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RECUPERACION DE SUBPRODUCTOS DE LA CARBONIZACION

DE LATIFOLIADAS

La recuperación de productos químicos de los vapores liberados cuando


se convertían las latifoliadas en carbón vegetal era, en una época, una
industria floreciente. Sin embargo, apenas aparecieron en el escenario
las substancias petroquImicas, la madera se volvió antieconómica como
fuente de metanol, ácido acético, alquitranes especiales y preservadores.
En todo lugar donde se fabrica carbón vegetal, se analiza la posibilidad
de la recuperación de sus subproductos. El costo actual elevado del
petroleo es considerado como uno de los argumentos en juego.
Desafortunadamente, el precio de la madera aumenta en forma
correspondiente y se pierde así la mayor parte de las ventajas de su
precio. Si bien las perspectivas de la recuperación de subproductos
químicos de la destilación de la madera no parecen ser prometedoras,
hay la posibilidad de recuperar alquitranes y, usando el gas de la madera
como combustible, se contribuye a que el proceso de la carbonización
sea más efectivo. Los valores económicos, sin embargo, parecen ser
bastante marginales pero, puesto que la recuperación de los
subproductos reducen la contaminación atmosférica de la carbonización
de la madera, los beneficios combinados hacen que se justifique analizar
las posibilidades existentes en esta dirección.

Cuando se calienta la madera a más de 270°C comienza un proceso de


descomposición llamado carbonizaci6n. En ausencia de aire, el producto
final, puesto que el oxígeno no está presente para reaccionar con la
madera, es el carbón vegetal. Si el aire, que contiene oxígeno, está
presente, la madera se enciende y quema cuando alcanza la temperatura
de 400°-500°C y el producto de la combustión es ceniza de madera.

Cuando se calienta la madera fuera del contacto del aire, en primer lugar
la humedad viene extraída, y hasta que esta operación se complete, la
temperatura de la madera se mantiene en alrededor de 100-110° C. Una
vez que la madera se ha secado, su temperatura aumenta y comienza, a
alrededor de 270° C, a descomponerse espontáneamente, y al mismo
tiempo se libera calor, tratándose de la reacción bien conocida,
endotérmica, que tiene lugar cuando se quema el carbón vegetal. Mi esta
fase comienza la evolución de los subproductos de la carbonizaci6n de la
madera. Estas substancias se liberan gradualmente 6 a medida que
aumenta la temperatura, y la evolución se completa a alrededor de los
450° C. El residuo sólido, carbón vegetal, es fundamentalmente carbono
(alrededor del 70%) con pequeñas cantidades de substancias
alquitranosas, que pueden ser separadas o descompuestas
completamente, sólo al aumentar la temperatura a más de
aproximadamente los 600°C.

En la práctica de la quema habitual del carbón vegetal, usando el calor


in-terno de la carga de madera, quemando parte de la misma, todos los
subproductos vaporosos y gases escapan a la atmósfera en la forma de
humo. Los subproductos pueden ser recuperados, pasando los gases
liberados a través de una serie de condensadores de agua, obteniéndose
el llamado ácido piroleñoso, y el gas de la madera no condensable
supera los condensadores y de ser quemado, proporcionando calor. El
gas de la madera puede ser usado sólo como combustible, y se compone
típicamente de 17% de metano, 2% de hidrógeno, 23% de monóxido de
carbono, 38% de bióxido de carbono, 2% de oxígeno y 18% de nitrógeno.
El gas tiene un valor calorífico de alrededor de 10,8 MJoules por m3 (290
BTU/p3), o sea alrededor de un tercio del valor calorífico del gas natural. 
 

12.1 Acido piroleñoso

Acido piroleñoso es el nombre del condensado en bruto, y se compone


principalmente de agua. Es un líquido sumamente contaminante nocivo,
corrosivo, que debe ser, ya sea tratado correctamente para obtener los
subproductos para la venta, o eliminado, por quema con la ayuda de
otros combustibles, como ser con madera o con gas de madera.

Los otros componentes, fuera del agua, son alquitranes de madera, tanto
los solubles en agua como los insolubles, el ácido acético, el metanol, la
acetona y o1ros complejos químicos en menores cantidades. Si se lo
deja en reposo, el ácido piroleñoso se separa en dos capas consistentes
en el alquitrán insoluble en el agua y la capa acuosa que contiene los
otros productos químicos. La recuperación del alquitrán insoluble en el
agua, a menudo llamado alquitrán de madera o de Estocolmo, es
sencilla, por una simple decantación de la fase acuosa. Este alquitrán de
madera tiene empleos como antiséptico veterinario, como preservador de
la madera, como compuesto para calafateo, y como substituto de
alquitrán para caminos. Por lo general para el uso en la construcción de
caminos, las calidades al alcance, y su precio y propiedades físicas
hacen que sea un pobre substituto del alquitrán derivado de la industria
del petróleo y del carbón mineral. Tiene sin embargo mercados limitados,
como producto químico industrial especial. Si no llega a venderse, puede
ser quemado como combustible líquido. Una tonelada de madera seca,
sin embargo, produce solamente alrededor de 40 kg de alquitrán, o sea
un rendimiento de alrededor del 4%.

La capa acuosa contiene los alquitranes solubles en agua que son un


complejo de productos químicos alquitranosos, ácido acético, metanol,
acetona y metilacetona y pequeñas cantidades de ácidos más complejos
y otras substancias. 
 

12.1.1 El rendimiento de ácido piroleñoso


La economía de la recuperación de los subproductos depende del
rendimiento de los componentes más valiosos, especialmente el ácido
acético, pero también de la mezcla de metanol con acetona. El
rendimiento varía mucho con la clase de madera destilada. Madera con
un elevado contenido de pentosano, como el haya europea(Fagus
spp) da un alto rendimiento de destilaciones de madera, citados por
varios autores, varian mucho. No solamente la clase de madera, pero
también el tipo de planta, de elaboración, su eficiencia de condensación,
la eficiencia de la refinación de los subproductos y otros, todos ellos
influyen sobre los rendimientos. Es por ello de suma importancia, antes
de hacer inversiones para la recuperación de subproductos, tener una
cierta seguridad sobre qué clase de rendimientos pueden esperarse. Por
ejemplo, una planta en Europa puede ser económica si trabaja con hayas
y vecina a buenos mercados para el ácido acético puro. Pero una planta
que trabaja con eucalipto o con mezcla de latifoliadas tropicales, lejos de
los mercados para sus productos, y que obtenga sólo la mitad del
rendimiento de ácido, puede ser bastante antieconómica. Por lo tanto se
necesitarán pruebas en escala real, para determinar qué rendimiento
serán probables con la madera que realmente será carbonizada. Son
esenciales los estudios de mercado y diseños cuidadosos de la planta.
Como orientación, pueden tomarse como típicos los siguientes
rendimientos de latifoliadas caducas del hemisferio norte:

Rendimiento de 1 ton (1.000 kg) de madera seca al aire

Acido acético   50 kg
Metanol    16  "
Acetona y metilacetona     8  "
Alquitranes solubles 190  "
Alquitranes insolubles   50  "
12.1.2 Refinación del ácido piroleñoso
Para recuperar subproductos comerciables, a partir del ácido piroleñoso,
se necesita una destilería algo parecida a una pequeña refinería de
petróleo, pero fabricada con acero inoxidable o cobre. Su costo en la
actualidad puede ser del orden de $US 5 a 10 millones, pero es bastante
difícil dar una cifra precisa, ya que tal refinería debe ser especialmente
proyectada y fabricada, no siendo un elemento en stock.

El proceso global, por su plan-La y su tecnología, se parece bastante a


una refinería de petroleo, pero en escala muy pequeña. Sin embargo,
contrariamente a una refinería de petroleo, que se alimenta con una
materia prima que es teóricamente vendible al 100%, la refinería del
ácido piroleñoso implica el descarte de alrededor del 90-95% del material
de alimentación, bajo la forma de agua contaminada invendible. El total
del ácido piroleñoso, menos el alquitrán insoluble, tiene que ser
evaporado para separar de los alquitranes solubles el metanol y el ácido
acético. La evaporación del agua es costosa, y requiere un gran gasto de
combustible. Además, los productos ácidos son muy corrosivos y la
planta tiene que ser construida de cobre o preferentemente de acero
inoxidable, lo que aumenta mucho su costo. Los productos se venden
compitiendo con los de la gigantesca industria petroquímica y esta
competencia es por lo tanto difícil. Por el lado positivo, se tiene que el
ácido acético es de gran calidad y por lo general puede ser vendido con
facilidad, pero la distancia a los mercados mayores limita su rentabilidad.
Si bien puede resultar marginalmente rentable continuar el
funcionamiento de las plantas existentes para la destilación de
subproductos de la madera, parece ser dudosa la construcción de
nuevas plantas para la recuperación de subproductos. El futuro
posiblemente traerá un cierto aumento de la recuperación del alquitrán
para la venta y el uso de gases y vapores de escape de las plantas de
carbonización, para calentar retortas y calderas. Queda aun como
problema, en gran parte no resuelto, sin embargo, el modo cómo puede
hacérselo con eficiencia sin invertir en plantas muy caras.

El líquido condensado crudo se decanta para separar el alquitrán


insoluble, que se vende por lo general sin ulterior elaboración. Debe
entonces procesarse la fase acuosa para recuperar tres productos
vendibles: metanol-acetona, ácido acético y alquitrán soluble, de los que
el ácido acético es el de mayor valor. El licor se destila en un alambique
primario, calentado con vapor, para separar el metanol-acetona y el ácido
acético de los alquitranes solubles. Estos últimos quedan en el fondo del
alambique y los vapores, que se componen principalmente de metanol-
acetona, ácido acético y desperdicios, pasan a la columna de destilación,
que separa metanol crudo al 85% con un cierto contenido de acetona, de
la mezcla de ácido acético y agua. El metanol crudo puede venderse
como solvente.

El ácido acético es en la actualidad el solvente extraído de la fase líquida,


empleando un solvente, generalmente acetato de etilo o éter. Estos
solventes no se mezclan con el agua y disuelven o arrancan el ácido
acético de la fase agua, dejando en esta fase solamente trazas de ácido
acético. Después de recuperar todo el acetato de etilo o éter disuelto en
la fase agua, el resto va a desperdicios Puede aún contener alrededor de
0,1 % de ácido acético. La solución de ácido acético (alrededor del 3%)
en acetato de etilo o éter, debe entonces procesarse para regenerar el
solvente, que regresará al proceso, mientras el ácido acético pasa a la
venta. El solvente se saca por destilación en una columna de
fraccionamiento, donde el ácido acético crudo (70%), liberado de su
solvente, sale de la base de la columna y se purifica por destilación
fraccional, hasta mis concentración del 90% o más, según lo pida el
mercado. El solvente se vuelve a reciclar para extraer más ácido acético
de una nueva alimentación. Se produce una pequeña pérdida de
solvente que se repone cuando resulte necesario. 
 

12.2  Recuperación de alquitranes en pequeña escala

Es posible recuperar para la venta parte de los alquitranes producidos en


la carbonización en pequeña escala, como están haciendo algunos de
los productores de carbón vegetal en la actualidad.

Los alquitranes insolubles reciben este nombre porque se separan en


una fase negra alquitranosa, distinta en el momento en que los vapores
que se forman en la retorta o horno se condensan. La otra fase, en el
condensado, consiste principalmente en descarte que contiene ácido
acético, metanol, acetona y los llamados alquitranes solubles que son
compuestos complejos tipo alquitrán, que se mezclan con el agua y no se
separan como una fase definida. El alquitrán insoluble es el producto
comercialmente conocido como alquitrán de Estocolmo o de madera. Se
trata de alquitranes quimicamente complejos, que son antisépticos útiles
y agentes de preservación. El alquitrán de Estocolmo tiene empleo en la
medicina veterinaria, como producto para calafateo en la construcción de
embarcaciones y como pintura o pasta preservadora de la madera. En la
actualidad, en el mundo desarrollado, una cantidad de otras substancias
reemplazan la brea de Estocolmo. Sin embargo, en el mundo en vía de
desarrollo puede haber mercado para la brea de madera como pintura
preservadora de la madera o como material para calafateo, y es también
posible un cierto empleo como antiséptico. Si bien este alquitrán puede
ser usado para cementar caminos, no es atractivo para este empleo,
porque las cantidades disponibles son limitadas y esporádicas, y lucha
contra los bajos precios y las enormes cantidades de brea caminera
producida por la industria minera. El precio del alquitrán de madera, en el
punto de producción del carbón vegetal, resultaría algo más caro que el
alquitrán para caminos. El alquitrán puede ser quemado como
combustible, pero por lo general, es más razonable emplear la madera
donde fuera posible y no merece el esfuerzo el recolectar la brea para
simplemente quemarla, siendo más valiosa para otros usos. 
 

12.2.1 Recolección del alquitrán o brea


Normalmente el alquitrán puede condensarse donde sea que los vapores
del horno pasan por conductos metálicos. El calor se dispersa al aire, a
través de las paredes metálicas del conducto, y la brea se condensa en
la superficie interna. El conducto debe ser inclinado o, con preferencia,
vertical para permitir que el alquitrán cuele dentro del receptáculo, porque
de otra manera la acumulación del mismo sobre las paredes del
conducto, actúa como aislante y cesa prácticamente la condensación.

Una cierta cantidad de agua ácida puede condensarse al mismo tiempo,


pero podrá ser fácilmente separada del alquitrán recogido.

No es factible condensar alquitranes de los conductos de ladrillos puesto


que su conductividad es demasiado baja para permitir que la brea se
condense en cantidades significativas.

Se requieren conductos de metal (acero) lo que requiere habilidad en el


trabajo del metal y la disponibilidad de acero adapto. Los dos tipos de
hornos mejor adaptados para la recolección de alquitrán son el tipo
metálico transportable y el horno Casamance, o cualquier otro tipo
equipado con chimeneas de acero. En todos los casos las chimeneas
tienen que ser modificadas, para permitir que el alquitrán condensado se
descargue dentro de algún tipo de recolector. Generalmente, no se
modifican otros tipos de carboneras para recoger alquitrán, sea porque el
humo no se descarga por un conducto, p. ej. en el sistema de pozas, o
porque el costo y la molestia de la mortificación es demasiado grande
como para justificar la recolección de la brea.

La cantidad de alquitrán que puede recogerse en la práctica no es muy


grande, siendo de alrededor de 25-35 kg de alquitrán por cada tonelada
de madera seca al aire. Es difícil establecer un valor, pero puede
razonablemente suponerse el de $US 0,50 por kg. 

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