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Facebook y Twitter son utilizados para

manipular la opinión pública – informe


Un estudio realizado en nueve países descubrió el uso masivo de redes
sociales para promover mentiras, información errónea y propaganda
por parte de gobiernos e individuos.

Los investigadores hicieron un hallazgo de que “las mentiras, la basura


y la información falsa” de la propaganda tradicional está extendida en
línea y “es apoyada por algoritmos de Facebook o Twitter”. Foto: Philip
Toscano/PA

Una nueva serie de estudios llevados a cabo por la


Universidad de Oxford ha revelado que las redes sociales
se usan para manipular la opinión pública a lo largo y
ancho del mundo.

Desde Rusia, donde alrededor de un 45% de las cuentas de Twitter con


un alto índice de actividad son bots, a Taiwán, donde una campaña en
contra del presidente Tsai Ing-wen implicaba a miles de cuentas
fuertemente coordinadas – pero no completamente automatizadas –
que compartían propaganda china, los estudios muestran que las redes
son un campo de batalla internacional para la política sucia.

Las investigaciones, que son parte del Proyecto de Investigación para la


Propaganda Tecnológica del Instituto de Internet de Oxford, abarca
nueve naciones incluyendo Brasil, Canadá, China, Alemania, Polonia
Ucrania y Estados Unidos. Allí, descubrieron que “las mentiras, la
basura y la desinformación” de la propaganda tradicional está
extendida en línea y “apoyada por algoritmos de Facebook o Twitter”,
según Philip Howard, profesor de Estudios de Internet en Oxford.

Las técnicas utilizadas incluyen cuentas automatizadas para hacerse


fan, compartir y publicar en las redes sociales. Tales cuentas pueden
ser útiles en combinar algoritmos para insertar contenidos en páginas.
Pueden acallar un debate fundamentado y real entre humanos a favor
de una red social poblada de discusiones vacías de contenido, y pueden
sencillamente hacer que las medidas de adhesión, así como la cantidad
de “me gusta”, parezcan mayores para crear la ilusión de popularidad.

Los investigadores hallaron que en Estados Unidos se dio bajo la forma


de lo que Samuel Woolley, director del proyecto de investigación, llama
“producción de consenso” – dando una falsa imagen de popularidad
para que un candidato político pueda contar con chances que de otra
manera no hubiera podido tener. El informe norteamericano dice: “La
ilusión de respaldo en línea hacia un candidato puede estimular un
apoyo real a través del efecto de arrastre. Trump hizo de Twitter el
centro de su campaña política, y los votantes le prestaron atención”.

Aunque la investigación encontró evidencia de apoyo institucional en el


uso de bots, incluso si fue como parte de un experimento de campaña,
Woolley resalta que si proviene de personas es igualmente poderoso.
“Los bots masivamente multiplican la habilidad de un individuo de
intentar manipular a la gente”, dice. “Imagina a tu molesto amigo en
Facebook, quien siempre provoca peleas políticas. Si hubiera un
ejército de 5.000 bots, sería muchísimo peor, ¿no es cierto?”.

FacebookTwitterPinterest
Un sondeo muestra que Rusia desarrolló su experiencia en propaganda digital para
lidiar con amenazas internas a la estabilidad y silenciando el desacuerdo con el régimen
de Putin. Foto: Alexei Druzhinin/TASS
La propaganda Rusa en las redes sociales es famosa en occidente por
apuntar al exterior, incluyendo acusaciones al gobierno por apoyar las
elecciones presidenciales de Francia y Estados Unidos. Pero las redes
del país también están profundamente infiltradas de propaganda
doméstica, según el informe llevado a cabo allí.

El mismo demuestra que, en primer lugar, Rusia desarrolló su


experiencia en propaganda digital para lidiar con amenazas internas a
la estabilidad y para silenciar la desaprobación al régimen de Putin
mientras que al mismo tiempo aportaba la ilusión de un abrumador
consenso utilizado en las elecciones estadounidenses años después.

“La competencia política en la Rusia de Putín creó demanda de


herramientas de propaganda en línea”, escribe el escritor del informe,
Sergey Sanovich. “Y se permitió la competencia de mercado para suplir
esta demanda creando herramientas que luego fueron empleadas en
operaciones foráneas”.

Woolley agrega: “Debemos mirar hacia Rusia para darnos cuenta cómo
un régimen particularmente autoritario utiliza las redes sociales para
controlar a las personas”.

Si Rusia es el precursor de muchas de las técnicas vistas en el mundo


entero, entonces Ucrania es el ejemplo de cómo podría escalar el
conflicto. “Ahí”, dice Woolley, “vemos cómo será la propaganda
informática dentro de cinco años, ya que el país es un campo de
experimentación de las actuales tácticas rusas”. Sin embargo, el
resultado es que las organizaciones civiles dedicadas a enfrentar este
problema están igualmente avanzadas”.

La investigación sobre los esfuerzos del país para enfrentar la


desinformación rusa destaca al proyecto StopFake, un esfuerzo
colaborativo para derribar historias falsas “producidas principalmente
por los medios de comunicación rusos”. También menciona una
extensión de Chrome que bloquea automáticamente cientos de páginas
web rusas e incluso una prohibición por parte del gobierno dirigida a
ciertas redes sociales rusas, incluyendo VKontacte y Yandex, como
parte de las sanciones del país sobre Rusia.
Facebook y Twitter deben actuar
Los informes sugerían un desinterés aparente de compañías de redes
sociales en cómo sus sitios estaban siendo usados. Facebook, por
ejemplo, delega todo el trabajo anti-propaganda a organizaciones como
Snopes y Associated Press, quienes operan en grupos de chequeo de
información semi-autónomos destinados a marcar ciertas noticias
virales como verdaderas o falsas mientras que los sistemas anti-bot de
Twitter son eficaces combatiendo la actividad comercial pero son
incapaces o no están predispuestos a eliminar cuentas automáticas
relacionadas a la actividad política. Los investigadores están
presentando sus hallazgos a un grupo de representantes “senior” de la
industria tecnológica en Palo Alto. Dicen que las redes sociales
necesitan hacer más, y rápido.

“En la mayoría de los casos, lo dejan en manos de los usuarios de la


comunidad o de la misma policía”, dice Howard.

El subraya que mientras las redes sociales intentan cumplir con el


mínimo de los requisitos legales, ocasionalmente estarán por delante
de la opinión pública – como sucedió cuando la compañía decidio
prohibir las publicidades sobre préstamos en día de pago. “De todos los
temas públicos, no sé por qué fueron a parar a ese. Claramente pueden
tener impacto, y entre el extremismo violento y los préstamos en el día
de pago hay un rango considerable de asuntos”.

Los investigadores descubrieron que había un país distinto a los


demás. En Alemania, el miedo a la desestabilización social sobrepasaba
a la actual llegada de los ataques políticos automatizados y esto ha
llevado a la propuesta e implementación de leyes que obliga a las redes
sociales a hacerse responsables de lo que se publica en sus sitios.

“Alemania es líder en ser una autoridad en lo que respecta a la


propaganda de computadoras, buscando prevenir la manipulación de
la opinión en línea en vez de solucionar los temas ya presentes”, dice el
informe, aunque agrega que “muchas de esas medidas carecen de
legitimidad y ejecución adecuada, y algunas son respuestas
desproporcionadas considerando su importancia en la libertad de
expresión”.

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