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CAMBIOS DURANTE EL EMBARAZO

El embarazo desencadena una cadena complicada de acontecimientos. Las


hormonas comienzan a enviar mensajes a todo el cuerpo, preparando a los
sistemas orgánicos para los cambios de adaptación durante el embarazo.

SISTEMA CARDIOVASCULAR

La expansión de volumen es uno de los cambios más precoces e importantes


del embarazo. Se produce para suministrar circulación a todos los órganos y
zonas corporales en desarrollo, proveer un intercambio de nutrientes adecuado en
la placenta y para compensar por la pérdida de sangre en el parto. Para albergar
la expansión, la progesterona provoca una relajación del tejido vascular liso. El
aumento promedio, de un 45%, puede presentarse a las 6 semanas, aunque
generalmente se eleva con lentitud en el primer trimestre, alcanzando un máximo
alrededor de las 30 a 34 semanas. La mayor parte del aumento en volumen
(1,200 a 1,500 ml) consiste en plasma. A causa de este desequilibrio, el
hematocrito disminuye (esto se denomina hemodilución del embarazo), pero el
cuerpo compensa produciendo células rojas adicionales. Una concentración de
hemoglobina menor de 11.5 g/100 ml ó un hematocrito menor de 30% es
considerado anemia.

Casi todas las mujeres necesitan suplementos de hierro durante el embarazo.


Éstas tienen niveles bajos de hierro debido a la pérdida de sangre mensual a
través de la menstruación. El feto requiere 350 a 400 mg de hierro para crecer. El
aumento en células rojas materna requiere 400 mg adicionales de hierro. La
necesidad de ácido fólico aumenta durante el embarazo para evitar la
megalohemoglobinemia (RBC’s grandes y no funcionales). La mujer debe ingerir
alimentos altos en ácido fólico como espinaca, espárragos y legumbres.

Los niveles de hemoglobina pueden descender ligeramente a causa de la


demanda adicional de hierro. Durante el embarazo hay un aumento en plaquetas,
fibrina, fibrinógeno y factores de coagulación. Estos cambios son necesarios para
proteger a la madre de3 una hemorragia en el momento del parto. Sin embargo,
este aumento en la capacidad de coagulación, la hace más propensa a desarrollar
trombos durante el embarazo y el puerperio.

El corazón realiza varias adaptaciones para acomodarse a estos cambios. Si


se observa durante la exploración radiográfica, el corazón es más prominente
debido al aumento en la carga de trabajo. La frecuencia cardiaca aumenta de 10
a 15 latidos por minuto. El gasto cardiaco aumenta en un 25% a 50% desde los
inicios del embarazo.

La presión arterial en las primeras 24 semanas disminuye generalmente entre


5 y 10 mm de Hg en la sistólica, y entre 10 y 15 mm de Hg la diastólica. Estos
cambios son originados por:
a. relajación de la capa muscular lisa vascular
b. formación de nuevos lechos vasculares en las mamas, útero y placenta

La postura materna puede originar que el útero en aumento comprima la vena


cava inferior, impidiendo el retorno venoso y reduciendo así el gasto cardiaco y
bajando la presión arterial. Este problema se presenta más a menudo en las fases
tardías del embarazo, especialmente cuando la mujer descansa en posición
supina. Este síndrome de hipotensión supina se presenta hasta en un 10% de las
mujeres que experimentan mareos, pérdida ligera de los niveles de conciencia,
náuseas, palidez, piel pegajosa o desmayo. El tratamiento consiste en cambiar la
posición de la madre de la supina a una postura de descanso sobre el lado
izquierdo para mejorar el flujo sanguíneo a través de la vena cava. El aumento en
la presión venosa femoral está relacionado con el peso del útero. El retorno
venoso desde las venas femorales se ve afectado por el agrandamiento del útero
y por el aumento en el volumen sanguíneo. Esto contribuye a una sensación de
pesadez en las piernas y edema, que es más notable en las tardes y después de
estar de pie o sentada por mucho tiempo.

SISTEMA RESPIRATORIO

Los cambios en el sistema respiratorio se deben a la necesidad mayor de


entrada de oxígeno (O2) y eliminación de bióxido de carbono (CO 2). El consumo
de O2, elevado de un 20% a 30% durante el embarazo, es la consecuencia del
trabajo cardiaco, del rendimiento renal, rendimiento respiratorio y de las demandas
de mamas.

La progesterona reduce el umbral de CO 2 en el centro respiratorio,


aumentando su sensibilidad al CO2. esta hormona reduce la resistencia pulmonar,
facilitando que la caja torácica se expanda y que el diafragma se haga más móvil.
Para facilitar la transferencia de CO 2 procedente del feto, la mujer embarazada
está en un estado de alkalosis respiratoria compensada con un PCO 2 reducido y
un PaO2 elevado. La PaO2 materno aumenta a 100 ó 108 mm Hg durante el
embarazo. Para mantener una leve alkalosis, las concentraciones de NaHCO 3 se
hacen más bajas en el embarazo, con un promedio de 16 a 20 mEq/L.

SISTEMA RENAL

Los riñones aumentan de tamaño para hacer posible un mayor volumen de


filtración y reabsorción. Los cambios hemodinámicos incluyen aumento en la tasa
de filtración glomerular, excreción de aminoácidos y eliminación de vitaminas
hidrosolubles. También se elevan los niveles de excreción de creatinina y
aumento en la reabsorción de sodio, cloruro y agua. Pueden aparecer indicios de
glucosuria y proteinuria. La poliuria aparece normalmente en el primer y tercer
trimestre. En el primer trimestre, el agrandamiento del útero presiona la vejiga,
estimulando la sensación de orinar aún cuando no esté llena. Más tarde en el
tercer trimestre, cuando tiene lugar el descenso de la presentación fetal, el útero
engrosado vuelve a comprimir la vejiga. Los cambios del embarazo facilitan el
crecimiento bacteriano a causa de la obstrucción del flujo libre de la orina a causa
de la presión del útero sobre los uréteres y el efecto relajante de la progesterona
sobre el músculo liso. La vejiga puede contener orina residual. Este
estancamiento de orina es un medio propicio para el crecimiento de bacterias.

SISTEMA TEGUMENTARIO

Se presentan cambios relacionados al aumento en el flujo sanguíneo como


consecuencia de los niveles elevados de estrógeno. Los angiomas aráneos,
corrientemente observados en mujeres de piel clara, consisten en redes de vasos
finos que aparecen principalmente en la cara, tórax y brazos. Muchas mujeres
notan enrojecimiento en la palma de las manos y plantas de los pies. Las estrías
gravídicas aparecen como líneas rosadas o púrpuras en las mamas, abdomen
inferior o muslos.

La acción de las hormonas durante el embarazo induce un aumento en la


pigmentación, especialmente en los pezones y areolas, ombligo, axilas y perineo.
En la parte inferior del abdomen aparece la línea nigra. El melasma, una
hiperpigmentación irregular moteada de la frente, mejillas, nariz y labio superior se
presenta en mujeres de cutis oscuro.

SISTEMA MUSCULOESQUELETAL

Cuando el embarazo avanza, el esqueleto hace varios ajustes para acomodar


el útero creciente y prepararse para el parto. La mujer desarrolla una lordosis
progresiva de la columna vertebral (aumento anormal de la curvatura hacia
delante) para mantener el centro de gravedad sobre las piernas de la mujer. La
postura está influenciada por los cambios hormonales y el peso del útero.

La hormona relaxina relaja el cartílago y el tejido conjuntivo de la sínfisis púbica


y de las articulaciones sacroilíacas para facilitar el parto vaginal.

La hormona paratiroidea actúa sobre el intestino para elevar la absorción de


calcio; y sobre los riñones para reducir la filtración. No hay pérdida de la densidad
ósea durante el embarazo.

SISTEMA ENDOCRINO Y METABOLISMO

Casi todos los aspectos del sistema endocrino aumentan durante el embarazo.
El mayor cambio del sistema endocrino es la adición de la placenta como órgano
endocrino. Esta produce grandes cantidades de estrógeno, progesterona,
gonadotropina coriónica (hCG), lactógeno placentario humano (hPL), relaxina y
prostaglandinas.
1. Estrógeno: es segregado por el ovario al comienzo del embarazo y
después por las células placentarias. Actuando aisladamente o en
conjunto con otras hormonas, el estrógeno estimula las siguientes
acciones:

a. Modifica el pH vaginal
b. Aumenta el tamaño y peso del útero
c. Desarrollo de la mama y conductos mamarios y cambios en la
consistencia y el color del pezón
d. Cambios en la piel
e. Respuesta diabetógena
f. Aumento en el flujo de sangre a los tejidos
g. Causa agrandamiento uterino y de las mamas y eritema de las
palmas de manos y planta del pie

2. Progesterona: juega un papel importante en el mantenimiento del


endometrio, inhibiendo la contractilidad uterina y ayuda al desarrollo
de las mamas para la lactancia. . La progesterona es segregada al
principio por el cuerpo lúteo en el ovario, pero hacia la duodécima
semana es segregada por el tejido placentario. Mantiene la mucosa
decidual, relaja el músculo liso en todo el cuerpo y contribuye a los
cambios vasculares. Se observan los siguientes efectos”

a. Relajación de vasos sanguíneos para facilitar la expansión


sanguínea
b. Disminuye la resistencia pulmonar
c. Relaja estructuras del sistema renal para permitir un mayor
volumen
d. Desarrollo de lóbulos en las mamas en preparación para la
lactancia
Reduce la motilidad de sistema gastrointestinal

3. Relaxina: secretada principalmente por el cuerpo lúteo, ayuda a


inhibir la actividad uterina y ablanda el cérvix, en preparación para la
dilatación durante el parto. Puede contribuir a la fatiga y el
cansancio experimentado al principio del embarazo.

4. hCG: secretada por las células trofoblásticas de la placenta al


principio del embarazo. Estimula la síntesis de estrógeno y
progesterona hasta que la placenta asume esta función. Se ha
implicado esta hormona en el origen de las náuseas matutinas.

5. hPL(somatomamotropina coriónica humana): sirve como


antagonista de la insulina, liberando ácidos grasos para energía.
Prepara el organismo para la lactancia estimulando el desarrollo de
la mama y la producción de leche.
6. Prolactina: es segregada por la capa coriónica de la placenta y por la
glándula hipofisaria. Su principal influencia es la lactancia. Se le
conoce también como hormona lactogénica o luteotrópica. La
prolactina afecta el crecimiento mamario, osmoregulación, actividad
reproductiva, acción tegumentaria y lactogénesis. Después del parto
los niveles de prolactina disminuyen en una semana si se opta por la
alimentación artificial. Si la madre elige la lactancia, los niveles
permanecen altos durante la primera semana y se elevan más
después de comenzada la lactancia. Existen indicios de que la
prolactina desempeña algún papel en la inhibición de la ovulación
durante la lactancia, inhibiendo la liberación de LH. Por esto, dar el
pecho con frecuencia y la succión vigorosa del infante parece ser la
clave para evitar el retorno de la ovulación durante un periodo de al
menos 3 a 6 meses después del parto.

La tiroides aumenta de tamaño en el primer trimestre y se palpa con facilidad.


El embarazo normal simula una leve situación hipertiroidea. Aumenta el
metabolismo basal, el gasto cardiaco, la intolerancia al calor y desaparecen las
reglas.

Las células productoras de insulina aumentan en tamaño y número durante el


embarazo. Los niveles de insulina en ayuna son más bajos. Los niveles de
glucosa se elevan rápidamente, así como los de insulina y triglicéridos, y existe
una sensibilidad tisular a la acción de la insulina. Esta resistencia a la insulina es
producida por la acción del lactógeno placentario humano, y en menor grado está
relacionado a la elevación de estrógeno y progesterona.

Debido a que el ciclo menstrual está interrumpido, la hipófisis anterior deja se


liberar FSH y LH. Después del nacimiento, la hipófisis anterior segrega prolactina
en respuesta a la estimulación del pezón y a la lactancia materna. La hipófisis
posterior segrega pequeñas cantidades de oxitocina al final del embarazo, lo que
estimula las contracciones uterinas del parto. Después del alumbramiento, la
estimulación del pezón con la lactancia materna desencadena la liberación de
oxitocina para contraer el músculo uterino y evitar la hemorragia; liberar prolactina
y contrae los ductos galactóforos, lo que origina el reflejo del chorro de leche.

SISTEMA REPRODUCTOR
Para albergar el feto en crecimiento, el músculo liso del útero se engrosa,
distendiéndose hasta al menos 8 veces el tamaño pre-grávido. El peso del útero
aumenta de 50 gramos a 1,000 gramos. La mayor parte del incremento reside en
la parte del fondo uterino y se debe a un aumento en el tamaño celular y no al
número de células. A la semana 12, el útero es palpable a nivel del sínfisis púbica;
a nivel del ombligo a las 20 semanas y a nivel del proceso xifoide a las 36
semanas.

El istmo del cuello uterino se ablanda por acción hormonal. En la exploración


bimanual, el istmo puede ser comprimido hasta casi el espesor de un papel; una
propiedad llamada Hegar’s sign.

El cuello no grávido tiene la firmeza y la sensación de la punta de la nariz. A


causa de la expansión en el volumen circulatorio y de la actividad hormonal, se
hace cada vez más blando. El ablandamiento se conoce como Goodell’s sign, una
de las signos precoces de embarazo. El orificio cervical está recubierto con
glándulas secretoras de moco viscoso que cierra eficazmente el orificio durante
todo el embarazo. Este tapón mucoso evita que el feto se contamine con
infecciones provenientes de la vagina. En las pocas semanas anteriores al parto,
el cuello se va ablandando gradualmente. Hacia el comienzo del parto se acorta
(borramiento) y comienza a abrirse (dilatación).

Durante el embarazo, los pliegues vaginales se agrandan y se hacen más


elásticos en preparación para el paso del feto y la placenta. Por la acción
hormonal, especialmente el estrógeno, existe un aumento en descamación de
células de las paredes cervicales y vaginales, aumentando la cantidad de moco
vaginal. El pH vaginal cambia de uno bajo, entre 4 y 5, a uno menos ácido, de 5 a
6. Este cambio puede fomentar el crecimiento bacteriano en la vagina. La
circulación hacia los tejidos vaginales y cervicales aumenta y la mucosa vaginal y
el cuello adquieren un tono azuloso. Este cambio, el Chadwick’s sign, puede
observarse hacia la octava semana del embarazo.

Para muchas mujeres, uno de los primeros signos de embarazo es una


plenitud u hormigueo de los senos muy parecido a los que experimentan durante
el periodo premenstrual. El estrógeno influye sobre el desarrollo de los conductos,
mientras que la progesterona influye en el desarrollo de los alvéolos. Los vasos
sanguíneos de la mama se engrosan y se hacen prominentes. El calostro, un
líquido rico en nutrientes y anticuerpos, es segregado en pequeñas cantidades tan
temprano como en el segundo trimestre.

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