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de figuras planes en el papel, tenia que ser reconsiderada. Por lo genera, he visto aumentar en mi le creencia de que la dindmica de forma, color y movimiento ‘es el factor de percepcién sensorial decisivo, aunque el menos explorad. y por festa razén [a palabra sdindmica» figure en el titulo de esta obra, a cusl desa- frolla su argumento a partir de unos inicios fragmentarios presentados en 1966 bajo st titulo «The Dynamics of Shapes, como numero de la eevista Design Quar- terly ‘Al mismo tiempo, espero que los devotos de la arquitectura no repudien ‘el espacie que he cancedide a las comperaciones con otras artes visuales y tambien con Ia musica. Na se puede entender con certeza el propio campo sin ‘observar lo que sucede en los jardines de los vecinos, como tampoco es posible ‘conocer verdaderamente la naturaleza particular del propio lengusje sin aprender otras, (Guiza daba explicar también por qué este libro no esté tan ampllamente ltustrado come los libros de arquitectura modernos. La costumbre de ofrecer une fotografia detallada con cada referencia a una obra de arquitectura en el texto, proporciona al lector un tesoro de sustitutos de la experiencia real, permitiéndole comprober los arguments del autor y ampliar sus Investigaciones més alla de tllos. Pero también hay menores gananclas con of penetrante y automatico des- pliegue do estas riquezas, y sospecho que tal abundancia puede menoscabar e} fentrenamiento de la imaginacion visual, que es tan necesario. Los dibujos que ebo a la colaboracién de Robert Rossero, alumno de la Escuela de Arquitecture te la Cooper Union, ereo que mentienen el nivel correcta de abstraccign entee Tos principios conceptuales que pretenden lustrar y la total Individuslidad de los ceciticios de tos que estén tomados Agradezco también a la Escuela de Arte y Arquitectura de la Cooper Union de la ciudad de Nuova York su invitacién a dar las conferences Mary Duke Biddle en 6! afc 1975. Los ejemplos de los primeros cuatro capitulos, que fueron leidos en aquella ocasién, candujaron inevitablemente a la redaccién del resto Estoy agradecido tambien a John Gay, de Londres, por permitirme utilizar algunos de sus excelentes fotogratias, y 8 Valerie Meyer y Linda Owen, del Departamen- 10 de Historia del Arte de la Universidad de Michigan, por ayudarme en lo referente 2 les fuentas literarias y las ilustraciones fotogréticas. Mi esp0sa, Mary. mece: hhografié el manuscrito, y la sefora Muriel Bell, mi editor, mo ayudé a redactar imis frases con claridad, objetividad y precisién. Como historiador de ta arquitec- ‘ura, el profesor Paul Tuer, del Departamento de Arte de la Universidad de Stan- ‘ord, contribuyé con valiogss correcciones y sugerencias, y Arvid E. Osterberg ‘observe mis reflexiones con la mirada eritica del arquitecto Audolt Arnheim ‘Ann Arbor, Michigan 2 1, Elementos de espacio {Qué es espacio? Hay dos respuestas a punto para esta pregunta, Una de ‘llag es esponténesmente plausible. Concibe el espacio como una entidad que se Ccontione a si misma, infnita 0 finite, como un vehiculo vacio preparedo y con ‘capacidad para llenarse de cosas. Gonscientemente o no, la gonto deduce esta rnocion de eapacto de su propia visién del mundo, y a menos que sean psicdlogos. anlistas 0 arquitectos, es improbable que lleguen a plantearse el reto de ponerla fen tela de juicio. Platdn heblaba en Timoo' det espacio como «la madre y recep ‘deulo de todo lo creado y visible, y-do algin modo sonsibles, Lo considerabe ‘coma «la naturaleza universal que recibe a todos los cuerpes y que siempre debe ‘ser llamada igual, porque aunque recibe todas las cosss nunca se aparta en mado alguno de su propia naturaleza y jams, en cualquier circunstancia 0 tiempo, ‘aeume une forma como cualquiera de aqueliae cosas que penetra en ella: es el Fecipiente natural de todas las impresionos, y es animada y madelada por elas, ¥y se muestra diferente de vez en cuando por causa de ollas>, El espacio era ‘ara Platn una nada existente como una entidad en el mundo exterior, como los Dblatos que podis contener. En ausencia de tales objetos, el espacio continueria existiendo como un recipfente vacio e ilimitedo, El espacio creado por las cosas Esponténeamente, pues, el espacio se experiment como el don que precede a los abjetos en él, como el medio en el que toda cos asume su lugor Sin ofrecer nuestra respeto a esta esponténea y universal manera de observar el mundo, no podriamos esperar entender la naturaleza de la arquitectura como tna distribucién de edificios situadas en un espacio dedo y continuo. Sin embargo, festa concepelén no refleja ol conocimiento de la fisics modetne ni describe de ‘qué mado se produce psicolégicamente Ia percepcién del espacio. En fisica, el fespacio se define por Ia extensin de cuerpos materiales o campos lindentes unos ‘con otros, por ejemplo, un palssje de tierra y piedras contiguo a cuerpos de anu Yalre. Las distancias monsurables deniry de seirejaate mescolanza de diferentes fateriales eon aspactos del espacio fisleo, Mée alla do ello, son las mutuas In- fluencias de las cosas materiales lo que determina el espacio entre ellas. ya que la cistancia puede ser descrita por la cantidad de energia luminosa que llega 2 tun objeto desde una fuente de luz, 0 por la fuerza de atreccidn gravtatoria ejer- ‘ida por un cuerpo sabre otro, © por el tiompo que tarda una cose en viajar haste la proxima, Aparte de Ia energia que lo ocupa, sin embargo, no puede decirse ‘que el espacio existafislcamente. 8 Lo mismo as clerto, psicoldgicamente, para el origen de Ia percepcién espacial, Aunque el espacio, una vex establecido, se experimenta como un don Siempre presente y autosuficiente, la experiencia se genera tan sélo a través de Ia interrelacion de fos objetos. Esta es la segunda respuesta a la pregunte: 2qué tes axpacia? La percencidn espacial se produce Gnicamente en presencia de cosas perceptibles. La diferencia entre fas dos concepeiones de espacio tlene conseouen: clas fundamentales. La nocién de espacio como un recipiente que existira aunque estuviora completamente vacio, se refloja en el supuesto newtoniano de une base absoluta de referencia, con respecto a la cual todes las cistancias, velocide des o tamaiios tienen mediclones igualmente absolutas. En geometris, esto co esponde a un sistema de coordenades certesianas a las que pueden referirse todos Ios lugares, tamafos o movimientos en un espacio tridimensional. Si por tjemplo sélo se da un objeto de forma esférica, su pasicién espacial respecto al sistema puede determinarae por tres coordenadas que indiquen las distancias ead lo estructura de referencia Este tipe de proyecto no tiene sentide cuando negamos la existencia del espacio absolute y consideramos el espacio come la creacién de objetos exis. tentes. Bajo este punto de vista, no existe sistema tridimensional para la sol tarla esfera suspendida en el vacio. No existe arriba 0 abajo, izquierda 0 derechs, fi tampoco tamoho ni velocidad, nl distancia determingble de ningun tipo. S6lo hay un centro tnico rodeado simétricamente por un vacio en el que no se puede dlistinguir direccién alguna de un lugar a otro, y en consecuencia no se manifiesta Ta nosis de cireccién. El espacio as, en este caso, una osfera centralmente simétrica de expansion infinite. Sefaiemos que la situacién que describo no es ‘simplemente fisiea, sino experimental, y presupone una consciencia de esp ‘que de alguna forma es inherente a este objeto vnico de forms esférica. Podems avanzar un paso més y separar esta consclencia det objetivo de su atencién, aceptando la existencia de das objetos an un espacio vacio, un ‘observador y alga que él observa. Supengames que unos asteonautes se acercan 4 la Tierra y que de momento han borrado de sus mentes el recuerdo de todos los demés cuerpos celestes, Se forma espontineamente una conexi6n lineal entre fl abservador y la Tiara, y asta conexién constituye el eje de un mundo unict ‘mensional. A lo largo de este eje hay distancias, direcciones y velocidades, y el fentorno vacio se dispane a si mismo, simétricamente, alrededor dol oj, como un eilladro da tamano infinito, Una experiencia mis o menos comparable puede darse an nuestro medio terrestre, Por elempla, cusnda una se aproxima a un edifcio que domina un liano ‘vecia, Is relacién pereeptiva se produce esencislmente entre el observador y el ‘objetivo, sobre todo euando el edificio es el lugar de destino de la persona. La su perficie horizontal det llano, aunque se percibe, no modifica la relacién entre ob- ‘servador y torre, y por tanto no penetra activamente en su concepcién espacial de le situacisn. ¥'no sucede esto s6lo cuando el medio esté vacio. Un extrafio que trate de lleger al Unico edifico alte que domine fa ciudad puede caminar en direccién a su objetivo visual, ellgiendo calle tras calle segin parezca conducirle fn a direccién correcta, sin més eaptacién consciente de laa calles que atraviesa ‘que si estuviera abrisndose un camino a traves de la selva, Aun cusnda se halle Presenta una estructura fisica comple, Ia experiencia esta dominada por el obje- tivo primario y por el esfuerzo concentrado en alcanzerlo. ‘Adviértase que la conexidn esteblecida por of observador entre él y su objetivo es experimentada como una lines recta, En principio, esta relacton podria tomar cualquler forma entre un ndmero Infinite de curvas, espirales y endas de la clase mas irracional. La eleceién econdmica de la relaclon mas corta es una “ ig. 2 ‘aplicacién elemental del principio de simplicidad de Ia psicologia de la gestalt: Gualguier pattern creado, adoptado o selecclonado por el sistema nervioso seré ten simple coma lo permitan las condiciones dadas. Los efectos de este principio se aprecian mejor cuando avanzamos un peso mis y consideramos una configuracion de tres (mejor que de des) puntos en El espacio (fig. 2). Supongamos que una nave espacial navega con relacién a un planeta y al Sol. Segun el princlpio de simplicidad, esta situsclOn crearé una estructura triangular en Ta mente de los astronauts. Un tridngulo plano 8 la es- fructura més simple compatible con tres puntos. Teniendo en cuenta que los astronautas concentran eu atencién en sus relaciones respecto al planeta y al Sol. ‘su munde no es ya unidimensional, sino bigimensional. Funcionalmente, no existe Tercera dimension. Por sjempla, no tiene significado la cuestion de cémo esta situado en et espacio el plano triangular, de si esté orientado horizontal o vert- talmente, © inclinado de forme oblicua. Obsérvese aqut que si el espacio no estu Viera creado por los tres abjetos implicados, sino’con relacién a un sistema texierno de las coordenadss certesionss, rosultaria un juego diferente de relaciones Fig. 8 16 Fig. 4 Fig. § cepaciales que podria excluir totalmente la conexién triangular entre los obje- tos (fg. 3. ‘Ya que tratamos de la experiencia psicoldgica del espacio, mucho depende de eémo un observador conclba, y por tanto estructure, la situacion. Si por ejem flo otros objetos 82 aventuran en el limite de los tres, el papel y la funcién que Tes sean otorgados dominardn la constelacién resultante. La fuerza relative de las partes contendientes influiré sin dude, Un pequefo asteroids probablemente no alteraria el plano de la situacién triangular, pero se le observaria colacado en un ‘ngulo de esa base (fig. 4). Sin embargo, si el cuarto objeto es fuerte, puede crear ‘una realizacion més completa del planteamiento ahora tridimensional ya que eb plano triangular puede eer reemplazado por un poliedro de cuatro sngulos (tig. 5). quitectura Por medio de una elevada abstraccién hemos llegado al principio funda. mental de importancia prictica para el arquitacto. A pesar de lo que indica la percepcion esponténea, de ningin modo el espacio viene dado por si mismo. Es treado por una constelecién particular de objetos naturales y hechos por el hom bre, ala cusl el arquitecto contribuye. En la mente del cresdor. usuario 0 prools- ‘etio, ode constelacién arquitecténica establece su proplo entramado espacial yy este armazén deriva del més simple esqueleto estructural compatible con la situacidn fisica y psicolagica. Baja condiciones elementales, la estructura estable- da por el trazado arquitecténico como un toda puede ser la directrz indiseutida Por ejemplo, en una poblacidn lineal rodeada de campos de cultivo, la calle pri cipal puede servir como espine unidimensional a fa que se conformen todos 0s lugares particulares y orientaciones espaciales. Por lo general la situacién es més ‘compleja, ya que algunos componentes del todo establecen su propio entraroado ‘espacial. Una iglesia orlentada en un eje este ooste pued: aponerse a la oriento- ‘ign general de lo que fe rodee, y la relacion entre los dos puede ser compleja 0 incluso Inoperante, en cuyo caso el orden espacial queda aparte. Veamos ef siguiente ejemplo, reciente y particularmente demostrativo. La simetria cusdr latera de la Copley Square de Boston, en la que la iglesia da la Trinidad de H. H Fichardson y la biblioteca McKim, Mead y White estan una frente a otra, ha sido atravesada visualmente por un prisma diagonal préximo, el Inmenso rascecielos Fomboige de la Torre John Hancack (figs. 6 y 7). En tales casos. la adicion puede ser simplemente absorbida y subordinada por la ordsnacién existente, una posi bilidad improbable en este caso a causa do Ia masa y altura del intruso. O bien Je nueva estructura y la Vieja pueden raorganizarse en una nueva configuracion de forma unificada, La més probable es que el choque entre los dos esquemas in- compatibles dé como resultade ls mutue contradiccién © negaclén, un trastorno ‘que significa destruccion visual Casi todo ambiente arqultectonico es uns constelacién muy complej@a do tales sistemas espacisles, unos subordinados, otros coordinados, otros colin antes, y otros cruzando 0 rodeando a los demés, A su nivel més comprehensive, 16 wer Bo Zo) Bee ss ZS 7 si0que coPLeY

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