Como Dominar A La Mujer PDF

Proyecto Vagner Lover
How to Dominate
Women
GARY BRODSKY
"La resistencia de una mujer no es siempre prueba de su virtud, sino más bien de su
experiencia." Minon de Lenclos (1620-1705). Sociedad francesa Dama e Inteligencia
"Es extraño lo que un hombre puede llegar a hacer, y que la mujer todavía piense que es
un angel.” Emile Gaboriau (1835-1873). Autor Francés
"Los hombres se hacen Dioses, y las mujeres los veneran.” James G. Frazer (1854-1941)
Clasista y Antropólogo Escocés
NOTA:
La presente obra es una traducción del libro “How to Dominate Women” del
autor Gary Brodsky, realizada por el foro Proyecto Vagner Lover. No se
vulneran derechos de autor, ya que los derechos de autoría siguen siendo de
Gary Brodsky, los derechos patrimoniales del autor siguen estando
protegidos puesto que su obra se desenvuelve en un mercado de idioma
diferente al castellano, por lo que no se afectan lo derechos de lucro del
autor; la presente traducción no tiene fines comerciales, no se han hecho
modificaciones de fondo en el contenido de la obra, únicamente
adaptaciones al idioma por las cuales el contenido no es exactamente el
mismo de la obra original, sin embargo la esencia de la misma queda
intacta.
http://proyectovagnerlover.tu-foro-gratis.com
INTRODUCCIÓN:
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LA GUERRA DE LOS SEXOS
Esa es una vieja frase, la guerra de los sexos. La mayoría de la gente cree que es un
chiste. Están equivocados. Los sexos estuvieron en un estado de guerra por siglos, y
en el último, el hombre empezó a perder.
Desde que, que comenzó la historia documentada, los hombres estuvieron

enfrentándose en contra de los elementos, los alrededores y a cada otro para hacer
del mundo un lugar mejor… para las mujeres. Pensalo. Los hombres no necesitan
sábanas eléctricas. Los hombres no necesitan protectores de brazos para sus sillones.
Mierda, los hombres ni siquiera necesitan inodoros.
¿Por qué? ¡Porque somos hombres mierda!
Pero las mujeres, las mujeres necesitan toda comodidad imaginable. En el baño,
todo lo que un hombre necesita es su máquina de afeitar, algo de jabón, una toalla, y
un poco de pasta dental. Las mujeres necesitan tres cajones, dos estantes, y un
armario lleno de boludeces – y eso es sólo para tirar. En la cocina, todo lo que la
mayoría de los flacos necesita es una sartén, un cuchillo filoso y algo de sal y
pimienta. Las mujeres modernas no pueden cocinar a menos que tengan
cuatrocientas máquinas para enchufar, dieciocho recipientes para los utensilios, dos
estantes para las especias, dos cacerolas, un fregadero extra y después alguien más
que cocine.
Durante los siglos, los hombres fueron sacando todas las dificultades de la vida –
para las mujeres. Los hombres todavía mueren a temprana edad por la tensión de
sustentar sus familias, lidiar con trabajos de mierda, con jefes de mierda, luchar
contra el gobierno, vecinos, sus esposas y cualquier cosa a sus alrededores día tras
día hasta que la negra cortina de bienvenida de la muerte viene para mejorar todo.
Nuestros ancestros construyeron chozas para sus mujeres. Sus hijos construyeron
pueblos, luego castillos, luego extendidas metrópolis donde sea alrededor del
mundo. Los hombres salpicaron el planeta con centros comerciales y salones de
belleza para las mujeres. Inventamos todo lo que pudimos para satisfacerlas.
Pusimos luz a los hogares, les dimos aspiradoras, lavaplatos, planchas, lava-seca
ropas automáticos, jugueras, limpia alfombras, cafeteras – todo lo que pudiésemos
pensar para hacer sus vidas más fáciles. ¿Y sabés qué?
Fue todo un re putísimo error. Te voy a decir por qué.
Las mujeres son como los gatos. No aprecian nada. Mientras más les das, más
quieren. Y sabés que es verdad. A pesar de lo que fuimos advertidos sobre las
mujeres en los medios, los interminables artículos celebrando lo grandioso que es
cualquier cosa que no tenga pene, las protestas de nunca acabar de las doñas de el
“nuevo feminismo,” las mujeres, al igual que los hombres, no cambiaron ni una
pizca desde que bajamos de los árboles.
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La evolución toma cientos de miles de años. La gente se fue crubriendo con pieles y
trabajando sistemas de lenguaje sólo por unos diez mil años. Nos convencimos de
que estamos a años luz más allá de nuestros ancestros que vivían en las cavernas,
pero no lo estamos. Todavía somos macho y hembra, y ahora la hembra estuvo
ganando por un tiempo.
La verdad es que nunca tuvimos que dejar de derribarlas y arrastrarlas hasta la cueva
de nuestra elección. Cuando las hicimos simplemente económicamente
dependientes, pero les permitimos dejar de estar agradecidas, bueno, ahí fue el
principio del final. Después de un tiempo, cuando un tal Newton o un Edison
pudieron crear un dispositivo de ahorro laboral, las mujeres no tardaron en pedir uno
que les haga sus vidas más fáciles, las exigieron. Tratando de ser buenos (nice guys)
nuestros tatara tatara abuelos se lo dieron.
Grave error.
A las mujeres no les gusta que las atiendan y les estén encima. En el fondo no les
gusta. Un hombre que va a atender a una mujer está demostrando debilidad. Para la
mente interior primitiva de las féminas, si un flaco no está correspondiendo las
demandas idiotas de una mujer con un cachetazo, es un débil. No hay nada que
cambie esto. Nuestros instintos están ubicados y no hay nada que podamos hacer al
respecto.
¿Por qué las mujeres van atrás de los “chicos malos”? ¿Por qué cuando hay un flaco
dispuesto a babearse, lustrar sus zapatos, cocinarse, pasar la aspiradora, etc, le cortan
el rostro por un drogadicto que las golpea… todo el tiempo? Porque están buscando,
bien en el fondo, alguien que las domine.
¿No me creés? Entonces sos un idiota. Puro y simple. Es la forma natural de las
cosas para que los hombres estén a cargo, para que dominen todas las situaciones
entre un hombre y una mujer.
Cuando un hombre no está dominando a una mujer, diciéndole qué hacer,

poniéndole límites y dándole indicaciones, ella se va a meter en peores y peores
problemas, atacando con comportamientos ridículos hasta que algún hombre que
sabe pensar la agarre de las manos y empiece a dictar las leyes.
Pero, a esta altura voy a dejar de tratar de convencerte de este hecho. Primero y
principal, vos compraste este libro para aprender como dominar a las mujeres. Esto
significa que debés pensar al menos que para un hombre es posible dominar a una
mujer. Todo lo que tenés que hacer ahora es no sólo creer en que es posible, sino que
correcto y adecuado para cualquiera sea el caso.
Y tenés que creer esto o todo lo que tengo para decirte no va a valer un centavo.
Para hacer que funcionen las técnicas que te voy a enseñar, tenés que creer en ellas.
Para creer en ellas tenés que creer en vos mismo. Tenés que entender, desde ahora,
que vos sos el hombre. El hombre está a cargo. Ahora repetilo conmigo, decilo en
voz alta:
3
“Yo soy el hombre. El hombre siempre está a cargo.”
Decilo de nuevo.
“Yo soy el hombre. El hombre siempre está a cargo.”
Ahora, lo más fuerte que puedas, ¡gritá las palabras desde lo más alto de tus
pulmones!
“¡Yo soy el HOMBRE! ¡Y el HOMBRE SIEMPRE está a cargo!”

¿Dijiste las palabras en voz alta? ¿Si? Si no lo hiciste va a ser mejor que empieces.
Tenés que meterte eso en la cabeza desde ahora, sos el que está en el asiento del
conductor. Tenés que creer en vos mismo, y en el poder hereditario del pene.
Olvidate de todas esas mentiras que aprendiste sobre que las mujeres son las
creadoras de vida. Vos sos la cabeza de Dios.
Las mujeres no pueden crear vida. Todo lo que pueden hacer sin un hombre es jugar
con ellas mismas. Nosotros creamos vida. Los hombres. Las mujeres son sólo
nuestros incubadores. Las penetramos, las llenamos de nosotros, plantamos nuestra
semilla, y después miramos partidos de fútbol hasta que ellas hagan su trabajo y
finalmente produzcan el pibe que nosotros creamos.
Suficiente de esto. Vamos a resumir todo esto y vamos a continuar.
Las mujeres necesitan ser dominadas. No son felices si no están siendo dominadas.
Tratá de ser entendible, razonable y amable, y te van a torturar hasta que te mueras o
te vayas.
Todas lo que las mujeres quieren realmente de una relación es un poco de baile, y
después que les digan qué hacer. Punto. Así que, lo que vamos a hacer en este libro
es primero enseñarte cómo hacer su pequeño baile de seducción, y después cómo
ponerte en el asiento del conductor para que des todas las órdenes por el resto de la
relación – sea una vida entera o un fin de semana.
¿Vamos a empezar, dale?
EL ARTE DE LA SEDUCCIÓN:
BIENVENIDOS AL BAILE
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Bueno ahora, el arte de la seducción. ¿Qué puede ser eso? ¿Alguno de ustedes sabe?
¿Alguien tiene alguna pista? Probablemente no, de otra manera, estarías afuera
haciéndola, en vez de comprar libros.
Ahora, esta declaración no fue como un insulto. Nadie nace con este conocimiento.
El impulso para dominar a las mujeres es natural, saber cómo hacerlo no lo es. Uno
tiene que aprenderlo. Yo lo hice. Así vas a hacerlo vos. Todos aprendemos estas
lecciones de dos maneras. Aprendemos del sabio consejo de nuestros mayores y de
nuestros amigos, y aprendemos de nuestros errores.
Cuando recién empecé a salir con minas obtuve grandes consejos de mi papá y de
algunos matrimonios absurdos de unos tíos. También observé a mis amigos cuando
estaban en plena acción; observé sus abordajes y estudié sus victorias y sus derrotas.
Yo tuve mis propias victorias y derrotas (creeme, todos los flacos tienen ambas, y
cuando me refiero a todos me refiero a todos). Pero, poco a poco, cita a cita, lección
tras lección, junté un libro de jugadas y planes que son garantizados de llevarte bajo
las sábanas con todas las mujeres que puedas manejar.
Pero, vamos a introducir nuestro tema para la lectura de hoy.
Clase, para hacer eso, vamos a empezar donde uno debería empezar cuando está
tratando de darse cuenta de algo, vamos al diccionario.
El Diccionario Americano Familiar de Referencias define la palabra seducción así:
1. Llevar por el mal camino, atraer lejos del deber o la rectitud; corrupción.
2. Inducir (a una mujer) que entregue su castidad.
3. Liderar, o apartar de los principios, la fe, o la lealtad.
4. Conquistar, atraer.
Sinónimos:
1. Cautivar
De alguna manera lo de arriba suena un poco feo ¿no? “Llevar por el mal camino,”
eso se supone que no es algo bueno. Tampoco lo es alejar a alguien de sus principios
o de su fe. Y por lo de hacer que una mujer entregue su castidad, bueno, yo no le
diría a las cabezas de “El templo del Loto” (De la religión Bab, que gira en torno la
humanidad como una única raza y al día de su unificación en una sociedad mundial)
que es lo que habías planeado para tu cita esa noche. Podrían tener palabras que
quieran compartir con vos. Largas y aburridas listas de ellas.
Entonces, ¿esto significa que deberías rendirte ahora mismo a la idea de hacer que
las mujeres de tu vida conozcan su lugar?
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¿Qué sos una especie de idiota? ¿Para qué compraste este libro? Para dominar a las
mujeres – ¿no es así? O para ser un poquito más básico en tener relaciones –
¿verdad? En tener relaciones y en tenerlas a menudo, no con esas mujeres dispuestas
a darte una aventura, esas sobras mugrosas y lo suficientemente desesperadas para
“entregarte su castidad,” sino con las mujeres que vos quieras.
Esa que ves todos los días en el trabajo, esa diosa que se sienta al lado tuyo en clase,
la hermosa mesera que ves todos los días en el lugar donde estuviste almorzando
durante dos semanas. El lugar no es tan bueno, da lástima en realidad, pero esa
mesera, está tan buena, que seguís yendo, sólo para contemplarla, para verla de
nuevo, esperando poder armarte de valor para decirle de salir… al carajo con eso.
¿Me leiste, entendiste, captaste lo que dije? Al carajo con esa mierda ahora mismo.
Ya tuviste demasiado pensando de esa manera. ¡Esa mierda se terminó!
Si, la seducción es un negocio sucio. Sos vos consiguiendo lo que querés a cualquier
costo. Y no querés gastar tu efectivo duramente ganado en un restaurante de cuarta
donde la comida te hace asfixiar, para sentarte como un ingenuo pelotudo sólo para
mirar alguna minita. ¿Qué ganás con eso? Comprate una porno si lo único que tenés
en mente es mirar. Lo que querés es conseguir alguna concha. Su concha. Esa
concha que te estuvo volviendo loco desde que la olfateaste a distancia.
No estoy tratando de ser malo o cruel. Como dije antes, todos tenemos que aprender
la manera de conseguir lo que queremos. Yo tuve que hacerlo, y vos también vas a
tener que aprender.
La seducción y la dominancia son juegos. Más que juegos, son deportes, deportes de
los que necesitás ser rápido. De hecho, si alguien necesita una metáfora de de
deporte para estos juegos, sería el boxeo.
Primero y principal, no son deportes de equipo. Son batallas de uno vs. uno. Y eso,
son batallas. Creeme. Vamos a centralizarnos en eso más tarde, pero uno tiene que
acordarse de que cuando un hombre hace su golpe corto de apertura, al instante va a
estar viniendo una piña de vuelta que tiene que ser bloqueada y contra atacada o al
menos agacharse.
Segundo, como en el boxeo, cada oponente va a ser diferente. Algunas mujeres van
a querer bailar por el cuadrilátero, y otras van a querer estar frente a frente con vos.
Tercero, cuando hagas sonar la campana (esos momentos van a llegar), los dos van a
tener gente en los rincones tirándoles consejos a las orejas. Incluso aunque no haya
nadie alrededor, todas esas palabras de sabiduría que fuiste juntando de amigos y
relativos, bueno, no pienses que ella no estuvo haciendo lo mismo.
Tiene amigas que le dijeron para qué cosas tiene que estar en alerta. Tuvo una madre
que le dijo lo serpientes que son los hombres y los tipos de jugadas que hacen. Tuvo
un padre que la quería y que le remarcó todos los trucos sucios que usó cuando
andaba de pesca.
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Como un boxer, se entrenó y practicó para ponerte en tu lugar. Juntó consejos de
cada rincón, de todos, al igual que vos. Entonces ¿cómo ganás esta batalla?
Fácil.
Leé este libro y hacé lo que te digo, creeme, y eso va a ser suficiente para que
llegues a donde sea que quieras llegar.
Estas buscando información de cómo llegar a tener relaciones – ¿verdad? ¿Estás

tratando de descubrir cómo conseguir las mujeres que quieras, todas las mujeres que
quieras, cada culo que atrape a tus ojos, y no sólo ser capaz de acostarte con
cualquier mina, sino que también ser capaz de hacerlas que hagan lo que vos
quieras, durante el tiempo que quieras, una vez que ya las tenes?
¿Verdad?
Mierda, no sudes. No hay nada que pueda ser más fácil.

Sólo da vuelta la hoja y empezá. Tengo mucho que decirte y vos tenés mucho que
aprender. Y no te olvides de tomar notas.
Ahora estás en entrenamiento.
DECISIONES:
¿QUIÉN LAS HACE?
Bueno, ¿qué es lo primero que tenés que hacer en este juego? Exacto – tenés que
elegir alguna mina para seducir. Vamos a decir que ya lo hiciste. Sabés a quién
querés. Tenés a la minita que querés preparada y vos estás listo para empezar a
hablarle.
Genial. Hacelo. Empezá a hablar. El tema no importa. No importa lo que uses para
atrapar su atención, hay algo de vital importancia que tenés que hacer para
asegurarte de que mantengas su atención.
Y esto es, no dejarla que tome decisiones. Dejame repetirte eso sólo para asegurarme
de que lo escuchaste en cada parte de tu cerebro:
No tenés que dejarla que tome decisiones.
De hecho, dejame repetírtelo de nuevo:

Bajo ninguna circunstancia, tenés que dejarla que tome alguna decisión.
Y ahora, dejame pulir ese pensamiento. No tenés que dejarla que tome ninguna
decisión por vos. Si, ella puede decidir con qué mano agarrar el tenedor, pero no te
va a decir como tenés que comer. Nunca. Ni una sola vez.
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Sé que estoy repitiendo, pero vamos a asegurarnos de que aclaramos la gran falacia
femenina de una vez por todas. No importa lo que hayas visto en los medios o lo que
hayas escuchado en “Oprah,” las mujeres no quieren pensar en las cosas. No quieren
estar a cargo; no quieren pensar, y seguramente, sobre todas las cosas, no quieren a
ningún hombre a quién puedan mandonear.
Las mujeres quieren que se les diga qué hacer. Quieren a alguien que las agarre de la
mano y haga sus decisiones por ellas – todas. Mientras más protestan que no es así,
más desesperadamente necesitan a alguien que hagan exactamente eso. No creas
nada diferente.
Ahora, ¿cómo hacés esto? Empezás desde el principio y nunca disminuís. Por
ejemplo, la primera vez que le decís a tu minita de salir, no decís: “¿Te gustaría salir
esta noche?”
¿Y por qué no? Después de todo, es educado, ¿o no? Es considerado.
¿No es bueno eso? ¡No! Ser educado, ser considerado, ser cualquier cosa que no sea
estar a cargo es estúpido, ¡Y más vale que aprendas rápido! Mirá la oración de
nuevo. Le acabás de dar la oportunidad de decir “no.” Se la hiciste fácil. Demasiado
fácil.
En vez de eso, agarrá y decí: “Salgamos esta noche,” o “Deberíamos salir esta
noche,” o, para darle la ilusión de verdad que ella pueda tener un cerebro, le
preguntás algo como, “¿A dónde te gustaría ir esta noche, a cenar o al cine?” Si no
quiere ni comer ni el cine, no la cuestionás (“Eh, pero tenés que comer, ¿o no?”),
simplemente seguís, le das otra opción o dos hasta que encuentras algo por lo que
ella va a aceptar.
Ahora, si ella sugiere un lugar que vos odiás, no le sigas la corriente solo para
complacerla. Complacer a las mujeres no es la forma de llevarlas a la cama. Decirles
qué hacer es la forma en que las llevas a la cama. Si sugieren algo que no querés
hacer tenés el derecho de decir “no.” Vos sos el hombre y los hombres toman las
decisiones.
No las mujeres.
Acordate de este hecho pertinente, ninguna mujer en la historia estuvo sexualmente

interesada en algún hombre que la dejara que le diga qué hacer. Ah, un hombre
puede alcanzar el “garche por lástima” ocasional en tal relación, pero esos vienen
generalmente por mantener a un hombre que una mujer encuentra útil. Antes en el
año 1800, el economista británico Walter Bagehot lo dijo mejor cuando le dijo al
mundo:
“Los hombres que no avanzan hacia las mujeres son víctimas de mujeres que
avanzan hacia ellos.”
Palabras más ciertas no pudieron ser dichas. ¿Querés estar a cargo o querés ser un
esclavo? El que está dando las órdenes alcanza a establecer el paso. Acordate de
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esto, el que hace las decisiones es el que alcanza a decidir cuándo una relación se
termina. Si vos sos el que estuvo dictando las reglas y dejando en claro qué estaba
pasando entre ustedes dos, cuando digas “se terminó,” tiene mayor peso.
Así que, puesto de una manera más simple, hacete cargo desde el principio. Vos sos
el conductor, vos manejás el control remoto, vos decís cuándo se te chupa la pija y
por cuánto tiempo. Punto.
Tan simple como eso.
Porque si no lo hacés, ella va a hacerlo. Y chicos, si quieren ser unos eternos

pasajeros que nunca alcanzan ver lo que quieren ver, entonces va a ser mejor que se
rindan ahora mismo.
EL TELÉFONO:
USANDO LA TÉCNICA DEL TIEMPO
Ok, acá hay algo que va en contra de todos los instintos de el chamuyero jóven. Esta
es una técnica que las mujeres estuvieron usando con los hombres durante años y
créanme, no sólo funciona, sino que es devastadoramente efectiva. Bien. Estoy
contento de escuchar eso, porque lo que funciona para ellas va a funcionar para
ustedes.
Ahora, les voy a advertir por adelantado, es algo difícil, especialmente cuando la
sangre de tus venas está golpeando en tu cabeza haciéndote sudar, pero tenés que
tener un poco de poder de voluntad. Requiere una mano fuerte para sostener una
correa en una relación, pero si no sos vos el que la sostiene, vas a ser el que está en
la otra punta, así que ponete en duro y escuchá.
Escena: Finalmente conseguiste el número de teléfono de esa minita especial. Bien

por vos. Estás en camino. Super.
Le dijiste que tu intención era llamarla esa misma noche, e incluso le diste una hora.
Digamos las 9:00. El tiempo o cita actual o lo que sea que hayas dicho que llamarías
no importa.
Lo que importa es no llamar a la hora que dijiste que ibas a llamar. Dejame repetir
eso – no importa el tiempo en que dijiste que llamarías, tenés que llamar más tarde
que ese tiempo. No importa qué tanto querés escuchar su voz de nuevo, no importa
qué tanto necesites sólo algunas de sus palabras salidas de su garganta dorada en tus
oídos para recordarte lo diosa que es, madurá, agarrate las bolas, y sé un hombre.
Si dijiste a las 9:00, entonces no llamés hasta las 9:30, o 9:45. En esa media hora,
cuarenta y cinco minutos, lo que sea, se a empezar a poner ansiosa de si vas a llamar
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o no. Va a estar completamente diferente, vas a ver. Se hizo vulnerable. Si no
llamás, ella se disminuye.
Todo esto es, por supuesto, en su propia mente. Pero, de nuevo, todo en la batalla de
los sexos está en nuestras mentes. Lo que tenés que hacer es aprender a interpretar lo
que realmente está pensando la mujer que querés, y vas a tener la llave para sus
cinturones de castidad todo el tiempo. Como el brillante novelista francés Alphonse
Karr dijo una vez, “Si los hombres supieran todo lo que las mujeres piensan, serían
veinte veces más atrevidos.”
Y esto es muy cierto. Los hombres crecen con un temor erróneo como si las mujeres
fueran criaturas misteriosas que lo saben todo. Es un simple error que viene de
confundir sus relaciones con sus madres y con todo lo que nace sin pene en el
mundo. Cuando tenemos dos años de edad e intentamos salirnos con la nuestra en
algo, es una sorpresa que nuestras madres nos atrapen en el acto. Desde que los
adultos se suponen que son más inteligentes que los bebés, al bebé le queda la
impresión de que mamá es una especie de super genio. Y, no pienses por un instante
que las Mamás desde el inicio de los tiempos no hicieron nada que pudieran para
hacer que esta ilusión dure por tantos años como sea posible.
Por supuesto, finalmente nos damos cuenta de que Mamá es simplemente un ser
humano y que la razón por la cual sabe que le estabas golpeando la cabeza a tu
hermano o que sabe que vos fuiste el que se comió el budín de maní (o cualquier
estupidez en la que estabas) es porque pudo escuchar tus golpes a través de las
paredes, o porque vió las huellas de las manos hechas con budín en la puerta de la
heladera.
En otras palabras, todos aprendemos con el tiempo que Mamá es humana. Pero, la
mayoría de nosotros no se da cuenta que el aura de superioridad que les concedimos
a nuestras madres, se la concedimos a todas las mujeres.
Cuando lo quitamos específicamente de Mamá, no tenemos idea de que

subconscientemente todavía lo estamos extendiendo a cada mujer sobre el planeta.
Como sea, volvamos a la técnica del truco. Decís que vas a llamar a una determinada
hora y llamás más tarde. Durante ese tiempo extra, corrompés sus sentimientos de
superioridad. No te olvides, que por años esta chica estuvo ganando batallas debido
a la cultura respetuosa hacia las mujeres de la mayoría de los flacos la cual viene de
ese miedo a la invencibilidad de Mamá. Una vez que el flaco se vuelve en alguien
que no cae en eso, de repente su subconsciente confianza en la deferencia de los
otros flacos trabaja en contra de ellas.
Repentinamente, como dijimos antes, la pequeña miss superior está en un estado de

frenesí. ¿Por qué no está llamando? ¿Dijo 9:00? Son las 9:30.
¿Qué hice mal? ¿No me veo lo suficientemente bien? ¿Quién se cree que es?
Al no llamar al momento acordado forzás su mente ha que te haga más grande que la
vida. De repente está pensando en vos, preguntándose por qué no estás haciendo lo
que se supone que tenés que estar haciendo, por qué no caiste en la línea y
obedeciste sus órdenes. Todos sabemos que las mujeres aman a un chico malo. Lo
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que nunca nadie te dice es cuán poca muestra de malo tenés que hacer antes de que
atrapés el interés de una mujer. En términos psico-parloteo se llama usar los
inquilinos del rechazo balanceado y la aceptación para crear un estado de alivio y
buena voluntad.
Y, sea lo que sea que hagas, no te preocupes por su enojo.
Ya vas a tener tu excusa. Tuviste que ayudar a tu madre a llevar las compras a casa y
se te hizo tarde. Tu jefe te mantuvo trabajando horas extra, esos malditos trenes, el
tráfico era terrible, esa reunión con la compañía con la cual estás tratando de unirte
se hizo larga, blahblahblahblah. No importa lo que le digas, todo te va a hacer
quedar mejor. En su mente, de repente es:
“Ay, ayuda a su madre, trabaja duro, incluso cuando tiene problemas viene conmigo,
es alguien que va por más… y estaba pensando mal de él. Soy terrible.”
Este truco sólo probablemente no vaya a llevar a que le pasés aceite bronceador y a
una oferta para ponerla en seda y cadenas y que la montes como un cohete a la luna,
pero, ninguna pelea está ganada con un solo golpe. Este premio de pelea va a ir al
menos algunas rondas, pero cada golpe que aterriza es más ataque que suaviza sus
defensas y la pone a alcanzar esa botella de aceite y la cacerola.
Ahora, ¿qué pasa si ella te dice que te va a llamar a un determinado momento?

¿Qué hacés? Fácil. Decís “seguro.” Te asegurás de que estés en casa a la hora
indicada en caso de que llame a tiempo. Cualquiera que sea el tiempo en que ella
llame, tomás la llamada, y le decís que no podés hablar y que la vas a tener que
llamar en veinte minutos.
Cuarenta minutos después la llamás.
Si te llamó tarde, tu excusa ya está hecha, vos estabas listo a la hora acordada -
¿Dónde estaba ella? Si llamó a la hora acordada, como sea, entonces la llamás
después dándole una de las excusas que tenés listas para cuando tenés que llamarla
de nuevo más tarde. Acordate que, si lo tenés todo planeado no vas a estar en
pérdida de palabras. Las mujeres están acostumbradas a hombres respondiéndoles
todo como ellas quieren. Los hombres con respuestas planeadas las confunden
terriblemente porque generalmente ellas nunca conocieron tal criatura.
Por supuesto, no vas a ser capaz de planear para todo lo que posiblemente podrían
preguntarte. Nunca las dejes que se desvíen por una curva. Las mujeres son como las
más viciosas bestias de la jungla – van a olfatear y a mantener sus garras dentro
mientras que están sin balance, pero mostrá apenas debilidad y te van a atacar con la
velocidad de una pantera, se van a hacer un banquete con tu corazón y después se
van a reír de ello con su mejor amigo gay y con cualquier persona que constituya.
Esto significa que, siempre tenés que tener una respuesta. En el teléfono o en
persona, nunca podés mostrar debilidad. Nada de pausas tartamudas revelando
indecisión… en otras palabras, nada de “ehhh,” o “Y, yy, yyyy…” Nada de “B-B-B-
B-,” “Ehhh, este, ehm, Yo, bueno…” o cualquier otra mierda de tartamudeo. Esta no
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es tu fea maestra de tercer grado que volvió para tomarte una prueba. Es
simplemente una mina. Es tu presa. Vos sos el que merodea, ¿Te acordás?
De todas formas, acordate, mantené ese filo a toda costa. Perderlo es invitarla a que
ataque. Si te tira una curva que no podés manejar, decí la verdad. “Esa la tuve que
pensar,” o “Esa es una pregunta que nadie se esperaba.” Aprendé a comprarte un
poco de tiempo así podés quedarte en el juego.
Además: No seas un idiota y nunca llames cuando decís que vas a hacerlo. La
primera vez, si – absolutamente – no llamés a tiempo. Pero la segunda vez, si,
mandá para adelante. Mezclalos. Mantenela fuera de balance y constantemente
adivinando en qué andás.
Lo mismo se aplica a cuando ella te llama. La primera vez, reducile el orgullo. La

segunda vez, seguro, estás ahí y contento de escuchar a una mina tan copada como
ella. Nunca seas el mismo flaco dos veces seguidas. No seas como un Jeckyll y
Hyde con la mina, tan sólo mantené un poco de misterio. Ser predecible es otra
forma de pedir que te muestren la puerta de salida a la calle – antes de que te
muestren la de su dormitorio.
Además: En el caso de que ella te llame, no hay nada que diga que no podés dejar
que la máquina tome la llamada, y después llamarla de nuevo veinte minutos más
tarde. Todo lo que las mantenga en la “zona de dudas” es aceptable. Esto es lo que
buscás. Querés que piensen en vos. ¿Por qué no llama? ¿No llamó? Querés que estén
fijándose en la casilla de mensajes ni bien pisen su departamento o vuelvan a la
oficina o como sea. Querés estar en sus mentes. Querés que piensen que tienen que
hacer más para mantenerte interesado en vez de que sea al revés.
Porque bueno, tarde o temprano, se van a dar cuenta de que ciertamente tienen al
menos una cosa que te va a mantener interesado. Y después, bueno, vas a llegar
lejos.
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EL ABORDAJE SEDUCTIVO:
HACIENDO LOS HECHOS/DICIENDO
LO DICHO
Ok, entonces, para los hombres, qué es lo que inicia las cosas con las mujeres.
Pensalo. O sea, no querés decir la “facha,” porque después de todo, sabés que hay un
montón de flacos ahí afuera que no son facheros. De hecho, vos y yo sabemos muy
bien que ahí afuera hay flacos que son terriblemente feos. Y aún así, viste esos
malos bananas con malos peinados, jorobados, orejones caminando por ahí con las
minas más lindas de la ciudad.
Cómo puede ser, te preguntarás. Después pensás “guita,” así es como nos juzgan a
todos. Y una vez más, estás equivocado. Seguro, las minas son superficiales, no hay
nada que lo niegue. Y las que piensan en el matrimonio, podés apostar que se
quieren asegurar de que haya una considerable cuenta bancaria en el futuro. Pero
aún así, el dinero en efectivo no es la barra de medición que las mujeres usan para
juzgar a los hombres, y nuevamente sabemos en nuestros corazones que eso es
verdad porque hay flacos que no tienen ni dos pesos y tienen citas.
Nop, no es tu vestuario, no es tu colonia, ni siquiera son las feromonas que hacen la

tarea más fácil. Entonces, preguntás, ¿qué es? Yo diría… es tu abordaje.
Ahora, esto no quiere decir que son tus irritantes líneas de chamuyo listas para salir
del horno, o los chistes que vas a decir, o lo que tengas. Literalmente me refiero a tu
abordaje, como te acercás hasta la mina que tenés en vista. ¿Cómo hacés? ¿cómo
caminás? ¿Hay confianza en tus pasos? ¿Entrás en una sala como si fuera tuya? ¿O
entrás en una situación totalmente indeciso, mirando así y asá, desviando la mirada,
con nervios en cada paso que das, transpirando mientras te decidís a hablarle a una
mina que fichaste, y la baba colgando telegrafía a la mina de tus sueños qué tan loser
sos incluso antes de que abras la boca?
Está bien, la mayoría de nosotros no somos James Bonds, ni tampoco Pee Wee
Hermans. Todos caemos en el medio de alguno de estos dos. Pero afrontémoslo,
mientras tu abordaje se parezca más al de Bond, mejor vas a ser con las minas.
Y eso quiere decir que no podés mostrar ningún signo de intimidación. Estás a
cargo. Sos el hombre. Punto. Esto, sin embargo, no quiere decir que tenés que
pavonearte como una mala imitación de un luchador de un estudio de televisión.
Donde las mujeres se van a burlar incluso de una pizca de debilidad (“mi concha
está hecha de oro”), despreciándola de inmediato, la sobre confianza obvia las va a
espantar.
Entonces, ¿hay algún término medio en algún lado? Por supuesto que hay. Sos vos.
El real. El vos interno. El flaco que en tu corazón sabés que sos. Dejá de esconderlo.
Dejalo salir.
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Las mujeres están tan asustadas como vos del juego del levante, hacer la escena, etc.
En lo más profundo, no les importa si manejás un auto viejo, si coleccionás tazas de
té del siglo XIV o si leés comics. Lo que buscan es un tipo que no se disculpe por
leer comics y las tazas de té apiladas en el asiento trasero de su Edsel.
Las mujeres buscan un hombre con confianza. Por una sola razón, sólo un hombre
con confianza les va a decir qué es lo que tienen que hacer que es, lo digo
nuevamente, lo que están buscando en primer lugar. Y acordate, que no tenés que
llevar puesto un tapado de cuero de vaca y golpear tu pecho para demostrar que sos
un hombre. Simplemente tenés que ser vos mismo, y estar cómodo con vos mismo.
Dejame decirte por qué.
Las minas no quieren un pibe, quieren un hombre. No quieren tener que criar un
nene; quieren alguien que las vaya a proteger y se haga cargo de ellas, no un pendejo
impertinente que no puede ni preguntarles de salir sin tartamudear.
Subconscientemente, todas las minas quieren hijos. Sus propios hijos. Mientras vos
las estás midiendo por un garche casual, ellas te están midiendo por tu paternidad.
Está todo en lo más profundo de su mente, pero está. Si no actuás como maduro, no
están interesadas. Sus hormonas las tienen en búsqueda del ying a el yang, el macho
alfa que les vaya a dar los bebés perfectos que puedan idolatrar hasta los veinte años
y que después los van a cuidar en su vejez.
Si, lo sé, todo lo que querés hacer es coger. Bueno, bienvenido al largo y duro
camino para llegar a eso. Como el viejo dicho dice, “las mujeres fingen orgasmos;
los hombres fingen relaciones.” Pero, no cambiemos de tema, volvamos a ese largo
y duro camino. En realidad, no es tan largo o duro, pero hay reglas y hay trucos y
mientras más rápido las aprendas, más rápido vas a tener tu diversión. Después de
todo, como Sam Kinison solía decir; “Chicos, tienen que amar a las mujeres, porque
después de todo, ¿qué otra alternativa hay? ¿Ponerse un delantal para cocinarle a un
flaco con el culo peludo?”
Confianza es la clave. Creé en vos mismo, quienquiera que seas realmente, hacela
saber que va a tener suerte de tener un flaco como vos (no con palabras, sino con
actitud), y va a ser tuya.
Mientras más positivamente comunicás el hecho de que te pueda importar menos lo

que ella piense, más fuerte va a ser tu control sobre ella.
Y quiero decir que esto funciona con cualquier mina. Esa perra británica Diana se
pudo haber casado de plebeya a princesa, pero no te pienses que no tuvo que chupar
un monto saludable de la pija del Príncipe Chuck antes de que se pruebe una
diadema.
Confianza. Es todo lo que toma.
Aunque, honestamente, ir al gimnasio de vez en cuando no les va a doler tampoco.
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PERDIDO EN EL MAR: TODO
ACERCA DE LO QUE SON LAS
MUJERES
Vamos a quedarnos un momento con el pensamiento acerca de lo que quieren las
mujeres. No puedo hablar por la población femenina de Islandia, Nigeria o Vietnam,
pero puedo hablar sobre las mujeres de los Estados Unidos. No cada una de ellas,
por supuesto, pero la gran mayoría son ruinas emocionales – completos y totales
tachos de basura. Esto es lo que la mayoría de las mujeres que te cruzás piensan que
quieren de un hombre (en ningún orden en particular):
1. Soporte financiero.
2. Alguien a quién le puedan tirar su basura emocional.
3. Alguien que resuelva todas sus inseguridades sexuales.
4. Alguien que escuche mientras ellas se quejen amargamente sobre:
A. Su apariencia.
B. Su peso.
C. Hombres en general.
De varias formas, no es realmente su culpa. Los medios de comunicación,

academias, y la cultura femenina estuvieron chillándoles por años que pueden hacer
todo por su cuenta. Sin embargo, de acuerdo con la buena sociedad, cada mujer debe
ser capaz de tener tres hijos y criarlos a todos para que se conviertan en alumnos del
Rhodes, por sí sola, mientras trabaja en un empleo corporativo unas 80 horas por
semana y deslumbrar al mundo como artista de fama mundial en su tiempo libre.
Mentiras, puras y simples, volcadas dentro de las cabezas de las minas por gente en
busca de algo – corporaciones que quieren venderles algo, lesbianas que quieren
masticarles los pelos púbicos, sus madres divorciadas y amigas que las quieren tan
miserables como son ellas, políticos que quieren votos con los que contar, y un
montón de otros más.
Pero, ¿qué vas a hacer al respecto, Jackson? Sos el único estancado en tu casa con la
poronga en la mano un sábado a la noche sin pista alguna como qué más hacer con
ella. ¿Cómo garchás cuando cada mina que le hables te empieza a mirar como un
tapón emocional potencial, una esponja en una cuerda que puede usar para absorber
todos los malditos detalles de su fracaso para convertirse en la mujer perfecta?
La respuesta: decile que se calle la boca. Cuando te empiece a hablar de su ex novio
borracho, de su ex esposo abusivo, la falta espiritual de un padre, etc, recordale que
eso no es por lo que quisiste estar con ella.
Mientras no dejás a una mujer tomar decisiones, no podés dejarla dominar la

conversación (la misma cosa, después de todo, está decidiendo que puede salirse con
esto – vos tenés que decirle que no puede). Y, la forma más fácil de hacerlo es
mostrándole exactamente cómo te sentís. Cuando, en la primera cita, ni menos,
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empieza a lloriquear en su ensalada sobre lo muerto e hijo de puta que Freddie, o
Brad, o Quentin era porque no le prestaba suficiente atención, no la ayudaba a
actualizar su belleza interna, no levantaba la tapa del inodoro, tomaba la sopa
haciendo ruido, loquesea, sacá plata de tu billetera y te vas. Si estás al teléfono y te
tira esta mierda, cortá. Es tan simple como eso.
Si te persigue o te vuelve a llamar, como sea, le podés decir con seguridad que no
sos ninguna de esas personas, y que no hacés ninguna de esas cosas, pero dejás el
punto en claro rápido y no te volvés a sentar a seguir hablando. Decile que sos una
persona con sentimientos, no un tacho de basura para sus fracasados anteriores.
Hacela saber que vas a volver a verla, pero que por ahora tenés que saborear el mal
gusto de la manera de la que fuiste tratado.
La vas a dejar atónita. Es algo duro y frío que ningún otro flaco se lo había hecho.
Oh no, no a la grandiosa y maravillosa. No, lo más común es que todos los hombres
que haya conocido la hayan agarrado de la mano y le hayan dicho qué tan grandiosa
es y lo que mierda importa como fueron los hombres que conoció (tratar a alguien
tan sensacional como ella de forma tan pobre, blahblahblahblahputohblah).
Hacen esto pensando que esta estrategia inteligente los va a llevar a tener sexo. No
(a menos que, por supuesto, esta chetita sea de esas que tienen las emociones tan
destrozadas que están dispuestas a aceptar un garche por lástima, y si ese es el caso,
no vas a querer empezar algo con esta mina). Lo que les queda es una etiqueta de
inocentes – alguien a quién no pueden llamarle ni amigo ni novio, alguien que las va
a hacer sentir mejor, alguien que les va a agarrar la mano mientras anden
lloriqueando en hacer algo estúpido.
Creeme, este flaco nunca tiene sexo. Para la mina que lo tiene (creeme que es así
como ven las minas a estos flacos) eso sería matar al ganso que empolla los huevos
de oro. Generalmente las minas tienen que usar a un homosexual para que emplee
este rol – tienen que creer que son perfectas porque un “hombre” lo dice, y el
“hombre” llena su sueño de ser una de las chicas. Este no es el rol que querés.
Lo que lográs al sacarle las riendas durante estos momentos es invocar duda en su
ilusión de que son un regalo de Dios para el universo, que sus conchas están hechas
de oro, y lo más importante, ¡que nada de lo que hacen es su culpa!
Y si siguen igual, bueno, mejor tendrías que seguir haciendo lo mismo. Alejate de
sus vidas.
Después de todo, estás buscando a alguien no sólo para tener sexo, sino que también
estás buscando alguien con quien pasar un buen rato. Querés una amante con la que
puedas disfrutar de su compañía. Hay mujeres en el mundo que son grandes amantes
y que no te torturan emocionalmente. Y, por supuesto, hay muchas más que podés
entrenar para que entren en ese rol. Que, después de todo, es todo de lo que se trata
la dominación. Si, podés ser un buen oyente cuando el momento lo indique. A veces
dichas habilidades realmente son llamadas. Pero estamos hablando de ser
comprensivo cuando la despiden, o cuando su madre fallece, no jugar el rol de Sr.
Tampón cada vez que su cerebro empiece a derramar gotas. Tené en cuenta que
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después de cinco días de empaparse, los tampones terminan en la basura. Seguro,
escuchalas una vez cada tanto, pero vamos a acordarnos que lo único que realmente
querés escuchar es el dulce ritmo de su cabeza rebotando de espaldas contra la
pared.
PRIMER CONTACTO:
ETIQUETANDO TU PRESA
Bueno, vamos a empezar a hablar de movidas.
Ya hablamos acerca de qué hacer cuando entrás en una habitación. Tomás el control
– instantáneamente. Tu confianza absoluta y de acero en quién y qué sos te permite
caminar a cualquier situación, un casamiento, una fiesta, un bar, una reunión en tu
oficina, lo que sea, como el rey de la jungla. Ningún Godzilla, ningún chip en tus
hombros, sólo confianza y estar a cargo.
Bien, finalmente estás dentro. Genial. Ahora, ¿qué sigue?
Por supuesto, hacés lo que sea que se suponga que tengas que hacer donde sea que
estés (obvio, ya sé, pero algunos flacos necesitan cada detalle descrito), hasta que
finalmente, la fichás.
Y ahí está ella, del otro lado del lugar. Todo lo que siempre quisiste. La mina de tus
sueños con la que siempre fantaseaste desde la primera vez que se te paró. Es ella,
como siempre te la imaginaste. El mismo pelo y ojos, los labios que imaginaste
contra los tuyos, esos pechos perfectos, interminables piernas, esa cintura que se
ajusta cómodamente a tus manos en espera. Por la San Puta, chabón – es ella.
¿Entonces?
¿Qué? Dale; ¿realmente pensás que esta diosa tuya anduvo soñando con vos?
¿pensás que su almohada está toda empapada y manchada con lágrimas porque, a
pesar de su búsqueda desesperada, todavía no te encontró? ¿pensás que su bien
usado consolador tiene tu nombre? Pensá de nuevo Chauncey. Después andá a
mojarte la cara en un balde de agua fría y despertáte a la realidad en la cual el resto
de nosotros estamos caminando.
No tomes esa última parte como algo personal. Creeme, todos los hombres hacen
esto. Sentimos que nuestro corazón está en una carrera, nuestros dedos haciendo
enrollándose, estirándose, alcanzando, la sangre hirviendo en nuestras venas, y no
podemos imaginar que la mujer que está apretando nuestros botones no siente lo
mismo. Es decir, no puede ser posible, ella no sentiría lo mismo. ¿Si?
Equivocado.
100% equivocado.
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En realidad, hacé eso un 150%.
Metete esto en la cabeza, Fred, esta minita de tus sueños no te conoce. No se creó
una imagen tuya en su mente de la misma forma que vos hiciste con la de ella. Está
todo en tu jodida mente - ¿si? Quizás le gustés. Quizás piensa que sos lindo o
incluso hot. Pero va a tener que conocerte ¿Ok?
Y, si tenemos que joder con lo obvio, ok, si, como diría el Sr. Spock, hay una
pequeña posibilidad que ella va a sentirse de la misma manera que vos. Pero, los
números impares que pudo haber gastado toda su pubertad fantaseando con alguien
exactamente como vos son de aproximadamente 1,345,289 a 1 que no es el caso.
Aproximadamente. En el caso de que no puedas suponerlo, esos no son buenos
números impares. Entonces, fuera de las chances ella es simplemente una mujer que
salió en busca de pasar un buen rato y no tu reputísima alma gemela, vamos a
intentar un abordaje que pueda llevarte a algún lado.
Ya la fichaste. Ellas es la mina que querés. Siendo copado, sin mirarla fijamente, sin
acecharla, te acercás con calma, causalmente, y sonreís. Eso es todo. Ni bien hagas
contacto ocular, y sabés que no está mirando atrás tuyo sino a vos, reconociste su
existencia con una agradable sonrisa.
¿Entendés? Una agradable sonrisa. No una mirada feroz de vamos a mostrar mis
dientes de vampiro/Hannibal Lecter/Freddie Kruger, no algo que la vaya a
convencer que está siendo acechada por el primo nerd de Charlie Manson. Una
sonrisa y desarmadora sonrisa.
No vas para la matanza. Esta no es la gran movida. Esta es la táctica de apertura. La

ves. Te acercás. Hacés contacto ocular, y después, le das la sonrisa grande y segura.
Si es viable, caminás directamente hasta donde está ella y decís, “Hola, soy…”
Este abordaje va a desarmar completamente a prácticamente cualquier mina que
encuentres. No te va a hacer garchar en el lugar, pero sólo el peor tipo de conchuda
va a hacer algo que no sea presentarse. Después de todo, es una preestabilización
social de algún tipo, en el bar, el gimnasio, el parque, el pasillo de las verduras en el
supermercado, lo que sea – es una amistosa, segura preestabilización, y vos sos un
tipo amistoso y seguro.
Lejos.
De todas formas, el contacto ya se hizo. Ella conoce tu cara, conoce tu sonrisa, y

sabe que no te babeás cada vez que ves a una mina. No tartamudeás cuando hablás.
No hacés preguntas estúpidas.
Ahora ella está pensando en vos. Si es una situación donde podés esperar hasta más
tarde para atacar, esperás. Cada tanto. Dejala pensar en vos. Dejá que la mística de
ustedes se construya en su mente (las mujeres tienen una gran imaginación) hasta
que ese momento mágico llega cuando finalmente llamás, y después, que empiece el
juego.
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Si tenés que ir justo ahora – sin forma alguna de encontrarla de nuevo si no vas ya,
bueno, un hombre tiene que hacer lo que un hombre tiene que hacer. Pero por
supuesto, lo que un hombre tenga que hacer y cómo debería hacerlo a veces son dos
cosas totalmente diferentes. Así que, asegurate de terminar este libro antes de que
hagas cualquier cosa ¿Ok?
HOMBRES Y MUJERES: ¿QUIÉN

ESTÁ MÁS CALIENTE?
Gran pregunta. Antes de que vayamos más lejos, mejor paremos y examinémosla.
La mayoría de la gente, y con esto quiero decir hombres y mujeres, cree que los
hombres están miles de veces más calientes que las mujeres. Los hombres
simplemente tienen que tenerlo, se pajean mañana, tarde y noche (y más tarde tienen
sueños mojados después de que se van a dormir). La mayoría de las mujeres piensa
que los hombres se están tocando en sus viajes diarios al trabajo, en el baño, en la
oficina, donde sea.
Ahora, no hay nada de malo en tomar el control de las cosas con las manos y lanzar
un chorro de tensión una vez cada tanto. Mierda, es como dijo Woody Allen, “No lo
critiques, es tener sexo con alguien a quién amás.” Pero no nos vayamos de tema.
Para las mujeres, están esas que creen que están mucho más calientes que los
hombres, pero la mayoría de esas son adictas al porno que creen que en el momento
en que dos mujeres estén solas instantáneamente empiezan a encontrar razones para
dejar caer las cosas cerca de la otra así se pueden empezar a tocar las piernas la una
a la otra y después ingeniárselas para llegar a lo bueno.
Por más hermoso que un mundo como ese pueda ser, no es el real. ¿Ok? La
respuesta a nuestra pregunta es que los hombres y las mujeres están calientes por
igual. No podemos ayudarlo. Está construido en nuestra programación humana.
Los hombres simplemente tienen que tener sexo. Bueno, si eso es verdad. Si
tenemos que ponernos en científicos sobre el tema, el ADN masculino está
condicionado para buscar compañeras. No podemos ayudarlo. Esto lleva al
comienzo de los días (sólo unos pocos miles de años atrás), cuando los seres
humanos eran sólo un anillado menor en la cadena alimenticia para los predadores
más grandes. Teníamos que reproducirnos lo más seguido que posible sólo para
mantener la especie. Así que, incluso hoy, los hombres no pueden ayudarse girando
la cabeza y visualizando futuros pájaros incluso cuando tienen a la codorniz de sus
sueños resistiéndose en sus brazos.
¿Pero qué hay con las minas? No pueden estar tan calientes como los hombres, ¿o
si? Digo, los hombres son desagradables y tienen sexo en sus mentes cada minuto y
bueno, las mujeres son diferentes.
Son especiales. Son limpias. Son…
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Apagalo, ¿dale? Dejá de escuchar a la programación que se estuvo percutiendo en
tu cabeza desde que tenías dos putos años. No sos Jesús Cristo, tu mamá no era una
virgen, chupó pijas, y así lo hicieron tus tías, tus primas y así lo va a hacer tu
hermanita algún día. Son personas. Son seres humanos. Tienen necesidades. Y vos,
mi caliente amigo, deberías estar jodidamente agradecido de ese hecho.
La simple verdad es que las minas están tan calientes en cada trozo como los flacos.
También tienen hormonas, y como los gatos en el calor, tienen que acariciarse cada
tanto. Pero, desde que pueden levantar y elegir más libremente de lo que nosotros
podemos, pueden esperar al flaco que sabe como proveer el estado de ánimo la
atmósfera y toda la otra mierda que necesitan para finalmente rendirse y abrir sus
piernas.
Larga historia corta. Las mujeres no son ningún tipo de criaturas especiales. Se
bajaron del pedestal durante la revolución sexual y sólo un idiota les sugeriría volver
ahí arriba.
No dejes que los mitos destrocen tu confianza. Ambos sexos necesitan tener
relaciones. Con eso en mente, vamos a ponerte un poco más cerca de conseguir algo.
SER AMABLE (NICE GUY):

¿DEBERÍAS O NO DEBERÍAS?
Acá hay un dilema. Las mujeres aman a los chicos malos (bad boys) ¿No?
Eso es lo que todos dicen.
“El nice guy termina último.”
Todos conocemos alguna mina que está atraída hacia flacos que la tratan sucio.
Todos escuchamos la cita de arriba. Pero, ¿cuál es la verdad?
Antes que nada, hombres y muñecas, sabés que es verdad, las mujeres aman flirtear
con el peligro. Van a ir por ese tipo todo el tiempo.
Pero ¿por qué?
Tengan en cuenta, caballeros, que todo lo que ese tipo malo tiene es seguridad.
Flacos tratando de romper las reglas, empezar peleas, levantar el infierno,
generalmente son flacos bastante seguros. Y como dijo el clítoris en la película de
south park “Bigger, Longer, and Uncut,” “las chicas aman la seguridad.”
Así que si, obvio que la mayoría está atrás de los tipos malos. Estos flacos tienen
seguridad chorreando de sus culos, y con un montón del resto de los flacos alrededor
de ellos tropezando con cada trampa Político- Correcta en su camino, no hay duda
20
que el chabón que diga “no, de ninguna manera” a las reglas va a tomar todo lo que
pueda manejar.
El por qué las mujeres se pegan con la mayoría de estos flacos después de darse
cuenta de qué tan desagradables son está envuelto en el orgullo. Las mujeres
prefieren dejar que un forro las golpee, les robe guita y quedar generalmente como
una idiota antes que admitir que cometieron un error. Pero, bueno, ese es su puto
problema.
Y obvio, algunos de estos tipos simplemente saben como dominar una mujer y
mantenerla en su lugar. Es una pena cuando uno de estos tiene un buen pedazo de
culo bajo su pulgar, pero es así.
Para vos, si no estás pensando en hacerte un par de tatuajes, conseguir una moto y
volverte en algún tipo de degenerado. No te preocupes. No es necesario. No es que
las minas prefieran a los tipos malos, pasa que la mayoría de las veces que el flaco
rompe las reglas emana el tipo de seguridad que ellas buscan – de vez en cuando son
los únicos en toda la ciudad que emanan cualquier tipo de seguridad – y así,
sorpresa, sorpresa… ellos ganan.
Las mujeres honestamente aman a los chicos buenos. Aman tener sexo con chicos
buenos. Aman el sabor de sus pijas. Después de todo, no son completos imbéciles –
pueden vestirse en la mañana.
Dijimos que todas las mujeres quieren tener hijos tarde o temprano. Esto es cierto.
Bueno, no quieren imbéciles ayudándolas a criar a sus hijos. Quieren seres humanos
decentes como esposos.
(No te preocupes, el hecho de que no tengas intenciones o como sea de no ser un

esposo o criar pibes no tiene nada que ver con esto – estamos hablando de lo que
está en sus mentes, ¿se acuerdan?)
Pero, ¿qué significa ser un chico bueno? De nuevo, ya cubrimos algo de esto. No
quiere decir ser el Sr. Tampón. No quiere decir bañarlas con regalos que valen miles
de dólares incluso antes de que te acuestes con ella (intentá eso, Quigley, y nunca
vas a tener relaciones). Lo que quiere decir es ser un hombre de verdad. Los
hombres de verdad son seguros, por supuesto. Pero aparte tienen algo con qué estar
seguros. Son lo mejor de su raza. Tienen el valor de sus condenas. Son corteces. Son
honorables. Se hacen responsables de sus acciones. Son el vos que podés ser si dejás
que se vayan todas las trampas del mundo a tu alrededor.
Y, no, no quiere decir que hagas tantos cambios como podés llegar a pensar.
Hablamos de seguridad. Esto se ata a lo que dijimos ahí.
Anteriormente dije que tenías que estar seguro, pero dije que para mostrar esa
seguridad todo lo que tenés que hacer es simplemente ser vos mismo, y estar
cómodo con vos mismo. Un hombre que no toma responsabilidad de sus acciones no
21
puede a la larga estar cómodo consigo mismo. Un hombre sin honor no puede estar
cómodo consigo mismo.
Ahora, no estoy acá para discutir la moralidad o para convertir a cualquiera en una
nueva religión o algo por el estilo. Las diferentes personas tienen diferentes
estándares. Traen la religión que se les enseñó, los libros que leyeron, todo conspira
para darnos nuestro sentido de dignidad personal. Si estás a la altura de lo que vos
realmente creés que es tu sentido de la ética, entonces todo va a estar más que bien.
En otras palabras, sabés en lo más profundo de tu interior que es lo que vos creés
que es honorable y lo que vos sabés que es actuar como un idiota. Mientras estés
cómodo con vos mismo, las minas van a sentir esa comodidad, van a sentir tu
seguridad, y eso las va a atraer como la miel a las moscas.
¿EN QUE SITUACIÓN LOS

HALAGOS PUEDEN ATRAPARTE?
¡SIEMPRE!
Las mujeres son adictas a los cumplidos. Es un hecho. Ahora, voy a admitir que a
nosotros nos gusta ser vistos como importantes, con un auto copado, y que nuestro
nuevo peinado nos haga ver hot, como sea. Cada uno disfruta de un par de
cumplidos cada tanto. Pero eso no es a lo que me refiero sobre las mujeres. No dije
nada sobre halagarlas.
Dije que son adictas a los cumplidos.
Dejame probártelo.
Decime si nunca hiciste algo así. Es una especie de función familiar, es como si le
dijeras a tu tía de ochenta y seis años Edwenia, que es la cosa más sexy de la
habitación. Se va a despedir de vos y te va a decir que estás loco (quizá
amablemente, quizá no), pero también se va a reir tontamente y te va a cortar el
pedazo más grande de la torta. Enfrentémos esto, estás siendo totalmente directo.
¿Estoy en lo correcto?
Los drogadictos harían cualquier cosa para conseguir la heroína.

Y los adictos a los cumplidos no son nada diferentes.
Esta es la razón por la que las mujeres se operan la nariz. Por la que se hacen
liposucciones e implantes, tiñen su pelo, muestran su escote, etcétera. Esta es la
razón por la que están constantemente preocupadas por no volverse viejas y gordas.
Entonces, sabiendo esto, ¿qué se supone que tenés que hacer después? Es decir,
¿ahora tenés confianza, verdad? Caminás por una habitación como si fuera tuya.
22
Una vez que encontraste a la chica que querés, automáticamente la encarás. La
encarás con confianza, haciendo contacto visual, sonriendo, y después te presentás.
Entonces, después de eso, empezás a largar cumplidos como un arma de fuego.
¿Cierto?.
Si pensás que eso es lo indicado, date un buen golpe. Justo en la cabeza.

Hacé que te duela.
La respuesta, como te habrías podido adivinar una vez que tu cabeza dejara de sonar,
es ¡NO!
Entendé esto ahora — no gastes cumplidos. ¿Entendés?. Los cumplidos son tus
balas de plata para matar demonios en tu camino. ¿No lanzarías cientos de
cumplidos a tu tía, o si?
Por supuesto que no. Sabés que con un cumplido solo, que suene sincero, alcanza
para que ella te de ese pedazo de torta. Bueno, tu tía Edwenia es una mujer, y
funciona igual que las demás.
Tomalo como una biblia. Tenés que usar esos cumplidos como agua en el desierto.
Primero y principal, cada uno de ellos tienen que ser realistas y creíbles para tu
víctima.
En otras palabras, asegurate de que tu cerebro esté en línea antes de abrir tu boca. Si
ella está vestida como una muñeca, decile algo lindo sobre su excelente gusto en
vestimenta. Si ella tiene muchas joyas, hacele saber que eligió la pieza perfecta para
resaltar sus ojos.
Cualquier cosa que vaya a funcionar en ese momento, es lo que tenés que usar.
Pero tenés que tener espacios entre cada demostración de “dulzura”. Esto es una
regla. Los cumplidos que decís no son cosas que ellas merecen. Son recompensas.
¿Entendiste?
Recompensas.
Esto puede sonar duro, pero después de todo, estamos hablando sobre una guerra. La
guerra de los sexos, ¿te acordás? En esta guerra, para ser el el líder de tu
supervivencia, para poner el talón de tu borceguí en su cuello y mantenerlo ahí,
tenés que recordar esta relación de “maestro/esclavo”. Pensalo como si estuvieras
entrenando un perro.
Sí, al principio, cuando tratás de hacerlo responder, le das recompensas cada vez que hace
algo bien. Más tarde, después de que aprendió ese truco, no le das una recompensa cada
vez que lo hacés mostrar el truco. Después cuando sabe como hacerlo, solo lo
recompensás una vez cada tanto, para recordarle que si se permanece haciendo todo de la
manera que te gusta, entonces una vez cada tanto, va a haber una recompensa.
Una vez cada tanto, ¿Entendido?
23
Esta es la manera en la que tenés que tratar a las mujeres. Tanteá tus cumplidos. Un día
dale algunos. Otro día solo dale uno. Estate seguro de saltearte un día, o tres, o cuatro
antes de darle otro.
Muchos cumplidos, dados muy rápido, se vuelven una rutina. Van a ser esperados.
Creeme, te va a molestar si te mantenés dando cumplidos porque vas a parecer un falso
(Maldición, ellas necesitan, realmente creer cada parte de las frases que les das). Por otro
lado, si vos parás de darles cumplidos, serás odiado si rompés la rutina, porque no estarías
manteniendo la falsa fachada que fabricaste.
Los cumplidos constantes sacan toda la diversión en el juego.

Las mujeres saben en lo más profundo de su ser que los halagos son palabrerío, pero a la
vez, quieren creerlos, y entonces, si procurás hacer un cumplido a la vez, le demostrás que
estás prestando atención y estás teniendo en cuenta sus sentimientos.
Y esto es la cruz en el problema cuando apuntás al dominio total de una mujer. Las
mujeres quieren ponerse a ellas mismas encima de los hombres. Ellas necesitan eso. Pero,
no son completamente obvias a la hora de mostrar sus intereses, ellas quieren dominar a
un hombre que se preocupe por ellas, o que pretenda preocuparse por ellas.
Entonces, recordá estas palabras. Tantear los cumplidos, los hace parecer más originales.
En otras palabras, hace parecer como que realmente querés decirlos, y no estás tratando
de sacarle la tanga. Y, si tus cumplidos parecen reales, entonces la mujer se va a mantener
interesada, y tratando de conseguirlos. Verdaderamente, ellas trabajarán muy duro y se
arreglan mucho para pescar tus cumplidos.
Y, eventualmente, cuando estás en uno de esos períodos de tres o cuatro días sin dar
cumplidos, se les va a cruzar por la cabeza que… quizá si te dieran algo nuevo para que
halagues…
Y otra vez, tenés lo que querés. Que es, antes que nada, todo lo que importa.
Y recordá, que si querés dominar a una mujer, tenés que poseerla. La tenés que hacer
tuya. Hasta que la hayas tenido en la cama, ella va a seguir pensando que está a cargo,
libre de control. Una vez que conocido el cuadrilátero del sexo, como sea, el verdadero
poder se decide de una vez por todas.
Los hombres se ponen en necesidad de más sexo, y la mujer se pone a cargo, es una
posición que no quiere. Las mujeres a cargo de una relación, son básicamente infelices, y
van a usar cierta posición para torturar al boludo que les está causando tal frustración en
primer lugar.
Muchachos, como sea, consigan el control de la situación. Recordá, el sexo es lo único

que tienen las mujeres que los hombres quieren. Podemos cocinarnos nuestras comidas y
lavarnos nuestras ropas. Una vez que las mujeres sacan su barrera final, ya te habrán dado
todo. Una vez que las hayas tenido en la cama, depende de ellas mantener al hombre que
siga viniendo, para mantenerlo feliz.
Cuando una mujer duerme con un hombre, ella quiere que el se quede cerca, y va a tratar
de buscar toda su atención.
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Muchachos, van a quedarse alrededor porque están desesperadas. Los hombres se van a
quedar sólo si les gusta lo que están obteniendo a cambio.
Guardátelo en la mente.
UNA NOTA CON RESPECTO A LOS

CUMPLIDOS:
ENROSCANDO SU CABEZA
Una de las mejores formas de jugar con la cabeza de una mujer, es darle cumplidos
que vienen atados con que debería estar pensando en su pequeña mente, de que
realmente debería estar garchándote como los dioses. Estos pueden o no ser de tu
estilo, o quizá esta nota te haga pensar cómo podés adaptar tu propio estilo para que
encaje con esta idea.
De todas formas, a pesar de cualquiera sea el camino que quieras seguir, acá hay
algunas frases ganadoras que a mí me funcionaron, y otra vez, te van a inspirar
esperanzadamente en algunas de tus propias victorias.
Decile algo como; “Hey, la otra noche tuve un sueño pervertido con vos. ¡Gracias!”
Preguntale si no pasa nada si te clavás una paja mientras pensás en ella.
Decile lo mucho que te hace acordar a tu actriz porno favorita. Decile por qué.
Solo pongo estas pocas líneas acá porque lo importante no son las palabras
específicas, el hecho de que estás dispuesto a decirlas. Las mujeres aman ser puestas
al límite, pero no necesariamente por nadie.
Acordate, es cómo preguntás las palabras, no lo que estás preguntando. La confianza

va a hacer que funcione. No ser seguro de vos mismo, titubear, trabarte con palabras,
etc. Te va a hacer quedar como un idiota. Así que, mejorá eso y empezá a hacer que
te tire la goma tan pronto como sea posible.
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ENTONCES, ¿CÓMO CONSEGUÍS
LO QUE SEA?
¡PREGUNTA, Y RECIBIRÁS!
Ok, clase, acá ahora tenemos una pregunta sencilla. ¿Cómo conseguís lo que querés
en la vida? O sea, ¿cómo hacés para conseguir cualquier cosa que querés? Qué es lo
que tenés que hacer para conseguir lo que querés?.
Tenés que pedirlo.
Simple, ¿verdad? En realidad no es la gran cosa. Simplemente pedilo y lo conseguís.

Bueno, muchachos, quizá aquí hay una sobre simplificación.
Supongo que cuando se trata de acostarse con una super modelo, bueno, a lo mejor
algunas cosas no son tan fáciles. Es decir, no es que puedas ir directo al estudio de
fotos en traje de baño ultra hot de una gran revista de deportes a los empujones,
codees a los fotógrafos y maquilladores y corras hasta la primer mina con grandes
labios y semi-vestida que veas y le grites; “¡Hey, perra, haceme todo!”.
Es decir, podrías llegar a hacer todo eso, pero probablemente no te lleve más allá del
al títular de los diarios y de una cita en la corte. Así que, seamos un poco más
realistas.
Volviendo al tema, si querés meterte en los calzones de una dama — el castillo

tiene, como parece, una batalla de largo tiempo—entonces primero te metés adentro
del castillo. En otras palabras, antes de que puedas robar el tesoro de la reina, tenés
que meterse en sus defensas. Y en realidad, no es tan difícil como suena.
Para hacer esto, empezás haciendo preguntas simples.
Ahora, acordate, no vas a estar preguntándole a tu mina cosas que le van a permitir
tomar decisiones mayores.
Eso estaba prohibido, ¿te acordás? Las decisiones las tenés vos. Lo que vas a
preguntarle o pedir es algo que la deje formar una opinión, nada más.
Acá está el por qué. Si le pedís consejos a una mujer, es lo mismo que valorar su
opinión.
Las mujeres aman esa mierda. La estás haciendo tu igual en ese momento,
elevándola al alto reino de la inteligencia masculina, actualmente admitiendo su
opinión como algo que vale la pena escuchar (¡Dios, las cosas que hacemos por
sexo!)
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Ahora, por supuesto, no vas a pedirle opiniones sobre vos. Eso es totalmente
estúpido. Un cien por ciento. Si ella va a dar una opinión sobre vos, tendría que ser
una que ya le hayas dado vos.
Y, confiá en mí, si la dejas, va a estar dando opiniones sobre cada pequeño aspecto
de tuyo y de tu vida, tus amigos, tu alegría, tu madre, etcétera, y todo lo que ella
quiera. Así que, no te embarres preguntándole que formule alguna antes de que lo
haga por sí sola.
No, querés preguntarle opiniones más seguras, inofensivas (mayormente cosas de

minas) cosas como:
Cómo cocinar un pollo, estos pantalones combinan con la remera, cómo te gusta la
playa, cuál es tu postre favorito, cuál es la mejor película que viste el año pasado,
¿debería regar esta planta más de una vez a la semana?, blablablablablablabla,
simple, boludeces de minas como esas.
El simple hecho de que estés preguntando su opinión en cualquier cosa, va a

emocionar a la mayoría de las mujeres hasta morir. No importa qué tan sofisticadas
y liberales sean, todas ansíen la aprobación masculina como una droga. Cada vez
que estés de acuerdo con una de sus opiniones bovinas, es como tirarle a sus
confusos cerebros tipo felinos otra bola de lana. No importa lo que te digan sus
caras, no importa lo que sus cerebros superficiales puedan estar pensando, sus
mentes subconscientes están haciendo volteretas histéricas sobre el hecho de que un
hombre realmente aprobó algo que dijeron.
Mientras el tiempo corre, podés habilitarles una fina grieta para que digan algo de
vos. No te sobrepases, por su puesto, pero una vez cada tanto tenés que establecer
dominio en la relación, esa palabra, ya sé, pero hey, todo contacto humano crea
relaciones, no te pongas nervioso, y no te olvides de dominar, haceles preguntas
como estas: ¿Va bien este corte?, ¿este saco me queda muy marica?, ¿pensás que
estuve entrenando mucho?, etc.
Esto ayuda a que ellas se acerquen, haciéndolas pensar que empezaste a respetar sus
opiniones. Esto es emocionante para todas las mujeres.
Y, aca va el por qué lo hacés. Las hiciste pelear, acicalarse y estar en su mejor
comportamiento por cada cumplido, por cada pulgada de tierra que se ganaron
haciendo su camino hasta tu vida. Después de todo esto, después de que les
permitiste ponerse.
Las hacés pelear y pensar cual es el mejor comportamiento para obtener cada
cumplido y aprobacion, para cada cosa o cumplido las hacés trabajar. Una vez que
las tenés cerca, bueno, después de todo…. No deberían ellas dejarte acercarte un
poco?
Y una vez más, estás un paso más cerca de la habitación. Y recordá, poniendote
cerca del dormitorio, estás cerca de tener sexo con ellas.
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OPINIONES BIEN
CONSEJOS, MAL
Después de nuestra conversación sobre aceptar/rechazar las opiniones de las
mujeres, es absolutamente imperativo que gastemos unos momentos hablando
también de aceptar/rechazar el consejo de las mujeres.
Ahora, vos no podrías pensar que esta es la mayor parte de la verdadera diferencia
entre los dos, pero creeme, es así. Es una diferencia gigante. Las opiniones se
parecen a los anos, todos tienen uno. A causa de esto, todos sentimos una cierta
tolerancia sobre las opiniones. El hombre inteligente trata de no discutir de toda y
cada pequeña opinión que ve en su camino, porque francamente estarías discutiendo
todo el día.
En otras palabras, podés escuchar la opinión más estúpida que jamás hayas
escuchado y sólo encogerte de hombros y decir, "bueno, esto es tu opinión"
"supongo que cada uno tiene su propia opinión" "la diferencia de opiniones es lo que
hacen las carreras de caballos," etcétera, y nadie termina con los sentimientos
lastimados (excepto verdaderos idiotas [o mujeres, así que tené cuidado de cómo
tirás tu desdén si esa estúpida opinión de clase mundial viene de parte de una clase
de mierda]).
Pero, el consejo, es diferente.
Cuando alguien te da un consejo en algo, se están interponiendo en tus asuntos

personales. En efecto, te están diciendo que hacer, cómo proceder, como manejar tu
vida, qué camino tomar, se están estableciendo como alguien que sabe más que vos
sobre tu propia vida. Y acostumbrate al hecho, ahora mismo, que a las mujeres les
encanta dar consejos. Los reparten a la mañana, a la tarde y a la noche a cualquiera
persona, a cualquier cosa y a todos a su alrededor.
¿Por qué? Qué bueno que preguntaste.
Está en sus ADNs no se pueden auto-ayudar a sí mismas, de la misma manera en

que nosotros no podemos ayudarnos a no dar vuelta la cabeza para mirar un buen
pedazo de orto bien formado por más de que tengamos a la mina de nuestros sueños
en nuestro brazo. Está profundamente arraigado en nuestra naturaleza masculina.
Bueno, derramar consejos en un abrir y cerrar de ojos está arraigado a la suya.
Las mujeres crecen para ser madres. Las madres tienen que dar consejos. Tienen que
hacerlo. Sus hijos necesitan que los guíen (hey, incluso la mujer más estúpida es más
inteligente que el varón de seis meses de edad [probablemente]). Las madres tienen
que interponerse en la vida de sus hijos, decirles qué hacer, cómo proceder, cómo
manejar sus vidas, etc. Es su deber enseñarles y prepararlos, etc, en la vida.
Pero, ok, entonces repartir consejos en cada cosa está en sus ADNs. ¿Entonces qué?
Para ellas no vale ninguna excusa cuando nuestro inevitable manejo biológico nos
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gira la cabeza para ver un orto, así que no hay razón alguna para lidiar con la de
ellas.
¿O acaso hay alguna razón?
Si la hay, esa razón se llama vagina. La queremos, ellas la tienen, así que tenemos
que lidiar con un cierto monto de estupidez para tenerla. Así es la cosa, Jack, y no
hay vuelta que darle. Con esto siendo establecido, esto es lo que tenés que hacer
cuando una mina te da un consejo (especialmente de esos no solicitados los cuales
ella siente que tiene que escupirlo por tu propio bien, porque “mami” sabé más).
Simplemente escuchalo, asentí con la cabeza educadamente, sonreí si podés, y
después hacé lo que se te cante el orto.
Eso debería ser los suficientemente simple como para acordarse.
Y en serio, ni si quiera consideres en escuchar lo que una conchuda tiene que decir
sobre cómo deberías manejar tus asuntos. Siempre acordate que si estás haciendo
cincuenta millones en inversiones al año, viviendo un estilo de vida donde podés
pasar todo el día, todos los días, con tus pies tendidos disfrutando de la buena vida,
en su mente , cualquier mujer va a “saber” que si sólo “la escucharas” estarías
haciendo unos cien millones en muy poco tiempo.
Si, es verdad. En algunos casos escuchar los consejos de una mina puede satisfacerle
tanto que te la podrías llegar a coger – una vez. Puede pasar.
Pero, no la vas a tener de nuevo, y muy probablemente vas a estar instalándote en el

largo y difícil camino de no-obtener-nada-de-esta-pendeja.
Aceptar los consejos de una mujer, y quiero decir, no simplemente asentir con la
cabeza como si una pendejita de tres años te estuviera dando consejos de cómo vivir
tu vida, sino que hacer caso a todo lo que ella tenga que decir, sólo genera desprecio.
Las mujeres consiguen su escudo de desprecio hacia cualquier hombre que las
escucha bastante rápido. Es una variación de la vieja frase de Groucho Marx:
“Personalmente, nunca pertenecería a ningún club que me admitiera como socio.”
Entonces, pretendé escuchar lo que tengan que decir (porque de nuevo, no las podés
callar de todas formas), pero no les hagas caso. Cualquier flaco que lo haga va a ser
un re contra pelotudo en poco tiempo.
Y en caso de que no lo hayas notado, los re contra pelotudos rara vez tienen
relaciones sexuales.
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PROSTITUTAS: CONOCIENDO AL
ENEMIGO
Acá hay otra nota que puede ser más importante de lo que pensás a primera vista. Se
trata de conocer a tu oponente.
¿Por qué es que los domadores de leones pueden meterse en una jaula llena de
asesina-hombres sin siquiera tener un mordisco? ¿Cómo pueden los entrenadores de
perros de pelea sacarse los nervios para enfrentar perros que fueron convertidos en
brutales máquinas asesinas todos los días, día tras día, sin volverse blancos del
miedo? Mierda, ¿cómo hacen los comediantes de pie para subir al escenario y
convencer a una salvaje muchedumbre de borrachos llorones que ellos son las
personas más graciosas en el mundo, y que se merecen salvajes agradecimientos y
aplausos en vez de tener botellas partidas en la cabeza?
Dicho de forma simple, se acostumbraron a eso. Trabajaron en su empleo lo

suficiente para saber cuáles son los peligros, donde podrían venir los problemas y
dónde no, etc. En otras palabras, el familiarizarse con sus materias les permitió
desarrollar un instinto para cuándo tienen que estar de guardia y cuándo se pueden
relajar.
Bueno, lo mismo es absolutamente cierto para manejar a los animalitos salvajes que
te estoy intentando dominar.
Creeme, los fanáticos del deporte, tigres de vengala, dobermans, adictos a los
alucinógenos, la mujer promedio, son todos el mismo tipo de bestia. Una que tiene
que ser entendida antes de que se le pueda decir qué hacer con un chasquido de
dedos.
En casi todos los estados, las prostitutas son tan fáciles de encontrar como ferreterías
y panaderías. En estos días, la mayoría de ellas dejan avisos en las Páginas
Amarillas. Las que no podés encontrar ahí dejan el mensaje en otro lado. Y si una
puta es un poco fuerte para vos inmediatamente, hay salones de masajes (que
ofrecen servicios sexuales).
El punto es, que tengas un poco de sexo regular, sin presiones, o al menos contacto
femenino por un tiempo, sus manos en tu piel, sus labios tocando lo que sea que
quieras que sea tocado, besado, chupado, tragado, lo que sea (después de todo, el
cliente siempre tiene la razón) te va a hacer estar más cómodo entre las mujeres.
Bastante más cómodo.
Sin ofender, pero hasta que no garches de la forma en que querés garchar, la forma
en la que siempre soñaste, siempre vas a estar preguntando, deseando, esperando y
ansiando esa forma en la que siempre quisiste hacerlo.
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Hey, esto no es nada para estar avergonzado. Querés algo que nunca tuviste. Querés
que una mina te lama el orto, se trague tu verga hasta la garganta, las bolas y todo,
que se siente arriba tuyo y golpee tu pecho con su largo pelo, que te deje que la ates
así podés acabarle en la cara y decirle que lama mientras se le escurre desde los ojos
(hey, no sé, es tu fantasía), como sea. Ok, ¿cómo le pedís a alguien con quién recién
empezaste a salir, algo con lo que tenés miedo de hacerla incomodar?
No la conocés, saber cómo va a reaccionar, oh, ¿qué hacemos, qué hacemos?

Lo que vamos a hacer, es cerrar el orto e ir finalmente con una prostituta y por fin
descubrir cómo se siente lo que anduviste deseando. Muchas de estas necesidades
están en nuestras cabezas. Queremos algo tan malo que no podemos pedírselo sin
sonar como unos imbéciles tartamudos. Encima de eso, como nunca nos lo hicieron,
tenemos la idea de que “ninguna mujer hace eso.”
Bueno, no hay nada mejor que ponerle un par de esposas a una mujer, taparle los
ojos y después montarla como a un potro, usando su pelo como tus riendas, y usar
todo agujero que te puedas encontrar como tu recipiente de esperma para sacarte de
la idea que “ninguna mujer hace eso.”
Dejame darte un último ejemplo. Había un episodio de la serie “Días Felices” donde
Richie se arrinconaba en un rincón con algunos matones que le habían prometido
cagarlo a palos más tarde. Asustado, se fue a lo de los Fonz (por supuesto) para
pedir ayuda. Fonzie le enseñó como ser tan cool que cualquiera se iba a calmar.
Cuando los matones aparecen Richie hace todo lo que los Fonz le dijeron y los
matones no se calmaron. Cuando Richie les pregunta a los Fonz por qué no se
calmaron, los Fonz le dijeron:
“Supongo que para que funcione tendrías que haber estado al menos en una pelea
antes.”
En otras palabras, para estar cómodo alrededor de las mujeres, especialmente para
estar cómodo pidiendo cosas que creés que “van muy lejos,” tenés que estar entre
algunas mujeres que hayan ido más lejos de lo que vos te imaginás.
Hey, las putas son personas también. Todos tenemos que ganarnos la vida.
Pero, más es más importante, ser capaces de mirar sin miedo a los ojos de una mina
cuando le pedís lo que sea que le estés por pedir, este es el objetivo. Cuando pone
esa mirada de shock en su cara, vos tenés que tener en la tuya la mirada de un
hombre que sabe que la suya es una actitud de una pendejita que simplemente no
vivió la vida. Y creeme, nunca vas a conseguir eso si nunca experimentaste alguna
vivencia vos mismo.
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MENTIR:
¿DEBERÍAS O NO?
Bueno, dándole una mirada a ese título, está claro que acá tenemos otra gran
pregunta. Quizá la más grande que nos hayamos preguntado. Mentir – un pecado en
todas las culturas – conocido de otra manera como la ruptura de la ley de Dios. De
hecho, por parte de este libro, estamos hablando de la ruptura de uno de los
mandamientos de Dios en la esperanza de romper otro de los mandamientos de Dios.
Entonces, ¿deberías? ¿Deberías realmente lanzar la moralidad a los vientos y
arriesgarte a despertar la ira del Ser Supremo sólo para acelerarte en el camino para
conseguir un culo? Y la respuesta es:
¡Más vale!
Qué pregunta estúpida. Como nos dijeron los sabios, “Todo se vale en el amor y en
la guerra,” y esto es seducción, el cuál francamente es ambos.
Y seriamente, dale, estás intentando cogerte tantas minas como sea posible en tan
poco tiempo como puedas manejar. No estás en una audición para ser el próximo
Dalai Lama. Relajate, y después ponete al día para conseguir un buen culo.
No te olvides, las mujeres mienten todo el tiempo. Sobre quién y cualquier cosa. Sin
mostrar reacción alguna. ¿Creés que no? ¿Creés que me estoy aprovechando y
haciéndome el vivo? Ok, entonces respondeme un par de preguntas:
¿Cómo llamarías a los implantes de silicona sino que más y más mentiras?
¿Qué son los tacos altos, esos maravillosos trocitos de calzado que hacen que una
persona se pare más recta y que también acomoda sus buenos dotes en sus lugares
más atractivos? Fijate como es que las mujeres no usan tacos altos cuando se van al
cine con otra. Nop – los FMs (“Fuck Me shoes” [zapatos de “cogeme”], preguntale a
cualquier mina, saben el código) sólo los usan cuando va a haber hombres alrededor.
Y, quiero decir, dale che. ¿De qué otra forma llamarías al delineador, a la base de
maquillaje, al ruborizante y a los otros tipos de maquillajes? ¿O a las operaciones de
nariz? ¿A los reflejos en el pelo o a la tintura, sin mencionar a las bucleras y a las
planchitas de pelo?
¿A las lentes de contacto de color? ¿A las hombreras? ¿A las almohadillas para las
nalgas? ¿A las fajas?
Y hablando de sonar a la vieja moda. Fajas - ¿a quién quiero engañar? Vos sabes
tanto como yo que hoy por hoy las mujeres se hacen operaciones para sacarse sus
costillas inferiores así parecen más delgadas. ¿Implantes de pechos? ¿Y qué hay con
las enfermas que se hacen implantes de labios sólo porque los labios grandes son la
última cosa sexy?
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Plano y simple, estas son todas decepciones. Y son decepciones hechas para ganar la
batalla de los sexos. Francamente Gilligan, va a ser mejor que empieces a mentir.
Primero que nada, como dijo George Bernard Shaw, “la mayoría de las mentiras son
exitosas, y la sociedad humana sería bastante imposible sin un gran trato con las
buenas mentiras naturalizadas.” La gente miente todos los días. Le mienten al IRS
(departamento de tesorería de los Estados Unidos), mienten en sus resúmenes, le
mienten al policía que los para, a sus padres y maestros,
blahblahblahblahfuckingblah. ¿Todavía no captaste la idea?
No hagamos de esto un problemón. Todos mentimos. Cada vez que nos damos
vuelta. Que no te agarre una emoción queriendo ser honesto con la mina con la que
estás. No estás buscando relaciones de largo plazo (LTRs). Estamos hablando de
Ciudad ONS (touch and go) Dos o tres si la mina tiene un orto que no se puede
creer, o si hace algún gemidito agudo que te calienta realmente cuando te la cogés.
Pero hey, de eso se trata. Cuando estés listo para establecerte con alguien en una
casa con una cerca blanca, un perro para criar tus pibes y despojarte a una vida a la
antigua, pagando cuentas, siendo fiel y esperando una muerte rápida para sacarte de
tu miseria, entonces tenés todo el tiempo del mundo para ser honesto y franco sobre
lo que sea.
Pero, ahora, mientras sigas buscando todos los culos que puedas cogerte, hacete un
favor y considerá a la verdad como una preposición bastante flexible.
Y es más, entendé que flexibilizarla es todo lo que le querés hacer. No seas un bobo
vestido con un traje al costo, alardeando que tenés millones, que manejás un Kia y
hablando giladas de tus conexiones del espectáculo y políticas. Querés coger, no que
se te rían.
Dejá que tus cumplidos se arrastren a los halagos y después a una mentira descarada
que tengas que hacer. Nunca tengas miedo de estar de acuerdo con ellas cuando se
trata de qué tan bien se ven, qué lindo es su nuevo vestido, etc. Es decir, tienen
espejo. Saben cómo se ven. Si se mienten ellas mismas, apoyalas sin vergüenza.
Después de todo, como nos dicen en este mundo políticamente correcto, No te
gustaría ser crítico, ¿no?
Sentite libre de dejarlas que se mientan ellas mismas. ¿Que qué quiero decir?
Simple. Cuando empiecen a exagerarte en su propia cabeza, seguiles el juego y
ponete de acuerdo con ellas. Ponete de acuerdo con el silencio cuando puedas (ella
te dice “Estoy pensando en que sos mucho más rico [o cualquier cosa en el lugar de
‘rico’] de lo que dijiste, ¿o no?” Y vos sólo te hacés el pelotudo y mirás el techo,
semi avergonzado). A las mujeres les gusta tener la razón, por más que tengan que
contradecir los hechos en frente de sus caras y mentirse ellas mismas para tenerla.
Y cuando preguntan si las respetás, si vas a llamar al día siguiente, si ustedes
piensan que es una puta por tener relaciones en la primer cita, pordiostodoporderoso,
chabón – mentí hasta que te salga fuego del culo.
¿Dale?
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Acordate, pequeñas mentiras. Mentiras inteligentes. Vas a conseguir llegar lejos con
estas (a veces incluso más) como si lo hicieras con flores, golosinas o joyas. Como
el padre Samuel Butler dijo, “El mejor mentiroso es aquel que hace que la menor
cantidad de mentiras vayan por el largo camino.”
Al fin y al cabo, no te gustaría discutir con un flaco sobre ropa, ¿o si?
¿PODÉS HACERME… UN FAVOR?

Ok, escuchen todos. A nadie le debería resultarle difícil de entender esta parte.
Ahora diganme clase, ¿deberían hacerles favores a las mujeres o no? ¿Cuál es la
respuesta?
Aquellos que dijeron “si,” después de todo lo que les intenté enseñar, salgan afuera y
golpéense la cabeza.
Los que dijeron “no,” pueden agarrar una estrella de oro de la caja de mi escritorio.
Bueno, estoy seguro que algunos de ustedes se están preguntando por esto. ¿No
hacerle un favor a una mina? ¿Por qué no? Estoy tratando de ser bueno, me quiero
acostar con la mina, quiero que me deba algo. Eso no tiene sentido.
Todo lo que puedo decir como respuesta es que, estuviste haciéndoles favores
tratando de cogértelas durante toda tu vida, y decime ¿te funcionó hasta ahora?
Sep, justo lo que pensé.
Una vez más, tratá de acordarte que pasé años estudiando cada aspecto de cómo esto
funciona. Creas o no, vos sos el que tiene que empezar a recibir favores de ella desde
el principio. Ahora, no estamos hablando de favores como, pintame el departamento,
lavame el auto. No, un poquito más delicado que eso.
Hablo de cosas simples de la vida.
¿Me cuidás los cigarros? Che, ¿me pasás una servilleta? Tenés carilinas en tu bolso;
¿no me das una? Cosas pequeñas.
Hay dos razones para esto. La primera, es que la querés en el hábito de hacer cosas
para vos. La querés agradable a tus sugestiones, pedidos, necesidades, etc. Querés
tener una pauta establecida de ella haciendo cosas por vos – ¿Entendés?
Estás para controlarla física y mentalmente, ¿no?
En fin querés ser capaz de dominar a la mina que abordás de todas las formas
posibles. Bien, este control viene despacio, y cada cosita que puedas hacer para
romper sus escudos, para ponerte a vos en el asiento del conductor, vale la pena
absolutamente.
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La segunda razón es que querés evitar hacer cosas por ella. Entendé, que una vez
que empieces a hacer cosas por una mujer, incluso las cosas más insignificantes, va
a ser cuestión de minutos antes de que su imagen mental de vos se convierta en una
de vos con la palabra perdedor escrita en la frente en letras de un color rojo
caramelo vivo – de esas que se prenden y se apagan y que brillan en la oscuridad.
Y creeme que ella te va a tener lavándole el auto, pintando su departamento, sacando

a pasear a su perro, haciéndole las compras, llevándole la ropa a la lavandería y
cualquier cosa que se le pueda ocurrir, en el instante en que ella detecte que tiene ese
poder sobre vos. De hecho, vas a estar hurgando por la llave de su departamento,
pensando que sos una especie de héroe conquistador por tener una, sus frutas, leche
descremada y su yogurt en una mano, su correspondencia en la otra, y las perchas
con su ropa seca y limpia agarradas con los dientes antes de que te des cuenta. Y
probablemente, cuando entres, la vas a molestar un segundo para preguntarle dónde
poner las cosas, de modo que va a tener que parar de chuparle la pija a un hombre de
verdad por un momento para decirte dónde poner las cosas antes de que se ponga a
tomar su wasca como si fuera limonada.
Y vos, vos bobito, vas a estar riéndote por adentro por como lo jodiste al otro tipo al
interrumpirle la tirada de goma. Esta no es la vida por la cual firmaste, ¿listo?
Así que, hacete un favor a vos mismo, y asegurate de que todos los favores que se
hagan en una relación sean sólo aquellos que ella haga por vos.
CUANDO HABLES…
HABLÁ DE FORMA SEXY
Esta es una corta. Si querés saber como hacer para hacerte entender por una mina,
agarrá un tip de los profesionales. Cada año las corporaciones gastan billones en
investigaciones para sus propagandas. Billones. Su gente de investigación y
desarrollo examinó hombres y mujeres desde diferentes ángulos. Cada comercial
hecho que está apuntado a cualquiera de los dos sexos tiene décadas de investigación
que la soportan.
Estos tipos nos dividieron en cientos de categorías diferentes. Y las usan para causar
efectos devastadores. Después de todo, venden su mierda, ¿o no? Y se la venden
exactamente a quién sea que se la quieran vender.
Hacete un favor a vos mismo y mirá en cómo se esmeran para poner, lindas minas.
Constantemente les hacen cumplidos en la forma más obvia posible. Hablan de tener
pechos de adolescente, largas y suaves piernas, un re orto, nalgas de acero,
estómagos perfectos, etc. No tienen vergüenza o miedo de salir y decir las cosas, y si
ellos no están preocupados por eso, vos tampoco deberías estarlo.
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Pero, esto no significa que tenés que estar parado de espaldas a un edificio
gritándole a cada mina que pase como un obrero boludo (“¡Seee, nena, qué colita
que tenés!” o “¡Mierda!, ¿esos qué son tetas o melones?”).
Pensá un poquito primero.
Como te dije antes, las minas quieren un hombre seguro. Si no te sentís cómodo
hablando así, no te tenés que sentir seguro hablando así. Es más, todos los consejos
en esto libro deberían ser pensados de la misma manera. Antes te dije que la manera
de ser seguro es estando cómodo con vos mismo, y dejar a tu vos mismo real
mostrarse. Una vez que hayas aprendido esto, ahí tenés que enseñarte a hacer las
cosas que te estoy diciendo.
En otras palabras, digamos que sos un pibe realmente tímido, ¿si?
No podrías asomarte por la ventana de un auto y golpear el puño contra la puerta,

gritando “woo woo, jucha wucha, cha cha, nena – ¡haceme tuyo!” más que acribillar
a plomos un patio de recreo lleno de pibitos. Está bien.
Honestamente eso no es un problema.
Todo lo que tenés que hacer es dejar que la conversación siga con algo como esto:
“Ehm, mmm, disculpame.”
“¿Qué?”
“Perdoná, pasa que, bueno, nunca antes había visto a alguien tan linda. Ehh, digo en
la vida real.
Es que sos re, re… linda… tu cuerpo, es perfecto… pero, debería parar. Perdón.
Seguro te estoy avergonzando.”
Oh seee, exacto, estás en lo cierto. Eso es lo que ella estaba sintiendo, vergüenza.
Dame un segundo.
Como te dije antes, todas las minas son adictas a los cumplidos. Necesitan escuchar
cosas positivas sobre ellas así como las plantas de casa necesitan agua – y ellas lo
necesitan más seguido.
Y si después de todo el esfuerzo que ponen, haciendo dietas y ejercicios, negándose

a su amado chocolate y otras cosas buenísimas, si pensás que no quieren escuchar
nada de eso – infinitamente, estás tan tristemente equivocado como puedas estarlo.
A las mujeres les gusta que les digan que sus pechos son el par más deslumbrante
que el planeta tiene para ofrecer. Quieren creer que sus piernas son increíbles, que
sus colas valen la pena para parar una guerra, y todo el resto. Y la verdad es, que no
les importa en lo más mínimo que una obra en construcción se pare y se quede
quieta, con las vigas colgando en medio del aire, las mezcladoras girando al pedo, y
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así todo, sólo porque los obreros de ahí empiezan a gritar que tan jodidamente buena
está. La única diferencia, es que tienen que pretender estar shockeadas, por eso los
obreros de las construcciones nunca se acuestan con las minas que pasan, sin
importar cuánto les encantan los cumplidos que les dan.
Pero vos, ahora sos diferente. Siempre que digas lo que quieras decir con una sincera
creencia, de manera que ella sepa que sin duda alguna sos vos y no sólo algúna línea
de chamuyo cursi, bien, preparate para cojer porque vas a estar saltando por los aires
mucho antes de lo que pensás.
Pero acordate, tenés que mantener a rienda esos cumplidos.

Tu objetivo final acá es dominar a estas mujeres.
Así como los cumplidos no sexies, son dados sólo por efecto.
Una vez la tengas acostumbrada, estos tienen que ser limitados, suspendidos, como
los otros. Una vez que dejás que se vayan, ella va a empezar a pensar que de repente
ya no te parece sexy. Ahí es cuando va a empezar a dejar de decir que no en la cama,
desesperada por escuchar que todavía pensás que es sexy.
Y ahí es cuando vas a dominar a una mina completamente. Cuando empiezan a

tirarte cadáveres, es cuando te adueñás de sus almas.
NOTA DE ADVERTENCIA: LOS

MENDIGOS AL DESNUDO SON
GLOTONES
Anteriormente dije que si necesitabas ganar algo de experiencia con mujeres no
deberías tener miedo de ir con una prostituta o dos. Aun así, es verdad, nadie puede
darte tanto valor como una mina en busca de propina. Seguís pensando que estoy
equivocado, observá a tu mesera la próxima vez que vayas a comer. Fijate qué tan
diferente actúa cuando hace lo suyo para que le dejes bastante propina, y después de
que vea que valió la pena ser agradable con vos. Dejale un fajo y se va a acordar de
tu cara para que cuando vuelvas pueda pelear por atenderte. Dejale poca propina y
va a estar pensando en tirarte un azucarera por la nuca.
El punto al que estoy tratando de llegar acá es que, si, por supuesto, las tareas te van
a hacer sentir bien y seguro en dar aquel paso siguiente. Es por esto que los padres
solían llevar a sus hijos a debutar con prostitutas. Era un rito de callejón, uno que
desmitificaba el sexo, dejándoles ver que no era la gran cosa, para reencaminar a sus
hijos. También tenía algo que ver con enseñarles algo acerca de los tipos de minas
con las que no quisieron casarse.
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Lo que no querés hacer, bajo ninguna circunstancia cualquiera sea es confundir que
el problema es al revés. En otras palabras, no querés empezar a pensar de strippers,
prostitutas o con quienquiera que vayas como “mujeres.” Estas no son minas con las
que tenés citas, estas son putas duras que van a llevarte a dar un paseo más rápido de
lo que puedas pensarlo.
Son putas - ¿Ok? Mienten para vivir.
“Ah, nene, sos lo más. Sos tan grande. Ah, nunca fue así con ningún otro hombre.
Ah Dios, sos genial.”
Si, claro.
Esto simplemente es más palabrerío de mesera. Es estar en busca de una propina

mayor, y nada más. Caé en esto y te van a agarrar por todo lo que tenés. Las
strippers son expertas estafando guita, autos, departamentos, todo a los hombres, lo
que sea que pueda llegar a sus manos. Creeme que, John el Baptista no fue el primer
hombre en perder su cabeza en la tarima de striptease, y tampoco fue el último.
Regla #1 con cualquiera que tenga estas profesiones: le pagás lo que se supone que
le tenés que pagar, y ni un centavo más. Hacé algo diferente, y no sólo vas a perder
todo desde tu cuenta bancaria hasta tu primera colección del Increíble Spider-Man,
sino que también te vas a ver fuera de juego para siempre acostándote con una de
ellas gratis.
Y creeme que, las strippers y a las putas también les gusta tener relaciones.
Pero, seguro estás diciendo, las putas garchan veinticuatro horas al día, ¿o no? Si,
seguro, pero no estás pensando. Cuando están en el trabajo, no están chupando pijas
por amor, están chupándola porque cada gramo de semen que se tragan está pagando
la renta, las lecciones de piano para el hijo, poniendo gasolina en el tanque, etc.
No hay nada de amor involucrado. No hay alegría. De hecho, tener estúpido e

interminable sexo con hombres que no les importan para nada a ellas, y a quienes
ellas no les importan para nada es terriblemente doloroso para la mayoría de las
mujeres. Regalando (bueno, está bien, vendiendo) eso que es supuestamente la cosa
más preciada que tienen, endurece a estas minas de una forma que posiblemente no
te podés imaginar. Si tenés alguna fantasía de tener sexo con una bailarina de bar o
prostituta donde no pagues un ojo de la cara, empezá a tomar notas.
Querés entrar a un club de striptease actuando tranquilo. No girando la cabeza en

cada dirección, tratando de ver todo segundo posible de teta gratis. Esto te deja
como un loser y van a estar todas mirando para robarte a ciegas. No, vos querés
entrar seguro y frío. Para vos es un bar más. No sos un marica. Podés apreciar la
vista de unos pechos bien formados cuando pasan por tu camino. Pero hacelo sin
babear, ¿dale?
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Sólo acordate bien de tus lecciones. Ser seguro. Decir un cumplido o dos. Pero, bajo
ninguna circunstancia – regales favores. Los favores son lo que hacen por vos.
No puedo enfatizar esto lo suficiente. Estas minas son tan duras como el acero y
tienen bolas del tamaño de cocos. Jodé con ellas bajo tu propio riesgo. Los premios
pueden ser geniales, pero sólo si nunca en ningún momento caés en la trampa de
creer tu propia prensa.
Porque estas putas te van a arrancar el corazón y van a comérselo para reirse. Bueno,
está bien, lo van a hacer por el sabor de la sangre y la proteína de la carne, pero
mayormente va a ser para reirse.
Y vos vas a estar muerto.
UNA PIEDRA DE AFILAR PARA TU

FILO DE SEDUCTOR: EL “POWER
MOVE”
Bueno, afilé una parte de tu espada seductora cuando expliqué como acostumbrar a
las minas a que te hagan favores en vez de que sea al revés. Hay algo que va mano a
mano con eso, y, aunque no lo creas, es dar órdenes a las minas.
Ok, ahora los puedo escuchar, temblorosos en sus botas. Poniéndose blancos del
miedo, todos gritando; “¿De qué carajo nos estás hablando, Brodsky?
Nadie, pero nadie le da una orden a una mujer en esta época y culto. Eso es suicidio.
¿Estás loco o qué?”
Bueno, si creés esa mierda, por qué no usás esto para prender fuego en el que podés
tirar todos tus descuidos e inclinaciones, porque obviamente tenemos que ponerte en
forma para algunos vestidos de fiesta. A esta altura deberías saber que tengo un
punto de vista, y que siempre te lo voy a pasar a vos. Ahí va.
Se llama, el “Power Move” (movimiento poderoso), y es una maravilla que no

puede fallar y funciona todo el tiempo.
Una vez más, las tenés que acostumbrar a estas cosas en incremento. Si las querés
lavándote el auto, pintándote el departamento, empezás pidiéndoles que te cuiden los
cigarros o que te digan la hora. Si querés ser capaz de darle órdenes a una mina, no
empezás arriba de todo golpeándole la cabeza y comandándola que te frote aceite de
bebé y después jugar slip & slide en tu pecho. Empezás con cosas simples.
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Estás con tu esperanzada conquista en una cita. Se quiere sentar. Se está por sentar.
Cuando puedas ver que en su mente una luz está a punto de apagarse y ella va a
hacer algo, decile que lo haga. En este caso, cortésmente sugerile que tome asiento.
“Dale,” se lo permitís, “sentate.”
Tu formulación es sutil, por supuesto, pero no deja de ser una orden. Ella va a pedir
un trago, vos usás el mismo taladro.
“Dale,” se lo permitís, “pedite un trago.”
Acordate que tenés que dar este tipo de órdenes al menos medio segundo antes que
el pensamiento de hacer lo que les estás por ordenar que hagan aparezca en el
cerebro de la mina. Si podés conseguir coordinar en esta, te va a dotar con un filo
increíblemente seductivo que va a empezar a doblar la voluntad de tus conquistas
deseadas hacia la tuya desde el principio.
El “Power Move” es difícil, tengo que admitirlo. Estás atrás de un efecto subliminal,
y tenés que ser copado, encantador y también despreocupado mientras trabajás este
truco. El “Power Move” es obviamente también peligroso si lo usás con exceso,
pero si lográs el truco una vez, vas a terminar garchando minas así como un
carpintero hace aserrín, y toda la escena de las citas va a ser tu mesa de trabajo.
HACELAS REIR: EL PODER

SEDUCTIVO DEL HUMOR
Aquellos que me conocen o que leyeron mis otros libros son conscientes de que yo
llamo al buen sentido del humor Mosca Verbal Española (Verbal Spanish Fly).
Absolutamente nada funciona mejor al abrir una conversación, caer bien a las
minitas o hacer que dejen de cruzarte las piernas. Tener un buen sentido del humor
es dinamita mental. No hay momento en la vida desde la cuna hasta la tumba en que
no pueda ayudarte, pero esta es una de las cosas en donde es casi una necesidad.
¿Por qué? Vamos a adentrarnos un poquito.
Ninguna mina que conocí fue capaz de resistirse al buen sentido del humor. Si las
tenés riéndose, eso mantiene las cosas livianas, mantiene las cosas moviéndose,
saltando, livianas y despreocupadas, y lo mejor de todo…
¡Eso las excita!
¿Cómo? Porque te da algo con qué vincularte. Una vez que las tenés riéndose,
riéndose fuerte, abriste sus bocas. Les gusta mantener abiertos sus escudos. Todos lo
hacemos. La boca es la puerta hacia su cuerpo, y una vez que esté abierta, cualquier
cosa (como tu gorda, y peluda poronga, por decir una cosa) puede terminar adentro.
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Además, en lo profundo de su mente, los dos están convirtiéndose sutilmente en una
persona. Este flaco está bien, nos reímos de las mismas cosas. Disfrutamos estando
los dos juntos. No me está poniendo ninguna presión, está haciendo esto demasiado
fácil, estoy pasándola bien.
También, pensá en las líneas clásicas que escuchaste miles de veces en películas, en
televisión y en la vida real.
Cosas como:
Me gusta, es gracioso. Me hace reír. Me hace feliz. La paso re bien con él.
Fijate en la evolución, en cómo el hacerlas reír hace parecer todo mucho mejor. Esto
tiene que ser algo bastante fácil para ustedes chicos.
Cuando los dos se estén riendo con todo, tenés la oportunidad dorada para tocar a tu
compañera de risas. Ahora, no estoy hablando de apretones de piernas o de
acariciarle los pechos, obviamente. Pero, como son flacos, este es el momento de dar
golpes en la espalda (despacio no sean bobos), rápidos toques en los hombros o los
brazos. Amistosos. Positivos. En otras palabras, lo que hacés es plantarle en su
mente la idea de:
Hey, somos amigos, pasamos un buen rato, tenemos contacto físico. Es más, ¿qué
puede ser más natural que yo tocándote? Vamos a reirnos y tocarnos un poco más.
De hecho, vamos a reirnos más fuerte.
Ahora, por supuesto, viene la parte difícil.¿Qué hay con aquellos que no tienen
sentido del humor? Hey, incluso Jim Carrey nació sin hacer reír a las personas.
Todos tienen que aprender cómo hacerlo. Todos tenemos nuestros chistes, rutinas,
esas cosas chistosas que sólo nos hacen reír a nosotros. Lo que tenés que hacer es
descubrirlos.
Una vez más, volvemos a la idea de vos sintiéndote cómodo con vos mismo. Tu
confianza se eleva cuando dejás de intentar ser algo que no sos. No intentes ser
gracioso de forma que te haga parecer patético. Sé gracioso de una forma que sabés
que funciona para vos.
Y, está bien, sos uno de esos que no es gracioso en ninguna manera o forma. Nunca
lo fuiste, y creés que nunca vas a serlo. Bueno, superalo. Como dijo una vez el gran
Flaubert; “Cosa ridiculizada es cosa muerta; un hombre riente es más fuerte que un
hombre sufriente.”
Nadie te está pidiendo que te vuelvas Milton Berle o Chris Rock por la noche. Pero,
podés robarles los chistes. Empezá a memorizar las mejores cosas que puedas
encontrar. Y no tenés que mentir acerca de eso. No pasés por boludo pretendiendo
que vos estás inventando todo esto. A nadie le importa. Todos aman reírse. Decile
que escuchaste un chiste tretemendo, o que tenés uno genial que la situación en la
que están los dos te hizo acordar – lo que sea – no importa. Simplemente hacela reír.
Y – como con cualquier cosa en tu vida estás tratando de aprender a hacerlo bien –
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practicá. Decí estos chistes una y otra vez hasta que no tartamudees o te tropieces.
Asegurate de llegar al punto en donde los remates de los chistes salgan fluido.
Después de todo, querés que se rían de tus chistes, no de vos. Pero, una vez que se te
vaya abajo la rutina, vas a estar encaminado a que se te vayan abajo las minas.
Y, una vez que las tengas riéndose, y creyendo que sos alguien que piensa como
ellas, estás en camino a tenerlas resbalándose bajo tu control. Nada te da tanto poder
en una relación como la habilidad de hacer reír al otro. No importa que puedan
querer rebelarse en contra, siempre es difícil darle problemas a un payaso. Y nadie
quiere arriesgarse a alejar a aquel que les hace reír (por ejemplo; aquel que los hace
feliz).
Dicen que las risas son la mejor medicina. Bueno, puede ser, pero una buena
mamada también cura todo tipo de enfermedades. ¡Oh, seee!
ENCANTO:
TENÉS QUE TENERLO
Bien. Tratamos algunas cosas grosas, sumándole municiones a tu arsenal seductivo
que probablemente jamás pensaste en llegar a dominar (al menos no tan fácil, ¿no?).
Ahora vamos a tratar uno que, lamentablemente, no hay accesos directos para
obtenerlo.
El Encanto.
Ahora ya te puedo escuchar gruñendo y rechinando los dientes. ¿Qué? ¿Acaso el

gran Brodsky no puede sonar los dedos y darme encanto? ¿Qué clase de estafa es
esta? Calmate. Estoy acá para enseñarte todo sobre las artes sutiles y la dominación.
Algunas cosas son fáciles. Algunas son simples. Hasta es más, para algunas hay
trucos. Pero para otras, lamentablemente no hay. Tampoco puedo hacer sonar los
dedos y hacerte más larga la pija. Lidiá con eso, Osvaldo.
Es seguro que esa gente que sabe cómo explotar su encanto natural ya está hecha. Es
más, “gente encantadora” como Logan Pearsall Smith nos dijo, “viví a la altura del
borde de su encanto, y comportate tan escandalosamente como el mundo te deje.”
Pero, fijense las palabras de la primer oración.
El segmento más importante de ella es… esa gente que sabe cómo explotar su
encanto natural ya está hecha. ¿Eso significa que ellos lo tienen y vos no? Muchos
de ustedes probablemente se estuvieron preguntando esto – que quiere decir que
todos esos flacos que tengan todo el encanto, no te dejaron nada.
Awwwww, vamos a tener una fiesta que da lástima, uno, dos, tres… pobre nene.
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Que se siente mal.
Todos tienen encanto, boludazos. El encanto es algo natural para todos nosotros.
Algunos lo cultivaron más y saben como explotarlo. Eso es todo. Entonces, ¿cómo
pueden empezar a ser más encantadores de ahora en más? Mierda, se los estuve
diciendo en todo el libro, pero no me jode decirlo de nuevo.
Sé vos mismo. Sé un hombre y estar jodidamente orgulloso de serlo. Bajo ninguna

circunstancia te disculpes por tener pija. No vayas por ahí con el cierre abierto, la
poronga colgando y que todo el mundo te esté mirando. Eso no es encantador. Pero
tampoco estés avergonzado por tener una. Estate orgulloso de quién sos y de lo que
hacés. Sin importar qué o quién sos, incluso si sos “sólo” un lavaplatos o recolector
de basura o un dealer de black jack, un vendedor de autos usados, un caddy o un
limpia veredas, estate orgulloso de quién sos y de lo que hacés.
Ahora, si no estás orgulloso de quién sos y de lo que hacés. Quizás estás haciendo
algo mal. Vestite mejor en el laburo. No te decaigas. Es difícil estar orgulloso de vos
mismo si no te presentas al mundo en una moda en la que no podés estar orgulloso,
¿sabés?
Las mujeres pueden sentir lo que pasa en el interior de un hombre. Si no estás

orgulloso de vos, no vas a ser capaz de convencerla de que ella debería estar
orgullosa de vos, estar orgullos de ser vista con vos, de dejar que sus amigas sepan
que ella piensa que tu pija es sabrosa y que va a ponerle la cruz a cualquiera que
diga lo contrario.
Un hombre que está honestamente orgulloso de sí mismo y la manera en que lidia

con el mundo no puede ayudar sino atraer la atención femenina. Muchos flacos son
derribados por este infernal mundo moderno que creamos para nosotros que es
patético. Es por esto que un chabón simple, honestamente orgulloso en sí mismo, es
una caña de pescar reluciente para una mina en la sociedad de hoy día. Las mujeres
quieren un hombre del cual puedan estar orgullosas (Hey, pensalo de esta manera -
¿te gustaría ir a un boliche, uno donde estén esperando todos tus amigos, con una
mina con la cual te da vergüenza que te vean? Por supuesto que no. Bueno, lo
mismo va para ella).
Las mujeres quieren a alguien en quien ellas creen que pueden confiar. A los
hombres en los que se puede confiar se les da lo que quieren. Y en caso que no lo
sepas, obtener todo lo que querés es encanto. Albert Camus lo dijo mejor cuando
escribió, “sabés qué es el encanto: Una forma de obtener la respuesta SI sin siquiera
haber hecho una pregunta.”
El encanto no son modales exagerados, o actuar como algún amante Latino de 1940.
Ser encantador significa simplemente comportarse de una manera que te haga
obtener aquello que querés. Deja de pensar en el encanto como algo falso que sólo lo
usan los caretas. Todos lo usamos.
La mitad de los consejos en este libro son sobre como ser encantador.
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¿Te acordás de tu tía de ochenta y seis años Edwenia?
Bien, ¿querés esa enorme porción de la esquina con las flores de mazapán, no?
Obviamente.
Bueno entonces, una vez más, volvemos al mismo punto.
Tenés que ser vos mismo. Tenés que estar seguro. Un hombre seguro cree en sí
mismo. Un hombre que cree en sí mismo no tiene nada que esconder. Así que lavás
platos para vivir. ¿Y cuál hay?
Si tenés vergüenza de eso, también la van a tener todos a tu alrededor. Si no tenés

vergüenza, forzás a otros hasta tu punto de vista.
Pero si estás orgulloso de quién sos y de lo que hacés, vas a estar seguro de vos
mísmo.
Un hombre seguro puede hacer cumplidos sin parecer falso. Eso que dice seguro
debe ser en serio. Escuchá la forma en la que habla. Simplemente sabés que lo dice
en serio. Un hombre seguro puede dar órdenes y que le hagan caso. Un hombre
seguro puede hacer que las minas hagan cosas por él.
¿Y por qué? Porque, y esta es una de las últimas veces que voy a intentar taladrar
esto en sus cabezas, porque muy poca gente tiene confianza real en este mundo que,
cuando se da que alguien la tiene, hace que se giren cabezas. Especialmente las de
las minas (bueno, para ser sincero las minas giran sus cabezas más fácilmente
porque son más livianas que las nuestras, entendés lo que quiero decir).
Todas las minas se mueren por ser encantadas por su hombre perfecto.
Por eso hablan de esperar a su Príncipe Encantador. Pensá un toque en la historia

que ese flaco nos mostró.
¿Qué tanto tenía de “encantador”? Todo lo que hace es montar a caballo, besar una
flaca que flashea que está muerta, y cuando la mina se despierta se la lleva a caballo.
¿Qué es la gran cosa? ¿Qué hizo realmente?
Yo te digo que hizo.
No pasó de largo y se fue montando a caballo. No se encogió de hombros. Estaba

tan dado vuelta por la mina, que tenía que tenerla para él, por más que esté muerta.
Pensá un segundo en esta escena. La quería tanto a la flaca que abrió su ataúd y la
besó. Cualquier flaco que está dispuesto a llegar tan lejos por algo que quiere, es
seguramente alguien seguro de sí mismo. Y la vieja Bella Durmiente, creo que sabía
algo bueno cuando lo probó, porque, ¿acaso no hizo una conexión cercana con el
flaco en tan sólo un segundo?
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TODO LO QUE DIGAS PUEDE SER Y
VA A SER USADO EN TU CONTRA
Vamos a repasar la vieja cita nuevamente: “Todo es justo en amor y guerra.” Cierto.
Nunca hubiese pensado en discutirlo.
Todo es justo, no importa cual de las partes tenga las municiones o a quién deciden
agujerear con las mismas. Estas simplemente son las realidades de la guerra –
cualquier guerra, incluyendo la guerra de los sexos – triste tanto como pueda serlo.
Uso la palabra “triste” porque, así como me gustaría decirte lo contrario, existe un
campo de batalla donde las minas van a ganar en cada momento que les dejen
ponerse los guantes y que se te acerquen dentro del ring. Y ese campo de batalla,
querido amigo, es el debate. O como lo llaman las minas: la discusión.
Todo lo que la flaca quiere es una simple charla, ¿no? Una charla amistosa.
Tratá de huir de la charla. Hacela corta. Invitala a cenar antes que eso, llevala a
bailar, acumulá el poder masivo de tu cerebro que falta destapar y usalo hasta que te
agarre una hernia en el apéndice. Creeme que viajar al hospital en la parte de atrás
de una ambulancia, con tus tripas ardiendo y todo tu mundo dolorido, es una
experiencia ciento veinte veces mejor que tener que soportar las exquisitas torturas
de los patrones de pensamiento de una mina, o a lo que se refieren cómicamente
como lógica.
Dejame darte un ejemplo.
Le prometés a tu pretendiente sacrificial virgen un paseo por la playa. Tenés los

manteles y una enorme sombrilla en el auto, la helatodo está llena de birras, la
lonchera está repleta de sándwiches, huevos rellenos y papas fritas. Todo está
perfecto. Tenés puesta tu malla abajo del jean y te vas a buscar las llaves del auto
cuando de repente el televisor anuncia que hay un huracán acercándose desde el sur
que se estima que va a pegar alrededor de unos diez minutos después de que lleguen
a la playa. ¿Vos qué hacés?
Por supuesto que, sabiamente (siendo un hombre), decidís que probablemente no sea
el mejor día para ir a la playa y cancelás el paseo. Le explicás a tu dulzura que con
un huracán acercándose vos pensaste que mejor deberían hacer el picnic adentro,
porque la querés demasiado como para que se ahogue, y ella te dice que qué tan
sabio e inteligente sos y todo es maravilloso.
Hasta que, por supuesto, se le atraviese algo y le agarre un ataque en contra tuyo. En
contra tuyo o de lo que sea.
Entonces, todo lo que escuches va a ser acerca de lo idiota que sos. ¿Y qué prueba
va a tener? Cada estupidez que pueda imaginarse, sin importar que tan irrelevante
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sea a la situación, especialmente el día que le prometiste que la ibas a llevar a la
playa – ¡y no lo hiciste!
No, de repente no importa el hecho de que no la hayas llevado a la playa porque le

estabas salvando su re putísima vida. ¿Y qué?
Se lo pintaste de una manera totalmente romántica que la ilusionó en el momento.

¡Perfecto! Ahora no cuenta. ¿Por qué no?
Porque rompiste tu promesa pedazo de chamuyero hijo de puta, y ahora te odio.

Todo lo malo en el reputísimo mundo es tu culpa.
Dejá que la menor estupidez haga enojar a una mina – cualquier cosa – su trabajo,
sus amigas, el gato de mierda que tiene, si ella arruina una comida, se rompe una
uña, pierde una de sus joyas, traspapela su agenda – lo que sea – bueno, esto es
exactamente lo que va a pasar.
La mina inmediatamente va a tener que buscar a alguien para culpar por su mala
suerte (¿y adiviná quién casi siempre va a ser su primera opción? Si, exacto – vos).
No importa cual sea la realidad del problema, las mujeres son totalmente incapaces
de aceptar responsabilidad frente a sus decisiones. No importa qué tan obviamente
esté equivocada, y no importa qué tan poco (incluso nada) tengas que ver con el
problema, esto que la tiene tan histérica va a seguir siendo tu culpa. ¿Por? ¿Ah no
sabías?, porque como hombre, sos su jodido tacho de basura emocional. Eso es para
lo que fue entrenada a creer desde su nacimiento, y si no le aclarás o le decís algo
diferente, ¿por qué no debería creerte?
Toda su vida, vieron a sus madres hacérselo a sus padres. Sus hermanas mayores y
amigas todas lo hacen. Cada miserable puta de las comedias y películas se lo hacen a
los hombres en sus vidas. Hollywood es uno de nuestros grandes enemigos en la
interminable guerra de los sexos. Desde que saben que las mujeres controlan
aproximadamente el 80% de lo que es visto en la televisión y de las entradas que se
compran en el cine, la Costa Izquierda está siempre lista para sermonear desde sus
apestosas biblias femeninas que todos los hombres son mugre y que todo siempre, es
su culpa. Las mujeres, siendo naturalmente ilógicas para empezar, creen esta mierda
por completo.
Entonces, ¿qué hacemos? Lo que haría el General Custer. Cuando te enfrentes con
una mentalidad salvaje, no asumas que la lógica te va a vencer al final. No lo hagas.
Ni si quiera lo intentes.
Como siempre, primero deciles la verdad. Dale una de estas frases fáciles de
recordar:
“No se puede hablar con vos cuando te ponés así.”
“No hay razonamiento en lo que estás diciendo.”
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“Con lo inteligente que sos, te empezás a comportar como una idiota por un
problemita.”
“¿Te das una idea de lo estúpida que parecés en este momento? Y pensar que me fijé
en vos porque pensé que eras más viva.”
Y después, continuás todo agarrando tu abrigo y tus cigarros y mandándote directo

hacia la puerta, lanzando algo como:
“Voy a volver cuando decidas usar la cabeza de nuevo.”
“Cuando te calmes, llamame.”
“Me voy de acá.”
“¡Adiós!”
Por ahí pensás que no hay nada inteligente en hacer esto, que de alguna manera no
es de hombre irse en medio de una pelea, o que estás posponiendo lo inevitable, pero
este no es el caso.
Las minas son como los nenes en este asunto. Después de que se calme, sí, le vas a
tener que dar una explicación de por qué te fuiste, pero lo que lográs yéndote es
realmente darle algo con que enojarse.
Si, te escucho. ¿Cómo puede esto ser inteligente? Dejame educarte.
Antes de que tu bombón empezara a gritar y a putear porque necesita alguien a quien
culpar por lo que sea que la tiene enojada e histérica. Vos te negás a aceptar esa
culpa (y hay una tremendamente importante razón para negarse, la cual vamos a ver
más adelante) te vas a la mierda y la dejás que se preocupe sola con sus pelotudeces.
Creas o no, en el fondo de su subconsciente, ella sabe que está equivocada.
Pero por el hecho de ser mujer, y ser incapaz de admitirlo, te atacó a vos. ¡Ahí está
haciendo un intento de dominarte! Si te hubieses quedado a intentar discutir, la mina
se iba a poner más y más loca porque le hubieses dado un objetivo contra el cual
tirar sus estupideces.
Yéndote, le sacás ese objetivo. Ahora tiene que encontrar a alguien que no seas vos
para atacar, o se tiene que enfrentar al espejo y darse cuenta realmente dónde está el
problema. De cualquiera de estas maneras, la discusión estúpida, esa que puede que
nunca más se resuelva, desaparece lejos de vos.
Después, cuando estén juntos de nuevo, al teléfono, en persona o como sea, para lo
único que tenés que inventar algo es para por qué te fuiste. Ya que esto es algo que
vos realmente hiciste, es más fácil para ella perdonarte. Que te quede claro, que no
te puede perdonar por lo que originalmente la enojó porque internamente ella sabe
que vos no hiciste nada. Así que, su mente consciente sigue atacándote para
enmascarar su propio miedo de ser una boluda.
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Con irte a la mierda y dándole tiempo para enfriarse, mantenés tu indiferencia de
macho, tu dominio de la situación. De esta manera te mantenés por encima de su
enorme estupidez.
Lo más importante de esto es que si empezás a discutir con una mina sobre sus
quejas fantasiosas, tratando de racionalizar con ella, caés en la trampa que creó para
los dos. Las minas están en constante búsqueda del hombre que las va a agarrar de la
mano y las calle. Cuando empieces a discutir con una mina sobre algo que en primer
lugar no tiene sentido, para la mina, empezás a sonar como otra mina.
¿Captás? De ninguna manera podés discutir con una mina porque hacerlo es perder
todo tu poder masculino sobre ella. A las minas no les gustan otras minas. Dejando
de lado a las lesbianas (que la mayoría de en realidad están esperando la pija
indicada de todas formas), las minas no quieren otra mina más en sus camas.
Empezá a actuar como una, y no te van a querer tampoco.
Pero, actuá como un hombre, sé un hombre, y te lo van a reconocer al toque y de

repente vas a empezar a disfrutar de la recompensa de un hombre.
PRIMER CONTACTO: ALCANZANDO

A ESAS ESPECIES ALIENÍGENAS
Bueno, anteriormente hablamos de irte de putas si te tenés que acostumbrar a la idea
de tocar a una mina.
Bien, continuemos con eso. Digamos que ya hiciste de todo. Tuviste unos bailes en
el regazo, viste strippers bailando en el caño, jugaste ajedrez en el estómago de una
puta, comiste tarta de arándanos en su bronceado y firme orto, etcétera, y nunca
dejaste que ninguna de ellas sacara algo de vos que no se lo merezca. Ahora, como
la vieja Tía Edwenia diría, estás listo para una chica “buena.”
Por si no sabías, Chumley, una vez que vos y tu puta hayan tenido relaciones, no
significa que hackeás cualquier cosa en cuanto al contacto con mujeres que no tienen
suspendida su mano esperando por tu Master Card al final. En otras palabras, ahora
podés sentirte confortable con la idea de minas, pero no podés estar haciendo el
mismo acercamiento. No mientras todavía habiliten a acceder a las minas a
abogados a los cuales vos no podés acceder, de ninguna manera.
No, una vez más, tenés que aprender un nuevo set de trucos.
Por suerte, tenés al tío Gary acá para ayudarte. ¡Hey!, ¿para qué son los amigos?
Creas o no, un beso en la mano puede funcionar de maravillas.
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Lo que tenés que hacer es hacer parecer ese trozo de estupidez del siglo XVII
parecer tan cursi como sea posible. Actualo. Sos el gran amante, el barón Francés, y
ella es la mina más linda que jamás hayas visto. Su resplandor te cega la vista.
Nunca habías conocido una criatura tan magnífica, y si pudieses sólo acercarte sin
ser rechazado, podrías morir felizmente. Le besás la mano con un gesto elegante, y
después te reís con ella de lo payaso que sos.
Obviamente no te vas a tomar esto en serio. Estás jugando, jodiendo, tomándole el

pelo a la flaca, etc. Pero, si después de las risas ella te pregunta cómo te sentís
realmente, de repente sos reservado y tímido. En otras palabras, lo que le estás
diciendo es que, si, seguro, estabas siendo ridículo para entretenerla. Pero en cuanto
a lo que dijiste, era posta.
Un cumplido hecho y contacto físico. Te instalás como un caballero y un galán.

Demostraste que realmente sentís algo por ella, y que podés hacerla reir. También le
dejaste en claro que cuando tocás a una mina, lo hacés no sólo sin babear, sino que
con clase.
Entonces, ¿qué tenemos en el acta? Tenemos que la tocaste, incluso la besaste y

todavía permanecés indiferente. No importa lo que la mujer superficial ve, la mujer
subconsciente se empieza a derretir ante todas las señales increíbles que le acabas de
enviar.
Y, este no es el único truco como este. No para llegar lejos. Déjenme tirarles un par
más (sin toda la explicación – Estoy seguro de que pueden empezar a darse cuenta
de lo que hacen funcionar a estas rutinas después de todas las lecturas que les fueron
dadas – ¿no, chicos?).
Intenten besar la yema de uno de sus dedos y después tocar su nariz con ese dedo.
No un gran, asqueroso, baboso beso. Apenas un piquito. Les encanta. Es cariñoso.
Es juguetón. Es moderado. Las hace encariñar todas.
Cuando los dos estén listos para pararse y finalmente irse del lugar dónde estén
agarrale la mano como indicarle la dirección.
Te estás haciendo cargo, mediante una orden no verbal, y estás haciendo contacto
físico todo al mismo tiempo. No te cuelgues de su mano como si estuvieran yendo a
dar un paseo por la playa o algo por el estilo, es suficiente con apuntarle la
dirección.
Después de todo, para eso está el macho dominante, ¿no?
La tenés que dejar sola un minuto para ir a pagar la cuenta, ir al baño – lo que sea –
cuando vuelvas, agarrale los hombros y dale un movimiento tipo masaje pero de los
más suaves. No hagas contacto por mucho tiempo, y te abrigas preguntando algo
como, “¿seguimos contentos?” o “¿me extrañaste?” cualquier cosa que sea
apropiada para el momento.
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Otra vez, hiciste contacto, le diste la posibilidad de dar una opinión que podés
controlar fácilmente, y le hiciste una promesa subconsciente de que estás atento a
sus necesidades (estando dispuesto a darle un masajito si lo necesita, sin siquiera
decir en voz alta que jamás serías tan servicial. In otras palabras, todo está en su
cabeza). Nuevamente, es todo subconsciente, pero funciona.
Acordate de mantener contactos breves. No la andás manoseando, nada más andás

siendo amistoso. Un simple contacto humano. Se va a acostumbrar bastante rápido,
y como a los gatos que las mujeres aman, va a querer y va a empezar a animarse
activamente a más caricias mientras vaya viendo que sos demasiado caballero
(bueno, paren de reirse) como para manosearla.
¡Fiu! (suspiro) – las cosas que tenemos que hacer.
AGARRADOS DE LA MANO: SÓLO

UNA NOTA
Hey, bueno; digamos que finalmente están en ese paseo por la playa, o caminata por
donde sea. Acá es cuando hombres y mujeres se agarran de la mano, cuando están
caminando juntos uno al lado del otro. Puede parecer algo simple, pero no lo es.
Acá está el por qué.
La mano humana está llena de terminaciones de nervios y sensores más que en

cualquier otra parte del cuerpo. Si – tu sentido del tacto se extiende a través de
cualquier parte del cuerpo pero es más fuerte en tus manos. Así, cuando agarres la
mano de una mina y la sostengas por más de unos segundos, los dos van a tener una
inundación de sensaciones del otro.
Ojo, no quiero sonar como si me fuera a la “Dimensión Desconocida” con vos o

algo por el estilo, pero este es el tipo de cosas que los adivinos usan para mantenerse
en el negocio. Cuando hagas contacto con esta mina, muy profundo en tu mente, tu
subconsciente va a estar recibiendo toneladas de información sobre como se siente,
qué tan caliente es, si quiere que te vuelvas más intenso, lo que esté pensando –
todo.
Y obviamente, ella va a estar recibiendo el mismo tipo de lecturas de vos.

Ahora, esto no es como en las películas de ciencia ficción. Tu pequeña computadora
interna no te va a estar leyendo estadísticas exactas con la voz de la computadora del
Enterprise o algo por el estilo. Pero, vas a estar recibiendo señales, y como ya dije,
ella también. Lo que rompe las pelotas es que tenés que considerar el estar agarrados
de la mano como si fuera algo importante porque, ¿adiviná qué?
Lo es.
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Si lo hacés caminando, sentado al lado de ella en un sofá mirando televisión, cuando
estén en una mesa, o lo que sea, esto es algo groso para las minas, y vas a tener que
estar preparado para sus reacciones.
Si se sienten acogidas con la idea, sólido Jackson. Lo lograste. Pero si se estremece

y rompe el contacto, seguí con lo tuyo, ni te inmutes.
No discutas sobre el tema o te ofendas.
Las mujeres ponen una tremenda cantidad de fe en su impresión, su intuición y

semejantes (tienen que hacerlo, ¿o no? O sea, qué hay con eso de no ser capaz de
pensar lógicamente que tienen en ellas). Y si te empujan o te dan alguna señal
cualquiera sea que te comunique que no se sienten cómodas, simplemente rompé
con el contacto físico como si esos pocos segundos de contacto que tuviste era todo
lo que tenías en mente.
Si te preguntan por qué lo hiciste, alimentalas con alguna boludez como: “No pasa
que me gustás y todo, pero no quería volverme tan intenso,” “No quería hacerte
sentir incómoda,” cualquier cosa.
Nunca discutas si te rechazan este contacto físico. No te enojes. Si lo hacés,

nuevamente estás actuando como una mina y dejando que tus sentimientos le ganen
a tu lógica. Las minas no le quieren chupar la pija a otra mina, así que hacé como si
tuvieras una y aceptá sus sentimientos esta vez.
Que les agarres de la mano es algo groso para las minas, en esta creeme, así que jugá
a su manera.
Después de todo, las hace sentir cómodas al lado tuyo, y vas a estar metiendo las
garras en algo más que sus manos en muy poco tiempo, vos pervertido, ¿acaso no es
lo que querés?
Bueno, entonces.
PRIMERO LAS MANOS, DESPUÉS

LOS PIES
Bueno, eso no fue tan difícil. Acá hay otra que es una boludez.
Las mujeres aman los masajes en los pies. Hay algunas razones por las cuales pasa
esto. La primera, es que muchas minas todavía usan el tipo de zapatos que les hacen
verga los pies. Los tacos altos fueron diseñados para cualquier cosa excepto
comodidad. Acepté esto desde la primera vez que lo escuché (o sea, mirá esos
malditos cosos). Pero si realmente necesitás convencerte, probate un par. Caminá
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por un rato. Y después pensá en la mina que vos querés caminando por ahí durante
horas, y date una idea.
La segunda, muchos trabajos para minas las tienen paradas todo el día. Hey, si, y
muchos de nuestros trabajos nos mantienen metidos de lleno, pero a nadie le interesa
nuestros sentimientos, y aparte nosotros usamos calzado cómodo cuando los
hacemos.
De cualquier forma, si están los dos juntos en el sofá y la posición es adecuada de

manera que podés sacar el tema sin pasar por una rutina de comedia de Los Tres
Chiflados cayéndote y golpeándote la cabeza, esto es lo que hacés. Te estiras hasta
su pie y le sacás el zapato y le decís que le estás por dar el mejor masaje de la
historia.
La mayoría de las minas no te van a cuestionar algo así en ningún momento. Pero, si
te topás con una que quiere saber, simplemente decile que es justo. Después de todo,
si ella está dispuesta a ponerse tacos altos por vos, es lo mínimo que podrías hacer.
Aparte, le decís con toda la sinceridad que puedas fabricar, que sabés que trabaja
duro y se merece unos mimos, o algo parecido.
Ahora, bajo ninguna circunstancia cualquiera sea tenés que empezar a hacerle
cosquillas en el pie. Si, ya sé que es divertido, pero las minas realmente odian eso.
Después, cuando ya estés en una relación podés arriesgarte a cosas como esa, y una
vez que tengas completo control sobre ella, a quién le importa lo que piense, pero
hacerle cosquillas en los pies no es algo que deberías intentar hacer al principio.
Ahora estás tratando de caerle cariñoso, entendible, tierno y todo tipo mierda de la
medicina de la mujer feliz del Dr. Quinn.
De todas formas, querés agarrar su pie con un fuerte y firme apretón. No un apretón
asesino como si no tuviera otra opción. No, un apretón firme que deje claro que
estás a cargo, sabés lo que estás haciendo, está en manos fuertes y seguras, etc.
Entonces, empezás a hacerle masajes, averiguando lo que le gusta, si necesita más
en los dedos o en el talón, como siente el arco del pie, etc.
Trabajás este pie todo el tiempo que lo necesite y le das todo lo que ella quiera. ¿Por
qué? Te digo.
Primero y principal, estás haciendo contacto físico. Largo y duro. Tocando,

apretando, estirando, frotando y acariciando. La estás acostumbrando a que la
toques.
Esto siempre es bueno.
También la estás acostumbrando a la idea de que vos iniciás contacto entre los dos.
Esto no duele tampoco.
Acordate, esto del masaje fue tu idea, no suya.
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Ahora, ¿qué pasa si tiene un calzado que no se sacan fácilmente? O ¿si tiene puestas
medias?
¿Qué hacés?
Simple. Le preguntás si le gustaría el mejor masaje de pies de la historia. Si dice

“no,” listo. Pero, si como el 99% de las minas dice “si,” entonces se tiene que
desvestir.
Lo que significa, hermano, que la tenés feliz con la idea de que te haga un striptease.
Che, sé que esto no se parece en nada a nosotros. Sacarle los zapatos. Buenísimo.
¿Y? Creeme que estás pensando como un flaco, de nuevo. Y, mientras que no hay
nada malo en pensar como un flaco, también tenés que conocer al enemigo. O sea,
¿por qué un científico forense o un criminólogo del FBI, se pasa días poniéndose en
la perspectiva de un asesino o de un violador? Están tratando de averiguar cómo
piensan. Admito, que nunca van a entender la lógica femenina porque es una
contradicción con todas las letras, pero aún así, si querés avanzar con una mina, al
menos vas a tener que intentar entenderlas.
Para las minas, cada prenda que se sacan es algo groso.
Intenten hacerlas jugar strip poker algún día y van a ver de lo que hablo. Las minas
saben cuales son sus escudos, y qué tanto nosotros queremos atravesarlos.
También, como toda vestimenta, el calzado es una protección. La mayoría de nuestra

vestimenta es decorativamente protectora, pero el calzado es una necesidad no
importa donde sea que estés. Caminando en charcos, pisando mierda de perro,
vidrios rotos, chicle pegado en la vereda, nieve, hielo, espinas, lo que sea, el calzado
es el último rastro de armadura que todavía tenemos. Nuestro escudo contra toda la
mugre y los escombros que la vida nos tira desde abajo donde no solemos mirar.
Lo que hacés con esto, es hacerlas que quieran tirar sus escudos. Y una vez que
hayas pasado a través de todos sus escudos, es cuando realmente empieza la
diversión. ¿No?
Sabés que si.
Y AHORA: EL PRIMER BESO

Paso a paso vamos arrastrando nuestro camino hacia lo bueno. Sé que tomó bastante
tiempo, pero pensá un poco… pensá en todas las películas, cenas y bisutería
desperdiciadas, y vaya a saber dios qué más tiraste a la mierda por minas sin siquiera
llegar tan lejos como te va a llevar lo que acabás de aprender. Ahora, movámonos al
round principal del gran juego.
El primer beso.
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Realmente espero no tener que decir esto, pero por si las dudas de que haya alguien
que no haya aprendido nada de esto todavía, dejame decir que la primera vez que
besás a una mina no es el momento de estar tirando tu lengua hasta su garganta.
Eso sería algo malo. ¿Por qué exactamente preguntás? Te digo.
Hacer eso en el primer beso sería demostrar desesperación, o al menos una falta de
auto control, ninguna de las dos son cosas que cualquier mujer quiera en un hombre.
Si estás haciendo como una chupada de orto con la lengua en la primera que le
llegás a los labios, le decís a la mina que sos un flaco que tenés que conseguir todo
lo que pueda de una la primera vez porque generalmente te sacan del juego bastante
rápido.
Repito, si querés convertirte en un verdadero artista de tranzas, vas a tener que

empezar a pensar con un poco más de delicadeza que los personajes mogólicos de
una película de Sturday Night Live. La sutileza es nuestra contraseña dorada en esto,
¿ok? O sea, dale gente – no están sentados por ahí jodiendo, ¿o si? Ustedes saben
que las minas saben lo que nosotros queremos, ¿o no?
Cada mujer en el planeta sabe lo que los hombres quieren.
Fueron advertidas. Saben la respuesta desde la primaria. Miran televisión, ven

películas, leen libros, hablan con otra gente, y por si nada, se dieron cuenta del bien
conocido hecho de que el 86.5% de los sitios encontrados en Internet son nada más
ni menos que pornográficos. Acordate, las mujeres solamente son irracionales – no
estúpidas.
Saben exactamente lo que querés, y saben que vas a hacer cualquier cosa para
tenerlo. De hecho, la mitad de ellas están esperando a que pruebes el pedazo de
mierda repugnante que sos de manera que puedan gritar “¡JAAAAAAAAA
JAAAAAA!” mientras te apuntan con el dedo en un triunfo trágico y te tiran lejos
de sus vidas.
Y también lo harán. Acordate, que las minas tienen miedo con todo en los hombres.
Así como tener un bebé asusta a la mayoría de los hombres porque es una señal de
que es momento de madurar, meter a los hombres en sus vidas asusta a las mujeres
porque esa es sus señal de que es momento de madurar. Para nosotros, podemos
coger sin preocupaciones porque nosotros no tenemos los pibes. No tenemos que
empezar a actuar como un adulto hasta que el pibe llegue. Las mujeres, tienen que
empezar a pensar sobre ciertas cosas ni bien se apaguen las luces, porque ese es el
primer paso en el camino hacia las mañanas de náuseas y pañales.
Es por esto que hago hincapié en que tenés que ser sutil. Un hombre sin confianza
agarra todo lo que tenga a la vista lo más rápido que pueda. ¿Por qué? Porque no
tiene confianza.
Pensando en que es un perdedor que nunca va a llegar lejos en lo que sea que haga
seguro nunca llega lejos apurándose como un idiota. Pero el hombre seguro está
dispuesto a esperar. Puede contener el semen contra su voluntad. No tiene que
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activar una ratonera en su verga para impedir el avance lento del semen fuera de sus
calzoncillos bajo su propio poder y manchar a chorros todo el lugar por adelantado.
Esto es lo que las mujeres buscan de un hombre. El tipo suave que se toma su
tiempo, que espera a que ellas estén listas (realmente, el que se sienta y espera hasta
que las pueda hacer rogar).
Cuando llega el momento del primer beso, tratala cortésmente.
Agarrá su mano, traela a tus labios, y besale la mano en vez de los labios. Agarrá sus
dedos y besales las puntas uno por uno.
Después dejá la mano donde la encontraste y dale esa mirada que le dice que hay
más en el lugar donde todo eso vino… // " Ella se comporta correctamente.
Otra variación es besar a una mujer en sus ojos en lugar de los labios. Uno a la vez,
suavemente. Con cuidado. Este es otro causante de excitación instantáneo ¿Por qué?
Simple.
Una vez que estés en la zona donde sabes que se supone que tenés que besarla, es
obvio que el beso no la va a sorprender. Lo está esperando. Pero, cuando levantás la
cabeza, de repente su plan de juego se lo tiran al carajo.
¿Qué está haciendo?
Quiere saber, y quiere saberlo rápido. Su mente instantáneamente está en carrera.

Ella te dió la señal de que estaba lista para ser besada. ¿Qué estás haciendo? La
confusión es seguida del pánico.
Tus labios se acercan hacia sus ojos. A nadie le gusta ver algo acercándose hacia
sus ojos. Pero, ella no puede pararte, ella te dio la señal. Es atrapada en su propio
juego.
Considerando que pensó todo esto en una fracción de segundo, tiene dos opciones:
sacarte como una especie de idiota, o cerrar sus ojos.
Va a cerrar sus ojos. De repente, se rindió ante vos. Está en la oscuridad, con la
guardia baja, sin saber lo que va a pasar. Y luego, tus labios acarician suavemente
sus ojos, uno a la vez. A tal punto, la mina está re caliente.
Que bueno que trajiste tu cuartel de bomberos.
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¿PODRÍA ESTA SER DIFERENTE?
NO LO CREAS
Quiero contarte una historia. Cuando era chico, conocí a un flaco que, a falta de un
mejor nombre, vamos a llamarlo Ed Krauss. En la noche de graduación en la
secundaria, llevó en auto a un grupo de idiotas también recién graduados hasta el
colegio.
Manejando hacia la cancha de fútbol, decidió que iba a hacer pagar a la escuela por
todas las cosas terribles que esta le había hecho (que te puedo decir, el tipo era un
pelotudo) arruinando la cancha haciendo rosquillas con su auto.
Su mente flashó (todos estaban contentos y estaban de acuerdo con él sólo para ver
el espectáculo gratis), les dijo a todos que salgan y se amontonasen afuera del auto.
Ellos lo hicieron, luego se acercaron y se mantuvieron a un lado mientras él
manejaba hacia al centro de la cancha. Justo antes de que empezara, uno de los
pibes dijo, " ¡Che!, ¿no creen que deberíamos pararlo?
Y, como a nadie le agradaba realmente este idiota, todos - instintivamente, sin

ninguna planificación - gritaron a la vez:
¡¡NO LO HAGAS ED!! " De más está decir, que el idiota arruinó la cancha, dobló
para el lado de una colina, chocó el auto, fue demandado por los daños y perjuicios,
e incluso fue a prisión durante un tiempo por vandalismo.
¿Entonces, cuál es mi punto? Como siempre, yo, tu gurú, te voy a explicar.

Tarde o temprano en tu búsqueda de una vagina por saquear, te vas a encontrar con
esa mina que te va a bajar las defensas. No sé quién va a ser, ni a quién se va a
parecer, etcétera. No hay manera de que pueda advertirte quién es. Todo lo que
puedo hacer es darte los signos de advertencia para que tengas cuidado.
Es la única con la que te vas a encontrar diciendo cosas como las siguientes:
“Es diferente.”
“No es como el resto.”
“Puedo confiar en ella.”
Bastante temprano vas a encontrarte pensando que deberías tratarla de una manera
diferente, que todas las cosas que aprendiste acá no se aplican a ella. Lo que puedo
decirte cuando empieces a pensar así es:
¡NO TE LO CREAS!
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Es más peligrosa aún. En esta creeme, cuando esta mina venga, vas a querer tirar
por la ventana todo este entrenamiento que te costó un huevo. Cuando estés
pensando que deberías seguir adelante y hacerle el favor que te pidió que vos no
queres hacer, o que deberías contestarle justo en una situación donde sabés que no
deberías contestarle del todo, o que le debés una disculpa de alguna boludez que en
realidad empezó ella, o que le debés una por ninguna razón, etcétera, estás a punto
de perder, y perder un gran tiempo.
Tenés que entender esto ahora mismo o todo este recorrido va a ser al pedo.
Ella no es diferente.
La situación no es diferente.
Ninguna de ellas es diferente. De alguna manera. Son todas iguales, y no se puede

confiar en ninguna.
Si alguna vez te empezás a pensar que finalmente encontraste a la mina que jamás va
a ser una conchuda, esa voz que vas a escuchar al fondo es la voz de los boludos de
tus amigos esperando que te jodas. Dejame decirte esto. No hagás esas “rosquillas”.
En vez de eso, agarrá el auto, dale gas y corré a tus amigos.
O, en otras palabras...
“NO LO HAGAS, ED.”
ENTONCES, ¿EL JUEGO DE QUIÉN

VAS A JUGAR? ¿EL TUYO… O EL
DE ELLA?
Sólo una nota. En caso de que no te hayas dado cuenta, las mujeres tienen cambios
bruscos de humor. La mayoría de los hombres están asustados por estos momentos
salvajes y maníaco depresivos en las minas a su alrededor e instantáneamente
empiezan a jugar cualquiera que sea el juego que la mujer está pidiendo sólo para
sobrevivir a la pesadilla.
No te dejes llevar por esta mierda. Es dejar que los pacientes manejen el asilo, y
hasta ahora la mayoría de ustedes se habrían dado cuenta que darle las llaves del
asilo Arkham al Wasón jamás va a ser una buena idea.
Hay una simple razón por la cual las mujeres tienen estos cambios bruscos de humor
(fuera de las que son realmente psicópatas). Las mujeres están llenas de hormonas
extra de las que no tenemos que preocuparnos. Son las incubadoras del nacimiento.
Ahora bien, todos los cuerpos humanos son fábricas químicas en miniatura, pero sus
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cuerpos trabajan con megadosis de mierda que probablemente nos volvería poco
cuerdos(basta con mirar lo que les hace a ellas). Cuando la mierda comienza a
revolverse por sus cuerpos (y esto lo hace de manera regular, basta con fijarse lo que
les sucede en sus ciclos menstruales), hay poco control dentro de la mayor parte de
las mujeres.
De todos modos que haya una razón de su comportamiento enloquecido, no

significa que haya que justificarlo. Y, allí seguramente no hay ninguna justificación
racional para que ellas actúen como gatitas juguetonas en un minuto y como
estúpidas el siguiente, sin tener necesidad de considerar su comportamiento,
disculparse o aún reconocer que algo anda mal en ella, no en vos.
Y caballeros, hay incluso menos defensa para aquellos de nuestra cobarde especie
que lidian con la pelotudez de las minas en esta materia. Otra vez digo, vos perdonas
las ofensas de una mujer, y te hacés una mujer para hacerlo. O te volvés un hijo de
puta con las minas. De una u otra forma serás resentido y serás rechazado
rápidamente.
Lo que tenés que hacer es la misma cosa que aconsejamos antes, cuando las
mujeres se vuelven irracionales por otros motivos. Agarra tu sombrero y tus
cigarrillos y andá a la puerta. No hagas esto de prisa y corriendo. No seas cobarde.
Incluso si una mujer te manda a la mierda , con calma te diriges a la puerta. Parate
un tiempo suficiente para sacudir tu abrigo sobre tu hombro, encender un cigarrillo
allí en la entrada, y luego decirle en un tono calmo;
" Me llamás cuando te baje el nivel hormonal "
" Me escribís cuando te des cuenta que te zarpaste "
" Lamentable, me equivoqué. Pensé que estabas sana. Si alguna vez hacés terapia,
buscame"
Si ellas se lanzan a tus pies y te piden perdón, vos probablemente dejes tu juego y te
devuelvas a recoger lo que conseguiste. Pero tienes que hacerlo sólo si ellas
realmente suenan sinceras.
No caigas en ninguna de sus trampas, y no empieces a jugar su juego.
Nunca.
Si más tarde ellas dicen que las abandonaste en su momento de mayor necesidad,
deciles que lo que vos hiciste fue darles su espacio para estar juntos después.
Recordales que:
"Estabas actuando como una lunática. Pensé que no querías seguir pasando
vergüenza más de lo que ya lo habías hecho, entonces te di tiempo para volver a
estar juntos. Lamento ser considerado."
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Sí, hay un millón de otras variaciones más arriba que podrían decirte, pero no voy a
ponerme a catalogar todas. Hay tantas respuestas que podes dar , como variaciones
de las mismas . Solo tienes que seguir el modelo que a continuación voy a explicar y
vas a estar listo para cualquier cosa que ellas traten de hacer.
La respuesta es simple y es que estas hormonas fuerzan a mujeres a interpretar como

niños algunas veces. Ya que vos en realidad no podes tratarlas como niños, tenes
que dejarlas que se calmen y hacer algo juntos. Si ellas pueden, buenisimo. ¿Si no,
entonces quién mierda quiere estar con alguien con quién no se puede llevar?
¿Entendés lo que quiere decir esto? ¿Quién tiene que estar pegado a una trola con la
que nunca vas a poder contar o que nunca va a poder actuar semirracionalmente?
Hay demasiado pescado en el mar para ese tipo de conflictos, viejo amigo. Sacás
una que es puro hueso, dientes y problemas, devolvé a la conchuda al mar, poné más
carnada al anzuelo y tomate una birra mientras esperas a ver que es lo siguiente que
viene a picar.
ENTONCES, ¿A DÓNDE VAN A IR?

CONSEGUIR QUE ESTÉ SOLA
Cómo hacer que una mujer vuelva hacia vos no es tan difícil como parece. Antes
que todo la mitad de las veces quieren ir con nosotros, ellas solo esperan que las
lleves de una manera que no sea insultante.
Tratá de acordarte, las mujeres son como los gatos. Todo es un juego para las
mujeres. Si querés que tengan una cierta respuesta , tenes que entender qué les llama
la atención y después aplicarlo.
Es simple y directo, las mujeres quieren el sexo. Les gusta, lo necesitan, y lo van a
tener con vos o con cualquier hombre que lea esto. Honestamente lo digo.
Seguramente hay tipos en este mundo que nunca van garcharse a una supermodelo.
Buenísimo Yo he dormido con modelos y una actriz nominada al Òscar me chupó la
pija. Te digo una cosa. Pueden ser una patada en el culo, o diez veces peores, que
cualquier otra mina.
De hecho, la mayor parte de las minas tipo “animadoras” por ej., aquellas minas las
cuales la sociedad les dijo que son como “la policía de la belleza " son generalmente
más problemáticas de lo que se cree. Para el principiante, pueden ser una carga de
laburo enorme y vos te sorprenderías de descubrir después de todo que el esfuerzo
que hiciste con muchas de ellas que no vas a tener buenas cogidas. Aún así van a
regresar al alcance de tu mano.
Conseguir que una mina esté sola no es nada difícil. Ella te va a aceptar una cita, no
una doble cita, sin amigos alrededor, solo ustedes dos en algún sitio juntos, eso
significa que esté sola. Hoy en el mundo, dos personas que salen son, como ellos
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dicen, solas en la muchedumbre. Ahora tenés que hacer que estén solos en la
oscuridad.
Y esto en realidad tampoco es difícil. Pensá esto:¿Ella salió con vos - ok? Y vos
sabes que ella sabe lo que vos querés. Acordate que ella también quiere, pero que va
a hacer cosas para salir del juego , vos tenés que mantenerla dentro del mismo. En
otras palabras, no digas algo obvio como, " querés ir a mi departamento ", " o querés
sentarte sobre mi cara?" Esto no trata de darles lo que ellas quieren. Y que no
quieren mucho. Todas las mujeres lo que quieren es al menos el pretexto de que las
respetás, que vos no estás con ellas solamente para coger, que para vos ellas son
algo especial, y no sola un balde para semen con piernas.
¿Entonces, cómo ser sutil? Bien, tratá lo siguiente. Preguntales como les gustaría
comer si vos cocinaras la cena para ellas. Esto casi siempre funciona como un
hechizo. A las mujeres les gusta cualquier tipo de cambio de roles. Dale gente, hoy
en día con la cantidad de comida pre-cocinada, instantánea, congelada, etc. no hay
ningún hombre vivo que pueda mezclar algo que los termine matando. ¿Por
compasión, vos puede alimentarte, verdad? ¿Bien entonces ...?
Sin embargo, si realmente no podés preparar un sándwich del orto, entonces vas a
tener que entrar por otra dirección.
Pero, no te preocupes. Hay muchas. Por ejemplo, fingir interés en algún hobby de
ella entonces vos puede volver a su lugar. Cuando ella muestra el interés en algo que
vos tenés o hacés, independientemente de lo que sea, aprovechá el momento y
llevala a cualquier parte donde vos podes mostrarle aquella cosa de interés. Todas
las mujeres hacen esto en estas situaciones para proteger su reputación. ¿En estos
días esto está mayormente en sus cabezas, pero que diferencia hace dónde lo están
haciendo o por qué? Lo importante es entender que pasa.
Si vos decís, " vayamos a coger, " ellas tienen que decir "No", porque si ellas no lo
hacen, son unas putas y vos tenés todo el derecho de alejarte de una puta después de
que la usaste. Y no quieren eso. Incluso si sólo quieren usarte exactamente del
mismo modo que vos a ellas, ellas no pueden admitirlo.
Pero, si conseguís aislarlas bajo algún pretexto que pueden pretender creer mas
tarde, entonces una vez que empecés a hacerles entender que querés garchar,
(estaban esperando que hagas esto), salen con su excusa de mierda. En otras
palabras, cualquier cosa que pase es culpa de un macho bruto diabólico; como por
ejemplo, vos - no ellas.
En sus pequeñas mentes nubladas, ellas todavía son castas puras y la única razón
por la cual ahora son manchadas es debido a vos y tus juegos de mente podrida y
horribles trucos sexuales. Vos, hijo de puta, vos.
Dejame contarte una historia que podría ayudar.
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Cuando era chico (a mediados de la adolescencia), estaba con una pendeja realmente
caliente en la cochera de mi viejo. La casa estaba vacía y estábamos vestidos, pero
calientes y sudorosos, según yo, tan listos como podría ser. Ya me había cogido
algunas minas esa epoca, y para mí, esta estaba lista para ser cogida.
Comencé a hacer mi descenso final, cuando de repente, la mina empieza a darme la

vieja rutina de los "no, no lo hagas, no". Ahora, no recuerdo si esta era la cuarta o
quinta vez que estaba solo con una mina. Nunca había estado con una perra así
antes. Entonces, de tan idiota que era (¡eh!, deja de reírte boludo, como dije antes,
tenemos que aprender estas lecciones una por una), dejé de avanzar y me conformé
con lo que tenía.
Suspiré.
Años más tarde, cuando el destino nos volvió a cruzar, me preguntó por qué no me
la cogí. Sinceramente, quedé atontado.
Yo había construido a mi mente que ella había sido diferente, pura, que era mucho
para mi. Es decir, mierda, ella era una virgen entonces, pensé que yo había sido un
caballero, había hecho todo correctamente.
¿Sabés cual fue su respuesta a toda mi bondad, sensibilidad y acercamiento

apacible?
Se me cagó de risa en la cara.
O sea, quiso se cortés, se tapó su boca y trató de no ser insultante o algo por el estilo,
pero de todos modos, la conchuda se rió en mi cara. Y tenía derecho a hacerlo. Yo
era un pendejo, había jugado el juego como un pendejo y perdí. Todo lo que la mina
estaba esperando era esa excusa.
No soy una trola. Es este animal sexual de mierda que me forzó a esta situación.
Pienso que me gustaría hacerlo pero..yo.. nunca… o sea… jamás.
Sí, claro.
Así que acordate siempre, ellas quieren hacerlo, o sino no estarían con vos.
Acaso, ¿vos estarías con ellas aunque no tuvieran lo que vos querés?
Ahí va.
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¡EH! GRAN GASTADOR...
UNA COSA SOBRE LOS REGALOS
Hay demasiados motivos para dar regalos en este país. Sí, sabemos que es una
situación creada por las empresas de tarjetas y golosinas, pero estos motivos existen
y no los podemos obviar. Asi que, bajemos a tierra y hablemos sobre el tema de dar
regalos.
Primero que todo, no seas un idiota. No empieces a salir con alguien un par de
semanas antes de la Navidad, o el Día de San Valentín, el Día de la Madre (si ellas
son madres solteras, o si tu vieja todavía está viva, ella va a querer saber lo que le
vas a regalar a tu “mamita” [Te lo va a echar en cara toda tu vida] y va a esperar que
le consigas un regalo a la suya, etcétera.
O sea, si en realidad sos un operador lo suficientemente frío para ser capaz de

engancharte una mina diez días antes del Día de San Valentín, garchartela y pegarle
una patada en el orto, antes de que la policía de regalo pueda hacerte una multa,
¡buenisimo! Pero si estás así de avanzado, probablemente no necesites este libro.
Segundo, si estas saliendo con una mujer, y están por llegar algunas vacaciones
principales y no ves que te la vayas a coger pronto, pegale una patada en el orto
antes de que tengas que gastar guita en algo. Las vacaciones son grandes
oportunidades para conocer mujeres. Hay pendejas que buscan pijas para chupar los
365 días del año. Y tus hormonas no se apagan para Navidad, 9 de julio, o el Día del
trabajo, y tampoco se les apagan a ellas.
Así que, si estás trabado con alguna trolita para algún approach para el Día de San
Valentín, dejala en la memoria y pulí tu discurso de soltero para el primer pedazo de
buen culo prometedor que veas. Conocer mujeres durante las vacaciones es lo mejor.
Después no les debes nada durante un año.
Obviamente que, el tiempo no es siempre tan misericordioso para nosotros. De vez

en cuando vas a estar a dos días de la oportunidad de tu vida, y no vas a querer
dejarla pasar, pero está por ser su cumpleaños. ¿Qué haces entonces? ¿Bien, qué
pensás que tenés que hacer Chumley? Comprarle un regalo de mierda.
Pero, por supuesto, con todo lo dicho,¿al final que les regalás? Es decir, vamos a ser
sinceros, vos tanto como yo sabemos que hay conchudas ahí afuera que no son
felices con nada. Comprales un collar con diamantes tan pesados que tendría que
usarlos con una carretilla y aun así van a encontrar alguna razón para quejarse.
Bien, la respuesta es tal vez si, y tal vez no. Como siempre, voy a explicarlo.
Otra vez, todo esto se debe a las hormonas y a la lógica femenina (es el mismo
término que se contradice, lo sé) y ese pequeño y extraño mundo en el que viven las
mujeres. Simplemente pasa esto, las minas quieren sentirse apreciadas. Quieren
62
creer que vos les prestas atención, que son importantes. Ahora la respuesta del típico
idiota:
"¡Ah! desde luego vos me importas, mi corazoncito. Te amo. Realmente te necesito.

Es decir, después de todo, ¿no me puedo coger a la red 3g, verdad?"
Aunque no lo creas, esto no es lo que ellas quieren escuchar, bobito. Una vez más,
¿por qué deberían entragarte sus conchas si vos no te preocupás lo suficiente como
para ganártelas? En lo que les concierne, hay miles de flacos que quieren sus
vaginas, y en algún lugar de esos miles tiene que haber alguien más sensible que
vos. Y no creas que no se van a coger a mil flacos si las molestás buscando esa cita
de tus sueños.
No están pidiendo demasiado. Sólo que les prestes un poco de atención. Si, duele
como grano en el orto porque después de todo, después de que tus huevos se vacíen,
tenés una banda de cosas mejores que hacer antes que prestarles atención, pero,
bueno a veces un hombre tiene que hacer lo que un hombre tiene que hacer. Y en
este caso, un hombre tiene que usar su puto cerebro y pensar de vez en cuando.
En primer lugar, preguntarle a una mina qué es lo que quiere es meterse en un
callejón sin salida. Es uno de esas situaciones de, “si tenés que preguntar…”. Hasta
entonces, la mina te dio todas las pistas que se supone que necesitás.
Te voy a explicar.
Estaban caminando juntos y señala algo en una vidriera. Te dice “¿no es re lindo?” y
vos murmuras algo para callarle la boca sin prestarle atención. Mala jugada.
Las mujeres constantemente nos están dando pistas de lo que quieren… no porque
realmente quieran lo que sea que estén señalando, sino porque quieren ver si les
estamos prestando atención o no.
Usá tu cabeza, Griswald. Esperá estas indicaciones. Memorizalas. La mitad de las

veces es sólo un pedacito de mierda sentimental que podés conseguir por unos
centavos. Después, la tenés fácil. Cuando se lo das, si se acuerdan del momento por
sí solas, la tenés fácil. Si no se acuerdan de aquel momento, entonces las hacés
recordar. Y no lo hacés con furia o frustración. Sos siempre la imagen de lo cool.
“Puedo entender que no te acuerdes, supongo,” lo admitís magnánimamente. “En

verdad, no era nada especial. No el lugar donde estábamos, o mejor dicho lo que
estábamos haciendo. Eras vos. Que en ese momento. Estabas tan (feliz, hermosa,
maravillosa, llena de vida, dulce, lo que sea). Que no podía sacármelo de la cabeza.
Así que volví al lugar y lo compré, supongo que porque hacía acordar lo (feliz,
hermosa, maravillosa, llena de vida, dulce, lo que sea) que sos. Y te quise recordar
siempre así.”
Seguro que es pura mierda, pero es la mierda que ella quiere escuchar.
Así que, pensá, pensá aunque sea un poco, y va a ser suficiente.
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Le tenés que regalar algo, por supuesto, o perdés (“¡Buaaahhh!, ¡no te preocupás lo
suficiente!”) gran tiempo. Y, si salís y le comprás algo caro pensando que eso va a
cubrir las cosas, vas a perder tan feo como si no le hubieses comprado nada
(“¡Buaaahhh!, no te preocupás lo suficiente como para pensar en lo que me regalás.
Creés que soy una puta que puede ser comprada con diamantes [obviamente,
intentando de devolver esas putas pidras]. No te preocupás lo suficiente”).
Y acordate, la mitad de tu nota en cualquier regalo en su mente va a venir de los

comentarios que rejunte de su madre, hermanas, amigas, compañeras de trabajo, etc,
así que averiguá a quiénes de esos grupos escucha y tenelas en cuenta. Seriamente,
dale una historia romántica para que les diga a su escuadrón de lloronas y cada pizca
de celos que genere dentro de ese círculo va a ser oro puro para vos. Oh seee.
Hey, sé que es complicado, pero a menos que seas un super maestro de yoga que
pueda chupar su propio pene, va a ser mejor que te pongas a tener en cuenta toda
esta mierda.
BREVES NOTAS SOBRE DOS

COSAS IMPORTANTES: TESTS Y
CARÁCTER
En caso de que no lo hayas sabido, las mujeres te van a testear en toda oportunidad
que tengan. No sólo eso, sino que lamentablemente, odio decirlo pero la mayoría de
los hombres fallan estos tests. Paso a explicar.
Las minas están pidiendo cosas constantemente. No regalos, al menos, no de esos

regalos que puedas ir y comprar en una tienda. Eso sería una bendición. No, lo que
te van a pedir cada vez que te des vuelta es algún tipo de mejoramiento personal de
tu parte. Muchos de estos van a ser tan sutiles y aparentemente pequeños que no te
vas a dar cuenta.
“Enderezate la corbata.”
“Arreglate el pelo.”
“Comés mucha carne roja.”
“Deberías dejar de fumar.”
Y cientos de miles más. Podría seguir, pero vos sabés lo que quiero decir. Lo que
están haciendo es tomar el enfoque de mamita una vez más. Es tan simple, no es la
gran cosa, es por tu bien, y además, soy el que más sabe de esto, mejora tus
actitudes, cambia por mí, hacelo por mí, convertite en una mejor persona por mí,
blahblahblahfuckingblah.
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No lo hagas. No te rindas. Resistí cada paso del camino. Si ella quiere tu corbata
enderezada, decile que la enderece ella. Dejala que te peine el pelo, y si no te gusta
la forma en que te lo peinó, despeinátelo justo en frente de ella. Y cada vez que tu
carne roja y tu pitada de cigarrillo sean afectados, que se curta. Vas a hacer lo que se
te canta el orto.
Pero, y esto es importante, nunca le tenés que decir que se curta. Al menos, no en un
tono enojado. Si podés sacar una risita graciosa a lo David Niven mientras lo decís,
buenísimo, sino olvidate. La razón de esto es simple. Y se ata con el testeo.
Las mujeres están buscando protectores. Quieren hombres que las vayan a dominar a
ellas, no hombres que tengan que dominar. Estos tests constantes, tratan de cambiar
a un hombre, son formas instintivas que las mujeres usan para medir si tienen o no
un hombre de verdad. Un hombre de verdad que sabe quién es, que es feliz y
cómodo con quién es, que es seguro de quién es, y que no va a cambiar por nadie.
Las mujeres tienen que hacer estos tests diarios hasta que están seguras que el
hombre que eligieron va a seguir siendo el hombre que eligieron.
Como sea, las mujeres no quieren descubrir cuando ya sea tarde que se engancharon
con un mal humorado hijo de puta que las va a cagar a palos y las va a convertir en
frascos de jalea de concha para seguir con su lado malo. Es por esto que tenés que
mantener tu lado cool en todas tus peleas. Una vez que una mina sepa que puede
meterse bajo tu piel, si todavía es temprano y puede salir, lo va a hacer. O, va a usar
el conocimiento para pincharte y traerte al borde del enojo lo más frecuente posible
que pueda, sólo para torturarte.
¿Y por qué no? Probaste no ser un hombre de verdad después de todo. La engañaste
por un tiempo, pero finalmente le revelaste que podés enojarte por las preguntas y
peticiones de una mina. Por ese pecado ella te va a hacer pagar mientras estés
pegado a su alrededor.
No, la misma respuesta tiene que ser dada tanto para sus “tests para cambiarte” así
como para sus “pruebas de carácter,” un desdén tranquilo. Si vos despreciás
cualquier cosa que tengan que decir en estos momentos, tu inhabilidad para tomarla
seriamente en sus más serios estados de ánimo te va a llevar muy lejos. Se va a
quedar sintiéndose sin poderes (principalmente porque estos trucos baratos nunca
fallan), y así en va a estar en perfecto estado para que empieces a dominarla
completamente.
De hecho, cada vez que bajes una de sus pequeñas jugadas, tu dominancia se vuelve
más sólida. Así que, mentené tu lado cool, y la vas a tener enjaulada justo de la
forma en la que querés que esté.
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APILANDO MATERIAL EN LA
CUBIERTA:
DETALLES FINALES DEL MAESTRO
Ok, nos estamos yendo del espacio así que tengo que empezar asumiendo que van a
captar la idea detrás de las cosas con tan sólo un mínimo de explicación. Tengo
muchos de estos detalles con éxito asegurado que me quedan por aconsejar que
quiero asegurarme de exprimir tantos como sea posible, así que, pongámonos manos
a la obra.
Contacto: Algunas palabras más sobre hacer contacto físico.
Un gran movimiento es tomar la mano de la mina en uno de esos momentos en que

sabés que las cosas están empezando a tirar para tu lado. Y mantenerla en tu cara.
Sólo por un instante o dos. Hacé esto sin decir una palabra. La mayoría de las veces
la mina va a estar esperando que digas algo antes de que ella comente. Si no decís
nada, esto las deja jodidamente confundidas y poderosamente curiosas.
Ahora, cuando finalmente pregunten, deciles que querías saber cómo se sentía, tener
sus dedos en tu mejilla. Si te sigue preguntando más adelante, simplemente sonreí.
Si te da más problemas después de eso, girá tus ojos hacia arriba como si dijeras que
no podés creer que lo insensible y estúpida que esta mina. La mayoría no van a ir tan
lejos, si lo hace probablemente sea una conchuda psicótica que no necesitás.
Poner tu cabeza en su pecho o sus hombros funciona de la misma manera. Acá
estamos hablando de contacto no sexual. Esto es lo que los nenes hacen con sus
madres. Es ese alcance y necesidad de contacto con la criatura que más necesitan
sobre todas las demás. Es una movida con un fantástico impacto psicológico y está
garantizado a funcionar el 99% de las veces.
La Línea de Levante: La comedia situacional les enseñó todo a las mujeres tan bien
que varios hombres tienen chamuyos cursis. Ahora, antes de ir más lejos, sabés que
las líneas líneas de levante no son la forma de actuar. ¿Por qué? Porque las mujeres
están en guardia buscándolas cuando un hombre se les acerca por primera vez. Pero
vos, vos fuiste copado. Le dijiste la verdad todo el tiempo. Ahora, cuando estés listo
para hacer tu gran movida, ahora es cuando usás una línea.
Ahora que hiciste que creyera en vos, ahora que cree que sos 100% directo, ahora es
cuando la alimentás con esa línea que está garantizado la va a empujar del borde.
Y estamos hablando de salir con lo más cursi de lo cursi. “Nadie me hizo sentirme
de esta manera antes,” o “vos debés tener algún tipo de magia especial,” o “Dios, me
hacés sentir, tan bien, tan especial, sos increíble,” o incluso la más vieja vista en el
cobertizo, “Nunca antes conocí a alguien como vos,” cualquiera de estas te van a
llevar a lugares que no te imaginás.
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La idea es alimentarlas con una línea que las haga únicas y especiales. No un “te
amo,” o “te adoro” o quiero o necesito o cualquier cosa sobre vos. Esta es la gran
movida, el momento en que te movés para derretir sus corazones. Empezás poniendo
esa mirada de más allá en tu cara, como si te estuvieras dando cuenta de algo, y
dejás que esas líneas salgan de vos a la fuerza. De repente sos tímido, vergonzoso.
Es decir, que no podés creer que te sentís de esta manera, no sabés como
describirlo… te resistís porque no querés sonar tan cursi, pero bueno, te tengo que
decir, nunca antes conocí a alguien tan especial como vos.
La chupada de pijas va a empezar en corto tiempo después de eso.
Regalos: En los viejos tiempos las joyas solían funcionar bien. También las
golosinas. Ahora, tienen diez mil canales de compras de todo tipo y marca. Su gusto
en las joyas es mejor que la nuestra de todas formas, y además, ¿quién carajo tiene
tanta guita cuando se trata de un touch and go? Lo mismo las golosinas, en estos
días están todas a dieta, y si aparentan que no es así, no querés ir por ese camino a
menos que sea el día de San Valentín.
Hoy día tenés que ser creativo. Si sabés algo de ellas, usalo. Si realmente les gusta
un tipo de música, hacele un compilado. Si leen, conseguíles un libro que parezca
ser bueno para ellas. Si aman los gatos, buscá una foto linda de un gato que pueda
poner en su oficina. En otras palabras, pensá un poquito.
Y, cuando tengas dudas, acordate que las flores siempre funcionan.
Cortadas o con maceta. Y si, sé que incluso una simple rosa puede llegar a costar
más de $5.00 algunos días del año, pero las violetas son una hierba las podés
encontrar casi en cualquier lugar. Arrancá algunas y conseguite un tarro de cincuenta
centavos y listo. De nuevo, pensá un poquito.
Y por el amor de Dios, no le des a cualquier mina que conozcas la misma cosa. Las
mujeres hablan. Se juntan, y hablan de los hombres que conocieron cada una. A
menos que vivas en Nueva York, o Los Angeles, o alguna otra gran localidad,
asegurate de que no dejás ninguna huella identificable, o te vas a convertir en un
centro de risas con las minas mucho más rápido que Bill Clinton con… bueno, con
casi todos.
Música: Tené algo en stock. Tenela en tu hogar y en tu auto. Conseguí un mix de

diferentes gustos. No a todas las mujeres les gustan las mismas cosas, lo sabés.
Conseguite un par de temas típicos de cada tipo de música – jazz, clásica, rock &
roll, blues, etc, creo que captás la idea. De esta manera cuando le preguntes si quiere
algo de música y acepta, podés preguntarle, “¿Qué música te gusta?” y estar
justamente seguro de tenerlo cubierto.
Esto, por supuesto, sólo te da algo más para compartir en común. Y, creeme,
mientras más cosas puedas mostrar que tienen en común sin tener que señalarlo, vas
a acercarte más a tu objetivo en un plazo de tiempo mucho más corto.
67
Pero qué pasa si dice “polkas.” Bueno, podés decir algo mitad verdadero / mitad
chiste, como: “wow, tengo que admitir que no tengo nada de polka. Tenía, pero
mandé toda mi polka a la limpiadora, ayer. Pero, no te preocupes, voy a poner algo
de música de fondo solamente. Probablemente sea mejor, porque entonces podemos
concentrarnos en conocernos más.”
Y por favor, decí esto de la forma en que ella quiere escucharlo. En otras palabras,
no mires lascivamente ni hagas ruidos sugestivos. De nuevo, una última vez, ella
sabe lo que querés. Todas saben lo que querés. Lo que vos querés hacer acá es
sorprenderla. No, lo que querés decir es que la querés conocer – a la mina que es, la
mina de su interior.
Las mujeres saben que vos apreciás el hecho de que tienen una vagina.
Saben que prácticamente venerás a la maldita cosa. Pero, lo que están esperando es
el hombre que quiere saber qué más tienen en su interior además de un clítoris. O al
menos, quieren un hombre dispuesto a pretender que le importa. Para ellas un flaco
con todo ese sentido parece estar por lo meno tres veces más que el resto, así que
guardatelo en la cabeza.
Y cuando vayas a poner esa música de fondo, asegurate de estar equipado con algo
como el primer album de Enigma, o cualquier otra música fácil de escuchar que
tenga ese mismo atractivo sexual en el beat. No hay nada malo en eso,
especialmente si lo dejás en volumen bajo. Explota esas letras de gemidos hot, y es
obvio lo que traés en mente. Mantenelas sugestivamente en el fondo y se vuelve más
subliminal.
Postura: Parate derecho. Si lo creas o no, esto es increíblemente importante. ¿Por

qué? La gente segura no se encorva. La mala postura es una señal de debilidad. Así
que enderezate, ¿Ok?
¿Querés más consejos de tu mamá?
Bueno está bien, lo conseguiste. Lavate los putos dientes, ¿dale? Sólo antes de una
cita. No dejes que esa pasada que hiciste medio dormido a la mañana sea suficiente.
Vas a cambiarte de ropa, o no (¡¿o no?!) bueno entonces, también cambiá tu aliento.
Ah, y peinate o cepillate el pelo, afeitate, y bañate. Es genial cómo muchos flacos
salen del trabajo y van directo a donde sea que hagan su cacería sin pensar por un
momento que a las mujeres les gusta ser tratadas como si fueran especiales. Querés
lo que ellas tienen. Al menos tenés que hacer que parezca que estás tomando en
consideración sus deseos y necesidades.
La Ducha: Un tip para tomar una ducha con una mina. Ahora, por lo general ya
tendrías que haber garchado a una mina antes de que esta te deje tomar una ducha
con ella. Así que, si esto es la “Ciudad de Sólo Una Noche,” entonces hacé lo que
quieras en la ducha porque, bueno, no importa tanto, ¿o si? Pero, si tenés planes con
la mina, te la querés garchar un par de veces más, la necesitás en tu brazo como
trofeo en alguna función o evento próximos, o todavía no encontraste dónde guarda
68
el efectivo y nunca te gusta dejar a una mina sin recuperar los fondos que tiraste para
hecharle un polvo, o lo que sea, acá tenés un tip.
En la ducha, no seas toquetón. Te la acabás de coger, o te la vas a estar cogiendo en

unos minutos. Las mujeres emplean un gran trato en estar limpias. No estés
agarrándole las tetas o rastrillándole el arbusto. Vas a hacer que te entre jabón en los
ojos y vas a estar desperdiciando agua. Sé inteligente. Lavale la espalda. Hacelo de
forma sexy. Cuando finalmente bajes hasta el orto, limpiá esa grieta de la forma más
traviesa posible. Otra jugada de super puntaje es lavarle el pelo. Esto pone a la mujer
en órbita, y la mitad de las veces se va a excitar y te va a sugerir la tirada de goma al
vapor que estuviste esperando por mucho tiempo. Por mi vida no pude encontrar el
por qué, sólo sé que es así (así que me ofrezco a hacerlo cada vez que puedo.
Siempre funciona).
Manchas de Mierda: Hablando de limpiarle el orto a la gente, asegurate bien de que

el tuyo esté limpio, ¿dale? No la dejes que vea tu ropa interior con esas manchas
marrones de culo transpirado. De hecho, no dejes que vea ni la menor pista de una
de estas manchas (asegurate de que tampoco haya wascazos).
Clichés: Esto también va para el inodoro. Dejalo sin manchas. De hecho, dejalo lo
más limpio posible. Y por el nombre de todo lo que es sagrado, bajá la tapa cuando
hayas terminado. Pensá un poquito. Hay muchos clichés sobre lo estúpidos, no
razonables y temperamentales que somos todos los hombres. No caigas en nada de
eso y te va a sorprender del tipo de dios que les vas a parecer a las minas.
No dejes la tapa levantada. Preguntale a alguien por las malditas direcciones si estás
perdido. No te vuelvas ridículamente fuerte. No te tomes cualquier tipo de rechazo
de una mujer en serio (decepcionate, pero que no se te rompa el corazón
mariconeando sobre una concha sin darte cuenta que es una tirana por rechazarte, no
te va a llevar lejos).
Famoso Test del Pajero de Gary: No, esto no es un test para saber si sos un pajero o
no. Esto no es Cosmopolitan. Esto es algo útil. Y reite si si querés, pero este
pequeño ritual de preparatoria funcionó para cada flaco que se lo dije, así que acá va.
Estamos al principio de tu cacería. Tenés ese pedazo de orto que elegiste. Dentro de
poco vas a estar haciendo tu jugada con la mina. Hasta este punto, antes de que
hagas algo más, incluso antes de que le pidas de salir, te sentás, aclarás tu mente, te
imaginás una perfecta y honesta imagen de la mina en tu cabeza (y por honesta me
refiero que a si a esta perra nunca se la podría llegar a ver con tacos altos y medias
de red, no te la imaginés así), y después, bueno, realizá el acto.
Después de haber hecho un trabajo de manos con la mina en tu mente, si todavía no

podés parar de pensar en ella y simplemente tenés que hacer un intento. Mandate, y
salí por otras conquistas.
En cambio, si te das cuenta que tu interés disminuyó, esto debería decirte algo. Si
pensar en ella como es honestamente, verle las tetas en tu mente, imaginarte sus
exactas características en tu cabeza te deja menos que excitado, bueno adiviná qué.
69
Acabás de ahorrarte horas, quizás días (o más) de actividad inútil. Encontrá a
alguien para perseguir después y que pueda mantener el interés de tu imaginación,
podrías tener a alguien en tu imaginación que vale la pena perseguir.
Pero digamos que tu Alicia pasó el test. Buenas noticias.
Y ahora, ya alcanzaste el punto medio en tu ataque planeado. De hecho, las cosas

estuvieron yendo tan bien que estás bastante seguro que esta noche va a ser la gran
noche en que vas a conseguir lo que querés. De nuevo, antes de irte a buscarla o a
encontrarte con ella o lo que sea, sacá al Tío Toby de su cueva y despertalo de
nuevo.
¿Por qué?
Porque – está es la gran noche. No querés arruinarla por dejar que tus hormonas te
metan en problemas. Dejar salir un poco de vapor empalagoso te va a calmar y va a
hacer tu abordaje más suave. La cena, una película, ir al bowling, cualquier cosa que
tengas planeado con tiempo para viajar de por medio, va a darte algunas horas extra
para hecharte una.
Con la mina de tus sueños como si fuera tu último objetivo, no te preocupes, te vas a
recuperar.
Productos Nacionales vs. Productos de Importación: Sabés, hay una última cosa que
tengo que poner acá. Por todo lo que dije hasta ahora, probablemente habrás sacado
la conclusión de que yo pienso que todas las mujeres están arruinadas. Estás cerca.
Dejame darte una obviedad real: todas las minas de Estados Unidos están jodidas.
Esto es verdad. Vamos a enfrentarlo, ves al hombre primitivo, viviendo en cuevas,

sin nada que comer, sin televisión, sin licor o cigarrillos, teniendo que vivir por un
estricto código religioso de éticas, y después ves que sus mujeres son completas
esclavas para ellos. Estos flacos están permitidos de matar a sus esposas por
prácticamente cualquier cosa. La falta de respeto no es tolerada, nada de mostrar sus
miembros femeninos o caras a ningún otro flaco, etc. Te hace preguntar dónde
estuvimos mal.
Historia absolutamente real. En cambodia la mujer solía caminar tres pasos atrás de
sus hombres. Cuando estuve en el país hace algunos años, pude notar que los
hombres ahora caminan detrás de las mujeres. Cuando vi esto estaba shockeado, y
un poco entristecido. Para mí era como si nuestros valores americanos empezaran a
corromper el mundo entero. Cuando le pregunté a mi guía por qué las cosas se
habían dado vuelta, me dijo:
“Bueno, señor, desde la última guerra hay muchas bombas y minas sin explotar…”
Te voy a decir, me alegró el puto día. Como sea, todo lo que quiero decir es que si te
estás cansando nada más que de la actitud interminable de un desfile de conchudas
psicóticas del infierno, largá a las americanas, o a las americanizadas por un tiempo.
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Buscate a alguien de otro país. Por supuesto, si estás en NYC o LA, es lo más fácil
del mundo.
Y, quién sabe, podés encontrar la respuesta a todas tus oraciones en uno de esos
paquetes extranjeros.
No pienses que esto está fuera de contexto. A finales de los 60s, la industria
automovilística americana se puso en descuidado. Dejaron de preocuparse en sus
productos porque pensaron que tenían al mundo cosido. Incluso aunque hayan
perdido parte del mercado extranjero, pensaron, ellos sabían que nunca deberían
perder al mercado americano.
Mal pensado. La gente empezó a comprar autos japoneses tan rápido como la Tierra
del Sol Naciente empezó a embarcar mejores autos.
BMW, Volkswagen y Audi tampoco lo hiceron nada mal. Así que, si estás cansado
de todas las feministas y putas que hay por ahí afuera, intentá con una asiática, o una
del este de Europa o una Rusa. Estas son mujeres que saben como tratar a un
hombre como un hombre.
Para esos como vos que viven en lugares donde tales mujeres no suelen encontrarse
en abundancia, andá a www.myforeignlove.com y fijate. Este es un sitio web que yo
personalmente levanté para los hombres americanos que están francamente hartos de
la mentalidad pervertida de tantas mujeres americanas.
FIN DEL JUEGO:

QUÉ ES
Ok, estamos en el final. En sólo un par de páginas ya no vas a necesitar ayuda de
nadie. Traté de darte tantos tips y ángulos como pude sobre cómo dominar el arte de
la seducción y después cómo dominar la relación después de eso.
Un montón de las secciones que remarqué acá no van a funcionar en todas las
situaciones, por supuesto, o con todas las minas. Esto debería ser obvio.
Hay un punto en el que hice hincapié desde el principio, como sea, y en nuestros
últimos momentos juntos, quiero decirte por qué siento que este único factor es más
importante que lo captes más que a los otros.
Desde el comienzo de este libro te estuve diciendo de tener seguridad en vos mismo.
De hecho, dejame decirte ahora mismo, que si querés ignorar todo lo que te dije acá
– hacelo. Está bien. Olvidate de todas las cosas que te dije excepto las cuatro más
importantes.
Tené confianza en vos mismo.
71
Este es el secreto. Y te voy a decir por qué. Solía ser lindo cuando la gente hablaba
de la guerra entre los sexos. Ya no es más lindo. Esto es una guerra, mi amigo, una
guerra en todos los frentes, una que se hace contra el hombre heterosexual.
Los hombres heterosexuales en Estados Unidos están hechos para sentirse como si
fueran completos pedazos de mierda desde todos los ángulos. Las escuelas
favorecen a las chicas por sobre los flacos. Las chicas que actúan como chicas son
elogiadas, los chicos que actúan como chicos son drogados hasta que se calmen. Si
una minita besa a un chico ella está dispuesta a explorar su mundo. Si un flaquito
besa a una minita es un monstruo violador y rápidamente es expulsado.
Los anunciantes determinaron que las mujeres controlan la mayor parte de la

circulación de la plata, así que apuntan sus productos hacia las mujeres. Empezá a
ojear revistas o prestá atención a los comerciales (querés una educación real, mirá
algunos comerciales que pasan durante el día cuando las amas de casa manejan la
TV). A menos que el producto sea casi exclusivamente para hombres (cigarros,
cómics, cerveza), vas a ver que es un hombre heterosexual el idiota que tiene ser
avivado.
¿No creés que sé de lo que te estoy hablando?
Más vale que prendas el televisor y empieces a prestar atención. Las mujeres
siempre saben más. Los hijos de papá siempre saben más. Por el amor de Cristo,
hasta el puto perro siempre es más inteligente que papá.
Mamá nunca se ve estúpida en esos anuncios de cereales, pero papá siempre es un

completísimo pelotudo.
Los clubes para hombres heterosexuales tienen que ser disolvidos cuando se
descubren. Por ley. Pensá en eso un segundo. Es contra la ley que vos y tus amigos
empiecen un club que rechace mujeres y homosexuales. Pero, al mismo tiempo, los
putitos pueden congregar donde sea que quieran, como sea, abiertamente teniendo
sexo ilegal, y se supone que todos tienen que ponernos locos por lo maravilloso que
es que los pobres están disfrutando de ellos mismos.
Dejá que dos heterosexuales maten a un homosexual y lo dejen atado a una cerca y
el escándalo internacional se desborda instantáneamente.
Otros países van a hacer campana para condenar a los Estados Unidos por sus
maldades cuando algo así pasa. Incluso cuando los asesinos fueron encontrados y les
dieron pena de muerte (algo bueno), los medios todavía van a gritar sobre los
horrores del mundo heterosexual lleno de odio. Pero, dejá que dos homosexuales
secuestren a un adolescente y lo torturen y se lo cojan hasta que muera y la historia
no puede llegar tan lejos.
¿Por?
Porque los homosexuales son minoría protegida, como las mujeres.
72
Todas las investigaciones muestran que los hijos de hogares de un solo padre están
destinados en un 75% a quedar embarazados, hacerse drogadictos, nunca ir al
colegio, convertirse en alcohólicos, divorciarse más de una vez, etc. Y todavía, todos
se desvían a creer la gran mentira – que las madres solteras pueden de alguna
manera reemplazar los papás de sus hijos con facilidad.
Hay mil maneras en la que vos, como hombre, sos atacado cada día. A los hombres
de Estados Unidos les dicen que todos sus héroes son mierda, que los hombres
heterosexuales nunca hicieron algo bueno o decente. ¿Y qué hay de la formación de
Estados Unidos, la declaración de la independencia, la Declaración de Derechos – y
todo eso? Antes de que Jefferson, Washington y Franklin el mundo entero vivía bajo
esclavitud. Pará y pensa en eso un segundo.
Antes de que los patriotas estadounidenses de la revolución estadounidense se

unieran para traer la libertad a la humanidad por primera vez, cada persona en la
Tierra antes de la creación de este país vivía en sufrimiento por un rey, un
emperador, un dictador, o algún otro tirano. Los hombres que crearon Estados
Unidos, que pagaron esa creación con sus vidas, ¿no crearon ellos algo que valió la
pena?
Todavía permitieron la esclavitud, y además, se robaron la Consitución de los

nativos estadounidenses. Cuando respondas que la cuestión de la esclavitud era
amargamente debatida y que estaba sólo permitida porque no habría unión de otra
manera (y también que Estados Unidos fue eventualmente la segunda de las
doscientas naciones en este planeta en abolir la esclavitud [algunos de los que no
pararon de esclavizar a su propia gente siguen haciéndolo hasta hoy día]) y que no
había ningún nativo estadounidense que tuviera un lenguaje escrito del cual robar,
todo lo que vas a obtener es indiferencia o un nuevo grupo de mentiras.
¿Por qué te digo que tenés que tener confianza en vos mismo? Porque hay mucha
gente ahí afuera queriendo que te rindas. Los últimos días de la humanidad van a
estar sobre nosotros si estos bastardos políticamente correctos ganan más tierra.
Todo lo que cree cualquier persona es tan válido como lo que vos pensás. Y no te
atrevas a ser juzgador, no tenés el puto derecho de juzgar a nadie. Y no creas en ir y
pensar que sos mejor que cualquier otro.
No es así.
¿Entendés lo que te esta diciendo el mundo? No sos mejor que alguien sin bienestar,
que un matón de chicos, que un drogadicto o un violador. Si tenés pene sos un
pedazo de mierda y no te merecés ningún derecho (a menos que tu idea del cielo sea
agarrar ese pene y mostrárselo al culo de otro hombre [o que otro hombre te lo
ponga en el orto a vos]).
Bueno, ¡a la mierda con todo eso! Metete en tu cabeza ahora mismo que podés
juzgar todo lo que se te cante el orto. Si querés pensar que trabajar para sobrevivir te
hace ser mejor que un mugroso vomitivo que vive sin bienestar, ¡es tu puto derecho!
73
Si decidiste que sos mejor que cualquier marica que se llena de mierda las huellas de
los dedos cada vez que va a mear, ¡ese también es tu puto derecho!
No te quedes con esa mierda. Ni un minuto.
Parate por vos mismo, por lo que sos y lo que querés ser. Cuando te digo que que
seas seguro de quién sos, estos son los enemigos que estoy tratando de hacer que los
empujes de nuevo a su lugar. Y que empujes sus necesidades. Están tras vos porque,
como hombre heterosexual, representás todo lo que odia. Los homosexuales no
ayudan al progreso social. Ayudan a hacerlo decaer. Los hombres construyen
civilizaciones, y hay simplemente muchísimos maricas y cobardes en este mundo
que no les gusta la civilización que tenemos.
Siempre están listos para decirles a todos lo que está mal en la manera en que
vivimos, y para señalar que si todos viviésemos en iglúes, chozas, o casas soviéticas
de concreto, esas cosas serían mucho mejor. Temen marchar descaradamente hacia
el futuro. Se arrastran a la idea de intentar crear algo nuevo. Para ellos los caracoles,
los búhos y los renacuajos se vuelven más importantes que los seres humanos
porque son inhumanos.
Estas personas no son más que caricaturas de los seres humanos verdaderos. Títeres
arrogantes que se arrastran en la cara del mundo como el cáncer, buscando más
víctimas para infectar con su veneno porque matar un millón más de víctimas es
mejor hasta donde pueden darse cuenta, que mirarse al espejo y decidir si les gusta o
no la persona que ven ahí.
Vos no sos una persona con miedo. No podés serlo. Compraste este libro porque
querés estar cómodo con vos mismo. Querés tener una vida normal, no sólo para ser
un hombre, sino el hombre, el que gana el pan de cada día, el héroe, el que está a
cargo, el que da las órdenes, el hombre de la casa, el jefe – de la forma en que lo han
sido por miles de años. Anhelas eso. Soñás con eso.
Bueno, pará de anhelar y pará de soñar.
Andá al espejo, andá ahora mismo. Mirá en él. Mirate a vos mismo. Mirate
cuidadosamente.
¿Te agrada el flaco que está ahí? ¿Si? ¿Por qué? ¿Por qué no? Respondé todas estas
preguntas con honestidad. Y si te gusta ese flaco que ves ahí, no te avergüences de
él. Si no te gusta, entonces cambiá lo que no te gusta.
Pero eso es todo. A nadie le gusta alguien que no se quiere a sí mismo.

Querés que las mujeres te quieran, entonces te tenés que querer. Punto. Es tan
simple como eso.
Querés ser capaz de dominar a las mujeres, tenés que ser un hombre que genera ese
tipo de poder. Y sólo un hombre con confianza genera todo tipo de poder.
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Eso es todo. Eso es todo lo que tengo para decir. Gracias a todos por su tiempo y su
atención.
Ahora… salí afuera y empezá a tener relaciones y tomar el control, es más fácil de lo
que pensás.
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Proyecto Vagner Lover

Desde que, que comenzó la historia documentada, los hombres estuvieron

¿Por qué? ¡Porque somos hombres mierda!

Fue todo un re putísimo error. Te voy a decir por qué.

Cuando un hombre no está dominando a una mujer, diciéndole qué hacer,

“Yo soy el hombre. El hombre siempre está a cargo.”

“¡Yo soy el HOMBRE! ¡Y el HOMBRE SIEMPRE está a cargo!”

Suficiente de esto. Vamos a resumir todo esto y vamos a continuar.

¿Vamos a empezar, dale?

Pero, vamos a introducir nuestro tema para la lectura de hoy.

El Diccionario Americano Familiar de Referencias define la palabra seducción así:

2. Inducir (a una mujer) que entregue su castidad.

3. Liderar, o apartar de los principios, la fe, o la lealtad.

Estas buscando información de cómo llegar a tener relaciones – ¿verdad? ¿Estás

Mierda, no sudes. No hay nada que pueda ser más fácil.

No tenés que dejarla que tome decisiones.

De hecho, dejame repetírtelo de nuevo:

¿Y por qué no? Después de todo, es educado, ¿o no? Es considerado.

Acordate de este hecho pertinente, ninguna mujer en la historia estuvo sexualmente

Tan simple como eso.

Porque si no lo hacés, ella va a hacerlo. Y chicos, si quieren ser unos eternos

Escena: Finalmente conseguiste el número de teléfono de esa minita especial. Bien

Cuando lo quitamos específicamente de Mamá, no tenemos idea de que

Repentinamente, como dijimos antes, la pequeña miss superior está en un estado de

Y, sea lo que sea que hagas, no te preocupes por su enojo.

Ahora, ¿qué pasa si ella te dice que te va a llamar a un determinado momento?

Cuarenta minutos después la llamás.

Lo mismo se aplica a cuando ella te llama. La primera vez, reducile el orgullo. La

Nop, no es tu vestuario, no es tu colonia, ni siquiera son las feromonas que hacen la

Mientras más positivamente comunicás el hecho de que te pueda importar menos lo

Confianza. Es todo lo que toma.

Aunque, honestamente, ir al gimnasio de vez en cuando no les va a doler tampoco.

De varias formas, no es realmente su culpa. Los medios de comunicación,

Mientras no dejás a una mujer tomar decisiones, no podés dejarla dominar la

Bien, finalmente estás dentro. Genial. Ahora, ¿qué sigue?

No vas para la matanza. Esta no es la gran movida. Esta es la táctica de apertura. La

De todas formas, el contacto ya se hizo. Ella conoce tu cara, conoce tu sonrisa, y

HOMBRES Y MUJERES: ¿QUIÉN

Son especiales. Son limpias. Son…

SER AMABLE (NICE GUY):

“El nice guy termina último.”

Pero ¿por qué?

(No te preocupes, el hecho de que no tengas intenciones o como sea de no ser un

¿EN QUE SITUACIÓN LOS

Dije que son adictas a los cumplidos.

Los drogadictos harían cualquier cosa para conseguir la heroína.

Si pensás que eso es lo indicado, date un buen golpe. Justo en la cabeza.

Una vez cada tanto, ¿Entendido?

Los cumplidos constantes sacan toda la diversión en el juego.

Muchachos, como sea, consigan el control de la situación. Recordá, el sexo es lo único

UNA NOTA CON RESPECTO A LOS

Acordate, es cómo preguntás las palabras, no lo que estás preguntando. La confianza

Tenés que pedirlo.

Simple, ¿verdad? En realidad no es la gran cosa. Simplemente pedilo y lo conseguís.

Volviendo al tema, si querés meterte en los calzones de una dama — el castillo

Para hacer esto, empezás haciendo preguntas simples.

No, querés preguntarle opiniones más seguras, inofensivas (mayormente cosas de

El simple hecho de que estés preguntando su opinión en cualquier cosa, va a

Pero, el consejo, es diferente.

Cuando alguien te da un consejo en algo, se están interponiendo en tus asuntos

¿Por qué? Qué bueno que preguntaste.

Está en sus ADNs no se pueden auto-ayudar a sí mismas, de la misma manera en

¿O acaso hay alguna razón?