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Cúcuta

Después del terremoto de Cúcuta, la reconstrucción de la ciudad se dio muy rápido, el


terremoto llamó la atención de las personas y su solidaridad, con la reconstrucción se debía
reactivar la economía, fue de gran influencia los alemanes en la ciudad, sin embargo
desconozco por qué llegaron a Cúcuta, sin embargo en las crónicas son nombrados como
personas prestantes de la ciudad.
Con la reconstrucción de la ciudad, se pasó a colocar la nomenclatura en toda Cúcuta.
El teléfono comenzó a funcionar desde 1890, sin embargo las líneas no eran muy buenas y
no contaba con buena cobertura.
En las primeras décadas del siglo XX, primaban en el comercio las casas mayoristas
alemanas, situadas estratégicamente en las principales esquinas del parque Santander, como
lo eran Breuer Miller & Cía., Beckmann & Cía., Van Dissel Rode & Cía., la casa comercial
italiana Ríboli & Cía., ésta, ubicada en la esquina de la calle doce con avenida quinta y
posteriormente adquirida por Tito Abbo, quien le cambió su nombre y a comienzos de los
sesenta, venderla a la compañía que administraba los Almacenes Ley. Estos cuatro grandes
almacenes ofrecían la gama más variada de artículos, entre los que se cuentan, víveres de
toda clase, la mayoría importados, compra y exportación de café, quincallería y ferretería y
en general todas las mercancías traídas del exterior. También prestaban el servicio de
navegación fluvial por el río Zulia hasta la población de Maracaibo. Algunas de éstas eran
también agentes bancarios, como el caso de Breuer Moller & Cía., otra especializada en
productos farmacéuticos, como Van Dissel Rode además, propietaria de la Botica Alemana
y otras también ofrecían servicios de papelería e imprenta; verdaderos exponentes del gran
comercio y precursores de las llamadas hoy ‘grandes superficies’.

Compitiendo con estos grandes empresarios extranjeros se destacaban algunos


comerciantes locales, entre los que se contaban Cogollo & Cía., Jorge Cristo & Cía.,
Manuel Guillermo Cabrera, lo mismo que algunas grandes fábricas como las cervecerías
Santander y Colombia, ambas dedicadas a la elaboración de cervezas, gaseosas y a la venta
de hielo en bloques. Las más destacadas en otras tareas eran, Arocha &Cía. y Duplat & Cía.
procesadores de toda clase de cereales, pastas alimenticias y en especial, molienda de café.

En más pequeña escala citaremos el Casino Berti un establecimiento dedicado a la venta de


comestibles, fundado en los últimos años del siglo anterior-1880- y luego reorganizado por
su nuevo propietario a quien llamaban cariñosamente don Vicente y se especializaba en el
servicio de ‘cenas’, además de su oferta de vinos españoles y franceses, así como un
variado surtido de rancho proveniente de Europa.

Tampoco podían faltar los cigarrillos, especialmente los de fabricación nacional. La Fábrica
Nacional de Cigarrillos promocionaba el ‘Gran Colombia’ que aprovechaba el
nacionalismo anunciando que “la opinión pública aclama nuestros productos como los
mejores de su clase en la actualidad, sencillamente porque nuestra fábrica emplea en sus
picaduras, hoja de tabaco cosechadas en las más hermosas plantaciones del Norte.”
Remataba como lo hacían la mayoría de los anuncios de esos años, “de venta en todos los
establecimientos y bodegas.” Mantenían una promoción permanente en la que cambiaban
las cajetillas vacías por una llena de esta manera, quince cajetillas grandes por una del
mismo tamaño u ocho cajetillas pequeñas por una de esta clase.

Hubo un momento en que los fumadores conocieron el último grito de la moda en lo


referente al vicio de fumar, las ‘pajillas’, que eran cigarros en el que se utilizaban hojas de
maíz como envoltorio en lugar del tradicional papel; a Cúcuta llegaron en 1925 al Almacén
Jea. La novedad duró poco y la verdad es que no sabemos cuánto ni la razón por la que
desapareció.

Y para rematar esta crónica, una mención del trasporte urbano. El primer automóvil había
llegado algunos años antes y ya se ofrecían a la venta, los más conocidos traídos de Estados
Unidos, los Chevrolet en cuatro modelos Sport, de Lujo, Special y Corriente. El
distribuidor era Cogollo Hermanos y los colores de moda eran el azul oscuro o el azul
Boston, el gris Ontario o el más popular, el negro. Se anunciaba como el ‘más barato en
relación con su alta calidad’. Claro que un automóvil era entonces un lujo que pocos podían
procurarse, pero quienes querían darse su paseíto, bastaba con llamar a Eduardo Araque al
teléfono 375, que con su Hudson para 7 pasajeros lo llevaría al destino de su preferencia
por los escasos caminos que entonces existían.

. El cacao, el café y el añil siguieron siendo importantes, pero se agregaron la panela, el


tabaco, y la quina, entre otros. También los famosos sombreros de jipijapa elaborados por
los artesanos de las regiones aledañas. El aumento en la actividad comercial llevó a un
mayor desarrollo de la villa de San José, que empezó a predominar sobre los demás
asentamientos del valle.
La ciudad renació en los años siguientes y siguió con sus planes de desarrollo. Se construyó
el tranvía, se abrieron varios caminos hacia el río Zulia y hacia Venezuela y se empezó la
construcción del Ferrocarril de Cúcuta. Este fue el proyecto más importante para la ciudad
a finales del siglo XIX y comienzos del XX, ya que impulsó el comercio de una forma
nunca vista. Desde 1865 se venía mejorando el camino que unía a la ciudad con el puerto
de San Buenaventura, sobre el Zulia y en 1876 se firmó el contrato para construir una vía
férrea. Las obras empezaron en 1879 y en junio de 1888 los rieles llegaron a los suburbios
del norte de la ciudad. Se construyeron tres líneas. La primera hacia el norte para alcanzar
el río Zulia. La segunda al sur para enlazar con el interior del país y la tercera al oriente
para unirse con Venezuela.
Cúcuta también sufrió durante la Guerra de los Mil Días (1899-1902) porque fue escenario
de algunas acciones bélicas. Fue sede de un gobierno revolucionario liberal. Después de la
batalla de Palonegro (10-25 de mayo de 1900) algunos batallones liberales se refugiaron en
la ciudad que fue sitiada por los conservadores desde el 11 de junio. Al cabo de 35 días de
asedio la plaza fue tomada. Después de la guerra, las actividades comerciales se reanudaron
y Cúcuta continuó con su expansión. Desde 1910 se creó el actual Departamento del Norte
de Santander y Cúcuta fue elegida como su capital. El ferrocarril siguió funcionando y
vivió su momento de mayor actividad en la década de 1920. Sin embargo, a mediados de la
década de 1930 empezó a decaer. La línea de la frontera dejó de funcionar en 1933. Tres
años después lo hizo la línea del sur. La del norte sobrevivió hasta 1960 cuando detuvo sus
actividades definitivamente. El ferrocarril había dejado de ser el medio de transporte
preferido para la actividad comercial y fue reemplazado por los automóviles y camiones
que aprovecharon el mejoramiento de las vías y el bajo costo de la gasolina. Desde
entonces este ha sido el medio predominante, desplazando la tradicional ruta fluvial por el
río Zulia y el ferrocarril que dependía de ella.

Guerra de los mil días


O Guerra de los 3 años, tuvo su origen en un guerra anterior, la guerra de 1895 o guerra de
los Sesenta días, donde la guerra la perdieron los liberales.
La economía estaba deteriorada por la reducción en los precios internacionales del Café, el
desplazamiento de los cafeteros santandereanos por los cultivadores de Cundinamarca,
Antioquia y Tolima, la creciente inflación, el rechazo al cambio del patrón oro por el papel
moneda, y la agudización del monopolio gubernamental del tabaco y el aguardiente, fueron
algunas de las excusas para la guerra.
Se da por fecha no exacta, el comienzo de la guerra el 17 de octubre de 1899.
Los liberales decidieron concentrar sus esfuerzos en Santander.
Antes de un mes de comenzada la guerra los liberales fueron acorralados en Cúcuta, allí los
3.600 liberales duraron un mes acorralados por los 6.000 hombres del ejército legitimista.
Tras estar acorralados y sin más opciones, los liberales debieron moverse hacia el centro
donde lograron la victoria en la batalla de Peralonso en Norte de Santander, esto permitió
que más liberales se sumaran a la causa y llegaron a 10.000 hombres, y con estos
decidieron volver a Cúcuta.
los conservadores nacionalistas (partido nacional) iban ganando la guerra, los
conservadores en alianza con los liberales, le dieron un golpe de Estado al presidente
Sanclemente, y subió al poder su entonces vicepresidente José Manuel Marroquín, una vez
este en el poder, los conservadores olvidaron los acuerdos con los liberales y la guerra se
intensificó, parte de esta intensificación de la guerra, se debió, a los gobiernos de Cipriano
Castro desde Venezuela, y Eloy Alfaro desde el Ecuador a los liberales, los países sirvieron
para dar armas y proteger a los liberales en su territorio, incluso una fracción del ejército de
Venezuela entró a territorio colombiano a pelear con los liberales.
La ayuda de Ecuador terminó cuando subió al poder Leonidas Plazas, enemigo de los
liberales.
En Panamá bajo el mando de Benjamín Herrera, se lograron grandes batallas, sin embargo
por la presencia en el territorio de la marina de EE.UU, no se logró tomar la capital de
Panamá.
Con la rendición del general Rafael Uribe Uribe, se da por terminada la guerra.
1875-1940's. La ciudad logra un cambio significativo después del terremoto, gracias al
aporte del ingeniero venezolano Francisco de Paula Andrade Troconis, primer gran
urbanista de la ciudad, responsable de la construcción del plano que permitió reorganizar a
ciudad desde su corazón (hoy centro tradicional), respetando un diseño ortogonal en que las
calles y avenidas se cruzaban armónicamente (asimilable al plan hipodámico), con anchos
generosos que permitieron el albergue de especies arbóreas y el tránsito libre de las
aguas, generando cuadras uniformes.
La ciudad se refunda sobre una zona plana de fácil acceso a la población, bajo la
directriz impuesta. En septiembre de 1875, el cabildo contrata el plano con el ingeniero
Andrade Troconis, siendo entregado el 30 de noviembre de ese año. La asamblea del estado
soberano de Santander dicta una ley especial para fomentar la reconstrucción,
constituyéndose estas herramientas en los primeros marcos normativos de los que se pueda
hacer referencia (Cámara de Comercio de Cúcuta: 2004. Pág. 25). La ubicación cercana al
río pamplonita, garantizaba el suministro del agua a la población, la cría de especies, el
manejo de aguas servidas, quedando ubicada de manera estratégica a escasos metros de
Venezuela, sobre el que se venía consolidando el intercambio comercial tanto por vía
terrestre como por vía marítima con el Lago de Maracaibo y el interior del país.

La puesta en operación del tranvía, los servicios del telégrafo nacional, telefonía y
alumbrado público, así como el servicio de electricidad, las vías, caminos y pasos de
frontera, facilitaron la integración con el contexto nacional y binacional.

En 1959 es cerrado de manera definitiva el ferrocarril.

En 1960 entra en operación la Central de Transporte Estación Cúcuta. El l O de octubre de


1971 se inaugura el Aeropuerto Camilo Daza.

En la medida que avanzan aceleradamente las invasiones, también se producen, pero en


menor escala, proyectos de vivienda por parte del Instituto de Crédito Territorial.

(1988). Así mismo, en este periodo se concreta la materialización de la Central de Abastos


de Cúcuta. Periodo influenciado por la crisis venezolana que vendría a desestabilizar la
ciudad.

1989-2000. Se sanciona la ley 9 de 1989, paso importante a nivel nacional en materia de


planificación urbana, consolidando el plan de desarrollo, instrumento que concebiría el
reglamento de usos del suelo, cesiones y normas urbanísticas, plan vial, de servicios
públicos, reserva de tierras para vivienda de interés social y reubicación de asentamientos
humanos, entre otros; introduciendo mecanismos de financiación y gestión del suelo,
adquisición de bienes por motivos de utilidad pública, procesos de enajenación voluntaria o
forzosa, definiendo el alcance del espacio público, la vivienda de interés social.

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