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sistemas del cuerpo. Otro nombre para esto es encefalomielitis miálgica/síndrome de fatiga
crónica. A menudo, el síndrome puede dificultar el realizar sus actividades normales. A veces es
posible que ni siquiera pueda salir de la cama.
Cualquier persona puede tener síndrome de fatiga crónica, pero es más común en quienes tienen
entre 40 y 60 años. Las mujeres adultas lo presentan con mayor frecuencia que los hombres
adultos. Los blancos son más propensos que otras razas en ser diagnosticados con el síndrome,
pero muchas personas con síndrome de fatiga crónica no han sido diagnosticadas con él.
El síndrome de fatiga crónica es un trastorno complejo caracterizado por fatiga extrema que no
puede atribuirse a ninguna enfermedad preexistente. La fatiga puede empeorar con la actividad
física o mental, pero no mejora con el descanso.
La causa del síndrome de fatiga crónica es desconocida, aunque existen muchas teorías, que van
de las infecciones virales al estrés psicológico. Algunos expertos creen que el síndrome de fatiga
crónica puede desencadenarse por una combinación de factores.
El síndrome de fatiga crónica ocurre con más frecuencia en las mujeres. La causa de esta
enfermedad es desconocida, pero puede estar relacionada con factores ambientales o genéticos.
Signos y síntomas
¿Te sientes con cansancio todo el tiempo? Es posible que sufras el síndrome de fatiga crónica.
Tal y como lo sugiere su nombre, el síntoma principal de esta enfermedad es la fatiga que puede
reducir drásticamente los niveles de actividad y resistencia de una persona. Otras de
manifestaciones pueden ser:
Aumento del malestar y el agotamiento tras realizar actividades que impliquen esfuerzos físicos o
mentales.
Dolor muscular persistente y también de las articulaciones, pero en este último caso no viene
acompañado ni por enrojecimiento ni por hinchazón.
Aumento del tamaño tanto en los ganglios linfáticos del cuello como de las axilas.
Además de estos síntomas, comunes a todos los pacientes, que sirven para diagnosticar el
síndrome de fatiga crónica, existen otros que pueden afectar a determinadas personas: Dificultad
a la hora de pensar o mantener una posición erguida, acompañado, a veces, por mareos,
problemas de equilibrio o incluso desmayos.
Las personas que sufren este síndrome funcionan a un nivel de actividad significativamente
menor, lo que les lleva a descuidar actividades como el trabajo, las relaciones personales o
sociales y educativas, y, en muchos casos, pueden sufrir depresiones o problemas psicológicos
como irritabilidad, cambios en el estado de ánimo, ansiedad o ataques de pánico.
Fatiga
Dolor de garganta
Dolores de cabeza
Sueño no reparador
Agotamiento extremo que dura más de 24 horas después de realizar ejercicio físico o mental
Pero también ocurre lo contrario, hay costumbres que combaten la fatiga crónica.
No es ningún secreto que la comida hace funcionar tu cuerpo por lo que comes, define cómo te
sientes y cómo luces. La fatiga crónica es lo que te hace desear una taza de café en el preciso
momento en que te despiertas. El problema es que no basta con eso, pues todo el tiempo estás
sin energía.
1. Vitamina C y E
La vitamina C se encuentra en pimientos, naranjas, limones, rábanos, coles, zanahorias y uvas. Por
su parte, la vitamina E está en los cacahuates, los cuáles reparan el tejido de las células y
disminuyen el dolor muscular.
2. Zinc
Los alimentos que contienen buenos niveles de zinc para combatir la fatiga son el apio,
espárragos, germen de trigo y lentejas.
Puedes encontrarlos en buenas cantidades en alimentos como el arroz integral, trigo integral,
legumbres, nueces, algas, frutos secos y semillas.
5. Magnesio: Para obtener este nutriente debes comer frutos secos, arroz integral, semillas de
calabaza, quinoa y legumbres.
6. Triptófano
Los alimentos con triptófano son las legumbres, queso fresco, avena, almendras, espinacas,
calabaza y coliflor.
7. Betacarotenos
Los encuentras en abundancia en las zanahorias, que ayudan a mejorar el cansancio causado por
el síndrome de fatiga crónica.
Además, la experta también recomienda evitar alimentos como grasas saturadas, comida chatarra,
lácteos, gluten, harinas refinadas, tabaco, alcohol, cafeína y azúcares refinadas.
No hay cura ni tratamiento aprobados para esta afección. Sin embargo, se pueden tratar o
controlar algunos síntomas para brindar alivio.
Las personas que tienen síndrome de fatiga crónica parecen ser hipersensibles incluso a
cantidades normales de ejercicio y actividad.
Todavía se desconoce el motivo por el cual esto ocurre en algunas personas y en otras no. Es
posible que algunas personas nazcan con una predisposición al trastorno que después se
desencadena por una combinación de factores. Los posibles desencadenantes comprenden:
Infecciones virales. Debido a que algunas personas desarrollan el síndrome de fatiga crónica
después de tener una infección viral, los investigadores se preguntan si es posible que sean los
virus los que desencadenan el trastorno. Todavía no se ha encontrado un vínculo concluyente.
Problemas del sistema inmunitario. El sistema inmunitario de las personas que tienen síndrome de
fatiga crónica parece estar levemente afectado, pero no está claro si este deterioro es suficiente
como para causar efectivamente este trastorno.
Desequilibrios hormonales. Las personas que padecen el síndrome de fatiga crónica a veces
también tienen niveles anormales en sangre de las hormonas que se producen en el hipotálamo,
en la hipófisis o en las glándulas suprarrenales. Pero todavía se desconoce la importancia de estas
anormalidades.
Puede tener más de una causa. Por ejemplo, es probable que dos o más causas posibles trabajen
juntas para desencadenar la enfermedad.
Estrés mental o físico -- muchas personas con EIES/SFC han estado bajo estrés mental o físico
intenso antes de enfermarse.
Producción de energía -- la manera en que las células dentro del cuerpo obtienen energía es
diferente en las personas con EIES/SFC que en las personas sin esta afección. No está claro cómo
esto está relacionado con el desarrollo de la enfermedad.
Mientras que es más común en personas de 40 y 60 años de edad, la enfermedad afecta a niños,
adolescentes y adultos de todas las edades.
Entre los adultos, las mujeres resultan afectadas con más frecuencia que los hombres.
Las personas de raza blanca reciben este diagnóstico más que las personas de otras razas u
orígenes étnicos. Pero muchas personas con EIES/SFC no han sido diagnosticadas, particularmente
entre las minorías.
Esto incluye la eliminación de toxinas y de residuos que pueden afectar a tus órganos internos y el
inicio de procesos metabólicos. No es ningún secreto que mantenerte deshidratado te hace sentir
cansado.
Otro de los trucos que combaten la fatiga crónica es llevar un registro detallado de las cosas que
comes y bebes. También debes registrar tu estado de ánimo en distintos horarios.
Revisa si los alimentos que consumes pueden crear alteraciones que expliquen la falta de energía.
Por ejemplo, el azúcar puede provocar un pico de energía, pero luego te hará sentir aletargado. En
cambio, la miel de agave te energiza sin causar fatiga crónica.
Entenderás qué alimentos que te hacen sentir bien o mal emocionalmente. ¿Has escuchado que el
chocolate ayuda a tu cuerpo a liberar endorfinas y a hacerte más feliz? En realidad, son varios los
alimentos que afectan tu ánimo y es importante clasificar según las emociones que te generan.
Para facilitar la tarea es vital el diario de emociones. Al llevar este registro, puede ser que
descubras que tu fatiga es síntoma del síndrome de colon irritable.
No elimines alimentos de tu dieta sin supervisión: Entendemos que lidiar con la fatiga crónica es
molesto, pero no trates de combatirla eliminando grupos de alimentos. Lo recomendable es que
en compañía de un experto en nutrición revises el diario de alimentos y de emociones.
Luego, entre los dos debéis crear un plan de alimentación que permita corroborar si un alimento
causa los problemas. Así reduces las posibilidades de presentar algún tipo de deficiencia
nutricional. Piensa que todos los grupos alimenticios te aportan un beneficio específico.
Prueba alimentos que no consumas de forma regular, pero que sean conocidos por aumentar la
energía. Algunas combinaciones de carbohidratos, proteínas y grasas funcionarán para combatir la
fatiga.
El problema es que cada cuerpo reacciona de forma diferente a las combinaciones, por lo que no
hay una dieta estándar. También procura probar alimentos que nunca antes has consumido. Tal
vez al inicio te cueste disfrutar su sabor, pero date tiempo para conocer su textura.
Mantener una alimentación adecuada es parte del tratamiento para superar la fatiga crónica.
Básicamente, una buena dieta para estos casos debe proponerse 3 objetivos claros. El primero es
una nutrición excelente; el segundo controla los niveles de azúcar en la sangre y por último la
eliminación de las alergias alimentarias que pueden causar fatiga crónica.
Come porciones pequeñas con mayor frecuencia: Esto te ayudará a aumentar tu energía cuando te
sientes demasiado cansado o hambriento. Dejar de comer te hará subir de peso, lo que se
convertirá en un círculo vicioso con el cansancio.
Para evitarlo, cada tres o cuatro horas come algo. Puedes mezclar una fruta con una proteína y
una grasa para asegurarte de obtener suficientes nutrientes. Algunas ideas son:
No solo combaten la fatiga crónica y te ayudan a mantener la energía, estas son opciones sencillas
de preparar, económicas y fáciles de llevar contigo. ¿Qué más puedes pedir?
Al inicio hablábamos sobre la necesidad de tomar una taza de café. Aunque te dé la sensación de
energía, se trata de algo pasajero que te drenará después. Debes evitar ciertos alimentos:
El café añade estrés a tu sistema nervioso y crea picos de energía que después de dos o tres horas
empeoran la fatiga crónica. En su lugar, prueba con el jugo de aloe vera, el té verde o la infusión
de menta.
La comida chatarra sacia tu hambre, pero aumentarás tus niveles de glucosa en sangre y te
sentirás cansado en pocos minutos. Además, en un par de horas sentirás hambre de nuevo. Es
mejor optar por alimentos frescos y recién preparados como frutas, ensaladas o batidos.
Estamos seguros de que con estos hábitos que combaten la fatiga crónica te sentirás mucho mejor
preparado para realizar todas tus actividades diarias. Recuerda que cuanto mejor coma, mejor te
sentirás.
Como primer objetivo para el tratamiento de la fatiga crónica es lograr una adecuada nutrición.
Debes incluir superalimentos en tu dieta, es decir, alimentos ricos en nutrientes, antioxidantes y
ácidos grasos saludables, que ayuden a brindarte energía.
Además, estos alimentos te ayudarán a prevenir enfermedades del corazón y cáncer, mantener
buen estado de peso y mejorar la memoria. Si quieres mejorar el ánimo y aumentar tu buen
humor debes incorporar estos alimentos:
Arándanos
Avena
Brócoli
Calabaza
Chocolate oscuro
Espinacas
Naranjas
Nueces
Salmón
Soja
Tomates
Pavo
Yogur
Frijoles
Como es bien conocido una de las fuentes de energía en el cuerpo es el azúcar y las personas con
fatiga crónica tienen poca energía. Para superar el problema, hay que concentrarse en mantener
los adecuados niveles de azúcar en la sangre. Será bueno una charla con el nutricionista, quien con
exámenes en mano de las cifras de glucosa te ayudará con ese cometido. Esta lista de alimentos te
vendrá muy bien durante el proceso:
Alimentos integrales
Zanahorias
Papas
Lechuga
Repollo
Canela
Las personas con fatiga crónica se vuelven más sensibles y vulnerables a desarrollar alergias por
causa de algunos químicos en la comida, lo que su vez empeora los penosos síntomas de esta
afección.
Las reacciones alérgicas en personas con fatiga crónica pueden provocar mucha más ansiedad,
ataques de pánico y depresión, así que el asunto es de mucho cuidado. En este caso la lista de
alimentos que debes evitar será cuestión de ensayos de prueba a error con tu especialista.
Bien, incorporar estos alimentos para tratamiento de la fatiga crónica es una de los pasos que
debes dar para decirle adiós a este problema.
Es importante saber qué hacer para que este sentimiento no nos tome por completo y podamos
seguir con nuestra rutina como deberíamos. A continuación, veremos una serie de conejos para
enfrentare al síndrome de fatiga crónica y vencerlo con una actitud positiva y mucha energía.
*Despertarse y acostarse a la misma hora todos los días es una buena medida. También comer y
ejercitarse al mismo tiempo. Agendar las actividades va a ayudar a tu cuerpo a adaptarse y superar
las dificultades del cansancio constante.
*Ducharse en la mañana también va a ayudar. Este es uno de los mejores procedimientos para
relajar tu cuerpo en la mañana.
*Ejercitarte dos veces por día. Cada mañana puedes hacer 10, 15 minutos de ejercicio y en la tarde
entrenar unos 30, 60 minutos sin dudas te va a ayudar.
*Mantiene tu nutrición bajo control. Una dieta balanceada incluye elementos como el cinc,
magnesio, hierro y vitaminas A, B y C.
*Practica técnicas para mantener tu peso. El sobrepeso tiene influencia directa con la sensación de
cansancio.
*Puedes recurrir algún tipo de suplemento natural como las hierbas medicinales que te ayuden a
mantener tu energía al máximo.
Producto 39
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