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12/01/2010 – CIVIL

418-2009

CIVIL

Recurso de casación interpuesto por Eunice Ramos Castellanos, a través de su


mandataria especial con representación Elma Concepción Espejo Ramos de
Hurtado, contra la sentencia de fecha cinco de junio de dos mil nueve, dictada
por la Sala Primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Civil, dentro de Juicio
Ordinario de Nulidad de Negocio Jurídico.

DOCTRINA

NULIDAD ABSOLUTA DE NEGOCIO JURIDICO

Cuando se demuestra con prueba pertinente que la firma de uno de los otorgantes
de un contrato es falsa, puede afirmarse que ese negocio jurídico carece de los
elementos esenciales para su validez, por lo que es procedente declarar su
nulidad absoluta.

LEYES ANALIZADAS:

Artículos: 1301 y 1302 del Código Civil.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, CÁMARA CIVIL. Guatemala, doce de enero


de dos mil diez.

Se tiene a la vista para dictar sentencia el recurso de casación interpuesto por


Eunice Ramos Castellanos, a través de su mandataria especial con
representación Elma Concepción Espejo Ramos de Hurtado, contra la sentencia
de fecha cinco de junio de dos mil nueve, dictada por la Sala Primera de la
Corte de Apelaciones del Ramo Civil, dentro de Juicio Ordinario de Nulidad de
Negocio Jurídico, promovido por la ahora recurrente, el cual conoció el Juzgado
Primero de Primera Instancia del Ramo Civil del departamento de Guatemala.

ANTECEDENTES

Del juicio de primera instancia.

a) Con fecha dos de octubre de dos mil seis, la señora Eunice Ramos
Castellanos a través de su mandataria especial con
representación Elma Concepción Espejo Ramos de Hurtado, promovió juicio
ordinario de nulidad absoluta del negocio jurídico por vicios del consentimiento,
contra Rosa Elsira Najera único apellido y como tercera coadyuvante,
a Anaite Camey Ramirez de Chew, argumentando que es legitima propietaria de
un bien inmueble inscrito a su nombre en el Registro General de la Propiedad, el
cual tiene en posesión, sin embargo, el veintiocho de diciembre de dos mil,
supuestamente vendió dicho inmueble a Rosa Elsira Najera, y ésta posteriormente
el cuatro de noviembre de dos mil dos, suscribió con Anaite Camey Ramirez
de Chew, mutuo con garantía hipotecaria, otorgando como garantía el inmueble de
su propiedad. Pretende que se declare nulo el contrato de compraventa por medio
del cual se enajenó el referido inmueble y que se cancelen las anotaciones
realizadas con posterioridad a los actos que denuncia fraudulentos.

b) Las demandadas no respondieron al emplazamiento, por lo que se tuvo por


contestada la demanda en sentido negativo, continuándose el juicio en rebeldía.

c) El Juez Primero de Primera Instancia del Ramo Civil, del departamento de


Guatemala, dictó sentencia con fecha nueve de septiembre de dos mil ocho,
declarando con lugar la demanda, y como consecuencia, nulo el negocio jurídico,
ordenando la cancelación de las inscripciones regístrales.

II

De la Segunda Instancia.

a) La sentencia de primera instancia fue apelada por Anaite Camey Ramirez


de Chew, elevándose las actuaciones a la sala jurisdiccional respectiva.

b) La Sala Primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Civil y Mercantil,


dictó sentencia con fecha cinco de junio de dos mil nueve, en la cual en su parte
resolutiva declara: “I. REVOCA la sentencia apelada de fecha nueve de
septiembre de dos mil ocho, emitida por el Juzgado Primero de Primera Instancia
del Ramo Civil del Departamento de Guatemala, que queda sin ningún efecto ni
valor legal; II. Resolviendo conforme a derecho, a) DECLARAR SIN LUGAR LA
DEMANDA DE NULIDAD ABSOLUTA DEL NEGOCIO JURIDICO POR VICIOS
DEL CONSENTIMIENTO contenido en el contrato de compraventa de un bien
inmueble constituida en la escritura pública numero cincuenta y dos de fecha
veintiocho de diciembre de dos mil autorizada por el Notario Milton Rene
Sandoval Recinos…”

c) Contra este fallo, la actora planteó el recurso de casación que hoy se


conoce.

RESUMEN DE LA SENTENCIA RECURRIDA

La Sala sentenciadora para resolver la controversia argumentó lo siguiente: “I. La


tercera coadyuvante AnaiteCamey Ramírez de Chew plantea recurso de apelación
que se conoce en esta instancia. Expresó como agravios los siguientes motivos:
a) existe una aplicación indebida de la ley de la materia, ya que la juzgadora
confunde la nulidad absoluta con la nulidad relativa, toda vez que la parte actora
solicita la declaración de nulidad absoluta del negocio jurídico por vicios de
consentimiento, figura jurídica que no existe e imposibilita el análisis del juzgador
en cuanto a la procedencia de la pretensión procesal planteada y en consecuencia
la sentencia deviene contradictoria con el texto de la acción planteada en la
demanda. b) en la sentencia impugnada la juez a-quo hace un análisis incorrecto
sobre la nulidad del negocio jurídico, pero luego la confunde con la nulidad del
contrato que son dos situaciones distintas. El negocio es el contenido material del
contrato, en tanto que este último se refiere a su constitución formal. C) La (sic)
sentencia proferida existen numerosos errores de derecho y de hecho en la
apreciación de las pruebas aportadas durante la litis, toda vez que se asigna un
valor probatorio a la certificación de la sentencia emitida por el Juzgador Cuarto de
primera instancia ( sic) del Ramo Civil constituido en tribunal de Amparo,
infringiendo de esa manera lo establecido en el artículo ciento setenta y cuatro
de la Ley del Organismo Judicial, haciendo la juzgadora un análisis extensivo de
dicha resolución, cuando los efectos de la misma fue únicamente de suspender los
efectos de las inscripciones de dominio e hipoteca objeto de la litis, en tanto se
discutía dicha nulidad por la vía correspondiente. D) En igual sentido se encuentra
la conclusión sobre el informe rendido por el experto grafotécnico Rodolfo Rosito
Gutiérrez, en una prueba documental, toda vez que el expertaje no se efectuó
sobre el documento original sino a través de una copia certificada que extendiera
el Archivo General de Protocolos del contrato original que figura en el protocolo del
Notario autorizante. E) Se cometió error de hecho en la apreciación de la prueba
ya que la prueba documental aportada por una de las partes también prueba en
contra, como lo establece el artículo ciento sesenta y siete del Código Procesal
Civil y Mercantil. Tales argumentos serán los que se analizaran (sic) de
conformidad con las reglas de la sana crítica a efecto de llegar a una conclusión
de certeza jurídica. –II- Que (Sic) un principio fundamental que rige el proceso
civil guatemalteco es el DISPOSITIVO, por el cual cada sujeto procesal esta
obligado a probar sus respectivas proposiciones de hecho o contradecir la de su
adversario, a efecto que su pretensión sea acogida, ya que el Juez constituye un
fiscalizador de los distintos medios de convicción, las cuales en el momento de
emitir su fallo definitivo son apreciados y valorados a efecto de llegar a una
conclusión de certeza jurídica. En el caso sub-judice que nos ocupa la
controversia principal radica en la solicitud de NULIDAD ABSOLUTA DE UN
NEGOCIO JURIDICO POR VICIOS DEL CONSENTIMIENTO que la parte actora
en la calidad por la cual actúa presentó en contra de la escritura publica numero
cincuenta y dos de fecha veintiocho de diciembre de dos mil autorizada por el
Notario Milton Rene Sandoval Recinos, por medio de la cual la señora
Rosa ElsiraNajera único apellido adquirió la propiedad que le fuera presuntamente
vendida por la señora Eunice Ramos Castellanos, de un bien inmueble ubicado en
la doce avenida diez guión cero siete zona once de esta ciudad e identificada
como finca numero treinta y siete mil setecientos treinta y cinco (37735), folio
sesenta y tres (63) del libro seiscientos veintinueve (629) de Guatemala Para (sic)
el efecto la demandante fundamenta la nulidad en los siguientes hechos: EN
RELACION A EL (sic) CONTRATO DE COMPRAVENTA a) La parte compradora
del inmueble objetado de nulidad se le identificó con los nombres de
Rosa Elsira Najera Único apellido y Rosa Elsira Najera único apellido. (sic) B) Para
que pudiera inscribirse el testimonio de la referida escritura pública se tuvo
necesidad de contar con el visto bueno del Secretario General del Registro de la
Propiedad. C) Los entrelineados que se consignaron al final de dicho instrumento
público no se consignó la palabra ‘léanse’ y en consecuencia son causales para
suspender dicha operación. D) no obstante ser una compraventa al contado, el
testimonio de dicha escritura publica se inscribió en el registro un año nueve
meses después de su faccionamiento y autorización. D) (sic) La firma que se
consignó en dicho instrumento público no es la que la mandante de la parte actora
utiliza y nunca compareció ante el Notario autorizante a manifestar su voluntad en
dicha negociación. EN RELACION AL CONTRATO DE MUTUO, el cual fue
autorizada mediante escritura publica numero ciento cuarenta y uno de fecha
cuatro de noviembre de dos mil dos, por el Notario Roberto Taracena Samayoa, la
supuesta compradora Rosa Elsira Najera único apellido obtuvo un mutuo otorgado
por la señora Anaite Camey Ramírez de Chew (tercerista en este proceso), por el
monto, plazo y demás condiciones establecidas en dicho instrumento publico,
presenta los siguientes vicios: a) la identificación de la Alcaldía municipal que
extendió la cedula (sic) de vecindad respectiva difiere de la que utilizo (sic) cuando
realizo (sic) la compraventa a que se hace referencia. B) La deudora señaló en
dicho documento público un lugar para recibir notificaciones, que no existe
conforme constancia extendida por el Departamento de Administración del
Impuesto Único sobre inmuebles (sic) de la municipalidad (sic) de la ciudad de
Guatemala. Tales aspectos son los que la parte actora esta (sic) obligado a
probar, y sobre esas premisas este Tribunal se permitirá emitir a consideración su
análisis correspondiente. –III- La Juez A-quo basó su resolución final que acogió
la pretensión de la parte actora en el hecho de cómo la demandada no compareció
al proceso a oponerse a la pretensión, y que los documentos presentados no
fueron redargüidos de nulidad o falsedad, tomando especialmente en
consideración que en la certificación de la sentencia emitida por el juzgado (sic)
Cuarto de Primera Instancia del Ramo Civil constituido en tribunal de amparo de
fecha diez de septiembre de dos mil tres, se acreditó que la firma de la señora
Eunice Ramos Castellanos y que calza la escritura de compraventa ya referida no
fue puesta por la actora, la que hace presumir que la misma fue calzada
dolosamente en su patrimonio (sic), tomando como sustentación el informe
rendido por el experto grafotécnicoLicenciado Rodolfo Rosito Gutiérrez
Perito Criminalistico, concluyendo que en virtud que no existió consentimiento de
la parte vendedora dicho documento público es nulo, así como los actos
posteriores que de ello se deriven afectado de esa manera la inscripción
hipotecaria constituida a favor de la tercerista y apelante de esta instancia. Luego
de analizar las constancias que obran en la pieza de primer grado y los agravios
expresados por la apelante se determina que en el caso que nos ocupa se
invoca LA NULIDAD ABSOLUTADEL NEGOCIO JURIDICO, y en tal sentido las
pruebas que se presenten deben probar y acreditar ese extremo. De conformidad
con el artículo 1301 del Código Civil hay nulidad absoluta en un negocio jurídico
cuando su objeto sea contrario al orden público contravenga a leyes prohibitivas
expresas y por la ausencia o no concurrencia de los requisitos esenciales para su
existencia. Cabe entonces hacer entonces (sic) LA PRIMERA PREGUNTA: El
contrato objeto de la litis, es contrario al orden público o contrario a leyes
Prohibitivas expresas. Respuesta: No. La compraventa de un bien inmueble no
esta prohibida, mas bien esta autorizada por nuestro ordenamiento sustantivo
vigente, ya que el articulo 464 del Código Civil, permite que todo dueño tiene la
libre disposición de sus bienes y existe un contrato contenido en el articulo 1790
del Código Civil que permite la formalizaron (Sic) de dicho negocio jurídico.
Segunda pregunta. Existe en el documento objeto de su controversia ausencia de
los requisitos esenciales para su existencia. Respuesta: Los requisitos esenciales
para su existencia, son de conformidad con el artículo 1251 del Código Civil la
CAPACIDAD LEGAL DEL SUJETO QUE DECLARE SU VOLUNTAD, EL
CONSENTIMIENTO QUE NO ADOLEZCA DE VICIO Y OBJETO LICITO: Al
analizar dicho contrato de compraventa se establece que los sujetos procesales
tenían capacidad legal para comparecer en dicho instrumento publico toda vez
que los que en ellos participaron era la persona que aparecían inscritos a su favor
en el Registro de la Propiedad y por ende adquiría la calidad de vendedora. Y de
otra persona civilmente capaz interesada en su adquisición y por ende en su
calidad de compradora, donde manifestaron ante un Notario Publico, donde
expresaron su consentimiento expreso sobre los derechos y obligaciones que
cada parte asumían con el mismo, siendo la compraventa de ese bien inmueble
figura lícitamente permitidas, es decir son objetos lícitos para ser enajenados,
cedidos o traspasados por cualquier titulo y forma. Tercera pregunta. Cuales son
los requisitos esenciales para la existencia de un negocio jurídico. Respuesta:
Son la falta de capacidad de las partes, consentimiento, objeto, causa e
Inobservancia de forma. -IV- Doctrinariamente se entiende que la nulidad
absoluta proviene de que ‘falta al negocio alguno de sus elementos esenciales o
porque no obstante tenerlos todos, su objeto sea contrario al orden publico o a una
prohibición expresa de la ley. Con base a ello se puede afirmar que el negocio
jurídico puede ser nulo por inexistencia y que por igual razón será nulo el contrato
solemne en cuya celebración no se cumplen los requisitos de forma s (sic) de
forma que la ley exige, el contrato real en que no haya entregado de la cosa (sic) y
todo contrato en el que falta algún elemento que de conformidad con la ley se
esencial para el mismo….’ (Obligaciones y Negocios Jurídicos
Civiles. RubenAlberto Contreras Cruz (sic). Instituto de Investigaciones Jurídicas
Universidad Rafael Landivar, pagina 313). El mismo autor al citar el Diccionario de
Derecho Privado y referirse a la nulidad relativa apunta lo siguiente: Un negocio
jurídico es anulable cuando aun produciendo sus efectos propios, estos pueden
cesar en virtud de acción judicial ejercitada por quien alega la existencia de vicios
o defectos en su constitución. A diferencia de la nulidad absoluta, la anulabilidad
se establece exclusivamente como una medida de protección de los intereses de
la parte contratante que ha sido victima de su inexperiencia o error, o de violencia
o manejos dolosos.’ (Obra citada, pagina 327). En el caso que nos ocupa la parte
actora pretende que a través de supuestos defectos de un instrumento publico, se
declare la nulidad absoluta de un negocio jurídico. Aspectos alegados como lo
son la identificación de la compradora como ELSIRA O ELCIRA, no salvar
completamente los entrelineados consignados en la escritura denunciada de nula,
identificación errónea de la municipalidad de Zacapa donde compareció la parte
compradora y deudora en los instrumentos públicos referidos, el visto bueno del
Registro de la Propiedad cuando se hizo una rectificación de oficio en la finca de
merito, citar una dirección para recibir notificaciones que no aparece registrada en
un Catastro Municipal, inscribir en el Registro de la Propiedad un testimonio con
mas de un año después de su formalización no son causales de nulidad absoluta
sino en todo caso son vicios que podrían causar la anulabilidad del negocio
jurídico regulado en el artículo 1303 del Código Civil ya que pueden provenir de un
error, dolo, simulación o violencia, y ninguna de ellas encaja dentro del supuesto
que el articulo 1301 del Código Civil señala para una nulidad absoluta de un
negocio jurídico que es lo que la parte actora esta solicitando, y no referida a la
nulidad de un instrumento publico ante la falta de requisitos esenciales que son
dos instituciones totalmente diferentes, donde el código (sic) de Notariado señala
las pautas en caso esta causal sea invocada, por lo que la resolución a la que
arriba el juzgador, debe de guardar congruencia a lo requerido por cada sujeto
procesal dado el principio dispositivo a que esta orientado nuestro proceso civil
guatemalteco. Independientemente de lo anterior cabe también resaltar que LA
NULIDAD ABSOLUTA no producen efectos jurídicos ni son revalidables por
confirmación, pero el vicio de consentimiento como es la causal invocada por la
parte actora es CASO DE ANULABILIDAD DEL NEGOCIO JURIDICO, si puede
ser revalidarse (sic) por confirmación de los otorgantes, dado su categoría de
nulidad relativa, lo cual presenta también entonces defectos en el planteamiento
de la demanda interpuesta. -V- Efectuado el análisis anterior resta únicamente
como elemento de nulidad absoluta referirse a la FALTA
DECONSENTIMIENTO DE LA PARTE ACTORA, al señalarse que ésta nunca
compareció ante dicho notario publico y que su firma su (Sic) falsificada En (Sic)
tal sentido debe probarse lo que la actora señala como premisas básicas: Que no
compareció ante el Notario Público a formalizar dicha declaración de voluntad y
que su firma fue falsificada. Los dos documentos que la juez asigna valor
probatorio para arribar a esa conclusión son en forma primaria la certificación de la
sentencia del tribunal de amparo ya indicada. Sin embargo en ella si bien es cierto
se otorgó la protección requerida por la ahora apelante, esta únicamente tuvo
efectos de suspender por un plazo de dos años la quinta inscripción de derechos
reales y quinta inscripción hipotecaria, así como cualquier inscripción o anotación
posterior que hubiere sido realizada sobre la finca objeto de litis, pero destinada a
velar por la protección constitucional al derecho de propiedad, pero sujeta a que
la amparistaen aquella oportunidad pudiera hacer valer su derecho de accionar la
tutela judicial en la vía correspondiente, en tanto no haya decisión sobre el caso,
(considerando II, de la sentencia de apelación de la Corte de Constitucionalidad de
fecha veintiséis de abril de dos mil cuatro, en expediente No. 1881-2003). Esto
significa que en la sentencia de merito, no se esta declarando UNA NULIDAD O
FALSEDAD DE UN DOCUMENTO PUBLICO, ya que no corresponde a una
acción de amparo emitir tales pronunciamientos, sino únicamente preserva un
derecho que se ve amenazado, y es en consecuencia en el presente proceso
entablado la vía adecuada para ejercer la acción que se pretende hacer valer. En
segundo lugar la juzgadora toma como criterio de decisión el
estudio grafoanalístico de fecha diez de marzo del año dos mil tres realizado por el
experto Rodolfo Rosito Gutiérrez, que obra dentro de la acción de amparo
promovido por Eunice Ramos Castellanos en contra del Registrador General de la
Propiedad de la Zona Central a que se hizo referencia anteriormente. Si bien es
cierto en el citado documento se concluye que la señora Eunice Ramos
Castellanos le fue falsificada su firma por el método de falsificación por calco por
partes habiéndose utilizado como matriz su firma genuina asentada por ella en la
cedula emitida a su nombre, también lo es que esa conclusión se realizó cotejando
una copia certificada extendida por el Archivo General de Protocolos del
organismo (sic) Judicial de la escritura publica matriz numero cincuenta y dos que
contiene el contrato de compraventa del bien inmueble de marras. Dicho
documento por si solo no es suficiente para acreditar la falta de comparecencia
que se denuncia por la parte actora como causal de nulidad, ya que esa
conclusión debe ser consecuencia de todos los medios de prueba que fueran
aportados por el sujeto procesal interesado en producir tales efectos. De esa
cuenta a manera de ejemplo era necesario se estableciera dichos extremos con
elementos de convicción paralelos tales como prueba de expertos tomando como
muestra de comparación la original de la escritura matriz en referencia,
declaración de parte, participación de los Notarios que tuvieron a su cargo la
redacción de los documentos públicos objetados de nulidad, dado su categoría de
profesionales investidos con la presunción de fe publica y que no fueron llamados
a dicha litis, son aspectos que permiten concluir a este Tribunal que existe
ausencia de elementos probatorios conforme las reglas de la sana crítica
(observación, lógica y experiencia), que arriben a determinar la procedencia de la
acción intentada en los términos así planteados, lo que obliga en consecuencia a
revocar la sentencia proferida, acogiendo en consecuencia la apelación planteada,
eximiendo del pago de las costas procesales a la parte actora ya que se evidencia
su actuación de buen fe durante la substanciación de este juicio.”

MOTIVO Y SUBMOTIVO ALEGADO POR EL RECURRENTE

La recurrente interpuso recurso de casación por motivo de fondo e invocó como


submotivo de procedencia: ERROR DE HECHO EN LA APRECIACION DE LAS
PRUEBAS.

CONSIDERANDO I

ERROR DE HECHO EN LA APRECIACION DE LAS PRUEBAS.

Con relación a este submotivo, la recurrente expuso: “9.1 Error A: a. Explicación


del error. En el numeral 3, literal d) del presente memorial, se hace referencia
explicita de la parte final del numeral IV de la Sentenciarecurrida, (páginas 9 y 10)
sobre las consideraciones que el Tribunal de Segunda Instancia hace en cuanto
al valor probatorio que otorgó a los documentos que numeró en su resumen de
pruebas aportadas como 6, 7, y 10. En esta parte de la sentencia, hay un error de
hecho en la apreciación de la prueba que resulta de haber considerado que los
documentos auténticos citados como pruebas, únicamente pueden evidenciar
anulabilidad del negocio jurídico y que por ello, en nada ayudan a probar la nulidad
absoluta demandada. Según este tribunal mi representada como demandante
pretendió invocar defectos de un instrumento público para que se declare la
nulidad absoluta de un negocio jurídico. Independientemente de que esto no fue
así, debo reiterar que en la demanda se hizo alusión a irregularidades que se
fueron puntualizando y evidenciando con prueba documental (…) Si bien es cierto
que estos defectos denunciados podrían estimarse de forma, también lo es que
se trata de irregularidades graves debidamente evidenciadas en los documentos
citados. En ningún momento se pretendió que, estos defectos de forma, (como los
llama el tribunal de segunda instancia); pudieran ser tomados en cuenta como
causales de nulidad absoluta, pero se denunciaron y probaron para que los
apreciara el juzgador como evidencias de situaciones irregulares que hacen
presumir dolo en la negación y que a través de presunciones legales y humanas
que fortalecerían los otros medios de prueba aportados de mayor contundencia.-

b. Incidencia del error de hecho en la valoración de esta prueba documental. El


error de hecho en la apreciación de la prueba documental explicado
anteriormente, incide en el fondo del análisis de la Sentenciade Segunda Instancia
y por ende en su declaración final. Su consideración de que la prueba
documental analizada solo puede evidenciar anulabilidad del negocio jurídico y
que por ello en nada ayudan a probar la nulidad absoluta demandada, es
determinante en descartar por completo su valor de presunciones que fortalecen
las demás pruebas y con ello, sesga hacia una desestimación definitiva de la
acción de nulidad demandada.

C. Conclusiones

• El Tribunal de Segunda Instancia yerra su apreciación sobre esta prueba


documental indicada porque si bien estimó que solo prueban omisión de
formalidades, descuidó su examen sobre alguna luz que pudieron haber dado a
sus criterios, sobre la nulidad absoluta.

• Como consecuencia de lo anterior el Tribunal de Apelación deja a mi


representada demandante desprovista de elementos probatorios ofrecidos y
aportados al proceso, conforme a las normas procesales atinentes.

• El tribunal sentenciador como consecuencia, estima que la demanda de mi


representada de Nulidad absoluta no fue plenamente probada y que por lo tanto
debía desestimar su procedencia.

9.2 Error B:

a. Explicación del error. En el numeral 3, literal e) del presente memorial, se hace


referencia explicita de la parte primera del numeral V de la Sentencia recurrida,
(página 11) sobre las consideraciones que el Tribunal de Segunda Instancia en
cuanto al valor probatorio que otorgó al documento que numeró en su resumen de
pruebas aportadas como 2. (Sic) El análisis de estas consideraciones es el
siguiente:

• Según este tribunal el documento consiste en certificación de la sentencia


emitida por la Corte de Constitucionalidad, el veintiséis de abril de dos mil cuatro
(26/04/2004), sólo demuestra que dicha corte constituida en tribunal de amparo,
suspendió temporalmente la quinta inscripción de derechos reales proveniente del
negocio jurídico objetado de nulidad absoluta y la quinta inscripción hipotecaria
resultado del gravamen que la presunta compradora del inmueble objeto del
negocio jurídico objetado, Rosa Elsira Najera –sin otro apellido- hizo pesar sobre
el mismo inmueble a favor de la tercera
coadyuvante Anaite Camey Ramirez Chew, sin declarar la nulidad del negocio
referido.

• En esta parte de la sentencia; el error de hecho en la apreciación de la


prueba está en haber estimado que el documento citado, sólo prueba que un
tribunal de amparó (sic)suspendió temporalmente en sentencia, inscripción
registrales, sin declaración de nulidad alguna y en haber soslayado la base que
tuvo el tribunal de amparo para esa decisión. Mi representada como demandante,
en ningún momento aportó este medio de prueba pretendiendo demostrar el juez
que ya la nulidad había sido previamente declarada por un tribunal de amparo,
pues no tenía sentido que un tribunal de amparo lo hubiera hecho y si así hubiera
sido, tampoco habría tenido sentido demandar otra vez la declaración de dicha
nulidad.

• Lo que mi representada y demandante pretendió y esperó fue que, en una


correcta apreciación de esta prueba documental, se valorara la base que tuvo el
tribunal de amparo para esa decisión al tener por probada la suplantación y
falsificación de la firma de la propietaria. En una correcta valoración de la prueba,
este medio no sólo es una plena prueba, sino un medio de prueba de donde se
deriva una presunción legal grave en contra de la demandada. La omisión en ese
sentido por parte del tribunal de segunda instancia es otro error de hecho mas en
el que incurre en la apreciación de este medio documental de prueba.

b. Incidencia del error de hecho en la valoración de esta prueba documental. El


error de hecho en la apreciación de la prueba documental explicado
anteriormente, incide una vez más en el fondo del análisis de la Sentencia de
Segunda Instancia y por ende en su declaración final. (…)

C. Conclusiones.

• El Tribunal de Segunda Instancia yerra su apreciación sobre esta prueba


documental al descuidar el análisis de un elemento crucial, como fue la base del
tribunal de amparo para las decisiones expresadas en su fallo.

• Consecuentemente el Tribunal de Apelación debilita una vez más los


elementos probatorios aportados por mi representada demandante.

• El tribunal sentenciador como consecuencia, decide que no fue probada la


falta de consentimiento invocada por mi representada como base de nulidad
absoluta del negocio jurídico y que por lo tanto debía desestimar su procedencia.

9.3 Error C:

a. Explicación del error. En el numeral 3, literal f) del presente memorial, se hace


referencia explicita de la parte final del numeral V de la Sentencia recurrida,
(página 12) sobre las consideraciones que el Tribunal de Segunda Instancia hace
en cuanto al valor probatorio que otorgó a los documentos que numeró en su
resumen de pruebas aportadas como 1 y 8. El análisis de estas consideraciones
es el siguiente:

• El documento 8 (…) lo toma como base para medir y afirmar que concurrió
como requisito esencial para la existencia del negocio jurídico, el relativo a la
capacidad de la supuesta propietaria y vendedora del inmueble objeto del negocio
impugnado de nulidad. El error de apreciación probatoria se da en sobrevalorar
esta prueba documental del Registro de la Propiedad como suficiente para
evidenciar la capacidad de quien aparece en el negocio, otorgando el
consentimiento para la enajenación de un inmueble.

• Este error de apreciación hace que el tribunal de segunda instancia


reduzca la prueba de existencia de capacidad al dato registral y continúe
incurriendo en el mismo error de hecho en su apreciación, al no estimar el
contenido o las presunciones legales que pudieran derivarse del primero de los
documentos arriba indicados (Certificación de sentencia del Juzgado Cuarto de
primera instancia del ramo civil del diez de septiembre de dos mil tres y estudio
grafo técnico de perito criminalistico del diez de marzo de dos mil tres ).

• En este medio documental de prueba numerado como 1, existen aspectos


mas determinantes para la prueba de la capacidad, como la suplantación de la
identidad de la propiedad por una tercera persona que, al no ser propietaria carece
de capacidad para la negociación jurídica, razón de mas para que, en tales
condiciones de ausencia de capacidad, tampoco se pueda pretender que hubo
consentimiento legitimo, sino que por el contrario, lo que se produjo fue el
otorgamiento de un consentimiento que resulta viciado de usurpación y
suplantación.(…).

b. Incidencia del error de hecho en la valoración de esta prueba documental. El


error de hecho en la apreciación de esta prueba documental explicado
anteriormente, incide también en el fondo del análisis de la Sentencia de Segunda
Instancia y en su declaración final. Afirmar que no existen otros medios paralelos
al estudio grafo técnico de perito criminalistico, es la conclusión de una ausencia
que el mismo tribunal de segunda instancia propició al ignorar o soslayar
erróneamente los demás elementos de convicción y con lo cual determina
desestimación definitiva de la acción de nulidad demandada.

c. Conclusiones.

• El Tribunal de Segunda Instancia incurre en un nuevo error sobre los


errores anteriores cometidos, pues se equivoca al afirmar que hay ausencia de
otros medios de prueba aportados, pues estos fueron descartados por otros
errores de apreciación en los que el mismo tribunal incurrió.

• Con esta última apreciación errónea el Tribunal de Apelación echa por


tierra toda la sustanciación probatoria que se dio a lo largo del proceso en la
primera instancia.

• El tribunal sentenciador como consecuencia, decide que no hay elementos


probatorios que favorezcan la acción intentada.”

ALEGATOS PRESENTADOS EL DÍA DE LA VISTA.

Anaite Camey Ramirez De Chew, evacuó la audiencia argumentando que: “… El


supuesto error de hecho en la (Sic) apreciación de la (sic) pruebas aportadas
como 6, (…); 7 (… y, 10 (….) el Honorable Tribunal de Casación está en
imposibilidad de realizar el análisis y valor de la impugnación que se hace de tres
distintos documentos, acusando error de hecho en la apreciación de la prueba por
la supuesta interpretación errónea que la Sala sentenciadora hace respecto al
valor probatorio de dichos documentos, ya que cada uno de ellos se relaciona y
pone de manifiesto diferentes actos y hechos jurídicos, totalmente diferentes entre
si y cuyo análisis individual es indispensable, (…). Una acusación generalizada
para los tres documentos en forma simultánea, sin dar la explicación y
razonamientos de cuál es el motivo que cada uno de ellos arroja para poner de
manifiesto la equivocación del juzgador, imposibilita al tribunal de casación, la
aceptación de dicho motivo o sub-motivo de fondo como base para casar la
sentencia recurrida. En segundo lugar, es doctrina generalmente aceptada por la
jurisprudencia de casación (…) que no puede prosperar el recurso de casación, si
se invoca error de hecho en la apreciación de la prueba y se fundamenta dicha
denuncia con argumentos que se refieren al error de derecho. (…) En el caso sub
judice resulta evidente que la alegación de que la Sala sentenciadora dio un
determinado valor probatorio a los documentos que identifica con los número 6,7 y
10, si efectivamente hubiera error en apreciar dicho valor probatorio ello
constituiría un error de derecho. (…).-

2. … las afirmaciones de hecho que hace la interponente en cuanto al contenido


del fallo de segunda instancia proferida por la Honorable Sala Primera de la
Corte de Apelaciones, en cuanto a que dicha sentencia soslaya la base que tuvo
el tribunal de amparo para su decisión, no se ajusta a la verdad, ni a la correcta
interpretación que debe darse a este pronunciamiento en virtud de que la
recurrente omite señalar que el tribunal de segunda instancia de amparo, en este
caso la Corte de constitucionalidad, está en imposibilidad jurídica a de
pronunciarse en cuanto a conocimiento de fondo de la cuestión planteada, y por lo
tanto establece un término de dos años para que la supuesta ofendida ejerza la
acción jurídica que corresponda ante los tribunales de justicia ordinarios, termino
dentro del cual decretó la suspensión de las inscripciones regístrales
correspondientes, habida cuenta que el tribunal de amparo declaró con lugar el
recurso con el solo objeto de que no pueda producirse sobre el bien relacionado
operaciones registrales posteriores, salvo las que se deriven de la defensa a la
que acuda la amparista, decretadas por autoridad judicial competente. (…) Por
otra parte, también en cuanto a este supuesto error, se trata de una apreciación
que hace el juzgador del medio de prueba denunciado, lo cual constituye como
quedó ya expuesto en el numeral anterior, error de derecho en la apreciación de la
prueba y no error de hecho, (…). 3. Por último, en lo que respecta al supuesto
‘Error C’ se reitera en la apreciación de la prueba cuando en realidad está
argumentando error en el análisis del valor probatorio que hace la Sala de una
prueba documental, que si fuera cierto, daría lugar a plantear la procedencia de la
casación por error de derecho en la apreciación de la prueba; (…) la Sala no está
incurriendo en ningún error, ni de hecho ni de derecho, pues hace el obligado
análisis de los medios de prueba aportados y determina su valor probatorio,
dejando bien claro que la ausencia o no concurrencia del consentimiento para la
celebración de un negocio jurídico es elemento fundamental para su validez, y en
consecuencia, uno de los casos de procedencia de nulidad absoluta de un negocio
jurídico, circunstancia que declara en ningún momento fue probado con los medios
aportados, (…) .”

ANALISIS

La función nomofiláctica de la casación, tiene dentro de sus finalidades la defensa


del Derecho positivo que busca con ello el imperio de la seguridad jurídica y la
igualdad de los ciudadanos ante la ley. Aun cuando su naturaleza jurídica la
concibe como una institución a favor de intereses privados, doctrinariamente se le
reconoce la función uniformador de la ley, por medio de la cual se garantiza la
correcta observancia de las normas jurídicas, brindando criterios unificados de
interpretación y aplicación del derecho vigente, sin apartarse que dichos enfoques
deben realizarse a la luz de la realidad social y procesal.
El error de hecho en la apreciación de la prueba puede configurarse por omitir el
análisis de determinado medio de convicción, o cuando desvirtúa la información
que emana del medio probatorio, tergiversando su contenido real y manifiesto.

En el presente caso, la recurrente denuncia que la Sala sentenciadora incurrió en


error de hecho en la apreciación de la prueba, identificando una serie de pruebas
que fueron aportadas al proceso, sin embargo, al exponer en qué consiste el error
alegado, incurre en deficiencia de planteamiento, pues aduce con relación dichas
a pruebas que existe “…error de hecho en la valoración de esta prueba…”,
refiriéndose de igual forma a todos los medios de convicción en los cuales basó
sus argumentos.

No obstante lo anterior, esta Cámara tiene presente la jurisprudencia


constitucional pronunciada por la Honorable Corte de Constitucionalidad, Tribunal
que dentro del expediente 1652-2005, sentencia de fecha ocho de marzo de dos
mil seis, manifestó lo siguiente: “…este tribunal en la búsqueda de la correcta
solución de un conflicto de intereses mediante la administración de justicia
considera que, el tribunal de casación accionado no debe soslayar que, sin
apartarse totalmente del rigor técnico propio de la casación, cuando en un caso se
puedan observar situaciones como la antes dicha, la decisión a asumirse debe
hacerse con observancia en el principio pro sententia según el cual todas las
normas procesales que existen deben interpretarse de manera que faciliten la
administración de justicia y no como obstáculos para alcanzarla, y de ahí que deba
interpretarse extensivamente y sin mayor rigorismo todo aquello que conduzca a la
decisión de cuestiones de fondo en sentencia, (…) El artículo 1301 del Código
Civil regula los eventos en que ocurre nulidad absoluta de un negocio jurídico,
estableciendo que aquellos que adolecen de este tipo de nulidad no producen
efecto ni son revalidables por confirmación. Íntimamente vinculado con esta
regulación, el artículo 1302 del citado Código establece que la nulidad
[absoluta] ‘puede ser declarada de oficio por el juez cuando resulte manifiesta’ (el
realce es propio de este tribunal); de manera que en casos en los cuales se pueda
evidenciar, sin mayor esfuerzo intelectivo, que concurre una situación generadora
de nulidad absoluta, esta Corte sostiene que un tribunal de justicia del orden civil
sí puede, oficiosamente, realizar la labor de juicio pertinente con la que sustente la
legitimidad de la aplicación del artículo 1301 in fine como norma decisoria litis en
el caso que esté juzgando, sin que para realizar tal labor deba señalársele, como
erróneamente lo considerara la autoridad impugnada en el acto reclamado, ‘cuál
de los supuestos que contiene dicha norma’ es en el que se subsume el caso
concreto, pues, como antes quedó expresado, por dispensa del precitado artículo,
tal labor sí puede ser realizada de manera oficiosa, en atención a los principios y
valores que se pretenden tutelar en dicho precepto, sin que se pueda configurar, al
realizar dicha labor, una violación del principio jurídico del debido proceso.” Con
base en el referido fallo, se procede a analizar el hecho controvertido y se advierte
que la actora Eunice Ramos Castellanos, demandó la nulidad del negocio jurídico
contenido en la escritura pública número cincuenta y dos, autorizada por el Notario
Milton René Sandoval Recinos, el veintiocho de diciembre de dos mil,
argumentando básicamente que el negocio jurídico contenido en dicho
instrumento no fue suscrito por ella y que la firma que lo calza es ilegitima. Para
probar tales extremos, acompañó entre otras pruebas, certificación de la sentencia
de amparo emitida por el Juzgado Cuarto de Primera Instancia Civil constituido en
Tribunal de Amparo, y del estudio grafotécnico realizado por el Licenciado Rodolfo
Rosito Gutiérrez, Perito Criminalistico, con fecha diez de marzo de dos mil tres. Al
apreciar dichas pruebas, se establece que en la sentencia de amparo el Juzgado
que conoció de dicha acción, determinó categóricamente que la firma puesta en la
citada escritura pública por Eunice Ramos Castellanos es falsa, conclusión que
dedujo del expertaje grafológico realizado por el experto Rodolfo Rosito Gutiérrez,
documento que también fue acompañado al proceso, en el cual se aprecia que del
análisis realizado por el perito se estableció que fue falsificada la firma por el
método de “FALSIFICACIÓN POR CALCO POR PARTES”, habiéndose utilizado
como matriz su firma genuina asentada por ella en la cédula. En virtud de lo
expuesto, esta Cámara arriba a la conclusión que los citados documentos son
eficaces para establecer con absoluta certeza las pretensiones de la demandante,
por lo que se les reconoce pleno valor probatorio, y con ellos se tiene por
acreditado, sin mayor esfuerzo intelectivo, que en el presente caso concurre una
situación generadora de nulidad absoluta, ya que al no ser la legitima propietaria la
que otorgó el negocio jurídico contenido en la escritura pública cincuenta y dos,
autorizada por el Notario Milton René Sandoval Recinos, el veintiocho de
diciembre de dos mil, en realidad le faltan todos los elementos esenciales para la
validez del negocio jurídico, pues como lo afirma el Tratadista Rubén Alberto
Contreras Ortiz, “En tales casos, faltan todos los elementos del contrato, por
razón de que todo es mentira, fingimiento, o dicho en el lenguaje de la Ley, nada
es real.” (Obligaciones y Negocios Jurídicos Civiles, página 267). En
consecuencia, con base en los artículos 1301 y 1302 del Código Civil, esta
Cámara casa la sentencia impugnada, y resolviendo conforme a derecho debe
declarar con lugar la demanda de nulidad absoluta del negocio jurídico contenido
en la escritura pública de la cual se ha hecho referencia, y como consecuencia,
ordenar la cancelación de las inscripciones regístrales realizadas con base en el
instrumento declarado nulo. Asimismo, se debe certificar lo conducente al
Ministerio Público para establecer los responsables de los hechos que se
encuentran al margen de la ley.

CONSIDERANDO II

De conformidad con el artículo 573 del Código Procesal Civil y Mercantil, en la


sentencia que termina el proceso, debe condenarse a la parte vencida al
reembolso de las costas a favor de la otra parte, por lo que en acatamiento de tal
disposición, debe hacerse la declaración correspondiente.

LEYES APLICABLES

Artículos citados y: 12 y 203 de la Constitución Política de la República de


Guatemala; 26, 619, 620, 621 inciso 2º , 627, 630 y 635 del Código Procesal Civil
y Mercantil; 1, 3, 5, 10, 23, 58, 74, 79 inciso a), 80, 141, 143, 149 y 172 de la
Ley del Organismo Judicial.

POR TANTO:
La Corte Suprema de Justicia, Cámara Civil, con base en lo considerado y leyes
citadas, CASA la sentencia de fecha cinco de junio de dos mil nueve, dictada
por la Sala Primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Civil, y resolviendo
conforme a derecho, declara; I) Con lugar la demanda de nulidad absoluta de
negocio jurídico promovido por Elma Concepción Espejo Ramos de Hurtado, en
representación de Eunice Ramos Castellanos; II) Nulo el negocio jurídico
contenido en la escritura pública cincuenta y dos, autorizada por el Notario Milton
René Sandoval Recinos, el veintiocho de diciembre de dos mil; III) Se ordena la
cancelación de las inscripciones de dominio números cinco y seis de derechos
reales, y la cinco de inscripciones hipotecarias, que pesan sobre la finca número
treinta y siete mil setecientos treinta y cinco (37,735), folio sesenta y tres (63), del
libro seiscientos veintinueve (629), de Guatemala, así como todas aquellas
inscripciones de dominio, hipotecarias o cualquier otra anotación que se deriven
de éstas, librándose para el efecto los respectivos despachos; IV) Se condena en
costas a las demandadas Rosa Elsira Najera único apellido
y Anaite CameyRamirez de Chef; V) Certifíquese lo conducente al Ministerio
Público, para los efectos legales correspondientes. Notifíquese y con certificación
de lo resuelto devuélvase los antecedentes a donde corresponde.

Luis Arturo Archila L., Magistrado Vocal Duodécimo; Gabriel Antonio Medrano
Valenzuela, Magistrado Vocal Tercero; Rogelio Zarceño Gaitán, Magistrado Vocal
Sexto; Ervin Gabriel Gómez Méndez, Magistrado Vocal Décimo. Jorge Guillermo
Arauz Aguilar, Secretario de la Corte Suprema de Justicia.

17/05/2010 – RECURSO DE ACLARACIÓN Y AMPLIACIÓN

418-2009

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, CÁMARA CIVIL: Guatemala, diecisiete de


mayo de dos mil diez.

Se tienen a la vista para resolver, los recursos de aclaración y ampliación


interpuestos por Anaite Camey Ramirez de Chew, contra la sentencia de casación
de fecha doce de enero de dos mil diez.

CONSIDERANDO I

Con relación al recurso de aclaración, la compareciente plantea una serie de


razonamientos criticando la sentencia de la Cámara, concretando el objeto de su
impugnación básicamente en los argumentos siguientes: “Esa Cámara debe
aclarar en que (sic) fundamento legal se apoya para darle validez plena a una
certificación extendida por un Juez de Amparo, que puede opinar sobre la posible
falsedad de una firma para dar la protección constitucional al recurrente, pero que
no puede, sin colisionar frontalmente con las facultades jurisdiccionales de la
justicia ordinaria, decidir la falsedad de dicha firma (…) Asimismo… debe aclarar
con que (sic) fundamento legal le da valor probatorio a un expertaje grafológico de
un ‘experto’ del que no se conocen sus cualidades técnicas y que no ha sido
nombrado por un tribunal (…) Creo que, en honor a la justicia, esa Honorable
Cámara debe aclarar su decisión de cómo ‘…arriba a la conclusión de que los
citados documentos son eficaces para establecer con absoluta certeza las
pretensiones de la demandante, por lo que se le reconoce pleno valor
probatorio…’ Se solicita aclaración, porque en su sentencia, la Cámara Civil no
analiza en absoluto en qué se fundamenta para dar ese reconocimiento pleno del
valor probatorio de los documentos aludidos, sino solamente los da por válidos
con base en lo que decidió el juez de amparo.”

Con relación al recurso de ampliación, el interponente nuevamente critica la


sentencia de casación y el argumento que corresponde propiamente a lo que debe
ampliarse, se circunscribe a: “…es necesario que esa Honorable Cámara amplíe
en su sentencia el valor supremo del derecho que pretende tutelar y si la forma
escogida para hacerlo no infringe el justo derecho que me asiste como acreedora
hipotecaria (…) La sentencia debe ampliarse en el sentido de que la condena en
costas, si procede, es contra la demandada, en virtud de que la presentada no ha
sido nunca demandada, ni ha comparecido al proceso en tal calidad, sino como
tercera con interés. En tal sentido la sentencia debe ampliarse excluyéndoseme
de la condena en costas, no solamente por no ser demandada en el proceso, sino
porque he litigado con absoluta buena fe, en ejercicio del derecho constitucional
de defensa.”

CONSIDERANDO II

El recurso de aclaración es un remedio procesal por cuyo medio se pretende


básicamente facilitar la comprensión de los razonamientos de un fallo, que ofrezca
cierta dificultad para ser comprendido, ya sea porque los pasajes de la sentencia
pudiesen resultar obscuros o ambiguos, o porque sus pronunciamientos sean
contradictorios. Mientras tanto, la ampliación persigue exclusivamente que se
resuelvan aquellos puntos sobre los cuales versó el proceso y que fueron omitidos
en la sentencia.

Al hacer el examen de los argumentos expuestos por la recurrente, se advierte


que sus alegaciones no están encaminadas a aclarar pasajes de la sentencia que
sean obscuros, ambiguos o contradictorios, sino que pretende que se le den más
explicaciones sobre la forma en que se resolvió la casación, censurando
prácticamente los razonamientos sustentados en el fallo, lo cual además de ser un
planteamiento inapropiado e improcedente, pone en evidencia que ha entendido
perfectamente los pronunciamientos del fallo, por lo que no es necesario
aclararlos.

No obstante, se aprecia que por un lapsus, en la parte declarativa de la sentencia


se incurrió en error al identificar el apellido de casada de una de las demandadas,
por lo que se hace necesario aclarar de oficio dicho fallo, para el sólo objeto de
identificarla correctamente.

En cuanto al recurso otro recurso, se concluye que las cuestiones que solicita que
se amplíen no fueron puntos que se hayan dejado de resolver en la sentencia, por
lo que al no encuadrar en el supuesto establecido para la ampliación, su
pretensión deviene improcedente. Por las razones expuestas, los recursos
interpuestos deben declararse sin lugar, procediendo únicamente la aclaración de
oficio antes relacionada.

LEYES APLICABLES

Artículo citado y: 27, 597, 634 y 635 del Código Procesal Civil y Mercantil; 10, 16,
57, 74, 76, 79, 80, 81, 141, 143 y 149 de Ley del Organismo Judicial.

POR TANTO

La Corte Suprema de Justicia, Cámara Civil, con base en lo considerado y leyes


citadas, resuelve: I) Sin lugar los recursos de aclaración y ampliación
interpuestos. II) De oficio, se aclara la parte declarativa de la sentencia, en el
sentido de que el nombre correcto de la parte condenada en costas es
“Anaite Camey Ramírez de Chew”. Notifíquese.

Luis Arturo Archila L., Magistrado Vocal Duodécimo; Gabriel


Antonio Medrano Valenzuela, Magistrado Vocal Tercero; Rogelio Zarceño Gaitán,
Magistrado Vocal Sexto; E. Gabriel Gómez Méndez, Magistrado Vocal Décimo.
Jorge Guillermo Arauz Aguilar, Secretario de la Corte Suprema de Justicia.

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