*Un servicio que Dios nunca mando*

*Levitico 10.1-3*

Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, sobre el
cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él nunca les mandó. Y
salió fuego de delante de Jehová y los quemó, y murieron delante de Jehová. Entonces dijo Moisés
a Aarón: Esto es lo que habló Jehová, diciendo: En los que a mí se acercan me santificaré, y en
presencia de todo el pueblo seré glorificado. Y Aarón calló.

Los jóvenes hijos de Aarón se pusieron de acuerdo, se vistieron las ropas sacerdotales, prepararon
los implementos y ofrecieron un tributo ritual delante de Dios. Sin embargo, el homenaje fue
rechazado por el Señor de manera tajante y destructiva. ¿Qué pasó? ¿Qué desencadenó la
tragedia? Aunque en lo escueto del texto bíblico no dan más explicaciones, el problema se debió a
algo que Moisés denominó “fuego extraño”.

Los elementos utilizados y el procedimiento que realizaron no tuvieron error, quizas las
intenciones de parte de los muchachos tampoco eran malas, pero el que hayan ido en contra de lo
que Dios con tanta claridad había prescrito no dejó lugar ni para cuestionar en ningún momento la
dolorosa decisión del Señor, tanto así que: ”Aarón calló” Levíticos 10:3

Posteriormente, Jehová habló directamente con Aarón y le dio indicaciones muy precisas en
cuanto al proceder de los sacerdotes en el futuro:

*Levítico 10:98-10*

Y Jehová habló a Aarón, diciendo: Tú, y tus hijos contigo, no beberéis vino ni sidra cuando entréis
en el tabernáculo de reunión, para que no muráis; estatuto perpetuo será para vuestras
generaciones, *para poder discernir entre lo santo y lo profano, y entre lo inmundo y lo limpio*.

El problema de ofrecer un fuego extraño a Dios no redica en el orden del culto, sino que deberá
hacerse con una mente clara, en plena conciencia, con los cinco sentidos funcionando y en orden.
No se puede afirmar con exactitud que los hijos de Aarón estaban bebidos al momento de ofrecer
incienso al Señor, pero lo que sí queda muy claro es que solo una mente perdida se atreve a no
discernir que no se puede ofrecer un culto santo a Dios en plena deshonra y desobediencia.

Debemos cuidarnos de todo aquello que nos ciegue o enturbie nuestra visión y entendimiento. En
el caso de los hijos de Aarón puede que el alcohol los hizo actuar de manera alocada y creyeron
que podian hacer lo mismo que su padre el sacerdote Aarón .
El estado de pecado y las malas compañias tienen la misma capacidad que las drogas, el tabaco o
el alcohol en nuestra mente. "Nos pueden hacer perder el discernimiento".

El “fuego extraño” de la insensatez, el pecado y las malas conversaciones se encienden muy

lentamente, casi inofensivamente, pero en un segundo puede calcinarnos hasta lo más profundo
del alma. Los hijos de Aarón no percibieron el peligro y no vivieron para poder subsanar su
lamentable error. "Perdieron el discernimiento"

En la biblia encontramos que esta falta de discernimiento ya habia sucedido antes con Aarón y su
hermana María.

*Numeros 12.1-10*

María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado; porque él
había tomado mujer cusita. Y dijeron: *¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha
hablado también por nosotros?* Y lo oyó Jehová. Y aquel varón Moisés era muy manso, más que
todos los hombres que había sobre la tierra. Luego dijo Jehová a Moisés, a Aarón y a María: Salid
vosotros tres al tabernáculo de reunión. Y salieron ellos tres. Entonces Jehová descendió en la
columna de la nube, y se puso a la puerta del tabernáculo, y llamó a Aarón y a María; y salieron
ambos. Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le
apareceré en visión, en sueños hablaré con él.

Pero No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa. Cara a cara hablaré con él, y
claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de Jehová. *¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de
hablar contra mi siervo Moisés?* Entonces la ira de Jehová se encendió contra ellos; y se fue. Y la
nube se apartó del tabernáculo, y he aquí que María estaba leprosa como la nieve; y miró Aarón a
María, y he aquí que estaba leprosa. Y dijo Aarón a Moisés: *!!Ah! señor mío, no pongas ahora
sobre nosotros este pecado; porque locamente hemos actuado, y hemos pecado.*

La falta de discenimiento hoy en dia lleva más personas al infierno que el mismo diablo, las
personas creen que pueden usar las mismas estrategias del mundo en el servicio a Dios y no es
así. En el mundo las personas aprenden un oficio ayudando a un patrón, pero en cuanto sienten
que ya han aprendido lo suficiente dan las gracias y se convierte en la competencia directa de
quien les enseño. Este mismo pensamiento tuvo Maria cuando dijo: *¿Solamente por Moisés ha
hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros?* Y por eso la ira de jehova se encendió
sobre ella.

El servicio a Dios hoy en dia sigue igual que en el tiempo pasado.

El Señor dijo a Aarón: En los que a mi se hacercan me santificare, y en presencia de todo el pueblo
seré glorificado.

Dios nunca va a usar la deshonra y la desobediencia para ser glorificado. *2 Corintios 6:14* dice:
No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con
la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?

Despues que los hijos de Aarón habían muerto se dieron ordenanzas perpetuas de como ofrecer
servicio a Dios. Por tal motivo aún hoy aunque muchos sepan hacer un buen servicio a Dios sino es
en el orden prescrito es un fuego extraño que posiblemente en el dia del juicio tendran que dar
cuenta.