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Este texto es una versión revisada de la conferencia pronunciada por el autor en las VIII Jornadas de
Historia Política, realizadas el 30 de septiembre de 2013 en la ciudad de Mendoza.
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cibir a las visitas en su casa se quitaba harto conocido y, de primera o de segun-
la chaqueta militar y se ponía sobre el da mano, nos ha sido trasmitido a través
uniforme una salida de baño como la del tiempo.
que usaban los boxeadores de la época.
Pero era atildado en el vestir. Tenía una
memoria notable, especialmente para Hacia el viaje a Italia
recordar hechos y circunstancias y para Repasando sucintamente el itinerario
reconocer a las personas. Poseía una público de Perón, destaco que la eficacia
gran facilidad de palabra, con una ora- política de su personalidad no estuvo a la
toria directa y efectiva y cierto ingenio vista todavía hacia 1930, cuando se asomó
para inventar o utilizar chascarrillos, por primera vez en la escena política del
dichos y apodos populares. Decía que país pero como actor de reparto. Ese fue
la mentira tiene patas cortas pero no el año del golpe de septiembre que puso
era demasiado respetuoso de la verdad fin al experimento democrático inicia-
e improvisaba sobre cualquier cosa. Se do con la sanción de la Ley Sáenz Peña.
contradecía sin rubor. Era muy hábil a Como ocurrirá más de una vez con los
su manera para manejar el tono de sus golpes militares, la Revolución de 1930
conversaciones privadas y sus discursos fue orquestada por dos facciones mili-
públicos, según el resultado que quería tares: la facción nacionalista acaudillada
obtener. Envolvía al interlocutor, dán- por el General José Félix Uriburu y la
dole la razón por anticipado para evitar facción liberal que respondía al General
discusiones y luego recogía el argumen- Agustín Justo. ¿Dónde se ubicó Perón en
to y lo daba vuelta según su intención. esa encrucijada de las lealtades militares?
Explicaba sus actitudes sosteniendo que Según su propia versión de la historia,
le eran impuestas por razones ajenas a en las vísperas del golpe se vinculó a la
su voluntad. En esto era cínicamente facción nacionalista pero, bien pronto,
inteligente. Decidió conquistar a las se apartó de ella desilusionado por su in-
masas, comprendiendo claramente que competencia para las tareas conspirativas,
la pretensión de hacerlo desde afuera de allí que el levantamiento militar con-
era vana y que, en cambio, debía identi- tra Yrigoyen lo encontrará en la facción
ficarse con ellas si quería conducirlas. Y liberal del General Justo. Producido el
lo hizo con gran habilidad». golpe, el General Uriburu, sobre quien
recayó la jefatura de la revolución, una
El perfil de Perón que se desprende de vez que ocupó la presidencia procedió a
este perceptivo retrato de del Carril es ya purgar a la nueva administración de ele-
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la misión que le fuera asignada: obtener un estado de depresión afectiva. Los que
clandestinamente información sobre los sí lo vieron así, en ese estado, y se esfor-
planes expansionistas chilenos en el sur zaron por darle una mano fueron sus ca-
de la Argentina. Su actividad no pasó maradas más allegados; con ese fin se las
desapercibida para los servicios de inte- ingeniaron para que los altos mandos del
ligencia trasandinos, que infiltraron sus Ejército lo designaran en una misión en el
contactos. Sin embargo Perón dejó Chile extranjero. En febrero de 1939 Perón viajó
antes de que fuera denunciado el espiona- a Italia para perfeccionarse en las prácticas
je argentino; el escándalo recayó sobre su de los ejércitos de montaña.
sucesor en la agregaduría militar, el mayor Este nuevo destino le ofreció un bal-
Eduardo Lonardi, que tuvo que abando- cón apropiado para observar de cerca la
nar el cargo en forma intempestiva. Unos Italia de Mussolini. Su temporada italia-
16 años después Perón y Lonardi volve- na habría de ser, lo repetiría más de una
rían a cruzarse pero en circunstancias y vez, una verdadera experiencia iniciática.
con desenlaces bien diferentes. El encuadramiento y la movilización del
En este breve recorrido por la carrera pueblo italiano bajo la conducción del
militar de Perón llegó el momento de Duce le dejaron una fuerte impresión,
evocar un nuevo avatar, esta vez de índo- al tiempo que le permitió entrever en el
le más personal, que imprimió un giro a corporatismo mussoliniano el sendero de
mi juicio decisivo en su trayectoria. Me la genuina democracia social hacia la que
refiero a que en setiembre de 1938 murió se encaminaba el mundo para poner bajo
enferma de cáncer Aurelia Tizón, su espo- control los desafíos de la lucha de clases.
sa desde hacía 10 años. Por lo que sabe- Otra vez, esto es de sobra conocido y me
mos a través de testimonios, la muerte de parece innecesario extenderme en ello.
Aurelia fue un golpe duro para Perón: de- Sí me interesaría aquí detenerme en las
cidió alejarse de todo e hizo en soledad un vueltas de la suerte y preguntarme: ¿y si
viaje de 18 mil kilómetros en automóvil a no hubiera muerto Potota, como era lla-
través de la Patagonia, una región que co- mada en su familia, la esposa de Perón y
nocía bien porque su padre había tenido se hubiese prolongado en el tiempo ese
allí propiedades rurales y en donde había matrimonio feliz? Esto es, ¿y si Perón no
pasado sus primeros años de vida. Como hubiese conocido el dolor de esa pérdida
ha escrito uno de sus biógrafos, Joseph y por lo tanto sus allegados no hubieran
Page, a esta altura de su vida Perón estaba tenido que acudir en su auxilio, maqui-
en un pantano emocional. Es posible que, nando para que fuese enviado en una
a la distancia, resulte difícil imaginarlo en misión de estudios a Italia de donde re-
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derazgo de Mussolini y cautivado por las conquista de los países del continente se
promesas del corporatismo social como prolongaría en el trabajo de zapa de los
alternativa al orden liberal y a la domi- partidos comunistas a los que la victoria
nación comunista. El impacto de su tem- de la coalición anti-fascista elevaría a po-
porada italiana se tradujo en la gestación siciones de poder. Esto es lo que habría de
de un punto de vista que habría de dis- ocurrir en Italia y Francia, en donde los
tinguirlo entre sus contemporáneos; me jefes de los partidos comunistas, Palmiro
refiero a su tendencia a considerar y, por Togliatti y Maurice Thorez, fueron con-
lo tanto, a juzgar la cambiante coyuntura vocados a formar parte de los nuevos go-
política argentina desde la perspectiva de biernos. Con esa convicción Perón se en-
los problemas y los desarrollos que carac- focó sobre la coyuntura argentina y urgió
terizaban las vicisitudes de la Europa de la implementación de una estrategia pre-
la época. Para decirlo con otras palabras: ventiva que cerrara el paso a las huestes
la mirada de Perón sobre el panorama ar- comunistas dentro del mundo del trabajo
gentino se construyó desde el puesto de que crecía por obra de la expansión de la
observación de la atalaya europea; fue ella industrialización en curso.
la que le suministró claves interpretativas Esa estrategia preventiva tenía dos pi-
por medio de las cuales problematizó los lares: reprimir las expresiones militantes
cambios que tenían lugar en la sociedad y del comunismo y a la vez remover las
la política del país. causas del comunismo. La novedad de la
propuesta de Perón estaba en el segundo
pilar, y este fue el que se plasmó a través
El fantasma del peligro comunista de una apertura del Estado a las deman-
Exploremos a continuación esta hipóte- das del mundo del trabajo. Con la certeza
sis en el momento de su ascenso al poder. de contar con una solución al peligro co-
Una vez que hubo consolidado su lideraz- munista se dedicó luego a hacer su pro-
go en las filas de la Revolución de Junio, paganda en los círculos del establishment
Perón comenzó a desplegar una intensa argentino. Al respecto contamos con un
actividad comandado por una obsesión, valioso documento que ilustra el tenor
el fantasma del peligro comunista. Como de sus conversaciones con un grupo es-
lo dejó saber en más de una ocasión, el cogido de figuras públicas en diciembre
fin de la Segunda Guerra Mundial traería de 1944. Ese documento, que consiste en
aparejado una expansión del comunismo. la transcripción de las notas taquigráficas
Si bien la marcha de los ejércitos soviéticos tomadas subrepticiamente por uno de los
se iba a detener en el centro de Europa, la partícipes del cónclave, permaneció en las
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en árbitro de la paz social y de forzar a en una coalición conservadora popular
delegar en él todo el poder político. se transformaron en el principal sos-
La perspectiva europeizante de Perón tén del liderazgo plebiscitario de Perón.
sobre la realidad argentina no se com- Nuevamente, todo esto es historia cono-
padecía con la visión que de ella tenían cida como es también conocido el desen-
los dueños del poder económico. En esas lace del 17 de octubre de 1945, la poste-
circunstancias, las medidas pro–laborales rior victoria electoral de Perón en febrero
fueron recibidas en principio con frialdad de 1946 y su acceso a la presidencia desde
y más tarde con hostilidad. Este desen- donde prosiguió políticas pro–obreras
cuentro tuvo una primera consecuencia: que habrían de asegurarle una larga lon-
abortó la posibilidad de que se forma- gevidad política.
ra una coalición conservadora popular, Lo que me interesa destacar sobre el
como esa que fue concebida por Perón en telón de fondo de esa historia conocida
su búsqueda del respaldo de los dirigen- es lo siguiente: la estrategia preventiva de
tes obreros y la colaboración de las clases Perón, esto es, conjurar el peligro comu-
patronales, para conducir con el apoyo nista actuando sobre las condiciones de
del Ejército y la bendición de la Iglesia postergación social y alienación política
los destinos de la Argentina de posguerra. que eran propicias para su penetración
Frustrado en su intento de formar una en el mundo del trabajo fue, al final de
gran coalición, Perón radicalizó de allí en cuentas, una empresa exitosa. En América
más sus políticas y apelando a una retóri- Latina, Argentina será un país donde las
ca que le ganó el fervor popular proclamó corrientes ideológicas de inspiración mar-
el advenimiento de la era de las masas, el xista perdieron gravitación en el movi-
fin de la dominación burguesa y convocó miento obrero y quedaron confinadas a
a los trabajadores a movilizarse en defen- ejercer una influencia sobre todo en los
sa de la obra de la Revolución de Junio. medios culturales. Pero la contrapartida
Despuntó, de este modo, una nueva ten- de este desenlace en el terreno ideológico
tativa política. Entre el proyecto original fue un país que experimentó como pocos
y éste que fue emergiendo, en medio del en la región las asperezas de la lucha de
hostigamiento de la oposición del mundo clases. Si bien no se libró con el lenguaje
de los negocios y las clases medias libe- de la retórica marxista, la lucha de clases
rales, habría una diferencia capital: el so- mantuvo a la Argentina por largos años
bredimensionamiento del lugar político muy lejos del horizonte de paz y orden
de los trabajadores, los cuales de ser una social hacia el que apuntó Perón en los
pieza importante pero complementaria tramos iniciales de su ascenso al poder.
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eclesiástica fue reaccionando con extrema necesaria tratar de descubrir los desacier-
prudencia; pero esa no sería la actitud del tos que llevaron a Perón a equivocarse
mundo católico en general. Sus asociacio- en el apogeo de su poder. A mi juicio, el
nes de laicos se convirtieron con el paso error que cometió fue el fruto de un error
del tiempo en el refugio de un militante de concepto o, para decirlo con palabras
antiperonismo, canalizando un malestar que ya he utilizado, fue la consecuencia de
que los partidos mostraban no ser capa- la perspectiva europeizante a través de la
ces de articular. El detonante del conflicto cual tendía a percibir y razonar los avata-
que habría de precipitar la crisis provino res de la coyuntura del país. Al momento
precisamente desde esos ámbitos: la fun- en que tenía lugar esta historia argentina,
dación del Partido Demócrata Cristiano países importantes de Europa asistían a
por parte de un pequeño núcleo de mili- un avance arrollador de los partidos de-
tantes católicos. Luis Alberto Romero se mócratas cristianos que, con el liderazgo
ha referido a ello en estos términos: de figuras como Adenauer en Alemania y
De Gasperi en Italia, ganaban las eleccio-
«La fundación del partido demócrata nes con el 40 por ciento de votos y levan-
cristiano marcó el comienzo del conflic- taban un formidable dique al otrora ame-
to entre Perón y la iglesia, que rápida- nazante peligro del comunismo. Estos
mente llevó a su caída. Pese a que había acontecimientos, estimo yo, seguramente
múltiples razones, no era un conflicto no pasaron desapercibidos para un hom-
inevitable; dejarse llevar a él fue sin bre político como Perón, siempre inclina-
duda un grave error, y la señal de que do a echar una mirada de águila sobre su
ese hábil político –tan capaz de unificar propia peripecia desde la atalaya europea.
el campo propio como de aprovechar En sus preocupaciones políticas el peli-
las debilidades del adversario– había gro comunista, que le dictó el rumbo de
perdido muchas de sus capacidades». sus primeros pasos en la vida pública del
país, había cedido el lugar a otro peligro
Partiendo del cuadro de situación que más nuevo, el encarnado por el auge de la
nos ofrece Romero, hay un interrogante democracia cristiana. No descarto, pues,
que queda pendiente y es el que me in- que Perón fuese ganado por un temor, el
teresa despejar: ¿cómo fue que Perón se temor de que, como ocurría en Europa,
dejó llevar a ese conflicto, cometiendo un también aquí las banderas de la demo-
grave error? cracia cristiana tuvieran el viento a favor
Desde un punto de vista histórico no es y amenazaran la fortaleza hasta allí inex-
un mero juego de la mente, sino una tarea pugnable de sus apoyos populares.
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