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RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL

ENSAYO

Dentro de una estrategia empresarial se puede afirmar que la inversión


social es una herramienta del mejoramiento competitivo y estratégico de
las organizaciones; a través del reconocimiento de las necesidades
sociales como una oportunidad de negocio. Teniendo en cuenta este
concepto, las compañías que están a la vanguardia dentro de la
competencia internacional, trabajan por el mejoramiento de su ventaja
competitiva a través de la innovación y creatividad dentro de sus prácticas
empresariales. Por lo tanto, las unidades económicas desarrollan lo que
ahora se conoce como programas de marketing social con el fin de invertir
de la mejor forma en el mejoramiento del bienestar de la comunidad. El
propósito es obtener una estrategia paralela en prácticas sociales a la
estrategia general de la compañía, donde exista una relación positiva de
costo-beneficio o una relación gana-gana, que ayude a la generación de
mayores utilidades.

Las empresas de hoy deben promover la inversión social a través del uso
de sus recursos ya sea capital humano, infraestructura, utilidades o en
otras prácticas, para concentrarlas en el bienestar de la sociedad, no
como una simple “donación”; sino como una inversión en la que se
puedan obtener utilidades como retorno del ejercicio de la responsabilidad
social.

En realidad, nuestras empresas colombianas han crecido y han


sobrevivido sin la necesidad de ayudar a la sociedad, sin inversión social
y sin prácticas responsables. En nuestro medio colombiano se debe
corregir la forma como los dirigentes evalúan los beneficios de las
inversiones sociales asumiendo una política de responsabilidad social sin
que se convierta en un gasto que va en contra de sus intereses y estados
financieros, ya que no se puede desconocer que en el lenguaje
empresarial todo se mide en costos de inversión y en estrategias de
recuperación de la misma, por ende, si se convirtiera en un gasto, se deja
de ejercer la responsabilidad social.
Para tal fin hay que vencer los siguientes paradigmas con los cuales
vivimos actualmente: y son que el Estado es el único que tiene el derecho
y el deber de administrar el gasto social y de suplir las necesidades
sociales. Como segundo las empresas que realizan inversiones sociales
lo hace por imagen, es decir las empresas lo utilizan como herramienta de
marketing para que las personas tengan preferencias sobre sus
productos.
Frente a esta temática se plantean las siguientes oportunidades para el
desarrollo de una política de responsabilidad social en nuestro país; si el
ambiente moral de las empresas está formado por una serie de normas,
instituciones, costumbres y cultura enfocada hacia la responsabilidad
social, ésta se convierte en una estrategia que va generar rentabilidad,
eliminado el concepto de gasto.

La causa por la cuál no se definan políticas en inversión social y no existe


la cultura por parte de los empresarios e inversionistas colombianos, se
relaciona a que los estudios e investigaciones actuales no han llegado a
sustentar y a concientizar de una manera clara y directa con indicadores
tanto cualitativos como cuantitativos las utilidades que pueda generar la
inversión social con relación a la responsabilidad social versus la
rentabilidad como objetivo fundamental.

La aparición del balance social se remonta hacia 1965 en Estados


Unidos, por la necesidad de demostrar las actividades realizadas por las
empresas dentro del campo social. Diferentes países han sido pioneros
en el desarrollo de una cultura de responsabilidad social, entre ellas
Francia, Alemania e Inglaterra, en Colombia la empresa Fabricato fue la
primera hacia el año de 1977; Seguidamente la ANDI en 1985 define los
objetivos concretos del desarrollo social como modelo de gestión
empresarial.

El interés porque las empresas tengan un manejo responsable de sus


actividades es una preocupación mundial y Colombia no es ajena a esta
inquietud. Sin embargo, cada país enfoca sus iniciativas hacia las
deficiencias económicas, sociales o ambientales específicas de su
contexto.
De esta manera en el medio colombiano, el manejo del balance social no
ha sido el más acertado comparado con otros países latinoamericanos
como Chile, donde hay un compromiso de la sociedad y no tanto de las
empresas. En el ranking latinoamericano Colombia se encuentra en el
puesto 55 frente a Chile que ocupa el primero o España que está en el
número 26. Es en estos países donde se demuestra que la
responsabilidad corporativa hace que las economías de los países surjan,
que la inflación baje y que los índices de empleo sean manejables.

Algunas Organizaciones Colombianas entienden la Responsabilidad


social Empresarial como el compromiso que tiene de orientarse por el
mejoramiento de la calidad de vida de sus empleados y sus familias; sin
embargo, un pequeño porcentaje de las empresas creen que este tema
deba ser prioritario, esto se debe a la falta de conocimientos específicos
de compromiso social corporativo.
Teniendo en cuenta la complejidad de la situación actual de Colombia y
en general de Latinoamérica en donde la población se ha quedado al
margen del desarrollo social, es que se debe trabajar por conseguir
estrategias que apunten al desarrollo del mercado, de la economía y del
capital social. Por estos motivos es que hoy los clientes son más
sensibles a estas tendencias y ejercen influencia sobre las mismas
empresas, y han obligado a que ellas adopten estrategias de
Responsabilidad social empresarial no como moda sino como una
necesidad. En consecuencia, se observa que el empresario colombiano
ha tenido una evolución en el manejo e incidencia en el desarrollo de las
personas y del país. Y nosotros mismos como clientes preferimos adquirir
productos de empresas que se comprometen con temas que demuestran
su responsabilidad ante la sociedad.

La Responsabilidad Social invita a considerar y evaluar las acciones como


factores que incidan en la construcción de un país en donde se promueva
el desarrollo humano sostenible y la justicia social. Ser socialmente
responsable implica sentar las bases de un cambio cultural profundo, para
lo cual habrá que ir más allá de la legalidad y de las propias fronteras del
negocio, e identificar la manera como cada empresa logra beneficios para
sí misma, pero también ganancias que aportan al desarrollo sostenible de
la sociedad en que vivimos.

Hay que contagiar a todos los eslabones de la cadena, principalmente a


empresas de menor tamaño. Es un papel que le corresponde ejecutar a
los gremios y desde estas instituciones debemos cada día estar atentos a
que estos temas de Responsabilidad social empresarial se vayan
universalizando más en Colombia a todos los niveles.
A mí me parece que, en medio de las actuales dificultades económicas,
las empresas no pueden olvidar su responsabilidad social. Es allí donde
se tienen que hacer mayores esfuerzos, ya que las crisis no son
permanentes; por eso, la Responsabilidad social debe ser un puente para
pasar esas crisis y ayudar a que los trabajadores y la propia comunidad
las puedan atravesar de una mejor manera. En general, la actividad
empresarial debe verse como un paliativo de la crisis y no un instrumento
que la agrava. Ese debe ser el reto de aquí en adelante.

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