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Que Cristo Quiere Cambiar en tu Vida

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INDICE
Agradecimientos………………………………………………………………………… 2
Prólogo…………………………………………………………………………………… 3
Capítulo 1: BULLING, una cuestión de piel…………………………….……………. 4
Capítulo 2: Bla-Bla-Bla…….…………………………………………….……………… 10
Capítulo 3: Más verde que Hulk……………………………………………………….. 17
Capítulo 4: Marcando Vidas…………………………………………………………….. 25
Capítulo 5: Tu peor enemigo……………………………………………………………. 35
Capítulo 6: Filtraciones en tu casa……………………………………………………… 44
Capítulo 7: Una de cal…y una de arena………………………………………………... 53
Capítulo 8: Te digo, te escucho………………………………………………………….. 63
Capítulo 9: Apasionados!........................................................................................... 74
Capítulo 10: Stop!!!.................................................................................................... 84
Capítulo 11: Únicos y Extraordinarios…………………………………………………… 96
Capítulo 12: Desafiados para el Cambio…………………………………………….….. 107
Bibliografía………………………………………………………………………………….. 118
Capítulo: INDICE
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AGRADECIMIENTOS
Quiero agradecer a las siguientes personas que me encaminaron en este proyecto.
Agradezco a mis pastores que me alientan a concretar mis planes y sueños y a mis hijos que siempre
me dan su apoyo.
Pero por sobre todo le doy gracias a mi Señor y Dios, quien puso en mí el deseo de desarrollar este
proyecto.
Viviana E. Golub
Capítulo:
2
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PROLOGO
¿Eres un discípulo de Cristo? ¿Le prometiste que El sería Señor de tu vida? Es la

decisión más maravillosa que pudiste tomar. Pero no es cuestión de palabras y
promesas, sino de hechos reales y concretos, donde permitas y trabajes con El
aquellas áreas de tu vida en las que todavía no tiene soberanía total.
Este no es un manual de lo que está bien y lo que está mal. Simplemente toca
algunas áreas en las que el Maestro quiere glorificarse en ti.
Las áreas que sentí escribir en este libro, son áreas relacionales. La relación con los
demás, la relación contigo mismo y la relación con Dios.
Capítulo:
3
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Capítulo: BULLING: UNA CUESTION DE PIEL
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BULLING: UN A CUESTION DE PIEL
Hoy en día se habla mucho acerca del bulling. Pero ¿qué es el bulling? ¿A quiénes afecta y cómo?
Esas y otras preguntas vamos a ir respondiendo en las siguientes páginas.
La palabra bulling (la real traducción del inglés es: bullying), significa intimidación, acoso.
El bulling es una forma de acoso que se da entre adolescentes. Se trata de maltrato físico, verbal y
emocional (ejemplo: golpizas, burlas, apodos despectivos, rechazo, actos discriminatorios, etc.) que
se hace en forma reiterada. Quien sufre el bulling se siente expuesto física y emocionalmente ante el
agresor.
Aunque el bulling comenzó y se manifiesta más dentro de las escuelas, el concepto hoy en día
abarca otros ámbitos donde los adolescentes comparten grupos de amigos, ya sean clubes,
vecindario e incluso dentro de las iglesias.
El bulling es un tema de discriminación sobre todo y genera sentimientos de frustración, rabia,

vergüenza, impotencia, retraimiento, baja autoestima, etc.
Tipos de acoso
Podemos ver dos especies de acoso:
1. Acoso directo: Peleas y agresiones físicas, destrucción u ocultamiento de pertenencias, etc.

2. Acoso indirecto: Es el más común entre las chicas entre la preadolescencia y la adolescencia.
Se caracteriza por pretender el aislamiento social de quien recibe la agresión. Este aislamiento
se consigue mediante técnicas variadas, como por ejemplo: difundir rumores, provocar el
rechazo del resto del grupo hacia la víctima, amenazar a los demás para que no se junten con
él/ella, influir sobre los demás para que no lo dejen integrarse, criticar sus rasgos físicos,
condición social, forma de vestir, espiritualidad, raza, situación familiar, ideas, discapacidad,
forma de ser, principios, etc.
El maltrato puede aparecer de formas muy diversas. Entre otras vemos:
- Maltratos verbales: insultos, sobrenombres ofensivos (a veces dicho de frente y otras a sus
espaldas), burlas, agravios, críticas destructivas, rumores, etc.
- Maltratos Psicológicos. Ignorar deliberadamente, hablar en medio de un grupo en “códigos” no
entendibles por la víctima del abuso haciéndola sentir que está molestando, que “no es parte” del
grupo, que tienen secretos contra ella, etc. Todo esto es desmoralizante.
- Agresiones físicas. Empujones, peleas, palizas, etc.
- Aislamiento social. Marginación, ignorar su presencia y excluir de las actividades normales entre
amigos (Ej. hacen una fiesta invitando a todos, menos a él). Cuando está, se trata de ir dejándolo Capítulo: BULLING: UNA CUESTION DE PIEL
solo. Crear entre los demás un estado de desánimo respecto a él/ella.
Estas situaciones pueden llegar a ser muy dañinas para quienes las sufren, generalmente en silencio
y en soledad.
Quien ejerce el bulling puede ser un individuo o un grupo (pero dentro del grupo, generalmente hay
uno o dos instigadores con mayor influencia sobre el resto).
Tipos del ofensor:
Muchas veces el/la adolescente que acosa, no se reconoce como tal (muchas veces se cree víctima
e intenta convencer a los demás de ello).
- Activo directo: en la mayoría de los casos realiza la agresión personalmente.
- Activo indirecto: No se involucra personalmente, sino que dirige el comportamiento de sus

seguidores, induciéndolos a que efectúen la agresión y/o el rechazo.
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El grupo.
El grupo favorece la violencia y/o la pasividad de sus integrantes frente a los actos de acoso.
Generalmente, la intención de sus miembros al participar en estos grupos es defensiva, es decir,
participan como una forma de evitar convertirse en posibles blancos o simplemente para “pertenecer”
al mismo. La mayoría de las veces pasan de ser simples observadores a cómplices de la agresión
para así encontrar apoyo de los demás involucrados.
Los integrantes del grupo pueden tener las siguientes características:
- El Pasivo: sigue al agresor, pero no participa. A veces siente pena por la víctima, pero no se atreve
a expresarlo frente a los otros ni la defiende por miedo.
- El Activo: Obedece las órdenes del agresor principal, siéndole indistinto si siente bronca o no hacia
la víctima.
¿Cuál es el motivo?
Los motivos pueden ser diversos. Entre los más comunes son:
- Envidia (aún cuando el ofensor concientemente no lo admite)

- Rechazo con falta de conocimiento real, profundo y personal de la víctima.
- Rivalidad. Puede ser por un lugar en el equipo, por una competencia, por disputar el amor de la
misma persona, etc. Es común el caso que un chico le guste una chica y otra que está
interesada en él empieza a tomar revancha ante su “rival”. En estos casos, aún cuando a la
abusadora le deja de interesar el chico, sigue teniendo ese resentimiento hacia la víctima.
- Peleas o discusiones que hayan tenido y que no supieron solucionar adecuadamente.
- Miedo a todo lo que sea diferente y desconocido. (discriminación)
- Intolerancia. Ser cerrado, rígido. Que no acepta a quien piensa, habla o es diferente.
Generalmente se atribuye a “una cuestión de piel”, es decir, no hay motivos concretos, sólo
incompatibilidad (en realidad hay motivos concretos que no se asumen, como los ya dicho: la
envidia, miedo a lo diferente, falta de aceptación, etc.)
Si eres ofensor
Primeramente tienes que recordar que ese chico o chica a quien van dirigidos tus juicios, tus
condenas, tu furia, es una creación de Dios. El Señor tiene hermosos planes para su vida, los cuales
no tienes que envidiar porque tiene otros para la tuya, los cuales están siendo obstaculizados por tu Capítulo: BULLING: UNA CUESTION DE PIEL
propia actitud.
Lo segundo que quiero decirte es que te guste o no, por tu propia voluntad, aunque no te hayas dado
cuenta, el rencor que sientes por este chico/a te tiene atado a él/ella. Pusiste una cadena invisible
que los mantiene unidos. Tu resentimiento sólo hará que te obsesiones y no seas libre.
Si eres víctima de Bulling...

También debes recordar que fuiste creado por Dios. El te hizo con mucho amor, con muchas
expectativas y un gran propósito.
“Nadie puede hacernos sentir inferiores sin nuestro consentimiento” Eleanor Roosvelt
Obviamente a nadie le gusta sentirse discriminado. Pero el problema no está en ti: el problema está
en el ofensor que no aprendió a convivir en la diversidad. No te quedes con su problema, no es tuyo:
es de él.
No olvides: Eres tú quien elige en quién creer y a quién creerle.

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Si eres cómplice...
Si estás de acuerdo y apoyás lo que hace el agresor, eres tan culpable como él, por lo que te cabe lo
mencionado arriba al ofensor.
Si no estás de acuerdo con el agresor, pueden darse distintas situaciones:
– Que estés junto al ofensor por temor (miedo a sufrir tú mismo bulling, miedo a “no
pertenecer”, etc.)
Sin saberlo, entonces, también estás siendo víctima voluntaria de la intimidación.
Aunque no seas el blanco directo del agresor, tus propios miedos te ponen en un
lugar en el cual no eres realmente libre: perdiste la libertad de expresión, la libertad
de decisión y la libertad de acción. Tal vez ha llegado el momento que reflexiones y
decidas qué piensas hacer.
– Que estés junto al ofensor porque consideras que contigo es una excelente persona, aunque
no lo sea con el agredido.
Puedes entonces hacerle ver que su postura no agrada a Dios y tampoco te agrada a
ti.
Puedes dejar en claro que por más que lo quieras, no vas a aceptar más comentarios
despectivos, aislamientos ni otro tipo de agresión contra nadie.
Consejos para chicos/chicas testigos del Bulling

Si estás siendo testigo de este tipo de acoso, te comento:
- Si alguien decide parar el acoso, en el 50% de los casos, termina la violencia. Es difícil de
hacer, porque tienes que enfrentarte con tus propios miedos, pero te aviso que estar ahí y no
hacer nada es ser cómplice, y por lo tanto, tan culpable como el que acosa.
- Si aún así no puedes frenar el maltrato, buscá al adulto más cercano y pídele ayuda.
- Acércate a la víctima y aconsejale que se lo cuente a sus padres, profesores o líderes.
Incluso puedes ofrecerte para acompañarla, si eso la ayuda.
- Si ves que el tema persiste, trata de hablar con otros amigos y compañeros. Diles lo que está
pasando y que es necesario que ellos se involucren en el tema para frenar la violencia.
Si el acosado no quiere colaborar en solucionar el problema, la situación se vuelve más difícil. Es

necesario que entienda que para cortar el acoso, él tiene que involucrarse en la solución.
Capítulo: BULLING: UNA CUESTION DE PIEL
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...y p o r c a s a
co mo a nda mo s ?
Tal vez hayas reconocido a alguien en alguno de los tres roles (ofensor, cómplice o victima). Pero,
¿qué tal si una de esas tres personas eres tú? Si: tú.
“Examíname, Dios, y conoce mi corazón;

pruébame y conoce mis pensamientos”.
Salmo 139.23
1. Ora antes que nada pidiéndole al Espíritu Santo que te guíe a toda verdad.
2. En el siguiente cuadro están descritos los roles que hemos visto y los distintos ámbitos donde
normalmente te manejas. Sé sincero/a contigo mismo/a y coloca la palabra SI en el lugar que
corresponda, donde te das cuenta que estás cumpliendo ese rol. Puede ser que en un ámbito tengas
un rol y distinto en otro. (Por ejemplo que en la escuela seas agresor, en el club víctima y en la
iglesia, cómplice). El campo “Otros” complétalo si te manejas grupalmente en otros ámbitos junto a
otros adolescentes.
Escuela Club Barrio Iglesia Otros:...........

Agresor
Cómplice
Víctima
3. Si eres ofensor o cómplice, Anota los nombres o iniciales de las personas con las que estás
tomando esta actitud:
4. ¿Tu actitud con qué aval cuenta: con el de Dios o el de Satanás?
5. ¿Te importa o te da lo mismo lo que el Señor sienta al verte actuar así?
6. ¿Quieres cambiar esa actitud? SI NO
7. Si eres víctima de este tipo de acoso, Anota los nombres o iniciales de las personas con las que te
sientes discriminado/a:
8. ¿Crees que El Señor le es indiferente que te traten así?
9. ¿Estás dispuesto/a a perdonar sus ofensas? SI NO
10. Perdonar sus ofensas no significa permitir que te sigan maltratando. ¿Estás dispuesto/a a hacer
Capítulo: Agresor
algo para terminar con esta situación? SI NO
11. ¿Aprendiste que hay algo que puedes cambiar para que termine esta situación en paz?
SI NO
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1. ¿Qué te está diciendo Dios a través de los siguientes versículos?
Su alma ciertamente odia a cualquiera que ama la violencia. Salmo 11:5
Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced
vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas. Mateo 7.12
Y el segundo mandamiento en importancia es parecido a ese, y dice así: "Ama a tu prójimo como te
amas a ti”. Mateo 22.39
2. En caso de haber decidido en la sección anterior hacer un cambio ¿Qué harás precisamente esta
semana para comenzar ese cambio? (Detalla con exactitud el plan que te comprometes a llevar a
cambio para mejorar ese comportamiento/situación. Cuanto más detallado sea tu plan, más factible
que lo hagas con éxito. Cuanto más generalizado sea, más posible que esto sólo queden en buenas
intenciones y nada más).
Firma:...................................... Firma del Testigo de mi compromiso:..................................

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Capítulo: BLA - BLA - BLA
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BLA - BLA - BLA
¿Por qué lo que más detestamos que nos hagan, eso hacemos?
No nos gusta que la gente se meta en nuestras vidas. Sin embargo, nos metemos en la vida de los
demás.
No nos gusta que nos critiquen y hablen mal de nosotros. Pero criticamos a todos.
No nos gusta que hablen sin saber nuestra verdad. Pero hablamos sin interiorizarnos bien de la
verdad ajena.
¿Escuchaste alguna vez que Jesús habló mal de Pedro? ¿Trasmitió chismes sobre alguno de sus
discípulos? Obviamente que no. Incluso ni siquiera de Judas, que lo traicionó, habló mal.
Antes de continuar vamos a definir algunos términos para poder tenerlos bien en claro:
¿Qué es el chisme? : El chisme es una noticia que puede ser verdadera o falsa, generalmente
incompleta o deformada que se trasmite secretamente sobre un asunto privado y personal y
que se usa muchas veces para desprestigiar a alguien. Mayormente es originado por personas
rencorosas, envidiosas y/o frustradas, quienes se sienten aliviadas al hablar mal de los demás.
La palabra chisme viene de “eisma” y significa corte, rotura o división. El propósito del chisme
es justamente cortar, separar a una persona del resto. Traer división.
¿Qué es la calumnia? : La calumnia es una acusación falsa con el objetivo de causar daño
moral a alguien (ataca la reputación de la persona).
¿Qué es la maledicencia? : Aunque esta palabrita no la decimos mucho, sí se hace y mucho.
Es la acción o el hábito de hablar en contra de alguien, rebajándolo. Puede ser que el
comentario sea verdadero o falso, pero la intención es criticar y hacer quedar mal al otro.
¿Qué es el rumor? : El rumor es un mensaje que se va transmitiendo de persona a persona en
forma vaga y continua, no comprobándose su veracidad total.
¿Qué es maldecir? : Es decir o desear mal.
¿Qué es la difamación? Difamar es atacar o dañar la reputación de alguien usando
declaraciones maliciosas o “verdades a medias”
El hablar mal de los demás es algo muy común y cotidiano. Aún cuando esos comentarios los
digamos sin tener todo el conocimiento real de la situación, emitimos un juicio contra una persona
sólo por simples sospechas o comentarios que escuchamos.
La intención (consciente o inconsciente) es de causar daño a alguien en particular y desprestigiarlo.
¿Los motivos? Pueden ser diversos, como por ejemplo: rivalidad, celos, competencia, rencor, envidia,
etc. Muchas veces es empujado por un gran complejo de inferioridad. Hay quienes se esconden tras
esta actitud para no asumir sus propias incapacidades.
El daño causado por la maledicencia es muy difícil de reparar. No siempre nos damos cuenta del mal
que hacemos. Agraviamos, ofendemos y calumniamos con una facilidad increíble!
El chisme necesita tres integrantes: el chismoso, el receptor y la víctima. Las tres personas son
Capítulo: BLA - BLA - BLA
afectadas:
- El chismoso, quién emite el juicio y habla desde su carnalidad, alimentando su rencor.
- El receptor, que escucha sin frenar el rumor, el cual está intoxicando su mente y sus
relaciones.
- La víctima, de la cual se habla en forma negativa, desprestigiándola.
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Si hay algo que debemos reprochar a alguien, ésta es la primera persona que debería escuchar
nuestra queja, pero lamentablemente el chismoso, por la falta de sinceridad que lo caracteriza, puede
cruzarse con esa persona, sonreírle, saludarle como si no pasara nada, para volver a hablar mal de
él, ni bien da la espalda.
En el caso de la calumnia, podemos decir que es considerada como un modo de difamación que
destruye a la persona afectada, no sólo por las heridas que produce, sino por la dificultad de
repararlas.
Hay personas que les encanta pasar horas hablando mal de los demás; amigas que se juntan para
criticar a otras, ponerles un apodo entre ellas, burlarse, encontrarle defectos a todos, etc. Y lo peor es
que sienten sumo placer, ignorando que están contaminando sus propias vidas con eso. Son
especialistas en desprestigiar y hablar mal de los otros y hacer correr rumores en contra de alguien.
Son expertos en la vida ajena e ignorantes de la propia.
Algunos dicen transmitir los chismes sin maldad aparente, sólo por placer, (“¿no sabes la última?”).
Otros lo hacen abiertamente, con la intención de causar daño a una persona en particular contra
quien tienen algo personal, ya sea rivalidad, celos, competencia, enemistad, envidia, etc.
El denigrar así al otro, es una manera de “hacerlo descender” para sentirse ellos mismos superiores.
En realidad, hay cierta sensación de inferioridad interna y la única manera de no sentirse inferior, es
“bajar” al otro, para destacarse uno.
Es conocido que el chisme tiene algo de verdad y un “condimento extra” de mentira. Cada uno que
oye y retransmite el chisme, le va agregando “su toque personal” a esa verdad ya contaminada. Es
como el juego del “teléfono descompuesto”. El problema es que acá se juega con la reputación de la
otra persona.
Frases famosas:
- “Mejor es vivir en el desierto o dormir con una gotera cayéndote en la cara en una noche lluviosa,
que convivir con un chismoso”.
Capítulo: ¿Por qué lo que más detestamos que nos hagan, eso hacemos?
- “No hay montaña sin niebla ni hay hombre de mérito sin calumniadores” (Proverbio turco).
¡Escápale al chismoso! ¿Qué seguridad tienes que no esté hablando mal de ti, o que no lo haga en
un futuro? ¿Acaso porque te dice que de ti NUNCA va a hablar mal, porque te ama mucho, te quiere
un montón, que siempre contarás con él/ella para lo que sea, piensas que puedes quedarte tranquilo
y confiar en quien tiene el hábito de ser chismoso? Ten cuidado: el que difama a otros, es un
difamador y si llega a tener un problema contigo, no cambiará de manera de ser sólo por el hecho
que eres especial o por la “amistad que tuvieron”.
¿Qué dice la Biblia sobre los calumniadores, maledicientes y chismosos?

No son confiables: El chismoso no sabe guardar un secreto, así que no te juntes con gente
chismosa. Proverbios 20.19
Destruyen amistades: El perverso provoca peleas; el chismoso es causa de enemistades.
Proverbios 16:28
Causan la división por todas partes que van: Sin leña se apaga el fuego, y sin chismes se
acaba el pleito. Proverbios 26.20
Santiago 3 menciona este problema y vamos a ver algunos versículos:
v.5 Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán
grande bosque enciende un pequeño fuego!
v.9 Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la
semejanza de Dios.
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v.10 De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
v.11 ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga?
v.12 Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también
ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.
Te voy a contar una historia:

Había una vez un hombre que calumnió grandemente a un amigo suyo, todo por la envidia
que le tuvo al ver el éxito que éste había alcanzado.
Tiempo después, tras haber dejado a su amigo en la ruina a causa de sus calumnias, se
arrepintió y visitó a un hombre muy sabio a quien le dijo: "Quiero arreglar todo el mal que
hice a mi amigo. ¿Cómo puedo hacerlo?", a lo que el hombre respondió: "Toma una bolsa
llena de plumas ligeras y pequeñas y suéltalas de a una por donde vayas".
El hombre muy contento porque aquello le pareció muy sencillo, tomó la bolsa de plumas y
empezó a tirarlas por donde iba. Al cabo de un día las había soltado todas.
Volvió satisfecho a ver al sabio y le dijo: "Ya he terminado". El sabio entonces contestó:
"Esa es la parte más fácil. Ahora debes volver a llenar la bolsa con las mismas plumas que
soltaste. Sal a la calle y búscalas por toda la ciudad".
El hombre se sintió muy triste, porque sabía que eso era prácticamente imposible y por
más que recorrió por todos lados, no pudo juntar casi ninguna.
Al volver, el sabio le dijo: "Así como no pudiste juntar de nuevo todas las plumas que
desparramaste y volaron con el viento, de la misma manera el mal que hiciste voló de boca
en boca y el daño ya está hecho. Lo único que puedes hacer es pedirle perdón a tu amigo,
pues no hay forma de revertir lo que hiciste".
Cuando hablamos mal de alguien, estamos agarrando la bolsa de plumas y aunque en el momento
creemos saber donde caen, la verdad es que las plumas se van dispersando. Tal vez si supiéramos
el daño real que causamos al hablar mal de las personas, no lo haríamos. Es tan grande el efecto que
se alcanza, que podemos destruir a alguien en un instante de envidia, curiosidad o enojo.
En lo personal, creo que hay dos clases de personas: las fuertes y las débiles.
Las personas fuertes no necesitan hablar de los demás, porque han logrado controlar sus
impulsos llevando una vida propia, ocupándose de ellos mismos y trabajando por los demás
también.
Las personas débiles necesitan vivir a través de los demás...
Cómo cortar el chisme.
¿A quiénes prestamos nuestros oídos? No siempre somos los que hablamos mal de otro, pero hay
ocasiones que sí escuchamos las calumnias y chismes sin hacer nada. Te voy a aclarar que también
el que presta su oído a las calumnias y difamaciones tiene su responsabilidad en este tema. Como
dijimos antes, para trasmitir un chisme tiene que haber tres componentes obligatoriamente: el
chismoso, el oyente y el agraviado.
- Si no hay ningún chismoso, nadie trasmite ningún chisme: no hay agravio.

- Si no hay ningún agraviado, no hay nadie a quién dirigir los dardos del chisme: no hay
agravio.
- Si no hay ningún oyente que le preste atención, el chismoso no tiene a quién trasmitir el
chisme: no hay agravio.
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Si eres oyente, eres parte importante de la cadena de chismes y tienes la responsabilidad de

romperla.
Puedes decir, por ejemplo: “Si tienes algo contra él/ella, anda y arréglalo personalmente, pero por
favor, no me lo digas a mí, porque no acepto chismes”.
No tires plumas que no sabrás hasta dónde llegarán.
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...y p o r c a s a
co mo a nda mo s ?
Puede ser que siempre hayas pensado que no era nada malo hablar mal de los otros. Pero la
realidad es que Dios no mira con agrado cuando te ve hacer eso.
“Ve si hay en mí camino de perversidad
y guíame en el camino eterno”.
Salmo 139.24
2. Coloca la palabra SI en el lugar que corresponda, donde te das cuenta que estás cumpliendo ese
rol. Puede ser que en un mismo ámbito cubras un rol o más roles distintos. (Por ejemplo que en la
escuela seas quien critiques y que seas criticado/a). El campo “Otros” completalo hay otros ámbitos
que frecuentas.
Escuela Club Barrio Iglesia Otros:...........
Chismoso
Oyente
Agraviado
3. Si eres chismoso u oyente, Anota los nombres o iniciales de las personas afectadas:
4. ¿Lo que haces con qué aval cuenta: con el de Dios o el de Satanás?
5. ¿Te importa o te da lo mismo lo que el Señor sienta al verte proceder así?
6. ¿Han hablado mal de ti, calumniado, difamado, criticado, etc.? SI NO
7. Anota todos los sentimientos que describan cómo te sentiste en ese momento.
8. Anota todos los sentimientos que describan lo que sentiste hacia esa/s persona/s
9. ¿Hablaste mal de otro/a, calumniado, difamado, criticado, etc.? SI NO
10. Seguramente él/ella se sintió así (Anota exactamente lo que pusiste en el punto 7):
11. Aparte es posible que en ese momento haya sentido hacia ti (anota exactamente lo que pusiste
en el punto 8):
12. ¿Quieres cambiar esa manera de ser? SI NO

Capítulo: Chismoso
13. Anota los nombres o iniciales de quienes sientes que están hablando mal de ti:
14. ¿Crees que El Señor le es indiferente que te traten así?
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16. No significa dejar que te sigan calumniando. Puedes confrontar con amor (si es posible, en
presencia de un líder) ¿Estás dispuesto/a a hacer algo para terminar con esta situación?
SI NO
Capítulo: Chismoso
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Hay seis cosas que el SEÑOR aborrece, y siete que le son detestables: el falso testigo que esparce
mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos. (Proverbios 6:16,19)
La gente chismosa revela los secretos; la gente confiable es discreta. (Proverbios 11:13)
De la abundancia del corazón habla la boca. (Mateo 12.34)
Si alguno piensa ser religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino engañando su corazón, la
religión del tal es vana. (Santiago 1:26)
Despójense de toda clase de maldad, todo engaño, hipocresía y envidia, y toda clase de chismes.
(1º Pedro 2.1)
Capítulo: Chismoso
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Capítulo: Chismoso
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En la semana 1, habíamos aprendido sobre:
Te habías comprometido a hacer los siguientes cambios en tu vida:
¿Cómo te fue?
¿Cómo piensas continuar? ¿Qué otro paso más te comprometes a dar para reforzar tu cambio?
Opinión del testigo.
Representaremos el cambio logrado en grados:

Ahora
Ahora
Ahora
Antes Antes Antes Ahora Antes
10º 45º 90º 180º
Como testigo,¿Cuántos grados dirías que cambió en la semana 1 y en qué se basa tu opinión? Capítulo: Chismoso
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Capítulo: MAS VERDE QUE HULK
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MAS VERDE QUE HULK
La palabra “Envidia” viene del latín invidere, y significa: mirar con malos ojos.
La envidia es la tristeza causada en uno por el bienestar de otro. Envidia es amargarse porque
alguien tiene lo que yo quiero, ya sea dinero, fama, talento, el amor de alguien, un reconocimiento, un
ascenso, etc.
Se produce en situaciones en donde se compara el éxito o fracaso propio con el que obtienen los
demás. El envidioso es de por sí, inconformista y pesimista, sufriendo más él que la persona
envidiada.
Harry Snack Salivan, reconocido psicoanalista, la definió como el “sentimiento de aguda incomodidad,
determinada por el descubrimiento de que otro posee algo que sentimos que nosotros deberíamos
tener”.
Es el sentimiento de tristeza y rabia que surge cuando vemos que alguien tiene algo que nosotros
deseamos y que no podemos alcanzar.
El que sufre de envidia mira lo que tiene en sus manos, luego mira lo que el otro tiene en sus manos,
compara ambas cosas y llega a la conclusión que la distribución no es justa. (“no es justo que él
tenga eso que yo no tengo”).
El que envidia rebaja el mérito del otro y se cree con más derecho a obtener el bien deseado. “¿Por
qué ella gana más que yo, si yo soy más capaz que ella?" Lo primero que vemos es la soberbia: "Yo
soy más que ella", luego la envidia: "Tiene más dinero que yo y no lo merece: lo merezco yo".
La envidia es producto de dos tendencias:

1. La tendencia a desear lo que no se tiene.
2. La tendencia a compararse con los demás. (En esta comparación siempre se sale perdiendo,
dado que sobredimensiona lo que el otro consiguió y desvaloriza lo que él logró).
Al comparar lo que tiene y lo que el otro logró, evalúa sobredimensionando lo que no tiene y
desvalorizando lo que sí consiguió, lo que le provoca un malestar emocional, frustración y
resentimiento hacia la otra persona. A raíz de eso, comienzan a tratar de rebajar y desprestigiar al
otro (a veces también desprestigia el objeto de la envidia), buscándole defectos para exaltar sus
errores y debilidades y opacar sus virtudes.
En una competencia de natación, Juan y Luis obtienen el primer y segundo puesto

respectivamente. A Juan le dan un trofeo mediano, mientras a Luis le entregan una
medalla.
Pero resulta que Luis empieza a sentir envidia de Juan, por lo que su pensamiento es el
siguiente:
“Juan se llevó una copa enorme y a mí me dieron esta medallita que no vale nada”
Capítulo: MAS VERDE QUE HULK
Yo quería esa copa, yo me la merecía. En cambio, me dieron esta medalla que

parece de hojalata. ¡Es injusto! Yo tendría que tener esa copa ¿por qué se la
dieron a él? Seguro que hizo trampa…”
Luego, un amigo le acerca para felicitarlo por su segundo puesto y él le dice: “Sí, yo gané
esta medalla. En realidad, la copa que entregaron es una baratija. Pero aparte estoy
seguro que Juan hizo trampa. Siempre lo hace. Deberían descalificarlo y sacarlo de la
competencia.
Al no aceptar el triunfo ajeno, procura la caída del que considera “su rival”, y para ello lo difama, lo
rebaja, habla en contra suya, metiendo cizaña entre los demás amigos o compañeros.
Interiormente se alegra de los fracasos ajenos y sufre con los éxitos que otros lograron y él no.
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Estima que los otros consiguen las cosas fácilmente y sin esfuerzo, no siendo merecedores de lo que
alcanzaron y se considera a sí mismo como el único merecedor del éxito, por lo que ve todo como
una gran injusticia.
El envidioso
- Esconde complejos y frustraciones personales, por centrar la visión en lo que no se tiene (que sí
tiene el otro) en lugar de valorar lo que se alcanzó y comprender el esfuerzo del otro por conseguir lo
que logró.
- No es feliz, dado que no se contenta con lo que tiene y no lo puede disfrutar porque siempre está
pendiente de lo que tiene el otro.
- Siente incapacidad de ponerse en lugar del otro, careciendo de empatía hacia él. Es por esa
incapacidad que no lo puede comprender y esto provoca mayor distanciamiento emocional y mayor
rechazo.
Capítulo: - Es muy difícil que reconozca su estado. Generalmente se resiste a reconocerse envidioso y se
- No mira de una manera coherente su realidad, sino que enfoca su atención en lo que desearía
tener y no tiene. Eso provoca que sus logros sean apenas disfrutados, ya que la insatisfacción que le
produce lo que no alcanzó, es mayor y opaca la gratificación de lo que logró.
- Le cuesta contentarse con lo que tiene y por eso puede tener “momentos” de felicidad, pero son
escasos y pasajeros (está contento, pero no satisfecho), dado la continua sensación de
insatisfacción, frustración y vacío. Además tiene una visión negativa de la vida.
- Es muy difícil que reconozca su estado. Generalmente se resiste a reconocerse envidioso y se

siente lastimado cuando se lo confronta con su realidad.
La envidia esconde:
- Un sentimiento de inferioridad.
- Una sensación de inseguridad. Hay falta de confianza en sí mismo y en lugar de ver el
potencial propio, enfoca su mirada y atención en los logros ajenos.
- Una incapacidad de reconocer sus limitaciones (las cree debilidades).
siente lastimado cuando se lo confronta con su realidad.

- El no reconocimiento que su infelicidad no se debe a lo que le falta, sino al poco aprecio
que le da a lo que tiene.
- Una falta de responsabilidad consigo mismo y automotivación, centrándose en la vida del
otro.
Cuando las cosas le salen mal, se siente aliviado si sabe que no es el único, pero no soporta que sólo
él esté pasando por un mal momento.
Las cosas le resultan valiosas cuando están en manos de otros y ahí nace su deseo de despojar, de
apropiarse o de arruinar, con tal que el otro no posea lo que tiene.
El envidioso es un experto en sembrar discordia y descrédito consiguiéndolo ante quienes lo quieren

escuchar. Pero él nunca va alcanzar la felicidad completa, porque nunca sabrá valorarla.
Frases famosas.
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- El clavo que sobresale siempre recibe un martillazo - Proverbio Chino
- A menudo el odio y la envidia se disfraza con una careta sonriente y la lengua se expresa en tono
amistoso, mientras el corazón está lleno de hiel - Solón
- La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual - Miguel de
Unamuno
- El silencio del envidioso está lleno de ruidos - Khalil Gibran
- La envidia es una declaración de inferioridad - Napoleón
¿Qué dice la Biblia sobre la envidia?
Satanás envidió la adoración a Jesús y quiso ocupar su lugar. Luego también envidió la relación de
Dios con el hombre, por lo que tentó a Eva y a Adán a través de ella, para robarle esa relación con el
Padre.
Envidia sintió Caín hacia Abel porque la ofrenda de éste había sido mejor vista por Dios. Por eso, en
lugar de ver el motivo por el cual su ofrenda no fue del agrado de Dios, esa envidia lo llevó a matar a
su hermano.
José fue envidiado por sus hermanos por la preferencia que Jacob sentía hacia su hijo. Por esa
envidia primero quisieron matarlo, y terminaron vendiéndolo como esclavo.
Por envidia María y Aarón murmuraron contra su hermano Moisés y Dios castigó con lepra a María.
Saúl sintió envidia de David al ver las alabanzas que el pueblo daba a éste y por eso quiso matarlo.
Daniel al ser nombrado gobernador con privilegios sufrió la envidia de los otros gobernadores y de los
funcionarios persas (sátrapas), por lo que convencieron al rey de arrojarlo al foso de leones.
Jesús mismo sufrió la envidia de los religiosos de esa época, porque la gente lo seguía, actitud muy
distinta a la que tuvo Juan el Bautista cuando con humildad declaró: Es necesario que él crezca, pero
que yo mengüe Juan 3.30.
Y así tendríamos una larga lista de envidiosos y envidiados.
Lo que vemos en todos estos casos de envidiosos es que no se dieron cuenta que la persona
envidiada a quien ellos deseaban destruir, era en realidad quién los podía bendecir.
Capítulo: ¿Qué podemos hacer si tenemos envidia?

- Porque Satanás cuando era un ángel de luz, recibía la bendición de Dios.
- Porque Caín podía haber aprendido lo que era ofrendar de corazón y entregar así una nueva
ofrenda de amor a Dios.
- Porque gracias a José, sus hermanos y sus familias no murieron de hambre.
- Porque si Moisés no los hubiera guiado hacia la libertad, María y Aarón hubieran muerto siendo
esclavos en Egipto.
- Porque si David no hubiera vencido a Goliat y luchado contra los filisteos, Saúl y el pueblo hubieran
sido arrasados.
- Porque si Daniel no hubiera gobernado con sabiduría al lado del rey Darío, el imperio persa hubiera
entrado en un caos.
¿Qué podemos hacer si tenemos envidia?
1. RECONOCERLA.
Si no reconozco la envidia, no podré liberarme de ella.
2. ARREPENTIRME.
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Aún reconociendo la envidia, puedo no querer deshacerme de ella.

3. PEDIRLE AYUDA A DIOS.
Necesito Su guía, para cuando algún pensamiento de envidia asome, el Espíritu Santo me
confronte y deseche enseguida esa idea.
4. VALORAR Y DISFRUTAR LO QUE TENGO.
Dejar de focalizarme en lo que otros obtuvieron y empezar a valorar los logros propios.
5. DEJAR LA COMPETENCIA.
El comparar lo que conseguí con lo que los otros consiguen, es desviar la atención de la
verdadera meta.
6. FIJARSE METAS SANAS DE SUPERACION PERSONAL.
En lugar de competir y compararme con otros, debo competir conmigo mismo y tratar de
superarme día a día.
No importa lo que otros logren, importa luchar por la meta que yo me proponga. Los
progresos de los demás no deben ser medidos como comparación o motivo de competencia,
sino como un estímulo donde el otro, esforzándose pudo llegar, yo también con esfuerzo
tengo posibilidad de alcanzar mi meta.
7. APRENDER A DISFRUTAR LOS PROGRESOS DE LOS DEMAS.

El éxito de los demás debería ponerme feliz, para saber que sí se puede llegar a donde uno
se proponga.
Veamos un caso:
Roberto y Juampi habían estudiado juntos. Al recibirse, Juampi consiguió un buen trabajo en
una multinacional, en donde hizo carrera. Roberto, en cambio, empezó a trabajar en una pequeña
empresa con un sueldo bastante bajo. Al pasar unos años se reencontraron.
- Si tú fueras Roberto ¿cómo te habrías sentido al ver el progreso de Juampi?
- ¿Por qué razón piensas que te habrías sentido así?
Pero la historia no termina ahí, sino continúa:
Juampi progresó tanto en su empresa que llegó a ser gerente. Ya ocupando ese puesto, llamó a
Roberto y le ofreció un empleo con un buen sueldo, dado que lo conocía y sabía que era una
persona de confianza. Fue entonces que Roberto comenzó a hacer carrera en su nuevo trabajo y
llegó a tener un alto puesto.
- Si tú fueras Roberto ¿cómo te sentirías ahora?

Capítulo: Veamos un caso:
- Si a Juampi no le hubiera ido bien en su trabajo ¿dónde estaría hoy Roberto?
¿Cuál es tu conclusión?
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Mi conclusión es que el bien de los demás, puede ser también nuestra bendición. Y el sólo alegrarme
de la bendición del otro, trae alegría a nuestro propio corazón.
“El hombre más feliz del mundo es aquel que sepa reconocer los méritos de los demás y pueda
alegrarse del bien ajeno como si fuera propio”.
Capítulo:
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...y p o r c a s a
co mo a nda mo s ?
Generalmente nos justificamos y minimizamos nuestras acciones como la envidia. (“no es tan grave”,
“quien no tiene envidia de vez en cuando”, etc.). Puede ser que en este momento estés reconociendo
en otros los síntomas de la envidia, pero ¿y si eres tú y estás en negación?
“Nada hay tan engañoso como el corazón.

No tiene remedio. ¿Quién puede comprenderlo?”
Jeremías 17.9
2. Anota en cada ámbito el nombre de uno o más personas a las que sientes bronca, por alcanzar
algo que tú crees merecer más que ellas.
¿Te pone ¿Sientes ¿Sientes que

Nombre ¿Hablas
de satisfacción es injusto que
o mal de
malhumor cuando le va el/ella sea
iniciales él/ella?
sus logros? mal? beneficiado/a?
Compañeros
de la escuela
Amigos de la
iglesia
Familia
3. ¿Reconoces envidia en tu proceder? SI NO
4. ¿Tu proceder, con qué aval cuenta: con el de Dios o el de Satanás?
6. ¿Quieres cambiar esa manera de ser? SI NO
7. Cuándo es un amigo/a la que en sus comentarios se trasluce envidia hacia otro/a ¿le prestas atención a
sus críticas y/o “te enganchas” criticando tú también? SI NO
8. ¿Qué es lo que espera Dios que hagas en esos casos?
9. ¿Quieres cambiar esa manera de ser y dejar de ser cómplice de la envidia de tu amigo/a? SI NO
Capítulo: Compañeros de la escuela
10. ¿Te sientes satisfecho/a con tu vida o siempre algo falta para sentirte pleno/a?
11. ¿Eres de compararte y comparar lo que tienes con lo que otros tienen? SI NO
12. ¿Quieres cambiar y abandonar esa postura? SI NO
13. Si eres el agraviado, anota los nombres o iniciales de las personas con las que te sientes que te
envidia:
14. ¿Crees que El Señor le es indiferente a ese problema?
16. ¿Estás dispuesto/a a hacer algo para terminar con esta situación? SI NO
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El corazón apacible es vida de la carne; mas la envidia es carcoma de los huesos. –Proverbios 14:30
Por lo tanto, abandonando toda maldad y todo engaño, hipocresía, envidias y toda calumnia, deseen
con ansias la leche pura de la palabra, como niños recién nacidos. Así, por medio de ella, crecerán en
su salvación, ahora que han probado lo bueno que es el Señor. 1 Pedro 2.1-3
Pero si ustedes tienen envidias amargas y rivalidades en el corazón, dejen de presumir y de faltar a la
verdad. Ésa no es la sabiduría que desciende del cielo, sino que es terrenal, puramente humana y
diabólica. Porque donde hay envidias y rivalidades, también hay confusión y toda clase de acciones
malvadas – Santiago 3.14-16
Firma:...................................... Firma del Testigo de mi compromiso:...............................
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1. En la semana 1, habíamos aprendido sobre:
2. Te habías comprometido a hacer los siguientes cambios en tu vida, que fuiste reforzando las siguientes
semanas:
3. ¿Cómo te está yendo?
4. ¿Cómo piensas continuar?
semanas:
7. ¿Cómo te fue?
8. ¿Cómo piensas continuar? ¿Qué otro paso más te comprometes a dar para reforzar tu cambio?

Ahora
Ahora
Ahora
10º 45º 90º 180º
Como testigo, ¿cuántos grados dirías que cambió en la semana 1 y en qué se basa tu opinión?
¿Hubo avances o retrocesos esta semana?
¿Cuántos grados dirías que cambió en la semana 2 y en qué se basa tu opinión?
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Capítulo: MARCANDO VIDAS
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MARCANDO VIDAS
Nuestras vidas son marcadas a diario por personas que influyen en nosotros para bien o para mal.
A su vez, también nosotros podemos marcar vidas, influyendo en otros para bien o para mal.
¿Quién marca a quién?
En ocasiones queremos ser una buena influencia para alguien, lo cual no es malo si tomamos
precaución, dado que la otra persona (con sus hábitos, pensamientos, lenguaje, etc.) también puede
influir en nosotros de una manera que no nos demos cuenta. Por más que la intención sea buena, si
no tomamos los recaudos y estamos atentos, puede ser que seamos nosotros quienes suframos la
influencia negativa y en lugar de ser de bendición a otros, acarreamos problemas a nuestras vidas.
A Jeremías el Señor había mandado que sea una buena influencia y que tuviese cuidado de la
manera que el pueblo estaba influyendo en él.
Jeremías 15.19 (DHH)

Entonces el Señor me respondió:
"Si regresas a mí, volveré a recibirte y podrás servirme.
Si evitas el hablar por hablar y dices solo cosas que valgan la pena,
Tú serás quien hable de mi parte.
Son ellos quienes deben volverse a ti, y no tú quien debe volverse a ellos.
Dios le dijo a Jeremías “Si regresas a mí”. En otras versiones dice “Si te convirtieres a mí” o “Si te
vuelves a mí” ¿Acaso Jeremías no era profeta de Dios? ¿No estaba ya convertido? ¿Volver? ¿Por
qué le dice así?
Jeremías era creyente y ferviente, pero en ese momento había desviado su vista para verse a sí
mismo y su dolor en lugar de ver a Dios. ¿No te pasó como el profeta que en algunos momentos te
ves sólo a ti mismo?
“Si vuelves a ser como antes, con el fuego por mí como tenías…” “entonces y sólo entonces serás mi
portavoz”. Porque para hablar en representación de Dios, no podemos hablar porque el aire es gratis.
Debemos cuidar qué decimos.
Pero el versículo termina con un gran consejo: que ellos (el pueblo en el caso de Jeremías) se
convierta, se vuelva a ti y no al revés). Es decir: Tienes que influenciar en ellos tanto como para que
cambien sus vidas, pero no dejarte influenciar y seas tú quien cambie.
Lo que había pasado con Jeremías era que al estar tanto tiempo con un pueblo quejoso, se empezó a
quejar. Su lenguaje era como el lenguaje del resto. Se estaba pareciendo a los demás. En ese
momento Dios lo confronta y le muestra que tiene que cambiar, volver a tener la visión y la convicción
anterior y no dejarse llevar por ellos, sino ser él quien los lleve e induzca por el camino correcto.
He visto mucha gente con todo el fuego para transformar vidas a quienes las malas compañías y un
carácter más débil que los que le rodeaban, hicieron que éstos influyeran tanto, que se fueron
Capítulo: MARCANDO VIDAS
enfriando en el camino de Dios. Teniendo todo el potencial para ser fuego, terminaron siendo brasas.
Dios te dio todo el potencial para trastornar al mundo. Te dio también toda la sabiduría y el
discernimiento para saber lo que te conviene y lo que no, qué compañías te convienen y cuales no.
Pero ese potencial en tus manos, lo manejas tú o lo opacas tú.
Puede ser que tus papás o las personas que te quieren digan: “ten cuidado con los amigos con
quienes te estás juntando. No son buena influencia para ti” y aunque argumentes diciendo “No, pero
son buenos”, la verdad es que el Espíritu Santo habla a tu corazón e interiormente sabés que cuando
estás con ellos, tomás sus malos hábitos. Por más que digas “son buenos”, sabés que estás dejando
de ser tú, sólo por “pertenecer”, aunque no lo quieras admitir.
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Puede ser incluso que tus intenciones al principio hayan sido buenas, debes tener cuidado, porque el
“Complejo de Mesías” es aquel que quiere rescatar a todo el mundo, como superman. Puedes influir,
pero cuidándote a ti. Porque así como quieres “rescatarlo”, él también te irá influyendo.
Malas influencias recibidas
“Nunca perdió más tiempo el águila que cuando escuchó los consejos del cuervo…”
¿De dónde recibimos malas influencias? Las recibimos de las personas que dejamos entrar en
nuestras vidas y que en lugar de edificarnos, como la ola del mar va horadando la piedra, va
contaminándonos, destruyéndonos lentamente.
Hay personas que les damos un lugar en nuestras vidas y van transmitiéndonos sus códigos y
manera de actuar. Dentro de esos “mensajes” recibidos de su personalidad, habrá cosas buenas y
cosas malas que podrán influirnos bien, si tomamos las buenas, pero negativamente si asimilamos
las malas.
Salomón fue el rey más sabio de la historia. Fue amado y prosperado por Dios. Vio el poder de Dios
Capítulo: A Jeremías el Señor había mandado que sea una buena influencia y que tuviese cuidado de la
sobre su vida. Sin embargo, fue influenciado por sus esposas, lo que provocó como consecuencia su
caída en la idolatría y la división del reino de Israel.
Nehemías 13.26
“¿No pecó por esto Salomón, rey de Israel? Bien que en muchas naciones no hubo
rey como él, que era amado de su Dios, y Dios lo había puesto por rey sobre todo
Israel, aun a él le hicieron pecar las mujeres extranjeras”.
1 Reyes 11.1-13 cuenta la historia. Pero veamos más precisamente el vers. 4, que dice:
“Cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres le inclinaron el corazón tras dioses
ajenos, y su corazón no era ya perfecto para con Jehová, su Dios, como el corazón
de su padre David”.
Y si el hombre más sabio cayó ante malas influencias, tú y yo deberíamos tener bastante cuidado.
Ahora, no te digo: “no te juntes con tu amigo porque tiene tal o cual defecto y va a influir en ti,
cambiándote”. No podemos descartar a una persona por algún aspecto negativo que tenga o sino
estamos todos perdidos, dado que no somos perfectos.
Lo que tienes que ver y saber diferenciar entre las personas que con sus errores te están
influenciando (de manera que te conviene hacerte a un lado) y las personas cuyos errores los ves,
pero no asimilas, pudiéndote enfocar en las cosas buenas que te dejan.
En síntesis: ¿estás copiando sus errores? Te están influenciando para mal. ¿Estás viendo sus
errores, pero sólo copiás sus virtudes? Te están influyendo para bien.
Pablo nos aconseja:

“Pónganlo todo a prueba, pero quédense sólo con lo bueno y rechacen todo lo malo”.
1ª Tes. 5.21-22 (BLS)
Si tú sabes que la influencia de alguien está afectando algunas áreas de tu vida en forma negativa,
pensalo.
En cambio si conocés los puntos débiles que alguien tiene y sinceramente no te están influyendo,
puedes tú ser buena influencia en esa área y tomar de él lo bueno.
Jesús cenaba con publicanos, fariseos, prostitutas y demás personas pecadoras. En todo momento
fue una buena influencia y en ninguna ocasión ellos lo influyeron a El. Pero como vimos, nosotros
somos más débiles y podemos copiar malos modelos.
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Lo más común es que dentro del grupo de las personas que más nos influyen estén nuestros amigos,
a quienes queremos mucho, por lo que normalmente no somos lo suficientemente imparciales en el
análisis y no reconozcamos en nosotros su influencia.
Un consejo: pídele su opinión a tus padres o a un líder que reconozcas autoridad espiritual, para que
ellos te confronten y te digan sinceramente si cuando te juntás con tal o cual persona, tú cambias.
Ellos pueden ver lo que tú tal vez no quieras ver o reconocer.
Buenas influencias recibidas
Una buena influencia fue el sacerdote Joiada quien marcó la vida del rey Joás, mientras vivía.
“Mientras el sacerdote Joiada vivió, Joás hizo lo que agradaba al SEÑOR”. 2 Crónicas 24.2
Jonás fue un excelente rey bajo la influencia del sacerdote, pero al morir Joiada lamentablemente
recibió otras influencias por parte de los jefes de Judá. Tanto cambió Joás por la mala influencia que
hasta mató al sacerdote Zacarías, hijo de Joiada (leé la historia en 2ª Crónicas que está muy
interesante).
Joás bajo la influencia de los malos amigos, no fue fiel a sus principios. Una buena influencia le dio
poder y prosperidad. Una mala influencia lo destruyó.
¿Cómo ser buena influencia?
El profeta Daniel fue una persona influyente. No sólo influyó en sus amigos Ananías, Misael y
Azarías, sino en reyes (Nabucodonosor, Ciro y Darío). Y así como Daniel honraba sólo a Dios, su
influencia hizo lo mismo en los demás.
“Después le dijo a Daniel: -Verdaderamente el Dios de ustedes es el más grande de todos

los dioses; es el Señor de los reyes y el que revela los misterios, pues tú has podido descubrir
este misterio”. Daniel 2.47
La mejor influencia la vemos en la vida de Moisés. Éxodo 34.29-35 dice que cuando Moisés pasaba
tiempo en la Presencia del Señor, volvía tan distinto que su rostro resplandecía, tanto que nadie
podía ni siquiera mirarlo. Es que la influencia de Dios era tan fuerte en su vida, que no podía volver
igual que como fue. Cuando tú pasas tiempo a solas con el Señor, te aseguro que se nota. Porque la
influencia de Dios deja marcas siempre.
Para ser buena influencia es necesario tener:

1. Vida de oración y comunión con Dios. Necesitas estar bien agarrado de Dios para ser
buena influencia. Si ves que estás declinando en tu relación con el Señor desde que estás
con estos amigos, es que sus influencias empezaron a debilitarte.
2. Objetivos y metas clara. Si tú sabes bien hacia dónde vas, va a ser más difícil que te
desvíen de tu propósito. Pero cuidado: “objetivos y metas claras” es una cosa y “buenos
ideales” es otra. Los buenos ideales son buenas intenciones solamente y son fáciles de
desviar. Los objetivos y metas claras, se refiere a ver el final, hacia dónde quieres llegar, qué
planes tienes para concretarlos, que recaudos tomarás ante cualquier peligro, etc.
3. Dependencia de Dios. Si dependes de tus propias fuerzas, puedes caer. Puede ser que
sientas que tú puedes, que no te vas a desviar nunca, etc. Conocí mucha gente con ese
pensamiento y que la caída fue terrible. No dependas de ti, depende de Dios. Y si Dios te
dice: “salí de esa relación”, un consejo: hacele caso.
4. Respeto. Influir no significa obligar. Tú puedes tener tus planes respecto a estos amigos.
Pero también ellos tienen los suyos y pueden no querer cambiar. Y lo tienes que respetar,
porque Dios mismo respetó el derecho de elegir entre el bien y el mal:
32
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"Miren, hoy les doy a elegir entre la vida y el bien, por un lado, y la muerte y el mal,
por el otro. Deuteronomio 30.15 (DHH)
Ser influencia no es imponer. Es ser modelo, donde los demás puedan verse y querer
contagiarse por ese estilo de vida. Ser influencia es que se pueda ver a Cristo reflejado en tu
vida.
5. Sujeción. No vayas donde Dios no te manda. A veces nos ponemos propósitos y metas que
no son de Dios. Queremos provocar nosotros el cambio en los demás, más que sea Dios
quien lo provoque. Si no tienes la fuerte convicción que Dios te está mandando, no vayas
hasta no tenerla.
El apóstol Pablo tuvo una experiencia interesante al respecto, según Hechos 16.6-7, donde
dice:
“Atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo
hablar la palabra en Asia; y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el
Espíritu no se lo permitió”.
¿Cómo era posible? ¿Era algo malo lo que iba a hacer Pablo? ¡No: era evangelizar! Sin
embargo el Espíritu no se los permitió. ¿Qué hubiera pasado si Pablo insistía en predicar el
evangelio en Asia, Misia o Bitinia? Simplemente, hubiera pecado. Es que no era el tiempo
para predicar allí. Ese tiempo ya vendría, pero no era ese el momento.
Puedes tener las mejores intenciones, pero si Dios no te manda, no vayas. El sabe el por qué.
6. Estar siempre atento. Analizar diariamente si hay algún mal hábito que se te está pegando.
7. Rodearte de buenas influencias. Los misioneros que van al campo islámico, saben que si
van solos, pierden desde un principio. Siempre se rodean y buscan el soporte de personas
que lo ayuden y contengan. De la misma manera, para ser buena influencia, necesitas
rodearte de buenas influencias. Personas que te ayuden y contengan.
8. Amor. Sin amor no puedes dar nada bueno. El amor de Dios reflejado en tu vida y el amor a
los demás es la base fundamental para ser buena influencia.
¿Cómo reconocer las marcas que dejan los demás en mí?
Mateo 7.20 dice “por sus frutos los reconoceréis”. En la versión Latinoamericana 1995 dice “Por lo
tanto, ustedes los reconocerán por sus obras.
Efectivamente, así como son las personas que te rodean, serán las marcas que te dejen. Su manera

de actuar, su manera de pensar, su manera de hablar, serán influencias en tu vida.
Para reconocer las marcas que dejan en ti, basta que sepas cómo son ellas.
Como dice Mateo 7.18:
“Un árbol bueno no puede dar frutos malos, como tampoco un árbol malo puede
producir frutos buenos”.
¿Cómo reconocer las marcas que dejo en los demás?
De la misma manera que los demás dejan sus marcas en ti, así como tú eres, tu manera de actuar, tu
manera de pensar, tu manera de hablar, serán influencias en la vida de los demás.
Esto es una gran responsabilidad, dado que Dios nos mandó a dejar en los demás “las marcas de
Cristo”. Pero casi siempre las marcas que dejamos no son las de Cristo, sino las de nuestra propia
carnalidad.
Eres responsable de las marcas que estás aceptando de otros y las que estás rechazando.
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Areas
Eres responsable de las marcas que estás dejando en los demás.

¿Cuáles son tus marcas? ¿Por qué características te conocen? ¿Qué huellas has dejado hasta
ahora?
34
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...y p o r c a s a
co mo a nda mo s ?
Es momento de hacer un análisis a fondo y ver qué clases de influencias recibís y qué clase de
influencia eres. Naturalmente, vas a decir enseguida “recibo buenas influencias y soy una buena
influencia”, pero... ¿el Señor piensa lo mismo?
“Yo, el SEÑOR, sondeo el corazón y examino los pensamientos,

para darle a cada uno según sus acciones
y según el fruto de sus obras”.
Jeremías 17.9-10
3. Anota en cada ámbito las iniciales de las personas que están influyendo en tu vida (tienes varios
casilleros según el lugar). Al lado escribe una B si la influencia es buena, una R si la influencia no
es tan buena o M si es mala. Es conveniente que seas sincero contigo mismo. Para evitar que tu
juicio esté “influido” por tus sentimientos, pídeles a tus padres o líderes que revisen luego esta
lista y te den su opinión (de ser distinta anótalas debajo de la tuya en el otro casillero, en color
rojo).
Compañeros Amigos de Líderes Familia
de la escuela la iglesia
Iniciales
En su
Relación
con Dios
En su
¿Cómo me están influyendo?
Relación
los
demás
En su
Relación
familiar
En su
manera
de
pensar
En sus
hábitos
En su
lenguaje
3. ¿Reconoces personas que están siendo influencias negativas? SI NO
4. ¿Crees que el Señor se agrada de una relación así? SI NO
35
Areas
6. ¿Reconoces personas que están siendo influencias positivas? SI NO

7. ¿Qué piensas hacer?
8. Anota en cada ámbito las iniciales de las personas en las que estás influyendo en sus vidas
(tienes varios casilleros según el lugar). Al lado escribe una B si tu influencia es buena, una R si
no es tan buena o M si es mala.
Es conveniente que seas sincero contigo mismo. Para evitar que tu juicio esté “influido” el ego y el
amor propio, pídeles a tus padres o líderes que revisen luego esta lista y te den su opinión (de ser
distinta anotalas debajo de la tuya en el otro casillero, en color rojo).
Compañeros Amigos de Líderes Familia

de la escuela la iglesia
Iniciales
En su
Relación
con Dios
¿Cómo los estoy influyendo?
En su
Relación
los
demás
En su
Relación
familiar
En su
manera
de
pensar
En sus
hábitos
En su
lenguaje
9. ¿Reconoces personas en las que estás siendo influencia negativa? SI NO manera que el pueblo estaba influyendo en él.
10. ¿Crees que el Señor se agrada de la marca que estás dejando en ellos? SI NO
12. ¿Qué piensas hacer?
13. ¿Reconoces personas en las que estás siendo influencia positiva? SI NO
36
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“No se dejen engañar: Las malas compañías corrompen las buenas costumbres”. –1ª Corintios 15.33
“Que nadie te menosprecie por ser joven. Al contrario, que los creyentes vean en ti un ejemplo a
seguir en la manera de hablar, en la conducta, y en amor, fe y pureza.” - 1 Timoteo 4.12
“Imítenme a mí, como yo imito a Cristo”. 1ª Corintios 11.1
37
Areas
semanas:
semanas:
7. ¿Cómo te fue?

semanas:
11. ¿Cómo te fue?


Ahora
Ahora
Ahora
Antes Antes Antes Ahora Antes 38
10º 45º 90º 180º
Areas
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Areas
40
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TU PEOR ENEMIGO
Hay alguien quien es el que más te lastima. Hay alguien que no te deja crecer. Es alguien que te
detiene cuando quieres avanzar. Alguien que no te deja disfrutar plenamente de la vida.
Hoy vamos a desenmascarar a tu peor enemigo.
Tu peor enemigo está al acecho, pendiente de lo que haces, de lo que decís, de lo que piensas.
Y tu peor enemigo está cerca. Tu peor enemigo…eres tú!
Eres tú quién más te hiere, quién no te deja avanzar y disfrutar de todo lo que Dios te da. Y el ataque
es dirigido en dos sentidos:
1. Cómo tú te ves.
2. Cómo tú ves a los demás.

Moody decía: “He tenido más problemas conmigo mismo que con cualquier otra persona”
Una vez alguien dijo: “Si pudieras darle una patada a la persona responsable de la mayoría de tus
problemas, no podrías sentarte por semanas”.
Primer ataque: la manera en que te ves a ti mismo/a.
Este primer ataque lo sufrís cuando tu Ego lanza misiles contra ti mismos, trabajando en tu mente.
Algunas maneras de atacarte son:
1.- No creerte capaz.
Puede ser que cuando estés esforzándote para algo, tú mismo te digas: “no voy a poder”. Tras
ese pensamiento hay una montaña de creencias que te atacan: “no puedo”, “no lo lograré”, “no
me va a salir”, “nunca podré”. Lo que te está dominando es la idea que no tienes capacidad. Y
eso no solo te va a frustrar, sino que te va a ser bajar los brazos.
Supongamos que estás en la escuela y el profesor explica algo que no entiendes.

Generalmente tendemos a rechazar lo que no entendemos. Y ahí viene el primer dardo: “esto
no lo entiendo, es difícil”. Y si el profesor no sabe sacarte la duda, viene el segundo dardo:
“sigo sin entender”, “no, esto no lo entenderé nunca”, “no podré aprobar el examen…”
Dios te dio capacidades. Puede ser que algunas cosas te sean más fáciles y otras más difíciles.
Pero puedes, no olvides que difícil no es imposible. La cosa es no bajar los brazos y buscarle la
vuelta.
Volviendo al ejemplo del profesor, puedes en ese caso optar por: buscar más información del
tema en un libro o por Internet, pedir a otra persona que entendió el tema que te lo explique con
sus propias palabras, tratar de razonarlo, consultar a un profesor particular, etc. La decisión está
entre rendirse por que tu peor enemigo te dijo que no eres capaz de aprender o luchar, buscando
una salida al problema.
2.- No creerte amado/a.

Puede ser que estés rodeado de personas que te quieren, pero basta con encontrarte con una
persona que no te quiera, para que no veas al resto que sí te aprecia. Y ya la opinión de esa
Capítulo: TU PEOR ENEMIGO
persona hace que tu peor enemigo te diga: “nadie te quiere”. ¿Nadie? Puede ser que haya una o
algunas personas, pero ¿nadie? No, no es así. De por sí ya tienes un amor incondicional: el de
Dios. Y aparte hay muchas personas que te quieren.
La persona menos amada fue y es Jesús. Y no digo solo por lo que sufrió durante su crucifixión.
¿Cuánta gente lo rechaza? ¿Cuánta gente lo ignora? Incluso nosotros, ¿acaso no leemos en
Juan 14.15 que Jesús dijo: "Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos”? ¿Y
obedecemos siempre sus mandamientos? ¿Cuántas veces tenemos problemas y no recurrimos a
El? ¿En cuántas ocasiones decidimos cosas sin buscar primeramente Su Voluntad y sujetarnos a
ella? Sin embargo Jesús sabía que contaba con el amor de alguien que le daba toda la fuerza
para luchar: el amor del Padre.
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El tema pasa por ver con más atención lo que sí tenemos. Y lo que no, bueno, puede ser una
meta el hecho de buscar la manera de acercarte a esa persona para tratar de cambiar la
impresión que tiene sobre ti.
3.- Autorechazo.
Acá el ataque es no aceptarte. Y las palabras de tu peor enemigo son: “no me gusta ser como
soy”, “odio mi cuerpo”, “no me soporto”, ¿por qué no soy como el resto?”. En el autorechazo hay
falta de amor a ti mismo, desaprobación de tu persona y valorizar a los demás desvalorizándote
tú.
¿Cuál es la raíz del autorechazo? Pueden ser varias causas, entre las cuales podemos encontrar:
a. Rechazo de los padres. Si tus papás te rechazaron, tu sistema de creencias “compró” esa
opinión como válida y te sientes digno del rechazo.
b. Perfeccionismo o modelos demasiado altos. Ponerse objetivos demasiado altos, es como
querer subir una escalera y que los escalones midan 10 metros de altura cada uno. Al ser
inalcanzable lo que quieres lograr, hace que te frustres y te enojes contigo mismo, rechazándote
porque no lograste lo que querías. El perfeccionista termina siendo una persona insatisfecha,
porque haga lo que haga, nada le parecerá suficiente.
c. Rechazo de los pares. En este caso el rechazo viene de otros chicos o chicas de tu edad. Y
también muchas veces terminás comprando esa opinión y rechazándote: “los demás me
rechazan porque no sirvo para nada”.
d. Problemas para diferenciar el “ser” y el “hacer”. Puede ser que alguien te diga “lo que hiciste
es un error” y que tu peor enemigo te cambie el mensaje a “tú eres un error”. Debemos separar:
una cosa es lo que hacemos y otra cosa es lo que somos. Podemos ser grandes personas y
hacer algunas cosas en forma equivocada; no por eso somos menos.
e. Hipersensibilidad. Sobredimensionar los “ataques” de los otros. Por ejemplo: si alguien pasó y
no te saludó, tu peor enemigo te dice: “te ignoró porque tiene algo contra ti”, cuando lo más
posible es que haya estado distraído o apurado.
También puede ser que un amigo te falle y tu peor enemigo te dice: “de ahora en más está atento
porque te va a seguir fallando”. Eso hará que estés en estado de alerta cada vez que tu amigo
(que es un ser humano con cualidades y errores como todos) se acerque. La hipersensibilidad no
sólo no te dejará disfrutar de la amistad, sino que te robará tranquilidad y felicidad.
Segundo ataque: la manera que ves a los demás.
Este otro ataque lo sufrís cuando tu Ego lanza misiles contra tu percepción del entorno. Algunas
maneras de atacarte son:
1.- Destacar los errores y defectos de otros, minimizando los propios.
Es lo que Jesús dijo como “ver la paja en el ojo ajeno”. Si alguien te falla, tu peor enemigo te dice:
“crucifícale”, pero cuando eres tú el que le falla a otro, tu peor enemigo en lugar de confrontarte y
mostrarte que debes acercarte y pedir perdón, te dice: “bueno, no es para tanto”.
2.- Falta de empatía.
Tu manera de ver a los demás varía si los miras a través de ponerte en el lugar del otro y tratar
de comprenderlo o si ves al otro con “los ojos de tu peor enemigo”. Son ojos críticos, que juzgan,
que no le interesan las razones de los demás, ni los problemas que estén pasando ni nada.
3.- No valorar las luchas y esfuerzos ajenos.
¿No se esfuerzan tus padres para darte todo lo que necesitas? Pero cuando ellos no pueden
comprarte “ese par de zapatillas” o te piden que ayudes en tu casa, limpiando, ordenando, etc., tu
peor enemigo te hace verlos como molestos, enojándote con ellos.
4.- Ver más los defectos que las virtudes.
Puedes rodearte de excelentes personas y tu peor enemigo, en lugar de mostrarte sus virtudes,
sólo te hace ver sus carencias y errores.
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¿Qué hacer contra los ataques de tu peor enemigo?

Hay distintas maneras de enfrentarlo. Lo primero es RECONOCERLO. Acordate del dicho que indica
que “sólo un hombre íntegro es capaz de confesar sus faltas y de reconocer sus errores”.
Tienes que saber reconocer cuando lo que está pasando por tu mente es un ataque que proviene de
tu ego y tomar medidas de contraataque, entre las cuales puedo mencionarte:
1. Aceptación.
Hay cosas que no podrás cambiar por que son parte de tu esencia o de tus limitaciones normales.
Si no medís más que 1.50 m. de altura, no pretendas ganarle a Manuel Ginóbili. Tu altura no la
puedes cambiar y no es muy cómodo jugar con zancos…
Hay una oración de Francisco de Asís que dice:
Señor, dame coraje para cambiar las cosas que se pueden cambiar;
Serenidad para aceptar las cosas que no se pueden cambiar
Y sabiduría para reconocer la diferencia.
2. Amor sano. Amate bien. Muchas personas no se saben amar y apreciar, por eso no disfrutan
plenamente de la vida.
Si alguien te ha rechazado en “su” problema. El/ella no supieron conocerte realmente. Pero Cristo
que te conoce de verdad, te ama y te acepta. No te ama por lo que haces o no dejas de hacer. Su
amor es incondicional.
“Aunque mi padre y mi madre me abandonen, tú, Señor, te harás cargo de mí.” Sal. 27.10
3. Adaptación y aprendizaje.
A veces queremos hacer cambios instantáneos y al no dar resultado, terminamos frustrados y
decepcionados. Hay cambios que se pueden hacer en el momento y otros son parte de un
proceso. En estos casos debemos comenzar por hacer pequeños cambios, desarrollando metas y
objetivos alcanzables. Por ejemplo, si eres tímido, no puedes ser el animador de una fiesta, de la
noche a la mañana, pero puedes proponerte empezar acercándote a los demás y charlar.
4. Mentalidad de ganador.
Jesús no tuvo mentalidad de perdedor. No fue a la cruz resignado porque perdió su batalla contra
el pecado. Fue sabiendo exactamente lo que debía hacer y totalmente seguro que iba a alcanzar
allí su objetivo. Y nosotros tenemos la mente de Cristo.
5. Diferenciar entre el “no puedo cambiar” y el “no quiero cambiar”.
Puede no gustarte ser como eres y aún así no querer cambiar. ¿Crees que los
delincuentes están contentos por ser como son? No siempre es así. Muchos no
están satisfechos consigo mismo, pero no cambian. No porque no pueden, sino
porque en realidad no quieren.
Hay veces que sabemos que lo que estamos haciendo está mal. Y lo seguimos
haciendo, diciéndonos: “traté, pero no puedo cambiar. Soy así”. Tenemos que
plantearnos si realmente es que no queremos cambiar. Por que todo cambio requiere esfuerzo y
dolor y hay que ver si estamos dispuestos a atravesarlos.
6. Modelos reales.
Tal vez el standard que te fijaste parezca ahora inalcanzable. Bueno, puedes comenzar por
ponerte metas y objetivos más reales. A medida que los alcances, puedes fijarte si superarlos o
redefinir tus metas.
7. Autoevaluación con la guía del Espíritu Santo.
Ni tu autocrítica ni la crítica hacia los otros será del todo imparcial sin la guía del Espíritu de Dios.
8. Separar el “ser” del “hacer” en tu propio juicio y el juicio hacia otros.
Que tú no tengas capacidad para lograr alguna cosa, no significa que tú seas un incapaz. Y que
tu amigo haya cometido una equivocación, no significa que él sea una equivocación.
9. Empezar a destacar las virtudes del otro.
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Queremos que los demás vean nuestras cualidades, pero destacamos más los defectos ajenos
que sus virtudes.
El apóstol Pablo dijo, según Filipenses 4.8 “Por último, hermanos, piensen en todo lo verdadero,
en todo lo que es digno de respeto, en todo lo recto, en todo lo puro, en todo lo agradable, en
todo lo que tiene buena fama. Piensen en toda clase de virtudes, en todo lo que merece
alabanza”.
Cuando empieces a observar con mayor atención las virtudes de los demás en lugar de enfocarte
en sus defectos, los empezarás a querer y valorar más.
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...y p o r c a s a
co mo a nda mo s ?
Una de las cosas más difíciles que existe es la de sincerarnos con nosotros mismos. O somos
despiadados en nuestros juicios a nosotros mismos o somos demasiados permisivos. Pero el tema es
conocernos más para evitar autoengañarnos. Lo más común es que digas:” yo ya me conozco”.
Pero... ¿efectivamente es así?
“SEÑOR, tú me examinas, tú me conoces.”
Salmo 139.1
2. En este cuadro se puede ver reflejada la manera en que tú te estás viendo:
En la primera columna puedes ver frases que sientes como propias. Incluso hay celdas en
blanco para que completes con alguna otra frase que te sientas reflejado/a y no esté escrita.
En la segunda columna poné el grado de identificación con la frase, pudiendo ser:

“No me identifica” = 0
“A veces me identifica” = 1
“generalmente pienso así” = 2
“me siento totalmente identificado/a” = 3
En la tercera columna tienes que poner en una o dos palabras qué piensa Dios. (Ej. En la
frase “Me creo inútil”, Dios ¿te cree inútil o cual es su opinión al respecto?)
En la cuarta columna está tu decisión respecto a tu pensamiento, lo que piensas hacer:
Aceptarlo o Rechazarlo.
Frases Grado Que piensa Dios Que debo hacer

“No me veo capaz”
“Me creo inútil”
“Nunca me destacaré en nada”
“No me siento amado/a”
“Nadie me quiere”
“A nadie le importo”
“Siempre estaré solo/a”
“No me gusta ser como soy”
“No me soporto”
“Nunca seré lo que quiero ser”
“Nunca llegaré adonde quiero llegar”
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“No sirvo para nada”
“Me cuesta confiar”
“Están todos contra mi”
3. ¿El Señor se agrada de estos pensamientos? SI NO
5. Este segundo cuadro indica la manera que tu peor enemigo te hace ver a los demás.
En la primera columna puedes ver las formas de ataque. Incluso hay celdas en blanco para
que completes con algún otro ataque con que te sientas reflejado/a y no esté escrito.
En la segunda columna poné el grado de identificación con ese ataque, pudiendo ser:
“No me identifica” = 0
“A veces me identifica” = 1
“generalmente pienso así” = 2
“me siento totalmente identificado/a” = 3
En la tercera columna tienes que poner en una o dos palabras qué piensa Dios.
En la cuarta columna está tu decisión respecto al mismo, lo que piensas hacer: Cambiar o
seguir con esa postura.
Destacar los errores y defectos

de otros y minimizar los propios.
Falta de empatía.
No valorar las luchas y esfuerzos

ajenos.
Ver más los defectos que las

virtudes.
3. ¿El Señor se agrada de estos? SI NO

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“...Cada uno es tentado cuando sus propios malos deseos lo arrastran y seducen”. (Santiago 1.14)
“Hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte. (Prov.14.12)
“El sabio teme al SEÑOR y se aparta del mal, pero el necio es arrogante y se pasa de confiado” (Prov.
14.16)
“Opina el necio que su camino es derecho, pero el sabio obedece el consejo”. (Prov.14.15)
“Despójense de toda clase de maldad, todo engaño, hipocresía y envidia, y toda clase de chismes”. (1º Pedro
2.1)
cabo).
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semanas:
semanas:
7. ¿Cómo te fue?
semanas:
11. ¿Cómo te fue?

semanas:
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15. ¿Cómo te fue?


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Capítulo: FILTRACIONES EN TU CASA
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FILTRACIONES EN TU CASA
Juan tiene un problema en su casa: tiene una gran gotera y cada vez que llueve, le entra agua
mojándose todo. Ya se le arruinó la pintura, la mesa de madera de la cocina y hasta corre peligro que
toque las instalaciones eléctricas. Juan está enojado con la lluvia. ¡Por su culpa se le está arruinando
toda la casa!
¿La lluvia tiene toda la culpa? En realidad, llueve sobre todas las casas del vecindario y la única que
tuvo este problema fue la de Juan. ¿Por qué? Porque había filtraciones en su casa, lugares por
donde entró el agua. Al no ser reparadas, las grietas se fueron profundizando, dejando entrar más
cantidad de agua y produciéndose más daños.
Juan está enojado con la lluvia. La cree única responsable del daño de su casa. Hasta que Juan no
reconozca que hay debilidades en la construcción (que el agua solamente aprovechó para entrar) y
las arregle, la situación seguirá y cada vez peor.
Vamos a cambiar un poco los personajes: Tú eres Juan. La casa es tu vida, la lluvia pueden ser las
circunstancias de la vida o las tentaciones.
Las mismas circunstancias o las mismas tentaciones la pueden sufrir otras personas, pero no les
produce daño. ¿Por qué? Porque no tienen “filtraciones” que permitan que las vayan arruinando de a
poco.
Satanás trabaja con las rajaduras. Él examina cuál es el área débil de una persona y ahí donde
encuentra “una fisura”, sólo le “tira un poco de tentación” y se va. No necesita más. Así como el agua
entra sola por los huecos, al “verter un poco de tentación”, la misma entra sola por las “rajaduras” de
su vida.
¿Por qué afecta a la casa de Juan el agua y no el viento? Por que la casa de Juan tiene filtraciones
que permiten el paso del agua, no del viento. Para que el viento la afectara tendría que tener otro tipo
de problemas, como falta de ventanas o cimientos débiles.
De la misma manera, Satanás no te tentará en tus áreas fuertes, sino en las áreas vulnerables.
En Judas, el área vulnerable era el materialismo. Lo podemos ver leyendo en Juan 12, cuando María
unge a Jesús con un caro perfume.
Judas cuestionó: “¿Porqué no dan el dinero a los pobres?” No lo dijo por misericordia, sino porque el
perfume que derramó María sobre Jesús era muy costoso y como él no sólo era traidor, sino también
ladrón y robaba del dinero que debía custodiar, hubiese preferido que el valor del perfume ingrese a
la bolsa de dinero para poder robarlo. (Juan 12.6)
Aparentemente, Judas “tuvo eco” en otros discípulos por lo que podemos leer en Mateo y Marcos,
que sin saber las verdaderas intenciones de Judas, se pusieron de su lado.
Pero pronto Judas demostró su problema: el dinero había sido su debilidad y fue el dinero el precio de
su traición.
Pero el materialismo no es la debilidad de todos.
Abraham no tuvo ningún problema en dejar que su sobrino Lot eligiera lo que consideraba “las
mejores tierras” (Sodoma). Ni tampoco tuvo inconvenientes en rechazar los bienes que le ofrecía el
rey de Sodoma. Las riquezas no eran su debilidad. Por eso tampoco fue el área donde sufrió
tentaciones. Satanás sabía que no podía perder tiempo tentándolo donde no iba a caer.
En tus áreas fuertes, no te va a tentar, sino que tratará de hacerte caer en tus debilidades. Sabe muy
bien cuales son tus áreas vulnerables. Por eso, es necesario que tú conozcas tus puntos fuertes y los
débiles.
Volviendo a la historia de Juan: si en lugar de culpar a la lluvia, hubiese investigado por dónde se
filtraba el agua, lo podría haber reparado y el problema hubiese terminado ahí.
PASOS A SEGUIR PARA “REPARAR TU CASA”
1. INVESTIGAR.
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Para eso tienes que evaluar y reconocer cuáles son tus áreas vulnerables.
Esto parece fácil, pero no siempre lo es. Puede ser que reconozcamos algunas áreas débiles de
nuestras vidas y otras, no. Es fácil reconocer por ejemplo, si eres muy susceptible y a la vez no
reconocer que eres obstinado. Por eso, para investigar es necesario:
a. Ser sincero contigo mismo.
b. Pedir la guía del Espíritu Santo que te conoce mejor que tú.
c. Pedir también la visión de otras personas que te quieren.
2. QUERER CAMBIAR.
Si no quieres cambiar, puedes esforzarte mucho, pero no lo vas a lograr. Puedes decir que tienes que
cambiar e interiormente, no querer hacerlo. Tu “yo” está muy conforme con ser de esta manera, por
más que sufras tú mismo. Por eso es necesario sincerarte. Si tú te das cuenta que lo que no quieres
es cambiar, una vez que reconozcas que ése es tu impedimento, puedes trabajar en ello.
3. ARMAR UN PROYECTO DE CAMBIO.

Hay que armar un plan. Como viste, hasta ahora, en todos los capítulos, dedicamos una parte para
que tú te propongas cambiar algunas áreas de tu vida con la guía del Señor, donde tenías que hacer
un plan bien detallado.
Es muy común decir, por ejemplo: “tengo que cambiar mi carácter”. Con esto, jamás vamos a lograr
nada. Distinto es decir:
“Cuando alguien me contradice en lo que digo, siento que está en contra mía y respondo mal.
En realidad no es así: está en contra de esa opinión, no de mi persona. Tengo que
cambiar la manera en que percibo lo que me dicen, dado que en ese aspecto soy vulnerable y
casi siempre interpreto para mal. Para eso, la próxima vez que alguien me contradiga, lo
primero que haré es decirme a mí mismo: ¿está en contra de mí o de lo que yo pienso con
respecto al tema que estamos hablando? Si él está en contra de mi opinión sobre ese tema,
no tengo motivos para ponerme mal. Tiene todo el derecho a opinar distinto que yo, como yo
tengo mis derechos a pensar distinto a él. Y tal vez su punto de vista tenga algo de razón, si
lo analizo. Puede ser también que mi punto de vista tenga algo que él no lo haya considerado
y se lo pueda explicar de una manera más clara y tranquila.”
De esta manera detallamos bien el problema y desarrollamos un primer paso del plan. Lo bueno es
describir exactamente el problema, sin generalizar y detallar un plan bien concreto. La pregunta que
debemos hacernos es: ¿cómo responderé cuando esto me suceda la próxima vez? ¿Qué hago
cuando me sienta vulnerado en esta debilidad?
4. PONER EL PLAN EN ACCIÓN.

Puedes desarrollar un buen proyecto, pero si no lo llevas a la práctica, termina siendo una utopía.
Acá tienes que aplicar lo que decidiste hacer cuando armaste el plan.
Obviamente, tu peor enemigo del que hablamos anteriormente, te mostrará “las razones” para que
desoigas lo que te propusiste hacer. En ese momento, debes pararte firme y empezar a caminar
hacia el cambio.
5. EVALUAR LOS RESULTADOS.

Luego de enfrentar la “primera gran batalla”, tienes que evaluar cómo te fue. Hay preguntas que
tendrías que hacerte:
a. ¿Era éste el resultado que esperaba o se aproxima a él?
b. ¿Estoy conforme con el resultado?
c. ¿Hay algo que debería mejorar aún más para lograr mejores resultados?
d. Lo hice en esta oportunidad. ¿Qué me propongo para la próxima vez que deba enfrentar una
situación similar?
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e. Ahora que llegué hasta aquí ¿qué otros pasos puedo ir dando para reforzar este nuevo hábito en
mi vida?
6. BUSCAR APOYO.
Es útil contar con alguien que nos ayude en nuestra lucha, nos muestre si vamos por el camino
correcto y nos apoye en oración.
Las áreas vulnerables pueden ser, entre otras:
4.Ser
1. Tener mal
2. Ser inseguro 3.Ser hipersensible desconfiado
carácter
6. Pensar siempre
5. Estar siempre a mal de las 7. Pensar mal de
8. Ser impulsivo
la defensiva intenciones de otros
otros
12. No poner
9. El dinero 10. Las mujeres 11. Los hombres límites
14. Ofenderme si
13. No respetar
no soy el centro de 15. Inmadurez 16.Ser rencoroso
límites
atracción
20. Ser
17. Ser egoísta 18. Ser egocéntrico 19. Ser ególatra mentiroso
24. Vivir
22. Ser agresivo o
21. Ser envidioso 23. Ser celoso burlándose de
violento
los demás
28. Ser
25. Ser orgulloso 26. Ser intolerante 27. Ser vago manipulador
29. No establecer 32. Ser

30. No amarse 31. No aceptarse
sanas prioridades obstinado
35. dejarse llevar 36. Ser
33. Ser miedoso 34. Ser caprichoso
por los demás Influenciable
37._____________ 38._____________ 39._____________ 40.___________
_______________ _______________ _______________ ______________
Puedes aquí agregar otras debilidades que no están mencionadas.

No olvides: La mayor libertad es la habilidad de elegir cómo vamos a reaccionar ante cualquier
circunstancia.
¿Cuáles son tus “filtraciones”, esas áreas de tu vida donde eres vulnerable?
Llegó el momento de empezar a trabajar en ellas.
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...y p o r c a s a
co mo a nda mo s ?
Es momento de hacerte una sana auto-evaluación y ver dónde están “tus filtraciones”.
“Has escudriñado mi andar y mi reposo,
y todos mis caminos te son conocidos.”
Salmo 139.3
2. En la sección anterior hicimos una lista de algunas posibles debilidades.

En la primera columna Anota todas las que Reconoces en tu vida. En la segunda columna,
las que tu familia ve, en la tercera columna las ven tus amigos y en la cuarta columna, las que
tus líderes observan en ti.
Mis debilidades, Mis debilidades, Mis debilidades, Mis debilidades,

según yo según mi familia según mis amigos según mis líderes
3. ¿Quieres reparar “esas filtraciones” que tú mencionaste? Mencioná cuáles.

4. ¿Quieres reparar “esas filtraciones” que te dijo tu familia? Mencioná cuáles sin repetir las anteriores.
5. ¿Quieres reparar “esas filtraciones” que te dijeron tus amigos? Mencioná cuáles sin repetir las
anteriores.
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6. ¿Quieres reparar “esas filtraciones” que observaron tus líderes? Mencioná cuáles sin repetir las
anteriores.
“Una ciudad abierta, sin defensas, así es el hombre que no controla sus impulsos” – Proverbios 25.28
2. “Porque lo que hago, no lo entiendo; porque no practico lo que quiero hacer, sino que lo que aborrezco, eso
hago” – Romanos 7.15
3. La prudencia consiste en refrenar el enojo, y la honra, en pasar por alto la ofensa.” – Proverbios 19.11
4. En la sección anterior, hiciste una lista de tus áreas vulnerables. No puedes cambiarlas todas
juntas a la vez, así que a continuación, ordenalas por prioridad, cual vas a tratar primero, luego la
segunda y así sucesivamente.
1. 2. 3.
4. 5. 6.
7. 8. 9.
10. 11. 12.

13. 14. 15.
5. Comencemos con la primera. Describí en forma bien detallada tu vulnerabilidad.
6. ¿Qué consecuencias te trajo esa debilidad y cuáles piensas que te puede traer además?
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7. ¿En qué circunstancias eres propenso a caer en esa debilidad?
8. ¿Cómo piensas que evitarías caer en esa debilidad?
9. ¿Cómo te comprometes a enfrentar esa debilidad la próxima vez? Detalla con la mayor precisión
los pasos que seguirás.
Firma:...................................... Firma del Testigo de mi compromiso:................................
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semanas:
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7. ¿Cómo te fue?
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11. ¿Cómo te fue?

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15. ¿Cómo te fue?

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19. ¿Cómo te fue?


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UNA DE CAL… Y UNA DE ARENA
1. RECONOCIMIENTO DE MIS HABILIDADES REALES.
Imaginate que un día llegas a tu casa del colegio con hambre. Los negocios están cerrados y tú
tienes que cocinarte, ya que tus padres no volverán hasta la noche. Tenías pensado comer milanesas
y revisas en la cocina. Hay huevos, aceite y pan rallado, pero no carne. Luego encuentras una caja
de pastas y salsa.
¿Qué haces entonces? Opciones:
a. Quieres comer milanesas sea como sea y tratás de hacértelas igual con lo que tienes.
Mezclás huevo con pan rayado y los freís. Obviamente no te saldrá por que te falta el
ingrediente principal.
b. Como no tienes los ingredientes necesarios para hacerte milanesas, te resignás y
lamentás sin comer, pasando todo el día con hambre.
c. Piensas qué cosa puedes prepararte con los elementos que sí tienes. No puedes hacerte
milanesas, pero sí un buen plato de pastas. Lo cocinás y comés, disfrutándolos.
Nuestros planes y proyectos son como ingredientes. No podemos armarlos y esperar que salgan
bien, sin primero analizar con qué ingredientes (capacidades) contamos y con cuales no.
Puede pasar que al armar un plan:

a. Nos obsesionemos en llegar a una meta, sin contar con las capacidades para la misma,
frustrándonos si nos sale mal.
b. Como no tenemos capacidades para alcanzar esa meta, nos quedemos estancados, sin
ningún proyecto ni desafío.
c. Veamos qué podemos hacer y adónde podemos llegar con las habilidades que tenemos.
A cada uno Dios le dio habilidades para desarrollarlas. Estas capacidades no las repartió “porque sí”.
El sabe cual dar a cada uno y porqué. Pueden tener que ver con nuestra personalidad, nuestro
ambiente y nuestro lugar en el Reino (ministerio).
En algunas oportunidades nos encaprichamos en hacer algo para lo cual Dios no nos preparó. Eso no
solamente nos frustra, sino que impide que nos enfoquemos y logremos aquello por lo cual sí nos
capacitó.
Eso le pasó al Rey David.

Capítulo: UNA DE CAL… Y UNA DE ARENA
[David a Salomón] "Hijo mío, yo tenía el propósito de construir un templo para el Señor mi
Dios. Pero el Señor me ha dicho: He visto que tú has derramado mucha sangre y has hecho
muchas guerras; por eso no eres tú quien va a construirme un templo”. 1ª Crónicas 22.7-8
Pero también en otra oportunidad quiso hacer un censo que Dios no lo había mandado. Y el pueblo
pagó las consecuencias…
Y se levantó Satanás contra Israel e incitó a David a hacer un censo de Israel. Dijo, pues,
David a Joab y a los jefes del pueblo: Id, contad a Israel desde Beerseba hasta Dan, y
traedme el resultado para que yo sepa el número de ellos. Pero Joab dijo: Añada el SEÑOR a
su pueblo cien veces más de lo que son. Mas, oh rey, señor mío, ¿no son todos ellos siervos
de mi señor? ¿Por qué procura esto mi señor? ¿Por qué ha de ser él motivo de culpa para
Israel? Sin embargo, la palabra del rey prevaleció contra Joab. Salió, pues, Joab y recorrió
todo Israel, y volvió a Jerusalén. Y Joab dio a David el total del censo de todo el pueblo. Y en
todo Israel había un millón cien mil hombres que sacaban espada; y en Judá había
cuatrocientos setenta mil hombres que sacaban espada. Pero entre ellos no hizo un censo de
Leví ni de Benjamín, porque la orden del rey era detestable para Joab. También el censo
desagradó a Dios, e hirió a Israel. Entonces dijo David a Dios: He pecado gravemente al
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hacer esto. Pero ahora te ruego que quites la iniquidad de tu siervo, porque he obrado muy
neciamente. 1ª Crónicas 21.1-8
Entonces, antes que nada:
Para alcanzar una meta, un sueño, lo primero es VER CON QUÉ CAPACIDADES CUENTO.
2. VALORACIÓN DE MIS HABILIDADES.
Cuando nos enfocamos en una meta equivocada, puede ser que al ver que nuestras capacidades no
sirven para alcanzarla, las desvaloricemos.
Si Dios te dio habilidades, es porque las consideró importantes y esenciales para tu desarrollo y para
tu ministerio. Al desvalorizarlas, estás despreciando lo que Dios te dio. Y si El te las dio, fue para que
tus metas sean sobresalientes en ese área.
Puedes ser un mediocre en un área donde Dios no te preparó o un gigante en el lugar donde sí te
capacitó.
Puede ser que pienses: “pero yo quería tener esas habilidades, las que tengo no son tan
importantes”. En realidad, todas son importantes, las que más se destacan y las que menos.
Una vez, el director de orquesta muy famoso, Leonard Bernstein, fue interrogado
por un admirador: "¿Cuál es el instrumento más difícil de tocar?"
Bernstein contestó sin dudar: "El segundo violín. Yo siempre puedo encontrar
cantidad de primeros violines, pero encontrar a alguien que toque el segundo
violín, o segunda trompeta, o segunda flauta con el mismo entusiasmo, es un
problema. Y si nadie toca el segundo instrumento, no hay armonía".
Todo es importante. El que está al frente y el que respalda. Uno no es sin el otro.
Ninguna habilidad en manos de Dios es “poca cosa”. Le des o no le des valor, aprovechándola o
desperdiciándola, sigue siendo invaluable.
2 Reyes 4.1-7 relata el encuentro del profeta Eliseo con una mujer que había enviudado y no
podía afrontar las deudas heredadas.
El vers. 2 indica:
“Eliseo le dijo: - ¿Qué puedo yo hacer por ti? Dime qué tienes en tu casa.
Ella respondió: -Tu sierva no tiene ninguna cosa en la casa, sino una vasija
de aceite”.
Para ella una vasija de aceite era poca cosa. Pero en las manos del siervo de Dios, se Capítulo: UNA DE CAL… Y UNA DE ARENA
transformó en un milagro que salvó su vida y la de sus dos hijos.
Otro caso lo tenemos en S. Juan 2.1-12. Jesús fue a una boda y empezó a escasear uno de
los elementos más importantes de la fiesta: el vino. Había ahí seis tinajas de piedras. Jesús
dio entonces la orden: “Llenen de agua las tinajas” (vers.7).
Ese vino fue el mejor que todos los anteriores. Algo que no era valorado en ese momento,
como las tinajas y el agua, en las manos de Jesús cobró un valor increíble.
Si hasta ahora despreciaste tus habilidades, pensá cómo se habrá sentido Dios. Imagínate que haces
un regalo muy valioso y que la persona al recibirlo lo mire y lo tire en un rincón. ¿Cómo te sentirías al
ver despreciar tu regalo? Bueno, entonces primeramente si lo menospreciaste hasta ahora, llegó el
momento de pedir perdón a Dios.
Lo siguiente es empezar a valorar tus habilidades: así como puedes ver qué comida preparar con
las pastas y la salsa, de la misma forma te aconsejo que ores y empieces a soñar qué montañas
puedes alcanzar con las habilidades que Dios te dio.
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Entonces, lo segundo que aprendemos es que:
Para desarrollar la excelencia debo VALORAR LAS CAPACIDADES que tengo.
3. PERFECCIONAMIENTO DE MIS HABILIDADES.
Una vez que reconozcas tus capacidades, sepas hacia donde apuntan y las comiences a valorar, es
el momento de perfeccionarlas.
¿Cómo? ¿No es que tengo habilidades y listo? No! Los deportistas son habilidosos en lo suyo, pero
igual llevan muchas horas de entrenamiento diario. Un gran pianista puede ser muy habilidoso, pero
no va a dar ningún concierto sin bastante tiempo de ensayo y ver cómo puede perfeccionar su arte.
De la misma manera Dios te dio habilidades, pero tú tienes que trabajar en ellas. Dios te dio una
parte, pero quiere que tú pongas también la tuya.
Obviamente eso requiere un gran esfuerzo, el cual no todos están dispuestos a realizar. Es ahí donde
las personas se diferencian entre grandes y mediocres.
Sería muy duro que se dijera de ti: “pudo haber sido sobresaliente en lo suyo, pero no llegó a nada”.
¿Acaso piensas que Marcos Witt y Jesús Adrián Romero desarrollaron un gran ministerio de la nada,
sólo porque tenían habilidades con la música? No. Se requirió dones, pero también mucho tiempo de
estudio y perfeccionamiento.
Si tienes habilidad para dibujar, lo mejor es estudiar dibujo. Si tu habilidad es con la música, dedica
tiempo a dominar algún instrumento. Sea lo que sea que Dios te haya dado, enfócate y aprende más.
No tenemos un Dios mediocre: nuestro servicio a El tampoco lo puede ser.
En conclusión, lo tercero que vemos es que:
Para lograr el objetivo es necesario ESFORZARSE y PERFECCIONAR MIS HABILIDADES.
4. DESARROLLO DE MIS HABILIDADES.

Una vez que nos preparamos y perfeccionamos las capacidades que Dios nos ha dado, teniendo bien
en claro hacia dónde apuntan esas habilidades, lo único que queda es desarrollarlas.
Este paso es muy importante. Hay personas que pasan años y años estudiando, pero jamás ponen Capítulo: UNA DE CAL… Y UNA DE ARENA
en práctica lo aprendido. Gente que tiene grandes capacidades, que se pasa la vida haciendo cursos,
pero nunca desarrollaron sus habilidades. Eso es lo más triste: una vida de esfuerzos para nada. Y
mayormente esto es debido a que tienen miedo al fracaso…
Hay quienes no las desarrollan por inseguridad, por miedo, por comodidad, etc. Pero siempre llega el
momento de pararse y arrancar. Está en ti animarte.
Por ello y como último punto:
Reconocidas y valoradas mis capacidades, las perfecciono PARA DESARROLLARLAS.
Hay una diferencia entre PERSISTENCIA y OBSTINACIÓN. La persistencia es insistir y vencer los
obstáculos que nos separan de nuestra meta. Pero la obstinación es insistir y tratar de vencer los
obstáculos que nos separan de nuestros caprichos.
A veces nos obstinamos en ir hacia lugares donde Dios no quiere llevarnos. O hacemos algo que
Dios no quiere que hagamos. Sin embargo nos encaprichamos e insistimos,
perdiendo de vista el objetivo real a alcanzar.
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¿Y DONDE NO SOY TAN BUENO? ¿QUÉ HAGO?
Acá debemos diferenciar entre un capricho y un deseo. El capricho hará que pierda mi rumbo al
enfocarme en él. Pero un deseo puedo proponérmelo luego de desarrollar mis habilidades, no como
objetivo principal, sino secundario.
No tienes que renunciar a tus deseos. Por ejemplo, tal vez no seas bueno en la música, pero te
gustaría tocar un instrumento. Bueno, te aconsejaría que no pretendas ganarte la vida con una
guitarra, pero sí puedes capacitarte y mejorar un poco tu oído musical, luego de desarrollar las
habilidades que sí tienes. Requerirá más esfuerzo, pero si te empeñas en hacerlo, lo vas a poder
lograr. O sea, tus carencias no son siempre un impedimento: pueden ser un desafío a tener en
cuenta, consciente que te llevarán mayor esfuerzo, que se pueden compensar o que puedes
adaptarlas a tus posibilidades.
Capítulo: ¿Y DONDE NO SOY TAN BUENO? ¿QUÉ HAGO?
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...y p o r c a s a
co mo a nda mo s ?
Hay veces que nos empacamos en hacer algo para lo que no estamos preparados, desviando
esfuerzos que necesitaríamos para hacer las cosas que podemos hacer.
“Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto;
aun a la distancia me lees el pensamiento”.
Salmo 139.2
2. A continuación describe tus capacidades en el recuadro.
- En la primera columna, describe la habilidad que Reconoces tener o que los demás ven en
ti.
- En la segunda columna, califica el grado de dicha habilidad, según la valoración:

B: Buena
MB: Muy Buena
E: Excelente
- En la tercera columna, anota la manera en que estás desarrollando estas habilidades.
- En la cuarta columna, describe tus proyectos para perfeccionar y desarrollar más esas
habilidades.
HABILIDAD GRADO DESARROLLO ACTUAL TUS PLANES
3. ¿Has valorado tus habilidades descritas hasta ahora? SI NO
4. ¿Estás poniéndolas al servicio del Señor? SI NO

Capítulo:
5. ¿Te gustaría perfeccionarlas? SI NO
6. ¿Te gustaría desarrollarlas? SI NO

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7. A continuación describe tus áreas donde Reconoces o los demás ven que te faltan habilidades
para desarrollarlas.
En la primera columna, describe la habilidad en cuestión.
En la segunda columna, califica el grado de dicha habilidad, según la valoración:
R: Regular
M: Mala
MM: Muy Mala
En la tercera columna, escribe si es que puedes desarrollarlas mediante un esfuerzo extra o

corresponde a habilidades que directamente no tienes y te conviene renunciar a ellas para
concentrarte en las que sí tienes.
En la cuarta columna, anota la manera en que podrías probar de mejorar o reforzar estas
habilidades, sabiendo que no es que te faltan, sino que necesitas mayores esfuerzos para
desarrollarlas.
HABILIDAD GRADO ¿PODRÍAS REFORZARLAS? MEJORA
8. Consulta con un amigo/a. ¿Cuál es su opinión respecto al punto anterior?
9. Consulta con tus líderes / pastores. ¿Cuál es su opinión respecto al punto anterior?
Capítulo:
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“Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo: ¿por eso no será del cuerpo?” 1 Corintios
12.15
2. A uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se
fue lejos”. Mateo 25.15. ¿Por qué le dio distinta cantidad de talentos a cada uno?
3. Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para
enseñar también a otros. (2ª Timoteo 2.2) ¿La tarea era encomendada a todos los hombres fieles?
4. En caso de haber decidido en la sección anterior perfeccionar las habilidades que Dios te dio
¿Qué harás precisamente esta semana para comenzar ese cambio? (Detalla con exactitud el plan
que te comprometes a llevar a cabo).
5. En caso de haber decidido en la sección anterior desarrollar las habilidades que Dios te dio ¿Qué
harás precisamente esta semana para comenzar ese cambio? (Detalla con exactitud el plan que te
comprometes a llevar a cabo).
Capítulo:

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semanas:
semanas:
7. ¿Cómo te fue?
semanas:
11. ¿Cómo te fue?


Capítulo:
semanas:
70
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15. ¿Cómo te fue?

semanas:
19. ¿Cómo te fue?

22. Te habías comprometido a hacer los siguientes cambios en tu vida que fuiste reforzando la semana pasada:
23. ¿Cómo te fue?


Ahora
Ahora
Ahora
10º 45º 90º 180º

Capítulo:
71
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Capítulo:
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Capítulo: TE DIGO TE ESCUCHO
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TE DIGO TE ESCUCHO
El 90% de los problemas interpersonales , las peleas y distanciamientos son producidos por una mala
comunicación. La falta de comunicación crea distancia (incluso abismos) entre dos personas.
¿El problema?
1. No hablamos o hablamos mal.

2. No escuchamos o escuchamos mal
Muchas veces nos ofendemos o enojamos con alguien tan sólo porque no sabía lo que queríamos,
siendo que nosotros ni lo dijimos, esperando que adivinen nuestros pensamientos. Encima, en lugar
de aclararlo, nos ponemos mal y nos vamos aislando más. Así, de a poco, sin saberlo, vamos
entrando en la soledad. Porque la soledad no es otra cosa que ausencia de buena comunicación.
En general las conversaciones tienden a ser más superficiales que personales. Es más fácil ponerse
una “careta” de “todo bien”, “todo me resbala” que hablar de los dolores del alma, de compartir
sueños, frustraciones o debilidades. Muy pocos valientes son capaces de exponerse, ya sea por
temor al “qué dirán” o a ser heridos.
LOS NIVELES DE COMUNICACIÓN
Según John Powell hay cinco niveles de comunicación en las que nos manejamos, según el grado de
confianza que mantenemos con la persona. Estos niveles varían del nivel 5 (el más superficial) hasta
el nivel 1 (el más profundo)
Alto contenido emocional y

personal. Se comparten sueños,
frustraciones, debilidades, etc. Es
el nivel en que se comunican las
parejas.
las parejas.
Más comprometido. Abrimos nuestro
corazón, compartiendo sentimientos,
ideales y temores.
Exposición de pensamientos. El riesgo a

que no la compartan, hace que seamos
precavidos con quién la trasmitimos.
Intercambio de información no comprometida.

Ejemplo: “Faltó la profesora”, “No traje los anteojos”.
Capítulo: TE DIGO TE ESCUCHO
Es impersonal. No hay compromiso con lo que se dice.

Ejemplo: “Hola”, “¿Cómo estás?”, “Parece que va a llover”,
“Hace frío”, “¿Qué hora es?”.
De querer saber si tienes confianza en alguien, fijate en qué nivel te comunicás con él.
I. APRENDIENDO A EXPRESARNOS.
¿Por qué no nos expresamos bien?

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Hay muchas razones, entre otras:
a. Timidez y Vergüenza. Cuando somos tímidos, sentimos vergüenza y nos cuesta muchísimo
hablar, y más de nosotros mismos. Sufrimos el miedo a exponernos y que los demás no nos
comprendan.
b. Dificultad para expresarse. Puede ser que nos cueste expresarnos con claridad. Muchas
veces nos cuesta hilar el pensamiento, cuánto más, expresarlo.
c. Falta de diálogo. En muchas casas los padres y los hijos no se escuchan entre sí. Entonces
los chicos aprenden a callar. Si el hablar no conduce a nada, entonces ¿para qué molestarse en
hacerlo?
d. Miedo a exponer lo que siente o piensa. Miedo a ser rechazado o herido si la otra persona
no está de acuerdo con lo que decís.
e. Comunicación agresiva. Si en tu hogar sólo se comunican en familia a través de insultos,
burlas y desprecios. ¿cómo crees que te vas a relacionar con los demás entonces?
f. Baja autoestima y desvalorización. Puedes pensar que no tienes nada que ofrecer como
persona y que tus ideas carecen de valor, guardándote tus comentarios, ideas o sentimientos para
ti.
¿Cómo afecta el no poder expresarnos bien?
- Que no entiendan nuestras actitudes o las malinterpreten.

- Que no lleguen a conocernos realmente como somos.
- Que podamos ofender sin querer hacerlo.
- Que los demás se puedan sentir lastimados, incomprendidos o burlados.
Para expresarnos bien debemos tener en cuenta dos cosas: hablar sin miedo y hablar sin
lastimar.
1. No tengas miedo a hablar.

Vamos a conocer a Denisse.
Ella es una chica muy simpática que tiene varias amigas. Pero con Josefina tiene una relación
cordial, aunque distante.
Veamos qué piensa Denisse: “Josefina se cree mejor que nadie. Ella no se junta con nosotros, no
habla como nosotros. Algo esconde. Es una orgullosa. No la soporto”.
Capítulo: LOS NIVELES DE COMUNICACIÓN
Contesta:
¿Cómo se siente Denisse?...........................................................................................
¿Comprendés lo que siente hacia Josefina? ...............................................................
¿Por qué motivo no soporta a Josefina?.......................................................................
¿Cómo es Josefina? .....................................................................................................
Luego de haber contestado estas preguntas, vamos a ver el otro lado de la historia.
Josefina es una chica tímida. Le cuesta acercarse a los demás, en especial a Denisse que tiene
una manera de ser muy distinta a ella.
Veamos qué piensa Josefina: “Denisse no me quiere. Traté de acercarme a ella un par de veces,
pero siento que me rechaza. ¿Qué le hice yo? ¡Cómo me gustaría que Denisse me acepte y quiera
ser mi amiga!
Contesta:
¿Cómo se siente Josefina?...........................................................................................
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¿Comprendés lo que siente hacia Denisse? ................................................................

¿Por qué se siente rechazada por Denisse?................................................................
¿Cambió tu opinión acerca de Josefina? .....................................................................
Cuando leíste la primera parte de la historia ¿no te pusiste del lado de Denisse? Y cuando
terminamos la historia ¿no empezaste a comprender más a Josefina? Es que si no sabías lo que
pensaba Josefina, jamás la ibas a comprender.
El problema con Denisse y Josefina simplemente es que no se conocen. Siempre tuvieron diálogos a
nivel superficial. Pocas veces intercambian ideas y opiniones. Pero nunca hablaron con profundidad
como para saber lo que pasa y siente la otra. La timidez de Josefina le resulta un obstáculo para
darse a conocer.
Es como las películas. El personaje puede ser un desastre, pero el autor nos hace conocerlo de tal
manera, que empezamos a entenderlo, aceptarlo y quererlo. Por ejemplo:
Si yo tuviera 30 – Jennifer Garner personifica a una adolescente de 13 años que se convierte

de golpe en una mujer de 30, dándose cuenta que en el ínterin se peleó con su mejor amigo
para poder entrar al grupo de las populares, transformándose en una persona frívola,
manipuladora y traidora.
La gran estafa – George Clooney y Brad Pitt entre otros protagonizan a una
banda de ladrones organizados que planean el robo a un casino.
Piratas del Caribe –Jack Sparrow (Johny Deep) es un pirata mujeriego,
estafador, ladrón y alcohólico.
Aún cuando viéndolo fríamente, ninguno de los personajes nos inspiraría simpatía, al
ver las películas y conocer más íntimamente a cada personaje, empezamos a
encariñarnos con ellos y esperamos que tengan un final feliz.
Es que comprendemos y queremos lo que conocemos. Y para conocer, tenemos que saber más lo
que le pasa, piensa y siente la otra persona. Sería un poco como entrar en su vida. Así, como el
cineasta y los actores nos hacen “entrar en la vida del personaje”.
Pero para eso, así como en las películas los autores dieron a conocer a sus personajes, es necesario
darse a conocer, EXPRESARSE, decir nuestras ideas, comunicar quienes somos, las cosas que nos
pasan, qué pensamos y sentimos. Los demás no pueden adivinar lo que pasa dentro nuestro.
¿Cómo esperás que te quieran los que te conocen superficialmente?
¿Cómo esperás que te entiendan si no saben lo que te pasa?
¿Cómo te van a comprender si ignoran lo que sientes?
Para eso es necesario que te des a conocer, que expreses tus pensamientos, tus sentimientos, las
cosas que te pasan. Capítulo: LOS NIVELES DE COMUNICACIÓN
Puede ser que seas una persona tímida y te cueste hablar de ti. Pero tal vez llegó la hora de tu
máximo desafío: enfrentar a tus propios miedos: el miedo al rechazo, el miedo al “qué dirán”, el miedo
a no ser querido o aceptado…
Todos tenemos miedos, el tema es qué hacemos con ellos: o dejamos que nos dominen los
dominamos. Parecen gigantes, pero cuando los enfrentamos nos damos cuenta que no lo son tanto.
2. Hablá, pero no lastimes.
No siempre el problema es no hablar, sino hablar y dañar al que nos escucha. Y lastimamos cuando
al hablar:
- Nos burlamos.
- Menospreciamos.
- Hacemos sentir mal a los demás.
- No nos ponemos en el lugar del otro.
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- Lo hacemos con agresividad (puede ser en las palabras, en el tono de voz o en los gestos).
El problema acá tiene nombre: Falta de empatía. Como ya habíamos dicho, la empatía es la
capacidad de ponerse en el lugar del otro y entender lo que siente.
Puede ser que estés diciendo algo, que si te lo dijeran a ti no te molestaría. Pero la otra persona
puede ser más sensible y sí lastimarla. Y si sabés que le lastima y lo haces igual, entonces eres
insensible, carente de empatía.
Como dijimos, hay quienes se comunican en forma agresiva o burlándose.
Yo no vi ningún pasaje en la Biblia en el cual Jesús haya lastimado con sus palabras a una persona.
No hirió, no ridiculizó, no despreció ni se burló.
Al hablar debemos tener en cuenta que:
- Nuestras palabras deben edificar, no destruir.
- Nuestras palabras deben motivar, no desanimar.
- Nuestras palabras deben consolar, no angustiar.
Mi consejo es que antes de hablar pensemos si lo que vamos a decir le va a hacer bien o mal a quién
nos oye y después tomemos la decisión correcta. Que lo que digamos sea de bendición. Edifiquemos
con nuestras palabras, no derrumbemos.
II. APRENDIENDO A ESCUCHARNOS.
En el punto anterior vimos la importancia de saber expresarnos bien y comunicarnos con los demás.
Pero como la comunicación se forma de dos partes, también es necesario saber escuchar y esto es lo
más difícil, porque al escuchar tenemos que salir de nuestros pensamientos y concentrarnos en lo
que nos están diciendo.
¿Cómo te sientes cuando quieres compartir algo que te pasa con alguien y te das cuenta que en
realidad la persona no te está escuchando? Sí, es feo. Porque nos frustra.
Los mensajes en la comunicación.

De acuerdo a Jack y Carole Mayhall existen siete mensajes en la comunicación:
1. Lo que quiero 2. Lo que en 3. Lo que el otro oye 4. Lo que piensa

decir realidad digo que dije
5. Lo que quiere 6. Lo que en 7. Lo que yo pienso

responder realidad responde que me dijo.
En cualquier parte de estos siete mensajes, puede haber una falla que afecte la comunicación. Puede
ser entre lo que quiero decir y lo que realmente digo. O entre lo que oigo y lo que interpreto de lo que
oí.
Veamos un ejemplo. La conversación real es:
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Laura dice: “¿No te ibas a ir temprano hoy?”
Andrea le contesta: “¿Qué? ¿Te molesta que me quede?”
¿Por qué Andrea tomó a mal lo que dijo Laura? Veámoslo nuevamente con mayor detenimiento:
Laura dice: “¿No te ibas a ir temprano hoy?”
Andrea interpreta que le dijo: “¿no te ibas a ir temprano hoy? ¿Qué haces
acá todavía? ¿Por qué no te vas? ¡Quiero que te vayas!”
Entonces Andrea le contesta: “¿Qué? ¿Te molesta que me quede?”

De una pregunta simple, sin mala intención, Andrea interpretó erróneamente. Y este es un problema,
una debilidad en muchos.
Oir vs. Escuchar.
No es lo mismo oir que escuchar. Oir es algo pasivo. Podemos “oir por casualidad”, o como se dice
“oido al pasar”. Pero para escuchar se necesita una acción voluntaria. Porque escuchar se trata de
prestar atención y entender lo que la otra persona está diciendo. Escuchar es tratar de comprender al
otro y procurar entender lo que le pasa.
Todos necesitamos ser escuchados. Todos necesitamos expresarnos y sentirnos comprendidos.
Todos necesitamos que nos presten atención. Y es bastante frustrante cuando sientes que te oyen,
pero no te están escuchando.
¿Por qué no escuchamos bien?
Algunos de los errores que cometemos y que impiden que escuchemos son:
a. Prestamos poca atención.
b. Interpretamos mal el mensaje.
c. Interrumpimos cuando nos están hablando.
d. Opinamos antes que terminen de hablar.
e. Estamos concentrados en nuestro propio mundo.
f. Si no estamos interesados en el tema, desviamos la conversación, ignorando el interés
que tiene la otra persona sobre el tema.
g. Demostramos desacuerdo, rechazo o apatía.
h. No prestamos atención a los mensajes no verbales (gestos, tono de voz, etc.)
i. Nos impacientamos por hablar y responder en lugar de relajarnos y escuchar.
j. Nos distraemos con algo o con alguien. Capítulo: LOS NIVELES DE COMUNICACIÓN
¿Cómo te afecta el no saber escuchar bien?
- No puedes entender claramente lo que le pasa o siente.

- Puedes malinterpretar lo que te dicen.
- Demuestras falta de interés en lo que te están diciendo.
En lugar de acercarte, te alejas.
Estas son 4 reglas fundamentales que debes tener en cuenta:

I. Concéntrate.
No te distraigas. Pon toda tu atención en entender lo que te está diciendo y en lo que le pasa y
siente. No estés pensando en la respuesta, no es importante que contestes. En esta etapa es
importante que escuches.
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II. No interrumpas ni hables encima.

Si lo haces le estás indicando que lo que dice no te importa o es menos importante que lo que tú
dices.
III. Simplemente, está ahí.

Para quien te habla es importante que le dediques ese tiempo a escucharle. Interesate en lo que
te dice. Que tus pensamientos no estén “volando” para otro lado.
IV. Pregunta.
Cuando no entiendas lo que te está diciendo, simplemente dilo y haz preguntas que te aclaren el
tema. Es mejor preguntar si entendiste bien, que interpretar mal.
Practicá el arte de escuchar bien. Te ayudará a comprender más a los demás y mejorará tu manera
de relacionarte.
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...y p o r c a s a
co mo a nda mo s ?
Puede ser que pienses...”soy así y no puedo hacer nada para cambiar...” Bueno, no es que no
puedes. Tal vez no quieras porque esto requiere un gran esfuerzo de tu parte. Pero empezá por
sincerarte, pidiéndole ayuda al Señor.
1. Ora antes que nada pidiéndole al Espíritu Santo que te muestre como te afecta y como afecta a
otros esta mala comunicación.
“Escudríñame, Jehová, y pruébame;

examina mis íntimos pensamientos y mi corazón”
Salmo 26.2
2. ¿Conocés gente que heriste con tus palabras?

3. ¿Jesús está a favor de eso?
4. ¿Quieres cambiar esa actitud? SI NO
5. ¿Hay relaciones interpersonales que están resentidas porque no te animaste a hablar? SI NO
6. ¿Quién se beneficia con esto?
7. ¿Te da vergüenza hablar de ti y tus cosas? SI NO

8. ¿Estás dispuesto a enfrentar tu timidez? SI NO
9. ¿Eres un buen escucha? SI NO
10. ¿Respondés antes que la persona haya terminado de hablar? SI NO
11. ¿Prestas atención a los gestos, la mirada, las expresiones o sólo escuchas las palabras?
12. ¿Animás a la persona a que te siga hablando? SI NO
13. Cuando no entendés lo que te dice ¿se lo decís en tus propias palabras preguntándole si entendiste bien?

14. Cuando te están hablando ¿eres de volar con tus pensamientos y pensar en otra cosa? SI NO
15. Si tuvieras que calificarte del 1 al 10 ¿cuál sería tu puntaje en la manera que te expresás y por
qué?
16. Si tuvieras que calificarte del 1 al 10 ¿cuál sería tu puntaje en la manera que escuchás y por
qué?
17. ¿Estás dispuesto a jugarte y cambiar la forma que te comunicás con los demás? SI NO
18. ¿Estás dispuesto a jugarte y cambiar la forma que te escuchás a los demás? SI NO
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“Hay quienes hieren con sus palabras, pero hablan los sabios y dan el alivio. Proverbios 12.18
“El que responde antes de haber escuchado pasa por un estúpido y queda en ridículo”.Proverbios 18.13
“…tiempo de callarse y tiempo de hablar”. Eclesiastés 3.7
“Manzana de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene” Proverbios 25.11
“No digan malas palabras. Al contrario, digan siempre cosas buenas, que ayuden a los demás a crecer
espiritualmente, pues eso es muy necesario”. Efesios 4.29
“Dejen de estar tristes y enojados. No griten ni insulten a los demás. Dejen de hacer el mal”. Efesios 4.31
2. En caso de decidir vencer tus obstáculos para comunicarte bien ¿Qué harás precisamente esta semana
para comenzar ese cambio? (Detalla con exactitud el plan que te comprometes a llevar a cabo).
3. En caso de decidir transformarte en un buen escucha ¿Qué harás precisamente esta semana para
comenzar ese cambio? (Detalla con exactitud el plan que te comprometes a llevar a cabo).
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semanas:
semanas:
7. ¿Cómo te fue?

semanas:
11. ¿Cómo te fue?

semanas:
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15. ¿Cómo te fue?

semanas:
19. ¿Cómo te fue?

22. Te habías comprometido a hacer los siguientes cambios en tu vida que fuiste reforzando la semana
pasada:
23. ¿Cómo te fue?

25. En la semana 7, habíamos aprendido sobre: Capítulo: LOS NIVELES DE COMUNICACIÓN
pasada:
27. ¿Cómo te fue?


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Ahora
Ahora
Ahora
10º 45º 90º 180º

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Capítulo:
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APASIONADOS!
Vamos a hablar un poco de las pasiones. Aquellas cosas que nos entusiasman de tal manera que
parecieran quemarnos por dentro si no las hacemos.
Ser apasionado no es algo malo, todo lo contrario. Ser apasionados nos moviliza para lograr lo que
queremos. Sin una pasión seríamos fríos y apáticos.
Como latinos, somos apasionados, aunque muchas veces no lo demostramos por vergüenza.
Grandes apasionados.
Los acontecimientos más sobresalientes de la historia fueron hechos por gente apasionada.
- Gandhi consiguió la independencia de la India de Inglaterra, sin guerras, porque era un

apasionado de los derechos de su país y de la no violencia.
- Martin Luther King consiguió derechos a los ciudadanos negros de EEUU porque era un
apasionado por la justicia social.
- El Dr. Fleming, fue un verdadero apasionado de la medicina, quien descubrió la penicilina y

gracias a él se salvaron miles de vidas.
- Johan Geddie fue un misionero que sintió pasión por llevar el mensaje de salvación a Nueva
Hébridas. En su memoria se escribió:
“Cuando desembarcó en 1848 no había cristianos.

Cuando se fue en 1872, no había paganos”.
- El apóstol Pablo esparció el evangelio porque su pasión era alcanzar el mundo no judío.
- Y por sobre todo: Jesucristo, quien dio su vida por nuestra libertad y salvación porque sintió
y siente pasión por nosotros.
Algo que debes saber:
1. Todo gran apasionado tuvo un sueño.
La pasión empezó en ellos a través de un sueño, algo que motivó y detonó en ellos esa gran
pasión.
2. Todo sueño tiene dos caminos:
1. Apagarlo.
2. Ponerlo en marcha.
Si apagás tus sueños, se transformarán en ilusiones. Si una vez sentiste algo fuerte, un
sueño, un desafío o un llamado, no te olvides de él ni lo apagues. Recordá siempre que ese sueño es
Capítulo: APASIONADOS!
tu meta y trabajá día a día en eso. Tal vez sea una meta para el futuro, pero eso no significa que
esperes al futuro para comenzar recién a ocuparte de ella.
Si lo ponés en marcha, mediante proyectos concretos, podrás ver en su momento que tu

sueño se transformará en realidad.
3. Todo camino tiene sus piedras:
Pueden ser grandes o pequeñas, pero siempre hay piedras, obstáculos que debes vencer
para alcanzar tu sueño. Estas piedras no deben desalentarte, sino desafiarte a vencerlas.
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¿Cuáles pueden ser nuestras pasiones?
Cada uno tiene distintas pasiones, de acuerdo a sus preferencias.
Tu pasión puede ser por la música. La música es algo que llevamos dentro. Todos tenemos
canciones o melodías que nos movilizan internamente y nos conmueven. Pero la pasión por la
música es más que eso. Hay personas que ven en todo, música y armonía.
Tu pasión puede ser el amor. Al hablar de esta pasión no me refiero al único y verdadero amor. Sino
a un deseo de tener una relación sentimental, en la cual se mira lo que se siente hoy. Me refiero a
esos chicos y chicas que hoy se “enamoran” de uno, mañana de otro y pasado, quién sabe… Son los
llamados “enamoradizos”. Generalmente al enamoradizo le importa más el presente que el futuro.
Vive el hoy, no importando tanto lo que vendrá mañana.
Tu pasión pueden ser la ropa, accesorios y demás cosas de moda. No me refiero a vestir y verse
bien, sino a que ello se transforme en una obsesión. Hay quienes gastan fortunas en esto.
Tu pasión puede ser salir a divertirte. No sólo la diversión que todos necesitamos y nos gusta. Me
refiero a chicos y chicas que su única meta es salir por la noche y divertirse, no importando nada más
y generalmente abandonando toda otra meta, sea el estudio o trabajo, con tal de salir.
Tu pasión puede ser el estudio, seguir una carrera. Hay gente que le apasiona la medicina. Otros, la
economía y las finanzas. Es que para seguir una carrera de la cual vas a vivir toda tu vida, es
necesario que sientas pasión por ella.
Tu pasión puede ser un auto. Muchos chicos se apasionan por “los fierros” y aprenden (a veces a
través de la escuela técnica, o de algún instituto. Otras veces aprenden solos) todo lo referente a los
motores y reparación. Su gran sueño es tener ese auto 0 km. que los deslumbra.
Sea lo que sea que te apasione, sea bueno o malo, la verdad es que te movilizará para conseguir lo
que quieres.
¿Buenas y malas pasiones?
Como vimos, ser apasionados nos hace distintos, extraordinarios, nos mueve hacia una meta. Pero
las pasiones pueden ser buenas o malas.
- También Hitler y Napoleón eran hombres apasionados, pero su pasión era el poder y exterminar a
los que consideraban sus enemigos.
- Ananías y Zafira sentían pasión por el dinero y pretendieron engañar a Dios, lo que les costó la vida.
- El rey David sintió pasión por Betsabé cuando ella estaba casada, lo que costó la vida de Urías y del
primer hijo de David y Betsabé.
Hay pasiones en nuestras vidas que pueden gustarnos, pero no nos hacen bien. Corresponden a
esas áreas que Cristo quiere cambiar en nosotros.
Las buenas pasiones se reconocen porque vemos en ellas el obrar de Dios.

Las malas pasiones son contrarias a la voluntad de Dios.
Por ejemplo:
El amor es algo bueno y podemos ver la mano de Dios cuando conocemos a la persona que
El tiene para nosotros. Pero cuando la pasión es hacia alguien que el Espíritu nos indica que no es la
que nos conviene (y El nos lo muestra, aunque a veces nos “tapamos los oídos espirituales” para no
escucharle), puede ese amor arruinar nuestras vidas.
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Apasionarse por una profesión o carrera es bueno, pero cuando empezamos a ponerla en el
primer lugar de nuestras vidas y dejamos nuestro servicio a Dios a un segundo plano, la estamos
idolatrando.
Si le pedimos, Dios nos muestra cuales son aquellas pasiones en nuestras vidas que no le agradan.
Muchas veces la sabemos, pero seguimos en ellas igual, a pesar de las consecuencias.
¿Y qué si no siento pasión por nada?
No tener nada que te apasione, provocará que te quedes estancado. Puede ser que quieras hacer
algo porque está bien, porque es correcto o porque te gusta. Pero si no sientes pasión por eso,
cualquier obstáculo que se presente, te hará renunciar a tu camino.
No tener nada que te movilice, te trae apatía, desinterés, desgano. Todo da lo mismo. Si se puede
bien y si no, no importa.
La gente sin ninguna pasión nunca se destaca por nada. El problema es que en algún momento de su
vida, al mirar para atrás, se frustra.
Cómo ser un gran apasionado.
Vamos a llamar “gran apasionado” a aquella persona que su pasión lo mueve a dejar huellas en la
vida, como los ejemplos que comentamos al principio.
Para ser un gran apasionado necesitamos los siguientes elementos:
- Tener algo que nos movilice a actuar. Tener claramente fijado un propósito, un objetivo.
Generalmente lo que nos induce a ese objetivo es un sentimiento fuerte, ya sea el deseo de
justicia, de libertad, amor o misericordia.
Florence Nightingale nació en la nobleza italiana. A los 17 años se sintió llamada de

servir a Dios asistiendo a los enfermos y abandonó la riqueza y privilegios de su
familia. Ella fue la fundadora de la enfermería moderna. Ella tenía un objetivo que la
movilizó a llevar a cabo su gran pasión.
- Tener coraje. Los apasionados no son personas cobardes. Puede que sean tranquilas,
calladas, incluso tímidas, pero en el momento de actuar, nada las detiene.
Este es el caso de Corrie Ten Bon. Fue llevada con su hermana a un campo de
concentración nazi. Pero en lugar de resignarse, sabía que estaba allí para predicar el
evangelio a los judíos y a riesgo de su propia vida, ingresó con una Biblia al campo de
prisioneros, la cual por milagro de Dios, pasó delante de la vigilancia nazi, sin que la
vieran.
- Ser sanamente inconformista. Los apasionados no buscan resultados “a medias”: buscan

la grandeza.
Cuando Moisés se encuentra con el Faraón, éste le ofrece en tres oportunidades de

irse, pero con menos de lo que deseaba.
1. Éxodo 8.28: Los dejaré ir, con tal que no se vayan lejos.
2. Éxodo 10.9-11: Los dejaré ir, pero los niños se quedan.
3. Éxodo 10.24: Los dejaré ir con los niños, pero sus ganados se
quedan.
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Moisés podía haber aceptado el hecho de perder algo para ganar la libertad de la
mayoría, pero en ninguna de estas tres oportunidades cedió. Sabía cuál era su meta
y no iba a conformarse con menos.
- Saber renunciar muchas veces a los beneficios propios. Los apasionados son tentados
constantemente por la comodidad, el confort y el rédito personal, pero no ceden, porque la
pasión que sienten es más fuerte que sus intereses personales.
Stephen Biko fue un luchador por los derechos de los negros durante el Aparteid en
Sudáfrica. En varias ocasiones el gobierno de minoría blanca lo tentó al igual que a
Nelson Mandela a que “suavizaran” sus reclamos a cambio de obtener beneficios.
Ninguno de los dos cedió y ambos fueron apresados. Biko fue asesinado, pero
Mandela obtuvo la libertad, logró derrotar la discriminación racial que había en el país
africano y fue elegido presidente de su país.
La mejor pasión.
Como vimos, apasionarse puede ser algo bueno o malo. Pero hay una pasión que es la mejor de
todas: la pasión por Cristo.
Muchas personas vienen al Señor cargado de problemas y cuando conocen a Cristo, se enamoran de
El.
Pero pasa que con el tiempo, como dijo el Pr. Marcelo Fattore: tendemos a deterioro.
Ese amor intenso se comienza a enfriar y otras cosas comienzan a apasionarnos en su lugar.
Seguimos siendo de Cristo. Seguimos pensando que El es nuestro Señor y Salvador. Pero nuestro
amor, ese gran apasionamiento, se va entibiando. De a poco. Muchas veces, sin darnos cuenta.
“Sin embargo, hay algo que no me gusta de ti, y es que ya no me amas tanto como me amabas
cuando te hiciste cristiano”. Apocalipsis 2.4 (Biblia Lenguaje Sencillo)
Al principio, centramos la vista en Jesucristo. Sólo lo miramos a El. Pero en algún momento, algo nos
llamó la atención. Empezamos a desviar la mirada de Cristo y a fijarla más en esa otra cosa o
persona. Ya no pasamos tanto tiempo hablando con El, adorándole, buscando en Su Palabra Su
Voluntad para nuestras vidas. Empezamos a ver y querer hacer nuestra propia voluntad.
No son tal vez grandes cosas. Son pequeñas cositas las que nos van entibiando.
“Una mosca muerta apesta y echa a perder el buen perfume” Eclesiastés 10.1
“Atrapen las zorras, las zorras pequeñas que arruinan nuestros viñedos”. Cantares 2.15
Esas pequeñas cosas que empiezan a brillar ante nuestros ojos y de a poco consiguen
“encandilarnos”.
No dejes que nada ni nadie te robe esa pasión por Cristo. Y si estás perdiendo esa pasión, yo te
invito a que te apasiones por El nuevamente.
Puedes tener otras buenas pasiones, pero ninguna de ellas se puede comparar con la gran pasión
por Quien dio todo por ti.
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...y p o r c a s a
co mo a nda mo s ?
Llegó el momento de analizar cada una de tus pasiones… pero no lo hagas solo: necesitas la guía del
Señor.
1. Ora antes que nada pidiéndole al Espíritu Santo que te muestre cada una de tus verdaderas
pasiones y cómo las ve El:
"Yo reconozco que todo lo puedes

y que no hay pensamiento que te sea oculto.
Job 42.2
2. ¿Qué cosas son las que te apasionan?
3. ¿Cuánto tiempo le dedicás a las cosas que te apasionan?

4. ¿Le dedicás al Señor más horas que eso? SI NO
5. ¿Le traen bendición a tu vida? SI NO
6. ¿Qué beneficios te traen?
7. ¿Qué inconvenientes te traen?
8. ¿Tener esas pasiones te desafían para cambiar al mundo de alguna manera? SI NO
9. Califica del 0 al 10 tus pasiones, siendo cero las que son muy nocivas y diez, las que son muy
buenas.
Pasión Calificación Pasión Calificación
10. De acuerdo a lo que pusiste en el recuadro anterior, ¿qué piensas hacer con las pasiones que no
provienen de Dios?
11. ¿Sientes el mismo fuego o mayor por el Señor que al principio? SI NO
12. ¿Estás tomando alguna decisión al respecto de lo aprendido hoy?
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“Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas” Deut. 6.5
“Pero tengo una cosa contra ti: que ya no tienes el mismo amor que al principio”. Apocalipsis 2.4
“Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y
recibirán también todas estas cosas”. Mateo 6.33
“Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no
lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses”. Santiago 5.17
“Si digo: ‘No pensaré más en el Señor, no volveré a hablar en su nombre’, entonces tu palabra en mi
interior se convierte en un fuego que devora, que me cala hasta los huesos. Trato de contenerla, pero
no puedo”. Jeremías 20.9
2. En caso de haber comprobado que tus pasiones no son las pasiones que Dios tiene para tu vida y
haber tomado una decisión de cambiar ¿Qué harás precisamente esta semana para comenzar ese
cambio? (Detalla con exactitud el plan que te comprometes a llevar a cabo).
3. En caso de haber visto que tu pasión por Cristo no es la misma que antes y haber tomado una
decisión de cambiar ¿Qué harás precisamente esta semana para comenzar ese cambio? (Detalla con
exactitud el plan que te comprometes a llevar a cabo).
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semanas:
semanas:
7. ¿Cómo te fue?
10. Te habías comprometido a hacer los siguientes cambios en tu vida, que fuiste reforzando las
siguientes semanas:
11. ¿Cómo te fue?

siguientes semanas:
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15. ¿Cómo te fue?

siguientes semanas:
19. ¿Cómo te fue?

pasada:
23. ¿Cómo te fue?

pasada:
27. ¿Cómo te fue?

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pasada:
31. ¿Cómo te fue?

Ahora
Ahora
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Capítulo:
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STOP!!!
Si, ya sé. El tema que ahora vamos a tocar no te gusta. Y es referente al área de lo límites.
Puede ser que tengas la sensación de que los límites son enemigos de la libertad, como barrotes que
te encarcelan. No hay nada más errado y en adelante veremos que para disfrutar de la libertad
plenamente son necesarios los límites.
Los límites no son muros que nos separan y aíslan del mundo exterior, sino fronteras que van
indicando hasta donde llegamos y permitimos que lleguen. Estas fronteras varían de acuerdo al grado
de confianza que tenemos en el otro y en la situación.
Los límites determinan lo que soy y lo que no soy. Me definen en relación con los demás.
Es importante que tú tengas bien en claro tus límites, para que sepas marcarlos antes que los
transgredan.
Cada persona marca sus propios límites.

Cada familia pone sus propios límites.
Cada sociedad elige sus propios límites.
Pero los límites que fija cada uno no pueden interferir con los límites familiares, ni los de la familia,
con los límites sociales.
Cuando se transgreden límites SIEMPRE hay consecuencias. Es una ley que hasta la naturaleza lo
cumple: cuando un río traspasó el límite de su cauce, se inundan sus alrededores. Si hay ciudades
cerca, éstas corren peligro.
Es común que, como adolescente, tu vista esté más centrada en el hoy que en las consecuencias del
mañana. Pero el futuro llega y las consecuencias se caen encima cuando menos lo esperas.
La persona sabia mira el presente, pero no como una realidad aislada, sino relacionado con el futuro.
Los límites son márgenes que nos dan seguridad y libertad para andar tranquilos. Con ellos sabemos
hasta dónde podemos llegar y hasta dónde permitir que los demás lleguen.
Justamente una de las consecuencias que trae la falta de límites es que con el tiempo la persona se
va volviendo más insegura, porque no sabe respetar ni hacer respetar los límites. Puede tener
problemas de varios tipos: temores, fobias, sensación de vacío, conductas antisociales, etc. Esta
persona perdió la paz.
Veremos cuatro tipos de límites.
1. Límites que ponés a los demás
2. Límites que te pones respecto a ti mismo.
3. Límites que te ponés respecto a los demás
4. Límites que los demás te ponen.
1. Límites que ponés a los demás.
a. La falta de límites.
Nadie va a respetar los límites que tú no pongas. Eres el único que puede indicar a los demás hasta
dónde pueden llegar.
Capítulo: STOP!!!
Muchas veces poner límites cuesta, porque requiere decisión, firmeza y una buena autoestima como
para hacerte valorar.
¿Por qué dejamos avasallar nuestros límites? Hay muchas razones, entre las que podemos ver:
- Por miedo a que nos dejen de querer.

- Por miedo a que nos rechacen.
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- Por miedo a que se ofendan.

- Por miedo a que nos critiquen.
- Por miedo a una pelea o discusión.
- Por miedo a no ser aceptados dentro de un grupo.
Al querer pertenecer a un grupo, muchas veces renunciamos a algún límite. (Pagamos la “entrada” al
grupo con uno o más de nuestros límites).
Hay casos de chicos y chicas que permiten que otros los traten con insultos y los rebajen delante de
los demás, y no les dicen nada solo por el hecho de “pertenecer” al grupo. Pero en realidad, si te
tratan así, Crees que “perteneces”, pero en realidad no es así. Nadie que quiere sinceramente a un
amigo lo desprecia.
En todos estos casos vemos que el problema comienza con una muy baja autoestima. No sabemos
apreciar el valor que tenemos. Creemos que no tenemos “derecho” a defender nuestros “derechos”.
Callamos y aguantamos, hasta resentirnos.
Poner límites no quiere decir empezar levantar paredes a todo el mundo. Simplemente, cuando ves
que van a traspasar o traspasaron límites que tú no querías, con toda tranquilidad, indicar que no te
gusta que te traten así, ni lo mereces. Si continúan a pesar de tu indicación, puedes entonces dar una
advertencia un poco más firme, aclarando que no solo no te gusta, sino que no lo permites.
b. El exceso de límites.
También puede ser que sí pongas límites... pero demasiados.
Hay personas que no dejan que nadie se acerque a su mundo. Tienen todo el derecho si quieren eso,
pero el exceso de límites no forma fronteras sino fortalezas, donde uno se va encerrando y
distanciando de los demás. De a poco, la persona va transformándose en una ermitaña.
Hay personas que no se les puede decir nada porque todo lo toman a mal. Son quienes personalizan
todo y cuando alguien les dice: “Lo que estás haciendo es un error”, interpretan: “Tú eres un error”.
Como dijimos, no debes permitir que te falten el respeto, pero tampoco está bien sentiste atacado
cada vez que te dicen algo que no es lo que esperas o quieres escuchar.
¿Por qué nos excedemos en nuestros límites? También hay varios motivos, pero la mayoría de ellos
se basan en una mala experiencia vivida por la cual adoptamos diferentes actitudes:
- Creamos una coraza para que nadie vuelva a dañarnos.

- Empezamos a ser desconfiados, dudando de las intenciones, comentarios y actitudes de todos.
- Empezamos a sentirnos atacados y vivimos a la defensiva.
El problema es que aunque digamos que no, estas actitudes que tomamos nos están lastimando
tanto o más que la herida sufrida por aquella mala experiencia.
En este caso tienes que ver:
1. Si todavía no superaste esa experiencia o no la perdonaste.

2. Si tienes que evaluar y reorganizar tu percepción de las cosas.
Capítulo: STOP!!!
3. Si quieres estás decidido a cambiar tu manera de pensar.
El cambio de mentalidad empieza con un hábito. No es una decisión de un día, sino que COMIENZA
un día y diariamente se trabaja en ello.
2. Límites que te pones respecto a ti mismo.

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Muchas veces el problema surge en que eres tú quién no se sabe poner límites.
- Puede pasar en el tiempo que dedicas a la televisión, al chat o a los videojuegos.

- Puede pasar en el control de tus impulsos.
- Puede pasar en tu comportamiento.
- Puede pasar en tu área sentimental.
- Puede pasar en tus salidas con algún chico o chica.
Lo cierto es que esa falta de límites lo que indican en realidad es un problema más grave: la pérdida
de control que tienes sobre tu propia vida.
De a poco esa falta de límites se transforma en descontrol y va a afectarte en tu personalidad, en tu

relación con tu familia y con los demás. De a poco incluso se puede ir transformando en una adicción
o tomar un camino errado que traerá otras consecuencias.
Pero aun estás a tiempo de decirte a ti mismo: “mejor paro acá”.
Los límites se fijan con anterioridad, no en medio de una situación. En ese momento se debe cumplir
los límites que se fijaron anteriormente.
Antes de irte a un ciber, tienes que decidir cuánto tiempo vas estar allí, en base a lo que te convenga.
No esperes que tus padres te reten para saber que te excediste.
Si te vas con tus amigos a una fiesta ¿cuáles serán tus límites respecto a la bebida? ¿Respecto a las
chicas?
Es común oír decir: “yo hago lo que quiero”. Pero no te olvides que todo derecho o beneficio lleva
pegado deberes o responsabilidades. Si quieres lo primero tienes que asumir lo segundo. La persona
inmadura no lo asume y luego sufre las consecuencias. En cambio, la persona madura lo reconoce y
se maneja con esa regla en libertad.
Cuando eras mas chico tus padres establecían tus límites. Ahora que vas creciendo, puedes esperar
que ellos los sigan poniendo o empezar a establecerlos tú mismo.
Acá nos enfrentamos a otro problema: puede ser que te impongas demasiados límites, más de los
razonables. Eso se llama reprimirse.
Y la persona reprimida no es feliz ni libre. Se puso tantos límites que está muy “limitada” a ellos.
¿Por qué este exceso de límites? Entre otras cosas pueden ser:
- Educación muy rígida

- Falta de seguridad en nuestras propias decisiones.
- Temor a fallarnos o fallar a otros.
- Miedo “al qué dirán”
Capítulo: STOP!!!
- Miedo a que los demás o Dios se sienta defraudado.

- Vergüenza extrema
Date permiso dentro de un marco razonable, donde tú sabes que no dañas a ti ni a nadie. De dudar si
algo que vas a hacer está bien o mal, conversalo con tus padres o líderes. Ellos te podrán guiar y
hacerte ver las cosas con mayor claridad.
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3. Límites que te ponés respecto a los demás
La falta de límites en tu relación con los demás, hace que no respetes la libertad ni los derechos de
los otros. Estás indicando que no te interesa lo que piensen ni sientan, sino que lo importante es lo
que a ti te parece. Y eso es una actitud ególatra.
¿Cuándo no respetas los límites de los demás?

- Cuando les faltas el respeto.
- Cuando los insultas.
- Cuando te burlas.
- Cuando quieres imponerte en sus decisiones.
- Cuando no respetas sus tiempos.
- Cuando quieres imponer tus opiniones.
- Cuando el contacto físico es más que el debido, de acuerdo a la relación que los une
(conocidos, amigos, novios, familiares, etc.)
Muchos crecieron sin aprender a respetar límites. Por diferentes motivos, sus padres no los educaron
o no supieron hacerlo correctamente en cuanto al respeto de los límites ajenos, enseñándoles que
“sus derechos terminan donde comienzan los derechos de los demás”
¿Por qué avasallamos los límites del otro?
- Por creer que sólo existe una manera de hacer las cosas: la nuestra.
- Por pensar sólo en nosotros mismos y no interesarnos en el otro.
- Por no entender que algo que no nos afecta a nosotros, sí puede afectar al otro.
- Por falta de empatía.
- Por deseos de poder o control sobre el otro.
Esto te traerá más de un problema en tus relaciones interpersonales, por lo que te recomiendo que
evalúes si no estás avasallando algún límites de alguien.
En algunas circunstancias puede ser que, por el contrario, te pongas demasiados límites respecto a
tu trato con los demás.
Esto puede ser:
- Por demasiado temor a herir a la otra persona.

- Por desconfianza.
- Por miedo a lo que puedan pensar los demás.
Capítulo: STOP!!!
Poner excesivos límites nos va privar de tener una relación fluida y tranquila con los demás.
Si tienes miedo de cómo puede afectar a alguien lo que hagas o digas (siempre hablando de
excesos, o sea que no lo ofenda), simplemente preguntale si le molesta o no. Dale la libertad que la
persona decida, de acuerdo a sus propios límites.
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4. Límites que te ponen los demás
Si los demás no te ponen límites pueden ser por distintas circunstancias:
- Sabés bien cuáles son tus límites y los respetás.

- La otra persona no sabe cómo ponerte límites (le pasa de acuerdo a lo mencionado en el
punto 1)
- La otra persona no tiene límites claramente definidos.
En el caso que la otra persona no sepa manejar sus límites respecto a ti, tendrás que recurrir a
ponerte tú los límites para protegerle.
Este último caso se trata cuando la otra persona nos pone demasiados límites, ya no por respeto
hacia su persona, sino que no nos permite llegar a ella.
Puede haber algún problema con nosotros en particular, motivo por el cual deberíamos dialogar para
ver si la herimos por algo que ignoramos, o si esa misma distancia se la pone a todas las personas.
Definiendo nuevos límites.
Comúnmente los adolescentes quieren poner sus propios límites y no siempre aceptan de buena
gana que sus padres se los pongan.
Estás creciendo y los límites se van ajustando. Por eso, te recomiendo que los límites sea un tema
dialogado y negociado. Tus padres te van a ir cediendo el control de límites en la medida que vayan
viendo y comprobando que empezás a controlar tus límites y vayas haciéndote responsable de tus
propias decisiones al respecto.
Pero no olvides, tus límites están dentro de los límites familiares. La familia no es un conjunto de
seres emparentados que comparten comida y techo. No es una pensión. Hay límites que deben estar
en armonía para una buena convivencia.
Capítulo: STOP!!!
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...y p o r c a s a
co mo a nda mo s ?
Hoy tenemos mucho por autoevaluar en cuanto a los distintos límites. Con más razón que nunca
pediremos la guía del Señor para esto.
1. Ora antes que nada pidiéndole al Espíritu Santo que te muestre los límites que están quebrados.
“… porque el Señor examina todas las conciencias

y distingue cualquier intención y pensamiento…”
1ª Crónicas 28.9
2. ¿Te cuesta poner límites a los demás?
3. Cuando sientes que están avasallando un límite ¿qué impide que lo detengas?
4. ¿Sientes que creaste una coraza y pones demasiados límites a los demás? SI NO
5. En caso afirmativo ¿Cuál es el motivo o experiencia que te llevó a actuar así?
6. ¿Te cuesta ponerte límites a ti mismo (falta de control de impulsos) ¿En qué?
7. Por el contrario, ¿Te pones tantos límites a ti mismo que vivís reprimiéndote?
8. ¿Se quejan los demás que tú no respetas sus límites? SI NO

9. ¿En qué perjudica tu servicio al Señor el hecho que te quedes callado sobre tus cosas?
10. ¿En qué obstaculiza el servicio al Señor el hecho que te expreses mal o en forma incorrecta?
11. ¿En qué dificulta tu llamado el hecho que no escuches o no lo hagas correctamente?
12. ¿Estás tomando alguna decisión respecto a tus límites? SI NO

13. ¿Cuál es?
Capítulo: STOP!!!
14. ¿Estás tomando alguna decisión respecto a los límites de los demás? SI NO
13. ¿Cuál es?
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1. ¿Qué te está diciendo Dios a través de los siguientes versículos en cuanto a límites?
“Todo lo que te viniere a la mano por hacer, hazlo según tus fuerzas”. Eclesiastés 9.10
“No traspases los linderos antiguos que pusieron tus padres.”.Proverbios 22.28
“Respeta a tu padre y a tu madre; ama a los demás tanto como te amas a ti mismo”. Mateo 19.19
“Algunos de ustedes dicen: "Soy libre de hacer lo que quiera". ¡Claro que sí! Pero no todo lo que uno
quiere conviene, ni todo fortalece la vida cristiana”. 1ª Corintios 10.23
2. En caso de tomar una decisión en cuanto a poner límites sanos ¿Qué harás precisamente esta
cambio para mejorar tu comunicación. Cuanto más detallado sea tu plan, más factible que lo hagas
con éxito. Cuanto más generalizado sea, más posible que esto sólo queden en buenas intenciones y
nada más).
3. En caso de tomar una decisión en cuanto a ponerte límites sanos a ti mismo, ¿Qué harás
precisamente esta semana para comenzar ese cambio? (Detalla con exactitud el plan que te
4. En caso de tomar una decisión en cuanto a ponerte respetar los límites de los demás, ¿Qué harás
Capítulo: STOP!!!
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Capítulo: STOP!!!
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siguientes semanas:
siguientes semanas:
7. ¿Cómo te fue?
siguientes semanas:
11. ¿Cómo te fue?

Capítulo: STOP!!!
siguientes semanas:
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15. ¿Cómo te fue?

siguientes semanas:
19. ¿Cómo te fue?

22. Te habías comprometido a hacer los siguientes cambios en tu vida que fuiste reforzando la
semana pasada:
23. ¿Cómo te fue?

semana pasada:
27. ¿Cómo te fue?

Capítulo: STOP!!!
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semana pasada:
31. ¿Cómo te fue?
semana pasada:
35. ¿Cómo te fue?


Ahora
Ahora
Ahora
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Capítulo: STOP!!!
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Capítulo: STOP!!!
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Capítulo: UNICOS Y EXTRAORDINARIOS
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UNICOS Y EXTRAORDINARIOS
Cada uno tiene huellas dactilares únicas e irrepetibles que nos diferencia de los demás.
El iris de nuestros ojos también tiene marcas que nos diferencian del resto.
No existe dos personas cuyo ADN coincida en el 100 %, ni siquiera los parientes en primer grado.
Estos y otros detalles sumados a los que la ciencia no descubrió todavía, nos hace saber que Dios
nos creó como seres únicos. Pero no sólo únicos, sino también extraordinarios.
Hay dos temas que tocaremos y se trata de la valorización y la excelencia. Estos temas tienen mucho
que ver entre sí, dado que el que no se valora ve a la excelencia como un sueño lejano y el que sabe
valorarse, sabe que es posible.
I. LA VALORIZACION
Es necesario saber reconocer el valor que tenemos. Pero ese valor varía según quién es el que pone
“el precio”. Puede ser distinto el valor que tú te das, que el que te da tu familia, tus amigos, los
profesores, la sociedad y el que te da Dios.
¿Cómo medimos nuestro valor?
Hay dos maneras de medirlo: una correcta y una incorrecta.
La medición correcta.
La forma correcta de medir cuánto valemos es evaluando quienes somos, hasta dónde podemos
llegar, y hasta dónde nos puede llevar el Señor. Si yo sé quién soy y quién soy en Cristo, sé cuáles
son mis aptitudes y sé hasta donde puede llevarme Dios, voy valorarme bien.
La medición incorrecta.
La forma incorrecta de medir cuánto valemos es comparándonos con los demás. Aquí podemos
cometer dos errores:
1. Que nos creamos superiores a los demás. (sobrevaloración).

2. Que nos creamos inferiores a los demás (subvaloración o desvalorización).
Sobrevaloración.
La sobrevaloración es estimar nuestra persona o capacidades
en grados mucho más alto que el resto. El narcisista se
sobrevalora; se compara con los demás y se considera
superior. La falla también puede estar en el grado que valora
al resto (no necesariamente se cree más, sino que puede ser
que menosprecie a los demás). Resulta gracioso ver personas
que se sobrevaloran y que están siempre hablando de sí
mismas, de sus logros y que el mundo no puede vivir sin ellos.
Se creen una mezcla de Superman, Billy Gates, Albert
Einstein, Maradona y Marcos Witt. Son narcisistas que sólo
fijan sus miradas en ellas mismas, no existiendo para ellos
nadie que pueda igualarlos en nada.
Desvalorización.
Este es el extremo opuesto. Así como hay gente que se sobrevalora, hay personas que no
saben darle valor a lo que son o lo que hacen. Pueden tener habilidades sorprendentes, pero
para ellas lo que hicieron no fue gran cosa y se desmerecen. Generalmente se sienten
insatisfechos con ellos mismos e incluso si hacen algo que consideran bueno, creen que para
los demás no tiene importancia ni valor. Todo esto los lleva a sentirse inseguros y dudan de lo
que piensan, siente o hacen. Son inconformistas por naturaleza y les cuesta disfrutar de lo
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Areas
que tienen. Se esfuerzan por lograr el reconocimiento de los demás y evitan todas las críticas
posibles. Son tan hipercríticos de sí mismo, que no se permiten “fallar”. (Cosa imposible,
porque somos seres humanos y todos fallamos) y casi siempre están en estado de alerta, a la
defensiva, porque si bien, ellos no se valoran, son muy sensibles a las críticas y al rechazo.
Ninguno de estos dos extremos son buenos.
El primero, porque los demás de a poco lo van dejando de lado, dado que no hay nada más
insoportable que estar un rato largo con una persona que sólo se ama y aprecia a sí misma.
El segundo, porque nunca puede saborear plenamente sus éxitos, ni sentirse completamente
satisfecho.
Hay muchas razones por las cuales puedes sobrevalorarte o desvalorizarte. Pero lo importante ahora
es ver qué piensa el Señor de ti.
Para eso vamos a diferenciar lo que es tu opinión de la Suya.
1. Para Dios vales la Sangre de Su Hijo. ¿Qué precio tiene la Sangre de Cristo? ¿Puedes
ponerle algún precio? Ese es el valor que pagó por ti, lo que tú vales.
2. Dios no creó nada inservible. Si piensas que no vales, estás pensando que Dios cometió
errores al crearte. El te creó con todo el potencial, con toda la capacidad para que la
desarrolles. El activar esa capacidad es algo que puedes y
tienes que hacerlo tú. Eso significa esforzarse mucho y no
siempre estamos dispuesto a hacerlo...
3. Dios declaró que su creación era buena. Y tú eres parte de

su creación.
4. Eres su hijo y te amó desde siempre y para siempre.

¿Crees que te amaría si fueras algo que no valiera mucho para
Él?
5. Fuimos creados a Su Imagen y Semejanza... ¿cuánto vale

eso?
Entonces:
¿Cuánto vales para Dios?.....................................................................................
¿Cuánto vales para los demás?............................................................................
¿Cuánto vales para ti mismo? ..........................................................................

Una vez un muchacho que estaba muy deprimido fue a ver a un hombre que tenía fama de
sabio. Cuando llegó a la casa del hombre le dijo:
- Señor, vengo a que me ayude. Me siento muy mal. Soy un fracasado. Nadie me tiene en
cuenta, todo el mundo me rechaza, mis hermanos me dicen que yo no sirvo para nada. En el
colegio, mis compañeros me desprecian. En verdad no valgo nada.
El maestro, mirando de costado al chico le dice:

-Mira muchacho, yo al igual que tú, también tengo problemas, así que no
puedo ayudarte.
El joven sintió que una vez más era rechazado, pero cuando ya se iba a ir del lugar el
maestro lo llamó y le dijo: -Ya que estás aquí hazme un favor. Toma este anillo -dijo el
sabio quitándose un anillo de sus dedos. Ve al pueblo en el caballo que tengo allí amarrado
112
Areas
y trata de vender la joya. Necesito urgentemente ese dinero. Pero escucha bien esto: ¡No
vayas a dar el anillo por menos de una moneda de oro ¿Está claro?
El muchacho se puso feliz de ver que podía ser útil. Rápido se montó en el caballo y se fue
al mercado del pueblo que estaba repleto de comerciantes. Estuvo todo el día ofreciendo
el anillo, pero cuando mencionaba el precio, la gente se reía.
"Se nota que no tienes idea de lo que vale una moneda de oro si pretendes cambiar esa
anillo", decían unos. Otros, tan pronto mencionaba el valor, se burlaban o miraban para
otro lado. Cansado de tanto desprecio, resolvió volver donde su maestro. Una vez frente a
él le contó, con la cabeza agachada, de su fracasado intento de vender la joya.
El sabio entonces le dijo: -Mira, hagamos lo correcto. Lleva este anillo al joyero del
pueblo. Él sí sabe su verdadero valor. Dile que lo evalúe, pero escucha bien: no lo vendas,
no importa cuánto dinero te ofrezca.
El chico fue al pueblo y se presentó ante el joyero. Éste tomó el anillo en sus manos y
cuidadosamente lo examinó con una lupa, luego le hizo una prueba con unos ácidos y
finalmente exclamó: ¡Esto si que es una verdadera obra de arte! Se quitó los lentes y
mirando al muchacho le dijo en tono muy emocionado. - Mira, muchacho. Dile al dueño de
esta joya que le doy ya mismo ¡cincuenta y ocho monedas de oro por ella! Pero que si se
espera unos días más, le puedo subir el precio hasta ¡Setenta monedas de oro!
El chico casi se desploma cuando escuchó la oferta del joyero. Montó el caballo y volvió
rápidamente. Cuando le relató el suceso al hombre, el sabio le dijo:
Siéntate y escúchame: Tú eres como este anillo: Una joya valiosa y única. Y como tal, solo
puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que
cualquiera descubra tu verdadero valor? Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el
dedo pequeño.
Todos somos como esta joya: valiosos y únicos. Y andamos por los mercados de la vida
pretendiendo que gente inexperta nos valore.
Vuelvo a preguntarte...
¿Cuánto vales para Dios?.........................................................................................................
¿Dios se equivoca?...................................................................................................................
Entonces... ¿cuánto vales?......................................................................................................

II. LA EXCELENCIA.
Dios no hizo una creación mediocre: hizo una creación perfecta. Y creó al ser humano con todo el
potencial para hacer las cosas con excelencia.
Entonces... ¿dónde está la falla?
Primero vamos a ver algunas definiciones...
Mediocre: Mediano. De calidad media. Promedio. En cuanto a Mediocridad: Estado de una cosa
entre grande y pequeño, entre bueno y malo. Sin relevancia. Uno más del montón.
Excelencia: Calidad sobresaliente, destacada. Algo que sobresale por su bondad o mérito.
Magnifico.
La excelencia es no conformarse. Es buscar más, es procurar lo mejor. No significa éxito inmediato.

Por el contrario, la excelencia cuesta, mientras la mediocridad es fácil y accesible.
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Hay cuatro obstáculos que nos dificultan llegar a la excelencia:
- El primer obstáculo es la ignorancia.

El no creernos capaces, hace que nosotros mismos nos limitemos. ¿Cómo sabemos si no probamos?
¿Cómo llegaremos si no aprendemos? No te quedes con el “no sé”, “no puedo”. El que busca la
excelencia investiga, examina, prueba...
- El segundo obstáculo es el miedo.

El miedo SIEMPRE nos limita. No nos deja crecer. No nos deja arriesgarnos a volar. No nos deja
alcanzar nuestros objetivos...a menos que lo enfrentemos.
- La tercera dificultad es el desánimo.

Que una, dos, tres veces te haya ido mal, no quiere decir que no llegues a tu meta. El tema es
continuar luchando. ¿Sabes cuántas bombillas de luz quemó Thomas Edison antes de patentar su
invento?
La vida está hecha de éxitos y de fracasos. Y el fracaso, aunque nos produzca sufrimiento, nos ayuda
a templar el carácter, a fortalecernos, a corregir nuestros errores, a crecer...
¿Tienes miedo a fracasar? Te comento que aprendemos más de los fracasos que de los éxitos. Los
éxitos sólo sirven para disfrutarlos, los fracasos, para persistir y superarnos.
- La cuarta dificultad es el orgullo.

Nos creemos que ya sabemos todo y no necesitamos que nadie (en especial nuestros padres) nos
venga a enseñar. Eso nos va limitando en nuestra capacidad de aprender y mejorar.
El orgullo nos hace ver que ya llegamos a la meta. Eso nos va a detener ahí. Automáticamente
quedamos limitados, porque la humildad nos permite reconocer que debemos aprender y mejorar
más, mientras que el orgullo nos puso el límite hasta donde llegamos.
¿En qué podemos ser mediocres o excelentes?
- En nuestras obligaciones. Sea la escuela o algún trabajo. No hablamos de ser

perfeccionistas o demasiado exigentes. El tema es ¿a qué apuntamos? ¿A sacar lo justo para
aprobar o aprender y tratar de desafiarnos a más?
- En nuestras relaciones. Con tu familia, amigos, compañeros. Puedes ser mediocre o

marcar la diferencia. Una relación familiar mediocre es aquella en la que los integrantes de la
familia (y no eches la culpa a tus padres ni a tus hermanos, porque tú eres parte también
responsable en esto), no se interesan en fomentar el diálogo, no buscan pasar tiempo juntos,
se quieren, pero no se aman.
Una relación amistosa mediocre es aquella donde no son sinceros, transparentes, donde uno
de los miembros no se da el derecho de ser “él mismo” para ser y hacer lo que quiere su
amigo/a.
- En nuestro servicio a Dios. Dios es un Dios Perfecto. Un servicio mediocre es insultarlo.

Un servicio a Dios mediocre es aquél que lo hacemos “como si fuera un favor”, una tarea
donde no ponemos todo de nosotros, donde le damos a Dios las sobras.
114
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Dios te creó para que vueles tan alto como las águilas.
No olvides: Tu vida puede ser tan maravillosa como lo decidas o tan mediocre como lo permitas.
Valórate: Dios te creó para alcanzar la excelencia.
115
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...y p o r c a s a
co mo a nda mo s ?
Como somos únicos y extraordinarios, hoy analizaremos si nos valoramos bien como tales.
1. Ora antes que nada pidiéndole al Espíritu Santo que te muestre cómo te valoras y como debes
valorarte.
“Señor todopoderoso, tú que examinas con justicia,

tú que ves hasta lo más íntimo del hombre…”
Jeremías 20.12
2. ¿Valoras tus trabajos y esfuerzos hechos?

3. ¿Sientes que los demás valoran tus trabajos y esfuerzos?
4. Cómo anda tu autoestima?
5. ¿Bajo qué parámetros mides el valor de tu trabajo, de acuerdo a lo aprendido?
6. ¿Bajo qué parámetros deberías medir el valor de tu trabajo, de acuerdo a lo aprendido?
7. ¿Cómo es tu esfuerzo escolar: te conformas con la mediocridad o te esfuerzas buscando la excelencia?
8. ¿Cómo es tu servicio a Dios: es mediocre o pones todo de ti para hacerlo con excelencia?
9. ¿Cómo son tus relaciones con tu familia: son aceptables o excelentes?
10 ¿Cómo son tus relaciones con tus amigos y compañeros: son admisibles o admirables?
11. ¿Dios acepta la mediocridad?
12. ¿Estás tomando alguna decisión respecto a la valoración que das? SI NO

13. ¿Cuál es?
14. ¿Estás tomando alguna decisión respecto a la mediocridad o excelencia? SI NO
15. ¿Cuál es?
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“Dios en su bondad me nombró apóstol, y por eso les pido que no se crean mejores de lo que
realmente son. Más bien, véanse ustedes mismos según la capacidad que Dios les ha dado como
seguidores de Cristo”. Romanos 12. 3
“Porque tú vales mucho a mis ojos, yo doy a cambio tuyo vidas humanas; por ti entregaría pueblos,
porque te amo y eres importante para mí”. Isaías 43.4
“Dios hizo todo hermoso en su momento, y puso en la mente humana el sentido del tiempo, aun
cuando el hombre no alcanza a comprender la obra que Dios realiza de principio a fin.” Eclesiastés
3.11
“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres”. Colosenses
3.23
2. En caso de tomar una decisión en cuanto a valorizarte correctamente ¿Qué harás precisamente
esta semana para comenzar ese cambio? (Detalla con exactitud el plan que te comprometes a llevar
a cabo).
3. En caso de tomar una decisión en cuanto a la excelencia, ¿Qué harás precisamente esta semana
para comenzar ese cambio? (Detalla con exactitud el plan que te comprometes a llevar a cabo).
117
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siguientes semanas:
siguientes semanas:
7. ¿Cómo te fue?
siguientes semanas:
11. ¿Cómo te fue?

siguientes semanas:
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15. ¿Cómo te fue?

siguientes semanas:
19. ¿Cómo te fue?

semana pasada:
23. ¿Cómo te fue?


semana pasada:
27. ¿Cómo te fue?

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semana pasada:
31. ¿Cómo te fue?
semana pasada:
35. ¿Cómo te fue?

38. Te habías comprometido a hacer los siguientes cambios en tu vida:
39. ¿Cómo te fue?


Ahora
Ahora
Ahora
10º 45º 90º 180º
120
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¿Cuántos grados dirías que cambió en la semana10 y en qué se basa tu opinión?
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Capítulo: DESAFIADOS PARA EL CAMBIO
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DESAFIADOS PARA EL CAMBIO
Vivimos en una sociedad con una visión muy negativa.
Cuando escuchamos los informativos o leemos los diarios, vemos que el 90 % son malas noticias. No
es que no sucedan cosas buenas, sino que las malas son las que más “venden”. Aparte el impacto de
algo malo es mayor que el de algo bueno, dado que toca áreas emocionales aún en la persona más
fuerte (como por ejemplo, los miedos, la inseguridad, etc.).
La gente tiende más a concentrarse en lo negativo que en lo positivo. Y así se va formando una
visión negativa de la vida y de uno mismo.
Ese negativismo nos puede afectar y perturbar nuestra visión del futuro, abatiéndonos.
- Si tuvieras que describirte ¿cómo es tu tendencia? ¿A encontrarle el lado positivo de las

cosas o a mirar el negativo?
¿QUÉ ES EL PESIMISMO?
El pesimismo es la tendencia a ver y juzgar las cosas desde su aspecto más desfavorable.
El pesimista ansía recibir buenas noticias, pero tiene fe negativa, esperando siempre lo peor. Es un
desilusionado de la vida.
El pesimismo nos hace creer que los problemas no tendrán solución.

El pesimista no hace nada para cambiar, porque se da por derrotado antes de empezar.
Como se dice comúnmente: la diferencia está entre ver el vaso medio lleno y verlo medio vacío.
El pesimista ve todo oscuro, sobre todo el futuro. Tiene la tendencia a:
- Ver todo mal.
- Valorizar lo que le sucede a los demás y desvalorizar lo que le sucede a él mismo.
- Ser quejoso.
- Sentir lástima de sí mismo.
- Ser desconfiado.
- Ser derrotista.
- Ser fatalista.
Steven Spielberg es un gran director de cine. Pero mucha gente le hace la competencia. Hay
personas que “se hacen cada película” digna del mejor Oscar al cine fantástico. Lástima que siempre
su pensamiento e imaginación vuela en un solo rumbo: el negativo. Sufren mucho por ello y hacen
sufrir a quienes los rodean y aman.
¿A qué se debe el pesimismo? Hay varios factores, pudiendo ser:
- Falta de comunicación: Puede ser que malinterpretes algo y te quedes con lo que pensaste
en lugar de aclararlo.
- Mala comunicación: En este caso, sí te puedes acercar para aclararlo, pero el “ruido” que
hacen tus pensamientos es más fuerte que lo que la otra persona y la realidad te dicen, por
lo que terminas dudando y escuchando a tu pensamiento erróneo.
- Inseguridad: Por más que quieres ser feliz y decís que lo mereces, interiormente no Crees
plenamente en ese derecho. Piensas que “no eres totalmente bueno o merecedor” de que
las cosas te salgan bien. Medís las situaciones con tus propias fuerzas en lugar de las
fuerzas que tienes en Cristo. Y como persona insegura, no confías en ti mismo y menos en
los demás.
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- Aprendizaje negativo: Hay quienes han pasado malas experiencias y su lógica le indica que
las mismas se repetirán. Que hayas tenido una desilusión o una mala experiencia en el
pasado, no significa que siempre será así. De las malas experiencias debemos aprender,
debemos superarlas, pero no tomarlas como modelo de vida y armarnos de una coraza.
¿Por qué tendemos a ver las cosas en forma negativa?
1. Influencia socio-cultural. Nuestra sociedad es pesimista. Desde la cultura, el tango es una

música triste que habla sobre traiciones y abandonos. El Martín Fierro trata sobre los
sufrimientos del gaucho. Todo está culturalmente preparado para el desánimo y la derrota.
Pensá que mientras nosotros tenemos a Martín Fierro, otros tienen a Superman.
2. Baja autoestima. El bajo aprecio a uno mismo hace que nos veamos como si nunca
pudiéramos alcanzar lo que deseamos.
3. Experiencias y sistemas de creencias. Las experiencias negativas (rechazos, abandonos,

decepciones, etc.) hace que nuestro sistema de creencias nos haga mirar todo con “anteojos
oscuros”.
4. Generalización. Como una vez el resultado fue negativo, se llega a la conclusión que
siempre el resultado será negativo. O sea, el pesimista se da por derrotado antes de luchar.
En la adolescencia es muy común la fluctuación emocional (ahora estoy muy feliz, ahora soy muy
desdichado). Dentro de esa oscilación emocional, hay momentos que siente que lleva a todo el
mundo por delante y momentos que ve todo gris y se siente arrasado por los demás.
Si te sucede, en esos momentos recordá que es algo normal que te pase a tu edad. Y que si hoy no
tienes un buen día, distraete con otra cosa: mañana será mejor.
Pero si este pesimismo, esta manera negativa de pensar persiste, entonces es momento de trabajar
en ese área de tu vida.
El capítulo anterior indicaba que si algo te había salido mal, no significaba que no lo logres y que el
tema era seguir insistiendo, seguir luchando.
Esto se llama PERSISTENCIA. La persistencia es no darse por derrotado. Es incluso RECHAZAR el

pensamiento de derrota. Es aceptar que puede ser que esta vez no lo hayas logrado, pero si evaluás
dónde estuvo la falla, se puede corregir y alcanzar el objetivo.
Cuando eras bebé y comenzaste a dar los primeros pasos ¿nunca te caíste? Obvio que sí. Pero
imagínate que en ese momento hubieras pensado: “¡uy, me caí! Si camino, me caigo. Mejor no
camino, porque me caeré”. Gracias a Dios en ese momento no tenías ninguna visión negativa de ti
mismo y aunque te caíste una y otra vez, también perseveraste y te levantaste hasta que tus piernas
fueron fortaleciéndose y saliste caminando bien.
En la vida es lo mismo. Puedes caerte una y mil veces, pero tienes que persistir sin darte por
derrotado. Si hoy no ves las estrellas, no significa que mañana no las verás. O como dice la frase:
“Nunca una noche ha vencido al amanecer”.
¿Cuál es el “Desafío para el cambio” que habla el título de este capítulo? Simplemente un cambio de
mentalidad y de actitud.
Si. Ya sé que un cambio de mentalidad cuesta. Toda tu vida con un sistema de creencias, una
manera de pensar y de ver las cosas y ahora te digo que tienes que cambiar tus estructuras.
Generalmente somos resistentes a estos cambios, no en forma conciente, sino inconsciente.
Queremos cambiar porque sabemos que siendo pesimistas no somos felices, pero interiormente nos
resistimos a cambiar, porque siempre pensamos de esa manera y es la que conocemos y
dominamos.
Pero Jesucristo te quiere ayudar a vencer toda estructura mental que entorpezca su obra en tu vida.
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“Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar
fortalezas. Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y
llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo”. 2 Corintios 10.3-5
O sea, satanás trabajó en la mente creando fortalezas y argumentos (pensamientos y razonamientos

que nos aprisionan) y tu propia mente “compró” esa idea, aceptándola. Pero el Señor tiene poder y
quiere que juntos las destruyan.
¿Cómo hacer para cambiar el pensamiento negativo?
1. Ponete de acuerdo con el Señor. Si quieres cambiar, es necesario que recurras a quién
tiene poder para ayudarte a hacerlo. El no te quiere dejar solo en esta lucha, está esperando
que lo trates con El en oración.
2. Declararle la guerra al pesimismo. Si quieres dejar de ser pesimista tienes que enfrentarte
contra ese sistema de pensamiento. No aceptes más pensamientos negativos: enfrentate a
ellos.
3. No adueñarse de los pensamientos negativos. Tú eliges cuales pensamientos apropiarte y

cuales soltarlos. Hay un dicho que dice: “No puedes evitar que los pájaros vuelen encima de
tu cabeza, pero sí que hagan nido en tu pelo”. Esto significa que los pensamientos negativos
pueden venir, pero tú decides si los tomas o los rechazás de inmediato. No les des lugar a
esos pensamientos que no provienen de Dios.
4. Apropiate de la mente de Cristo. Como dice el apóstol Pablo en 1ª Corintios 2.16, tenemos
la mente de Cristo. Y Cristo jamás tuvo un pensamiento pesimista.
5. Cambia de esquema de pensamientos. Todo lo verdadero, lo honesto, lo puro… cuando te

venga un pensamiento negativo cambialo por uno bueno. En lugar de pensar mal, DECIDÍ
pensar bien. No te olvides de la frase: El pesimista dice: ‘puede ser posible, pero es muy
difícil’. Mientras el optimista señala ‘puede ser muy difícil pero es posible’.
6. No te dejes influir por una sociedad pesimista: cambia tú esta sociedad. Puede ser que
en el mundo que te rodea (escuela, gimnasio, barrio, tu casa, tus amigos, etc.) tengan
pensamientos pesimistas. No te dejés influir por ellos, sino cambia tu manera de pensar y sé
un agente de cambio que los contagie también a ellos. No te olvides esa canción que dice:
“para cambiar el mundo, empiezo por mí”.
125
Areas
CONCLUYENDO
El Señor te fue desafiando en estas semanas a realizar distintos cambios. Pero tus cambios deben
ser REALES. ¿Por qué remarco esto?
Porque puedes tener GANAS de cambiar, DECIR que vas a cambiar, PLANEAR cambiar, pero si no
lo LLEVÁS A LA PRÁCTICA, todo es una simple ilusión.
Dicen que mucha gente tiene buenos pensamientos, ideas e intenciones; pero muy pocos las
traducen en acciones. Y Dios no te llamó para que seas uno de “mucha gente”, sino uno de los “muy
pocos”.
Ante una decisión de cambio hay tres posturas:
1. El no cambio. Decidir no cambiar o no llevar la decisión a la práctica y todo sigue

igual.
2. El cambio sin cambios. Hacer cambios superficiales, pero no profundizar mucho

(y todo también sigue igual, lo único que se hizo es “maquillar” un poco la
situación).
3. El cambio real. Es el que más cuesta, pero es el único verdadero.
Sólo cambiarás aquellas áreas que realmente quieras realmente cambiar. Porque sólo si estás
totalmente decidido, enfrentarás obstáculos, caídas, tentaciones, pero seguirás adelante.
Yo te animo para que sigas persistiendo en trabajar de la Mano del Maestro en los cambios que El te
fue mostrando y quiere hacer en tu vida.
No caigas, no te desanimes, intentalo una y otra vez. Pedí ayuda si es necesario, de un amigo, de un
líder o de tus padres. Admitir que necesitamos ayuda no es signo de debilidad, sino de grandeza. No
estás solo en esto.
126
Areas
...y p o r c a s a
co mo a nda mo s ?
Puede ser que no seas pesimista, que lo seas y lo reconozcas o que tengas pensamientos negativos
y no seas demasiado consciente de ellos, pensando que “simplemente eres realista”.
1. Ora antes que nada pidiéndole al Espíritu Santo que te muestre la verdad en esta área de tu vida.
“…Tú conoces su corazón, pues tú y nadie más que tú

conoce el corazón de todos los hombres…”
1ª Reyes 8.39 (b)
2. ¿Disfrutás plenamente de la vida que Dios te dio?

3. Marcá entre los siguientes pensamientos los que más se ajustan a tu manera de pensar:
a. “Me va a ir mal”
b. “No lo voy a lograr”
c. “Sé que la próxima lo lograré”
d. “No importa, seguiré intentando hasta que lo logre”
e. “Nunca me querrán”
f. “Qué buena oportunidad para que Dios trabaje en mí”
4. ¿Disfrutás lo que tienes?
5. Ante la duda de cómo sucederán las cosas ¿Piensas siempre lo peor?
6. ¿Te pone feliz ser de esta manera?
7. ¿Tu actitud es igual a la de Cristo?
8. ¿Qué beneficios te trae?
9. ¿Qué problemas te ocasiona? Capítulo: DESAFIADOS PARA EL CAMBIO
10. ¿Estás tomando alguna decisión respecto a tu manera de ver las cosas? SI NO
11. ¿Cuál es?
127
Areas
“Ustedes deben cambiar completamente su manera de pensar”. Efesios 4.23
“Y no vivan ya como vive todo el mundo. Al contrario, cambien de manera de ser y de pensar. Así
podrán saber qué es lo que Dios quiere, es decir, todo lo que es bueno, agradable y perfecto”.
Romanos 12.2
“Finalmente, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, en todo lo que merece respeto, en todo
lo que es justo y bueno; piensen en todo lo que se reconoce como una virtud, y en todo lo que es
agradable y merece ser alabado”. Filipenses 4.8
“¿Quién ha conocido la forma de pensar del Señor y puede aconsejarle? Y precisamente nosotros
tenemos la forma de pensar de Cristo”. 1 Corintios 2.16
“Y la paz de Dios, que es mayor de lo que se puede imaginar, les guardará sus corazones y sus
pensamientos en Cristo Jesús”. Filipenses 4.7
2. En caso de tomar una decisión en cuanto a cambiar tu manera de pensar ¿Qué harás
comprometes a llevar a cambio para mejorar tu comunicación. Cuanto más detallado sea tu plan, más
factible que lo hagas con éxito. Cuanto más generalizado sea, más posible que esto sólo queden en
buenas intenciones y nada más).
128
Areas
129
Areas
Vimos en este tiempo varias áreas de tu vida en las que el Señor quiere trabajar.
¿Has tomado decisiones de cambiar algunas áreas en el transcurso de estas semanas?
1. Por favor, Anota a continuación todas las decisiones que fuiste tomando:
Con respecto a lo aprendido en la semana 1:

130
Areas
Con respecto a lo aprendido en esta semana:
Es bueno tomar decisiones, pero lo importante es que se transformen en acciones y que persistan en
el tiempo.
2. ¿Cómo te fue en la práctica la concreción de tus decisiones?

Resultado
(Mal, Regular, Bien,
Semana Muy bien,
Describe el motivo de tu resultado
Excelente)
Sem .1
Sem .2
Sem .3
Sem .4
Sem .5
131
Areas
Resultado
(Mal, Regular, Bien,
Semana Muy bien,
Describe el motivo de tu resultado
Excelente)
Sem .6
Sem .7
Sem .8
Sem .9
Sem .10
Sem .11
Esta
Sem.
3. ¿Hay algo que quieras mejorar?
Semana SI/NO Detalla si quieres mejorar algún cambio.
Sem .1
Sem .2
Sem .3
Sem .4
Sem .5
Sem .6
Sem .7
Sem .8
Sem .9
Sem .10
Sem .11
Esta
Sem.
132
Areas
4. Puede ser que estés sintiendo ahora que debes cambiar otras áreas de tu vida, que no hayamos
visto, pero que el Señor te lo está mostrando. Detalla a continuación los cambios que decides
realizar.
Area Mi problema Decisión: el cambio que haré (Detallado)
Llegamos al fin de nuestro viaje que emprendimos juntos hace doce capítulos. Algunas cosas has
aprendido; otras las sabías. Algunos conceptos reforzaste. Has tomado decisiones. El desafío está
lanzado: es cuestión de persistir.
Espero sobre todo que haya sido de enriquecimiento para tu vida.
Dios te sigue bendiciendo.
133
Areas
Viviana.
134
Areas
BIBLIOGRAFIA
- VIOLENCIA Y VICTIMIZACIÓN ENTRE ESCOLARES. EL BULLYING: ESTRATEGIAS DE IDENTIFICACIÓN Y

ELEMENTOS PARA LA INTERVENCIÓN A TRAVÉS DEL TEST BULL- Fuensanta, Cerezo Y Ramírez -
Revista electrónica de investigación psicoeducativa, ISSN 1696-2095, Vol. 4, Nº. 9, 2006
- PORTAL UNIVERSIA, S.A.- Red de universidades- Avda. de Cantabria s/n - Edif. Arrecife, planta 00. 28660
Boadilla del Monte - Madrid. España.
- EL AMERICAN HERITAGE® SPANISH DICTIONARY (Diccionario inglés-español), Second Edition: Office

edition. Copyright © 2000 by Houghton Mifflin Company.
- DICCIONARIO ESPASA CONCISE © 2000 Espasa Calpe
- TODOS IGUALES, TODOS DIFERENTES. Volumen II. Díaz-Aguado M.J. - ONCE. Madrid, 1994.
- LA ENVIDIA –Víctor Montoya -Noticias Bolivianas - 2004
- LOS CHISMES Y LA DIFAMACIÓN – Felix M Velásquez Sanchez – FOCUS 1,2 (2002)
- LIBRE DEL MIEDO - Neil T. Anderson y Rich Miller, Edit. Unilit
- MANUAL DE COMUNICACIÓN. Carlos Ongallo, Dykinson S.L. 2000.
Nota: Los pasajes bíblicos fueron tomados de las siguientes versiones:
 Reina- Valera 1960

 Reina – Valera actualizada 1995
 Dios Habla Hoy
 La Biblia de Las Américas
 Biblia Latinoamericana 1995
 Biblia Lenguaje Sencillo
Capítulo: BIBLIOGRAFIA
135
Areas
(Contratapa)
En este tiempo has conocido a Cristo en una dimensión más personal.
La alabanza y la adoración te han acercado más a Su Presencia y cada estudio o discipulado han
dejado en ti Sus huellas. Pero El no es conformista y no quiere que lo seas. Dios quiere llevarte a
más.
Hay áreas de tu vida en las que el Maestro todavía no tiene acceso total. Áreas que aunque le dijiste:
“Señor, te entrego toda mi vida”, la realidad es que no es tan así. Es el momento de empezar a dejar
que Cristo cambie esas áreas donde todavía no cediste el control.
El tiene grandes proyectos para tu vida. Planes que soñó antes que nacieras. Puedes buscar más y
hacer realidad sus planes o estancarte y vivir en la mediocridad.
No será fácil: ser un gigante cuesta. Pero ¿te conformarás con desperdiciar tu vida, siendo uno más
en la multitud?
En este discipulado tocaremos algunas áreas que Cristo quiere cambiar. Puede ser que en tu vida
halla otras áreas no rendidas a Cristo, que no se tocan en este material, pero que no significa que no
debes cambiarlas.
Viviana E. Golub
Capítulo: (Contratapa)
136

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Que Cristo Quiere Cambiar en tu Vida

Capítulo 1: BULLING, una cuestión de piel…………………………….……………. 4

Capítulo 3: Más verde que Hulk……………………………………………………….. 17

Capítulo 4: Marcando Vidas…………………………………………………………….. 25

Capítulo 5: Tu peor enemigo……………………………………………………………. 35

Capítulo 6: Filtraciones en tu casa……………………………………………………… 44

Capítulo 7: Una de cal…y una de arena………………………………………………... 53

Capítulo 8: Te digo, te escucho………………………………………………………….. 63

Capítulo 10: Stop!!!.................................................................................................... 84

Capítulo 11: Únicos y Extraordinarios…………………………………………………… 96

Capítulo 12: Desafiados para el Cambio…………………………………………….….. 107

Quiero agradecer a las siguientes personas que me encaminaron en este proyecto.

¿Eres un discípulo de Cristo? ¿Le prometiste que El sería Señor de tu vida? Es la

Capítulo: BULLING: UNA CUESTION DE PIEL

El bulling es un tema de discriminación sobre todo y genera sentimientos de frustración, rabia,

Podemos ver dos especies de acoso:

1. Acoso directo: Peleas y agresiones físicas, destrucción u ocultamiento de pertenencias, etc.

El maltrato puede aparecer de formas muy diversas. Entre otras vemos:

Tipos del ofensor:

- Activo directo: en la mayoría de los casos realiza la agresión personalmente.

- Activo indirecto: No se involucra personalmente, sino que dirige el comportamiento de sus

Los integrantes del grupo pueden tener las siguientes características:

- Envidia (aún cuando el ofensor concientemente no lo admite)

Si eres víctima de Bulling...

No olvides: Eres tú quien elige en quién creer y a quién creerle.

Consejos para chicos/chicas testigos del Bulling

Si el acosado no quiere colaborar en solucionar el problema, la situación se vuelve más difícil. Es

“Examíname, Dios, y conoce mi corazón;

Escuela Club Barrio Iglesia Otros:...........

tomando esta actitud:

4. ¿Tu actitud con qué aval cuenta: con el de Dios o el de Satanás?

5. ¿Te importa o te da lo mismo lo que el Señor sienta al verte actuar así?

6. ¿Quieres cambiar esa actitud? SI NO

8. ¿Crees que El Señor le es indiferente que te traten así?

9. ¿Estás dispuesto/a a perdonar sus ofensas? SI NO

algo para terminar con esta situación? SI NO

Su alma ciertamente odia a cualquiera que ama la violencia. Salmo 11:5

Firma:...................................... Firma del Testigo de mi compromiso:..................................

Capítulo: BLA - BLA - BLA

BLA - BLA - BLA

- El chismoso, quién emite el juicio y habla desde su carnalidad, alimentando su rencor.

- La víctima, de la cual se habla en forma negativa, desprestigiándola.

¿Qué dice la Biblia sobre los calumniadores, maledicientes y chismosos?

Santiago 3 menciona este problema y vamos a ver algunos versículos:

Te voy a contar una historia:

Las personas débiles necesitan vivir a través de los demás...

Cómo cortar el chisme.

- Si no hay ningún chismoso, nadie trasmite ningún chisme: no hay agravio.

Si eres oyente, eres parte importante de la cadena de chismes y tienes la responsabilidad de

No tires plumas que no sabrás hasta dónde llegarán.

5. ¿Te importa o te da lo mismo lo que el Señor sienta al verte proceder así?

6. ¿Han hablado mal de ti, calumniado, difamado, criticado, etc.? SI NO

9. ¿Hablaste mal de otro/a, calumniado, difamado, criticado, etc.? SI NO

12. ¿Quieres cambiar esa manera de ser? SI NO

14. ¿Crees que El Señor le es indiferente que te traten así?

15. ¿Estás dispuesto/a a perdonar sus ofensas? SI NO

1. ¿Qué te está diciendo Dios a través de los siguientes versículos?

De la abundancia del corazón habla la boca. (Mateo 12.34)

Firma:...................................... Firma del Testigo de mi compromiso:..................................

En la semana 1, habíamos aprendido sobre:

Te habías comprometido a hacer los siguientes cambios en tu vida:

Opinión del testigo.