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Dulce Olvido PDF
Dulce Olvido PDF
Está bien, no soy de ‘la mañana después’, entonces ¿por qué estoy en la
cama con el mismo hombre con el que tuve sexo la noche anterior? ¿Y por qué
estamos en su cama? ¿Por qué no en mi cama? Nunca fui a la casa de mis
conquistas. Él era muy caliente, y genial, pero yo no establecía relaciones. Eso
era un desastre emocional y...
Espera.
¿Y qué jodidos?
Si solamente...
Hasta ahora.
Él me quería.
Es.
Todo.
Picante.
Irresistible.
2
Kinky originalmente extraño, raro, retorcido. Coloquialmente es un término usado para referirse a las
prácticas sexuales no convencionales.
Cuando tomó mis caderas estaba en el borde de la mesa y
entonces levanté mis rodillas, todo lo que podía hacer era gemir.
Mi culo estaba siendo golpeado cada vez que el hombre se
empujaba dentro de mí a un ritmo que era francamente muy
sorprendente. Apenas podía registrar el hecho de que él se
retiraba antes de que se empujara de nuevo dentro de mí.
«Oh, lo que podría hacer, jugando con eso un rato». Mientras que las
nalgadas no eran mi kinky, amaba los pirsin en los pezones. Solo
que era demasiado gallina para tener uno en los míos. Odiaba
las cosas afiladas, puntiagudas como agujas. Me daban
escalofríos.
No me importaba.
En serio.
De nuevo.
Espera.
¿Ojos negros?
«Uh… »
—¿Me aceptas?
«¿Huh?»
—¿Me aceptas?
Fue impresionante.
Locamente enamorado.
Obsesionado.
Su piel era tan suave, tan sedosa. Sabía que podía pasar
horas tocándolo. Planeé pasar horas tocándolo, incluso años. Él
era mío ahora, nuestras almas estaban unidas entre sí por toda la
eternidad. Mi alma ya no dolería por sostenerlo. Mi tiempo de
búsqueda había terminado.
Espera.
«¿Carne caliente?»
Con.
Mi.
Lengua
«Bueno saberlo».
Cerré los ojos fuerte ante la profunda voz del hombre que
retumbó justo abajo de mi cuerpo y se envolvió alrededor de mi
pene, que le brindó toda la atención. ¡Oh dioses!, podría ser
capaz de correrme solo con eso. Repentinamente por primera
vez desde que podía recordar, quería la mañana después del
sexo.
«¡Malditamente caliente!»
—Córrete.
No me importaba.
Quizás.
Y entonces me vio con esos mismos ojos negros con los que
me había visto anoche. ¿Por qué no me había acordado de
eso?, dudo que alguna vez lo sepa. Pero ahora lo recordaba.
«¿Huh?»
—Sí, lo hiciste.
—Aun no, pero vamos a tener tiempo para eso más tarde.
—Una peculiar sonrisa curvó la comisura de la deliciosa boca del
hombre—. Imagino que vas a pasar un tiempo con mi pene en tu
culo.
Oops.
—Tú, mi hermosa pequeña mascota, eres una real delicia.
«¿Mascota?»
—Stavros.
«¿Huh?»
«¿Eh?»
3
Travertine es una forma de piedra caliza de fuentes minerales especialmente en fuentes termales, existen en
tonos del blanco al crema, es un material usado frecuentemente en Italia.
Quizás chocolate.
«Buena respuesta».
—Sobreviví.
No me ruborizo.
Nunca.
Ajax simplemente soltó una carcajada. El resto de mis
hermanos guerreros tuvieron la gracia de tratar de mantener su
diversión para sí mismos, aun cuando pude ver sus labios que
amenazaban con abrirse en más sonrisas.
—¿Zale?
—Hecho.
4
Zen. Dentro de la religión Budista, la palabra Japonesa Zen que deriva de la palabra china Chán que a su vez
deriva de la palabra del sanscrito dhyana, que significa meditación, o estado de meditación—
—Hemos recuperado la mayor parte de las pertenencias
de tu Sjol Kypher —dijo Yuri. Viéndose pensativo, con los labios
hacia abajo y el ceño fruncido.
—Armas.
Por lo general.
Ajax parecía que quería discutir eso hasta que Sye le dio
una palmada en la espalda y lo empujó hacia la puerta. Sabía
tan bien como todos los demás que si algo le pasaba a mi Sjol
Kypher, yo no iba a sobrevivir. Era necesario proteger a Micah a
toda costa.
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Armagedón es un término bíblico que solo aparece una vez en el capitulo de la apocalipsis de ahí que se use
como sinónimo de Apocalipsis o desastre fatal y terrible. Se refiere generalmente al fin del mundo.
Tomé la caja con las armas más grandes y comencé a
repartírselas a mis hermanos. Después de todos estos siglos de
lucha, éramos bastante buenos en lo que hacíamos, pero no
hacía daño tener un arma de fuego en las manos. Rifles, pistolas,
cuchillos, espadas, hemos utilizado todo lo que podíamos tener
en nuestras manos.
Y lejos de Micah.
Ahora tenía algo más por lo que luchar, algo que era aún
más importante para mí que mi deber. Tenía a mi Sjol Kypher, y
pelearía hasta el final para evitar que lo dañaran. Sabía que mis
hermanos harían lo mismo. La protección de un Sjol Kypher era
deber de todos.
6
La Walther P99 es una pistola semiautomática desarrollada en Alemania, para fuerzas de seguridad y civiles.
que su mayor número les daría una mejor oportunidad de ganar
la batalla.
Y lo podría atrapar.
Apenas y lo logré.
Él olía asqueroso.
—Incluso mejor.
«¡Oh mierda!»
¿Quizás?
¿Lo esperaba?
—Stavros.
Ahora los ojos de Stavros que había visto brillar de color azul
como cuando lo vi por primera vez, estaban rojos.
—Hola —respondió.
«Oh, Stavros».
—Detente.
Está bien.
7
Staccato forma de expresión musical. Significa una nota de breve duración separada de la nota que puede
seguir al silencio.
estado persiguiendo. El tipo no se movía, y era un caos
sangriento.
Empecé a temblar.
«A Salvo».
Correcto.
—¿Quién es él?
Miedo, sí.
Daño, no.
«¡Duh!»
Asqueroso.
¿Estaba loco?
«¿Ves?»
Maldición.
Correcto.
¿Quién lo sabría?
Y eso fue casi tan raro como todo lo demás que había
visto. Sentí que mis cejas se arqueaban hacia arriba mientras veía
a Stavros.
Wow.
Nada se arrastraba.
Se sentía mal.
Demándenme.
No quería moverme.
Maldición.
Buen hombre.
Parpadeé sorprendido.
«¿Huh?»
Maldición.
—Voy a correrme.
O no.
Doble maldición.
Justo.
Ahora.
Yo no era un filete.
Idiota.
«¿Oh?»
«¿Un regalo?»
8
Yodel cantar a la manera tirolesa. Aguda cancion de las montañas suisas y tirolesas, forma de cantar que
involucra canciones con notas rapidas y repetidos cambios vocales y falsetes.
culo. En mi entusiasmo para conseguir la chuchería, me había
olvidado del tapón.
Asentí.
—Uh, ¿Stavros?
—Eres mi bebé.
Una vez más, mis pasos eran ligeros y casi saltaba mientras
llevaba a mi elska al piso de abajo para presentarlo con mis
hermanos. Había conocido a Yuri, pero a ninguno de los otros.
Como Drakon, nosotros buscábamos a nuestros Sjol Kyphers por lo
que sabía que mis hermanos iban a compartir mi alegría tanto
como yo compartiría la suya. Ellos necesitaban ver que la
búsqueda de su propio Sjol Kypher era posible.
—Lo hacemos.
Él era increíble.
—Él es Enzi.
—Lo eres.
—No lo soy.
Oops.
El bastardo.
—Elska…
«Oops».
«De nuevo».
«Perfecto».
—Stavros.
Tiempo y confianza.
Si sólo supiera.
¿Huh?
Sí.
Adorable.
—Gracias, Stavros.
—Lo que sea para ti, Sjol Kypher —murmuré con voz ronca.
—¿Qué significa eso?
—¿Sjol Kypher?
—Si.
—¡Estás loco!
Micah...
Él estaba loco.
Certificado.
Maldición.
—¿Hambriento, elska?
¿Lo estaba? Mientras pensaba en eso, me di cuenta de
que tenía hambre. De hecho, me estaba muriendo de hambre.
No había comido desde anoche, y sentí cómo mi estómago
estaba tratando de carcomer mi columna. —Podría comer.
Sugerencia. Sugerencia.
De nuevo.
Seriamente lento.
No me lo creería.
—Podemos, elska.
—Elska, él es el mal.
—¿Era?
—¿Lo mataste?
—Sí y no.
—Explícate —demandé.
Era como arrancar los dientes para obtener una respuesta
clara.
Eso empeoraba.
Qué vergüenza.
—¿Dientes amarillos?
—Pero apropiado.
—¿Dónde?
En serio.
«¡Oh, sí! »
Mis armas.
—No exactamente.
—Si.
Asentí.
Y esperé.
—¿Como?
—Stavros…
—Sí.
Profundamente.
—¿Nosotros?
¿No es así?
Emociones
—¿Puedo ayudar?
Sabía que eso era lo peor que podía hacer antes de que
las palabras salieran de mis labios. La mirada oscura que Stavros
me dio podría haber hecho que un hombre pequeño temblara
en sus botas.
Yo estaba descalzo.
No estaría en un escaparate.
Sólo lindo.
—Entonces explícame.
Bueno.
Sí.
Eso apestaba.
Stavros...
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full disclosure, literalmente revelar o informar todo, frase que se utiliza para referirse a la obligación de
reportar todo.
demás parecían haber encontrado algo mejor que ver cuando
los miraba.
—Elska…
No me gustaba.
—Elska…
Yo lo hacía.
Vívidamente.
—¡No me toques!
Caminé alejándome.
—Stavros.
No tenía palabras.
Maldición.
No me gustaba.
Rápido.
—Uh, ¿nada?
—¿Y?
—¿Y?
Maldición.
No me importaba.
Maldición.
En realidad no debería haber hecho eso.
Pero los ruidos que Micah hacía, ¡oh!, eso fue enviado
directamente de los dioses y diosas, significaba su excitación por
mi. Solo sabía eso. Eran sonidos suaves y gemidos, más fuertes
cada vez que metía mi pene en el apretado pequeño agujero
de Micah.
—¡Sí!
Era glorioso.
Y no me importaba.
Está bien.
Bueno, entonces,
—¿En serio?
—Pero…
—Bien.
Maldición.
Micah...
Gracias a Dios.
Escuchar a Ajax decir lo que le venía a la mente era
refrescante, y la mayor parte del tiempo divertido como el
infierno. Él hizo mis días más aventureros. Stavros seguía dándole
amenazantes miradas a Ajax, pero Ajax no le hacía caso. Pensé
que la situación era muy divertida.
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Cabin feber, nombre informal que se le da a la apatía e irritabilidad que resulta de largos confinamientos en
el interior debido al invierno.
parte de la protección, sólo de la reverencia. El hombre no
parecía que se inclinara ante nadie.
No sabía por qué. Sólo sabía que tenía que hacerlo. Era
una necesidad tan grande que apenas podía esperar a que
Stavros y sus hermanos desaparecieron por la puerta antes de ver
a Ajax. El hombre arqueó una ceja, dándome una sonrisa de
complicidad.
Si solo él supiera...
Y no quería morir.
—¿Todo el equipo?
—¡Micah!
—¡Micah!
Hizo el trabajo.
—Atrápalo.
—Uh, oh.
El miedo me recorrió.
—¡Corrías de mí!
«Duh».
Parecía serio.
Sentía su dolor.
Sentía su pena.
—Micah, qu…
¡Joder!
—Stavros…
Me hirieron mucho.
—¿Retirarlo?
—Elska…
Yo no ruego.
—¿Qu—¿ ¡No!
Comencé a sacudir la cabeza. Mi peor pesadilla cobraba
vida ante mis ojos. No quería que el lazo entre nosotros se
rompiera. Lo amaba —inhalé profundamente y me agarré de la
silla más cercana cuando mis piernas comenzaron a ceder.
Amo a Stavros.
—¿Dónde está?
—¿Dónde está?
—No.
Nada.
—Stavros, ¿me estás asustando?
—Micah…
—Mírame, Stavros.
¿Mal carácter?
¿Quién no?
Excepto una.
—Sí.
—Puedo protegerte.
—Sí, puedo.
No encontré nada.
—¿Micah?
—¿Quéjodidossonestascosas?
«¿Huh?»
—¿Micah?
—¿Y qué demonios se supone que debo hacer con ellos? —Micah gruñó en
silencio—, ¿Tejer?
—Bésame, elska.
—¿Con estos?
Era yo.
Micah se congeló.
gaby
Gaby