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Dignificación del conflicto armado en Guatemala

25 de febrero: Día
Nacional de la
Dignificación de las
víctimas del conflicto
armado en Guatemala
 28/02/2018

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-Carlos Enrique Fuentes Sánchez / EL EDUCADOR–


Se conmemora el día 25 de febrero porque este día, de 1999, la Comisión del Esclarecimiento
Histórico -CEH- entregó el Informe Guatemala, Memoria del Silencio. Esta comisión,
integrada por Christian Tomuschat, Otilia Lux de Cotí y Alfredo Balsels Tojo, fue un
compromiso de Estado establecido en el Acuerdo de Paz firmado en Oslo, el 23 de junio de
1994, para esclarecer con toda objetividad, equidad e imparcialidad las violaciones a los
derechos humanos y los hechos de violencia que causaron sufrimientos a la población,
durante el enfrentamiento armado interno de Guatemala, en los años comprendidos entre
1962 y 1996.
Se entiende por víctimas a todas aquellas personas cuyos derechos humanos fueron
violentados por uno u otro bando de los involucrados en la guerra. En estos derechos
violentados quedan comprendidos los referidos a libertad de pensamiento, de expresión, de
locomoción, de asociación, y sobre todo, el derecho a la vida. Se entiende por victimarios a
quienes ejecutaron las violaciones de los derechos humanos de las víctimas, en este caso, el
Ejército nacional, los patrulleros de autodefensa civil, los comisionados militares y algunos
miembros de las organizaciones guerrilleras. Debe aquí considerarse que, según la CEH, 93
% de las masacres ejecutadas durante el enfrentamiento armado fueron perpetradas por el
Ejército Nacional de Guatemala y sus cómplices, las Patrullas de Autodefensa Civil -PAC-,
3 % fueron por la guerrilla y 4 % por grupos desconocidos.
Según la CEH, la mayoría de las 200 000 personas asesinadas durante el conflicto armado
interno fueron del pueblo maya. Se calcula que 83 % de los muertos eran indígenas y, de
ellos, uno de cada cuatro fueron mujeres. En Quiché, casi 80 % del pueblo Ixil fue masacrado.
Por ello se acusa de genocidio al general Ríos Mont y otros, porque genocidio se define como
cualquiera de los actos cometidos (asesinar, provocar serias lesiones físicas, imponer
medidas para impedir nacimientos, transferir niños) con la intención de destruir total o
parcialmente un grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal.
En 1986, con Vinicio Cerezo en el poder, se empezó a hablar de paz en Centro América, pero
las atrocidades del Ejército contra la población civil se mantuvieron hasta que, en diciembre
de 1996, el Gobierno de Álvaro Arzú se vio obligado a firmar la paz firme y duradera. El
saldo al final de la guerra, según la Comisión de Esclarecimiento Histórico, fue de 200 000
muertos, 45 000 mil desaparecidos, y más de 100 000 desplazados. Otras consecuencias
fueron el terror, la impunidad, la criminalización de las víctimas; la cultura del silencio, el
debilitamiento institucional, la militarización de la sociedad; la ruptura del tejido social, el
desplazamiento y refugio, los costos sociales en salud, educación y la indocumentación.
Por todo lo anterior es importante conmemorar el 25 de febrero porque, aparte de constituir
parte de la memoria histórica, es necesario un entierro digno, un reconocimiento a su nombre,
un resarcimiento para todas las víctimas, muchas de ellas mujeres, hombres y niños, personas
inocentes, que no participaron en la guerra pero fueron víctimas de ella. Por ello, la Comisión
de Esclarecimiento Histórico dejó al Estado Guatemalteco 6 recomendaciones. Estas son:
1. Medidas para preservar la memoria de las víctimas (dignidad de las víctimas y
memoria de las mismas). 2. Medidas de reparación (programa nacional de reparación;
desaparición forzada, política activa de exhumaciones; difusión y enseñanza del informe). 3.
Medidas a los funcionarios responsables (examen de la conducta de los oficiales militares
y policías de la época del conflicto y adopción de medidas administrativas). 4.
Administración de justicia (estricto cumplimiento de las recomendaciones de la CEH,
cumplimiento de la Ley de Reconciliación Nacional; análisis de los instigadores de los
crímenes contra las víctimas y regulación del derecho de habeas data en cumplimiento del
artículo 31 de la Constitución de la república). 5. Función de las fuerzas armadas y
policiales (definición de las funciones de cada institución de seguridad, nueva doctrina
militar y nueva doctrina de las fuerzas de seguridad). 6. Seguimiento, por parte del Congreso
de la República creando la entidad responsable de impulsar y vigilar el cumplimiento de las
recomendaciones de la CEH.
Con un análisis simple de las anteriores, puede deducirse que solo la primera ha sido
cumplida, pues las dos partes, el Estado y la URNG han presentado la disculpa respectiva a
las víctimas y a la población nacional; además, se ha cumplido con la declaración del Día
Nacional de la Dignidad de las Víctimas de la violencia, y, parcialmente, la construcción de
algunos parques públicos en memoria de las víctimas, así como la asignación de nombres de
las víctimas a algunos centros educativos, edificios y vías públicas. De las otras, algunas no
han sido cumplidas y otras solo están parcialmente cumplidas. Es deber de la sociedad civil
conocer estas recomendaciones y exigir el cumplimiento de las mismas.

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