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Dedicado a Aylén Larco y a Ulises Cerón

BIENVENIDO A ESTE LIBRO

Aquí se te quiere mucho. Y éste es un lugar seguro. Soy


nada más que un objeto, pero te quiero. Como los demás
libros, yo hablo con palabras sin sonido, vos podés
ponerme la música más linda que tengas en tu mente. Soy
tu compañero de viaje en los días que te van haciendo
grande. Soy tu amigo fiel: tu libro.

Fui hecho para vos, para que me buscaras, para que me


pidieras, para que me encontraras, para que me recibieras
como un regalo. Fui escrito pensando en alguien lleno de
sueños e ideales, alguien que está dispuesto a luchar para
ser feliz y para hacer de éste, un mundo mejor. Espero que
ese alguien seas vos. Gracias por poner tus ojos y tu
corazón en mis páginas.
¡FELIZ HOY!

Seamos felices hoy. Pasemos un buen día. En un día


está toda nuestra vida.
• La alegría de crecer.
• El placer de las aventuras.
• Y el calor de la amistad.
El día de mañana falta mucho para que venga.
El día de ayer, ya pasó. Pero hoy –este hoy- es todo
nuestro.
Si hacemos con este hoy un hermoso día, casi sin
darnos cuenta, habremos construido la felicidad de toda
nuestra vida.
Que hagas de hoy un día maravilloso. Y así será toda
tu vida.
¡SOCORRO, NADIE ME ABRAZA!
¿Te dieron un abrazo tus padres hoy?
¿No? ¿De veras? Entonces estamos en un problema. Y
vamos a solucionarlo. Porque un problema es algo que nos
pide una solución. Primero tenemos que saber que si papá
o mamá no nos abrazan no es porque no quieran hacerlo.
Quieren. Ellos quieren abrazarnos. En el fondo se mueren
de ganas de darnos un hermoso abrazo, pero sucede que
cuando ellos eran chicos no les enseñaron esa
costumbre de la ternura. Te propongo que dejes un instante
de leer y vayas corriendo a darles un abrazo a los dos o al
que esté en casa, sea mamá o papá. Cuando ya hayas
realizado esa maravillosa tarea, volvé y abrí de nuevo mis
páginas. Yo estaré aquí esperándote para seguir hablando
con vos. Soy tu amigo, no lo olvides.
Veamos qué pasó cuando los abrazaste.
1) Se sonrieron con ternura.
2) Se pusieron muy contentos.
3) Te dieron un abrazo más fuerte aún que el que les
diste vos.
4) Te preguntaron si te habías vuelto loco.
5) Te pidieron que los soltaras porque no tenían tiempo.
Si reaccionaron como 1), 2) ó 3) significa que el
trabajo en adelante va a ser muy fácil y que ya hemos
encontrado la solución al problema de que se olvidaban de
abrazarnos.
Si reaccionaron con algo parecido al caso 4): quiere
decir que no están nada acostumbrados a los abrazos
espontáneos. Tendrás un largo trabajo por delante, pero con
paciencia vas as enseñarles el lenguaje de los abrazos.
Si reaccionaron como en el caso 5): esto indica que el
trabajo será más duro de lo que suponíamos. Tendrás que
aplicar la “técnica de la palmada en el hombro”. No es
muy difícil, consiste en tocarles el hombro dándoles una
ligera palmada cada vez que los tenés a mano. Tendrás que
hacer esto varias veces hasta que se aflojen. Cuando se
hayan habituado a la palmada en el hombro será facilísimo
empezar con abrazos cortitos y suaves. Y con el tiempo,
van a ser ellos quienes vendrán hacia vos para abrazarte.
Practicá esta técnica, ¡da resultados milagrosos!
Difundiendo los abrazos no tardaremos mucho tiempo
en llenar la ciudad de amor. Y después llenaremos la
provincia y el país y todo el continente y todo el planeta
también quedará lleno de amor. Pero, como en casi todo,
hay que empezar por casa y con uno mismo. Así que ahora
vas a darte un abrazo a vos mismo porque te lo merecés,
porque sos un ser único y maravilloso. Date un lindo
abrazo a vos mismo, con caricias incluidas.
¡Qué bueno es abrazarse a uno mismo!
Ahora también, si tenés ganas, podés acariciarme a mí.
Soy un libro, un objeto, pero si posas suavemente tu mano
sobre mí, ¡qué alegría profunda sentirá mi alma de libro!
Gracias por tocarme con amor.
También yo abrazo tu tierna mirada con mis letras. Es
mi modo de acariciarte. No olvides que te quiero.
LA RISA ES SALUD

Científicamente está demostrada la importancia de la


risa para la salud y el bienestar de las personas.
• El llanto arruga la cara.
• Los que se miran en el espejo con cara seria se ven
horribles. En cambio, el que se ríe de su cara, se ve
lindísimo.
• La risa activa la circulación de la sangre y beneficia
al sistema circulatorio.
• Cuando te caés, si llorás te duele más el golpe. Si te
reís, el dolor se hace humo.
• La risa da felicidad y afloja las tensiones. Algunos,
al reírse, se aflojan tanto que se hacen pis encima.
En fin, estas conclusiones científicas coinciden con
una vieja canción española que dice: “Es preferible reír que
llorar”. ¡Y olé!
¡EP! SEÑAL ANTIABURRIMIENTO

• ¡Ep! No te dejés vencer por el “estoy aburrido – estoy


aburrido – estoy aburrido – estoy aburrido”.
• ¡Ep! El aburrimiento se cura con acción.
• ¡Ep! Llamemos a alguien, escribamos una carta,
inventemos una canción, dibujemos, salgamos a visitar a
un amigo.
• ¡Ep! Fabricá una máquina para lavar y peinar elefantes o
un sistema para desviar el camino de las hormigas hacia tu
jardín, pero, por favor, no te aburras.
• ¡Ep! No te olvides que te quiero y que es reconfortante
sentirte ocupado y realizando tus proyectos.
¿POR QUE TENEMOS UNA SOLA MADRE?

• Porque dos serían demasiado.


• Para no tener que pedir dos veces permiso cuando
hacemos algo.
• Porque tendríamos que tener también dos padres,
ocho abuelos, dieciséis bisabuelos, treinta y dos
tatarabuelos y cientos de tíos y tías.
• Para que nos arda un solo cachete.
• Porque tendríamos que escuchar dos cuentos antes
de irnos a dormir.
• Para no tener que comprar dos regalos en su día.
• Porque harían una escena de celos todos los días
para ver a cuál de las dos queremos más.
• Y para poder escribir en un papel o en la pared:

“Madre hay una sola y por suerte


la mejor me tocó a mí”
¡SOCORRO, UNA PESADILLA!

• Si tu sueño se pone peligroso, tenés que desear con


todas tus ganas salir de él: entonces aparece el Salvasueños
y te lleva a un lugar más pacífico.
• Cada uno tiene que inventarse el Salvasueños que
prefiera.
• Algunos tienen una soga muy larga que siempre los
sube al árbol de la tranquilidad.
• Otros tienen personajes imaginarios: un gnomo
amigo (que los gnomos son buenos amigos), un Peter Pan,
un angelito, un hada, un héroe que siempre está a nuestro
lado.
• Algunos imaginan helicópteros especiales o naves
superautomáticas.
• Vos podés crear tu propio Salvasueños.
• El secreto consiste en que, antes de dormir, pongas
en funcionamiento en tu cabeza el Salvasueños.
• Y entonces sí… ¡ya estamos listos para la
maravillosa aventura de dormir y soñar!
No olvides que te quiero.
LOS ESPANTAJAULAS

• Solamente los gatos y los perros aman vivir cerca del


hombre. Ellos dan afecto y compañía a cambio de los
cuidados que los humanos podemos brindarles.
• A los monos no les gusta estar atados con cadenas
(¿y a quién le puede gustar eso?). Los monos prefieren
saltar de rama en rama.
• A ningún animal le gusta salir en televisión. Todos
prefieren su ambiente natural.
• A los conejos, los hamsters y las ardillas les encanta
hacer pozos en la tierra y correr muchísimo y saltar por
dónde quieran. Y esas cosas no las pueden hacer dentro de
una jaula.
• Dicen que los canarios no saben usar su libertad (yo
no lo creo). Los pájaros aman volar. Los pájaros son vuelo
o no son pájaros.
• Si te gusta ver pájaros y escucharlos cantar, poné
alpiste en tu jardín o en tu balcón. Ellos irán a visitarte
todas las mañanas.
• Pero las jaulas son prisiones. Hay que destruirlas.
Convertite en un espantajaulas. Fundá tu propio club de
espantajaulas.
Las alas se hicieron para volar y no hay mejor lugar
para los pájaros que la libertad azul del vuelo. ¡Viva la
libertad!
¡ESTAN TOCANDO TU CANCION!

Todas las personas tienen un nombre.


El quiosquero, la panadera y el diariero. Quizás sean:
Manuel, Doña Ana y el señor Pancho.
El nombre o el apodo que tenemos es como una
música que conocemos de memoria. Y que nos gusta
mucho.
“¿Me da un alfajor?”
“Quiero dos kilos de pan”
“¿Salió mi revista?”
Mejor digamos:
- ¡Qué tal, Manuel! ¿Me da un alfajor?
- ¡Hola, Doña Ana!, quiero dos kilos de pan.
- Señor Pancho, ¿salió mi revista?
Y tanto Manuel, como Doña Ana o el señor Pancho,
van a escuchar su nombre como si fuera una canción. La
más hermosa canción.
¡SOCORRO, EL SEXO!

En este tema hay una pregunta que es fundamental:


¿Hay que hablar o no de sexo con los padres?
¿Es preferible hablarles o hay que dejarlos en la
ignorancia?
En mi opinión, es preferible hablarles, pero con
cuidado, porque ellos todavía no están preparados para este
tema. Para papá y mamá, vos seguís siendo un bebé.
¿En qué momento hay que hablarles? Lo más
importante es no tomarlos por sorpresa. Lo mejor es ir
preparándolos poco a poco. No es prudente en el desayuno
decirle a la madre como si tal cosa:
- Vamos a hablar sobre sexo.
¡No! Esto podría hacer que se ahogara en la taza de
café con leche. Es preferible llamar a la inexperta madre a
un costado y a solas sugerirle:
- Mamá, cuando quieras, cuando tengas ganas o cuando
lo creas conveniente, me gustaría hablarte de las cosas que
están pasando en mi cuerpo.
De esta forma, ella podrá responder mucho menos
asustada que en el desayuno, aunque igualmente le
temblarán la voz, las manos y los recuerdos.
Del mismo modo, no es nada conveniente que los
varones cuenten los problemas de su sexo en medio de una
reunión familiar.
Lo más aconsejable es llamar aparte al padre novato y
explicarle los cambios por los que estás atravesando. El
padre quizás no tiemble al contestar, pero por su cuello
correrán frías gotas de sudor.
La conversación sobre sexo es algo por lo que tarde o
temprano hay que pasar. Y es mejor que sea cuanto antes,
porque la ignorancia puede hacer daño; en cambio el saber
no hace ningún mal.
Así que, no mantengas a tus padres demasiado tiempo
en la ignorancia. No esperes a que ellos lo hagan, hablales
vos. Les vas a hacer un valioso favor.
¡QUE INDECISION!

Cuando debemos elegir entre dos cosas y no nos


decidimos por ninguna de las dos, hay una antigua forma
de resolver la situación: arrojar una moneda al aire.
Algunos dirán que no está bien dejar las cosas libradas
al azar. Pero esta antigua costumbre hay que llevarla a cabo
con una variante:
El sistema es así:
1) Decir: si sale cara hago tal cosa y si sale ceca hago
tal otra.
2) Tirar la moneda al aire.
3) Atajarla.
4) Pensar de qué lado querés que haya caído.
5) Guardar la moneda sin mirar de qué lado cayó.
Según lo que hemos deseado en el punto 4) será nuestra
decisión.
Cuando la moneda está en el aire o cayó, pero aún no
la hemos mirado, sentimos un deseo muy nítido de que
haya caído de un determinado lado. Por eso no hace falta
mirar la moneda.
Este sistema parece simple, pero es infalible.
LAS BUENAS PERSONAS

• Sonríen hasta cuando están tristes. Siempre están


dispuestas a regalarnos una sonrisa.
• Luchan por vencer a sus enemigos interiores. Nunca
buscan pelea inventando enemigos exteriores.
• Las buenas personas siempre tienen un rato libre para
dártelo.
• Les gusta cantar, quizás canten desafinado, pero cantan.
• Las buenas personas son solidarias con el que necesita
dinero, cariño o comida.
• ¡Qué linda tarea es tratar de parecerse cada día más a las
buenas personas!
NO LE TENGAS MIEDO AL MIEDO

Los héroes y los superhéroes tienen tanto miedo como


todos los estudiantes de una escuela juntos. Todo el mundo
siente miedo.
• El miedo no es zonzo (en esto, tu abuela tiene
razón).
• Si el miedo es algo real (animales salvajes sueltos o
automóviles en una calle sin semáforo) sirve como alarma
para que tengamos cuidado. A ese miedo podemos
enfrentarlo con inteligencia. Si solos no podemos, pidamos
socorro. Todos los valientes tienen un compañero de
aventuras.
• Si el miedo es imaginario (vampiros, monstruos,
fantasmas y otros seres repugnantes y asquerosos y
malditos), entonces a ese miedo hay que disfrutarlo,
porque el terror puede ser muy divertido.
Es preferible divertirse con el miedo antes que morirse
de aburrimiento. ¡AAAAAOOOOOUUUUUUUUU!
EL TERCER DESEO

Había una vez, hace muchos años, un hombre al que lo


habían condenado a morir en la horca.
Siguiendo una costumbre de aquellos tiempos le
concedieron sus tres últimos deseos.
El condenado a muerte dijo:
- Primero quiero un licuado de frutas, en segundo
lugar quiero un pan recién horneado. Y mi tercer deseo es
que me sean concedidos tres deseos más.
Y claro, tuvieron que concedérselos.
El hombre hizo entonces su nuevo pedido:
- Primero quiero un autógrafo de mi músico favorito,
segundo un plato de bananas con miel y tercero: tres
deseos más.
De esta manera consiguió vivir hasta que murió de
muerte natural a los 104 años.
Así es que, no lo olvides, cuando tengas que pedir tres
deseos, que el último sea: ¡tres deseos más!
¿PARA QUE SIRVE LA PRIMAVERA?

• Para sacarte los “pulóveres” que pican.


• Para anunciar que se acercan las vacaciones.
• Para llevar a tu papá de campamento y enseñarle
cómo se arma una carpa.
• Para leer bajo el sol.
• Para viajar con la ventanilla abierta.
• Para llevar al abuelo a jugar a las bochas y poder
quedarte más tiempo con tus amigos en la plaza.
• Para descubrir caravanas de hormigas.
• Para salir de picnic.
• Para tomar muchos jugos de frutas.
• Para enamorarte.
• Para reunirte con la barra de la esquina.
• Para andar en bicicleta.
• Para olvidarte del invierno y sus resfríos.
• Y, por sobre todas las cosas, para recordarte que
después de cualquier tristeza reaparece siempre la alegría.
¡SOCORRO, QUE SERA DE MI EN EL FUTURO!

Animate a soñar lo mejor para vos y lo verás hecho


realidad en tu futuro.
Tanto los buenos como los malos deseos se cumplen.
Por eso, deseá solamente bienestar y felicidad. Soñá con
ideales de justicia y los alcanzarás.
Soñá con un buen amor y tendrás un buen amor.
Soñá con el éxito en la carrera que elijas y eso será lo
que conseguirás.
Dejá de lado las dudas. Confía en el poder de tu deseo.
Todo, absolutamente todo lo que imagines, lo podrás
lograr.
Y todo lo que desees para los otros se cumplirá
también para vos. Lo que des, eso recibirás.
Donde pongas alegría, sacarás alegría.
Donde des amor, te darán amor.
Escribí imaginariamente sobre tu pecho con un lápiz
de luz la palabra Confianza.
Y avanzá sin preocuparte, un día tendrás tanta
felicidad como la que hoy te atrevas a soñar. Confiá en vos.
NO NOS DESPEDIMOS NADA

Este libro no tiene final porque lo podés volver a abrir


cada vez que lo necesites.
Sus cariñosas palabras no se borrarán.
Por eso, esto no es una despedida, ¡No nos despedimos
nada!
Ya sea con su presencia física o en el corazón de los
recuerdos, los amigos están siempre a nuestro lado.
Y aquí estaré yo esperándote. Por si algún día querés
volver a leerme.
No olvides que te quiero.
© 1996 José Sbarra
Ilustraciones: Gustavo Cravena
Impreso en 1997
Digitalizado en julio del 2010 con el único propósito de difundir la obra de José Sbarra.
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