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MANUAL DE PRÁCTICAS DE LABORATORIO DE HIDRÁULICA

9. HIDROMETRÍA Y AFORO DE CORRIENTES NATURALES

9.1 OBJETIVOS
 Conocer los diferentes métodos comúnmente empleados en la medición de velocidades y
caudales en canales y corrientes naturales.
 Suministrar criterios técnicos necesarios para la instalación de una estación hidrométrica y para
la selección de una sección de aforo en una corriente natural.
 Conocer el principio de funcionamiento de los correntómetros, y aprender su manejo en
mediciones de velocidad de corrientes líquidas.
 Realizar el aforo con correntómetro de una corriente natural de agua

9.2 FUNDAMENTOS TEÓRICOS

9.2.1 Introducción. La hidrosfera es una de las capas de la Tierra que se extiende desde 1 km en
la litosfera, por debajo de la superficie terrestre, hasta unos 15 km arriba en la atmósfera. El agua,
en sus distintas formas, se mueve o circula en la hidrosfera, siguiendo vías y procesos de carácter
aleatorio o probabilístico, conformando el ya conocido Ciclo Hidrológico. Recuérdese que éste es un
proceso cíclico que no tiene principio ni fin, y ocurre continuamente.

En dicho ciclo, el agua se evapora desde los océanos, ríos, lagos, embalses y desde la superficie
terrestre, para formar parte de la atmósfera; el vapor de agua circula en la atmósfera hasta que se
condensa y precipita sobre la superficie terrestre y los océanos; una parte del agua de precipitación
es interceptada por la vegetación, otra se convierte en flujo superficial sobre el suelo; parte de ésta
se infiltra en el suelo, se mueve a través de él como flujo subsuperficial, y el agua restante va a dar
a los ríos y demás corrientes naturales de agua, conformando la escorrentía superficial. Es ésta,
precisamente, la que en determinados estudios se requiere medir, y la técnica para su medición
será objeto de esta práctica de laboratorio.

De otro lado, para el estudio de cualquier fenómeno de ocurrencia del agua en la superficie terrestre
es imprescindible conocer el comportamiento del ciclo hidrológico, y en la concepción de proyectos
de ingeniería hidráulica, tales como centrales hidroeléctricas, represas, embalses, diques,
captaciones, puentes, sistemas de riego y sistemas de abastecimiento de agua, es esencial el
estudio hidrológico de la cuenca, conocer el régimen de caudales de sus corrientes naturales,
determinar los perfiles longitudinal y transversal de los cauces de éstas, medir niveles de aguas y
planicies de inundación, el transporte de sedimentos y las características de calidad de aguas.

Además, si se conocieran con exactitud las relaciones entre la precipitación, la evapotranspiración y


la infiltración, la escorrentía superficial estaría completamente determinada, y sería innecesario el
establecimiento de estaciones fluviométricas para colectar datos de niveles y descargas.

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Como quiera que estas relaciones no son bien conocidas, el hidrólogo siempre necesitará conocer
datos de niveles y caudales, a través de registros continuos o mediciones puntuales, más o menos
extensos en el tiempo, para determinar las características hidrológicas de la cuenca y conocer el
comportamiento de la corriente en estudio.

Parte de estas necesidades se lograrían suplir con la aplicación de los fundamentos que aquí se
esbozan.

9.2.2 Definición de conceptos básicos

Hidrometría. Es la parte aplicada de la Hidrodinámica que trata de los métodos de medición de la


velocidad, el caudal y las fuerzas de los líquidos en movimiento. La hidrometría comprende también
las mediciones de niveles de agua, concentración y transporte de sedimentos, y los levantamientos
altimétricos de los perfiles longitudinal y transversal del cauce de las corrientes naturales y de
masas de agua.

Batimetría. Es una actividad hidrométrica cuya finalidad es el levantamiento alti-planimétrico del


fondo de corrientes y cuerpos de agua, tales como lagos, lagunas, embalses, bahías, ciénagas,
estuarios, mares y océanos. Comúnmente, se aplica a la medición de niveles de sedimentos
depositados en el fondo de una masa de agua. El batitermógrafo es el instrumento comúnmente
empleado para medir y registrar continuamente la profundidad y la temperatura del agua. Véase la
Figura 9.1. Aparte del batitermógrafo, también se emplean las ecosondas para hacer estudios
batimétricos en sistemas acuáticos. Ver numeral 9.2.4.4.

FIGURA 9.1. Esquema de un batitermógrafo y su operación desde superficie

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Perfil de velocidades. En un cauce natural, las velocidades de corrientes de agua presentan


diferentes valores, desde valores próximos a cero, en las orillas y en el fondo, hasta valores muy
altos, del orden de varios metros por segundo, inmediatamente debajo de la superficie libre. El perfil
de velocidades es el lugar geométrico de los puntos determinados por los extremos de los vectores
que representan las velocidades de la corriente, a una profundidad de flujo, y, determinada. Véase
la Figura 9.2.

FIGURA 9.2. Perfiles de velocidad típicos de corrientes naturales.

La distribución o perfil de velocidades se puede describir matemáticamente como una función


logarítmica, aunque en la práctica se asimila a un arco de parábola. Sin embargo, esta distribución
de velocidades depende de muchos factores, como por ejemplo: la rugosidad y la forma del lecho, el
régimen del escurrimiento, etc., y no siempre se ajustará a un arco parabólico.

La experiencia muestra que las velocidades máximas ocurren aproximadamente a 0.2h por debajo
de la superficie libre, siendo h la profundidad del flujo. La velocidad media se encuentra
aproximadamente a 0.6h, a partir de la superficie (Véase la Figura 9.3). Además, la velocidad
media se puede tomar igual a 0.85·vS, siendo vS la velocidad superficial.

El molinete cumple la función de determinar el valor de la velocidad a diferentes profundidades y


sobre diferentes verticales en la misma sección. Ello permite conocer los perfiles de velocidad
necesarios para determinar la velocidad media en una o varias verticales de una misma sección, y
para obtener la velocidad media de un curso de agua y el caudal total del mismo.

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FIGURA 9.3. Perfil de velocidades y velocidad media en una vertical de aforo.

Velocidad media. En la hidrometría de corrientes de agua suele trabajarse con dos tipos de
velocidad media del flujo: una correspondiente al área mojada total de la sección transversal del
flujo, A, y al caudal total, Q; la otra, es la velocidad media correspondiente a una vertical dentro de
la sección transversal del flujo.

Como se explicará en el numeral 9.2.5.7, el caudal se puede conocer a través de mediciones de


velocidad en diferentes puntos, tomando áreas parciales, en las cuales se supone que la velocidad
del agua es la del punto. La sumatoria de los caudales parciales dará el caudal total, y la sumatoria
de las áreas parciales dará el área total en la sección. A partir de estos dos elementos, se calculará
la velocidad media, vm , en toda la sección, según la siguiente ecuación:

Q
vm  (9.1)
A

La velocidad media del flujo, en una vertical de la sección transversal del cauce, se puede
determinar calculando el área de la curva de distribución de velocidades en dicha vertical,
empleando un planímetro, por ejemplo, y dividiéndola por la profundidad del flujo en la misma.
Véase la Figura 9.3.

Como la corriente presenta muchos valores en su velocidad, el molinete es un buen instrumento


para explorar el campo de velocidades en la sección. La medición se debe hacer en numerosos
puntos de la sección para tener un resultado más próximo al valor real.

Caudal. También llamado Gasto o Descarga, es la medida del volumen de líquido que fluye o
atraviesa normalmente la sección transversal del cauce de una corriente, en la unidad de tiempo.
Matemáticamente se expresa así:

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volumen de líquido
Q 
unidad de tiempo

El caudal se puede calcular fácilmente aplicando la ecuación de continuidad de masa, así:

Q  vA (9.2)

siendo
Q : caudal de la corriente, L3 / T.
v : velocidad media del flujo en dirección perpendicular a la sección transversal, L / T.
A : área de la sección transversal del cauce, L2 .

Algunas unidades de caudal son: l /s, m3 /s, pie3 /s, gal /min.

Aforo. Es el conjunto de actividades hidrométricas conducentes a la determinación del caudal de


una corriente de agua. Entre las principales actividades hidrométricas, comúnmente realizadas en
un aforo, se cuentan el levantamiento del perfil transversal de la sección de aforo y las mediciones
de profundidades y velocidades del flujo en distintos puntos de la sección transversal.

Sección de aforo. También llamada estación de aforo, es la sección transversal del cauce
de la corriente de agua que se desea aforar, esto es, medir su caudal. Véase la Figura 9.4.
Previo al conjunto de mediciones necesarias para realizar un aforo de una corriente natural de agua,
se requiere hacer un levantamiento altimétrico de la sección transversal del cauce en la estación de
aforo.

FIGURA 9.4 Perfil transversal de una sección de aforo.

La sección donde se efectúan los aforos debe reunir una serie de condiciones que se listan en el
numeral 9.2.3.

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Estación hidrométrica. Es el lugar o la instalación debidamente localizada en una de las


márgenes de un curso de agua, dotada de instrumentos hidrométricos, tales como flotadores, miras,
limnímetros, limnígrafos, maxímetros y otros elementos, con el objeto de registrar las variaciones de
ciertas características de la corriente, y facilitar el estudio del régimen de la misma. La Figura 9.5
muestra dos estaciones hidrométricas típicas, con flotador, mira y limnígrafo.

FIGURA 9.5 Estación hidrométrica típica.

En nuestro medio, el IDEAM (Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales) tiene


establecidas redes hidrométricas para diferentes cuencas hidrográficas, con base en la Guía de
Prácticas Hidrometeorológicas de la OMM (Organización Meteorológica Mundial), por lo cual no se
profundizará aquí sobre las técnicas y recomendaciones para el establecimiento de una red, sino
que se harán recomendaciones para el establecimiento de una estación en particular.

Correntómetro. También llamado molinete o reómetro, es el aparato concebido para determinar la


velocidad de una corriente de agua, tales como canales de laboratorio, alcantarillados, mares, ríos,
estuarios, bahías, arroyos y quebradas. Según su técnica de fabricación, los correntómetros
permiten medir velocidades altas, medias y bajas. El correntómetro está provisto de una hélice
(también llamada rotor, aspa, copa o cazoleta, según el tipo del correntómetro) que gira en un eje,
por efecto de la corriente líquida. Por cada vuelta que dé la hélice, un imán, que gira con ésta,
establece un contacto eléctrico que envía una señal a un contador de revoluciones (Véase la Figura
9.6). La sucesión de los contactos y señales es proporcional a la velocidad de la corriente en el
punto de medición, la cual se puede calcular a partir de una ecuación de calibración de la forma:

v  anb (9.3)

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donde:
v : velocidad de la corriente líquida, (m/s).
n : número de revoluciones dadas por la hélice en la unidad de tiempo, (rad/s).
a : constante de paso hidráulico, obtenida experimentalmente a través de ensayos de arrastre en
un canal de calibración, (m).
b : constante que considera la inercia de la hélice y la mínima velocidad de la corriente para
accionarla. Se expresa en m/s y también se determina experimentalmente.

FIGURA 9.6 Molinetes marca A.OTT KEMPTEN ( tomados de catálogos de la firma fabricante).

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FIGURA 9.7. Otros tipos de molinetes y contadores de la fábrica A. OTT KEMPTEN. ( tomados de catálogos de la firma fabricante).

Dependiendo de la profundidad y del ancho de la corriente, de la magnitud de las velocidades a


medir y del grado de accesibilidad, el correntómetro se puede operar vadeando la sección
transversal del cauce, o desde un puente hidrométrico o desde una tarabita, o empleando un bote,
una lancha o un sistema flotador. Véase la Figura 9.8.

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Algunos tipos de molinetes disponen de aletas en su parte posterior para equilibrarlo dentro de la
corriente; así mismo, se le puede acondicionar un contrapeso en la parte inferior, para evitar que se
incline cuando se sumerge en el flujo. Véanse las Figuras 9.7 y 9.8.

La profundidad a la cual se va a tomar la velocidad se mide con un cable graduado o una barra,
también debidamente graduada, que se pueden acondicionar al aparato, como se muestran en las
Figuras 9.6, 9.7 y 9.8.
La determinación del caudal, a partir de las mediciones de velocidad con correntómetro, se explica
en el numeral 9.2.6.

9.2.3 Características de la sección de aforo. La sección donde se efectúen los aforos debe
reunir las siguientes condiciones:

 Estar comprendida dentro de un tramo del curso de agua que presente características alti-
planimétricas regulares, estos es, regularidad en los perfiles longitudinal y transversal del cauce,
con el objeto de garantizar un escurriemiento tranquilo y uniforme, exento de arremolinamientos,
y que pueda aprovecharse para mediciones puntuales o continuas de caudal.
 Quedar comprendida dentro de un tramo recto y uniforme, con una longitud no menor de siete
veces el ancho del río, dispuesta así: aguas arriba, mínimo cinco veces el ancho, y aguas abajo,
mínimo dos veces el ancho. Se aclara que, dadas las características del lecho, no es posible
encontrar tales rectitud y uniformidad del tramo.
 El fondo del río debe ser suave y libre de plantas acuáticas, piedras u otros obstáculos, que, por
sus dimensiones puedan interferir en la medición de la velocidad de la corriente.
 Deben evitarse las secciones cercanas a los estribos de los puentes.

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FIGURA 9.8. Molinetes accionados desde un puente, una tarabita y una lancha.

 La sección debe ser firme, estable y definida. Para garantizar una sección firme y estable sería
conveniente revestirla en concreto, mampostería o con placas prefabricadas. De no ser posible el
revestimiento, la sección se escogerá en una zona de formación rocosa, preferiblemente. La

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sección definida se logra colocando tres mojones alineados perpendicularmente a la dirección de


la corriente. Los mojones extremos se instalarán en el nivel de aguas máximas, y el mojón
central, en un nivel de aguas medias de la corriente.
 Las velocidades de la corriente deben ser mayores que 0.3 m/s (o mayor que la mínima
recomendable para el correntómetro empleado) y menores que 3.0 m/s (o menor que la máxima
recomendable para el molinete empleado).
 La sección debe ser de fácil acceso.

9.2.4 Instrumentos hidrométricos. Son aparatos e instrumentos de medida, requeridos para


realizar mediciones de campo relacionadas con corrientes de agua; pueden ser registradores y no-
registradores. Los registradores dibujan continuamente un gráfico de las fluctuaciones de la
característica medida. Los aparatos no-registradores requieren de un observador, quien anota las
lecturas a intervalos regulares de tiempo.

Los instrumentos hidrométricos más comunes en las estaciones hidrométricas son: miras o
limnímetros, limnígrafos, maxímetros, puntos fijos de referencia, secciones y tramos artificiales de
control, diques y vertederos para aforos volumétricos, puentes hidrométricos, cables, tarabitas o
canastillas, flotadores, correntómetros, barcas, lanchas botes, instrumentos para aforos con
trazadores y trampas de sedimentos.

A continuación se describen los instrumentos hidrométricos más usuales:

9.2.4.1 Limnímetros. También llamados miras o escalas graduadas, son miras graduadas de cm
en cm, que se colocan en las márgenes de la corriente de agua para medir el nivel de ésta en un
instante determinado. Véanse las Figuras 9.5 y 9.9.

Para su instalación es recomendable lo siguiente:


 Deben instalarse sobre la orilla más próxima al sector más profundo del cauce.
 Deben adosarse a listones de madera, empotrados en concreto o atornillados a perfiles
metálicos.
 Su instalación se hará de tal manera que el plano “cero” quede convenientemente referenciado,
por nivelación topográfica, a un punto invariable (B.M., del inglés Bench Mark) cercano a la
estación.

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FIGURA 9.9. Diferentes tipos de placa de mira.

 Los puntos fijos de referencia del plano “cero” de la mira deben quedar por encima de los niveles
máximos posibles, y a distancias menores de 100 m de la mira.
 El cero de la mira debe quedar, por lo menos, 0.5 m por debajo del nivel mínimo esperado en
época de sequía, en corrientes grandes, ó 0.5 m por debajo del punto más profundo del lecho,
en corrientes pequeñas.
 El extremo superior del limnímetro debe quedar, al menos, 1.0 m por encima del nivel en la
máxima crecida posible.
 Tramos cortos de mira, de 0.5 m o 1.0 m, pueden quedar empotrados en el suelo, empleando
fundaciones en concreto, como se muestra en la Figura 9.10.
 Las miras verticales de un solo tramo se pueden anclar a muros, pilas de puentes o diques o
cualquiera otra estructura. En taludes inclinados conviene instalar tramos cortos de miras
verticales, o miras inclinadas. Véase la Figura 9.11.
 Todas las instalaciones se deben construir de tal forma que no obstruyan los perfiles
transversales de la corriente.

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FIGURA 9.10. Pequeños tramos de mira instalados sobre la planicie de inundación de una corriente natural.

FIGURA 9.11. Miras o limnímetros adosados a muros verticales e inclinados.

9.2.4.2 Limnígrafos. Son aparatos mecánicos que permiten obtener un registro continuo del nivel
del agua. Esencialmente, constan de un flotador incorporado a un tubo, a un pozo o a un sistema
neumático. El flotador registra el nivel de agua y está conectado a un sistema de relojería, el cual
está provisto de un tambor giratorio sobre el cual va colocada una hoja de papel; ésta presenta
graduaciones en unidades de tiempo sobre las abscisas, y alturas en las ordenadas. Sobre esta
hoja, una plantilla va registrando los niveles en función del tiempo. Véase la Figura 9.12.

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FIGURA 9.12. Limnígrafo Leupold & Stevens, modelo F. ( tomado de catálogo de la firma fabricante).

La plantilla va conectada al flotador, el cual le imprime un movimiento vertical; el movimiento


horizontal lo da el aparato de relojería, a medida que transcurre el tiempo. El resultado es una
gráfica de niveles en función del tiempo. Los limnígrafos tienen una autonomía que puede ir de 24
horas a 200 días. Se recomiendan limnígrafos con autonomía de una semana.

Estos registradores son de varios tipos, como los de eje vertical, de eje horizontal y los limnígrafos
de presión o neumáticos. Este último registra el nivel según la lámina de agua que actúa sobre él.
En general, se recomienda el limnígrafo de eje vertical, pues su instalación no es tan complicada y
es tan costosa como la de los demás limnígrafos.

Las condiciones de instalación de un limnígrafo, en general, son las mismas que para la instalación
de una mira; sin embargo, se pueden destacar algunos requisitos como son:
- El aparato debe quedar debidamente protegido, por medio de una caseta, contra daños, robos,
etc.
- El limnígrafo debe estar acompañado de una mira, para su control.
- La estructura de instalación no debe obstruir los cauces naturales y, además, no debe producir
perturbaciones en el flujo normal de la corriente.
- El tubo que alimenta el pozo del limnígrafo se debe proteger contra el ingreso de tierra, piedras y
otros objetos que obturen el paso del agua.
- El pozo se debe hacer de manera que un operador pueda accederlo en actividades de limpieza y
mantenimiento.

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Las instalaciones para el limnígrafo neumático se construyen para grandes variaciones del nivel, en
condiciones que hacen muy difícil o costosa cualquier otras instalación. Constan de una caseta para
albergar los instrumentos, y un tubo de conexión entre el registrador y la corriente fluvial, con un
extremo empotrado en un bloque de concreto, que descansa en el lecho del río, por debajo del nivel
mínimo de aguas.

9.2.4.3 Sondas. Son cintas flexibles, similares a las cintas métricas, dotadas en su extremo inferior
de un dispositivo de emisión-detección de alguna señal sonora o luminosa, que, sumergidas en un
cuerpo de agua, permiten medir su profundidad. Las ecosondas electrónicas emiten pulsaciones
hacia un sensor-receptor colocado en superficie, y reciben el eco después de transcurrido un tiempo
de ida y regreso. Las sondas luminosas están provistas de un sensor que, al tocar una superficie de
agua, enciende un aparato receptor e ilumina una lámpara, con lo cual se puede medir
instantáneamente el nivel del agua en pozos, tubos de observación y de perforación, y en cualquier
otro sistema de sondeo. El nivel de agua se mide directamente en la cinta, en m y cm, con una
precisión menor de 1 cm. Véase la Figura 9.13a.

9.2.4.4 Ecosondas. El principio de funcionamiento de la ecosonda es, básicamente, el mismo


principio del sonar, transmitir fuertes impulsos sonoros para, luego, captar y clasificar los ecos que
servirán para ubicar la situación del objeto que los produce. La diferencia consiste en que el sonar
mantiene la cara radiante (cristal) del transductor siempre en posición vertical fija, dirigida hacia el
fondo del mar; y el transductor de la ecosonda puede operar horizontal y lateralmente a voluntad.
Ver Figura 9.13b. Ref. [25].

9.2.4.5 Secciones de control artificiales. Como su nombre lo indica, consisten en una


adecuación de la sección natural del cauce, mediante un revestimiento del lecho en un tramo de
longitud conveniente, para hacer las mediciones pertinentes. Además del revestimiento, suele
hacerse un control hidráulico a través de un vertedero, o un estrechamiento de la sección, para
estrangular el flujo, o un umbral o escalón en el fondo del canal. Véase la Figura 9.14. Cualquier de
estos controles permite establecer una relación matemática entre el caudal de la corriente que fluye
y la profundidad de ésta, en la sección de control, de la misma manera como se explicó en el
capítulo sobre medidores de régimen crítico.

a) b)
FIGURA 9.13. a) Sondas luminosas marca A.OTT KEMPTEN; b) Ecosonda

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FIGURA 9.14. Secciones de control artificiales para aforar corrientes naturales.

9.2.4.6 Estructuras temporales para medición de caudales. Son obras hidráulicas de carácter
transitorio que se construyen en una sección de aforo, con el objeto de determinar el caudal, bien
sea por una relación matemática entre el caudal de la corriente y la profundidad del flujo, como es el
caso de la instalación de un vertedero de medida, o bien sea para aplicar el método volumétrico de
medición de caudales. Véanse las Figuras 9.15 y 9.18.

FIGURA 9.15. Instalación temporal para aforo volumétrico con vertedero.

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9.2.4.7 Puente hidrométrico. Es un puente de carácter temporal construido con fines hidrométricos,
o un viaducto permanente cuya superestructura se utiliza para realizar las operaciones de
sumersión del correntómetro y de las miras o limnímetros, y otros instrumentos hidrométricos. Véase
la Figura 9.16. Estos puentes pueden ser rígidos o colgantes, y se emplean particularmente en
corrientes profundas y de alta velocidad, en las cuales es imposible o bastante riesgoso el acceso
directo a la corriente.

9.2.4.8 Tarabita o canastilla. Es un andarivel o canastilla móvil que se desplaza sobre un cable,
similar a un teleférico, empleado para transportar una o dos personas, pasar sobre ríos u
hondonadas, y, particularmente, para realizar prácticas hidrométricas. Las tarabitas o teleféricos
pueden ser monofilares o bifilares, según la disponibilidad de recursos que se tenga. Véase la
Figura 9.17.

FIGURA 9.16. Puente hidrométrico colgante.

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FIGURA 9.17. Operación de tarabitas en actividades hidrométricas.

9.2.5 Aforos de corrientes naturales. El conocimiento de la variación del caudal que fluye por una
determinada sección de un cauce natural es de suma importancia en los estudios hidrológicos. De
acuerdo con la calidad y la cantidad de los registros de caudales necesarios en un estudio
hidrológico, las mediciones se pueden hacer de una manera continua o permanente, o de una
manera puntual o instantánea. Las mediciones continuas de caudales requieren de la instalación de
una estación medidora (limnimétrica) o de una estación registradora (limnigráfica). Las mediciones
aisladas, puntuales o instantáneas, se realizan en determinados momentos en que se desee
conocer la magnitud de una corriente en particular.

La mayoría de los métodos de aforo se basan en la siguiente ecuación de caudal:

Q  vA (9.4)

Solamente algunos pocos acuden a otras relaciones.

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A continuación, se describen sucintamente los métodos más utilizados en la determinación del


caudal en corrientes naturales de agua.

9.2.5.1 Aforo volumétrico. Se aplica generalmente en Laboratorios de Hidráulica, ya que sólo es


funcional para pequeños caudales; sin embargo, se puede implementar también en pequeñas
corrientes naturales de agua. Véanse las Figuras 9.15 y 9.18.

El aforo volumétrico consiste en medir el tiempo que gasta el agua en llenar un recipiente de
volumen conocido, para lo cual el caudal es fácilmente calculable con la siguiente ecuación:

Volumen v
Q   (9.5)
Tiempo t

9.2.5.2 Aforo con vertederos y canaletas. Se utilizan principalmente en la medición de caudales


en pequeñas corrientes, en canales artificiales y de laboratorio; su uso en corrientes naturales es
muy restringido. Su funcionamiento se estudia detalladamente en los capítulos 2 y 4,
respectivamente. Una instalación típica de un vertedero, para aforar corrientes naturales se muestra
en las Figuras 9.14 y 9.15.

FIGURA 9.18. Instalación para un aforo volumétrico.

9.2.5.3 Aforo con tubo de Pitot. Su mayor aplicación se encuentra en la medición de velocidades
en flujos a presión, es decir, flujos en tuberías. Sin embargo, también se utiliza en la medición de
velocidades en canales de laboratorio y en pequeñas corrientes naturales. El tubo de Pitot permite
medir la velocidad de la corriente a diferentes profundidades, por lo cual se puede conocer la
velocidad media en la sección, que, multiplicada por el área de ésta, produce el caudal de la
corriente. El principio de funcionamiento de este aparato se estudia en el curso de Mecánica de
Fluidos.

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9. HIDROMETRÍA Y AFORO DE CORRIENTES NATURALES

9.2.5.4 Aforo con trazadores fluorescentes o colorantes. El empleo de colorantes para medir la
velocidad del flujo en corrientes de agua es uno de los métodos más sencillos y de mayor éxito. Una
vez elegida la sección de aforo, en la que el flujo es prácticamente constante y uniforme, se agrega
el colorante en el extremo de aguas arriba y se mide el tiempo de llegada al extremo de aguas
abajo. Conocida la distancia entre los dos extremos de control, se puede dividir ésta por el tiempo
de viaje del colorante, obteniéndose así la velocidad superficial o sub-superficial de la corriente
líquida. La velocidad media del flujo se obtendrá dividiendo la distancia entre los dos extremos o
puntos de control, por el tiempo medio de viaje.

Si se inyecta un colorante de tipo brillante, como la eosina, y si se suspende horizontalmente una


lámina brillante, de longitud conocida, en un sitio aguas abajo de la inyección, es posible detectar
los instantes en que desaparece y aparece el colorante en los extremos de dicha lámina. La medida
del tiempo que transcurre entre los instantes de desaparición y aparición del colorante se puede
emplear como representativo del tiempo medio del flujo a lo largo de la lámina. La velocidad media
superficial del flujo se obtendrá dividiendo la longitud de la lámina por el tiempo medio del flujo.

Otros colorantes, común y eficazmente empleados como trazadores, son la fluoresceína, el rojo
congo, el permanganato de potasio, la rodamina B y el pontacyl rosa B brillante. Este último es
especialmente útil en estudios de dispersión de contaminantes en el agua.

En los últimos años se han logrado considerables mejoras en las técnicas de medición con
trazadores fluorescentes, especialmente con la rodamina B, rodamina WT, las sulforrodaminas B y
G, la uranina y el bromuro-82.

9.2.5.5 Aforo con trazadores químicos y radioactivos. Es un método muy apto para corrientes
turbulentas como las de montaña. Estos trazadores se utilizan de dos maneras: como aforadores
químicos, esto es, para determinar el caudal total de una corriente, y como medidores de velocidad
de flujo.

En los aforos químicos y radioactivos, se inyecta una tasa constante, q t , de la sustancia química,
radioactiva o trazador, de concentración conocida, Cti , a la corriente cuyo caudal, Q, desee
determinarse y cuya concentración de la sustancia, Ca , en la corriente, también se conoce. A una
distancia corriente abajo, suficientemente grande para asegurar que se han mezclado totalmente el
trazador y el agua, se toman muestras de ésta, y se determina la concentración de la sustancia
química o radioactiva, Ct. Véase la Figura 9.19.

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MANUAL DE PRÁCTICAS DE LABORATORIO DE HIDRÁULICA

FIGURA 9.19. Ilustración del procedimiento de inyección y muestreo en un aforo con trazador.

El caudal de la corriente se puede determinar, entonces, empleando la siguiente ecuación:

Qt Ct i  Ct 
Q  (9.6)
Ct  Ca

En su empleo como medidores de velocidad, los trazadores químicos y radioactivos se inyectan


aguas arriba del primer punto de control de la corriente. Se calcula el tiempo de paso del prisma de
agua que contiene el trazador entre dicho punto de control y otro situado aguas abajo a una
distancia previamente determinada. El cociente entre esta distancia y el tiempo de paso es la
velocidad media de la corriente.

Cuando se emplea la sal común (NaCl) como trazador químico, se mide el tiempo de paso entre los
dos puntos de control, utilizando electrodos conectados a un amperímetro, esto es, un
conductivímetro. Este método de medición es posible debido a que la sal inyectada aumenta la
concentración de sólidos disueltos y, por lo tanto, la conductividad del agua.

Un compuesto químico comúnmente empleado como trazador es la mezcla de 2 g de Anhídrido


Tálico con 0.125 g de Difenil-Carbazida y 50 cm3 de alcohol de 98º. También, se utilizan el clorato
sódico, la fluoreína y el bicromato de sodio.

Los trazadores radioactivos más usuales son: el Tritio (T, isótopo del Hidrógeno, con tres protones)
como THO, 51Cr en la forma del complejo EDTA, el 82 Br como ión Br- y el 131I como ión I-. Los
isótopos 99Tc y 198Au, del Tecnecio y del Oro, respectivamente, también son trazadores empleados
en hidrometría.

El Indio, en la forma del complejo In-EDTA, y el bromuro, como NH4Br, son trazadores activables
también empleados en estudios de aguas.

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9. HIDROMETRÍA Y AFORO DE CORRIENTES NATURALES

Las sustancias químicas o radioactivas empleadas para medición de caudales deben reunir las
siguientes condiciones:
- Deben mezclarse fácil y homogéneamente con el agua, para lo cual se requiere de una fuerte
turbulencia en el trayecto comprendido desde donde se inyecta la sustancia al cauce, hasta
donde se recogen las muestras.
- Debe ser barato, soluble en agua, inocuo, no corrosivo, ni tóxico.
- Debe ser fácilmente detectable en el agua, aún en concentraciones pequeñas.
- Debe estar ausente o presente en pequeñas cantidades en la corriente natural de agua.
- Debe ser conservativo, es decir, no degradable, ni reactivo, entre el momento de la inyección y el
momento del análisis final de las muestras.
- Debe ser fotoestable, es decir, no decolorable, ni reactivo ante la acción de la luz.

Vale la pena resaltar que los aforos con isótopos radioctivos son demasiados costosos, ya que
requieren de equipos y personal altamente especializados.

9.2.5.6 Aforo con flotadores. Los aforos con flotadores son los más sencillos de realizar, pero
también son los más imprecisos; por lo tanto, su uso queda limitado a situaciones donde no se
requiere mayor precisión. Con este método se pretende conocer la velocidad media en la sección,
para ser multiplicada por el área, y conocer el caudal, de acuerdo con la siguiente ecuación:

Q  velocidadárea (9.7)

Para la ejecución del aforo se procede de la siguiente forma (véase la Figura 9.20): Se toma un
trecho de la corriente, de longitud L; se mide el área A, de la sección, y se lanza un cuerpo que flote,
aguas arriba del primer punto de control, y al paso del cuerpo por dicho punto se inicia la toma del
tiempo que dura el viaje hasta el punto de control, corriente abajo.

FIGURA 9.20. Esquema ilustrativo para el aforo con flotador.

La velocidad superficial de la corriente, vs, se toma igual a la velocidad del cuerpo flotante, y se
calcula mediante la relación entre el espacio recorrido L, y el tiempo de viaje, t.

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MANUAL DE PRÁCTICAS DE LABORATORIO DE HIDRÁULICA

L
vs  (9.8)
t

Se considera que la velocidad media de la corriente, v m , es del orden de 0.75 vs a 0.9 vs , donde el
valor mayor se aplica a las corrientes de agua más profundas y rápidas (con velocidades mayores
de 2 m/s). Habitualmente, se usa la siguiente ecuación para estimar la velocidad media de la
corriente:

vm  0.85 v s (9.9)

Si se divide el área de la sección transversal del flujo en varias secciones, de área A i, para las
cuales se miden velocidades superficiales, vsi, y se calculan velocidades medias, vmi, el caudal total
se podrá determinar como la sumatoria de los caudales parciales q i, de la siguiente manera:
n
Q  q
i 1
i  v m1 A 1  v m2 A 2   v m n A n (9.10)

Se pueden obtener resultados algo más precisos por medio de flotadores lastrados, de sumersión
ajustable, como el que se muestra en la Figura 9.20. Estos flotadores consisten en un tubo delgado
de aluminio, de longitud Lf l , cerrado en ambos extremos y con un lastre en su extremo inferior, para
que pueda flotar en una posición próxima a la vertical, de tal manera que se sumerjan hasta una
profundidad de aproximadamente 25 a 30 cm sobre el fondo, y emerjan unos 5 a 10 cm.

La velocidad observada del flotador sumergido, vf, permite la determinación de la velocidad media
de la corriente, vm, a lo largo de su curso, por la siguiente fórmula experimental, Ref. [1]:

 Lf l 
v m  v f l  0.9  0.116 1   (9.11)
 y 
 

donde y es la profundidad de la corriente de agua.

9.2.5.7 Aforo con molinete o correntómetro. El principio de la medición de velocidad con


molinete es el siguiente: Supóngase un molinete puesto en un punto de una corriente que tiene una
velocidad v. La longitud s es el recorrido de una partícula fluida moviéndose a lo largo del contorno
completo de la línea que determina una vuelta de la hélice, es decir, recorriendo una vuelta
completa de la hélice. La situación es análoga al suponer quieta el agua y el molinete
desplazándose a través de ésta con velocidad v. Para un desplazamiento s, la hélice también dará
una vuelta.

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9. HIDROMETRÍA Y AFORO DE CORRIENTES NATURALES

Para un movimiento uniforme,


s
v  (9.12 )
t

El espacio, s, recorrido por la hélice, o por la partícula líquida a través de ésta, se representa por el
número de rotaciones, N, que da el molinete en t segundos.

Luego,
N
v  (9.13 )
t

Como existen fricciones en las partes mecánicas del aparato, es necesario introducir un coeficiente
de corrección, b.

Entonces,

N
v  b (9.14 )
t

y haciendo n = N/t, la frecuencia de giro, se tiene:

v  bn (9.15 )

Como la sensibilidad del aparato se hace sentir a partir de determinada velocidad mínima, a, que, en
general, es del orden de 1.0 cm/s, por debajo de la cual el aparato no se mueve, la ecuación del
aparato se transforma en:

v  a  bn (9.16)

Ecuación ésta que corresponde a una línea recta. Los aparatos vienen con su respectiva ecuación
de calibración, dependiendo del tipo de molinete y de la casa productora, o traen tabuladas las
velocidades en función del número de revoluciones por minuto.
Por ejemplo, para el correntómetro Price’s Electric Currentmeter No. 17110B Serial No. 101-A, la
ecuación de calibración para la velocidad, en m/s, es:

v  0.019  0.702 n (9.17)

9.2.6 Métodos de aforo de corrientes con molinete. A continuación se presentan los métodos de
aforo con correntómetro más usuales, para la determinación de la velocidad media del flujo en la
vertical de aforo, unos más laboriosos que otros, dependiendo del grado de exactitud que se desee
para tal propósito.

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9.2.6.1 Método de la curva de distribución de velocidades. También es conocido como el


método de la medición completa, y consiste en medir las velocidades en, por lo menos, 10 puntos
de la vertical, situados entre la superficie y el fondo. Con las mediciones realizadas se dibuja a
escala la curva correspondiente de velocidad vs. profundidad. Luego, con planímetro o con
cualquier otro método, se mide el área bajo la curva, y el resultado se divide por el valor de la
profundidad de la vertical de aforo, con lo cual se obtiene la velocidad media en la misma.

Con este método se logra bastante exactitud, pero se requiere gran cantidad de trabajo, por lo cual
se emplea sólo como método de verificación y comparación, o en secciones caracterizadas por
irregularidades del flujo que no permiten aplicar otros métodos más simplificados.

9.2.6.2 Método de los cinco puntos. Consiste en medir la velocidad del flujo en la superficie, en
un punto cercano al fondo y en tres puntos intermedios, situados a 0.2, 0.6 y 0.8 veces la
profundidad, h, de la vertical de aforo, medidos desde la superficie libre. La velocidad media del flujo
se obtiene, con buena aproximación, a partir de la siguiente ecuación:

v s  3 v 0.2  2 v 0.6  3 v 0.8  v f


vm  (9.18)
10

donde,
vs : velocidad superficial
v0.2 : velocidad a 0.2 h
v0.6 : velocidad a 0.6 h
v0.8 : velocidad a 0.8 h
vf : velocidad sobre el lecho o velocidad en el fondo.

9.2.6.3 Método 0.2 - 0.8. Es el método más utilizado, debido a la rapidez de ejecución que
presenta. Se toman medidas de velocidad en dos puntos de la vertical: a 0.2 h y 0.8 h de
profundidad, y la velocidad media en la vertical viene dada por:

v 0.2  v 0.8
vm  (9.19)
2

Este método está fundamentado en el hecho de que, si se suponen las velocidades distribuidas a lo
largo de un arco de parábola, la velocidad media es el promedio de las abscisas 0.2114 h y 0.7886
h, las cuales son prácticamente 0.2h y 0.8h, medidas desde la superficie.

Se acepta un error del 5 % con este método, en relación con otros de mayor exactitud.

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9. HIDROMETRÍA Y AFORO DE CORRIENTES NATURALES

9.2.6.4 Método 0.6. En este caso solamente se realiza una medición de velocidad, a 0.6 h
medidos desde la superficie libre. Esta velocidad se considera ser la velocidad media en la vertical,
suponiendo que la distribución de velocidades corresponde a un arco de parábola, en cuyo caso la
abscisa media se encuentra entre 0.58 h y 0.62 h, bajo la superficie.
Este método, obviamente, no es muy exacto, por lo cual sólo se recomienda en aquellos casos que
no requieran mayor rigor en la determinación del caudal, y en corrientes de poca profundidad que
hacen impracticable la aplicación del método anterior, como quiera que la hélice del molinete podría
tocar el fondo del lecho, cuando se le coloque a 0.8 h.

9.2.6.5 Método 0.2- 0.6 - 0.8. Combina los dos procedimientos anteriores y es, lógicamente, más
exacto que los mismos, y se aplica cuando se duda de las velocidades medidas a 0.2 h y a 0.8 h.
La velocidad media se obtiene empleando la siguiente ecuación:
v 0.2  v 0.6  v 0.8
vm  (9.20)
3
En casos en que la velocidad puntual v0.8 resulte insegura, como consecuencia de la turbulencia
producida por las irregularidades del lecho, la velocidad media se calcula promediando las tres
velocidades anteriores, pero ponderando doblemente la velocidad v 0.6; esto es:
v 0.2  2 v 0.6  v 0.8
vm  (9.21)
4

Los norteamericanos usan, muy a menudo, la siguiente fórmula:


v 0.2  3 v 0.6  v 0.8
vm  (9.22)
5

9.2.6.6 Método de la medición sub-superficial. Este método se aplica en estaciones de aforo


que ya han sido estudiadas hidrométricamente, y consiste en medir la velocidad en un punto por
debajo de la superficie del agua, situado aproximadamente a 0.2 h, para estimar la velocidad media
en la vertical, a través de correlaciones entre las velocidades v 0.2 y las velocidades promedias,
determinadas por mediciones más completas en aforos anteriores.

Este procedimiento simplifica los aforos en secciones ya trabajadas, en eventos de avenidas o


cuando no se puedan efectuar aforos más detallados.

9.2.6.7 Método de la medición superficial. Este método es similar al anterior y se aplica sólo
durante crecidas que llevan mucho material flotante, lo cual pondría en peligro el molinete. Consiste
en medir la velocidad superficial del flujo, para obtener la velocidad media a partir de correlaciones
entre ésta y la velocidad superficial, obtenidas a través de mediciones en, por lo menos, cinco
puntos de la vertical, incluyendo, entre éstos, la medición superficial.

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9.2.6.8 Método de la integración en profundidad. Consiste en obtener la velocidad media del


flujo en una vertical, a través del desplazamiento continuo del correntómetro entre la superficie y el
fondo, contabilizando el tiempo t, empleado en dicho desplazamiento, y el número N de
revoluciones dadas por la hélice del molinete en ese tiempo. El número de revoluciones por
segundo, n = N/t, se reemplaza en la ecuación de calibración correspondiente a la hélice empleada,
determinándose así la velocidad media del flujo en la vertical.

Este método encuentra mayor aplicación en ríos grandes, con pendientes y velocidades bajas,
reduciéndose ostensiblemente la duración total del aforo, y obteniendo resultados satisfactorios.

9.2.6.9 Método de Cunningham. Este autor propone la siguiente fórmula simplificada, para
calcular la velocidad media en la vertical:

vs  3v2 3
vm  (9.23)
4

donde,
vs : velocidad superficial de la corriente
v2/3 : velocidad a los 2/3 de la profundidad h, en la vertical.

9.2.7 Curva de calibración de una sección de aforo. Como se vio en los párrafos anteriores, las
estaciones fluviométricas registran los niveles de agua, y los aforos permiten conocer el campo de
velocidades y el caudal del flujo en la sección de aforo. Sin embargo, ninguno de estos métodos
permite conocer en forma continua el caudal de la corriente, es decir, su variación con el tiempo.

Por esta razón, se recurre a establecer una relación empírica entre los niveles H y los caudales Q,
es decir, que, para conocer los caudales, se necesita establecer una ecuación matemática para la
relación Q = f(H).

Si se conoce esta función, se puede pasar del registro de niveles al de caudal. La gráfica de esta
función recibe los nombres de curva de gasto, curva de descarga, curva de caudales, curva de
patronamiento, curva de calibración, etc., para la sección considerada, y tiene la forma presentada
en la Figura 9.21.

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9. HIDROMETRÍA Y AFORO DE CORRIENTES NATURALES

H
(m)

Q (m3/s)
FIGURA 9.21. Curva de calibración Q vs. H, típica en corrientes naturales.

En ríos de morfología constante o poco variable, en que la pendiente de la línea de agua es


aproximadamente la misma en épocas de creciente y de estiaje (o sequía), la relación nivel-caudal,
resulta unívoca y estable, permitiendo la definición de una curva de descarga única. Teóricamente,
muy pocos ríos llenan este requisito; sin embargo, en la mayoría de los casos son despreciables la
influencia y las variaciones de la pendiente de la línea de agua y es posible aceptar como unívoca y
permanente la relación nivel-caudal de un gran número de estaciones hidrométricas.

Las curvas de descarga exigen en general, para su definición, una serie de medidas de caudal,
abarcando distintos niveles de agua, más o menos distribuidos entre los estiajes y las crecidas.
Cuanto mayor sea el número de mediciones, mayores serán los resultados de definición de la
curva. Se considera como mínimo razonable el de una decena de mediciones de caudal. Cada
medición de caudal debe referenciarse al respectivo nivel que tenía el río en el momento de la
medición.

Los pares de valores nivel-caudal se grafican en un sistema cartesiano, en el cual el eje de las
abscisas represente el caudal, y el de las ordenadas mida el nivel dado por el limnímetro. Los
datos se pueden ajustar a una ley matemática por el método de regresión de potencia, o se recurre
a un método gráfico de ajuste.

Dado que la geometría de la sección transversal de una corriente natural puede variar
estacionalmente, la curva de calibración de toda sección de aforo debe actualizarse con cierta
frecuencia.

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9.2.8 Recomendaciones generales para el aforo de corrientes naturales. Estrictamente


hablando, la corriente debe ser permanente durante el tiempo que dura el aforo; sin embargo, esta
condición en muchos casos es difícil de conseguir, principalmente cuando se aforan crecidas.

En aforos simplificados, los puntos de medición de velocidad deben tomarse a las profundidades
0.2 h, 0.6 h y 0.8 h, a partir de la superficie. Cuando se requiera gran precisión, el número de puntos
de aforo dependerá de la profundidad total, h, así:
3 ó 4 puntos, si h  1.0 m
4 a 7 puntos, si 1 < h  7 m
10 puntos, si h > 7 m
También se puede adoptar la siguiente regla:
- Para profundidades de 0.0 m a 1.0 m, se requieren tres tomas de velocidad.
- Para profundidades de 1.0 m a 3.0 m, se requieren cuatro tomas de velocidad.
- Para profundidades de 3.0 m a 5.0 m, se requieren cinco tomas de velocidad.
Para profundidades mayores de 5.0 m, se harán tomas de velocidad de metro en metro, hasta los
10 m de profundidad, y de 1.5 m en 1.5 m, para profundidades superiores a 10 m.

La toma de velocidad, en gran número de puntos, para determinar la distribución completa de


velocidades, resulta sumamente larga y laboriosa, por lo cual, si el régimen no es rigurosamente
permanente, la demora en el aforo puede introducir error apreciable en la medición.

Los grupos encargados de las mediciones deberán disponer del siguiente equipo:

- Carreteles con cables de acero, de diámetro y longitudes suficientes y compatibles con el ancho
del río, debidamente marcados de metro en metro; ganchos para fijación de canoas; molinetes
con todos sus aditamentos; cronómetros; sondas para determinación de profundidades; miras;
bases especiales para anclar el molinete, cuando se trata de aforar corrientes pequeñas;
plantillas; etc.

En los aforos de ríos hasta de 100 m de ancho, se usarán dos cables transversales a la corriente,
uno para medir el ancho de la sección, y el otro para amarrar la canoa y evitar su desplazamiento
longitudinal que originaria incorrecciones en la determinación de la sección (véase la Figura 9.8).
Para ríos más anchos se usará un solo cable que cumpla las dos funciones. Cuando el ancho del río
supera los 400 m, se usan métodos más complejos, como barcos especiales.

Cuando la corriente es poco profunda, el molinete se amarra a una barra clavada en el fondo del
cauce, de manera que aquél se pueda desplazar, a discreción, a todo lo largo de la profundidad. El
molinete se debe mantener orientado perpendicular a la sección, y con la hélice enfrentando la
corriente. La barra debe mantenerse en posición vertical. Este aforo se puede hacer vadeando la
sección, a pie o a caballo, cuidando de que las extremidades no formen perturbaciones cerca del
molinete.

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9. HIDROMETRÍA Y AFORO DE CORRIENTES NATURALES

Cuando, debido a una gran profundidad, no se pueda usar una barra, el molinete se suspende de
un cable graduado y debidamente lastrado, para evitar que sea arrastrado y se mantenga en
posición vertical. En este caso, es necesario operar el correntómetro desde una lancha, un puente,
un teleférico o una tarabita, como se indica en las Figuras 9.8 y 9.17.

Para la toma de velocidades, el espaciamiento de las verticales debe obedecer a algunas


indicaciones, puesto que, con base en estas verticales, se determina la sección. Se recomienda que
entre vertical y vertical no debe escurrir más del 10 % del caudal total. Evidentemente, cuanto más
cerca entre sí estén las verticales, el campo de velocidades quedará mejor explorado.

Algunos autores proponen la siguiente tabla para definir el número de verticales, en función del
ancho del río.

TABLA 9.1 Espaciamiento entre verticales de aforo en función del ancho de la corriente.

Espaciamiento entre
Ancho de la corriente
verticales
Menor de 3 m 0.2 m
3-5m 0.3 m
5 - 10 m 0.5 m
10 - 20 m 1.0 m
20 - 30 m 2.0 m
30 - 50 m 3.0 m
50 - 100 m 5.0 m
Mayor de 100 m 10.0 m

Cerca a las márgenes se observarán distancias menores.

De todas formas, en la práctica, el espaciamiento dependerá de muchos factores, por lo cual será
importante la experiencia y habilidad del técnico.

9.2.9 Recomendaciones para el establecimiento de una estación fluviométrica. Para la


instalación de una estación fluviométrica, se deben llenar algunos requisitos mínimos, tales como:
- El trecho del curso de agua debe presentar condiciones alti-planimétricas regulares, es decir, una
variación continua en el perfil transversal, paralelismo entre las márgenes con desarrollo
rectilíneo, y regularidad en el perfil longitudinal. Con ello se asegura un escurrimiento tranquilo y
uniforme, exento de arremolinamiento, y una sección transversal adecuada para las mediciones
del caudal.
- La escala y los aparatos deben instalarse en un sitio donde haya una persona habilitada para
ejecutar las lecturas o mantener los equipos.

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- El sitio debe estar protegido contra daños que, posiblemente, causen embarcaciones o cuerpos
flotantes en época de crecidas.
- Debe haber accesibilidad para permitir la lectura en cualquier condición de nivel de agua.
- La escala debe permitir las lecturas de los niveles extremos previstos, es decir, los niveles
máximo y mínimo de la superficie de agua.
- El trecho longitudinal debe tener aproximadamente cinco veces el ancho.
- La mira se debe referenciar a un B.M. que no corra el peligro de desaparecer por cualquier
circunstancia.

9.3 PROCEDIMIENTO PARA LA PRÁCTICA HIDROMÉTRICA

9.3.1 Descripción de la práctica. El siguiente procedimiento está orientado hacia un aforo


realizable con correntómetro.

Una vez seleccionada la estación de aforo que satisfaga las condiciones expresadas en el numeral
9.2.3, se procede a hacer un levantamiento altimétrico de la sección transversal del cauce, para ello,
se parte de un B.M. conocido u otro punto de referencia, situados en una orilla, y se levanta, lo más
representativo posible, el perfil de la sección transversal, hasta llegar a la orilla opuesta. Este
levantamiento se hará con equipo de topografía o, en su defecto, con cintas métricas y miras, y
permitirá obtener un conjunto de pares ordenados (abscisa o distancia horizontal desde el punto de
referencia, cota o nivel del punto en el fondo del cauce), como se muestra en la Figura 9.22

FIGURA 9.22. Levantamiento altimétrico de la sección transversal del cauce de una corriente natural.

El punto de referencia puede ser la base del tronco de un árbol, el paramento de una construcción
cercana, un mojón, un cercado, etc. Es preferible, aunque no estrictamente necesario, que dicho
punto de referencia sea permanente, de fácil acceso y cercano, para facilitar restituciones y
ulteriores levantamientos.

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9. HIDROMETRÍA Y AFORO DE CORRIENTES NATURALES

El siguiente es un procedimiento secuencial para determinar el caudal de una corriente natural,


como la suma de los caudales parciales que fluyen por las respectivas subsecciones (o subáreas),
en las cuales se puede dividir el área total de la sección transversal del canal:

9.3.1.1. Extender, de orilla a orilla y horizontalmente, una cuerda o cinta, atando sus respectivos
extremos a un tronco o una estaca clavada en el suelo, y situados en cada una de las orillas del
cauce. Esta cuerda o cinta servirá para demarcar en ella puntos sobre los cuales se bajarán
verticales virtuales de aforo, a través de toda la sección transversal del cauce.

9.3.1.2. Medir el ancho superficial, T, del área mojada, A, de la sección transversal del cauce.
Véase la Figura 9.22.

9.3.1.3. Dividir el ancho superficial en 12 segmentos, como mínimo, para garantizar que, por cada
franja o sub-área, en que se dividirá el área de la sección transversal, no fluya más del 10 % del
caudal total que se desea medir.

9.3.1.4. Enumerar consecutivamente las líneas verticales de aforo, empezando por un extremo de
la superficie de agua, y terminando en el extremo opuesto de la misma. Véase la Figura 9.22.

9.3.1.5. Medir la profundidad del flujo, hi , en cada una de las verticales de aforo, como se indica en
la misma figura.

9.3.1.6. Calcular las profundidades de aforo 0.2 hi, 0.6 hi y 0.8 hi, en cada una de las verticales de
aforo. En estas profundidades, medidas desde la superficie libre, se colocará el eje del molinete
para medir las correspondientes velocidades.

9.3.1.7. Situar el correntómetro en las posiciones calculadas en el paso anterior, poner en


funcionamiento, simultáneamente, el cronómetro y el contador de revoluciones, y medir el número
de vueltas, N, dadas por la hélice en un tiempo preestablecido (t = 50s, por ejemplo). Esto se hará
iniciando en una de las orillas y pasando consecutivamente por todas las verticales predefinidas,
hasta alcanzar la orilla opuesta.

9.3.1.8. Calcular la frecuencia de giro, n, de la hélice empleada, correspondiente a cada


profundidad de aforo, en todas y cada una de las verticales de medida.

9.3.1.9. Calcular las velocidades del flujo, vs, v0.2 , v0.6 , v0.8 y vf , en cada vertical de aforo,
empleando la ecuación de calibración correspondiente a la hélice empleada. De acuerdo con el
método empleado, se podrán emplear o no las velocidades en la superficie, vs , y en el fondo, vf .

9.3.1.10. Calcular el valor de la velocidad media del flujo, vm , en cada una de las verticales de
aforo, empleando uno de los métodos propuestos en el numeral 9.2.6.

9.3.1.11. Calcular el área de influencia, Ai , de cada una de las sub-secciones en que se ha


dividido el área mojada, correspondientes a las velocidades medias obtenidas en el paso anterior.
Existen dos maneras de calcular estas áreas de influencia, y son:

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i) el área limitada por dos verticales de aforo consecutivas, i e i+1, el fondo y la superficie de agua,
cuya velocidad promedio del flujo, vm , será el promedio aritmético de las velocidades vmi y vmi+1,
correspondientes a dichas verticales. Véase la Figura 9.23.

ii) el área definida por el fondo, la superficie de agua y dos verticales hipotéticas, bajadas éstas por
los puntos medios entre dos verticales de aforo consecutivas, es decir, entre las verticales i - 1
e i , y entre las verticales i e i + 1. La velocidad media para esta sub-sección será la
correspondiente a la vertical iésima, vi. Véase la Figura 9.23.

FIGURA 9.23. Definición de áreas parciales en la sección de aforo.

9.3.1.12. Efectuar los cálculos de los caudales parciales, q i , correspondientes a las sub-secciones
en las cuales se dividió el área total de la sección transversal, aplicando la ecuación de continuidad,
así:
qi  v mi A i (9.24)

9.3.1.13. Calcular el caudal total de la corriente, como la sumatoria de los caudales parciales, q i,
obtenidos en el paso anterior, así:
k
Q  q
i 1
i (9.25)

9.3.2 Registro de datos en la planilla de aforo. Previo a las actividades de medición, se debe
hacer un encabezamiento de la planilla de aforo, con la siguiente información (véase la Tabla 9.2):
nombre de la corriente (río o quebrada), nombre de la cuenca, nombre de la estación hidrométrica,
fecha y hora de iniciación del aforo, fecha y hora de finalización del aforo, niveles inicial y final de la
corriente, datos del molinete (número de la hélice y ecuación de calibración para la velocidad),
método de aforo empleado (ejemplo: método 0.2h - 0.8h) y el número ordinal del aforo desde la
última calibración del correntómetro.

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9. HIDROMETRÍA Y AFORO DE CORRIENTES NATURALES

TABLA 9.2 Ejemplo de llenado de una planilla de aforo de una corriente natural. Tomado de Ref. [2]

Río: Sinú Cuenca: Río Sinú Molinete No.: 5833 Tipo Price
Estación: Montería Hélice No.: 5
Fecha: 24/sept./1969 Hora inicial: 14:30 ; Final: 20:30 Ecuación de calibración: v = 0.019 + 0.702n
Nivel incial: 363 cm Nivel Final: 360 cm. Número ordinal del aforo desde la última calibración:
Velocidad Media: 1.17 m/s Ancho: 105 m
Area sección: 523 m2 Caudal: 597.85 m3/s Método de aforo: v0.2 - v0.8
Distancias Caudales
desde PR Profundidades Revoluciones Velocidades Areas Parciales Parciales
Orilla Izq.
(m) (m) (m/s) PM AP SP
PT PA N t n = N/t VP VMV VM (m) (m) (m2) (m3/s)

16 0 0 0
0.16 1.15 3.0 3.45 0.55
19 2.31 0.46 20 56 0.357 0.26 0.24
1.84 15 53 0.283 0.21 0.54 3.63 6.0 21.78 11.76
25 4.94 0.99 70 51 1.373 0.99 0.83
3.96 50 53 0.943 0.68 0.90 5.20 6.0 31.20 28.08
31 5.47 1.10 75 50 1.500 1.08 0.98
4.40 65 53 1.226 0.88 1.09 5.66 6.0 33.96 37.02
37 5.86 1.17 100 51 1.961 1.41 1.20
4.68 70 51 1.372 0.99 1.14 5.90 6.0 35.40 40.36
43 5.93 1.19 85 50 1.700 1.22 1.08
4.76 70 53 1.321 0.95 1.18 5.78 6.0 34.68 40.92
49 5.62 1.12 100 50 2.000 1.44 1.27
4.50 80 52 1.538 1.10 1.24 5.78 6.0 34.68 43.00
55 5.93 1.18 105 52 2.019 414 1.20
4.72 70 53 1.321 0.95 1.22 5.65 6.0 33.90 41.36
61 5.37 1.07 110 52 2.115 1.52 1.23
4.28 70 53 1.321 0.95 1.19 5.45 6.0 32.70 38.91
67 5.52 1.10 110 51 2.157 1.55 1.15
4.40 55 53 1.038 0.75 1.24 5.50 6.0 33.00 40.92
73 5.49 1.10 115 50 2.300 1.65 1.33
4.40 75 53 1.415 1.02 1.36 5.26 6.0 31.56 42.92
79 5.03 1.01 115 50 2.300 1.65 1.40
4.04 80 50 1.600 1.15 1.45 4.96 6.0 29.76 43.15
85 4.90 0.98 125 50 2.500 1.79 1.50
3.92 85 50 1.700 1.22 1.46 4.98 6.0 29.88 43.62
91 5.05 1.01 115 50 2.300 1.65 1.43
4.04 85 50 1.700 1.22 1.42 5.20 6.0 31.20 44.30
97 5.34 1.07 115 50 2.300 1.65 1.40
4.28 80 50 1.600 1.15 1.36 5.30 6.0 31.80 43.25
103 5.27 1.05 105 56 1.875 1.35 1.32
4.20 90 50 1.800 1.29 1.18 5.16 6.0 30.96 36.53
109 5.06 1.01 75 51 1.471 1.06 1.04
4.04 70 50 1.400 1.01 0.73 4.84 6.0 29.04 21.20
115 4.64 0.81 40 51 0.784 0.57 0.42
3.24 20 53 0.377 0.27
121 0 0
Observaciones especiales Total 508.95 597.85
Operadores: J. Flórez - C. Soto Calculado por: J. Flórez
Revisado por: W. Klohn
PR : Punto Fijo de Referencia t : Tiempo de medición VM : Velocidad Media
PT : Profundidad Total n : Revoluciones por segundo PM : Profundidad Media
PA : Profundidad de Aforo VP: Velocidad Puntual AP : Ancho Parcial
N : Número de Revoluciones VMV: Velocidad Media en la vertical SP : Sección Parcial

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MANUAL DE PRÁCTICAS DE LABORATORIO DE HIDRÁULICA

A continuación, se explica el significado de cada una de las columnas de la Tabla 9.2:

Col. 1: Distancias desde un B.M. (Bench Mark) o un punto de referencia, P.R. Se anotará la orilla
en la que está el B.M. o el P.R. Se anotarán también las distancias desde el P.R. hasta cada una de
las verticales, sobre las cuales se medirán las velocidades. Las orillas izquierda y derecha se
definen en el sentido corriente abajo.

Col. 2: En la columna P.T. (profundidad total) se anotará la profundidad total de la vertical


correspondiente.

Col. 3: En la columna P.A. (profundidad de aforo) se anotarán las profundidades en que se mide la
velocidad del flujo.

Col. 4: En la columna N se registra el número de revoluciones que da la hélice del molinete, en el


intervalo de tiempo que se haya elegido, el cual no debe ser inferior a 30 segundos.

Col. 5: En la columna t se anotará el tiempo, en minutos o segundos, que haya durado la medición;
por lo general, es constante para todas las mediciones (50 ó 60 segundos).

Col. 6: En la columna n se coloca el valor de la relación N/t.

Col. 7: En la columna V.P. se anotará la velocidad del flujo en cada punto. Esta velocidad se puede
calcular después del aforo, empleando la ecuación de calibración del molinete.

Col. 8: En la columna distinguida por las iniciales VMV ( velocidad media en la vertical) se anotará
el promedio de las velocidades en los diferentes puntos de una misma vertical, según el método
empleado.

Col. 9: En la columna VM se registra la velocidad media en cada subsección, así:


2
 Para las subsecciones próximas a las orillas se toma como vmedia correspondiente a la vertical
3
más próxima a la orilla.
 Para las restantes verticales se toma el promedio de las velocidades medias, medidas en dos
verticales consecutivas.

Col. 10: En la columna PM (profundidad media de la subsección) se anota el promedio de las


profundidades totales de las dos verticales que delimitan la subsección.

Col. 11: En la columna AP (ancho de la sección parcial) se anota la diferencia de las distancias
medidas desde el punto de referencia hasta las correspondientes verticales que delimitan la
subsección.

Para las subsecciones adyacentes a las orillas, este valor será igual a la mitad de la profundidad
total de la vertical más próxima a la orilla correspondiente.

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9. HIDROMETRÍA Y AFORO DE CORRIENTES NATURALES

Col. 12: En la columna SP (área parcial de la sub-sección) se registra el producto del ancho de la
sección parcial por la profundidad calculada en la columna 10.

Col. 13: En la columna de Caudales Parciales se anota el producto de la velocidad media, VM, de
la subsección, calculada en la columna 9, por el área parcial, calculada en la columna 12.

Realmente, durante el aforo se llena la planilla hasta la columna 5; las columnas restantes se
pueden calcular y llenar posteriormente.

Es necesario totalizar las columnas de área parcial y caudal parcial, para hallar los valores totales
de área y caudal, y poder calcular la velocidad media en la sección, así:
Q total
vm  (9.26)
A total

9.4 CUESTIONARIO

9.4.1 Con los datos obtenidos en la práctica de campo, calcule la velocidad media para la sección
transversal de la corriente.

9.4.2 Con las velocidades medias correspondientes a las subáreas y con los valores calculados de
éstas, calcúlense los coeficientes de Coriolis, , y de Boussinesq, , para la sección de aforo.

9.4.3 Dibuje el perfil de velocidades correspondiente a una vertical de aforo intermedia, a partir de
la aplicación del método de la curva de distribución de velocidades, descrito en el numeral 9.2.6.1.

9.4.4 Verifique la profundidad para la cual es máxima la velocidad del flujo, en una vertical
cualquiera.

9.4.5 Calcúlese la velocidad media del flujo para la vertical de aforo del numeral 9.4.3, y obtenga
una relación entre ésta y la velocidad superficial de la corriente.

9.4.6 Para una vertical de aforo cualquiera, determine el coeficiente de rugosidad, de Manning,
empleando la siguiente ecuación, Tomada de Ref. [4]:

 v 0.2 
  1 y 1 6
n   v 0.8  (9.27)
v 
6.78  0.2  0.95 
 v 0.8 

Nota 1: Esta ecuación es válida para canales muy anchos con distribución de velocidades
logarítmica, en los cuales RH  y, con y en pie y n adimensional.

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MANUAL DE PRÁCTICAS DE LABORATORIO DE HIDRÁULICA

Nota 2: La ecuación (9.27) también se puede emplear en corrientes naturales, haciendo y igual a
la profundidad media del flujo.

9.4.7 Para las restantes verticales de aforo, repita el ejercicio anterior y obtenga un valor promedio
del coeficiente de Manning, para la sección de aforo.

9.4.8 Efectúe tres mediciones de velocidad superficial con flotador, obtenga un valor promedio de
ésta y compárelo con la velocidad superficial medida con el correntómetro, y con el valor de la
velocidad media del flujo correspondiente a la sección completa.

9.4.9 Calcule el error relativo total en la medición del caudal de la corriente natural elegida para la
realización de esta práctica.

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