el conocimiento de
la situación política:
87
táctica. El conductor del conjunto requiera de los conductores tácticos, que representan su
multiplicación, pues solo "no llegará muy lejos en la conducción". (91)
Por eso es necesario que se capacite (...) que tenga los lineamientos de una
ética sin la cual la política resulta un oficio obscuro e intrascendente y muchas veces
perjudicial (...) Darle esos principios de la conducción que lo capaciten para que no pierda
su prestigio (...) toda la organización depende de esos hombres. (92)
El conductor
.
Representa el vértice de la pirámide la conducción y el tercer elemento de la
conducción política (94).
88
Sea que arribe a la conducción por la vía de la genialidad o del método no está
exento el conductor de la fragilidad humana, y propenso a fraguar su propia pérdida. Con
ecos que recuerdan al "Principe", de Maquiavelo, amonesta:
"…los conductores son solamente hombres, con todas las miserias, aún
cuando con todas las virtudes de los demás hombres. Cuando un conductor cree que ha
llegado a ser un enviado de Dios, comienza a perderse. Abusa de su autoridad y de su
poder; no respeta a los hombres y desprecia al pueblo. Allí comienza a firmar su sentencia
de muerte." (98)
"Puede tener carencias intelectuales, pero lo que no puede tener son carencias
morales, porque sin valores morales no hay conductor." (100)
89
"tercera moral", que con fuente en la moral social apunta a la dirección de la Sociedad y
del Estado.
"Si no vence, debe saber soportar virilmente los golpes del destino. Es lo único
que le podemos dar como compensación al haber sido derrotado"."(101)
"El hombre puede desafiar cualquier mudanza si se halla armado de una sólida
verdad." (103)
Todo ese "largo estudio", sin embargo no se resuelve como una incorporación
escolar de conceptos: no se aprende, se comprende. Sólo comprendiendo se puede aprender
o realizar.
90
para la ejecución y también se necesita método para la concepción. Pero, si se somete uno
al método, fracasa; hay que someter el método a uno. Hay que someter el método a la
conducción". (105)
"Nosotros hemos creado una organización que permite que la política esté
conducida de acuerdo con el gobierno, porque no podemos dividirlas en forma absoluta, ya
que el gobierno es parte de esa política y la política es parte de ese gobierno; pero cada uno
en lo suyo. Cada uno en su conducción y todos de acuerdo." (109)
91
En Perón, veremos aparecer la trinidad conformada por la Masa, los Cuadros
auxiliares, el Conductor (los "elementos" de la conducción).
Gobierno y Política
CONDUCTOR
92
Conducción táctica, conducción estratégica, mando, conducción por órdenes
(táctica) y por directivas (estratégica), -términos todos de la órbita militar- no reproducen
especularmente sus contenidos en el campo político.
93
NOTAS
1) Por ejemplo "El Libro Negro de la IIa. Tiranía", los escritos de H.Gambini, y de los
intelectuales de "Contorno" (Viñas, Rozitchner, Sebreli), todos de un marcado anti-
peronismo.
7) Para los preliminares de este golpe militar, su contexto y derivaciones, ver: Potasch,
Robert A.: Op. cit. Vol. II págs. 178/194; Rouquié Alain:Op. cit. ,vol II, pags. 88/93; Page,
Joseph A.: Op. Cit. págs.292/296 y Chávez, Fermín: "Perón y el peronismo", Buenos Aires,
Editorial Oriente, 1984, Vol. II, págs. 253/256.
10) Hasta donde sabemos, fruto de esa labor la Escuela publicó con su sello, además de
"Conducción Política"; Perón, Eva: "Historia del Peronismo", Buenos Aires, 1951, 119
págs.; y Gómez Morales, Alfredo: "Política Económica Peronista", Buenos Aires, s/f -
aunque presumiblemente también en 1951-, 230 págs.
11) "Hablan Perón y Eva Perón...", cit. ('Discurso del General Juan Perón).
94
14) Utilizamos "epistemología" en el sentido que le da Gustavo Bueno.Ver, de este autor:
"Teoría del cierre categorial 5. El sistema de las doctrinas Gnoseológicas", Oviedo,
Pentalfa Ed., 1993, 262 págs. ("Epistemología. Utilizamos este término, por oposición al
término gnoseología (aún advirtiendo que muchas veces ambos términos se usan como
intercambiables) refiriéndolo a la llamada 'teoría del conocimiento verdadero' (sea
científico, sea precientífico, o simplemente 'mundano' praetercientífico (...) El campo de la
epistemología estaría organizado en torno a la distinción entre sujeto cognoscente y objeto
(conocido o de conocimiento) ( subrayados en el original" - Glosario, pág. 196).
15) Perón, Juan Domingo (Mayor): "Apuntes..." cit. págs.164, 175 y 248.
17) Ibíd.
19) Perón, Juan: "Conducción Política" págs. 149/151. Se trata de una glosa de una cita de
Balk en los "Apuntes..." cit. pág. 19: 'conducir la guerra con experiencia ajena, porque la
propia es difícil poderla cosechar, cuesta cara y llega tarde'.
21) Von der Goltz insistirá en varios tramos de "La Nación en Armas" en que su atención
se dirige "al arte de nuestro tiempo tan solo. Este libro está escrito para la actualidad
únicamente". Uno de sus capítulos se titula precisamente "Los ejércitos de la
actualidad".Ver op. cit págs. 1 y 7.Ver, también, Foch: "Los principios...", cit. pág.47.
23) "El saber debe convertirse en 'poder' ", dice Clausewitz. El traductor de la primera
edición argentina de "Von Kriege" apunta en una nota al párrafo: 'La idea expresada en
alemán por una sola palabra, können, que traducimos literalmente por poder, corresponde
en castellano a la especial acepción del verbo dominar, cuando se refiere al conocimiento
de una cuestión (Subrayado en el original). 'Clausewitz, Carlos von: Op. cit. pág. 153. Este
es el alcance que le da Perón al término "dominio".
27) Perón, Juan: "Conducción Política", cit. pág 136. Dice Foch, citado por Perón: "El arte
de la guerra, como todas las otras artes, tiene su teoría, sus principios, o bien no sería un
arte", en "Los Principios...", cit., pág. 31. Corresponde a la pág. 287 de los "Apuntes...".
95
28) Perón, Juan Domingo (Mayor):"Apuntes..."cit. pág 286.
29) Dice Perón: "...es necesario asentar como conclusión que: 1) La existencia de algunos
principios de guerra es indiscutible. 2) Que su aplicación en la guerra misma es cuestión de
adaptación al caso concreto. 3) Que en la guerra, y según el caso concreto, algunos
principios se aplican y otros no. 4) Que en el estudio de la guerra, el caso concreto, como
en la guerra misma, debe representar la verdadera disciplina científica. 5) Que los
principios, por eso, deben considerarse que son de aplicación siempre variable, según las
circunstancias, pero siempre con una orientación única, el sentido objetivo. 6) Que a pesar
de la existencia de los principios no deben estos representar un lote de verdades intangibles
fuera de las cuales no haya más que herejía, como dice Foch'(subrayado en el original)". En
Los "Apuntes...", cit. pág. pág. 289. Foch: "Los principios..." pág. 29.
31) El concepto es napoleónico, citado por Perón en los "Apuntes...", cit. pág. 287: 'Los
principios de la guerra son los que han guiado a los grandes capitanes cuyos altos hechos
nos ha trasmitido la Historia'.
35) Perón, Juan Domingo (Mayor):"Apuntes..."cit. pág. 297. La cita, reiterada, sobre el
"óleo de Samuel" corresponde a Schlieffen (Ver: Perón, Juan (Cap.): "El Frente Oriental de
la Guerra Mundial en 1914", cit., pág 216). El auxilio del arte como metáfora explicativa de
la acción política, la encontramos tempranamente en Nicolás Maquiavelo.Ver: "El
Príncipe", Trad. Guillermo Cabanellas, comentado por Cristina de Suecia y Napoleón
Bonaparte, Buenos Aires, Ed. Claridad, 3era. ed., 1974, págs. 111/112.
38) Perón, Juan: "Conducción Política", cit. pág. 177. Dice Foch: "Se trata, finalmente, de
aplicar las verdades automáticamente, inconscientemente. Para esto es necesario que ellas
nos sean íntimas, que hayan penetrado en nuestra médula, que formen parte integrante de
nosotros mismos", en "Los Principios..."cit. pág 45.
40) Perón, Juan: Op. cit. pág 199. 'El centro de gravedad de la acción política' es "el lugar o
el objetivo principal en el momento decisivo". Op. cit pág. 204
96
42) Perón, Juan: "Conducción Política", cit. págs. 199/200
48) Perón, Juan: "Conducción política", pág. 174. La frase de Napoleón es: "Los principios
de la guerra son los que han guiado a los grandes capitanes cuyos altos hechos nos ha
transmitido la Historia". "Apuntes...", cit. pág. 287."Los Principios...", cit. pág. 31.
49) Perón, Juan: "Conducción Política", pág. 175. Sobre la unidad de teoría y práctica, de
los principios y de su aplicación ver pág. 176.
54) Perón, Juan Domingo: Op. cit. pág 87.Ver también nota 42).
55) Perón, Juan Domingo: Op. cit. pág 182. Al igual que en la guerra, hasta allí -la
decisión- y no más allá, llega la previsión. Ver Op. cit. pág. 90.Ver "Apuntes...", pág. 322.
97
62) Perón, Juan Domingo: Op. cit. pág 40.
69) Otra distinción que introduce Perón en la acción política es la de objetivos definitivos y
objetivos transitorios, parciales o limitados.Ver: Op. cit. pág. 268.
75) Perón, Juan Domingo: "Conducción Política", cit. pág. 55. La organización tendrá a su
vez un carácter sedimentario (la organización es sedimentaria), y su carácter estructural es
el que permite sobrevivir al paso del tiempo (La organización vence, pues, al número y
vence al tiempo). Ver: Op. cit. págs. 267 y pág 284.
76) Perón, Juan Domingo: Op. cit. pág 20. "Vale decir que el conductor moderno no debe
tener solamente una masa para conducir. Debe tener una masa organizada, educada,
elevada espiritualmente, porque entonces la conducción se facilita (Subrayado en el
original). " Op. cit pág. 53.
80) Perón, Juan Domingo: Op. cit. pág. 242. Probablemente se refiera, o bien a los
"Principios de psicología" ('Los Principios de psicología es la obra más importante del
doctor Ingenieros. Fue publicada fraccionadamente por primera vez, en la revista Argentina
Médica, en 1910; al año siguiente apareció en un volúmen de los Archivos de psiquiatría y
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criminología, con el título de Psicología genética; posteriromente fue editada por Jorro, de
Madrid, y por Alcan, de Parín, con el título de Principios de Psicología biológica; por
último se editó en Leipzig y en Buenos Aires, con el título definitivo de Principios de
psicologia <1919>.' Conf. Mouchet, E. y Palcos, A.: "La obra psicológica de José
Ingenieros", Buenos Aires, Ed. Coni, 31 págs. , pág 24.), o a la "Sociología Argentina"
(Buenos Aires , Losada, 1946, 475, de la que existía un ejemplar en la Biblioteca de Perón).
81) Perón, Juan Domingo: Ibíd. "La conducción nunca se estudia en un caso general,
porque la conducción no tiene casos generales. En la conducción las verdades
absolutas suelen ser unas grandes mentiras.” (Subrayado en el original). Op. cit. Pag
271.
86) Foch, Ferdinand (Mcal.): "Los principios...", cit. pág. 96. Sí aparece una concepción
similar en los "Apuntes...", cit. pág. 238.
91) Perón, Juan Domingo: Op. cit. págs. 76 y 124. Foch dirá: "...uno realizando el arte de la
estrategia (...) y todos los otros (...) la prosa.".Ver: "Los Principios..., cit. pág. 139.
96) "Hablan Peron y Eva Perón..."cit. y "Conducción política", cit. pág. 137.
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99) Perón, Juan Domingo: Op. cit., pág. 156. Antes, había invertido la ubicación espacial
de los valores y las coordenadas. Ver Op. cit pag. 28.
102) Perón, Juan (Cap.): "El Frente Oriental...", cit. pág. 227. "Apuntes...", cit. págs. 244
y 301.
103) "Actas del Primer Congreso Nacional de Filosofía", Buenos Aires, Univ. Nac. de
Cuyo, 1950, Tomo I: ' Conferencia del Excmo. Señor Presidente de la Nación, General
Juan D. Perón', pág 136.
107) Perón, Juan Domingo: "Conducción Política", cit. págs. 136 y 143. "Apuntes..."cit.
pág. 37.
110) Sobre los "cuatro aspectos" ver "Conducción Política", pág 120., sobre su
interrelación, pág. 246.
111) "Si <Napoleón> enfrentó a ocho o diez coaliciones, no lo hizo nunca por una razón
militar. Las enfrentó militarmente, pero por una razón política. Es que siempre la acción
militar está subordinada a la política". Op. cit. pag. 147.
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116) 'Entrevista del Coronel Francisco Cornicelli con el General Perón en la residencia de
éste último, en Madrid, el 27 de abril de 1971, en: Revista "Las Bases", Buenos Aires, Nro.
17, julio de 1972, págs. 35-37.
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CONCLUSIONES
La lectura de las obras de Perón, con la distancia que imprime un cuarto de siglo
de su desaparición física de la escena política, debieran permitir un acceso a las mismas no
mediado por adhesiones o rechazos espontáneos y previos a un abordaje con un mínimo de
pasión posible. Contemporáneos y sobrevivientes a su curso vital no pudieron acceder a esa
lectura sino a partir de la sentencia condenatoria o absolutoria, emitida con anticipación a la
tarea crítica. Y esta, por supuesto, reducida a la tarea de convalidar lo que de antemano se
tenía como cierto.
Los “nobles odios” que prefirieron cultivarse con causa en la política, fueron
cultivados, como en el pasado, por quienes, desechando la grave carga que impone la
honestidad intelectual, abordaron el objeto de estudio para justificar o impugnar acciones
políticas, y no para hacer claro lo oscuro, poner orden en el desorden, establecer filiaciones,
continuidades o rupturas; para indicar, en suma, donde estábamos, cual era la proveniencia
del objeto de estudio y cuáles eran las vías que se abrían o cerraban a partir de él.
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supervivencia, instalándose aún hoy en nuevas producciones y afirmaciones tenidas como
“de sentido común”.
El núcleo central del pensamiento de Perón no surge “ex - nihilo”, como no surge
ninguna producción humana, ni es la aceptación pasiva de expresiones en boga. Este rasgo,
lejos de ser uno negativo como lo imputa Halperín Donghi, resulta ser de originalidad, en el
sentido de ponerse por la vía de la reestructuración y reelaboración de conceptos, como
modelo de sí mismo.
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“Conducción Política” resulta una obra “fácil pero difícil”. Su aparente estructura
es constantemente desmontada por Perón a lo largo de su exposición; y sin remontarse a sus
fuentes inmediatas y mediatas muchos de sus conceptos corren el riesgo de ser
erróneamente comprendidos. Late en sus páginas el “Príncipe”, de Maquiavelo, heredero
desnaturalizado de los “espejos de príncipes” que cruzaron la Edad Media hasta llegar al
florentino. Perón, como aquel, presentó “las cosas” –para usar una frase cara a Isaiah
Berlin- que “son lo que son”.
Quizá ahí radique uno de los aspectos de su rechazo por parte del pensamiento
liberal- democrático: El texto propone lo que dicho pensamiento no puede enunciar bajo
pena de hacer estallar sus principios teóricos, aunque la práctica liberal-democrática se
encamine en sentido absolutamente contrario. Idéntico rechazo se advierte en el
pensamiento de izquierda, anque aquí la exigencia del partido único no es planteada como
producto de la gradualidad, sino como una imposición violenta de la realidad.
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