Está en la página 1de 7

Crustáceos

Entre los cangrejos nadadores se encuentra el cangrejo azul comestible del género Callinectes, de
la costa del Atlántico, que son los nadadores más potentes y ágiles entre todos los crustáceos. El
último par de patas de los miembros de este grupo termina en una especie de pala o remo, ancha
y aplanada, que durante la natación se extiende lateralmente y algo por encima del nivel del
caparazón, ejecutando un movimiento en forma de ocho, como un propulsor o hélice; el cuarto
par de patas actúa como estabilizador. Estos cangrejos pueden nadar en sentido lateral, hacia
atrás, y a veces hacia adelante con gran rapidez

Los moluscos cefalópodos, a los que pertenecen el pulpo, el calamar y el nautilus, tienen una
organización muy especializada para formar parte del necton. Pulpo de anillos azules, tienen una
cabeza caracterizada por contener a un sistema nervioso central muy desarrollado, protegido por
una cápsula cartilaginosa que recuerda el cráneo de los vertebrados inferiores, y por tener un par
de ojos grandes parecidos a los ojos de los vertebrados. De esta cabeza salen de 8 tentáculos
implantados alrededor de la boca, y su cuerpo es de forma alargada, fusiforme y está
perfectamente acomodado para surcar las aguas, en las que nadan con gran agilidad. es uno de los
animales más venenosos del mundo y el único pulpo letal para los seres humanos.
Los peces óseos del necton, como la sardina, el atún, la sierra, etcétera, presentan una cabeza
triangular con la boca en forma de hendidura horizontal situada en la región anterior, constituida
por los maxilares superior e inferior. Los ojos son circulares y sin párpados. En la región dorsal de
la cabeza se encuentran dos fosas nasales que se abren al exterior por dos orificios, situadas
delante y cerca de los ojos; hacia atrás y lateralmente, están los opérculos móviles cubriendo a las
branquias a las que comúnmente se les llama "agallas".

La natación de estos peces es un espectáculo único; se puede ver el maravilloso aspecto que
ofrece un banco de atunes nadando rápidamente en alta mar, causando un brillo incomparable en
las aguas al reflejarse el Sol en sus dorados dorsos; también es espectacular el destello multicolor
de los peces deslizándose en los arrecifes madrepóricos o la natación rápida de un tiburón para
cazar una presa.
La vejiga natatoria desempeña un papel importante en la natación de los peces del necton: la
utilizan como órgano hidrostático que les permite flotar a un nivel determinado, sin hundirse ni
ascender. Esta vejiga está localizada en la región ventral del cuerpo del pez y es por esta razón que
cuando pierden el control de su función natatoria o cuando mueren se van hacia arriba y flotan.

Las aletas constituyen órganos importantes, mas no indispensables, para la natación. En los peces
óseos las aletas dorsal, anal y ventral actúan como quillas para que no pierdan el equilibrio,
mientras que la caudal les ayuda a la propulsión; las aletas pectorales están atrás de las aberturas
branquiales que corresponden a las extremidades anteriores y les sirven para frenar de repente y
girar con brusquedad, y las pélvicas, situadas abajo de las pectorales, correspondientes a las
extremidades posteriores, se utilizan también para frenar.

Los reptiles del necton también presentan adaptaciones para moverse en el seno de las aguas
oceánicas, como las tortugas marinas, con caracteres muy particulares que las diferencian de los
demás reptiles. Su cuerpo es muy grande (algunas llegan a medir hasta 2 metros) y está protegido
por un caparazón duro, dentro del cual pueden esconder su cabeza y extremidades; para nadar
modifican la parte final de sus extremidades; quedan unidos los dedos, tomando un aspecto de
paletas, que les sirven para desplazar fácilmente el agua. Como ejemplo está la "caguama" o
"tortuga verde", característica de mares tropicales.
Los mamíferos acuáticos también presentan adaptaciones a la vida nectónica; por ejemplo, entre
los sirenios la adaptación es parcial: sus extremidades anteriores tienen aspecto de aleta, pero
recuerdan a las pezuñas de otros mamíferos; viven en estuarios, bahías y grandes ríos, como el
manatí. Los pinnípedos ya presentan una adaptación mayor: su cuerpo es seudopisciforme, sus
extremidades toráxicas tienen forma de aleta sin uñas y el extremo posterior del cuerpo se
transforma en una aleta caudal horizontal, como es el caso de las focas.

Los cetáceos están totalmente adecuados a la vida nectónica, su cuerpo es pisciforme con
extremidades anteriores en forma de aleta, como en los delfines y las ballenas. Los delfines, que se
pueden considerar como los mejor adaptados, se desplazan en el agua a gran velocidad, sin gran
esfuerzo muscular exagerado, debido a que su piel está estructurada de modo que les permite
reducir los remolinos del agua y, por lo tanto, la fricción.
El término pelágico se aplica a los animales que viven en las aguas libres, sin contacto con el
fondo. La zona pelágica comprende la región nerítica, encima de la plataforma continental, y la
región oceánica, más allá de ella. Los peces pelágicos pueden dividirse en dos grupos en relación
con la región donde se encuentran: los pelágicos costeros y pelágicos oceánicos, y el primero aún
se puede subdividir en litorales y en costeros propiamente dichos. A aquellos peces que se
localizan a considerable profundidad, pero desligados completamente del sustrato, se les llama
batipelágicos.

Los pelágicos costeros son peces de pequeño tamaño que viven formando grandes bancos que se
desplazan por la plataforma continental y próximas a la superficie. Destacamos en este grupo la
anchoa y la sardina, que son capturadas empleando el arte de cerco.

El medio pelágico costero ofrece el mejor ejemplo de una comunidad de gran rendimiento,
formada por muchos individuos de pocas especies, en áreas relativamente amplias; con una
fecundidad muy elevada y rápido ritmo de crecimiento, alcanzan, en muchos casos, la madurez
sexual en el primero o segundo año de vida. Todos estos aspectos hacen de él un ecosistema ideal
para la explotación pesquera.

Pelágicos Oceánicos

Son aquellas especies de buen tamaño que realizan grandes migraciones, como los túnidos, y
visitan estacionalmente nuestras aguas, en donde son objeto de activa pesca. Las más típica de
todas ellas es el Bonito, cuya pesca en el cantábriaco se efectúa entre los meses de junio y
octubre, empleando el cebo vivo y la cacea.

La comunidad de peces pelágico-oceánicos tiene unas características anatómicas y fisiológicas


similares a las de los costeros, pero todo su ciclo vital es más largo, y los procesos de alimentación
y reproducción están ligados a especiales condiciones que se deben a que se desplazan en zonas
muy amplias, a veces muy alejadas entre sí, y que exigen largas migraciones. Aunque son de
rápido crecimiento y elevada fecundidad, la densidad de su población es menor y su desarrollo
más lento. La explotación económica de este ecosistema es de considerable interés, pero costosa
y sujeta a fluctuaciones.

 Demersales

Los peces son animales acuáticos, con una mayoría de organismos marinos, que viven en las
diferentes regiones oceánicas, desde la costa hasta las mayores profundidades. Por la característica
de su esqueleto se pueden distinguir dos grandes grupos, los elasmobranquios o peces
cartilaginosos, cuyo esqueleto está formado por cartílagos, como es el caso del tiburón y las rayas, y
los peces óseos, que ya presentan esqueleto óseo, como el atún, el robalo, etcétera.

Se consideran peces demersales los representantes de estos grupos que viven en o cerca del fondo
de las zonas litoral, eulitoral y plataforma continental, llegando hasta profundidades de más o menos
500 metros. Estos peces, en general, presentan poco movimiento y se mantienen en contacto con el
fondo, pero pueden efectuar movimientos migratorios según sus necesidades alimenticias o su ciclo
de vida.

Las especies principales de esta modalidad de pesca en el cantábrico son la merluza, el besugo, el
rape, el lirio, los ojitos, la locha, el congrio y la cigala.

También podría gustarte