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EPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DE LA DEFENSA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
DE LA FUERZA ARMADA NACIONAL. UNEFA
NÚCLEO CARACAS
GERENCIA DE MANTENIMIENTO

CONFIABILIDAD, MANTENIBILIDAD Y DISPONIBILIDAD


OPERACIONAL EN SISTEMAS INDUSTRIALES POR
GENARO MOSQUERA CASTELLANOS

Autor: C.I.

Ing. Franklin Rodríguez 22.712.467

CARACAS, FEBRERO 2019


ANALISIS

La efectividad de un sistema, es función de dos conceptos muy importantes dentro de un enfoque


cuantitativo de análisis de la función de mantenimiento: se trata del concepto de disponibilidad.

El concepto de disponibilidad se define como:

"la probabilidad que un sistema, subsistema o equipo esté disponible para su uso durante un tiempo
dado".

Esta probabilidad, asociada a la probabilidad de tener sistemas, sub-sistemas o equipos instalados con
una redundancia determinada, al estar disponibles para su funcionamiento cuando el sistema, subsistema
o equipo sale de servicio, permite la obtención de una relación funcional que determina el comportamiento
de la Efectividad del sistema.

El concepto de disponibilidad como medida probabilística de que un sistema esté disponible a


requerimiento del sistema operativo, es de extraordinaria importancia para la gerencia de mantenimiento.
El complemento de este concepto o indisponibilidad de un sistema, subsistema o equipo, se utilizará con
frecuencia en los análisis de mantenimiento por la forma práctica que toma el concepto en las aplicaciones
computarizadas.

La disponibilidad como parámetro de mantenimiento a su vez es función de dos elementos muy


importantes: en primer lugar de la confiabilidad de un sistema, subsistema o equipo y en segundo lugar de
la mantenibilidad. El primer elemento se define técnicamente de variadas maneras.

Conejero (2) la define como:

"la característica de un elemento expresada por la probabilidad que cumpla sus funciones específicas
durante un tiempo determinado cuando se coloca en las condiciones del medio exterior".

Finley (3) la define como:

"la probabilidad que un equipo no falle mientras esté en servicio durante un período de tiempo dado".

Por último, Valhuerdi y Quintero (4) la definen como:

"la propiedad de un sistema de cumplir las funciones para él previstas, manteniendo su capacidad de
trabajo bajo los regímenes y condiciones de explotación prescritos y durante el intervalo de tiempo
requerido".

El segundo elemento, es decir, mantenibilidad se define como:

"la probabilidad que un sistema, subsistema o equipo que ha fallado pueda ser reparado dentro de un
período de tiempo determinado".

La determinación de los parámetros confiabilidad y mantenibilidad son determinantes para calcular la


disponibilidad de un sistema, sub-sistema, equipo, parte o pieza de una estructura industrial. Ello
proporciona los datos fundamentales para el análisis de la función de mantener y de una gerencia efectiva,
dentro de un ambiente de sistema total que genera gran cantidad de información técnica y que requerirá
de evaluación permanente con ayuda de sistemas computarizados. Este sistema total está conformado
por multitud de factores gerenciales, entre los cuales destacan: la organización, y las políticas, y
procedimientos, tales como: control de trabajos, control de costos y reportes gerenciales.

A un mayor esfuerzo en el conocimiento de los indicadores de la gestión de mantener, habrá entonces


correlativamente mayor efectividad del sistema, asociado a menores costos de penalización y costos totales
mínimos; para tales propósitos, se desprende la necesidad de un monitoreo constante de los parámetros
de mantenimiento mediante un sistema de información y de cálculo de variables, utilizando modelos
estadístico matemáticos que sirva de apoyo técnico para la planeación y programación de las acciones de
mantener.

CONFIABILIDAD EN COMPONENTES FUNCIÓN DE LA DISPONIBILIDAD OPERACIONAL

 Sistema: Conjunto de elementos discretos o componentes que interactúan para el


cumplimiento de una función determinada. Subconjuntos de estos componentes pueden, a su
vez, denotarse como subsistemas.

Los conceptos de sistema y subsistema son conceptos relativos y dependen de la función que
sea objeto de estudio. De acuerdo con la función que se defina pueden variar los límites
considerados del sistema y los subsistemas. Lo que en un estudio es sistema, puede que en otro
sea subsistema. De igual forma, la definición de los elementos discretos o componentes de un
sistema también son relativa y depende del grado de detalle con que queramos descomponer el
sistema para su estudio y, en última instancia, de las posibilidades que ofrezca la base de datos
disponible. Así, en el caso de un sistema de enfriamiento, uno de los componentes podría ser la
bomba, mientras que si disponemos de los datos necesarios, la bomba podría en otro caso
considerarse como sistema y sus piezas como componentes.

 Confiabilidad: Es la propiedad de un sistema (elemento, componente o pieza) de cumplir las


funciones para él previstas, manteniendo su capacidad de trabajo bajo los regímenes y
condiciones de explotación prescritos y durante el intervalo de tiempo requerido. Dicho de otra
forma, la confiabilidad es la propiedad del sistema de mantenerse sin experimentar un suceso
de falla durante el tiempo y las condiciones de explotación establecidos.

 Falla: Suceso después del cual el sistema tecnológico deja de cumplir (total o parcialmente)
sus funciones. La falla es la alteración de la capacidad de trabajo del componente o
sistema.

Las fallas pueden ser clasificadas de acuerdo con una serie de índices, que se recogen de
manera general en la tabla 1.

La falla catastrófica conduce a la alteración de la capacidad de trabajo. A este tipo de falla


corresponden la ruptura y el cortocircuito; las fracturas, deformaciones y atascamiento de las piezas
mecánicas, etc. Las fallas paramétricas son fallas parciales que conllevan a una degradación de
la capacidad de trabajo, pero no a su interrupción total.

Las fallas, como hechos casuales, pueden ser independientes o dependientes. Si la falla de un elemento
cualquiera de un sistema no motiva la falla de otros elementos, éste será un hecho o acontecimiento
independiente. Si la aparición de la falla en un elemento o si la probabilidad de ocurrencia de la falla ha
cambiado con la falla de otros elementos, esta falla será un hecho dependiente. Análogamente se definen
como dependientes o independientes las fallas de sistemas con respecto a las de otros sistemas.
Indice de clasificación Tipos de fallas
Según el grado de influencia en la capacidad de trabajo catastrófica
paramétrica
Según la influencia de fallas de otros elementos independiente
dependiente
Según el carácter de su proceso de aparición repentina
gradual
estable
Según el tiempo de permanencia del estado fallado temporal
Intermitente
Según el momento en que se manifiesta de interrupción
de bloqueo
Según la forma de su detección revelable
oculta
primaria
Según la naturaleza de su origen o causas secundaria
comando
modo común

Tabla 1. Clasificación de las fallas.

Las fallas repentinas (inesperadas) aparecen como consecuencia de la variación brusca (catastrófica)
de los parámetros fundamentales bajo la acción de factores casuales relacionados con defectos internos de
los componentes, con la alteración de los regímenes de funcionamiento o las condiciones de trabajo, o bien
con errores del personal de servicio, etc. En las fallas graduales se observa la variación suave de los
parámetros debido al envejecimiento y al desgaste de los elementos o de todo el sistema.

Las fallas estables son aquellas que se eliminan sólo con la reparación o la regulación, o bien
sustituyendo al elemento que falló. Las fallas temporales pueden desaparecer
espontáneamente sin la intervención del personal de servicio debido a la desaparición de los motivos que la
provocaron. Las causas de tales fallas frecuentemente son los regímenes y condiciones de trabajo
anormales. Las fallas temporales que se repiten muchas veces se denominan intermitentes o alternantes.
Ellas atestiguan la existencia de anormalidades en la calidad del equipamiento o en regímenes y
condiciones de trabajo.

Las fallas de interrupción son las que se producen en el equipamiento en operación interrumpiendo
su trabajo. Las fallas de bloqueo impiden el arranque o puesta en funcionamiento de sistemas o componentes
sobre la demanda, es decir, bloquean la puesta en funcionamiento de sistemas que están a la espera.
Las fallas revelables son aquellas que se revelan al personal de operación
inmediatamente después de suocurrencia porque sus efectos se manifiestan directamente en
los parámetros de funcionamiento de la instalación tecnológica o se detectan a través del
sistema de control. Se trata de fallas de sistemas en funcionamiento, o a la espera con
control de sus parámetros. Las fallas ocultas no se revelan al personal de operación por ninguna
vía en el momento de su ocurrencia, pero la condición de falla permanente está latente hasta ser
descubierta por una prueba o sobre la demanda de operación del sistema en cuestión. Se trata, por
tanto, de fallas de sistemas que trabajan a la espera.

Las fallas primarias son intrínsecas del elemento y responden a sus características internas.
Las fallas secundarias son debidas a condiciones ambientales o tensiones operativas excesivas
impuestas a un elemento desde el exterior. Las fallas comando son las originadas por la operación
indebida o la no operación de un elemento iniciador (elemento que controla o limita el flujo de
energía que llega al elemento considerado). Dentro de las fallas secundarias y comando se pueden
definir las fallas modo o causa común que son aquellas en que fallan varios elementos, producto
de una misma causa.

Indices cuantitativos de confiabilidad.

Entre los parámetros fundamentales que caracterizan la confiabilidad de elementos y


sistemas se tienen los siguientes:

 Probabilidad de trabajo sin fallas o probabilidad de supervivencia: es la


probabilidad de que en un intervalo de tiempo prefijado (o en los límites de las horas de
trabajo dadas) con regímenes y condiciones de trabajo establecidos no se produzca
ninguna falla, es decir, la probabilidad de que el dispositivo dado
conserve sus parámetros en los límites prefijados durante un intervalo de tiempo
determinado y para condiciones de explotación dadas. La denotaremos por Ps(t).

De esta definición se infiere que la probabilidad de supervivencia es el índice a


través del cual se cuantifica la confiabilidad de un sistema o elemento técnico. La
cuantificación de la confiabilidad como una probabilidad está determinada por el carácter
aleatorio del suceso al que está referida (aparición de la falla). Dicho suceso, aunque
aleatorio, está condicionado por factores de diseño, calidad de la ejecución y
explotación, etc., cuya influencia se refleja en su probabilidad. Por tanto, la influencia de
estos factores sobre la confiabilidad también es susceptible de cuantificar.

 Probabilidad de falla: es la probabilidad de que en un intervalo de tiempo prefijado


se produzca al menos una primera falla. La denotaremos por Pf(t). Puesto que el trabajo
defectuoso y el trabajo sin fallas son sucesos complementos, tendremos que:
Pf(t) = 1 - Ps(t) [2.1.1]

Desde el punto de vista matemático Ps(t) y Pf(t) constituyen funciones de distribución


acumulada.

 Densidad de fallas: es el número de fallas por unidad de tiempo, referido a la cantidad


inicial de elementos de un lote o muestra dada N0. Se representa por f(t). Así:

dN/dt
f(t) = --  [2.1.2]
N0

donde: N(t) es el número de componentes que no han fallado


(se encuentran operables) al cabo de un tiempo t

N0 es el número inicial de elementos de la muestra en estudio

- dN es el diferencial de elementos que fallan en el intervalo (t, t+dt)

Tomando en cuenta las definiciones anteriores de probabilidad de supervivencia y


probabilidad de falla, resulta evidente que:

N(t)
Ps(t) =  [2.1.3]
N0

N0 - N(t)
Pf(t) = - [2.1.4]
N0

Por tanto, la densidad de fallas puede expresarse en función de Ps(t) o Pf(t), de la forma
siguiente:

dPf(t) dPs(t)
f(t) =  = -  [2.1.5]
dt dt

La densidad de fallas representa así la función de densidad de probabilidad asociada


a la función de distribución acumulada Pf(t), por ello también se conoce como
función de densidad de probabilidad de falla (o de la primera falla).

Intensidad de fallas o rata de fallas: es el número de fallas por unidad de tiempo, referido
al número de elementos que se encuentran operables en el instante t, y se denota por R(t).
Así:
dN/dt
R(t) = - -- [2.1.6]
N(t)

Si expresamos [2.1.2] como:

dN/dt N(t)
f(t) = -   
N(t) N0

resulta que

f(t)
R(t) =  “ [2.1.7]
Ps(t)

Sustituyendo [2.1.5] en [2.1.7] y tomando en cuenta [2.1.1], la rata de fallas también puede
expresarse como:

Ps'(t) Pf'(t) f(t)


R(t) = -  =  =  [2.1.8]
Ps(t) 1 - Pf(t) 1 - Pf(t)

La intensidad o rata de fallas se expresa cuantitativamente en unidades de tiempo inversas


(por lo general horas inversas: 1/h) y se puede interpretar como la probabilidad de que el
elemento falle por unidad de tiempo a partir de un instante de tiempo t dado, con la
condición de que no haya fallado hasta dicho instante. De ahí que esta magnitud también
se identifique como rata de fallas condicional.

- Tiempo medio de operación o servicio (tiempo medio de trabajo sin fallas): número medio
de horas de trabajo de un componente hasta la primera falla. Lo denotaremos como TMS
(tiempo medio de servicio). Este se puede hallar aproximadamente como:

N
 ti
i=1
TMS =  [2.1.9]
N

Donde: ti es el tiempo de trabajo sin fallas del i-ésimo elemento.

N es el número de elementos del lote de componentes


con que se experimenta.

Mientras mayor es el número N, más calidad estadística tiene la valoración y mayor es la presicion
del v
precisión del valor determinado para TMS.

-Tiempo medio de reparación o tiempo promedio para reparar: es el tiempo medio, en


horas, de duración de la reparación de un elemento después de experimentar una falla. El
valor aproximado del tiempo promedio para reparar (TPPR) podemos hallarlo mediante la
expresión:

K
 ti
i=1
TPPR =  [2.1.10]
K

Donde:

K es el número de fallas del elemento dado durante el tiempo de ensayo u


observación
ti es el tiempo de duración de la reparación después de la falla i.

La rata de reparación  se define como el inverso de TPPR:

1
 
=
TPPR

2.1.1. Relaciones entre los índices cuantitativos de confiabilidad.

- Relación entre la rata de fallas R(t) y la probabilidad de supervivencia Ps(t).

Si integramos la expresión [2.1.8] como función de Ps(t) en los límites de 0 a t


obtenemos:


t
R (  ) d    [ ln Ps ( t )  ln Ps ( 0 )]
0

considerando que para t=0, Ps(0)=1 (componente como nuevo), resulta:


t

ln Ps ( t )    R (  ) d 
0
o sea:


Ps ( t )  Exp (   tR (  ) d  ) [2.1.11]
0

para: R(t) = const. = R

Ps(t) = EXP(-Rt) [2.1.12]

Por último, aplicando [2.1.1] se obtiene:

Pf(t) = 1- EXP(-Rt) [2.1.13]”

- Relación entre la densidad de fallas f(t) y la probabilidad de supervivencia Ps(t). Si

integramos [2.1.5] se obtienen las siguientes expresiones:

Pf(t)  0 f()d
t
[2.1.14]

t
Ps(t)  1  0 f ()d
[2.1.15]

- Relación entre la densidad de fallas f(t) y la rata de fallas R(t).

De [2.1.7] se obtiene:
f(t) = R(t).Ps(t)

y sustituyendo Ps(t) por [2.1.11] arribamos a:

t
f (t)  R(t).Exp( 0 R( )d ) [2.1.16]

- Relación entre el tiempo medio de servicio y la rata de fallas.

El TMS se determina como el valor esperado del tiempo t hasta la falla, que sigue una
función de densidad de probabilidad f(t). Así pues, su expresión general será:


TMS   tf (t)dt
0

Sustituyendo f(t) en función de Ps(t) tomando en cuenta [2.1.5], resulta:



TMS   Ps(t)dt
0

Cuando esta expresión se integra por partes se obtiene:



TMS   Exp(Rt)dt
0

Consideremos el caso particular en que la rata de fallas es constante. Bajo estas


condiciones Ps(t) viene dada por [2.1.12] y [2.1.17] se transforma en:


[2.1.17]
TMS  tdPs(t)
0

Donde se obtiene finalmente:

TMS = 1/R [2.1.18]

Esta relación entre TMS y R (constante) es muy importante y determina que en la práctica
R y TMS sean usados indistintamente como datos de partida para los análisis de
confiabilidad.

2.1.2. Variación de la confiabilidad de los elementos en función del tiempo.

La curva de R(t) en función del tiempo para un elemento dado sigue en la mayoría de los
casos un comportamiento típico como el mostrado en la figura 2.1.1, que por su forma
característica recibe el nombre de "curva de la bañera". Esta curva puede dividirse en
tres partes. La primera parte es el período inicial de trabajo del elemento donde
pueden producirse fallas tempranas debido a deficiencias en el control de la
calidad. Los fabricantes acostumbran someter a prueba los elementos durante este
período para corregir tales fallas tempranas. La segunda parte se caracteriza por una rata
de fallas aproximadamente constante. En esta parte de la curva podemos
considerar las fallas como aleatorias e independientes del tiempo. Este es el período de
vida útil del elemento, al cual podemos asociar una distribución de probabilidad de falla de
tipo exponencial como la expresada por [2.1.13] La tercera parte de la curva, en la que se
produce un aumento sostenido de R(t) corresponde a la salida de servicio
acelerada de los elementos debido al desgaste y el envejecimiento.

Fig. 2.1.1. Comportamiento típico de la rata de fallas de un elemento.


Para el caso particular de sistemas de alta responsabilidad, como los sistemas de
seguridad de industrias de alto riesgo, las fallas tempranas tienden a ser aleatorias (R
constante) debido a los altos requerimientos del control de calidad, mientras que el
mantenimiento y reposición de componentes contribuyen a alargar el período de vida
útil, protegiendo los sistemas contra el desgaste y el envejecimiento. Por otro lado, cuando
los dispositivos fallan de forma no frecuente y son complejos y costosos, no
pueden ser realizadas muchas pruebas para caracterizar su confiabilidad. Solo
se pueden realizar estimaciones de R(t). Por ello, lo usual en los análisis de
confiabilidady de cuantificación de la seguridad es asumir las fallas aleatorias, de
modo que R(t) es igual a un valor constante R.

Ello determina que la distribución de probabilidad más usada para la modelación de la


confiabilidad de componentes sea la distribución exponencial, caracterizada por las
expresiones [2.1.12] y [2.1.13]. Esta es la que se emplea por lo general en los análisis de
confiabilidad mediante árboles de fallas. Así, en la literatura internacional se acostumbra a
caracterizar la confiabilidad de componentes mediante valores de ratas de fallas
constantes expresadas en forma de fracciones simples o decimales que dan la
probabilidad de fallas por hora de trabajo.
Reflexión

Las aplicaciones científico-tecnológicas han derivado en los últimos años en una


proporción significativa hacia la Gerencia, tomando un enfoque cuantitativo sustentado en
el desarrollo de modelos estadístico matemáticos. Dentro de este marco general, la
Gerencia Técnica ha adquirido un enorme impulso, apoyada particularmente por el
procesamiento de datos a gran velocidad, utilizando los ordenadores electrónicos los
cuales son hoy en día de gran versatilidad, especialmente las computadoras personales.

La gerencia de mantenimiento ha venido transformándose en una actividad cada vez


más importante dentro de los complejos industriales y ha adquirido en los últimos años
importancia vital, para lograr que las instalaciones y equipos sean mantenidos en las
mejores condiciones operacionales dentro de un ambiente de óptimo costo. El
análisis y estudio de las relaciones globales dentro de una organización y de su entorno
requieren de experticias específicas examinando variados factores, entre los cuales
está la misma organización estructural, el uso de los recursos materiales y financieros, la
operación de los sistemas, el control de los costos, y el soporte logístico y técnico asociado.

En Venezuela, ante la diversificación técnica, producto de la diversidad tecnológica y


organizacional de los complejos industriales, los sistemas de mantenimiento han adquirido
un enfoque especializado, soportado sobre desarrollos tecnológicos que los han
convertido, para la Administración del Mantenimiento, en herramientas absolutamente
necesarias para la dirección global de dichas organizaciones. El perfil de las mismas se ha
hecho cada vez más complejo ya que la tendencia es la estar integradas por equipos
generalmente grandes, variados, ubicados en diferentes frentes de las cadenas de
producción, con operaciones automatizadas y vinculadas a sistemas logísticos para el
reabastecimiento de insumos cada día más sofisticados en su manejo y operación. A estos
aspectos se une la experticia profesional y artesanal, lo cual requiere programas de
capacitación y entrenamiento continuos necesarios para una excelente gestión de
mantenimiento en nuestro país y así lograr el cambio de paradigma que todos deseamos.

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